Bea pasado, presente y futuro (Nueva versión)

En fútbol, el que perdona lo paga, compañero. Y en frente había un equipo superior. No tengo nada que reprochar a mi equipo.
Por desgracia, ahora se está yendo gente importante que es medio equipo y a ver que trae Víctor Orta. Lo que suena me gusta, pero hay que cerrarlo.
Centrándome en el relato, entiendo que para Bea volver a rehacer su vida y animarse a enamorarse otra vez es muy difícil. Pero por fortuna esa niña le va a llenar de felicidad y no lo va a necesitar, además teniendo el apoyo de sus 2 grandes amigas
Por experiencia personal, no hay nada mejor en está vida que estar rodeado por buenos amigos. Yo tengo ese privilegio.
Totalmente de acuerdo en los amigos que te rodean.
El que perdona, paga... no solo en el futbol.
La niña va a cambiar muuuchas cosas.
 
Por cierto, hablando de frikis. Supongo que tendrás ya previsto ver la peli que están enunciando de un nuevo superhéroe. No sé si basado en las habilidades de un escarabajo. Yo la voy a ver, aunque seguramente descargada cuando salga en alguna de las webs.

Blue Beetle, Escarabajo Azul, un superhéroe latinoamericano.
La vi, y es ...;)
 
BEA PASADO, PRESENTE Y FUTURO 6

La reunión fue estupendamente, la idea de Silvia y Eliza era que la revista de Gianna cubriera todos los desfiles en los que participáramos, haciendo reportajes sobre ellos y después concediendo entrevistas. Eso nos daría una cobertura mucho mayor, llegando nuestra marca a mucha más gente. La revista de Gianna se vendía en todo el mundo. Silvia y Gianna estaban impresionadas con los diseños de Nerea, no era para menos, desde que salió del hospital no paro de trabajar día y noche, solo paraba para pasar tiempo con su sobrina, como decía ella, o cuando nos visitaba Carol.

Silvia y Eliza estaban demasiado emocionadas para darse cuenta del verdadero problema, Gianna estaba embarazada y eso me acababa de romper todos los esquemas, como le decía ahora a Carlos, que era padre de Sara, cuando Gianna y él estaban a punto de ser padres. Si ya tenía muchas dudas, esto me creo más, ¿sería mejor callarme y criar a Sara yo sola?, no, eso no era una opción. Carlos tenía derecho a conocer a su hija, Gianna se dio cuenta de que tenía la mente en otro lugar.

• ¿Bea te ocurre algo? – pregunto Gianna.
• No tranquila, puede esperar a que terminemos la reunión – dije para salir del paso.
• Chicas os parece si hacemos un descanso, Bea y yo tenemos que hablar.

Silvia y Eliza no pusieron objeción, Gianna y yo bajamos a la cafetería de hotel, nos sentemos en una mesa y pedimos, un café para mí y un te para ella, saque mi cartera y le enseñe a Gianna una fotografía donde salíamos Sara y yo. Gianna era muy lista y sumo dos más dos.

• ¿Es de Carlos, verdad? Pregunto Gianna mientras me miraba a los ojos.
• Sí, no he hecho la prueba de paternidad, pero estoy casi segura.
• Te apoyaré en cualquier decisión que tomes – sabía que no mentía, pero veía preocupación en su mirada.
• No sé qué hacer Gianna, vosotros también vais a ser padres, tengo miedo que mi intromisión dañe vuestra relación y sea Sara quien pague por los pecados de su madre.
• No te diré que no me preocupe Bea, esto podría hacer que Carlos se replantease las cosas, pero jamás me interpondré entre un padre y una hija.
• La verdad es que yo no estoy preparada, estoy aterrada, creo que esperaré – soy una cobarde, lo admito, es una faceta mía que tendría que empezar a cambiar.
• Como tú veas Bea, cuando estés lista me llamas y haremos que padre e hija se conozcan.

Gianna se me quedo mirando y me pregunto.

• ¿Que sientes por Carlos ahora?

Mire a Gianna y le empecé a contar, Carlos fue el primer hombre que mostraba mucho más interés en mí que meterse en mi cama, era atento, cariñoso y demostraba lo mucho que me quería, con actos. Empezaba a creer que idealice esa relación, por eso cuando Carlos empezó con esos juegos, ese Carlos que había idealizado se fue difuminando, perdiendo eso que le hacía tan especial ante mis ojos.

• ¿Por eso le fuiste infiel? – pregunto Gianna.
• No intento justificar mi infidelidad, ese error me corresponde solo a mí, es algo que nunca sabré, porque conocí a Quique estando inmersa en ese juego.

Después Gianna me contó todo lo que había pasado desde que me fui a Londres, las dudas de Carlos, como fue a una psicóloga y todavía seguía yendo a donde esa ella para ayudarle a superar todo lo que vio aquella noche. Tal vez no sería muy mala idea si yo acudía a uno, la tensión inicial que había entre Gianna y yo fue desapareciendo, no diré que éramos amigas, pero nuestra relación era cordial y ya tendríamos tiempo de forjar una amistad si se daba el caso, Silvia nos invitó a comer, la sobremesa fue estupenda mientras Silvia y Eliza contaban batallitas de su tiempo de modelos, Gianna se reía mucho con Silvia, era un terremoto, pero ella ayudó a Eliza, Carlos, Gianna, Nerea y también a mí.

Me alegraba que Carlos hubiera sabido rodearse de personas tan válidas, llego la hora de volver, me despedí de Gianna, Silvia nos llevó al aeropuerto, una vez en el avión iba pensativa, Eliza agarro mi mano y me dijo.

• ¿En qué piensas Bea?
• He tenido la oportunidad de hacer saber a Carlos la existencia de Sara, ¡he vuelto a comportarme como una cobarde!
• ¿Has pensado que tal vez no era el momento adecuado?
• ¿Cómo?
• Ha pasado poco tiempo desde que os separasteis, las heridas aún no han cicatrizado, Carlos conocería a su hija, pero ¿sería bueno para la niña presenciar las discusiones de sus padres?
• No sé, siento que he vuelto a fallarle – dije muy triste.
• Lo entenderá y verás como será un padre ejemplar con Sara.

Llegamos a Londres y nuestra vida se convirtió en una locura, los diseños de Nerea estaban siendo una sensación, empezamos a viajar a distintos países. El poco tiempo libre que tenía, era para pasarlo junto a mi hija. De vez en cuando quedaba para comer o cenar con Gunnar, cada día me gustaba más y él no disimulaba tener interés sobre mí. Un fin de semana que pude librar, después de pasar todo el día con Sara, deje a mi hija al cuidado de sus tías Carol y Nerea, miedo me daba, seguro que me la malcriaran un montón. Nerea y Carol querían mucho a mi hija, sobre todo Nerea, cuando despertó y era incapaz de mirar a nadie a la cara, mi hija gateo por la cama del hospital y se abrazó con fuerza a Nerea, esta se quedó atónita, pero pronto abrazo a mi hija llorando a mares.

Ese día se creó un vínculo especial entre ellas, sé que Nerea cuidara bien de mi hija. Yo me preparé para una cena romántica con Gunnar, a las dos les gustaba Gunnar como hombre, sobre todo a Carol que era la que más me cinchaba. Nerea desde que se recuperó se mantenía a distancia del género masculino, todavía no estaba preparada para conocer a nadie, era feliz con su trabajo y cuidando de su sobrinita. Me puse mi mejor vestido con los zapatos a juego, elegí para la ocasión un tanga negro que quitaba el hipo. Lo peor era el bolso, era tan pequeño que no me entraba nada más que el móvil y la cartera.
Cuando baje Gunnar ya me esperaba, me gusto su mirada, me escaneo de arriba abajo, pero sin faltarme el respeto, después alabo lo guapa que estaba, el vino con un traje de color gris marengo con una camisa blanca, no llevaba corbata, estaba muy guapo con esa barba de tres días. A Gunnar le habían regalado unas entradas para una exhibición de bailes regionales. A él no es que le hiciera mucha gracia, pero sabía por mí que adoraba el baile y me hacía ilusión ver bailes característicos de distintas tierras. Antes me llevo a cenar a un restaurante muy familiar, los dueños eran amigos de su madre.

Los conocía desde que era un niño, la comida fue exquisita, me presento como su novia, cosa que hizo que me pusiera como un tomate, los dueños del restaurante no podían parar de reír. Me gusto que me presentara de aquella manera, pero me cogió a contrarié y sin esperármelo.

• ¿Con qué novia, eh? – le dije sonriente.
• Bueno, espero que así lo seas en algún momento – sonreía mientras me miraba de reojo.

Le di un golpecito en el hombro y después de despedirnos de aquel amable matrimonio, con la promesa de volver. Nos dirigimos hacia el lugar donde se daría la exhibición de bailes, esto me trajo recuerdos, buenos porque adoraba bailar, pero malos por como termino desencadenándose todo. Nos sentamos en unos asientos privilegiados, llevábamos más de una hora y el baile que más me había gustado era el del grupo irlandés, fue impresionante, entonces ocurrió algo que me quito la sonrisa, el siguiente grupo era el grupo dirigido por Quique, no me podía creer lo que estaba ocurriendo.

Cuantas posibilidades había de que Quique y yo nos encontráramos en una ciudad tan grande como Londres. Pareciera que había sido preparado por alguien a propósito, Gunnar al ver mi preocupación, me miro y me pregunto.

• ¿Va todo bien Bea?
• No Gunnar, ese de ahí es Quique, ¿cuántas posibilidades había de que nos encontráramos en Londres?
• Casi ninguna – dijo Gunnar como si se oliera algo.
• ¡Es como si estuviera preparado! – tenía un ataque de ansiedad, no quería saber nada de Quique, pero tenía miedo que su presencia terminara estropeando lo que empezaba a tener con Gunnar.
• Mi padre, mi madre me aviso hace unos días que mi padre planeaba algo.
• No lo entiendo Gunnar – dije temblando de la rabia.
• Este empeñado en que me case con la hija de uno de sus socios y no parara hasta conseguirlo, solo le importa su fortuna.
• ¿Cómo ha podido descubrir tu padre lo que paso entre Quique y yo?
• Mi padre tiene dinero y recursos ilimitados, además algunos hombres son incapaces de callarse sus conquistas y ese hombre da ese perfil.

Estaba muy nerviosa, no me lo podía creer, parecía una pesadilla, ¿cómo era posible que me estuviera pasando esto?, Gunnar me cogió de la mano y me dijo que estuviera tranquila, que tenía un plan, un hombre como Quique tendría trapos sucios y él decidió investigarlo por si en el futuro daba problemas. Viendo mi nerviosismo, me pregunto si quería que nos fuéramos a otro sitio, le dije que no, que no permitiría que Quique condicionara mi vida.
No restaban muchos bailes, tengo que decir que los disfrute y gracias a esto y a la compañía de Gunnar, conseguí que la presencia de Quique no estropeara la noche. Cuando termino la exhibición, nos fuimos a un pub Irlandés donde solía ir Gunnar cuando quería relajarse después de un mal día. El pub era enorme y tenía una pista de baile, no muy grande, pero estaba bastante llena. Cuando llegamos a la barra, el barman saludo efusivamente a Gunnar y este me lo presento.

• Bea, te presento a Liam, el mejor psicólogo del mundo, la verdad sea dicha es que no sé quién es mejor, si él o su whisky – casi se atragante mientras lo decía.
• No le hagas caso, el whisky lo ignora, encantado de conocerte Bea – Liam también se reía.
• Encantada Liam – dije sin poder contener la risa, de repente Gunnar había conseguido que la noche mejorase un montón.

Del almacén salió una mujer, era la esposa de Liam y resulto ser una mujer muy amable y con un gran sentido del humor. Las personas del bar se empeñaron en intentar enseñarme bailes irlandeses, mientras Gunnar miraba desde la barra. Todo lo bueno tiene un final y esa noche estaba a punto de terminar siendo un desastre. Vi perfectamente como Quique entraba junto a Claudio y otras personas que no conocía, no tardo en verme y se acercó a mí.

• Hola culo bonito, cuando tiempo sin vernos, desde que me echaste de tu casa y me dejaste a medias – intento acercarse para darme dos besos, pero yo le empuje.
• ¡Déjame en paz!, ¡creo que quedo claro que no quería volver a verte! – volví a empujarlo, vi como Gunnar miraba desde la barra.
• ¿Ese de ahí es tu nuevo novio? – por lo que veo es tan calzonazos como el anterior.

No pude contenerme más y le solté un tortazo, Quique tropezó con alguien y termino cayendo de culo al suelo, entre los nervios y la forma en que se cayó empecé a reírme. Quique viendo eso se levantó malhumorado, Liam se acercó a él y le invito educadamente a irse, Quique viendo que una pelea con todo el bar no era una pelea que pudiera ganar, me dijo que ya nos veríamos y que terminaríamos lo que empezamos. Antes de irse se acercó a Gunnar, este de un gesto les dijo a todos que estaba bien.

• Veo que eres como su exnovio, que te excita que un hombre de verdad, la caliente, me das asco – Quique estaba muy furioso.

Gunnar con toda la tranquilidad del mundo, manipulo el móvil y le enseño algo.

• ¿Te suena la mujer de la foto? – Quique afirmaba con orgullo.
• Pues si fuera tú saldría corriendo y cavaría el agujero más profundo que pudiera escondiéndome en él.
• ¿Por qué tendría que hacer eso? – Quique empezaba a ponerse nervioso.
• Este es su marido, le llaman Iván el terrible, imagínate de donde le viene el sobrenombre, si no he movido un dedo contra ti, es porque a Bea no le hacía falta para nada, ella se ha defendido bien solita.
• ¡Es un farol! – decía un asustado Quique.
• ¿Una última cosa, como nos has encontrado?
• Un hombre se puso en contacto conmigo y me pago una gran suma de dinero y además me dijo donde podía encontrar a Bea.
• Como ya te he dicho el tiempo corre tik, tak – Quique era consciente de que Gunnar no estaba bromeando, salió corriendo como alma que lleva el diablo con su séquito detrás.

Se acercó a mí y por primera vez me dio un beso en los labios, yo estaba enfadada, pensé que intervendría antes y se lo hice saber.

• ¡Esto que ha sido para que probara que no se me caerían las bragas según lo viera!– estaba furiosa.
• No Bea, no era a mí a quien tenías que probar nada, sino a ti misma, desde que hablamos dejaste entrever miedo de volver a encontrarte con él, miedo de no poder contenerte ante su presencia, tenías que probarte a ti misma que habías superado a Quique, además te has defendido muy bien, no te echo falta para nada – Gunnar me volvía a besar otra vez.
• ¿Qué es lo que habéis hablado?
• Digamos que Quique no te volverá a molestar, Quique se ha follado a quien no debía, además me ha servido para confirmar que mi padre está detrás de la vuelta de Quique en tu vida.
• ¿Que vamos a hacer? – pregunte intrigada.
• Solucionarlo.

Gunnar invito a todo el bar y después me llevo hasta su apartamento, era pequeño y muy acogedor. Estaba amueblado exquisitamente, él estaba en medio de la sala de estar esperando que yo curioseara todo. Cuando llegue hasta él me beso y empezó a desabrocharme el vestido dejándome solo con el diminuto tanga y los zapatos, Me beso mientras posaba su mano sobre mi encharcado coñito, empezó a masturbarme el clítoris sobre la fina tela, tuve que agarrarme a él, las piernas empezaron a temblarme cuando sentí como una corriente eléctrica recorría mi espalda.

Tuve que sentarme, Gunnar aprovecho esto para desnudarse, tengo que decirlo, tenía un cuerpo trabajado, pero a diferencia de Quique, el cuerpo de Gunnar era natural, sus músculos eran definidos, pero no exagerados como los de Quique que seguro usaba química para tenerlos tan abultados. Por fin lo tenía desnudo ante mí, su polla era de un tamaño normal, más o menos como la de Carlos, esto no parecía acomplejarle en absoluto, Gunnar siempre decía que no era el tamaño lo que importaba sino el rendimiento que eras capaz de sacarle. Me la metí en la boca y fue una gozada sentir como llegaba al máximo de dureza dentro de mi boca.

Miraba a los ojos a Gunnar y podía ver las expresiones de máximo placer que ponía. Se sujetó en el sofá para dejarme total libertad de movimiento, tengo que decir que aguantaba mucho, termino por correrse en mi boca. No deje ni una gota, tuvo que sentarse, a él también le temblaron las piernas. Cuando nos recuperamos me cogió en brazos y me llevo a su dormitorio, me tumbo sobre la cama con mucha dulzura, se subió besándome desde los pies hasta el cuello, pasando por todas mis zonas erógenas, me tenía a punto de correrme y ni siquiera me había penetrado aún.

Llego el momento, pensé que sería brusco, pero no lo fue, su penetración fue pausada, disfrutando mutuamente de cada centímetro, empezó un mete saca lenta que fue acelerando según mis jadeos iban aumentando en intensidad, era tan hábil que cada vez que me penetraba su polla estimulaba mi punto Grafenberg, proporcionándome un placer equiparable a un orgasmo seguido en el tiempo. Para cuando Gunnar se corrió, yo ya lo había hecho en cuatro ocasiones, mis músculos se tensaron tanto que no podían dejar de temblar, al día siguiente tendría agujetas.

Fue una noche movidita, al final los dos terminamos agotados, pero muy satisfechos. Me quedé dormida con mi cabeza apoya en su pecho. A la mañana siguiente me despertó el olor del desayuno que Gunnar estaba preparando. Desayunamos y después nos duchamos donde aprovechamos para dar rienda suelta a nuestros bajos instintos otra vez. Yo tenía una sesión de fotos y Gunnar había quedado con su padre, me dejo en la agencia y él fue a la reunión, se le veía tenso, me preocupo de que terminara haciendo una locura.

GUNNAR

Llegue a la empresa de mi padre puntual, odiaba que la gente llegara tarde mientras no fuera él, mi padre era así de hipócrita. Estuve esperándole por más de tres cuartos de hora, de no ser importante lo que le tenía que decir, le hubiera dejado plantado. Llego y ni siquiera se disculpó, me miro perdonándome la vida y me dijo.

• ¿Qué quieres hijo?
• Échale un vistazo a este dosier, le acabo de dejar una copia a Shanon en su oficina antes de venir aquí – mi padre puso mala cara, sabia que algo le iba a explotar en la cara.
• Esto es una copia de mi testamento, como lo as… ¡Tu madre!
• Ahora Shanon sabe que estoy desheredado y que soy un simple abogado que vive en una casa de alquiler, a otra cosa, toma este otro dosier por si se te pasa por la cabeza hacer daño a mamá.

Mi padre se puso blanco como el papel, en ese dosier estaba toda la información que le hundiría a él y a todos sus socios, había repartido un sobre como ese en puntos estratégicos que él no controlaba, si decidía atentar contra las personas que me importaban sería destruido en el acto.

• ¿Cómo has podido obtener toda esta información?
• No es de tu incumbencia, siempre me has subestimado y eso me ha facilitado las cosas.

Salí de aquel despacho con una sonrisa, tenía a mi padre en jaque y tenía muchas ganas de volver a ver a Bea, la fui a buscar a la agencia y espere pacientemente a que terminara la sesión de fotos, después le ayude a guardar el equipo, entonces me lo dijo.

• He hablado con Gianna, este fin de semana Carlos conocerá a su hija, han cogido unos días para ir a Donosita (San Sebastián) una preciosa ciudad del norte de España. Además, ya me han llegado las pruebas de paternidad que no dejan ninguna duda de que Carlos es el padre de Sara.

No puse ninguna pega, entendía que Bea quisiera que Carlos siendo su padre conociera a Sara primero, ya tendría tiempo para conocer a ese diablillo del cual tan orgullosa estaba su madre.

Continuará.
 
No estoy seguro de qué edad tiene la hija de Bea, pero según mi parecer, no debería esconderla de su padre, apenas nació debió hacérselo saber, era su legítimo derecho.

No entiendo cómo su amiga le recomienda eso de esperar, eso para mí es innegociable.
 
No estoy seguro de qué edad tiene la hija de Bea, pero según mi parecer, no debería esconderla de su padre, apenas nació debió hacérselo saber, era su legítimo derecho.

No entiendo cómo su amiga le recomienda eso de esperar, eso para mí es innegociable.
Ten en cuenta que es muy reciente y el está empezando algo con Gianna.
 
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