Una preciosidad, donde las haya.
No me diréis que no, porque entre esa música que es MÚSICA con mayúsculas y el reggaton de los coj****, que farfullan (porque esos no llegan ni a fallar ni a follar) palabras que parece que el riego sanguíneo este interrumpido, sin suministro, como si alguien les hubiera pisado la manguera de lo entendible.
Si, farfullan como si el cerebro tuviera un enchufe y los están desconectando cada dos segundos. Y esas letras, que ni hay rimas, ni a ellas te puedes arrimar para descifrar el significado, porque eso, os prometo que no es un idioma.