Ha ocurrido, aunque no como yo pensaba (mis primeros cuernos). [Hilo para tratar sobre su temática y NO para contactar]

Hola, como no tengo mucho tiempo, y no puedo relatar entera toda la experiencia con los tres tipos en el AirBnB de Madrid, os resumo las cosas que más me impactaron; si puedo os daré más detalles de la pareja de Málaga con la que nos vimos dos veces y que tanto nos ha ayudado. Después de eso (hace ya bastantes días) no hemos hecho nada más. Estamos en standby. Quizás planeemos algo para este puente pero no es seguro.

En cuanto a la experiencia con los tres tíos... os resumo: uno, el guapete (cuarentón corto creo), educado, elegante, guapo y más bien cortadete, poco lanzado, de polla normal, larguita pero fina. El cañero, bajito, fortachón de gym, policía o bombero (no estoy seguro), bastante poco sutil, mazado de gym y polla como la mía, gruesa pero no muy larga, 14/15. Y el jovencito (no creo que llegase a 30), fibrado de gimnasio, depilado y una polla de campeonato, mínimo 18/19 y gorda venosa. Todos ellos elegidos entre yo y ella.

Iré saltándome cosas porque estuvieron toda la noche hasta las tantas (no los tres) y luego por la mañana otra vez (y volvió el tercero). De los preliminares destacar que cuando yo estaba marcando las reglas delante de todos, en el salón, Carmen me paró y dijo que quería que le diesen toda la caña posible, sin miedo. Yo me quedé cortado pero no dije nada. A los cinco minutos ya estaba de rodillas mamando las tres pollas, y al poco el cañero se puso detrás de ella y empezó a cogerla del cuello y meterle desde atrás mínimo cuatro dedos en el coño mientras ella mamaba a los otros dos.

En un momento dado la pusieron de rodillas, le ataron las manos por detrás con una cinta que llevaba el cañero en su mochila (venía bien equipado, está muy acostumbrado) y la fueron cogiendo de la cabeza y follando la boca uno a uno. El guapito más o menos normal, el joven un poco más fuerte pero como era pollón, le costaba más, y el cañero fue un bestia, le cogió la cabeza con las dos manos y empezó a bombearle la boca a muerte, mientras Carmen babeaba, escupía y medio se ahogaba. Estuve a punto de pararlo pero en un momento que el cañero le sacó la polla de la boca Carmen me miró y medio tosiendo me dijo "más".

En ese momento el cañero tomó las riendas y fue el que marcó el ritmo. Le preguntó a Carmen si estaba segura, ella dijo que sí, y el dijo, pues prepárate, puta. Ni por un segundo me miró a mi. Se sentaron todos en el sofá, el cañero les dijo que abrieran las piernas a tope y la obligaron a comerle el culo uno a uno, mientras los pajeaba (la habían desatado). Ahí estaban todos ya muy cachondos así que la pusieron de rodillas y se pusieron a su alrededor hasta que se pajearon y se corrieron en su cara.

Después la llevaron a la cama, le ataron las muñecas y los pies a los bordes de la cama, vendaron los ojos, y con dos dildos que traía el cañero se pusieron a darle muy muy duro. Por el culo, por el coño, azotes, tirones de pelo y escupitajos... ahí fue cuando empecé a estar muy mal, muy mal, porque ella solo gemía y decía "sí, sí". Tengo una foto que hice medio a escondidas que si ella me deja taparé lo que se pueda reconocer y subiré, que es demencial. No sé cuantas veces pero Carmen se corrió varias seguro.

La desataron, el jovencito se puso en la cama de espaldas, subieron a Carmen encima a cabalgarlo y los otros dos a darle polla de pie en la cama, todo alternado siempre con tirones de pelo y azotes. Carmen a esas alturas ya tenía todo el cuerpo colorado y marcado. Terrible pero a la vez excitante. Y en ese momento el cañero se puso de rodillas detrás de Carmen, le metió uno dedo (o dos o tres, no sé porque no lo veía desde mi posición bien) y enseguida le clavó la polla en el culo. Es la primera vez que Carmen hacía doble penetración (si me creo lo que me ha contado de que nunca lo había hecho), y por los gritos que pegaba puedo creerla. Empezó a berrear como una cerda, pero entre grito y grito decía "joder joder que gusto joder". Ahí no pude aguantar más y fue cuando salí a comprar el arnés para que se follara al guapete (me lo habían pedido al principio, cuando les estaba comiendo el culo, al ver que el guapete se volvía loco cuando le metió además de la lengua un dedo en el ojete). Llevarían al menos hora y media de sexo cerdo.

Salí y al volver esperaba que estuviesen descansando o más relajados pero al entrar al dormitorio lo primero que vi fue a Carmen abierta de piernas, el guapete por un lado y el cañero por otro abriéndole cada pierna a tope, y el jovencito clavándole esa polla monstruosa por el culo, pero de una manera demencial, como poseído, fuerte, sin piedad, hasta el fondo y sacarla entera, hasta el fondo y sacarla entera. Carmen tenía la mirada perdida, los ojos abiertos casi sin ver, la boca abierta y gimiendo pero una cosa rara, despacio, casi en voz baja... "ay ay ay ay...", pero no un Ay de dolor sino de placer. ¿Sabéis lo que es que se te cierre el estómago como si un puño de hierro apretase sin piedad? Así estuve yo casi toda la noche. Al poco el jovencito empezó a bufar y gritar "me corro me corro" y le llenó el culo de leche a lo bestia. Fue sacarla y empezar a salir a borbotones los goterones de leche espesa, blanca. Sin esperar ni un minuto, el guapete se puso en su lugar y comenzó a bombear, hasta que se corrió. Y luego el cañero igual. En menos de 15 minutos le dejaron el culo completamente roto, abierto, colorado y con tres lefadas.

Les dejé el arnés para follarse al guapo y me fui al salón. Al rato fueron pasando todos a la ducha y volvieron al cuarto uno a uno. Estuvieron al menos media hora sin follar o al menos no se escuchaba nada. Después volvieron al lío, supongo que Carmen se follaría al guapo y seguirían dándole caña a ella, por los sonidos y gemidos evidentemente algo estaban haciendo. Al rato salió el guapo y dijo que se iba a su casa, que lo esperaba su mujer, que volvería por la mañana y que los otros se iban a quedar a pasar la noche. Eso fue un mazazo porque no estaba hablado con Carmen. Yo me fui al otro cuarto y los estuve escuchando al menos hasta las 1:30 o las 2 (el cañero me confesó luego que había tomado Cialis para aguantar, y el joven, pues supongo que el morbo y la juventud le hacían aguantar).

Me desperté con sonido de gemidos, sobre las 10 de la mañana, me asomé al cuarto y ya había vuelto el guapo, la tenían otra vez atada y le estaban rompiendo el culo por turnos mientras otro le metía el dildo hasta los huevos. Una locura. En ese momento pensé que Carmen tenía un problema mental, eso era demasiado, volver a la locura por la mañana otra vez. Los dejé, me fui a desayunar y cuando volví se estaban vistiendo ya duchados para irse. Yo estaba en shock, como ido. ¿Había disfrutado? Como un cerdo. Pero también había sufrido. Carmen se puso a dormir y se despertó a las 5 de la tarde. Llena de señales y marcas, con el coño y el culo enrojecidos a tope, y según me decía, con dolor y agujetas en todo el cuerpo. Pero feliz, contenta, alegre. Según me dijo, "una experiencia extraña, salvaje, pero maravillosa".

Ahora entenderéis porqué hemos ido al psicólogo, porque teníamos que parar. A los que estáis deseando esto como yo lo estuve años, ojo con lo que deseas porque la mente es tan jodida que puedes estar a la vez pasando el mejor momento de tu vida sexualmente hablando, disfrutando como un cerdo y sin creer lo que ves, pero a la vez tener el corazón (por decirlo de algún modo) destrozado.

Estoy escribiendo algo sobre lo que he sentido estos meses, por qué, cómo ha pasado y qué lecciones he aprendido. Os contaré.
@Therealvizzini te felicito por hacernos partícipes desde el principio de tan tremenda y sincera experiencia.

Tu historia vista desde el embrión de vuestra primera vez y cómo en cada momento nos haces partícipes del placer y a su vez del dolor que conlleva adentrarse en esta fantasia es personalmente digna de admiración.

Todo un cuaderno de bitácoras para aquellos y aquellas que desean adentrase en esta fantasía.

Gracias sinceras crack 🙏
 
@Therealvizzini te felicito por hacernos partícipes desde el principio de tan tremenda y sincera experiencia.

Tu historia vista desde el embrión de vuestra primera vez y cómo en cada momento nos haces partícipes del placer y a su vez del dolor que conlleva adentrarse en esta fantasia es personalmente digna de admiración.

Todo un cuaderno de bitácoras para aquellos y aquellas que desean adentrase en esta fantasía.

Gracias sinceras crack 🙏

Mi principal aviso ahora mismo es: ojo con lo que deseas, porque hay cosas que no controlas, ni vas a poder controlar. Y lo hecho no se puede deshacer.
 
Hola, como no tengo mucho tiempo, y no puedo relatar entera toda la experiencia con los tres tipos en el AirBnB de Madrid, os resumo las cosas que más me impactaron; si puedo os daré más detalles de la pareja de Málaga con la que nos vimos dos veces y que tanto nos ha ayudado. Después de eso (hace ya bastantes días) no hemos hecho nada más. Estamos en standby. Quizás planeemos algo para este puente pero no es seguro.

En cuanto a la experiencia con los tres tíos... os resumo: uno, el guapete (cuarentón corto creo), educado, elegante, guapo y más bien cortadete, poco lanzado, de polla normal, larguita pero fina. El cañero, bajito, fortachón de gym, policía o bombero (no estoy seguro), bastante poco sutil, mazado de gym y polla como la mía, gruesa pero no muy larga, 14/15. Y el jovencito (no creo que llegase a 30), fibrado de gimnasio, depilado y una polla de campeonato, mínimo 18/19 y gorda venosa. Todos ellos elegidos entre yo y ella.

Iré saltándome cosas porque estuvieron toda la noche hasta las tantas (no los tres) y luego por la mañana otra vez (y volvió el tercero). De los preliminares destacar que cuando yo estaba marcando las reglas delante de todos, en el salón, Carmen me paró y dijo que quería que le diesen toda la caña posible, sin miedo. Yo me quedé cortado pero no dije nada. A los cinco minutos ya estaba de rodillas mamando las tres pollas, y al poco el cañero se puso detrás de ella y empezó a cogerla del cuello y meterle desde atrás mínimo cuatro dedos en el coño mientras ella mamaba a los otros dos.

En un momento dado la pusieron de rodillas, le ataron las manos por detrás con una cinta que llevaba el cañero en su mochila (venía bien equipado, está muy acostumbrado) y la fueron cogiendo de la cabeza y follando la boca uno a uno. El guapito más o menos normal, el joven un poco más fuerte pero como era pollón, le costaba más, y el cañero fue un bestia, le cogió la cabeza con las dos manos y empezó a bombearle la boca a muerte, mientras Carmen babeaba, escupía y medio se ahogaba. Estuve a punto de pararlo pero en un momento que el cañero le sacó la polla de la boca Carmen me miró y medio tosiendo me dijo "más".

En ese momento el cañero tomó las riendas y fue el que marcó el ritmo. Le preguntó a Carmen si estaba segura, ella dijo que sí, y el dijo, pues prepárate, puta. Ni por un segundo me miró a mi. Se sentaron todos en el sofá, el cañero les dijo que abrieran las piernas a tope y la obligaron a comerle el culo uno a uno, mientras los pajeaba (la habían desatado). Ahí estaban todos ya muy cachondos así que la pusieron de rodillas y se pusieron a su alrededor hasta que se pajearon y se corrieron en su cara.

Después la llevaron a la cama, le ataron las muñecas y los pies a los bordes de la cama, vendaron los ojos, y con dos dildos que traía el cañero se pusieron a darle muy muy duro. Por el culo, por el coño, azotes, tirones de pelo y escupitajos... ahí fue cuando empecé a estar muy mal, muy mal, porque ella solo gemía y decía "sí, sí". Tengo una foto que hice medio a escondidas que si ella me deja taparé lo que se pueda reconocer y subiré, que es demencial. No sé cuantas veces pero Carmen se corrió varias seguro.

La desataron, el jovencito se puso en la cama de espaldas, subieron a Carmen encima a cabalgarlo y los otros dos a darle polla de pie en la cama, todo alternado siempre con tirones de pelo y azotes. Carmen a esas alturas ya tenía todo el cuerpo colorado y marcado. Terrible pero a la vez excitante. Y en ese momento el cañero se puso de rodillas detrás de Carmen, le metió uno dedo (o dos o tres, no sé porque no lo veía desde mi posición bien) y enseguida le clavó la polla en el culo. Es la primera vez que Carmen hacía doble penetración (si me creo lo que me ha contado de que nunca lo había hecho), y por los gritos que pegaba puedo creerla. Empezó a berrear como una cerda, pero entre grito y grito decía "joder joder que gusto joder". Ahí no pude aguantar más y fue cuando salí a comprar el arnés para que se follara al guapete (me lo habían pedido al principio, cuando les estaba comiendo el culo, al ver que el guapete se volvía loco cuando le metió además de la lengua un dedo en el ojete). Llevarían al menos hora y media de sexo cerdo.

Salí y al volver esperaba que estuviesen descansando o más relajados pero al entrar al dormitorio lo primero que vi fue a Carmen abierta de piernas, el guapete por un lado y el cañero por otro abriéndole cada pierna a tope, y el jovencito clavándole esa polla monstruosa por el culo, pero de una manera demencial, como poseído, fuerte, sin piedad, hasta el fondo y sacarla entera, hasta el fondo y sacarla entera. Carmen tenía la mirada perdida, los ojos abiertos casi sin ver, la boca abierta y gimiendo pero una cosa rara, despacio, casi en voz baja... "ay ay ay ay...", pero no un Ay de dolor sino de placer. ¿Sabéis lo que es que se te cierre el estómago como si un puño de hierro apretase sin piedad? Así estuve yo casi toda la noche. Al poco el jovencito empezó a bufar y gritar "me corro me corro" y le llenó el culo de leche a lo bestia. Fue sacarla y empezar a salir a borbotones los goterones de leche espesa, blanca. Sin esperar ni un minuto, el guapete se puso en su lugar y comenzó a bombear, hasta que se corrió. Y luego el cañero igual. En menos de 15 minutos le dejaron el culo completamente roto, abierto, colorado y con tres lefadas.

Les dejé el arnés para follarse al guapo y me fui al salón. Al rato fueron pasando todos a la ducha y volvieron al cuarto uno a uno. Estuvieron al menos media hora sin follar o al menos no se escuchaba nada. Después volvieron al lío, supongo que Carmen se follaría al guapo y seguirían dándole caña a ella, por los sonidos y gemidos evidentemente algo estaban haciendo. Al rato salió el guapo y dijo que se iba a su casa, que lo esperaba su mujer, que volvería por la mañana y que los otros se iban a quedar a pasar la noche. Eso fue un mazazo porque no estaba hablado con Carmen. Yo me fui al otro cuarto y los estuve escuchando al menos hasta las 1:30 o las 2 (el cañero me confesó luego que había tomado Cialis para aguantar, y el joven, pues supongo que el morbo y la juventud le hacían aguantar).

Me desperté con sonido de gemidos, sobre las 10 de la mañana, me asomé al cuarto y ya había vuelto el guapo, la tenían otra vez atada y le estaban rompiendo el culo por turnos mientras otro le metía el dildo hasta los huevos. Una locura. En ese momento pensé que Carmen tenía un problema mental, eso era demasiado, volver a la locura por la mañana otra vez. Los dejé, me fui a desayunar y cuando volví se estaban vistiendo ya duchados para irse. Yo estaba en shock, como ido. ¿Había disfrutado? Como un cerdo. Pero también había sufrido. Carmen se puso a dormir y se despertó a las 5 de la tarde. Llena de señales y marcas, con el coño y el culo enrojecidos a tope, y según me decía, con dolor y agujetas en todo el cuerpo. Pero feliz, contenta, alegre. Según me dijo, "una experiencia extraña, salvaje, pero maravillosa".

Ahora entenderéis porqué hemos ido al psicólogo, porque teníamos que parar. A los que estáis deseando esto como yo lo estuve años, ojo con lo que deseas porque la mente es tan jodida que puedes estar a la vez pasando el mejor momento de tu vida sexualmente hablando, disfrutando como un cerdo y sin creer lo que ves, pero a la vez tener el corazón (por decirlo de algún modo) destrozado.

Estoy escribiendo algo sobre lo que he sentido estos meses, por qué, cómo ha pasado y qué lecciones he aprendido. Os contaré.
Uffff excitante pero sexo duro no entra en mis planes,aunque ver a tu mujer follada por 3 o 4 y comerle el culo a ellos debe ser una pasada, no se si entraba en vuestros planes antes de esto pero tu mujer lo disfruto a tope parece ser que lo estaba esperando y tu al final llegaste a correrte alguna vez.
Gracias por tus aportes.
 
Hola, como no tengo mucho tiempo, y no puedo relatar entera toda la experiencia con los tres tipos en el AirBnB de Madrid, os resumo las cosas que más me impactaron; si puedo os daré más detalles de la pareja de Málaga con la que nos vimos dos veces y que tanto nos ha ayudado. Después de eso (hace ya bastantes días) no hemos hecho nada más. Estamos en standby. Quizás planeemos algo para este puente pero no es seguro.

En cuanto a la experiencia con los tres tíos... os resumo: uno, el guapete (cuarentón corto creo), educado, elegante, guapo y más bien cortadete, poco lanzado, de polla normal, larguita pero fina. El cañero, bajito, fortachón de gym, policía o bombero (no estoy seguro), bastante poco sutil, mazado de gym y polla como la mía, gruesa pero no muy larga, 14/15. Y el jovencito (no creo que llegase a 30), fibrado de gimnasio, depilado y una polla de campeonato, mínimo 18/19 y gorda venosa. Todos ellos elegidos entre yo y ella.

Iré saltándome cosas porque estuvieron toda la noche hasta las tantas (no los tres) y luego por la mañana otra vez (y volvió el tercero). De los preliminares destacar que cuando yo estaba marcando las reglas delante de todos, en el salón, Carmen me paró y dijo que quería que le diesen toda la caña posible, sin miedo. Yo me quedé cortado pero no dije nada. A los cinco minutos ya estaba de rodillas mamando las tres pollas, y al poco el cañero se puso detrás de ella y empezó a cogerla del cuello y meterle desde atrás mínimo cuatro dedos en el coño mientras ella mamaba a los otros dos.

En un momento dado la pusieron de rodillas, le ataron las manos por detrás con una cinta que llevaba el cañero en su mochila (venía bien equipado, está muy acostumbrado) y la fueron cogiendo de la cabeza y follando la boca uno a uno. El guapito más o menos normal, el joven un poco más fuerte pero como era pollón, le costaba más, y el cañero fue un bestia, le cogió la cabeza con las dos manos y empezó a bombearle la boca a muerte, mientras Carmen babeaba, escupía y medio se ahogaba. Estuve a punto de pararlo pero en un momento que el cañero le sacó la polla de la boca Carmen me miró y medio tosiendo me dijo "más".

En ese momento el cañero tomó las riendas y fue el que marcó el ritmo. Le preguntó a Carmen si estaba segura, ella dijo que sí, y el dijo, pues prepárate, puta. Ni por un segundo me miró a mi. Se sentaron todos en el sofá, el cañero les dijo que abrieran las piernas a tope y la obligaron a comerle el culo uno a uno, mientras los pajeaba (la habían desatado). Ahí estaban todos ya muy cachondos así que la pusieron de rodillas y se pusieron a su alrededor hasta que se pajearon y se corrieron en su cara.

Después la llevaron a la cama, le ataron las muñecas y los pies a los bordes de la cama, vendaron los ojos, y con dos dildos que traía el cañero se pusieron a darle muy muy duro. Por el culo, por el coño, azotes, tirones de pelo y escupitajos... ahí fue cuando empecé a estar muy mal, muy mal, porque ella solo gemía y decía "sí, sí". Tengo una foto que hice medio a escondidas que si ella me deja taparé lo que se pueda reconocer y subiré, que es demencial. No sé cuantas veces pero Carmen se corrió varias seguro.

La desataron, el jovencito se puso en la cama de espaldas, subieron a Carmen encima a cabalgarlo y los otros dos a darle polla de pie en la cama, todo alternado siempre con tirones de pelo y azotes. Carmen a esas alturas ya tenía todo el cuerpo colorado y marcado. Terrible pero a la vez excitante. Y en ese momento el cañero se puso de rodillas detrás de Carmen, le metió uno dedo (o dos o tres, no sé porque no lo veía desde mi posición bien) y enseguida le clavó la polla en el culo. Es la primera vez que Carmen hacía doble penetración (si me creo lo que me ha contado de que nunca lo había hecho), y por los gritos que pegaba puedo creerla. Empezó a berrear como una cerda, pero entre grito y grito decía "joder joder que gusto joder". Ahí no pude aguantar más y fue cuando salí a comprar el arnés para que se follara al guapete (me lo habían pedido al principio, cuando les estaba comiendo el culo, al ver que el guapete se volvía loco cuando le metió además de la lengua un dedo en el ojete). Llevarían al menos hora y media de sexo cerdo.

Salí y al volver esperaba que estuviesen descansando o más relajados pero al entrar al dormitorio lo primero que vi fue a Carmen abierta de piernas, el guapete por un lado y el cañero por otro abriéndole cada pierna a tope, y el jovencito clavándole esa polla monstruosa por el culo, pero de una manera demencial, como poseído, fuerte, sin piedad, hasta el fondo y sacarla entera, hasta el fondo y sacarla entera. Carmen tenía la mirada perdida, los ojos abiertos casi sin ver, la boca abierta y gimiendo pero una cosa rara, despacio, casi en voz baja... "ay ay ay ay...", pero no un Ay de dolor sino de placer. ¿Sabéis lo que es que se te cierre el estómago como si un puño de hierro apretase sin piedad? Así estuve yo casi toda la noche. Al poco el jovencito empezó a bufar y gritar "me corro me corro" y le llenó el culo de leche a lo bestia. Fue sacarla y empezar a salir a borbotones los goterones de leche espesa, blanca. Sin esperar ni un minuto, el guapete se puso en su lugar y comenzó a bombear, hasta que se corrió. Y luego el cañero igual. En menos de 15 minutos le dejaron el culo completamente roto, abierto, colorado y con tres lefadas.

Les dejé el arnés para follarse al guapo y me fui al salón. Al rato fueron pasando todos a la ducha y volvieron al cuarto uno a uno. Estuvieron al menos media hora sin follar o al menos no se escuchaba nada. Después volvieron al lío, supongo que Carmen se follaría al guapo y seguirían dándole caña a ella, por los sonidos y gemidos evidentemente algo estaban haciendo. Al rato salió el guapo y dijo que se iba a su casa, que lo esperaba su mujer, que volvería por la mañana y que los otros se iban a quedar a pasar la noche. Eso fue un mazazo porque no estaba hablado con Carmen. Yo me fui al otro cuarto y los estuve escuchando al menos hasta las 1:30 o las 2 (el cañero me confesó luego que había tomado Cialis para aguantar, y el joven, pues supongo que el morbo y la juventud le hacían aguantar).

Me desperté con sonido de gemidos, sobre las 10 de la mañana, me asomé al cuarto y ya había vuelto el guapo, la tenían otra vez atada y le estaban rompiendo el culo por turnos mientras otro le metía el dildo hasta los huevos. Una locura. En ese momento pensé que Carmen tenía un problema mental, eso era demasiado, volver a la locura por la mañana otra vez. Los dejé, me fui a desayunar y cuando volví se estaban vistiendo ya duchados para irse. Yo estaba en shock, como ido. ¿Había disfrutado? Como un cerdo. Pero también había sufrido. Carmen se puso a dormir y se despertó a las 5 de la tarde. Llena de señales y marcas, con el coño y el culo enrojecidos a tope, y según me decía, con dolor y agujetas en todo el cuerpo. Pero feliz, contenta, alegre. Según me dijo, "una experiencia extraña, salvaje, pero maravillosa".

Ahora entenderéis porqué hemos ido al psicólogo, porque teníamos que parar. A los que estáis deseando esto como yo lo estuve años, ojo con lo que deseas porque la mente es tan jodida que puedes estar a la vez pasando el mejor momento de tu vida sexualmente hablando, disfrutando como un cerdo y sin creer lo que ves, pero a la vez tener el corazón (por decirlo de algún modo) destrozado.

Estoy escribiendo algo sobre lo que he sentido estos meses, por qué, cómo ha pasado y qué lecciones he aprendido. Os contaré.
¿Y fue ahí cuando se la chupaste a uno y te folló delante de ella?
 
Mi principal aviso ahora mismo es: ojo con lo que deseas, porque hay cosas que no controlas, ni vas a poder controlar. Y lo hecho no se puede deshacer.
Es el riesgo de probar nuevos límites, tanto en pareja como de forma individual. Cuando nos abrimos al placer hay que tener la cabeza bien armada o dejar el control total a otro para que no se nos vaya de las manos.
Cuando estamos calientes y nos da por confesar alguno de nuestros morbos podemos acabar cobrando nuestras más oscuras fantasías y eso es solo hablar.
Yo me imagino que tu mujer una vez que vio que no pasaba nada al superar sus miedos, la barrera emocional y el control desaparecen para dar rienda suelta al placer más hedonista.
 
Es el riesgo de probar nuevos límites, tanto en pareja como de forma individual. Cuando nos abrimos al placer hay que tener la cabeza bien armada o dejar el control total a otro para que no se nos vaya de las manos.
Cuando estamos calientes y nos da por confesar alguno de nuestros morbos podemos acabar cobrando nuestras más oscuras fantasías y eso es solo hablar.
Yo me imagino que tu mujer una vez que vio que no pasaba nada al superar sus miedos, la barrera emocional y el control desaparecen para dar rienda suelta al placer más hedonista.

El problema viene cuando, aunque creamos que sí, no conocemos los pensamientos íntimos de la pareja. Por edad, por respeto, por momento vital o por lo que sea, puede estar asumiendo un rol diferente al que a veces piensa o imagina. Si abrimos esa puerta, y sobre todo, si nosotros insistimos en abrirla, luego no la podemos cerrar tan fácilmente.

Yo queria ver a mi mujer desinhibida a tope, pensando que no sería para tanto. No contaba con que había estado 10 años soltera, en sus treinta y pocos y estando buena y teniendo gracia, y había probado de todo. Literalmente de todo. Así que una vez abierta la puerta le ha costado poco adaptarse.

Ahora soy yo el que tiene que cambiar el chip.
 
Me gustaría saber qué piensa ella de eso , sobre todo la vez que te dijo cosas mientras lo hacías. No es solo morbo, es que gustaría llegar a hacer eso con mi mujer y quiero saber cómo podría tomárselo.
No me dijo ni miró demasiado. Me pregunto si me gustaba, si estaba disfrutando, me dijo que la chupaba bien...
Cuando vio como me follaban la primera vez sí prestó un poco más de atención y parecía que se ponía muy cerda, pero poco más. Cuando se pone a follar, pierde el sentido de donde está.

No se me ha ocurrido quedar con un tío solo para mí y que ella mire, no me atrae.
 
Hemos hablado mucho estos días (y follado). Me ha contado en esta semana más aventuras después de separarse de su ex y casarse conmigo (unos 9 años estuvo sola) que en todos nuestros años de casados. No sé si hay algún psicólogo por aquí, pero me da la sensación de que algo ha hecho click en su cabeza. Menuda folladora estaba hecha, tuvo al menos 2 o 3 follamigos por año más los líos esporádicos...

No sé lo que pasará más adelante pero yo ahora estoy en una nube de lujuria y deseo. Mañana repetimos otra vez con F. en el mismo hotel. Esta vez yo puedo tocarla (no a él, ni follarla). Sólo besarla, acariciarla y comerle el coño, espero que lleno de leche. Lástima no poder grabar, pero todo se andará.
Suele ocurrir con muchas mujeres separadas, sobretodo cuando las abandonan por otra. Se desata en ellas un deseo incontrolable de demostrarse a sí misma y a los hombres que son mucho mejores que las otras, en todo. Cambia totalmente su forma de vestir, de actuar.... y se desinhiben mucho. Claro cuando encuentran otra pareja, el temor a que les vuelva a pasar lo mismo, las hace ser mucho más receptivas a todas las propuestas de su pareja.
 
Enhorabuena compañero por las experiencias. Para que salga natural comerlas el coño recien preñadito de leche lo mejor es acostumbrarlas, yo a la mia cada vez que me corro lo hago o dentro o fuera de su coño y se lo dejo bien limpito. Al principio le parecía raro, ahora cuando le digo que me voy a correr aunque sea con la jaula puesta se abre de piernas y apunta con el dedo al coño, ya lo tiene asumido como algo normal.
El día que demos el paso le saldrá natural que se lo limpie :devilish:
Te garantizo que hay una diferencia abismal a comérselo después de haberte corrido en él, que a comerlo después de varios días de abstinencia y con la leche de su toro.
 
Te garantizo que hay una diferencia abismal a comérselo después de haberte corrido en él, que a comerlo después de varios días de abstinencia y con la leche de su toro.
estoy seguro de ello, yo por el momento solo he podido probar la primera parte
 
Pequeña actualización: definitivamente estamos más calmados. Hemos vuelto a ver una vez más a la pareja malagueña, pero todo con un ritmo más tranquilo. Más de juego y complicidad que sexo salvaje. Hablamos mucho y aunque tengamos idea más adelante de probar cosas, nos lo estamos tomando con calma. Y como pareja estamos más unidos que nunca, no sé si es temporal o no, pero hablamos más y mejor de todo.
 
Pequeña actualización: definitivamente estamos más calmados. Hemos vuelto a ver una vez más a la pareja malagueña, pero todo con un ritmo más tranquilo. Más de juego y complicidad que sexo salvaje. Hablamos mucho y aunque tengamos idea más adelante de probar cosas, nos lo estamos tomando con calma. Y como pareja estamos más unidos que nunca, no sé si es temporal o no, pero hablamos más y mejor de todo.
Nos cuentas lo de la pareja malagueña?
Te deja Tú pareja poner la foto que dijiste?
 
Pequeña actualización: definitivamente estamos más calmados. Hemos vuelto a ver una vez más a la pareja malagueña, pero todo con un ritmo más tranquilo. Más de juego y complicidad que sexo salvaje. Hablamos mucho y aunque tengamos idea más adelante de probar cosas, nos lo estamos tomando con calma. Y como pareja estamos más unidos que nunca, no sé si es temporal o no, pero hablamos más y mejor de todo.
Comentáis entre vosotros el tema, lo que sucedió, os planteáis probar cosas en algún momento.
Y por supuesto lo de la pareja malagueña, es un tema muy morboso y aleccionador, un relato de ello es interesante como mínimo.
Por descontado agradecerte que compartáis vuestras experiencias.
Y si ella se decidiera a contarlo en primera persona, sería el no va mas.
Gracias.:adorar1::adorar1::adorar1::adorar1::aplausos1::aplausos1::aplausos1:
 
Hola a todos, hoy tengo un poco de tiempo para contaros cómo vamos. Seguimos tranquilos, y desde la segunda vez que estuvimos con Ana y Antonio, la pareja malagueña, hace unos días, no hemos vuelto a hacer nada. De momento vamos a seguir de perfil bajo, aunque la verdad es que como estamos más tranquilos, nos apetece probar con una aventura nueva.

Como os dije, tras la sesión en Madrid con los tres tíos, que se nos fue de las manos, nos quedamos un poco tocados (aunque fuese super excitante y morbosa) pero la charla con la psicóloga nos ayudó mucho. Y lo que más nos ha ayudado han sido las charlas con Ana y Antonio, que llevan muchos, muchos años de pareja swinger y nos han ayudado a ver las cosas con perspectiva. El primer día quedamos con ellos en El Tercer Acto, un restaurante bastante chulo de Málaga, elegante. Son una pareja madura, elegante y educada, muy similar a nosotros en muchos aspectos, y creo que por eso hemos congeniado. La idea era simplemente conocernos, charlar un rato y ya iríamos viendo.

Durante la cena nos encontramos muy cómodos, tanto que a los postres les estábamos contando lo que había pasado en Madrid y cómo nos sentíamos sobre ello. Fue divertido porque a la vez que era algo serio, duro, y ellos nos contaban su opinión (y una experiencia relativamente similar hace muchos años), también era morboso y excitante explicarles cómo Carmen se follaba (o más bien ellos se la follaban e ella) a tres tíos de manera salvaje. Podía ver cómo la mirada de Antonio cambiaba según le contábamos cómo había evolucionado nuestra situación, de cero contacto con terceros, hasta el día de Madrid. Fueron extremadamente educados, honestos y muy comprensivos, explicándonos su experiencia y las de otras parejas que habían conocido estos años; algunas terminaban bien, como la suya, otras fatal, con divorcios, depresiones, etc. Una de las cosas que me tranquilizó, aunque suene estúpido, es que más común de lo que parece. Tanto el que haya muchísimas parejas swinger, maridos cuckold, etc, que siempre había pensado que yo era un tío super raro o directamente enfermo, como el que a veces se daban estas situaciones de descontrol, sobre todo en parejas que habían pasado muy rápido de no hacer nada a querer probar muchas cosas. Después de cenar pedimos allí mismo unas copas, charlando de todo un poco, y cuando llegó la hora de irnos, nos dijeron que les habíamos caído muy bien, que congeniábamos mucho y que si queríamos tomar otra copa en su casa. Carmen y yo dudamos por un momento pero al final dijimos que por qué no, estábamos muy a gusto, y después de todo, si no nos apetecía no tenía por qué pasar nada. Cogimos los coches para ir a su casa, y durante el trayecto Carmen y yo nos dijimos que nos lo íbamos a tomar con calma, que estaban siendo muy amables con nosotros y nos llevábamos en la cabeza las cosas mucho más claras, y que nos dejásemos llevar.

Llegamos a su casa, y Antonio nos preparó unas copas y nos sentamos en el salón a seguir charlando, con música tranquila de fondo (cada uno sentando con su pareja). Hablamos prácticamente de todo durante un rato, aunque evidentemente al rato comenzamos a hablar de sexo, contándonos experiencias mutuas. Era claro que estábamos ya todos bastante cachondos, y en un momento dado Ana dijo "vamos a bailar", se levantó y me cogió de la mano y me sacó al medio del salón. Al momento Antonio hizo lo mismo con Carmen. Mi erección era bastante notoria y me estaba rozando a tope con el pubis de Ana, y un rápido vistazo me dejó claro que Antonio estaba igual, pegadísimo a Carmen y con sus manos en la cintura baja, casi el culo. Ahí perdí la noción del tiempo. A los pocos minutos ambas parejas nos estábamos comiendo la boca, pero nada salvaje, más bien tierno, suave. Ana gemía un poco cuando le mordía suave los labios y eso me mata, me pone a mil. En un momento dado me di cuenta que Antonio y Carmen no estaban en el salón, y Ana me pregunto si me molestaba. Le dije que para nada y me cogió de la mano y me llevó al cuarto de matrimonio. Al pasar por el pasillo había otra puerta abierta, y me dio tiempo a ver en un segundo a Antonio sentado en la cama, sin camisa ya, y Carmen de rodillas, evidentemente haciéndole una mamada.

Estuve haciendo el amor con Ana un buen rato, sin prisa. Fue un sexo tranquilo, disfrutado, nada salvaje. Ella se corrió un par de veces, la primera en mi boca, con un mini squirt que me gustó mucho. Y yo me corrí en sus tetas (luego me dijo que la primera vez nunca quería que se corriesen en su boca). Al terminar nos tumbamos en la cama, a descansar y charlar un poco, y se escuchaba claramente cómo Antonio y Carmen seguían follando. Nada especialmente salvaje, parecía, pero podía oír gemir a C. claramente, los golpes rítmicos de un pubis contra el trasero presumiblemente, los gemidos más guturales de Antonio... muy morboso. Ana me dijo que su marido no la tenía especialmente grande o gorda, pero sí tenía un don, el de follar incansablemente sin correrse casi el tiempo que quisiese, así que mejor nos lo tomábamos con calma. Y tanto que con calma... estuvieron follando al menos hora y media, escuché a Carmen correrse tres o cuatro veces, y el tío ahí como un campeón. Al final, por fin, escuchamos cómo el daba un grito y se corría y se hizo el silencio.

Le dije a Ana si le importaba que me diese una ducha, así que me metí en el baño y me duché tranquilamente. Cuando salí, Carmen estaba en la cama tumbada, con una sonrisa enorme. Me dio un beso, me dijo que le había dicho Ana que nos quedásemos a dormir si queríamos y se metió en el baño para ducharse. Al salir me corroboró lo que me había dicho Ana, que de polla iba normalito pero que "follando era un absoluto campeón olímpico". Y que tenía una corrida enorme, muy muy grande, y muy líquida, poco espesa, que le había llamado la atención (se le corrió en estómago y tetas).

En resumen, haber dado con ellos ha sido una absoluta lotería, una completa suerte (de hecho hemos quedado una segunda vez).
 
Hola a todos, hoy tengo un poco de tiempo para contaros cómo vamos. Seguimos tranquilos, y desde la segunda vez que estuvimos con Ana y Antonio, la pareja malagueña, hace unos días, no hemos vuelto a hacer nada. De momento vamos a seguir de perfil bajo, aunque la verdad es que como estamos más tranquilos, nos apetece probar con una aventura nueva.

Como os dije, tras la sesión en Madrid con los tres tíos, que se nos fue de las manos, nos quedamos un poco tocados (aunque fuese super excitante y morbosa) pero la charla con la psicóloga nos ayudó mucho. Y lo que más nos ha ayudado han sido las charlas con Ana y Antonio, que llevan muchos, muchos años de pareja swinger y nos han ayudado a ver las cosas con perspectiva. El primer día quedamos con ellos en El Tercer Acto, un restaurante bastante chulo de Málaga, elegante. Son una pareja madura, elegante y educada, muy similar a nosotros en muchos aspectos, y creo que por eso hemos congeniado. La idea era simplemente conocernos, charlar un rato y ya iríamos viendo.

Durante la cena nos encontramos muy cómodos, tanto que a los postres les estábamos contando lo que había pasado en Madrid y cómo nos sentíamos sobre ello. Fue divertido porque a la vez que era algo serio, duro, y ellos nos contaban su opinión (y una experiencia relativamente similar hace muchos años), también era morboso y excitante explicarles cómo Carmen se follaba (o más bien ellos se la follaban e ella) a tres tíos de manera salvaje. Podía ver cómo la mirada de Antonio cambiaba según le contábamos cómo había evolucionado nuestra situación, de cero contacto con terceros, hasta el día de Madrid. Fueron extremadamente educados, honestos y muy comprensivos, explicándonos su experiencia y las de otras parejas que habían conocido estos años; algunas terminaban bien, como la suya, otras fatal, con divorcios, depresiones, etc. Una de las cosas que me tranquilizó, aunque suene estúpido, es que más común de lo que parece. Tanto el que haya muchísimas parejas swinger, maridos cuckold, etc, que siempre había pensado que yo era un tío super raro o directamente enfermo, como el que a veces se daban estas situaciones de descontrol, sobre todo en parejas que habían pasado muy rápido de no hacer nada a querer probar muchas cosas. Después de cenar pedimos allí mismo unas copas, charlando de todo un poco, y cuando llegó la hora de irnos, nos dijeron que les habíamos caído muy bien, que congeniábamos mucho y que si queríamos tomar otra copa en su casa. Carmen y yo dudamos por un momento pero al final dijimos que por qué no, estábamos muy a gusto, y después de todo, si no nos apetecía no tenía por qué pasar nada. Cogimos los coches para ir a su casa, y durante el trayecto Carmen y yo nos dijimos que nos lo íbamos a tomar con calma, que estaban siendo muy amables con nosotros y nos llevábamos en la cabeza las cosas mucho más claras, y que nos dejásemos llevar.

Llegamos a su casa, y Antonio nos preparó unas copas y nos sentamos en el salón a seguir charlando, con música tranquila de fondo (cada uno sentando con su pareja). Hablamos prácticamente de todo durante un rato, aunque evidentemente al rato comenzamos a hablar de sexo, contándonos experiencias mutuas. Era claro que estábamos ya todos bastante cachondos, y en un momento dado Ana dijo "vamos a bailar", se levantó y me cogió de la mano y me sacó al medio del salón. Al momento Antonio hizo lo mismo con Carmen. Mi erección era bastante notoria y me estaba rozando a tope con el pubis de Ana, y un rápido vistazo me dejó claro que Antonio estaba igual, pegadísimo a Carmen y con sus manos en la cintura baja, casi el culo. Ahí perdí la noción del tiempo. A los pocos minutos ambas parejas nos estábamos comiendo la boca, pero nada salvaje, más bien tierno, suave. Ana gemía un poco cuando le mordía suave los labios y eso me mata, me pone a mil. En un momento dado me di cuenta que Antonio y Carmen no estaban en el salón, y Ana me pregunto si me molestaba. Le dije que para nada y me cogió de la mano y me llevó al cuarto de matrimonio. Al pasar por el pasillo había otra puerta abierta, y me dio tiempo a ver en un segundo a Antonio sentado en la cama, sin camisa ya, y Carmen de rodillas, evidentemente haciéndole una mamada.

Estuve haciendo el amor con Ana un buen rato, sin prisa. Fue un sexo tranquilo, disfrutado, nada salvaje. Ella se corrió un par de veces, la primera en mi boca, con un mini squirt que me gustó mucho. Y yo me corrí en sus tetas (luego me dijo que la primera vez nunca quería que se corriesen en su boca). Al terminar nos tumbamos en la cama, a descansar y charlar un poco, y se escuchaba claramente cómo Antonio y Carmen seguían follando. Nada especialmente salvaje, parecía, pero podía oír gemir a C. claramente, los golpes rítmicos de un pubis contra el trasero presumiblemente, los gemidos más guturales de Antonio... muy morboso. Ana me dijo que su marido no la tenía especialmente grande o gorda, pero sí tenía un don, el de follar incansablemente sin correrse casi el tiempo que quisiese, así que mejor nos lo tomábamos con calma. Y tanto que con calma... estuvieron follando al menos hora y media, escuché a Carmen correrse tres o cuatro veces, y el tío ahí como un campeón. Al final, por fin, escuchamos cómo el daba un grito y se corría y se hizo el silencio.

Le dije a Ana si le importaba que me diese una ducha, así que me metí en el baño y me duché tranquilamente. Cuando salí, Carmen estaba en la cama tumbada, con una sonrisa enorme. Me dio un beso, me dijo que le había dicho Ana que nos quedásemos a dormir si queríamos y se metió en el baño para ducharse. Al salir me corroboró lo que me había dicho Ana, que de polla iba normalito pero que "follando era un absoluto campeón olímpico". Y que tenía una corrida enorme, muy muy grande, y muy líquida, poco espesa, que le había llamado la atención (se le corrió en estómago y tetas).

En resumen, haber dado con ellos ha sido una absoluta lotería, una completa suerte (de hecho hemos quedado una segunda vez).
Que bueno encontrar una pareja así ambos lo disfrutáis sobre todo Carmen que más de una hora follando sin parar no es poca cosa.
 
Hola a todos, hoy tengo un poco de tiempo para contaros cómo vamos. Seguimos tranquilos, y desde la segunda vez que estuvimos con Ana y Antonio, la pareja malagueña, hace unos días, no hemos vuelto a hacer nada. De momento vamos a seguir de perfil bajo, aunque la verdad es que como estamos más tranquilos, nos apetece probar con una aventura nueva.

Como os dije, tras la sesión en Madrid con los tres tíos, que se nos fue de las manos, nos quedamos un poco tocados (aunque fuese super excitante y morbosa) pero la charla con la psicóloga nos ayudó mucho. Y lo que más nos ha ayudado han sido las charlas con Ana y Antonio, que llevan muchos, muchos años de pareja swinger y nos han ayudado a ver las cosas con perspectiva. El primer día quedamos con ellos en El Tercer Acto, un restaurante bastante chulo de Málaga, elegante. Son una pareja madura, elegante y educada, muy similar a nosotros en muchos aspectos, y creo que por eso hemos congeniado. La idea era simplemente conocernos, charlar un rato y ya iríamos viendo.

Durante la cena nos encontramos muy cómodos, tanto que a los postres les estábamos contando lo que había pasado en Madrid y cómo nos sentíamos sobre ello. Fue divertido porque a la vez que era algo serio, duro, y ellos nos contaban su opinión (y una experiencia relativamente similar hace muchos años), también era morboso y excitante explicarles cómo Carmen se follaba (o más bien ellos se la follaban e ella) a tres tíos de manera salvaje. Podía ver cómo la mirada de Antonio cambiaba según le contábamos cómo había evolucionado nuestra situación, de cero contacto con terceros, hasta el día de Madrid. Fueron extremadamente educados, honestos y muy comprensivos, explicándonos su experiencia y las de otras parejas que habían conocido estos años; algunas terminaban bien, como la suya, otras fatal, con divorcios, depresiones, etc. Una de las cosas que me tranquilizó, aunque suene estúpido, es que más común de lo que parece. Tanto el que haya muchísimas parejas swinger, maridos cuckold, etc, que siempre había pensado que yo era un tío super raro o directamente enfermo, como el que a veces se daban estas situaciones de descontrol, sobre todo en parejas que habían pasado muy rápido de no hacer nada a querer probar muchas cosas. Después de cenar pedimos allí mismo unas copas, charlando de todo un poco, y cuando llegó la hora de irnos, nos dijeron que les habíamos caído muy bien, que congeniábamos mucho y que si queríamos tomar otra copa en su casa. Carmen y yo dudamos por un momento pero al final dijimos que por qué no, estábamos muy a gusto, y después de todo, si no nos apetecía no tenía por qué pasar nada. Cogimos los coches para ir a su casa, y durante el trayecto Carmen y yo nos dijimos que nos lo íbamos a tomar con calma, que estaban siendo muy amables con nosotros y nos llevábamos en la cabeza las cosas mucho más claras, y que nos dejásemos llevar.

Llegamos a su casa, y Antonio nos preparó unas copas y nos sentamos en el salón a seguir charlando, con música tranquila de fondo (cada uno sentando con su pareja). Hablamos prácticamente de todo durante un rato, aunque evidentemente al rato comenzamos a hablar de sexo, contándonos experiencias mutuas. Era claro que estábamos ya todos bastante cachondos, y en un momento dado Ana dijo "vamos a bailar", se levantó y me cogió de la mano y me sacó al medio del salón. Al momento Antonio hizo lo mismo con Carmen. Mi erección era bastante notoria y me estaba rozando a tope con el pubis de Ana, y un rápido vistazo me dejó claro que Antonio estaba igual, pegadísimo a Carmen y con sus manos en la cintura baja, casi el culo. Ahí perdí la noción del tiempo. A los pocos minutos ambas parejas nos estábamos comiendo la boca, pero nada salvaje, más bien tierno, suave. Ana gemía un poco cuando le mordía suave los labios y eso me mata, me pone a mil. En un momento dado me di cuenta que Antonio y Carmen no estaban en el salón, y Ana me pregunto si me molestaba. Le dije que para nada y me cogió de la mano y me llevó al cuarto de matrimonio. Al pasar por el pasillo había otra puerta abierta, y me dio tiempo a ver en un segundo a Antonio sentado en la cama, sin camisa ya, y Carmen de rodillas, evidentemente haciéndole una mamada.

Estuve haciendo el amor con Ana un buen rato, sin prisa. Fue un sexo tranquilo, disfrutado, nada salvaje. Ella se corrió un par de veces, la primera en mi boca, con un mini squirt que me gustó mucho. Y yo me corrí en sus tetas (luego me dijo que la primera vez nunca quería que se corriesen en su boca). Al terminar nos tumbamos en la cama, a descansar y charlar un poco, y se escuchaba claramente cómo Antonio y Carmen seguían follando. Nada especialmente salvaje, parecía, pero podía oír gemir a C. claramente, los golpes rítmicos de un pubis contra el trasero presumiblemente, los gemidos más guturales de Antonio... muy morboso. Ana me dijo que su marido no la tenía especialmente grande o gorda, pero sí tenía un don, el de follar incansablemente sin correrse casi el tiempo que quisiese, así que mejor nos lo tomábamos con calma. Y tanto que con calma... estuvieron follando al menos hora y media, escuché a Carmen correrse tres o cuatro veces, y el tío ahí como un campeón. Al final, por fin, escuchamos cómo el daba un grito y se corría y se hizo el silencio.

Le dije a Ana si le importaba que me diese una ducha, así que me metí en el baño y me duché tranquilamente. Cuando salí, Carmen estaba en la cama tumbada, con una sonrisa enorme. Me dio un beso, me dijo que le había dicho Ana que nos quedásemos a dormir si queríamos y se metió en el baño para ducharse. Al salir me corroboró lo que me había dicho Ana, que de polla iba normalito pero que "follando era un absoluto campeón olímpico". Y que tenía una corrida enorme, muy muy grande, y muy líquida, poco espesa, que le había llamado la atención (se le corrió en estómago y tetas).

En resumen, haber dado con ellos ha sido una absoluta lotería, una completa suerte (de hecho hemos quedado una segunda vez).

Es una suerte encontrar una pareja con la que tener complicidad. Nosotros tuvimos una época "swinger" en la que probamos con varias parejas, pero con ninguna cuajó la cosa. Incluso en dos ocasiones la cosa no acabó nada bien.
Con una de las parejas, después de tres encuentros que, pensábamos, habían estado bien, empezaron a poner pegas para quedar. Cuando les insistimos ella nos soltó que yo no daba la talla y que no estaba satisfecha. Pero lo dijo de manera totalmente insultante, para hacernos sentir culpables.
Y con la última pareja que lo intentamos también acabó mal la cosa. Después del primer encuentro, él contactó con mi mujer para verse a espaldas de mí y de su mujer. Evidentemente ahí cortamos toda relación, aunque con el tiempo volvimos a saber de ella, poco después de aquello se había separado de él.
 
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