Bea pasado, presente y futuro (Nueva versión)

Pues ahora están en un momento bonito. Están a nada de declararse su amor. 😐.
Yo no las veo enteras. Veo el principio. Cuando se ponen rollo, las veo por encima
Luego cuando llega el momento bonito, las veo.
Cuando se complica, las veo a ratos. Y ya el final si lo veo.
Evidentemente, antes veo como terminan. Porque si terminan mal, las va a ver Willy Fogg o el Comando G.
Ese conocimiento televisivo indica que estas cerca de los 50. Me recuerda a los comentarios que hace mi pareja... que tiene 46.
 
Ese conocimiento televisivo indica que estas cerca de los 50. Me recuerda a los comentarios que hace mi pareja... que tiene 46.
Casi... Uno más que tu pareja. 😁. Aunque edad mental bastante menos.
Pero vamos que la tele solo la veo a esa hora.
El resto entre estudiar, el WhatsApp y cosas varias.
 
BEA PASADO, PRESENTE Y FUTURO 7

Llegamos a Donostia muy temprano, pasamos por el hotel, decidí coger una habitación en el hotel Londres de Donosita (San Sebastián), quería que cuando mi hija despertara lo primero que viera fuera el mar que tanto le gustaba. Una vez descansamos un rato y desayunamos, nos dirigimos a donde había quedado con Gianna. No me costó nada dar con ellos, no había mucha gente en la playa, hacía buen día, pero el aire era fresco. A Sara eso le dio igual, en cuanto vio el agua, allí quería ir sin demora.

La sensación del pie descalzo en contacto con la arena era increíble, para cuando me di cuenta Sara ya se encontraba al lado de Carlos, que estaba sentado bajo una sombrilla con la tablet en la mano. Mi hija y su padre entablaron una conversación, mientras los dos miraban hacia mí. Sara corrió hasta llegar a mi lado y cogiéndome la mano, me llevo junto a Carlos. Gianna se encontraba con su hija en brazos y pidiéndome permiso cogió a Sara de la mano para llevárselas a las dos al agua.

Sara me miro y al ver que yo le daba permiso, se fue con Gianna, yo me quede de pie al lado de Carlos, incapaz de poder mirarle a la cara, entonces Carlos dijo.

• Sigues tan guapa como siempre, Bea.
• Tú también estás muy guapo Carlos
• Siéntate, Bea, que no muerdo – en mí se dibujó una leve sonrisa, sentándome a su lado, me temblaba todo el cuerpo.
• Quiero pedirte perdón, Carlos.
• Eso ya lo hiciste años atrás. No es necesario, Bea, hace mucho tiempo que te perdoné.
• No es por eso por lo que te quiero pedir perdón – Gire la cabeza, para mirar a mi hija.

No necesitaba leer el pensamiento para saber lo que se le estaba pasando por la cabeza a Carlos, era hora de decirle la verdad.

• ¿Estás pensando que Sara es tu hija, verdad?
• Así es.
• Pues has acertado, cuando llegue a mi nuevo destino me empecé a sentir mal, decidí ir al hospital, me dijeron que estaba embarazada, no te dije nada entonces, tenía miedo que fuera de Quique o de mi amigo el fotógrafo, ya te había hecho suficiente daño.

Tenía el rostro arrasado en lágrimas, me pasé la mano y me empecé a contar. Cuando me dijeron que estaba embarazada, me sentí muy feliz, pero a la vez sentí una gran tristeza, porque estaba segura de que hubiéramos formado una gran familia. También estaba el miedo de saber quién era el padre, rece durante días para que el niño fuera tuyo. Mi hijo se merecía el mejor padre y ese eras tú, aunque tenía claro que jamás volveríamos a estar juntos. Tuve un buen embarazo, Carol y Nerea no se separaron de mí durante los nueve meses.

Llegó el día del parto, al final fue una niña a la que puse el nombre de Sara. No podía evitar que mis ojos se iluminaran cuando hablaba de mi hija, creo sinceramente que Sara llegó en el momento idóneo. Volví a llorar, tarde en hacer la prueba de paternidad, pues, por un lado, quería que fuera tuyo, pero habías empezado una relación con Gianna y eso lo cambiaba todo. Que fuera de Quique o de mi amigo fotógrafo facilitaría las cosas, pues tener una hija iba en contra de su forma de vivir.

Cuando llegaron los resultados, salte de alegría, esa niña no podía tener mejor padre, pero las cosas no acabaron bien entre nosotros y tenía mucho miedo, si te lo decía y eso hacía que tu relación con Gianna se resintiera, no me perdonarías en la vida. Estaba roja de vergüenza, no parecía enfadado conmigo, Carlos se mostraba reflexivo, pero muy tranquilo, entonces me miro y me dijo.

• Hiciste bien, en aquel entonces tenía demasiado rencor, ¿Gianna lo sabe? – eso era algo que preocupaba mucho a Carlos.
• Sí, lo hablé con ella antes de preparar la entrevista y fue ella la que me animo a hablar contigo, me dijo que ya estabas preparado para hacerlo.

Carlos miró a Gianna, esta sonreía mientras las dos hermanas le tiraban agua, tenía el tobillo dolorido, pero se levantó en dirección donde se encontraba Gianna con las niñas y le tendió la mano a Sara, esta me miro a mí y cuando le dije que podía coger su mano, mi hija se la cogió tímidamente y se pusieron a caminar, mientras Carlos le hablaba. No sabría decirlo, pero era como si Sara pusiese sentir que Carlos era su padre y paso ese momento mágico donde Sara dejo esa timidez a un lado y empezó a hablar con Carlos como lo harían una hija con su padre.

Yo no podía dejar de llorar, me sentía muy feliz, las cosas estaban saliendo muy bien, la conexión padre e hija fue increíble. Todo mi cuerpo temblaba del miedo que llevaba padeciendo desde que tome la decisión de contarle la verdad a Carlos. Gunnar me animo, pero la artífice de todo fue Gianna y ahora allí estaba colocándome la mano sobre el hombro como signo de apoyo, mientras lloraba a mi lado por la emoción.

Carlos se quedaría con Nuria y Sara, mientras Gianna y yo íbamos a mi habitación de hotel para hacer la entrevista. Carlos estaba feliz con sus dos hijas, entonces le miramos y le dijimos que cuidara bien de las niñas, él nos miró sonriendo y nos dijo que éramos muy graciosas, una vez en el hotel la entrevista de Gianna fue impecable, no se guardó nada, pero nuestra agencia saldría muy reforzada después que la gente leyera el artículo.

Una vez terminado el artículo dejamos que Carlos pasara la tarde con sus hijas, la verdad es que estaba emocionada, Sara era muy introvertida, con Gianna, pero sobre todo con Nuria, conecto a la primera. Después llego el momento padre e hija y ahí sí que me asuste, porque volvió a asomar esa Sara retraída, pase un mal rato, pero solo verla reír mientras hablaba con su padre fue muy emocionante para mí. Gianna estaba guardando todo lo escrito en su portátil y decidimos bajar a la cafetería del hotel para tomar un café.

• Todo ha salido bien, Sara y Carlos han congeniado de maravilla – dijo Gianna.
• Sí, la verdad es que todo ha salido mejor de lo que había soñado, por fin el círculo se ha cerrado y todo está donde debería de estar – dije mientras una emoción me embargaba.
• Nerea, me ha sorprendido, sus diseños son lo mejor que he visto en mucho tiempo – Gianna de verdad estaba impresionada mientras veía algunos de sus diseños.
• Nerea ha cambiado mucho, lo de tu hermano y después su caída en picado la ha cambiado, ha madurado mucho.
• He llegado a sentir verdadero rencor hacia Nerea, fue una charla que tuve con Javi que hizo que eso cambiara.
• ¿Qué te dijo?
• Que odiar a Nerea no cambiaria nada de lo que nos sucedió, que lo mejor era mirar hacia delante con esperanza de tiempos mejores – Gianna se emocionaba al hablar de su hermano, se veía lo mucho que lo quería.
• Nerea no era feliz y no era culpa de Javi, su trabajo de modelo no la llenaba, su relación tampoco e intento llenar ese hueco con Claudio – dije.
• Eso fue un error que casi le cuesta la vida a mi hermano, Nerea no amaba a mi hermano, ¿verdad? – pregunto Gianna muy seria.
• Cuando conocimos a Carlos y Javi, eran diferentes a los chicos que habíamos conocido hasta ese momento y creo que idealizamos la relación, nos creíamos las más listas y jugamos con fuego hasta que nos abrasamos.
• ¿Qué ha cambiado? – pregunto Gianna mientras me miraba fija a los ojos.
• Todos hemos madurado, Nerea ha encontrado su vocación y eso le hace feliz, Carlos se reencontró contigo, yo me he enamorado por primera vez y Javi ha descubierto que puede seguir viviendo sin tener a Nerea a su lado.
• ¿Gunnar se llama verdad?, Silvia dice que es un hombre interesante y eso que solo han hablado dos veces por teléfono, por asuntos de la revista.

Nos quedamos mirándonos a los ojos y estallamos en una carcajada, pagamos y fuimos dando un paseo. Gianna llamo a Carlos y este nos dijo que nos esperarían en una terraza, mientras Sara y Nuria se comían un helado. Cuando llegamos las dos niñas estaban cogidas de la mano mientras con la otra tenían sujeto un peluche y hablaban alegremente con su padre. Llego la hora de la despedida, Sara y yo teníamos que volver a Londres y allí preparar el desfile de moda más importante del año, ese año habían decidido hacerlo en Madrid.

A Sara le costó mucho separarse de su padre y hermana, pero la prometí que pronto los volveríamos a ver. Muy seria, me dijo que si incumplía mi palabra se enfadaría de verdad. La despedida estuvo llena de lágrimas, pero Carlos volvía a ser ese chico que conocí y fue hasta que la cague con Quique, nos abrazamos, ya no quedaba rencor por parte de él, yo seguiría sintiendo culpa, pero lo más importante era que había demostrado que sería un gran padre para mi hija y eso era lo más importante.

El viaje de vuelta fue mucho más tranquilo que el de ida, Sara lo pasó dormida, tenía un semblante tranquilo, se le veía muy contenta abrazando con fuerza el peluche que su padre le había regalado. Durante la siguiente semana tenía una sesión de fotos por distintos parajes de Londres, para una marca de productos deportivos de la ciudad. La siguiente semana nos iríamos unos días, Gunnar, Sara y yo, para que Sara conociera a mi novio. Lo que me estaba costando reconocer que éramos novios, tenía miedo que al decirlo en voz alta, todo se fuera al garete.

La sesión de fotos fueron agotadoras, Sara se pasó toda la semana hablando de su padre a Nerea y cuando hablaba con Carol por el móvil. Llego el día, Gunnar nos vendría a recoger e iríamos al aeropuerto para coger un vuelo hasta Edimburgo. De allí iríamos a un hotel que en el pasado fue el castillo de algún noble importante. El hotel era una pasada, habían dejado solo las paderes del castillo y por dentro todo era moderno y muy bonito. Sara se quedó maravillada con la piscina, mientras yo recordaba como había sido la presentación entre estos dos.

Gunnar nos esperaba fuera del coche, yo me acerqué y le di dos besos en la mejilla, cosa que le hizo mucha gracia a Gunnar, entonces Sara me cogió de la mano y mirándome me dijo.

• Mama, es muy alto.

Gunnar no pudo aguantarse y se echó a reír, después se agachó, pero seguía siendo un hombre muy grande y Sara se asustó un poco, eso me preocupo, porque si salía la parte introvertida de Sara, mi relación con Gunnar se podía complicar. Gunnar se presentó y Sara le contesto con educación. Mire a Gunnar y este no le dio importancia diciéndome que teníamos días para conocernos y ya vería como al final todo salía bien. El punto de inflexión entre estos dos se dio al día siguiente. Sara en cuanto vio la piscina fue corriendo y se echó sin esperarnos, la piscina estaba abarrotada y la gente no tenía cuidado.

En dos ocasiones estuvieron a punto de caer sobre Sara, esto la asusto mucho. Por suerte Gunnar se hecho justo detrás de Sara, yo me iba a echar también, pero al ver la reacción de Sara me detuve. Esta al ver a Gunnar nado rápido y se agarró a él, este miro a los chavales de forma muy severa y les dijo que tuvieran cuidado. Uno de los chavales sonrió con la intención de contestar, pero al ver la cara que estaba poniendo Gunnar y después de ver la que estaba poniendo yo decidí que lo mejor era quedarse calladito.

Me eché al agua y decidimos movernos a una parte de la piscina donde estaríamos más tranquilos. Nos pasamos el día jugando los tres. Estando mi hija, Gunnar y yo no hicimos nada, pero logramos el propósito de estas mini vacaciones, que no era otra cosa de que Gunnar y Sara se conocieran, no solo ocurrió eso, sino que al terminar las vacaciones entre Gunnar y Sara se había creado una relación como la que tenía Sara con Nerea o Carol. Gunnar consiguió derribar ese caparazón que el momento de la presentación empezó a crear Sara y como digo, no era una relación de padre e hija, pero Sara termino confiando en Gunnar, porque le había demostrado que se preocupaba por ella y por mí, con hechos.

El tiempo fue pasando y llegaron las fechas del desfile de Madrid y aquí fue cuando las cosas se empezaron a torcer, Una mañana nos llamó Nerea, convocándonos todos en la sala de reuniones de la agencia, para esa tarde. Carol vino a pasar unos días y se encargaría de recoger a Sara de la guardería, cuando llegue a la sala de reuniones parecía un velatorio.

• ¿Que ocurre? – pregunte.
• Han contactado conmigo con la intención de que trabajara para ellos – dijo una nerviosa Nerea.
• ¿Para quiénes? – pregunte.
• ¡Ha sido mi padre! – dijo un cabreado Gunnar.
• Y que has contestado tú, ¿Nerea? – pregunte.
• Que no, pero temo que esa respuesta tenga represalias – dijo Nerea.
• No te quepa duda, mi padre no está acostumbrado a que le digan que no.

Todos estábamos nerviosas, menos Gunnar, él estaba la mar de tranquilo, le mire y le pregunte por qué estaba tan tranquilo y él me contesto que a su padre no le gustaba perder, a él tampoco y que tenía un plan B, el cabrón no soltó prenda, la única con la que hablo fue Nerea y le hizo prometer que hasta que llegara el momento no diría nada. Ese momento llegó dos días antes del certamen. Uno de los socios del padre de Gunnar había robado los diseños que presentaríamos en ese desfile de modelos de Madrid. Además de llevarse a las modelos que lucirían esos modelos, usando un hacker borro cualquier rastro de que Nerea hubiera creado esas prendas. Eliza estaba que echaba fuego por la boca, yo estaba muy preocupada, este certamen era muy importante de cara al futuro, si todo salía bien, tendríamos un futuro asegurado. A Nerea se le veía algo preocupada, pero Gunnar estaba con una sonrisa en la cara.

• ¿A ti que te pasa?, parece que llevas hielo en las venas – dije enfadada.
• El plan B, ¿recuerdas? – dijo Gunnar.
• No tenemos modelos, se las han llevado prometiéndoles un sueldo mayor y certámenes más prestigiosos – dijo una furibunda Eliza.
• Esas promesas están vacías, pero ellas ya han tomado su decisión – dijo Gunnar.
• Cuando lleguemos a Madrid tengo que hablar con Gianna y Silvia – dijo Gunnar con una sonrisa maliciosa en el rostro.
• ¿Para qué necesitas hablar con ellas? – pregunte molesta porque no me quería contar su plan.
• El plan B, Bea, el plan B.
• ¡Cuál es el maldito plan!
• ¡Destruir a mi padre! – dijo un Gunnar con el rostro endurecido.

Viajamos a Madrid a la mañana siguiente temprano, lo primero que hicimos al llegar fue pasar por las oficinas donde trabajaba Carlos, mientras Gunnar hablaba con Gianna y Silvia de ese plan del que no quería hablar, yo llevaría a Sara para que estuviera con su padre. Cuando llegamos Silvia, Carlos y Gianna nos esperaban en la entrada del edificio. Cuando bajamos del coche, Sara corrió y salto a los brazos de su padre y esta le dijo al oído a su padre, pero lo suficiente alto para que lo escucháramos todos.

• Papi, este es Gunnar el novio de mama.
• ¡¡¡Sara!!! – grité mientras mi rostro se ponía rojo como el tomate.

Gunnar no podía dejar de reírse, mientras Carlos me miraba a mí y decía.

• Con que el novio de mama, ¿eh? – decía esto mientras estrechaba la mano de Gunnar – Soy Carlos encantado.
• Igualmente, Carlos – Dijo Gunnar.

Subimos todo a la sala de reuniones de la oficina de Silvia, nosotros esperamos allí mientras Silvia y Gunnar iban al despacho de esta, Eliza andaba de un lado para otro mientras poníamos en antecedentes a Gianna. Nerea llegaría unas horas antes del desfile. Según parecía, tenía que dar los últimos retoques al famoso plan B. No tardaron mucho en aparecer, Silvia traía una sonrisa malévola en el rostro y Gunnar nos miró a todos.

• El plan B es sencillo, Nerea se ha quedado terminando de confeccionar los vestidos que luciréis vosotras cuatro esta noche.
• ¿Cómo dices? – preguntamos Eliza, Gianna y yo.

• Mi padre cree que ha ganado, cree que tiene los mejores vestidos y a las modelos que los lucieran en la pasarela, le demostraremos que se equivoca.
• Silvia, ¿Cómo te ha convencido? – pregunto Eliza.
• A mí tampoco me gusta perder – contesto Silvia.

Decidimos invitar a Javi y su mujer María, para que vieran desfilar a Gianna, Javi nunca pudo verla por incompatibilidad de horarios y esta vez la vería en el mejor desfile de modelos de Europa. Llego el momento. Todas las agencias de modelos desfilaron sus mejores vestidos, la verdad es que la competencia era muy férrea. Antes que nosotros, el socio del padre de Gunnar saco sus vestidos, los vestidos que nos habían robado, además de mirarnos con una sonrisa, sabiendo que eran las modelos de nuestra propia agencia las que estaban desfilando para ellos.

Algunas modelos nos miraban con cara desafiante, había una que no era capaz de mirarnos, ella fue la canguro de Sara y creí que era nuestra amiga, pero parece que en este mundo tiene más valor el dinero que la amistad. Como dijo Gunnar cada uno toma sus decisiones y tienes que vivir con ellas. Pronto sería el momento que tendríamos que desfilar y fuimos a prepararnos, Gianna estaba tan nerviosa como yo. Sin embargo, Eliza y Silvia estaban la mar de tranquilas, tendrían más de cuarenta años, pero tenían unos cuerpos muy cuidados y una belleza fuera de lo normal.

La primera en salir sería Gianna, después yo, después de mi Eliza y la última sería Silvia, alea jacta est.

GUNNAR

Mire a mi padre y sus socios que ya se veían ganadores, no sabían la que se les venía encima, quedaba poco para empezar, entonces llegaron Javi y su mujer María, según parece María había tenido una urgencia en el hospital y casi no llegan, se sentaron al lado de Carlos que estaba muy nervioso.

• Todo saldrá bien, Carlos – dije muy seguro.
• ¿Cómo estás tan seguro? – pregunto Carlos
• Porque el trabajo de Nerea ha sido soberbio y nadie mejor que estas cuatro mujeres para lucir ese trabajo, vais a estar muy orgullosos.
• Sentimos llegar tarde – dijo Javi.
• No os preocupéis, habéis llegado justo a tiempo – dije.

La primera en salir fue Gianna, llevaba un vestido rojo que hacía juego con el color de su cabello, camino segura y elegante por esa pasarela, Nerea lo había clavado, ese vestido era una extensión de la propia Gianna. Miro para adelante y se paró al final de la pasarela para que le sacaran fotos mientras posaba, se quedó en el lado izquierdo de la pasarela, acto seguido salió Bea, llevaba un vestido azul que hacía juego con sus ojos y contrastaba muy bien con el dorado de su cabello. Bea también fue elegante, cada moviendo de esta se compenetraba con el movimiento del vestido para hacerlo más excepcional si cabe.

Bea se paró al final de la pasarela y poso para las fotografías como lo hizo antes Gianna, colocándose al lado derecho de la pasarela, Bea y Gianna se miraron, todos los fotógrafos sacaban fotos sin parar, todos comentaban lo preciosos que eran los vestidos y lo bien que los lucían las modelos. Entonces salió Eliza, todos se giraron a mirarla, llevaba un vestido negro que contrastaba con su blanca piel, Eliza fue, es y será modelo, su belleza madura eclipsaba a cualquier mujer que hubiera pasado por esa pasarela, además de la elegancia con la que se movía y lucia ese precioso vestido negro. Ella también se paró para posar para la cámara. Por fin llego el momento de que saliera Silvia, Nerea las fue presentado una a una mientras explicaba el significado de cada vestido, pero cuando vio a Silvia con aquel precioso vestido blanco marfil se quedó sin voz.

Esa mujer había nacido para pisar las pasarelas, sus elegantes movimientos, cada paso realzaba su madura belleza. Carlos, Javi y yo estábamos sin palabras, era como si una diosa hubiera bajado del olimpo para desfilar ante nosotros. Mire a mi padre y se le veía el rostro de la derrota. Esa derrota se acentuó más cuando Silvia se colocó entre Bea y Eliza y los fotógrafos empezaron a sacar las fotos a esas cuatro diosas que se habían descendido para vestir esos ropajes divinos que la mente de Nerea había ideado, cada vestido representaba a la perfección la personalidad de cada una de las mujeres.

Nerea ya no tendría que trabajar para ninguna agencia, ahora todas las mascas más importantes del mundo se la rifarían, eso se vio cuando se puso al lado de aquellas cuatro preciosas mujeres para saludar a todos los presentes. Después del desfile había un lunch, las chicas se cambiaron para ponerse algo más cómodo, Gianna beso a Carlos, y después abrazo a su hermano y nuera. Bea me beso a mí, como me gustaba besar aquellos labios. Nerea se quedó rezagada, entonces Javi se acercó a ella diciéndole algo al oído que ninguno escuchamos.
Javi presentó a Nerea, a su mujer y futura madre de su hijo, entonces decidieron ir a un lugar apartado para poder hablar tranquilamente.

Yo miré a mi padre y a sus socios, mi padre parecía tranquilo, pero sus socios no tanto. Nerea los había derrotado, sabía que la única jugada que les quedaba era obligar a Nerea a trabajar para ellos. Me acerqué a mi padre y le dije.

• Mantén atados a tus perros, no permitiré que la extorsionen o la chantajeen, Nerea se ha ganado el triunfo con su esfuerzo.
• Bien jugado hijo, de no haber sido criado por tu madre, hubieras sido mi digno sucesor.
• Por eso me alegro de haber sido criado por mama, tengo tus habilidades, pero también tengo algo de lo que tú careces.
• ¿El que sí puede saberse?
• Empatía.

Mi padre sonrió y mirándome fijamente a los ojos, me prometió que dejarían en paz a Nerea, ¿me lo creí?, pues no, pero también tenía un plan de contingencia por si algo pasaba, mire a Bea que me miraba con esa mirada que haría derretirse a un glaciar, me despedí de mi padre para volver junto a la mujer que amaba.

BEA

Observaba a Gunnar mientras hablaba con su padre, no podía evitar preocuparme, pero cuando se dio la vuelta y me miro, pude ver en su mirada que todo estaba bien. Se separó de su padre y vino a mi lado, besándome los labios de una forma muy tierna. Nuestra atención se fijó en Eliza y Silvia, fueron las personas más aclamadas de aquel lunch, todos los diseñadores de renombre querían hablar con ellas, además de tener una cola de pretendientes para cada una. Se les veía un poco agobiadas, pero capeaban bien el temporal, una de las veces Silvia nos miró para que las sacáramos de aquel marrón, arrancándonos una carcajada a Gunnar y a mí. Javi y Nerea terminaron con su conversación con un abrazo. Los dos se acercaron a nosotros, a Nerea parecía que le habían quitado de encima un peso que la había estado aplastando durante años, pero pude sentir lo mismo en Javi, que abrazo y beso a María con pasión.

La noche fue larga porque había mucho que celebrar, pero llego un momento que lo que más deseaba era volver al lado de mi hija y abrazarla con todas mis fuerzas, mi hija fue la que me dio fuerzas para seguir, pero también para mejorar como persona y aprender de los errores cometidos, ahora empezaba una nueva relación con Gunnar un hombre que había demostrado saber salir de las peores situaciones airoso, creo que me esperaba un futuro interesante.

EPILOGO

Han pasado dos años y hemos decidido ir todos de vacaciones, hotel con piscina, tomar el sol y relajarnos. Las únicas que no pudieron venir fueron Carol y Nerea, Carol no pudo coger vacaciones y Nerea ahora era la modista referente y todas las marcas querían que ella diseñara sus prendas. En los dos últimos años la habíamos visto poco y lo poco que venía era para estar con Sara, trabajaba mucho, pero Nerea volvía a ser feliz, se rumoreaba que había conocido a un chico, pero lo mantenía en secreto y no soltaba prenda.

Sobre su conversación con Javi tampoco soltó prenda, me dijo que esa conversación quedaría entre ellos. Gianna y Carlos lo intentaron con Javi teniendo el mismo resultado. Gianna y yo tomábamos el sol, riéndonos de nuestros novios que estaban en la piscina jugando junto a Nuria y Sara. Gunnar, Carlos y Javi congeniaron muy bien, de hecho Gunnar les había asesorado sobre un problema que tuvieron con un cliente, desde entonces Gunnar andaba a caballo de Londres a Madrid, por eso decidimos trasladarnos todos a Madrid, de esa manera Carlos podría estar mucho más tiempo con su hija.

Todos salimos ganando, porque de esa manera Gunnar no tendría que estar viajando cada dos semanas y yo lo tendría para mí todos los fines de semana. Gianna me dio dos golpecitos en la mano para que mirara al chiringuito que había al lado de la piscina, allí el camarero intentaba camelarse a Eliza y Silvia, pobrecito no sabía con quienes se estaba jugando los cuartos, las dos nos partíamos de risa viendo la frustración del jovencito y lo bien que se lo estaban pasando las dos maduritas a cuenta de aquel pobre camarero.

Gianna me enseño un artículo donde se leía como el gran Viggo había caído por malversación y con el todos sus socios, no cumplió la promesa de no extorsionar y chantajear a Nerea y Gunnar actuó, en consecuencia, entregando la información que había recalado sobre su padre y sus socios a las manos correctas. Esta vez tenían bien atado al gran Viggo y se pasaría unos cuantos añitos entre rejas, miraba a mi novio mientras se reía junto a Carlos y las niñas, no pude más que sonreír dándome cuenta de la mala leche que tenía el jodido cuando se la intentaban jugar.

Aquí se acaba mi historia, la historia de una chiquilla inmadura que la vida puso en su sitio y maduro, hasta convertirse en la mujer que era hoy, feliz junto a Sara y Gunnar.

FIN.
 
Lo bueno de todo es que el padre de Gunnar no se podrá meter en ningún chanchullo para amedrentar a Nerea y así obligarla a trabajar para él, y la empresa de las chicas va para arriba ante la jugada maestra de Gunnar contra su padre y los amigotes de este.
 
Mucho premio para el antipático de Carlos y Bea demasiado sumisa. A mí parecer debió darse su lugar. No todo fue culpa de ella.

El jueguito fue de Carlos, y me pareció injusto su exagerada indignación.
 
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