Me parece muy interesante el tema que has planteado. A mí no me atrae la idea de sentarme y ver cómo otro se folla a mi mujer, aunque sí acabamos de experimentar lo que supone hacer un intercambio de parejas. Es toda una mezcla se sensaciones, porque en este caso los dos estáis al mismo nivel, disfrutando del sexo con otras personas sin que haya nada escondido entre medias.
Claro que me encantó el sexo con la otra mujer (además de que eran una pareja perfecta para nosotros), pero tengo que reconocer que ver cómo mi mujer disfrutaba con otro me ha supuesto más de una reflexión. Hay morbo por ver que ella disfruta, eso lo tengo claro, pero también un cierto resquemor a que le pueda gustar "demasiado". No es algo racional, ya que entiendo perfectamente que es 100% natural disfrutar del sexo con otra persona, pero en mi caso creo que supone un aprendizaje para mantener el equilibrio. Mantenerse seguro sobre ti mismo y tu relación y entender que, igual que tú le muestras a tu mujer después que ella siempre será especial, que también ella te lo haga saber a ti. Imagino que es un proceso normal, porque pasar por una experiencia así es un subidón que a veces genera un vértigo muy intenso.
De todas formas, las sensaciones son muy positivas en general, tanto que estamos planeando repetir con esta pareja en un ambiente algo más relajados, a ver qué tal se nos da...