FranRel
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LUNES
DANI
Gema y yo nos despertamos tarde. Lily había madrugado y se había ido y yo ni me había enterado. Gema sí pero luego se había vuelto a dormir. Cuando miré el móvil para ver la hora, desperté rápidamente a Gema, los dos llegábamos tarde. Salimos corriendo y cada uno nos fuimos a nuestra casa. Yo llegué, me duché y salí corriendo a la facultad, ya había perdido la primera clase. A Marisa no la vi, ya se habría ido al gimnasio cuando yo llegué.
Tras las clases, fui a la biblioteca aunque no tenía intención de quedar con Marta porque ya había quedado para esa noche con Gema. Me la encontré en una mesa con Charo, Jorge y Ale. Estuvimos hablando todos de que ya mismo eran los exámenes y a ver si nos veíamos todos los días para repasar. A mí eso me venía genial por el retraso que llevaba. Al rato dijeron de ir a tomar un café pero Marta y yo nos quedamos. En cuanto me quedé a solas con ella le pregunté:
Gema y yo nos despertamos tarde. Lily había madrugado y se había ido y yo ni me había enterado. Gema sí pero luego se había vuelto a dormir. Cuando miré el móvil para ver la hora, desperté rápidamente a Gema, los dos llegábamos tarde. Salimos corriendo y cada uno nos fuimos a nuestra casa. Yo llegué, me duché y salí corriendo a la facultad, ya había perdido la primera clase. A Marisa no la vi, ya se habría ido al gimnasio cuando yo llegué.
Tras las clases, fui a la biblioteca aunque no tenía intención de quedar con Marta porque ya había quedado para esa noche con Gema. Me la encontré en una mesa con Charo, Jorge y Ale. Estuvimos hablando todos de que ya mismo eran los exámenes y a ver si nos veíamos todos los días para repasar. A mí eso me venía genial por el retraso que llevaba. Al rato dijeron de ir a tomar un café pero Marta y yo nos quedamos. En cuanto me quedé a solas con ella le pregunté:
- ¿Cómo estás de “eso”?
- Ayyy, no me preguntes por eso
- ¿Por qué no?
- Porque parece que fue algo terrible y no lo fue, ya te dije que al día siguiente casi ni me molestaba
- Ya pero no sé…
- Mira, de verdad, olvídalo, no fue para tanto
- No te vistes
- Ayyyy, pero si te dije que me estaba gustando
Estaba totalmente colorada. Ese día llevaba falda y le puse una mano en el muslo. Ella dio un pequeño respingo pero no dijo nada y sonrió. Automáticamente me dijo:
- ¿Quedamos esta noche?
- No puedo, estoy reventado
- ¿Por qué?
- He estado en el campo con unos amigos y estoy molido
- Bueno, yo te puedo relajar
- Jeje, eso seguro, pero necesito recuperar sueño
Mentiras, mentiras y excusas… me ponía malo ir con tanta historia a Marta. Le pregunté:
- ¿Y tu finde?
- Tranquilo, mi hermana no estaba con sus neuras de la boda jeje
- Ah
- He estado estudiando
- ¿Te has masturbado?
- ¡¡¡Dani!!!
- ¿Qué? solo es curiosidad
Marta me miró y al final dijo muy flojito:
- Sí
- ¿Cuántas veces?
- Eso no te lo voy a decir
- ¿Más de una?
- Ufff, que no te lo voy a decir
- Eres una viciosilla, por lo menos dos veces jeje
MARTA
Me quedé mirándole… si él supiera… este finde habían sido 3, una cada noche. Entonces le dije:
Me quedé mirándole… si él supiera… este finde habían sido 3, una cada noche. Entonces le dije:
- El próximo día que quedemos... mmmm
- ¿Qué?
- Pues que... mmmm me gustaría probarlo de nuevo
- ¿El qué? ¿El sexo anal?
- Chissttttt
- Jajaja, es que me ha sorprendido
- Pero no... mmm es que he leído... mmm
- ¿Has estado leyendo sobre sexo anal?
- Un poco y dicen de ir despacio, probando poco a poco
- Ya
- No sé, quizás que la metas un poquito solo y la siguiente un poco más… despacio...
- Pero eso ya lo hice
- Ya, fuiste despacio pero en vez de meterla entera, solo un poquito
- Pero es que no fue entera
Le miré sorprendida y dije:
- ¿No???
- No, que va
- ¿Cuánto fue?
Dani me mostró con un dedo lo que me había metido y me quedé pasmada, no podía ser. Le dije:
- ¿Sólo eso?
- Sí
- ¿De verdad?
- Sí
- Se sentía mucho más
“Madre mía, con lo que me dolió y solo fue eso” pensé angustiada. Pero puse buena cara y dije:
- Bueno, pues volvemos a probar con eso
- ¿Seguro? quizás sea mejor usar más los dedos…
- No, bueno, eso también, claro.... hay que dilatar… y el lubricante… no sé… lo que tú quieras
- Jajaja
- ¿Por qué te ríes?
- Que en eso mandas tú, no es lo que yo quiera
- Ya, pero no sé… ya sabes como soy…
DANI
Le di un beso y me reí de nuevo. Pensé “Qué lástima que no pueda hacer un trío con Marta y Gema porque Marta jamás lo haría, pero le vendría bien que Gema le enseñe algunas cosas como el sexo anal, le preguntaré a Gema a ver que podemos hacer para que Marta disfrute bien del sexo anal”.
Acaricié su muslo y metí un poco más la mano por dentro. Marta dijo bajito:
Le di un beso y me reí de nuevo. Pensé “Qué lástima que no pueda hacer un trío con Marta y Gema porque Marta jamás lo haría, pero le vendría bien que Gema le enseñe algunas cosas como el sexo anal, le preguntaré a Gema a ver que podemos hacer para que Marta disfrute bien del sexo anal”.
Acaricié su muslo y metí un poco más la mano por dentro. Marta dijo bajito:
- Para por favor
- ¿No te gusta?
- Sí… demasiado
- ¿Entonces?
- Que lo van a notar cuando vengan
- ¿El qué?
- Lo cachonda que me pones
Metí más la mano hasta llegar con un dedo a sus bragas, que roce suavemente. Marta puso una cara entre vicio y angustia que era todo un poema. Le dije al oído:
- Cuando te masturbabas este finde ¿Pensabas en mí?
- Claro… por favor, Dani, para
- ¿No te gusta?
- Síííí pero aquí no…
Le sonreí y saqué la mano de entre sus piernas. Entonces Marta dijo:
- ¡¡Pero deja la mano ahí!!
- Jajaja pero si me acabas de decir que pare
- Pero me gusta que me toques
Volví a poner mi mano en su muslo y le dije:
- ¿Así?
- Un poco más adentro
Le acaricié el muslo por dentro y ella afirmó con la cabeza. Le dije:
- Tienes las piernas muy suaves
- Mmm
- ¿Esta noche te vas a masturbar?
- Quizás ¿Te llamo y lo hacemos juntos?
- Jeje, no sé, lo mismo me acuesto temprano
- No me importa
Entonces vi llegar a los demás y me separé un poco. Marta puso cara de perplejidad pero entonces se dio cuenta de lo que pasaba y disimuló. Al poco se levantó diciendo que tenía que ir al servicio. Yo dije que también y salimos los dos. En cuanto estuvimos fuera de la vista de los otros, la cogí de la mano y me la llevé a un rincón para morrearnos con mucha ansia. Mientras nos besábamos le subí la falda por detrás y le acaricié el culo por encima de las bragas. Cuando terminamos, ella estaba totalmente colorada y con cara de vicio, se le notaba lo caliente que estaba. Estábamos en una zona de poco paso, y Marta estaba con la espalda cerca de la pared. La giré y me puse yo de espalda a la pared, y ella tenía la espalda al exterior por donde podía pasar gente. Le dije:
- Dame tus bragas
Marta puso cara de “estás loco” pero le dije:
- Seguro que las has mojado, quiero olerte
Ella me miró y luego hizo el gesto de girar la cabeza para mirar atrás pero le dije:
- No, me las das sin mirar
- Pero es que…
La miré fijamente y entonces ella, sin mirar si venía gente, se las quitó en un rápido movimiento y me las dio. Eran unas bragas blancas. Las toqué y sí, estaban húmedas. Las olí y ufff, como olían a coño. Me las guardé y le dije:
- Esta noche te las doy
- ¿Esta noche?
- Sí
- ¿Vamos a quedar?
- Sí, tengo que follarte, no voy a aguantar a mañana
Marta sonrió ampliamente y luego me besó metiéndome la lengua. De nuevo la puse contra la pared y le acaricié el culo pero esta vez directamente al no tener bragas. Bajé un poco la mano y le acaricié el coño y le metí un poco el dedo para comprobar que lo tenía muy mojado. Después nos separamos y ella lanzó un suspiro de ansia para decir:
- ¿Nos vamos ya?
Entonces me acordé de Gema, que había quedado con ella… con el calentón con Marta me había olvidado. Ahora estaba en un problema. Lo pensé un segundo y le dije de irnos ya, me daba tiempo a estar con Marta y luego con Gema. Marta se fue al servicio y yo volví a la biblioteca y les dije que Marta y yo nos íbamos y recogí nuestras cosas. Charo sonrió con mirada cómplice, Ale estaba al móvil y ni se enteró pero Jorge puso cara de sorpresa y luego de pena al darse cuenta de lo que pasaba, me dio lástima.
Salí con las dos mochilas y esperé a Marta. Fuimos a mi coche y en cuanto se sentó, le dije:
Salí con las dos mochilas y esperé a Marta. Fuimos a mi coche y en cuanto se sentó, le dije:
- Enséñamelo
Marta puso cara de no comprender pero rápidamente lo entendió. Pensé que iba a protestar pero miró por la ventanilla y luego se levantó la falda para enseñarme su coño. Puse mi mano en su muslo y se lo acaricié, pasando un dedo por el escaso pelo que se había dejado. La miré y ella sonrió.
MARTA
“Ufff, como me mira” al ver la cara de él tras levantarse la falda. Desde luego, estaba claro que Dani se moría por follarla y eso la ponía aún más.
Arrancó el coche y llegamos a mi casa casi sin hablar. Me costaba aguantarme las ganas que tenía. En cuanto entramos en mi habitación nos besamos intensamente y luego él me fue desnudando. Cuando me quitó la falda se retiró un poco para mirarme de esa forma que me derrite y dijo:
MARTA
“Ufff, como me mira” al ver la cara de él tras levantarse la falda. Desde luego, estaba claro que Dani se moría por follarla y eso la ponía aún más.
Arrancó el coche y llegamos a mi casa casi sin hablar. Me costaba aguantarme las ganas que tenía. En cuanto entramos en mi habitación nos besamos intensamente y luego él me fue desnudando. Cuando me quitó la falda se retiró un poco para mirarme de esa forma que me derrite y dijo:
- Túmbate en la cama
Y lo hice. Continuó:
- Abre las piernas
Y lo hice. Su cara era de vicio por mí y yo ya no aguantaba más. Entonces dijo:
- Tócate
- ¿Qué?
- Tócate para mí
- No, tócame tú
- No, quiero que te masturbes para mí
- Daniiiii, por favor
Me miró severamente y a la vez, con una lascivia total. No sé como, mi mano se dirigió a mi coñito palpitante y ansioso y me toqué. Él me miraba y eso me calentó aún más y aumenté el ritmo de mi mano. Entonces él se fue desnudando lentamente y aún me calenté más y me tiré de un pezón. Dani se quedó con sus bóxer que tan genial le quedan y me dijo:
- Córrete para mí
Y no sé como, me toqué sin importarme nada, solo Dani, su cuerpo y como me miraba y acabé corriéndome mientras nos mirábamos. Él sonrió y se desnudó completamente mostrándome su maravillosa polla en todo su esplendor. Me levanté y me fui a por él. Me arrodillé y me la metí en la boca, que rica estaba.
DANI
“¿Cómo es posible que tras follarme a dos pibones como Gema y Lily, Marta con lo poquita cosa que es me ponga tantísimo?” Pensé mientras Marta terminaba de correrse. Me había brindado todo un espectáculo y ahora venía a mí y comenzó una mamada ansiosa, pero la tuve que parar porque estaba demasiado excitado tras verla masturbarse de esa forma.
La levanté y la besé para luego llevarla a la cama donde nos besamos más. Luego me puse encima suya y la follé despacio. Estuvimos así unos minutos hasta que le dije que cambiáramos de posición y ella se puso encima. Me cabalgó bien, no como lo había hecho otras veces que se la notaba incómoda, desde la semana pasado había cambiado muchísimo en cuanto a estar incómoda desnuda. Esta vez estaba totalmente desinhibida y se movía sin problema, mirándome y gimiendo. De repente, no aguanté más y me corrí. Ella echó la cabeza para atrás y lanzó un grito profundo, quedándose quieta y luego derrumbándose sobre mí.
Nos quedamos unos minutos sin movernos, respirando fuerte. Luego ella se echó a mi lado, sonriendo. Le dije:
DANI
“¿Cómo es posible que tras follarme a dos pibones como Gema y Lily, Marta con lo poquita cosa que es me ponga tantísimo?” Pensé mientras Marta terminaba de correrse. Me había brindado todo un espectáculo y ahora venía a mí y comenzó una mamada ansiosa, pero la tuve que parar porque estaba demasiado excitado tras verla masturbarse de esa forma.
La levanté y la besé para luego llevarla a la cama donde nos besamos más. Luego me puse encima suya y la follé despacio. Estuvimos así unos minutos hasta que le dije que cambiáramos de posición y ella se puso encima. Me cabalgó bien, no como lo había hecho otras veces que se la notaba incómoda, desde la semana pasado había cambiado muchísimo en cuanto a estar incómoda desnuda. Esta vez estaba totalmente desinhibida y se movía sin problema, mirándome y gimiendo. De repente, no aguanté más y me corrí. Ella echó la cabeza para atrás y lanzó un grito profundo, quedándose quieta y luego derrumbándose sobre mí.
Nos quedamos unos minutos sin movernos, respirando fuerte. Luego ella se echó a mi lado, sonriendo. Le dije:
- Guau
- Eso digo yo jeje
- Eres súper sexy Marta
- No, lo eres tú
- Ya
Entonces me levanté y le dije que me iba ya. Ella protestó y me dijo de quedarme pero le conté la mentira de que estaba cansado, que me quería acostar temprano. Ella dijo que durmiera allí, que no hacía falta que folláramos más si estaba cansado, pero no, tenía mis planes con Gema y me fui.
Llegué a casa, me duché y luego le escribí a Gema por si venía a cenar o después. Al rato me contestó:
Llegué a casa, me duché y luego le escribí a Gema por si venía a cenar o después. Al rato me contestó:
- Nene, no voy a ir
- ¿Y eso?
- Estoy malita
- ¿Qué te pasa?
- No sé, supongo que un buen resfriado, llegué esta tarde con frío y mal cuerpo y tenía fiebre. Me acosté y me acabo de despertar y no voy a salir de la cama
- Vaya ¿Necesitas algo?
- No, Sara me ha traído algo de la farmacia
- Bueno, si necesitas cualquier cosa, avísame
- Gracias nene, te dejo, si luego me encuentro mejor charlamos un poco que tengo ganas
- Como quieras, cuídate
“Al final podría haberme quedado con Marta” Pensé. La verdad es que por la mañana había notado a Gema algo decaída, no tan vigorosa como siempre, se ve que ya estaba empezando con el resfriado.
Me fui a cenar con mis tíos. Marisa me echó alguna mirada anhelante cuando no estaba mi tío pero no dijo nada. Al irme, le dije “bueno, me voy a estudiar, mañana desayunamos juntos” y Marisa sonrió satisfecha.
Me puse a estudiar y al par de horas me escribió Gema, que le había bajado la fiebre y ya era persona decente y podía hablar. Charlamos sobre el finde y los polvos, ella estaba muy contenta. Y luego dijo:
Me fui a cenar con mis tíos. Marisa me echó alguna mirada anhelante cuando no estaba mi tío pero no dijo nada. Al irme, le dije “bueno, me voy a estudiar, mañana desayunamos juntos” y Marisa sonrió satisfecha.
Me puse a estudiar y al par de horas me escribió Gema, que le había bajado la fiebre y ya era persona decente y podía hablar. Charlamos sobre el finde y los polvos, ella estaba muy contenta. Y luego dijo:
- Bueno, y ahora los deberes con Marisa para esta semana
- ¿Más cosas?
- Claro nene… pero es facilito
- ¿El qué?
- Tienes que ordenarle lo que te hicimos Lily y yo en tu culito
- ¿Eso???
- Sí ¿No te gustó?
- Es que… mmmm es poco varonil
- jajaja, si tienes un culito para comérselo
- jeje, pero es que eso es de gay ¿No?
- No tonto, te gustó ¿Verdad?
- Mmmm
- pero serás tonto, no querer reconocerlo
- Es que es raro
- Bueno, pues mañana se lo dices a Marisa
- Pero lo mismo le da asco si es su primera vez ¿No?
- No, te aseguro que no es su primera vez jajaja
- ¿Por qué lo dices?
- Tu tía tiene mucha más experiencia de la que piensas jajaja
- No sé…
- Sí, nene, créeme
- Bueno, ya veremos
- Y pensaba dar un paso más pero tal como estoy, no creo que pueda
- ¿Qué paso?
- Que ella mirara contigo como me follo a alguna chica
- ¿Sí? pero si no le interesan las tías
- jajajaja, ya veremos, ya veremos
- ¿Te ha dicho algo?
- No, pero mi intuición…
- Ah, ¿Intuición o deseo?
- Jajaja, ambas cosas jajaja bueno, te voy a dejar, voy a intentar dormir algo, me tengo que recuperar rápido
- Bien… ah, espera ¿Te puedo molestar con otra cosa?
- Dime
- Es que la semana pasada pasó una cosa con Marta y necesito consejo, y el finde no tuve oportunidad para preguntártelo
- Venga, cuéntame
Y le conté todo lo del sexo anal con Marta. Gema se rio y me dijo que sí, que habíamos ido muy rápidos pero que si ella lo había pedido y seguía diciendo que quería probar, era buena cosa. Me dijo:
- Es que con lo “tuyo”, hay que ir despacio… si la tuvieras como Jesús, por ejemplo, pues mira, esa es fácil jajaja
- Sí, me fijé que la tiene delgada
- Sí, pero con la tuya mmmm tienes que dilatar más el ano… mira, te voy a dar una cosa que tengo sin abrir
- ¿El qué?
- Un plug anal, me lo regalaron por una compra pero como tengo otros, ese ni lo he abierto, eso le vendrá bien a Martita
Y me explicó que era. Quedamos en que al día siguiente me pasaría a recogerlo y nos despedimos. Me quedé pensando si a Marta le gustaría usar juguetes de esos o no.
62
MARTES
MARISA
Abrí la puerta con cuidado y miré… no había nadie, menos mal. Entré y escuché la ducha. Me acerqué a la puerta del baño para ver si escuchaba algo pero no, solo agua, no parecía que tuviera compañía. Busqué ropa femenina pero no, Dani estaba solo. Sonreí “Al fin un polvo en condiciones”. Empecé a desnudarme mientras pensaba en lo mucho que necesitaba un buen polvo. La semana pasada había sido frustrante y el sábado aún más. Le había pedido sexo a Antonio pero él dijo que estaba cansado, que tenía mucho estrés en el trabajo y no estaba de ánimo, y me jodía profundamente, primero por mis ganas de follar y luego porque me sentía culpable y quería recompensárselo con un buen polvo “pero acabamos en bronca y de las fuertes”. Recordé como me había acostado de mala leche y Antonio aún más.
Aunque me estaba follando a Dani y tenía muchas ganas de él, Antonio siempre tendría sexo conmigo si quería, eso lo tenía claro, seguía con ganas de follar con él, eso no había cambiado. Pero el sábado se me juntaron la frustración de no poder follar con Dani ni con él, “y me salió la mala leche” recordé aún con amargura. Luego, por la mañana, lo intenté arreglar con una mamada mañanera, que hacía siglos que no le hacía una, poca cosa para mí con las ganas que tenía de follar pero, al menos él se levantó de buen humor.
Me tumbé desnuda en la cama de Dani a esperarlo “Espero que hoy se porte porque lo necesito”.
DANI
Salí de la ducha pensando si iba a desayunar con Marisa o no, quizás le diría a Gema de desayunar con ella si seguía enferma, por hacerle compañía un rato, Marisa podría esperar otro día.
Me sequé y abrí la puerta. Al girarme hacia mi cama vi a Marisa desnuda en mi cama, de costado, mirándome con una sonrisa de vicio. Lo primero es que me dio un pequeño susto, no la esperaba y estaba ensimismado con mis pensamientos. Le dije:
Abrí la puerta con cuidado y miré… no había nadie, menos mal. Entré y escuché la ducha. Me acerqué a la puerta del baño para ver si escuchaba algo pero no, solo agua, no parecía que tuviera compañía. Busqué ropa femenina pero no, Dani estaba solo. Sonreí “Al fin un polvo en condiciones”. Empecé a desnudarme mientras pensaba en lo mucho que necesitaba un buen polvo. La semana pasada había sido frustrante y el sábado aún más. Le había pedido sexo a Antonio pero él dijo que estaba cansado, que tenía mucho estrés en el trabajo y no estaba de ánimo, y me jodía profundamente, primero por mis ganas de follar y luego porque me sentía culpable y quería recompensárselo con un buen polvo “pero acabamos en bronca y de las fuertes”. Recordé como me había acostado de mala leche y Antonio aún más.
Aunque me estaba follando a Dani y tenía muchas ganas de él, Antonio siempre tendría sexo conmigo si quería, eso lo tenía claro, seguía con ganas de follar con él, eso no había cambiado. Pero el sábado se me juntaron la frustración de no poder follar con Dani ni con él, “y me salió la mala leche” recordé aún con amargura. Luego, por la mañana, lo intenté arreglar con una mamada mañanera, que hacía siglos que no le hacía una, poca cosa para mí con las ganas que tenía de follar pero, al menos él se levantó de buen humor.
Me tumbé desnuda en la cama de Dani a esperarlo “Espero que hoy se porte porque lo necesito”.
DANI
Salí de la ducha pensando si iba a desayunar con Marisa o no, quizás le diría a Gema de desayunar con ella si seguía enferma, por hacerle compañía un rato, Marisa podría esperar otro día.
Me sequé y abrí la puerta. Al girarme hacia mi cama vi a Marisa desnuda en mi cama, de costado, mirándome con una sonrisa de vicio. Lo primero es que me dio un pequeño susto, no la esperaba y estaba ensimismado con mis pensamientos. Le dije:
- Joder Marisa
- Buenos días
- Voy a tener que cerrar con llave
- ¿Te molesta que esté en tu cama?
- No, pero joder, avisa
- Era una sorpresita ¿No te gusta?
La miré. Se la notaba ansiosa y dije:
- Mira que eres viciosa, estás ansiosa porque te folle ¿No?
- ¿Tú no tienes ganas? Porque “eso” no miente
Señalándome la polla que se me había puesto dura mirándola. Me acerqué a la cama y me senté a su lado. La acaricié y le dije:
- Pues claro que tengo ganas de follarme a mi zorrita
Marisa se giró para ponerse boca arriba mientras me sonreía y le dije:
- Joder, mira que estás buena
Mientras le pasaba suavemente un dedo desde su boca, bajando por sus tetas y luego llegando a su coño. Marisa abrió las piernas y pasé el dedo alrededor de su coño pero sin meterlo, luego le acaricié la parte interna del muslo. Marisa me cogió la polla y comenzó a mover su mano, con una mirada de vicio total.
MARISA
Tenía la polla durísima, había sido casi instantáneo el verme desnuda y ponérsele dura y eso me encantaba. Quería esa polla dentro de mí pero antes me la pensaba comer. Intenté incorporarme para chupársela pero el me volvió a empujar sobre la cama:
MARISA
Tenía la polla durísima, había sido casi instantáneo el verme desnuda y ponérsele dura y eso me encantaba. Quería esa polla dentro de mí pero antes me la pensaba comer. Intenté incorporarme para chupársela pero el me volvió a empujar sobre la cama:
- Quédate quieta zorrita, quiero verte bien
Mientras seguía con esa tortura deliciosa de su dedo por mi cuerpo. Se puso a jugar con mis pezones y los pellizcó, demasiado suavemente. Quería gritarle “Tira fuerte” pero me callé. Pellizcó de nuevo y jadeé. Le dije:
- Fóllame hoy más duro
- Te follaré como yo quiera ¿No zorrita?
- Sí pero hoy necesit… ahhhh
DANI
Le metí el dedo en el coño y con el pulgar le acaricié el clítoris. Marisa gimió fuertemente, dejando la frase a medias. Le dije:
Le metí el dedo en el coño y con el pulgar le acaricié el clítoris. Marisa gimió fuertemente, dejando la frase a medias. Le dije:
- Te callas zorrita, aquí mando yo ¿Verdad?
- Síiii
Quería que la follara duro… pero si siempre la follaba duro ¿Qué más quería? ¿Más insultos? La masturbé con dos dedos mientras ella jadeaba y se removía en mi cama. Estaba chorreando, estaba cachonda perdida “seguro que no ha follado con mi tío”. Me levanté y me puse encima de ella. Levanté sus piernas y las puse en mis hombros y la penetré rápido, sin miramientos. Marisa soltó un jadeó fuerte y luego un gemido de placer. Comencé a follarla rápido mientras ella gemía más y más fuerte, pero tuve que parar porque me iba a correr. Se la saqué y ella dijo:
- Diosssss, no pares, estaba a punto de correrme!!!
- Calla zorrita
- Daniii, por favor, sigue
- No, ven y chúpamela
Marisa me miró con exasperación pero rápidamente se incorporó y se puso a chupármela con mucha ansiedad. Yo estaba erguido sobre la cama y ella a cuatro pero chupándomela rápidamente, demasiado porque de nuevo estaba a punto de correrme. La cogí del pelo y tiré para atrás para separarla de mi polla, pero por las prisas tiré fuerte, demasiado y me arrepentí en el acto. Marisa gritó de dolor pero me miró con cara de vicio y me dijo:
- Así, trátame mal
Me quedé perplejo.
MARISA
Ese tirón del pelo me hizo recordar como me follaba mi ex, Juanma, y me encantó. Habían pasado ya muchos años de aquello pero como me follaba ese cabrón. Pero Dani no era Juanma, le faltaba su mala leche, Juanma me hubiera tirado del pelo y dado un bofetón por intentar correrme cuando él no quería. Ojalá Dani lo hubiera hecho pero ahora me miraba como asustado “noooo, lo estabas haciendo muy bien” pensé. Le dije:
MARISA
Ese tirón del pelo me hizo recordar como me follaba mi ex, Juanma, y me encantó. Habían pasado ya muchos años de aquello pero como me follaba ese cabrón. Pero Dani no era Juanma, le faltaba su mala leche, Juanma me hubiera tirado del pelo y dado un bofetón por intentar correrme cuando él no quería. Ojalá Dani lo hubiera hecho pero ahora me miraba como asustado “noooo, lo estabas haciendo muy bien” pensé. Le dije:
- Dime lo puta que soy
DANI
Miré esa cara de vicio sin saber que hacer. Le dije:
Miré esa cara de vicio sin saber que hacer. Le dije:
- Hoy estás muy salida
Marisa me miró con decepción y dijo:
- Porque soy muy puta
Y me miró como dándome pie a seguir así que le dije:
- Siempre has sido muy puta
- ¿Sí?
- Sí, calentando a tu sobrino
- Sí
- Y la chupas como una puta profesional
Marisa me miró de nuevo con cara de vicio. Me moví para tumbarme boca arriba y le dije:
- Chúpame los huevos
Y Marisa lo hizo con ese ansia que tenía ese día, con muchas ganas, tanto que casi me hacía daño. Primero uno, luego el otro, metiéndoselos en la boca y lamiéndolos. Entonces recordé a Gema y su tarea, que me daba mucho corte pero me armé de valor y le dije:
- Cómeme el culo
Marisa ni se inmutó, bajó más la cabeza, me levantó un poco la cintura y me lamió el ano con las mismas ganas. La dejé hacer unos segundos pero luego la paré y le dije:
- Sí que eres puta
Y ella me sonrió con esa cara de vicio total que tenía ese día. Le dije que se pusiera encima y se clavó mi polla de un tirón. Me cabalgó salvajemente mientras yo la insultaba y ella gritaba lo que le gustaba mi polla, estaba totalmente desatada. Entonces paró y se sacó mi polla para luego ponerla en su culo pero antes de clavársela, la paré y le di el lubricante, estaba tan caliente que se la iba a meter sin nada. Marisa me lo echó y corriendo se metió mi polla en el culo, esta vez más despacio y jadeando con cara de vicio. En cuanto la tuvo dentro, comenzó de nuevo una cabalgada rápida, gritando que le iba a destrozar el culo con mi polla pero sin parar de moverse. Le puse una mano en el coño y la masturbé mientras que con la otra, le cogí una teta. Ella gritó que le tirara de los pezones. Lo hice pero ella dijo:
- Más fuerte, joderrrrrrr
Y entonces tuvo su orgasmo, lanzando un gran grito y quedándose parada. Entonces yo me corrí pero ella seguía parada con mi polla eyaculando dentro de su culo. Estuvo así unos segundos y entonces se derrumbó jadeando y gimiendo, sin poder parar unos espasmos acojonantes.
Marisa se echó en la cama, boca abajo y yo me quedé a su lado. Había sido rápido pero súper intenso. Al rato ella dijo:
Marisa se echó en la cama, boca abajo y yo me quedé a su lado. Había sido rápido pero súper intenso. Al rato ella dijo:
- Necesitaba esto
- ¿Un polvo salvaje?
- Tendremos polvos más salvajes aún jajaja
Estaba flipando ¿Más salvajes? pero si había sido vicio puro. Me levanté y me fui de nuevo a la ducha, había sudado muchísimo. Al salir, Marisa no estaba, ni ella ni su ropa. Me vestí y fui a la cocina. Ella también se había metido en la ducha. Al poco llegó y comenzamos a desayunar. Le pregunté:
- ¿Qué te pasaba hoy?
- Nada
- ¿Nada? pues no veas como estabas
- Tenía ganas de un polvo
- Eso ya lo he notado jeje
- Pues sí
- ¿Sigues sin follar con mi tío?
- Pufff, no me hables de eso
- ¿Por qué?
- Tuvimos discusión, es que lo está pasando mal en el trabajo y anda muy estresado
Ya, estresado… lo que está es seco por la amiguita. Le dije:
- Ya
- Y me enfadé pero luego me arrepentí, pero es que me tenéis abandonada
- No es eso
- No, que va, tú con tu amiguita y él con el trabajo
- Que yo he estado estudiando
- Ya, claro
Nos quedamos callados, comiendo, y entonces le dije:
- Perdona por el tirón del pelo
- No pasa nada
- Es que me iba a correr y lo hice sin pensar
- Ya, lo sé
- Te ha tenido que doler
- ¿Me he quejado?
- mmm no
- Aguanto mucho el dolor
Y se me quedó mirando fijamente. Entonces le dije:
- Entonces ¿Tampoco te duele el culo? porque te has movido muy bestia
- No ha sido para tanto
Joder como estaba ese día Marisa, muy cachonda y muy desafiante. Terminé de comer y le dije que me tenía que ir ya. Ella solo me dijo:
- Mañana desayunamos también ¿No?
- mmm no lo sé
- No me jodas Dani
- Tengo los exámenes en unas semanas y voy mal, no me agobies Marisa
- Claro, media hora de polvo te van a fastidiar un examen
La miré fijamente y le dije:
- Nos vemos
- Dani, no te enfades, es solo que…
- No me enfado, pero me tengo que ir
MARISA
Vi cerrarse la puerta y seguí recogiendo. Había sido un buen polvo pero Dani no daba el paso para mostrarse más duro, más dominante. Había tenido algunos momentos buenos durante el polvo pero al final casi se había quedado en lo de siempre, a ver como lo espabilaba.
DANI
Llamé a la puerta y unos segundos después me abría Sara:
Vi cerrarse la puerta y seguí recogiendo. Había sido un buen polvo pero Dani no daba el paso para mostrarse más duro, más dominante. Había tenido algunos momentos buenos durante el polvo pero al final casi se había quedado en lo de siempre, a ver como lo espabilaba.
DANI
Llamé a la puerta y unos segundos después me abría Sara:
- ¿Qué haces aquí?
- Buenos días, es que mi tía me ha dicho que Gema está enferma
- Ah, sí
- Y vengo a ver como está
- Ha pasado la noche con fiebre, entra, su habitación es aquella
Y fui allí. En efecto, Gema no tenía buena cara. La saludé y me dijo:
- Me volvió la fiebre
- Ya me ha dicho Sara
- Que mierda
Entonces llegó Sara y dijo:
- Eso te pasa por irte por el campo como una cabra loca, sudar y luego no abrigarse
Y estuvimos unos minutos hablando de la enfermedad de Gema y que hacer… Entonces sonó el móvil de Sara y dijo:
- S: Ale ya está abajo, me voy
- G: Vale
- S: Si necesitas algo, mándame un mensaje
- G: Gracias
- S: ¿Te vienes?
- D: Ahora voy
- S: Bueno, pues hasta luego
Y se fue, dejándonos a Gema y a mí a solas. Al poco escuchamos la puerta cerrarse y Gema dijo:
- Me está cuidando bien
- Ya veo
- Vino por la noche para ver como estaba y se ha quedado aquí conmigo
- ¿Sí? No parece de esas
- Sí, ha sido un amor
- ¿Quieres que vayamos al médico? Te acompaño
- No, es solo un enfriamiento mal llevado, ayer no debería haber ido al gimnasio por la mañana y ponerme a sudar estando ya mala
- Ya ¿Quieres que me quede para hacerte compañía?
- Nooo, si ahora me voy a dormir, y esto no es nada
- Para que no te aburras, que a ti te gusta mucho la compañía
- jajaja, eso es verdad, pero no, quiero dormir, pero muchísimas gracias
- Nada, de verdad que no me cuesta, me pongo a estudiar aquí mientras duermes
- No, ve a clase
Estuvimos charlando unos minutos más pero no le conté lo de Marisa porque ella no estaba de ese humor, lo hablaría con ella cuando estuviera mejor. Me iba a ir ya y le pregunté por lo que me había dicho la noche anterior. Me dijo que mirara en un cajón de un armario. Lo abrí y me giré hacia ella sorprendido:
- Madre mía, ¡¡¡qué cantidad de juguetes tienes!!!
El cajón estaba lleno de consoladores y otras cosas. Ella se rio y dijo que sí, tiene muchos pero que luego usa pocos. Busqué lo que me decía y se lo llevé. Lo miró y dijo:
- Sí, es éste, mira, está sin abrir
- Ya
- mmmm pero pensé que era de los pequeños, para culitos vírgenes jeje, éste es más grande aunque, teniendo en cuenta lo tuyo, le vendrá bien jajaja
- jeje y con esto ¿Qué hacemos?
- ¿Te tengo que explicar donde meterlo? jajaja
- Nooo, jeje, me refiero ¿Esto es para que ella lo use cuando se masturbe?
- Sí pero sobre todo para que lo uséis cuando folléis, se lo pones y luego, juegas con él, ya sabes
- mmmm
- Y folláis con eso puesto, verás como le gusta
- ¿Sí? no veo a Marta muy de juguetes
- Porque no los ha usado jeje, es divertido, ya verás
- Bueno, ¿Te doy el dinero de lo que cuesta?
- No, no, que tonto… me invitas a una copa el próximo día jajaja
- Vale, hecho, pues gracias
- Ella me las tendría que dar jeje va a flipar jajaja
Me despedí de ella diciéndole que para cualquier cosa, me llamara y en 10 minutos estaba allí. Ella me lo agradeció y me fui.