Aquella casa rural...

A mí me da que Alicia lo que le dijo a la amigas es que debe andar bien de abajo y las 3 van a probar y hasta repetir.
Pero a ver cómo Paula y Alicia se deshacen de sus novios para poder probar a Héctor. Aunque quien sabe, lo mismo lo han hablado con ellos.
 
A mí me gustaría que Miriam y Héctor acaben juntos.
Igual a mi, deben de acabar juntos.
Ellos tienen un muy buen feeling que los puede llevar a ser pareja.
Ambos se preocupan por el otro y ha quedado demostrado en la historia.
primero Miriam se preocupo por Hector la primer anoche cuando se fue acostar temprano por haber tomado demasiado y estuvieron juntos conversando un rato antes de que Miriam se volviese con el grupo.
Hector se preocupo a penas supo que Miriam había estado llorando por culpa del novio y fue a buscarla para hablar con ella y esa conversación genero en Miriam decidiera follarselo, porque ganas ya le tenia de antes, solo no se daba el momento para que pase.
 
Si no acaban juntos, al menos como follamigos seguirán con toda seguridad.
Eso podría ser la base para algo más serio.
 
Capítulo 8: No entiendo nada

Por la tarde todo eran risas y cuchicheos. Los platos y cubiertos tardaron en llegar, y solo fueron llevados a la mesa por mí. Miriam, después de aquello, fue directa a la ducha. Mis colegas estuvieron bastante tiempo mirándome descarados, como pretendiendo que les contase eso que todos intuían pero que necesitaban confirmar. No hice caso. Fue en un momento en el que tumbados en las tumbonas y sin presencia femenina me lo soltaron.
-Bueno, machote, nos vas a contar algo ¿O que? - soltó Oliver mirando a la nada.
-¿Algo...? - me hice el tonto
-Venga, a ver si te piensas que somos idiotas. Vais los dos a por cubiertos y platos y tardáis una hora, y encima vuelves solo...
-Si, bueno, hemos estado hablando. De su novio y eso...
- Pues menudo discurso la has tenido que dar... Una hora...- Soltó Jorge riendo.
-Oye, que si te la has follado pues bien, tío. Pero puedes contárnoslo. No voy a ir a decirle a Pedro lo que habéis hecho. Es más, me alegro, es un gilipollas y le está bien empleado.
Les miré y medite que respuesta darles.
-Nos hemos enrollado, vale. Pero que de aquí no salga.

Los tres se intercambiaron sonrisas.
-Ese es mi chaval, coño.- Carlos se levantó de su tumbona riendo y me dio un golpe de aprobación en el hombro.

No sé si Miriam les dijo algo a ellas, pero su trato, y el de Alicia, conmigo fue completamente distinto a raíz de aquello. De Miriam lo entendía, una vez pasado el calentón la dimensión de lo que habíamos hecho estaría estallando en su cabeza. No me preocupe demasiado y la di su espacio. No quería agobiarla ni hacerla sentir peor de lo que, seguramente y conociéndola, estaría. Lo de Alicia si me preocupaba. ¿Se habría sentido rechazada en detrimento de su amiga? ¿Estaría celosa? No podía dejar de darle vueltas al tema, ¡Vaya vacaciones!

Oliver me saco del ensimismamiento ofreciéndome un tercio de Estrella Galicia.

-Vamos, campeón, que te tocará reponer fuerzas. - Se descojonaba.

Lo cierto es que jamás confesé que Miriam y yo hubiésemos follado, solo admiti haberme enrollado con ella. Y eso podía ir desde unos besos hasta una penetración con mamada previa. Pero todos parecieron haber asumido que entre Miriam y yo había existido una buena sesión de cama. Hasta las tías. Aunque la versión de Miriam yo la desconocía.

Como en el día anterior, jugamos un poco en el agua, echamos partidas de cartas y tomamos el sol. Para algunos parecerá monótono, pero era lo que las restricciones nos permitían entonces. Note a Alicia y Oliver más cariñosos que de costumbre. Sobre todo derivados de las ganas de ella, que buscaba cualquier oportunidad para subirse sobre él, besarlo o hacerle carantoñas. No eran una pareja despegada, pero tampoco habían demostrado jamás ese nivel de empalagosidad. ¿Me estaba poniendo celoso? ¿Estaba buscando ella eso? El sol iba cayendo y empezamos a organizar la cena de esa noche. Había sobrado bastante carne sin hacer, así que repetiríamos barbacoa. Limpiamos los restos de las brasas de por la mañana y preparamos el carbón nuevo.
-Bueno, quien se vaya a ir duchando que avisé. A ver si nos vamos a ver en pelotas.- Lo dijo en tono de sargento y noté que me miraba demasiado a mí. Nuevamente, Paula se adelantó y evitó que cualquiera empezara a atar cabos.
-Eso, Carlos... A ver si me vas a ver en pelotas...
-Vaya, ya me has jodido la idea, Alicia.

Todos nos descojonamos.

La mayoría fueron escalonadamente yendo a las duchas disponibles. Se iban avisando unos a otros cuando acababan y iban cediendo el turno. Digo iban porque yo aun no me había duchado. Las palabras de Alicia no sabía cómo interpretarlas. Aproveche un momento en el que Oliver estaba duchándose y ella colocaba las toallas que se amontonaban en las tumbonas para abordarla.

-Siento lo de ayer. Te vi entrar rayada y creía que estabas mal. No era mi intención verte desnuda.

-No, si ya vi que no era lo que te esperabas.- Soltó.

-¿Como?- me quedé rayado.

-Si, que veo que te van más delgaditas...- dejó la frase abierta. Era evidente que se refería a Miriam.

-Tienes un cuerpazo, Alicia...- solté. No sabía cómo responder.

-Lo dices por cumplir.

-Joder, me parece súper fuerte que tenga que hacer que me creas. De verdad, estás muy buena.- Medité unos segundos y me dejé llevar. -Siempre me has dado morbo, créeme. Que pena no haber llegado antes que Oliver.

A ella se le dibujó una sonrisa. Era evidente que estaba escuchando lo que quería y que yo había caído como un pringado.

-Bueno, te perdono. Y ahora súbete a duchar que luego cenamos muy tarde.- Dijo a la vez que me indicaba con la vista que Oliver ya estaba en el porche, con el pelo mojado y la ropa que usaba de pijama puesta.

Avance hacia la casa y me metí en el interior. Subí las escaleras pensando en la reciente conversación con Alicia. ¿Que estaba buscando? ¿Porque ahora actuaba conmigo así? Mientras eso daba vueltas en mi cabeza de forma mecánica cogí mis cosas de la habitación, una toalla, y me metí en la ducha de la habitación de Oliver, justo la mas cercana a mí cuarto. Cerré la cortina, abrí el grifo y me empecé a mojar. Como siempre con el agua templada y dejando correr el reloj. Sin prisas, disfrutando del agua cayendo sobre mi. Como si de un dejavu se tratase, la cortina se volvió a abrir. Tras ella la mano de Alicia, su cara sonriendo y su cuerpo desnudo.

-Hola... ¿Me haces un hueco? Hay que ahorrar agua...
 
Capítulo 8: No entiendo nada

Por la tarde todo eran risas y cuchicheos. Los platos y cubiertos tardaron en llegar, y solo fueron llevados a la mesa por mí. Miriam, después de aquello, fue directa a la ducha. Mis colegas estuvieron bastante tiempo mirándome descarados, como pretendiendo que les contase eso que todos intuían pero que necesitaban confirmar. No hice caso. Fue en un momento en el que tumbados en las tumbonas y sin presencia femenina me lo soltaron.
-Bueno, machote, nos vas a contar algo ¿O que? - soltó Oliver mirando a la nada.
-¿Algo...? - me hice el tonto
-Venga, a ver si te piensas que somos idiotas. Vais los dos a por cubiertos y platos y tardáis una hora, y encima vuelves solo...
-Si, bueno, hemos estado hablando. De su novio y eso...
- Pues menudo discurso la has tenido que dar... Una hora...- Soltó Jorge riendo.
-Oye, que si te la has follado pues bien, tío. Pero puedes contárnoslo. No voy a ir a decirle a Pedro lo que habéis hecho. Es más, me alegro, es un gilipollas y le está bien empleado.
Les miré y medite que respuesta darles.
-Nos hemos enrollado, vale. Pero que de aquí no salga.

Los tres se intercambiaron sonrisas.
-Ese es mi chaval, coño.- Carlos se levantó de su tumbona riendo y me dio un golpe de aprobación en el hombro.

No sé si Miriam les dijo algo a ellas, pero su trato, y el de Alicia, conmigo fue completamente distinto a raíz de aquello. De Miriam lo entendía, una vez pasado el calentón la dimensión de lo que habíamos hecho estaría estallando en su cabeza. No me preocupe demasiado y la di su espacio. No quería agobiarla ni hacerla sentir peor de lo que, seguramente y conociéndola, estaría. Lo de Alicia si me preocupaba. ¿Se habría sentido rechazada en detrimento de su amiga? ¿Estaría celosa? No podía dejar de darle vueltas al tema, ¡Vaya vacaciones!

Oliver me saco del ensimismamiento ofreciéndome un tercio de Estrella Galicia.

-Vamos, campeón, que te tocará reponer fuerzas. - Se descojonaba.

Lo cierto es que jamás confesé que Miriam y yo hubiésemos follado, solo admiti haberme enrollado con ella. Y eso podía ir desde unos besos hasta una penetración con mamada previa. Pero todos parecieron haber asumido que entre Miriam y yo había existido una buena sesión de cama. Hasta las tías. Aunque la versión de Miriam yo la desconocía.

Como en el día anterior, jugamos un poco en el agua, echamos partidas de cartas y tomamos el sol. Para algunos parecerá monótono, pero era lo que las restricciones nos permitían entonces. Note a Alicia y Oliver más cariñosos que de costumbre. Sobre todo derivados de las ganas de ella, que buscaba cualquier oportunidad para subirse sobre él, besarlo o hacerle carantoñas. No eran una pareja despegada, pero tampoco habían demostrado jamás ese nivel de empalagosidad. ¿Me estaba poniendo celoso? ¿Estaba buscando ella eso? El sol iba cayendo y empezamos a organizar la cena de esa noche. Había sobrado bastante carne sin hacer, así que repetiríamos barbacoa. Limpiamos los restos de las brasas de por la mañana y preparamos el carbón nuevo.
-Bueno, quien se vaya a ir duchando que avisé. A ver si nos vamos a ver en pelotas.- Lo dijo en tono de sargento y noté que me miraba demasiado a mí. Nuevamente, Paula se adelantó y evitó que cualquiera empezara a atar cabos.
-Eso, Carlos... A ver si me vas a ver en pelotas...
-Vaya, ya me has jodido la idea, Alicia.

Todos nos descojonamos.

La mayoría fueron escalonadamente yendo a las duchas disponibles. Se iban avisando unos a otros cuando acababan y iban cediendo el turno. Digo iban porque yo aun no me había duchado. Las palabras de Alicia no sabía cómo interpretarlas. Aproveche un momento en el que Oliver estaba duchándose y ella colocaba las toallas que se amontonaban en las tumbonas para abordarla.

-Siento lo de ayer. Te vi entrar rayada y creía que estabas mal. No era mi intención verte desnuda.

-No, si ya vi que no era lo que te esperabas.- Soltó.

-¿Como?- me quedé rayado.

-Si, que veo que te van más delgaditas...- dejó la frase abierta. Era evidente que se refería a Miriam.

-Tienes un cuerpazo, Alicia...- solté. No sabía cómo responder.

-Lo dices por cumplir.

-Joder, me parece súper fuerte que tenga que hacer que me creas. De verdad, estás muy buena.- Medité unos segundos y me dejé llevar. -Siempre me has dado morbo, créeme. Que pena no haber llegado antes que Oliver.

A ella se le dibujó una sonrisa. Era evidente que estaba escuchando lo que quería y que yo había caído como un pringado.

-Bueno, te perdono. Y ahora súbete a duchar que luego cenamos muy tarde.- Dijo a la vez que me indicaba con la vista que Oliver ya estaba en el porche, con el pelo mojado y la ropa que usaba de pijama puesta.

Avance hacia la casa y me metí en el interior. Subí las escaleras pensando en la reciente conversación con Alicia. ¿Que estaba buscando? ¿Porque ahora actuaba conmigo así? Mientras eso daba vueltas en mi cabeza de forma mecánica cogí mis cosas de la habitación, una toalla, y me metí en la ducha de la habitación de Oliver, justo la mas cercana a mí cuarto. Cerré la cortina, abrí el grifo y me empecé a mojar. Como siempre con el agua templada y dejando correr el reloj. Sin prisas, disfrutando del agua cayendo sobre mi. Como si de un dejavu se tratase, la cortina se volvió a abrir. Tras ella la mano de Alicia, su cara sonriendo y su cuerpo desnudo.

-Hola... ¿Me haces un hueco? Hay que ahorrar agua...
Muy buen relato deseando de leer más
 
Buenoooo. Está ya super claro que Alicia está muy atraída por Héctor. Está muy claro lo que va a pasar. A ver si va a resultar que las 3 chicas sienten algo por él?. Porque da esa sensación. Este se va a poner las botas con las 3.
De momento, salvo milagro, Alicia es otra que va a caer
 
Alicia esta celosa porque Hector y Miriam ya follaron.
Ella tambien lo quiere y muy bien que va aprovechar la ducha para que se.
 
Y a la tercera en discordia le va a pasar igual. Cuando se entere que Miriam y Alicia ya lo han catado, ella va a querer probar.
El problema va a ser como los novios se enteren.
 
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