Tercera parte de la historia antes de hacerme una paja e irme a dormir, que estoy muy cachondo recordando esto.
“Ya salíamos” dijo Maricarmen rápidamente. Los dos subimos las escaleras y salimos del agua, disimulando, pero había un problema, mi polla todavía estaba durísima y mi tía lo vio. Empezamos a caminar de vuelta a la toalla pero mi tía, aprovechando que Maricarmen iba algo adelantada, me agarró del brazo y me llevó en otra dirección. “Tú te vienes conmigo ahora mismo” Mi tía me arrastró hasta los vestuarios, que estaban vacíos, me metió en una de las duchas y cerró la puerta. “Que estabas haciendo en el agua con Maricarmen?” Me preguntó. Parecía enfadada y me acojoné, no quería perder la oportunidad de seguir follando con ella, era consciente de la suerte que tenía de poder hacerlo. “Nada, tía, de verdad” “No me mientas, mira como tienes la polla. Ha intentado algo contigo?” “Que no te lo juro, me he empalmado de estar con las dos ahí en bikini conmigo, pero nada más” Mi tía me mira dudando, no sabe si creerme o no. “Escúchame…” me dice mientras me mete la mano dentro del bañador y me agarra la polla con fuerza “…tú eres mío, vale? No quiero que te folles a nadie más. Eres mi niño y me follas solo a mi, esta polla es sólo mía” Escucharla decir eso me puso todavía más cachondo y la polla se me puso aún más dura, como una piedra. Nos estábamos mirando fijamente a los ojos y el tono de rabia con el que me hablaba me volvía loco. “Soy solo tuyo, tía. Mi polla es toda para ti. Ves cómo me la pones? La tengo durísima” En ese momento escuchamos a alguien entrar al vestuario. Mi tía se llevo un dedo a la boca, mandándome callar. Nos miramos fijamente durante un momento, mientras escuchábamos a la persona que había entrado meterse en una de las duchas y abrir el agua. Mi tía sonrió. Tiró del cordón de mi bañador, que cayó al suelo enseguida. Mi polla estaba al descubierto, dura como una roca y con la punta ya lubricada. Mi tía sonrió y se acercó mucho a mi. “Te voy a dejar claro de quién es esta polla, sobrino” No me lo podía creer. Mi tía se agachó y colocó la cabeza a la altura de mi polla, la empezó a rozar suavemente con los labios y finalmente se la metió en la boca. Primero rodeó la cabeza, moviéndose suavemente y acariciandola tambien con la lengua. De repente se la metió entera, toda, hasta la garganta. Empezó a mover la cabeza muy rápido, sacando y metiendo mi polla completa dentro de su boca. Yo empecé a gemir, intentaba aguantarme para que no nos escuchasen pero joder, era muy complicado. Mi tía me miraba desde abajo. La veía mirarme con mi polla dentro de su boca y no me lo podía creer, era una imagen increíble. Al fin y al cabo, he crecido con ella, es mi familia, ella me ha visto desde que era un niño, y ahora estábamos ahí, mirándonos mientras me hacía una mamada de categoría. Yo estaba muy cachondo después de lo de Maricarmen y notaba que estaba a punto de correrme. “Me voy a correr ya, tía. No aguanto más” “Correte en mi boca mi amor, quiero tragarme tu semen” Esa frase fue la definitiva. Agarré la cabeza de mi tía y le metí la polla hasta el fondo de la garganta, sin ningún tipo de cuidado. Le empezaron a dar arcadas pero no se intento apartar, todo lo contrario, se agarraba a mi culo intentando metérsela todo lo posible. Se le empezaron a saltar las lagrimas. Con la polla en el fondo de su garganta me corrí. Me dejó seco. Se la saqué muy poco a poco mientras nos mirábamos otra vez. No había rastro de mi semen en su boca, se lo había tragado directamente. Mi tía se levanto y volvió a poner su cara frente a la mía. “Mi niño, quiero hacerte esto todos los días, me oyes? Quiero tragarme todo tu semen, quiero que lo guardes todo para mi.” “Lo guardaré todo para ti, tía.” Nos besamos suavemente y decidimos abrir el agua para ducharnos. Yo ya estaba desnudo, así que mi tía se quitó la parte del arriba del bikini, dejando al descubierto sus tetas. En cuanto el bikini tocó el suelo, yo me volví a empalmar. “No puede ser jajajajja” me dijo “Ya estás otra vez cachondo?” “Tía, cada vez que veo ese par de tetas me empalmo. Prométeme que tú eres sólo mia también, vale?” “Mi vida, yo soy toda tuya y sólo tuya. Venga, tendremos que aprovechar esta polla divina que tienes. Quiero que ahora me folles mi amor, vale? Quiero que me folles aquí de pie, pero mirandonos de frente” “Lo que tú quieras tía, pídeme lo que quieras” mi tía se quitó la parte de abajo del bikini y levantó una pierna, dejando abierto su coño que estaba empapado. Yo acerque mi polla y la deslicé dentro, otra vez entró sin problemas. Empecé a subir y bajar, sacando y metiendo mi polla en el coño de mi tía. Mi tía empezó a gemir, los dos gemíamos en susurros porque la persona del vestuario todavía estaba por ahí. Ella se agarraba las tetas con las dos manos y las juntaba, apretando una contra otra. Me vuelven loco esas tetas. Metí la cabeza entre esos melones y empecé a babarselos. Ella me pegaba en la cara moviéndolas de un lado para otro. Con las manos le agarraba el culo y se lo separaba para abrirle también el coño. “Quiero que me la metas por el culo” me dijo. Esto era un puto sueño. Mi tía pidiéndome que le metiese la polla en el culo. Si su coño ya estaba bien apretado, no me quería imaginar cómo tendría lo otro. “Me dejas, tia? Me encantaría follarte el culo” “Me vas a follar el culo cariño pero ahora no, ahora tenemos que acabar rápido, vale? Correte dentro de tu tía mi vida, venga, quiero que me preñes con tu semen cariño” Buf… “Te voy a llenar de mi leche tía, y quiero que te la dejes dentro vale? Quiero que lleves mi semen dentro el resto del día” “si mi amor, si por favor” los dos gemíamos sin parar, empecé a follarmela más fuerte, apoyados contra la puerta. Le baje la pierna que tenía levantada y la junté a la otra pierna. Los dos estábamos de pies completamente rectos, su coño estaba apretadisimo y mi polla resbalaba dentro y fuera. No aguantaba más. Con un gemido final me corri dentro de ella. Mi tía se puso rápidamente la parte de abajo del bikini y después la de arriba. “Te espero fuera mi niño, con tu semen dentro” me guiñó un ojo y salió de la ducha. Después de unos minutos yo también salí. Al llegar a la toalla, Maricarmen y mi tía estaban en la misma posición que antes, con los ojos cerrados tomando en sol. Todavía de pie eché un vistazo a las tetas de Maricarmen y después al coño de mi tía, qué todavía tenía mi semen dentro, bien caliente. Me tumbé entre las dos y yo también cerré los ojos. Fue un día acojonante.
Ese es el final de mi historia en la piscina, si queréis que cuente más cosas sólo tenéis que pedirlo. Con mi tía me quedan algunas anécdotas (también tengo un par de historias con otra tía, pero nunca llegamos a follar, no sé si os interesarían) y lo de Maricarmen estoy intentando cocinarlo sin que se entere mi tía, que seguro que se liaría la de Dios. Así que eso, si queréis más historias o que os vaya actualizando con el tema de Maricarmen, pedídmelo que estaré encantado de contároslo