FranRel
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DANI
Abrí los ojos en cuanto sonó la alarma del móvil. Lo cogí y lo paré. Sara estaba abrazada a mí, echada sobre mi brazo derecho, con su cabeza en mi pecho, su brazo alrededor de mi cintura y una pierna sobre la mía. Mi cama era más pequeña que la de ella así que tampoco es que hubiera mucho más espacio pero era algo que solía hacer, abrazarse mientras dormía.
Intenté levantarme despacio, sin despertarla pero entonces ella me abrazó fuerte y dijo:
Abrí los ojos en cuanto sonó la alarma del móvil. Lo cogí y lo paré. Sara estaba abrazada a mí, echada sobre mi brazo derecho, con su cabeza en mi pecho, su brazo alrededor de mi cintura y una pierna sobre la mía. Mi cama era más pequeña que la de ella así que tampoco es que hubiera mucho más espacio pero era algo que solía hacer, abrazarse mientras dormía.
Intenté levantarme despacio, sin despertarla pero entonces ella me abrazó fuerte y dijo:
- No, un poquito más, es muy temprano
La había despertado la alarma. Le dije:
- No puedo, tengo clase a primera hora
- Que le den a la puta clase
- No puedo
Y conseguí levantarme con ella protestando. Le dije:
- Duerme, yo voy a duchar
Ella dijo algo pero no lo entendí. Me fui al baño.
SARA
Intenté levantarme pero me tumbé otra vez, menudo dolor de cabeza. Me quedé tumbada con los ojos cerrados mientras escuchaba la ducha. “Joder con el puto ron de los cojones” pensé. Necesitaba una ducha. Intenté incorporarme otra vez pero despacio, con la idea de meterme en la ducha con Dani. Entonces me dio otra punzada la cabeza y también el culo “joder, como me duele el culo, que cabrón" y recordé el polvo, y sonreí, menudo polvazo, había merecido la pena aunque ahora me doliera el culo.
Conseguí levantarme a duras penas pero me quedé parada con la cabeza a punto de estallar. Fui al baño y abrí la mampara:
- Me va a estallar la cabeza ¿Tienes algo?
Dani sonrió como un gilipollas y dijo:
- Resaca ¿no?
Premio para el tonto… Lo miré y dijo señalando el espejo del baño:
- Ahí hay
Fui y me tomé dos a la vez, y bebí agua del grifo. Me quedé con los ojos cerrados mientras seguía escuchando la ducha. Poco a poco noté que se me iba bajando el estallido que sentía en la cabeza, y que aumentaba el dolor de mi culo. Escuché como Dani cortaba el agua de la ducha y como salía. Me dijo:
- ¿Mejor?
- Algo
- Dúchate, te vendrá bien
- Ya
Abrí los ojos y lo vi mojado, secándose “joder, está bueno el cabrón” y noté un cosquilleo ahí abajo “no puede ser, con el dolor de cabeza que tengo y el cabrón me pone cachonda”. Dani se estaba secando la cabeza con la toalla y lo miré bien, no estaba tan musculado como Esteban pero no tenía nada de grasa y sí tenía músculos marcados, sobre todo en los brazos y las piernas. Le faltaban los abdominales un poco marcados para ser perfecto “Y esa polla que tiene, ufff, mírala, sin estar dura y se ve grande”. Noté que el cosquilleo iba a más y me estaba planteando follármelo cuando me moví y me dio una punzada en el culo. Dije:
- Ayy
Dani me miró y dije:
- Me duele el culo, so bestia
- Joe, fuiste tú la que lo pediste
Entonces me toqué y al mirarme la mano, me acojoné, vi un rastro de algo. Dije:
- Esto… esto… ¿es sangre?
Dani me miró preocupado. Me volví a tocar y me miré los dedos, sí, era sangre seca. Dije:
- Joder, cabrón, me rompiste el culo
- No exageres
- ¿Exagero? pero ¿no ves que tengo sangre en el culo?
Mientras le enseñaba los dedos. No me lo podía creer, con razón me dolía así. Le dije muy enfadada:
- Cabrón, me emborrachaste y aprovechaste para romperme el culo
Dani se me acercó y dijo:
- A ver, que bebiste tanto porque quisiste, y fuiste tú la que lo pidió
- Pero no así, so bestia, solo quería sentirla dentro y tocarme, no que me follaras así, animal
Me había puesto muy nerviosa al ver la sangre. Le dije:
- Mira a ver como está
Y me giré. El se agachó y me separó las nalgas. Luego se levantó y dijo:
- Un poco colorado pero no parece malo
- Joder ¿Y la sangre?
- Pues habrá sido alguna venilla, no sé, pero que no tienes casi nada de sangre
- ¿Y si ahora se me infecta?
- No sé, pregúntale a Gema, ella te dirá, pero no te preocupes, no se ve nada mal
- ¿Seguro?
- Sí
Fui a la cama y miré las sábanas. Me alivié al no encontrar rastros. Volví mientras él se terminaba de secar. Lo miré y le dije:
- Joder, que susto
- Ya, claro
- Es que te pasaste mucho
- Lo siento, es que me tenías…
- ¿Qué?
- Joder, que no viste lo sensual que fuiste bailando desnuda
Sonreí, de eso me acordaba perfectamente, me había sentido genial viendo como me miraba, como tenía la polla de dura, me había sentido sensual, sexy, muy poderosa viéndole casi babeando. Él dijo:
- Me tenías malísimo moviendo ese culito, uff, y cuando me dijiste que te lo follara… lo siento, no pude reprimirme
Sí, sabía perfectamente como lo tenía de cachondo y lo había hecho queriendo, quería que se sintiera tan cachondo como yo, y vaya si lo conseguí. No le dije nada pero le miré la polla que había crecido claramente. Entonces él dijo:
- ¿Te duele aún la cabeza?
- Ehhh, casi nada ¿Por?
Entonces me cogió y me llevó a la cama. Intenté resistirme pero por jugar, le dije:
- No, no me apetece
- No dejas de mirarme la polla
- ¿Y?
Me besó en la boca, el cuello, las tetas… fue a comérmelo pero no, esta vez no, quería que me follara. Le dije:
- Ponte ya el condón y fóllame
Se levantó rápidamente y se puso un condón. Luego me penetró despacio pero aumentó el ritmo rápidamente. No me lo podía creer, de nuevo estaba notando ya la llegada de mi orgasmo, el cabrón con esa polla me ponía a tono enseguida. Me corrí antes que él, como siempre, pero esta vez él me siguió al poco, menos mal porque no tenía ganas de nada más, solo quedarme tumbada disfrutando de la sensación.
Se levantó y se terminó de vestir. Me dijo que se tenía que ir ya, que me quedara si quería. Le dije que sí, que me quedaba un poco. Y ni lo escuché irse, me quedé dormida.
Me desperté una hora después al escuchar una notificación en mi móvil. Lo cogí y vi que era un mensaje de Dani:
- Espero que estés mejor de todos tus dolores ¿Te pasas a desayunar?
Desde que le había leído la cartilla con lo de ser amigos estaba muy atento. Y en el sexo cada vez era mejor, en mi vida había tenido sexo tan bueno. Noté como me dolía el culo pero sonreí, me daba igual, había sido una noche genial, y, por primera vez con Dani, había sido yo la que había llevado la batuta consiguiendo que babeara por mí.
Le escribí:
- No, he quedado con Esteban
Era mentira pero quería que supiera que ahora mandaba yo, usaría a Esteban para darle celos, y si Esteban salía bueno, pues mejor que mejor. Me levanté y me vestí. Ya llegaba tarde a mi primera clase, pero me daba igual.
DANI
Tomé un sorbo del café y miré de nuevo el móvil “No puede ser” mientras meneaba la cabeza. Primero se me había fastidiado el polvo de mañana con Marisa por culpa del cambio de horario de las clases, esta semana habían puesto todas las clases por la mañana, ninguna por la tarde. Y ahora, Gema me había escrito para decirme que tenía que salir ese mismo día de viaje por trabajo y volvería en una semana.
Cerré los ojos muy fastidiado. Tenía muchas ganas de un polvo con Marisa y eso me había jodido, pero ahora lo de Gema era ya el colmo. Los polvos con Sara estaban bien, pero nada que ver con Marisa y Gema, Sara era una niñata al lado de esas dos pedazos de mujeres.
Se me acababa de fastidiar bien la semana. Terminé el café y salí fuera, al parque, aún quedaban diez minutos para empezar la siguiente clase. Entonces vi a Marta sentada en un banco, leyendo. Estaba sola. Esa mañana también la vi sola en clase pero como llegué tarde por culpa del polvo con Sara me senté al final de clase, no tenía ninguna gana de sentarme con Marta y volver a tener los sentimientos encontrados que había tenido la otra vez que la tuve al lado a solas.
La observé, estaba ensimismada en el libro, sin levantar la cabeza. Estaba guapísima “mierda, eres gilipollas, deja de mirarla, ni es guapa ni nada, es una tía que te dio la patada y se ha ido con otro, solo eso”. Me giré y me volví a clase. Entré y me quedé atrás. Al rato vi entrar a Marta. Vi como miraba alrededor. Me vio y me saludó con una mano sonriendo. Me mataba su sonrisa. Temí que se acercara pero esta vez no, fue a donde siempre se sentaba. Respiré aliviado y, a la vez, triste.
MARTA
Me senté en mi sitio, Charo tampoco había podido venir hoy y los chicos estaban con lo del coche de Ale. “Menos mal que mañana Charo si viene” pensé. Miré de reojo a Dani, hoy había llegado tarde y se había sentado casi al final, menos mal, así tenía excusa para no sentarme con él.
Antes, cuando había ido a la cafetería, lo había visto sentado solo, comiendo mientras miraba su móvil. Él no me vio pero lo observé un ratito. Lo veía algo distinto pero en positivo, me parecía que estaba más atractivo que nunca. Podía haber ido a por un café y mi bocadillo y sentarme con él, como algo natural, pero no, no podía, sabía que eso me iba alterar muchísimo, así que no entré y saqué algo de una máquina y me fui al parque, como una cobarde, pero tenía claro que no podía estar con él a solas, era un hecho.
DANI
Tras las clases, no fui a la biblioteca, pasaba de estudiar a solas con Marta. Volví a casa y esa noche le dije a Marisa que esta semana no podíamos quedar. Marisa puso cara de desasosiego pero me creyó y suspiró resignada, tenía tantas ganas como yo.
Esa noche me acosté temprano, estaba algo desanimado.
El miércoles pasó sin nada reseñable, las clases, le mandé un mensaje a Sara para ver como estaba, ella me contestó que bien pero no mucho más.
El jueves pintaba igual de anodino que el día anterior pero esa mañana se presentó Sara en la cafetería. Charlamos un poco pero básicamente venía a dejarme claro que esa noche salía con su nuevo amigo y que se lo pensaba follar. Me reí por dentro porque me pareció que trataba de picarme pero a mí me la traía floja. La vi tan petulante y chulesca que no pude evitar decirle:
- Bueno, a ver si tienes suerte y, al menos, consigue que te corras una vez
Me miró con cabreo durante varios segundos sin decir nada. Estaba ya esperando el insulto cuando dijo:
- Mañana te contaré pero seguro que me divierto
Me quedé sorprendido, esperaba su típico insulto de “gilipollas” pero estaba de buen humor. Entonces dijo:
- ¿Y tú qué haces esta noche? ¿Sales o te la cascarás solo en tu cama?
- Saldré
- ¿Ah sí?
- Sí ¿Por qué no?
- Bien, quizás nos veamos por ahí
Y se levantó, me dio un pico y se fue.
Me quedé mirándola, había estado cinco minutos, solo había venido a dejarme claro que esa noche follaba con otro, que tenía otras alternativas, pero a la vez, sin querer dejarme de lado del todo.
Esa noche salí con ganas de ligar, me faltaba el polvo con Marisa y con Sara iba a ser que no. Salí con unos colegas pero antes de ir donde sabía que estaban, me encontré por la zona de bares a Álvaro y Laura que me convencieron de tomar una con ellos. Fui a un bar donde ellos habían quedado con compañeros de su facultad. Allí me presentaron a cinco o seis chicas y un par de chicos. Todos estudiaban en Bellas artes y estuve bromeando con ellos sobre lo de “estudiar” en una carrera así pero aceptaron bien mis pullas y me dieron a mí con otras. La verdad es que me cayeron bien los “artistas”, y un par de las chicas no estaban mal del todo, aunque la más guapa y atractiva era Laura con diferencia.
Me planteé tontear algo más con alguna de las chicas pero al final me fui con mis colegas. Estuve con ellos bebiendo y entrando a chicas hasta que conseguí enrollarme con una de Enfermería. Nos dimos el lote un par de veces y tras terminar el segundo, le dije de irnos a su casa o a la mía y la chica me soltó un “no puedo, tengo novio en el pueblo” y se fue. Una lástima porque la chica estaba bien y había estado un par de horas detrás de ella hasta conseguir enrollarme. Ya eran las tres de la noche y era demasiado tarde para empezar de nuevo a ligar con otra así que me fui a mi casa aguantándome mis ganas de folleteo. Llegué a mi casa y me eché en la cama sin quitarme la ropa, bastante borracho.
A la mañana siguiente me costó muchísimo despertarme y, tras ducharme rápidamente, me fui a la facultad. Tras dos clases insoportables donde apenas conseguí mantenerme despierto, corrí a la cafetería a tomarme café en vena. Estando allí con algunos compañeros, vi entrar a Sara que miró alrededor. Cuando me vio, me hizo una seña y se sentó en una mesa a esperarme. Me acerqué y me senté. Me dijo:
- ¿Qué tal?
- Bien ¿Y tú?
- Genial
Y me sonrió triunfante. La tía había venido a restregarme su polvo pero esa mañana no estaba yo para mucha tontería así que seguí comiendo mi bocadillo que había llevado de la otra mesa a esta. Sara me miró comer y dijo:
- ¿No me vas a preguntar?
- ¿Quieres que te pregunte sobre tu polvo?
- Sobre mi noche, idiota
- Pues cuenta
- Te vi con tus amigos
- Ya, también te vi
Era verdad, la vi con su “amiguito”. No los vi enrollados, solo charlaba con él e iba bastante sexy. Dijo:
- ¿Ah sí?
- Sí, claro
- Pues ese era Esteban
- Me lo imaginé
- Nos lo pasamos muy bien, es un chico muy divertido
- Vale
- Tú ibas con una rubia tetona
La de enfermería. Me reí por dentro y asentí. Dijo:
- ¿Tu otra folla amiga?
Aquí sí me reí de verdad. Ella me miró y dijo:
- Es guapa
- Ya
- Bueno, pues nos divertimos los dos ¿no?
- Eso parece
Entonces cogió mi café y bebió un buen sorbo. Arrugó la nariz y dijo:
- Joder, que cargado
- Es que ayer me dormí tarde y necesito mantenerme despierto para las clases
- Ah, pues pídete otro, a mí me pasa lo mismo
Y la tía se terminó mi café con toda la cara. La miré riéndome, se tomaba unas confianzas… Me dijo:
- Bueno ¿No me vas a preguntar?
- ¿El qué?
- Si me corrí o no
Vamos, como si hiciera falta preguntarle viendo su actitud. La miré sin decir nada y ella, sonriendo triunfalmente, dijo:
- Sí, me corrí
- Enhorabuena
- Folla bien
- Genial
- Le faltaba coger confianza, el pobre no se había acostando antes con una tía tan buena como yo
Me reí, de otra persona pensaría que estaba de broma, pero de Sara me creía que pensaba justamente eso. Siguió:
- Y como soy tan buena en la cama, pues claro, el pobre no aguantaba nada
- Ajá ¿Y ayer le pusiste el freno?
- Ayer estuvo más relajado, no sé, pero muy bien
- Pues nada, ya tienes otro folla amigo
- Mmmm no sé
- ¿No? pero si estás muy contenta con él
- Sí, eso sí, pero no sé como llevará que me acueste con otros
- Jajajaja
- ¿Qué?
- ¿Piensa que eres su fiel novia??? pues apañado va jajaja
- Gilipollas
Ahora sí la había cabreado. Me miró y dijo:
- Me refiero a que no he hablado con él de lo que quiero
- Ya, ya, te estaba picando
- Sí, tú tan gilipollas como siempre, no sé como te aguanto
- Puedo imaginar por qué jeje
- Idiota
Hice gesto de levantarme pero me puso la mano sobre la rodilla para decirme que me quedara. Entonces dijo:
- ¿Qué haces el finde?
- Adivina
- Joder con el niño bueno
- Ya, será eso
- ¿Me llevas?
- ¿A tu pueblo?
- Claro
Hoy no iba con tanta prisa. La miré y asentí, no me apetecía el viaje solo. Ella sonrió y dije:
- Pero salgo cuando terminen las clases
- Joder, que tengo que ir a casa
- Ya, pues vamos, coges lo que sea y nos vamos
- ¿Y cuándo comemos?
- Paramos en un bar que conozco en el camino
- ¿Un bar de carretera?
- Sí, seguro que ponen lechuga
- Idiota
- ¿Te vienes o no?
- Sí
- Pues estate aquí a las 14:00
- Vale, vale
- Me voy, hasta luego
- Sí, adiós
SARA
Me quedé sentada. Lo de Esteban no iba a ningún lado “Con todo lo bueno que está y que malo es en la cama”. Ayer noche había sido otro desastre, el idiota se volvió a correr enseguida “¿Qué duró? ¿Diez segundos más? joder”. Y para colmo, termina y ya está, y yo cachondísima y frustradísima, y le tuve que decir que me hiciera un dedo, un puto dedo, ni siquiera salió de él.
Me quedé pensando “¿Le daría otra oportunidad?” No me apetecía nada, pero bueno, ya vería pero lo que tenía claro es que lo usaría para dejarle claro a Dani que no dependía de él para tener sexo.
DANI
El viaje con Sara fue lo esperado, ella hablando sin parar de sus cosas pero me venía bien para no dormirme. Al dejarla en su casa intentó convencerme de ir el sábado por la noche para salir con ella pero sabía que me esperaba un fin de semana intenso de trabajo, y no me apetecía nada así que le di largas.
El sábado y el domingo no paré de trabajar y acabé tan cansado que a las diez de la noche ya estaba acostado. Sara intentó engatusarme para que la llevara el domingo de vuelta pero no podía ni moverme así que ella se volvió en autobús y yo volví al día siguiente temprano.
El lunes pasé la mañana como pude aún cansado de la paliza del fin de semana. Intenté concentrarme en clase pero me costaba. Ese día tuve que volver a pedirle a Marta sus apuntes que me envió amablemente.
Cuando volví a casa me tumbé un rato y luego fui a hablar con Marisa. De nuevo le tuve que decir que esa semana tampoco follaríamos, seguíamos con el horario cambiado en la facultad. Ella me puso mala cara pero no se enfadó. Pensé que no me creería pero me dijo que sí, que lo entendía. La verdad es que le tenía muchas ganas y me fastidiaba. Para colmo, el sábado estuve hablando con Gema y esta semana tampoco estaría por aquí, seguía de viaje. Sería otra semana de solo Sara.
Volví a mi cuarto a estudiar un poco mientras esperaba la hora de la cena, y al poco, recibí una llamada de un número que no reconocí. Descolgué:
- Hola Dani, soy Laura
Me sorprendió, era la compañera de piso de Sara. Dijo:
- Me ha dado tu número Sara
- Ah
- Es que estoy aquí con ella y unas compañeras ¿Puedes venir?
- ¿Para qué?
- Es que hemos pensado una cosa, pero mejor te explicamos
- Mmmm
Escuché a Sara decir:
- Tranquilo, no te vamos a violar entre todas jajaja
Y risas de más chicas. Me pareció todo muy raro y dudé, pero Laura dijo:
- No les hagas caso, es para que nos ayudes con una cosa ¿Puedes venir y te explicamos?
- Bueno, vale
Fui con la mosca detrás de la oreja, imaginando que me iban a pedir arreglar algo de la casa o algo así. Llegué y me abrió Sara con una sonrisa de oreja a oreja. Me dio un pico y me llevó al salón. Allí vi a Laura, Álvaro y dos chicas del grupo que me presentaron la otra noche. Me senté y Laura dijo:
- Dani, mira, es que estamos pensando en usarte como modelo de nuestras prácticas
- ¿Qué?
Sara se descojonaba. Entonces las tres “artistas” se levantaron y empezaron a mirarme de cerca, a girarme la cabeza, mientras hablaban entre ellas. Una dijo:
- No sé, quizás es demasiado guapo ¿no? mejor con algún defecto, una nariz aguileña o algo así ¿no?
- No, no, mejor así de guapo, más complicado reflejarlo en el lienzo
- Y mira, si lo miras de perfil, esto de aquí…
Las tres analizando mi cara. Miré a Álvaro que también se descojonaba. Entonces me levanté y dije:
- A ver, mejor lo pintáis a él (señalando a Álvaro)
Pero entonces Laura dijo:
- No, a él lo he pintado muchas veces, no me vale, necesito nuevos modelos
Sara entonces habló:
- Pintadme a mí
- He dibujado muchas mujeres y pocos hombres
Y se pusieron a discutir entre ellas. Al rato, Laura me miró y dijo:
- Mira, serán un par de horillas, solo eso
- Que va, paso, no creo que pueda estarme quieto tanto rato
- No hace falta que seas una estatua, puedes ver una serie mientras dibujamos, es lo que hace Álvaro
- Pero que yo tengo que estudiar y…
- Te daremos 5€ cada una por 1h, así que si somos 5, serán 50€ por dos horas viendo series
Me quedé pensando. Seguía con poca pasta y era un dinerillo fácil. Estaba pensando cuando Laura dijo:
- Y también queremos dibujar el torso de un hombre ¿Te puedes quitar la camiseta?
- ¿Qué???
Sara se partía de risa al ver mi cara y dijo:
- Les he dicho que no estás muy cachas pero les da igual
Laura dijo:
- Queremos un torso normal, no de gimnasio
Miré a Álvaro que dijo:
- Yo estoy demasiado delgado
Laura y las chicas esperaban. Miré a Sara que me animó y me levanté y me quité la camiseta. Fue muy incómodo los tres o cuatro segundos de las tres mirándome sin decir nada. Entonces Laura dijo:
- Mirad, estos músculos de aquí, podemos usar…
Y empezaron a hablar de técnicas de pintura. Me hicieron girarme para verme la espalda, y notaba sus manos por mi piel, tocando mientras hablaban, y me empecé a poner nervioso. Entonces Laura dijo:
- A mí me parece bien ¿Y a vosotras?
- Claro
Entonces me miró y dijo:
- Esto será un par de sesiones porque te dibujaremos por delante y por detrás
- Mmmmm
- Venga, al final sacarás un buen dinero y fácil, sin hacer nada
- Y ¿Cuándo sería?
- A partir de mañana
- ¿Dónde?
- Aquí mismo, por la tarde
- Bueno, probemos una vez a ver que tal
- Genial, pues se lo decimos a los demás a ver si se apunta alguien más
Y me volví a poner la camiseta y empezamos a charlar de otras cosas. La verdad es que no noté nada especial en las miradas de las chicas, fue todo muy “profesional”. Luego, me quedé a cenar con ellas y vi que las dos amigas de Laura eran pareja, vamos, que no tenían interés sexual conmigo. Una lástima porque una de ellas estaba bien, era guapa y con un buen par.
Tras terminar de cenar, las dos amigas se fueron y yo me iba a ir también, tenía que estudiar, pero antes pensé en echar un polvo con Sara. Empecé a tontear con ella y acabamos yéndonos a su cuarto para echar un buen polvo. Al terminar, me levanté y empecé a vestirme. Sara me miró extrañada y dijo:
- Pero ¿Qué haces?
- Tengo que estudiar
- Y una mierda, tú te quedas
- No, es temprano y me da tiempo a estudiar algo
- Sabes que odio que me follen y se vayan
- Ya pero es que llevo días sin estudiar y voy retrasado
- Eres un cabrón
La miré notando que me estaba cabreando. Estaba desnuda sobre la cama, aún colorada por el polvo, y enfadada. Le dije:
- Sara, que tengo que estudiar, no me voy a dormir o ver la tele, me voy a estudiar
- Pero…
- Vente si quieres y te quedas en mi cama pero callada, que tengo que estudiar
- Ya, claro ¿Y qué hago? ¿Mirarte como estudias?
La miré como diciéndole “ves como es una tontería”. Me terminé de vestir, le di un beso y le dije:
- Mañana vendré a eso de hacer de modelo
- Lo mismo no estoy, voy a quedar con Esteban
- Vale
- ¿Te da igual?
- Prefiero que estés pero no te voy a decir lo que tienes que hacer
- Claro, ya lo que faltaba
Me despedí de ella que me miraba aún enfadada. Me fui a mi casa a estudiar.
MARTA
“Tengo que buscar más información sobre el tema de hoy, no tengo claro si lo he entendido bien” mientras chupaba la polla de Jorge. Hoy no me apetecía nada de sexo pero Jorge se había puesto pesado con lo de quedarse así que lo mejor era una mamada rápida y que se fuera, tenía muchas cosas que hacer, había estado toda la tarde ayudando a Jorge y me había retrasado en repasar los temas de hoy.
Jorge estaba sentado en mi cama y yo en el suelo entre sus piernas. Jorge dijo:
- Que buena eres, Marta
Aumenté el ritmo de la mamada, ya estaba a punto. Pero entonces Jorge me paró y dijo:
- Quiero verte desnuda
Me dejó totalmente descolocada. Estábamos en mi cuarto con la luz encendida y yo totalmente vestida. Le dije:
- No
E intenté reanudar la mamada pero volvió a pararme y me dijo:
- Marta, llevamos haciéndolo desde hace semanas y aún no te he visto desnuda ¿Te parece normal?
Me puse muy nerviosa, temía este momento desde hacía días, sabía que iba a llegar. Le dije:
- Sabes que tengo muchos complejos y…
- Pero a mí me gustas mucho, Marta, me gustaría verte
- Pero yo no puedo… estoy incómoda…
- Pero estás conmigo, sabes lo mucho que me gustas…
Lo miré muy nerviosa. Al final le dije:
- Hoy no, por favor
- ¿Cuándo Marta?
- Pronto
- Esta semana
- No sé…
- Por favor, Marta, es lo más normal del mundo querer ver a mi novia desnuda ¿no?
- Ya pero…
Le cogí la polla y seguí la mamada, sin parar de pensar en lo mal que lo iba a pasar ese día cuando llegara, que tenía que pensar algo para evitarlo… Entonces, de repente, Jorge estalló, ni me había dado cuenta y me pilló por sorpresa. El primer disparo me llegó a la garganta, tosí, y me la saqué de la boca, y, mientras tosía, los siguientes cayeron en mi pelo, mi cara, mi ropa… todo culpa mía.
Me levanté corriendo y me fui al baño. Al volver, Jorge se sentía mal pero me reí quitándole importancia, que había sido fallo mío.
Al fin conseguí que se fuera y me senté con los apuntes pero no conseguía concentrarme, estaba casi enferma de nervios por lo de desnudarme, y sabía que era ilógico pero me daba un miedo terrible ¿Qué iba a hacer? “Soy tonta, tonta y tonta… tiene razón, es lo más normal del mundo pero… no puedo, no puedo…”.