En el gimnasio Vixen se había hecho muy amiga de Sara desde la conversación en los vestuarios donde ambas se desvelaron mutuamente sus fetiches sexuales más íntimos y los consejos de esta a que visitara la peculiar clínica propiedad de la mujer de su jefe.
Sara tenía cuarenta y nueve años, era una codiciada MILF del gimnasio que se había divorciado hacía apenas un año de su marido, de estatura similar a mi mujer de cuerpo esbelto y una larga melena rubia algo más alocada que la de Vixen.
Esta había retomado la vida en pareja con su actual novio, otro chico también divorciado y al que Ángelo conocía dado que era uno de los profesores de la universidad dónde estudiaba y a veces también coincidían en los vestuarios del gimnasio.
Sara y su novio mantenían una relación de pareja liberal según le había desvelado ella y confirmado también por Fabi a Ángelo, al parecer el rapado ya se la había follado en alguna ocasión estando ella casada y después estando con el profesor.
Marco era el novio de Sara, rondaría también los cincuenta años, era un tipo de complexión normal, cabello moreno y unos ojos azules que habían llamado la atención de Vixen que lo encontraba muy atractivo, conocedora de la relación especial de la pareja y teniendo carta abierta por parte de su nueva amiga ya no dudaba en insinuarse descaradamente a él en el gimnasio, algo que por lo visto también era recíproco por su parte.
Una mañana en la cafetería del centro Sara y Marco coincidieron con Vixen y Ángelo que estaban desayunando juntos, se saludaron y se sentaron en la misma mesa que ellos.
La conversación enseguida derivó hacia el sexo y la cosa fue muy rodada, Sara quería descubrir las virtudes que Vixen le había comentado acerca del niño y mi mujer quería darse un festín con Marco, estaba ansiosa por follar con un tío tan apuesto y le daba un morbo tremendo hacerlo a mis espaldas.
Cuando acabaron de desayunar, los cuatro decidieron no acudir a la clase de Crossfit como tenían planeado y se fueron directos a casa de la pareja en cuestión. Vixen me llamó al móvil contándome que llegaría más tarde a casa y que no la esperara a comer porque ella lo haría en casa de Sara.