Colegas de pajas y sus ardientes novias

Martin se lo busco solito.
Espero que los Custodes salgan bien parados de esto, de Gemma no me fio ni un pelo, sigue siendo una víbora aunque en este caso hizo lo correcto, influenciada por Laia lo mas seguro, que esa si que es buena.
Esperando la continuación 👏🏻👏🏻👏🏻
 
No se entiende como Marc puede ser tan "necio" ni como Noe se dejó convencer para compartir a Marc, se sabía que algo no iba a ser como se esperaba...
Sé que está un poco cojido por pinzas jajaja. Me dí cuenta ayer que no había explicado muy bien esa parte de la trama. Y justo en el capítulo que estoy terminando hoy, intento explicarlo mejor. Me ha echo grácia tu comentario por eso. Justo estaba escribiendo sobre el tema cuando lo he leído. Coincidencias de la vida. Os hago un pequeñito resumen: Marc piensa con la polla, como todos los chicos del relato. Si es verdad que son más que eso, más complejos me refiero, pero el cerebro de abajo es el que manda. Siempre. Además hay que recordar que él siente algo parecido al ‘amor’ por Gemma. Podríamos decir que un cariño muy, muy, muy profundo. Incluso tuvieron una aventura antes de que se formaran los ‘Custodes’. Lo de Noe es más complicado. Su relación con Gemma es más antigua que la rueda. Viene desde que eran unas crías. Y cuando has amado tanto a una persona, es difícil decirle un ‘No’ definitivo, por muy zorra que haya sido contigo. Además hay que recordar que Noe no es, precisamente, la Madre Teresa de Calcuta. Ella le ha jodido muchas veces la vida a su amiga, con su toma de decisiones y su cabeza loca.
Se que suena un tanto rocambolesco, pero os prometo que tiene sentido jajaja.
Nos leemos pronto! Saludos
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 33 - Bailando bajo la lluvia


Jueves amaneció como cualquier otro jueves, de cualquier mes, de cualquier año, de cualquier siglo. Al mundo no le importaba el cuerpo sin vida de Martin pudriendose bajo tierra en mitad de la nada. Seguiría girando, pasara lo que pasara, muriese quien muriese, invariable, constante, hasta el fin de los tiempos.

Xavi, el panadero, se levantó a las 03:00 a.m. como llevaba haciendo los últimos treinta y dos años. Preparaba la masa madre con delicadeza y dedicación en su inmaculado obrador. Mientras, los gusanos deboraban el cuerpo frío de un cadáver enterrado bajo tierra en algún lugar indeterminado de un frondoso bosque.

Carmen, la pescadera, hablaba con Núria, la carnicera. Sus puestos del mercado estaban uno en frente del otro. Y aunque en realidad no se soportasen, comentaban alegremente el programa que habían visto ayer noche en la televisión pública. Mientras, Guille seguía absorto en sus pensamientos. Miraba la fachada de enfrente, apoyado sobre la barandilla del balcón de su casa, hacía tiempo ya que debían volver a pintarla.

Lola y Antonio, atendían a sus fieles feligreses en su viejo bar. Él preparaba con delicadeza los apertivos y ella servía alegremente cañas y vermuts a los viudos y solitarios borrachos. Mientras, Jordi acariciaba el pelo de su padre que dormia placidamente en la cama de una habitación del hospital. La televisión estaba encendida, pero no sabía de qué le estaban hablando.

El ‘Blade Runner’, tu ciber de confianza. Abrió las puertas y enseguida se llenó de sus habituales residentes, que aunque no hubieran vuelto a ver a las ardientes chicas por ahí, no perdían la esperanza de que algún día volvieran. Mientras, Fran, en su casa, ayudaba a ponerse los pantalones a su inválido gemelo.

La ciudad gruñia, enfurecida y ajetreada como siempre. En la superficie: prisas, atascos, pitidos e insultos. En el subsuelo: caras hinchadas amontonadas como sardinas en una lata, caras con ojos pero sin vida, buscando desesperadamente comunión. Mientras, Noe se duchaba y el agua se llevaba por el desague la arena del bosque de entre los dedos de sus pies.

El mundo seguía girando, cómo lo hizo ayer o antes de ayer o la semana pasada o hace 10.000 años atrás. Mientras, Marc mantenía una tensa, aunque necesaria, conversación con Andrés.
  • Oye! Tenemos que hablar… - dijo sentandose enfrente de él mientras tomaba un café en la cocina. Mónica seguía durmiendo plácidamente, cómo si la muerte de su ex le hubiera devuelto el sueño.
  • No quiero saberlo… - Andrés se levantó de repente, no quería mantener esa conversación.
  • Espera… - Marc lo agarró del brazo - Te puedo llevar si quieres…
  • Para qué? Eh? Para ver un cadaver?
  • No… es solo que pensé que querrías despedirte… solo eso.
  • Quien lo hizo? Fuistes tú? - Andrés no podía mirarle a los ojos.
  • Sí! Lo hize yo… - mintió Marc. Guille ya tenía demasiado que afrontar, debía protegerlo. - Fué rápido y respetuoso - volvió a mentir.
  • Dónde está? - preguntó Andrés lleno de rabia y tristeza a partes iguales.
  • Vistete! Te llevo…
Estaba claro que los ‘Custodes’ necesitaban un descanso. Llevaban demasiado tiempo inmersos en una vorágine de auténtica locura. Sexo desenfrenado, traiciones y conspiraciones, videos virales, visitas a urgencia, viajes a Madrid, chantajes, amenazas, venganzas… era demasiado.
No habían tenido ni un mínimo descanso. Y además acababan de asesinar a un ser humano a sangre fría, para luego enterrarlo bajo el suelo, en un lugar desconocido, sin ninguna lápida que pudiera honrar su recuerdo.

Jueves, por lo tanto, fué un día de descanso. Decisión unánime por parte de todos los amigos. Mientras algunos reflexionaban sobre lo que habían hecho, otros velaban por la salud de sus seres cercanos. Y Marc llevó hasta la tumba de su hermano al jóven chabal, para que pudiera decirle adiós.

Viernes los ‘Custodes’ siguiereon descansando. Se lo habían ganado. No obstante, a través del grupo de wasap, decidieron quedar todos juntos la noche del sábado en el ‘Vercettis’. Fran y Cisco ya habían contratado personal, así que esta vez podrían, realmente, disfrutar de la noche para tomar algo y despejar sus cabezas nubladas.
  • Oye! Cambiando de tema… has visto el vídeo que subimos a Onlyfaps? - preguntó Jordi a su colega mientras se dirigían al gimnasio junto a un silencioso Guillermo.
  • No… que ha pasado? - respondió Marc
  • Mira… - Jordi entró en su cuenta y le enseñó la cantidad ingente de visitas que tenía su video de lefazos en la cara.
  • Madre mía! - exclamó Marc - Y cuanto dinero es eso? Aunque no me importe eh!… solo por curiosidad - preguntó el ‘anticapitalista’
Jordi le enseñó lo que habían generado en esos pocos días y los dos amigos chocaron los cinco. Era la primera vez que sonreían de verdad durante las últimas 48 horas.

Cuando entraron al gimnasio Marc y Guille se fueron directos al vestuario, a dejar sus cosas en las taquillas. Jordi por su parte se acercó a recepción y saludó a Tomás. Estuvieron un rato hablando y filtreando. El ‘bilingue’ tramaba algo, aunque no era el único. Se cambiaron y minutos despúes ya estaban listos para machacarse el cuerpo.

Guille peladeaba encima de la bicicleta estática, maldiciendo el momento en que aceptó ponerse en forma. Sus colegas le habían dicho que hacer ejercicio le ayudaría a desconectar y no pensar en los problemas. Era cierto, ahora solo pensaba en el tiempo que quedaba para que se largaran de aquel infierno. El pobre parecía un pez fuera del agua. Un pulpo en un garaje. Estaba claro que aquello no era para él.

‘Dobby’ sudaba como un pollo al ast, mientras Jordi a su lado lo animaba a que subiera la velocidad dándo palmadas y gritando frases motivacionales. Al otro lado, Marc reía e intentaba seguir el ritmo que su colega iba marcando. Desde cuando se había convertido su colega en el puto ‘Llados’?
  • Hola chicos! Cómo va? - Lisa sonreía enfrente de los tres deportistas. Se secaba el sudor de la frente con una pequeña toalla. Llevaba unos leggins que marcaban al detalle aquellas peligrosas curvas y un top estrecho que alzaba sus enormes tetas. Los michelines sobresalían por todos lados. Parecía un embutido, como una sobrasada blanca y sudada.
Jordi y Guille saludaron a la risueña chica. Uno de los dos la invitó energicamente a que se uniera a ellos al que parecía ser el nuevo Tour de Francia. El otro no dijo nada, ya era suficiente trabajo mantener el aliento como para empezar a mantener una conversación. Por su lado Marc, cruzó una mirada cómplice con la gorda saxofonista. No era casualidad que se hubieran encontrado.
  • Lo has podido arreglar? - preguntó este, recuperando el aliento, mientras se tomaban todos un pequeño descanso.
  • Si colega! Todo listo. Tomás cerrará antes para que podamos grabar. - Jordi le giñó el ojo y se bebió una botella de agua fría del tirón.
  • Cuanto te ha costado? - preguntó mientras se disponía a hacerle un bizum a su amigo.
  • Nada colega… no me ha costado nada - rió Jordi girando su cabeza y saludando a Tomás que detrás de la recepción lo deboraba con la mirada. Iba a pagar el favor en especias. Ya ves tú que problema.
Los cuatro amigos siguieron haciendo ejercicio, sin prisa pero sin pausa. Tuvieron que bajar el ritmo no obstante, de lo contrario Guille hubiera acabado en urgencias con un ataque al corazón o convalesciente por falta de hoxigeno en el cerebro.

‘Recordamos a todos los clientes que el gimansio cerrará a las 12:30. Les rogamos vayan acabando sus ejercicios’ una voz afeminada sonó por la megafonía avisando a todos los deportistas que debían ir saliendo. Como había prometido, Tomás, cerró el gimansio antes de tiempo.
Mientras la gente iba abandonando el local, los cuatro amigos se hidrataban y charlaban alegremente con el encargado, apoyados en la barra de recepción.
  • Dónde estáis? - preguntó Lisa mientras hablaba por teléfono. - Vale… perfecto. Os estamos esperando dentro. Venga si… no tardéis mucho vale?
  • Cómo van tus amigas? Tardarán mucho? - preguntó Marc cuando ella colgó la llamada.
  • Que te pasa precioso? Pareces nervioso jeje - Lisa le agarró el paquete mientras acercaba sus labios a los de él.
Marc la besó mientras le manoseaba su enorme culo con las dos manos. Rozaba su entrepierna contra la de ella, licra contra licra apunto de provocar una combustión espontánea. Lo que iba a ser un pequeño y corto morreo tubo que acabar siendo frenado por Tomás. La gente que salía del gimnasio no tenían porqué presenciar esa lasciva escena, no era el momento, no era el lugar.

Al cabo de poco tiempo, un grupo de seis chicas entraron en el gimnasio. No venían a hacer ejercicio, eso estaba claro. Primero, no llevaban ropa adecuada y segundo, despúes de que los chicos les dieran un repaso, era evidente que no eran deportistas.
  • Parece que todas van al mismo dietista! - susurró Jordi haciendo un chascarrillo mientras Lisa abrazaba y besaba a sus gordas amigas entre gritos y risas.
  • Que cabrón eres jaja - Marc le dió un codazo amistoso a su amigo.
  • Hola! Soy Laura, encantada - sonrió una de las amigas dándole dos besos a Guillermo.
  • Ho… la… yo…me…lla…mo…Gui…lle - cada sílaba necesitaba una bocanada de aire. - en…can…ta…do - que alguien haga el favor de traele el ventolín al pobre chaval. Que lo perdemos joder!
Los tres amigos se presentaron, una por una. Estuvieron un rato conociendose y charlando. Lo típico. Cómo te llamas? Dónde vives? A qué te dedicas? Soltero o Casado? De qué conoces a Lisa? Cuando empezamos? Las chicas estaban nerviosas, sabían a lo que venían y a juzgar por su actitud, parecían estar dispuestas a cualquier cosa.
  • Todas con ‘L’ - dijo Guille mirando los siete enormes culos de las chicas que delante suyo seguían a Marc mientras este les explicaba emocionado lo que tenía planeado.
  • Cómo? - preguntó Jordi mientras pensaba en la gran fijación que tenía su viejo amigo con las chicas gordas.
  • Sus nombres digo… las amigas de Lisa, colega! Laura, Lucía, Lola, Lorena, Leíre y Leticia - enumeró el friki mientras contaba con los dedos. - Todas empiezen por ‘L’
  • Ostia! Es verdad… que curioso - asintió Jordi sorprendido por el dato. - Aunque… - pensó para sus adentros que hubiera sido más acertado que todos sus nombres hubieran empezado por ‘XXL’
El gimnasio estaba completamente vacío. Pero las fuertes voces de las amigas de Lisa y sus irreflenables risitas nerviosas lo llenaban por completo. Marc les abrió educadamente la puerta del vestuario de chicos para que ellas entraran. Fueron pasando en grupos de dos, iban cogidas del brazo sin poder dejar de exclamar y reir. Estaban nerviosas y cachondas como si estuvieran a punto de subir a una montaña rusa o entrar en un pasaje del terror. Vivían esa nueva experiemcia como si estuvieran dentro de un parque temático.
  • Se te va a dislocar el cuello! - rió Lisa, que entró la última. Marc estaba enbobado viendo como pasaban las chicas por delante suyo y cómo movían aquellos inmensos traseros.
  • Que exagerada eres… - dijo él dejando que la puerta de vaivén se cerrara tras de sí. Mientras entraban dentro del vestuario, acompañó a su amiga con su mano apretujando una de sus inmensas y blanditas nalgas.
Dejó que las chicas se quitasen la ropa con un poco de intimidad y se fué a cambiar al departamento contiguo. Al poco rato Guille se unió a él y empezó a sacar las dos camáras de su bolsa de gimnasio. Hoy era el día que le tocaba a Marc cumplir su fantasía.
  • Todo listo hermano? - preguntó este último, quitandose la ropa.
  • Espera un segundo… - Guille cambiaba la batería de la cámara de Miare, sentado al lado de su amigo, en el banco de madera del vestuario. ‘Click’ - Ahora sí! Podemos empezar cuando quieras - añadió sonriendo.
Jordi volvía de la zona del vestuario dónde las chicas se preparaban, agitando su mano como diciendo ‘Vaya tela!’. Las fuertes carcajadas y expresiones de sorpresa de las ‘7L’ iban irreflenablemente en aumento. Cada vez hablaban más fuerte, cada vez más cachondas. El mote de ‘7L’ por supuesto, fué idea de nuestro querido Guillermo. Hizo mucho hincapié en que se pronuciara en inglés. Es decir, las ‘Seven-El’, según su criterio le daba más glamour. Parecía que fuera el nombre de una ‘Girl Band’ como las Spice Girls o una ‘Boy Band’ como los Back Street Boys. Eso estaba aún por determinar. Ya lo entenderéis.

El pequeño vestuario tenía un amplio pasillo en el centro que lo recorría de norte a sur. A ambos lados habían pequeñas islas rodeadas de taquillas, que funcionaban a modo de separación. Cada departamento tenía un par de bancos de madera situados perpendicularmente en el centro. Ellas estaban en la isla contigua, al lado de dónde los tres colegas se estaban atando, justamente en ese momento, las toallas a la cintura. Guille se puso cámara al hombro listo para empezar. Jordi preparaba la otra, propiedad de Masi, intentando recordar cómo funcionaba.

Atención! Cámara? Listo! Sonido? Listo! Iluminación? Listo! Ok! Empezamos en 3, 2, 1… Acción!

“Cuando me apunté al gimnasio no lo hice muy convencido, la verdad” - decía la voz en off mientras Guille grababa a Marc andando a solas por el vestuario, camino a las duchas.

“Pero ya sabéis. Uno debe mantenerse en forma y saludable no? Al menos eso dícen. Aunque no os voy a mentir, mi mujer fué la que insistió en que me apuntara. ‘Tienes que hacer algo con esa barriguita’ me dijo” - Guille filmaba como su amigo entraba en la ducha, se quitaba la toalla y le daba un golpe seco al pulsador de la pared mientras se metía bajo el chorro de agua.

“Para mí era un auténtico suplicio. Odiaba estar allí encerrado cuatro días a la semana. Era una perdida de tiempo. Lo único que me gustaba de ir al gimnasio eran las duchas. Me ponía muy cachondo hacerme una buena paja sabiendo que habían otros tíos cerca. Imaginar que me podían piyar o sí pasaría algo más…” - Guille hizo un primer plano de la polla erecta de su amigo, mientras el acariciaba su pecho y su culo. “Pero un día… sin avisar, todo cambió. Recuerdo perfectamente cuando conocí a Lily… la ‘mujer’ que lo puso todo patas arriba”

Marc se enjabonaba el cuerpo debajo del chorro de la ducha. Estaba lleno de espuma y con la polla bien erecta. Cuando escuchó los pasos de alguien que entraba dentro, se giró dándo la espalda al pequeño y húmedo pasillo, para que aquel desconocido no viera que la tenía duríssima. Escuchó como la ducha que estaba justo enfrente de la suya, empezaba a soltar agua y empezó a masturbarse suavemente.

Al final no pudo resistirse, sentía una gran curiosidad. Tendría la poya grande? Cómo sería su culo? Quizás estuviera tan cachondo como él? No podía más, así que se giró para mirar. Su cara de repente cambió por completo. Pero que demonios hacía una mujer en el vestuario de hombres? Ante él un cuerpo femenino le daba la espalda mientras se enjabonaba con ambas manos sus enormes y blancas nalgas. Tenía un culo enorme, monstruosamente grande, tanto como para necesitar dos botes enteros de champú para limpiar semejanta portento de la naturaleza. Sin darse cuenta empezó a masturbarse más fuerte, doblando ligeramente las rodillas y enfocando la punta de su enorme polla hacía ese bestial trasero. Debía aprovechar ahora que estaba de espaldas y no lo podía ver.

La mano de Marc subía y bajaba rápidamente mientras sus huevos se movían hacía adelante y hacía atrás, con fuerza. ‘Fap-Fap-Fap’ estaba muy cachondo y sorpendido. Uno no se ecuentra cada día una chica como esa en las duchas masculinas. De repente escuchó más pasos y volvió a darse la vuelta. Debía ser precavido.

“Pero que demonios estaba haciendo?” - decía la voz en off. “Me sentí mal por aquella despistada mujer. Debía avisarla, era lo correcto. Me sentí en la obligación de decirle que se había equivocado de vestuario y evitarle la humillación y la verguenza de que los demás hombres la vieran allí” - mientras la voz en off explicaba sus pensamientos, Jordi hizo varios planos de ella enjabonandose el cuerpo. Sus tetas enormes, sus muslos gordos, sus nalgas blanditas, su cuello mojado, su cara de placer.
  • Tsssss! Tsssss! Oye! - susurraba Marc desde su ducha. La chica seguía de espaldas, pero giró la cabeza.
  • Qué pasa? - dijo ella con total naturalidad. No estaba sorprendida por ver a un hombre de espaldas en la ducha de enfrente - Necesitas algo? - preguntó sonriedo.
  • Te has equivocado de vestuario… - Marc susurraba bajito, evitando que los ocupantes de las otras duchas le oyeran.
  • Qué? No te oigo…
  • El vestuario - susurraba Marc señalando con el dedo el recinto - Estás en el vestuario de chicos…
  • Creo que te equivocas… - La gorda chica sonrió y se giró por completo, mostrando a ese desconocido el enorme pene que le colgaba de la entrepierna.
Jordi sonrió mientras asentía complacido. Aquellas prótesis parecían tan reales. Valían cada maldito centavo que había pagado por ellas. Por su lado Marc se quedó pálido. No podía quitar los ojos de aquella polla enorme, al mismo tiempo que la suya daba un respingo, alcanzando su tamaño máximo. Eso por parte del ‘irlandés’ actor, pues el de la vida real sabía perfectamente lo que se iba a encontrar cuando Lisa se diera la vuelta. Desde el domingo pasado no se había podido quitar de la cabeza la fantasía de su colega en la sala comunal de Ravenclaw. Le puso tan cachondo ver a las chicas con esos enormes pollones colgando de sus entrepiernas, que lo tuvo claro, supo al momento cúal iba a ser su siguiente fantasía.

Volviendo a la película. Nuestro ‘Aquaman’, el cúal debía servir al ‘Dios de los mil rostros’, pues tanto a.k.a no era normal, se puso muy nervioso. Seguía de espaldas a la ‘chica’ si se podía llamar así, intentando que ella no notara que tenía su polla a punto de reventar. Mejor hacer cómo si no hubiera visto nada.
  • Oye! Tssss! Encanto… - Ahora era ella quien lo llamaba.
  • Dime… - dijo él girando levemente la cabeza, no quería mirar directamente, no se atrevía. Y su corazón empezó a palpitar exageradamente rápido. Ella se estaba acercando.
Notó como su femenina mano se posaba sobre su hombro. Estaba dentro de la ducha con él, peligrosamente cerca.
  • Oye! Me parece que el que te has equivocado de vestuario eres tú! - rió amablemente la chica mientras asomaba la cabeza por detrás del mojado hombro de él y verificaba que era 100% un hombre.
  • Có… cómo dices? - su espalda estaba a dos milimetros de sus enormes pechos, su culo demasiado cerca de aquel rabo enorme.
  • Este es el vestuario de futanaris - sonrió ella. Disimuladamente pulsó el botón izquierdo de su testículo y su polla empezó a ponerse erecta, creciendo poco a poco.
  • Futanaris? - preguntó él sin saber de que hablaba.
  • Hermafroditas, precioso. Estás en las duchas de los hermafroditas… Uy! Lo siento! - rió ella tímidamente tapandose la boca cuando su enorme rabo golpeó las nalgas del chico.
Marc asustado se dió la vuelta de repente y bajó la mirada. Su polla se cruzaba con la enorme polla de ella. Como si estuvieran a punto de empezar un duelo de espadas.
  • Perdona… lo siento! - dijo él cogiendo su toalla y saliendo disparado de la ducha. Se la ataba a la cintura lo más rápido que podía. Pero estaba tan erecto que su rabo sobresalia de ella.
  • Pero no te vayaaaas guapo! - gritó Lisa con cara de pena desde dentro de la ducha, acariciandose aquel descomunal pene.
Marc intentaba meterse su rabo erecto debajo de la toalla mientras corriendo miraba las duchas que tenía a ambos lados. El sonido de sus chanclas de goma sobre el suelo mojado, hacía un ruido muy parecido al de un partido de baloncesto. En una ducha había otra chica gorda enjabonando sus huevos enormes y acariciando su capuyo suavemente. En la de enfrente otra chica obesa recibía una potente mamada de otra ‘futa’ curvilinea que de rodillas gemía de placer, masturbandose al mismo tiempo. Iba de lado a lado, como una pelota de pinball, rebotando contra las esquinas. Y por cada ducha que pasaba lo que veía lo ponía más y más cachondo.

Cuando tuvo la salida cerca, respiró tranquilo. La escapatoría estaba a solo dos pasos, debía salir cuanto antes de ahí. Antes de que…
  • Se puede saber a dónde vas? - Dos chicas de caderas anchas y tetas enormes le impideron el paso. Apoyadas cada una contra ambos lados de la puerta de salida, lo miraban sonriendo, con los brazos cruzados y sus enormes pollas erectas apuntando hacía él.
  • Lo siento… ha habido una confusión… pensaba que este era el vestuario de los chicos… yo… yo… debo irme.
Una de las dos gordas chicas que le impedían escapar silvó metiendo sus dos dedos indices en la comisura de sus labios. Marc, atrapado, giró su cabeza y observó aterrorizado como cinco mujeres con rabos monstruosos asomaban la cabeza desde sus duchas, comiendoselo con la mirada.

Jordi hizo un plano de sus cuerpos, general e indivual, mientras ellas salían desnudas y mojadas de las duchas. Quedó perfecto cuando posteriormente Miare y Masi hicieron la edición. La música sensual, los planos a cámara lenta. Los cortes entre los cuerpos de ellas y las expresiones faciles de Marc… Se notaba que tenían más presupuesto y que su técnica mejoraba con cada vídeo que grababan.
  • Por favor… me dejáis salir? - pidió Marc intentando pasar por el medio de aquellas enormes porteras pollonas.
Ellas sonrieron maliciosamente y extensiendo uno de sus dos brazos al mismo tiempo, pusieron ambas palmas de sus manos sobre los pectorales mojados del confuso hombre. No iban a permetir que se fuera así como así. De repente notó como dos brazos le rodeaban por atrás y empezaron a quitarle la toalla.
  • Uffff! - se abanicaba la cara con la mano una de las chicas que le negaban el paso, cuando la toalla calló sobre el suelo mojado.
Marc notó como un enorme y erecto pene se metía entre la raja de su culo. Se estremeció de placer cuando Lisa empezó a subir y bajar suavemente follandole con cariño las nalgas.
  • Por qué no te quedas un rato con nosotras? Nos lo pasaremos bien. - le susurraba Lisa al oído mientras desde atrás empezaba a masturbarlo.
Las ‘7L’ lo rodearon y empezaron a tocarlo. Leire, se puso de rodillas y empezó a hacerle una paja con las tetas. Mientras Lisa se frotaba la polla contra su culo, Lola y Letícia empezaron a masturbarse, golpeando sus prepucios contra sus nalgas. Marc respiraba aceleradamente mirando como Leire usaba sus enormes pechos a la perfección. La punta de su prepucio rebotaba contra la papada de la gordita. Estaba super excitado así que agarro la polla de Lorena con una mano y la de Laura con la otra y empezó a masturbarlas. Por su lado, Lucía se puso detrás de Lisa y ayudandose con su mano le empezó a meter la polla dentro del ojete.

Guille y Jordi grababan aquella morbosa escena haciendo un esfuerzo inmenso por no unirse. Era un festival de pollas enormes, celulitis, michelines y cuerpos obesos sudados dándose placer. De repente dos de las chicas cogieron al chico y lo metieron dentro de la ducha a la fuerza. Lo empujaron contra la pared y la espalda de Marc golpeó el pulsador, activando el chorro de agua que ya no pararia más.

El se enrrollaba con Lorena y Laura al mismo tiempo. Las tres lenguas buscandose a la vez mientras sus tres pollas se frotaban y se apretaban contra sus barrigas sin cesar. Mientras Guille filmaba a Lisa siendo follada salvajemente por sus cuatro amigas. Jordi grababa a Marc dentro de la ducha. Las estaba besando pasionalmente mientras les agarraba con fuerza las nalgas del culo. Las estubo sobeteando un buen rato, hasta que decidió cúal le gustaba más.
  • Ven aquí! - dijo de repente, dándole la vuelta a Lorena.
Se la colocó delante de él y amasó su gordo culo mirandolo con hambre, luego agarró su polla y se la metió hasta el fondo de su ojete. La chica gritaba exageradamente, al principio a causa del dolor, pues era virgen por ese agujero. Pero al cabo de un rato, cuando su agujero dió de sí y se acostumbró, empezó a gemir de placer. Marc la empotraba por atrás agarrandola de los dos brazos. Mientras Laura, de rodillas le chupaba la polla a su amiga.

‘Aquaman’ estaba fuera de sí. Ya no razonaba, tan solo estaba preocupado en probarlas a todas y ellas por su parte deseaban que les tocase su turno. Despúes de darle durante un buen rato su merecido a Lorena, probó a Laura. Las chicas estuvieron de acuerdo y se rotaron las posiciones. Él babeaba con cara de bobo, empujando con fuerza su polla dentro de su culo y propinadole duros y constantes cachetazos en las nalgas.
  • Es que acaso no vais a compartir? - preguntó Lisa entrando en la ducha.
  • Hay sitio para todos! - sonrió Marc golpeando el culo de Laura como si fuese un timbal.
Las siete chicas entraron dentro de la ducha. No había espacio suficiente, todos se frotaban con todos. Era imposible saber dónde terminaba un cuerpo y dónde empezaba otro. De quien era ese culo? Y esa polla enorme? A quien me estoy follando? No había forma de saberlo con certeza.
  • Esto es el paraiso joder! - gritaba Marc follandose el ojete de… era Leire quizás? O Leticia? Quien sabe.
Se sentía el más macho de entre los machos. Pudiendo elegir en cualquier momento el culo que se quería follar. De repente alguna de ellas, no supo quien, se confundió de agujero.
  • Ooooh Dioooos! - gritó él cuando notó una enorme y dura polla entrar por su ojete. Su cuerpo mojado y resbaladizo estaba entre un mar de gordas obesas. Follaba y se lo follaban al mismo tiempo. - No aguanto más, me corrooooo!
Una exagerada cantidad de lefa fué a parar dentro del ojete de una de las chicas. Agarró ese culo con las dos manos, con fuerza. Dejando sus dedos marcados sobre su piel. Y se quedó así un rato, con su polla dentro, caliente y palpitando al mismo tiempo que salía un rabo y entraba otro distinto dentro de su culo.

Ahora era el turno de ellas y no iban a desaprovecharlo. Lo compartieron durante horas y lo hicieron como quisieron. Marc no daba abasto, le penetraban el culo, le agarraban las manos para que pajeara sus pollas. Hasta le llegaron a meter dos en la boca al mismo tiempo. Le daban pollazos en la cara, cachetazos en el culo, lamía ojetes si parar y le daban bofetadas cada dos por tres. Incluso hubo un momento en que Lucía, no estaba seguro si fué ella, le intentó ahogar entre sus nalgas, mientras él le chupaba el ojete. Entendió porqué a Marta le ponía tan cachonda hacer eso. Era la ostia!

El final del video lo grabó Guillermo en solitario. Jordi había tenido que dejarlo, pues tenía algo importante que hacer. Pagarle a Tomás el gran favor que les acababa de hacer.

‘El hombre de los mil alias’, de rodillas sobre el suelo de la ducha, estaba rodeado de pollones erectos. Las chicas se masturbaban como locas encima de su cara. Cuando el notó que empezaban a pulsar sus huevos derechos, todas al mismo tiempo, abrió la boca y fué recibiendo de buen gusto las enormes corridas. El semen sintético le goteaba por el cuello, bajaba por su pecho y caía sobre sus rodillas, sobre el suelo y sobre su rabo. El cúal, volvía a estar erecto.

Cuando terminaron se dieron un largo abrazo grupal. Luego acabaron de ducharse y volvieron al vesturario. No había noticias de Jordi así que Guille fué el encargado de ayudar a Lisa y sus amigas a quitarse las prótesis.
  • Aún es pronto! - sonrió Marc - Por qué no probamos ahora… por el otro lado? Eh? Os apetece?
Las chicas gritaron y celebraron por todo lo alto tener una segunda sesión de sexo. Además, aquellos simpáticos y sensuales chicos, habían guardado para el final, su arma secreta. Cuando Guille se quitó la toalla, doze ojos como platos se posaron sobre su miembro. El chaval sonrió, extendió los brazos, cerró los ojos y se ofreció en sacrificio. En pocos segundos seis gordas mujeres lo rodearon, deseando en ser las primeras en tenerlo dentro.
  • Tsss! Guapo! - dijo Lisa haciendole un gesto con el dedo a Marc para que se acercase. Se sentó sobre el banco de madera, que gruñó quejandose y abrió las piernas de par en par.
  • Vamos pa’ ya! - exclamó Marc frotandose las manos y se lanzó de lleno y sin pensarlo sobre aquel esponjoso cuerpo.
Mientras aquel pequeño y solitario vestuario contemplaba callado y caluroso su segunda orgía de aquella mañana. Esta vez, con menos pollas, eso sí. En casa de Noe, parecía que las cosas no iban tan bien como les hubiera gustado a las dos hermanas.
  • Cómo está Andrés? - preguntaba Noe a Mónica que se acababa de despertar mientras el chaval se duchaba.
  • No sé Sister… no quiere hablar del tema. He intentando sacarle algo, pero se cierra siempre en banda.
  • La verdad es que… se le nota tenso y poco receptivo.
  • Ya no se que hacer. Desde el jueves que se fué con Marc para despedirse de su hermano… es como si no estuviera aquí…
Noe intentó hacer entender a su hermana que era normal. Estaba de luto y debía pasar el duelo. Hay personas que lo hacen rápido, hay otras que les cuesta un poquito más. Y algunos jamás acaban de hacer limpio del todo.
  • Ya… no es eso. Es que no… ya sabes… - insinuó la jóven hermana.
  • Que pasa? No quiere follar o qué?
  • Exacto. Y no será porqué yo se lo esté poniendo difícil. Al contrario… solo me falta ir rozandome por las esquinas como una perra en celo…
  • Jajajaja… quizás no tengas que ser tan sutil, sabes?
  • A que te refieres?
  • Que vayas a saco Sister! Los hombres son así de simples. Aunque tú creas que Andrés no quiere follar o que no está de humor… ponle el coño en la cara y ya verás lo rápido que cambia de opinión.
  • No sé… estás segura de eso?
  • Segura? Ven conmigo! - dijo Noe cogiendola de la mano.
Andrés estaba desnudo debajo de la ducha. Sus puños apretados, la cabeza mirando al suelo y los ojos cerrados. Dejaba caer el agua templada por su nuca mientras pensaba en su hermano. Estaba triste y abatido. Qué debía hacer? Y sus padres? Qué les diría cuando preguntasen por Martin?
  • Joder que susto! - gritó de repente cuando Mónica le tocó la espalda. - Pero… pero que hacéis? - Andrés se puso más duro que una piedra al ver a las dos hermanas desnudas dentro de la ducha.
  • Hemos pensado que te iria bien distraerte un poco - dijo Noe acercandose a él con intención de besarle.
Mónica tan solo asintió y mientras repasaba el contorno del cuerpo del chabal con las dos manos, empezó a bajar lentamente hasta tener su polla enfrente de su boca. Funcionó, como su experimentada hermana había vaticinado. Tampoco es que fuera una bruja, quiero decir, no iba a pedirle que le dijera el siguiente número ganador de la lotería. Simplemente tenia razón. Era mejor dejarse de preguntas y pasar directamente a la acción.
  • No… no puedo… - decía Andrés intentando resistirse a lo inebitable, mientras le comían el rabo lentamente.
  • Eh eh! Relájate… - Noe le puso su dedo indice sobre sus labios. - Shhhhhh!
Sin dejar de mirarlo a los ojos, empezó a bajar y se reunió con Mónica que seguía trabajando a conciencia, más abajo. Compartieron como buenas hermanas, sin pelearse, siendo generosas la una con la otra. Y consiguieron que él se olvidase de todo, almenos durante un corto periodo de tiempo.

Cayó el sol, salió la luna. Las calles de la ciudad se llenaron de gatos pardos y fueron todos, directos y sin dudarlo, hacía el ‘Vercettis’. Sin duda, el local con más glamour de toda la ciudad. Todos sabían lo que pasaba tras sus puertas, pero nadie hablaba. Era como un secreto a voces. El boca a boca había sido la mejor publicidad que podían haber tenido. El club estaba a reventar y fuera, una larga cola esperaba en silencio, rezando porque se juntaran los astros y pudieran entrar.
  • ‘Sshrrr- rrrrr- rrrr’ Vladi me oyes? Cambio.
  • Si jefe. Aquí Vladimir… que susede?
  • Ya lo hemos hablado mil veces Vladi, hay que decir cambio cuando terminas de hablar. Cambio.
  • Perdón Jefe… yo olvidar…
  • Perdón Jefe… cambio.
  • Ahoraaaa siiii… bien escucha con atención. Van a venir unos amigos muy importantes y quiero que los dejéis pasar, entendido? Cambio
  • No problema… cómo saber quien son? Cambio
  • La contraseña es…
El inponente portero ruso intentó memorizar aquella contraseña que parecía más bien un trabalenguas. No era sencillo. Su trabajo consistía en protejer y amedrentar. La memoria, digamoslo así, no es que fuera la mejor de sus virtudes. Y tampoco es que se manejara muy bien con el idioma.
  • Игорь, босс сказал, что ждёт своих людей - dijo Vladimir a su compañero y compatriota.
  • A откуда мы знаем, кто они такие? - respondió Igor, el otro armario empotrado que vigilaba la entrada al club.
  • По паролю… Блядь, забыл этот грёбаный пароль - Vladimir se mosqueó consigo mismo, ya no recordaba cúal era la contraseña. El jefe se iba a enfadar.
Los ‘Custodes’ bajaban calle abajo charlando tranquilamente. Agradecían poder andar por la ciudad tranquilos y relajados sin tener que estar constantemente mirando de lado a lado por si les tendían una enboscada. Supongo que muerto el perro, muerta la rabia.
  • Madre del amor hermoso! - Exclamó Marta observando la larga cola enfrente del club. - Toda ese gente está esperando?
  • No te preocupes churri! Nosotras somos V.I.P - exclamó Noe pasandole el brazo por encima y acelerando el paso con una sonrisa de oreja a oreja.
Detrás de ellas, sus dos novios recordaban cachondos la lujuriosa grabación de esa mañana. Además, Lisa les había comentado antes de despedirse en el gimnasio, que esa noche invitaría a todas sus amigas para que conocieran el club.
  • Las ‘Seven-EL’ al completo hermano! - dijo Marc frotandose las manos y empezando a empalmarse.
  • Tío… estás obsesionado jajaja… deberías hacertelo mirar - contestó Jordi, pero su amigo ya no antendía a estímulos externos. Solo pensaba en culos enormes.
Al final del pelotón, Gemma y Laia seguían el paso de sus amigos. Iban cogidas del brazo, hablando de sus cosas.
  • Cómo están las cosas entre Noe y tú? Habéis podido hablar? - preguntó la Amazona.
  • De momento no… espero hacerlo esta noche… a ver que tal va - Gemma no las tenía todas consigo.
  • Le salvaste la vida hermana!
  • Ya… pero también fuí yo quien la puso en peligro. No se puede ser Jesucristo y Judas al mismo tiempo, hermana!… hay que elegir. No queda otra.
Laia le dió un beso en la mejilla. No podía evitar sentir pena por su buena amiga. Y es que nadie del grupo la conocía mejor que ella. Ni tan solo Noe que era su ‘amiga’ desde mucho antes que se conocieran. A veces no se trata de ser buena o mala persona, si no de saber tomar las decisiones correctas. Y estaba claro que ni la ‘reina caída’ ni la ‘insurgente’ eran especialmente buenas en ese tema.

El resto de los amigos los esperaban dentro del local. Lisa encima del escenarío tocaba cómo si estuviera poseída con su banda, los ‘Crossroads’. Miare y Masi hacián de relaciones públicas y controlaban atentamente que las dos nuevas camareras que habían contratado estuvieran haciendo las cosas bien. Manolo detrás de la barra, servía copas y ofrecía una buena charla a cualquiera que la buscase y su mujer, en la cocina, sorprendía a los clientes con unos platos sabrosos y abundantes.

Los gemelos vigilaban que todo fuera rodado. Fran desde la sala principal y Cisco desde la pequeña y oscura sala de control. En el subterraneo ilegal, Andrés echaba una mano a Mónica supervisando el pequeño cine erótico y se comunicaba constantemente con el piso superior informando de cualquier problema que pudiera surgir en las mesas de juego.
  • Alto! Local lleno… no poder pasar - Vladimir alzó la mano delante de Noe y Marta que fueron las primeras en llegar a la puerta. Ellas miraron aquella palma enorme y blanca delante de sus caras, era lo suficientemente grande como para matarlas a las dos de una sola bofetada.
  • Buenas noches… - dijo Marc amablemente - somos los amigos de Guillermo…
  • Está bien! Contraseña? - dijo el ruso secamente. Era más largo que un día sin pan.
  • Mmmm… espera… dónde lo he dejado? - dijo Jordi rebuscando entre los bolsillos de su pantalón - Aquí está… a ver “En Siberia, el siberiano no silva, si no hace menos de menos cuarenta grados”
El portero se quedó quieto, sin decir nada, sin mostrar ningún tipo de emoción. Giró levemente la cara y empezó a hablar con alguien por el pinganillo que llevaba pegado a la oreja.
  • Ahora viene… - respondió al fin. Volviendo a mirar al horizonte y poniendo sus enormes manos una encima de la otra sobre su entrepierna.
  • Quien viene? - preguntó Noe molesta. Quería entrar ya, tomarse unas copas y bailar. Esta vez sin quitarse los zapatos.
  • Jefe… ahora viene… vosotros esperar aquí…
  • Vaya telaaa! Con que VIPS eh? - exclamó la ‘reina caída’ y aprovechó el tiempo para echarse un cigarro.
La puerta del local se abrió de repente. La música en vivo invitaba a pasarlo bien, se escuchaban muchas voces hablar al mismo tiempo, risas, brindis y celebración. De repente Guille salió abriendo los brazos de par en par y sonriendo.
  • Amigoooos! - dijo gritando - Cómo estáis? Me alegro de veros.
  • Guille? - dijo Marta confusa. Estaba irreconocible.
Camisa fucsia brillante de lentejuelas, le iba grande, como si la hubiera pedido por internet sin mirar la talla. Pantalones pitillo demasiado ajustados, de cuero sintético. Le apretaban tanto que se le veía incómodo desde el capítulo uno. Zapatos puntiagudos con plataforma, con unos calcetines blancos a la vista. Pajarita LED que se iluminaba parpadeando al ritmo de la música. Él lo considera “tecnología de vanguardia”.
Gafas con montura enorme estilo años 80, tuneadas con lentejuelas de colores brillantes. Peinado con gel a lo extremo, con un intento de tupé que no se sostenía por ningún lado.
Y el detalle que colmaba el baso. Llevaba una riñonera cruzada porque según él “era práctica”. Dentro guardaba cosas como: una linterna, el inhalador, algunas gominolas, un mini destornillador y su apreciada tarjeta de socio del ‘Blade Runner’
  • Joder Hermano! - exclamó Marc al verlo - Estás… estás… estás espectaculaaaar! Como lo rompes!
  • Ya te digo! - rió el ‘boss’ cochando los cinco - Anda pasad! Que esto está que arde.
Saludo uno por uno a sus amigos mientras entraban dentro. Y antes de cerrar la puerta, les cantó las cuarenta a los dos enormes porteros rusos. Si querían mantener el trabajo debían espabilar, el mundillo de la noche era duro. Él lo sabía mejor que nadie. Por eso era el jefe.
  • Va todo bien? - le preguntó Marta mientras cruzaban el escenario con la banda dándolo todo.
  • Tranquila Marta! Lo tengo todo controlado. Ayer ví un documental sobre discotecas ilegales en Estonia. - dijo Guille acompañandola hasta la barra.
  • Una cosa Guille… acuerdate que la semana que viene tenemos que ir a comprarte ropa para la boda de tu primo.
  • Si… claro. No hay problema… aunque puedo ir yo solo si te va mal…
  • No, no… mejor te acompaño vale? - dijo Marta mientras ‘Disco Stu’ sonréia de oreja a oreja y saludaba a los clientes sin parar.
Los amigos llegaron a la barra y pidieron unas copas al viejo y simpático barman. ‘Invita la casa Manolo’ dijo Guille y disculpandose con sus invitados, se esfumó. Andaba por el club como si fuera suyo, con seguridad, dándo ordenes, saludando a todo el mundo.
  • Me encanta este chaval! Y no me cansaré jamás de decirlo - dijo Marc riendo mientras calmaba la sed con un largo trago de Bourbon.
  • Vida! Vamos a bailar venga! - Noe quería desmelenarse, tenía ganas de sudar, de brincar, de olvidar. Pero no, esta noche no amiga mía.
Gemma se acercó a ella y le dijo algo al oído. Tenían una charla pendiente, las dos lo sabían, las dos lo estaban posponiendo. A las dos les daba pereza. No obstante, aceptó. Le dijo a Marc que ahora volvía y las dos se fueron hacía los lavabos.
  • No te preocupes… - le gritó Laia al oído con una amplia sonrisa. Marc brindó con ella.
  • Seguro que no es mejor estar pendientes Laia? - preguntó él dejando el baso de Bourbon sobre la barra.
  • Hazme caso… no hay de qué prepcuparse. Vengaaaa! - Laia lo arrastraba hasta la pista de baile empezando a mover sus grandes melones.
En ese momento la estruendosa guitarra de Mr. Mojo empezó a tocar los primeros acordes de ‘Johnny B. Goode’ de Chuck Berry. ‘Go, Go. Goooo Johnny Go, Go’ Marc y Laia empezaron a moverse al ritmo frenético del genio de Misuri. Marta tampoco pudo resistirse y sacó a bailar a su novio. Se unieron a ellos intentando seguir el ritmo. Las ‘7L’ reconocieron a los chicos y tambíen se unieron a la fiesta, moviendo sus curvas descomunales al ritmo de la guitarra. En pocos segundos ya se habian olvidado de todo. La música tiene ese poder. Puede acompañarte en tus peores momentos, puede alegrarte el día, puede formar parte de los recuerdos más importantes de tu vida. Y puede cambiar tu estado de ánimo. Sin duda, el arte más puro que el ser humano haya creado jamás.

Como necesitaban aquello. No os lo podéis llegar ni a imaginar. Ni por asomo. Aquella noche de desconexión fué tan necesaria como lo fueron los negros para que existiera el Rock & Roll. Aunque no fué igual para dos de las ‘Custodes’. Una charla muy importante, transcurría en ese preciso momento, dentro del lavabo de mujeres.

  • No sé por dónde empezar… - rió Gemma con tristeza y mirando al suelo, dentro del estrecho cuarto de baño. Ella y su ‘amiga’ compartían un canuto cerca de la pequeña ventana que daba a un patio interior.
  • Empiezo yo si quieres… - dijo Noe intentando dar el primer paso. - A ver… Se que nuestra relación no ha sido, precisamente, fácil… que digamos. Para ninguna de las dos.
  • Estoy de acuerdo - dijo Gemma. Ya la miraba directamente a los ojos. - Pero… es que… yo fuí demasiado lejos tía! Por un momento… pensé… pensé en… - a la ‘insurgente’ se le hizo un nudo en la garganta.
  • Lo sé… pero no lo hicistes verdad? Al final me salvaste. Me salvaste la vida… entiendes lo importante que es eso? - Noe la agarró de los hombros, sus ojos empezaron a lagrimar.
  • Da igual… no me lo puedo quitar de la cabeza. Desde ese día no he podido dormir bien ninguna noche, tengo pesadillas… me siento rota por dentro.
Gemma empezó a llorar desconsoladamente. No eran lágrimas de cocodrilo como muchos estaréis pensando. Eran reales, salían de lo más profundo de su alma. Como un buzo al que se le acaba el oxígeno y lucha contra el tiempo intentando alcanzar la superfície. Su amor tuvo que superar su rencor y no fué fácil. Este se había instaurado dentro suyo como un cáncer que la iba matando lentamente. Su amor tuvo que ser más fuerte que su odío, el cúal llevaba años fortificando las paredes de su corazón. El interior de Gemma era más complicado de entender que la física quantica para un analfabeto.

Le explicó que desde la muerte de Martin, se pasaba el día viendo fotos antiguas de ellas dos, las cuales hacía tiempo que no sacaba de dentro de la caja de recuerdos, llena de polvo. Fotos cuando eran dos mocosas, haciendo castillos de arena en la playa durante las vacaciones, cuando sus padres las llevaban a Roses a veranear. Fotos de las navidades, cuando las llevaban a ver la cabalgata de los reyes y las posteriores discusiones y rabietas que tenían porqué las dos querían sentarse sobre las piernas de Melchor. Las escursiones del cole en autocar. La primera vez que pisaron la nieve. En fin, todos aquellos maravillosos y preciosos recuerdos que ahora parecián tan y tan lejanos.

Su amiga la abrazó. De verdad. Un largo y fuerte abrazo. Y las dos empezaron a llorar.
  • No llores gilipoyas… - dijo Noe mientras le caían las lágrimas por las mejillas.
  • Pero si tú también… - otra vez aquel nudo en la garganta.
  • Si te sirve de consuelo… - Noe se separó y se limpió los ojos con la muñeca. - Yo también he pensado muchas veces en matarte… por zorra!
Las dos empezarón a reir, sin poder dejar de llorar.

  • Cuando se torció todo? Con lo felices que eramos de crías… ojalá nos hubieramos quedado ahí para siempre. Era todo tan… no sé…
  • Sencillo… - respondió Noe con ternura - Gemma… Yo no he sido la mejor amiga del mundo. Ni por asomo. Me he comportado como el culo contigo, demasiadas veces.
La ‘insurgente’ recordaba algunas de esas malas experiencias vividas con su amiga. Cuando de adolescentes le quitó al chico del que estaba colada, cuando tuvo que repetir curso porqué en ‘los finales’ la profesora la pilló copiando de su exámen. O cuando la dejó tirada de fiesta en mitad de la montaña, porqué se había encaprichado de un italiano y tuvo que volver a casa andando sola en mitad de la noche. Y despúes las más recientes y dolorosas. Robarle al amor de su vida, más cuando sabía perfectamente que estaba loca por Marc. Y por supuesto el divorcio con su ex, en el que ella tuvo mucho que ver. Demasiadas putadas que se clavaban en su alma como puñales envenenados. Empezó a dolerle el corazón, como si se encogiera. Estaba claro que aún tenía heridas sin cicratizar.
  • Crees que algún día podremos pasar página? - preguntó Gemma dejandole a su amiga el último ‘tiro’
  • No lo sé… el tiempo lo dirá, supongo. Tan solo sé que la vida es demasiado corta cómo para pasarla mosqueadas y estar jodiendonos comstantemente - Noe tiró la chusta del canuto por la ventana.
  • Lo siento! Te lo digo de corazón…
  • Yo tambíen lo siento…
Las dos chicas se volvieron a fundir en un tierno y largo abrazo. Como todo en la vida, el equilibrio se encontraba entre el bien y el mal. Uno no podía existir sin el otro, de ninguna de las maneras. No hay día sin noche, no hay vida sin muerte, no hay luz si no hay oscuridad.

Ellas habían compartido muchas experiencias juntas. Habían crecido una al lado de la otra. Se habían hecho adultas juntas. Y compartían infinidad de experiencias vividas. Unas maravillosas y otras horrorosas. Sus heridas seguían supurando y costaría mucho cerrarlas por completo. Si algún día lo conseguían. Pero se querían, se querían como si fueran hermanas. En ese baño hubo algo más que perdón. Hubo redención. Esperanza. Renacimiento.
  • Sabes que todo el mundo me avisó de que no me fiara de tí cuando me propusistes lo de la relación abierta? - dijo Noe casi riendo mientras abría la puerta del baño.
  • No me extraña tía! Se veía a leguas que te la estaba intentando meter. Es que me sorprendió hasta a mí que aceptaras… hay que ver lo espabilada que eres para unas cosas y lo ingenúa que eres para otras…
  • Jajajajaja… Zorra!
Las dos viejas amigas, esta vez sin comillas, volvieron a la fiesta mientras se empujaban y se removían el cabello, cómo cuando eran enanas. Se juntaron con sus amigos y empezaron a bailar juntas. No estaban dispuestas a desaprovechar ni un solo momento para disfrutar de la vida. No podéis llegar a imaginar lo que necesitaban tener esa conversación. Ni por asomo…

Fuera en la calle, una gran tormenta estalló de golpe. La típica tormenta de verano que llega de repente, sin avisar, brabucona y furiosa. Pero que en realidad despúes acaba siendo como un perro chiquitín, que ladra mucho pero jamás muerde. El chaparrón, aunque poco durarero, parecía que les mandaba una señal desde el cielo. Como si aquella agua purificase sus almas, llevandose lo malo y dejando que naciera de nuevo lo bueno. Pero como deciamos antes, debe existir un equilibrio.

Dentro de la montaña, a kilometros y kilometros de distancia del ‘Verecettis’ una falange de un dedo humano salió de debajo de la tierra.
Apuntando al cielo estrellado. Menos mal que los amigos enterraron a ese malnacido en lo más profundo y apartado del bosque.

Aunque… si no recuerdo mal, los seteros siempre salen a buscar hongos despúes de que llueva, verdad?

Continuará…
 
Sé que está un poco cojido por pinzas jajaja. Me dí cuenta ayer que no había explicado muy bien esa parte de la trama. Y justo en el capítulo que estoy terminando hoy, intento explicarlo mejor. Me ha echo grácia tu comentario por eso. Justo estaba escribiendo sobre el tema cuando lo he leído. Coincidencias de la vida. Os hago un pequeñito resumen: Marc piensa con la polla, como todos los chicos del relato. Si es verdad que son más que eso, más complejos me refiero, pero el cerebro de abajo es el que manda. Siempre. Además hay que recordar que él siente algo parecido al ‘amor’ por Gemma. Podríamos decir que un cariño muy, muy, muy profundo. Incluso tuvieron una aventura antes de que se formaran los ‘Custodes’. Lo de Noe es más complicado. Su relación con Gemma es más antigua que la rueda. Viene desde que eran unas crías. Y cuando has amado tanto a una persona, es difícil decirle un ‘No’ definitivo, por muy zorra que haya sido contigo. Además hay que recordar que Noe no es, precisamente, la Madre Teresa de Calcuta. Ella le ha jodido muchas veces la vida a su amiga, con su toma de decisiones y su cabeza loca.
Se que suena un tanto rocambolesco, pero os prometo que tiene sentido jajaja.
Nos leemos pronto! Saludos
Mi comentario se refería a Marc como "persona" dentro del relato, no era una crítica al personaje. Ya sabes lo que pienso, te lo dije y no es que lo mantenga, doblo lo que te dije en su momento. El relato está perfecto, lo que hablábamos eran comentarios como los de las abuelas cuando han visto la telenovela (no he podido encontrar otro símil...jejeje)
Estoy esperando el siguiente capítulo con muchas ganas, fíjate en lo que he tardado es escribir el capítulo que he subido hoy....y todo por tu saga...
 
En el fondo y aunque Gemma se portó mal, me alegro de que hayan hecho las paces.
Por otro lado, inquietante el final del capítulo.
Mira que si Martín no ha muerto, aunque parezca increíble?.
A los malos de las pelis como Freddy Krugger o Jason tenían que matarlos 7 veces, así que....
 
En el fondo y aunque Gemma se portó mal, me alegro de que hayan hecho las paces.
Por otro lado, inquietante el final del capítulo.
Mira que si Martín no ha muerto, aunque parezca increíble?.
A los malos de las pelis como Freddy Krugger o Jason tenían que matarlos 7 veces, así que....
Ufff, no sé qué pensar respecto a Gemma... sigo sin fiarme nada. No la considero una persona leal... a ver si Marc da un gope en la mesa y pone orden en esa relación de una vez. Y lo de Martín... espero que no esté vivo después de los tiros que se llevó, deberían haber sido más cuidadoses y haber comprobado si había fallecido... No sé, pero pienso que estará muerto... igual la policía empieza a buscar a los asesinos, o Alberto regresa para poder tomarse la venganza otra vez. Se abren muchísimas "posibles" ventanas. A ver con qué nos sorprende Ron_Artest
 
Buenaaas! Os dejo otro capítulo sin sexo… cada vez que digo esto me tapo la cabeza con las manos esperando recibir collejas, como el bueno de Guille jajajaja. El próximo viene calentito, lo prometo! Queda solo una semana de vacaciones para nuestros salvajes e indomables ‘Custodes’ y os prometo que van a aprovecharlo al máximo. Que sabía yo que de repente este relato de dos cachondos pajeros se iba a convertir en una novela negra llena de asesinatos, blues y locales nocturos donde se permite el juego ilegal. Es lo que tiene la improvisación, supongo. Muchas gracias a los que estaís siguiendo la historia, me gusta compartir mis ideas con vosotros y leer vuestras reflexiones o las hipótesis que os hacéis.
Bueno… no os molesto más. Aquí tenéis otro capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 34 - ‘404 Not Found’


Al despuntar el alba, cuando el bosque aún no había acabado de abrir los ojos por completo, Josep María tomaba un sendero cubierto de agujas de pino. Conocía aquellos caminos como la palma de su mano. Andaba sin prisas, observando. Con su cesta vacía y el corazón lleno de esperanza. No hay GPS que sirva, ni aplicación que guíe el olfato de un buen cazador de setas. Tan solo intuición y años de experiencia. Él decía que los rovellones cantan, si sabes escuchar.

Con su bastón apartaba hojas como quien destapa secretos y murmuraba: “aquí en sortirà un, ho sé per l’olor”
El bosque guardaba silencio oliendo a musgo y tierra húmeda.

Bajo un pino descubrió un ejemplar hermoso, orgulloso y rojo, como si hubiese salido solo para saludarle.
“I tu, què? Fas festa major aquí sota?”, le dijo, mientras lo cortaba con la ternura de un enamorado.

Josep María no recogía setas, ejecutaba paso por paso un ritual antiguo. Él decía que aquello era arte, que era fe, que cuando vuelves con la cesta llena, toda Cataluña sonreía un poco más. ¿Y si ese día no encontraba ni uno?, os preguntaríes. “Doncs ha estat un bon passeig i millor excusa per tornar” os diría él.

Que podía imaginar aquel amable y risueño hombre lo que estaba a punto de encontrar, en mitad de la nada.
  • Me alegro por tí cariño. De verdad. Sé lo importante que es Gemma en tu vida. Y me alegro que hayaís arreglado lo vuestro.
  • Bueno… queda mucho por hacer aún. Pero es un primer paso… poquito a poco y buena letra.
  • De mica en mica s’omple la pica! - sonrió Marc de rodillas mientras ponía la ropa súcia dentro de la lavadora.
‘Brrrrr-brrrr’
‘Clinck…. Clinck…’
‘Brrrrrr’
‘Tiroriro Tiroriro Tirori ro riii’

Los cuatro telefonos que habían en la casa empezarón a sonar al mismo tiempo. Llamadas, wasaps, más llamadas, más wasaps. Que carajos estaba pasando? A qué venia tanta urgencia?

Quien dió la voz de alarma fué otra vez Miare. Se estaba ganando a pulso el puesto de vigía en aquel navío dónde nuestros amigos surcaban aguas cada vez más turbulentas.
  • Dime rubia… que pasa? - preguntó Marc preocupado.
  • ¡Capitán! A sotavento, por la línea del horizonte… - dijo la vigía desde la cofa, con voz grave y clara. - Se alza una tempestad como jamás había visto en todos mis días en alta mar. Nubes de azufre y ráfagas de furia nos cierran el paso.
  • ¿Está en marcha hacia nosotros? - contestó el capitán alzando la mirada, con voz solemne
  • Así parece, señor. Se cierne como un leviatán dormido que ahora despierta. El mar comienza a revolverse como si le doliera el alma.
El capitán con paso firme hacia el timonel le ordenó:
  • ¡Vire treinta grados a babor! ¡Pónganos en rumbo suroeste y saque el mejor temple de este casco! No seremos tragados sin presentar batalla.
  • ¡Treinta grados a babor, señor! ¡Rumbo firme! - respondió el timonel tensando la rueda.
El viejo lobo de mar se dirigió esta vez al contramaestre, con tono marcial.
  • Haga arriar las velas hasta el segundo palo. Refuerce el trinquete y doble amarras. Que ningún cabo quede suelto ni ningún hombre sin tarea. Toque la campana tres veces, que el viento lo escuche.
  • Así se hará, mi capitán - contestó el contramaestre haciendo una reverencia.
  • ¡Relámpagos a la vista, señor! - volvió a gritar el vigía, más alto, con creciente urgencia - ¡El cielo escupe fuego y las olas rugen con hambre! ¡Nos adentramos de lleno en el vientre de una bestia!
El Capitán se detubo un instante en silencio, mirando el horizonte.
  • Que así sea... Si el océano quiere probar nuestra alma, que la encuentre templada en acero. Este navío no se quiebra, ni sus hombres se doblan. Hoy no seremos presas de la tormenta… Hoy seremos parte de su leyenda.
Guileeeee! Pero que demonios haces?
  • Yoooo? Nadaaa… - me mintió Guille como un bellaco.
Me voy un momento al baño y te apoderas de mi relato? Cúando te he dado yo tal confianza? A ver…
  • Lo siento narrador… me vine un pelín arriba.
Que sea la última vez! Me oyes? O te mando a la tumba junto a Martin…
  • Hombreeee! Tampoco hace falta ponerse así. Estaba aburrido, ví que no había nadie el mando y me puse a hablar un rato. Solo eso…
Muy bien tú lo has querido. De repente Guille, desarrolló una meningoencefalitis bacteriana. Una inflamación del cerebro y las meninges. Este cuadro le causó un daño rápido en áreas del cerebro encargadas del lenguaje, como el área de Broca o Wernicke, provocandole incapacidad para hablar.
  • Valeeeee! Valeeee… tú ganas narrador - susurró el impertinente jóven con los primeros síntomas de afasia.
Que no vuelva a suceder! Además podrías haber usado un barco pirata que casa más con el tono y el temple del relato y no esta mierda de Galeón británico de las Indias Orientales. En fin… estos jóvenes de hoy en día… Dios mío que cruuuuz!
  • Dime rubia, que sucede? - preguntó Marc preocupado. Estaban en una videollamada y poco a poco se iban uniendo los demás.
  • Estáis viendo la tele? - se la notaba alterada, muy alterada.
  • No… - contestó Marc.
  • Pon el 3/24 rápido!
  • Pero que sucede? Me estás asustando.
  • Tú ponlo!
Sin colgar el teléfono, Marc entró en el salón corriendo, Noe ya había encendido el televisor y buscaba el canal de noticias. Podía escuchar de fondo a la rubia indicando a todos los que se iban uniendo a la llamada que hicieran lo mismo.
  • Notícia de darrera hora - decía la voz en catalán de una mujer mientras salían imagenes de la policia autonómica. - Els Mossos d’Esquadra investiguen la troballa d’un cadàver enterrat en un indret apartat entre Martorell i la Costa del Garraf, a prop de la urbanització de Can Sunyer.
  • No jodas! - dijo Noe con los ojos muy abiertos mientras miraba el televisor.
  • El cos ha estat descobert aquest matí per un veí de Sant Llorenç d’Hortons, Josep Maria Rovira, mentre buscava bolets. Segons sembla, la intensa pluja del dia anterior hauria deixat al descobert una falange que sobresortia del terreny.
  • Pero… no puede ser. Si tampoco llovió tanti, además lo enterramos muy hondo. - Marc no podía creer lo que escuchaba. Su corazón bombeaba sangre a marchas forzadas, sus piernas temblavan como un flan.
  • Les autoritats treballen per identificar la víctima i esbrinar les circumstàncies de la seva mort. Es demana la col·laboració ciutadana per aportar qualsevol informació que pugui ser rellevant.
  • Qué coño está pasando? - dijo Mónica paralizada desde el fondo del pasillo. Sujetaba su movil en una mano y miraba a su hermana asustada, desde la puerta abierta de su habitación. A su lado Andrés, que acababa de escucharlo todo, volvió a entrar dentro, sin decir absolutamente nada.
Despúes de dar la noticia, pusieron un trozo de la corta entrevista que el medio de comunicación autonómico había echo a Josep María, el payés junilado que había encontrado el cádaver.
  • Pero qué dise’ rubia? No entiendo ná’ - la voz de Masi sonó distante a través del teléfono de Marc. Nuestra amiga andaluza no dominaba el catalán, aunque lo entendía. Pero ese hombre canoso tenía un acento demasiado cerrado.
Miare empezó a traducirle. Por lo visto la fuerte aunque corta tormenta de ayer por la noche, había revuelto la tierra de la tumba de Martin, lo suficiente para provocar que saliera a la superfície y fuera así visible la falange superior de su dedo íncide. El viejo que andaba recogiendo hongos se lo había encontrado esta mañana muy temprano. Según decía él, cuando lo vió de lejos lo confundió con un hongo.
  • Qué es ‘disdediable’? - preguntó Masi extrañada.
  • ‘Dits del diable’, significa Dedos del diablo… por lo que dice el viejo confundió el dedo de Marin con este tipo de hongo.
Cuando el payés se acercó para observarlo de cerca se dió cuenta inmediatamente de que aquello no era ningún hongo. Asustado y lleno de terror llamó rápidamente a la policia.
  • Ya me puedo imaginá’ el resto… - dijo Masi muy preocupada.
Noe daba vueltas al salón, fumando compulsivamente y echando humo como si fuera un tren a vapor. Pensaba en todo lo que había sucedido aquella trájica noche de miércoles. Era muy importante recordar todos los detalles, todos y cada uno de ellos. Habían dejado alguna prueba en la escena del crimen? Huellas dactilares quizás? Marcas de pneumáticos? Pisadas? Algún resto de Adn? Su cabeza echaba más humo que sus repetitivas caladas.
  • Quieres hacer el favor de parar! - dijo Mónica muy estresada. - Y tú! Di algo! - le gritó a Marc que seguía paralizado en mitad de la habitación, como si fuera una planta esperando pacientemente que alguien lo regase.
  • A ver… vamos a pensar! - dijo Noe de repente. Sin dejar de andar de un lado al otro. Si seguía así acabaría haciendo un surco en el suelo. - Lo primero que tenemos que hacer es encargarnos de los amigos de Martin, fueron los últimos que nos vieron con él y eso nos puede delatar…
  • Pero tú te estás escuchando? - gritó Mónica fuera de sus casillas acercandose a la pareja de asesinos - Es que ahora somos de la mafia Napolitana o qué?
  • Relajate Mónica! - dijo por fin Marc.
  • Que me relaje? Es que no estás oyendo lo que dicen? Nos han piyaaaadooooo!
  • Eso no es verdad… - la voz de Marc parecía serena, pero por dentro era un mar de nervios - Han dicho que no saben de quien es el cuerpo ni las causas de la muerte… con lo que de momento no saben nada.
  • Eh! Se puede saber dónde vas? - Gritó Noe cuando Andrés pasó por delante de ellos dispuesto a salir a la calle. Su hermana salió corriendo detrás de él para frenarlo.
Andrés intentaba deshacerse de ella con cariño y suavidad. Incapaz de mirarla a la cara. Su hermano podía haber sido muchas cosas en vida. Un cabrón machista, un cerdo misógeno, un egoísta de mierda. No lo negaba. Además él lo llevaba sufriendo muchos más años que los ‘Custodes’.
Daba igual. Aunque Martin hubiera sido el mayor genocida de la historia de la humanida seguiría siendo su hermano.
  • Sueltame Mónica… te lo pido por favor! - Andrés no quería hacerle daño. Pero no lo soltaba. Así que la acabó empujando y ella cayó de culo sobre el suelo. - Lo siento… - se disculpó casi susurrando y se encaminó de nuevo hacía la puerta.
Mientras Noe la ayudaba a levantarse de nuevo. Viejos y malos recuerdos volvieron a pasar por su mente. Por un momento vió la cara de Martin en el cuerpo de Andrés y se le puso mal cuerpo.
  • Espera! - Marc se puso rapidamente entre el chaval y la salida. - Al menos dinos dónde vas…
  • A dónde voy? Tú que crees… - dijo Andrés, más triste que desafiante. - Quiero estar con mis padres, cuando se enteren..
  • Escucha… se que no es fácil para tí! - Marc recordaba la despedida del jóven frente a la tumba de su hermano. No dijo nada, tan solo se quedó un largo rato ahí, de pié sobre la tierra seca, con los puños cerrados y llorando en silencio. - Puedes entender que estemos preocupados, no?
  • Tranquilo! No voy a decir nada… no soy ningún chivato si es eso lo que te preocupa…
  • No es eso colega, es que…
  • Además lo último que quiero es acabar metido en un hoyo donde nadie pueda encontrarme, como hicistéis con mi hermano!
El ‘Irlandés’ se quedó mudo. No supo que contestar ante esa gran verdad. Gancho de derecha, su defensa baja, impacto contra la mandíbula y besar lona. Es lo que tocaba. Lo dejó pasar por su lado, encajando ese duro golpe. En eso se había convertido? En un despiadado asesino?
El jóven chabal dió un portazo al salir sin saber si algún día volvería a verlos de nuevo. Marc se quedó mirando como Noe acariciaba el pelo y secaba las lágrimas de su hermana.

En su mano derecha, sujetaba aún el movil, donde once voces hablaban al mismo tiempo, nerviosas y atropeyandose entre si. Pensó por un momento que aquel caos del que siempre hablaba y había sido siempre partidario, a veces podía ser jodidamente difícil de aceptar y sobrellevar.

Alguien tenía que hacer algo. Necesitaban ser racionales, poner las cosas en claro.
Alquien tenía que decir algo. Era preciso ser ordenados y metódicos. Pero quien?
  • Escuchad… - dijo Jordi de repente. Nadie le hizo caso, el corral de gallinas era imparable. - Escuchaaaad!
El repentino grito del ‘bilingue’ acabó silenciando las voces de sus amigos. Excepto la de Cisco, que no podía silenciarse más.
  • Tengo una idea! - dijo Jordi que seguía debatiendo internamente si podía o no funcionar. - Pero no tengo ni idea de cómo lo vamos a hacer.
En ese momento, me hubiera gustado decirle que no se preocupase, que de eso me encargaba yo. Pero me lo pensé mejor. Ya me estaba dando demasiados problemas que Guille rompiera la cuarta pared, cómo para dejar que los demás también lo hicieran. Por cierto, hablando de…
  • Guille? - preguntó Laia entrando en su habitación. - Se puede saber que haces?
  • Me voy… - dijo él muy nervioso mientras se preparaba rápidamente una improvisada mochila de equipaje.
  • Dónde? - Laia se acercó a él intentando descifrar lo que pasaba por su mente.
  • A comísaria… - el friki cerró la maleta y se la tiró sobre el hombro. - Voy a acabar ahora mismo con esta maldita locura…
  • Qué pasa? - Gemma asomó la cabeza mientras seguía atenta al televisor. Tenía el telefono en su mano donde todos hablaban al mismo tiempo.
  • Que dice que se va a entregar a la policía… - dijo Laia señalando a Guillermo que buscaba algo que se había olvidado en un cajón de la mesita de noche al lado de la cama.
  • Ni se te ocurra Guillermo. - gritó Gemma entrando dentro de la habitación e intentando quitarle la mochila y la idea de la cabeza.
  • Deja… que dejeees! - gritó enfurecido, consiguiendo que ella soltara su equipaje - No voy a dejar que mis actos os afecten más. Esto ha ido demasiado lejos. Me voy a entregar.
  • Ni lo sueñes! - le dijo Gemma - Para Guillermo… espera… Guilleeee! Hazme caso te lo pido porfavor… - gritó Gemma apretandole con las dos palmas de las manos ambas rechonchas mejillas.
  • Gemma… - Guille empezó a gimotear - Es que no lo entiendes? Yo le dí el piedrazo por eso vino a por nosotros... Por mi culpa Cisco está en silla de ruedas… y… yo fuí quien… quien… lo mató. Asúmelo! Si me entrego y confieso, os pondré a todos a salvo…
Gemma lo abrazó mientras aguantaba las lágrimas. Y Laia por su espalda los rodeó a ambos. No dejarían que el pagara los platos rotos. Si el destino había decidido que debían caer, lo harían juntos.
  • A qué te refieres con ‘robar’? - preguntó Noe que no acaba de entender muy bien la reciente idea que había tenido Jordi.
  • Mi vida… creo que lo que quiere decir es que ‘si no hay cuerpo, no ha delito’, verdad colega?
  • Exacto! - exclamó Jordi - Escuchad… Quedamos en el ‘Vercettis’ en… - miró la hora de su reloj - media hora. No os retraséis, tenemos poco tiempo y mucho por hacer.
Poco tiempo, era ser demasiado optimista. Mejor diremos que hacía tiempo que llegaban tarde. El gran problema era que ha estas alturas, el juez ya habría aturizado el levantamiento del cadáver. Justo en esos momentos, estarían trasladando el cuerpo sin vida del cuñado al IMLCFC, el Instituto de Medicina Legal i Ciencias Forenses de Catalunya. Por lo tanto la autopsia se realizaría en un plazo de 24 a 48 horas. Y aunque todos sabían que los planes hechos bajo presión y con prisas no acostumbraban a salir bien, no les quedaba otra. Había que darse prisa. Sí o sí.

Aunque últimamente todo les salía mal, como si las ‘nornas del destino’ quisieran hacerlos sufrir, entretejiendo sus destinos y jugando con sus vidas. Parecia que por un momento, la Diosa Fortuna, decidió arbitrariamente sonreirles.

Los agentes que buscaban pistas de la identidad del muerto en la escena del crimen no habían encontrado nada. Ni DNI, ni pasaporte, ni carnet de conducir, ni tarjetas de crédito, ni móvil. No tenían nada, ni testimonios de vecinos, ni testigos. Consultaron en su base de datos y tampoco había denuncias de personas desaparecidas. Aquel muerto era un fantasma, jurídicamente hablando, claro está. Lo último que queremos es que Martin vuelva del inframundo convertido en un alma herrante, diabólica y vengativa. Porfavor no… que en este universo no existen los Cazafantasmas.

Jordi debía ejecutar un plan y para ello necesitaba un equipo. Miró a sus amigos uno por uno, todos sentados alrrededor de la mesa de poker, en el sótano del club. Aunque cualquier otro hubiera suspirado y pedido que le trajeran a los aútenticos profesionales, él no lo hizo. Lo supo al momento, como un presentimiento, ante sus ojos tenía al mejor equipo que jamás pudiera haber imaginado.

Primero de todo, necesitaba un Hacker. Era extremadamente importante que fuera bueno, incluso el mejor. Sin él no había plan. Todos miraron automáticamente a Cisco.
  • Puedes manipular las cámaras de seguridad? - preguntó Jordi - Perfecto! Necesito que apagues las cámaras o que metas un bucle en la grabación. Tú decides, lo dejo en tus manos.
  • Dice que el bucle - transcribió Fran - es menos sospechoso. Apagar las cámaras llamaría demasiado la atención de los guardias.
Jordi estubo de acuerdo. Tenía todo el sentido del mundo. Cisco era sin duda la mejor opción, aunque necesitara a su hermano a su lado en todo momento para comunicarse. Supongo que hasta los mejores necesitan ayuda alguna vez.

Ahora necesitaba una distracción. Alguien capaz de atraer al personal de seguridad fuera de sus puestos justo en el momento preciso. Quien podía ser?
  • Lo haré yo! - dijo Laia sonriendo. - Si la idea es distraer estas dos tienen experiencia.
Todos rieron a carcajadas, mientas la amazona se sujetaba las enormes tetas con ambas manos y las movía alegremente. Jordi asintió, ya tenía al Señuelo.
  • Necesitamos a alguien que se infiltre dentro. Alguien que no llame la atención y sepa pasar desapercibido. Y que pueda memorizar horarios, distribución del edificio, cámaras frigoríficas, rutas de evacuación…
  • Si lo que dices es que necesitas a alguien que no olvide jamás… yo soy la indicada. - rió Gemma ironicamente
Noe que estaba bebiendo en ese momento, no pudo evitar escupir el café por encima del tapete. Hasta le salió por los dos orificios de la nariz.
  • Lo siento, perdón… perdón - decía mientras reía a carcajadas y limpiaba el destrozo.
Jordi ya tenía a su Infiltrada. Era irónico como ese nombre le iba como anillo al dedo. Sobretodo despúes de los recientes sucesos ocurridos.
  • Necesitarás un técnico! - dijo Guille que había abandonado completamente la idea de entregarse. Cómo lo iba a hacer? Prefería mil veces unirse a los ‘Siete de Ocean’s’
  • Buena idea colega! Quien de vosotros es bueno en eso? - preguntó mirando al resto de amigos.
  • Yo! - interrumpió Guille - llevo montanto maquetas desde que tengo uso de razón. Se me dan bien las herramientas.
  • Te ves capaz de abrir cerraduras, hermano? - preguntó Marc desconfiado.
  • Cerraduras dices? De qué? Puertas, coches, cajas fuertes… Da igual hermano! Está chupado… - contestó el friki enseñandole y moviendo sus dedos morcillones. No podía contar, ni con esos gruesos dedos, las inumerables veces que había tenido que forzar cerraduras. Sobretodo en su etapa de instituto, cuando los matones del cole lo encerraban cada dos por tres dentro de su taquilla.
Jordi se frotaba las manos. Todo estaba saliendo rodado. Por último necesitaba un conductor. Alguien que fuera hábil y rápido al volante por si surgían problemas.
  • Nadie de esta mesa conduce mejor que yo! - dijo Noe totalmente convencida.
  • Pero Sister… si no tienes ni carnet! - rió su hermana.
  • Entonces no… lo siento Noe, necesito alguien que sepa conducir.
  • No lo has entendido colega! - rió Marc - explicaselo mi vida… explicale porqué no tienes carnet.
  • Me lo retiraron de por vida…
  • Cómo? - preguntó Jordi sorprendido.
  • Por correr en carreras ilegales.
Nadie de los presentes, aparte de Marc, Gemma y Mónica conocían esa historia. Todos querían saber más acerca de la etapa ‘To Fast To Furious’ de Noe, así que ella les explicó con todo lujos de detalles como se salvó por los pelos de acabar en prisión. Fué unos cinco años atrás, cuando ella descubrió que era adicta a la adrenalina. Una etapa que su novio la recordaba con sabor agridulce. Pues sí, ella era muy feliz poniendo su vida en riesgo cada dos por tres, pero él lo pasaba fatal cada vez que se le ocurría una nueva idea, cada cúal más peligrosa que la anterior.
  • Resumiendo… después de tres horas de persecución paré y no me quedó otra que entregarme.
  • En serio corrias en carreras ilegales? - preguntó Marta llena de asombro que desconocía por completo esa faceta de su amiga.
  • Bueno, no es que corriera. Simplemente me enteraba dónde había una, me presentaba por sorpresa, me colaba y los dejaba atrás.
  • Y porqué paraste? - preguntó Lisa.
  • Por Marc… se preocupaba demasiado y además…
  • No, no… me refiero al coche? Por qué no seguistes huyendo?
  • Me quedé sin gasolina… aunque eso me libró de acabar entre rejas. - nadie entendía lo que decía - me refiero que al entregarme me rebajaron la condena y solo tuve que pasar unas semanas en el calabozo.
No había lugar a dudas. Jordi tenía a su Conductor. Un pelín temerario para su gusto, eso sí, pero si solamente una cuarta parte de lo que contó era cierto, estaba claro que el puesto era suyo.
  • Bien… - dijo el Cerebro de la operación - Parece que tenemos equipo. Vamos a ver… - Jordi se levantó de la mesa y empezó a andar sobre sus pasos mientras hablaba - Calculo que tendremos un tiempo máximo… de 12 a 15 minutos dentro del edificio. Lo ideal es hacerlo durante el cambio de turno o a primera hora de la mañana. Los códigos de acceso los podemos conseguir a través de Laia ‘el señuelo’. La salida del cadáver podemos realizarla en una camilla o en una bolsa mortuoria, quizás usando una ruta secundaria… un montacargas o una puerta de carga trasera. Necesito que te pongas ya con eso Cisco.
El silencioso gemelo hizo el signo del ‘ok’ y se puso manos a la obra. Necesitaba los planos del edificio e información de cómo funcionaba por dentro. Es decir: turnos, personal, horarios, seguridad… Era mucho trabajo, así que Guille le hechó una mano.
  • Un momento! - exclamó este último, volviendo a interrumpir al Cerebro. - Nos hemos dejado lo más importante…
  • El qué? - preguntó Jordi mostrandose escéptico. Era imposible que se hubiera dejado algun cabo sin atar.
  • Los alias! - contestó Dobby sonriendo de oreja a oreja.
  • Cierto! - le apoyó Marc - necesitais nombres en clave.
El equipo lo encontró divertido y empezaron a pensar un nombre molón y que infundiers respeto. Poco a poco empezaron a expresar en voz alta sus ocurrencias. Aunque no eran malos del todo, Guille no aceptó ninguno. Pensó que eran todos unos neófitos en el tema. Así que decidió encargarse él mismo.

Laia sería ‘Cat’ por Catwoman. El señuelo.
Sensual, astuta y con un magnetismo felino. Ideal para robar la atención y escapar sin dejar rastro.

Cisco sería ‘Oracle’ por Barbara Gordon. El Hacker.
Experto en control remoto de sistemas. En silla de ruedas. Inteligente, sarcástico, meticuloso.

Gemma sería ‘Bones’ en referencia a la famosa serie de forenses. La Infiltrada.
Sabe moverse en cualquier ambiente con naturalidad. Profesional, fría, con humor negro.

Noe sería ‘Furiosa’ por la protagonista de la última película de Mad Max. La Conductora.
Temeraria, precisa y dura. Sin coche propio, con papeles falsos y actitud de “yo paso por donde quiero”

Jordi sería ‘Morfeo’ por el personaje de Matrix. El Cerebro.
Visionario y líder espiritual del grupo. Tiene absoluta confianza en el equipo, planifica y ejecuta con serenidad y convicción.

Y por último él sería ‘Locke’ por John Locke de la serie Perdidos. Técnico de acceso.
Abre lo que otros no pueden. Friki de las herramientas. Cree que cada cerradura es un puzzle.

Todo estaba listo para empezar. Todos sabían lo que debían hacer. Cero dudas, cero fallos. La operación ‘404 not found’ iba a ser un éxito total. Tenían todo lo que necesitaban, ingénio y habilidad. Además los gemelos contaban con infinidad de gadgets tecnologicos, de su antiguo negocio y multitud de disfrazes dónde poder escoger, de su gran pasión, el rol.
  • Preparados chicos? - preguntó Jordi poniendo su palma extendida justo en el centro sobre la mesa. Todos se levantaron y las fueron poniendo una en una encima. - Recordad… Somos los buenos... solo que del lado equivocado de la ley... Tres minutos dentro. Una vida entera recordándolo. A la de tres ‘Custodes’ 3, 2, 1…
“Custodeeeees’ gritaron todos al mismo tiempo levantado la mano. Y sin decirse nada empezaron a trabajar sin descanso.

El sol apenas asomaba sobre Barcelona cuando Morfeo se instaló en el pequeño cuarto de vigilancia del ‘Vercettis’, con la tablet encendida y un café frío en la mano. La pantalla mostraba un mapa térmico del IMLCFC. Junto a él, el resto de ‘Custodes’ le hacían compañia, nerviosos y espectantes.
  • El cuerpo está en la cámara 12, nivel -1. Marcado como ‘pendiente de autopsia’. Tiempo estimado para iniciar… 30 minutos. Recordad, tranquilos y sin errores - su voz era monótona, obsesiva, pero todos lo escuchaban.
A las 6:30, Furiosa aparcó una ambulancia funeraria en la rampa de carga trasera. Robada y puenteada, tan solo pocas horas atrás, por Locke que demostró que no mentía cuando dijo que aquello se le daba de maravilla. La matrícula, papeles y uniforme eran tan oficiales que el guardia apenas levantó la mirada. Pasó la barrera y se bajó del vehículo con paso firme y una mirada de “aquí mando yo”

Mientras tanto, en el interior, Bones caminaba con su bata blanca y una carpeta bajo el brazo, mezclándose entre el personal que ya empezaba a llegar. A su lado, Locke vestía un mono azul y cargaba un maletín lleno de herramientas.
  • Esto va a ser pan comido… - dijo Bones en voz baja soltando una sonrisa torcida.
  • Recuerda, sin prisas y sin dejar rastro - comentó el técnico con una mirada muy seria.
En una cafetería cercana, oculto tras unas gafas de cristales ahumados, Oracle conectó su ordenador a la red del Instituto de Medicina Legal. Sus dedos volaban sobre el teclado mientras desplegaba un bucle en las cámaras del sótano.
  • Os damos quince minutos de invisibilidad. Suerte amigos - dijo Fran, sentado a su lado, por el pinganillo.
Por la entrada principal, con tacones que resonaban como disparos en un pasillo vacío, apareció Cat. Vestida con un traje que le quedaba como un guante, una identificación falsa de funcionaria judicial colgada adrede en la chaqueta justo al lado de sus enormes pechos. Entró como un huracán, su voz quebrada y fingida provocaron que la recepción se paralizara.
  • Necesito saber inmediatamente dónde está el señor Hidalgo! - gritó apoyando sus enormes pechos sobre la recepción.
  • Disculpe… A quien se refiere? - dijo el guardia de seguridad extrañado y aún quitandose el sueño de encima
  • ¿Cómo es posible que no sepa usted quien es? ¡Esto es una falta de profesionalidad inaceptable! - gritaba, tirando papeles al suelo y lanzando miradas asesinas a un tenso vigilante que intentaba mantener la calma y levantar la mirada hacía los ojos de la funcionaria.
  • Lo siento señorita… pero es que…
  • Nada de peros… Haga el favor de ir a buscarlo inmediatamente si no quiere que hable con su superior. Vamos! Qué diablos está esperando!
El guardia de seguridad se levantó y empezó a andar hacía la puerta que había justo detrás suyo. Miraba confundido a la enfadada y atractiva mujer, que seguía haciendole gestos para que se diera más prisa. Abrió la puerta, pasó por ella y desapareció sin saber aún a quien tenia que ir a buscar.

Justo en el momento en que se cerró la puerta Laia miró a ambos lados, y rápidamente se asomó por encima del mostrador. Cogió dos tarjetas de acceso y se las puso a la espalda, sujetandolas disimuladamente con dos dedos.

Bones y Locke pasaron por su lado en ese preciso instante. Iban coordinados y sincronizados como si estubieran bailando ante miles de personas y fueran el Real Ballet Ruso de St. Pettersburgo. Agarraron las dos tarjetas y siguieron andando como si no hubiera pasado nada.
  • Perfecto Bones… Ahora todo recto y el tercer pasillo a la derecha… - le recordaba Morfeo desde la guarida, pendiente absolutamente de todo.
  • Cojo el ascensor. Después dos puertas a la izquierda, y una a la derecha. Puerta de acceso, doblo pasillo y puerta de enfrente… tranquilo jefe! Lo tengo controlado - sonrió la infiltrada hablando por su audifono camuflado bajo su pelo.
  • Esa es mi hermana! - celebró disimuladamente Laia mientras abandonana el edifico.
Una vez bajo tierra, en la cámara frigorífica, Bones y Locke llegaron a la celda número 12. Ella se agachó y verificó que no se habían equivocado.
  • Aquí estás, cabronazo… - murmuró con una mueca de desprecio.
Locke abrió la puerta con delicadeza, utilizando una ganzúa improvisada. La luz fría iluminó el cadáver y ambos se pusieron manos a la obra con precisión quirúrgica. Con cuidado, colocaron el cuerpo dentro de una bolsa médica sellada y negra, sin etiquetas ni rastro que delatara su identidad.
  • Recuerda las huellas… - comentó Locke, mientras Bones limpiaba el frío metal y comprobaba que no quedase nada.
Ya en la rampa, Furiosa esperaba con la furgoneta lista, cuando la puerta trasera se abrió con un ruido sordo.
Bones la saludó con un leve gesto de caebeza y con la ayuda de su amiga colocaron la bolsa dentro del coche mientras Locke cerraba con cuidado la puerta de la cámara.
  • Todo listo! Nos piramos. - Furiosa cerró la puerta trasera, esperó a que sus dos compañeros subieran, encendió el motor y pisó el acelerador con determinación.
Ya en la calle, Oracle ejecutó las últimas órdenes. Llevaba el portatil sobre las insensibles piernas, mientras su hermano empujaba la silla de ruedas.
  • Borrando los registros de entrada… Listo… A partir de ahora, este cuerpo nunca ha existido - susurró orgulloso de su buen trabajo.
El pinganillo de Morfeo chisporroteó y su voz sonó clara y fría ‘Operación completada. Sin balas, sin sangre y sin pruebas. Buen trabajo equipo, os esperamos en casa’

Mientras Cat, se subía en el coche de Marc que la esperaba con el motor encendido a dos manzanas del edificio, Furiosa condujo por las calles vacías con la radio puesta a todo volumen. Locke miró la bolsa negra con el cuerpo sin vida de Martin y con una sonrisa amarga pensó que hasta muerto daba mala espina, el muy cabrón.

A unos kilometros de distancia, dentro del ‘Vercettis’ la espuma se desborbaba de las botellas de cava recién abiertas. Los corchos calleron sobre el suelo mientras las copas se llenaban de ese líquido burbujeante de tonos dorados. Los amigos celebraban, se lo habían ganado. El gran golpe que acababan de dar había sido triunfal. Miare puso música y empezó la fiesta. La ciudad aún se quitaba las legañas y ellos aún no se habían acostado. Daba igual, era momento de festejar.
  • Cariño… - Marta estaba preocupada y su novio lo notó al momento.
  • Que pasa mi vida? - dijo Morfeo soriendo y brindando al mismo tiempo con Masi.
  • Y el cadaver? Que haremos con él?
  • No te preocupes… ya pensaremos algo. Ahora… - dijo él dejando la copa sobre la barra y agarrandola de la cintura - es momento de mover las caderas…
Unos bailaban mientras otros terminaban el trabajo. Noe paró el coche en una calle poco transitada, apagó el motor y dejó las llaves puestas. Su novio aparcó justo al lado, salió del coche y abrió la puerta trasera. Mientras Gemma y Guille pasaban el cuerpo de Martin de un maletero al otro, Laia ayudó a limpiar las huellas del coche funebre. Una vez estubo todo listo, los cinco se subieron al vehículo de Marc y se dieron prisa en volver junto a sus amigos.
  • Qué pasa Furiosa? Te veo preocupada! - preguntó Locke desde el asiento de atrás.
  • Guille… ya puedes dejar los mombres clave. Y no me pasa nada… solo pensaba… - contestó con su cabeza en otra parte.
  • Aún no hemos terminado… - dijo Marc al volante. La conocía tan bien que podía llegar a saber lo que pensaba con tan solo mirarla unos breves segundos. - Es eso verdad?
Noe asintió mientras miraba por la ventanilla del coche en movimiento y el aire le daba en la cara. Ya no solo era que iban a hacer con el cuerpo de Martin. Aún quedaban demasiados cabos sin atar. Andrés era uno de ellos sin duda, la foma en que se largó esa mañana de su casa y esas últimas palabras, no auguraban nada bueno. Por otro lado Diego ‘Dos Balas’ seguía vivo, lisiado pero respirando. Quien les podía asegurar que no volvería sediento de venganza? Y los secuazes encapuchados de Martin? Ellos tambíen seguían siendo un problema a tener en cuenta. Eran demasiados frentes abiertos como para relajarse. No era el momento de bailar y celebrar.
  • Saldremos de esta! - sonrió Marc apurando la última calada del cigarro. - Si algo hemos demostrado es que no nos podrán parar…
Apoyando el filtro aún encendido entre sus dedos índice y anular, lo lanzó lejos a través de la ventanilla bajada. Noe vió como esa colilla daba vueltas sobre sí, como si volase a cámara lenta y se puso pálida de repente.
  • Mierda… - exclamó llena de terror.
Llevaba ya un tiempo pensando en dejarlo. ‘Fumas demasiado, te acabará matando como a tu abuelo’ le decía siempre su madre cuando se encendía uno. No es que al bueno de su ‘yayo’ lo hubiera vencido un cancer. Sinó que lo atropelló un tranvía cuando iba a comprar al estanco. En el fondo era lo mismo, el tabaco lo acabó matando. Y al parecer, ella iba por el mismo camino. El tabaco le estaba a punto de joder la vida. Cosas de la herencia genética, supongo.

Continuará…
 
Que me lo quitan de las manooooooos!

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 35 - Fumar mata


“mierda, mierda, mierda…”
Noe andaba de banda a banda del ‘Vercettis’. Furiosa y nerviosa.
“noooo, joder!” “Paaaam”
Le dió una fuerte patada a una silla que golpeó contra la mesa, haciendo que el cenicero que reposaba encima cayera al suelo rompiendose en mil pedazos.
“Aaaaaaah! Me cago en…”
Se tiraba del pelo y se cagaba en la santa iglesia. En todos los apóstoles y en el santísimo padre celestial.

Los amigos la miraban con caras de no entender nada, se limitaban a sujetar sus copas llenas de cava que empezaban a calentarse, mientras ella se desfogaba desfrozando el local al ritmo de ‘Hey Pachuco!’ de Royal Crown Revue.
  • Se puede saber que bicho le ha picado ahora? - preguntó Marta a Marc sin poder quitar la vista de aquel espéctaculo.
  • Yo que sé… lleva así desde que hemos hecho el cambio de coche…
Despúes de un par de sillas rotas, un cenicero destrozado, varias mesas tumbadas y el infierno asegurado por tanta blasfemia. Noe paró en seco. Estaba sudada, despeinada y su cuerpo se movía al ritmo de su respiración accelerada.
  • Tenemos un puto problema… - dijo entre bocanadas profundas y expiraciones largas.
Nadie comprendía que le pasaba. Además tenían varios problemas, no solo uno. Para empezar el olor que salía del maletero del coche de Marc estaba empezando a atraer las primeras alimañas.
  • Noe… - dijo Gemma poniendo algo de orden en el destrozo que había provocado su amiga - quizás si nos explicases lo que te pasa en vez de romperlo todo como una punky hasta el culo de ‘speed’… no sé! Es tan solo una idea… no te lo tomes a mal…
  • La tumba… - ‘Furiosa’ seguía intentando recuperar el aliento - Las colillas… las tiramos… dentro…
Gemma se giró hacía Marc y le preguntó si sabía de que estaba hablando su novia. Estaba claro que sí, pues su cara era una recreación exacta del ‘Grito’ de Munch. Cuando hubo superado el ‘xoc’ inicial intentó explicar a los demás lo que sucedía.
  • Pero es que soys idiotas o que os pasa? - gritó Jordi muy cabreado cuando su amigo acabó de hablar.
  • Joder colega! No lo pensamos en ese momento… además, quien iba a imaginar que encontrarían la tumba?
  • Pero es que… Jodeeeer! - Jordi dió un golpe fuerte y seco sobre la barra del bar - Es algo tan obvio… que no sé… por qué coño lo hicistéis? Es una puta estupidez!
  • Y yo que sé! No somos asesinos profesionales sabes? O te piensas que me gano la vida matando y escondiendo cadávares por la montaña?
He de reconocer que me sentía un poco mal, pues todo era culpa mía. El enfado de Jordi estaba, cuanto menos, justificado. El tabaco el detonante. Exactamente dos colillas. Siendo más preciso, dos colillas dentro del hoyo. Una de Marc y otra de Noe. Totalmente innecesario, soy consciente. Pero es que no me pude resistir, quedaba tan bien en cámara.

Recordáis en el capítulo 32 cuando Guille apuntaba con la pistola al cuñado a punto de arrebatarle la vida y que Marc le preguntó cúales eran sus últimas palabras? Recordáis que es lo que hizo despúes, sacando una inmensa humareda por su boca? Y cuando Noe dijo que ella sería la primera en empezar a tapar la tumba. Recordáis lo que tiro con desprecio dentro?
  • Cómo acabes en prisión por una puta colilla - gritó Jordi amenzandole con el dedo - te juro que atraco un banco, dejo que me arresten y entro contigo para matarte con mis propias manos… hay que ser gilipoyas!
  • Venga cari… relajate! - le suplicaba Marta.
  • Déjame… - dijo él sacándosela de encima.
Ahora tenía cosas más importantes en que pensar. Debía volver a estrujarse el cerebro e idear otro plan antes de que la policía encontrase las dos pruebas que podían incriminar a sus dos amigos. Además, Noe, también conocida como ‘Toreto’ tenía antecedentes…
  • Es que encima eso… tú haciendote el tipo duro y la otra con antecedentes esparciendo su ADN por toda la escena del crimen, tan contenta… cómo si fuera una niñita tirando florecitas por el bosque… - Jordi empezó a dar saltitos afeminados mientras fingía que tiraba petalos desde una cesta imaginaria por el suelo - ‘Soy una asesinaaaa, soy una asesinaaa’… la madre que os parío… - cogió su copa y se la terminó de un trago - Cisco, Fran, vamos… hay que ponerse a trabajar - miro a Marc con desdén y añadió - Otraaaa veeez!
Entiendo tu cabreo colega, de verdad. Pero si pudieras ver con mis propios ojos la escena dónde Marc decía ‘Últimas palabras?’ lo entenderías.

Un plano de perfil de él. No se le vé bien, tan solo el contorno de su silueta a través de los focos del coche. De pié, rígido y solemne. En frente y a la altura de sus piés un hombre suplicando por su vida. Sus ojos llenos de tierra y lágrimas, atrapado dentro de su propia tumba que acaba de cavar con sus propias manos. La última calada para uno, el último supiro para el otro. El humo saliendo de su boca mientras un arma dispara tres veces despiadamente. Una sonrisa tenebrosa en sus labios y nada más. Silencio.
  • A mí me parece brutal narrador… mira, se me han puesto los pelos como escarpias… - dijo Guille mostrandome su antebrazo belludo y su piel de gallina.
Gracias jóven amigo!… Bueno volvamos al club, que hay mucho que contar y se hace tarde. Mientras Morfeo seguía ejerciendo su papel de ‘Cerebro del golpe’ los demás intentaron descansar un poco. El cansancio era bastante evidente en sus rostros. Ojeras, bostezos, incluso Miare echó un par de cabezadas en una de las mesas. Lunes ya llevaba varias horas funcionando y hacía más de 24 horas que nuestros trasnochadores amigos no tocaban cama.

El plan estubo listo en tiempo record. Tan solo quedaba saber quien lo llevaría a cabo. Esta vez iba a ser más sencillo. Llegar a la escena del crimen, distraer a los policias y robar las pruebas. Quizás penseís que ‘tan sencillo’ no era. Para vosotros puede ser, pero los ‘Custodes’ era pan comido. Ellos ya estaban al nivel de protagonizar la siguiente entrega de ‘Ocean’s Eleven’
  • … sencillo verdad? - preguntó Jordi después de explicarles el plan. - Entonces… quien lo hará?
Nadie dijo nada. Desviaron la mirada hacía el techo, empezaron a silbar, incluso algunos pusieron excusas. Acostumbraban a ser personas colaboradoras, siempre dispuestas a echar una mano y ayudarse entre sí. Pero el sueño pesaba más que la voluntad. Duro enemigo al que vencer, sin duda.
  • Yo no puedo con mi alma - dijo Laia que de tanta ojera parecía un mapache.
  • Sé que debería ir, pero tengo que deshacerme de un cadáver! - dijo Marc bostezando.
  • A mi no me miréis - dijo Gemma - no te lo tomes a mal tía! - Noe le dió una palmada en el hombro diciendole que no se preocupara - Ya he tenido suficiente por hoy… vamos? - le preguntó a Laia que estaba tan agotada que le costaba incluso asentir. - Vamos Guille! - añadió antes de salir por la puerta.
  • No… - contestó él sin moverse. - Yo quiero ir…
  • Jajaja, cómo vas a ir? Si estás hecho una mierda - Fran lo sujetó, pues su amigo llevaba tiempo tambaleandose por el sueño - Si alguien puede llevar a casa a Cisco, yo iré con Noe. Total me he tomado tres cafés y no podré dormir…
  • Nosotras lo llevamos, no te preocupes. - se ofreció Miare mientras se levantaba y Masi encaraba la silla de ruedas dirección a la puerta de salida.
Faltaba uno más. Jordi no podía ir, debía ayudar a su colega con el muerto. Marta no quería fallar a su amiga, pero se quedaba dormida por las esquinas. Hubiera sido más un estorbo que una ayuda. Mónica, aunque dispuesta, no la dejaron involucrarse, no estaba muy estable emocionalmente y podía echar el plan por el retrete. Y por supuesto, Morfeo no dejaría jamás que sus padres se mancharan las manos con todo ese turbío asunto.
  • Que me he perdido? - preguntó Lisa saliendo de la cocina con un muslo de pollo en la boca y dos platos llenos hasta arriba de carne en salsa y patatas fritas.
Todos se giraron a la vez y se la quedaron mirando. No es que fuera precisamente la más indicada para el plan, pero no quedaba nadie más. Lo siento novata te ha tocado.

Salieron a la calle, cerraron el local y se despidieron. Noe, Fran y Lisa se quedaron solos. Antes de ir al bosque, debían pasar por casa para cambiarse. Así que se pusieron en marcha sin perder tiempo.
  • Pues somos vecinas… yo vivo muy cerca del mercado - dijo Noe en el asiento del copiloto.
  • Si, Marc ya me lo dijo. Es curioso que no nos hubieramos visto nunca… - Lisa conducía de la misma forma que tocaba el saxo. A Noe le cayó bien enseguida.
Mientras hablaban y se conocían mejor, llegaron al barrio, aparcaron y pasaron cada una por su casa a cambiarse de ropa. Fran aprovechó para tomarse otro café y vigilar el coche que estaba en zona de carga y descarga.

Cuando las volvió a ver aparecer no pudo evitar sonreir. Las dos subían calle arriba, vestidas con sus ropas de deporte. Parecían una versión en femenino del ‘Gordo y el flaco’, bastante más atractivas eso sí.
  • Os he pedido un par… por si os apetecía - dijo el gemelo entregandoles un par de cafés para llevar.
  • Eres un solete! Graciaaas - sonrió Lisa echando de menos comer algo dulce para acompañar la caliente bebida.
  • Gracias Fran! - Noe le dió un beso en la mejilla y se subieron de nuevo los tres al coche de la gorda saxofonista.
La única que conocía el lugar era ‘Furiosa’, así que guió a su nueva amiga. Fran en el asiento de atrás hablaba con su hermano gemelo por teléfono. Preocupandose de que estuviera todo bien, era la primera vez que lo dejaba solo desde que habían entrado en urgencias.

Llegaron a la nacional, conducieron a buen ritmo por las curvas y se desviaron por el camino de arena. Aparcaron el coche a una distancia prudencial y empezaron a andar hasta la tumba de Martin. Las dos chicas iban delante haciendo todo lo posible por conocerse mejor. Por el tono de la conversación y su lenguje corporal estaba claro que conectaron desde el primer segundo. Fran detrás babeaba con esos dos culos bien apretados dentro de los leggins. Seguía hablando con su hermano que preparaba desde casa los últimos detalles del plan de Jordi. Sin poder evitarlo empezó a ponerse duro.

Noe se dió cuenta que el gemelo andaba raro. Primero pensó que se le habría metido una piedrecita en el zapato. O quizás no estaba acostumbrado a andar por la montaña y le había dado una rampa. Al final se fijó en el bulto grande y alargado de su entrepierna. El monstruo había despertado.
  • Venga nene! Que no pare el ritmo. A mover el culoooo! - le gritó Noe sonriendo mientras se daba un par de cachetadas en su duro y respingón trasero.
  • Esoooo! - empezó a reir Lisa haciendo lo mismo que su amiga. Aunque con distinto resultado. Ese enorme y delicioso flan pedía a gritos que lo recubrieran con una generosa cantidad de nata.
Fran les contestó con una enorme sonrisa de oreja a oreja, puso dos dedos por el cuello de su camiseta y la abrió levemente, intentando que entrara algo de frescor. El calor era sofocante, no pasaba nada de aire y el fuerte canto repititivo de las cigarras rompía por completo el agradable silencio del bosque.

Después de una larga caminata, por fin vieron a lo lejos los policias trabajando en la escena del crimen. Tenían el perímetro delimitado con unas cintas amarillas dónde se podía leer ‘prohibido el paso’. La habían atado alrrededor de varios árboles, rodeando el pequeño terreno dónde estaba la tumba. Dentro dos funcionarios trabajaban de forma metódica. Uno estaba de cuclillas en busca de cualquier pista que pudiera encontrar y el otro de pié frente a una mesa plegable, ordenaba y etiquetaba las pruebas que habían ido encontrando desde la mañana anterior.

En el camino, había dos coches aparcados. Uno de ellos justo enfrente de la pequeña apertura que la vegetación había dejado y que daba acceso al claro del bosque donde se cobraron su venganza. Justo al lado del vehículo, dos agentes de pié, charlaban tranquilamente mientras sus walkies iban emitiendo sonidos cada dos por tres.
  • Ya estamos justo al lado… - susurró Fran por teléfono, mientras él y las dos chicas permanecián agachados tras unos matorrales. - Ok… esperamos entonces.
  • Qué dice? - preguntó Noe empezando a notar el subidón de adrenalina. Estaba en su salsa.
  • Unos segundos… casi lo tiene listo.
Cisco no mentía. Exactamente fueron cinco segundos. Los dos Walkies de los policias que montaban guardia empezaron a hablar y ellos contestaron rápidamente. Escucharon, recibieron ordenes, asintieron y luego se pusieron manos a la obra.
  • Tu hermano es un genio… - susurró Lisa mientras miraba como uno de los policias que estaba de pié se montaba en uno de los coches.
Los dos que trabajaban sobre el terreno, se pusieron rápidamente en marcha, se quitaron los guantes, se los guardaron en el bolsillo y subieron al coche.
  • Si… ha quedado solo uno… vía libre! Eres el mejor lo sabes?… si tranquilo, te llamo luego. - Fran colgó el teléfono y se quedó mirando a las chicas - Vuestro turno! - dijo sonriendo.
  • Vas tu o voy yo? - preguntó Noe con su mano encima del muslo de Lisa.
  • Déjame a mí primera… - contestó ella desatandose los zapatos.
La saxofonista se quitó las bambas de correr y empezó a bajarse los leggins con dificultad. Le iban tan ajustados que parecía que se estuviera arrancando la piel. Fran notó como su polla palpitaba cuando se los quitó del todo. Debajo llevaba un apretado y corto mallot negro que apenas le tapaba nada.
  • Son para las rozaduras - explicó ella sonriendo y acariciandose la parte interior de sus rechonchos muslos.
Volvió a ponerse las zapatillas y se las ató. Luego se quitó la camiseta sudada y se quedó solamente con un top deportivo que parecía gritar desesperado ‘no puedo más’.
  • Suerte amiga! - le susurró Noe mientras ella se incorporaba.
Lisa le giñó el ojo y salió de detrás del matorral. Fran empezó a acariciarse el capullo por encima de los pantalones como si fuera un acto reflejo. Aquel monumento lascivo de carne y exceso de grasa andaba sobre el camino como si el bosque fuera suyo.
  • Holaaa! - dijo con una sonrisa, saludando al solitario policía que aún seguía montando guardia.
  • Buenos días señorita! - contestó él profesionalmente, dándole un repaso completo a esas curvas de infarto. No era su tipo, él las prefería más delgadas.
  • Ostraaaas… que ha pasado algo? - preguntó ella acercándose al coche, curiosa por saber que había detrás.
  • Disculpe pero debo pedirle que se aleje! - el poli puso un brazo delante de ella impidiendole el paso. Con la otra le indicaba amablemente que se fuera.
Mientras Lisa seguía curiosenado, Noe pasó corriendo por detrás de ella. Llevaba sus leggins puestos y sostenia su camiseta en la mano. Sus dos tetas se movían alegremente dentro de un sexy sujetador blanco.

El poli la saludó pensando dónde iria esa preciosidad y deseando no haber estado de servicio en ese preciso momento. La chica sudada le devolvió el saludo y le regaló una enorme sonrisa. Pero de repente se paró en seco con expresión de sorpresa.
  • Sofi? - Lisa se giró de repente al escuchar su nombre.
  • Andrea? Que fuerteeee!
Las dos chicas salieron corriendo en su encuentro y se fundieron en un fuerte abrazo delante del jóven policia que las miraba desconcertado.
  • Que heavy! No sabía que vinieras a correr por aquí…
  • Bueno… - exclamó Lisa poniendo las palmas de sus manos bajo sus nalgas y empezando a mover esa cantidad inmensa de carne - hay que bajar esto como sea…
  • Jajaja, pero que dices tonta… si estás to’ buena! Verdad? - preguntó Noe al policia.
El jóven funcionario se quedó mudo. Lo piyó con los ojos clavados sobre ese enorme culo sin saber muy bien que responder.
  • Es guapo verdad? - murmuró Lisa entre risas lo suficientemente alto como para que él la escuchase.
  • Guapo dices? Ojalá me esposara y me cacheara ahora mismo
Las dos chicas reian mientras miraban con deseo al jóven muchacho. Era un chico rubio, alto y fuerte. Además el uniforme le quedaba como un guante, realzando sus músculos y su cuerpo de gimnasio.
  • Oye! Hacía dónde ibas? Podemos ir juntas si quieres…
  • Genial! - respondió Lisa - Dame solo un segundo…
La saxofonista clavó una rodilla en el suelo. Y se agachó para atarse los cordones. El policía a su espalda tragó saliva mientras en silencio contemplaba ese enorme monumento. Su cabeza le decía ‘se profesional’, la de abajo gritaba ‘sacate el rabo y revientala’
  • Esperad! - dijo él cuando ellas reaunadaban la marcha. Aunque ahora no pudiera hacer nada, tenía que volver a ver cómo fuera esas dos chicas.
  • Qué pasa? - Noe se giró y se acercó a él - No hemos hecho nada malo, verdad?
  • Ojalá… - pensó el policia. La forma en que ella lo dijo, su mirada, esos labios… era imposible resistirse.
  • Que sucede? - Lisa se acercó a ellos dos colocandose bien las tetas dentro de su top deportivo.
  • Tenéis fotogram? Para agregaros y eso - preguntó sacando su móvil personal del pantalón.
  • Bueno… algo parecido… - contestó Noe sacando el suyo sonriendo con malícia.
El poli se puso como una moto cuando ella empezó a mostrarle las fotos de onlyfaps. Mientras sus ojos casi se ponían vizcos, empezaba a dolerle la polla que necesitaba ser liberada de ese maldito uniforme.
  • Creo que le gustas… - susurró Lisa y de forma descarada agarró el paquete del agente sin dejar de mirarlo a los ojos.
  • Señorita! Haga el favor… que estoy de servicio. - dijo él manteniendo el tipo, pero sin ser lo suficientemente fuerte como para detener esa mano que le sobaba cada vez más fuerte.
  • Hagámos una cosa, si te parece - dijo Noe acercandose demasiado. - Ponme las esposas y meteme dentro del coche… luego me follas como quieras y si viene tu jefe le dices que me has detenido…
  • Yo no… - el chaval ya había perdido los papeles. Lisa se había puesto de rodillas y estaba sacandole el rabo a través de la cremallera de los pantalones.
  • Venga… será solo un ratito. Nadie se va a enterar - mientras la saxofonista empezaba a chuoar la polla erecta del policia y le masajeaba las pelotas, ella empezó a besarlo y a quitarle las esposas de la cintura.
Cuando pasó la mano por el cinturón de él, pudo palpar por un momento su arma reglamentaria. Pero no… no era necesario verter más sangre sobre el suelo de aquel bosque. Además el chico parecía colaborar. Pues ya era demasiado tarde para cumplir con el deber. El poli seguía montando guardia, sí, pero ahora lo hacía con la mano izquierda sujetando la cabeza de la chica que se la estaba chupando y con la derecha metida dentro de los leggins de la otra mientras le acariciaba el ojete.

Fran observó como Noe le hacía la señal que habían acordado por detrás de la espalda de él. ‘Vamos allá’ murmuró y empezó a rodear los arbustos mientras el agente estaba completamente distraído. Levantó cuidadosamente la cinta amarilla, pasando por debajo y entró dentro del claro sin hacer ni el más mínimo ruido.

Mientras las dos chicas seguían a lo suyo, él se fué directo a la pequeña mesa improvisada dónde estaban todas las pruebas. Agachado enfrente, empezó a levantarse lentamente, como un perro que asoma la cabeza encima de la mesa llena de comida para ver si puede llevarse algo a la boca.

Localizó las dos colillas al momento. Se puso cuidadosamente unos guantes de latex y agarró la bolsa precintada. Comprobó que fueran de la marca de tabaco que fumaban sus amigos. Lo eran, así que la retiró de la mesa de pruebas.
  • Ven aquí Guarra! - dijo el policia cogiendo de los dos brazos a Noe.
Fran volvió a agachar la cabeza para que no lo vieran, pues el policia se giró hacía él, aunque estaba demasiado distraido con la chica como para darse cuenta de nada más. De repente empotró a Noe contra el coche patrulla, le puso las esposas violentamente y le bajó los leggins. Mientras la sujetaba del cuello, empezó a rozar su prepucio por su culo sudado.
  • Lo siento señor agente! He sido una perrita muy mala… - gimió ella con una mirada muy sensual.
Él se la metió hasta el fondo, le dió una cachetada en las nalgas y empezó a empujar como un animal. Fran no podía hacer nada, el funcionario miraba en su dirección, si se levantaba lo descubririan y se habría terminado todo.
  • Y que hay de mí? - preguntó Lisa muy atenta a la situación. Se había levantado y acariciaba los pectorales del policia acompañando su cuerpo con cada empujón.
Cuando ella empezó a comerle la boca, Fran vió la oportunidad. Sacó de su bolsillo una bolsa con dos colillas ‘límpias’ y se dispuso a hacer el cambiazo. ‘Mierda’ murmuró y se detuvo. Se dió cuenta que su bolsa no era igual a las demás, así que debía moverlas de una a otra.

Noe empezaba a ponerse nerviosa, porqué tardaba tanto? Que demonios estaba haciendo con las bolsas? Menos mal que Lisa tenía bien atrapado al jóven policía. Mientras le metía la lengua hasta la campanilla, le sujetaba la cara para que no pudiera mirar hacía adelante.
  • Listo! - vocalizó sin emitir sonido mientras le hacía el simbolo del ‘Ok’
Ella le respondió con el mismo gesto, sin dejar de recibir las empotradas del policia y observó como Fran desaparecia por debajo de la cinta amarilla, adentrandose de nuevo en el bosque.

El trabajo ya estaba hecho, así que ya se podían ir. Intentó avisar a su amiga dándole unos golpes en el brazo, pero no respondía. Seguía pegada a los labios del chico, babeandole toda la cara, como si tuviera mucha hambre y quisiera comerselo.
  • Habéis escuchado eso? - se le ocurrió decir a Noe de repente, con la respiración agitada. Se la estaban follando muy bien.
  • El qué? - pregunto el poli liberandose al fin de la boca de aquella gorda caníval. Miraba hacía ambos lados, sin dejar de penetrarla, asegurandose de que no hubieran vuelto sus compañeros.
  • No es nada… - dijo Lisa que se estaba quitando la poca ropa que llevaba puesta.
  • ‘Qué demonios…’ - pensó Noe esbozando una sonrisa. Tampoco había prisa, así que se dejó llevar.
Cuando su amiga estuvo completamente desnuda. Se puso muy caliente al ver como le quitaba la larga porra al policía y se puso contra el coche igual que ella, que a su lado y aún esposada, seguía recibiendo las duras empotradas.

Lisa separó las piernas y empezó a mover el culo, dandose cachetazos con el arma sobre las nalgas. El funcionario sujetaba de la cintura a Noe mientras la penetraba cada vez más fuerte y rápido. Pero toda su atención ahora estaba puesta sobre ese enorme y flácido culo.
  • Ahora tú… - dijo Lisa con una mirada lasciva mientras le ofrecía la porra al chico.
El la agarró y empezó a golpearla, primero delicadamente, jugando. No pretendía hacerle daño.
  • Más fuerte! - insistió ella y él obedeció - Siiii… dame más fuerte, más…. - los porrazos estaban empezando ha dejarle marcas rojas sobre su enorme culo blanco.
Lisa se estremeció, cuando él cogió el arma y se la puso dentro de la boca. Empezó a masturbarse mientras chupaba aquel trozo de plástico negro y miraba como su amiga era empotrada cada vez más duro.
  • Oooh síiii! - gritó de placer la saxofonista. La porra, ahora lubricada, se deslizaba bajando por la raja de su culo hasta llegar a su coño.
  • Te gusta puta gorda! - gemía él mientras le metía la porra dentro, hasta la empuñadura. - Quieres más? Eh? Dilo…
  • Quiero máaaas! - gritaba Lisa masturbandose compulsivamente.
Noe no pudo aguantar más, empezaron a temblarle las piernas mientras se corria con la polla del policia dentro de su coño caliente. Él dejó que gozase de aquel enorme orgasmo y luego se separó, sacandosela de dentro, empalmada y llena de flujo vaginal. Le dió un par de cachetazos más en el culo y se puso enseguida con su amiga.
  • Ooooh Jodeeeer! - Lisa se tapaba la boca con una mano mientras se follaba el coño con la porra en su mano y dejaba que él se la metiera por el ojete.
El jóven agente cumplia con auténtica devoción su deber con y para la sociedad. Se esforzaba en dar un buen servicio y ayudar a la ciudadanía. Fuera cúal fuera la necesidad, el estaría ahí para servir. Siempre dispuesto. Pero y aunque estuviera en forma, no pudo aguantar mucho más. No pudo llevar al orgasmo a las dos chicas. En el fondo era un simple policía de Gotham, no el jodido Batman.
  • Me corrooooo… jodeeeer! - gritó levantando la cabeza hacía el despejado y azul cielo.
  • Esperaaaa… esperaaaa - pedía Lisa desesperada que quería también sentir aquella deliciosa sensación.
No pudo ser, el chico sacó su polla de dentro del ojete de ella y la agarró con su mano derecha. Bajó la mirada con la boca muy abierta y empezó a masturbarse sobre ese enorme culo. Noe, aún esposada, apoyó su cabeza sobre la cintura de su amiga y también abrió la boca. Él la agarró del pelo y empezó a soltar lefazos como un maldito poseso.
  • Eso… dejalo todo bien limpito… zorra - murmuró con su polla aún palpitando sobre la raja del culo de Lisa, mientras arrastraba la cara de Noe sobre toda la lefa desparramada, como quien limpia con un trapo la suciedad.
A escasos metros de distancia, detrás de un arbusto Fran de cuclillas y con los pantalones por los tobillos, se masturbaba su enorme polla, comtemplando aquel espéctaculo.
  • Me las quitas? - preguntó Noe aún esposada, mientras Lisa se ponía de nuevo la ropa y él se subía la cremallera del pantalón.
  • Oh sí! Perdona… - sonrió el jóven agente buscando las llaves. - Ya está…
  • Gracias encanto! Ha estado bien la verdad… - sonrió Noe mientras se subía los apretados leggins.
  • Os volveré a ver? - preguntó él un poco triste porqué se marchasen tan rápido.
  • Quien sabe… - contestó Noe riendo.
  • Hasta luegoooo! - gritó Lisa a su lado.
  • Pero no ibais en esa dirección? - preguntó el policía confundido, cuando vió que se iban en dirección contraria.
  • Ya hemos quemado suficientes calorias por hoy, cariño!
El jóven funcionarío se dejó caer sobre el caliente metal del coche y suspiró. Observó como aquellas fabulosas y ardientes chicas se marchaban hasta que desaparecieron de au campo de visión. Al margen del camino y escondido por detrás de los matorrales, Fran las seguía agachado y oculto.
  • Cómo ha ido? Las tienes? - preguntó Noe cuando el salió de entre la maleza.
  • Sí! - contestó él sonriendo mostrandole la bolsita de plástico con las dos colillas dentro.
  • Menos mal! - exclamó Noe agarrando la prueba del delito.
Siguieron su larga caminata hasta el coche con ganas de llegar a casa y poder descansar. La improvisada misión había sido un éxito. Ya podían respirar tranquilos, pues no había nada que los vinculase con el asesinato. Bueno, almenos que ellos supieran en aquellos momentos.

Mientras todo esto sucedía. Otra misión bien distinta, aunque relacionada de algún modo, ocurría en la ciudad. Marc y Jordi contemplaban, justo en aquel momento en el sótano del ‘Vercettis’, la bolsa negra que guardaba silenciosamente el cádaver de Martin.
  • Empieza a apestar demasiado - dijo Marc mirando hacía el suelo, de pié enfrente del cuerpo. - Seguro que no olerá una vez esté dentro?
  • No creo… bueno, eso espero… Mira. Haremos lo siguiente. Lo metemos dentro, cubrimos de cemento y luego volvemos a tapar…. Sencillo! - dijo Jordi señalando el boquete que habían hecho entro los dos.
  • Pues venga! Manos a la obra!
Los dos colegas parecían dos paletas en pleno trabajo. Lo primero que hicieron aquella mañana al despedirse de los demás, fué meter el cuerpo del cuñado dentro del local. Se tomaron su tiempo y se aseguraron de que nadie los viera. Luego agarraron el coche de Marc y pasaron por un autolavado. Lo limpiaron a conciencia, esmerándose sobretodo en el maletero. Al terminar fueron al barrio y cambiaron de vehículo. Aparcaron la furgoneta de Jordi en frente del local de su padre y la cargaron con todo lo necesario. Volvieron al club, descargaron y se dieron prisa en hacer un boquete enorme en la pared. Justo debajo de las escaleras que daban acceso al sotano.
  • Asegurate de no tirar ninguna colilla dentro, esta vez, vale? - sonrió Jordi mientras empezaban a tapar de nuevo el boquete.
  • Qué gilipoyas eres… jajajaja… menudo mosqueo te has pillado eh!
  • Tú dirás cabrón! - Jordi se secó el sudor de su frente - Fuera coñas… tenemos que ser más cuidadosos a partir de ahora…
  • Pásame el cemento… gracias, joder como pesa! - Marc empezó a verter delicademente la espesa masa dentro del hueco. El cuerpo de Martin quedó sepultado en pocos minutos entre pared y pared. - Crees que esto no ha terminado verdad?
  • Pues claro que no! - dijo Jordi ayudando a su colega a poner los ladrillos - Estoy seguro que Diego volverá en busca de venganza y luego tenemos a…
  • Andrés… es verdad, lo olvidaba…
  • Sí… tenemos que hablar con él cuanto antes colega. Si decidiese abrir el pico estamos bien jodidos.
  • Déjamelo a mí… creo que puedo arreglarlo.
  • Esta vez no apuntes a las rodillas por eso… - empezó a reir Jordi a carcajadas
  • Pero que imagen tenéis de mí! No le voy a hacer daño. Es buen chaval, joder. Hablaré con él… solo eso.
  • Y si no funciona? - preguntó Jordi dejando de reir y poniendose muy serio.
  • Funcionará! Tiene que hacerlo… - Marc se puso de pié y se quedó mirando la pared completamente tapada.
  • Hechame una mano, venga! - pidió Jordi sujetando el panel de roble oscuro que debían volver a colocar encima.
Entre los dos consiguieron ajustarlo de nuevo y luego se quedaron un rato mirando su trabajo. No es que fueran grandes maestros de la construcción, pero había que reconocer que habían realizado un trabajo muy fino. Allí no había sucedido nada y ninguna persona que pasara en un futuro por el local, llegaría jamás a imaginar que detrás de aquella pared podía haber un cadáver.

Despúes de limpiar, recoger las herramientas, cargarlas a la furgoneta de Jordi, volver al barrio, coger su coche y buscar aparcamiento. Marc llegó por fin a casa.
  • Gracias Mónica… pero no tengo hambre. Solo necesito dormir…
  • Pues venga! No pierdas tiempo… hablamos luego vale? - dijo la jóven chica mientras seguía preparando la comida.
Marc asintió y arrastró sus pies hasta el dormitorio. Cuando entró vió a su novia durmiendo a pierna suelta. Se quitó la ropa y se dejó caer sobre el somier.
  • Hola amor… - susurró ella acurrucandose a su cuerpo.
  • Hola mi vida… - contestó Marc dándole un beso en la frente.
No llegaron a decirse nada más. Ni ha preguntarse cómo habían salido sus respectivas misiones, no hablaron acerca de las colillas o del cuerpo escondido, ni de Diego, ni Andrés, ni de todos los cabos que seguían aún sin atar. Absolutamente no hablaron de nada. Solo abrazaron con los brazos abiertos el ansiado sueño y emprendieron un precioso viaje onírico a través de las nubes de sus subconscientes.
  • Estás viendo porno? - preguntó Miare abriendo la puerta ajustada.
Acababa de salir de la ducha y se detuvo enfrente del cuarto de Masi cuando escuchó los gemidos que provenían de su interior.
  • A ve’ Hija! E’ que no sabe’ llamá’ ante’ de entrá’ o que pasa? - Masi sujetaba el teléfono móvil con la mano izquierda mientras debajo de las sábanas seguía masturbándose.
Miare se acercó a ella, se quitó la toalla y se metió dentro de la cama desnuda.
  • Que estás mirando? Déjame ver… - sonrió acurrucandose al lado del caliente cuerpo de su amiga.
  • E’ que no podía dormí’… así que me he pensado que quizá’ una pajilla me ayudaba…
  • Menuda guarrada… - rió Miare al ver el video y empezó a acariciarse el clitoris suavemente.
  • No me diga’ que no te gustaría hace’ algo así…
Miare asintió y las dos se pusieron serias al momento. Se masturbaron viendo aquel video del que no hablaremos en este momento. Pues de allí sacarían la idea para realizar su fantasía y no es de buen agrado para nadie recibir ‘spoilers’ innecesarios. El sorteo había decidido que a Miare le tocaba mañana y a Masi el siguiente. Pero como habían acordado entre todos dejar un día de descanso, totalmente necesario por supuesto, decidieron que lo celebrarían juntas y así no retrasar a los demás.
  • Creo que Laia nos podrá ayudar… - dijo Miare una vez alcanzaron el orgamo. - Mañana la llamaré a ver si puede hablar con los del ‘Swap Society’
  • Perfecto! Buena’ noche’ preciosa!
  • Buenas noches…
Las dos amigas se desearon las buenas noches cuando el sol estaba en lo más alto del firmamento. Durmieron desnudas y abrazadas hasta casi bien entrada la noche.

El resto de amigos hacían exactamente lo mismo, en sus respectivas casas. Mañana era el último martes de sus vacaciones, empezaba la recta final y aún quedaban muchas cosas por hacer y muchas fantasías por cumplir antes de volver a la normalidad. Si es que alguna vez la llegaban a conocer.

Mientras los ‘Custodes’ descansaban y reponían fuerzas, un jóven volvía a casa despúes de recibir el alta médica. Andaba con dificultad, ayudándose de dos muletas bajo sus axilas. Detrás de él una madre preocupada y un padre encabronado, vigilaban que no volviera a caer de nuevo.

El pobre cojo no era mucho más que un muchacho de buena família que apareció como quien no quiere la cosa, en la alegre vida de nuestros amigos. Un niño de papá con la vida solucionada que había estudiado en buenas escuelas y al que jamás nunca le había faltado de nada. Un jóven con pocas luces, con predisposición al consumo de drogas y de carácter impulsivo que estuvo en el lugar y el momento equivocado. Su nombre, Diego. Aunque muchos también lo conoceréis como Diego ‘Dos Balas’ y detrás de él, el auténtico problema, la verdadera amenaza. Su padre.

‘Dos Balas Senior’ era un reputado y acaudalado médico, amado y respetado por la comunidad. Un ciudadano de bien y un vecino ejemplar que ocultaba en su interior a un auténtico psicópata desalmado. A veces, despúes de una tormenta no llega la calma, sino que lo que llega es otra tormenta aún más grande y violenta.

Continuará…
 
Está claro que Jordi es la cabeza pensante del grupo.
Al menos el que la utiliza más. Jajajaja. Me he dado cuenta que es uno de los personajes principales y aún no lo había desarrollado mucho. Marc se ha llevado mucho protagonismo, Noe también, incluso Marta, pero de él había contado más bien poco. Así que quise darle sus minutillos de gloria :)
 
Lo que no me gusta de Marc es que se jinca a la novia de Jordi a sus espaldas, aunque quiero pensar que el lo sabe.
A mi tampoco me hace mucha gracia, no creas. Pero nadie es perfecto supongo jajaja. Él tiene un grabe problema con marcar límites y saber decir que no, cuando hay que hacerlo. Ya veremos si Jordi estaba al corriente o no. Quien sabe ;)
 
A mi tampoco me hace mucha gracia, no creas. Pero nadie es perfecto supongo jajaja. Él tiene un grabe problema con marcar límites y saber decir que no, cuando hay que hacerlo. Ya veremos si Jordi estaba al corriente o no. Quien sabe ;)
Como se entere, si es que se llega a enterar, peligra esa amistad.
Hay cosas que son sagradas y no se deben cruzar.
También Marta que se lo haga mirar. Una cosa es tener una relación abierta consentida y otra hacer esto a sus espaldas.
 

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