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Me encanta el relato y me da mucha envidia. Mi mujer está en el proceso de generalmente una maravillosa cornamenta, pero la cosa va muy lenta, y sus ganas avanzan y retroceden todo el tiempo... Jajaja
Muy bien contado el relato, enhorabuena bicharraco... Lo he descubierto tarde pero me has hecho disfrutar de lo lindo con la historia.Ocurrió hace unos 6 o 7 años. Participaba en varios hilos de cornudos en la versión anterior de pajis. Solía contactar con “presuntos” aspirantes a cornudos, con los que intercambiaba algunos mensajes, incluso alguna charla morbosa. La mayoría al final quedaba en nada. Pero en esta ocasión sería distinto.
Sin desmerecer a los pollones, realmente tiene mérito, mucho.ero no voy a mentir sobre cómo soy. Un tipo normal, no destaco por nada, salvo quizá por mi carácter. Suelo caer bien, la gente disfruta conmigo, y aunque no soy ningún rompebragas (ya me gustaría), sí es cierto que por lo general resulto agradable al sexo femenino. Un cuerpo cuidado, pero sin pasarse (no tengo cuerpo de gym), un miembro de dimensiones estandar... en fin, un tipo normal. Eso sí, con mucho morbo y ganas de disfrutar de cada experiencia.
Me ha encantado la historiaOcurrió hace unos 6 o 7 años. Participaba en varios hilos de cornudos en la versión anterior de pajis. Solía contactar con “presuntos” aspirantes a cornudos, con los que intercambiaba algunos mensajes, incluso alguna charla morbosa. La mayoría al final quedaba en nada. Pero en esta ocasión sería distinto.
Me ha encantado la historia
Sin desmerecer a los pollones, realmente tiene mérito, mucho.
Totalmente de acuerdo bicharraco, son otros muchos factores, entre ellos la paciencia y el saber hacer y estar.Cierto, tiene mérito, del marido también, sobre todo de él, que supo llevarla a al punto deseado. Nunca hay que desmerecer a un buen pollón, ojalá yo tuviera uno, pero eso no lo es todo
Has hecho un relato genial. Nuestro caso es muy similar, salvo que el cornudo, es decir yo, tuve más paciencia y tranquilidad que el del relato. Muchos piden consejos y no se dan cuenta que en el propio relato estan todas las respuestas.
Los esposos tienen que tener mucha paciencia y mucho respeto. Sobretodo cuando no han tenido otras experiencias. En nuestro caso, yo tarde más de 20 años. en convencerla y cinco desde que conocimos al gran amigo, que consiguió hacerla gozar.
Bicharraco, tu comportamiento como gran amigo corneador, de diez. No es fácil encontrar toros con esa delicadeza, cariño, respeto y buen hacer. En nuestro caso el gran amigo corneador, también fue de diez. No es fácil comprender y tener calma y paciencia con la pieza fundamental, que es nuestra Reina.
Creo que el problema fundamental es que queremos cumplir nuestras fantasías rápidamente y eso creo que es una gran equivocación. Yo he disfrutado, desde la primera vez que se lo planteé, hasta veintitantos años después cuando lo conseguimos. Estoy completamente seguro, que si hubiera accedido la primera vez, no hubiéramos disfrutado ni la mitad y posiblemente no siguiéramos hoy juntos.
También es genial la descripción que haces, Bicharraco, de la psicología femenina y sus temores y miedos.
Al final, por tu tacto y paciencia conseguiste una pieza única. Una Reina que solo conocía a su querido esposo. Hablando en términos de cazador, para conseguir una pieza única de trofeo, hay que tener mucha experiencia, mucha maestría, mucho tacto y no fallar en el tiro.
Las piezas fáciles, las caza cualquiera.
Es decir, lo que realmente nos hace disfrutar, a los tres componentes del juego, es la dificultad, el trabajo y la paciencia para madurarlo todo y llegar a conseguirlo.
Creo que en tu exposición de la experiencia que tuviste, ha quedado muy claro todo, para futuros aspirantes. Solo añadir que cada persona es un mundo y en este caso tienen que coincidir tres mundos distintos.
Totalmente de acuerdo con tus puntualizaciones. En nuestro caso, disfrutábamos más con los preparativos de cada encuentro, que del encuentro.No todos los días se recibe un mensaje de reconocimiento como el que me has dejado tú, un mensaje que por supuesto valoro y agradezco.
Sí me gustaría hacer alguna puntualización.
Hablas de paciencia. No lo veo así, no lo llamo paciencia, ni siquiera espera. Desde el mismo momento en que se inicia el contacto, normalmente con el cornudo o aspirante, se está viviendo la experiencia. Esa experiencia no es sólo el momento de la cópula, que ni siquiera tiene por qué llegar a producirse. La experiencia comienza con el contacto, con los mensajes, las charlas, las mentes que se follan, las expectativas que se generan..... todo eso hay que disfrutarlo tanto o más que la cópula, y el que no lo entienda así se pierde lo mejor de este mundillo.
También decir que tanto de esta pareja como de otras que he conocido, que he estado en su casa, tengo sus teléfonos personales, y tienen la absoluta seguridad de que no voy a liarla, no recibirán ni llamadas ni mensajes intempestivos. Esa seguridad junto con el morbo de la situación es lo que hace tan especial una relación entre la señora, el cornudo y el amante.
Gracias de nuevo por tu mensaje.
wuau!..lo tomare en cueta. graciasLa señora.
Mujer de unos 50, rellenita, esposa y madre de familia ejemplar. Sólo había conocido íntimamente un varón, su marido. Por ello, la primera vez que su marido le habla de acostarse con otros lo toma como una locura. Poco a poco va aceptando la idea, ante la insistencia del aspirante a cornudo. Se va dejando llevar, contacta por internet con algunos hombres, tiene charlas calientes. Pero los ejemplares con los que se encuentra no dan la talla. No se trata de cualidades físicas, sino de saber estar, de comprender el mundo de los cuernos consentidos. Como se dice muy acertadamente en foros de cornudos, un follaesposas no es un corneador.
Muchos años atrás, como tantas otras mujeres, se vistió de blanco e hizo un juramento de fidelidad a su esposo, con cientos de testigos presentes. Ese juramento implica que sólo ese hombre tendrá acceso al tesoro que guarda entre sus piernas: su coño. Por eso cruzar la línea es tan difícil. Por eso genera en ella tanto nerviosismo, tanto miedo, tanta inseguridad, y al mismo tiempo tanto deseo, un deseo que es inconfesable para cualquier persona de su entorno. Por eso es tan importante que se de con la persona adecuada, con el hombre que valore adecuadamente sus sentimientos, sus deseos, su forma de ser mujer, la forma que tienen ellos dos de ser matrimonio. Tuve la fortuna de ser ese hombre, y a partir de aquí relataré, con los detalles que sea capaz de recordar, todo lo que sucedió.
La señora.
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Muchos años atrás, como tantas otras mujeres, se vistió de blanco e hizo un juramento de fidelidad a su esposo, con cientos de testigos presentes.
Juramento de fidelidad que no se ha roto en ningún momento, pues aunque lo llamemos cuernos, o como nos dé la gana, es algo consensuado por ambos en libertad, consentido y conocido por ambos.
Así que la fidelidad no se ha roto en ningún momento únicamente y por pacto mutuo se ha roto la exclusividad sexual.
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Ha sido estupendo el relato paso a paso yo llevo diciendo de que me haga cornudo y si está caliente dice si si no cambia temaEpílogo.
Fue una experiencia excepcional, por todos los condicionantes que entenderéis se daban. Desde entonces he intentado, sin éxito, contactar con alguna pareja de mi zona que estuviese en la misma situación que ellos. Quiero iniciar a más parejas, me gusta y lo disfruto.
Quiero volver a disfrutar de los nervios, miedos e inseguridades de una casada primeriza en esto. Quiero volver a vivir la experiencia de mancillar un coño casto, el más cálido de los coños.
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