Querido diario.
He leído novelas, incluso diarios, en los cuales los autores siempre empezaban con "Queridísimo diario". Pero bueno, creo que lo nuestro no es para tanto.
Querido diario, nunca he tenido mucho apego a las cosas materiales. Estas vienen y se van... Bueno supongo que todo viene y se va... lo material y lo inmaterial, aunque a veces lo inmaterial forma parte de nuestra mochila y somos incapaces de dejarlo atrás.
Hay una novela de Antonio Muñoz Molina, La noche de los tiempos, en que su protagonista, de la noche a la mañana, deja todo lo material de su vida, todo lo pierde en un instante... Suelo acordarme mucho de esa novela, porque mientras la leía recuerdo que me hacía preguntas y reflexionaba sobre lo material... sobre todo lo que nos rodea y ¿nos ata???
A saber a qué nos ata... a saber si preferimos vivir atados a ser libres... Ufff no lo sé.
Querido diario, te cuento un secreto? Me cuesta sonreír. Y eso que tengo fama de ser una persona risueña. Pero me cuesta sonreír, de verdad que sí. Me cuesta sonreír de verdad.
Quiero decir, no tengo problemas para mover los músculos de la cara, o la boca, y fingir una sonrisa.
Pero lo que es por dentro,,, por dentro no sonrío.
Mi corazón no sonríe.
Alaaaaaaaaaaaaaaaa. Ya salió la melodramática, ya salió la agonías... Mi corazón no sonríe. Póntelo de estado de whatsapp anda.
De niña sonreía de verdad... tímida pero risueña, no como ahora, que sonríe por egoísmo, por compromiso, o por evitar complicaciones.
Y cuando no tenía nada, sonreía.
Te equivocas pequeña saltamontes. Cuando lo tenías todo, sonreías.
Cuando lo tenías todo, sonreías.
Pongamos que hablo de Madrid.
Uyss no,,, esa no es mi canción.
Pongamos que hablo de los años 80. Mediados de los 80. Pongamos que era una mocosa de 7 u 8 años.
Pongamos que vivía con mis padres y mi hermano en un pisito modesto, como la mayoría de los españolitos. No teníamos nada, pero no nos faltaba de nada. Clase media por los pelos... más clase baja que media. Eso siempre lo notaba en mis compañeras de clase, parecían tener siempre más que yo. Mejor ropa, mejores cuadernos, mejor estuche, mejores pinturas, mejor coche sus padres, mejores casas. Pero vamos... a mi me daba igual. Siempre he sido de vivir en mi mundo. Lo de las casas, los pisos lo notaba porque cuando iba a casa de mis compañeras de cole, tenían salón!!! o salita!!!. Y con mis amigas, o iba a la habitación de ellas.... habitación con mesa de estudio!!!... y luego veíamos la tele en su salón!!! o en su salita!!!
Y yo en mi casa,,, mi habitación no tenía mesa de estudio. Yo hacía la tarea en la cocina. Y en mi casa no había ni salitas ni salones. la tele en la cocina, una tele con antenas de cuernos, en blanco y negro y de 14 pulgadas.
Pero de verdad que era muy feliz. La envidia, cuando era peque, no iba conmigo. Con la edad me he vuelto una persona mas envidiosa.
Mi hermano mayor se emperró en que quería un ordenador. Supongo que era el tiempo en que empezaba el boom de los ordenadores. Y recuerdo a mi hermano diciéndole a mi padre "Quiero un ordenador, cómprame un ordenador, necesito un ordenador". Y mi padre, "pero que es eso de un ordenador"???
Y así pasaban los días... mi hermano con su retahíla de "cómprame un ordenador necesito un ordenador quiero un ordenador". Yo cuando iba a casa de mis amigas en sus casas todas tenían un ordenador. No sé si de ellas, de sus hermanos mayores mayores, de sus padres, etc.
Algunas tenían un Amstrad, otras un Spectrum, otras un commodore... algunas tenían un ordenador con monitor y torre, y hasta monitor en color. Algunas tenían un monitor pero en que la pantalla solo salía el color verde y el negro, con infinitas variaciones del verde.
A mi me daba igual, no sabía para que servía aquello. No me daba mal rato.
Pero mi hermano, siempre estaba con su "cómprame un ordenador, quiero un ordenador, necesito un ordenador". Y mi padre, "pero para qué quieres un ordenador"? Y mi hermano... "Pues para hacer la tarea".
Mi hermano mayor, siempre mas listo que yo. Con los pies en los suelos, no como yo, con la cabeza en las nubes.
Total... recuerdo aquel día... recuerdo aquel día.
Llegaron mi padre y mi hermano, entraron a casa con una caja enorme. Pero grande grande. Llegaron y se fueron a la habitación "vacía". La habitación vacía, como bien dice su nombre, era una habitación que no tenia nada. Esa habitación con el tiempo, y con los ahorros de papá y mamá, se convirtió años mas tarde en nuestra salita. Pero muchos años estuvo vacía. Solo tenía una televisión enorme y superantigua, una tele en blanco y negro que nunca veíamos porque era una tele muy grande, y nuestra madre nos reñía si la encendíamos porque decía que gastaba mucha luz. También había una mesa enorme... creo que era una mesa que se trajeron del pueblo. Mis abuelos cambiaron los muebles en la casa del pueblo, y mi madre dijo, aquella mesa vieja y enorme, que ocupaba prácticamente toda la habitación, aquella para nuestra casa. Y alguna silla feísima de tapizado verde, pero en las que apenas me llegué a sentar porque mi madre decía que las ensuciábamos.
Total , mi padre y mi hermano se pasaron toda la tarde montando el ordenador... una cosa minuscula, un spectrum chiquitin.... la verdad que no recuerdo si era spectrum o era Inves... era una cosa rara.
Para mi eso no era un ordenador. Yo había visto en casa de mis amigas "cacharros" grandes... eso era mas pequeño que una máquina de escribir.
Eso si... llevaba mil cables.
El cable a la tele
El cable a la luz
El transformador
El cable del sonido de los altavoces
El cable del transformador
El cable al radiocasete
Y enciende el radio casete a la luz
Y enciende la televisión a la luz.
Aquello era un oceano de cables. Recuerdo a mi madre, cuando mi padre no estaba en casa, echarle unas broncas a mi hermano cuando estaba con el ordenador, diciendole, "apaga eso, esto no gasta mas que luz, menudas facturas nos viene"
Recuerdo a mi padre diciendo... "pero este cacharro que hace, que haces con esto" Y mi hermano no sabía que responder, porque en realidad, poco hacían los primeros ordenadores, ahí estaban, pero no sabíamos muy bien que hacían.
Recuerdo a mi hermano que se compraba revistas, alguna como Micromanía (creo que se llamaba así), que venían con hojas para que programases tus juegos. No se como se llamaba el lenguaje de entonces,,, Basic???
Total, recuerdo a mi hermano escribiendo toda una semana aquellas cantidades enormes de código o de instrucciones, para que luego el juego creado fueran dos "palas" a los lados de la tele, y una pelotita que se movía de una a otra.
Recuerdo a mi padre... echarle broncas a mi hermano, ¿Pero este cacharro que hace??? Esto es una mierda!!!
Recuerdo los juegos de casete que compraba mi hermano.
Como se cargaban, ponia la cinta y a la vuelta de 20 minutos, el juego cargado. Y mientras cargaba, rayas en la pantalla , y una especie de "pitido/chillido". Y mi hermano me decía... "está cargando". Y yo miraba absorta aquellas rayas... me gustaba mas ver como cargaba el juego, que luego ver el juego en realidad.
Y mi hermano tuvo varios juegos... Arkanoid, Renegade, Army moves.... y Robocop.
También tenía uno de futbol... me hacía jugar contra el y echabamos partidos, pero yo no sabía jugar. Mi hermano me dejaba el joystick a mi y el jugaba con el teclado,,, pero ni por esas. Siempre me ganaba 10 a cero, y yo nunca metia un gol.
El juego que mas me gustaba y que mas recuerdo era Robocop.
Pero sabes una cosa, queridisimo diario??? Aquel juego me gustaba por la música.... desde el primer día que la escuche,,, dije,,, alaaaaaaaaaaaa, que musica, que sonido!!! Como un ordenador tan malo, tan caca, puede hacer esa musica.
Y mi hermano decía que el ordenador no era malo, solo que no le entendiamos.
Escuchaba la música de robocop mientras el jugaba.
Le pedia a mi hermano que me pusiera Robocop. Mi hermano decía, "para que lo quieres, si no sabes jugar???"
y yo le decia, "quiero escuchar la música"
Y mi hermano me cargaba el juego. Y yo no jugaba, pero me quedaba escuchando su musica, la de la pantalla de inicio.
Y cuando no tenía nada, sonreía.
No te equivoques pequeña saltamontes. Cuando lo tenías todo, sonreías.