Mi pasión por el voyeurismo comenzó un verano, estaba en el chalet familiar, pasaba allí todo el verano, un buen día una de mis primas vino con una amiga suya. Tendrian unos 17 años, mi prima era muy morena, poco pecho, nada interesante, la verdad. Sin embargo, su amiga era un bombonazo, morena aprox 1’70 de altura, muy guapa, simpática, pero sobretodo lo que más destacaba de ella eran sus pedazo de tetas, grandes, redondas… esto sumado a prácticamente un mes sin a penas ver hembra estar con esa pedazo de chica todo el día en bikini contemplando su cuerpo me produjo estar más caliente que el palo de un churrero.
Tras estar todo el día en la piscina al llegar la tarde fueron a cambiarse, yo deambulaba por fuera de la casa paseando yendo a buscar algo, de repente me fijo en que la luz de una de las habitaciones se encendia a través de las rendijas de las persianas, yo como que no quiere la cosa me asomo, estaba atardeciendo, por lo que la calle estaba oscura, lo que me permitía ver todo lo que sucedía dentro perfectamente pero a mi no me podían ver, al asomarse contemplo asombrado que dentro estaban mi prima y su amiga hablando y preparando la ropa, mi excitación era brutal, no me creía lo que estaba a punto de ver, tras unos minutos eternos donde se abrazaron, palparon y hacían comentarios sobre sus cuerpos, de repente la amiga, por fin, se quita la parte de arriba del bikini dejando al aire sus preciosas tetas, mis primeras tetas en directo. Eran gigantes, un pezón pequeño que contrastaba con la dimensión de la teta, blancas, preciosas.
Mi excitación era tan grande que comencé a masturbarme, cuando se despojó del bikini no aguante mas y exploté, creo que no he tenido un orgasmo igual de brutal nunca, desde entonces he buscado mil veces volver a tener situaciones parecidas, pero nunca igual de increíble que la primera.
Tras estar todo el día en la piscina al llegar la tarde fueron a cambiarse, yo deambulaba por fuera de la casa paseando yendo a buscar algo, de repente me fijo en que la luz de una de las habitaciones se encendia a través de las rendijas de las persianas, yo como que no quiere la cosa me asomo, estaba atardeciendo, por lo que la calle estaba oscura, lo que me permitía ver todo lo que sucedía dentro perfectamente pero a mi no me podían ver, al asomarse contemplo asombrado que dentro estaban mi prima y su amiga hablando y preparando la ropa, mi excitación era brutal, no me creía lo que estaba a punto de ver, tras unos minutos eternos donde se abrazaron, palparon y hacían comentarios sobre sus cuerpos, de repente la amiga, por fin, se quita la parte de arriba del bikini dejando al aire sus preciosas tetas, mis primeras tetas en directo. Eran gigantes, un pezón pequeño que contrastaba con la dimensión de la teta, blancas, preciosas.
Mi excitación era tan grande que comencé a masturbarme, cuando se despojó del bikini no aguante mas y exploté, creo que no he tenido un orgasmo igual de brutal nunca, desde entonces he buscado mil veces volver a tener situaciones parecidas, pero nunca igual de increíble que la primera.