La verdad es que si, Carlos debía saber lo de ser papá y él tomar la decisión de hablar con Bea o no y de querer ver a la bebé.
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Bea pasado, presente y futuro (Nueva versión)
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Cuando cae en el hospital le hacen los exámenes y le dicen que tiene dos meses de embarazo, lo que sucedió con el fotógrafo y el hjdp de Quique a lo menos un mes y tal vez un mes y algo, por lo que realmente era de Carlitro.
Lo de Nerea es autodestrucción por lo que le tocó vivir a Javier y de lo mal que se siente por todo, lo malo en ella es que no pensó lo que podía pasar si era descubierta como lo fue y por Javier más encima, eso es lo que la debe estar matando pues perdió al hombre que la amaba por dejarse llevar por instintos sexuales y no pensar con la cabeza.
Ahora lo que se viene es que Bea se va a enterar que Carlos y Gianna están juntos y que van a tener una bebé, y qué pensará de eso y cómo va a actuar para poder decirle a Carlitro de que Sara es su hija, que creo no será fácil para ella, va muy interesante el relato.
Carlos Sevillista
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En fútbol, el que perdona lo paga, compañero. Y en frente había un equipo superior. No tengo nada que reprochar a mi equipo.
Por desgracia, ahora se está yendo gente importante que es medio equipo y a ver que trae Víctor Orta. Lo que suena me gusta, pero hay que cerrarlo.
Centrándome en el relato, entiendo que para Bea volver a rehacer su vida y animarse a enamorarse otra vez es muy difícil. Pero por fortuna esa niña le va a llenar de felicidad y no lo va a necesitar, además teniendo el apoyo de sus 2 grandes amigas
Por experiencia personal, no hay nada mejor en está vida que estar rodeado por buenos amigos. Yo tengo ese privilegio.
berserk37
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No mires a la Real que te veo venir.
Carlos Sevillista
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Pues la Real quería a Óscar Rodríguez traspasado.
Puedes estar tranquilo, suenan otros jugadores. Además no sé yo si dejar la Real para venir al Sevilla, sería un paso adelante.
berserk37
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La Real no va a estar ahí arriba siempre, algún día volveremos a la realidad.
Carlos Sevillista
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No lo creo. La Real tiene un proyecto claro para estar disputando competiciones europeas todos los años.
berserk37
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Sobre el 2000, también tuvimos una racha parecida, pero no tardó mucho rn diluirse, yo prefiero ir día a día y sin hacerme ilusiones, que luego vienen los disgustos.
berserk37
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BEA PASADO PRESENTE Y FUTURO 5
Nerea, cada vez tenía el pulso más débil, la zarandeaba para impedir que se durmiera, porque tenía miedo de que de dormirse no volviera a despertar. El hombre maduro tembló cuando el otro chico cogió su teléfono para avisar a una ambulancia, entonces salto con la intención de arrebatárselo, mientras gritaba que una fulana no destruiría su vida, su reputación. El chico del que desconocía su nombre cogió del cuello aquel maduro que había enloquecido y lo empujo contra el sofá.
• ¡Tu vida y reputación las has destruido tu solito con tus acciones! – esa mirada congelaría un volcán en erupción.
• Tu padre pondrá las cosas en su sitio, tienes que aprender cuál es tu sitio niñato – aquel vejestorio era como un animal herido.
• Ella saldrá en una ambulancia en dirección al hospital, por las buenas o por las malas tú eliges.
Estaba callada con la cabecita de Nerea apoyada mi pecho intentando mantenerla despierta, entonces aquel chico se agachó y me dijo.
• La ambulancia llegará enseguida, no te preocupes – su sonrisa me tranquilizo, no sabía por qué, pero algo me decía que podía confiar en él.
Como dijo la ambulancia, llego, después de hacerle unas pruebas la subieron a una camilla y la llevaron hasta la ambulancia. Aquel chico se acercó a un hombre con un semblante disgustado, Eliza se encontraba en aquella habitación, estaba tan asustada que no me había dado cuenta.
• Bea ve con Nerea en la ambulancia, yo os seguiré con mi coche y nos vemos allí.
El trayecto desde aquella mansión hasta el hospital se me hizo eterno, una vez allí le tomaron los datos y pasamos a una habitación donde una doctora le hizo la primera exploración. No dijo nada, pero no puso buena cara. Mientras se llevaban a Nerea para hacerle pruebas, a mí me dijeron que esperara en una sala. Todo mi cuerpo temblaba, el último medio año había sido un desastre, solo Sara me dio paz y felicidad. Eliza no tardo en llegar y con ella venía aquel chico que nos ayudó, los dos se sentaron una a cada lado.
• Me llamo Gunnar, no nos habíamos presentado.
• Mi nombre es Bea, encantada – dije con una tímida sonrisa.
• Encantado – contesto él.
Eliza cogió mi mano y esperamos durante mucho tiempo, por lo menos habían pasado más de tres horas. Salí en un par de ocasiones para preguntar en recepción por si me podían decir algo, pero no sabían nada. Me tomé un café que Gunnar amablemente saco, para Eliza y para mí. Estaba muy asustada, me temía lo peor cuando vino una doctora preguntando por los familiares de Nerea, la cosa no pintaba nada bien, la sustancia que Nerea había ingerido, le estaba degradando los riñones y el hígado.
Nos dijeron que la tendrían en cuidados intensivos, había una medicación que podía salvarle la vida, conservarían los órganos hasta que Nerea expulsara la sustancia que tan nociva había resultado ser para ella, el problema era que aquella medicación la tenían que traer de una farmacéutica, ningún seguro sé aria cargo de ella y era muy cara, cada dosis de ese fármaco tenía un precio desorbitado. Llame a Carol y a los padres de Nerea, estos me dijeron que si hacía falta vendían la casa.
El problema era que los doctores no sabían cuanto tardaría el cuerpo de Nerea en expulsar la sustancia. Entonces Eliza salió fuera de la habitación a hacer una llamada, al volver nos dijo que el dinero no sería problema, Eliza les entrego a los doctores unos datos y un número de teléfono para que hablaran con el benefactor. A la hora Nerea se encontraba en una cama de cuidados intensivos con el medicamento puesto. Solo se podía estar media hora al día, en aquella zona del hospital.
Cuando nos dijeron que la hora de visita se había acabado, Eliza se prestó a llevarme a mi casa. Tenía unas ganas locas de abrazar a mi hija, cuando llegue pague a mi compañera y después le di el pecho a mi hambrienta hija. Se le notaba cansada, la llevé a su cunita y estuve a su lado hasta que se durmió, después me di una ducha y me metí en la cama. Habían pasado dos horas y no podía dormir, entonces me llego un WhatsApp de mi jefa, ella también estaba preocupada, le dije que si venía a casa le preparaba el desayuno, ella acepto encantada.
Para cuando llego tenía el desayuno preparado, me pidió ver a Sara, le lleve a mi dormitorio y allí estaba durmiendo como un angelito, después volvimos a la cocina y le pregunte.
• Quien es la persona misteriosa que ha pagado el tratamiento, es mucho dinero.
• Es alguien que me salvo de una situación parecida a la de Nerea – mi jefa miraba sería a la taza de café.
• Explícate – dije.
ELIZA
En mi juventud fui modelo al igual que Nerea, tu caso es diferente, eres más fotógrafa que modelo. Nerea y yo caímos en lo mismo, pero por distintos motivos. Mientras ella lo ha hecho como penitencia, yo lo hice por ambición. Ambicionaba ser la modelo más cotizada, desfilar portando las mejores prendas de los mejores diseñadores, eran sueños de una jovencita inconsciente, como hoy en día había mucha competencia y algunas estábamos dispuestas a vender nuestra alma al diablo si hiciera falta. Políticos, empresarios, todos los que ostentaban el poder pasaron por mi cama y al final logre lo que tanto deseaba, desfilar con el mejor traje en el mejor desfile de modelos en París.
Estaba pletórica hasta que la vi a ella, ella fue mi mayor rival, pero a diferencia de mí ella no vendió su cuerpo, nadie la recordaría, pero a mí me dio una gran lección. Mientras yo tome el camino fácil, ella lo hizo por el difícil y con esfuerzo desfilo un puesto antes que yo, sí, sería la medalla de plata, pero su sonrisa y la felicidad que destilaba le hacían merecedora del oro. Cuando yo desfile tuve que hacer un esfuerzo titánico para sonreír, porque me sentía como la gran perdedora de esa noche.
Después de aquella noche me adentré en una senda autodestructiva como tu amiga Nerea, entones aquella chica volvió a aparecer en mi vida. Me contó como dejo ese mundo corrupto y podrido, monto una empresa que poco a poco iba creciendo, yo había triunfado, sin embargo, ella era feliz y yo me sentía una desgraciada. Decidí dejar de ser modelo y con su ayuda monté mi pequeña agencia de modelos, ahora soy feliz, porque no elijo el camino fácil y lidio con la competencia dando mi mejor esfuerzo.
• ¿Crees que Nerea ha elegido el camino fácil?
• Creo que Nerea se equivoco, pero los errores no se reparan haciéndose daño a uno mismo, sino aprendiendo de ellos para no volver a cometerlos.
Día tras día subíamos a ver a Nerea, al final le indujeron un coma, poco a poco su aspecto iba mejorando. Gunnar solía quedar conmigo para ir a ver a Nerea, se sentía culpable de lo que ocurrió en la fiesta de su padre, aunque él no tuviera nada que ver. Su padre jamás fue a verla, no podía importarle menos si ella moría o no, también me entere, gracias a Gunnar, que aquel hombre maduro era un juez con una reputación intachable, Gunnar era abogado y aquella mañana habíamos quedado en una cafetería que quedaba cerca del hospital, este me puso en antecedentes, el juez con la ayuda del padre de Gunnar había puesto una denuncia a Nerea por acoso y tráfico de estupefacientes.
Según parece alguien metió una bolsa con pastillas en el bolso de Nerea, de esa manera el juez se cubría las espaldas, minando la credibilidad de mi amiga. No me lo podía creer, echaba espuma por la boca de lo enfadada que estaba, Gunnar cogió mi mano y me dijo que no me preocupara, pago los cafés y me dijo que lo acompañara. Llegamos a un juzgado, al entrar fuimos directos al despacho de aquel vejestorio, este sonreía al mirarnos, su reputación seguiría intacta a costa de una persona inocente y él lo sabía, pero esa sonrisa se le borro rápido, Gunnar dejo una capeta sobre la mesa, el juez la abrió y fue perdiendo el color del rostro hasta parecer un cadáver, este miro a Gunnar y le dijo.
• Tu padre lo arreglará y te lo hará pagar – temblaba de rabia.
• Mi padre ya me desheredó hace mucho tiempo, vivo en una casa de alquiler que puedo pagarme gracias al sueldo que gano en el bufete – su rostro aparentaba una seguridad absoluta.
• Veremos como pagas el alquiler, cuando te despidan del bufete.
Gunnar sonrió y sacando otra carpeta se la volvió a colocar sobre la mesa, aquel juez se quedo sin respiración, miraba a Gunnar como si fuera el mismísimo demonio, este acerco su cara a la del maduro y le dijo.
• En esta carpeta hay pruebas de todos los negocios ilícitos que mi padre ha hecho contigo, él no me tocara un pelo y tampoco se lo tocara a Nerea, pero si yo fuera tú, estaría muy preocupado – era la más absoluta victoria.
En un par de días todos los cargos que se le imputaban a Nerea fueron retirados; sin embargo, ahora era el juez quien le habían imputado cargos y viendo las pruebas tan devastadoras que Gunnar presento, el madurado pasaría muchos años en la sombra, la verdad es que daba miedo, me invito a comer para celebrar la victoria, mientras comíamos me contó que investigo a su padre y los socios de este para conseguir pruebas
que pudieran protegerlo a él y a su madre. Su padre, de nombre Viggo, siempre había conseguido lo que quería, según me contaba Gunnar, su padre lo único que había amado en su vida había sido a su madre, pero olvido que el amor tenía que ser recíproco y no se podía imponer, según me seguía contando, su madre solo fue feliz cuando él nació. Por eso Gunnar protegería a su madre de aquel monstruo. Viggo no era tonto y decidió no remover el avispero.
El tiempo fue pasando y aquella medicación fue haciendo efecto hasta que los riñones e hígado de Nerea volvieron a funcionar correctamente. El día que la sacaron del coma inducido y despertó fue un momento muy feliz, como no nos fiábamos de ella, entre todos decidimos que vivirá conmigo y con Sara. Los padres de Nerea y Carol se turnarían para venir a Londres a estar con ella, los padres de Nerea nos dieron otra gran noticia, Javi había salido del coma, también se recuperaría, jamás había visto a Nerea llorar así, era como si un gran peso se le hubiera quitado de la espalda.
Nerea y Sara conectaron enseguida, ella me la malcriaba y me tocaba a mí volver a reeducarla. Nerea se compro material para dibujar, un portátil potente con un programa de diseño muy potente también, sé que a ella siempre le había gustado el diseño, sobre todo el diseño de moda. Día tras día se pasaba diseñando prendas, al principio no se los quería enseñar a nadie, decía que no las tenía listas y cuando ella considerase que lo estaban, entonces y solo entonces, nos dejaría ver sus diseños.
Ese día llego cuando invite a mi jefa a desayunar, Nerea se levanto la última y lo hizo con un cuaderno de dibujo en la mano, según parecía se había pasado toda la noche perfeccionando sus diseños, ella creía que ya estaban listos. Con un poco de nerviosismo nos los enseño, jamás olvidaré la cara que puso Eliza, miro cada diseño atentamente y cuando termino de verlos todos, miro a Nerea y le dijo.
• Estos diseños son los mejores que he visto en muchos años – Eliza estaba realmente impresionada.
• Lo dices por compromiso – decía una cabizbaja Nerea.
• No Nerea, si yo llego a tener diseños como estos, no habría tenido rival en Londres y seguramente me podría haber codeado con lo mejorcito de Europa.
• ¿Tan buenos son? – pregunté muy interesada.
• Coco Chanel, Mary Quant, Paul Poiret, Yves Saint Laurent, Hubert de Givenchi, Emilio Pucci, ¿te suenan estos nombres?
• Sí – conteste.
• Pues los diseños de Nerea no tienen nada que envidiar a ninguno que ellos crearon, Nerea me gustaría contratarte, si quieres claro.
• Claro que quiero – Nerea se puso a saltar de alegría, por fin algo que la hacía sonreír de verdad, el escándalo fue tal, que me despertaron a mi pobre Sara.
Gracias a Nerea la agencia de modelos de Eliza empezó a salir en todas las revistas, los diseños de Nerea eran los más comentados. Muchas modelos rescindieron sus contratos con las agencias que colaboraban con el padre de Gunnar y fueron contratadas por nosotros, con el tiempo tuvimos que mudarnos, pues el edificio empezó a quedarse pequeño. Empezamos a ser invitadas a las fiestas más exclusivas, con lo que me gustaban a mí las fiestas y ahora me resultaban aburridas. Los hombres ricos seguirán igual, creían que por tener dinero todas las puertas se abrían para ellos, pero Eliza puso a más de uno en su sitio, dejo claro que su agencia no necesitaba chanchullos para prosperar, con los diseños de Nerea y el buen hacer de las modelos, no teníamos de que preocuparnos. Esa semana Carol vino de visita y me vino que ni pintada, tenía una sesión de fotos para una empresa muy importante de Londres. Por suerte mis compañeras eran unas profesionales como la copa de un pino, salieron unas fotos buenísimas, eran sesiones maratonianas y solíamos terminar hechas polvo, una de esas mañanas apareció Gunnar, me saludo y empezó a acercarse a mí, de repente vi como todas las mujeres de esa sala se giraron para mirar a Gunnar con mucha hambre.
• Que te trae por aquí, ¿Gunnar?
• Mi padre no está contento, le estáis haciendo perder mucho dinero.
• ¿Tenemos que preocuparnos? – pregunte muy seria.
• No, para eso lo he contratado a él, de ahora en adelante será nuestro abogado – dijo Eliza saliendo de su despacho.
• ¿Eso es verdad? – pregunté.
• Sí, hable con Eliza, de los posibles movimientos que haría mi padre y decidió que lo mejor sería contratarme, nadie conoce mejor que yo a mi padre.
• Pues tendrás que andar con cuidado, todas están hambrientas – dijo Eliza riéndose.
• Ya me he dado cuanta – dijo Gunnar, quitándole hierro al asunto.
• Seguro que vas de flor en flor – sabía que no tenía derecho para decirle nada, yo que había sido infiel, pero una parte de mí se puso celosa, ¿tanto me gustaba Gunnar?
• Sí que voy de flor en flor, pero tiene una explicación, mira te invito a comer y te lo cuento – me dijo sonriente.
• No es necesario – dije nerviosa.
Gunnar sonrió y me dijo que pasaría por mí a la una, fue puntual como un reloj. Termine la última sesión de fotos y después de guardarlo todo salimos en dirección al restaurante, una vez allí, espero a terminar con el primer plato para empezar a contarme.
GUNNAR
Siempre he sido el hijo de Viggo, era el hombre más poderoso, los demás hambres y mujeres poderosos le rendían pleitesía. Entre en las mejores escuelas, también en las mejores universidades, de hecho antes de terminar la carrera ya tenía una oferta de los mejores bufetes de la ciudad, no quería eso y decidí aceptar la oferta de un pequeño bufete que estaba fuera de las garras de mi padre. Siempre he tenido mujeres rondándome, pero no me querían a mí, sino al heredero del hombre más poderoso.
El día que mi padre me desheredó por desobedecerle fue uno de los más felices de mi vida. Por fin me sentía libre, podía elegir lo que quisiera sin tener las caras de desagrado de mi padre persiguiéndome. Muchas de esas mujeres cuando se enteraban de que jamás recibiría un duro de mi padre desaparecían de mi vida sin dejar rastro, de un día para otro, solo ha habido dos mujeres importantes en mi vida.
• ¿Que ocurrió con ellas? – pregunte muy interesada.
• ¡Mi padre!
• ¿Por qué mal metía en tus relaciones?
• Mi padre me quería para formalizar un matrimonio de conveniencia que le aportaría más millones a su ya monstruosa fortuna.
• Por lo que intuyo te negaste, ¿verdad?
• Así es, ese fue el motivo para ser desheredado.
• ¿Y tú qué?, ¿tienes a alguien esperándote?
• Lo tuve, pero la cague – agache la cabeza, sería sincera con Gunnar, sabiendo que me cerraría puertas en el futuro.
BEA
Le conté con pelos y señales todo lo acontecido entre Carlos y yo, no me guarde nada, sabía que eso jugaría en mi contra, porque tengo que reconocer que Gunnar me gustaba. Estando cerca de Gunnar me sentía como me sentía cuando empecé a salir con Carlos, pero había algo más. Por Gunnar empezaba a sentir algo que jamás sentí por Carlos, ¿tal vez me estaría enamorando de verdad por primera vez?. La verdad es que darle vueltas a ese asunto no tenía ningún sentido, ya le había con todo a Gunnar y este se quedo pensativo, mal asunto.
• Bea, en este mundo estamos para equivocarnos, las equivocaciones son necesarias, porque de ellas conseguimos buenas lecciones para la vida, todos nos equivocamos, yo el primero, ¿qué te ha enseñado esa experiencia? – esa pregunta me cogió a contrapie, pero tenía muy clara la respuesta.
• Me ha servido para saber que es lo que no quiero en la vida.
Gunnar sonrió, parece que la respuesta le había gustado, entonces el móvil empezó a sonar, era Eliza, la semana siguiente viajaríamos para conocer a esa persona especial que la ayudo en el pasado y tanto había ayudado a Nerea. Mire a Gunnar, creí que la comida terminaría mal después de lo que había confesado, pero delante tenía un hombre que estaba dispuesto a darme una oportunidad y comprometerse conmigo, yo había cambiado, todo lo que me había pasado me había cambiado, el nacimiento de Sara, estar a punto de perder a Nerea, había llegado el momento de demostrar esos cambios con hechos y no con palabras.
Además, tenia que empezar a afrontar la paternidad de mi hija, yo estaba segura de que era de Carlos, pero no me atrevía a hacerme una prueba, que fuera de mi amigo fotógrafo o de Quique sería lo más fácil, una hija no casaba con su forma de vida, pero si la prueba daba positiva con Carlos como el padre sería más complicado, porque eso nos obligaría a vernos y si él no estaba preparado, o si era yo la que no estaba preparada. Tenia que poner solución a ese miedo que me paralizaba, porque Carlos merecía saber la verdad.
La semana paso y nos encontrábamos dentro de un avión rumbo a Madrid, cuando aterrizamos un coche nos esperaba para llevarnos al hotel donde habíamos quedado con la amiga de Eliza. El hotel era de cinco estrellas, esa mujer no escatimaba en nada, tocamos la puerta y desde dentro se escucho un adelante, cuando se abrió la puerta en frente de mi tenia a Gianna y a otra mujer muy guapa sentada a su lado.
• Bea, te presento a mi amiga Silvia y a su socia Gianna.
• ¿Por qué pagar el tratamiento de Nerea?, Gianna engaño a tu hermano, no lo entiendo – Eliza me miraba desconcertada.
• Porque es lo que mi hermano hubiera querido – dijo Gianna.
• ¿Cómo lo sabes? – pregunte con lágrimas en los ojos.
• Lo sabemos porque lo hablamos con el cuándo despertó y nos confirmo que es lo que él hubiera hecho – dijo una sonriente Silvia.
• Así que os conocíais, podías habérmelo dicho cabrona – le dijo Eliza a Silvia.
• Bueno, sentaron que es hora de hacer negocios – dijo Silvia.
Me senté con cautela, pero tenia buenas sensaciones con esta reunión que íbamos a tener las cuatro.
Continuará.
Nerea, cada vez tenía el pulso más débil, la zarandeaba para impedir que se durmiera, porque tenía miedo de que de dormirse no volviera a despertar. El hombre maduro tembló cuando el otro chico cogió su teléfono para avisar a una ambulancia, entonces salto con la intención de arrebatárselo, mientras gritaba que una fulana no destruiría su vida, su reputación. El chico del que desconocía su nombre cogió del cuello aquel maduro que había enloquecido y lo empujo contra el sofá.
• ¡Tu vida y reputación las has destruido tu solito con tus acciones! – esa mirada congelaría un volcán en erupción.
• Tu padre pondrá las cosas en su sitio, tienes que aprender cuál es tu sitio niñato – aquel vejestorio era como un animal herido.
• Ella saldrá en una ambulancia en dirección al hospital, por las buenas o por las malas tú eliges.
Estaba callada con la cabecita de Nerea apoyada mi pecho intentando mantenerla despierta, entonces aquel chico se agachó y me dijo.
• La ambulancia llegará enseguida, no te preocupes – su sonrisa me tranquilizo, no sabía por qué, pero algo me decía que podía confiar en él.
Como dijo la ambulancia, llego, después de hacerle unas pruebas la subieron a una camilla y la llevaron hasta la ambulancia. Aquel chico se acercó a un hombre con un semblante disgustado, Eliza se encontraba en aquella habitación, estaba tan asustada que no me había dado cuenta.
• Bea ve con Nerea en la ambulancia, yo os seguiré con mi coche y nos vemos allí.
El trayecto desde aquella mansión hasta el hospital se me hizo eterno, una vez allí le tomaron los datos y pasamos a una habitación donde una doctora le hizo la primera exploración. No dijo nada, pero no puso buena cara. Mientras se llevaban a Nerea para hacerle pruebas, a mí me dijeron que esperara en una sala. Todo mi cuerpo temblaba, el último medio año había sido un desastre, solo Sara me dio paz y felicidad. Eliza no tardo en llegar y con ella venía aquel chico que nos ayudó, los dos se sentaron una a cada lado.
• Me llamo Gunnar, no nos habíamos presentado.
• Mi nombre es Bea, encantada – dije con una tímida sonrisa.
• Encantado – contesto él.
Eliza cogió mi mano y esperamos durante mucho tiempo, por lo menos habían pasado más de tres horas. Salí en un par de ocasiones para preguntar en recepción por si me podían decir algo, pero no sabían nada. Me tomé un café que Gunnar amablemente saco, para Eliza y para mí. Estaba muy asustada, me temía lo peor cuando vino una doctora preguntando por los familiares de Nerea, la cosa no pintaba nada bien, la sustancia que Nerea había ingerido, le estaba degradando los riñones y el hígado.
Nos dijeron que la tendrían en cuidados intensivos, había una medicación que podía salvarle la vida, conservarían los órganos hasta que Nerea expulsara la sustancia que tan nociva había resultado ser para ella, el problema era que aquella medicación la tenían que traer de una farmacéutica, ningún seguro sé aria cargo de ella y era muy cara, cada dosis de ese fármaco tenía un precio desorbitado. Llame a Carol y a los padres de Nerea, estos me dijeron que si hacía falta vendían la casa.
El problema era que los doctores no sabían cuanto tardaría el cuerpo de Nerea en expulsar la sustancia. Entonces Eliza salió fuera de la habitación a hacer una llamada, al volver nos dijo que el dinero no sería problema, Eliza les entrego a los doctores unos datos y un número de teléfono para que hablaran con el benefactor. A la hora Nerea se encontraba en una cama de cuidados intensivos con el medicamento puesto. Solo se podía estar media hora al día, en aquella zona del hospital.
Cuando nos dijeron que la hora de visita se había acabado, Eliza se prestó a llevarme a mi casa. Tenía unas ganas locas de abrazar a mi hija, cuando llegue pague a mi compañera y después le di el pecho a mi hambrienta hija. Se le notaba cansada, la llevé a su cunita y estuve a su lado hasta que se durmió, después me di una ducha y me metí en la cama. Habían pasado dos horas y no podía dormir, entonces me llego un WhatsApp de mi jefa, ella también estaba preocupada, le dije que si venía a casa le preparaba el desayuno, ella acepto encantada.
Para cuando llego tenía el desayuno preparado, me pidió ver a Sara, le lleve a mi dormitorio y allí estaba durmiendo como un angelito, después volvimos a la cocina y le pregunte.
• Quien es la persona misteriosa que ha pagado el tratamiento, es mucho dinero.
• Es alguien que me salvo de una situación parecida a la de Nerea – mi jefa miraba sería a la taza de café.
• Explícate – dije.
ELIZA
En mi juventud fui modelo al igual que Nerea, tu caso es diferente, eres más fotógrafa que modelo. Nerea y yo caímos en lo mismo, pero por distintos motivos. Mientras ella lo ha hecho como penitencia, yo lo hice por ambición. Ambicionaba ser la modelo más cotizada, desfilar portando las mejores prendas de los mejores diseñadores, eran sueños de una jovencita inconsciente, como hoy en día había mucha competencia y algunas estábamos dispuestas a vender nuestra alma al diablo si hiciera falta. Políticos, empresarios, todos los que ostentaban el poder pasaron por mi cama y al final logre lo que tanto deseaba, desfilar con el mejor traje en el mejor desfile de modelos en París.
Estaba pletórica hasta que la vi a ella, ella fue mi mayor rival, pero a diferencia de mí ella no vendió su cuerpo, nadie la recordaría, pero a mí me dio una gran lección. Mientras yo tome el camino fácil, ella lo hizo por el difícil y con esfuerzo desfilo un puesto antes que yo, sí, sería la medalla de plata, pero su sonrisa y la felicidad que destilaba le hacían merecedora del oro. Cuando yo desfile tuve que hacer un esfuerzo titánico para sonreír, porque me sentía como la gran perdedora de esa noche.
Después de aquella noche me adentré en una senda autodestructiva como tu amiga Nerea, entones aquella chica volvió a aparecer en mi vida. Me contó como dejo ese mundo corrupto y podrido, monto una empresa que poco a poco iba creciendo, yo había triunfado, sin embargo, ella era feliz y yo me sentía una desgraciada. Decidí dejar de ser modelo y con su ayuda monté mi pequeña agencia de modelos, ahora soy feliz, porque no elijo el camino fácil y lidio con la competencia dando mi mejor esfuerzo.
• ¿Crees que Nerea ha elegido el camino fácil?
• Creo que Nerea se equivoco, pero los errores no se reparan haciéndose daño a uno mismo, sino aprendiendo de ellos para no volver a cometerlos.
Día tras día subíamos a ver a Nerea, al final le indujeron un coma, poco a poco su aspecto iba mejorando. Gunnar solía quedar conmigo para ir a ver a Nerea, se sentía culpable de lo que ocurrió en la fiesta de su padre, aunque él no tuviera nada que ver. Su padre jamás fue a verla, no podía importarle menos si ella moría o no, también me entere, gracias a Gunnar, que aquel hombre maduro era un juez con una reputación intachable, Gunnar era abogado y aquella mañana habíamos quedado en una cafetería que quedaba cerca del hospital, este me puso en antecedentes, el juez con la ayuda del padre de Gunnar había puesto una denuncia a Nerea por acoso y tráfico de estupefacientes.
Según parece alguien metió una bolsa con pastillas en el bolso de Nerea, de esa manera el juez se cubría las espaldas, minando la credibilidad de mi amiga. No me lo podía creer, echaba espuma por la boca de lo enfadada que estaba, Gunnar cogió mi mano y me dijo que no me preocupara, pago los cafés y me dijo que lo acompañara. Llegamos a un juzgado, al entrar fuimos directos al despacho de aquel vejestorio, este sonreía al mirarnos, su reputación seguiría intacta a costa de una persona inocente y él lo sabía, pero esa sonrisa se le borro rápido, Gunnar dejo una capeta sobre la mesa, el juez la abrió y fue perdiendo el color del rostro hasta parecer un cadáver, este miro a Gunnar y le dijo.
• Tu padre lo arreglará y te lo hará pagar – temblaba de rabia.
• Mi padre ya me desheredó hace mucho tiempo, vivo en una casa de alquiler que puedo pagarme gracias al sueldo que gano en el bufete – su rostro aparentaba una seguridad absoluta.
• Veremos como pagas el alquiler, cuando te despidan del bufete.
Gunnar sonrió y sacando otra carpeta se la volvió a colocar sobre la mesa, aquel juez se quedo sin respiración, miraba a Gunnar como si fuera el mismísimo demonio, este acerco su cara a la del maduro y le dijo.
• En esta carpeta hay pruebas de todos los negocios ilícitos que mi padre ha hecho contigo, él no me tocara un pelo y tampoco se lo tocara a Nerea, pero si yo fuera tú, estaría muy preocupado – era la más absoluta victoria.
En un par de días todos los cargos que se le imputaban a Nerea fueron retirados; sin embargo, ahora era el juez quien le habían imputado cargos y viendo las pruebas tan devastadoras que Gunnar presento, el madurado pasaría muchos años en la sombra, la verdad es que daba miedo, me invito a comer para celebrar la victoria, mientras comíamos me contó que investigo a su padre y los socios de este para conseguir pruebas
que pudieran protegerlo a él y a su madre. Su padre, de nombre Viggo, siempre había conseguido lo que quería, según me contaba Gunnar, su padre lo único que había amado en su vida había sido a su madre, pero olvido que el amor tenía que ser recíproco y no se podía imponer, según me seguía contando, su madre solo fue feliz cuando él nació. Por eso Gunnar protegería a su madre de aquel monstruo. Viggo no era tonto y decidió no remover el avispero.
El tiempo fue pasando y aquella medicación fue haciendo efecto hasta que los riñones e hígado de Nerea volvieron a funcionar correctamente. El día que la sacaron del coma inducido y despertó fue un momento muy feliz, como no nos fiábamos de ella, entre todos decidimos que vivirá conmigo y con Sara. Los padres de Nerea y Carol se turnarían para venir a Londres a estar con ella, los padres de Nerea nos dieron otra gran noticia, Javi había salido del coma, también se recuperaría, jamás había visto a Nerea llorar así, era como si un gran peso se le hubiera quitado de la espalda.
Nerea y Sara conectaron enseguida, ella me la malcriaba y me tocaba a mí volver a reeducarla. Nerea se compro material para dibujar, un portátil potente con un programa de diseño muy potente también, sé que a ella siempre le había gustado el diseño, sobre todo el diseño de moda. Día tras día se pasaba diseñando prendas, al principio no se los quería enseñar a nadie, decía que no las tenía listas y cuando ella considerase que lo estaban, entonces y solo entonces, nos dejaría ver sus diseños.
Ese día llego cuando invite a mi jefa a desayunar, Nerea se levanto la última y lo hizo con un cuaderno de dibujo en la mano, según parecía se había pasado toda la noche perfeccionando sus diseños, ella creía que ya estaban listos. Con un poco de nerviosismo nos los enseño, jamás olvidaré la cara que puso Eliza, miro cada diseño atentamente y cuando termino de verlos todos, miro a Nerea y le dijo.
• Estos diseños son los mejores que he visto en muchos años – Eliza estaba realmente impresionada.
• Lo dices por compromiso – decía una cabizbaja Nerea.
• No Nerea, si yo llego a tener diseños como estos, no habría tenido rival en Londres y seguramente me podría haber codeado con lo mejorcito de Europa.
• ¿Tan buenos son? – pregunté muy interesada.
• Coco Chanel, Mary Quant, Paul Poiret, Yves Saint Laurent, Hubert de Givenchi, Emilio Pucci, ¿te suenan estos nombres?
• Sí – conteste.
• Pues los diseños de Nerea no tienen nada que envidiar a ninguno que ellos crearon, Nerea me gustaría contratarte, si quieres claro.
• Claro que quiero – Nerea se puso a saltar de alegría, por fin algo que la hacía sonreír de verdad, el escándalo fue tal, que me despertaron a mi pobre Sara.
Gracias a Nerea la agencia de modelos de Eliza empezó a salir en todas las revistas, los diseños de Nerea eran los más comentados. Muchas modelos rescindieron sus contratos con las agencias que colaboraban con el padre de Gunnar y fueron contratadas por nosotros, con el tiempo tuvimos que mudarnos, pues el edificio empezó a quedarse pequeño. Empezamos a ser invitadas a las fiestas más exclusivas, con lo que me gustaban a mí las fiestas y ahora me resultaban aburridas. Los hombres ricos seguirán igual, creían que por tener dinero todas las puertas se abrían para ellos, pero Eliza puso a más de uno en su sitio, dejo claro que su agencia no necesitaba chanchullos para prosperar, con los diseños de Nerea y el buen hacer de las modelos, no teníamos de que preocuparnos. Esa semana Carol vino de visita y me vino que ni pintada, tenía una sesión de fotos para una empresa muy importante de Londres. Por suerte mis compañeras eran unas profesionales como la copa de un pino, salieron unas fotos buenísimas, eran sesiones maratonianas y solíamos terminar hechas polvo, una de esas mañanas apareció Gunnar, me saludo y empezó a acercarse a mí, de repente vi como todas las mujeres de esa sala se giraron para mirar a Gunnar con mucha hambre.
• Que te trae por aquí, ¿Gunnar?
• Mi padre no está contento, le estáis haciendo perder mucho dinero.
• ¿Tenemos que preocuparnos? – pregunte muy seria.
• No, para eso lo he contratado a él, de ahora en adelante será nuestro abogado – dijo Eliza saliendo de su despacho.
• ¿Eso es verdad? – pregunté.
• Sí, hable con Eliza, de los posibles movimientos que haría mi padre y decidió que lo mejor sería contratarme, nadie conoce mejor que yo a mi padre.
• Pues tendrás que andar con cuidado, todas están hambrientas – dijo Eliza riéndose.
• Ya me he dado cuanta – dijo Gunnar, quitándole hierro al asunto.
• Seguro que vas de flor en flor – sabía que no tenía derecho para decirle nada, yo que había sido infiel, pero una parte de mí se puso celosa, ¿tanto me gustaba Gunnar?
• Sí que voy de flor en flor, pero tiene una explicación, mira te invito a comer y te lo cuento – me dijo sonriente.
• No es necesario – dije nerviosa.
Gunnar sonrió y me dijo que pasaría por mí a la una, fue puntual como un reloj. Termine la última sesión de fotos y después de guardarlo todo salimos en dirección al restaurante, una vez allí, espero a terminar con el primer plato para empezar a contarme.
GUNNAR
Siempre he sido el hijo de Viggo, era el hombre más poderoso, los demás hambres y mujeres poderosos le rendían pleitesía. Entre en las mejores escuelas, también en las mejores universidades, de hecho antes de terminar la carrera ya tenía una oferta de los mejores bufetes de la ciudad, no quería eso y decidí aceptar la oferta de un pequeño bufete que estaba fuera de las garras de mi padre. Siempre he tenido mujeres rondándome, pero no me querían a mí, sino al heredero del hombre más poderoso.
El día que mi padre me desheredó por desobedecerle fue uno de los más felices de mi vida. Por fin me sentía libre, podía elegir lo que quisiera sin tener las caras de desagrado de mi padre persiguiéndome. Muchas de esas mujeres cuando se enteraban de que jamás recibiría un duro de mi padre desaparecían de mi vida sin dejar rastro, de un día para otro, solo ha habido dos mujeres importantes en mi vida.
• ¿Que ocurrió con ellas? – pregunte muy interesada.
• ¡Mi padre!
• ¿Por qué mal metía en tus relaciones?
• Mi padre me quería para formalizar un matrimonio de conveniencia que le aportaría más millones a su ya monstruosa fortuna.
• Por lo que intuyo te negaste, ¿verdad?
• Así es, ese fue el motivo para ser desheredado.
• ¿Y tú qué?, ¿tienes a alguien esperándote?
• Lo tuve, pero la cague – agache la cabeza, sería sincera con Gunnar, sabiendo que me cerraría puertas en el futuro.
BEA
Le conté con pelos y señales todo lo acontecido entre Carlos y yo, no me guarde nada, sabía que eso jugaría en mi contra, porque tengo que reconocer que Gunnar me gustaba. Estando cerca de Gunnar me sentía como me sentía cuando empecé a salir con Carlos, pero había algo más. Por Gunnar empezaba a sentir algo que jamás sentí por Carlos, ¿tal vez me estaría enamorando de verdad por primera vez?. La verdad es que darle vueltas a ese asunto no tenía ningún sentido, ya le había con todo a Gunnar y este se quedo pensativo, mal asunto.
• Bea, en este mundo estamos para equivocarnos, las equivocaciones son necesarias, porque de ellas conseguimos buenas lecciones para la vida, todos nos equivocamos, yo el primero, ¿qué te ha enseñado esa experiencia? – esa pregunta me cogió a contrapie, pero tenía muy clara la respuesta.
• Me ha servido para saber que es lo que no quiero en la vida.
Gunnar sonrió, parece que la respuesta le había gustado, entonces el móvil empezó a sonar, era Eliza, la semana siguiente viajaríamos para conocer a esa persona especial que la ayudo en el pasado y tanto había ayudado a Nerea. Mire a Gunnar, creí que la comida terminaría mal después de lo que había confesado, pero delante tenía un hombre que estaba dispuesto a darme una oportunidad y comprometerse conmigo, yo había cambiado, todo lo que me había pasado me había cambiado, el nacimiento de Sara, estar a punto de perder a Nerea, había llegado el momento de demostrar esos cambios con hechos y no con palabras.
Además, tenia que empezar a afrontar la paternidad de mi hija, yo estaba segura de que era de Carlos, pero no me atrevía a hacerme una prueba, que fuera de mi amigo fotógrafo o de Quique sería lo más fácil, una hija no casaba con su forma de vida, pero si la prueba daba positiva con Carlos como el padre sería más complicado, porque eso nos obligaría a vernos y si él no estaba preparado, o si era yo la que no estaba preparada. Tenia que poner solución a ese miedo que me paralizaba, porque Carlos merecía saber la verdad.
La semana paso y nos encontrábamos dentro de un avión rumbo a Madrid, cuando aterrizamos un coche nos esperaba para llevarnos al hotel donde habíamos quedado con la amiga de Eliza. El hotel era de cinco estrellas, esa mujer no escatimaba en nada, tocamos la puerta y desde dentro se escucho un adelante, cuando se abrió la puerta en frente de mi tenia a Gianna y a otra mujer muy guapa sentada a su lado.
• Bea, te presento a mi amiga Silvia y a su socia Gianna.
• ¿Por qué pagar el tratamiento de Nerea?, Gianna engaño a tu hermano, no lo entiendo – Eliza me miraba desconcertada.
• Porque es lo que mi hermano hubiera querido – dijo Gianna.
• ¿Cómo lo sabes? – pregunte con lágrimas en los ojos.
• Lo sabemos porque lo hablamos con el cuándo despertó y nos confirmo que es lo que él hubiera hecho – dijo una sonriente Silvia.
• Así que os conocíais, podías habérmelo dicho cabrona – le dijo Eliza a Silvia.
• Bueno, sentaron que es hora de hacer negocios – dijo Silvia.
Me senté con cautela, pero tenia buenas sensaciones con esta reunión que íbamos a tener las cuatro.
Continuará.
Carlos Sevillista
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Me gusta como le has dado tu toque personal. Me gusta ese Gunnar para Bea, aunque no me lo esperaba y pensaba que estaría sola. Ahora deduzco que empezará algo o puede empezarlo con el, aunque Carlos estará cerca al tener una hija en común.
PD: Perdonad que esté un poco desconectado, pero en esta época es la que más nos gusta a los frikis de los fichajes como yo y llevo todo el día con mis amigos hablando sobre eso .
PD: Perdonad que esté un poco desconectado, pero en esta época es la que más nos gusta a los frikis de los fichajes como yo y llevo todo el día con mis amigos hablando sobre eso .
berserk37
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es la era de los frikys.
Carlos Sevillista
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Por cierto, hablando de frikis. Supongo que tendrás ya previsto ver la peli que están enunciando de un nuevo superhéroe. No sé si basado en las habilidades de un escarabajo. Yo la voy a ver, aunque seguramente descargada cuando salga en alguna de las webs.
berserk37
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No tengo intención de verla, yo estoy esperando a DUNE 2.
Versionatore
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Me ha gustado el capítulo, parece que Bea ya ha empezado su camino a la sanación, si fuera con Gummar, mejor. ¿O es pronto aún? El tiempo, o el autor nos lo dirá.
berserk37
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Veremos, veremos.
Me ha gustado bastante este capítulo, en que las cosas van saliendo a flor de piel para todos, muy bien lo que hizo Gianna y que Javi también lo hubiera hecho si de él hubiese dependido, felicitaciones Berserk está quedando muy bien el relato por parte de Bea y lo que le ha pasado después de todo lo malo que ella misma propició.