Compañeros

Bueno, saludos desde Suiza, que aquí me es más difícil pillar internet.
Pues nada, Yolanda pasa a ser mi ídola. Con 2 ovarios a salvado a Liara y ahora seguro que Carlos y Silvia les ayudan a salir adelante.
Del resto, la verdad es que la relación entre Héctor y Cris no me interesa nada. Me alegro de que estén bien, pero es que Héctor a mí ni fu ni fa, es un personaje que sin que me caiga mal, no es el que más me interesa.
Y estoy esperando a que de una vez, se rompa de una vez lo de Antonio y Silvia y está tenga de una vez un acercamiento con Carlos.
 
Última edición:
Bueno, saludos desde Suiza, que aquí me es más difícil pillar internet.
Pues nada, Yolanda pasa a ser mi ídola. Con 2 ovarios a salvado a Liara y ahora seguro que Carlos y Silvia les ayudan a salir adelante.
Del resto, la verdad es que la relación entre Héctor y Cris no me interesa nada. Me alegro de que estén bien, pero es que Héctor a mí ni fu ni fa, es un personaje que sin que me caiga mal, no es el que más me interesa.
Y estoy esperando a que de una vez, se rompa de una vez lo de Antonio y Silvia y está tenga de una vez un acercamiento con Carlos.

Anda, Suiza... Bueno, acostumbrado al frío en el sur, seguro que ahí no lo notas :LOL:

¿Trabajo o placer?
 
Levanté la vista al escuchar pasos. No me sorprendí al comprobar que era Héctor, que se paró en mi puerta sonriente y me dijo:

- Buenos días, Carlos

- Buenos días ¿Qué tal estás?

- Cansado, pero con ganas de estar aquí

- ¿Sí?

- Sí, creo que no soy muy viajero, estaba bastante harto de tanto andar con la mochila a cuestas… aunque luego, las dos semanas con Cris han sido otra cosa, así sí me gusta viajar jeje

- Claro, es bonito aquello ¿No?

- Mucho, ha sido fantástico

- Genial

- Bueno, voy a encender el equipo, que me estará esperando una buena lista de tareas

- Silvia me dijo que te iba a mandar un correo con las cosas que hay que meterle mano, olvida el resto de correos que muchas cosas ya las han hecho Silvia y Cris

- Ah, perfecto

- Bienvenido de vuelta, Héctor, te echábamos de menos

Muy bueno este capítulo en general, pero este dialogo, después de lo que ha pasado, me parece un poco frío. Algo deberían haber hablado, para evitar suspicacias o incomodidades.

Bravo por la Yoli, ha puesto a Carmen en su sitio, en el suelo. Ese golpe en la cabeza, ¿traerá alguna consecuencia? Y ahora entrará al rescate los superhéroes, SuperSilvia y San Carlos, para desbaratar el negocio de Jamal y Carmen.


Me gusta la relación Cris/Héctor, creo que los dos se lo han ganado.
 
Muy bueno este capítulo en general, pero este dialogo, después de lo que ha pasado, me parece un poco frío. Algo deberían haber hablado, para evitar suspicacias o incomodidades.

Bravo por la Yoli, ha puesto a Carmen en su sitio, en el suelo. Ese golpe en la cabeza, ¿traerá alguna consecuencia? Y ahora entrará al rescate los superhéroes, SuperSilvia y San Carlos, para desbaratar el negocio de Jamal y Carmen.


Me gusta la relación Cris/Héctor, creo que los dos se lo han ganado.

Bueno, en ese diálogo lo que intentaba reflejar es que Héctor no le da la menor importancia al pasado de Cris. Llega como siempre, saludando, charlando poco como siempre, es un tío de pocas palabras y el más feliz del mundo en ese momento, ha conseguido a la chica de sus sueños jeje. El día anterior abrazó a Carlos y le agradeció todo, ya ha dicho todo lo que tenía que decir ¿Realmente hace falta más? ¿Sería coherente en un personaje tímido un diálogo con Carlos del tipo "Vale, tío, te has tirado a mi novia pero no pasa nada ¿Eh?"? No sé, yo no lo vi en su momento.

Las dudas de Carlos son por su forma de verse a sí mismo, pero realmente sabe, por el comportamiento de Héctor y las palabras de Cris y Silvia, que todo está bien entre ellos.
 
Excelente capítulo, lleno de detalles. Yoli me ha sorprendido gratamente, podía hundirse o podía convertirse en heroína. De nuevo Carmen fallando en sus planes, tan lista que es ella ... esa soberbia nunca es buena compañera.

Cuando ha aparecido Marina en escena me ha dado un vuelco el corazón. Marina tiene pinta de ser una buena Madre que hace lo que puede para sacar a su hija adelante, intentando que no cometa sus mismos errores y conducirla por el buen camino del esfuerzo personal, y me duele ver sufrir a una buena madre, pensar en esa madre y que a Yolanda le pudiese pasar algo malo al ir al burdel me ha puesto de los nervios. En fin, las emociones. Yolanda haría bien en confiar en ella, estoy seguro de que las acogería a ella y a Laira, y las ayudaría.

Hay un diálogo entre Cris y Silvia en el que si invirtiésemos a los personajes también funcionaría, jeje ... alguien del relato tal vez debería reflexionar, seguro que se ha dado cuenta mientras se producía ... que es muy perspicaz.

- Yo no sé como en todos estos años no me he dado cuenta
- Porque estaba ahí mismo, como amigo
- Ya, pero es que es… es mi media naranja, XXXXX, estoy completamente segura
- Mujer, que solo lleváis dos semanas juntos
- Pero lo conozco desde hace mucho y es igual de bueno como amigo que como pareja… Bueno, que va, es aún mucho mejor como pareja porque en la cama…
- Jajaja
- A ver, que XXXXX no era nada malo, pero con XXXXX es… es que somos plenamente compatibles, no sé explicarlo, nunca había sentido algo así por nadie
- Te has enamorado
- Totalmente, XXXXX, es algo que me tiene sorprendida, te lo digo de verdad, nunca he sentido algo así por alguien
- Jajaja, el amor


Y Héctor ¡Qué afortunado! Ser buena persona a veces tiene sus beneficios, parece un poquito apagado, pero Cris lo sabe "encender".

En la vida puedes tener la fortuna de cruzarte con compañeros como Silvia y Carlos, o la desgracia de tropezar con gente como Carmen o Sara, a veces es solo cuestión de suerte.

Un capítulo muy dinámico en el que han pasado muchas cosas. La nobleza de Kiara no delatando a Silvia supongo que tendrá que ver con la sintonía que tuvo con esta, y con una acción inteligente para proteger a la única persona "del exterior" que le podría ayudar ... favor con favor se paga.

En fin ... quiti clín, quiti clín ... quiti clín, quiti clín ... 🍵 🍵

Cierto, esa conversación se puede extrapolar a Silvia-Carlos. Espero que cuando Silvia se dé cuenta de ello, que se la dará porque es muy lista, actúe en consecuencia.

Por otra parte, Yolanda, en la huida, cogió el ordenador de Jamal con el fin de sacar unas perillas vendiéndolo, pero ahora que Laira le ha dicho de llamar a Silvia para que las ayude, ese ordenador se puede convertir en arma de destrucción masiva en las manos de Carlos y Hector.

Y mientras tanto, Cris y Héctor están recuperando los años perdidos, pero al ritmo que llevan, se pasan la pantalla y el juego en cuatro días.
 
Última edición:
La reacción de Yolanda con Carmen casi la esperaba. Ella va por la vida de buena, inocente, tímida, apocada, cobarde, "mansa". El peligro de los mansos está en que no los ves venir, al bravo lo ves venir de frente, pero el manso te sale por cualquier lado y te pilla, ese es su peligro. A Yolanda la puso Carmen al límite y estalló.
 
El día anterior abrazó a Carlos y le agradeció todo, ya ha dicho todo lo que tenía que decir

Cierto, con eso está dicho todo, pero aún así, luego le expresó sus dudas a Cristina y esta terminó de tranquilizarlo. Pero es que tenía que haber sido función de Héctor. Por eso me ha parecido un poco frío este diálogo, como si ninguno quisiera tocar el tema. Era también una forma de darle protagonismo a Héctor, que en esta historia parece un convidado de piedra, que todo lo han decidido por él. Pero será como dices, y ya no hacia falta.
 
Pero será como dices, y ya no hacia falta.

Lo que he explicado es como yo lo pensé, pero cada uno podemos verlo diferente. A ti te ha faltado ese visto bueno por parte de Héctor y no te creas que no lo pensé, pero al final no lo vi necesario, pero lo resalto, yo no lo vi, no quiere decir que todos lo deban ver igual que yo.
 
He pensado lo mismo, la información de ese ordenador no tiene precio, ahora que estaban en plena expansión de sus "negocios".

Sigo poniendo velas a Santa Rita, patrona de los vendedores ambulantes de rosas y de los imposibles, para que el Diputado colaborador necesario de Carmen y Jamal en las extorsiones sea un personaje conocido que ha aparecido en las revistas ... :cool:
Podría ser un tal T.... B..... 😂😂😂
 
Creo que ya está todo dicho sobre lo de hoy.
Todos de 10.
Yoli y Laira dos luchadoras.
Carlos y Hector dos hombres de pocas palabras, pocos gestos pero claros y concisos. Sin ambigüedades, todo está bien.
Y silvia, la pobre, me da que se va a encontrar con el embarazo de la amante antes que el suyo.
A ver si como habéis dicho reflexiona sobre sus propias palabras y hace feliz a Carlos, al suizo no al del relato, que también.
 

En este capítulo me he pasado del límite que permite esta web en un solo post así que lo he dividido en dos

64 (1)​

Al día siguiente.
Carlos


Miré el móvil y me extrañó que la llamada fuera de Silvia, era raro que me llamara al móvil y no por el ordenador. Contesté:

- Hola, Silvia ¿Para algo?

- Hola, Carlos… Sí, ha pasado algo


Rápidamente me asusté y pregunté temeroso:

- ¿Gema está bien?

- Sí, sí, es… es Laira


Durante un par de segundos no supe de quien hablaba porque lo primero que pensé es que menos mal que no era la niña. Entonces reaccioné:

- ¿Laira? ¿La chica que nos ayudó con…?

- Sí ¿Puedes venir?

- ¿Ahora? ¿Dónde?

- Te paso la dirección ¿Puedes venir?

- Pero ¿Qué pasa?

- Le han dado una paliza

- Joder… Sí, voy ahora mismo


Me despedí de Silvia y me levanté rápido. Fui con los chicos y les dije:

- Cris, Héctor, tengo que salir, os quedáis al cargo de todo ¿Vale?


Cris me miró extrañada pero asintieron. Me fui rápido a mi coche.


Cuando llegué a la dirección que me había dado Silvia, llamé a la puerta. Abrió Silvia que me dijo:

- Está muy mal

- Pero ¿Qué ha pasado?

- Carmen


Sentí dolor y furia por dentro al escuchar ese nombre. Silvia me llevó a una habitación y allí me quedé horrorizado al ver a Laira en la cama con el rostro lleno de moratones, y a una chica muy joven y pálida a su lado, llorando sin parar.


Me acerqué a la cama y Laira me miró, y sonriendo tristemente dijo:

- Es culpa mía


Y quiso explicarme pero le dije que después. Primero había que llevarla a un médico. Ella negó y dijo que tenía miedo de ir a un hospital. No entendía nada pero dije de llamar a un médico para que viniera. Conocía a alguien que seguro que me podía conseguir una rápida visita a domicilio. Salí de la habitación e hice una llamada.


El médico llegó media hora después. Mientras esperábamos, Laira, la chica y Silvia me habían puesto al corriente. Yo quería llamar a la policía pero Laira se negaba, decía que la devolverían a su país y no quería, se negaba en redondo. Cuando el médico salió de la habitación nos tranquilizó diciendo que no tenía nada roto, muchas contusiones pero nada roto. Nos indicó que hacer para los moratones, que comprar, y luego se fue. Silvia también se fue al poco, tenía que recoger a Gema, pero nos dejó dicho llamarla con cualquier cosa. Laira se durmió tras tomarse las medicinas para el dolor, y me quedé solo con la chica, Yolanda, que empezó a contarme más cosas entre lloros.


Me indigné con la historia de Yolanda, una chica tan joven y guapa, y como Carmen la había llevado por ese camino. Yolanda no se quería ir a su casa, no quería dejar sola a Laira y tenía miedo de Carmen, y con razón visto lo visto. Además, la pobre también se encontraba mal y me dijo que tenía algo de mono, que con los nervios se había dejado sus pastillas en su casa. Se tomó un calmante y se acostó al lado de Laira, quedándose dormida rápidamente.


Entonces empecé a tomar decisiones. La policía estaba descartada porque Laira era ilegal y, además, no teníamos forma de probar que la paliza era cosa de Carmen y el chulo, tenía que pensar en algo. Sabía que esa casa era algo muy temporal, no podían quedarse allí. Tampoco podían irse a casa de Yolanda porque Carmen y el chulo podrían ir, y no las podía llevar conmigo o a mi casa del campo, por si Carmen mandaba a alguien a buscarlas ahora que sabía mi relación con Laira, así que tras unas llamadas, alquilé una casa en el campo, cerca de la mía. Las llevaría cuando se despertaran.


Esperé unas dos horas hasta que Yolanda se despertó y le expliqué el plan. La chica, sin conocerme de nada, estaba totalmente superada por los acontecimientos y viendo que Laira confiaba en mí, se dejó convencer sin problemas. Además, le insistí para que llamara a su madre, que estaría nerviosa sin saber de ella. Y en efecto, la madre estaba de los nervios, y más cuando Yolanda se puso a llorar sin ser capaz de hablar y me tuve que poner al teléfono. La madre, en cuanto me escuchó, se puso en alerta:

- ¿Y usted quién es?

- Me llamo Carlos, y soy un amigo de una amiga de…

- No lo conozco

- En efecto

- Y su voz… es mayor que mi hija

- Sí


La mujer se calló. Pensé que estaría pensando que me acostaba con su hija y le dije:

- Señora, hoy he conocido a su hija, no tengo ninguna relación con ella

- Pero…

- Sé que todo esto es muy raro pero su hija está en problemas y la quiero ayudar por…

- No lo conozco, no puedo confiar en usted

- Lo entiendo, lo entiendo… Miré, venga usted aquí y le contamos todo


Yolanda negaba con la cabeza pero le dije en voz baja:

- Tu madre se va a enterar de todo, Carmen irá y ya sabes como es

- Pero… ella no… ella no sabe nada de mi… mi… trabajo y mi relación con Laira, no sabe que soy lesbiana y…

- Lo va a saber de una forma u otra, Yolanda, mejor que sea por ti


Mientras tanto, la madre cada vez más nerviosa, hablaba por el móvil y le dije:

- Mire, venga aquí y hablamos todos, y entonces usted decide


Le di la dirección y la mujer se quedó extrañada y dijo:

- Pero esa casa…

- Sí, me lo ha dicho su hija, es una de las que limpian

- No entiendo nada

- Es complicado, venga usted y se lo explicamos todo

- Mejor que venga Yolanda a casa y…

- No puede ser, la buscan y son gente… gente peligrosa

- Por Dios


Yolanda cogió el móvil y logró convencer a la madre, que a la media hora entraba en la casa mirándome con suspicacia mientras abrazaba a su hija que lloraba sin parar.


Todo lo que le contó Yolanda supuso un shock para la mujer pero lo aguantó con entereza, incluso lo de la prostitución. Cuando Yolanda la llevó a ver a Laira que seguía dormida, solo dijo:

- Pero hija ¿Por qué no me has contado que tus preferencias eran estas? A mí, si eres feliz, me parece bien


Cuando Laira se despertó, nos fuimos de esa casa. Marina, la madre de Yolanda, se encargaría de limpiarlo todo al día siguiente. Las llevé en mi coche a la casa alquilada y luego fui a comprar comida. Cuando volví para dejarles la compra, la madre quería quedarse y cuidar de ellas, pero le dije que no, que yo me encargaría de que tuvieran todo lo necesario, que ella mejor que se fuera a casa y no viniera por si la seguían, y que yo iba a hacer lo mismo, no me fiaba de Carmen.


Tras unas horas, llevé de vuelta a su casa a la madre. Por el camino, la pobre mujer lloró pensando en su hija y en el mundo donde se había visto envuelta. Cuando paré el coche, me dijo:

- Pensará usted que soy muy mala madre

- ¿Nos tuteamos, Marina?

- Bien (con una tímida sonrisa)


La miré. Era una mujer guapa, de unos 40 y pocos. Estaba claro de donde le venía la belleza a Yolanda. Le dije:

- No pienso que seas una mala madre, Marina, Yolanda te ha ocultado todo y…

- Pero yo sabía que pasaba algo y no… no le he insistido y… y… Diossss


Llorando de nuevo. Cuando se calmó, dijo:

- No me preocupa que le gusten las mujeres, eso me da igual, pero lo de prostituirse… Eso no… no…

- Es culpa de esa mujer, Carmen

- Pero… es culpa mía, nunca he tenido dinero y ella tenía su sueño de estudiar y yo no la dejé y…

- Marina, no es culpa tuya, y no vamos a dejar que pase más, las ayudaremos entre todos


Ella se me quedó mirando durante unos segundos y, sabiendo que pensaba, le dije:

- Ya te he contado como Laira me salvó de Carmen, le debo mucho, y no voy a permitir que vuelva a ese mundo, ni ella ni Yolanda a la que he conocido hoy pero que me parece una buena chica

- Lo es

- Pensaremos entre todos como encauzar todo este asunto, pero te aseguro que ellas dos no volverán a ese mundo ni a las drogas, te lo prometo


Marina me miro unos interminables segundos, muy seria, pero entonces tomó una decisión y sonrió, había decidido confiar en mí. Me dijo:

- Está bien, no sé por qué pero me pareces un buen hombre, transmites confianza, pero quiero saberlo todo

- Por supuesto, pero no vayas a la casa, y si Carmen u otra gente vienen y hacen preguntas, tú no sabes nada y te debes mostrar muy preocupada por tu hija ¿Vale?

- Eso será sencillo, estoy muy preocupada


Nos miramos, la pobre mujer lo estaba pasando realmente mal. Me volvió a preguntar algo que ya había hecho varias veces:

- ¿Y seguro que la policía no puede detenerlos y…?

- No tenemos pruebas, Marina, y se llevarían a Laira y tu hija se moriría sin ella, ya las has visto

- Ya, pero algo podrán hacer

- No, y creo que Laira correría peligro si vuelve a su país, esta gente son peligrosa, Marina

- Ay, mi Yolanda ¿Cómo se ha metido en todo esto?

- Ya eso no tiene remedio, ahora toca cuidarlas y ayudarlas

- Ya

- Ten cuidado, Marina… Toma, llámame por cualquier cosa


Y le di mi tarjeta donde aparecía mi móvil. Ella la miró y le dije:

- Es de mi trabajo, allí conocí a Carmen

- Ah

- Caí en sus redes, soy muy tonto

- No me pareces nada tonto


Entonces abrió la puerta y salió fuera. Pero antes de irse, se inclinó y me dijo:

- Me pareces buena persona, quizás demasiado

- Ya, normal que desconfíes, es muy normal… Mañana te presentaré a Silvia, ella es la que de verdad nos une a todos en esta historia… Verás que en ella sí podrás confiar sin fisuras


Marina me miró de nuevo durante unos segundos. Era una mujer de mirada intensa, escrutadora. Al final, sonrió tristemente y se despidió. La observé entrar en su portal, estaba abatida.


Los siguientes días fueron extraños. Me sentía observado constantemente al salir a la calle, pero no sabía si era paranoia o no. Marina no había recibido visitas. Silvia se pasaba a diario para estar con las chicas un rato y llevarles lo que necesitaran.


Poco a poco, nos fuimos relajando pero una noche, llamaron a mi puerta. Era Carmen y un negro grande y alto. Entraron en mi casa sin que yo les invitara. Fue una conversación tensa, llena de amenazas. Carmen quería saber donde estaban las chicas. Me hice el loco y no les conté nada, ni siquiera que conocía a Laira, aunque ella me dijo que sabía que yo había contratado a Laira, que era la historia que había improvisado Laira tras escapársele mi nombre y para no involucrar a Silvia. Me amenazaron antes de irse, y Carmen me dejó pensativo con una cosa que me había dicho:

- Esas putillas me dan igual, pero quiero lo que se llevaron. Si las ves, porque te llamaran para pedirte ayuda, diles que me lo den y olvidaremos todo, y si no, atente a las consecuencias, te aseguro que te arrepentirás si esas putas vienen a verte y no me dan lo que quiero


Al día siguiente fui a verlas tras asegurarme que no me seguía nadie. Allí, en el dormitorio, porque Laira seguía sin moverse demasiado por el dolor que sentía en el torso por los golpes, les conté la visita y lo que me había dicho Carmen. Las dos se miraron sin entender nada. Vi que su reacción era genuina, no sabían de qué hablaba. Entonces, Yolanda que estaba bastante afectada por el mono, recordó algo y dijo:

- Oh, cogí una cosa, su portátil, para venderlo

- ¿Lo tienes aún?

- Ehhh, sí, creo que sí, en la bolsa…


Y señaló una bolsa de deporte. Fue y removió un poco las cosas y lo sacó. Les dije que me lo iba a llevar, quería revisarlo.


En casa no me costó nada acceder a su contenido. Lo revisé concienzudamente. Primero accedí a un servidor donde tenían los videos pornos. Vi más videos de Carmen haciendo salvajadas, pero también vi a Yolanda. No me había contado que había grabado pornografía. No quise ver más de sus videos, pero revisé el portátil y encontré más videos y algunos con cosas nauseabundas. No me lo podía creer. Y en algunos de esos videos reconocí a algunos hombres, un concejal, un empresario,… haciendo cosas ilegales junto a Carmen, que aunque llevaba una máscara, era totalmente reconocible por mí. Pensé “Pero Carmen ¿Cómo te has metido en esto?”. Y seguí revisando, y vi que Carmen se comunicaba con un correo que, por las referencias, llegué a deducir que era un famoso político, y que estaban extorsionando a otros políticos y empresarios con esos videos.


Me llevé las manos a la cabeza ¿Cómo podía haberme dejado engañar de esa forma por una persona capaz de hacer esas barbaridades? Con razón Carmen quería recuperar ese portátil.


Carmen
- ¿Y seguro que esa puta niñata no ha ido a su casa?


Dije mirando al hombre de Jamal. Él asintió y Jamal dijo:

- Llevan allí vigilando desde el día siguiente a su huida, y esa casa no tiene más entradas, Carmen


Solté un sonoro “JODER” y Jamal despidió al tío. Cuando estuvimos solos, le dije:

- Mierda, Jamal, pon a más gente a seguir a la madre, a Carlos, a…

- Para, para, Carmen, que esto no es una película, no pudo poner a gente a hacer eso, ya me cuesta una pasta el pavo ese que vigila a la madre y los demás que tengo dando vueltas por los hospitales y clínicas

- Joder, te veo muy tranquilo, parece que no sabes lo que nos estamos jugando, esas estúpidas zorras venderán el puto portátil y quien lo compre mirará el contenido y…

- Tranquila, Carmen, tranquila y piensa, esas dos zorras no tienen pasta, no pueden ir a la poli porque Kiara está ilegalmente y mi contacto allí no sabe nada de ella, no tienen a nadie menos a la familia de Yolanda, al final irán a ver a la madre y entonces las cogeremos, y sufrirán, te lo prometo, sufrirán mucho

- Ya te digo si sufrirán, y lo quiero ver ¿Me oyes? Las quiero ver suplicar y llorar, las muy putas

- Sí, te lo prometo, Carmen

- Joder, pero me preocupa el portátil, Jamal, que está ahí todo, los videos, las extorsiones...


Todo esto de las extorsiones se nos había ido de las manos. Era mucho dinero el que estábamos consiguiendo pero haciendo cosas asquerosas. Cada vez estaba más arrepentida de habernos metido en eso. Le dije a Jamal:

- Cojamos todo el dinero y nos vamos a otro país

- ¿Qué? ¿Estás loca?

- Sí, estoy harta de estas porquerías, no quiero hacerlo más y ya tenemos mucho dinero para irnos y…

- Y en unos años estaremos sin un euro, Carmen, y no puedo desaparecer así como así, tengo socios y…

- Joder, mierda, Jamal, esto es una mierda

- Te recuerdo que todo fue idea tuya

- Pero no hasta llegar a esos niveles, Jamal, que le hemos buscado a esos… esos asquerosos… niños, joder, Jamal


Él me miró duramente y dijo:

- Porque tú accediste a eso cuando te lo pidieron


Lo miré con odio, pero tenía razón, estaba muy colocada y accedí, y lo grabamos, y fue asqueroso. Le dije:

- Borra todo lo del servidor, bórralo

- Mmmm vale, pero los videos de las extorsiones están en el propio portátil

- Mierda, joder

- Pero esas putas son idiotas, jamás entraran en el portátil, ni ellas ni nadie, la contraseña solo la sabemos tú y yo

- Yo que sé, Jamal, yo que sé

- Y los originales de esos videos los tenemos ahí, en la caja fuerte, las memorias SD de las cámaras, si necesitamos apretar al diputado o a alguno de los chantajeados no vamos a tener problemas, esos videos no los hemos perdido, podemos seguir sacando pasta sin problema


Lo miré furiosa y le dije:

- Me da igual el dinero, encuentra a esas putas, Jamal, o estaremos jodidos

- Son estúpidas, estarán con el mono e irán a la madre en uno o dos días, seguro

- Pues vamos ya a por la madre y le contamos lo puta que es su hija y…

- No, ya lo hemos hablado, Carmen, mejor que la madre no lo sepa aún porque si lo sabe, lo mismo la echa si la llama o lo que sea, mejor que no sepa que es puta y así la recibirá, y entonces nosotros las cogeremos

- ¿Y Carlos?

- Ese tío es un amargado, vive solo y no tiene a nadie, se pasa las noches solo

- ¿Y su otra casa?

- Vacía, allí no vive nadie, he mandado a alguien un par de veces y allí no hay nadie

- La puta negra lo llamará, y ese es un estúpido que se deja ablandar por el lloro de una mujer, seguro que las ayuda

- Estamos vigilándolo también, pero no a diario

- Pues pon a alguien en su puerta, como con la madre

- Vale, lo pensaré

- No, hazlo, lo llamarán, seguro


Lo miré temblando de rabia. Vale, no iría a por la madre, pero sí me encargaría que todos los amigos de Yolanda supieran que era puta. Cogí el móvil y escribí a Santi, que hacía tiempo que no veía. Me costó quedar con él, me decía todo el rato que ahora tenía novia, pero al final accedió a ir a mi nueva casa cuando le dije que era algo importante de Yolanda y le entró la curiosidad.


Esa noche lo recibí nerviosa pero sin que se me notara. Santi entró en casa mirando a su alrededor y dijo:

- Uf, menudo cambio ¿No?

- ¿Te gusta?

- Menuda choza te has buscado ¿Te has liado con un tío rico?

- No, esto me lo he ganado yo, guapo… Pasa al salón y te preparo una copa

- Carmen, no puedo quedarme, he quedado con mi novia y…

- ¿Folla bien?

- Muy bien

- Genial, genial


Nos miramos. Entonces dijo:

- Bueno ¿Qué es eso de Yolanda?

- ¿La ves mucho?

- No, desde que rompimos no

- ¿No erais del mismo grupo de amigos?

- Sí, pero supongo que le incomoda salir conmigo, no sé

- No te contó que sabía lo nuestro ¿No?


Santi me miró con sorpresa y negó con la cabeza. Continué:

- Te siguió una noche a mi casa

- Joder

- Fue a mi casa con una navaja, me atacó y… Bueno

- ¿Bueno qué?

- Me besó


Santi se rio y dijo:

- Ya, claro

- Tu chica te follaba mal porque le van los coños, nene

- No te creo


Nos miramos y él vio que le decía la verdad. Preguntó:

- ¿Te… te acostaste con ella?

- Sí, muchas veces, tú le ponías los cuernos conmigo, y ella te los ponía conmigo

- Joder, será zorra

- Le propuse hacer un trío contigo pero no quiso

- Joder, entonces la Mara tenía razón (dijo como para sí mismo)

- ¿Quién?

- Una del grupo que nos dijo un día, antes de que Yolanda y yo fuéramos novios, que la Yoli era bollera, que se quedaba mirando mucho a las tías y era la única que no había chupado ninguna polla

- Pues ya le puedes decir que tenía razón, y que seguro que se hacía algún dedo pensando en ella

- Joder, que fuerte


Se quedó pensando mirando al suelo y entonces me dijo:

- ¿Y por qué me cuentas esto?

- Porque esa zorra me ha robado algo, y lo quiero, y si la ves, o la ve alguna de sus amigas, dímelo

- Si nunca sale con nosotros

- ¿Te cuento por qué no sale con vosotros?

- Porque folla contigo ¿No?

- No, no follamos tanto

- ¿Entonces?

- Porque se ha hecho puta


Santi se empezó a descojonar y me quedé mirándolo seria. Cuando vio que no me reía, dijo:

- Estás de coña ¿Yoli puta? Pero si me acabas de decir que es bollera y…


Cogí el mando de la tele, la encendí y puse uno de los videos de Yolanda, con dos tíos. La cara de Santi pasó por varias fases, asombro, perplejidad, enfado, furia hasta que gritó:

- QUE HIJA DE PUTA

- Estaba harta de limpiar las mierdas de otros y se buscó este otro trabajo

- Joder, joder, joder, pero si le está dando por el culo y no para de gemir, a mí nunca me dejó y conmigo nunca gemía así, la muy puta


Apagué la tele, no quería que viera mi parte. Me preguntó:

- ¿Y cómo tienes ese video?

- Me lo trajo un día para calentarme

- Joder

- Así que diles a sus amigas que si las llama, que no la ayuden, que es una puta, y luego me avisas, que esa zorra me tiene que devolver algo

- Joder, joder

- Y toma, por si no te creen


Y le envié a su móvil un trozo de video donde se la veía claramente como estaba con tres tíos. Le dije:

- Reenvíaselo a todos, para que sepan lo puta que es


Sonreí satisfecha, esa zorra no sabía con quien se había metido. Entonces, más contenta, me acerqué a Santi y le dije:

- Ven que te enseñe mi cama

- Joder, Carmen, no puedo, mi novia…

- Tu novia no folla como yo y lo sabes, venga, vamos


Y me siguió mientras yo sonreía. Me pensaba quitar de encima mucho del estrés de estos días, lo necesitaba.


Carlos
Al día siguiente volví a hablar con las chicas. Cuando les dije lo que había en el portátil se quedaron sin habla. Entonces Yolanda dijo:

- Participamos en una orgía con gente famosa ¿no, Laira?

- Sí

- ¿Te refieres a eso, Carlos?


Negué con la cabeza y les conté los videos de Yolanda. Ella se quedó de piedra y dijo:

- Yo… yo no he grabado videos

- Pues te han grabado


Laira, con mucho odio, dijo:

- Que hija de puta es Carmen


Yolanda estaba que no salía de su estupor. Dijo:

- ¿Hay… hay videos míos follando que están por internet?

- Creo que no, que están en un servidor privado, pero no sé que hacen con ellos

- Ohhhh, mierda


Y se llevó las manos a su cara. Laira la abrazó. Les dije:

- Lo que hay en los videos de extorsión es muy, muy fuerte, no puedo dejarlo así sin más

- ¿A qué te refieres?

- Eso merece un castigo, voy a pasárselo a un amigo que tiene contactos en la policía

- ¿Quieres que detengan a Carmen y Jamal?

- Sí

- Me parece genial, se lo merecen

- Pero no sé si os salpicará algo de esto


Yolanda me miró y preguntó:

- ¿Por mis videos?

- Sí


Se lo pensó un par de segundos y dijo:

- Me da igual, son mala gente, Carmen es una zorra egoísta, se merece ir a la cárcel

- ¿Seguro?


Ella asintió. Me quedé a cenar con ellas y estuvimos charlando de la infancia de Laira, de la de Yolanda, de sus sueños de futuro… Eran buenas chicas, las ayudaría en lo que pudiera.


Al día siguiente le conté todo a Silvia, necesitaba conocer su parecer. No le enseñé los videos pero le expliqué sin detalles lo que ocurría en ellos. Silvia se mostró horrorizada y estuvo de acuerdo conmigo, eso no se podía dejar pasar, y me instó a denunciarla. Me puse en contacto con mi amigo y le expliqué todo. Luego, fuimos a hablar con alguien de la policía, volví a explicar todo y le di el portátil. Él se encargaría de ver que se podía hacer. Me olvidé del tema hasta que un día, poco tiempo después, vi en las noticias una redada en el local de Carmen y supe que los habían detenido. Leí en las noticias que era un red de prostitución, de tráfico de drogas y de extorsión, y que todo había sido gracias a un chivatazo de uno de los extorsionados. Llamé al policía y me dijo que durante el registro habían encontrado pruebas más que suficientes para asegurarles una buena condena. No quise saber nada más, ni de que pruebas tenían contra ellos ni nada, ya no era asunto mío, pero al menos, había sacado de la circulación a dos bichos malos, ya no joderían a más gente durante unos años, o eso esperaba.


Durante todo ese tiempo, Silvia y yo nos habíamos ocupado de las chicas, visitándolas casi a diario. Aún estaban asustadas y no salían más que a dar paseos. Laira se recuperaba bien de sus moratones y golpes, Yolanda iba a rachas, con días buenos y malos por su mono. Un día que llegué con la compra, di un toque con el claxon del coche pero no me abrieron así que abrí yo con una llave que tenía de la casa pensando que las chicas estarían dando un paseo. Al entrar cargado con las bolsas, me las encontré desnudas en el salón, follando en el sofá. Ellas estaban tan absortas la una en la otra que no me habían escuchado, pero Laira me vio en la puerta, estaba tumbada boca arriba en el sofá, con las piernas abiertas mientras Yolanda se lo comía.


Me retiré rápidamente a mi coche y al poco ellas salieron a buscarme ya vestidas y riéndose y yo me disculpé, pero ellas no le dieron importancia. Esa noche me quedé a cenar con ellas como tantas otras noches.


Con Carmen y Jamal en prisión a espera de juicio, nos relajamos y empezamos a salir fuera a cenar, a veces los tres solos, a veces se apuntaba Silvia, y muchas más veces con la madre. Con ella, Marina, hablaba a diario. Poco a poco me fui enterando de su vida, una luchadora. Supe de sus problemas económicos y un día revisé con ella las cuentas de la pequeña tienda que tenía. Le dije la verdad, eso no tenía futuro. Le propuse buscarle un buen empleo, y se lo conseguí como coordinadora en una empresa de limpieza, la empresa que limpiaba el edificio donde estaba mi empresa. Ella no limpiaría, solo coordinaría a varios equipos y estuvo encantada porque el sueldo era bastante mejor de lo que conseguía en ese momento cada mes.


Con las chicas hablé también sobre su futuro. Lo primero que hice fue conseguirle a Laira papeles, temporales pero conseguí que estuviera legalmente en el país. Luego, les prepuse realizar el sueño de Yolanda, irse al extranjero. Ella quería ir a Alemania y lo arreglé todo para que se fueran. Le conseguí empleo a Yolanda gracias a los idiomas que conocía, pero no a Laira, ella tendría que aprender alemán antes de poder trabajar. Lo que les hice prometer es que si tenían cualquier problema económico, me llamaran, nada de meterse en cosas turbias. Me lo prometieron, no querían volver a esa vida.


La noche antes de su vuelo nos fuimos todos a cenar. La casa del campo que tenía alquilada para ellas la dejamos vacía. Ellas se quedarían en mi casa de la ciudad esa noche para que yo las llevara temprano al aeropuerto. Nos divertimos mucho en la cena, aunque la despedida fue triste, con Marina que no soltaba a su hija, y Yolanda llorando, y Silvia abrazando a Laira.


Cuando llegamos a mi casa, las dejé en su habitación diciéndoles que, como el avión salía a las 8 y tenían que estar en el aeropuerto una hora antes, para no ir corriendo, las despertaría a las cinco y media. Ellas protestaron pero riendo, sabían que debía ser así porque necesitarían su tiempo para arreglarse aunque las maletas ya estaban hechas.


Nos despedimos y me fui a mi habitación. Entré en el baño para asearme antes de acostarme, y cuando me estaba poniendo el pijama, se abrió la puerta de mi habitación y entraron las dos chicas sonrientes llevando solo una camiseta de dormir de tirantes y unas braguitas. Las miré sorprendido e iba a preguntarles si necesitaban algo cuando Laira dijo:

- Mi niña y yo hemos pensado que queremos agradecerte lo bien que te has portado con nosotras


Las miré con la boca abierta. Les dije:

- Pero… pero… vosotras sois…

- Ajá, pero tú tienes tu puntito hasta para nosotras y nos apetece mucho ¿Verdad, amol?


Yolanda, que sonreía abiertamente, asintió convencida y entonces se quitó la camiseta, mostrando sus preciosas tetas. Luego, se giró hacia Laira y le quitó su camiseta, quedándose las dos con sus braguitas blancas. Eran dos chicas preciosas con unos cuerpos muy sexis. Entonces se dieron un largo beso húmedo mientras se acariciaban suavemente.


Yo solo tenía puesto mi pantalón del pijama, sin camiseta, y ante ese espectáculo, no pude evitar una erección que fue evidente en mi pantalón. Las chicas pararon su beso y me miraron divertidas. Entonces se me acercaron y pusieron sus manos en mi pecho, acariciándome. Yolanda fue la primera en besarme, un beso en los labios, sin lengua. Luego se retiró y me besó Laira, otro beso igual.


Las dos rieron nerviosas, los tres estábamos algo cortados. Entonces Laira me cogió la mano y la dirigió a un pecho de Yolanda. Se lo acaricié y noté como se endurecía su pezón. Yolanda me miraba a los ojos, sonriendo, dejándose acariciar mientras ella hacía lo mismo conmigo. Me incliné y la besé. Esta vez ella abrió la boca y nuestras lenguas se encontraron. Tras unos segundos, me giré y besé a Laira, que también abrió su boca y su lengua buscó la mía.


A partir de ahí, se nos quitó el corte. Nos echamos en mi cama y allí nos desnudamos del todo, sin dejar de tocarnos y besarnos. Lamí y chupé sus pechos mientras ellas se besaban y me masturbaban. Luego, las dos me la chuparon, turnándose o a la vez. Las dos eran maravillosas y lo hacían genial, tanto que tuve que pararlas porque me tenían a puntito.


Laira se rio cuando les pedí que pararan, era totalmente consciente que me tenían malísimo. Entonces, la cogí y la tumbé boca arriba, y me situé entre sus piernas. Se lo comí mientras Yolanda la besaba y acariciaba. No tardó en correrse ante la sorpresa de Yolanda. Laira se rio y dijo:

- Joder

- ¿Lo come bien?

- Ya te digo, nena

- Yo quiero, yo quiero…


Y se tumbó también boca arriba, abriendo sus piernas. También se lo comí aunque tardó bastante más en correrse, gimiendo en la boca de Laira que no paraba de besarla y acariciarla. Las dos se rieron tontamente y Laira dijo:

- Vaya, vaya con el madurito… Ahora, a follar, ponte un condón, cariño


Y se puso a cuatro. Busqué un condón y, tras ponérmelo, la cogí por las caderas y la penetré lentamente. Laira gemía un poco mientras la follaba despacio pero todo cambió cuando Yolanda se levantó y empezó a besarla y a tocarla, masturbándola mientras yo seguía follándola a cuatro, cada vez más rápido hasta que se volvió a correr.


Entonces, Yolanda dijo:

- Me toca, pero yo encima


Me empujó suavemente para que me tumbara y Yolanda se puso encima, metiéndose mi polla plastificada lentamente. Me comenzó a cabalgar despacio hasta que tiró de Laira para que se le acercara y la besara, entonces empezó a moverse más rápido.


Era consciente que se trataba un trío donde mi papel era más o menos de juguete, de consolador, porque ellas estaban todo el rato besándose, mirándose, tocándose… Se corrían por estar juntas, no por mí, pero me daba igual, eran dos bellezas y estaban conmigo.


Yolanda aumentó el ritmo de su cabalgada mientras Laira la besaba en la boca, cuello, pechos… No tardó en correrse, y yo con ella.


Yolanda se echó en la cama, siendo acariciada y recibiendo besitos de Laira. Luego, las dos me miraron sonriendo. Me levanté para quitarme el condón y tirarlo. Al volver a mi habitación, la dos se estaban levantando, buscando su ropa por el suelo. Cada una me dio un beso en los labios y se fueron a su habitación. Mi primer trío y, encima, con dos chicas jóvenes, guapas, sexis y que sabían follar.


Me acosté sonriendo y cuando sonó el despertador, me pareció que acababa de cerrar los ojos. Me duché y luego avisé a las chicas, que dormían desnudas sobre la cama. Les costó despertarse pero logré que se espabilaran. Me fui a hacer café. Las dos aparecieron a la media hora, duchadas y vestidas, con cara de sueño pero sonrientes. Me dieron un piquito en los labios, y luego se abalanzaron a por el café. Las dos estaban nerviosas y hablaban sin parar de todo, a pesar de estar medio dormidas.


Las llevé en mi coche hasta el aeropuerto, y las ayudé con la facturación para luego acompañarlas hasta el control. Les dije:

- Bueno, chicas, ya sabéis, si necesitáis cualquier cosa, o tenéis cualquier problema, me llamáis


Las dos me miraron sonriendo. Laira me dijo:

- Nunca sabrás lo agradecida que te estaré de por vida por todo lo que has hecho por nosotras

- Nada, mujer, si tú lo hiciste antes por mí

- Yo no era nada, solo una puta, pero tú y Silvia me habéis tratado como una persona, sin importaros lo que he hecho antes

- Claro, que menos, te la jugaste por mí sin conocerme y…

- No, no soy tan generosa como tú, ayudé a Silvia porque me cayó bien y por el dinero, tú nos has ayudado por nada, incluso te ha costado el dinero, y no nos has pedido nada, y lo de anoche, si no llegamos nosotras a ir a tu habitación, ni se te hubiera ocurrido ir a la nuestra ¿Verdad?


No dije nada. Naturalmente, jamás les hubiera pedido un trío como compensación de algo. Laira sonrió y me dio un beso en la mejilla. Luego, me abrazó fuerte y Yolanda se unió al abrazo que duró un buen rato. Al separarnos, Laira tenía lágrimas en los ojos. Yolanda dijo:

- Por cierto, invita a mi madre a salir

- ¿Qué? ¿Y eso?

- Le gustas, y es guapa ¿Verdad?

- Ehhh, sí

- Pues invítala, lleva mucho tiempo sola, como tú, y ninguno de los dos se merece estar solo


La miré sonriendo. Entonces, dijo:

- Además, ahora sé de primera mano que además de atractivo, eres muy divertido en la cama jiji


Las dos se rieron afirmando con la cabeza, y tras un nuevo abrazo, se metieron en el control sonriendo y felices por comenzar su aventura juntas. Me quedé hasta que desaparecieron de mi vista.


Volví a mi coche con intención de irme al trabajo, pero me sentía cansado y algo desanimado ya que, sin las chicas, volvía a sentirme solo. Pensé en lo que me había dicho Yolanda, en lo de invitar a Marina. La verdad es que no era mala idea, Marina era atractiva y una mujer que se valía por sí misma desde hacía muchos años, fuerte y luchadora, pero me acababa de acostar con su hija y eso no le gustaría nada, como era normal.


Suspiré meneando la cabeza. Mejor no pensaba en planes, estaba realmente cansado. Hoy me cogería el día libre. Cogí el móvil y escribí a Silvia y a los chicos diciéndoselo, para que lo vieran cuando empezaran la jornada laboral. Luego, le escribí otro a Silvia contándole que no me pasaba nada, solo que no me apetecía trabajar. Arranqué el coche y me fui a casa.​
 

La segunda parte de este capítulo 64

64 (2)​

Silvia
Miré la hora y vi que ya era hora de cerrar el portátil del trabajo. Había sido un día extraño sin Carlos. Cuando leí su correo me preocupé y lo llamé pero me contó que entre la fiesta de anoche y el madrugón de hoy para llevar a las chicas al aeropuerto, había decidido quedarse en casa a dormir un poco para recuperarse, que si ya no estaba para esos trotes y toda su parafernalias de quejas tontas. Le dije que no había problema, que nos encargábamos nosotros de todo.


Al colgar la llamada, pensé en algo que me había dicho Laira en la cena. Había dicho que Carlos era un maduro interesante, “incluso para una bollera como yo, que por ser bollera, no dejo de tener ojos jeje”. Yo estaba totalmente de acuerdo con esa afirmación sobre Carlos, y esa noche estaba realmente guapo y sonriente. Y no solo yo lo veía así, me había fijado como lo miraba Marina, la madre de Yolanda.


Pensé que tendría que animar a Carlos a invitar a Marina, me caía bien y era guapa. La cosa es que, durante la cena, tenía que reconocer que había sentido algo de malestar con las miraditas y coqueteo de Marina con Carlos. Suspiré de nuevo, tenía guasa que me sentara mal que una mujer atractiva tonteara con Carlos, como si él fuera algo mío más allá de nuestra gran amistad. En Marina no veía un problema, no me parecía una mujer aprovechada ni nada de eso. Estaba claro que debía dejarme de historias raras y animarlo a invitarla, era lo mejor para él.


Cogí el móvil y le escribí a Laira preguntándole por como había ido todo. Al poco me escribió contándome que ya estaban en la casa, que estaba super bien, que hacía frío, que la gente hablaba muy raro… Al final, acabó por llamarme para contarme un montón de cosas de su primer día. Estaba realmente ilusionada y feliz. Entonces dijo:

- Esto es un sueño para mí, cuando hemos entrado en la casa me he puesto a llorar como una tonta

- Pero ¿Tan fea es? Jeje

- Noooo, tonta, jajaja, la casa está muy bien, es que es la primera vez que alguien hace algo por mí sin pedirme nada, ni esperar nada de mí… Carlos es… es… es único, te lo digo de verdad

- Lo sé

- Yo no… mmmmm no he conocido a nadie como él, tan generoso

- Sí, lo es

- Anoche… anoche quisimos agradecérselo de forma especial


Me quedé sorprendida, imaginé de lo que hablaba pero esperé. Ella continuó:

- Mi niña y yo lo habíamos hablado varias veces, nos hemos acostado con muchos tíos sin ninguna ganas, pero a Carlos empezamos a verlo de otra forma… No es que nos gustara porque nos van las tías, ya sabes, pero sí sentíamos un poco de atracción hacia él

- Ajá

- Ya sabes que es un hombre atractivo, no hace falta que te lo diga, que te lo comes con los ojos jaja

- ¿Qué? ¿Yo?

- Jajaja, sí, nena, te creo cuando me dices que no te lo has tirado, pero está claro que lo harías con mucho gusto jajajajaja

- Pero que cosas dices ¡¡que soy una mujer casada!! jajajaja

- Lo sé, y buena chica, pero te lo tirarías en otras circunstancias jajaja

- Jajajaja quizás

- Quizás dice jajajaja bueno, que me desvío… que anoche cuando nos fuimos a dormir, a mi niña y yo nos entró ganas y nos íbamos a poner a follar cuando le propuse de invitar a Carlos a participar

- Que locura jeje​

- Ya, pero Yoli aceptó sin pensárselo, no es que le tuviera muchas ganas, es algo como me pasaba a mí, nos sentíamos muy bien con Carlos y puestas a follar, pues que él estuviera y nos la metiera un poco, asco no nos iba a dar y así él se llevaba un buen recuerdo de nosotras ¿Entiendes?

- Noooo jajajaja

- Vamos, que lo que teníamos ganas era de follar entre nosotras, pero luego, allí con él, no sé, tía, que nos lo pasamos bien con él, muy bien, estuvo de puta madre jajaja

- ¿Sí?

- Tía, que no es que ahora nos haya hecho heteros, jajaja, pero solo te digo que si alguna vez quieres un buen amante que te alegre bien el cuerpo, no te lo pienses jajajaja


Estuvimos de charla un rato más, riendo las dos. Nos despedimos y me quedé pensando. Carlos este año había estado con Carmen, una mujer horrible pero físicamente muy atractiva, eso lo reconocía sin problema. Y luego con Cris, una chica guapa, con cuerpazo y muy activa sexualmente, que había quedado muy satisfecha con el sexo con Carlos. Y ahora con esas dos chicas jóvenes y muy atractivas, y de nuevo, había cumplido de sobra, tanto que las había sorprendido y satisfecho sexualmente, a dos lesbianas. “Ayyyy, Carlos, Carlos, y yo sin poder echarte un buen polvo, aunque de todas, soy la menos atractiva, sin duda” pensé sonriendo tristemente.


Y en un impulso, cogí y lo llamé. Carlos se puso al segundo tono. Le pregunté como estaba, me dijo que bien, me preguntó por el trabajo, le resumí el día y entonces le dije:

- Bueno ¿Y no piensas contármelo?

- ¿El qué?


Me quedé callada esperando hasta que él dijo:

- No me lo puedo creer ¿También sabes eso?

- Naturalmente jajajaja

- Diosssss, sabes más de mi vida sexual que yo mismo

- Jajajajaja, bueno, supermacho ¿Qué tal la experiencia? Jajajaja

- ¿Te parece bien?

- ¿Cómo?

- Me he aprovechado de esas chicas, de dos lesbianas, que por agradecimiento…

- Pero ¿Qué dices?

- A ver, que son dos lesbianas, Silvia, con un tío que…

- Espera, espera… no empieces, que te conozco

- Pero es la verdad, yo no debería…

- Escucha

- Pero…

- Que escuches y calla, coño, déjame hablar

- Pufff, bueno

- Acabo de hablar con Laira y, palabras textuales “Nos lo pasamos de puta madre”

- Anda ya, si para ellas yo no sería más que un consolador viejo y…

- Que te calles y escuches, joe

- Pero…

- Pero nada, se lo pasaron genial, están encantadas de haber follado contigo, CONTIGO, no con un consolador, CONTIGO, joder


Carlos se quedó callado y continué:

- Eres… eres… eres de lo que no hay. Cualquier tío estaría feliz y pletórico después de una noche así, y tú vas y te deprimes y lo ves todo negativo diciendo que te aprovechaste de ellas… Es que es para darte dos tortas, de verdad

- No es eso, Silvia

- Sí, lo es, joder, que está Laira encantada y tú me vienes con eso… ¿Y sabes qué más me ha dicho? Nooo, tú que vas a saber, pero te lo digo yo… me ha recomendado que si alguna vez quiero un amante que me satisfaga de verdad, ni me lo piense y me acueste contigo, y me he reído, pero no por lo que estás pensando ahora mismo de que sería algo ridículo, no, no por eso, me he reído porque no necesito que ella me lo diga, naturalmente que si alguna vez quisiera un amante serías tú, con nadie más me plantearía acostarme, joder, pero si siento envidia de Laira, Yolanda, Cris y hasta de la zorra de Carmen, ellas han podido estar contigo y yo no, te enteras, envidia les tengo


Y me callé, me había pasado, pero me ponía negra como se auto fustigaba Carlos. Tras unos segundos de silencio, Carlos dijo:

- Vaya

- ¿Vaya? ¿Sólo dices eso?

- Lo… lo siento, es que ha sido…

- Es la realidad, Carlos, despierta de una puta vez, y deja de verte de esa forma tan negativa

- Mmmm

- Sabes que nunca nos acostaremos porque yo no soy así, no puedo serle infiel a mi marido


Respiré hondo antes de seguir:

- No puedo evitar estos sentimientos que tengo hacia ti pero tampoco puedo serle infiel a quien quiero, que ya me parece horrible sentir esto por otro hombre, pero no lo puedo evitar, aunque sabes de sobra que nunca daría ese paso ¿Verdad?

- Lo sé

- Así que ahora, vas a hacer lo siguiente, llama a Marina e invítala

- ¿Qué? ¿Cómo?

- Que invites a Marina, porque obviamente si no te lo digo, no lo vas a hacer porque no te enteras de nada y estoy segura que no te enteraste ayer noche de todos sus intentos por llamar tu atención ¿Verdad?

- ¿De… de Marina?

- Sí, tonto, a ella le gustas, y ella te gusta ¿Verdad?

- Yo… Sí, no sé, supongo...

- Pues llámala, invítala. Es una buena mujer, Carlos y es atractiva

- Sí, eso creo


Nos quedamos callados bastantes segundos hasta que Carlos dijo:

- Silvia, yo…

- No, no digas nada de nosotros

- Pero yo…

- No, Carlos, no quiero escucharte… Entre nosotros nunca pasará nada, te lo he dicho para que despiertes, solo para eso, y no es la primera vez que te digo algo así, pero esta vez creo que te lo he dejado clarísimo, eres un hombre muy atractivo, que gustas a muchas mujeres, incluida yo, no te dejes auto engañar


Me callé para tomar aliento, pero continué rápido, no quería que se montara una película:

- Pero que esto no te lleve a otro engaño, Carlos, porque tú y yo siempre seremos amigos, pero solo eso, lo entiendes ¿Verdad?

- Sí

- Bien, y ahora quiero que tu ánimo suba a tope y que salgas, invita a esa mujer, pásatelo bien, te lo mereces, te quiero feliz, Carlos


De nuevo nos callamos hasta que Carlos dijo:

- Gracias, Silvia

- De nada… De esto no vamos a volver a hablar ¿Vale?

- Vale

- Te quiero mucho Carlos, muchísimo, pero nunca pasará de aquí

- Lo sé

- Bien, anda, te dejo, hasta mañana

- Sí eeeeee hasta mañana


Y colgué. Tenía ganas de llorar, me sentía fatal por Antonio, me estaba comportando como una zorra diciéndole esas cosas a otro hombre, pero no podía evitar sentir eso. Lo que sí podía evitar, y lo haría, era dar el paso de la infidelidad física, eso jamás.​
 

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