La ventana de enfrente

17



DANI

Abrí los ojos en cuanto sonó la alarma del móvil. Lo cogí y lo paré. Sara estaba abrazada a mí, echada sobre mi brazo derecho, con su cabeza en mi pecho, su brazo alrededor de mi cintura y una pierna sobre la mía. Mi cama era más pequeña que la de ella así que tampoco es que hubiera mucho más espacio pero era algo que solía hacer, abrazarse mientras dormía.



Intenté levantarme despacio, sin despertarla pero entonces ella me abrazó fuerte y dijo:​

  • No, un poquito más, es muy temprano​


La había despertado la alarma. Le dije:​

  • No puedo, tengo clase a primera hora​
  • Que le den a la puta clase​
  • No puedo​


Y conseguí levantarme con ella protestando. Le dije:​

  • Duerme, yo voy a duchar​


Ella dijo algo pero no lo entendí. Me fui al baño.



SARA

Intenté levantarme pero me tumbé otra vez, menudo dolor de cabeza. Me quedé tumbada con los ojos cerrados mientras escuchaba la ducha. “Joder con el puto ron de los cojones” pensé. Necesitaba una ducha. Intenté incorporarme otra vez pero despacio, con la idea de meterme en la ducha con Dani. Entonces me dio otra punzada la cabeza y también el culo “joder, como me duele el culo, que cabrón" y recordé el polvo, y sonreí, menudo polvazo, había merecido la pena aunque ahora me doliera el culo.



Conseguí levantarme a duras penas pero me quedé parada con la cabeza a punto de estallar. Fui al baño y abrí la mampara:​

  • Me va a estallar la cabeza ¿Tienes algo?​


Dani sonrió como un gilipollas y dijo:​

  • Resaca ¿no?​


Premio para el tonto… Lo miré y dijo señalando el espejo del baño:​

  • Ahí hay​


Fui y me tomé dos a la vez, y bebí agua del grifo. Me quedé con los ojos cerrados mientras seguía escuchando la ducha. Poco a poco noté que se me iba bajando el estallido que sentía en la cabeza, y que aumentaba el dolor de mi culo. Escuché como Dani cortaba el agua de la ducha y como salía. Me dijo:​

  • ¿Mejor?​
  • Algo​
  • Dúchate, te vendrá bien​
  • Ya​


Abrí los ojos y lo vi mojado, secándose “joder, está bueno el cabrón” y noté un cosquilleo ahí abajo “no puede ser, con el dolor de cabeza que tengo y el cabrón me pone cachonda”. Dani se estaba secando la cabeza con la toalla y lo miré bien, no estaba tan musculado como Esteban pero no tenía nada de grasa y sí tenía músculos marcados, sobre todo en los brazos y las piernas. Le faltaban los abdominales un poco marcados para ser perfecto “Y esa polla que tiene, ufff, mírala, sin estar dura y se ve grande”. Noté que el cosquilleo iba a más y me estaba planteando follármelo cuando me moví y me dio una punzada en el culo. Dije:​

  • Ayy​


Dani me miró y dije:​

  • Me duele el culo, so bestia​
  • Joe, fuiste tú la que lo pediste​


Entonces me toqué y al mirarme la mano, me acojoné, vi un rastro de algo. Dije:​

  • Esto… esto… ¿es sangre?​


Dani me miró preocupado. Me volví a tocar y me miré los dedos, sí, era sangre seca. Dije:​

  • Joder, cabrón, me rompiste el culo​
  • No exageres​
  • ¿Exagero? pero ¿no ves que tengo sangre en el culo?​


Mientras le enseñaba los dedos. No me lo podía creer, con razón me dolía así. Le dije muy enfadada:​

  • Cabrón, me emborrachaste y aprovechaste para romperme el culo​


Dani se me acercó y dijo:​

  • A ver, que bebiste tanto porque quisiste, y fuiste tú la que lo pidió​
  • Pero no así, so bestia, solo quería sentirla dentro y tocarme, no que me follaras así, animal​


Me había puesto muy nerviosa al ver la sangre. Le dije:​

  • Mira a ver como está​


Y me giré. El se agachó y me separó las nalgas. Luego se levantó y dijo:​

  • Un poco colorado pero no parece malo​
  • Joder ¿Y la sangre?​
  • Pues habrá sido alguna venilla, no sé, pero que no tienes casi nada de sangre​
  • ¿Y si ahora se me infecta?​
  • No sé, pregúntale a Gema, ella te dirá, pero no te preocupes, no se ve nada mal​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​


Fui a la cama y miré las sábanas. Me alivié al no encontrar rastros. Volví mientras él se terminaba de secar. Lo miré y le dije:​

  • Joder, que susto​
  • Ya, claro​
  • Es que te pasaste mucho​
  • Lo siento, es que me tenías…​
  • ¿Qué?​
  • Joder, que no viste lo sensual que fuiste bailando desnuda​


Sonreí, de eso me acordaba perfectamente, me había sentido genial viendo como me miraba, como tenía la polla de dura, me había sentido sensual, sexy, muy poderosa viéndole casi babeando. Él dijo:​

  • Me tenías malísimo moviendo ese culito, uff, y cuando me dijiste que te lo follara… lo siento, no pude reprimirme​


Sí, sabía perfectamente como lo tenía de cachondo y lo había hecho queriendo, quería que se sintiera tan cachondo como yo, y vaya si lo conseguí. No le dije nada pero le miré la polla que había crecido claramente. Entonces él dijo:​

  • ¿Te duele aún la cabeza?​
  • Ehhh, casi nada ¿Por?​


Entonces me cogió y me llevó a la cama. Intenté resistirme pero por jugar, le dije:​

  • No, no me apetece​
  • No dejas de mirarme la polla​
  • ¿Y?​


Me besó en la boca, el cuello, las tetas… fue a comérmelo pero no, esta vez no, quería que me follara. Le dije:​

  • Ponte ya el condón y fóllame​


Se levantó rápidamente y se puso un condón. Luego me penetró despacio pero aumentó el ritmo rápidamente. No me lo podía creer, de nuevo estaba notando ya la llegada de mi orgasmo, el cabrón con esa polla me ponía a tono enseguida. Me corrí antes que él, como siempre, pero esta vez él me siguió al poco, menos mal porque no tenía ganas de nada más, solo quedarme tumbada disfrutando de la sensación.



Se levantó y se terminó de vestir. Me dijo que se tenía que ir ya, que me quedara si quería. Le dije que sí, que me quedaba un poco. Y ni lo escuché irse, me quedé dormida.



Me desperté una hora después al escuchar una notificación en mi móvil. Lo cogí y vi que era un mensaje de Dani:​

  • Espero que estés mejor de todos tus dolores ¿Te pasas a desayunar?​


Desde que le había leído la cartilla con lo de ser amigos estaba muy atento. Y en el sexo cada vez era mejor, en mi vida había tenido sexo tan bueno. Noté como me dolía el culo pero sonreí, me daba igual, había sido una noche genial, y, por primera vez con Dani, había sido yo la que había llevado la batuta consiguiendo que babeara por mí.



Le escribí:​

  • No, he quedado con Esteban​


Era mentira pero quería que supiera que ahora mandaba yo, usaría a Esteban para darle celos, y si Esteban salía bueno, pues mejor que mejor. Me levanté y me vestí. Ya llegaba tarde a mi primera clase, pero me daba igual.



DANI

Tomé un sorbo del café y miré de nuevo el móvil “No puede ser” mientras meneaba la cabeza. Primero se me había fastidiado el polvo de mañana con Marisa por culpa del cambio de horario de las clases, esta semana habían puesto todas las clases por la mañana, ninguna por la tarde. Y ahora, Gema me había escrito para decirme que tenía que salir ese mismo día de viaje por trabajo y volvería en una semana.



Cerré los ojos muy fastidiado. Tenía muchas ganas de un polvo con Marisa y eso me había jodido, pero ahora lo de Gema era ya el colmo. Los polvos con Sara estaban bien, pero nada que ver con Marisa y Gema, Sara era una niñata al lado de esas dos pedazos de mujeres.



Se me acababa de fastidiar bien la semana. Terminé el café y salí fuera, al parque, aún quedaban diez minutos para empezar la siguiente clase. Entonces vi a Marta sentada en un banco, leyendo. Estaba sola. Esa mañana también la vi sola en clase pero como llegué tarde por culpa del polvo con Sara me senté al final de clase, no tenía ninguna gana de sentarme con Marta y volver a tener los sentimientos encontrados que había tenido la otra vez que la tuve al lado a solas.



La observé, estaba ensimismada en el libro, sin levantar la cabeza. Estaba guapísima “mierda, eres gilipollas, deja de mirarla, ni es guapa ni nada, es una tía que te dio la patada y se ha ido con otro, solo eso”. Me giré y me volví a clase. Entré y me quedé atrás. Al rato vi entrar a Marta. Vi como miraba alrededor. Me vio y me saludó con una mano sonriendo. Me mataba su sonrisa. Temí que se acercara pero esta vez no, fue a donde siempre se sentaba. Respiré aliviado y, a la vez, triste.



MARTA

Me senté en mi sitio, Charo tampoco había podido venir hoy y los chicos estaban con lo del coche de Ale. “Menos mal que mañana Charo si viene” pensé. Miré de reojo a Dani, hoy había llegado tarde y se había sentado casi al final, menos mal, así tenía excusa para no sentarme con él.



Antes, cuando había ido a la cafetería, lo había visto sentado solo, comiendo mientras miraba su móvil. Él no me vio pero lo observé un ratito. Lo veía algo distinto pero en positivo, me parecía que estaba más atractivo que nunca. Podía haber ido a por un café y mi bocadillo y sentarme con él, como algo natural, pero no, no podía, sabía que eso me iba alterar muchísimo, así que no entré y saqué algo de una máquina y me fui al parque, como una cobarde, pero tenía claro que no podía estar con él a solas, era un hecho.



DANI

Tras las clases, no fui a la biblioteca, pasaba de estudiar a solas con Marta. Volví a casa y esa noche le dije a Marisa que esta semana no podíamos quedar. Marisa puso cara de desasosiego pero me creyó y suspiró resignada, tenía tantas ganas como yo.



Esa noche me acosté temprano, estaba algo desanimado.



El miércoles pasó sin nada reseñable, las clases, le mandé un mensaje a Sara para ver como estaba, ella me contestó que bien pero no mucho más.



El jueves pintaba igual de anodino que el día anterior pero esa mañana se presentó Sara en la cafetería. Charlamos un poco pero básicamente venía a dejarme claro que esa noche salía con su nuevo amigo y que se lo pensaba follar. Me reí por dentro porque me pareció que trataba de picarme pero a mí me la traía floja. La vi tan petulante y chulesca que no pude evitar decirle:​

  • Bueno, a ver si tienes suerte y, al menos, consigue que te corras una vez​


Me miró con cabreo durante varios segundos sin decir nada. Estaba ya esperando el insulto cuando dijo:​

  • Mañana te contaré pero seguro que me divierto​


Me quedé sorprendido, esperaba su típico insulto de “gilipollas” pero estaba de buen humor. Entonces dijo:​

  • ¿Y tú qué haces esta noche? ¿Sales o te la cascarás solo en tu cama?​
  • Saldré​
  • ¿Ah sí?​
  • Sí ¿Por qué no?​
  • Bien, quizás nos veamos por ahí​


Y se levantó, me dio un pico y se fue.



Me quedé mirándola, había estado cinco minutos, solo había venido a dejarme claro que esa noche follaba con otro, que tenía otras alternativas, pero a la vez, sin querer dejarme de lado del todo.



Esa noche salí con ganas de ligar, me faltaba el polvo con Marisa y con Sara iba a ser que no. Salí con unos colegas pero antes de ir donde sabía que estaban, me encontré por la zona de bares a Álvaro y Laura que me convencieron de tomar una con ellos. Fui a un bar donde ellos habían quedado con compañeros de su facultad. Allí me presentaron a cinco o seis chicas y un par de chicos. Todos estudiaban en Bellas artes y estuve bromeando con ellos sobre lo de “estudiar” en una carrera así pero aceptaron bien mis pullas y me dieron a mí con otras. La verdad es que me cayeron bien los “artistas”, y un par de las chicas no estaban mal del todo, aunque la más guapa y atractiva era Laura con diferencia.



Me planteé tontear algo más con alguna de las chicas pero al final me fui con mis colegas. Estuve con ellos bebiendo y entrando a chicas hasta que conseguí enrollarme con una de Enfermería. Nos dimos el lote un par de veces y tras terminar el segundo, le dije de irnos a su casa o a la mía y la chica me soltó un “no puedo, tengo novio en el pueblo” y se fue. Una lástima porque la chica estaba bien y había estado un par de horas detrás de ella hasta conseguir enrollarme. Ya eran las tres de la noche y era demasiado tarde para empezar de nuevo a ligar con otra así que me fui a mi casa aguantándome mis ganas de folleteo. Llegué a mi casa y me eché en la cama sin quitarme la ropa, bastante borracho.



A la mañana siguiente me costó muchísimo despertarme y, tras ducharme rápidamente, me fui a la facultad. Tras dos clases insoportables donde apenas conseguí mantenerme despierto, corrí a la cafetería a tomarme café en vena. Estando allí con algunos compañeros, vi entrar a Sara que miró alrededor. Cuando me vio, me hizo una seña y se sentó en una mesa a esperarme. Me acerqué y me senté. Me dijo:​

  • ¿Qué tal?​
  • Bien ¿Y tú?​
  • Genial​


Y me sonrió triunfante. La tía había venido a restregarme su polvo pero esa mañana no estaba yo para mucha tontería así que seguí comiendo mi bocadillo que había llevado de la otra mesa a esta. Sara me miró comer y dijo:​

  • ¿No me vas a preguntar?​
  • ¿Quieres que te pregunte sobre tu polvo?​
  • Sobre mi noche, idiota​
  • Pues cuenta​
  • Te vi con tus amigos​
  • Ya, también te vi​


Era verdad, la vi con su “amiguito”. No los vi enrollados, solo charlaba con él e iba bastante sexy. Dijo:​

  • ¿Ah sí?​
  • Sí, claro​
  • Pues ese era Esteban​
  • Me lo imaginé​
  • Nos lo pasamos muy bien, es un chico muy divertido​
  • Vale​
  • Tú ibas con una rubia tetona​


La de enfermería. Me reí por dentro y asentí. Dijo:​

  • ¿Tu otra folla amiga?​


Aquí sí me reí de verdad. Ella me miró y dijo:​

  • Es guapa​
  • Ya​
  • Bueno, pues nos divertimos los dos ¿no?​
  • Eso parece​


Entonces cogió mi café y bebió un buen sorbo. Arrugó la nariz y dijo:​

  • Joder, que cargado​
  • Es que ayer me dormí tarde y necesito mantenerme despierto para las clases​
  • Ah, pues pídete otro, a mí me pasa lo mismo​


Y la tía se terminó mi café con toda la cara. La miré riéndome, se tomaba unas confianzas… Me dijo:​

  • Bueno ¿No me vas a preguntar?​
  • ¿El qué?​
  • Si me corrí o no​


Vamos, como si hiciera falta preguntarle viendo su actitud. La miré sin decir nada y ella, sonriendo triunfalmente, dijo:​

  • Sí, me corrí​
  • Enhorabuena​
  • Folla bien​
  • Genial​
  • Le faltaba coger confianza, el pobre no se había acostando antes con una tía tan buena como yo​


Me reí, de otra persona pensaría que estaba de broma, pero de Sara me creía que pensaba justamente eso. Siguió:​

  • Y como soy tan buena en la cama, pues claro, el pobre no aguantaba nada​
  • Ajá ¿Y ayer le pusiste el freno?​
  • Ayer estuvo más relajado, no sé, pero muy bien​
  • Pues nada, ya tienes otro folla amigo​
  • Mmmm no sé​
  • ¿No? pero si estás muy contenta con él​
  • Sí, eso sí, pero no sé como llevará que me acueste con otros​
  • Jajajaja​
  • ¿Qué?​
  • ¿Piensa que eres su fiel novia??? pues apañado va jajaja​
  • Gilipollas​


Ahora sí la había cabreado. Me miró y dijo:​

  • Me refiero a que no he hablado con él de lo que quiero​
  • Ya, ya, te estaba picando​
  • Sí, tú tan gilipollas como siempre, no sé como te aguanto​
  • Puedo imaginar por qué jeje​
  • Idiota​


Hice gesto de levantarme pero me puso la mano sobre la rodilla para decirme que me quedara. Entonces dijo:​

  • ¿Qué haces el finde?​
  • Adivina​
  • Joder con el niño bueno​
  • Ya, será eso​
  • ¿Me llevas?​
  • ¿A tu pueblo?​
  • Claro​


Hoy no iba con tanta prisa. La miré y asentí, no me apetecía el viaje solo. Ella sonrió y dije:​

  • Pero salgo cuando terminen las clases​
  • Joder, que tengo que ir a casa​
  • Ya, pues vamos, coges lo que sea y nos vamos​
  • ¿Y cuándo comemos?​
  • Paramos en un bar que conozco en el camino​
  • ¿Un bar de carretera?​
  • Sí, seguro que ponen lechuga​
  • Idiota​
  • ¿Te vienes o no?​
  • Sí​
  • Pues estate aquí a las 14:00​
  • Vale, vale​
  • Me voy, hasta luego​
  • Sí, adiós​




SARA

Me quedé sentada. Lo de Esteban no iba a ningún lado “Con todo lo bueno que está y que malo es en la cama”. Ayer noche había sido otro desastre, el idiota se volvió a correr enseguida “¿Qué duró? ¿Diez segundos más? joder”. Y para colmo, termina y ya está, y yo cachondísima y frustradísima, y le tuve que decir que me hiciera un dedo, un puto dedo, ni siquiera salió de él.



Me quedé pensando “¿Le daría otra oportunidad?” No me apetecía nada, pero bueno, ya vería pero lo que tenía claro es que lo usaría para dejarle claro a Dani que no dependía de él para tener sexo.



DANI

El viaje con Sara fue lo esperado, ella hablando sin parar de sus cosas pero me venía bien para no dormirme. Al dejarla en su casa intentó convencerme de ir el sábado por la noche para salir con ella pero sabía que me esperaba un fin de semana intenso de trabajo, y no me apetecía nada así que le di largas.



El sábado y el domingo no paré de trabajar y acabé tan cansado que a las diez de la noche ya estaba acostado. Sara intentó engatusarme para que la llevara el domingo de vuelta pero no podía ni moverme así que ella se volvió en autobús y yo volví al día siguiente temprano.



El lunes pasé la mañana como pude aún cansado de la paliza del fin de semana. Intenté concentrarme en clase pero me costaba. Ese día tuve que volver a pedirle a Marta sus apuntes que me envió amablemente.



Cuando volví a casa me tumbé un rato y luego fui a hablar con Marisa. De nuevo le tuve que decir que esa semana tampoco follaríamos, seguíamos con el horario cambiado en la facultad. Ella me puso mala cara pero no se enfadó. Pensé que no me creería pero me dijo que sí, que lo entendía. La verdad es que le tenía muchas ganas y me fastidiaba. Para colmo, el sábado estuve hablando con Gema y esta semana tampoco estaría por aquí, seguía de viaje. Sería otra semana de solo Sara.



Volví a mi cuarto a estudiar un poco mientras esperaba la hora de la cena, y al poco, recibí una llamada de un número que no reconocí. Descolgué:​

  • Hola Dani, soy Laura​


Me sorprendió, era la compañera de piso de Sara. Dijo:​

  • Me ha dado tu número Sara​
  • Ah​
  • Es que estoy aquí con ella y unas compañeras ¿Puedes venir?​
  • ¿Para qué?​
  • Es que hemos pensado una cosa, pero mejor te explicamos​
  • Mmmm​


Escuché a Sara decir:​

  • Tranquilo, no te vamos a violar entre todas jajaja​


Y risas de más chicas. Me pareció todo muy raro y dudé, pero Laura dijo:​

  • No les hagas caso, es para que nos ayudes con una cosa ¿Puedes venir y te explicamos?​
  • Bueno, vale​


Fui con la mosca detrás de la oreja, imaginando que me iban a pedir arreglar algo de la casa o algo así. Llegué y me abrió Sara con una sonrisa de oreja a oreja. Me dio un pico y me llevó al salón. Allí vi a Laura, Álvaro y dos chicas del grupo que me presentaron la otra noche. Me senté y Laura dijo:​

  • Dani, mira, es que estamos pensando en usarte como modelo de nuestras prácticas​
  • ¿Qué?​


Sara se descojonaba. Entonces las tres “artistas” se levantaron y empezaron a mirarme de cerca, a girarme la cabeza, mientras hablaban entre ellas. Una dijo:​

  • No sé, quizás es demasiado guapo ¿no? mejor con algún defecto, una nariz aguileña o algo así ¿no?​
  • No, no, mejor así de guapo, más complicado reflejarlo en el lienzo​
  • Y mira, si lo miras de perfil, esto de aquí…​


Las tres analizando mi cara. Miré a Álvaro que también se descojonaba. Entonces me levanté y dije:​

  • A ver, mejor lo pintáis a él (señalando a Álvaro)​


Pero entonces Laura dijo:​

  • No, a él lo he pintado muchas veces, no me vale, necesito nuevos modelos​


Sara entonces habló:​

  • Pintadme a mí​
  • He dibujado muchas mujeres y pocos hombres​


Y se pusieron a discutir entre ellas. Al rato, Laura me miró y dijo:​

  • Mira, serán un par de horillas, solo eso​
  • Que va, paso, no creo que pueda estarme quieto tanto rato​
  • No hace falta que seas una estatua, puedes ver una serie mientras dibujamos, es lo que hace Álvaro​
  • Pero que yo tengo que estudiar y…​
  • Te daremos 5€ cada una por 1h, así que si somos 5, serán 50€ por dos horas viendo series​


Me quedé pensando. Seguía con poca pasta y era un dinerillo fácil. Estaba pensando cuando Laura dijo:​

  • Y también queremos dibujar el torso de un hombre ¿Te puedes quitar la camiseta?​
  • ¿Qué???​


Sara se partía de risa al ver mi cara y dijo:​

  • Les he dicho que no estás muy cachas pero les da igual​


Laura dijo:​

  • Queremos un torso normal, no de gimnasio​


Miré a Álvaro que dijo:​

  • Yo estoy demasiado delgado​


Laura y las chicas esperaban. Miré a Sara que me animó y me levanté y me quité la camiseta. Fue muy incómodo los tres o cuatro segundos de las tres mirándome sin decir nada. Entonces Laura dijo:​

  • Mirad, estos músculos de aquí, podemos usar…​


Y empezaron a hablar de técnicas de pintura. Me hicieron girarme para verme la espalda, y notaba sus manos por mi piel, tocando mientras hablaban, y me empecé a poner nervioso. Entonces Laura dijo:​

  • A mí me parece bien ¿Y a vosotras?​
  • Claro​


Entonces me miró y dijo:​

  • Esto será un par de sesiones porque te dibujaremos por delante y por detrás​
  • Mmmmm​
  • Venga, al final sacarás un buen dinero y fácil, sin hacer nada​
  • Y ¿Cuándo sería?​
  • A partir de mañana​
  • ¿Dónde?​
  • Aquí mismo, por la tarde​
  • Bueno, probemos una vez a ver que tal​
  • Genial, pues se lo decimos a los demás a ver si se apunta alguien más​


Y me volví a poner la camiseta y empezamos a charlar de otras cosas. La verdad es que no noté nada especial en las miradas de las chicas, fue todo muy “profesional”. Luego, me quedé a cenar con ellas y vi que las dos amigas de Laura eran pareja, vamos, que no tenían interés sexual conmigo. Una lástima porque una de ellas estaba bien, era guapa y con un buen par.



Tras terminar de cenar, las dos amigas se fueron y yo me iba a ir también, tenía que estudiar, pero antes pensé en echar un polvo con Sara. Empecé a tontear con ella y acabamos yéndonos a su cuarto para echar un buen polvo. Al terminar, me levanté y empecé a vestirme. Sara me miró extrañada y dijo:​

  • Pero ¿Qué haces?​
  • Tengo que estudiar​
  • Y una mierda, tú te quedas​
  • No, es temprano y me da tiempo a estudiar algo​
  • Sabes que odio que me follen y se vayan​
  • Ya pero es que llevo días sin estudiar y voy retrasado​
  • Eres un cabrón​


La miré notando que me estaba cabreando. Estaba desnuda sobre la cama, aún colorada por el polvo, y enfadada. Le dije:​

  • Sara, que tengo que estudiar, no me voy a dormir o ver la tele, me voy a estudiar​
  • Pero…​
  • Vente si quieres y te quedas en mi cama pero callada, que tengo que estudiar​
  • Ya, claro ¿Y qué hago? ¿Mirarte como estudias?​


La miré como diciéndole “ves como es una tontería”. Me terminé de vestir, le di un beso y le dije:​

  • Mañana vendré a eso de hacer de modelo​
  • Lo mismo no estoy, voy a quedar con Esteban​
  • Vale​
  • ¿Te da igual?​
  • Prefiero que estés pero no te voy a decir lo que tienes que hacer​
  • Claro, ya lo que faltaba​


Me despedí de ella que me miraba aún enfadada. Me fui a mi casa a estudiar.



MARTA

“Tengo que buscar más información sobre el tema de hoy, no tengo claro si lo he entendido bien” mientras chupaba la polla de Jorge. Hoy no me apetecía nada de sexo pero Jorge se había puesto pesado con lo de quedarse así que lo mejor era una mamada rápida y que se fuera, tenía muchas cosas que hacer, había estado toda la tarde ayudando a Jorge y me había retrasado en repasar los temas de hoy.



Jorge estaba sentado en mi cama y yo en el suelo entre sus piernas. Jorge dijo:​

  • Que buena eres, Marta​


Aumenté el ritmo de la mamada, ya estaba a punto. Pero entonces Jorge me paró y dijo:​

  • Quiero verte desnuda​


Me dejó totalmente descolocada. Estábamos en mi cuarto con la luz encendida y yo totalmente vestida. Le dije:​

  • No​


E intenté reanudar la mamada pero volvió a pararme y me dijo:​

  • Marta, llevamos haciéndolo desde hace semanas y aún no te he visto desnuda ¿Te parece normal?​


Me puse muy nerviosa, temía este momento desde hacía días, sabía que iba a llegar. Le dije:​

  • Sabes que tengo muchos complejos y…​
  • Pero a mí me gustas mucho, Marta, me gustaría verte​
  • Pero yo no puedo… estoy incómoda…​
  • Pero estás conmigo, sabes lo mucho que me gustas…​


Lo miré muy nerviosa. Al final le dije:​

  • Hoy no, por favor​
  • ¿Cuándo Marta?​
  • Pronto​
  • Esta semana​
  • No sé…​
  • Por favor, Marta, es lo más normal del mundo querer ver a mi novia desnuda ¿no?​
  • Ya pero…​


Le cogí la polla y seguí la mamada, sin parar de pensar en lo mal que lo iba a pasar ese día cuando llegara, que tenía que pensar algo para evitarlo… Entonces, de repente, Jorge estalló, ni me había dado cuenta y me pilló por sorpresa. El primer disparo me llegó a la garganta, tosí, y me la saqué de la boca, y, mientras tosía, los siguientes cayeron en mi pelo, mi cara, mi ropa… todo culpa mía.



Me levanté corriendo y me fui al baño. Al volver, Jorge se sentía mal pero me reí quitándole importancia, que había sido fallo mío.



Al fin conseguí que se fuera y me senté con los apuntes pero no conseguía concentrarme, estaba casi enferma de nervios por lo de desnudarme, y sabía que era ilógico pero me daba un miedo terrible ¿Qué iba a hacer? “Soy tonta, tonta y tonta… tiene razón, es lo más normal del mundo pero… no puedo, no puedo…”.​
 

18



DANI

El martes pasó sin pena ni gloria. Me costaba horrores concentrarme en las clases, había asignaturas que se me estaban atragantando porque no me enteraba bien. Necesitaba hincar codos y estudiar en serio porque me estaba quedando retrasado.



Laura me mandó un mensaje, que quedábamos de 17:00 a 19:00 en su casa, para el retrato. Estuve a punto de cancelarlo pero ya le había dicho que sí.



Me presenté allí para encontrarme a Laura, las dos chicas del día anterior, otra chica y a dos chicos que no conocía. Me hicieron sentarme en un taburete y se pusieron alrededor mía a pintar. Al principio, todo estaba en silencio. No estaban ni Sara ni Álvaro. Luego, empezaron a comentar cosas entre ellos, de técnicas, trazos… pasé de una gran incomodidad con todos mirándome a un gran aburrimiento y dije de ponerme una serie en el móvil pero, de pronto, se empezaron a animar, a hablar más, a contar chorradas… la voz cantante la llevaba la chica nueva, Bego, una chica normalita, ni guapa ni fea, que llevaba una gran blusa muy holgada, el pelo como un chico y que catalogué de lesbiana casi desde el principio. La chica era divertida y animó a todos con cosas absurdas, era de esas personas que no pensaba lo que decían, lo soltaban y ya está. Me reía con ella y con las cosas de los demás, estaban todos bastante flipados y eran raros, pero graciosos. La primera media hora fue súper aburrida pero el resto se me pasó rápido.



Al terminar, todos me dieron el dinero y se despidieron hasta la siguiente. Me quedé a solas con Laura que me dijo:​

  • ¿Quedamos el jueves para el torso?​
  • Vale​
  • Vendrá más gente​
  • ¿Sí?​
  • Sí, dos más por lo menos​
  • Mejor, más pasta ¿no?​
  • Claro​


Vi a Laura titubear y le pregunté qué pasaba. Entonces dijo:​

  • ¿Te van los chicos?​
  • ¿Cómo?​
  • Creo que no, por como miras a las chicas, pero es que Fede me ha dicho que te pregunte​


Fede era uno de los artistas. Me reí y le dije:​

  • No, no me van​
  • Ya​
  • ¿Por?​
  • Es que Fede es un poco cortado, y quería pedirte salir​
  • ¿En serio???​
  • Sí​
  • Jajaja​
  • ¿Te hace gracia?​
  • Sí, es la primera vez que me quiere entrar un tío​
  • ¿Te molesta?​
  • No, para nada, pero es que no me va, lo siento​
  • Ya, se lo he dicho, que pensaba que no​


Nos quedamos callados y le dije:​

  • ¿Me enseñas el retrato que has hecho?​
  • No, aún no​
  • ¿Por?​
  • Tengo que terminarlo​
  • ¿No te ha dado tiempo?​
  • Sí, pero ahora toca seguir con él​
  • ¿Me lo enseñarás?​
  • Claro​
  • ¿Me enseñas otros que hayas hecho?​


Se quedó pensando y dijo:​

  • Bueno​


Y se fue a su habitación, y la seguí. Ella no se dio cuenta hasta que entramos en su habitación. Se quedó cortadísima pero no me echó. Dijo:​

  • Mira, éste es de Álvaro​


Lo miré, estaba muy bien. Luego, me enseñó otros, de niños, mujeres.. me dijo que eran familiares suyos. La verdad es que me gustaban, pintaba bien. Se lo dije y sonrió tímidamente. Entonces nos quedamos callados. La chica tenía cara de niña pero era muy guapa, y muy buen cuerpo. No me planteé hacer nada pero me quedé mirándola y ella se puso nerviosa. Dijo:​

  • Bueno, es que tengo que seguir…​
  • Ah, claro, me voy ya​
  • Vale​
  • Entonces ¿El jueves a la misma hora?​
  • Sí​
  • De acuerdo, hasta luego​
  • Chao​


Y me fui, con mi dinerillo en el bolsillo y habiendo pasado una buena tarde.



Un par de horas después me llamó Sara para preguntarme como había ido todo. Le expliqué y entonces le dije:​

  • Y he ligado​
  • ¿Qué???​
  • Sí​
  • ¿Con quién? pero si no los conoces ¿no?​
  • Son artistas, almas libres, se dejan llevar, les gustan las orgías… ya sabes​
  • ¿Quéeeee? ¿Has follado en una orgía???​
  • Jajaja​
  • ¿Con Laura también?​
  • Jeje​
  • Que cabrón, joder​


Sara estaba medio mosqueada, medio sorprendida. Al final le dije:​

  • Noooo, no he follado​
  • ¡¡¡Que mentiroso!!!​
  • En ningún momento he dicho que haya follado en una orgía, has sido tú​
  • ¡¡Has dicho que has ligado!!​
  • Sí, y es verdad​
  • Ya no te creo​
  • Pues tú misma, pero es verdad​
  • Espera​


Se ve que dejó el móvil en su cuarto y salió de su habitación, al par de minutos volvió partiéndose de risa. Cogió el móvil y dijo:​

  • ¡¡Has ligado con un tío!! jajajaja​
  • Sí​
  • Joder, sí que te gustan los culos jajaja​
  • He dicho que no​
  • ¡¡¡Pero si sería una nueva experiencia!!! para que sepas lo que se siente con una polla en el culo jajajaja​


La tía se descojonaba. Estuvo con chanzas un rato, pero no me molestaban. Al final, le dije:​

  • ¿Por qué no te vienes?​
  • ¿A qué?​
  • A echar un polvo​
  • No​
  • ¿Y eso?​
  • Hoy ya voy servida jeje​
  • ¿Has estado con Esteban?​
  • Puede ser​


Sara haciéndose la interesante y la difícil. Por cabrearla le dije:​

  • ¿Y ya te da por detrás?​
  • No seas guarro​
  • ¿Guarro?​
  • Sí, a ver si te crees que voy a dejar al primero que llegue hacerme eso​
  • ¿No? pero si te gusta​
  • No, no me gusta… demasiado​
  • Jajaja​
  • A ti te dejé porque llevamos ya un tiempo y por la zorra de Gema, que me convenció​
  • Jajaja​
  • Y han sido solo dos veces y casi me rompes el culo, so bruto​
  • No fue para tanto, exagerada​
  • Sangre, me hiciste sangre, animal​
  • Ya me disculpé​
  • Ya, claro​
  • Pero ya sabes, no hay dos sin tres​
  • Ya quisieras tú, el susto que me llevé no se me olvida​
  • Jejeje, bueno ¿Te vienes o no?​
  • Que no, pesao​
  • Y quizás te deje quedarte a dormir​
  • Gilipollas​
  • Jejeje​
  • Te dejo, que te diviertas con tu paja​
  • Que zorra eres jajaja​
  • Jejeje​


Y me colgó. A veces la tiraba por una ventana pero otras veces me hacía reír.



SARA

“Que me de por culo Esteban, ya claro, si casi no me entero por el coño de lo poco que dura, por detrás ya ni de coña me entero de algo”.



Me tumbé en la cama. Pensé en la supuesta orgía… me lo había tragado totalmente pero claro “esos artistas son capaces, se ponen a pintar y luego a follar, pues me lo he creído”. Sonreí al acordarme del “ligue” de Dani “Pues molaría ver como se enrolla con un tío, me daría mucho morbo, uff, me estoy poniendo cachonda solo pensarlo”.



Ahora me apetecía mucho follarme a Dani pero quería que supiera quien mandaba. Era mentira que hoy hubiera follado, Esteban me había llamado pero para quedar el jueves. No le había confirmado nada, no sé si tengo ganas de volver a follar con él. “Ya veré que hago, si salgo con Esteban o con Dani, si es que el tonto de Dani me llama para salir, claro, porque con lo lelo que es, es capaz ni de llamarme aunque tenga ganas de follar”.



DANI

El miércoles fue otro día insulso, ir a clase y estudiar. Salí a correr por la tarde. Cuando volví, me duché y, al salir, me encontré a Marisa en mi habitación. Me traía ropa limpia. Se me quedó mirando con su sonrisita de vicio y nos enrollamos un poco pero rápido y se fue. Se notaba que tenía tantas ganas de echar un polvo como yo pero si no era por la mañana, era imposible, por las tardes ella siempre estaba o con los niños o con mi tío, y no queríamos hacer ninguna locura, era demasiado arriesgado, así que nos teníamos que aguantar.



El jueves empezó con un cambio de planes, me escribió Laura:​

  • Hoy vamos a quedar en otro sitio​
  • ¿Qué? ¿Por qué?​
  • Porque vamos a ser ocho, y no cabemos en mi salón​
  • ¿Y dónde?​
  • En la casa de Bego, tiene un salón muy grande y luminoso, mejor que el mío para pintar​
  • Mmmm​
  • Te paso la dirección, a la misma hora​
  • Bueno, vale​


Pensé “ocho mirándome medio desnudo, que corte” pero rápidamente pensé en la pasta. A las cinco estaba en casa de Bego, y era verdad, el salón era enorme con unos ventanales grandes. Estaban los mismos del otro día pero había dos chicas más. Charlamos un rato mientras me enseñaban sus dibujos de hacía dos días. Había de todo, algunos que no se me parecían nada y otros que me sorprendían. De los mejores, el chico que había querido ligar conmigo. De los más raros, el de Bego.



Laura puso orden y esta vez tenía que estar de pie. Me dijeron que me quitara la camiseta y escuché risitas nerviosas que me incomodaron. Luego, Bego y Laura me situaron donde querían, me giraron para acá, para allá, hasta quedarse contentas y se pusieron todos a mirarme y pintar. Esta vez estaba aún más incómodo. Vi la sonrisita de una de las nuevas, tonteando, la sonrisa de otro de los chicos, la cara seria y concentrada de Laura, la cara jocosa de Bego… me hicieron cambiar de postura un poco varias veces, y me tomaba descansos mientras ellos seguían. Bego, de nuevo, fue la encargada de animar el ambiente, con bromas, tonterías…



Al terminar las dos horas llegó Álvaro que se fue de los primeros con Laura. Poco a poco, se fueron todos pero Bego, la pareja de chicas y el chico tímido aún no habían terminado así que me quedé un poco más. Llevaba media hora de más y estaba cansado de no moverme así que les dije que lo dejaba y me fui al baño mientras me ponía la camiseta. Estando allí, de pronto, entró Bego. Acababa de orinar y me estaba refrescando la cara, por poco entra pillándome en plena micción. Bego cerró la puerta y dijo:​

  • Me han dicho que te pregunte una cosa​


La miré expectante ¿Otra que me iba a venir con la historia del chico que quería salir conmigo? Bego dijo:​

  • Queremos dibujar desnudos​
  • ¿Qué???​
  • ¿Posarías desnudo?​


Me reí, ya lo que me faltaba. Negué con la cabeza pero ella insistió:​

  • Te pagaríamos el doble​
  • No, gracias​


Me miró seria y dijo:​

  • ¿Te da corte porque la tienes pequeña?​


Me reí y fui a salir, pero ella se puso en medio, sin dejarme abrir la puerta. Dijo:​

  • ¿O porque la tienes muy grande?​


Y me puso la mano en el paquete. Se rio y dijo:​

  • Tenía razón Laura​
  • ¿Cómo?​
  • Dice que tal como haces gritar a su compañera de piso, pequeña no la podías tener, y ya noto que es así​


Bego, en una hábil maniobra, me bajó la cremallera y metió la mano dentro, para cogerme bien el paquete y acariciarlo, provocándome una rápida erección. La miré sorprendido, habría jurado que Bego era lesbiana, pero tal como me miraba, muy cachonda, y su habilidad con la mano, esta chica tenía experiencia con tíos, bastante experiencia.



Nos enrollamos y le fui quitando la ropa. Me sorprendió ver que tenía un buen par, con la ropa holgada que llevaba, no me había dado cuenta. Estaba un poco rellenita pero nada excesivo. Se quitó los vaqueros y las bragas mientras yo me volvía a quitar la camiseta y me bajaba los pantalones. Ella me bajó los boxers y me agarró la polla volviéndome a besar. Vi que tenía un coño depilado y se lo toqué, estaba ya mojada. Entonces me dio la espalda situándose frente al espejo del cuarto de baño. Me puse un condón, la cogí por las caderas y se la metí despacio.



La follé en esa postura, era de las gritonas. Luego se sentó sobre el lavabo y abrió las piernas. La follé en esa incómoda postura para mí pero a ella le gustaba. Temía por el lavabo, a ver si iba a aguantar o no su peso. Entonces me dijo que me sentara en la taza del váter y ella se puso encima a cabalgarme hasta que se corrió con unos gritos que se tenían que escuchar en todo el bloque.



Cuando terminó de recuperarse, se levantó y tiró de mí para levantarme. Me quitó el condón y me pajeó hasta correrme sobre su vientre, los dos de pie, casi pegados, mirándonos y ella sin parar de mover su mano.



Luego nos limpiamos y vestimos en silencio. Salimos fuera para descubrir que el resto ya se había ido. Entonces me dijo:​

  • Vete, que mi novia está a punto de llegar​


Me quedé flipado. Le dije:​

  • ¿Novia?​
  • Sí, y a ella no le gustan los tíos, así que vete ya​


Me reí, estaba un poco loca. Cogí mi móvil y abrí la puerta para irme. Bego me dijo:​

  • Entonces ¿lo de posar desnudo...?​
  • No​
  • ¿Seguro? será divertido​
  • No, de verdad, paso de eso​
  • Que lástima​
  • Ya jeje​
  • Quizás nos veamos por ahí​
  • Quizás​


Y me fui, aún flipado por el polvo, que había estado muy bien, por lo intenso e inesperado.



Miré el móvil, tenía varios mensajes y una llamada perdida de Sara. Leí los mensajes que eran preguntando donde estaba. Si ella supiera lo que estaba haciendo cuando me escribía… La llamé y me preguntó que estaba haciendo. Le dije lo del posado. Entonces me preguntó si iba a salir esa noche. Lo pensé y al final le dije que no, el polvo me había servido para desahogarme y ahora tenía que estudiar.



SARA

“Joder con el niño bueno”. Le dije:​

  • Es jueves, día de salir​
  • No, voy mal con algunas clases​
  • Eres un puto empollón​
  • Ojalá, me costaría menos​
  • Pues yo sí salgo​
  • Bien​
  • Con Esteban​
  • Me lo imaginaba​


Era mentira, no había quedado con él. Tenía un mensaje de Esteban preguntándome pero no le había respondido, estaba esperando a saber de Dani. Le insistí:​

  • Venga, sal un rato​
  • No, no tengo ganas de un trío jeje​
  • Idiota, no me refiero a eso​
  • Ya, lo sé, pero tengo que estudiar​
  • Pues tú mismo​


Y le colgué cabreada, de verdad que más lelo no se puede hacer. Pensé si quedar con Esteban o salir por mi cuenta. No me apetecía casi nada otro polvo con Esteban, me dejaban muy frustrada, pero tampoco me apetecía salir sola. Al final abrí la conversación con Esteban y le contesté que sí, que quedábamos.



DANI

Volví a casa y estuve estudiando, ni siquiera fui a cenar con mis tíos. Iba a buen ritmo hasta que recibí una llamada de Gema y lo dejé todo para hablar con ella. Gema llevaba varios días sin dar señales de vida. Imaginé que con Juan sin parar de follar. Pero la Gema que me habló se la notaba cansada. Me estuvo contando que si los viajes, que si iba sola, sin Juan, que si estaba agobiada… Hablamos mucho pero sin buscar la excitación de otras veces. Le conté lo de mi nuevo trabajo de modelo. Ella se rio mucho y aplaudió. Le dije:​

  • Y hoy tocaba posar sin camiseta​
  • Jajaja, que guay​
  • Ya, bueno, incómodo​
  • ¿Por?​
  • Estaban Laura y otros siete artistas, todo el rato mirándome, algunos haciéndome caritas…​
  • ¿Y Laura?​
  • Nada​
  • Ah, es guapa​
  • Claro, pero tiene novio​
  • Ya ¿Y las demás?​
  • Un par de chicos y el resto chicas, los chicos queriendo ligar conmigo, me lo dijo Laura​
  • ¿Sí? jajaja​
  • Y al final, me atacó una tetona en el cuarto de baño​
  • ¿Laura????​
  • Pero que manía con Laura​
  • Es que es muy tetona jajaja​
  • Ya, pero no la única​
  • ¿Y?​
  • Polvo intenso en el baño jeje​
  • jajaja la pusiste mala con tus pectorales macizos jajaja​
  • Será eso jeje era la dueña de la casa​
  • Ah​
  • Y me echó rápido porque podía llegar su novia​
  • Jajaja, esa chica es como yo, le va todo jajaja​
  • Sí, también un poco loca​


Seguimos hablando y hablando. Le conté mis cosas con Sara, con los estudios, y Gema sus cosas del trabajo, con Lily, con Juan… Pensé en terminar con algo de sexo telefónico pero Gema estaba muy cansada y no surgió. Cortamos casi dos horas más tarde.



MARTA

Terminé de ponerme el pijama y empecé a cepillarme los dientes. Había intentado echar un polvo rápido con Jorge para que se fuera a su casa, pero me había insistido en quedarse a dormir así que me había metido en el cuarto de baño para ponerme el pijama. Entonces llamaron a la puerta y abrí. Era Jorge, con su cepillo de dientes e iba ya solo con camiseta y calzoncillos. Le dije que entrara rápido, mis compañeras aún estaban despiertas.



Jorge entró y empezó a cepillarse al lado mío. Terminó antes que yo, no le dedicaba tanto tiempo como yo a los dientes. Pasó por detrás de mí, para salir, pero se quedó mirándome al espejo. Se agachó detrás mía y comenzó a besarme en el cuello. Me reí y le hice señas de que esperara a estar en la habitación, pero él siguió y llevó sus manos a mis pechos. Me sentí incómoda aunque no era desagradable, pero mis complejos con mis pechos me podían.



De repente, Jorge me comenzó a desabrochar el pijama. Intenté pararlo pero me dijo:​

  • Por favor, quiero verte​


Negué, sin poder hablar por la espuma, pero él siguió desabrochando botones. Noté su erección contra mi culo. Supe que esta vez no iba a poder evitarlo y desistí en mis protestas. Jorge terminó de desabrocharme la parte de arriba del pijama y me lo quitó. Me miró los pechos a través del espejo y me los cogió. Me notaba totalmente roja. Jugó un poco con mis pezones pero luego bajó sus manos hasta los pantalones de mi pijama y me lo bajó. No llevaba bragas porque sabía que en la cama me lo iba a quitar.



Se separó un poco y vi por el espejo como me miraba el culo, y luego me lo cogía con las manos. Escupí la espuma y al poco, me giró para ponerme frente a él. Me miró de arriba a abajo. Pasó sus manos por mis pechos y las bajó hasta mi pubis, pasando sus dedos por los pelos de ahí abajo. Lo tenía prácticamente sin depilar, abundante.



Entonces se sacó su polla, dura y húmeda. Pensé que me iba a follar, sin condón, y eso no podía ser, pero tal como lo veía, iba a ser difícil pararlo. Se la cogí y moví mi mano cada vez más rápido hasta que se corrió sobre mi vientre. Jorge jadeó y luego me dio un beso. Miré abajo, viendo su semen resbalando por los pelos de mi pubis y pensé que me iba a tener que duchar o algo.



Jorge se subió los calzoncillos y salió. Me limpié lo mejor posible y, tras ponerme de nuevo el pijama, terminé de enjuagarme la boca. Al entrar en mi habitación, Jorge ya estaba acostado, con una gran sonrisa. No paró de decirme que le había encantado verme desnuda, que se había excitado mucho… pero yo quería que se durmiera ya, había sido todo muy incómodo. Y recordé la incomodidad que sentí cuando Dani me vio desnuda la primera vez, y no era lo mismo, para nada, aquello fue incómodo pero excitante, muy muy excitante. Esta vez no me había excitado nada y había sido terriblemente incómodo.​
 

19



DANI

Llegué a la facultad como siempre, y en la puerta vi a Marta y Charo charlando. Me acerqué a ellas y las saludé. Hablamos un poco de algunas asignaturas y entonces me dijo Marta:​

  • Vamos a entrar ¿Te sientas con nosotras?​
  • No, prefiero detrás, ya sabes​
  • Vale​
  • Por cierto ¿Dónde están Jorge y Ale?​
  • Han ido a por el coche de Ale, llegarán a media mañana o así​
  • Ah​


Entramos los tres pero las dejé para ponerme donde me gustaba. Marta me miró pero no dijo nada más, mientras Charo le estaba contando algo sin parar de hablar. Siempre era lo mismo, una muy callada y otra que le daban cuerda.



Vi como se sentaban. Entonces Marta se quitó la cola de caballo que tenía puesta y se atusó el pelo. Me pareció súper sensual y me excitó. Se volvió a poner la cola de caballo. Tenía que dejar de pensar en ella de esa forma.



Entonces recordé una cosa, en la conversación con Gema habíamos hablado de Marta y le había dicho a Gema que Marta me había pedido perdón por romper nuestra amistad, pero que yo no le había perdido perdón por hacerla sentir una guarra durante el sexo, haciéndole cosas que a ella no le gustaban. Gema dijo que dudaba mucho que eso hiciera falta pero yo seguía molesto conmigo mismo por aquello que me dijo Marta cuando rompió conmigo. Tenía que disculparme, lo haría la próxima vez que coincidiéramos a solas.



JORGE

Estábamos tomando un café mientras esperábamos al del taller. Ale me estaba contando sus erótica-aventuras:​

  • Esta semana me he follado a tres tías​
  • Joder​
  • La rubia que te conté la semana pasada me llamó el miércoles y acabamos follando en el sofá de su casa, buenas tetas tiene la rubia​
  • Jeje​
  • Y el lunes una del gimnasio a la que ya me he follado varias veces, esa no vale mucho pero bueno, para desengrasar las tuberías buena es jajajaja​
  • Claro, claro jajaja​
  • Y ayer noche con Charo, hay que joderse, es la menos atractiva de las tres pero joder, menuda guarra, le di por el culo y me corrí en su cara, y la tía gozando como una loca jajaja​
  • Ufff​
  • Y esas tetas que tiene… me vuelven loco, menudas cubanas hace la guarra​


Al principio me sentía incómodo cuando hablaba así de Charo u otras chicas, pero ya estaba acostumbrado. Entonces me dijo:​

  • ¿Y con Marta? ¿Has follado esta semana?​
  • Sí, claro​
  • A esa le gusta más una polla que a un tonto un lápiz ¿no?​
  • Bueno, al menos la mía sí le gusta jeje​
  • Jajaja ¿Y me has hecho caso? ¿habéis hecho más cosas o seguís con el misionero?​
  • Sí, bueno, avanzamos en algunas cosas​
  • ¿Ves? me tienes que hacer caso, que tengo caladas a esas tías​
  • Jeje​
  • Cuenta, cuenta​
  • Bueno, es que no sé…​


Me incomodaba mucho hablar sobre Marta, pero Ale era insistente. Al final le dije:​

  • Esta semana me corrí en su cara​
  • ¡¡¡No jodas¡¡¡ ya te lo dije, esa se deja hacer cualquier cosa​


Me callé que había sido por accidente, pero quería fardar un poco, que Ale siempre estaba chuleando de sus ligues. Continué:​

  • Y ayer noche me la follé en el cuarto de baño​
  • Cuenta, cuenta​
  • La dejé muerta jeje​
  • Jajaja, que máquina estás hecho​
  • Jejeje​
  • Nunca me has dicho ¿cómo tiene el coño?​
  • ¿Cómo?​
  • ¿Rasurado?​
  • Ah, no, al revés, bastante peludo​
  • A mí me gustan con poco pelo, a ver si le dices que se depile​
  • A mí no me importa, me gusta como está​
  • Que no, coño, que me hagas caso, cuando la veas sin pelos cambiarás de opinión​
  • No sé… lo que no te gustarían nada son sus tetas, eso lo tengo claro​
  • Por el tamaño ¿no?​
  • Sí, nada que ver con las tías que te gusta follarte​
  • Pero con ella haría una excepción jaja con esos pezones grandes que tiene, según me has contado, me vale​
  • Jeje​
  • ¿Y el culo?​
  • Magnífico, me encanta su culo​
  • Se lo tienes que follar​
  • Que va, ni en broma se deja​
  • Que sí, que sí… lo mismo decía al principio Charo y mírala ahora, siempre dispuesta y gozando como una perra​
  • Pero es que Marta...​
  • Tú hazme caso, métele un dedo, dos, y luego la polla, la tendrás gritando de gusto​
  • No sabes como es Marta con el sexo, es muy…​
  • Tú déjamela una noche y verás como le quito todas las tonterías a base de pollazos jajaja​
  • Que bestia eres​
  • Mira, podríamos hacer un intercambio de parejas, tú con Charo y yo con Marta​
  • ¿Qué dices???​
  • Sí, sí ¿No te follarías a Charo?​
  • No sé…​
  • Es fabulosa en la cama, fliparías​
  • Ya pero…​
  • Y a Marta le iba yo a enseñar un par de cosas que luego tú aprovecharías​
  • Estás loco​
  • Mira, déjame pensarlo y vamos viendo como hacerlo​


Y empezó a contarme ideas locas. Me quedé pensando ¿follarme a Charo? No me importaría nada, pero dejar que Ale se follara a Marta, ufff ¿Y si le gustaba más que yo? que con Ale había exagerado mucho porque anoche me había corrido sin habérsela metido, no pude aguantarme, y Ale sabe follar y bien, sería como meter a un lobo en casa ¿no?



DANI

Terminé las clases y volví corriendo a mi casa porque me había olvidado recoger unas cosas que me tenía que llevar de vuelta al pueblo. Aparqué y en la calle me encontré con Laura que iba para su casa. Los dos vivíamos en el mismo edificio pero en escaleras diferentes. Entramos charlando de tonterías y cuando nos íbamos a separar para ir cada uno a su escalera, me dijo:​

  • Ya he terminado tu retrato​
  • ¿Ah sí? ¿Y qué tal?​
  • No sé, creo que bien​
  • Me lo tienes que enseñar​
  • Ven y lo ves​
  • ¿Ahora? es que llevo algo de prisa​
  • Solo va a ser un momento, pero si no puedes, la semana que viene te lo enseño​


Me lo pensé y tenía curiosidad. Le dije que vale, que iba con ella. Entramos en su casa y me llevó a su dormitorio. Allí me enseñó el retrato y me quedé sorprendido, estaba muy bien. Se lo dije y a ella le gustaron mis palabras. Entonces le pregunté:​

  • ¿Y el de ayer? ¿también lo tienes?​
  • No, ese no​
  • Ah​
  • Me queda un poco​
  • Vale, vale​


Salimos del dormitorio y me iba ya cuando dijo:​

  • Me ha dicho Bego que no quieres posar desnudo​
  • ¿Tú sabías que quería pedirme eso?​
  • Claro​
  • ¿Y no te atreviste a pedírmelo?​
  • Mmmm preferí que lo hiciera ella​
  • Jeje​
  • ¿Entonces?​
  • No, paso de eso​
  • ¿Por qué? Dice Bego que tienes un desnudo muy bonito​


Me quedé mirándola con una media sonrisa. Sabía lo de mi polvo con Bego. Le dije:​

  • Soy tímido, me daría mucho corte​
  • Bueno, no te veo tan tímido​
  • Jeje​


Seguí andando y entonces dijo:​

  • Tú y Sara ¿Tenéis una relación liberal o algo así?​
  • ¿Por qué lo dices?​
  • Bueno, tú ayer con Bego… y Sara con un chico...​
  • ¿Se trajo anoche a Esteban?​
  • Sí, ese, Esteban​
  • Sara y yo somos amigos, no tenemos una relación más seria que esa​
  • Pero os acostáis, y mucho ¿no?​
  • Sí, somos folla amigos​
  • Ah, me imaginaba algo de eso​
  • Sí​
  • ¿Y Gema?​
  • ¿Qué le pasa?​
  • ¿Otra folla amiga?​
  • Sí, bueno, Gema es muy especial para mí​
  • Ya​


Me quedé mirándola, a la espera de más preguntas. Estaba muy cotilla ese día. No dijo nada y me despedí de ella. Pensé que para una chica como ella tenía que ser muy raro ver el movimiento que había en nuestras camas jeje. Fui a mi casa y recogí lo que me había olvidado. Tenía por delante otro fin de semana de duro trabajo.



SARA

Miré el móvil, las diez, tenía que estar a punto de llegar. Lo estaba esperando en la cafetería donde llevaba ya un buen rato. Esa mañana me había levantado de lunes, tarde y cansada, y no había tenido ganas de ir a clase aún.



Sonreí pensando en el fin de semana que había pasado. Al final había quedado con Esteban, había decidido seguir probando con él tras la sorpresa del jueves donde nos divertimos mucho saliendo juntos, y luego, en la cama, consiguió follarme decentemente, dándome tiempo a correrme y todo, “toda una hazaña para él jajaja”. Pero sí, me había sorprendido mucho aquella noche así que cuando me dijo de quedar el fin de semana, acepté aunque pensando que quizás solo había tenido suerte esa noche.



Pero el fin de semana había sido genial, saliendo de bares, de disco, bailando y bebiendo sin parar, y follando… eso no tanto pero bien, razonablemente bien, nada espectacular pero me he divertido con él en la cama. Tiene muchas cosas que mejorar pero esto ya es otra cosa.



Miré otra vez el móvil “¿Dónde coño está? me ha dicho que quedábamos a las diez aquí”. Dani me había escrito esta mañana para vernos, que no hablábamos desde hacía días “Otra sorpresa, ahora sí quiere hablar conmigo, pues ahora quizás le den mucho al tonto, que Esteban apunta maneras”. Entonces me llegó una notificación. Miré y era Esteban. La leí rápidamente. Me saludaba cariñosamente y me decía de desayunar juntos “Mierda, ¿ahora me lo dices??”. Dudé… y pensé “que le den por culo a Dani” y me iba a levantar cuando vi como entraba en la cafetería “Mierda”. Dani me vio y me saludó con la mano. Le escribí a Esteban diciéndole que no podía. Me respondió que si quedábamos esta tarde “mmmm, no sé… quizás Dani ha querido hablar para quedar esta noche”. Me quedé pensando. Esteban insistía, quería quedar a tomar algo esa noche y luego… Sonreí, “el pobre tenía ganas de sexo jeje”. Miré como Dani pedía en la barra y me dije “A la mierda con él, a saber si quiere quedar o no, mejor quedo con Esteban”. Le escribí rápidamente que sí, que quedábamos. Seguí hablando un poco más con Esteban hasta que llegó Dani y se sentó junto a mí.



DANI

Sara dejó el móvil en la mesa, boca abajo. Sonreí, me imaginaba con quien estaba hablando. La saludé y le pregunté:​

  • ¿Qué tal el fin de semana?​
  • Bien​
  • ¿Has quedado con Esteban?​


Sara me miró unos segundos y luego preguntó:​

  • ¿Celoso?​
  • Nooo, para nada​
  • ¿Entonces?​
  • Eres mi amiga ¿no? pues te pregunto​
  • Sí, he quedado con él​
  • Vale​
  • Y muy bien todo​
  • Ya, si quedas con él imagino que es porque te diviertes​
  • ¿Y tú has quedado con tu otra folla amiga?​
  • No, ya te dije que no está en mi pueblo​
  • Ah, sí… vamos, que estás sin follar​
  • No follo a diario​
  • Pues deberías, es bueno para el cuerpo​


Y me miró con una sonrisa desafiante y chulesca. Me reí por dentro, estaba intentando picarme pero dejé pasar el anzuelo y le di un mordisco a mi bocadillo. Pero ella quería picarme y dijo:​

  • Mírame a mí, llevo follando con Esteban desde el jueves, a diario, y mira que bien me sienta​
  • Ajá​
  • Jueves, viernes, sábado, domingo y esta noche​
  • No veas, sí que te ha dado fuerte con él​
  • Me divierto con él​
  • Bien… ¿Esta noche también quedas con él?​
  • Sí ¿Por?​
  • Por nada… hoy llega Gema​
  • Ah, sí, es verdad​
  • Saldré con ella​


Sara me miró unos segundos. La vi indecisa. Le dije:​

  • Si quieres, podemos salir juntos, a ella le gustará conocer a tu “novio”​
  • No es mi novio, idiota​
  • Jajaja bueno, entonces ¿Salimos juntos?​
  • Bueno, no sé, tampoco es en firme lo de Esteban​
  • ¿Qué?​
  • Que quizás mejor los tres juntos ¿no?​
  • Mmm no, hoy no, Gema llegará cansada​
  • ¿Y?​
  • Que solo querrá comer algo y luego, un polvo rápido​


Me quedé viendo la cara de enfado de Sara, la tía no sabía disimular nada. Dijo:​

  • Vamos, que no quieres que yo esté​
  • No es eso, claro que quiero ¿Qué tío no va a querer un trío?​
  • No me parece eso​
  • Es lo que te digo, su avión llega en un rato y tiene que ir a trabajar, no va a estar para muchos trotes esta noche​
  • Mmmm​
  • Otro día quedamos los tres, eso seguro​
  • Ya​
  • Y si alguna noche te deja tranquila Esteban, quedamos nosotros​
  • ¿Ahora el problema es Esteban? porque bien que has pasado de mí cuando él no estaba​
  • Eso no es verdad​
  • Ja​


Seguí comiendo mientras Sara me miraba seria. Entonces me cogió el bocadillo y me lo quitó. La miré con cara de “¿Qué pasa contigo?” y dijo:​

  • ¿Qué? Sabes que casi no desayuno y te pones a comer delante mía, pues ahora te jodes​


Y le dio un buen mordisco. Lo devoró en dos bocados más. Luego, se levantó y dijo:​

  • Vale, quedamos los cuatro esta noche​
  • Bien​
  • Ya hablamos luego​
  • Vale​


Y se fue meneando ese culito que tiene y atrayendo miradas. Me reí por dentro. Como se notaba que intentaba picarme y se cabreaba por no enfadarme.



Volví a clase, y al terminar, se me acercaron Marta y Charo. Me dijeron:​

  • ¿Vas a hacer el trabajo?​


Se referían a un trabajo opcional para una asignatura. Era un trabajo en equipo y al escucharlo descarté inmediatamente hacerlo con ellos. Les dije:​

  • Mmmm, no lo he pensado aún​
  • Nosotras lo vamos a hacer​
  • Claro​


Ni por un momento lo dudé. Imaginé que ellas dos harían todo el trabajo y los otros dos harían el paripé. Esperaba lo siguiente que me dijo Marta:​

  • ¿Te apuntas con nosotras?​


Le iba a decir que no cuando Marta dijo:​

  • Es mucho trabajo para dos, nos vendría muy bien tu ayuda​
  • Sois cuatro​
  • No, Jorge y Ale no lo van a hacer​
  • ¿No? ¿Y eso?​
  • Bueno, van a pasar de esta asignatura​
  • ¿Qué? ¿Tan pronto?​
  • Sí, dicen que les quedan dos del curso anterior, no van a poder con este tema​


Ni sabía que al final les habían quedado dos. Me quedé pensando y entonces intervino Charo:​

  • No te hagas de rogar, Dani​
  • No es eso​
  • El curso anterior trabajamos muy bien los tres juntos, esos dos “melones” no hacían nada pero tú sí​


Las miré. Marta dijo:​

  • Nosotras vamos a empezar esta tarde, vente a la biblioteca luego y nos repartimos el trabajo​


La verdad es que hacer el trabajo con ellas era asegurarme una buena nota en esa asignatura, solo me quedaría aprobar y el trabajo me subiría la nota. Les dije:​

  • Vale​


Marta sonrió ampliamente y Charo dijo:​

  • Pues nos vemos allí​


Y se fueron. Las miré alejarse. Primero me fijé en el culito de Marta. Llevaba vaqueros y no lo movía como Sara, pero me excitó inmediatamente. Aparté la mirada porque no quería pensar en ella de esa forma, ya no era para mí. Entonces me fijé en Charo y me di cuenta que estaba bastante más delgada que antes, al menos había perdido diez kilos. Ni me había dado cuenta.



Esa tarde estuve con ellas un par de horas en la biblioteca. También estaban Jorge y Ale, más dando por saco que otra cosa, pero conseguimos repartirnos el trabajo. Pensé que quizás esto me daría oportunidad para hablar con Marta y disculparme en condiciones y cerrar esa puerta de una vez por todas.



Volví a casa para prepararme para la cita en pareja. Tenía varios mensajes de Gema y Sara al respecto. Cuando llegué a la casa fui a saludar a Marisa. Además, tenía que volver a darle la mala noticia de que seguía con las clases por las mañanas, otra semana que no nos acostaríamos. Estaba con los niños pero nos fuimos a la cocina a hablar. Cuando se lo dije, su reacción fue mala:​

  • Dani, no me jodas​
  • Sí, lo siento​
  • Mierda​
  • No es una excusa para no estar contigo, es la realidad​


Marisa apartó la vista, estaba jodida. Entonces dijo:​

  • Sí, lo sé, pero llevamos ya semanas…​
  • Lo sé​
  • Y yo…​


Noté que estaba mal. Le pregunté:​

  • ¿Ha pasado algo?​
  • Ja, ojalá​
  • ¿Qué ha pasado?​
  • Tu tío sigue ignorándome​
  • Ya​
  • Este sábado lo volví a intentar, me vestí de zorra y ni me miró​


No sabía que decirle y me callé. Ella dijo:​

  • Mira, con tu tío ya no sé que hacer, no sé por qué no me da la patada de una vez​
  • No creo que…​
  • Es que ni me mira…​
  • Ya​
  • Dejemos el tema, bastante deprimida estoy ya​


Estábamos los dos de pie en la cocina, lo suficientemente cerca para hablar bajito pero alejados por si un niño entraba. Marisa suspiró y dijo:​

  • Me has dado un buen palo con lo no poder quedar otra semana más​
  • Ya, lo siento​
  • Y no es el tipo de palo que me hubiera gustado recibir de ti jeje​


Me acerqué a ella, le acaricié la cara y le di un beso tierno. Entonces ella se me pegó, abrazándome con fuerza y me dijo casi al oído:​

  • Podemos cambiar de horario ¿no?​
  • Ufff, pero ¿Cuándo?​
  • No sé… ¿Por la noche?​
  • Marisa, sabes que ni sería lo mismo ni podemos arriesgarnos de esa forma​
  • Ya, ya… es que no sé, no se me ocurre…​
  • Ya mismo volveré al horario normal​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​
  • Dani, me paso las mañanas aquí sola, se me hacen eternas​
  • Pero vas al gimnasio ¿no?​
  • Sí pero eso solo es un rato​


Entonces se separó y dijo:​

  • Te pareceré una vieja desesperada​
  • No, para nada​
  • Ya, seguro​


Me acerqué a ella de nuevo y le cogí el culo. Le di un beso largo y húmedo. Nos separamos y ella dijo:​

  • Y tú arreglándolo poniéndome cachonda​
  • Ten paciencia​


Entonces escuchamos gritos de los niños y Marisa se fue al salón. Me despedí de ellos y me fui a duchar.



GEMA

“No pares, no pares, así, así, ARGGHHHHHHH” y cerré los ojos sintiendo el intenso orgasmo que al fin me llegaba después de varios pequeños. Dani seguía cogiéndome de las caderas sin parar de follarme rápido y al poco explotaba dentro de mí. Me tumbé boca abajo rendida, llevábamos un buen rato follando y había perdido la cuenta de los orgasmos que llevaba.



Noté como Dani me besaba la espalda pero ahora no me podía mover, no me apetecía, notaba mi coño palpitante y lleno por la polla aún dura de Dani y su semen. Me sentía en la gloria. Entonces Dani se salió y me sentí vacía. Dani me pasó pañuelos de papel y me limpié. Miré la hora, las doce y media de la noche. Estaba cansadísima y había llegado de la salida con Sara y su amigo con ganas de echar un polvo rápido y a dormir, y eso habíamos hecho Dani y yo hacía casi una hora, un polvete rápido pero intenso. Pero me había sabido a poco después de una semana sin follar así que había tonteado con él hasta que estuvo de nuevo a punto y ahora sí me sentía bien.



Le miré sonriendo y le dije:​

  • Pues yo diría que aún te quedaban fuerzas​
  • Ufff, es que eres increíble​


Dani había dicho que estábamos cansados, que al día siguiente nos teníamos que levantar temprano, que ya era tarde… tenía razón en todo, pero yo quería más y se ve que él también. Reí y le dije:​

  • Es que un polvillo de diez minutos no es forma de reencontrarnos nene​
  • Jeje​


Nos quedamos tumbados, recuperándonos y entonces me dijo:​

  • ¿Qué te ha parecido Esteban?​
  • Está bueno​
  • ¿Te lo follarías?​
  • Mmmm quizás, pero ahora, sabiendo como es en la cama, no creo​
  • ¿Cómo es? Sara está contenta con él​
  • Porque quiere estarlo, pero es muuucho peor amante que tú, eso me ha dicho​
  • ¿Sí? jeje a mí no para de decirme que se lo pasa genial con él​
  • Jajaja​
  • Entonces ¿No te lo follarías porque dura poco?​
  • Nene, yo necesito un chico que me aguante el ritmo, como tú jajaja​
  • Jeje, lo mío me cuesta​
  • Jajaja​


Nos quedamos callados y entonces dije:​

  • Mañana desayunaré con tu tía​


Dani me miró y dijo:​

  • No le metas caña​
  • ¿Por qué?​
  • Marisa no quiere líos​
  • Pero…​
  • Te va a rechazar y se pondrá incómoda…​
  • Bueno, un rechazo no mata a nadie​
  • Pero tú eres muy insistente y ella me ha dejado claro que no quiere nada contigo, le van los tíos​
  • No la quiero hacer lesbiana jajaja​
  • Ya, ya pero que ella está nerviosa con lo de mi tío​
  • ¿Siguen sin follar?​
  • Eso parece​
  • Ufff​
  • Pues eso, dale un poco de espacio ¿Vale?​
  • Depende​
  • ¿De qué?​
  • De como la vea mañana​
  • La vas a ver seca y nerviosa​
  • Ya veremos​


Dani me miraba y luego se tumbó suspirando:​

  • Eres insistente, pobre Marisa​
  • Jajaja, nene, que sí, que si no la veo bien, solo charlaremos ¿Vale?​
  • Vale​


Dani no parecía muy convencido pero era verdad, iría despacio con Marisa y si mañana estaba mal, sería su paño de lágrimas, solo eso. Me dormí al poco.​
 

20



MARISA

Aún seguía nerviosa mientras escuchaba a Gema contar una anécdota de su trabajo. Por la mañana, cuando Dani me avisó que Gema estaba en su cuarto y quería desayunar conmigo, estuve a punto de darle una excusa y decirle que no iba a estar, pero él me dijo que había hablado con Gema para tranquilizarla. No sabía si creerle o no, pero la verdad es que me apetecía charlar con ella así que aquí estaba.



Esta vez Gema apareció con el pelo seco y peinado, aunque solo llevaba una camiseta de Dani. Tenía que reconocer que la chica era guapísima y sexy, entendía perfectamente que Dani estuviera loco por ella.



Me estuvo contando su semana de trabajo, sola sin “su” Juan y que el fin de semana había ido a ver a su familia que hacía siglos no veía y ya sabía porque no los veía más, que menudo fin de semana le habían dado. Luego se puso a contar cosas del trabajo sin parar. Gema era un no parar de anécdotas, risas…



Estábamos ya terminando el café cuando dijo:​

  • Ufff, estoy cansadísima​
  • ¿Y eso?​
  • La semana pasada no paré de un lado a otro con los malditos tacones​
  • Ah, como echo de menos trabajar​
  • ¿Sí? Pues yo estoy harta jaja​
  • Porque lo tienes jeje​
  • ¿En serio te gustaría volver a trabajar?​
  • Claro, me muero de aburrimiento aquí todo el día​
  • Mmm, pues estaré atenta a ver si me entero de algo, visito muchas empresas​
  • Nada, déjalo, ¿Quién va a querer a una cuarentona con hijos? Nadie​
  • No sé ¿De qué te gustaría trabajar?​


Y le estuve contando mis trabajos anteriores. Gema me escuchaba con interés y luego dijo:​

  • Vale, pues si me entero de algo, te lo digo​
  • Jajaja, claro pero dudo mucho trabajar alguna vez​
  • Ya se verá​


Gema se estiró y dijo:​

  • Antes he llamado para decir que no voy, que no me encuentro bien​
  • ¿Sí?​
  • Estoy muy cansada​
  • Ajá​
  • Además, anoche tu sobrino estaba con ganas jajaja​
  • Gema, no empecemos​
  • ¿Qué? Pero si no he dicho nada​
  • Jajaja​
  • Por cierto, que lo dejamos el otro día en…. mmmm ah, sí, el pollón de tu Antonio jajaja​
  • ¡¡¡¡Gema!!!!​
  • Jajaja​


La miré sonriendo, es que esta chica no tenía límites, decía lo primero que pensaba. Entonces dijo:​

  • Así que lo de Dani viene de familia jajaja​
  • Ufff, anda, dejemos el tema​
  • ¿Por qué? tú tienes un buen pollón y yo otro jajaja​
  • Eso de “que tengo” se podría discutir mucho…​
  • ¿Qué pasa?​


Y de pronto, no sé porqué, me puse a contarle mis penas con el sexo. Gema me miraba con cara de sorpresa y dijo:​

  • ¿En serio una mujer como tú, tan guapa y sexy, no folla desde hace meses?​
  • Creo que tiene una amiga​
  • ¿Has visto alguna señal?​
  • No, pero joder, son meses Gema ¿Lo ves normal?​
  • No, y más contigo, pero Antonio tiene una edad que…​
  • Antes nunca ha sido problema​
  • Ya​
  • Que no follábamos mucho, pero dos buenos polvos al mes sí, eso casi siempre​


Entonces Gema me acarició la mano y dijo:​

  • ¿Y has intentado provocarle?​
  • Sí, claro, pero nada, solo sirve para sentirme frustrada​
  • ¿Y qué te dice?​
  • Prefiero no hablarlo, creo que está a punto de romper conmigo y no quiero precipitarlo​


No me podía creer que le estuviera contando todo esto, pero necesitaba hablarlo. Gema me estuvo preguntando y lo hablamos durante un buen rato, pero era sobre todo para desahogarme, solo había hablado de esto con Dani y no era lo mismo. Entonces le dije de cambiar de tema, que ese era deprimente y me dijo:​

  • Quizás solo sea una mala racha suya, mira, yo la semana pasada no follé con nadie y ni ganas, en serio, estaba tan cansada y agobiada con el trabajo que ni salí a buscar lío, y eso es raro en mí​
  • Jajaja por una semana​
  • Sí, no recuerdo la última vez que no follaba en una semana entera​
  • Jajaja, pero te entiendo, yo llevo tres semanas sin echar un polvo y me subo por las paredes​


En cuanto lo dije me di cuenta. La cara de Gema era de sorpresa total:​

  • Nena ¿Tienes un amigo?​
  • Nooooo, quería decir tres meses​
  • Ni hablar, esa carita que se te ha quedado es de que has metido la pata jajaja​
  • No, que…​
  • Pero si me parece genial jajaja​
  • Pero que no…​
  • Cuenta, cuenta​


La había metido hasta el fondo. Intenté convencerla pero nada, me había pillado. Suspiré y al final le dije:​

  • No sé, surgió un día​
  • Pero si es normal, si no follas en casa, pues a buscar fuera, que estás muy buena chica jajaja​
  • Pero Gema, por favor, no vayas a contar…​
  • Pero no digas tonterías, si me alegro mucho por ti​


Me moría de vergüenza “estúpida, estúpida”. Gema reía y casi daba saltitos, entusiasmada. Entonces dijo:​

  • ¿Quién es? ¿Del gimnasio?​
  • No es nadie…​
  • ¿No será Edu? Ese no hacía más que tirarte los tejos, pero no, ese no, mucho musculito pero la tiene pequeñita y no sabe follar​
  • ¿Te has acostado con Edu?​
  • Claro, pero pufff, una mierda de polvo jajaja​
  • Jajaja​
  • Tiene que ser alguien con un buen pollón​
  • Pero que bruta eres jajaja​
  • ¿No es verdad? si es lo que estás acostumbrada y te gusta jajaja​
  • Jajaja​
  • ¿Y es bueno follando? ¿Y desde cuándo lleváis? ¿Y por qué ahora no? ¿Y…?​
  • Para, para…​


Gema me miraba ansiosa y le dije:​

  • Sí, está bien ahí abajo​
  • Jajaja​
  • Y sabe como hacerlo​
  • ¿Qué edad tiene?​
  • Un poco más joven que yo​


No le iba a decir que me estaba tirando a un chico al que doblaba la edad, eso ni hablar. Gema aplaudía contenta. Seguí:​

  • Y no lo hacemos desde hace unas semanas porque no conseguimos coincidir, no es porque no tengamos ganas​
  • Él seguro que se muere de ganas​
  • Jajaja, que cosas dices​


Y entonces vi la mirada de Gema, estaba excitada. Me miraba con brillo en los ojos. Y me puse nerviosa. Gema me acarició la cara con una mano y dijo:​

  • Eres una mujer muy atractiva y guapa, no tengo dudas que él estará desesperado​


La miré sin reaccionar, casi temblando. Ella dijo:​

  • ¿Sabes? el primer día que te vi entrar al gimnasio me dejaste cachonda​


Siguió con sus caricias suaves “pero ¿Qué me pasa? Reacciona, párala” pero no podía. La mirada de Gema y su voz me tenía cautiva. Siguió hablando:​

  • Esta sonrisa, tus ojos…​


Gema se acercó y dijo:​

  • ¿Te has acostado alguna vez con otra chica?​


Me puse tan nerviosa que me levanté tan de repente que casi vuelco la mesa del golpe que le di. Cogí platos para llevarlos al fregadero y disimular. La mirada y voz de Gema habían cambiado y me sentía... rara. Y esa clara insinuación… Temí que se levantara y siguiera su seducción pero no, no se levantó. Respiré hondo para decirle que lo dejara pero le dije:​

  • Sí, una vez, por… por experimentar​


No me lo podía creer “¿Qué hago contándole todas estas cosas a Gema?” pero me salían solas. Gema preguntó:​

  • ¿Y te gustó?​
  • Fue… diferente​


Me volví y la miré. Gema me miraba con una sonrisa seductora. Tenía las piernas cruzadas y veía sus muslos “tiene unas piernas preciosas”. Aparté la vista y ella dijo:​

  • ¿Cómo fue? ¿Con una amiga?​


La volví a mirar y le dije:​

  • No, fue con mi chico de aquellos años​
  • Ah, un trío​
  • Bueno… primero nosotras dos, y luego con él​
  • Ahh​
  • Tendría 21 años o así​
  • ¿Tú o la chica?​
  • Yo, ella tendría algo más​
  • ¿Y era inexperta?​
  • No, no creo​
  • ¿Tuviste un orgasmo?​
  • Sí​
  • Mientras tu novio miraba ¿no?​
  • Sí, creo que fue por eso más que por ella​
  • Por el morbo​
  • Sí, eso​
  • Pero te gustó lo que te hacía la chica​
  • Sí​
  • Y se lo hiciste tú a ella​
  • Sí, creo que sí​


Entonces, Gema se levantó despacio y vino a mí, quedándose casi pegada pero sin tocarme. Dijo:​

  • Mmm tuvo que ser espectacular​


Y me acarició de nuevo, suavemente. Entonces, me apartó el pelo del lado derecho y se acercó para decirme al oído lo atractiva que yo le parecía. Ahora sí se había pegado a mí, y notaba claramente sus pechos contra mí. Gema seguía diciéndome cosas al oído mientras me acariciaba la piel con sus manos, de forma muy suave, primero los brazos, el cuello, la cara, el pelo… me sentía sofocada y excitada. Entonces Gema se movió hacia mi boca. Notaba su aliento por mi cara. Me besó cerca de mis labios, sin tocarlos, luego otro beso algo más cerca, y otro… y aparté mi cara. Intenté hablar:​

  • Gema, yo no…​
  • Chisstttt​


Me volvió a acariciar y me giró la cara para ponerla frente a ella. Nos miramos. Gema seguía con su sonrisa tan seductora. Se acercó de nuevo y me besó en los labios. Fue un simple beso, labio contra labio, pero sentí una descarga por todo mi cuerpo. Entonces se separó y me miró. Se acercó de nuevo para darme otro beso, esta vez se mantuvo más tiempo. Se separó y me sonrió, me acarició la cara y el pelo. Volvió a darme otro beso, esta vez noté su lengua sobre mis labios. Cerré los ojos y abrí la boca. Noté su lengua entrando, buscando la mía… y me perdí en un largo beso.



Cuando Gema se separó de nuevo, abrí los ojos. La vi encendida, excitada… igual que yo. Me cogió de la mano y me llevó a mi dormitorio. Me dejé llevar.



DANI

Tras terminar la primera clase, se me acercaron Marta y Charo:​

  • M: Hola Dani​
  • D: Buenas​
  • C: Hola​
  • D: ¿Qué pasa?​
  • C: Esta tarde vamos a seguir con el trabajo​
  • D: Vale​
  • C: ¿Vas a venir?​
  • D: Sí, no hay problema​
  • C: Bien​
  • D: Aquí en la biblioteca ¿no?​
  • C: No, preferimos estar tranquilas en casa​
  • D: ¿Cómo?​
  • C: Vamos a quedar en mi casa​
  • D: Ah​
  • C: Nosotras iremos allí en cuanto terminen las clases​
  • M: Comeremos en casa de Charo y luego empezaremos​
  • D: Ya​
  • C: Pediremos en el chino ¿Te apuntas también?​


Las miré. Sabía que iba a turbarme todo esto de estar con Marta toda la tarde, almorzando y con el trabajo. Pensé en buscarme una excusa para no ir pero ya había dicho que sí. Les dije:​

  • D: A comer no, pero me pasaré luego​
  • C: Vale​


Hablamos un poco más sobre el trabajo y luego se fueron. Me quedé pensando. Quizás sería mi oportunidad para hablar a solas con Marta y disculparme, y con eso, quedarme ya tranquilo y olvidarla de una vez.



MARISA

Me estaba costando calmar la respiración. Estaba tumbada boca arriba, desnuda, sudorosa, exhausta… miré a mi lado y vi los muslos de Gema. Acabábamos de terminar con un 69 de lado, con un orgasmo intensísimo, otro más porque habían sido varios. Me reí por dentro y pensar que creía que Dani sabía comer bien un coño, pero lo de Gema es otro nivel. Todo en Gema era de otro nivel, era insaciable, fogosa, excitante… Me había llevado de un orgasmo a otro de forma incansable.



Vi como Gema se movía y se ponía encima, sonriente, y pensé “noooo, necesito descansar, por favor” pero en cuanto me besó, me entró de nuevo el cosquilleo. Gema sonrió y dijo:​

  • ¿De verdad soy tu segunda chica?​
  • Sí​
  • Guau, pues ya quisieran muchas con las que me he acostado ser tan buena como tú jajaja​
  • Anda ya​


Y me reí. La verdad es que había intentado devolverle algo del placer que me había estado proporcionando todo el rato, no sabía si bien o mal, pero ganas le había puesto. Me alegró saber que no lo había hecho mal.



Gema se echó a mi lado y me abrazó. Dijo:​

  • No sabes las ganas que tenía de esto, sabía que iba a ser increíble, lo sabía​


Nos quedamos calladas. Gema me acariciaba. Me había impresionado lo tierna que era a veces y lo fogosa y efusiva que era otras veces, cambiaba justo cuando era el momento adecuado. Igual que con la lengua y los dedos, sabía perfectamente que hacer en cada momento.



Gema dejó de abrazarme y se puso boca arriba. La miré. Vi sus pechos, esos mismos que hacía un rato yo había estado lamiendo y chupando. Era la primera vez que tocaba unos pechos operados, me esperaba algo desagradable pero no, me habían gustado. Bajé la vista por su vientre, duro, plano,... mi lengua lo había recorrido con desesperación, jugando con su ombligo.



Y luego su pubis, también me había recreado en él. Nunca había conseguido acordarme si a aquella chica le llegué a comer el coño o no, estaba muy fumada y no conseguía recordarlo, pero a Gema sí, con ansia. Me había gustado su sabor, sus gemidos, como se corría gracias a mí… había sido un subidón.



Gema se levantó y salió de la habitación. Miré su culo, tenía unas nalgas muy redondas y duras, que envidia… se las había lamido, mordisqueado… y le había lamido el ano como ella había hecho conmigo un rato antes. Desde luego, no nos habíamos cortado nada, hay que ver…



Gema llegó con su móvil y dijo riéndose:​

  • Nena, llevamos follando una hora larga jajaja​
  • ¿Sí?​


Me estiré, aún exhausta. Gema se tumbó a mi lado y me volvió a abrazar. Entonces dijo:​

  • Te voy a decir una cosa que quizás no te guste​


La miré sin comprender. Gema me dio un beso rápido y dijo:​

  • Ya sé quien es tu “amigo”​
  • ¿Cómo?​
  • Reconocería esos gemidos en cualquier sitio​


La miré sin comprender y entonces, lo entendí. Me puse colorada, nerviosa y casi histérica. Le dije:​

  • No, no, eso no…​


Me fui a levantar pero Gema me lo impidió poniéndose encima. Me dijo:​

  • Tranquila Marisa, no pasa nada​
  • Pero que yo no…​
  • Si me alegro un montón​


Me quedé callada, respirando rápidamente, totalmente asustada. Gema me besó pero no pude responder al beso. Me miró y dijo:​

  • Dani es muy especial​


La miré con los ojos abiertos como platos. Gema siguió:​

  • Me alegro mucho que sea él porque…​


Me dio otro beso rápido y siguió:​

  • Sé que es bueno en la cama y que no es un aprovechado, que él se preocupa por ti, Dani es un tío especial, es confiable, una está muy cómoda con él ¿Verdad?​


Entonces se quitó de encima. Me incorporé y me llevé las manos a la cara. Luego dije:​

  • No sé como dejé que pasara, no hago más que cometer locuras con 40 años​


Y me entró la llorera.



GEMA

Consolé como pude a Marisa, estaba muy deprimida con su vida. No tener trabajo, estar en casa todo el día, su pareja que no le hacía caso, la culpabilidad por Dani, y ahora yo.



La escuché, estuvo un buen rato intentando justificarse por lo de Dani, mintiendo claramente porque yo conocía toda la historia pero la dejé continuar. Ella lo minimizaba a la vuelta al curso, que había empezado ahí, por culpa de que su pareja no le hacía caso. Eso era mentira, ya le ponía los cuernos antes pero bueno, cada uno se justifica ante los demás como puede.



Pero su gran miedo era que alguien más lo supiera, y la tranquilicé al respecto, no pensaba contarle a nadie aquello, ni hablar.



Marisa se puso una bata y yo la camiseta de Dani y volvimos a la cocina. Nos tomamos una tila tranquilamente mientras ella no paraba de intentar justificarse. La escuché, tranquilicé y apoyé. Sabía que me mentía con varias cosas pero no era importante. Quizás no debería haberle contado que sabía lo suyo con Dani, pero no pude resistirme.



Aquí había mentiras de todos, de ella, mías, de Dani, de Antonio… Nadie sabía todo pero solo Dani y yo sabíamos que los cuatro mentíamos.



MARISA

Ya estaba más tranquila tras sacarme casi todo de dentro, o gran parte, no podía contarle a Gema que llevaba acostándome con mi sobrino desde hacía meses, eso me lo había guardado.



Gema se fue al cuarto de Dani mientras yo recogía y limpiaba la cocina. Llegó a los diez minutos ya vestida. Venía sonriente con el móvil en la mano, leyéndolo. Me dijo:​

  • Ya tengo planes para esta tarde​
  • ¿Sí?​
  • Ir a un hotel y follar toda la tarde con Juan jajaja​
  • Chica, no paras​
  • Jajaja, ya ves, pero no sé si tendré tanta energía, me has dejado muerta​


Y me dio un beso. Le dije:​

  • Gema ¿Te puedo pedir un favor?​
  • Sí, claro, dime​
  • ¿Me dejas que se lo cuente a Dani?​
  • ¿El qué? ¿Qué nos hemos acostado?​
  • No, bueno, sí, eso y que sabes lo mío con Dani​
  • Ah​
  • Quiero contárselo ¿Vale?​
  • Bueno, de todas formas, no creo que vea a Dani, me quedaré la tarde y noche con Juan​
  • Gracias​


Gema se me acercó con una sonrisita de vicio y me besó, pero esta vez fue un beso largo y húmedo. Y mientras me besaba, me desató la bata, me la abrió y me acarició los pechos, el vientre y fue bajando la mano mientras nuestras lenguas se entrecruzaban. Entonces se separó sonriente y dijo:​

  • Te follaría otra vez, preciosa​


“Y yo deseando que lo hagas” pensé. Entonces Gema dijo:​

  • Pero Juan está a punto de llegar​


“Mierda”. La miré sin decir nada. Gema bajó la mirada recorriendo mi cuerpo. Me sonrió y dijo:​

  • ¿Sabes? a Juan le encantaría follarte​
  • ¿Qué?​
  • ¿Te atreves?​


Y Gema me miraba de esa forma tan excitante. “¿Me está proponiendo un trío con su chico?” pensé sin llegar a creérmelo. Estuve a punto de decirle que sí pero recapacité “No, más locuras no”. Negué con la cabeza. Gema pareció decepcionada pero me dijo:​

  • Pero con Dani no te libras​


Entonces sonó el móvil de Gema que lo miró y me enseñó. Era Juan. Me dijo:​

  • Última oportunidad ¿Le digo que suba?​


Negué con la cabeza rechazando un polvo con un chico increíblemente apuesto y sexy. Gema me dio un nuevo beso y se fue diciendo:​

  • Del trío con Dani no te dejo escapar​


Y se fue, dejándome con el coño palpitante y totalmente excitada.​
 

21



DANI

Entré en mi casa sin ganas de nada. Había sido una tarde intensa en casa de Charo. Estas dos chicas eran demasiado inteligentes para mí y su ritmo de trabajo me agotaba. Encima, Jorge había estado allí toda la tarde, supuestamente estudiando otras cosas pero casi todo el rato había estado vagueando con el móvil. Lo malo es que no tuve oportunidad de hablar con Marta a solas. Y encima, tenerla tan cerca todo el rato me había dejado tocado “joder, que la noche anterior me he follado a un tía que le da mil vueltas a Marta y me pongo como un adolescente por tenerla al lado” suspiré sin creerme que Marta me pusiera tan nervioso.



Y lo peor es que estaba claro que Marta no quería nada de nada. Solo se comportaba como una amiga, sin insinuaciones de ningún tipo y siempre atenta a su novio. Que asco me daba a mí mismo, no veía la hora de olvidarme de una puta vez de ella.



Cogí el móvil y le mandé un mensaje a Gema “con ella me olvidaré de esa niña”. Me había acordado un par de veces de Gema durante el día, a ver que había pasado con Marisa, pero si ella misma no me había dicho nada, es que no había pasado nada.



Gema no contestaba así que me levanté y fui a la casa de mis tíos. Ahora estarían cenando los niños pero no quería estar solo y pensar en Marta. Llegué a la cocina y Marisa estaba allí con los niños. Me vio y me saludó de una forma extraña, seria. Pensé que le pasaba algo. Me fui al salón donde estaba mi tío. Estuve hablando con él de cuatro cosas. Los niños se despidieron y se fueron a dormir. Me quedé con mi tío viendo la tele. Me fijé en el móvil de mi tío ¿Seguiría follándose a quien sea y por eso no se lo montaba con Marisa? Tenía que estar muy buena esa chica para no tener ganas de follarse a Marisa. Al rato llegó Marisa después de acostar a los niños y dijo:​

  • Dani, ven y me ayudas con la cena​


El tono me sonó brusco, tenso. Me quedé mirándola extrañado. Sí, algo pasaba, estaba claro. La seguí a la cocina. Allí se me acercó y muy bajito me preguntó:​

  • ¿Has hablado con Gema?​


Me saltaron todas las alarmas pero ¿Qué había pasado? Le dije:​

  • No pero ¿qué ha…​
  • Tenemos que hablar​
  • Pero ¿Ha pasado algo?​
  • Sí​


Alucinaba ¿habrían follado? pero la veía muy seria ¿Se habrían peleado? Quería preguntarle pero Marisa miró a la puerta nerviosa. Le dije:​

  • Pero cuenta ¿Qué te pasa?​


Marisa miraba la puerta, claramente de los nervios. Entonces dijo aún más bajito:​

  • Gema sabe lo nuestro​


Vaya, eso no me lo esperaba. Me quedé mudo. Ella lo tomó como que estaba asustado y dijo:​

  • Pero no te preocupes, he hablado con ella, no creo que lo cuente​


Sonreí y le dije:​

  • Confío totalmente en Gema​
  • Ya, bueno, ya se verá​
  • ¿Cómo lo ha sabido?​
  • ¿Esta noche tienes compañía?​
  • Ehhh, pues no sé, antes le he escrito a Gema y…​
  • Gema está con Juan​
  • Ah​


Otra sorpresa, no que estuviera con él, que Marisa lo supiera. Dijo:​

  • Me paso cuando tu tío esté dormido y hablamos ¿vale?​
  • Mmm vale pero...​
  • Luego te cuento todo​


La cena fue tensa porque Marisa, que era quien siempre hablaba, estuvo callada. Mi tío ni se percató aunque estaba claro que a Marisa le pasaba algo. Terminamos, ayudé a limpiar y luego me fui a mi habitación a intentar estudiar aunque no hacía más que darle vueltas al tema ¿Por qué Gema no me había escrito para contarme algo? ¿Qué habría pasado? Me reconcomía. Le escribí a Gema pero nada, ni lo leía, estaría dale que te pego con Juan.



Como no me podía concentrar y aún me duraba la tensión de la tarde con las dos cerebritos, me puse a ver una serie. Estaba casi dormido cuando escuché que llamaban a mi puerta. Le dije que entrara y Marisa abrió la puerta despacio y entró. Iba con su pijama. Se sentó en mi cama y suspiró. Me quedé mirándola esperando a que dijera algo. Al final dijo:​

  • Se me escapó a mí​
  • ¿Qué??? (dije flipado)​
  • No sé, fue un desliz y Gema lo pilló al vuelo​
  • ¿Un desliz decirle que te acuestas conmigo?​
  • No fue así, se me escapó que tenía un amigo​
  • ¿Y?​
  • No lo sé, Dani, es que tenía muchas ganas de hablar con alguien que me comprendiera​
  • Yo te comprendo​
  • No es lo mismo, sé que me escuchas pero no es lo mismo​
  • ¿Y al final le dijiste que era yo tu amigo?​
  • No​
  • ¿Entonces?​


Marisa se removió nerviosa. Esperé unos segundos y al final ella dijo:​

  • Nos hemos acostado​


Aquí ya sí que me dejó con la boca abierta. Marisa siguió:​

  • Y me ha reconocido por mis gemidos, es que ya sabía yo que aquello de follar con ella escuchando había sido un error tremendo, mira que te lo dije​


Estaba tan alucinado que ni pensaba en otra cosa que “al final Gema se la ha follado, que tía”. Marisa hablaba sin parar y yo no la escuchaba. Retomé la atención cuando decía:​

  • … joder Dani, de verdad que me muero como alguien más se entere, no sé como hoy no me ha dado un algo​
  • A ver Marisa, que es Gema, de verdad que es de confianza​
  • Ya, eso ahora​
  • Y ella siempre, siempre, te ha tenido en muy alta consideración​
  • Ahora me tendrá por una guarra que se tira a su sobrino​
  • No creo, seguro que no te juzga, ella no es así, ella es muy libre, no te preocupes por eso​
  • Sí, bueno, desde luego ella no puede juzgar, hace y dice lo primero que piensa​


Nos quedamos callados, yo intentando asimilar todo aquello y ella a saber que estaría pensando. Entonces se levantó diciendo:​

  • Me voy ya, que llevo aquí mucho rato​
  • Espera pero ¿cómo estás tú tras el polvo con Gema?​
  • Ufff, ¿yo? no sé​
  • ¿Te encuentras bien?​
  • No Dani, que coño me voy a encontrar bien​


Nos volvimos a quedar callados y le dije:​

  • Mira, mañana hablamos con tranquilidad por la mañana​
  • Tienes clase​
  • Pues falto a la primera, pero no te voy a dejar así​
  • ¿Sí?​
  • Sí, claro​
  • Ayyy, gracias Dani, eres un cielo, me hace falta, mucha falta​
  • No hay problema, ya pediré apuntes​


En realidad me jodía bastante porque ya iba retrasado con algunas asignaturas pero, tal como veía a Marisa, no podía dejarla así. Se agachó, me dio un pico y se fue. En la puerta me dijo:​

  • Mañana hablamos ¿no?​
  • Sí, sí, cuando vengas de dejar a los niños​
  • Vale, buenas noches​
  • Buenas noches y no le des muchas vueltas​
  • Eso es fácil decirlo​


Y se fue. Me eché en la cama totalmente alucinado. Y enfadado con Gema ¿Cómo no me había contado todo esto? Se iba a enterar cuando la viera. Al menos Marisa no se había dado cuenta del juego entre Gema y yo con ella como objetivo, menos mal. Esa noche me acosté algo impactado por la noticia.



MARISA

Entré en casa y fui a la cocina. Ya estaba allí Dani. Se levantó, me dio un beso y me miró preocupado:​

  • ¿Cómo estás?​


Tenía razón Gema, Dani era especial. Le miré y dije:​

  • Nerviosa, muy nerviosa​


Me abrazó y me dijo que no me preocupara, que no iba a pasar nada. Entonces me llevó a la mesa y nos sentamos. Me dijo:​

  • Cuéntame ¿Qué temes que pase?​


Y le dije que me moriría si alguien más se enteraba de lo nuestro, que tres ya son multitud, que se le puede escapar aunque Gema sea de confianza, que teníamos mucho que perder. Dani me interrumpió y dijo:​

  • Marisa, como bien dices, los dos tendríamos mucho que perder, pero no estoy nada preocupado, de verdad​
  • Ya, es diferente para ti​
  • De verdad que Gema no va a contar nada, no te preocupes tanto por algo que no va a ocurrir​


Y me estuvo intentando convencer, que no lo logró, aunque me tranquilicé bastante viéndolo tan seguro y tranquilo. Entonces me preguntó:​

  • Y lo de acostarte con Gema ¿También te preocupa?​


Suspiré y le dije:​

  • No, el sexo en sí no​
  • ¿Seguro?​
  • Es otra de mis locuras, últimamente cometo muchas por lo que se ve, tiene que ser la crisis de los cuarenta​
  • Jeje​
  • La verdad es que no sé ni como pasó, estábamos aquí charlando y todo bien, y de pronto…​
  • Es que Gema andaba detrás tuya desde hace mucho​
  • Ya, lo sé pero… mira, es que Gema… no sé que hizo pero…​
  • Te sedujo​
  • Sí, claro​
  • Es muy buena ligando jeje​
  • Ya pero conmigo, sin ningún interés por mi parte y…​


Me llevé las manos a la cara. La verdad es que recordaba aquello y me encendía. Gema había sido muy excitante, y ni me lo podía creer, y algo de interés sí tenía yo, pero no se lo iba a reconocer a nadie. Dani dijo:​

  • ¿Y te gustó?​


“Si me gustó pregunta” me reí y le dije:​

  • Sí, fue fantástica​
  • Me lo creo jeje​
  • Es que es… es maravillosa, de verdad, no me lo podía creer como me hacía sentirme…​
  • Ya​


Nos quedamos callados. Lo miré y le dije:​

  • Estuvimos más de una hora​
  • ¿Follando?​
  • Sí​
  • Guau​
  • No me pareció tanto tiempo, perdí la noción del tiempo​
  • Jajaja ¿Te corriste?​


Lo miré sonriendo y recordando… vaya si me corrí. Dije:​

  • Sí​
  • ¿Y ella?​
  • También​
  • Genial, entonces las dos contentas​
  • Con el sexo sí​
  • ¿Vas a repetir?​
  • Noooo​
  • ¿Seguro?​
  • Dani, por favor, ella ya ha tenido su fantasía con una cuarentona, ya tiene suficiente​
  • Yo te he follado mucho y sigo teniendo muchas ganas de más, no veo por qué ella no​


Le sonreí agradecida pero negué con la cabeza. Entonces dije:​

  • Imagino que te pedirá un trío conmigo​
  • Seguro ¿Vas a querer?​
  • No Dani, a mí me dejáis de más locuras, ya ves como me pongo de nerviosa​
  • Jeje, me encantaría veros juntas​
  • Dani, por favor, no, eso no, ya está bien… tú y yo lo que quieras, pero eso, tú y yo solos​
  • Vale​
  • Ayer me propuso un trío con su amigo​
  • ¿Con Juan? ¿Cuándo?​
  • Sí, cuando ya se iba​
  • Joder ¿Y era en serio?​
  • Ya te digo, estaba abajo esperándola y me propuso decirle que subiera​
  • Joe con Gema, no pierde oportunidad jajaja​
  • Ya ves​
  • ¿Y por qué lo rechazaste? Juan está muy bueno y Gema dice que es un maquinón en la cama​
  • Ya pero ¿No te parecen ya excesivos los cuernos a tu tío?​
  • Entiendo​
  • Ganas no me faltaban pero no, al menos ahí tuve algo de luces, aunque me costó ¿Eh? que una no es de piedra​
  • Jajaja​


Nos quedamos callados. Le dije:​

  • Hablando de ganas… ¿Tienes tiempo?​
  • ¿Quieres follar? pensaba que no ibas a estar de humor​
  • Bueno, el sexo me tranquiliza ¿Quieres?​
  • Contigo siempre quiero, Marisa jeje​
  • Jajaja​


Nos levantamos y Dani me besó, cogiéndome el culo, y me encendió totalmente, ya estaba cachonda perdida. Me cogió la mano y me llevó para adentro pero le dije:​

  • No, mejor a tu cuarto​
  • ¿Y eso?​
  • Ayer ya cambié las sábanas, dos días seguidos es muy raro​
  • Jeje​
  • Tu tío no es tonto​


Y me llevó a su cuarto.



DANI

Desnudé a Marisa y no paraba de pensar en ella y Gema liadas, que morbazo me entraba. Marisa me hizo una buena mamada, como ella sabe, con mucha ansia, tanta que tuve que frenarla. Entonces se tumbó en mi cama y fui a comérselo pero me dijo:​

  • De eso ya tuve ayer mucho, hoy quiero que me folles​


Me puse encima y follamos. Fue un polvo rápido pero intenso, con Marisa gritando y clavándome las uñas en la espalda mientras me rodeaba con sus piernas. Cuando le llegó el orgasmo grande, me corrí dentro de ella, me había costado mucho aguantar por el morbo que sentía.



Nos quedamos tumbados, respirando rápidamente. Entonces me levanté y empecé a vestirme. Marisa me miró y dijo:​

  • ¿No te puedes quedar un poquito más?​
  • Lo siento, Marisa, quiero llegar a la segunda clase​
  • Ya​


La miré, la tía tenía ganas de más, estaba con ganas después de lo de ayer, se le notaba, pero es que la segunda clase era la del trabajo que estábamos haciendo, no podía faltar. Terminé de vestirme y Marisa me dijo:​

  • Gracias Dani​
  • ¿Gracias? las gracias te las tengo que dar yo, eres una mujer fantástica​
  • Mmmm tú y Gema vais a conseguir que me lo crea​
  • Es que es la verdad, eres excitante, sexy, guapa y follas genial​
  • Jajaja​


La besé y me fui, dejándola tumbada y desnuda en mi cama.



Llegué a clase justo a tiempo. Tras terminar, me acerqué a Marta y Charo y les pedí los apuntes de la primera clase. Marta me dijo:​

  • M: ¿Te has quedado dormido?​
  • D: No, es que tenía que ayudar a mi tía​
  • C: Que buen chico eres, ayudando en casa y todo​


No pude evitar reírme… si ellas supieran la ayuda que yo daba… Marta me dijo que sí, que me lo mandaba luego, y quisieron quedar de nuevo esa tarde para el trabajo. Les dije que sí. Me fui a desayunar con otra gente.



En el desayuno aproveché para escribirle a Gema diciéndole que lo sabía todo, que era una cabrona por no contarme nada… Gema me respondió al poco con un montón de emoticonos de risas, disculpas, flipada… luego me dijo que hablaríamos por la noche, que tenía que ir a ver a un cliente.



Por la tarde fui con las chicas a seguir con el trabajo, pero esta vez era en casa de Marta, cosa que me jodió, me traía aún más recuerdos. A Marta no la noté crispada por eso, pero yo sí lo estaba, y mucho. De nuevo se apuntó Jorge que no hacía nada, solo jugar con su móvil. En un momento de la tarde Marta se me acercó para ver una cosa conmigo y me llegó su olor. Ella no era de las que se perfumaban a lo bestia, era muy discreta con el perfume y se notaba si estabas bastante cerca. Cuando lo olí me llegaron de inmediato recuerdos de ella abrazada a mi en la cama, su tacto, su pelo… cerré los ojos y me aparté, nervioso, excitado. Ella no se dio cuenta porque lo hice como tosiendo y apartándome. Y más tarde la vi junto a Jorge en la cocina, los dos abrazados, riendo y hablando bajo. Se la notaba feliz, a gusto. Me dolió aunque también me alegré por ella porque seguía pensando que se merecía estar contenta.



Cuando me fui de la casa de Marta ya tenía decidido que no volvería a estar tanto tiempo con ella aunque fuera en compañía, me ponía malo, nervioso, crispado… me inventaría excusas para terminar el trabajo solo, no quería más ese mal cuerpo que tenía. Quería olvidarme de una vez de ella, estaba claro que Marta había dado ya ese paso hacía tiempo mientras yo aún seguía pensando en ella como un gilipollas.



Llegué a casa con muchas ganas de desconectar de Marta. Llamé a Gema pero no me lo cogió. Me llamó una hora más tarde diciendo que estaba en casa de su jefa, que la había invitado a cenar y no se había podido escabullir, que estaba allí con varios compañeros y que no sabía cuando se podría escapar pero que tenía pinta que tarde. Me prometió que al día siguiente hablaríamos. Colgué contrariado, tenía muchas ganas de hablar con ella de Marta, Marisa…



Luego le mandé un mensaje a Sara, al menos con ella echaría un buen polvo. Pero Sara me dio calabazas, que estaba cansada, que no tenía ganas de quedar. Me dejó chafado. Esa noche me quedaba a dos velas.



SARA

“Ahora te jodes” pensé mientras le escribía un “hasta luego”.



Me tumbé en la cama. De buenas ganas me lo hubiera follado pero tenía la regla y, aunque me había tomado una pastilla, aún me dolía y así no iba a echar un polvo “Le vendrá bien saber que no siempre me va a tener a su disposición” y sonreí. Llevaba bastantes días sin hacerlo con él pero bueno, Esteban no se estaba portando mal del todo.



“Que diferentes son estos dos” pensé “Dani pasa mucho de mí y Esteban no para de escribirme, y luego, en la cama, uno folla genial y el otro, uff, al menos Esteban ya va aprendiendo, esta semana me lo he pasado bien con él en la cama pero no folla como Dani ni de lejos”.



Cerré los ojos mientras notaba como iba disminuyendo el dolor de la regla, poco a poco. Cogí el móvil y releí la conversación con Dani “se le nota con ganas de echar un polvo, casi que es la primera vez que me lo pide así ¿no? mmm le podría hacer una mamada mmm pero no, que tonta soy, que se joda, la de veces que yo he tenido ganas y él ha pasado, que se la casque”.




22



DANI

El día siguiente lo pasé dando excusas a Charo y Marta, no quería quedar con ellas para el trabajo aunque insistían porque eran las dos iguales, ni un descanso ni nada hasta terminar el trabajo. Pero me negué, estaba con mal ánimo por Marta y por Gema.



Esa noche sí quedé con Gema. Salimos a cenar. Al fin me contó todo sobre Marisa. Gema estaba emocionadísima. Se disculpó por no contármelo pero se lo había prometido a Marisa y sabía que me lo iba a contar. Gema no paraba de decir lo caliente que estuvo Marisa en la cama, que le provocó un montón de orgasmos, que ya sabía que Marisa iba a ser genial en la cama, que ella tenía muy buen ojo para eso y lo supo desde la primera vez que habló con ella... Estaba emocionada y deseando repetir. Me dio pena decirle que Marisa no estaba por la labor pero ella se rio y dijo:​

  • No la viste como se puso de cachonda, ya te digo yo que está por la labor y mucho jajaja​


Intenté contarle lo mío con Marta, como me sentía pero esa noche Gema no estaba con ganas de esas historias y le quitó importancia rápidamente. Esa noche quería bailar, divertirse y follar. Hicimos todo eso pero, la verdad, es que aunque follamos bien, no fue lo de siempre, mi estado de ánimo no estaba bien. Y eso me jodía aún más, no me podía creer que Marta me afectara incluso para no follar bien con Gema.



Al día siguiente, en la facultad esquivé a las dos y me fui a mi pueblo, a seguir ayudando a mi padre. En el camino, iba rumiando sobre mi estado de ánimo y entonces, recibí una llamada. Miré y era Sonia. Descolgué y saludé a Sonia y hablamos un rato de esto y aquello. Me dijo:​

  • Bueno, nene, como no llamas, pues te tengo que llamar yo para que me cuentes​
  • ¿Contarte qué?​
  • Que va a ser​
  • No sé​
  • ¿Cómo llevas lo de la chiquita que te tiene amargadito de amor?​


Me tuve que reír porque el tono de Sonia era entre de guasa y comprensión. Le dije:​

  • Pues justamente sobre eso estaba pensando cuando has llamado​
  • ¿Ves? ha sido mi sexto sentido, lo he presentido, que algo pasaba jajaja​
  • No ha pasado nada​
  • Ajá, y eso te jode, quieres que pase algo, claro​
  • Más o menos​


Y le conté todo, todo lo que le había querido contar a Gema la noche anterior pero que no pude. Y Sonia escuchaba, preguntaba, se interesaba...Al final dijo:​

  • Pues yo lo veo claro nene​
  • ¿Qué ves?​
  • Lo que tienes que hacer​
  • Mandarla a la mierda de una vez y pasar página ¿no?​
  • No​
  • Sonia, que Marta está bien y contenta con su novio​
  • Ya​
  • ¿Entonces?​
  • Habla con ella, cuéntale esto que me has contado a mí, como te sientes​
  • No​
  • ¿Por qué no?​
  • Porque… ella ha pasado página, está claro​
  • De claro nada, nene​
  • Sonia, tiene un novio, no la viste con él, sonriente, contenta…​
  • Ya, cierto, no la he visto, pero te he visto a ti, y si no hablas con ella de una vez, esto te va a quemar por dentro, y eres tú el que me preocupa, no ella​
  • ¿Y si no quiero nada de ella y solo es, no sé, desquitarme de su plantón?​
  • ¿Es eso?​
  • No... no sé Sonia, no sé nada​
  • Te conozco Dani, no creo que sea eso​
  • No estoy seguro, me siento mal por ella, por lo que me dijo cuando cortó conmigo, me siento como si la hubiera usado, usarla como un objeto, follarla como a mí me gustaba, sin pensar en ella, y esa no era mi intención, pensaba que a los dos nos gustaba pero está claro que me equivocaba, que fui un cabrón con ella​
  • Mmmm pero ella ha querido volver a hablar contigo​
  • Sí​
  • Ella dio el paso​
  • Sí​
  • Eso significa mucho, está claro que no te ve como un cabrón​
  • Significará que también se sentía culpable, y con eso se ha disculpado y se siente mejor​
  • Puede ser​
  • Y yo debería hacer lo mismo, disculparme ante ella por como la traté ¿no? sentirme mejor y pasar página como ella​
  • Empieza por ahí, pero creo que a ella eso no le importa​
  • Yo creo que sí, cuando me lo dijo estaba dolida​
  • Empieza disculpándote por aquello si así te sientes mejor, pero dudo muchísimo que ella no se lo pasara bien en el sexo​
  • Ya pero no es el sexo que a ella le gusta​
  • ¡¡Y tú que sabes!! calla y escucha​
  • Pero...​
  • Calla y escucha, Dani​
  • Bueno​
  • Discúlpate si eso te parece que tienes que hacer, pero luego dile lo que sientes​
  • Es que no sé que siento​
  • Sí lo sabes, me lo has estado contado durante un rato y ya te lo dije la última vez que hablamos​
  • Te he contado mi estado de ánimo que es diferente a lo que siento por ella​
  • No, me has contado como la echas de menos, eso es lo que me has contado​


Y estuvimos un rato discutiendo sobre sentimientos. Al final Sonia me dijo:​

  • Mira, tú cuéntale todo esto ¿Qué puede pasar? ¿Que te diga que ella no siente nada? pues te dolerá pero te sentirás libre, te lo aseguro​
  • Ya, que fácil​
  • No, no es fácil para nada, es muy difícil, pero es lo que tienes que hacer​


Seguimos hablando pero cambié de tema para preguntarle por ella y Fran. Sonia me contó un rato y cuando ya íbamos a cortar me volvió a decir:​

  • Y hazme caso, será jodido pero será lo mejor, para los dos​
  • Ya​
  • ¿Ya? tienes que decirme “te haré caso Sonia”​
  • Jejeje​
  • Ayyy, hombres, lo que le costó a mi Fran sincerarse y lo fácil que lo tenía, sois unos torpes​
  • Yo seguro​
  • Anda, nene, piénsalo y hazme caso, te dejo que eres peor que Gema hablando, no paras jajaja​
  • ¿Yo? jajaja​
  • Besos cariño​
  • Besos Sonia y saludos a Fran​
  • Te lleva escuchando hace un rato, es un cotilla jajaja​


Entonces escuché a Fran de lejos decir:​

  • ¡¡¡Pero si me has llamado tú para que escuchara!!!​


Y a Sonia decir:​

  • S: Porque luego no paras de preguntar, así me ahorro contártelo jajaja​
  • F: Hay que ver… bueno, hasta luego Dani, y hazle caso a Sonia si no quieres que te saque los ojos la próxima vez que os veáis​
  • S: Pero serás… si soy muy dulce siempre​
  • F: Sí, sí… siempre jajaja​


Y nos despedimos con ellos riéndose. Me quedé pensando en Sonia, esa sí que era una mujer perfecta, inteligente, espectacular físicamente, divertida… y yo enganchado de otra chica inteligente, pero nada espectacular aunque me lo pasaba genial con ella, tanto en la cama como fuera de ella. Ufff, que ganas de no pensar más en ella. Al menos, con tanto trabajo físico con mi padre no tendría tiempo ni ganas de pensar en ella durante todo el fin de semana.



MARISA

Escuché el timbre de la puerta y miré a Antonio que no hizo gesto alguno por moverse. Estaba sentado en su sillón, viendo el fútbol. Era otro aburrido sábado por la tarde con él viendo la tele y yo sin saber que hacer sin los niños que estaban con su padre.



Me levanté y abrí la puerta para encontrarme a una sonriente Gema. Me entró el pánico. Miré atrás y luego le dije muy bajito:​

  • Pero ¿Qué haces aquí? Está Antonio​
  • Solo he venido a charlar un rato contigo​


Miré otra vez hacia atrás, nerviosa perdida. Entonces Gema dijo:​

  • He estado hablando con Juan sobre ti y...​


Abrí los ojos de forma desmesurada y le dije muy bajo:​

  • Pero ¿Qué haces hablando con él sobre eso? No me voy a acostar con vosotros ni de…​
  • Nooo, tonta, no he hablado con él de eso, ni de eso ni de nosotras, no seas tonta, eso es nuestro secretito y el de Dani​


La miré sin saber que pensar. Volví a mirar hacia dentro, por si Antonio se había levantado pero nada. Entonces Gema dijo:​

  • Anda, déjame entrar y me invitas a un café y te cuento​
  • No sé, Gema, Antonio…​
  • Es sobre lo de trabajar, venga, un cafelito y te cuento​


Me quedé sorprendida y Gema pasó por delante mía y entró. Se fue al salón y la escuché decir:​

  • Hola Antonio, que vengo a tomar un café con tu mujercita y a charlar un rato​


Me acerqué y escuché a Antonio decir un “vale” sin hacer mucho más caso. Luego Gema se fue a la cocina y la seguí. Allí empezó a buscar para hacer un café. Le dije que se sentara y me puse a prepararlo. Entonces dijo:​

  • Pues eso, le conté a Juan que tengo una amiga que le gustaría trabajar y le expliqué un poco tu situación y dice que va a preguntar​
  • Gema, si esto es un truco tuyo para…​
  • Nooo, tonta, de verdad que como eres… no tiene nada que ver con eso, es solo que me gustaría ayudarte con eso, y Juan conoce a muchos más clientes que yo​


La miré con suspicacia pero ella sonrió y dijo:​

  • Podemos quedar los tres una mañana a tomar un café y le explicas lo que buscas​


De nuevo me saltaron todas las alarmas, no me fiaba de Gema pero ella se rio al verme la cara y dijo:​

  • Te prometo que no sabe nada ni va a saberlo, no tengas tanto miedo, confía en mi, mujer​
  • Es que…​
  • Nada, nada… es solo charlar, es un chico maravilloso y está encantado de intentar ayudarte, ya verás como te consigue algo, pero antes tiene que saber que te gustaría, horario, tipo de trabajo… así que quedamos los tres, nos cuentas y nosotros nos encargamos ¿vale?​


La miré sin saber que pensar y, sobre todo, sin querer hacerme ilusiones. Pero Gema empezó a hablar y hablar, a contar de los clientes que tenían, que trabajos podría hacer… al final me relajé y sí, me ilusioné un poco, no pude evitarlo, me moría por volver a trabajar y no estar tan sola.



Y cuando ya llevábamos como veinte minutos de charla normal, Gema puso su mano sobre la mía y me la acarició diciendo bajito:​

  • El otro día me lo pasé genial​


Miré rápidamente hacia la puerta pero no retiré la mano. Gema siguió con su caricia y dijo:​

  • ¿Cuándo vamos a repetir?​


La miré y le dije:​

  • Gema, yo no…​
  • Sé que tú te lo pasaste también genial, no lo niegues​
  • No lo niego pero yo…​


Y señalé a la puerta. Gema miró y dijo:​

  • No tiene nada que ver​
  • Sí tiene, tengo pareja y me gustan los hombres​
  • Y a mí también, no pasa nada​


GEMA

Vi como Marisa no paraba de mirar a la puerta, vigilante. Entonces bajé la mano hasta su pierna y se la acaricié. Inmediatamente noté como se ponía tensa pero no me paró. Metí la su mano por debajo de su vestido, acariciándole el muslo. Vi que estaba debatiéndose entre levantarse, pararme,… pero no hacía nada, me dejaba acariciar su muslo y lo disfruté. Entonces le dije:​

  • No hay nadie en mi casa, las chicas se han ido fuera y no vuelven hasta mañana​


Me miró y dijo casi con un hilo de voz:​

  • No puedo Gema, no puedo​
  • Está viendo el fútbol, no se va a enterar​
  • Tengo que hacer cosas​
  • ¿Mejor que hacer cosas conmigo? lo dudo jeje​


Mi mano iba cada vez más adentro. Me paró cogiéndome la mano y apretándola contra su pierna, estaba a punto de alcanzar sus bragas pero me retenía. La miré cachonda perdida, quería llegar a sus bragas. Entonces Marisa me liberó la mano y seguí subiendo por su muslo hasta poner un dedo en sus bragas. Noté la humedad y sonreí. Entonces me levanté y fui al salón. Le dije a su pareja:​

  • Antonio, me llevo a Marisa a dar una vuelta​
  • Ya mismo es la cena, no tardes​
  • Tranquilo, será solo un ratito​


Volví sonriente y la cogí de la mano. Salimos y fuimos a mi casa. No me podía creer como Marisa era así de sumisa, pero no debería sorprenderme, Dani me lo había explicado muchas veces. En cuanto entramos, nos dimos un largo y húmedo beso, y vi como cerraba los ojos, dispuesta a dejarse llevar.



MARISA

Me levanté y busqué mi ropa. Vi mis bragas en el suelo. Me las puse y busqué mi sujetador “¿Dónde está?” entonces me acordé, Gema me había empezado a desnudar solo entrar, estaría en el pasillo. Salí y, en efecto, allí estaba. Me lo puse y volví a por mi vestido.



Miré a la cama. Gema seguía tumbada boca abajo, recobrándose del orgasmo que le acababa de provocar “Que envidia de culo” pensé mirando ese culo redondo y duro que tiene. Vi los dos consoladores que había sacado Gema y el arnés. Me había follado con los consoladores y el arnés, que no me había gustado demasiado, mis orgasmos habían sido con sus dedos y lengua. Miré la hora, otra vez habíamos estado más de una hora y ni me había dado cuenta.



Cogí el vestido y entonces Gema me miró sonriente y se levantó. Se me acercó y, tal como venía, con esa sonrisa y esos ojos, me temí que aquello no se había acabado para ella, pero yo estaba ya exhausta. Se me pegó, noté sus pechos duros clavándose contra mí, como me besaba en el cuello, sacaba la lengua y me lamía. Me excité inmediatamente pero no respondí a sus caricias, estaba muy cansada.



Entonces noté como con su mano me desabrochaba el sujetador, con la otra me lo quitaba y rápidamente me lamía y chupaba un pezón. No pude reprimir un gemido pero le dije:​

  • Para Gema, estoy destrozada y tengo que ir a preparar la cena​


Me miró y tiró de mi pelo hacia atrás, de manera sorpresiva. Me lamió el cuello y me besó. Busqué su lengua mientras ella me pellizcaba los pezones. Paró de repente el beso, me miró con esa sonrisa viciosa y se arrodilló bajándome las bragas y lamiéndome el coño. Gemí y le apreté la cabeza contra mi coño. No me lo podía creer, otra vez me tenía chorreando y cachonda perdida. Estuvo varios minutos hasta conseguir que casi llegara al orgasmo, pero paró y la miré desconcertada. Gema, sonriendo, me dijo:​

  • No te vas a ir tan pronto, zorrita​


La miré sorprendida ante el cambio de tono. Me tiró de nuevo del pelo y luego me empujó a la cama. Trastabillé con mis bragas en mis tobillos, a punto de caerme. Entonces me dio una fuerte palmada en el culo y la miré aún más sorprendida. Me dijo:​

  • Te gustan unos buenos azotes ¿no zorrita?​


Dani se había ido de la lengua, ya hablaría con él, pero ahora sentí como me llegaba una sacudida eléctrica por todo el cuerpo al ver como Gema cogía un cinturón y lo doblaba. Me incliné sobre la cama, dándole mi culo que pronto recibió el primer azote. Cerré los ojos sintiendo esa ola de dolor y excitación.



GEMA

Sonreí viendo a Marisa sudorosa, jadeante, exhausta, con los ojos cerrados. Le había aplicado un buen castigo con el cinturón durante cinco minutos y luego me la había follado con rudeza con un consolador, por el coño y el culo, haciendo que se corriera varias veces gritando sin parar. Le di un beso en su bonito culo colorado y luego la abracé. Le dije al oído:​

  • Sí que te ponen cachondas unos buenos azotes, zorrita jeje​


Marisa refunfuñó algo sobre Dani y que lo iba a matar por hablar demasiado. Me reí y le conté la mentira que tenía preparada:​

  • Él me contaba sobre lo mucho que le gustaban a su “amiguita” estos juegos, no se imaginaba que algún día sabría yo quien es la amiga jeje​
  • Ya​
  • Y siempre me lo contaba admirado, hablando maravillas de su amiga​
  • Ufff​
  • ¿Ufff?​
  • Vaya imagen de zorra que tengo que dar​
  • ¿Zorra? nena, a zorra no hay quien me gané jajaja, a ver con quien te crees que hablas jajaja​


Marisa se giró y se puso frente mía, mirándome y diciendo:​

  • Has hecho que me corra un montón de veces pero tú no te has corrido​
  • No​


Me besó tiernamente y bajó su mano lentamente hasta mi entrepierna. El beso se fue haciendo más lascivo, más profundo, igual que las caricias de sus dedos. No tardé nada en correrme gritando en su boca mientras sus dedos me provocaban un buen orgasmo, el mejor orgasmo de toda la tarde a pesar de lo rápido que había llegado, pero la intimidad con que me lo había hecho valía más que cualquier otra cosa.



Al poco se levantó y empezó de nuevo a vestirse. La miré pensando que de buena gana me estaría toda la noche follándola, pero se tenía que ir, era ya bastante tarde, cerca de las nueve, y estaba preocupada por su Antonio.



Se fue rápidamente, dándome antes un beso rápido.



MARISA

Entré en casa y rápidamente escuché a Antonio decir:​

  • Joder, pues menos mal que iba a ser rápido ¿Dónde has estado? Que tengo hambre​


Pensé “si tú supieras” y sonreí. Entré dentro sin decirle nada y me fui directa al baño. Me miré, que cara de bien follada tenía. Me reí con ganas pero en silencio. Me eché agua, me peiné y salí para ir a la cocina a hacer la cena. “Esta noche me acostaré prontito y dormiré profundamente, eso seguro” pensaba mientras me acariciaba mi castigado culo.​
 

23



DANI

Dejé mis cosas en el suelo de mi habitación. Ese domingo había conseguido convencer a mi padre de terminar antes y había aprovechado para volverme el domingo en vez de el lunes por la mañana. Además de evitarme el madrugón del lunes para volverme desde el pueblo, tenía unos mensajes de Gema calentándome y diciéndome que tenía que contarme algo, así que estaba entre intrigado y cachondo.



Saqué la ropa limpia, la colgué, me lavé y llamé a Gema. A los diez minutos estaba en mi puerta. Eran cerca de las nueve y, después de un buen morreo, me dijo:​

  • Vamos a cenar con tu tía​
  • No, pido algo y comemos aquí, y me cuentas​
  • No, tengo ganas de verla​


Y abrió la puerta y se fue a la cocina. Me fastidió pero la seguí. Marisa estaba terminando la cena mientras los niños estaban en la cocina contándole su finde. Gema se sentó con los críos y se puso a bromear. Los saludé a todos y luego fui a saludar a mi tío que me estuvo preguntando por mi padre y familia.



Cenamos todos juntos y bien, nada especial, Gema y Marisa riéndose mucho y hablando sin parar. Las miraba y las imaginaba follando y me ponía malo. Vi como Gema me miraba mientras hablaba y noté que sabía perfectamente en lo que estaba pensando.



Terminamos de cenar y mi tío se fue a su sillón y prácticamente se quedó dormido mientras nosotros recogíamos la mesa y nos íbamos a la cocina a limpiar los platos. Terminamos de limpiar todo y, entonces, Gema se acercó a Marisa y le dijo algo bajito casi al oído. Marisa se rio y negó con la cabeza. Gema siguió hablándole y Marisa reía negando. Entonces escuchamos algo de ruido fuera y se separaron de inmediato.



Las miré preguntándome a qué jugaban. Marisa iba con unos leggins negros ajustados y una camiseta también ajustada pero sin escote. Gema iba con unos pantalones cortos y una camiseta con algo de escote, pero no demasiado. Las veía tonteando las dos juntas y me estaba poniendo a mil. Estaba deseando que Gema dijera de irnos para echar un buen polvo pero no paraba de hablar con Marisa.



Cuando al fin nos despedimos dando las buenas noches, daba saltos de contento internamente. En cuanto entramos en mi habitación intenté desnudar a Gema pero no se dejó, estaba con ganas de jugar y quiso bailar, morrearse, bailar… y así estuvo un rato, dejándose admirar y tocar pero sin ir a la acción. Me tenía malo pero se ve que quería eso ya que no paraba de moverse, y sin querer contarme el tonteo entre ellas ni eso que me quería contar.



Poco a poco me fue dejando desnudarla, primero la camiseta, el sujetador, los pantaloncitos, las bragas… ella también me fue desnudando y bailamos desnudos, haciendo el tonto y morreándonos. Gema sonreía y era perfectamente consciente de como me tenía de cachondo, pero seguía tonteando. Al fin conseguí llevarla a la cama y follamos. Cuando terminamos, miré la hora, eran casi las doce de la noche y al día siguiente teníamos que madrugar los dos. Antes de dormirnos, intenté que me contara lo que sea que me iba a contar, pero Gema sonreía sin soltar prenda. Al final me tuve que dar por vencido pero al ir a apagar la luz, me dijo:​

  • No, espera, aún no tengo sueño​


Pensé que me iba a contar lo que sea pero no, solo me abrazó y me acarició. Me empecé a adormecer pero entonces, se abrió la puerta y entró Marisa. Me quedé sorprendido. Miré a Marisa que sonreía de forma provocativa. Iba ya en pijama así que ya estaba acostada. No entendía nada, le pregunté que pasaba pero no dijo nada y Gema se levantó desnuda para dirigirse a ella y besarla en los labios. Luego le dijo:​

  • Has tardado​
  • Tenía que asegurarme que Antonio dormía​


Entonces Gema la volvió a besar pero esta vez era un morreo, las dos abriendo la boca. Me quedé pasmado “pero ¿esto qué es?”. Vi claramente como entrecruzaban sus lenguas, como se acariciaban. Se me puso dura de inmediato. De pronto pararon y Gema preguntó:​

  • ¿Cómo tienes el culo? ¿Aún está colorado?​
  • No jeje, no fue para tanto, él pega más fuerte​


Señalándome. Me quedé aún más pasmado “pero ¿De qué coño hablan?”. Vi como Marisa miraba mi polla erecta mientras acariciaba la espalda de Gema y recibía besos en el cuello. Entonces, Gema le quitó la parte superior del pijama a Marisa dejándola con las tetas al aire y se puso a chuparlas. Marisa gimió bajito cerrando los ojos “¿Van a follar????” pero entonces Marisa paró a Gema y le dijo:​

  • Para, que solo tengo diez minutos​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, esto es muy arriesgado… vamos a hacer lo que me dijiste​


Marisa me miró y me indicó que me acercara. Me levanté para acercarme a ellas mientras Gema seguía chupando las tetas de Marisa. Cuando llegué junto a ellas, Marisa alargó su mano para atraerme a su boca y nos enlazamos en un morreo ardiente. Luego paró y empujó a Gema para arrodillarse las dos y comenzar a chupármela a la vez, dejándome alucinado, flipando con Marisa.



Disfruté de la mamada a dúo, viéndolas entrelazar sus lenguas alrededor de mi polla, en la punta, chupándome los huevos… Me había corrido hacía poco pero noté que iba a durar poco como siguieran así. Las paré y les dije de irnos a la cama, quería follarlas, pero Marisa dijo:​

  • Solo la mamada, no más​
  • Pero…​
  • No, ya llevo mucho rato, córrete​


Entonces Gema dijo:​

  • Córrete sobre las dos mientras nos besamos​


Y se lio en un morreo espectacular con Marisa, las dos de rodillas ante mí, con las bocas abiertas y sus lenguas jugando la una con la otra. Me agarré la polla y me toqué un poco hasta descargar sobre sus caras mientras veía sus lenguas entremezcladas. Las miré como seguían besándose con mi semen en sus lenguas y resbalando por sus mejillas. Al poco terminaron y me miraron sonrientes, cada una con una mejilla mojada.



Entonces, Marisa se levantó con intención de ir al cuarto de baño pero Gema la retuvo de la mano y la empujó contra la pared para lamer su cara llena de semen y luego meterle la lengua en la boca. Se liaron en un beso saboreando mi semen y entonces, le bajé el pantalón y las bragas a Marisa, me arrodillé y le lamí su coño. Marisa gimió e hizo ademán de pararme pero Gema se lo impidió, pellizcándole los pezones mientras seguía con el beso guarro. Comencé a comerle el coño a Marisa mientras le metía dos dedos, estaba muy mojada y Marisa gemía cada vez más. Entre Gema y yo provocamos que se corriera en un tiempo récord, mientras Marisa ahogaba sus gemidos con la boca de Gema.



Me incorporé y las besé. Marisa se rio diciendo:​

  • Estamos locos​


Entonces se subió las bragas y el pantalón, cogió la parte de arriba del pijama y entró en el cuarto de baño. Escuchamos correr el agua y al poco salió con la ropa puesta y la cara limpia. Nos dio un beso a cada uno y se fue.



Miré a Gema y la empujé en la cama, ahora le tocaba a ella recibir una buena comida de coño.



ANTONIO

“¿Qué?” viendo como Marisa salía del cuarto de Dani. Me quedé extrañado preguntándome que hacía ahí a estas horas. Marisa estaba sonriendo hasta que me vio, dándose susto que casi grita y diciendo:​

  • Por dios, que susto​
  • ¿Qué hacías ahí?​


Marisa miró atrás y dijo:​

  • He ido a llamarles la atención, tenían la música muy alta​
  • Sigue con esa chica ¿no?​
  • Claro​
  • Podías haberles pillado en plena faena​
  • No, he llamado antes​
  • ¿Cuánto rato has estado ahí?​
  • No sé, unos minutos ¿por qué?​
  • Esos van a follar, estarías molestando​
  • Sí, bueno, supongo que sí ¿Y tú qué haces levantado?​
  • Gases​
  • ¿Te preparo algo?​
  • No, ya me he tomado​
  • Bueno, me voy a la cama, ahora ya no se escucha la dichosa musiquita​


Y miré como Marisa se iba. Cuando me había levantado, me había dado cuenta que no estaba en la cama pero pensé que estaría en el baño. No le di más importancia y me quedé pensando en Gema, ese putoncillo. Estaba claro que Dani estaba colado por ella y ella se aprovechaba y lo manejaba a su antojo, “me parece que este curso va a aprobar pocas” pensé divertido. Y entendía al chaval, esa canija no era mi tipo pero estaba muy buena, y seguro que follaba genial. Y al putoncillo le gustaba provocar, siempre enseñando escote, marcando pitones, menuda zorrita.



Me acerqué a la puerta de Dani y escuché como gemía la zorrita “la muy puta estaba deseando que Marisa se fuera, no han tardado nada en ponerse a follar”. Escuché unos segundos más y me volví mientras pensaba “esa zorrita es muy mala influencia para Dani pero creo que para Marisa también, con lo abandonada que tengo a Marisa, esa putita puede meterle ideas a Marisa”.



Me senté en la cocina mientras esperaba que se me pasen los putos gases. Entonces pensé “tampoco me extrañaría que Marisa se buscara a alguien, llevamos meses sin hacerlo por mí…”. Cerré los ojos pensando en mis infidelidades “La cantidad de cuernos que tiene Marisa no es normal, pero bueno, a ver si me animo de una puta vez y vuelvo a la acción con Marisa y las demás”.



Me levanté y me fui al dormitorio tras conseguir expulsar de forma sonora y pestilente algo de gases.



DANI

Me eché al lado de Gema que jadea tras correrse. Entonces me miró divertida y le dije:​

  • Ahora ya me imagino que me tenías que contar​


Gema se rio diciendo:​

  • Ayer tarde nos aburríamos y… jajaja​
  • Ya, y Marisa diciéndome que no pensaba volver a hacerlo contigo, y que ni tríos ni nada de nada​
  • Jajaja​
  • Y mírala ahora​
  • Sé convencer a una chica​
  • ¿Qué le decías en la cocina?​
  • Que te hiciéramos una mamada juntas​
  • A saber como la has convencido porque no estaba por la labor​
  • Bueno, en realidad me lo ha dicho ella​
  • ¿En serio?​
  • Sí, yo estaba picándola, para ponerla cachonda, sin intención de ir más allá, le decía que quería que fuéramos a follar los tres juntos y cosas así, pero ella decía que no, se reía y negaba, pero luego me sorprendió diciéndome que una mamada rápida entre las dos cuando Antonio durmiera​


Joder con Marisa, como cambiaba de opinión. Gema rio de nuevo y dijo:​

  • Marisa es maravillosa, casi tan zorra como yo, y eso me gusta jajaja​
  • Ya veo y ayer ¿la azotaste?​
  • Sí, con un cinturón jajaja​
  • Joder​
  • No se lo esperaba pero se lo pasó genial​
  • Estáis locas​
  • Jajaja​


Entonces Gema se levantó y empezó a buscar su ropa. Me extrañó y le pregunté:​

  • ¿Te vas?​
  • Sí nene, mañana tengo que estar en la ofi antes de las ocho​
  • Ah​
  • Así que mejor me voy ya porque si seguimos así, follamos otra vez y mañana no va a ver quien me levante jajaja​


Se vistió y se fue tras darme un buen beso. Me quedé tumbado pensando en Marisa, la había visto cómoda y sin complejos mientras se liaba con Gema… Marisa siempre me sorprendía.




24



DANI

Me estaba terminando de vestir para irme a la facultad cuando de pronto entró Marisa en mi cuarto. No traía buena cara. Sin saludar me dijo:​

  • Ayer me vio Antonio saliendo de tu cuarto​


Me quedé pasmado y me entró un acojonamiento bestial. Casi tartamudeando, le pregunté:​

  • ¿Y… y qué pasó?​
  • Nada​
  • ¿Nada?​
  • Me inventé una historia​
  • ¿Cuál?​
  • Que cuando me fui a acostar, os escuché con la música alta, así que le dije que fui a daros un toque para bajarla​
  • ¿Y te creyó?​
  • Creo que sí, pero estoy muy nerviosa​


Entonces, sin cerrar la puerta, se sentó en mi cama. Yo estaba paralizado por la impresión. La miré y pregunté:​

  • ¿Seguro que no pasa nada?​
  • Dani, claro que pasa ¿Tú ves normal estas cosas que hacemos?​
  • Pero te lo pasaste bien ¿no?​


Marisa me miró con cara de “pareces tonto” y dijo:​

  • ¿En serio me vienes con eso? Estoy haciendo locuras, estoy descontrolada, primero contigo, ahora con Gema, dios, lo de Gema es muy fuerte​


Y se tapó la cara con las manos. Me senté a su lado y la abracé. Ella se apoyó en mí diciendo:​

  • Esto no puede seguir así ¿Qué le hubiera contado si no llega a estar Gema? Porque gracias a que estaba Gema no ha sospechado nada, imagina que me viera salir a esas horas de tu cuarto y tú a solas​
  • Ya​


Le alcé la cabeza desde la barbilla y le aparté los pelos que le tapaban la cara. Entonces le di un beso tierno para decirle a continuación:​

  • ¿Y qué hacemos?​
  • Por lo pronto, nada de visitas nocturnas, nada de tonterías con Antonio por aquí​
  • Vale ¿Y con Gema?​


Marisa suspiró y dijo:​

  • Si te digo que nada más, no me lo creo ni yo, no sé que tiene esa chica que no paro de hacer locuras​


Entonces escuchamos a los niños gritar y Marisa se levantó para ir a ver que pasaba. La seguí y en la cocina nos tomamos un café mientras los niños terminaban su desayuno antes de irse al cole. Marisa me miró y me preguntó:​

  • Esta semana ¿Quedaremos?​
  • Pues no lo sé, a ver que me dicen hoy de las clases de la tarde, por las mañanas estoy con prácticas y no puedo saltármelas​
  • Vale​


Al rato me despedí de todos y me fui a la facultad. La semana se me presentaba complicada respecto a los estudios. Tenía que terminar mi parte del trabajo pero ya había decidido hacerlo por mi cuenta, sin la ayuda de las chicas. Me busqué excusas para no quedar con ellas. Al final conseguí que Charo se cabreara conmigo, tuvimos una discusión donde ella me dijo que no estaba haciendo mi parte, que me estaba escaqueando, y las iba a dejar colgadas. Le dije que no era cierto, que lo estaba haciendo y el viernes lo vería pero no me creyó y se fue cabreada. Durante la discusión Marta no dijo nada, solo miraba, pero antes de irse detrás de Charo me dijo:​

  • Sé que lo estás haciendo, no estoy preocupada, pero Charo se pone nerviosa​
  • Ya, pero me llama mentiroso​
  • No te preocupes, ya le he dicho que tú cumples, estoy 100% segura​
  • Muy tranquila te veo​
  • Sí, porque sé que si tuvieras algún problema para llegar, me lo dirías con tiempo, estoy súper tranquila​
  • Pues dile eso a Charo​
  • Se lo he dicho, y estoy enfadada con ella por esta discusión, no le veo sentido y habíamos quedado en no presionarte, pero es muy controladora, ya lo sabes​
  • Ya​
  • Y Dani, sabes que yo te ayudaría si lo necesitas, cualquier duda, mis apuntes, lo que sea, lo sabes ¿no?​
  • ¿Piensas que llevo mal el trabajo?​
  • No, no me refería al trabajo, digo en general, que sabes que me puedes pedir siempre que quieras los apuntes o ver juntos alguna duda​
  • Sí, lo sé​


La miré y me daban ganas de abrazarla. Siguió hablando:​

  • Y sé que si yo me atasco con el trabajo o una asignatura, puedo contar contigo para que me ayudes​


Aquí me tuve que reír y dije:​

  • Claro, si tú te atascas seguro que yo te puedo ayudar, seguro que me lo sé mejor que tú jajajaja​
  • Claro que sí​
  • Marta, que eres mil veces más lista que yo​
  • No es verdad, a veces me obsesiono con soluciones complicadas y llegas tú y das una solución simple y buena que ni me he planteado​
  • Claro, porque soy un simplón​
  • No, porque eres práctico y yo no, y eso es ser inteligente, no memorizar cosas, no te subestimes, yo no lo hago, y Charo tampoco… por eso me gustaría que hiciéramos el trabajo juntos, también nos ayudas aunque pienses que no​


Y nos quedamos mirándonos, a los ojos “dios, la besaría ahora mismo”. Entonces pensé que era el momento de disculparme por como me había comportado con ella durante el sexo y dije:​

  • Marta, hay…​


Y entonces llegó Jorge, la abrazó por detrás y dijo:​

  • ¿Qué le habéis hecho a Charo? menudo cabreo tiene​


Y se rompió el momento. Marta suspiró y dijo:​

  • M: Está muy nerviosa por el trabajo​
  • J: Ya lo veo​
  • M: Ahora la calmo​
  • J: Sí, anda, que no veas como está​
  • M: Aunque también le voy a echar la bronca​


Marta me miró y dijo:​

  • M: Bueno, pues eso, llámanos si necesitas algo ¿vale?​
  • D: Sí, claro​
  • M: Y si te apuntas a venir a mi casa, mejor… Hasta luego​


Ni de broma iba a ir a su casa de nuevo, bastante tocado me había dejado la semana pasada. Nos despedimos y esa tarde me encerré en mi habitación con el jodido trabajo, que me estaba costando horrores. Solo paré para cenar con mis tíos, y le dije a Marisa que esa semana seguíamos sin clases por las tardes así que tenía clases todos los días a primera hora. Hablé un poco con Gema para contarle la casi pillada de mi tío y el susto que nos habíamos llevado Marisa y yo. Gema también se asustó un poco pero corriendo le quitó importancia, ella a lo suyo. Tras terminar la charla, seguí con el trabajo hasta que me venció el sueño.



MARISA

“Dios, me duele todo el cuerpo” pensé mientras salía del gimnasio. Era otro día igual que el resto, con mi rutina de despertar a los niños, el desayuno, llevarlos al cole, ir al gimnasio. Ahora me quedaba ducharme, preparar el almuerzo y luego recoger a los niños, todos los días iguales. Y esta semana, otra vez sin Dani, que es lo que me hacía sentir viva. Entonces sonó mi móvil y miré quien llamaba, era Gema. Se me iluminó la cara “quizás no sea una semana tan rutinaria al fin y al cabo jeje”. Contesté:​

  • Hola Gema​
  • Hola preciosa​
  • Me contó ayer Dani que casi nos pilla Antonio ¿no?​
  • Sí, chica, menudo susto​


Y le conté todo, y mi asombro ante mi reacción, me tenía sorprendida que no me hubiese puesto nerviosa a gimotear, y que, en cambio, fuera capaz de urdir una mentira tan rápidamente. Gema dijo que iríamos con más cuidado en el futuro. Eso ya lo sabía yo, por la cuenta que me traía. Entonces me dijo:​

  • Oye, estoy cerca del barrio ¿Tomamos un café?​
  • ¿En mi casa? (me puse inmediatamente nerviosa y me entró ese cosquilleo)​
  • No, estoy con Juan​
  • Ah​
  • Es para charlar sobre tu trabajo​
  • ¿Seguro que solo para eso?​
  • Sí, tonta​
  • Gema, es serio, no me vayas a meter en más líos​
  • No, no, no es para eso, te lo prometo​
  • No sé si te puedo creer​
  • Que sí, jajaja, que a Juan solo le he dicho que eres una buena amiga que busca trabajo, nada de que follamos, tranquila​
  • Mmmm pero eres capaz de una vez juntos, calentarnos​
  • Nooo, me quedó claro que solo quieres follar con Dani y conmigo, y ya está, de verdad que no te voy a liar en más cosas​
  • Mmmm​
  • Otra cosa sería que te quieras liar tú jajaja​
  • ¿Ves? ya me estás liando​
  • Noooo, de verdad, ahora en serio, es solo para hablar del tipo de trabajo que buscas​


Me quedé pensando, un trabajo… eso necesitaba, así se me quitaría de la cabeza tantas historias y locuras… Dije:​

  • Vale, pero…​
  • Que sííí, nada de líos, me queda claro​
  • Vale​
  • Quedamos en la cafetería que hay enfrente del portal en diez minutos​
  • Vale​


Y me fui para allá, estaba al lado. Pedí mientras esperaba y llegaron más o menos puntuales. El chico, Juan, era monísimo, y durante la conversación vi que, además de guapo, era simpático y divertido. Fue un buen rato de charla y, sorprendentemente, Gema se comportó y no hubo insinuaciones ni tonteo. Me escucharon, me preguntaron y quedaron en informarme en cuanto vieran oportunidades. Juan dijo:​

  • Tengo un cliente, con el que me llevo muy bien, que creo recordar que buscaba administrativos… le voy a preguntar mañana que tengo que ir a verlos, será el primero, pero si no busca, no pasa nada, seguiré atento, pero ten paciencia ¿eh?​
  • Sí, claro, lo entiendo​


Se fueron a la media hora, tras despedirnos con besos. Los vi alejarse. Gema iba impecable con un traje pantalón que le quedaba como un guante, y Juan con un traje sin corbata que le quedaba perfecto. Menuda pareja tan guapa y atractiva. Pensé “No te ilusiones con el trabajo, que eres muy tonta, pero bueno, al menos Gema se interesa, es mucho más que lo que ha hecho cualquier otra amistad, y eso lo valoro muchísimo”.



DANI

Ese día, en la facultad no tuve otro encontronazo con Charo pero sí vi que me miraba cabreada y ni me hablaba. Marta sí me habló y bien, solo para contarme sus avances y animarme a trabajar con ellas por las tardes, pero me volví a excusar.



Por la tarde seguí trabajando duro en casa y a las ocho salí a correr porque necesitaba moverme y despejar la cabeza. Al volver, me encontré a Laura y Bego entrando en el portal. Hablamos un poco, me contaron que tenían casi acabadas sus pinturas pero que las iban a repasar juntas. Me despedí de ellas y me fui a mi casa a ducharme. Al salir de la ducha vi que tenía una llamada perdida de Laura. Se la devolví y me dijo:​

  • Era solo para pedirte un favor ¿Puedes venir?​
  • ¿Para qué?​
  • Para enseñarte las pinturas y que nos ayudes con una cosa​
  • ¿Qué cosa?​
  • Bego y yo estamos discutiendo sobre una diferencia en nuestras pinturas​
  • ¿Y?​
  • Pues eso, que nos ayudes​
  • No tengo ni idea de pintura Laura​
  • Ya, ya​
  • ¿Entonces?​
  • Ven, solo serán cinco minutos ¿vale?​
  • Mmmm bueno, voy​


Me puse unos vaqueros y una camiseta y fui. Laura me abrió y me llevó a su habitación donde estaba Bego delante de sus pinturas. Pregunté por Sara y Gema y me dijeron que Sara acababa de salir y Gema no sabía donde estaba. Las miré y pregunté:​

  • D: Bueno ¿Qué pasa?​
  • B: ¿Qué te parecen?​


Me acerqué y las miré. A mí me parecieron geniales aunque me daba corte verme en ellas. Les dije que las veía muy bien, que eran muy buenas dibujando, y lo decía totalmente en serio. Bego dijo:​

  • B: ¿No ves nada diferente?​
  • D: Bueno, no es la misma perspectiva ¿no?​
  • B: Sí ¿Y qué más?​


Miré pero no sabía qué decir, eran diferentes en sí, muy buenas pero diferentes. Se lo dije y entonces Laura dijo:​

  • L: Mira aquí, estos músculos que yo he puesto y Bego no​


Miré y sí, bueno, era así pero no sabía que decir, no eran cuadros perfectos, eran líneas en negro con grises… ni me había fijado que eso era un músculo, pensaba que era una sombra. Me reí y dije:​

  • D: Vale ¿Y qué?​
  • L: Bego dice que ahí no se te marcaba el músculo, pero yo lo vi​
  • B: Venga, quítate la camiseta, hay que comprobarlo​


Las miré divertido, pero ellas me miraban serias. Me la quité y las dos miraron la zona y pasaron sus dedos. Me puse nervioso de inmediato. Las dos empezaron a hablar y a discutir, que si la luz, la sombra que hacía en la casa de Bego… Al final Bego dijo:​

  • B: Hay que joderse que te fijaras en eso y no yo, que la que se lo ha tirado soy yo​
  • L: Estabas en otras cosas jaja​
  • B: Claro, pero no perdí detalle, o eso pensaba jajaja​


Las dos hablaban como si yo no estuviera allí. Entonces Bego dijo:​

  • B: Tiene un desnudo muy bonito, tienes que verlo Lauri​


Y me miró y dijo:​

  • B: Anda, desnúdate para que te vea​
  • D: Claro jajaja​
  • B: Venga, no será la primera vez que Lauri vea a un tío desnudo jaja​
  • L: Idiota, deja tranquilo al chico​
  • B: Pero si está muy bueno desnudo, no tiene que avergonzarse​
  • D: No me avergüenzo pero me desnudo si vosotras también​
  • B: Jajaja, míralo, pues por mí bien, pintamos desnudos todos jajaja​
  • L: Yo paso, que parece que buscáis una orgía y yo lo que quiero es pintar​
  • B: Pues hacemos las dos cosas jajaja​
  • L: Que idiota eres, Bego​


Entonces Bego me miró y dijo:​

  • B: ¿Y posarías en pantalones cortos?​
  • D: ¿Por?​
  • B: Nos interesa también pintar piernas y pies, el cuerpo completo, aunque no veamos tu cosa, eso lo dibujaremos con la imaginación, al menos ella jajaja​
  • L: Bueno, eso estaría bien, tienes buenas piernas​
  • D: ¿Cómo?​
  • B: No te ha quitado ojo en el ascensor cuando venías de correr jaja​
  • L: A ver, como profesional estaba mirando y catalogando jaja​


Las dos empezaron a reírse. Empecé a vislumbrar una posibilidad de enrollarme con las dos y Laura era muy atractiva, me atraía mucho la idea. Entonces Bego dijo:​

  • B: Quítate los pantalones, que revisemos bien el material​


Aquello se ponía interesante. Miré a Laura que no decía nada. Me quité los vaqueros quedándome solo con los boxers. Las dos me miraron detenidamente y me puse muy nervioso. Entonces se pusieron detrás mía y volvieron a ponerse frente a mí. Bego dijo:​

  • B: Genial ¿no?​
  • L: Sí, está bien​
  • B: ¿Bien? jajaja, mira que paquetón tiene​
  • L: Tía, me refiero a sus piernas, idiota​
  • B: Claro, sus piernas, que no te has fijado en el paquete y en su culo jajaja​


Laura se puso roja y miró a un lado. Bego me miró con lascivia y entonces Laura dijo:​

  • L: Vístete Dani​


Miré a Bego que alzó los hombros como diciendo que no iba a pasar nada. Me vestí y Laura dijo:​

  • L: ¿Posarías así?​
  • D: No, pero porque no tengo tiempo, ando con mucho lío​
  • L: Solo serán unas horas, ya lo sabes​
  • D: Tengo que entregar un trabajo y ando mal de tiempo​
  • B: Que lástima​
  • D: Pedídselo a Álvaro​
  • B: Álvaro está muy canijo, no tiene tu cuerpo​
  • L: Y yo ya lo he pintado, necesito otro modelo​
  • D: Pues no puedo, lo siento​


Seguimos hablando un poco más pero me fui pronto, quería cenar y seguir con el trabajo. Me despedí de ellas.



LAURA

Miré a Bego y le dije:​

  • Tía, como te pasas​
  • ¿Por???​
  • Se habrá pensado que queríamos enrollarnos con él aquí​
  • Hubiera estado bien ¿no?​
  • Que tengo novio, y tú novia, idiota​
  • Jajaja, menudo problema​
  • Para mí sí​
  • Pero ¿has visto lo bueno que está???​
  • Sí, lo he visto, pero que no, Bego​
  • Pues me lo pienso volver a tirar​
  • Tú misma con los cuernos que estás poniendo​
  • Mientras no se entere​
  • Al final se enterará por alguna tontería​
  • El riesgo merece la pena, está buenísimo, tiene un buen pollón y folla muy bien jajaja​
  • Ufff, que cosas tienes​
  • Es la verdad, tú misma has escuchado como tu compañera grita con Dani y casi no se la escucha con el otro, eso me has dicho ¿no?​
  • Sí, pero no quiere decir que me lo quiera tirar, tía​
  • Pues yo sí quiero ¿Dónde vive?​


DANI

Iba a ir a cenar cuando escuché llamar a la puerta. Abrí y entró Bego besándome y quitándome la ropa como un torbellino ¿Todos los polvos con esta mujer iban a ser así, por sorpresa?



Bego tendría novia pero sería como Gema porque sabía chuparla y sabía como follarse a un tío. Al terminar, se levantó rápido y se vistió mientras decía:​

  • Apuesto a que pensaste que ibas a follar con las dos ¿no?​
  • Algo se me pasó por la cabeza, sí, jeje​
  • Creo que nos pusiste cachondas a las dos, pero Laura es una buena chica, no pone cuernos​
  • Tú sí​
  • Yo no he dicho que sea una buena chica​


Se rio con ganas y se fue, de la misma forma que vino, rápidamente.



Me vestí y fui a cenar.



LAURA

Abrí la puerta y entró una Bego sonriente y con cara satisfecha. Fuimos a la cocina y le dije:​

  • Se ha enfriado, tienes que calentarla​
  • Vale​
  • ¿Te ha costado convencerlo o qué?​
  • Para nada, solo entrar nos hemos enrollado​


La miré y Bego metió el plato en el microondas. Luego me dijo:​

  • Y te lo confirmo, folla genial y sabe comerlo​
  • ¡¡Tía!!​
  • ¿Qué pasa? es verdad, me lo ha comido bien y me ha follado aún mejor​
  • Jajaja, que zorra eres​
  • Además, es el lío perfecto para mí, es enrollarnos, follar y luego irme sin casi tener que hablar ni gilipolleces​
  • ¿Todo este rato habéis estado follando?​
  • Sí, tía, ya te he dicho que es bueno​
  • Uff, no sé, a mí me gusta charlar, así tan de sopetón, no me pone​
  • Yo ya iba con el calentón, no necesitaba preliminares jajaja​
  • Jajaja​
  • ¿Y Álvaro?​
  • Ya mismo llega, imagino​
  • Esta noche folláis​
  • No sé​
  • Tú tienes ganas​
  • Tú que sabrás​
  • Se te nota jajaja​
  • Idiota​


“Vaya si pensaba follar” pero no le iba a dar el gusto de darle la razón. Nos reímos mientras ella contaba maravillas de Dani, “que sí, que está bueno y se ve que sabe follar, pero como tantos, no era algo que me interesara”.​
 

25



DANI

“Ya jueves y sigo agobiado con el puto trabajo” pensaba mientras aparcaba en la facultad. El trabajo no iba mal para mí, el problema es que lo revisarían Marta y Charo y su nivel de exigencia no era el mío, y lo temía. Hoy esperaba terminarlo pero tenía que repasarlo mil veces antes de estar seguro y dárselo a las chicas para que lo integraran con sus partes.



Al terminar la primera clase Marta se sentó a mi lado. Pensé que venía de parte de Charo a preguntar como lo llevaba y dije antes de que ella pudiera hablar:​

  • Lo llevo bien, no os preocupéis​
  • ¿Qué? no, no es eso​
  • ¿Entonces?​


Me enseñó un lápiz USB y dijo:​

  • Necesito un favor​
  • ¿Cuál?​
  • Ahí está mi parte del trabajo, como no quieres trabajar con nosotras, me gustaría que lo revisaras​
  • ¿Para qué?​
  • Para corregirlo lo que encuentres que esté mal​


Me entró la risa tonta y ella se me quedó mirando sin comprender. Le dije:​

  • Marta, por favor, si estará perfecto ¡¡¿¿Qué voy a corregir yo??!!​
  • Dani, no te infravalores, confío mucho en tu criterio, por eso me gustaría que lo revisaras​


Me volví a reír meneando la cabeza. Entonces le dije:​

  • Mira, hoy espero tener mi parte lista, y te la quería dar a ti para que la repasaras antes que la viera Charo y me puteara​
  • No te va a putear​
  • Sí, porque será una mierda, pero tú me lo dirás más delicadamente​
  • Eso no es…​
  • Sí, lo es, seamos francos, ni yo te puedo revisar nada ni os voy a entregar algo que os parezca bien​


Marta me miró unos segundos y dijo:​

  • Vale, tú repasas mi parte y yo la tuya, sin Charo, favor por favor ¿vale?​
  • ¿Esto es para hacerme sentir útil o algo?​
  • No, Dani, déjate de tonterías​


Nos quedamos callados y entonces dijo:​

  • Sospechas que esto lo hago para resarcirme por lo que te hice, pero no, es algo más egoísta, creo que das un punto de vista que a mí me falta, y me gustaría aprender eso de ti​
  • Jajaja (me partía de risa porque era tan ridículo eso de aprender ella de mí que se veía claramente que estaba intentando hacer que no me sintiera un inútil)​
  • No te rías… bueno ¿trato hecho?​


Me quedé pensando, era ridículo pero valoraba la intención de Marta aunque fuera absurda, y dije:​

  • Hoy no voy a poder, y el finde lo tengo complicado, estoy trabajando con mi padre y no sé si podré… quizás el domingo​
  • Vale, no corre prisa​
  • Mañana te doy mi parte, hoy tengo que pulirla​
  • Genial​


Entonces me alargó el lápiz y, al ir a cogerlo, le toqué los dedos y me entró un escalofrío por todo el cuerpo que me enfadó “hay que joderse, me toca y me excito como un tonto” miré a otra parte para que no se diera cuenta mientras guardaba el lápiz. Ella dijo:​

  • Ahí están también mis apuntes, por si quieres copiarte algo​
  • Mmmm gracias pero no hace falta​
  • No sé, Dani, te veo raro, quiero que tengas la confianza de pedirme estas cosas y casi no lo haces cuando antes era lo normal​
  • Ya, no quiero aprovecharme​
  • ¿Antes te aprovechabas porque nos acostábamos?​
  • No, bueno, quiero decir...​
  • No me molesta, te lo he dicho mil veces, pídemelos siempre que quieras​
  • Lo sé​


Entonces entró el profesor. Marta se levantó y me sonrió para luego irse. Sus sonrisas me mataban. Pensé “No la mires, no la mires” pero no pude evitar seguir su culito mientras iba hacia su sitio. Se sentó, giró la cabeza y me volvió a sonreír “Mierda, mierda y mierda”.



En cuanto terminó esa clase bajé a la cafetería. Me senté en una mesa y, de pronto, llegaron Charo, Marta, Jorge y Ale y también se sentaron “Hoy tienen ganas de joderme bien el día”. Pensé que seguro era cosa de Marta para integrarme más en el grupo y hacer las paces con Charo. Tuve que aguantarme hasta que recibí un mensaje en el móvil y vi que era Sara. Lo leí:​

  • Sal fuera​
  • ¿Dónde estás?​
  • Fuera de la cafetería​
  • Ven, estoy en una mesa​
  • Ya lo sé, y paso de juntarme con la gorda y el cabrón​


Sara seguía picada con los cuernos de Ale y no los quería ni ver. Le dije que estaba terminando de comer y me dijo que me esperaba. Terminé y salí. Me acerqué y dijo:​

  • Que asco me dan​
  • Tienes que pasar página​
  • Una mierda​
  • Tú le pusiste los cuernos​
  • ¡¡¡Pero contigo!!! no con un tío más feo​
  • Dará igual, cuernos son​
  • No es lo mismo​


Esta discusión ya la habíamos tenido varias veces y pasé de entrar en ella de nuevo. Le dije:​

  • ¿Qué pasa?​
  • Me acaba de llamar Yoli​
  • ¿Y?​
  • Este finde hay una cena del grupo de amigas, necesito que vengas​
  • No puedo, ya sabes que trabajo​
  • Es de noche, no me creo que estés a esa hora trabajando​
  • No, pero estaré reventado​
  • Pues necesito que vengas, no voy a ser la única que vaya sin novio​
  • ¿Sigues con esa historia?​
  • Sí ¿Qué pasa?​
  • Pues lleva a Esteban​
  • No, no puedo ir cambiando de novio así como así, van a pensar que soy una guarra​


Me reí. Ella me miró enfadada y dije:​

  • Pero ni soy tu novio ni nos estamos acostando últimamente, llévate a Esteban que ahora pasas mucho tiempo con él​
  • Que no, vienes tú, y no nos acostamos porque tú no me llamas​
  • Te llamé el otro día y pasaste​
  • ¿Es eso? ¿Estás cabreado por eso?​
  • No, joder, que voy a estar cabreado por eso… la que se cabrea siempre eres tú, veo normal que un día no quieras quedar​
  • Tenía la regla​
  • Vale, pero con regla o sin regla, lo veo normal, no me voy ni a cabrear ni a montar un numerito​


Entonces, Sara se me pegó, me pasó los brazos por encima de mis hombros y me dijo bajito:​

  • Venga, Dani, te vienes, nos divertidos y luego follamos, que como dices, hace tiempo que no lo hacemos​
  • Bueno, si es por eso, esta noche follamos​
  • No puedo, he quedado​
  • Jajaja​
  • Pero el sábado me podrás hacer cualquier cosa​


La tía estaba zalamera total, tentándome con el sexo. Le seguí el juego:​

  • ¿Cualquier cosa?​
  • Sí​
  • Pero ¿No decías que no lo querías hacer más porque te rompí el culo?​
  • Yo no dije que no quería hacerlo más, solo dije que fuiste un bestia​
  • ¿Seguro que quieres que te dé por el culo?​
  • Depende de lo cachonda que me pongas​


Entonces me besó y nos morreamos intensamente, ella nos giró y entonces vi la causa del morreo, estaban pasando Ale y Charo, junto a Jorge y Marta. Sara quería darles una lección pero vi a Marta mirando al suelo mientras Jorge se reía y le decía algo a Ale que murmuraba algo. Paré y le dije:​

  • Mira que te gusta montar numeritos​
  • ¿Qué pasa? que se jodan​
  • Ya pero…​


Entonces, con la pierna, me acarició el paquete y dijo:​

  • A esto le ha gustado​
  • Claro​
  • ¿Quieres una mamada?​
  • ¿Qué?​
  • Ven, conozco un sitio​
  • No, Sara, tengo que volver a clase​
  • Será rápido​


Me quedé pensando, ganas tenía pero también tenía una clase práctica y con esas los apuntes no valían y eran parte de la nota. Me jodía perderme la mamada pero le dije:​

  • No puedo, pero esta noche quedamos y me la haces​
  • Esta noche no puedo​
  • Pues haz por poder​
  • Joder, es que he quedado…​
  • Tú misma​
  • Si quedamos esta noche ¿Vienes el finde?​
  • No Sara, si quedamos es para follar, sin nada que ver con el finde​
  • ¿Y el finde?​
  • Ya veremos​
  • No, necesito saberlo, si no tengo que buscarme una excusa para no ir​


La miré y vi que la angustiaba lo del finde, y no lo entendía. Le pregunté:​

  • Pero ¿Tan importante es lo de ir con alguien?​
  • Sí, no sabes lo guarras que son, como vaya sola, estarán de cotilleos un mes destripándome​
  • Joder, como sois​
  • Y, además, como hace tanto que no vas, ya están diciendo que me has dejado​
  • Jajaja, increíble, menudas amigas​
  • Son unas arpías​


Y pensé “claro, y tú seguro que no te comportas igual”. La miré unos segundos y al final dije:​

  • Vale, iré, pero tienes que ir pensando en ir preparando el terreno para dar una excusa sobre mí​
  • ¿Cómo?​
  • Sí, que me dejas por algo, a mí me da igual​
  • No, con ir de vez en cuando vale​
  • No Sara, dices que me has dejado y pones a Esteban en mi lugar​
  • Joder, no puedo ir cambiando de novio cada dos por tres, dirán que soy una guarra​
  • Mierda, Sara, con el qué dirán... pues es lo que hay, paso de seguir con ese juego tuyo​
  • Bueno, ya veremos​
  • No, Sara, es la última vez que hago de novio​


Entonces se separó y dijo:​

  • ¿Mañana me llevas al pueblo?​
  • Jajaja, ya aprovechando ¿no?​
  • Sí, bueno, tampoco te cuesta tanto​
  • Bueno, vale​
  • Genial, pues vamos hablando​


Me dio un beso y se fue. Que tía tan superficial. Me volví a clase. Al rato recibí un mensaje de Sara:​

  • Quedamos esta noche​


Ya ni me acordaba, aquello se lo había dicho por vacilarla. Le iba a poner que no podía, que tenía que estudiar pero entonces pensé que, con un poco de suerte, terminaría pronto y podría salir un rato, me apetecía salir y despejarme, que llevaba una semana intensa. Le dije que bien, que luego hablaríamos.



En cuanto terminaron las clases me fui para casa tras comer algo rápido, y me encerré a terminar el trabajo cuanto antes. No quise ni mirar la parte de Marta porque sabía que me iba a deprimir al compararlo con la mía.



MARISA

Colgué el teléfono muy nerviosa. Me había llamado Gema. Al principio me había contado que estaba fuera, de viaje, pero que la había llamado Juan y le había dicho que me contactara para preguntarme si mañana podría ir a una entrevista de trabajo. Le dije que sí, que claro, pero ahora, en frío, me estaba poniendo atacada de los nervios. Me senté y cerré los ojos. Escuchaba a los niños con sus cosas pero mi corazón no paraba de palpitar. Entonces me levanté y fui a por Dani. Llamé y me contestó que entrara. Entré y no cerré la puerta, para escuchar a los niños. Dani me miró con extrañeza y le conté la llamada. Se le iluminó la cara con una gran sonrisa y dijo:​

  • Genial, a ver si lo consigues y te animas​
  • Ya, bueno, es solo una entrevista​
  • Pero seguro que te sale bien​
  • Ya veremos, no sé​
  • Ve tranquila, total, si no buscan alguien como tú, será en la siguiente, no tienes nada que perder​
  • Ufff, no sé, estoy que me tiemblan las piernas​


Pero Dani estuvo cariñoso y dándome ánimo todo el rato y conseguí tranquilizarme. Entonces le dije:​

  • Y si me lo dan, no sé si aceptaré​
  • ¿Por qué?​
  • Aún no se lo he contado a tu tío​
  • ¿Te lo va a prohibir?​
  • No sé, tal como estamos, ni sé como se lo va a tomar​
  • Pues bien, claro, si ve que te hace feliz​
  • Ya, eso tú, él ya veremos​
  • Te estás poniendo el parche antes de hablarlo jeje​
  • Sí, cierto… y hay otra cosa​
  • ¿El qué?​
  • El horario, a ver como es​
  • Ya, eso lo tendrás que negociar​
  • A ver si puedo, no sé…​


Suspiré y dije:​

  • Muchas cosas, muchos cambios últimamente​
  • Ya jeje​


Entonces llegó uno de los niños pidiendo algo y le dije que ya iba. Miré a Dani y le dije:​

  • No sé ni que ponerme jaja​
  • Siempre vas guapa, así que ese es el menor de tus problemas jajaja​
  • Que tonto jajaja​


Me acerqué a Dani, le di un pico y me fui, cerrando la puerta tras de mí. Sí, Dani había conseguido calmarme un poco pero seguía nerviosa, a ver como se lo tomaba Antonio.



DANI

Llamé a la puerta de Sara y me abrió Álvaro. Me dio la mano y dio un grito a Sara que respondió con otro grito que ya salía. Me fui con él al salón y me dijo:​

  • Hacia tiempo que no te veía por aquí​
  • Ya​
  • Oye, dime, esta relación que tenéis tú y Sara ¿Cómo se consigue?​
  • Somos solo amigos​
  • Ya pero folláis bastante ¿no?​
  • A veces​
  • Los dos vais por libre ¿no?​
  • Sí​
  • Y hoy juntos​
  • Si acaba bien la noche, sí​
  • Entonces esta noche toca concierto de gritos y gemidos, hacía días que no teníamos un concierto así jajaja​
  • ¿Qué?​
  • Sara con el otro chico no es tan efusiva​
  • Ah​
  • Ni Esteban parece que dure tanto o no repite, no sé, pero cuando tú te quedas, es diferente​
  • Bueno, son rachas, a veces conmigo es silenciosa​
  • ¿Sí? a mí me gusta que griten, Laura es de las silenciosas​
  • Ah​
  • Pero dime el secreto ¿Cómo te lo montas para tener a Sara, Gema y a saber cuántas más?​
  • No son muchas, algunas amigas​
  • Ya, ya pero ¿Cuál es el secreto?​
  • ¿Qué pasa? ¿Estás pensando en algo?​
  • ¿Qué? No, a ver, claro que me gustaría acostarme con chicas como Sara y Gema, pero Laura y yo estamos muy bien​
  • ¿Entonces?​
  • Nada, fantasías jajaja​


Entonces llegó Laura. Iba vestida para salir, guapa y con un sugerente escote. Me miró y luego a Álvaro que dijo:​

  • A: Sí, hoy tendremos espectáculo jajaja​


Laura miró al techo y no dijo nada. Álvaro dijo:​

  • A: A Laura le molesta​
  • L: No me molesta, es solo que no son horas de andar dando gritos​
  • D: Pues díselo​
  • L: Ya se lo he dicho y dice que ella no grita… pues hoy la grabo​
  • D: Jajaja​
  • L: Bueno, nene, vámonos, que hemos quedado​
  • A: Vale​


Entonces Laura me miró y dijo:​

  • L: Estará Bego​
  • D: Pues salúdala de mi parte​
  • L: No sé, que se altera​


Le guiñé el ojo y vi como Álvaro ponía cara de extrañeza y luego abría los ojos y decía:​

  • A: Pero ¿Con Bego también?​
  • L: Anda, vámonos​
  • A: Joder jajajajaja​


Y se fue descojonado pero mirándome con admiración. Era mi fan jeje.



Al poco llegó Sara, muy atractiva y guapa, con tacones, una minifalda de esas elásticas muy ajustada y una camiseta también ajustada pero sin escote. Me dio un beso y dijo:​

  • A ver donde vamos, no quiero cruzarme con Esteban, le he dado una excusa mala​


La miré y le dije:​

  • Antes de irnos, me tienes que hacer la mamada que me dijiste esta mañana​


Sara me miró sorprendida y dijo:​

  • ¿Ahora?​
  • Sí​
  • No, mejor cuando volvamos​
  • No, ahora​


Se me quedó mirando unos segundos, pensé que me iba a mandar a la mierda pero entonces, alargando las manos a mi cremallera, dijo:​

  • Bueno, pero no te corras fuera, que ya me he maquillado​


Fue a agacharse pero antes la retuve y le di un buen morreo, aprovechando para tocarle las tetas y el culo. Noté claramente que no llevaba sujetador, y más cuando los pezones se le endurecieron y se marcaron en la camiseta. Luego la solté y Sara se agachó para sacarme la polla y comenzar una mamada lenta.



La dejé chupando unos minutos y luego la levanté y me la llevé al salón. Allí le dije que se pusiera a cuatro sobre el sofá. Me obedeció y le subí la minifalda, para encontrarme que no llevaba bragas, iba totalmente en plan comando, y eso me excitó aún más. Le dije:​

  • ¿Y tus bragas?​


Sara giró la cabeza para mirarme, y sonriendo provocativamente me dijo:​

  • ¿No te pone?​
  • Sí, claro​


Le acaricié los muslos y el culo, lentamente y con suavidad. Luego pasé mis dedos por sus labios vaginales y noté la humedad, estaba cachonda. Sara arqueó la espalda para sacar más el culo. Le metí un dedo y gimió. Lo moví lentamente mientras ella gemía más. Estaba mojada y cachonda. Metí otro dedo y comencé a sacarlos y meterlos no muy rápido. Le acaricié el clítoris con el pulgar y aumenté el ritmo. Los jadeos de Sara fueron intensificándose hasta que dijo:​

  • Fóllame​


No le hice caso y seguí con mis dedos. Sara estaba cerca del orgasmo y gritó:​

  • Fóllame por favor, quiero tu pollaaaaaaaa​


Como también estaba cachondo perdido, saqué mis dedos, totalmente mojados y me situé detrás de ella. Entonces Sara giró la cabeza y dijo:​

  • Ponte un condón​
  • Pero si tomas la píldora​
  • Ya pero a saber a cuantas guarras se la has metido​


Me quedé pensando que no llevaba ningún condón y Sara interpretó mi silencio como enfado porque me volvió a mirar y dijo:​

  • ¿Te enfadas por eso?​
  • No, es que no tengo condón ¿Tienes en tu cuarto?​
  • Claro​
  • Espera, voy​
  • No, bueno, métemela pero no te corras dentro​


Y giró de nuevo la cabeza al frente y arqueó más la espalda. Se la metí y la follé rápido. Como siempre, Sara no tardó nada en correrse, sin darme a mí tiempo a ponerme bien a tono. Sara jadeó unos segundos más, recuperándose, y luego se sentó en el sofá para hacerme una mamada rápida e intensa buscando que me corriera. No tardé mucho en llenarle la boca con mi leche.



Sara se levantó con la boca llena e hizo por irse dentro pero la retuve y le dije:​

  • Trágatelo​


Negó con la cabeza pero no la solté y la miré unos segundos. Entonces se lo tragó y abrió la boca sacando la lengua para que lo viera. Entonces la solté y se fue adentro. Volvió unos minutos más tarde con la falda en su sitio y la cara aún encendida, pero ya recompuesta. Me miró y dijo:​

  • ¿Ahora ya nos podemos ir?​
  • Claro​


Me cogió por el brazo y tiró de mí hacia la puerta de la calle, riendo y contenta.



Salimos por otra zona que no era la normal por donde solíamos salir. En un bar nos encontramos con Laura, Álvaro y unas cuantas amistades suyas. No vi a Bego, lástima, hubiera podido poner celosa a Sara. Bebimos, bailamos y estuvimos divirtiéndonos con ellos o solos. Y una vez que fui a por algo de beber, me siguió Álvaro a la barra. Allí me estuvo atosigando a preguntas sobre Bego, Gema y Sara. Yo no confirmaba ni detallaba nada, él solo se montaba sus películas que no estaban muy lejos de la realidad. Entonces me dijo que sentía envidia de mí y le dije:​

  • ¿Qué pasa? ¿Estás pensando en ponerle cuernos a Laura?​
  • Que vaaaa, no, bueno, no sé, no quiero decir que quiera, pero no sé​
  • No te entiendo, tío​
  • Que digo que me gustaría tener relaciones como las tuyas​
  • No son relaciones propiamente dichas, son amistades​
  • Con derecho a roces​
  • Sí​
  • Pues eso​
  • ¿Y Laura?​
  • Me gustaría que Laura fuera un poco más abierta a probar cosas​
  • ¿Cosas?​
  • Mira sus amigas, todas bolleras o bi, y ella es la única que tiene una relación normal​
  • Ah, te gustaría montártelo con otras tías​
  • Sí, no sé, un trío como los tuyos con Sara y Gema​
  • Ahhhh y ¿Laura no está por la labor?​
  • No sé, no me atrevo a decirle nada​
  • ¿Pero solo tríos con tías? ¿Nada de dos tíos para ella?​
  • No, joe, no sé… no lo tengo muy pensado​
  • Pues lo mismo ella te dice eso si se lo pides tríos​
  • ¿Has hecho algún trío así?​
  • ¿Me estás proponiendo un trío con tu chica?​
  • Noooo, y a ti menos, que ya sé como te las gastas en la cama jajaja​
  • ¿Cómo?​
  • Que me dejarías en mal lugar jajajaja​
  • Que va, a mí me hacen bueno ellas, si fueran malas en la cama, yo también​


Se quedó callado y entonces dijo:​

  • ¿Tú crees que Gema querría un trío con nosotros?​
  • Jajaja​
  • ¿Te ríes?​
  • Propónselo​
  • Uff, es que es una tía deslumbrante​
  • Jajaja, sí​
  • Pero Laura no creo que quiera​
  • ¿Y con Sara?​
  • Claro, también me gustaría pero Gema…​
  • Ya, ya​


No sabía qué pensaría Gema de esto, se lo tenía que contar, lo mismo enseñaba a Laura otro mundo de sensaciones jeje. Volvimos con las chicas a bailar y beber. Sara estuvo muy cariñosa y fogosa, con muchos morreos, tocamientos, siempre calentándome, calentándose… Laura, Álvaro y ella salieron a fumar y los acompañé aunque yo no fumo. Sara no paraba de moverse por el frío, con esa minifalda, sin pantys ni nada y a las doce de la noche, estaba helada pero el vicio del tabaco ganaba frente al frío. Cuando se terminó el cigarrillo, se acurrucó contra mí y dijo:​

  • Me vas a tener que calentar​
  • ¿Sí?​
  • Como tú sabes​


Y se pegó aún más a mí. Empezamos a besarnos y la cosa se fue calentando. Laura se metió dentro pero Álvaro se quedó fumando otro, a algo de distancia de nosotros. que seguimos con los besos y magreos. Me olvidé de él mientras seguíamos liados y entonces me apoyé contra la pared y Sara frente a mí, le dio la espalda a Álvaro. Vi como él no perdía detalle. Puse mis manos en el culo de Sara y lo apreté, sabiendo lo deseable que se veía ese culo bien marcado por la minifalda.



Sara se dejaba sobar y gemía con mis besos, ajena al resto del mundo. Me ponía imaginar lo que veía y sentía Álvaro mirando ese culo. Entonces, se me ocurrió una diablura. Fui subiendo poco a poco la minifalda, despacio. Sara no dijo nada hasta que, de pronto, movió su mano tirando hacia abajo la minifalda y me dijo:​

  • Que no llevo bragas​
  • Ya​
  • Que se me va a ver todo, idiota​
  • Lo sé, pero solo tenemos un mirón​


Entonces Sara giró la cabeza y miró a Álvaro. Luego me miró y me volvió a besar. Reanudamos el magreo y volví a subirle la minifalda hasta que Sara dijo:​

  • Ya vale​
  • Está emocionado​
  • Ya, claro​
  • ¿No quieres calentarlo más?​
  • Si subes más, me verá el culo​


Nos volvimos a besar y continué subiendo la minifalda. No sabía lo que Álvaro veía o no, pero era morboso, y notaba a Sara muy caliente. De repente, Sara nos giró y se puso ella de espalda a la pared, ya no quería calentar más Álvaro, o eso pensé. Siguió con sus besos ardientes y mi mano pasó de su culo a su muslo y luego a la parte interna del muslo subiendo poco a poco. Quería comprobar si estaba mojada o no.



Llegué a su coño y sí, estaba mojada. Ya no se acordaba del frío, estaba muy caliente. No protestó por mis dedos acariciando su coño, ni cuando metí uno y luego otro, y la masturbé contra aquella pared en mitad de la calle mientras Álvaro nos miraba. Sara dejó de besarme y puso su cabeza en mi hombro, jadeando. Álvaro tenía que darse cuenta claramente como la estaba masturbando aunque no viera nada. Miré a los lados y no vi a nadie cerca ni acercándose. Aumenté el ritmo de mis dedos y Sara me dijo al oído:​

  • Para que me voy a correr​
  • ¿Sí? ¿Paro? ¿Seguro?​


Sara no respondió y ahogó un grito contra mi hombro. Seguí con mis dedos hasta que le llegó el orgasmo, de nuevo ahogando un grito contra mi. Me abrazó, con el cuerpo temblando. La miré y vi que estaba mirando a Álvaro, a la cabrona le había dado morbo el correrse delante de él.



Nos quedamos abrazados unos minutos. Escuché como Álvaro se iba y luego Sara dijo de entrar, que le estaba volviendo el frío. Entramos y ella se fue al WC, dejándome solo. Al poco llegó Álvaro con cara de alucinado. Y me dijo:​

  • Tío, alucinante​
  • Jeje​
  • Menudo culo tiene Sara​
  • ¿Qué has visto?​
  • Bueno, no mucho, pero se le insinuaba un montón​
  • No lleva bragas​
  • ¿En serio?​
  • Sí​
  • Joderrrrrrr, que morbazo​
  • Mucho jeje​
  • Está muy buena y le va la marcha ¿eh?​


Se quedó callado y luego dijo:​

  • ¿Crees qué…?​


Lo miré y lo vi nervioso. Luego siguió:​

  • No sé, lo mismo no, pero a lo mejor…​
  • ¿Qué?​
  • Pues que no sé si me equivoco o no pero…​


El tío le estaba dando vuelta a algo y no se decidía. Le dije:​

  • ¿El qué? está a punto de volver​
  • Que digo yo, que quizás ella quería, no sé…​
  • ¿Quería qué?​
  • Que me acercara a participar​
  • Ahhh, jajaja​
  • ¿No?​
  • No creo, le estaba dando morbo la situación pero no creo que estuviera pensando en liarse con los dos en medio de la calle​
  • Ah, no sé, es que… no tengo mucha experiencia, pero tal como me miraba…​
  • Te estaba calentando y le daba morbo​
  • Ah, ya​


Entonces llegó Sara. Miró a Álvaro un momento y luego me dijo:​

  • ¿Nos vamos ya?​
  • ¿Ya?​
  • Sí​


Y, sin cortarse nada delante de Álvaro dijo:​

  • Tengo ganas de follar bien para rematar lo de ahí fuera​


Me reí al ver la cara de Álvaro y dije:​

  • Se va a creer que quieres un trío con él​


Sara se sorprendió y lo miró. Luego dijo riéndose:​

  • Claro, y Laura me saca los ojos, no gracias, con esto (acariciándome el paquete) tengo de sobra​


Me volví a reír ante la cara de Álvaro. Entonces Sara dijo:​

  • Despídeme de Laura, nos vamos​


Álvaro consiguió decir un flojo:​

  • Sí, bueno, vale, nosotros también nos vamos a ir…​


Pero Sara ni lo dejó terminar, saliendo fuera del bar. Me despedí de él y la seguí. Fuera, Sara me dijo:​

  • Eres un guarro, hacerme unos dedos delante del chico, que pervertido eres​
  • No vi que te quejaras​
  • Te dije que pararas​
  • Ya, sí, con mucha convicción lo dijiste, y con esa cara de morbo que tenías​


Sara me miró enfurruñada pero luego dijo:​

  • ¿Dónde has dejado el coche?​


Y fuimos a por él. Y mientras conducía, le dije:​

  • ¿Te follarías a Álvaro?​
  • No digas tonterías​
  • ¿Tonterías?​
  • Que es el novio de mi compañera de piso, ya lo que faltaba​
  • Te follas a tu otra compañera de piso​
  • No es lo mismo​


Nos quedamos callados un rato hasta que, de pronto, Sara dijo:​

  • Álvaro tiene su puntito​
  • ¿Puntito?​
  • Está follable​
  • Jajaja​
  • ¿Qué? es verdad, pero eso no quiere decir que me lo vaya a follar, solo que está bueno​
  • Te ha puesto que te viera como te corrías ¿no?​
  • Que guarro eres​
  • Jajaja, pero te ha puesto​
  • Ha sido morboso, sí​
  • Le he dicho que ibas sin bragas​


Sara me miró con la boca abierta de sorpresa y luego dijo:​

  • Serás cabrón​
  • Jeje​
  • Eso era solo para ti​
  • Ya​


Y se quedó callada enfadada, pero a los cinco segundos preguntó:​

  • ¿Y qué te ha dicho?​
  • Pues se ha puesto malo diciendo que con lo buena que estás, solo le faltaba saber que ibas sin nada​


Y Sara sonrió satisfecha. Entonces dijo:​

  • Pero eres un cabrón, ahora pensará que soy una guarra​
  • O una tía que es un pibón y sabe provocar​
  • Ya, claro, ahora no lo intentes arreglar, eres un cabrón y ya está​


Me reí y nos volvimos a callar y, al rato dijo:​

  • Joder, y ahora a buscar aparcamiento, que aquí nunca hay una mierda a esta hora​
  • ¿Tanta prisa tienes?​
  • Pues sí​
  • ¿Para dormir?​
  • No, tonto, ya te he dicho que quiero follar​
  • Pero si te has corrido hace nada​
  • Eso ha sido el aperitivo, ahora tienes que terminarlo bien​


Me reí, la verdad es que se la veía cachonda y con ganas, como acalorada y nerviosa. Además, había bebido y no paraba de moverse en el asiento, tocarse el pelo, la ropa… Al final tuvimos suerte y encontramos un sitio rápido. Fuimos a su casa para echar un buen polvo. Y sí, gritó, entre el punto que llevaba y el polvo, iba muy desinhibida y sin importarle nada. Mientras lo hacíamos, escuché la puerta y como pasaban Laura y Álvaro por delante de la puerta mientras Sara no paraba de gemir y jadear, sin enterarse de nada.



Cuando terminamos, nos quedamos encima de la cama, jadeando y sudorosos. Luego, a Sara le entró frío y se tapó con la sábana y yo salí fuera a beber agua, poniéndome antes mis boxers.



Y estando en la cocina llegó Álvaro. Puso cara de flipado al verme y se puso a decir el morbo que le daba escuchar a Sara, que se había follado a Laura escuchándola y no había durado nada de lo cachondo que estaba. Que cuando el otro al que se follaba se quedaba, no gritaba así, que conmigo se desataba… Entonces se me ocurrió una idea. Le pregunté si Laura estaba despierta y me dijo que no, que dormida. Entonces le dije:​

  • Pilla esa botella de vodka y vente​


Mientras yo cogía tres vasos de chupito. Fuimos a la habitación de Sara con Álvaro sorprendido. Entramos y Sara se giró y al vernos a los dos, se incorporó con cara de ”Que coño pasa aquí”, mientras se tapaba bien con la sábana, Álvaro no la había visto desnuda por un pelo, porque le había entrado frío y se había tapado cuando yo estaba fuera. Dije:​

  • Álvaro te quiere preguntar una cosa​


Sara me fulminó con la mirada mientras Álvaro me miraba sin comprender. Puse los vasos en la mesa y dije:​

  • D: Quiere saber si gritas y gimes de esa forma porque haces teatro o no​
  • S: ¿Qué?​
  • D: Dice que con el otro que te follas no gritas así, así que no sabe si conmigo haces teatro o qué​


Sara me miró con cara de enfadada y luego miró a Álvaro. No hablaba solo miraba. Entonces dijo:​

  • S: Si vamos a hablar de sexo, llena esos vasos y me pasas uno​


Álvaro corriendo llenó los vasos y nos los dio. Sara se bebió el suyo del tirón y pidió más. Luego se recostó un poco, cuidando de que no se le viera nada y dijo:​

  • S: Primero, yo no grito​
  • D: Jajaja​
  • S: Segundo, yo no hago teatro​
  • D: ¿Y por qué con el otro eres diferente?​
  • S: No soy diferente​
  • D: Él dice que sí​


Y Álvaro asintió. Sara lo miró y dijo:​

  • S: No sé, quizás dura menos y no me da tiempo a ponerme así​
  • D: O quizás te pone menos​
  • S: Idiota​
  • D: jeje​


Entonces, Álvaro carraspeó y dijo:​

  • A: A Laura casi no se la escucha​
  • S: Laura tiene pinta de ser muy monjita​
  • A: ¿Monjita?​
  • S: En la cama​
  • A: Bueno, no te creas​
  • S: Me extrañaría​
  • A: Hace cosas…​
  • S: ¿Cómo qué?​
  • A: mmm no sé​


Álvaro me miraba nervioso. Entonces dije:​

  • D: Imagino que te refieres a que te la chupa ¿no?​
  • A: Claro, eso claro, pero no…​
  • S: ¿Entonces?​
  • A: Pues… no sé si debería contar…​
  • S: No va a salir de aquí​
  • A: Pues hace unas cubanas geniales​
  • S: Pufff, con esas tetazas, normal​
  • D: Jajaja​
  • S: Pero mira, me ha sorprendido, no lo esperaba de ella​
  • A: Ya te lo dije​
  • D: ¿Y te corres en sus tetas?​
  • A: A veces​


Sara se bebió su vaso y pidió más, que también se bebió del tirón. Entonces Álvaro dijo:​

  • A: ¿Tú haces cubanas?​
  • S: Claro, pero mis tetas son normales​
  • A: ¿Y te gusta que se corran en ellas?​


Sara me miró con guasa y dijo:​

  • S: ¿Te he puesto alguna pega alguna vez de donde te corres?​
  • D: Sí, no te gusta que me corra dentro sin condón​
  • S: No me gusta que me folles sin condón, es distinto​
  • D: Pero el resto, no, ninguna pega​
  • S: Pues ya tienes tu respuesta​


Pidiendo más bebida. Y seguimos así un rato, bebiendo y hablando de sexo, con Sara cada vez más desinhibida. Y cada vez que se movía, iba dejando ver algo más de piel, sacando fuera de las sábanas las piernas, luego sujetándose con menos firmeza la sábana contra el pecho. En ningún momento dejó ver nada, pero se intuía mucho, y Álvaro no perdía detalle. Al final, Sara dijo:​

  • S: Bueno, ya va siendo hora de que te vayas a tu cuarto​


Álvaro me miró, vi las ganas que tenía de quedarse. Sara también lo vio y dijo:​

  • S: Si tienes ganas de follar despierta a Laura, porque aquí no vas a follar​
  • A: Es que ya lo hemos hecho​
  • S: Y nosotros, pero ahora vamos a repetir​


Y Álvaro me miró como pidiendo ayuda. Estuve tentado de intentar convencer a Sara, quizás no me costaría nada, pero tampoco tenía ganas de un trio con un tío. Así que me levanté y le hice un gesto a Álvaro, que nos miró y al final se fue resignado. Cuando salió, Sara me dijo:​

  • ¿A qué juegas?​
  • A nada​
  • No, que va… ¿Quieres un trío con él o qué?​
  • No, pero sí tenía ganas de algo de morbo​
  • Pufff​
  • Vamos, que a ti no te pone hablar con él así​
  • Pséeee​


Entonces Sara soltó la sábana dejando sus pechos al aire. Se los miré y dije:​

  • ¿Ahora me vas a hacer una cubana?​
  • Si quieres....​
  • No sé, quizás quiera más darte por el culo​


Sara sonrió y dijo:​

  • Pues tendrás que ir a cogerle el lubricante a Gema​


La miré, estaba claramente con un puntazo por el vodka. Se tumbó en la cama mirándome. Me levanté y salí de la habitación. Fui a la habitación de Gema y, al buscar el lubricante, vi los juguetes de Gema y se me ocurrió otra idea. Volví y entré en la habitación de Sara cerrando la puerta tras de mí. Sara me miró y al ver lo que llevaba en la mano dijo:​

  • Yo paso de eso​
  • ¿Por qué?​
  • Pero si ya tengo lo tuyo ¿Para qué quiero un consolador?​


Había cogido un consolador de los de Gema, de tamaño similar a mi polla. Se lo enseñé y dije:​

  • Para simular a Álvaro mientras te follo el culo​


Sara me miró con la boca abierta de sorpresa y luego sonrió diciendo:​

  • Estás enfermo​


Y me acerqué a ella con el lubricante en una mano y el consolador en la otra.



SARA

Me desperté y miré la hora en el móvil, casi las cinco “Joder, que ganas de mear” pensé. Miré a Dani que dormía profundamente y me levanté, buscando una camiseta. Fui al baño y luego me eché de nuevo en la cama. Me giré para mirar a Dani y pensé en la noche que habíamos pasado, “el cabrón sabe follar, me he corrido más veces con él esta noche que con Esteban en estas dos semanas“. Le acaricié el pecho lentamente “estas muy bueno, cabrón, pero lo mejor de ti es esto“ acariciándole la polla con la yema de los dedos.



Suspiré y me giré para mirar hacia arriba. Me dolía el culo, “el muy animal se ha pasado“ pero sonreí porque había tenido un orgasmo muy raro y largo con él detrás y el consolador en mi coño “ha sido una pasada“. El jueguecito de imaginar que el consolador era Álvaro me había gustado, había sido morboso. Desde luego, Dani engañaba mucho, con lo buen chico que parece, y luego, en la cama era un pervertido total, y eso me gustaba mucho, como era en la cama. Y el orgasmo ese que había tenido, me sonaba a lo que Gema me contaba que le pasaba a ella a menudo “pues si ella siempre se corre así, menuda suerte“. Me había corrido un poco antes, y pensaba que ya quería acabar, “pero Dani no, insistió en más y me dijo de sentarme sobre el consolador, y él se puso detrás, para simular una doble penetración entre él y Álvaro, y madre mía, había sido una bestialidad“. Había sido muy salvaje ahí detrás, como me dolía, pero a la vez, como me ponía, era algo rarísimo. “De todas formas, a ver como le explico al tonto éste que un culo no es un coño, que no me puede follar así por detrás, que me va a destrozar“. Pero entonces sonreí al recordar que había sido yo la que le había dicho que me diera fuerte por el culo. Suspiré, es que no lo entendía, me dolía pero, a la vez, me gustaba, y me gustaba sobre todo si me daba fuerte.



Y Álvaro ¿Qué se traía éste con Álvaro? “Que sí, que está bueno, pero no me lo pienso follar, que la monjita me mata, eso seguro, y Álvaro no parece de los que sepan disimular”, ya había notado mosqueada a Laura con las miradas que me echaba su novio.



Cerré los ojos y pensé antes de volver a dormirme “y tampoco creo que sepa follar decentemente, es un crío, y con la monjita no habrá aprendido mucho, no merece la pena“.​
 

26



DANI

Por la mañana me desperté temprano y me fui a mi casa a ducharme y vestirme. Antes intenté despertar a Sara pero me mandó a la mierda, estaba con resaca y cansada.



Luego fui a ver a Marisa. Estaba muy nerviosa por la entrevista. Me contó que mi tío se lo había tomado muy bien, e incluso la había animado, lo cual era un alivio para ella.



En la facultad le di mi trabajo a Marta para que me lo revisara. Sabía que Marta lo leería en cuanto pudiera y sería indulgente y “delicada” conmigo, estaba tranquilo con eso. Y a media mañana me llamó Marisa para contarme que todo había ido genial y que ya le habían dicho de empezar cuanto antes, pero que se lo tenía que pensar por el horario, que era de 8 a 15. El problema eran los niños, claro. Le dije que yo me hacía cargo de llevarlos al cole, llegaría un poco tarde a la primera clase pero no pasaba nada. Lo malo es que no me podía encargar de recogerlos siempre, algunos días terminaba más tarde de lo que salían los niños. Ella se emocionó por mi ofrecimiento y me lo agradeció mucho. Lo pensaría. Estaba exultante con que la hubieran cogido del tirón.



Después de clase, comí algo y fui a casa a recoger mis cosas y a Sara. Antes hablé con Marisa. Seguía emocionada con el trabajo, como una cría. Me gustaba verla así. Me dijo que había hablado con una vecina y se podía encargar de llevar y traer a los niños, pero que le haría un gran favor si yo podía ponerles el desayuno y esperar a la vecina. Le dije que sin problemas. Luego, flojito, me dijo:​

  • Lo que no sé es cuando vamos a poder quedar tú y yo​
  • Es verdad​
  • No sé, a ver si se nos ocurre algo ¿no?​
  • Claro​
  • Pero nada de ir a tu cuarto de noche ¿eh? más locuras no​
  • Ya, ya​


Y nos miramos sabiendo que la cosa se nos complicaba mucho. Estuve unos minutos más charlando y luego fui a por Sara.



El viaje fue tranquilo porque Sara se quedó dormida enseguida, pero cuando ya quedaban minutos para llegar se despertó y empezó con sus quejas sobre la noche anterior. La dejé hablar porque no quería follones pero tras diez minutos quejándose de cosas, le dije:​

  • A ver, si tan mal te lo pasaste, no quedamos más​
  • No he dicho eso​
  • Llevas un rato solo quejándote, que si hacerte un dedo en la calle, que si el sexo anal muy bestia, que si lo de Álvaro, todo quejas… pues bien, ni te hago más dedos, ni sexo anal ni hablamos más de Álvaro si estuvo todo tan mal​
  • Pero ¿Tú ves normal todo eso?​
  • Ni normal ni anormal, son juegos, pero si no te gustan, pues vale, no se hacen más, entendido​
  • Que no he dicho eso​
  • A ver Sara ¿Te corriste en la calle?​
  • Pufff​
  • ¿Te corriste o no?​
  • ¿Te lo tengo que decir?​
  • Pues si te corriste ¿A qué viene tanta queja con eso?​
  • Porque…​
  • Porque… porque...Pues vale, no hacemos cosas así, no hay problema​
  • Que no he dicho eso​
  • Entonces ¿Qué coño me estás diciendo? No te entiendo Sara​


SARA

Suspiré indignada. No se enteraba. Le dije:​

  • Tú lo que quieres es hacer un trío con Álvaro​


Dani hizo un sonido despectivo y dijo:​

  • No tengo ningún interés de tener cerca la polla de un tío​
  • Pues me parece que sí​
  • No Sara, lo que pasa es que sé que a ti te mola, a él le molas, y vi morboso esas situaciones, y a ti también te pareció morboso, solo eso​
  • Ya (con tono de “no me lo creo”)​
  • Si hubiera querido, le habría dicho a Álvaro que se quedara ayer noche y seguro que te lo follas​
  • Una mierda​
  • Sara, que te conozco, solo necesitas un empujoncito​
  • Eres un cabrón​
  • Pero tengo razón… y con el sexo anal, pues si lo pasas tan mal, no se hace más​
  • Tampoco he dicho eso​
  • ¿No? llevas un rato quejándote que te duele el culo, que ayer fui un bruto…​
  • Y es verdad​
  • Pues eso, no se hace más, no quiero que te lo pases mal, así que no te lo hago más, apuntado​
  • No, lo que te estoy diciendo es que cuando lo hagas, no seas tan bruto​
  • ¡¡¡¡Pero si empecé lento y me gritaste que te diera más fuerte!!!! fuiste tú​
  • Te dije más rápido porque ibas muy lento, pero no me puedes follar el culo como el coño, no es lo mismo​
  • Ya, lo sé​
  • Pues dudo mucho que lo sepas​
  • ¿Entonces los gritos y gemidos eran de dolor?​
  • Gilipollas​
  • No, en serio, es que pensé que eran de placer​
  • Eran de las dos cosas, subnormal​


“Este tío no se entera, es tonto del todo”. Nos quedamos callados y lo miré. Estaba enfadado. “Quizás me he quejado demasiado”. Le dije:​

  • Para tu información, me lo pasé muy bien anoche​
  • Quien lo diría​
  • Que idiota eres​
  • Joe Sara, pero ¿Te has escuchado hace un rato? Parecía que habías pasado la peor noche de tu vida​


Lo miré flipada. Pero si era todo lo contrario, no se entera. Le dije:​

  • Fue… fueron unos buenos polvos​
  • Ya lo sé, pero es que no hay quien te entienda porque claramente ayer te dio morbazo las cosas que hicimos, tenías el coño hecho agua de lo cachonda que estabas, te corriste no sé cuantas veces, y mira ahora, solo quejándote y haciéndote la digna, no sé para que coño te tienes que hacer la digna conmigo a estas alturas…​
  • Yo no...​
  • Es que me cabrea que solo hables de lo malo, o de lo menos bueno, ya no sé que pensar ni qué hacerte, joder, dímelo claramente “No quiero que hagamos esto o aquello” y ya está, no lo hacemos más, pero si te lo hago y te veo cachonda perdida, pues imagino que te gusta, coño​


Estuve a punto de replicarle con un insulto y mandarle a la mierda, pero me quedé pensando. La verdad es que no hubo nada malo, incluso diría que no hubo nada menos bueno… quizás era verdad y me había pasado quejándome. Le dije:​

  • Mira, sobre Álvaro, dejemos las cosas claras​
  • Lo tengo claro​
  • No sé, no estoy segura​
  • Es solo jugar usándolo, no tengo ningún interés en un trío, en todo caso un trío contigo y Laura, eso sí me mola​
  • Que idiota​
  • Ya pero molaría​
  • Olvídate de eso, la monjita no va por ahí​
  • No imagino a una monjita haciendo cubanas​
  • Jajaja, bueno, quizás no sea tan monjita​
  • Pues eso, que no tengo ninguna ganas de verle la polla a Álvaro​
  • Bien, yo tampoco tengo ganas de líos en casa​
  • Vale, aclarado​
  • Bien​


Se quedó callado y pensé en Álvaro. Me puso mucho el juego con él pero eso, ni de coña iría a más, tonteo y fantasía, en eso se quedaría. Entonces dije:​

  • Y no me importa que lo usemos como fantasía, pero sin pasarse ¿eh?​
  • Sin pasarse…​
  • Que no me vea el culo como ayer estuviste a punto de hacer​
  • Vale​
  • Y con el sexo anal… mmm​
  • ¿Qué?​
  • Sé más cuidadoso​
  • Lento​
  • No, lento no que aburre​
  • ¿Entonces?​
  • No soy Gema, mi culo no está acostumbrado a esas cosas​
  • Ya​
  • Mañana cuando me lo hagas, te iré diciendo​
  • ¿Mañana?​
  • Claro, hemos quedado en que vienes ¿no?​
  • Sí, pero ¿Quieres sexo anal?​
  • Seguro que quieres​
  • Ya tuve ayer, pensaba que no querrías por una temporada​
  • Bueno, no sé… me he traído el lubricante de Gema​
  • ¿Sí?​
  • Claro, eso sin lubricante tiene que ser una tortura​
  • Jajaja​
  • Y se ríe el idiota​
  • No, si tienes razón, pero me hace gracia que te lo hayas traído​
  • Que remedio​


La verdad es que lo había dudado, pero lo había metido en la mochila por si acaso, me espantaba que me lo pidiera a pelo, sin nada que lubricara. Si no lo hacíamos, mejor, me dolía el culo aunque tampoco sería un problema si lo hacíamos. Entonces Dani dijo:​

  • A ver, Sara, el sexo anal no es imprescindible, si no te apetece, no se hace
  • Ya
  • Pues eso, no te sientas obligada
  • ¿Qué? ¿Obligada? ¿Te crees que me vas a obligar a algo?
  • No es eso, es…
  • Si estamos los dos a tono, pues bien, y si no, nada
  • Vale, vale


DANI

La escuchaba y no estaba sorprendido del todo, Sara diciendo cosas diferentes a las que pensaba en realidad, siempre igual, dos fachadas. Seguimos hablando pero ya de buen humor, sin quejas ni malos rollos. Al rato la dejé en su casa con la promesa de volver al día siguiente.



Me fui a mi pueblo y esa noche leí el trabajo de Marta y, al terminar, pensé “claro, le voy a corregir yo muchas cosas... está perfecto, como siempre“. Le mandé un correo felicitándola y solo le puse que uno de los apartados chocaba con uno de los míos, pero que ya lo corregiría yo en el mío. Al momento me respondió diciendo que no, que lo teníamos que hablar entre los tres. Cerré el portátil y me fui a dormir, tenía sueño por la noche anterior con Sara.



El sábado fue otro día intenso de trabajo. Acabé reventado y con pocas ganas de coger el coche e ir al pueblo de Sara, ni siquiera la perspectiva de un buen polvo me animaba, pero ya había quedado con ella y no me podía echar atrás.



La fiesta me resultó aburrida al principio, todos se conocían entre ellos menos yo, pero luego con las bebidas me fui animando. Sara también se animó mucho y, con la bebida, se le fue la lengua y eso que dicen que los borrachos solo dicen verdades, pues a Sara le pasó y dejó su fachada conmigo y me confesó que yo follaba mucho mejor que Esteban, que no era malo pero prefería follar conmigo. Lo malo es que bebió demasiado, tanto que la tuve que llevar en brazos a la cama donde se durmió al instante.



Esa noche dormíamos en la casa del novio de Yoli, la amiga de Sara. Los padres no estaban así que hubiéramos podido follar sin problemas pero tal como estaba Sara, ni de broma íbamos a follar. Me tumbé a su lado pero no conseguía dormir, también había bebido bastante y estaba aún alterado.



Me levanté con intención de salir fuera, al jardín, era un chalet con piscina. Pero al pasar por un dormitorio, vi algo que hizo que me parara. Vi a Yoli a cuatro sobre la cama, chupándosela al novio que estaba tumbado boca arriba gimiendo. Los dos desnudos y con la luz apagada, pero se veía bastante. Tenían la puerta solo entornada y me quedé mirando, de nuevo mi vena de mirón podía conmigo.



La mamada solo duró un par de minutos, luego ella se puso encima y empezó a cabalgarlo. Y cuando empezó me vio, pero no paró. Lo malo es que el chaval se corrió enseguida, ni treinta segundos duró, y era una pena, Yoli tenía un buen par que era una delicia verlos moverse con su cabalgada. En cuanto escuché los gemidos de él corriéndose, me fui. Cogí un vaso de agua y salí fuera, sentándome en una de las sillas del jardín. Me zumbaban los oídos y así no iba a dormir.



Cerré los ojos a ver si me iba calmando y entonces escuché la puerta corredera del jardín, alguien salía de la casa. Miré y vi a Yoli viniendo hacia mí. Llevaba un escueto camisón blanco, prácticamente transparente. Paró frente a mí. La miré y luego miré su cuerpo. Se le veía todo, las tetas y el coño, que tenía bastante velludo, el camisón tapaba pero con las transparencias dejaba ver todo. Yoli tenía un buen par y estaba algo rellenita, no era mi tipo, pero me puso. Pensé “Ufff, esta se ha quedado con ganas de más“. Entonces se sentó y dijo:​

  • Eres un mirón​
  • Lo siento, estaba la puerta abierta​
  • Y claro, tienes que mirar​
  • No he podido evitarlo​
  • Ya ¿Y?​
  • ¿Y qué?​
  • ¿Te ha gustado?​
  • Demasiado rápido​


Ella hizo un gesto de resignación y dijo:​

  • Sí, es rápido... demasiado​
  • ¿Duerme?​
  • Sí​
  • ¿Y tú no tienes sueño?​
  • Como tú, me parece​


La miré sin decir nada. Ella continuó:​

  • Creo que no tienes sueño porque te has quedado sin polvo y yo con ganas de terminarlo​


Y me miró. Sabía que debía irme, aquello solo eran problemas y la chica no los merecía, pero el alcohol y el haberla visto follando y ahora casi desnuda, me retenía en la silla. Yoli dijo:​

  • Sara dice que eres bueno en la cama​
  • Ella también lo es​
  • Mi novio dice que la chupa de pena, que yo la chupo mucho mejor​
  • Jajaja, no sé, eso sería antes, ahora lo hace muy bien​
  • Yo mejor, seguro​


Y entonces se echó al suelo, entre mis piernas y acarició mi paquete. Volví a pensar que aquello era mala idea pero no me podía levantar. La chica me bajó la cremallera y metió la mano dentro, sin dejar de mirarme y sonreír. Entonces, rápidamente, me desabrochó el pantalón, tiró de él para abajo, luego mis boxers, saltando mi polla erecta. Yoli se quedó mirándola y sonriendo dijo:​

  • Que hija de puta la suerte que tiene​


Entonces me lamió el tronco. Pensé en Sara, le estaba haciendo una putada, no por ponerle cuernos que no lo sentía así, sino porque se suponía que era su novio y para la amiga era como estar poniéndole los cuernos. Sabía que esto surgiría algún día, cuando se pelearan y Yoli se lo echara en cara para herirla, pero aunque sabía que era una putada para Sara y estaba siendo un cabrón, seguía sin poder moverme mirando como Yoli me lamía la polla, aún sin metérsela en la boca. Y me cabreé un poco, conmigo y con ella, era una cabrona haciéndole eso a la amiga. Le dije:​

  • Cómeme los huevos​


Yoli ni se lo pensó y primero me los lamió y luego me los chupó. Me relajé y miré hacia arriba, sintiendo su lengua. Entonces me fijé en la fachada de la casa y que una de las ventanas era de la habitación de ellos. Le dije:​

  • Tu novio nos puede ver​


Yoli ni se inmutó, siguió lamiendo y chupando. Le dije de nuevo:​

  • Esa ventana es de tu habitación ¿no? mejor nos vamos a otro sitio​


Siguió sin hacerme caso. Entonces le dije:​

  • ¿Qué pasa? quieres que mire y aprenda​
  • No estaría mal​
  • Vale, pues bien, que se joda y aprenda a follar​


Y entonces sí se metió mi polla en su boca y comenzó a chupar con ansia. La dejé un rato, disfrutando. Era verdad que sabía chuparla. Al rato le quité el camisón. Le cogí la tetas y se las apreté, tirando de sus pezones. Le dije:​

  • Hazme una cubana​


Paró de chupar y me miró con extrañeza. Le dije:​

  • Que me masturbes con las tetas​
  • Ah​


Se incorporó un poco y metió mi polla entre sus tetas. No sabía hacerlo, tenía tetas para eso pero se notaba que era algo que no solía hacer. La levanté y yo con ella y le apreté las tetas, jugueteando con sus pezones que estaban muy duros. La chica se estremecía y gemía, demasiado alto. Le dije:​

  • Calla, que los vas a despertar​
  • Que se jodan, fóllame​
  • Aquí no​
  • Sí, aquí​
  • Vamos dentro​
  • No, aquí​


La chica no pensaba mucho, estaba alterada y cachonda. Miré a mi alrededor y vi una caseta donde guardaban las tumbonas y demás cosas de la piscina. La llevé allí y la puse contra la pared. Le acaricié el coño y le dije:​

  • Tu novio se ha corrido dentro de ti​
  • Sí​
  • Y no te has limpiado​


Titubeó y no respondió. Le dije:​

  • No pienso comértelo así de sucio​
  • ¿Lo comes?​
  • Sí, pero a ti no​
  • Cómemelo, por favor, él nunca lo hace​
  • ¿Tu novio no te come el coño?​
  • No, no le gusta​
  • Pues yo no te lo voy a comer, eres una guarra, no pienso comer un coño con la corrida de otro​


Le metí dos dedos en la boca y ella los chupó con ansia. Luego se los metí en el coño, me daba un poco de asco pero bueno, ya me los limpiaría después. Yoli jadeaba con mis dedos, muy cachonda. Intentó besarme pero ni siquiera me apetecía eso con ella y le comí las tetas. La tía cada vez hacía más ruido y le tapé la boca hasta que se corrió. Luego le volví a meter los dedos en la boca para que me los limpiara y ella los chupó sin problema. Entonces le dije:​

  • No pienso meter mi polla en un coño lleno de leche de otro​


Yoli me miraba totalmente cachonda y gimoteó con mis dedos en su boca. Se los saqué y le pregunté:​

  • ¿Tu novio te da por el culo?​
  • ¿Qué?​
  • Que si lo hacéis por detrás​
  • A… a veces​
  • Pues te voy a follar por ahí​


Me miró con los ojos muy abiertos pero no dijo nada. Le dije:​

  • Gírate y dame tu culo​


Y ella obedeció, girándose e inclinándose un poco en la pared para sacar su culo. El problema era que sin lubricante iba a dolernos a los dos, estaba seguro pero entonces ella dijo:​

  • Ahí hay aceite​


Señalando hacia unas botellas. Cogí y me eché bastante y se la fui metiendo poco a poco, con ella gimoteando y jadeando, pero sin pararme en ningún momento. Cuando tuve la mitad dentro, empecé a moverme y ella daba pequeños gritos. Le dije que se mordiera el brazo para apagar sus gritos y que se tocara. Le puse una mano en su cadera y con la otra le cogí una teta y la follé rápido. Yoli gritaba contra su brazo pero no paraba de tocarse y pronto le llegó otro orgasmo. Se la saqué y ella se derrumbó en el suelo, jadeando y con los ojos cerrados. Luego me miró desde abajo y le dije:​

  • Me voy a correr en tus tetas​


Ella se incorporó un poco, me cogió la polla y se la metió en la boca, sin importarle donde había estado antes metida ni el aceite. La chupó con ganas y cuando vio que me iba a correr, apuntó a sus tetas donde me corrí.



La ayudé a levantarse y busqué algo para que se limpiara pero ella fue hacia las sillas, cogió su camisón y entró en la casa. Me subí los pantalones y me volví a sentar. Había sido una locura pero había estado bien. A ver que pasaba ahora. Al rato me fui al baño, me limpié y me acosté. Ni me di cuenta cuando me dormí.



A la mañana siguiente me desperté muy temprano gracias a la alarma de mi móvil. Sara protestó pero siguió durmiendo. Me levanté, me vestí y me fui, tenía que estar temprano donde mi padre y Sara lo sabía, ya se lo había dicho la noche anterior.



Al mediodía me escribió Sara, que Yoli la acababa de despertar, que sentía mucho haberse emborrachado tanto, que durante la semana lo haríamos,… Estuvo un rato disculpándose y yo sintiéndome mal, si ella supiera. Sabía que por ahora Yoli se lo callaría, no le convenía que se supiera, pero veríamos cuanto tiempo permanecía esto en secreto.



Esa tarde-noche volví al pueblo a recoger a Sara. Allí me encontré con Yoli pero no nos dijimos nada. Me dio un par de besos de despedida y ya está, todo normal. Sara estuvo todo el viaje disculpándose y hablando sin parar, cosa que me venía bien para no dormirme, estaba cansado de la noche anterior y del palizón de ese día con el trabajo.



Sara quería que folláramos esa noche para compensarme por la anterior noche pero yo no estaba para eso, quería llegar, comer y a dormir. Y además estaba cabreado conmigo mismo por lo de Yoli. Pero Sara no entendía que yo había estado todo el día trabajando moviendo cajas de un lado para otro mientras ella estaba tumbada en la piscina recuperándose de su resaca, y ahora estaba fresca y con energía mientras yo estaba reventado. Y obviamente no sabía nada del sentimiento de culpabilidad tan grande que yo tenía en ese momento. Y siguió insistiendo, insistiendo, y al final exploté y le conté lo de Yoli, no podía dejármelo dentro, y en cuanto lo dije, me arrepentí, vi que le hizo daño, y no buscaba eso, buscaba sentirme yo mejor.



Sara se calló de golpe. Me miró. Yo la veía de reojo, sin apartar la vista de la carretera. Dijo:​

  • ¿Eso es verdad?​
  • Sí, lo siento, estaba borracho, ella también y…​
  • QUE HIJOS DE PUTA, QUE HIJOS DE PUTA (gritando dentro del coche)​


Se puso echa una furia, intenté excusarme, tranquilizarla pero nada, no paraba de insultarme y a Yoli, menudo cabreo cogió. No intenté justificarme con que no éramos novios porque sabía que la había traicionado con su mejor amiga. Ella decía cosas como:​

  • PUTA MIERDA DE TÍOS, SOLO PENSANDO CON VUESTRAS MIERDAS DE POLLAS​
  • A ESA LE SACO LOS OJOS, PEDAZO DE PUTA​


Y cosas así. Tras un buen rato gritando, se calló, se giró en el asiento y se pasó el resto del viaje mirando fuera. La había cagado bien, pero bien, bien.



Quedaba poco para llegar pero fue muy tenso, los dos en el coche, todo silencio, muy mal ambiente… Cuando llegamos al fin y aparqué, Sara salió, cogió sus cosas y, antes de irse, me miró y dijo:​

  • No me vuelvas a hablar en tu puta vida, cabrón de mierda​


Y se fue. La miré mientras pensaba si a veces era mejor mentir o ser sincero, porque tenía que reconocer que lo había contado para intentar sentirme mejor, no por ella, y el resultado era que me sentía aún peor y a ella la había jodido pero bien.


27



DANI

Empezaba una semana que iba a ser jodida. Lo primero, la cagada monumental con Sara pero eso ya no tenía remedio y, aunque Sara podía ser insoportablemente superficial, no era mala chica y me sentía fatal por ella, había sido un cabrón, estaba claro que en cuanto una tía se me ponía a tiro, mi cerebro desaparecía.



Lo segundo, Marisa. Con su nuevo trabajo, el sexo con ella casi que se acababa, no veía forma de seguir acostándonos sin jugárnosla.



Lo tercero, Marta. La noche anterior me había escrito que nos teníamos que reunir los tres para finiquitar el trabajo y que ellas se adaptaban a mí, al horario mío y lo que fuera, pero que nos teníamos que reunir juntos. Esto me desquiciaba y no veía la forma de librarme.



Lo cuarto, Gema. Necesitaba hablar con ella, verla, acostarme con ella, pero se había pillado una semana de vacaciones y estaba con Lily desde el viernes hasta el domingo siguiente. La noche anterior había intentado contactar con ella para contarle lo de Sara pero no había respondido ni leído el mensaje. Me imaginaba que andaba en su mundo con Lily.



Antes de irme a la facultad me tomé un café con Marisa. Me dijo que en un rato llamaría para aceptar el trabajo y que estaba de los nervios. Charlamos un poco y me fui.



En la facultad todo normal. Por la tarde nos quedamos en la biblioteca. Estaban Ale y Jorge a lo suyo pero Charo y Marta se sentaron conmigo. Intenté que Charo se quedara en el medio de los tres, pero al final me tuve que sentar al lado de Marta para concretar ese capítulo que ambos habíamos escrito pero de forma diferente. Y mientras Marta hablaba y modificaba el texto en el portátil, yo no podía dejar de fijarme en ella. Ese día iba especialmente guapa, con el pelo suelto, sin gafas y un vestido con una falda que, sin ser minifalda, al sentarse, dejaba ver bastante muslo. Y lo peor, su olor, la tenía tan cerca que la olía perfectamente, su pelo y su piel, y me tenía malo.



No sé ni como aguanté tanto tiempo al lado suya. En cuanto pude, me fui. Me trastornaba muchísimo y me jodía que me trastornara. Ese día le tuve que parecer lelo total porque me tenía que repetir todo varias veces, no conseguía dejar de pensar en ella. En casa, cené con mis tíos y Marisa nos contó que empezaba a trabajar al día siguiente, que era una sustitución por embarazo y que la chica podía darse de baja en cualquier momento así que les corría prisa. Le habían dicho que al día siguiente fuera para conocer a la chica y empezar a traspasarle las cosas. Estaba emocionada y me sorprendió ver a mi tío animándola. Le pregunté si al día siguiente me hacía yo cargo de los niños por la mañana y me dijo que no, que ese día empezaría un poco más tarde pero que a partir del siguiente día sí lo iba a necesitar.



Esa noche, me acosté intranquilo y me hice una paja viendo videos guarros en internet, pero, cuando estaba a punto, me acordé de Marta, sus piernas, su olor, y me corrí pensando en ella. Me cabreé y me dormí pensando “deja ya de pensar en Marta, idiota”.



MARISA

“Venga niños, dejad de gritad y terminad el desayuno, que ya mismo nos vamos” les dije a mis hijos mientras pensaba “No sé si voy a echar de menos estas cosas… imagino que sí”.



Entonces vi llegar a Dani. Se me acercó, me dio los buenos días y dos besos y, al oído me preguntó:​

  • ¿Te vas ya al trabajo?​
  • No​
  • ¿Da tiempo a…?​


Sonreí, era justo lo que le iba a pedir, un polvo que a saber cuando podríamos echar otro. Le dije:​

  • Sí, así me relajo​
  • ¿Te relajas?​
  • Claro, unos cuantos orgasmos me dejarán más relajada jajaja​


Se sentó y le puse un café. Charlamos un poco y luego me fui con los niños. Volví casi corriendo y solo entrar, Dani me besó, me desnudó y me llevó a mi dormitorio donde me folló como él sabe hacerlo. Cuando terminamos, me quedé boca arriba, exhausta y jadeando. Y pensé “Esto sí que lo voy a echar de menos”. Dani me pasó papel para limpiar su corrida que se me salía del coño. Luego, se tumbó a mi lado y, girado hacia mí, me acarició el vientre. Lo miré y dijo:​

  • Como voy a echar de menos esto, Marisa​
  • Jajaja, justamente eso estaba pensando​
  • Va a ser una putada​
  • Pufff, imagina para mí, que tú tienes tus ligues, pero yo no follo si no es contigo​
  • Y con Gema​
  • Con Gema es anecdótico​
  • Pero te gusta​
  • Sí, pero no es lo mismo que contigo​


Entonces Dani se puso también boca arriba y suspiró. Le pregunté:​

  • ¿Qué pasa?​
  • Nada, estaba pensando en eso de mis ligues​
  • ¿Ha pasado algo?​


Y me contó su fin de semana. Se le notaba agobiado con eso, y que se sentía mal por la chica a la que había engañado. Me preguntó que opinaba y le dije:​

  • Ufff, está feo lo que has hecho​
  • Sí​
  • Acostarte con la amiga es un desprecio muy grande​
  • Joe, pero es que estaba borracho, y yo no lo busqué​
  • Ya, pero aún así...​
  • ¿Y me debería haber callado?​


Lo pensé y le dije:​

  • Sí​
  • ¿No es mejor ser sincero?​
  • A ver Dani, míranos a nosotros, lo que le hacemos a tu tío es horrible ¿Te ves contándoselo?​
  • No, claro que no​
  • Pues eso, hay cosas que mejor no contarlas​
  • Ya pero es que al final se iba a enterar​
  • Pues si se entera, a apechugar, pero mientras tanto ¿para qué hacerle daño?​
  • No sé si lo veo como tú​
  • Piensa en tu tío, ni te planteas contarle esto, y esto es muuuuucho peor que lo de tu amiga​
  • mmmm​


Nos callamos pensando cada uno en ellos. Al rato dijo:​

  • ¿A qué hora tienes que estar en la oficina?​
  • A las once​
  • ¿Da tiempo a otro?​
  • Puede, depende de cuando te animes​
  • Pues eso depende de ti jeje​


Me incorporé y le dije:​

  • Mmmm creo que algo podré hacer​


DANI

Miré la cara de viciosilla de Marisa mientras decía eso. Me puse cachondo aunque aún era demasiado pronto para que se me pusiera dura. Marisa me empezó a besar por el cuerpo y luego bajó a mi algo morcillona polla. La besó pero sin chuparla. Siguió hasta mis huevos que lamió con delicadeza y luego, abriéndome las piernas y subiendo una, me lamió el ano.



Paró y me miró con vicio. Se chupó un dedo y empezó a moverlo por mi ano. Lo fue metiendo poco a poco mientras me lamía los huevos. Gemí sin querer, notando como mi polla se endurecía aunque me dolían un poco los huevos. Marisa comenzó una mamada lenta mientras movía su dedo. En pocos segundos había pasado de una polla flácida a estar a un tris de correrme. La dejé y luego le dije de ponerse encima, en un 69.



Le comí el coño con ansia. Sabía a semen, me había corrido dentro de ella y, aunque algo se había limpiado, se notaba, pero no me daba asco, al revés, me puso más esa guarrada. Seguimos un rato así pero luego ella se incorporó, se echó sobre mí, me besó y me dijo al oído:​

  • Quiero que me folles duro, que me insultes y me azotes​


Y eso hice, la llamé puta, le pegué con la mano en el culo, la follé duro, por el coño y por el culo mientras ella gritaba y se corría. Y cuando ya estaba a punto de terminar, ella dijo:​

  • Córrete en mi cara de puta​


Y eso hice, culminando un polvo salvaje y duro. A saber cuando tendríamos otro igual.



Me incorporé para ir por una toalla. La miré, tumbada boca arriba, respirando entrecortadamente, con la cara llena de leche, pero sonriendo. Se limpió y dijo:​

  • Bueno, ahora sí que voy a ir contenta al trabajo jaja​
  • Jeje​
  • ¿Qué hora es?​
  • Las diez y veinte​
  • Mierda, que no llego… me ducho y me visto, que voy a llegar tarde el primer día, que desastre​
  • Yo te llevo​
  • ¿Sí? Gracias Dani​
  • Gracias a ti, preciosa​


Y me fui a mi cuarto a vestirme. Luego salimos medio corriendo pero llegó diez minutos antes de las once. La vi entrar en el edificio con la sensación de que se acababa una historia.​
 

28



DANI

El resto de la semana pasó sin nada reseñable. Marisa ya estaba con su trabajo, por las mañanas me encargaba de hacer el desayuno a los niños y esperaba a que los recogieran para llevarlos al cole. Luego, la facultad donde evitaba a Marta pero de una forma sutil. Y las tardes estudiando y haciendo deporte, desde el verano me había aficionado a salir a correr.



De Sara no supe nada, como era lógico. Ese jueves salí e intenté ligar, pero nada, siempre había sido un desastre en eso de ligar para un rollo de una noche y seguía igual. Lo intenté varias veces pero todas pasaron de mí. Otra cosa que añadir a mi desánimo general.



Y el finde a trabajar como un borrico y con pocas ganas de empezar la semana. Encima, al fin conseguí hablar con Gema, le conté todo y me dijo que muy mal, que me entendía pero muy mal lo de la amiga de Sara y encima contárselo, que primero debería haber hablado con ella (Gema) para ver qué hacer, pero muy mal el contárselo de sopetón, que esas cosas hay que meditarlas y, si al final se cuentan, hay que hacerlo con tacto. Esto no me ayudó en nada a animarme aunque era cierto. Y para rematar, me dijo que esa semana que empezaba no estaría, que estaba de viaje por el trabajo. De desastre en desastre.



Y la semana transcurrió como esperaba, igual que la anterior pero ya sin sexo con Marisa ni con nadie, me había quedado sin folla amigas, tenía que replantearme las cosas.



El jueves salí con intención de ligar, necesitaba echar un polvo. Empezaría con el listón alto pero sabía que iba a ir bajándolo con los sucesivos rechazos que esperaba recibir. Salí con unos amigos, todos con la misma intención de ligar. En el bar, uno de ellos dijo que había visto un grupo de chicas en una mesa, que les entráramos, que había alguna que estaba buena. Fuimos y, para mi sorpresa, eran Laura y sus amigas. Me tuve que reír porque estaban dos parejas de chicas lesbis, Bego y Laura. Ahí no había nada para mis amigos, pero con Bego yo sí tenía una oportunidad. Había pensado más de una vez en llamarla pero al final había pasado.



Nos sentamos con ellas a hablar y nos lo pasamos bien, sobre todo yo viendo a mis amigos intentar ligar con las lesbianas o Laura mientras yo me dedicaba a Bego. Les pregunté donde estaba Álvaro y me dijo Laura que en casa de sus padres. Intenté centrarme en Bego, necesitaba echar un polvo y era mi mejor opción, pero Laura me cogió del brazo y dijo:​

  • Voy a salir fuera a fumar, ven que tenemos que hablar​


La miré extrañado y salí con ella. Laura, sin muchos rodeos, me pregunté:​

  • ¿Qué le has hecho a Sara?​


Inspiré profundamente y, no sé porqué, le conté todo. Laura me escuchó y esperaba una bronca pero estuvo comprensiva. Dijo que mal lo de acostarme con la amiga pero no lo veía tan terrible, que al final y al cabo, no éramos pareja, solo folla amigos. Me sorprendió que no se pusiera de parte de Sara al 100%. Esto no quiere decir que ell me disculpara, me dijo que me había portado como un cabrón pero que no le parecía tan terrible como Sara lo pintaba. Le pregunté por Sara y me dijo que mejor no hablara con ella durante un tiempo. Luego cambió de tema y volvió a decirme de posar. Me reí y le dije que no estaba de humor para eso. Volvimos dentro y seguí con mi intento de ligar con Bego que, tonteaba, pero no me dejaba seguir.



Al final, las chicas se fueron y nos dejaron con las ganas. Nos fuimos a otro bar y empecé a coleccionar rechazos de chicas. Durante una hora le entraría como a cinco chicas y ni una quiso algo. Estaba ya pensando en irme cuando recibí un mensaje. Era Laura. Me decía:​

  • Me dice Bego que vengas​
  • ¿A dónde?​
  • Al bar donde estamos​
  • ¿Para qué?​
  • Quizás tengas suerte esta noche​
  • ¿Sí? Pero si antes ha pasado de mí​
  • Estamos en el bar donde trabaja la novia​
  • Coño ¿Y quiere que vaya?​
  • Sí, lo mismo la conoces… y bien conocida jajaja​


Me quedé mirando el texto ¿Me estaba diciendo que Bego quería un trío con su novia? Joder, como había cambiado la noche de repente. Le pedí las señas del bar y me fui rápidamente para allá.



Entré en ese bar que no conocía y lo primero que vi fue a una de las parejas lesbi amigas de ellas, dándose el lote abrazadas mientras bailaban. Me adentré y entonces vi a Bego y Laura bailando. Me acerqué a ellas que me rodearon y se pusieron a bailar alocadamente conmigo. Luego, Bego se me pegó y me dijo al oído, que escuché claramente a pesar del ruido:​

  • Estamos cachondas, lo mismo esta noche tienes suerte​


La miré sonriendo. Intenté besarla pero me esquivó riendo. Le pregunté por su novia y Bego señaló a la barra. Tenía ganas de conocerla, al fin y al cabo, me iba a acostar con ella. En la barra había varias chicas y le pregunté a Bego cual era pero siguió bailando ignorándome. Miré a Laura que bailaba. Las dos estaban colocadas. Pasé de Laura y me centré en Bego, pero estaba juguetona y se dejaba agarrar por la cintura pero nada más, me esquivaba cada intento. Estaba cada vez más frustrado pero intenté calmarme, había que ir con tiento y cuidado.



Entonces Bego desapareció. La busqué y nada, no la veía. Me acerqué a Laura y bailé con ella. Le pregunté al oído:​

  • ¿Dónde está Bego?​


Laura alzó los hombros como diciendo que ni idea, y siguió bailando, como en trance. Seguí buscando a Bego y, al no verla, le volví a preguntar otra cosa a Laura:​

  • ¿Cuál es la novia de Bego?​


Laura me miró unos segundos y luego, señalando con la cabeza a la barra dijo:​

  • La rubia del pelo corto​


Miré y vi que era una chica muy normalita y con mucha pinta de lesbiana. Pero tenía un buen par y me entraron más ganas aún del trío. La cosa prometía. De repente, Laura se pegó a mí, noté sus pechos contra mi y pensé “Joder, esta sí que tiene un buen par”. Laura me dijo al oído:​

  • ¿Te gusta?​
  • Sí, no está mal​
  • Es lesbiana​
  • Lo sé​
  • No creo que te la puedas follar​


La miré sin comprender. Ella rio y dijo:​

  • Lo mismo solo miras como follan entre ellas​
  • No me jodas​
  • Jajaja​


No sabía si estaba de broma o qué. Seguí buscando con la mirada a ver si veía de una puta vez a Bego y aclaraba de qué iba eso. Solo mirar no entraba en mis planes. Entonces me di cuenta que Laura seguía pegada a mí, totalmente, con la cabeza en mi pecho y abrazándome mientras se mecía bailando. Me quedé sorprendido. Y, de pronto, apareció Begoña a nuestro lado. Laura se separó y se abrazó a Bego para bailar juntas. Quise preguntarle a Bego a qué jugaba pero se puso a hablar con Laura al oído. Se rieron las dos y Laura negó pero se reía. Entonces Bego siguió y vi claramente como Laura le dijo “estás loca”. Eso no lo pude escuchar pero lo vi en su expresión. Bego se rio fuerte y asintió. Entonces me miró y dejó a Laura y se puso a bailar conmigo.



Aproveché para preguntarle:​

  • ¿Esto de qué va?​
  • ¿El qué?​
  • ¿Vamos a hacer un trío?​
  • ¿Quién?​
  • Tu novia, tú y yo​
  • Mmmm​
  • ¿Tu novia folla con tíos?​
  • No​
  • ¿Entonces?​
  • Se pueden hacer otras cosas ¿no?​
  • ¿Veros follar y calentarme para luego no hacerme nada? creo que paso​
  • Jajaja​
  • No te rías, que ya tengo calentón​
  • Tranquilo, algo se te hará​


Y siguió bailando. Me estaba poniendo como una moto tanta tontería, eso lo tenía que confesar, pero a la vez me tenía frustrado porque no se dejaba besar ni casi tocar. Entonces Bego cogió de la mano a Laura y la arrimó con nosotros, y bailamos los tres pegados un rato. Luego se separó y Laura se volvió a pegar a mí.



Bego bailaba sola a un metro y la miré, tendría que ser ella la que estuviera así de pegada y enrollarnos de una puta vez. Le hice un gesto de que se acercara pero negó con la cabeza y, entonces, señaló a Laura con la cabeza. No lo comprendí y ella volvió a señalarla y se fue. Pensé “¿pero qué coño pasa aquí?”. Miré a Laura que se mecía pegada a mí, con su cabeza en mi pecho. Y entonces se me ocurrió “¿Bego me dice que ataque a Laura?”. Tenía mis manos en su espalda, las bajé despacio y le agarré el culo. Laura levantó la cabeza y dijo:​

  • Tienes las manos un poco largas ¿no?​
  • Es que tienes un culo precioso​


Laura me miró sin hacer ningún gesto y entonces noté como ella me agarraba también el culo y decía:​

  • El tuyo tampoco está mal​


Entonces volvió a apoyar su cabeza pero ninguno dejamos el culo del otro. Estaba alucinando “pero ¿Esto qué es?”. Busqué a Bego con la mirada pero sin verla. Decidí dar un paso más y subí una de mis manos y le agarré una teta. Laura no dijo nada. Se la acaricié con cuidado, por encima de la ropa. Era grande, en efecto, y muy agradable de tocar. Noté que se me ponía dura, y tal como ella estaba, también lo tuvo que notar, pero no dijo nada ni se apartó, siguió meciéndose.



Estaba flipándolo. Entonces Laura abandonó mi culo con una de sus manos y pensé que me iba a quitar la mía de su teta, pero no, lo que hizo fue desabrocharme algunos botones de la camisa y pegar su cara directamente a mi pecho. Luego me volvió a agarrar el culo.



Era hora de otro paso, le aparté el pelo del cuello y la besé. Laura se dejó, pero cuando intenté besarla en la boca, se apartó. Lo intenté de nuevo y esta vez se apartó del todo. Pensé que ya se había acabado todo y dijo:​

  • Eso no, nos pueden ver y aquí puede haber gente que conoce a Álvaro​


Me quedé sorprendido, nos estábamos sobando pero un beso no “¿A qué jugaba Laura?”. Entonces Laura dijo:​

  • Voy a salir a fumar​


Y se fue. Me quedé sin reaccionar, mirándola irse y pensando “¿Ya está? ¿Me calienta a tope y ahora se va?”. Busqué de nuevo a Bego sin verla. No sabía que hacer ¿Intentaba algo con Laura? lo veía difícil y problemas para futuro. Prefería algo más simple como Bego pero Laura me había puesto a mil. Titubeé y me acordé de mi cagada con la amiga de Sara, esto no estaba bien. Miré otra vez por si veía a Bego y al final salí. Vi a Laura fumando sola, apoyada contra una pared. Me acerqué y le dije:​

  • Lo de antes…​
  • ¿Qué?​
  • ¿Qué ha sido?​
  • Estábamos bailando​
  • Ya pero…​
  • Estoy colocada​
  • Ya, se nota​
  • Ven​


Y tiró el cigarrillo y me cogió de la mano para acercarme. Y fue ella la que me besó, directamente con lengua, buscando la mía. Nos liamos en un fuerte morreo y sobeteo de ambos. No me podía creer como estaba de salida Laura. Cuando paramos para recuperar aliento, yo ya había olvidado que aquello era una mala idea y le dije:​

  • Vamos a mi casa​
  • No vamos a follar​
  • ¿Por qué?​
  • No le voy a poner los cuernos a Álvaro​


Me quedé alucinado y entonces lo que estábamos haciendo ¿Qué era? Laura me volvió a besar y seguimos durante un rato. Volvimos a parar y dijo:​

  • Pero te hago una paja si quieres, no te voy a dejar con esto así​


Moviendo su pierna sobre mi paquete que estaba abultado. Le dije:​

  • ¿Solo una paja?​
  • Sí, solo eso​
  • Mejor una mamada​
  • No, eso no… o paja o nada​
  • ¿Aquí?​
  • No, vamos a tu coche, a ver donde está y si eso, ahí​


Y se apartó de la pared y de mí. La veía encendida, cachonda, pero aparentando tranquilidad y normalidad. Iba con unas botas de tacón negras, pantys, falda holgada y blusa ajustada. Estaba sexy y estaba muy buena. La miré fastidiado por no poder follármela, pero era verdad que quedarme así era una mierda. La llevé a mi coche. Ella miró alrededor y decidió que estaba suficientemente apartado. Entramos en la parte de atrás y nos volvimos a enrollar mientras ella me desabrochaba el pantalón y yo me movía para bajármelo así como el boxer. Paró el morreo y me miró la polla, diciendo:​

  • Me gusta​


La agarró y comenzó a pajearme mientras me volvía a besar. Aproveché y le metí la mano debajo de la blusa y me dejó meterle mano en las tetas. Pero cuando fui a meterle mano abajo, me apartó. Paró la paja y se recompuso un poco. Estaba claramente acalorada y cachonda, aunque seguía queriendo aparentar frialdad. Dijo:​

  • Espera​


Y se inclinó sobre mi polla. Pensé que me la iba a mamar pero su pelo la cubría. Se lo aparté y vi que lo que estaba haciendo era echar saliva sobre mi polla para mover mejor la mano. Volvimos a morrearnos y ella continuó la paja. Iba a durar poco, lo notaba. De nuevo paró, y repitió lo de la saliva. Le aparté el pelo para verlo, me ponía. Vi como le colgaba un hilillo desde la boca a mi polla. Cuando ella se iba a apartar, lo vio y sacó la lengua para cortarlo. Y entonces me miró, aún inclinada, casi pegada a mi polla. No supe descifrar esa mirada de un par de segundos. Luego miró mi polla y sacó de nuevo la lengua, y lamió la punta de mi glande, despacio. Me volvió a mirar y ahora sí vi una cosa, vicio. Volvió a mirar mi polla y esta vez, se la metió en la boca.



La mamada no fue nada lenta, Laura imprimió un ritmo rápido y gemía mientras chupaba, me recordó a Marta. Cuando noté que me iba a correr, la advertí pero no paró y exploté en su boca. Ella lo recibió parándose. Luego se la sacó de la boca, abrió la puerta y lo echó fuera. Volvió a cerrar y me miró, estaba totalmente encendida. Le dije:​

  • Guau, espectacular​


Laura me miró sin decir nada ni sonreír. Me acerqué a ella y la besé. Ella se sorprendió y aceptó mi lengua. Le dije:​

  • Te lo como​
  • No​
  • ¿Por qué?​
  • Porque no​
  • Bueno, pues unos dedos​
  • No​
  • Pero si estás muy caliente​
  • Eso es problema mío​


La miré sin comprender. Entonces dijo:​

  • Llévame a casa​
  • ¿Seguro que no…?​
  • Seguro​


Y salió del coche y se sentó en la parte de delante. Me subí los pantalones y me situé delante. Arranqué y conduje hasta aparcar cerca de nuestra casa. Laura no dijo nada durante todo el trayecto y yo no sabía que decir, me sentía incómodo.



Cuando entramos en el portal, fuimos a despedirnos, cada uno tenía que subir por una escalera distinta. Me acerqué a ella, incómodo, para darle las buenas noches pero Laura me atrajo y me volvió a morrear. Cuando paramos, le dije:​

  • Laura, así no te puedes ir, estás muy caliente​
  • No pasa nada (pero con la voz temblorosa)​
  • Sabes que vas a llegar y te vas a tocar, mejor te lo hago yo ¿no?​


Laura titubeó. Ya no intentaba aparentar tranquilidad, estaba visiblemente nerviosa. La miré esperando respuesta y al final dijo:​

  • Pero por encima de la ropa​
  • ¿Qué?​
  • Que me toques por encima, no me metas los dedos​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​
  • Mmmm​
  • Mira, déjalo, mejor me voy​
  • No, no… es que es por ti, vas a disfrutarlo menos​
  • O eso o nada​
  • Vale​
  • Pues vamos a tu casa​


Y subimos mis escaleras. En el ascensor nos volvimos a enrollar y al entrar, ella dijo que tenía que ir al baño. Le dije donde estaba y entró. Me senté en mi cama a esperar. Tardó unos minutos pero cuando salió me quedé con la boca abierta porque la vi muy sexy. Salió descalza, se había quitado las botas, los pantys y la falda. La blusa le llegaba por encima de las bragas que eran tipo culotte blancas, con mucho encaje.



Me levanté notando mi polla empalmada de nuevo. Me acerqué a ella y la besé, nos volvimos a enrollar y le cogí el culo, ufff, me estaba poniendo malísimo otra vez. Laura me paró y dijo:​

  • Ya sabes, por encima de las bragas​
  • ¿Seguro?​
  • Sí​
  • Bien​
  • Y…​
  • ¿Qué?​
  • Mmmmm​
  • ¿Qué Laura?​
  • ¿Te puedes quitar la camisa?​
  • Claro​


Y me la quité. Entonces ella se me pegó y me lamió el torso mientras me apretaba la espalda con sus manos. Cuando terminó me miró avergonzada y dijo:​

  • Tenía ganas de hacerlo desde que te vi sin camiseta​
  • ¿Lamerme?​
  • Sí​


Me reí. Ella estaba roja. Nos volvimos a besar mientras la acariciaba. Metí la mano por debajo de la blusa y le toqué las tetas sin parar de besarnos. Entonces quise quitarle la blusa pero me paró. La miré y le dije:​

  • Laura, no puedes hacerme esto​
  • ¿Qué?​
  • Dejarme sin ver tus pechos​
  • Es que…​
  • Joder, es una putada, lo sabes​


Me miró y entonces se quitó ella misma la blusa. Llevaba un sujetador a juego con las bragas. La admiré y la toqué, que tetones tenía. Pensé “con la carita de niña buena que tiene y pufff, vaya cuerpazo de mujer”. Nos besamos y nos tocábamos y cuando bajé mis manos a sus bragas, las noté húmedas. La toqué como ella quería, por encima. Se estremecía y gemía. Me acordé de Álvaro cuando nos dijo que Laura era de las silenciosas, y era una verdad a medias, no gritaba pero gemía constantemente, bajito pero no paraba de gemir.



La masturbé unos minutos por encima de sus bragas mientras seguía besándola en la boca, cuello… entonces puse una mano en su espalda y desabroché el sujetador, y Laura ayudó a que cayera al suelo, quedando sus tetones libres. Los miré sin parar de mover mis dedos. Laura gemía con los ojos cerrados. Eran grandes, con unos pezones grandes e hinchados. Los chupé y lamí, mordisqueé un poco, mientras Laura aumentaba sus jadeos y gemidos. De repente, llevó una mano abajo y echó a un lado las bragas y movió mis dedos dentro. Se los metí en un coño muy mojado. Laura tuvo un orgasmo con dos dedos míos dentro de ella, el pulgar en su clítoris y mi boca en uno de sus pezones.



Pero esto no había acabado para mí. La cogí en brazos, la llevé a la cama donde la tumbé. Le quité el culotte quedando totalmente desnuda y se lo comí. Laura no tardó en volver a correrse. No gritaba como Sara pero sus orgasmos eran intensos, mucho.



Me levanté y me quité los pantalones. Laura estaba con los ojos cerrados, respirando entrecortadamente. Abrió los ojos cuando ya me estaba quitando los pantalones y boxers, totalmente empalmado. Me dijo:​

  • No vamos a follar​
  • Sí, Laura​
  • No puedo​
  • Laura, lo estamos deseando los dos​
  • Ya pero… no puedo ponerle los cuernos​
  • Ya se los has puesto​


Y me miró, encendida, caliente, cachonda. Dudaba. Entonces se incorporó y pensé que se iba, pero me cogió la polla y se la metió en la boca. Me la chupó con ansia y luego se volvió a tumbar boca arriba, diciendo:​

  • Ponte un condón​


Me lo puse y follamos un buen rato. Y sí, no era de las gritonas pero tampoco silenciosa, no paraba de gemir, jadear,... no hablaba, eso sí. Follamos en varias posturas y me encantó verla encima, con esos tetones, era una maravilla.



Cuando terminamos, estábamos exhaustos. Nos quedamos cinco minutos jadeando, callados, los dos boca arriba. Luego ella se incorporó y fue a levantarse pero se paró diciendo.​

  • Estoy mareada​
  • Por el colocón que llevas​
  • No, por el sexo​


Al poco se levantó y buscó su ropa. Le dije:​

  • Quédate a dormir si quieres​
  • No, no puedo llegar a la casa por la mañana, Sara preguntaría y sabe que Álvaro no está​
  • Ah​
  • Mejor me voy ya​


Se vistió y luego se me quedó mirando. Quería decirme algo pero no se arrancaba. Le dije.​

  • ¿Qué pasa?​
  • Esto de acostarnos…​
  • ¿Sí?​
  • No se va a volver a repetir​
  • ¿Por?​
  • Voy a matar a Bego, ella es la que nos ha empujado a esto, lleva metiéndome caña desde que follasteis​
  • ¿Sí? ¿Por qué?​
  • Es así​
  • Jeje​
  • Y, por favor, ni una palabra a nadie​
  • Claro​
  • Te lo digo en serio, ni a Álvaro ni a Sara ni a Gema… a nadie​
  • Que no voy a pregonarlo, tranquila​
  • Quiero a Álvaro​
  • Ya​
  • Esto le destrozaría​
  • No quiero que nadie salga jodido, te lo puedo asegurar​
  • Vale, confío en ti​
  • Sin problema​
  • Y eso, que solo una vez, no me vayas a insistir, por favor​


La miré dudando. Yo tenía ganas de repetir, lo tenía claro, y sospechaba que ella también tendría, pero la entendía. Le dije:​

  • No voy a acosarte, tranquila​
  • No es acosarme, me refiero a tontear, ha sido esta noche y ya está ¿Vale?​
  • Vale​


Me miró unos segundos y luego se fue.



Me quedé mirando al techo, que polvazo pero de nuevo me había dejado dominar por mi polla, no tenía remedio.



LAURA

Cerré la puerta y miré el móvil. Mensajes de Bego. Los leí rápidamente y contesté:​

  • Sí, folla genial​


Al instante respondió:​

  • Jajajaja, te lo dije​
  • Pero ya está, no sé como me he dejado convencer​
  • Te dije que merecía la pena​
  • Sí, bueno, como se entere Álvaro, me muero​
  • No se va a enterar, Dani es un buen chico​
  • Ya, pero se le puede escapar, ya sabes como son los tíos​
  • Lo amenazaré jajaja​
  • No, no te metas más, lianta​
  • Jajajaja​
  • Te dejo, mañana hablamos​
  • ¿Ya se ha ido?​
  • Me voy yo, lo hemos hecho en su casa​
  • Ahhh, mejor​
  • Sí, claro​
  • Hoy seguro que duermes del tirón jajaja​
  • Seguro jajaja​
  • Buenas noches, Lauri​
  • Buenas noches, lianta​


Y guardé el móvil. “Sí, un polvazo pero ya llegarán mis remordimientos… no sé como me dejo liar así”.​

29



DANI

Me desperté pensando en el polvo con Laura. Había sido magnífico, Laura era una preciosidad con un cuerpazo alucinante, pero últimamente estaba que me salía de cabrón, primero con los “cuernos” a Sara con su amiga Yoli y ahora los cuernos a Álvaro, no me gustaba nada comportarme así, yo no era así de cabrón, pero estaba claro que no tenía cabeza, me dejaba dominar por la polla.



Pasé el viernes en la facultad y luego me fui al pueblo. Curré duro el sábado y domingo, y me vino bien porque acababa tan cansado que ni podía pensar.



La semana empezó mejor que las anteriores, esta vez sí estaba Gema. La vi esa noche y le conté lo de Laura. Le había prometido a Laura no contarlo pero era Gema, confiaba en ella al 100%. A Gema le encantó lo de Laura, los cuernos a Álvaro no le importaron. Le tuve que contar todos los detalles y follamos bien, muy bien. Obviamente me prometió no contar nada y hacerse la tonta con Laura.



Me estuvo contando sobre Sara. Seguía muy cabreada conmigo. Solo tenía insultos para mí. Gema no sabía si me perdonaría algún día pero ahora mismo no, no se hablaba con su amiga ni conmigo. Esa semana pasó más rápido que las anteriores, follé dos noches con Gema y eso ayudaba.



Con Marisa nada, imposible. Ganas no nos faltaban pero es que no había forma. Gema me contó que habían desayunado con Marisa dos días, cerca de su trabajo, y ella estaba encantada y no paraba de darle las gracias a Juan que estaba muy contento por ella y porque el cliente le había agradecido el fichaje de Marisa.



La semana terminó y de nuevo al pueblo a sudar la gota gorda. La nueva semana no se presentaba tan buena, Gema volvía a estar de viaje. En la facultad, yo seguía con mis esquivas a Marta, no le hacía feos pero evitaba tenerla cerca.



Y una tarde que volvía de correr me encontré en el portal a Laura y Álvaro que llegaban. Me saludaron y entramos juntos. Me sentí algo incómodo pero Laura estuvo normal. No la veía desde el polvo. Álvaro me contaba esto y aquello y entonces dijo Laura:​

  • ¿Quieres ver como han quedado mis dibujos?​
  • ¿Ya están terminados?​
  • Sí​
  • ¿Puedo?​
  • Claro​


Y los acompañé. Fuimos al dormitorio de Laura y allí me los enseñó. Me fliparon, que buena mano tenía la chica. La alabé sin parar porque me encantaron. Laura sonreía y Álvaro estaba también orgulloso. Cuando salí de su habitación, me topé con Sara que salía de la ducha con una camiseta, unos leggins y una toalla en la cabeza. Me miró con cara de cabreo y me dijo:​

  • ¿Qué coño haces tú aquí?​
  • Nada, que me han dicho…​
  • Te dije que no me volvieras a hablar, gilipollas​


Y entró en su habitación dando un portazo. Miré atrás donde Álvaro y Laura me observaban. Álvaro dijo flojito:​

  • No sé que coño le has hecho pero está que trina contigo​
  • Ya, bueno, me voy, gracias por enseñármelo, artista​


Laura sonrió y dijo.​

  • Ya sabes, si quieres volver a posar, se lo digo a los demás​
  • No, gracias, por ahora no​


Y me fui. Me había gustado como Laura se había desenvuelto, sin levantar sospechas ni nada, muy natural. Pero lo de Sara me seguía doliendo, no sus palabras sino mi actuación con su amiga. No la veía desde hacía prácticamente un mes y seguía tan cabreada como aquel día.



Intenté olvidar todo y ponerme a estudiar. Primero me duché y luego me senté en mi mesa a estudiar. Y en ello estaba cuando llamaron a mi puerta, la de la calle. Me levanté y abrí. Entró Sara empujándome a un lado y diciéndome:​

  • Cuéntame como te follaste a esa zorra​
  • ¿Qué?​
  • Que me cuentes como fue​


Se sentó en mi cama y me miró seria. Iba igual que antes pero sin toalla en la cabeza.



La miré y me senté en mi silla. Le dije:​

  • ¿Cómo que te cuente?​
  • Sí, que me cuentes ¿Estás tonto o qué?​
  • Pero ¿los detalles?​
  • Sí​
  • ¿Para qué?​
  • Porque quiero saberlos​


La miré unos segundos y luego me dije “Se va a cabrear más, mejor lo simplifico”. Entonces ella dijo:​

  • Y nada de mentiras, ya he hablado con Yoli​
  • Entonces ya lo sabrás​
  • Quiero conocer tu versión​


Suspiré y le conté como tras dejarla en la cama totalmente borracha, intenté dormir y no podía por mi borrachera, y que bajé a beber agua y a que me diera el aire. Y como al pasar por la habitación de ellos, los vi. Aquí dijo.​

  • Eres un puto asqueroso mirón​
  • Tenían abierta la puerta​
  • ¿Y por eso tienes que mirar dentro? que asco​
  • Ya, bueno, pues miré, es lo que hay​
  • Sigue, pervertido​


La miré cabreado pero me mordí la lengua, me merecía su cabreo. Le conté lo poco que duró el novio y aquí se rio y dijo.​

  • Sí, tiene un problema serio de eyaculación precoz​
  • ¿De verdad?​
  • Siempre le pasa lo mismo, conmigo antes y ahora con Yoli​
  • Ya​
  • Sigue​


Le conté que salí al jardín, y me senté a despejarme. Y que al poco llegó Yoli con ese camisón. Sara me interrumpió con un:​

  • Será puta​


Le conté un poco más, su tonteo y como me dejaba ver todo. Sara volvió a hablar:​

  • Es que os ponen dos tetas delante y ni pensáis, que asco de tíos​
  • Sara, estaba borracho y con una tía al lado prácticamente desnuda y con ganas, pues no tuve cabeza, es cierto​
  • Ni tampoco para pensar en como me sentiría​


Eso era lo peor, la tuve, en esa situación con Yoli llegué a pensar en Sara y la putada que le estaba haciendo y pasé de ella, pero esto no se lo dije. Le seguí contando como me la empezó a chupar, me ahorré el que ella decía que la chupaba mejor que Sara. Seguí contándole como nos fuimos a la caseta para no llamar tanto la atención y dijo:​

  • Para esconderos de vuestras parejas, so mierdas​
  • Sí, es verdad​
  • Sigue​


Y le conté como la masturbé y luego como me la follé contra la pared. Estuve dudando si decirle que había sido sexo anal pero si había hablado con Yoli, lo mismo ya lo sabía y me acusaría de mentir, así que le dije:​

  • Y como me daba un poco de asco metérsela donde se había corrido el novio hacía unos minutos, la follé por detrás​


La cara de asombro de Sara fue tal que supe que había metido la pata, Yoli no le había contado eso. Sara dijo:​

  • ¿La follaste por el culo?​
  • mmmm sí​


Me miró unos segundos más y, de pronto, se partió de risa. La miré sin comprender y me dijo:​

  • ¿Sin lubricar?​
  • No, bueno, me dijo de usar aceite​
  • Jajajajajajajaja​


La tía se descojonaba. Cuando se calmó me dijo:​

  • ¿Y te dejó así de fácil?​
  • Sí, bueno, le pregunté si lo hacía por detrás y me dijo que a veces​
  • Jajajajaja​
  • ¿Qué pasa?​
  • Que no, que no lo hace, lo intentó una vez y le dolió tanto que le cogió miedo, y eso fue con la minipolla del novio jajajaja​
  • Joder, ¡¡¡no me digas!!!​
  • Sí, y tú, con tu cosa, pues no sé en que estaba pensando para dejarte​
  • No la obligué ¿Eh?​
  • Ya, lo sé, no eres de esos​
  • Solo le dije que se pusiera de espalda y lo hizo. la vi muy dispuesta​
  • Joder, es que menuda borrachera llevaría la muy zorra​
  • Ya​
  • ¿Y le diste bien?​
  • Sí, joder, seguro que le tuve que hacer daño​
  • Seguro jajajaja​
  • Joder, Sara, le tuvo que doler​
  • Que se joda, por zorra​


Nos quedamos callados. Entonces me dijo:​

  • ¿Te cuento su versión?​
  • Sí​
  • Que llevabas toda la noche detrás de ella y se calentó​
  • ¿Quéeeee?? eso es mentira​
  • Y que saliste al jardín al verla allí, le entraste, y estaba tan borracha que os liasteis​
  • Puffff ¿A quién crees?​
  • A ti, eres un puto cabrón pero ella no puede decirme que se comportó como una zorra, y tú eres demasiado lelo como para inventarse algo así​


Me cabreó ese último comentario pero me volví a morder la lengua. Entonces dijo:​

  • Yoli sabía que no eras mi novio​
  • ¿Qué?​
  • Se lo dije hace tiempo, no paraba de darme el coñazo con que las dos éramos unas zorras por poner los cuernos a nuestros novios con aquellos italianos y al final se lo dije, que la única zorra era ella, y ya ves, ha vuelto a ponerle los cuernos al novio, tenía yo razón​
  • ¿De verdad sois amigas? (alucinaba por como se comportaban entre ellas)​
  • Sí, es una zorra pero sí, lo éramos​
  • ¿No la vas a perdonar?​
  • No, no sé… es una hija de puta pero ella se excusa en que como solo eres mi folla amigo, pues pensaba que no hacía nada malo​
  • Y tiene razón ¿no?​
  • No me jodas... se folló al tío que estaba conmigo, da igual si novio o no… pero no tengo muchas amigas, no sé que haré, por ahora no tengo ganas de hablarle​
  • Ya ¿Y a mí me perdonas?​
  • No​
  • ¿Por qué?​
  • Porque eres un cabrón, tú pensabas que ella creía que eras mi novio y, a pesar de eso, te la follaste. Y no tengo ninguna necesidad de perdonar a un tío al que solo me follo cuando hay muchos otros, no eres nada para mí, solo una polla más​


La miré medio enfadado y medio avergonzado, tenía razón. Entonces me dijo:​

  • ¿Te cuento yo ahora una cosa?​
  • El qué​
  • Este sábado salí de caza​
  • ¿Qué?​
  • A buscar a un tío al que follarme​
  • ¿En serio?​
  • ¿Qué pasa? pues anda que no es fácil​
  • Ya, claro ¿Y qué pasó?​


SARA

Lo miré, seguía cabreada, mucho, y tenía ganas de hacerle daño, así que decidí contarle lo del sábado pasado:​

  • Pues que follé, claro​
  • Ah​
  • Con dos a la vez​
  • ¿En serio?​
  • ¿Qué pasa? ¿No me crees capaz?​
  • Sí, claro​
  • ¿Te acuerdas de aquello que hicimos con el consolador? Pues eso me hicieron entre los dos y lo gocé como una perra​
  • Pufff, no sé si creerte​
  • ¿Me llamas mentirosa, gilipollas?​


Nos callamos y decidí seguir:​

  • Luego uno se fue y me quedé con el otro, follando​
  • Ya​
  • Follaba de puta madre, era un salvaje​
  • Vale​
  • Pensaba que me iba a quedar ronca de tanto gritar, que polla tenía el cabrón, y como sabía usarla​
  • Bueno, pues me alegro que disfrutaras​
  • Ya te digo, por todos lados, así hay que follarse a una tía​
  • Bien​
  • Que forma de follarme el culo, sabía perfectamente como hacerlo​


Dani me miró nervioso y sonreí, estaba jodido, y yo disfrutando. Le dije:​

  • Y me quiso mear encima​
  • Anda ya​
  • Sí​
  • Y le dejaste ¿no?​


Y me callé y sonreí. Él me miró con cara de sorpresa y dijo:​

  • ¿Estás hablando en serio?​
  • Te estoy diciendo que me han follado como nunca y que perdí la cabeza​
  • Joder Sara pero eso…​
  • Pero nada, fueron unos polvazos y ya está​


Que se joda… en realidad no pasó nada de aquello, me follé a uno que ni fú ni fá, pero tenía que bajarle los humos a este idiota. Me levanté para irme. Me dirigí a la puerta. Entonces dijo:​

  • Espera, Sara​
  • ¿Qué pasa?​
  • Sé que he sido un cabrón, y me siento mal por haberte hecho daño, de verdad que no pretendía eso, y tienes razón, pienso antes con la polla que con la cabeza, no me siento mal por haberme acostado con otra, lo hago cuando quiero porque no somos pareja así que no tengo que serte fiel​
  • Pero…​
  • Espera, que no he terminado… no te tengo que ser fiel, pero sí tenerte respeto y eso es lo que no he hecho, y lo siento muchísimo, no te mereces eso que te he hecho, pero siempre he sido sincero contigo, hasta te he contado eso​
  • Porque te sentías mal​
  • Claro, ya te he dicho que sabía que la había cagado y… Quiero compensarte por la putada que te he hecho​
  • ¿Compensarme? ¿Cómo?​
  • Follándote como te gusta y como te mereces​


Lo miré incrédula, menudo chulo de mierda. Me reí despectivamente y le dije:​

  • Eso ya me lo han hecho y mucho mejor​
  • No, nadie te folla en condiciones desde hace un mes, así que desnúdate y túmbate​


Me entró una rabia tremenda por dentro. Lo miré con intención de fulminarlo pero, a la vez, noté un cosquilleo por todo el cuerpo. No me lo podía creer, me había puesto cachonda de repente. Dani me miraba con tranquilidad. Dijo:​

  • Venga, desnúdate​
  • Una mierda​
  • Después me mandas a la mierda y con toda la razón, pero primero te voy a compensar​


DANI

No me había creído nada de ese supuesto trío que me había contado. Se notaba claramente que lo hacía por intentar joderme. Y entonces pensé que había venido con ganas de hacer las paces pero le costaba reconocerlo. Y decidí ayudarla a dar el paso jugándomela un poco aunque no demasiado porque el no y su cabreo ya los tenía. La miré y me empecé a desnudar. Sara me miraba, sin moverse. Entonces dijo:​

  • Vale, me comes el coño y luego te la cascas solo​


Y vi como se quitaba la camiseta y los leggins, no llevaba ropa interior. Se tumbó en mi cama y terminé de desnudarme. Me eché sobre ella y le dije:​

  • No, te voy a comer el coño, el culo, las tetas, la boca y te voy a follar como se merece una pedazo de mujer como tú​


Y todo eso hice, en repetidas ocasiones y durante más de una hora, consiguiendo que se corriera varias veces. Acabamos tumbados en la cama, los dos boca arriba, jadeando y recuperando la respiración. Me quité el condón y lo dejé en el suelo. Sara estaba sudada igual que yo. Estuvimos un buen rato sin hablar y luego, ella se incorporó y se empezó a vestir. Al terminar, me miró y dijo:​

  • Aún te queda para compensarme aquello​
  • Ya​
  • Mañana me invitas a cenar en un buen sitio, y que sea caro​


Me reí. La Sara de siempre. Ella siguió:​

  • Y olvídate de follar luego, esto de ahora ha sido porque me ha salido a mí del coño, no por otra cosa ¿Entendido?​
  • Vale​
  • Pues ve pensando el sitio​


Y se fue.



SARA

Cerré la puerta de mi cuarto y me tumbé en la cama “pero ¿Cómo coño sabe follarme así este idiota???”. Y encima, aunque me jodía, tenía razón, no echaba un buen polvo desde hacía un mes, había follado bastante con Esteban pero eran solo polvos para pasar el rato, algún orgasmo y ya está, “pero el animal éste, es que no sé como hace esas cosas que me hacen sentir… uffff, que barbaridad”.



Me eché de lado y pensé “Está claro que como amigo es una puta mierda pero como amante, madre mía, es que no tengo otro igual, esa es la verdad, ni de lejos se le acercan”. Me jodía volver con él pero es que no había color “pues nada, lo usaré solo para el sexo, será mi juguete para el sexo”. Y sonreí contenta ante esa idea.​
 

30



DANI

La noche siguiente salí con Sara. La llevé a un restaurante, ni caro ni barato, era un restaurante dentro de mis posibilidades. Sara se pasó toda la cena hablando de ella y sus cosas. Ni una pregunta por mí o algo mío. La dejé hablar. Entonces en los postres, le pregunté:​

  • Bueno, y dime ¿A qué vino inventarse esa historia tan porno?​
  • ¿Cuál?​
  • La del sábado con dos tíos​
  • ¿Invento?​
  • Sí, invento​
  • Porque tú lo digas​
  • Claro​
  • ¿Y en qué te basas para que sea un invento?​
  • Cuesta un huevo que sigas queriendo follar después de correrte​
  • Ayer follamos durante una hora​
  • Ya, pero porque conmigo te pones muy cachonda​
  • Ja ¿Solo contigo?​
  • Sí​
  • Que creído eres​
  • Con tantas ganas de follar que tenías ayer, estoy seguro que nadie te ha echado un buen polvo en semanas​


Me miró enfadada. Continué:​

  • Además, si tan guarra te vuelves cuando te lo pasas bien, si quieres, luego cuando te hayas corrido dos o tres veces, te meo encima​
  • No seas guarro​
  • Eso me dijiste ayer​
  • Vale, eso me lo inventé​
  • Jajaja, sí, solo eso, seguro​
  • Pues sí​
  • ¿Y a qué viene inventarse esa guarrada? ¿Quieres que te lo haga alguien o qué?​
  • No, joder, que asco… es que… yo que sé, estaba cabreada contigo y quería… no sé, fue una gilipollez​
  • Ya, y luego me llamas a mi pervertido​
  • Lo eres​


Luego, salimos a beber y bailar algo. Sara se calentó y al final fuimos a su casa donde echamos un polvo rápido pero intenso. Como siempre, se corrió demasiado pronto pero esta vez la seguí yo, que también iba calentito.



Nos quedamos tumbados un rato, sin hablar, hasta que Sara dijo:​

  • Vístete y vete​
  • ¿Ya?​
  • Sí​
  • ¿No quieres que me quede a dormir?​
  • No​
  • Sigues cabreada​
  • Claro, a ver si te crees que por un par de polvos se me va a quitar el enfado​
  • Bueno, creo que más bien habría que catalogarlos de polvazos​
  • Puff, que puto creído eres​
  • Jeje​
  • Pues que sepas que para mí eres poco más que esto​


Se incorporó, abrió un cajón de su mesita y sacó el consolador de Gema:​

  • Solo eres una polla, como esto, algo más divertida pero solo eso​
  • Ajá​
  • Y como ya me he quedado a gusto, ya te puedes ir a tu casa​


No me enfadé, sabía que estaba aún cabreada y lo entendía. Pensé en irme pero decidí jugar un poco más. Le dije:​

  • Mmmm te gustó el consolador ¿eh?​
  • ¿Qué?​
  • Aún lo tienes​
  • Se me ha olvidado llevarlo al cuarto de Gema​
  • Ya​
  • Sí, gilipollas ¿Para qué voy a querer yo esto? Si quiero follar, no me faltan pollas de verdad​
  • Jeje​


Miré el cajón abierto y vi el bote de lubricante. Le dije:​

  • Creo que lo has estado usando​
  • Una mierda​
  • Sí, cuatro semanas sin echar un buen polvo es demasiado tiempo para ti​
  • Serás gilipollas​


Se quedó mirándome enfadada. Le sostuve la mirada y entonces, sorprendentemente, dijo:​

  • No sé como te aguanto estas mierdas pero sí, lo usé una vez hace unas semanas para probar a ver como era​
  • ¿El qué?​
  • Masturbarse con eso​
  • ¿Y?​
  • Una mierda​
  • ¿Una mierda? jajaja​
  • Sí, una puta mierda​
  • No puede ser, eso os mola a las tías​
  • A las desesperadas que no tienen quien las follen, yo no tengo ese problema​
  • Jajaja​
  • ¿Lo dudas?​
  • No, no, al revés, estoy convencido que no tienes problemas, tengo ojos para ver lo buena que estás​
  • Pues eso​
  • Pero creo que es que no lo has usado bien​
  • ¿Qué???​


Me miró con una ceja levantada, con incredulidad. Le dije:​

  • Que no sabes masturbarte con eso​
  • Pero ¿Eres tonto o qué?​
  • A ver, enséñame como lo hiciste​


Se rio y me mandó a la mierda pero seguí esperando y entonces dijo:​

  • Dame el lubricante, te hago una demostración y te vas de una puta vez, quiero dormir​
  • ¿Lubricante para qué?​
  • Pues para que no me haga daño, lelo, no estoy mojada​
  • Si quieres te lo como hasta que…​
  • Que no, que te vas a ir ya, dámelo de una puta vez y terminemos​


Se lo di. Sara echó una buena cantidad en el consolador. Luego, se reclinó sobre la almohada y abrió las piernas, enseñándome su coño perfectamente depilado, rojo e hinchado por el polvo. Se metió el consolador poco a poco, mirándome.



De nuevo, no me pudo ocultar que estaba cachonda, su cara era totalmente transparente para mí a estas alturas. La miré unos segundos hasta que dijo:​

  • ¿Ves? no tiene ningún misterio y sigue pareciéndome una mierda​


Y lo decía con la cara roja y los ojos brillantes. Le dije:​

  • Déjame a mí, creo que no lo haces con el ritmo adecuado​


Se rio con incredulidad e iba a decir algo pero soltó el consolador que seguía dentro de ella. Lo cogí y lo moví despacio. Sara me miraba sin decir nada. Me chupé el pulgar y lo puse sobre su clítoris, moviéndolo. Sara gimió y se tumbó del todo, jadeando. Estuvimos así unos minutos y entonces ella dijo:​

  • Quita esa mierda y fóllame de una puta vez​


Ya la tenía dura así que no era problema. Se lo quité y fui a ponerme el condón pero Sara se incorporó, puso el brazo por detrás del cuello, para empujarme encima de ella mientras me besaba y moviéndose lo suficiente para meterse mi polla dentro. Estaba tan caliente que ni tiempo quería perder en el condón. La follé un poco hasta que se corrió clavándome los dedos en la espalda. Me abrazó fuerte para que no me moviera de dentro de ella. Luego, con un gran gemido, me soltó y me salí.



La miré, estaba con los ojos cerrados, roja, sudorosa. Abrió los ojos y vi que seguía cachonda. Me empujó para ponerme boca arriba. Y me lamió desde la boca hasta la polla, chupando luego como una posesa. Pensé que quería que me corriera pero no, al poco se puso encima y me empezó a cabalgar. De sus gemidos pasó a gritos diciendo:​

  • JODER, QUE POLLA TIENES, CABRÓN​


Era muy tarde y me dio cosa tanto grito. Entonces pensé una cosa y me incliné buscando sus bragas. Sara había parado sin saber muy bien que pasaba. Cuando las vio, no dijo nada. Yo sí le dije:​

  • Abre la boca​


Sara la abrió y le metí sus bragas en la boca. Reanudó su cabalgada, ahora con sus gritos amortiguados por las bragas. Me tenía sorprendido, había pasado de su actitud chulesca a una calentura total en cuestión de segundos.



Follamos en unas cuantas posturas, ella siempre con las bragas en la boca, la baba cayéndole por la barbilla, con los ojos desorbitados por lo cachonda que estaba. Entonces se puso a cuatro y la follé así. Noté que le llegaba otro orgasmo, por como se tensaba. Paré y le dije:​

  • ¿Quieres que te folle como a tu amiga?​


Sara no dijo nada, con la cabeza en la cama, jadeando. Me incliné y le quité las bragas de la boca. Le volví a preguntar:​

  • ¿Quieres que te folle como a Yoli?​


Sara calló unos segundos y luego dijo:​

  • Sí​
  • Dímelo​
  • Fóllame como a Yoli​
  • No, dime por donde quieres que te folle​
  • Por el culo, fóllame por el culo​
  • ¿Quieres el consolador?​
  • No, solo tu polla en mi culo​


Cogí el lubricante y lo apliqué con generosidad en mi polla y en su ano. Luego se la metí con cuidado. Sara gimió pero no protestó. Y entonces empecé a follarla despacio, pero ella gritó:​

  • DAME FUERTE, CABRÓN​
  • ¿Seguro?​
  • SIIIIII, FUERTEEEEE, RÓMPEME EL CULO​


Y la follé bien, y Sara gritó, pero eran gritos pidiendo más, gimiendo y llegando a un orgasmo que, con los espasmos que tuvo, se salió mi polla de su culo. Me corrí sobre ella, en su espalda y culo, mientras Sara gemía agotada.



Sara se quedó boca abajo, respirando exhausta. Menudos gritos había dado. Cogí pañuelos de papel que tenía en su tocador y le limpié la corrida, y me limpié yo. Luego, me tumbé a su lado, un poco preocupado porque la había follado duro, demasiado quizás. Le pregunté si estaba bien pero solo refunfuñó algo. Me quedé unos minutos a su lado y luego me levanté para irme. Cuando escuchó que cogía mi pantalón, se giró y me dijo:​

  • ¿Dónde vas?​
  • Me voy, no querías que me quedara​
  • Apaga la luz y acuéstate ya​


Y volvió a enterrar su cabeza entre sus brazos. La miré sonriendo, no había quien la entendiera. Me acosté a su lado. Sara se movió un poco y se puso de lado, dándome la espalda. Entonces buscó mi mano y tiró de mí para que la abrazara por detrás. No me soltó la mano y se durmió al poco. Cuando lo noté, la dejé de abrazar y me tumbé boca arriba. Y pensé “Que mujer ésta, nunca dice lo que piensa realmente, menos mal que su cara lo dice todo” antes de quedarme dormido.



Me desperté cuando sonó la alarma de mi móvil. Sara se quejó y que me dijo que me fuera, que ella quería dormir más. Me vestí y salí. En la cocina estaba Laura. Me dio los buenos días y me dijo si quería café. Acepté y le pregunté:​

  • ¿Y Álvaro?​
  • Durmiendo, hasta dentro de dos horas no se levanta, es dormilón​
  • Ya​
  • Veo que habéis hecho las paces​
  • Sí​
  • Bueno, más que ver, escuchar, menudo espectáculo disteis ayer​
  • ¿Tanto fue?​
  • No sé si habrá alguien en el bloque que no sepa que le rompiste el culo​


Y sonrió con desgana. Me sonrojé y ella rio diciendo:​

  • Que mono, te has sonrojado​
  • Ya, bueno, es que…​
  • Allá cada una con sus gustos, no lo critico ¿eh? solo que se podría emocionar menos, o al menos, gritarlo menos​
  • Ya jeje​


Me tomé el café, incómodo. Me quería ir ya y apuré el café. Me levanté y entonces le dije:​

  • Y tú ¿Cómo estás?​


Laura me miró y se levantó. Salió fuera de la cocina y volvió al poco diciendo:​

  • Los dos duermen​
  • Ya​
  • Lo preguntas por los cuernos ¿no?​
  • Sí​
  • Pues estoy bien​
  • ¿Seguro?​
  • Sorprendentemente sí, son mis primeros cuernos, pensaba que me iba a sentir fatal​
  • Ah​
  • Y no es así, lo mismo soy más zorra de lo que pensaba​


La miré sin saber que decir. Entonces se rio y dijo:​

  • No me afecta mucho porque estaba colocada, Bego fue una zorra que me indujo toda la noche a eso, y porque no va a pasar más​
  • Me alegra que no estés mal​
  • Gracias por preguntar​
  • Que menos​


Me iba a ir cuando dijo:​

  • Bego te va a insistir en lo de posar​
  • No voy a poder​
  • Quiere que poses desnudo​
  • Uff, que no​
  • Es muy pesada, ya verás​
  • Pues no… solo posaría desnudo para ti​


Me miró con mala cara. Dije:​

  • Estaba de broma​
  • Pues no me gustan esas bromas, ya te dije…​
  • Sí, sí… disculpa​
  • Déjame terminar, te dije que nada de más tonterías ni flirteos​
  • Era solo una broma​
  • Pues no las haga, no va a volver a pasar nada más ¿entiendes?​
  • Sí, tranquila​
  • Bien​


Me despedí y me fui. Laura, con esa cara de niña, tenía carácter, había estado cortante y seca. Y lo entendía, no quería ninguna tontería más.



Me fui corriendo a la casa a preparar las cosas para los niños. Llegué justo cuando Marisa se iba. Me dio dos besos y dijo:​

  • Que envidia me da la afortunada​


Sonriendo mientras se iba. Seguí toda la rutina de los niños y, cuando los recogieron, me duché rápidamente y me fui a la facultad.



Allí me entró el sopor del cansancio por la noche anterior. Cogí el móvil y le escribí a Sara:​

  • Hola ¿Te vienes a desayunar?​


Vi que me había leído pero no contestaba. Dejé pasar unos minutos y le volví a escribir:​

  • Venga, ven, te invito, que tendrás que recuperar fuerzas por lo de anoche jeje​


Esta vez sí me respondió:​

  • Estoy llegando a la facultad​
  • Pues vente directa, que estoy que me caigo, necesito ya el café​
  • Haberte tomado uno en casa​
  • Ya lo hice pero lo de anoche me dejó destrozado jeje​


No contestó en unos minutos y luego puso:​

  • Llego en quince minutos​
  • Vale​


Y nada más. Me quedé pensando ¿Estaría otra vez enfadada? la conversación había sido seca. Seguramente me esperaba bronca por el sexo anal. Bueno, pues nada, lo encajaría y ya está.



Bajé y al poco llegó Sara. Iba con unos vaqueros ajustados y una chaquetita. Se sentó sin decirme nada. Le llevé lo que había pedido, un desayuno para mí y otro para ella. Cuando lo vio dijo:​

  • Yo no desayuno​
  • Anda, hoy sí, que hay que…​
  • Ya, reponer energía por lo anoche y blablabla​


La miré. Estaba enfadada. Desayunamos en silencio. No había casi nadie en la cafetería porque había clases a esas horas. Terminé antes y le dije:​

  • Venga, empieza​
  • ¿Empiezo qué?​
  • A criticarme​


Me miró y no dijo nada. Le insistí:​

  • Siempre tienes algo que criticar y me imagino que es​
  • No tengo nada que decir​
  • ¿Te duele?​
  • ¿El culo? Ya me estoy acostumbrando​
  • ¿Sí? ¿Seguro? llevabas un mes sin hacerlo por detrás ¿no?​
  • Sí ¿Y? A todo se acostumbra una​


La miré y sonreí por dentro. Ya no seguía con la absurda historia de su fin de semana y la orgía súper guarra. Le dije:​

  • Pero seguro que te dolió y…​
  • A ver, Dani, anoche nos divertimos y me follaste como quisiste e hiciste que me corriera varias veces ¿no? pues bien, premio para ti, eres un machote​
  • ¿Ves como estabas enfadada?​
  • Para nada, tuve varios orgasmos que ni sabía que se podían tener así que bien, genial​


La miré sin poder descifrar lo que le pasaba. Pensé en los polvos y entonces le dije:​

  • ¿Te molestó lo de las bragas?​
  • No​
  • ¿Seguro?​
  • Fue morboso, estuvo bien​
  • Ah entonces ¿Te molestó que mencionara a Yoli?​
  • No​
  • ¿Seguro?​
  • Otra vez con el “seguro”, si te digo que no, es que no… es más ni me acordaba de eso​
  • Entonces ¿Qué te pasa?​


Me miró unos segundos sin decir nada. Pensé que no iba a decir nada más pero habló:​

  • Vamos a dar un paseo​
  • ¿Qué?​
  • Sentada me molesta un poco el culo ¿Vale? Vamos a andar​
  • Ah, vale​


Nos fuimos al parque y allí me dijo:​

  • No sé como coño lo haces para ponerme así​
  • ¿Así? ¿Enfadada?​
  • Cachonda, Dani, cachonda, estoy hablando de anoche​
  • Ah​
  • No me apetecía nada el sexo anal, pero nada es nada, y de pronto, me veo gritando que me rompas el culo y teniendo un orgasmo largo e intenso... es que lo flipo​
  • Bueno, será que sí te gusta​
  • ¿No me escuchas? Es que no tenía ganas, quería un polvo rápido y dormir​
  • ¿Y es malo?​
  • Pues no lo sé​
  • ¿Por eso estás enfadada?​
  • No, es solo que no lo entiendo​
  • ¿Y el enfado?​
  • Cosas mías​
  • Dímelo​
  • No, no tiene que ver contigo​
  • ¿Con Yoli?​
  • No​
  • Puedes contármelo si te apetece​
  • No, no me apetece, gracias​


Seguimos andando y, por cambiar de tema, le pregunté:​

  • ¿Vas a tu pueblo este finde?​
  • No, he quedado con Esteban​
  • Ah​
  • ¿Por? ¿Tienes pensado algo?​
  • No, ya sabes que yo trabajo​
  • Ya​


Seguimos andando y entonces le pregunté:​

  • Con Esteban ¿no te animas a hacerlo por detrás?​
  • Dani, no me animo con nadie, ya te lo he dicho, eso surge por lo cachonda que me pongo​
  • Pues cuando te pongas así con él​
  • Me pone pero no tanto como para eso​
  • Ah​
  • Además, bastante le cuesta al pobre durar lo suficiente como para excitarlo más aún​
  • ¿Qué?​
  • Que no es como tú, se corre rápido, joder, si hasta voy con cuidado en las mamadas porque ya se me ha corrido varias veces de pronto, sin avisar ni nada, pero cuando digo avisar, no me refiero a que él avise (que por cierto eso podría hacerlo), me refiero a que ni noto que se tensa ni nada, es que de pronto me llena la boca y... no sé para que te cuento esto​
  • Pero se le notará en el cuerpo, la cara...​
  • Que no, que no… es de pronto plufff y se acabó. Y contigo me da la sensación de que me puedo tirar horas chupando que no te vas a correr aunque claramente estás excitado​
  • No te creas que duro tanto​
  • Sí, al lado de Esteban sí, te lo aseguro​
  • Ah​
  • Y el sexo anal, ya que preguntas, te lo digo en serio, no me interesa, me preguntas ahora y lo veo sucio, repugnante… anoche no lo quería, pero luego… no sé que coño me pasa que lo flipo, de verdad que no lo entiendo​


Me quedé mirándola sorprendida ¿Era Sara u otra persona? Parecía hablar con sinceridad, no como siempre hacía. Le dije:​

  • Quizás son los preliminares ¿no?​
  • ¿Que me lo comas y juegues con dedos? pufff, no sé, quizás​
  • ¿Esteban te lo ha comido?​
  • ¿El culo? No​
  • ¿No quieres?​
  • No es eso​
  • ¿Entonces?​
  • Pues que no lo ha hecho​


Me quedé pensando y le dije:​

  • Pues pídeselo este finde​


Me miró con cara de alucinada.



SARA

“Dani no se entera de nada” pensé mirándolo. Esa mañana me había despertado dolorida pero contenta. El polvo había sido espectacular, el orgasmo último había sido una pasada, no me lo explicaba. Y pensando en eso, me empecé a sentir mal porque no entendía que me pasaba con Dani.



Mis planes para esa noche estaban claro, ponerle en su sitio, dejarle claro que solo lo usaría como un puto consolador. Y todo iba bien, vale que me calentó una cosa mala durante la cena y el baile pero mi plan era echarle un buen polvo y luego largarlo a su casa, que le quedara claro lo que iba a ser, un consolador, nada más.



E iba todo bien, le quise humillar con la comparación con el consolador pero entonces, él no se molestó, al revés, se mostró interesado, e hizo algo que me reventaba, no se creyó mis mentiras. Lo hizo cuando le dije que el consolador era una mierda y no me gustaba, y él dijo que pensaba que lo había usado varias veces… pues claro que lo había usado, y no pocas veces, habían sido cuatro semanas de mierdas de polvos. Si hasta me lo había metido varias veces por el culo. primero para probar y me provocó un puto orgasmo pensando en él, y luego porque no estaba mal.



Y me meto el puto consolador con ganas de mandarlo ya a la mierda, pero lo miro y lo veo ahí de pie, mirándome con vicio, la polla medio dura, que mira que está bien bueno… y me entró algo por todo el cuerpo. Encima dice de usarlo él y pufff, perdí la puta cabeza. Todos mis planes de dejarlo en su sitio a la mierda, ahí estaba yo como una loca, sin parar de gritar, joder… y sí, me enfadé, pero no con él, conmigo, estaba enfadada conmigo porque no me controlo con él.



Le miré y le dije:​

  • No, no voy a pedirle eso​
  • ¿Por qué?​
  • Porque no​
  • Pero si eso te gusta​
  • Claro​
  • ¿Entonces?​


Suspiré. Le dije:​

  • Porque eso tiene que salir de él, no de mí​
  • Que chorrada, a mí me lo has pedido un montón de veces​
  • Contigo es diferente y, además, eres un guarro​
  • Jajaja, ¿y él no?​
  • Ojalá​
  • Pues enséñale joder, que a mí eso me lo enseñó Gema​
  • Ya​
  • ¿Te gustaría que fuera un guarro?​
  • No es eso, me gustaría que tuviera más… más iniciativa​


Y entonces pensé en lo que siempre pienso. En aquel primer polvo con Dani… bueno, polvo no, que fue una orgía entre los cuatro. Yo ya estaba satisfecha con Javi, me había corrido y pensaba dejarlo, pero me dio lástima Dani, no se había corrido aún y le dejé follarme casi por lástima. Y, al principio, me arrepentí, no tenía ganas y era tan suavecito como me había imaginado, pero entonces se encabronó, me cogió del cuello y me folló fuerte, y me vino un orgasmo de la nada… fue la primera vez, y luego eso se ha repetido mucho, cuando toma las riendas es otra persona. Lo miré y le dije:​

  • ¿Sabes? Esteban es buen chico, y en la cama, también​
  • ¿Y?​
  • Tú eres buen chico, pero en la cama eres un cabrón​
  • No lo soy​
  • Sí, lo eres, eres dominador, mandón,...​
  • Pero son juegos​
  • Y me encanta​


Y vi como se quedaba sorprendido. Seguí:​

  • Me encanta como te pones cuando follas, eres otro, tienes dos caras, la normal y la del sexo​
  • Jajaja, que chorrada​
  • Es así, pero no eres un cabrón egoísta, eres un cabrón que busca mi placer, no solo el tuyo​
  • Claro, joder, es lo normal​
  • No te creas​


Nos paramos y me miró. Entonces dijo:​

  • Quizás tenga que calentar más a Esteban, no sé​
  • ¿Cómo?​
  • Lo mismo salgo sin bragas a ver que dice​
  • Jajaja, pero ¿Qué va a decir? Se pondrá como una moto jaja​
  • No es como tú, no sé​
  • Prueba​
  • Ya, bueno, me voy, hasta luego​


DANI

Me fui a clase pensando en lo rara que estaba Sara. Conmigo no se cortaba nada en pedirme cosas durante el sexo, y era bastante “obediente”, es decir, no ponía casi pegas. En cambio, con Esteban, parecía que era más pasiva. Me pareció curioso.



Terminé otra semana más y de vuelta al pueblo a trabajar.​

30



DANI

La noche siguiente salí con Sara. La llevé a un restaurante, ni caro ni barato, era un restaurante dentro de mis posibilidades. Sara se pasó toda la cena hablando de ella y sus cosas. Ni una pregunta por mí o algo mío. La dejé hablar. Entonces en los postres, le pregunté:​

  • Bueno, y dime ¿A qué vino inventarse esa historia tan porno?​
  • ¿Cuál?​
  • La del sábado con dos tíos​
  • ¿Invento?​
  • Sí, invento​
  • Porque tú lo digas​
  • Claro​
  • ¿Y en qué te basas para que sea un invento?​
  • Cuesta un huevo que sigas queriendo follar después de correrte​
  • Ayer follamos durante una hora​
  • Ya, pero porque conmigo te pones muy cachonda​
  • Ja ¿Solo contigo?​
  • Sí​
  • Que creído eres​
  • Con tantas ganas de follar que tenías ayer, estoy seguro que nadie te ha echado un buen polvo en semanas​


Me miró enfadada. Continué:​

  • Además, si tan guarra te vuelves cuando te lo pasas bien, si quieres, luego cuando te hayas corrido dos o tres veces, te meo encima​
  • No seas guarro​
  • Eso me dijiste ayer​
  • Vale, eso me lo inventé​
  • Jajaja, sí, solo eso, seguro​
  • Pues sí​
  • ¿Y a qué viene inventarse esa guarrada? ¿Quieres que te lo haga alguien o qué?​
  • No, joder, que asco… es que… yo que sé, estaba cabreada contigo y quería… no sé, fue una gilipollez​
  • Ya, y luego me llamas a mi pervertido​
  • Lo eres​


Luego, salimos a beber y bailar algo. Sara se calentó y al final fuimos a su casa donde echamos un polvo rápido pero intenso. Como siempre, se corrió demasiado pronto pero esta vez la seguí yo, que también iba calentito.



Nos quedamos tumbados un rato, sin hablar, hasta que Sara dijo:​

  • Vístete y vete​
  • ¿Ya?​
  • Sí​
  • ¿No quieres que me quede a dormir?​
  • No​
  • Sigues cabreada​
  • Claro, a ver si te crees que por un par de polvos se me va a quitar el enfado​
  • Bueno, creo que más bien habría que catalogarlos de polvazos​
  • Puff, que puto creído eres​
  • Jeje​
  • Pues que sepas que para mí eres poco más que esto​


Se incorporó, abrió un cajón de su mesita y sacó el consolador de Gema:​

  • Solo eres una polla, como esto, algo más divertida pero solo eso​
  • Ajá​
  • Y como ya me he quedado a gusto, ya te puedes ir a tu casa​


No me enfadé, sabía que estaba aún cabreada y lo entendía. Pensé en irme pero decidí jugar un poco más. Le dije:​

  • Mmmm te gustó el consolador ¿eh?​
  • ¿Qué?​
  • Aún lo tienes​
  • Se me ha olvidado llevarlo al cuarto de Gema​
  • Ya​
  • Sí, gilipollas ¿Para qué voy a querer yo esto? Si quiero follar, no me faltan pollas de verdad​
  • Jeje​


Miré el cajón abierto y vi el bote de lubricante. Le dije:​

  • Creo que lo has estado usando​
  • Una mierda​
  • Sí, cuatro semanas sin echar un buen polvo es demasiado tiempo para ti​
  • Serás gilipollas​


Se quedó mirándome enfadada. Le sostuve la mirada y entonces, sorprendentemente, dijo:​

  • No sé como te aguanto estas mierdas pero sí, lo usé una vez hace unas semanas para probar a ver como era​
  • ¿El qué?​
  • Masturbarse con eso​
  • ¿Y?​
  • Una mierda​
  • ¿Una mierda? jajaja​
  • Sí, una puta mierda​
  • No puede ser, eso os mola a las tías​
  • A las desesperadas que no tienen quien las follen, yo no tengo ese problema​
  • Jajaja​
  • ¿Lo dudas?​
  • No, no, al revés, estoy convencido que no tienes problemas, tengo ojos para ver lo buena que estás​
  • Pues eso​
  • Pero creo que es que no lo has usado bien​
  • ¿Qué???​


Me miró con una ceja levantada, con incredulidad. Le dije:​

  • Que no sabes masturbarte con eso​
  • Pero ¿Eres tonto o qué?​
  • A ver, enséñame como lo hiciste​


Se rio y me mandó a la mierda pero seguí esperando y entonces dijo:​

  • Dame el lubricante, te hago una demostración y te vas de una puta vez, quiero dormir​
  • ¿Lubricante para qué?​
  • Pues para que no me haga daño, lelo, no estoy mojada​
  • Si quieres te lo como hasta que…​
  • Que no, que te vas a ir ya, dámelo de una puta vez y terminemos​


Se lo di. Sara echó una buena cantidad en el consolador. Luego, se reclinó sobre la almohada y abrió las piernas, enseñándome su coño perfectamente depilado, rojo e hinchado por el polvo. Se metió el consolador poco a poco, mirándome.



De nuevo, no me pudo ocultar que estaba cachonda, su cara era totalmente transparente para mí a estas alturas. La miré unos segundos hasta que dijo:​

  • ¿Ves? no tiene ningún misterio y sigue pareciéndome una mierda​


Y lo decía con la cara roja y los ojos brillantes. Le dije:​

  • Déjame a mí, creo que no lo haces con el ritmo adecuado​


Se rio con incredulidad e iba a decir algo pero soltó el consolador que seguía dentro de ella. Lo cogí y lo moví despacio. Sara me miraba sin decir nada. Me chupé el pulgar y lo puse sobre su clítoris, moviéndolo. Sara gimió y se tumbó del todo, jadeando. Estuvimos así unos minutos y entonces ella dijo:​

  • Quita esa mierda y fóllame de una puta vez​


Ya la tenía dura así que no era problema. Se lo quité y fui a ponerme el condón pero Sara se incorporó, puso el brazo por detrás del cuello, para empujarme encima de ella mientras me besaba y moviéndose lo suficiente para meterse mi polla dentro. Estaba tan caliente que ni tiempo quería perder en el condón. La follé un poco hasta que se corrió clavándome los dedos en la espalda. Me abrazó fuerte para que no me moviera de dentro de ella. Luego, con un gran gemido, me soltó y me salí.



La miré, estaba con los ojos cerrados, roja, sudorosa. Abrió los ojos y vi que seguía cachonda. Me empujó para ponerme boca arriba. Y me lamió desde la boca hasta la polla, chupando luego como una posesa. Pensé que quería que me corriera pero no, al poco se puso encima y me empezó a cabalgar. De sus gemidos pasó a gritos diciendo:​

  • JODER, QUE POLLA TIENES, CABRÓN​


Era muy tarde y me dio cosa tanto grito. Entonces pensé una cosa y me incliné buscando sus bragas. Sara había parado sin saber muy bien que pasaba. Cuando las vio, no dijo nada. Yo sí le dije:​

  • Abre la boca​


Sara la abrió y le metí sus bragas en la boca. Reanudó su cabalgada, ahora con sus gritos amortiguados por las bragas. Me tenía sorprendido, había pasado de su actitud chulesca a una calentura total en cuestión de segundos.



Follamos en unas cuantas posturas, ella siempre con las bragas en la boca, la baba cayéndole por la barbilla, con los ojos desorbitados por lo cachonda que estaba. Entonces se puso a cuatro y la follé así. Noté que le llegaba otro orgasmo, por como se tensaba. Paré y le dije:​

  • ¿Quieres que te folle como a tu amiga?​


Sara no dijo nada, con la cabeza en la cama, jadeando. Me incliné y le quité las bragas de la boca. Le volví a preguntar:​

  • ¿Quieres que te folle como a Yoli?​


Sara calló unos segundos y luego dijo:​

  • Sí​
  • Dímelo​
  • Fóllame como a Yoli​
  • No, dime por donde quieres que te folle​
  • Por el culo, fóllame por el culo​
  • ¿Quieres el consolador?​
  • No, solo tu polla en mi culo​


Cogí el lubricante y lo apliqué con generosidad en mi polla y en su ano. Luego se la metí con cuidado. Sara gimió pero no protestó. Y entonces empecé a follarla despacio, pero ella gritó:​

  • DAME FUERTE, CABRÓN​
  • ¿Seguro?​
  • SIIIIII, FUERTEEEEE, RÓMPEME EL CULO​


Y la follé bien, y Sara gritó, pero eran gritos pidiendo más, gimiendo y llegando a un orgasmo que, con los espasmos que tuvo, se salió mi polla de su culo. Me corrí sobre ella, en su espalda y culo, mientras Sara gemía agotada.



Sara se quedó boca abajo, respirando exhausta. Menudos gritos había dado. Cogí pañuelos de papel que tenía en su tocador y le limpié la corrida, y me limpié yo. Luego, me tumbé a su lado, un poco preocupado porque la había follado duro, demasiado quizás. Le pregunté si estaba bien pero solo refunfuñó algo. Me quedé unos minutos a su lado y luego me levanté para irme. Cuando escuchó que cogía mi pantalón, se giró y me dijo:​

  • ¿Dónde vas?​
  • Me voy, no querías que me quedara​
  • Apaga la luz y acuéstate ya​


Y volvió a enterrar su cabeza entre sus brazos. La miré sonriendo, no había quien la entendiera. Me acosté a su lado. Sara se movió un poco y se puso de lado, dándome la espalda. Entonces buscó mi mano y tiró de mí para que la abrazara por detrás. No me soltó la mano y se durmió al poco. Cuando lo noté, la dejé de abrazar y me tumbé boca arriba. Y pensé “Que mujer ésta, nunca dice lo que piensa realmente, menos mal que su cara lo dice todo” antes de quedarme dormido.



Me desperté cuando sonó la alarma de mi móvil. Sara se quejó y que me dijo que me fuera, que ella quería dormir más. Me vestí y salí. En la cocina estaba Laura. Me dio los buenos días y me dijo si quería café. Acepté y le pregunté:​

  • ¿Y Álvaro?​
  • Durmiendo, hasta dentro de dos horas no se levanta, es dormilón​
  • Ya​
  • Veo que habéis hecho las paces​
  • Sí​
  • Bueno, más que ver, escuchar, menudo espectáculo disteis ayer​
  • ¿Tanto fue?​
  • No sé si habrá alguien en el bloque que no sepa que le rompiste el culo​


Y sonrió con desgana. Me sonrojé y ella rio diciendo:​

  • Que mono, te has sonrojado​
  • Ya, bueno, es que…​
  • Allá cada una con sus gustos, no lo critico ¿eh? solo que se podría emocionar menos, o al menos, gritarlo menos​
  • Ya jeje​


Me tomé el café, incómodo. Me quería ir ya y apuré el café. Me levanté y entonces le dije:​

  • Y tú ¿Cómo estás?​


Laura me miró y se levantó. Salió fuera de la cocina y volvió al poco diciendo:​

  • Los dos duermen​
  • Ya​
  • Lo preguntas por los cuernos ¿no?​
  • Sí​
  • Pues estoy bien​
  • ¿Seguro?​
  • Sorprendentemente sí, son mis primeros cuernos, pensaba que me iba a sentir fatal​
  • Ah​
  • Y no es así, lo mismo soy más zorra de lo que pensaba​


La miré sin saber que decir. Entonces se rio y dijo:​

  • No me afecta mucho porque estaba colocada, Bego fue una zorra que me indujo toda la noche a eso, y porque no va a pasar más​
  • Me alegra que no estés mal​
  • Gracias por preguntar​
  • Que menos​


Me iba a ir cuando dijo:​

  • Bego te va a insistir en lo de posar​
  • No voy a poder​
  • Quiere que poses desnudo​
  • Uff, que no​
  • Es muy pesada, ya verás​
  • Pues no… solo posaría desnudo para ti​


Me miró con mala cara. Dije:​

  • Estaba de broma​
  • Pues no me gustan esas bromas, ya te dije…​
  • Sí, sí… disculpa​
  • Déjame terminar, te dije que nada de más tonterías ni flirteos​
  • Era solo una broma​
  • Pues no las haga, no va a volver a pasar nada más ¿entiendes?​
  • Sí, tranquila​
  • Bien​


Me despedí y me fui. Laura, con esa cara de niña, tenía carácter, había estado cortante y seca. Y lo entendía, no quería ninguna tontería más.



Me fui corriendo a la casa a preparar las cosas para los niños. Llegué justo cuando Marisa se iba. Me dio dos besos y dijo:​

  • Que envidia me da la afortunada​


Sonriendo mientras se iba. Seguí toda la rutina de los niños y, cuando los recogieron, me duché rápidamente y me fui a la facultad.



Allí me entró el sopor del cansancio por la noche anterior. Cogí el móvil y le escribí a Sara:​

  • Hola ¿Te vienes a desayunar?​


Vi que me había leído pero no contestaba. Dejé pasar unos minutos y le volví a escribir:​

  • Venga, ven, te invito, que tendrás que recuperar fuerzas por lo de anoche jeje​


Esta vez sí me respondió:​

  • Estoy llegando a la facultad​
  • Pues vente directa, que estoy que me caigo, necesito ya el café​
  • Haberte tomado uno en casa​
  • Ya lo hice pero lo de anoche me dejó destrozado jeje​


No contestó en unos minutos y luego puso:​

  • Llego en quince minutos​
  • Vale​


Y nada más. Me quedé pensando ¿Estaría otra vez enfadada? la conversación había sido seca. Seguramente me esperaba bronca por el sexo anal. Bueno, pues nada, lo encajaría y ya está.



Bajé y al poco llegó Sara. Iba con unos vaqueros ajustados y una chaquetita. Se sentó sin decirme nada. Le llevé lo que había pedido, un desayuno para mí y otro para ella. Cuando lo vio dijo:​

  • Yo no desayuno​
  • Anda, hoy sí, que hay que…​
  • Ya, reponer energía por lo anoche y blablabla​


La miré. Estaba enfadada. Desayunamos en silencio. No había casi nadie en la cafetería porque había clases a esas horas. Terminé antes y le dije:​

  • Venga, empieza​
  • ¿Empiezo qué?​
  • A criticarme​


Me miró y no dijo nada. Le insistí:​

  • Siempre tienes algo que criticar y me imagino que es​
  • No tengo nada que decir​
  • ¿Te duele?​
  • ¿El culo? Ya me estoy acostumbrando​
  • ¿Sí? ¿Seguro? llevabas un mes sin hacerlo por detrás ¿no?​
  • Sí ¿Y? A todo se acostumbra una​


La miré y sonreí por dentro. Ya no seguía con la absurda historia de su fin de semana y la orgía súper guarra. Le dije:​

  • Pero seguro que te dolió y…​
  • A ver, Dani, anoche nos divertimos y me follaste como quisiste e hiciste que me corriera varias veces ¿no? pues bien, premio para ti, eres un machote​
  • ¿Ves como estabas enfadada?​
  • Para nada, tuve varios orgasmos que ni sabía que se podían tener así que bien, genial​


La miré sin poder descifrar lo que le pasaba. Pensé en los polvos y entonces le dije:​

  • ¿Te molestó lo de las bragas?​
  • No​
  • ¿Seguro?​
  • Fue morboso, estuvo bien​
  • Ah entonces ¿Te molestó que mencionara a Yoli?​
  • No​
  • ¿Seguro?​
  • Otra vez con el “seguro”, si te digo que no, es que no… es más ni me acordaba de eso​
  • Entonces ¿Qué te pasa?​


Me miró unos segundos sin decir nada. Pensé que no iba a decir nada más pero habló:​

  • Vamos a dar un paseo​
  • ¿Qué?​
  • Sentada me molesta un poco el culo ¿Vale? Vamos a andar​
  • Ah, vale​


Nos fuimos al parque y allí me dijo:​

  • No sé como coño lo haces para ponerme así​
  • ¿Así? ¿Enfadada?​
  • Cachonda, Dani, cachonda, estoy hablando de anoche​
  • Ah​
  • No me apetecía nada el sexo anal, pero nada es nada, y de pronto, me veo gritando que me rompas el culo y teniendo un orgasmo largo e intenso... es que lo flipo​
  • Bueno, será que sí te gusta​
  • ¿No me escuchas? Es que no tenía ganas, quería un polvo rápido y dormir​
  • ¿Y es malo?​
  • Pues no lo sé​
  • ¿Por eso estás enfadada?​
  • No, es solo que no lo entiendo​
  • ¿Y el enfado?​
  • Cosas mías​
  • Dímelo​
  • No, no tiene que ver contigo​
  • ¿Con Yoli?​
  • No​
  • Puedes contármelo si te apetece​
  • No, no me apetece, gracias​


Seguimos andando y, por cambiar de tema, le pregunté:​

  • ¿Vas a tu pueblo este finde?​
  • No, he quedado con Esteban​
  • Ah​
  • ¿Por? ¿Tienes pensado algo?​
  • No, ya sabes que yo trabajo​
  • Ya​


Seguimos andando y entonces le pregunté:​

  • Con Esteban ¿no te animas a hacerlo por detrás?​
  • Dani, no me animo con nadie, ya te lo he dicho, eso surge por lo cachonda que me pongo​
  • Pues cuando te pongas así con él​
  • Me pone pero no tanto como para eso​
  • Ah​
  • Además, bastante le cuesta al pobre durar lo suficiente como para excitarlo más aún​
  • ¿Qué?​
  • Que no es como tú, se corre rápido, joder, si hasta voy con cuidado en las mamadas porque ya se me ha corrido varias veces de pronto, sin avisar ni nada, pero cuando digo avisar, no me refiero a que él avise (que por cierto eso podría hacerlo), me refiero a que ni noto que se tensa ni nada, es que de pronto me llena la boca y... no sé para que te cuento esto​
  • Pero se le notará en el cuerpo, la cara...​
  • Que no, que no… es de pronto plufff y se acabó. Y contigo me da la sensación de que me puedo tirar horas chupando que no te vas a correr aunque claramente estás excitado​
  • No te creas que duro tanto​
  • Sí, al lado de Esteban sí, te lo aseguro​
  • Ah​
  • Y el sexo anal, ya que preguntas, te lo digo en serio, no me interesa, me preguntas ahora y lo veo sucio, repugnante… anoche no lo quería, pero luego… no sé que coño me pasa que lo flipo, de verdad que no lo entiendo​


Me quedé mirándola sorprendida ¿Era Sara u otra persona? Parecía hablar con sinceridad, no como siempre hacía. Le dije:​

  • Quizás son los preliminares ¿no?​
  • ¿Que me lo comas y juegues con dedos? pufff, no sé, quizás​
  • ¿Esteban te lo ha comido?​
  • ¿El culo? No​
  • ¿No quieres?​
  • No es eso​
  • ¿Entonces?​
  • Pues que no lo ha hecho​


Me quedé pensando y le dije:​

  • Pues pídeselo este finde​


Me miró con cara de alucinada.



SARA

“Dani no se entera de nada” pensé mirándolo. Esa mañana me había despertado dolorida pero contenta. El polvo había sido espectacular, el orgasmo último había sido una pasada, no me lo explicaba. Y pensando en eso, me empecé a sentir mal porque no entendía que me pasaba con Dani.



Mis planes para esa noche estaban claro, ponerle en su sitio, dejarle claro que solo lo usaría como un puto consolador. Y todo iba bien, vale que me calentó una cosa mala durante la cena y el baile pero mi plan era echarle un buen polvo y luego largarlo a su casa, que le quedara claro lo que iba a ser, un consolador, nada más.



E iba todo bien, le quise humillar con la comparación con el consolador pero entonces, él no se molestó, al revés, se mostró interesado, e hizo algo que me reventaba, no se creyó mis mentiras. Lo hizo cuando le dije que el consolador era una mierda y no me gustaba, y él dijo que pensaba que lo había usado varias veces… pues claro que lo había usado, y no pocas veces, habían sido cuatro semanas de mierdas de polvos. Si hasta me lo había metido varias veces por el culo. primero para probar y me provocó un puto orgasmo pensando en él, y luego porque no estaba mal.



Y me meto el puto consolador con ganas de mandarlo ya a la mierda, pero lo miro y lo veo ahí de pie, mirándome con vicio, la polla medio dura, que mira que está bien bueno… y me entró algo por todo el cuerpo. Encima dice de usarlo él y pufff, perdí la puta cabeza. Todos mis planes de dejarlo en su sitio a la mierda, ahí estaba yo como una loca, sin parar de gritar, joder… y sí, me enfadé, pero no con él, conmigo, estaba enfadada conmigo porque no me controlo con él.



Le miré y le dije:​

  • No, no voy a pedirle eso​
  • ¿Por qué?​
  • Porque no​
  • Pero si eso te gusta​
  • Claro​
  • ¿Entonces?​


Suspiré. Le dije:​

  • Porque eso tiene que salir de él, no de mí​
  • Que chorrada, a mí me lo has pedido un montón de veces​
  • Contigo es diferente y, además, eres un guarro​
  • Jajaja, ¿y él no?​
  • Ojalá​
  • Pues enséñale joder, que a mí eso me lo enseñó Gema​
  • Ya​
  • ¿Te gustaría que fuera un guarro?​
  • No es eso, me gustaría que tuviera más… más iniciativa​


Y entonces pensé en lo que siempre pienso. En aquel primer polvo con Dani… bueno, polvo no, que fue una orgía entre los cuatro. Yo ya estaba satisfecha con Javi, me había corrido y pensaba dejarlo, pero me dio lástima Dani, no se había corrido aún y le dejé follarme casi por lástima. Y, al principio, me arrepentí, no tenía ganas y era tan suavecito como me había imaginado, pero entonces se encabronó, me cogió del cuello y me folló fuerte, y me vino un orgasmo de la nada… fue la primera vez, y luego eso se ha repetido mucho, cuando toma las riendas es otra persona. Lo miré y le dije:​

  • ¿Sabes? Esteban es buen chico, y en la cama, también​
  • ¿Y?​
  • Tú eres buen chico, pero en la cama eres un cabrón​
  • No lo soy​
  • Sí, lo eres, eres dominador, mandón,...​
  • Pero son juegos​
  • Y me encanta​


Y vi como se quedaba sorprendido. Seguí:​

  • Me encanta como te pones cuando follas, eres otro, tienes dos caras, la normal y la del sexo​
  • Jajaja, que chorrada​
  • Es así, pero no eres un cabrón egoísta, eres un cabrón que busca mi placer, no solo el tuyo​
  • Claro, joder, es lo normal​
  • No te creas​


Nos paramos y me miró. Entonces dijo:​

  • Quizás tenga que calentar más a Esteban, no sé​
  • ¿Cómo?​
  • Lo mismo salgo sin bragas a ver que dice​
  • Jajaja, pero ¿Qué va a decir? Se pondrá como una moto jaja​
  • No es como tú, no sé​
  • Prueba​
  • Ya, bueno, me voy, hasta luego​


DANI

Me fui a clase pensando en lo rara que estaba Sara. Conmigo no se cortaba nada en pedirme cosas durante el sexo, y era bastante “obediente”, es decir, no ponía casi pegas. En cambio, con Esteban, parecía que era más pasiva. Me pareció curioso.



Terminé otra semana más y de vuelta al pueblo a trabajar.​
 

31



DANI

Me desperté con la molesta alarma del móvil sonando sin parar. Estaba cansado, otro fin de semana duro trabajando, pero entonces sonreí porque recordé que esta semana sí estaba Gema por aquí, hoy volvía de ver a Lily así que, solo por eso, la semana merecía la pena.



Me levanté, duché, saludé a Marisa que se iba rápidamente, preparé los desayunos, me peleé con los niños para que se lo comieran rápido, vinieron a por ellos y me fui a la facultad. Mis mañanas se habían vuelto muy repetitivas sin Marisa.



En la facultad, más de lo mismo, tediosas clases y agobio porque me costaba ir al día. Le mandé un mensaje a Sara para preguntarle por el finde pero no me respondió.



Marta seguía con su intención de involucrarme más en el grupo, y yo con el mío de alejarme lo máximo posible pero sin querer molestarla.



Por la tarde estudié solo en casa, impaciente por saber de Gema. A eso de las nueve de la noche, me llamó y me dijo:​

  • Vente, que tenemos drama​


Me quedé un poco extrañado “¿Drama?”. Al llegar, Gema me metió en su habitación y me encontré a una Sara muy borracha, que al verme dijo a gritos:​

  • SI, SI, UN TRÍO, BIENNNNN​


Miré a Gema que me hizo un gesto de “espera”. Gema se sentó y Sara se lanzó a por ella besándola y tocándola. Gema la frenó y me dijo:​

  • G: Ha roto con su ligue​
  • S: No era mi ligue, era mi folla amigo, como éste (con voz de borracha) pero Esteban siempre me estaba llamando, este cabrón nunca, lo tengo que llamar yo para follar ¿Tú te puedes creer, Gema? El cabrón nunca me llama para follar​


Y empezó a reírse como una loca. Le pregunté extrañado:​

  • D: ¿Y te ha jodido la ruptura?​
  • S: Nooo, que se vaya a la puta mierda, follaba fatal jajaja​


Miré a Gema que dijo:​

  • G: Se pelearon y él la llamó puta y guarra​
  • S: El muy cabrón de mierda​
  • D: ¿Por qué?​
  • G: Porque alguien le contó que la vieron con otro tío​
  • S: Con el que me follé el fin de semana pasado​
  • D: Ah, ¿el trío con dos tíos?​
  • S: Nooo, eso me lo inventé jajajaja me follé solo a uno, por cierto una mierda de polvo jajaja, no tengo nada de suerte con los tíos, solo me folla bien este cabrón​
  • D: Ahhh​
  • S: Pero el subnormal éste se creía que éramos novios o algo así​
  • D: ¿No sabía que erais solo folla amigos?​
  • S: Parece que no​
  • G: Y entonces ella le dijo que se follaba a quien quería​
  • S: Y me llamó puta, los tíos os tiráis a muchas y sois unos machotes, y yo me tiro a dos o tres y soy una puta​
  • D: Vale, entiendo​
  • S: Claro que lo entiendes, a saber a cuantas te follas porque tú solo piensas con esto​


Agarrándome el paquete. Miré a Gema que, con un gesto, me indicó que no entrara al trapo. Sara se reía y seguía bebiendo directamente de una botella. Dijo:​

  • S: ¿Sabes que el cabrón se folló a mi mejor amiga estando yo dormida? Y SE LA FOLLÓ POR EL CULO, QUE HIJO DE PUTA JAJAJAJAJA​


Gema y yo nos miramos. Sara siguió:​

  • S: LE DESVIRGÓ EL CULO Y LA MUY PERRA SE CORRIÓ jajajaja​


Bebió otra vez y luego dijo:​

  • S: Aunque yo también me corrí cuando me lo desvirgó, el cabrón sabe follar ¿eh Gema? ahh, ¿sabes, sabes una cosa? El otro día tuve un orgasmo de esos que tú dices, larrrrgoooooo jajaja, dios, me dejó muerta el cabrón. Míralo, con lo tonto que es, y luego, como folla ¿eh?​


Me estaba cabreando y Gema me hizo otro gesto. Dijo:​

  • G: Ayyy, Sarita, menudo pedo llevas encima​
  • S: Vamos a follar, Gema​
  • G: Estás tú para follar mucho​
  • S: Sí, vamos a follar, y que él mire, que mire como me corro, que no solo me corro con él, que es un gilipollas engreído​


E intentó desnudar a Gema que no se dejó. Entonces, Sara me miró y dijo:​

  • S: No, que mire Gema y me follas tú, rómpeme el culo como el otro día, cabrón, que eso se te da bien ¿eh? jajajaja, me rompió el culo y me gustó, Gema jajajaja joder, como me corrí Gema, no te imaginas jajaja​


Y entonces, de repente, empezó a llorar y dijo:​

  • S: Esteban dijo que era una guarra por ir sin bragas, joder ¿Lo soy Dani?​
  • D: No, Sara, anda ya, eres excitante​
  • S: No, soy una puta, me lo dijo con mucha mala leche​
  • D: No, eso no es verdad, lo sabes​
  • S: Sí, soy una puta​


Y lloraba. Miré desesperado a Gema, que abrazó a Sara. Y Sara siguió:​

  • S: Joder, si le puso cachondo cuando le dije que iba sin bragas, y hasta me folló medio bien, pero al día siguiente, algún hijo de puta le fue con que me había visto con otro y, y, y… me llamó puta, y guarra que va sin bragas​


Y era ya llanto. Me partía el corazón verla así. Sara siguió:​

  • S: Le mandé a la mierda, que se vaya a la PUTA MIERDA, QUE ASCO DE TÍOS, TODOS, TÚ TAMBIÉN​


Y siguió unos minutos llorando e insultando. Y, de repente, me miró y dijo:​

  • S: Fóllame Dani, como tú sabes​


Y se abalanzó sobre mí, besándome e intentando quitarme la ropa. Y, de pronto, se paró y dijo:​

  • S: Voy a potar​


La cogí en brazos y la llevé al cuarto de baño donde llegamos in extremis, vomitando sobre el suelo y la taza. Y allí se quedó unos minutos, echando todo. Luego Gema la limpió mientras yo la sostenía y la fui a llevar a su cuarto pero Gema me dijo que la dejara en su cama, que iba a dormir con ella, que no estaba bien.



La dejamos en la cama, apagamos la luz porque Sara ya estaba dormida. Salimos cerrando la puerta despacio. Gema me hizo señas y fuimos a la cocina. En el salón estaban Laura y Álvaro que nos miraron. Gema les dijo:​

  • Ha bebido más de la cuenta​


Laura me miró y dijo:​

  • Ya hemos escuchado​


Gema contestó:​

  • G: No se lo tengáis en cuenta, ha tenido una ruptura este finde​
  • L: ¿Con Esteban?​
  • G: Sí​
  • L: Pero si no salían ¿no?​
  • G: Ya pero parece que él si lo pensaba​
  • L: Que líos​
  • G: Ya ves​


Y los dejamos. En la cocina, Gema se puso a preparar algo mientras decía:​

  • Me preocupa Sara​
  • ¿Por Esteban?​
  • No, la veo jodida​
  • ¿Por qué?​
  • ¿Tú qué crees?​
  • No sé, tampoco hablaba maravillas de Esteban, no creo que sea para tanto​


Gema suspiró y negó con la cabeza. Le dije:​

  • ¿Qué? ¿No es así?​
  • Esteban importa poco, sí​
  • ¿Entonces?​
  • Está colgada de ti​
  • ¿De mí???? jajaja, pero si ya la has escuchado, siempre me trata de gilipollas que solo sirve para follar​
  • ¿Tú qué dices siempre de Sara?​
  • No te entiendo​
  • Que nunca dice lo que piensa de verdad ¿no?​
  • Ah, ya​
  • Pues eso​
  • Pero no, te equivocas, me trata como el culo y siempre me insulta​
  • Es como ella se defiende​
  • ¿Defiende de qué?​
  • De tu rechazo​
  • Yo nunca la rechazo​
  • Sentimentalmente, no físicamente​
  • ¿Qué???​
  • Que tú no la quieres​
  • Ya, claro​
  • Pues eso​
  • Que va… joder, vas a empezar igual que con Marta, que si estaba enamorada de mí y mírala, muy feliz con su novio, tiempo que le faltó para buscarse uno​
  • Mmmmm​
  • Que no Gema, que no sé por qué te parece que las tías se enamoran de mí, pero no, ni de coña, ya es la segunda vez que fallas con eso​
  • No creo que falle​
  • Sí, te lo aseguro​
  • Bueno… es mi opinión​
  • Ya, claro​
  • Trátala bien, está regular​
  • Claro que la voy a tratar bien, es inaguantable muchas veces, pero me cae bien​
  • Lo sé​


Entonces Gema puso en la mesa lo que había preparado, unos sándwiches y nos pusimos a comer. Al poco, dijo:​

  • Tengo una noticia​
  • ¿Cuál?​
  • Lily se me declaró el sábado​
  • ¿Cómo?​
  • De rodillas y esas cosas​
  • ¿En serio??​
  • Sí, fue todo muy romántico, y lloramos jajaja​
  • Guau​
  • Joe, nene, me salta el corazón cuando lo recuerdo​
  • ¿Y qué le dijiste?​
  • Que sí, que me caso con ella​
  • JODER​


Me había dejado impactado. Gema sonreía con cara de emoción. Le pregunté:​

  • Pero, pero… ¿Cuándo?​
  • En verano, pero me iré antes a vivir con ella​
  • JODER​
  • En un mes o así​
  • JODER​
  • Cuando cierre aquí mis cosas​
  • JODER​


Me sentía feliz por ella, pero a la vez triste, muy triste. Gema hablaba con emoción:​

  • Eres el primero al que se lo cuento, bueno, el primero tras mi Fran y mi Sonia​
  • Ah​
  • No sé, tengo que ver lo del trabajo, hablarlo con Juan​
  • ¿Con Juan?​
  • Claro, tú y Juan sois mis pilares aquí​
  • ¿Qué?​
  • Joder, que os voy a echar muchísimo de menos cuando esté fuera​


La miré con tristeza y Gema me abrazó, llorando. Se había emocionado. Entonces, cuando se calmó dijo:​

  • Nene, tengo muchísimo miedo, lo mío no son las relaciones, siempre la fastidio cuando intento ir más en serio​
  • ¿Y ahora qué ha cambiado?​
  • No sé, es que con Lily estoy tan bien, la echo mucho de menos cuando no estoy con ella, y a ella le pasa lo mismo​
  • Ya​
  • Y bueno, hemos hablado de ti y Juan​
  • ¿Qué?​
  • No sé, no creo que pueda renunciar a vosotros​
  • ¿Y ella qué dice?​
  • Que, con sinceridad, todo es hablarlo… a ella también le gustáis​


Y Gema habló y habló, sobre su futuro, sus miedos, sus sentimientos… y yo me sentía bien por ella, y mal por mí, anda que la iba a echar poco de menos. Esa noche no nos acostamos, bueno, Gema sí se acostó con Sara, pero para acompañar a Sara en su sueño borracho.



Al día siguiente, estando en la facultad, me escribió Sara y bajé. Me la encontré en la cafetería, con un té o algo así. Iba con gafas de sol dentro de la cafetería. Cuando me senté, se las quité y tenía los ojos enrojecidos. Ella me empujó y se volvió a poner las gafas diciendo:​

  • ¿Eres tonto o qué?​
  • Menuda borrachera cogiste ayer​
  • Ya ves tú​
  • ¿Tan mal te ha sentado lo de Esteban?​
  • Que va, si me estaba planteando ya dejarle, no vale nada en la cama y como amigo es un plasta​
  • Entonces la borrachera ¿Por qué fue?​
  • Me jodió que me llamara guarra y puta, tenía un cabreo que ni te imaginas​
  • Ya​
  • Pero bueno, ya está, a la mierda con él​
  • Él se lo pierde​
  • Ya te digo​


Nos quedamos callados y dijo:​

  • ¿Te ha dicho Gema lo suyo?​
  • Sí​
  • Joder, me he quedado de piedra esta mañana cuando lo ha contado, se va a casar con Lily, acojonante​
  • Sí jeje​
  • En fin, la echaremos de menos, pero mira, así follas más conmigo jaja​
  • ¡Sara!​
  • ¿Qué? algo bueno hay que verle a eso​
  • ¿Te alegras que se vaya?​
  • No, joder, no te enteras, estaba bromeando, ojalá se quedara, pero se va, hay que asumirlo​
  • Ya​
  • En fin, le diré que me “preste” a su amigo negro, está buenísimo y nunca me he acostado con un negro, y ya sabes lo que dicen​
  • ¿Qué dicen?​
  • Que es toda una experiencia jaja​
  • Je, como eres​
  • ¿Qué? Ella ya no lo va a usar, pues que me lo deje, verás el buen uso que yo le doy jajaja​


La miré, la tía se reía pero sin ganas, estaba mostrándose frívola por costumbre. Me miró y dijo:​

  • No, en serio, estoy hartita de los tíos, voy a pasar de vosotros​
  • ¿También de mi?​
  • El primero, eres el que peor me trata​
  • ¿Yo te trato mal?​
  • Casi no me llamas, me haces burradas en la cama, te acuestas con mi mejor amiga… ¿sigo?​
  • Esas burradas te gustan​
  • Ya, eso dices tú​
  • Jajaja​
  • En fin, que me voy a tomar un descanso de los tíos, tengo que centrarme​
  • ¿En qué?​
  • Pues en lo que sea menos en los tíos​
  • Ya​


Seguimos un rato más hasta que dijo que se iba. La miré irse y pensé “Y dice Gema que está enganchada conmigo, y mira, pensando en tirarse al amigo de Gema, diciendo que la trato mal, que quiere pasar de mí… en fin, Gema que poco conoces a Sara”.



MARISA

Me quedé mirándola con la boca abierta:​

  • ¡¡¡Enhorabuena!!!​


Gema se había pasado por mi trabajo y habíamos bajado a desayunar juntas. Me acababa de contar su compromiso con su amiga y me había dejado alucinada. Sabía que tenía una amiga especial, pero ni idea de que era tan especial. Pensé “A esta chica no la comprendo, si no para de hablar de Juan y Dani, y ahora resulta que está enamorada de esa chica y se va a casar con ella, de verdad que lo flipo”.



Gema sonreía con esa sonrisa tonta que a veces se nos pone cuando estamos muy felices. Entonces me enseñó su anillo de compromiso. Era precioso, su chica tenía buen gusto y dinero, ese anillo valía bien caro.



Gema, sonriendo sin parar dijo:​

  • Estoy nerviosísima​
  • Jajaja, ya te veo​
  • De verdad, no te haces una idea​
  • Pero si se te nota, chica, estás emocionada jaja​
  • Sí, ayer noche se lo conté a Dani​
  • ¿Y?​
  • El pobre intentaba reflejar felicidad pero se le notaba la tristeza porque me voy​
  • Es normal​
  • Ya pero, ufff, de verdad que lo voy a echar de menos​
  • Y el sexo jajaja​
  • Bueno, del sexo ya veremos, a Lily le cae muy bien Dani​
  • ¿Sí?​
  • Hemos hecho muchos tríos juntos​
  • Jajajaja, como sois​
  • Sí, y a Lily le gusta follar con él, así que seguiremos haciéndolo pero claro, la distancia…​
  • Ya, claro​
  • Y con Juan pasa lo mismo​
  • También te echará de menos​
  • Sí, esta mañana le cambió la cara pero también es muy buen chico y me felicitó, me ha invitado esta noche a cenar y celebrarlo​
  • jajaja, celebrarlo​
  • Sí, ya me entiendes jajaja​
  • Jajajaja que suerte​
  • ¿Y tú qué?​
  • ¿Yo qué de qué?​
  • Sobre sexo​
  • Ufff, chica, nada de nada desde aquel último polvo con Dani​
  • ¿Antonio sigue igual?​
  • Igual, no sé a qué esperaba para darme la patada​
  • No sé, invítalo a cenar, ahora tienes pasta​
  • Jajajaja, sí, la tengo​
  • Pues invítalo, y te pones algo sexy, que eso es muy difícil de rechazar jajaja​
  • Que va, con Antonio nada de nada, te lo digo yo​
  • No sé, te falta calentarlo, creo yo​
  • Que no, lo he intentado de todas las formas y ni mirarme, eso está acabado​
  • No sé, Marisa, estás muy buena​
  • Pues para él no​


Y corté ese tema, me ponía de mal humor. Hablamos de su trabajo, que iba a hacer en la nueva ciudad, de mi trabajo, de lo contenta que estaba… cuando se fue, pensé “Bueno, se acabaron mis aventuras bolleras… en general, se acabaron mis aventuras sexuales”.



DANI

Esa tarde intenté quedar con Gema pero ya había quedado con Juan, me dijo que la había invitado a cenar. Me jodió pero bueno, lo entendía. Gema me prometió quedar otra noche.



Esa noche me acosté tarde, estudiando. El trabajo que había hecho con Marta y Charo me había solucionado una asignatura, pero tenía otras donde iba fatal, retrasado y con problemas. Me tocaba hincar los codos.



GEMA

Le dije a Marisa:​

  • Venga, baja, te invitamos a desayunar​
  • ¿Ya estás en la cafetería?​
  • Sí, con Juan​
  • Ah, vale, bajo ya​


Miré a Juan y le sonreí. Menuda noche habíamos pasado, estaba destrozada pero contenta, muy contenta. Juan era excepcional. Me dio un pico y entonces vimos salir a Marisa de la oficina. Iba muy guapa, con una falda ceñida y un top discreto. Nos levantamos y nos dio dos besos a cada uno. Nos sentamos y nos pusimos a charlar de esto y aquello mientras desayunábamos.



Juan le preguntaba por su jefe, por el negocio… los dos se llevaban muy bien… todas se llevaban muy bien con Juan, era normal, guapo, atractivo, simpático y encantador.



Cuando ya terminamos, saqué el tema por el que habíamos ido. La idea se me ocurrió cenando con Juan. Le conté los problemas de Marisa con su pareja, por si él sabía que podía estar pasando, y entonces él dijo algo que me dio una idea. Le dije a Marisa:​

  • Se me ha ocurrido una posible solución a tu sequía con Antonio​


Marisa me miró con los ojos abiertos y la cara de sorpresa que era hasta cómica. Me miró, miró a Juan y se ruborizó. Dijo:​

  • M: Pero Gema ¿Qué dices???​
  • G: Nada, no te preocupes, es que se me escapó ayer noche y…​
  • M: Que se te escapó ¿El qué?​


La vi agobiada. Se estaría pensando que había contado lo nuestro o lo de ella con Dani. Me reí y le dije:​

  • G: Es que Juan es un hombre​
  • J: Ah, gracias por tener que dejarlo claro​
  • G: Jajajaja, que tonto, anda, déjame seguir​
  • J: Sigue, sigue​
  • G: Y le pregunté a ver que le pasaba a Antonio, porque no es normal que con una pareja tan sexy y guapa, no lo quiera hacer desde hace meses​


La cara de Marisa era un poema, entre enfado y sorpresa. Dijo:​

  • M: Pero ¿Qué dices Gema? Yo no…​
  • G: Tranquila, que es Juan, y se le ocurrió algo anoche​
  • J: A ver, que es una chorrada​
  • G: No, creo que puede dar resultado​


Marisa nos miró sin saber que hacer. Entonces dijo:​

  • M: Te voy a matar, Gema, pero cuando estemos sola, él no tiene culpa de nada​
  • G: Jajajaja, espera, espera a que te cuente​
  • M: Pufff​
  • G: Tienes que dar celos a Antonio​
  • M: ¿Quéeee?????​
  • G: Claro, que vea lo buena que estás, que te entran otros tíos​
  • M: Pero ¿Estás loca?​
  • J: No, verás, lo mismo Antonio está acomodado y necesita un empujoncito, ya me entiendes​
  • M: ¿Un empujón? ¿poniéndole cuernos?​
  • G: Noooo, jajaja, verás, escucha​
  • M: Dios, mira, mejor lo dejamos​
  • G: Que no, escucha lo que se nos ha ocurrido​
  • J: A mí no me metas, que todo esto es cosa tuya​
  • G: No, la idea la diste tú, así que si falla, es culpa tuya​
  • J: Claro como no (sonriendo)​
  • G: Bueno, pues eso, escucha Marisa​
  • M: A ver (suspirando)​
  • G: Este sábado invitas a Antonio a cenar, y luego a bailar, como hacíais antes​
  • M: Ya no quiere, dice que está muy cansado​
  • G: Pues lo obligas, le dices que tienes ganas y que si no, te vas sola​
  • M: ¿Qué dices? estás loca​
  • G: Pues se lo dices así, que se joda y salga jajaja​


Marisa miró a Juan que se reía. Luego me miró y dijo:​

  • M: ¿Y qué quieres, que en la pista de baile me ponga a ligar delante de él?​
  • G: Mmmm, más o menos​
  • M: Está claro que estás loca, anda que vaya ideas​
  • G: Nooo, espera​
  • M: Me voy, que ya llego tarde​
  • G: Espera, escucha… no, no te pones a ligar… te entrará un tío bueno​
  • M: Claro, no paran de entrarme tíos a todas horas, Gema, que no soy tú jajaja​
  • G: Eso es mentira, te podrían entrar perfectamente si fueras en plan caza como yo jajaja​
  • M: Jajajaja​
  • G: Pero no es eso, te entrará un tío bueno y a Antonio le dará celos, seguro​
  • M: Jajajaja​
  • G: Y el tío bueno es… tachán​


Señalando a Juan. Marisa lo miró con la boca abierta. Juan dijo:​

  • J: Yo no quería, a ver si tu marido se va a poner agresivo, pero ya sabes lo pesada que es Gema y…​
  • G: Nada, nada, no va a pasar nada, te pones a bailar con ella, tonteas, y el otro ve que tiene que tener cuidado y ya verás, esa noche, polvazo jajajaja​
  • M: Dios, estás loca​
  • G: Jajajaja, pero ¿Qué pasa por probar?​
  • M: ¿Y tú estás de acuerdo con esta locura?​
  • J: Bueno, bailar con una chica guapa siempre está bien​
  • M: Dios, vaya dos​
  • G: Jajajaja​


Marisa nos miró a los dos, pensando, y entonces dijo:​

  • M: Quizás funcione, siempre que sea algo casual y sin pasarse​
  • J: Claro, solo eso, bailar juntos, decirte cosas al oído y que te rías… vamos, tontear​
  • M: Mmmmm​
  • G: ¿Ves? es una buena idea​
  • M: ¿De verdad no te molesta, Juan?​
  • J: Para nada, como va a ser un flirteo tonto, no creo que tu marido pase a más ¿no?​
  • M: No es mi marido, es mi pareja y no, no se va a pegar porque uno baile conmigo, pero mmmm quizás le despierte algo​
  • G: Eso, eso jajaja​
  • M: Pues vamos a intentarlo, porque yo ya no sé que hacer con este hombre​


Y entonces hablamos de como ella le diría la hora y el sitio. Entonces dijo:​

  • M: Pero tu novia…​
  • G: Han roto​
  • J: Sí​
  • M: Oh ¿Y eso?​
  • J: Pues que es una tontería seguir con alguien a quien le pongo tanto los cuernos con Gema​
  • M: Oh​
  • J: Pero no, no estoy colgado por Gema, es solo que me ha hecho ver que mi relación estaba acabada, solo eso​
  • M: Ah​
  • J: Ayer noche estuvimos festejando su compromiso, por todo lo grande jaja​
  • G: Ya te digo, hasta las dos dale que te pego jajajaja​
  • M: Ay, vaya dos jajaja​


Nos despedimos al poco, noté a Marisa con ganas de probar esta idea.



MARISA

“Menuda locura pero es que algo tengo que hacer, no puedo seguir así con Antonio, a ver si con los celos o me manda definitivamente a la mierda o despierta de una vez”. Sabía que me iba a poner muy nerviosa el sábado, que pensaría que mejor dejar las cosas como estaban pero es que no podía seguir así, con una persona que no siente nada por mí, que casi no me habla, que ni me mira… “Pues nada, a ver si con esto reacciona hacia un lado o hacia el otro. Y si no quiere salir ese día, pues saldré sola y mira, quizás hasta me tire a Juan, ya estoy harta”.



Entonces recordé que Gema se iría pronto, Juan sin novia… “mmmmmm quizás sea un buen momento para estrechar lazos con Juan, quizás no insista mucho a Antonio para salir...”.



DANI

Esa tarde Marisa vino a mi habitación. Dejando la puerta abierta para escuchar a los niños, me contó la propuesta de Gema y Juan. Al terminar, me preguntó:​

  • ¿Cómo lo ves?​
  • Uff, pues ni idea​


La verdad es que no me hacía una idea de como reaccionaría mi tío. No creía que fuera a reaccionar agresivamente pero ni idea de si serviría de algo o solo para cabrearlo. Marisa seguía hablando contando lo mal que estaban, que algo tenían que hacer, que ella no podía seguir así… y mientras yo pensaba en los cuernos que le estaría poniendo mi tío y que esa era la razón de su abandono. Le dije:​

  • No sé, lo único que veo que puede ocurrir es que se enfade contigo por tontear​
  • Pero es que yo no voy a hacer nada, es Juan que se acercará y tonteará, pero yo no le dejaré nada, y Juan no se va a propasar​
  • Ya, ya, pero mi tío no sé como lo verá​
  • Ya, entonces ¿mejor lo cancelo?​
  • No, digo que no sé si se enfadará, pero lo mismo le viene bien ese enfado, no sé​
  • Uff, es que estoy desesperada con tu tío, esto no es normal Dani​


Marisa estaba de pie, junto a la puerta abierta. Yo estaba sentado en mi escritorio. La miré y me entró calentón. Me levanté, me acerqué a ella y le dije al oído:​

  • No, no es nada normal que con lo buena que estás, no te esté follando todo el rato​
  • Jaja, no seas tonto​


Y la comencé a besar en el cuello, tocarle el culo, luego nos liamos en un morreo intenso hasta que Marisa me paró diciendo:​

  • Para Dani, que nos calentamos​
  • Ya lo estoy​


Marisa me miró, claramente con ganas. Le dije:​

  • Manda a los niños a casa de una vecina​
  • No puede ser Dani​
  • Sí, mándalos y…​
  • Dani, sabes que tu tío por la tarde no tiene horario, se presenta cuando quiere​
  • Follamos aquí, con la puerta cerrada​
  • No, Dani, no más locuras, por favor​


Me retiré, mosqueado y cachondo. Pero tenía razón. Me tranquilicé y le dije:​

  • Perdona, es que ufff, me cuesta controlarme contigo​
  • Y a mí, Dani, pero no podemos de esta forma​
  • ¿Cuándo Marisa?​
  • No sé, es que ahora todo es complicado​


Inspiré fuerte y luego le dije:​

  • Ya, tienes razón, lo sé, perdona, hay que tener paciencia​
  • Si, eso es, tengo aún más ganas que tú, que si no follo contigo, no follo con nadie así que imagínate jeje​


Marisa se fue al poco, con la cara colorada aún y sin saber bien si lo de los celos sería para bien o para mal, pero yo no le podía dar respuesta.



En cuanto se fue, le mandé un correo a Gema, necesitaba follar. Gema me respondió y dijo que claro, que quedábamos esa noche.



MARTA

Miré el móvil y leí el mensaje de Jorge, que su tía no paraba de insistir a que se quedara a cenar e iba a tener que quedarse. Esa tarde Jorge había ido a casa de sus tíos a ayudar a su tío a montar unas estanterías, por eso no estaba en la biblioteca con nosotros. Me había dicho que luego se pasaría por mi casa para cenar juntos pero ahora se chafaba eso. Hice un mohín y Charo me vio y preguntó:​

  • ¿Qué pasa?​
  • Que al final se queda Jorge a cenar con los tíos​
  • Ah, pues vente a mi casa y cenas conmigo​
  • No, no me voy a casa y aprovecho para estudiar​
  • Vale, como quieras​
  • Pues me voy a ir ya​
  • Yo también​


Entonces Ale dijo:​

  • A: Venga, chicas, os llevo​
  • C: ¿Cenas conmigo?​
  • A: No puedo, he quedado​
  • C: Ah, vale​


Nos montamos en el coche, Charo delante y yo detrás. Primero dejó a Charo y fui a bajarme también para coger el autobús desde allí pero Ale insistió en llevarme a mi casa y Charo dijo que era una tontería ir al autobús cuando él tenía que pasar cerca de mi casa. No me hacía gracia estar a solas con Ale, no me gustaba como me miraba y menos desde aquella vez que intentó sobrepasarse. Pero ahora estaba con Jorge, su amigo, así que al final me monté de nuevo en el coche, en la parte de delante.



Me llevó a casa hablando de tonterías todo el camino, de lo mucho que ligaba, de que las tías babeaban por él. Me parecía un imbécil total, no entendía que veía Charo en él. Encima, Charo se quejaba que duraba poco, pero ahí seguían, follando cada dos por tres.



Y cuando llegamos le di las gracias y fui a desabrocharme el cinturón cuando Ale, me puso una mano en la rodilla y dijo:​

  • ¿No me invitas a subir?​


Me quedé pasmada. Encima, fue moviendo su mano hasta el interior de mi muslo y se la paré, diciendo:​

  • Pero ¿De qué vas?​
  • Vamos a follar​
  • ¿Estás loco?​
  • Sabes que estás deseándolo, que te lo vas a pasar mejor conmigo que con Jorge​


Lo miré con los ojos totalmente abiertos. Entonces intentó besarme y me aparté. Le dije:​

  • Jorge es tu amigo ¿Cómo le haces esto?​
  • Le estoy haciendo un favor, te voy a enseñar a follar, luego él me lo agradecerá​


No me lo podía creer. Entonces volvió a intentar besarme y noté su aliento y como olía a alcohol. Mientras Charo y yo estudiábamos en la biblioteca, él había estado un buen rato fuera, ahora sabía que había estado haciendo, bebiendo. Me volví a apartar pero él me lamió la cara. Me pareció repulsivo y me entró asco.



Noté como ahora intentaba besarme en el cuello y tocarme los pechos, lo aparté como pude y salí del coche. Me dijo:​

  • Sabes que estás deseando que te folle, no seas estrecha​
  • Jamás he querido hacerlo contigo, no sé de donde sacas eso​
  • Eres una calienta pollas​


Lo miré desconcertada ¿Cuándo le había dado motivos para esto? Estaba alucinada. Me giré y fui rápidamente hacia mi portal. Entonces escuché abrirse la puerta del coche y salí corriendo, entrando rápidamente en el portal y cerrando la puerta. Subí corriendo y no estuve tranquila hasta llegar a mi cuarto. Pero ¿Qué le pasaba a ese tío? No me podía creer que me hiciera eso y que se lo hiciera a Jorge.



Me quedé pensando qué hacer, si llamar a Jorge para contárselo o a Charo o qué, estaba muy nerviosa y en shock. Luego, una hora más tarde, Ale me escribió disculpándose y diciendo que había bebido y se le había ido la cabeza, que lo sentía mucho y que le perdonara, y que no le contara nada a Charo y Jorge, que se sentía avergonzado. Alucinaba. Al final, decidí no contarle nada a nadie, no quería más conflictos y se había disculpado, pero me mantendría apartada de ese tío, jamás me volvería a quedar a solas con él.



DANI

Por la noche salí con Gema a una pizzería donde ella me contó el plan con Marisa. Ella lo veía obvio, darle celos y luego polvazo con él al llegar a casa, es decir, enfado y sexo, que eso nunca falla. Y que, como Marisa no haría nada, el enfado sería consigo mismo, no con Marisa. Gema lo tenía muy claro, yo no.



Echamos un par de polvos esa noche. El sexo con Gema como siempre, provocativa, sensual y muy viciosa. Nos dormimos juntos y muy a gusto después del sexo.​
 

32



DANI

La semana terminó sin mucho más, Marisa nerviosa, Sara desaparecida, Gema se iba de fin de semana a ver a Sonia y Fran y yo me fui a mi pueblo a trabajar.



El sábado, en un descanso, le escribí a Marisa para ver lo que iba a hacer. Me dijo que sí, que salían y que sí, harían el numerito de los celos. Le deseé suerte.



MARISA

Me miré en el espejo y sonreí satisfecha, para cuarenta años, no estaba mal del todo. Me había puesto un vestido con un sugerente escote aunque sin pasarse. Además, el vestido no era demasiado corto, pero sí lo suficiente para atraer las miradas. Y unos taconazos de infarto, que además de estilizarme las piernas, realzaba mi culo. Me veía y sentía bien, atractiva. Debajo, un conjuntito muy sexy, con medias, liguero, sujetador negro y el minitanga de Dani.



Me repasé el maquillaje un poco y me volví a mirar “Vamos, que creo que está claro que quiero un polvo ¿no?”. Me había costado convencerlo, cuando le dije que le invitaba a cenar, él se quejó que estaba cansado, que no le apetecía a salir… pero lo amenacé con que si no venía, salía yo sola, y vaya si lo hubiera hecho. Al final, aceptó.



Salí del dormitorio y fui al salón donde Antonio miraba la tele. Primera gran decepción, ni una mirada ardiente ni un comentario… bien empezábamos.



La cena no fue mal, para no variar solo hablaba yo, pero parecía que me escuchaba y algunas veces hacía algún comentario, por lo menos era algo. Luego, le dije de ir a un bar que nos gustaba y donde se podía bailar. Antonio se volvió a negar, que estaba cansado. Lo tuve que llevar casi a rastras. Y una vez allí, no quiso bailar así que fui sola pensando “mejor, que mire como Juan intenta ligar conmigo”. Al entrar había visto a Juan así que me entraron los nervios pero ya está, lo tenía decidido, tenía que hacerlo.



Antonio se quedó en la barra tomando una copa. En la zona de baile, me moví sola y rápidamente se me acercó Juan. Estaba súper atractivo, el chico es una maravilla. Iba con un pantalón vaquero, marcándole muy bien su culo, y una camisa con unos cuantos botones abiertos, ufff, en la vida alguien se creería que un chico así le entraría a una vieja como yo, pero bueno, era el teatrillo que teníamos que hacer.



Bailamos, reímos y cuando Juan, dentro de lo planeado, se pegó más de la cuenta, lo dejé y volví con Antonio. A ver ahora qué pasaba, si estaba enfadado o querría marcar su territorio.



ANTONIO

Miré como Marisa se apartaba de ese chico, muy acalorada. Estaba claro que él había visto una buena oportunidad en esa madurita con pinta de buscar polla, porque así iba hoy Marisa, claramente buscando polla. Había mirado divertido como el chico intentaba acercarse y como Marisa, al principio le reía las gracias pero luego se incomodaba y salía casi corriendo. No había pasado nada pero… me había excitado.



Y eso me había sorprendido porque llevaba meses sin excitarme en condiciones. Todo empezó con aquella zorra de Irene, aquel primer gatillazo, y luego, una semana después, el segundo, también con Irene. Había pensado que era culpa de esa zorra pero tuve un tercer gatillazo con Paola y eso ya me preocupó del todo.



“Hay que joderse que no se me levantara con Paola”. Paola era mi compañera de trabajo, de treinta y tantos, morena, con muchas curvas y “unas tetas enormes, como a mí me gustan”. Y sobre todo, una guarra total. Ella fue la que un día me propuso follar delante del novio “el muy gilipollas, le gustaba mirar y que Paola lo insultara y lo humillara, y solo se pajeaba, con una tía así y solo se quedaba mirando pajeándose mientras yo me follaba a su chica como quería”. La primera vez fue raro, pero luego le cogí el gustillo, aunque no entendía a ese tío, como se dejaba humillar así, pero le gustaba.



Después de esas experiencias, me interesé por eso y contacté con otra pareja, Irene y Luis. Bueno, fue con Luis. Incluso quedamos un día en una cafetería. Un tío apuesto, de treinta y muchos o cuarenta y pocos pero que se mantenía en forma. Y me enseñó fotos de Irene, una pija tetona y alta, con un cuerpo de infarto y que estaba como un tren, alrededor de los treinta años. Me explicó que llevaban haciendo tríos desde hacía un tiempo, pero que él quería dar otro paso más. Quería la humillación a su chica. Luis no era como el novio de Paola, Luis era un hijo de puta. Me dijo que a su chica le gustaba follar con chicos de gimnasio, musculados, guapos pero que él quería que follara con alguien como yo “sin ofender” y se reía, el muy cabrón.



Acepté la proposición y unos días más tarde fui a su casa. Cuando Irene me vio le cambió la cara y me miró con asco, la muy hija de puta. Se metió dentro enfadada y mandando a tomar por culo a Luis. Él se rio y fue detrás de ella. Estuve a punto de irme pero tenía curiosidad. Al rato, aparecieron, ella solo en ropa interior, unos tetones descomunales. Luis me dijo que la tocara, que la zorra era toda mía. Irene al principio se dejaba sobar pero no besar pero acabó metiéndome la lengua en mi boca.



Y Luis no era de los que miraba y se pajeaba, él ordenaba. Y menudas cosas le ordenaba a su mujercita. La muy zorra hacía a disgusto todo lo que él mandaba pero cuando vio mi pollón la cosa cambió, se puso totalmente cachonda y acabamos follándonosla los dos a la vez, varias veces esa tarde. Y ella chupaba pollas, besaba, me comió hasta el culo, una zorra total.



Todas las siguientes veces fueron iguales, ella al principio enfadada pero luego, totalmente cachonda. Luis me contaba que yo le daba mucho asco y eso a él le gustaba, y a mí también, ver a esa zorra pija denigrarse así nos ponía a los dos.



Y todo iba genial, me follaba a esas dos tetonas cada semana, a Paola dos o tres veces a la semana. Pero entonces llegó mi primer gatillazo, y la cara de asco y desprecio de la zorra de Irene me jodió, pero aún más sus risas en el segundo. Paola sí se comportó bien, pero nada, no hubo forma, no se me levantaba. Y yo sabía que era lo que me pasaba, mucho estrés en el trabajo y con las dos zorras. El trabajo iba mal, en cualquier momento podía cerrar la empresa y esos meses me lo tomé fatal, un tío como yo, de más de cincuenta años, en el paro… me deprimí y no sé como, me afectó a todo, al humor y al sexo.



A Marisa no le quise contar nada, no quería numeritos en casa. Ahora ella trabajaba, lo que era una suerte si un día de esto nos daban la noticia del cierre, pero aún así, me sentía como el culo.



Había ido al médico, me había tomado pastillas para el ánimo, pero todo era una mierda. Y ya me estaba planteando ir a consultar sobre el tema del sexo. Y sabía que Marisa estaba cabreada y dolida por mi falta de interés, pero es que no podía rebajarme a contarle esto, algo así lo tenía que arreglar yo solo, aunque fuera con la puta pastillita azul, que me tocaba mucho los cojones tomármela, pero veía que no iba a tener otro remedio.



Y ahora, de repente, esta excitación, y se me estaba ocurriendo algo. Marisa llegó a mi lado y dijo:​

  • Bueno ¿te vienes ya a bailar?​
  • No, además, te he visto bien acompañada​


Marisa se sonrojó y dijo:​

  • Sí, un chico con ganas de…​
  • De follarte​
  • ¡¡¡Antonio!!! no digas tonterías, iba a decir que con ganas de bailar​
  • Te falta escribirte en la cara que buscas polla, Marisa​


Marisa me miró con enfado y dijo:​

  • Si busco algo, es la tuya​
  • Ya​
  • Sí, ya, que hace meses que…​
  • Que ya​


MARISA

Me había cabreado, ahora la culpa era mía, como no. Pues nada, vamos a tener aquí y ahora la “discusión”. Iba a hablar cuando él dijo:​

  • Espera, ahora vengo​


Y lo vi mirando a Juan, y me entró el pánico. Le cogí del brazo y le dije:​

  • ¿Qué haces?​
  • Nada, solo voy a charlar con él​
  • No ha hecho nada​
  • Lo sé​
  • No hace falta que hables con él, ha estado muy correcto, solo era un baile, Antonio​
  • Que lo sé, tranquila, espera aquí​


Y me quedé plantada y asustada, viendo como Antonio iba donde Juan. La cara de Juan al verlo fue un poema. Los vi hablar y me iba a acercar cuando, de repente, los vi reírse. Y me quedé mirándolos. Al poco, vinieron los dos. Antonio dijo:​

  • ¿Qué tomas chaval?​


Juan me miró extrañado y dijo:​

  • Estoy servido, gracias​
  • ¿Cómo te llamas?​
  • Juan​
  • ¿Juan? no jodas, esperaba algo más exótico​
  • Pues no, Juan, somos españoles desde hace más de un siglo​
  • Joder, que cosas jajaja​


Y se pusieron a bromear con eso un rato. Los miraba alucinada, no entendía nada. Entonces, Antonio dijo:​

  • Bueno, entonces de caza ¿no?​
  • ¿Qué?​
  • Sí, buscando a una presa fácil​
  • No te entiendo​
  • Y has visto a Marisa con esa pinta de zorrita necesitada de polla y has pensado que era algo fácil ¿no?​


Juan y yo lo miramos con la boca abierta. Antonio reía su gracia. Entonces Juan dijo:​

  • Bueno, es que ¿Marisa? está muy bien​
  • Sí, se llama Marisa, y sí, está buena, está claro​


Juan me miró sonriendo y yo me quería morir. Entonces Antonio dijo:​

  • Y has tenido buen ojo, porque además de estar buena, es muy zorra​


No me lo podía creer, ni podía hablar. Juan me miró nervioso y dijo:​

  • Ya te digo que le he entrado porque es muy guapa y atractiva, no sabía que tenía compañía​
  • Ya, ya, eso está claro, pero te digo yo que es muy zorra​


Aquí ya me harté y tiré a Antonio para llevarlo a otro lado y le dije muy enfadada:​

  • ¿Qué coño haces, Antonio?​
  • Nada, jugar​
  • ¿Jugar a qué?​
  • Tú sígueme el juego​
  • ¿Mientras me insultas?​
  • ¿Desde cuándo no te gusta que te insulte?​
  • Eso en la cama, idiota, no delante de la gente​
  • Mira, quiero que hagas una cosa​
  • No, vámonos ya​
  • No, escucha​
  • Antonio, por favor​
  • Que escuches, coño​


Lo miré y dije:​

  • A ver​
  • Ahora te vas a bailar con él y quiero que lo calientes​
  • ¿Qué???​
  • Sí, a ver hasta donde llega​
  • Pero ¿Estás mal de la cabeza?​
  • No, pero Marisa, estoy excitado con este juego, como hace tiempo que no estoy​


Lo miré atónita. Entonces dijo:​

  • Tú hazme caso, y luego en casa verás el resultado​


Lo miré sin saber que decir. Él dijo:​

  • Es solo jugar​
  • Pero ¿Jugar a qué? ¿A calentarlo?​
  • Sí, y yo me caliento y tú también, el chico está bueno ¿no?​
  • Claro pero…​
  • Pero nada, quiero ver como lo calientas​


Lo miré y entonces él volvió con Juan. Los miré y al poco los seguí. Entonces Antonio dijo:​

  • Anda, id a bailar, yo paso​


Juan me miró interrogativamente y entonces, le cogí de la mano y me lo llevé. En cuanto nos pusimos a bailar, me dijo:​

  • Esto no me lo esperaba​
  • Yo menos​
  • ¿Qué quiere?​
  • Que te caliente​
  • ¿Sí? jajaja, a mí me ha dicho lo mismo, que te ponga cachonda​
  • Lo siento mucho, Juan, vaya situación en la que te he metido​
  • No pasa nada, además, así aprovecho​
  • ¿Aprovechas?​
  • A meterte mano, que ganas tenía​


Y, de pronto, noté sus manos en mi culo y como me pegaba a él, notando claramente su erección. Me quedé tan sorprendida que no reaccioné y entonces él me dijo al oído:​

  • Que buena estás, Marisa, la de tiempo que llevaba queriendo tocarte​
  • ¿Qué???​
  • Y hoy estás súper atractiva y sensual, me tienes malo desde que te vi entrar​


No me lo podía creer. Entonces noté como me besaba en el cuello y lo paré. Le dije:​

  • Joder, Juan, para, que Antonio...​
  • Antonio quiere que me pongas cachondo, pues ya lo has conseguido​
  • Pero…​


Y Juan siguió con sus besos y cerré los ojos, y me dejé llevar pero entonces los abrí y lo paré:​

  • No, esto no puede ser​
  • ¿Por qué?​
  • Porque quiero follar con Antonio, no contigo​
  • ¿Y si él no quiere?​
  • Querrá​


Y me separé como pude.



ANTONIO

Los vi, Juan no se andaba con tonterías, enseguida atacó y vi como Marisa se sorprendía, pero no se alejaba, le iba la marcha. Y él insistía, la vi besarla en el cuello, y como ella cerraba los ojos “la muy zorra, lo está disfrutando”. Pero entonces Marisa lo apartó y volvió hacia donde yo estaba. Estaba totalmente colorada. Llegó a mí y dijo:​

  • Vale ¿Contento?​


Detrás venía Juan y le dije:​

  • ¿Traes coche?​
  • No​
  • Pues vente, te llevamos a otro sitio que conocemos​


Marisa me miró con los ojos totalmente abierto y dijo:​

  • Antonio, ya está​
  • No, solo vamos a otro sitio a divertirnos​
  • Que no Antonio, nos vamos a casa​
  • Solo una copa más​


Y Juan, tocándole el culo, dijo:​

  • Sí, solo una más Marisa​


Marisa nos miró a los dos sin saber que decir, y entonces salimos fuera. Buscamos mi coche y él se sentó detrás y Marisa a mi lado. Juan empezó a contar sobre bares que conocía y estaban bien y arranqué. Conduje un rato mientras Marisa callaba y Juan contaba anécdotas. Entonce se dije:​

  • Oye, espero que tú no seas la excepción a la regla​
  • ¿Qué regla?​
  • Que la tenéis todos grande​


Juan se rio pero no dijo nada. Le dije:​

  • A Marisa solo le gustan las pollas grandes​


Marisa soltó una exclamación y dijo:​

  • ¡¡¡Antonio!!!​
  • ¿Qué? ¿No es verdad?​


La miré y estaba de nuevo con la boca abierta. Juan se reía. Le insistí pero el tío no decía nada. Entonces aparqué y le dije a Marisa:​

  • Ve atrás y compruébalo​
  • ¿Qué???​
  • A ver como la tiene​


Marisa me miró durante diez segundos, sin moverse. Entonces, abrió la puerta y pasó a la parte de atrás. Me miró a través del espejo retrovisor, sin moverse. Le dije:​

  • Venga, compruébalo​


Marisa le tocó el paquete y vi como Juan sonreía. Pregunté:​

  • ¿Qué tal?​
  • Pues no sé…​
  • ¿Cómo que no sabes?​
  • Tiene unos vaqueros y no la tiene dura del todo, no sé, parece grande, sí​
  • Pues sácasela y se la pones dura, coño​


Marisa me miró de nuevo por el retrovisor. Luego miró a Juan, indecisa. Fue Juan quien rompió ese impass bajándose la cremallera.



MARISA

No me lo podía creer “¿Pero qué hago yo aquí detrás tocándole el paquete a mi amigo, con mi pareja delante?” Estaba flipando. Entonces Juan se desabrochó el pantalón, la cremallera y se bajó un poco el vaquero. Lo miré y se la saqué fuera, y sí, era grande y preciosa, me entró un escalofrío por todo el cuerpo. La sostuve en mi mano, notando como se ponía dura del todo. Estaba alucinando.



Entonces escuché a Antonio preguntar:​

  • Bueno ¿Cómo la tiene?​


Estaba extasiada y me costaba hablar, él insistió y conseguí decir:​

  • Está bien​
  • ¿Solo bien?​
  • Muy bien​
  • ¿Más grande que la mía?​
  • Mmmm no sé, no estoy segura​
  • ¿Por qué?​
  • No sé, en la mano parece que… no sé​
  • Pues métetela en la boca, a ver​


Lo miré por el espejo “¿Pero era en serio?”. Conseguí decir:​

  • Pero ¿Hasta dónde quieres llegar con esto, Antonio?​


Y entonces él dijo:​

  • Hasta el fondo si puedes​


No me lo podía creer. Lo miré y luego a Juan que sonreía. Miré su polla, dios, que polla. Me incliné y la lamí. Juan suspiró y me la metí en la boca y se me escapó un gran gemido de placer, que rica estaba. La chupé con ganas y Antonio tenía que estar escuchándolo porque ya no podía cortarme nada, ahora ya no. Noté como la mano de Juan buscaba mis tetas, mis muslos, mi coño, y yo chupaba, y chupaba, sin poder parar. No sé cuanto pasó pero entonces escuché a Antonio decir:​

  • Baja y ponte delante, no es cosa que nos vea algún vecino así​


Me incorporé y miré por la ventana, estábamos cerca de la casa, en algún momento había arrancado y ni me había dado cuenta. Me incorporé y miré a Antonio que sonreía. Me miré al espejo, totalmente roja, cachonda. Me arreglé un poco el pelo y la ropa, que Juan me había abierto. Me coloqué bien las bragas, que también me las había movido para meter sus dedos dentro de mí. Luego salí del coche y me senté delante. No miré a Antonio, me moría de vergüenza.



Entramos en el garaje, aparcó, subimos a casa sin cruzarnos con nadie. Los niños no estaban, Dani tampoco, teníamos la casa para nosotros solos. Fuimos al salón donde Antonio ofreció bebidas a todos. Yo dije que tenía que ir al baño y allí me dirigí. Hice un rápido pis y luego, me miré al espejo “Menuda cara de zorra viciosa tienes”. Me eché algo de agua en la cara y volví al salón.



Allí, los dos charlaban y bebían, de pie. Entré y Antonio me alargó un vaso que casi bebí del tirón. Entonces Antonio dijo:​

  • Gírate, Marisa​


Lo hice y Antonio dijo:​

  • ¿Ves ese culo? Pues le encanta que se lo follen, y duro, nada de la puntita, entera y rápido, es muy zorra ¿verdad cariño?​


Me volví a poner totalmente colorada y no pude ni mirar a Juan, lo estaba pasando mal, muy mal, y a la vez estaba totalmente cachonda. Antonio dijo:​

  • Quítate el vestido​


Ni lo dudé, fui a quitarme el vestido echando mis manos hacia atrás, a la cremallera, pero entonces Juan dijo:​

  • Deja que te ayude​


Y me desabrochó el vestido despacio, acariciándome la espalda con unos dedos, de forma delicada pero excitante. Noté como se me endurecían los pezones y un cosquilleo ahí abajo que me mataba. Me quité el vestido, quedándome solo con el sujetador casi transparente, el liguero, el minitanga, mis medias y mis tacones. Miré a Juan y me gustó su mirada, me puso aún más. Antonio me dijo que me girara de nuevo y luego dijo:​

  • Ábrete la nalgas y echa a un lado el tanga, que te vea bien​


Y lo hice, girada hacia Juan, un poco inclinada hacia delante, obedecí aunque no me podía creer lo que estaba haciendo. Antonio rio y dijo:​

  • Menuda cara tienes, te ha puesto cachondo ¿eh? Te quieres follar ese culo​
  • Claro​
  • Tranquilo, lo harás, ella te lo pedirá, ya te he dicho que es muy zorra, y gritará de placer como nunca has escuchado a una zorra, ya verás​


Entonces Juan dijo:​

  • ¿Y tú solo vas a mirar mientras follamos?​
  • No, una mierda, nos la follamos entre los dos​
  • Ah​
  • A mí no me va esa mierda de humillar al cornudo ¿eh? como intentes algo así, te saco a patadas, aquí nos follamos los dos a esta zorra, le damos bien, como merece y como quiere​
  • Vale, vale, y tú Marisa ¿Algo que objetar?​


Me giré y los miré. Aquello era una locura, pero quería que me follaran, eso seguro. Le dije:​

  • No, nada​
  • ¿Seguro?​
  • Seguro, aquí se hace lo que Antonio diga​


Antonio rio con ganas y dijo:​

  • ¿Ves lo que te decía? una zorra jajajaja​


Vi como Juan me miraba inseguro, pensé que la situación le gustaba pero le incomodaba Antonio. Entonces me fijé en la erección de Antonio, visible en su pantalón. Me dirigí hacia él, me arrodillé, se la saqué y comencé a chupársela, también se me escapó un gran gemido, hacía mucho que no chupaba esa gran polla y tenía muchas ganas.



Escuché como Juan decía:​

  • Joder, para ser blanquito menuda polla te gastas, tío​
  • A ver si ahora vas a resultar maricón​
  • No, para nada​
  • Mejor, que a mí eso no me va, los roces, los mínimos posibles ¿eh?​
  • Claro, perfecto​


Y mientras, yo disfrutaba chupando y lamiendo esa enorme polla y sus huevos, que tanto había echado de menos. Pero al poco, Antonio tiró de mí hasta alzarme. Lo miré compungida, quería más polla, pero él dijo:​

  • Quítate el sujetador y ese tanga de putita que llevas, que te veamos desnuda​


Lo hice despacio, para hacerlos sufrir y también algo con miedo, por Juan. Pero cuando me vio las tetas, su cara me lo dijo todo, y cuando me bajé el tanga, ya era puro vicio. Antonio dijo:​

  • Mírala, totalmente rasurada, como una puta… eso es ahora nuevo, antes no le gustaba, pero lleva así un tiempo​


Miré a Juan que se acercó despacio. Me miró y me cogió las tetas. Luego me las chupó, mordisqueando mis pezones y me llevó al sofá donde me tumbó y me comió el coño hasta correrme, mi primer orgasmo de la noche, el primero de muchos porque fue una noche de total descontrol, chupando pollas, follándome a los dos, sus pollas en mi coño, en mi culo, los dos a la vez… Juan con condón, Antonio a pelo. Se corrieron varias veces pero ni de lejos como yo.



Acabé tumbada en la cama, con la cara llena de leche de los dos, el culo y el coño palpitándome, y agotada, totalmente muerta.



Al rato, escuché como Juan se vestía y Antonio se ponía algo. Salieron fuera. Escuché como iban a la salida y allí se demoraban. Entonces me levanté como pude y fui al baño, a limpiarme y a recomponerme un poco. Seguía sin creerme lo que acababa de pasar.



Cuando volví a la habitación, Antonio había cambiado las sábanas llenas de leche y sudor de los tres, y ya estaba acostado. Me acosté a su lado y quise hablar pero él dijo:​

  • No, mañana, ahora estoy que me caigo de sueño​
  • Pero es que…​
  • Mañana​
  • ¿Estás enfadado?​
  • No, para nada​
  • Porque esto ha pasado porque tú has querido​
  • Lo sé​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, buenas noches​


Y apagó la luz. Pensé que me iba a costar dormirme por los remordimientos pero que va, caí muerta enseguida.​

33



MARISA

El domingo nos levantamos bastante tarde. Antonio se fue a la ducha mientras yo preparaba el desayuno. Estaba súper nerviosa, a ver de qué humor se levantaba y lo que me decía.



Desayunó con tranquilidad, leyendo la prensa en la tablet. Lo miraba esperando algo, algún comentario, algún mal gesto,... pero nada, no decía nada. Al final, no aguanté más y dije:​

  • Antonio, lo de anoche, yo no buscaba eso ¿eh?​
  • ¿El qué?​
  • Lo que pasó​
  • ¿Follarte a un negro delante mía?​


Me quedé pasmada y asustada. Estaba cabreado. Pero entonces se rio y dijo:​

  • No lo buscabas pero lo disfrutaste ¿no?​
  • Esa no es la cuestión​
  • ¿No te parece importante?​
  • Sí… no... quiero decir que no es eso… mierda, Antonio, que sí, buscaba follar pero contigo​


Entonces Antonio me miró y me asusté de verás, ahí estaba, lo que tenía que decirme. Dejó el pan en el plato y dijo:​

  • Marisa, tú sabes que lo nuestro estaba estancado​
  • No por mí​
  • Por lo que sea, pero no estábamos bien​
  • ¿Y ahora?​
  • Pues ahora… esto ha sido una experiencia nueva, para los dos ¿no?​
  • Claro que sí, jamás me he acostado con dos…​
  • Pues eso, nueva, y lo pasamos bien ¿no?​
  • No… no sé…​
  • Marisa, por favor, que ambos sabemos que te vuelves loca con una buena polla​
  • Con la tuya​
  • Y con cualquiera, por lo que pude ver ayer​
  • ¿Me estás echando en cara lo de anoche?​
  • No, solo digo lo que vi​


No sabía que intentaba, si estaba enfadado y me estaba llamando zorra o si no lo estaba y me estaba picando. Lo miré muy seria y casi temblando:​

  • Lo que viste es lo que me empujaste a hacer​
  • Ya lo sé​
  • Pues eso, no me vengas con que yo…​
  • Tú te corriste como una loca con nuestras pollas en todos tus agujeros, y yo me lo pasé como hacía tiempo no me lo pasaba, eso es lo que yo veo​
  • ¿Preferías que me hubiera contenido?​
  • No, jajaja, noooo, no me estás entendiendo, no te culpo de nada ni te echo en cara nada…​
  • ¿Entonces?​
  • Pues eso, nos lo pasamos bien, pues ya está, deja de darle vueltas​
  • Claro, para ti es fácil​
  • ¿Fácil? He visto como mi pareja le gritaba a otro tío que se la metiera hasta el fondo por el culo.... fácil no es​
  • Mierda Antonio, fue la locura del momento​
  • Lo sé, pero que ni es fácil ni difícil…​
  • Mira, lo que quiero saber es ¿Cómo estamos?​
  • Estamos bien ¿no?​
  • No lo sé ¿Me vas a volver a follar o vamos a estar otros cuatro meses sin hacerlo?​
  • Espero que no​
  • ¿Qué coño te pasaba?​
  • Te lo he dicho muchas veces, el estrés, el cansancio…​
  • Ya, ya… y ni una triste mamada me dejabas hacerte​
  • No estaba de humor​
  • Pues déjame ponerte de humor, que ni eso me has dejado​
  • Tienes razón​


Lo miré. Al fin hablábamos. Entonces él dijo:​

  • No estaba para muchas historias, el trabajo me tiene...​
  • Lo sé, y lo entiendo, pero déjame a mí relajarte​
  • Ya​
  • En serio, Antonio, no hace falta ni que te muevas, lo hago yo todo, no me importa​
  • Vale, vale​
  • No voy a dejar pasar más ese tiempo ¿Lo entiendes? me niego​


Me miró y dijo:​

  • Entendido, dejemos el tema​


Y cogió de nuevo el pan y la tablet. Lo miré unos segundos, esperaba que me tomara en serio. Cogí mi taza y entonces dijo:​

  • Le pedí el móvil​
  • ¿Qué?​
  • A Juan​
  • ¿Para qué?​
  • Por si quieres repetir algún día​
  • Pufff, Antonio​
  • ¿Qué? Por si acaso​
  • Vale, pero yo…​
  • Ya veremos, no ahora… en un futuro si los dos queremos​


Me levanté y me fui a la cocina “En un futuro, ufff, ya, claro, que Juan va a querer… joder, que vergüenza cuando lo vea otro día, que estará pensando de mi, menuda zorrón loco, ayy, y se lo contará a Gema, mierda, no voy a poder ni mirarles a la cara”.



Me puse a preparar el almuerzo y luego nos quedamos dormidos viendo la tele. Pero a eso de las cinco de la tarde, me despertó Antonio diciéndome:​

  • Voy a salir​
  • ¿A dónde?​
  • A dar una vuelta​
  • ¿Voy contigo? pero tenemos que volver rápido, tengo que estar aquí cuando traiga a los niños​
  • No, salgo solo, solo es andar un poco​
  • Vale​
  • Vuelvo en un rato​


Y me dio un beso, y me sorprendió. Hacía tiempo que no se despedía con un beso.



ANTONIO

Cerré la puerta y escribí:​

  • Ya salgo, estoy ahí en veinte minutos​


Me contestó casi de inmediato:​

  • Te esperamos impacientes jiji​


Guardé el móvil. Esa mañana me había escrito con Paola y habíamos quedado en vernos. Tenía ganas de follármela y comprobar que todo iba bien, que había vuelto en condiciones para cumplir, y con Paola tenía confianza. Con la puta de Irene aún no quedaría, me tenía que asegurar que no iba a pegar otro gatillazo, pero tenía unas ganas tremendas de hacer que se tragara aquellas risas, se iba a enterar cuando llegara el momento…



MARISA

Miré la hora, era temprano. Pensé en darme una ducha pero luego pensé que mejor un baño, hacía una eternidad que no me daba uno tranquila. Me lo preparé con mucha espuma y entré en la bañera. Se estaba en la gloria. Cerré los ojos y pensé en la noche anterior.



Pensé en Juan, lo guapísimo y atractivo que iba. Y luego recordé lo que sentí al vérsela por primera vez, ese hormigueo… y su cuerpo, con sus abdominales marcados, como los lamí… pero luego pensé en mis actos, como me rebajé y humille delante de él, como le enseñé mi culo, a él, un amigo, el amante de una amiga… y su cara… y me empecé a tocar… esa humillación constante de Antonio, y la cara de Juan, y como follaba, dios, que forma de follar… y me toqué recreándome en como se movía, como me penetraba, me tocaba, me miraba… y me corrí intensamente, y seguí tocándome y me volví a correr.



Entonces abrí los ojos “Estoy fatal” y metí la cabeza bajo el agua, sonriendo.



DANI

Llegué y dejé las cosas en la habitación. Salí y escuché a los niños gritando. Vi a Marisa en la cocina, preparando la cena. Me sonrió y le pregunté por mi tío y me dijo que había salido a dar una vuelta pero aún no había vuelto.



Me acerqué a ella y le pregunté:​

  • ¿Y cómo fue ayer?​


Me sonrió. Eso me lo dijo todo, había follado. Vaya, una sorpresa, pero me alegré por ella. Me reí y ella también. Entonces escuchamos la puerta de la calle, llegaba mi tío. Marisa me dijo:​

  • Sí, bien, pero ni te imaginas lo que pasó​
  • ¿Te folló más de una vez?​
  • Luego te cuento, vas a flipar​


Me quedé sorprendido pero en ese momento mi tío asomó la cabeza por la cocina y preguntó“¿Está ya la cena?”



Cené con ellos y se veía claramente que los dos estaban contentos. Pensé “joder lo que cambia un polvo a estos dos”. Ayudé a limpiar todo y me fui a mi habitación. Marisa llegó una hora después pero no cerró la puerta. Me miró con una sonrisita y dijo:​

  • No te lo debería contar, no sé que vas a pensar de mí​
  • ¿Cómo?​
  • Lo que hicimos anoche​
  • ¿Por qué dices eso?​
  • Pues… de todas formas, te vas a enterar, eso fijo, Gema te lo contará​
  • ¿El qué?​
  • La locura de anoche​
  • Pero ¿Qué pasó?​


Estaba flipando pensando en Gema ¿Por qué hablaba de Gema? Ella estaba con Sonia y Fran ¿no? ¿o al final no se ha ido? Y empecé a imaginar cosas, tríos entre Marisa, mi tío y Gema, pero no me lo podía creer. Marisa sonreía y le insistí. Entonces me dijo:​

  • Tu tío invitó a Juan a casa​
  • ¿Qué?​
  • Follamos los tres juntos​
  • ¿QUÉEEE??????​
  • Jajaja​
  • ¿En serio?​
  • Ya te digo​
  • ¿Fue cosa tuya?​
  • Noooo, dios, yo estaba tan sorprendida como tú ahora​
  • ¿Cosa de Juan?​
  • Tu tío, él lo movió todo​
  • ¡¡¡Venga ya!!!​
  • Sí, en serio​
  • Joder ¿Y qué tal?​
  • Una bestialidad, dios, me follaron los dos, tu tío como antes, al fin​
  • ¿Y Juan?​
  • Juan... ufff​


Y Marisa se mordió el labio, no hacía falta decir nada más. Entonces se rio y dijo:​

  • Bueno, te dejo, solo te lo quería contar antes que Gema​
  • ¿Qué tiene que ver Gema?​
  • Seguro que Juan se lo cuenta​
  • No sé​
  • Seguro, Gema preguntará y el otro contará, pero me da igual​
  • Joder, flipante​
  • Jajaja​


Y me dio un pico rápido, guiñándome el ojo. Parecía distinta, tan sonriente y contenta. Me alegré por ella. Luego, me quedé pensando y flipando con mi tío, quien me iba a decir que le iban esas cosas.



Esa noche me acosté temprano y sin dejar de estar sorprendido por mis tíos, que modernos haciendo cosas así.



MARISA

Sonó mi móvil con una notificación pero la ignoré siguiendo con mi trabajo. Pero llegaron otras dos más casi seguidas y miré. Eran tres mensajes seguidos de Juan:​

  • Hola Marisa​
  • ¿Cómo estás? Yo aún flipando por lo del sábado, no me esperaba eso de parte de él​
  • Fue increíble, eres increíble, Marisa​


Sonreí… “yo increíble, claro, y él no”. Pensé en contestarle pero al final lo dejé. Tenía que terminar con lo que estaba liada. Pero Juan escribió de nuevo:​

  • Tenemos que hablar ¿no?​


Me extrañó y le pregunté:​

  • ¿Para qué?​
  • Pues para comentar lo del sábado​
  • Nos divertimos y ya está​
  • Pero, no sé… ¿No quieres verme?​
  • No hay problema, claro​
  • Ah, he pensado por un momento que estabas molesta conmigo​
  • Nooo, para nada​
  • ¿Me pasé con algo?​


Me reí… “que si se pasó con algo… con todo, Juan, con todo, y eso fue lo mejor”. Le escribí:​

  • Fue todo demasiado​
  • ¿Habíais hecho algo así antes?​
  • Noooooo​
  • No sé, vi a Antonio muy suelto, a ti no​
  • ¿Verdad? yo también lo pensé, que sabía que estaba haciendo​
  • Sí​
  • Te tengo que dejar, que estoy liada​
  • Vale, vale… hoy no puedo ir pero ¿desayunamos juntos mañana?​
  • De acuerdo​
  • Bien, bien​
  • Una cosa ¿se lo has contado a Gema?​
  • Mmmmm​
  • Se lo has contado​
  • Es que me llamó ayer y notó que estaba emocionado y ya sabes como es…​
  • Ya, ya​
  • ¿Te has enfadado?​
  • Me lo esperaba ¿Y ella? ¿Se ha enfadado?​
  • ¿Por qué?​
  • Bueno, me he acostado con su chico​
  • Nooo, jajaja, parece que no conoces bien a Gema jajaja, se puso cachonda jajaja​
  • ¿Sí? vaya​
  • Jajaja​
  • Te dejo​
  • Besos Marisa​
  • A ti​


Al poco, recibí un mensaje de Gema:​

  • Vaya, vaya… menudo giro de los acontecimientos jajaja​
  • Sí jeje​
  • No me esperaba eso de Antonio​
  • Anda que yo​
  • ¿Y qué tal?​
  • Bien​
  • ¿Bien? ¿Juan solo bien?​
  • Jajajaja​
  • ¿Entiendes ahora cuando te hablaba de él?​
  • Chiquilla, está buenísimo y es verdad, que bueno es en la cama​
  • Jajajaja te lo dije​
  • Pero uffff, fue… no tengo palabras​
  • Jajajaja, te entiendo​
  • Es que, de verdad, me volví loca​
  • Y eso con tu Antonio por ahí, te lo tienes que follar a solas para tenerlo en todo su esplendor y sí que hubieras flipado de verdad jajaja​
  • Anda ya, no digas tonterías ¿él solo conmigo?​
  • Sí, sí, ya verás como es cuando lo hagáis​
  • Pero que no, niña, ahora a ver si Antonio no pincha otra vez, que ya se lo he dicho, no le aguanto algo así otra vez​
  • ¿Y qué te ha dicho?​
  • Que vale​
  • Jajajaja​
  • Pero no lo voy a permitir, cuatro meses sin follar, dios, para matarlo​
  • Jajajaja bueno, te dejo, que entro a una reunión​
  • Vale guapa​
  • Hablamos otro día, besos​
  • Besos​


Y noté que estaba sonriendo como una tonta. Aún me duraba el subidón del sexo. Que cosas.



DANI

Llegué a casa por la tarde y me puse a estudiar. Me estaba agobiando bastante con las clases, veía que no llegaba a todo y en un par de meses tenía los primeros exámenes. Estuve dos horas concentrado hasta que decidí salir a correr. Pero cuando iba a salir me llamó Gema y me dijo que fuera a su casa. No me lo pensé y fui.



Me abrió la propia Gema, solo envuelta en una toalla, recién salida de la ducha. Me dio un beso en los labios y me hizo pasar a su cuarto. Allí me contó que estaba haciendo la maleta para irse otra vez de viaje. Puse mala cara y le dije:​

  • ¿Otra vez? ¿Toda la semana?​
  • Sí​
  • Joeeeee​
  • Lo siento nene, me encanta mi trabajo, viajar tanto me gusta, pero la verdad es que es cansado, hubiera preferido quedarme esta semana, pero ha surgido de imprevisto​
  • Ah​
  • Y tengo que ir presentando a mi sustituto a los clientes​
  • ¿Ya lo has dicho?​
  • Sí, en tres semanas lo dejo​
  • ¿En tres semanas te vas con Lily?​
  • Sí, nene​


Tuve que poner una cara de pena terrible porque Gema se me acercó, abrazó y dijo:​

  • No me pongas esa carita, que no sabes lo que me cuesta dejarte​
  • Ya pero...​
  • Y seguiremos viéndonos, eso seguro​
  • No será lo mismo​
  • Para nada, lo sé​


Y nos quedamos abrazados unos segundos más. Luego ella se separó, con lágrimas en los ojos y, riéndose, me dio un flojo golpe en el brazo diciendo:​

  • Ya me has hecho llorar​


Entonces se volvió y se puso a meter cosas en una maleta. Le pregunté:​

  • ¿Te vas con Juan?​
  • Ojalá, pero no, él se tiene que quedar esta semana, tiene unas reuniones que no puede retrasar​
  • Ah​
  • Voy con otro compañero​
  • ¿Y está bueno?​
  • No está mal​
  • ¿Te lo vas a follar?​
  • Noooo, jajaja pero ¿Qué te crees que soy? ¿una viciosa total del sexo?​
  • Buenooooo​
  • Jajajaja, vale, sí, lo soy jajajaja pero no, paso de más líos y, además, en los viajes acabo el día muy cansada, sin ganas de nada​
  • ¿Sin ganas? Pero con Juan…​
  • Juan es capaz de animar a las piedras jajaja, él no cuenta, con él siempre hay ganas​
  • Jajajaja​
  • Por cierto, muchos besos de Sonia, y un abrazo grande de Fran​
  • Te iba a preguntar por ellos ¿Qué tal el finde?​
  • Genial, los dejé de piedra con la noticia jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Sí, no me ven casada jajaja​
  • Jeje ¿Y solo hablasteis?​
  • Noooo, jajaja, sexo a tope jajaja​
  • ¿Sí? que envidia​
  • Ya lo sé jajaja​
  • ¿Y se cuentan algo?​
  • Me dijo Sonia que te diera un pescozón para que la llames más​
  • Ufff, ¿Para qué? ¿Para llorarle mis penas?​
  • ¿Qué penas?​
  • Lo de Marta, ahora que Marisa me abandona de nuevo, Sara también, tú… voy a pasar un tiempo de sequía profunda​
  • Jajajaja, anda ya, un chico tan guapo no tiene problemas para ligar​
  • Sí, los tengo, soy un desastre ligando, ya lo sabes​
  • Todo se aprende, y cuando la necesidad aprieta… jajaja​
  • En mi caso no, soy un inútil con eso​
  • Sara volverá a ti, ahora está en plan “paso de los tíos” pero le durará poco​
  • No sé…​
  • Además, está colgadita por ti, volverá, 100% seguro​
  • Que equivocada estás con eso​
  • Nooo jajaja​
  • Pero bueno, esta sequía hasta me vendrá bien, así me concentro en estudiar, que lo llevo de culo​
  • ¿Y eso?​
  • Entre que hay un par de asignaturas que se me atragantan, y que no tengo los fines de semana para repasar, lo estoy notando, me voy quedando atrás​
  • Pide ayuda a Marta, seguro que te ayuda​
  • Eso seguro, pero no, paso​
  • ¿Por qué?​


Gema no paraba de sacar ropa, doblando algunas para meterla en la maleta y volviendo a colgar otra. Yo estaba apoyado en una mesa, mirándola. Estaba súper sexy solo con la toalla, creo que Gema no se hace una idea de lo sexy que es, sabe que está buena pero no hasta el punto como yo o cualquiera la veía porque ella se lo tomaba todo muy natural.



Miré a la ventana, la de veces que la había visto así mismo pero desde mi cuarto, y recordé la primera vez, como me tuve que masturbar porque me iba a dar algo… y todo eso se iba a acabar, ya mismo no volvería a verla así. Y me entró una tristeza enorme.



Gema paró y me miró extrañada. Volví al presente y sonreí. Le dije:​

  • Porque no quiero pasar tiempo con ella, ya lo sabes​
  • Porque sigues enamorado de ella​
  • No, porque quiero olvidarla de una vez, y el pasar tiempo con ella no me ayuda, tengo que cerrar esa puerta de una vez​
  • Ya, o abrirla del todo de una vez​
  • Gema, Marta está feliz y contenta con su novio, no me voy a meter​
  • Pues deberías​
  • Pues no, ella cerró la puerta, ahora me toca a mí cerrarla del todo​
  • Ayyy, Dani​
  • De ay nada, soy realista​
  • No, eres cabezón​


Nos callamos mientras ella seguía con su maleta. Entonces dijo:​

  • Si fueras realista deberías olvidar eso y pedir ayuda a Marta​
  • Te he dicho que no​
  • O a la amiga​
  • Menos​
  • ¿Por qué?​
  • Marta tiene paciencia, Charo no, enseguida te lanza una mirada de “eres tonto”​
  • Jajajaja​
  • Y paso de eso, es buena chica pero no tiene nada de paciencia con los torpes como yo​
  • Jajajaja, que tonto eres​
  • Bueno, sí, torpes y tontos como yo jeje​
  • No sé, sigo opinando que deberías pedirles ayuda​
  • Ya​


Entonces Gema cerró la maleta y dijo:​

  • Esto ya está​


Y la puso en el suelo. Entonces se acercó a mí, con una sonrisita que ya conocía y dijo:​

  • ¿Uno rapidito?​
  • ¿En serio?​
  • Claro​


Y me besó, y le quité la toalla y echamos uno rapidito como ella dijo, pero a mí me supo a gloria, como siempre. Y al acabar se vistió y la llevé a la estación de tren donde nos despedimos.



Después volví a mi casa a estudiar y a pasarlo mal sintiéndome más tonto a cada página que pasaba y no entendía. Me acosté frustrado.​
 

34



MARISA

Vi a Juan sentado en la cafetería. Estaba de los nervios y sentía mucha vergüenza porque no paraba de recordar las cosas que hice el pasado sábado con Juan, ese chico simpático que me había conseguido un buen trabajo y que se había portado muy bien conmigo, y el sábado, le calenté de una forma muy indecente y me comporté como una zorra total delante de él.



Cuando me vio, sonrió y se levantó. Me dio dos besos, como siempre hacía en los desayunos. Nos sentamos. Me costó relajarme pero Juan no habló de nada del sábado al principio, solo de cosas intrascendentes y del trabajo. Comimos nuestros desayunos riéndonos con un par de sus anécdotas. Pero al terminar, sacó el tema. Me disculpé como pude ante mi comportamiento aquella noche, asegurándole que era la primera vez que hacía algo así. Entonces él dijo:​

  • Entonces ¿No eres así en la cama?​
  • Bueno, sí, pero con mi pareja​
  • Ya​
  • Y eso de tener a dos para mí… eso nunca​
  • Pero te lo pasaste bien ¿verdad?​
  • Mmmm​
  • ¿Te vas a cortar ahora? jaja​
  • Jajajaja, sí, claro que me lo pasé bien pero que no soy así ¿eh? No te lleves una impresión de mí…​


Entonces Juan me cortó diciendo:​

  • Quedemos tú y yo una tarde​
  • ¿Qué?​
  • En mi casa​
  • ¿Esto es cosa de Gema?​
  • ¿Gema? No ¿Por qué dices eso?​
  • Porque ella me dijo… bueno, no importa​
  • No, es cosa mía, no paro de pensar en ti​
  • ¿En mí?​
  • Eres una mujer increíble​
  • Querrás decir una zorra​
  • No, zorras he conocido a muchas que luego ni me planteo en llamarlas de nuevo, pero contigo… me gustaría volver a quedar​


Lo miré perpleja. Le dije:​

  • Bueno, Antonio dice que quizás te llame…​
  • No, quiero tenerte para mí sola, sin Antonio​
  • Eso no puede ser​
  • Sí, Marisa, una tarde, solo una tarde​
  • No, no puede ser, estoy con Antonio​
  • Ya lo sé​


Me imploró varias veces pero me mantuve firme. Claro que quería acostarme con él, que mujer no querría, pero no, ahora tenía que centrarme en Antonio, ver como él respondía. Al final nos despedimos pero de buena forma, con él diciendo que no se iba a dar por vencido. Me volví al trabajo sonriendo, que un chico así quiera acostarse conmigo, de nuevo, me parecía increíble y era un subidón de moral.



DANI

Al día siguiente, en la facultad, tuve que rendirme a la evidencia y fui a pedir ayuda a Marta. Le pedí un rato para que me explicara una cosa, y ella se mostró encantada. Estuvimos más de tres horas en la biblioteca, ella explicándome todo con paciencia mientras el resto del grupo estaba en la misma mesa con sus cosas.



Me ayudó muchísimo, como siempre. Al principio me costó concentrarme, estaba incómodo y nervioso, pero la infinita paciencia de Marta y lo bien que explicaba todo me ayudó a relajarme y concentrarme. Me despedí de ellos sin ser capaz de expresar mi gratitud más allá de darle las gracias, que se quedaba muy corto. Marta cortó mi patético agradecimiento diciendo:​

  • Pero Dani, si solo necesitabas un empujoncito, te habías atascado solo con una cosa​
  • Tres horas Marta​
  • Ya, pero porque hemos repasado más cosas, en cuanto has cogido la idea no te ha costado nada jeje​
  • Ya, eso piensas tú pero estaba hecho un lío​
  • No me ha parecido eso, y ya sabes, cualquier duda pregúntame, me gusta que me vuelvas a preguntar​


Y entonces puso la mano encima de la mía que tenía en la mesa, como un gesto de afecto pero me turbó muchísimo. Y Marta se tuvo que dar cuenta porque la retiró inmediatamente. Me fui rápidamente sin parar de darle las gracias pero abochornado.



MARTA

Cuando se fue Dani intenté ponerme a estudiar pero no lograba concentrarme. Al rato, les dije que ya me iba. Jorge me llevó en coche y cuando aparcó le dije:​

  • Nene, hoy tengo que estudiar​
  • ¿Hoy tampoco me quedo?​
  • No, quiero quedarme hasta tarde estudiando​
  • Joder Marta, llevamos más de una semana sin hacerlo​
  • Lo sé​


Era verdad, llevaba un tiempo sin ganas de hacerlo. Era por el agobio por los estudios, estaba estresada y eso me tenía lastrado el ánimo. Jorge me miró enfadado. Le di un beso y le dije:​

  • No te enfades, que no me has dejado terminar… quiero estudiar hasta tarde pero sube, tengo ganas de...​
  • ¡¡Ah!! ¿Quieres hacerlo?​
  • Sí​
  • Joe, empieza por ahí​


Y le cambió la cara. Fuimos a mi casa y, en cuanto entramos en mi habitación sin encender las luces, nos besamos con ganas, me notaba muy cachonda. Lo desnudé mientras seguíamos besándonos. Le empujé a la cama y se la chupé un poco, ya la tenía dura así que no lo necesitaba, pero tenía ganas. Luego, me levanté y le dije que se pusiera un condón mientras yo me quitaba el vaquero y las bragas.



Entonces, de repente, encendió la luz de mi mesita de noche y me quedé cortada. Jorge buscaba los condones en el cajón. Me senté para ocultarme. Cuando se lo puse, fui a apagarla pero me dijo:​

  • Déjala encendida, por favor​


Dudé, no me apetecía nada hacerlo así, pero él insistió así que la dejé y me puse encima de él. Me empecé a mover despacio y Jorge me apartó la parte de abajo de la camisa que llevaba y me acarició la pelambrera del pubis, que la tenía bastante frondosa, no me la recortaba mucho porque no entraba en mis planes que me la viera. Me sentí muy incómoda, y más cuando él fue desabrochando botones de mi camisa y me levantó el sujetador. Todo lo caliente que estaba se me quitó de inmediato, sustituyéndose por vergüenza y pudor. Jorge me acariciaba con sus manos, pasándolas por mis pechos y mi pubis y, de pronto, se corrió. Me quedé quieta mientras él gemía y tenía sus convulsiones por el orgasmo.



Luego, me agaché, le besé y me tapé quitándome de encima de él. Me vestí rápidamente mientras Jorge decía que le había encantado. Ya lo habíamos hecho con la luz encendida varias veces pero no había forma que me pusiera a tono, no estaba nada cómoda. Charlamos unos minutos más y luego se fue.



Me encerré en mi habitación para estudiar. Solo paré para comer algo rápido. Y mientras cenaba pensé en Dani, me había alegrado un montón que recurriera a mí, que me preguntara, me había dado un subidón cuando me lo propuso y lo había ayudado totalmente encantada. Luego, seguí estudiando hasta casi las dos de la noche, no tenía sueño pero me acosté porque si no al día siguiente me costaría prestar atención en clase.



Cuando me metí en la cama me di cuenta que me iba a costar dormirme, estaba intranquila, el polvo con Jorge no me había quitado ese cosquilleo que llevaba notando toda la tarde. Intenté dejar la mente en blanco y entonces surgió Dani “Que tonta he sido, se habrá dado perfecta cuenta de mi azoramiento por cogerle la mano, dios, ha sido como un latigazo de electricidad que me ha recorrido todo el cuerpo, y me habré puesto muy colorada, como no, y él se ha dado cuenta… pero como se me ocurre cogerle la mano, esa mano con la que tanto he soñado que me acariciaba, tocaba… y él me ha mirado sorprendido por mi reacción, con esos ojos tan bonitos, y sus labios… como me gustaba besarlos…” y, de pronto, me di cuenta donde estaba mi mano, y como me tocaba, y me llegó el orgasmo rápidamente. Y entonces cerré los ojos y me dormí de inmediato.



DANI

Cerré el portátil “joder, esto es otra cosa”. Había avanzado más esa noche que en toda la semana pasada, y todo gracias a Marta. Miré el móvil, casi las dos de la noche, mejor me acostaba ya porque si no estaría zombi al día siguiente.



Me eché en la cama y pensé en lo fácil que parecía todo con las explicaciones de Marta. Hoy iba muy guapa, con el pelo suelto, que olía de maravilla, se había acercado tanto explicándome las cosas que lo había olido sin problema. Y luego, su mano… “Joder, habrá pensado que soy un puto niñato quedándome como un bobalicón” pero es que ha sido notar su mano y pufff, me ha entrado algo por todo el cuerpo.



Y me cogí mi polla totalmente dura y me masturbé pensando en su olor, en su mirada, en como sabía… y me corrí rápidamente. Ni me limpié, me dormí casi inmediatamente.



Al día siguiente en la facultad volví a jurarme y perjurarme por milésima vez que tenía que evitar a Marta a toda costa. Me volvía a sentir mal por la paja, no por la paja en sí, sino en lo de volver a masturbarme por Marta, no lo entendía, no entendía por qué esa chica me afectaba tanto.



Cuando bajé a desayunar vi a Sara charlando con alguna gente. La saludé y ella me miró pero siguió hablando. Me pedí mi desayuno y me senté solo, quería comer rápido y subir a clase. Me olvidé de Sara hasta que se sentó en mi mesa diciendo:​

  • Necesito un café​


Mientras cogía el mío y se lo tomaba. La miré fastidiado y le dije:​

  • No son tan caros ¿eh? Te los puedes permitir​
  • ¿Para qué si tengo aquí este?​


Sonriéndome con guasa. Luego, cogió mi mano para acercar mi bocadillo a su boca y darle un buen mordisco. Le dije:​

  • Joder, Sara, siempre igual, si tienes hambre te pido uno​
  • No tengo hambre, era solo por probarlo, no seas tacaño​
  • Ya​
  • Encima que vengo a pasar el rato contigo​
  • Has venido con esos​
  • No, esos no me dejaban tranquila, venía a verte​
  • Ah ¿Y eso?​
  • No te hagas ilusiones, sigo pasando de los tíos, sois unos cabrones y paso de vosotros​
  • ¿Entonces?​
  • Me aburría​
  • ¿Y quieres follar?​
  • Nooo, joder, que paso de vosotros, ahora mismo me dais asco​
  • Ya​
  • No sé, lo mismo me vuelvo lesbiana​
  • ¿Sí? jeje​
  • Lo mismo esta semana follo con Gema, no sé​
  • Difícil, no está​
  • ¿Cómo que no?​
  • Ayer se fue de viaje, la llevé a la estación​
  • ¡¡No me jodas!! no me ha dicho nada​
  • Fue de imprevisto, cosas de su trabajo​
  • Mierda​
  • ¿En serio te la querías follar?​
  • Mmmm, quizás, o quizás mejor un trío con su amigo negro​
  • Es un tío ¿eh?​
  • Ya, pero está muy bueno y tengo curiosidad​
  • Jajaja, que rápido se te pasa el asco por los tíos​
  • No, no, contigo ni con un palo, eres un cabrón, el chico ese también puede serlo, pero Gema habla maravillas de él, y me fio de su criterio​
  • ¿Y de mí que dice Gema?​
  • Contigo se equivoca​


Y torció el gesto en una medio sonrisa y medio burla. Se quedó callada y le acerqué el bocadillo y ella no dudó en darle otro buen mordisco. Tras terminar de tragar, dijo:​

  • La semana pasada Laura me hizo un retrato​
  • ¿Sí?​
  • Sí, le quedó de lujo, mira​


Y me enseñó en el móvil una foto del retrato. Y sí, la chica sabía pintar. Sara lo miró súper contenta.



SARA

Me encantaba el retrato, que bien dibujaba Laura. Le dije:​

  • Me lo ha regalado​
  • Ah, genial​
  • Y esta tarde me hace otro​
  • ¿Otro?​
  • De cuerpo entero y desnuda​
  • ¡¡¡Venga ya!!!​
  • Sí, para mí también, algo sensual pero no guarro​
  • Ya me lo enseñarás​
  • ¿Para qué? ¿Para hacerte alguna paja ahora que no me follas?​
  • Jajaja​
  • Imagino que andarás a pajas sin Gema y sin mí… ah no, que tenías más folla amigas​
  • Puede ser jeje​


“Este cabrón seguro que no necesita hacerse pajas, y yo con la mierda del consolador, que asco” pensé… últimamente me había aficionado al consolador, no estaba nada mal, pero no era lo mismo. Pero es lo que había mientras me durara el mal ánimo, que sabía que no tenía culpa Dani pero me jodía que él consiguiera todo y yo una mierda.



Entonces Dani dijo:​

  • ¿Y va a estar Álvaro?​
  • Te he dicho que estaré desnuda​
  • Ya pero a él seguro que no le importa jeje​
  • Eso seguro, pero a Laura sí le importará ¿No crees?​
  • Jeje, pues no sé si es muy liberal​
  • No creo, pero que no, no necesito a un baboso mirándome todo el rato, estaremos nosotras dos​
  • ¿Yo puedo ir?​
  • ¿Qué te acabo de decir de babosos?​
  • Jajaja, bueno, tenía que intentarlo, siempre está bien verte desnuda jeje​


Le sonreí, el cabrón me ponía con esa mirada, quizás estaría bien que viniera… pero no, que se joda…​

  • Pues no, te jodes​
  • Vaya, pero me lo enseñarás al final ¿no?​
  • No sé, es para mí y tú me tienes muy vista​
  • Que va, no lo suficiente​


“Cabrón, mejor me voy que si no al final lo invito y follamos”. Me levanté y le dije:​

  • Bueno, me voy​
  • ¿Vas a salir esta semana?​
  • Sí pero no busco tío​
  • Ya, ya​
  • ¿Y tú?​
  • No creo, tengo que estudiar​
  • Ya está el niño bueno, uffff​
  • Jejeje​
  • Me voy, adiós​
  • Hasta luego, Sara​


JORGE

Miramos como se iba Sara, la verdad es que tenía un cuerpazo, buen culo y buenas tetas, y era guapa, no entendía como Ale la había dejado escapar. Escuché a Ale decir:​

  • Menudo putón​
  • La engañaste tú​
  • Es una zorra, que se vaya a tomar por culo​


Ale llevaba unos días de mal humor. Charo estaba como Marta, estudiando y con pocas ganas de follar, y me olía que las historias de Ale con otras chicas tenían mucho de fantasmadas. Nos quedamos callados comiendo nuestros bocadillos. Las chicas no habían querido bajar, se habían quedado en clase viendo algunas dudas. Entonces Ale dijo:​

  • ¿Y Marta qué? ¿Folla o está como Charo?​
  • Está también con lo de estudiar que no piensa en otra cosa, pero sí, lo hacemos a veces, menos de lo que me gustaría pero bien​
  • Ya​


Nos callamos y dijo:​

  • Cada día la veo más canija, me mola cada vez menos​
  • Pues a mí al revés, la veo más guapa que nunca (ahora que me dejaba la luz encendida de vez en cuando, era un aliciente y me encantaba)​
  • No sé, es que le falta culo, tetas…​
  • No, bueno, sí, pero eso no quiere decir que…​
  • Bah, olvídate del intercambio, prefiero mil veces a Charo, la canija me aburriría​
  • Oye, que es mi novia​
  • Ya, ya, pero como hablamos del intercambio he pensado que paso, no tengo ganas de follármela​
  • Lo hablaste tú, yo no dije nada​
  • Ya, pero no sabes lo que te pierdes, follarse a Charo es una pasada, menuda guarra​
  • Joe, ya vale tío, no llames guarra a Charo, me cabrea​
  • Es que lo es, si supieras las cosas que hace, el otro día...​
  • Me importa una mierda, tío, si te acuestas con ella no vayas contando detalles por ahí… que es mi amiga​
  • Bueno, bueno… como te has levantado hoy… ¿Ayer no follaste o qué?​
  • Sí, y estuvo de puta madre​


Nos callamos, estaba cabreado y me iba a ir cuando dijo:​

  • Pues yo no follo con Charo desde hace más de una semana y me tiene jodido​
  • Tienes a otras ¿no?​
  • No es lo mismo, te lo aseguro, Charo es una g....​


Lo miré y rectificó:​

  • Es muy buena ¿Vale? muy buena en la cama​
  • Mejor​


Se calló otro rato y dijo:​

  • Creo… creo que se está cansando de mí​


Lo miré sorprendido. Dijo:​

  • No sé, no hace más que darme largas​
  • Es por los estudios, ya sabes como son ellas dos​
  • Ya pero… no sé, antes era… no sé, no sé​


Y me dio pena, se le veía afectado. Y charlamos otro rato y vi otra faceta de Ale, no tan segura y con miedo a joderla con Charo. Eso me gustó. Hablamos de irnos los cuatro juntos un fin de semana como en verano, y reavivar las pasiones, cada cual con su pareja, porque yo también notaba a Marta más alejada de mí.



LAURA

“Sara, estate quieta, que no paras de moverte y así no hay forma”. Menuda tarde me estaba dando Sara. No paraba de hablar y gesticular, y me tenía de los nervios. Cuando se desnudó me gustó su cuerpo pero le faltaban curvas. Tenía las tetas y culo bien puestos pero pequeños… o más que pequeños, medianos. Eso sí, el vientre totalmente liso, lo suyo le costaría porque deporte no hacía que yo supiera.



Al principio, todo había ido bien, estaba algo cortada y, tras colocarla, no se movía ni hablaba, pero luego se animó y ufff, me había contado toda su vida. Ahora me estaba contando la “traición” de Dani. Tras escucharla echar mierda y mierda sobre Dani durante un buen rato, le dije:​

  • No sé, a mí me da que la que se ha portado fatal es tu amiga, Dani aprovechó la circunstancias pero fue tu amiga la que debería haberse cortado, que es la que tiene novio, no él​
  • Ya, ya, una zorra, eso es verdad, pero Dani…​
  • Dani mal también, claro, pero menos que ella​
  • No sé, es que él...​
  • Joder, Sara, que no está saliendo contigo, que no te ha puesto los cuernos ¿O sí?​
  • No, no​
  • Pues yo lo veo así, mal él porque estaba contigo, pero mucho peor tu amiga, y a ella le has perdonado ¿no?​
  • Sí, y a Dani​
  • A Dani lo tienes de sequía ¿no?​
  • Sí pero porque es un cabrón​
  • ¿Por eso?​
  • Por eso y más cosas​
  • ¿Cómo qué?​
  • Pues…​
  • ¿Por que se acuesta con otras?​
  • No, sé perfectamente que se acuesta con otras empezando con Gema​
  • ¿Y eso te molesta?​
  • No, que va, no somos novios​
  • ¿Entonces?​
  • Es que pasa mucho de mí​
  • ¿Y tú no? Te estabas acostando con otro que traías más por aquí que a Dani​
  • Porque Dani no me llamaba​
  • Ajá, y el otro chico sí te llamaba ¿no?​
  • Sí, demasiado, era un plasta​
  • Pues chica, no sé, si no sois pareja ni tenéis obligaciones, pues llámalo tú cuando te apetezca un polvo​
  • Ya, claro, y quedo como una guarra necesitada de sexo​
  • Jajajaja​
  • ¿Te ríes?​
  • Claro, es que menuda tontería​
  • Los tíos son así​
  • Claro, los tíos no quieren folla amigas que quieren follar jajajaja​
  • No es eso​
  • ¿Y qué más ha hecho Dani?​
  • Mmmm​
  • ¿Folla mal? porque no creo escuchando lo que se escucha desde tu habitación​
  • No, no es malo y está bien ahí abajo ¿eh? eso tengo que admitirlo​


Me quedé parada pensando en aquella noche “yo también tengo que admitirlo”. Me di cuenta que las dos nos habíamos quedado calladas, imaginando lo mismo y me reí. Ella dijo:​

  • Que sí, de verdad, la tiene grande, no es broma​
  • No, si no me reía de eso, te creo​
  • Ah ¿Entonces?​
  • Que nos hemos quedado las dos calladas como pensando en eso jajaja​
  • Bueno, yo sí estaba pensando en “eso” jajaja​
  • Pues chica, no sé, a mí Dani me parece un encanto, es guapo, atractivo, la tiene grande, sabe follar… no sé que le ves de malo​
  • Mmmmm​
  • Llevas media tarde metiéndote con él y no sé si te ha hecho algo más que no quieres contar, pero a mí me parece que como folla amigo es un lujo jeje​
  • Sí, eso es verdad​
  • ¿No será que quieres algo más de él?​
  • ¿Algo más? ¿Te refieres a ser pareja? Nooo, que va, jajajaja​
  • ¿Seguro?​
  • Seguro, seguro, me pone enferma muchas veces, estaríamos todo el día discutiendo y ese no deja a sus rollos, a saber a cuantas se folla​


Y pensé “al menos a una que no te imaginas”. Entonces decidí que ya era suficiente:​

  • Venga, lo dejamos ya​
  • ¿Ya has terminado?​
  • Que va, tendremos otra sesión​
  • A ver, quiero ver como está quedando​
  • No, ahora está todo muy esquematizado, más adelante​
  • Ah​


Sara se vistió y dijo:​

  • Entonces ¿mañana seguimos?​
  • Sí​
  • ¿Te molesta si invito a Dani?​


La miré arqueando una ceja. Le dije:​

  • Tú misma​
  • No sé, lo mismo lo invito o no, ya veré​
  • ¿Quieres calentarlo o qué?​
  • No, mmm bueno, quizás​
  • Pero si acabas de estar echando pestes de él durante una hora jajaja​
  • Ya, pero llevo más de una semana sin follar jajaja​


Y me reí, menudo cacao tenía Sara con Dani.



DANI

Miré el móvil pensando si llamar a Sara o no. Eran las diez de la noche y ese día no podía seguir estudiando, estaba con la cabeza superada, necesitaba desconectar, y un buen polvo con Sara sería perfecto, pero tal como estaba conmigo, solo iba a servir para que me diera calabazas y se riera de mí. Al final, dejé el móvil y me puse a ver una serie. Al rato estaba dormido.



Al día siguiente, la rutina diaria, y por la tarde, en casa estudiando. Pero a eso de las siete de la tarde, recibí un mensaje de Sara, que me pasara por su casa. Pensé en decirle que no, pero al final fui. Me abrió Laura y me llevó al cuarto de Sara. Estaba desnuda, sobre la cama, es una posición rara, estaba posando. Me miró con una sonrisa y preguntó:​

  • ¿Cómo está quedando?​


Miré el dibujo y dije:​

  • D: Aún le queda mucho ¿No Laura?​
  • L: Sí, mucho​
  • D: Pero se nota que eres tú​
  • S: Genial​


Estuvimos así unos minutos, Laura pintando, Sara hablando y yo mirando. Sara no mostraba nada, solo piel pero sus tetas y sexo estaban cubiertos por sus brazos, era una pose artística, no porno. Entonces Sara dijo:​

  • S: ¿Y no te gustaría pintar a Dani desnudo, Laura?​
  • L: Ya se lo he dicho, pero se niega​
  • S: ¿Por qué?​
  • L: Le da corte​
  • S: Jajajaja​
  • D: Corte no, que no tengo ganas, es incómodo ¿O tú estás cómoda, Sara?​
  • S: Eres un nenaza jajaja​
  • D: ¿Por qué?​
  • S: Te da miedo enseñar la pirila​
  • D: ¿La pirila?​
  • S: Sí jajaja​


Miré a Laura, esperando apoyo pero dijo:​

  • L: ¿No posarías junto a Sara?​
  • D: ¿Qué?​
  • L: Desnudo, junto a ella​
  • S: Sí, sí​
  • D: Que va​


Entonces Sara se levantó, tiró de mí y empezó a desnudarme. Le dije que no, pero ella ni caso, me quitó la camiseta, me bajó los pantalones y luego, de un tirón, los boxers. Entonces dijo:​

  • S: Ya está, sin vergüenza​


Miré a Laura, incómodo. Ya me había visto desnudo pero me dio reparo. Laura, con una pequeña sonrisa, me miró. Sara dijo:​

  • S: ¿Ves? La tiene bien ¿eh?​
  • L: No está mal​
  • S: Jajajaja, está muy bien, no te hagas la lista jajaja​


Entonces, Laura dijo:​

  • L: ¿Cómo os queréis poner?​
  • D: Que yo paso​
  • S: Mira, a mí me gustaría los dos sentados, yo sobre él, mirándonos​
  • L: Mola, venga, poneros​
  • D: Que yo no…​


Pero Sara me arrastró a la cama, me sentó y luego ella encima, los dos erguidos pero sentados sobre la cama, mirándonos, con ella encima. Laura nos miró y empezó a movernos un poco, hacia un lado, un brazo aquí, la pierna allá… cuando quedó satisfecha, se puso a pintar en otro lienzo.



Sara me miraba, casi pegada, sonriendo. No decía nada pero noté su respiración excitada. A los pocos minutos, dijo:​

  • S: Alguien se alegra mucho de verme​


Y miró abajo, hacia mi polla empalmada, apuntando alto, pero tapada por Sara. Nos quedamos quietos, pero entonces ella se acercó más y me besó, y luego otro, y otro… Y entonces se incorporó un poco y se sentó sobre mi polla, metiéndosela despacio. Empezó a moverse. Escuché decir a Laura:​

  • Pero ¿Qué hacéis?​


Y Sara, follándome delante de Laura, dijo:​

  • No te corras dentro​


Y comenzó a moverse más rápido. Laura dijo:​

  • No me puedo creer que os pongáis a follar​


Sara comenzó a gemir. Miré a Laura, un poco azorado por la situación, pero sin querer pararla. Laura salió enfadada de la habitación dando un portazo. Sara dijo:​

  • Es una mojigata, sigue​


Y Sara se movía cada vez más rápido sin parar de gemir alto hasta que llegó su orgasmo. La tumbé boca arriba y me puse encima, para follarla. Sara no protestó, que normalmente siempre quería dejar de follar tras correrse, pero esta vez no y seguimos hasta que la saqué y me corrí sobre su estómago y tetas.



Luego me incorporé y Sara se quedó tumbada. Le di unos pañuelos de papel a Sara que se puso a limpiarse, y justo en ese momento volvió a entrar Laura, enfadada, cogiendo sus cosas y saliendo sin decir nada. Me vestí y fui a buscarla. Me mandó a la mierda, que para ella eso no era porno, era arte y cosas así. Me disculpe pero dijo que me fuera. Volví a la habitación de Sara que seguía desnuda y preguntó:​

  • ¿No seguimos?​
  • No, está cabreada​
  • Solo ha sido un calentón​
  • Ya, pues díselo tú, menudo cabreo tiene​
  • Bueno, ahora voy…​
  • Vale, pues yo me voy​
  • ¿Ya?​
  • ¿Qué quieres? Ha sido una gilipollez eso de posar así​
  • No, ha sido muy íntimo y excitante​
  • Ya, para ti, para ella no​


Me fui molesto, no me había gustado montar ese numerito delante de Laura. En mi habitación, un rato después, le escribí disculpándome de nuevo. Me leyó pero no contestó, seguiría enfadada.



Esa noche cené con mis tíos y luego volví a mi habitación a estudiar pero me acosté temprano. Había sido un día raro.



MARISA

Cogí la crema y me la esparcí por la cara, era mi ritual de cada noche, baño, dientes y la crema de noche para la piel, si no la usaba, al día siguiente me notaba la cara tensa. Tenía ya puesto el pijama y estaba bastante cansada, con ganas de dormir.



Entonces entró Antonio diciendo “perdona, tardas una eternidad y no aguanto más” y se puso a orinar. Me fastidiaba pero bueno, tampoco era algo que me molestara. Seguí con mi crema y escuché como Antonio tiraba de la cisterna. Entonces, noté que me estaba mirando. No me giré y, de pronto, sus manos agarraron mis tetas desde atrás de forma tan brusca que hasta me dolió un poco el estrujón, pero no protesté.



Entonces, él me inclinó y me bajó el pantalón del pijama, y fue a metérmela pero ahora sí protesté y dije:​

  • Espera, no seas bruto, así a pelo seco no y con la puerta abierta​


Lo empujé con mi espalda y cerré la puerta. Luego me giré hacia él, me agaché y me la metí en la boca. Chupársela me pondría algo a tono. Se la mamé un par de minutos y luego, me levanté, le di la espalda, me incliné sobre el lavabo y ahora sí me la metió rápidamente, follándome un minuto y corriéndose dentro de mí. Luego se subió su pantalón y salió.



Me quedé pensando, casi no me había dado tiempo a ponerme cachonda pero me daba igual, había sido una sorpresa total, hacía ¿años? que no me follaba así, y me había gustado. Me limpié, me subí el pantalón, terminé con la crema y me fui a la cama con una sonrisita.



ANTONIO

“Prueba superada” pensé satisfecho mientras me acostaba. Seguía con el miedo al gatillazo aunque el domingo con Paola todo había ido bien, muy bien, me la había follado dos veces delante del mindundi del novio. Pero mañana había quedado con Luis e Irene, y esa puta me acojona un poco con esa cara de asco y su superioridad. Así que, al ver a Marisa en el cuarto de baño, llena de potingues, nada sensual, me la había querido follar por probar, sin estar a tono, a ver si me la follaba, y sí, sin problema.



Pero tenía que reconocer que estaba nervioso. Llevaba dos días hablando con Luis. Él se había alegrado de mi vuelta y me había contado que tenía algunas ideas para cuando quedáramos, ideas humillantes para su chica. Para empezar, ella mañana no esperaba que yo fuera, y luego, más cosas que Luis aún no me había querido contar. Estaba deseando hacer que esa mala puta se tragara sus risitas.



Entonces vi entrar a Marisa, con una sonrisita “Que le gusta una polla a esta”. Y pensé en como me había cambiado el ánimo el chaval negro, “le tendría que poner una estatua al tío ese jeje”.​
 

35



DANI

Al día siguiente, estando en la facultad, recibí un mensaje de Sara, que quería hablar y que bajara. Estaba en una clase y le dije que no podía. Me preguntó cuando terminaba y le dije que a las doce, que faltaban quince minutos. Me dijo que me esperaba. Cuando terminé bajé y la vi esperando, sola. Me acerqué y me dijo:​

  • Joder, ya podrías haber bajado antes​
  • Que estaba en clase​
  • Pues que le den a la puta clase​
  • No​


Sara suspiró y dijo:​

  • Ya veo que están claras tus prioridades​
  • ¿Qué quieres Sara?​


Pensé que era para hablar de lo del día anterior, pero me dijo:​

  • Me han invitado a una casa rural ¿Te vienes?​
  • Sabes que no puedo, que los fines de semana trabajo​


Le dije cansinamente. Ella torció el gesto y dijo:​

  • Lo sé, pero es que nos vamos en un rato, vente y el sábado te vas​
  • ¿Ahora? pero si estamos a jueves​
  • Pues eso, te vienes jueves y viernes​
  • Tengo clases, Sara​
  • Que les den a las clases​
  • No puedo, lo sabes​


Sara me miró enfadada y dijo:​

  • Pues vale, me voy yo​
  • Claro, diviértete​
  • Ya te digo, seguro que me follo a uno o a dos, ya veré​


Me reí y pregunté:​

  • ¿Ya se te ha quitado el asco a los tíos?​
  • No, me dais asco, pero si me aburro y están buenos haré un esfuerzo​


Sacando su sonrisa de “y te jodes”. Me reí y dije:​

  • Como ayer, no te vi que te diera mucho asco​
  • Ayer te hice un favor, que vi como estabas y me diste pena​
  • Jajajaja, claro, tú no estabas cachonda​
  • Poco​
  • Jajajaja ¿Laura sigue cabreada?​
  • No lo sé, ayer no me hablaba, que le den también​
  • ¿Ayer buscabas un trío con ella?​
  • ¿Con esa??? ni hablar, solo fue un calentón​
  • Pues hubiera estado bien​
  • Claro, tú donde haya tetas todo está bien, que asco​


Me tenía harto con tanto asco y le iba a responder pero entonces, la cogí por detrás del cuello, la acerqué a mí y le di un buen morreo. Ella respondió inmediatamente abriendo la boca y buscando mi lengua. Cuando terminamos, le dije:​

  • Ya veo el asco que te doy​
  • Gilipollas​
  • Y creo que te hubiera gustado un trío con Laura​
  • Tú que sabrás​
  • Me fijé como la miraste mientras te besaba el cuello​


Sara no dijo nada. No me había fijado en nada, lo había dicho para picarla pero no replicó y me sorprendió, sí que le hubiera molado un trío. Nos separamos, la vi acalorada y nerviosa. Dijo:​

  • Bueno ¿Te vienes o no?​
  • Que no puedo, Sara​
  • Joder, coño, otro día estudias​
  • No, voy con retraso en varias asignaturas​


Me estaba tentando, claro que prefería irme y divertirme, pero ahora que estaba recuperando tiempo de estudio, no podía dejarlo. Entonces Sara dijo:​

  • Pues que te den, yo me voy​


Y se fue, enfadada y sin decirme nada más. La miré unos segundos y volví a clase. Quizás estaba siendo demasiado responsable, me tiraba el día estudiando y los fines de semana trabajando, también necesitaba divertirme. Pero no, que me conocía, y si ahora me relajaba, luego me costaría un montón recuperar ese tiempo. Suspiré y volví a clase.



Esa tarde y noche estudié, sin parar de pensar que podría estar ahora mismo bebiendo y divirtiéndome con Sara. Estaba arrepentido de ser tan tonto pero ya no había marcha atrás.



Al día siguiente, viernes, tras la facultad volví a casa a recoger varias cosas e irme al pueblo. En el portal, me crucé con Laura. La saludé sin saber si me respondería o no, pero sí lo hizo. Le pregunté:​

  • ¿Ya se te ha pasado el cabreo?​
  • Mmmm​
  • Ya veo que no del todo​
  • No era que estuviera enfadada​
  • ¿No? pues cualquiera lo diría​
  • Ponte en mi lugar, no soy de piedra, no solo los tíos os excitáis viendo un bonito cuerpo… verte desnudo y luego follando me perturbó​
  • Ah​


Me había sorprendido, no lo había pensado por ahí. Ella siguió:​

  • Me puse cachonda y eso me enfadó​


Nos miramos unos segundos, no estaba seguro que me estaba diciendo, si quería algo o solo informarme. Entonces suspiró y dijo:​

  • ¿Buscabais un trío o qué?​
  • Eso mismo le pregunté a Sara… Pero que conste que el primer sorprendido fui yo​
  • Te creo pero Sara mmm creo que sí quería, me hizo un gesto...​
  • ¿Sí?​


Afirmó con la cabeza y se giró para irse por su escalera pero le pregunté:​

  • ¿Por qué no te uniste?​


Me miró arqueando una ceja y dijo:​

  • ¿Hace falta que te lo explique?​
  • No sé, si te calentaste podrías haberte unido​


Me miró y entonces se fue, sin decir nada más. La miré irse. Que lástima que no se hubiera unido al polvo, hubiera estado muy bien. Me fui a mi casa y entonces me llegó un mensaje de Laura. Me decía:​

  • ¿Quieres ver como está quedando vuestra pintura?​
  • ¿Has seguido pintando?​
  • Sí, de imaginación jeje​
  • Ah ¿Y ya se puede ver?​
  • Sí, bastante, no creo que siga más, me gusta como está ahora ¿vienes?​
  • Mmmm, es que me voy ya​
  • Vale, pues otro día, pero no le digas nada a Sara, esto es para ti​
  • Ah ¿sí?​
  • Sí​
  • Pues… gracias​
  • De nada​


Me quedé pensando, ya me había picado la curiosidad por ver la pintura. Le dije:​

  • Bueno, déjame diez minutos que termine de preparar la mochila y recoger los tuppers y ahora voy ¿vale?​
  • Vale​


Terminé, cogí la mochila con la ropa sucia, los tuppers limpios y vacíos, y fui a casa de Laura. Me abrió y me dijo que pasara. Llevaba como un mono de los de pintar, con manchas de pintura, abrochado hasta el cuello. Me llevó a su cuarto que olía a porro, había estado fumando. Allí vi la pintura. Era muy diferente al resto de dibujos que le había visto. Los otros eran muy realistas, eran casi como fotos, pero esta pintura era más abstracta. No se notaba que éramos Sara y yo, pero sí era la posición en la que estábamos. Pero Laura nos había pintado follando, la chica miraba hacia arriba, claramente excitada, el chico la besaba en el cuello y se notaba que ella se movía encima de él gracias a unas sombras y trazos… me fascinó como con unas líneas, daba sensación de movimiento.



Me quedé unos segundos mirando la pintura hasta que escuché un ruido de ropa. Me giré y vi a Laura desnuda, con el mono por los tobillos. Me quedé pasmado. La chica era una verdadera preciosidad, con esa carita tan guapa y de niña buena, y ese cuerpazo de infarto. Tardé unos segundos en reaccionar. Me acerqué a ella y la besé. Nos liamos, me desnudó y follamos en su cama. Me puse el condón con nervios mientras ella miraba con ansia.



Cuando terminamos nos quedamos callados tumbados boca arriba. Me había sorprendido, no me esperaba volver a follar con ella. Laura se levantó al poco y buscó un nuevo porro. Se puso a fumar de pie, mirándome mientras yo seguía tumbado y desnudo. Entonces miró la pintura y se puso a darle retoques. La miré fascinado, desnuda, con el porro humeando en su mano y con la otra con un pincel. Tenía un trasero redondo pero grande, no como el de Sara. En general, era de curvas más pronunciadas que Sara o Gema, pero no estaba nada gorda, solo era de curvas prominentes.



Y mientras pintaba, le pregunté:​

  • ¿Y Álvaro?​
  • En el pueblo, se fue esta mañana, su madre lo llamó​
  • Ah​
  • Vuelve mañana​
  • Ya​


Nos callamos. Entonces ella dijo:​

  • Me tenéis a Álvaro revoltoso​
  • ¿Qué?​
  • Tú y Sara, y Gema​
  • No te entiendo​
  • Ahora no hace más que pedirme cosas​
  • ¿Qué cosas?​


Laura se giró, fumó y me dijo:​

  • Quiere sexo anal​
  • Ah​
  • Desde que os escuchó a Sara y a ti me lo está pidiendo​
  • Y le tienes miedo a eso ¿no?​
  • No​
  • Pues pruébalo, hay que probar todo​
  • Ya lo he probado antes y pssse​
  • ¿No te gustó?​
  • Mmmm no es que no me guste, es que no le veo la gracia​


Me quedé esperando más explicaciones. Pero ella cambió:​

  • También me pide un trío​
  • ¿Con quién?​
  • Con Gema o Sara, claro​
  • Ajá​


Me reí por dentro, anda que no sabe nada Álvaro. Laura dio una calada y dije:​

  • Y tampoco te gusta ¿no?​
  • Mmmm no sé​
  • ¿Te has acostado alguna vez con una chica?​
  • Casi​
  • ¿Casi?​
  • Con Bego, antes de salir con Álvaro​
  • Ah​
  • Nos enrollamos una noche, nos desnudamos, pero al final, la paré, tenía curiosidad pero al final me rajé​
  • ¿No te estaba gustando?​
  • Mmmm no sé, estaba fumada y no estaba mal, pero cuando fue a comérmelo la paré​
  • Ya​
  • Al final, ella se masturbó mirándome, fue raro​
  • Para ella seguro que no jeje​


Se quedó como pensando y dijo:​

  • Quizás se lo pida a Bego​
  • ¿Volver a probarlo con ella?​
  • No, el trío​
  • Ahhhh​
  • Creo que a ella le gustaría, y a Álvaro quizás no tanto como con Gema pero bueno, se tendrá que aguantar​
  • ¿Por qué no con Gema?​
  • Demasiado guapa, mucha competencia​
  • Jajajaja creo que es difícil hacerte competencia​


Laura sonrió agradecida. La miré excitado, esas tetas me ponían muchísimo, y tenía el coño casi rasurado, solo una fina franja de pelo oscuro, casi testimonial. Le dije:​

  • Y el trío ¿le dejarás que se folle a Bego?​
  • Claro, después de lo que hago contigo no puedo negarle eso​
  • Ya​
  • Es más, seguramente no follaré con ella, nos lo follaremos a él entre las dos​
  • Va a flipar​
  • Esa es la idea​


Se giró y miró de nuevo la pintura. Me preguntó si me gustaba y le dije que claro, que me había encantado. Ella siguió mirándola y dijo:​

  • A ti también te gustaría follarme el culo ¿no?​
  • Claro​
  • Primero tiene que ser Álvaro​
  • ¿Le vas a dejar?​
  • Sí​
  • Pero no te gusta​
  • No he dicho que no me guste, ni me gusta ni me disgusta​
  • ¿Entonces?​
  • Con mi ex lo hacía bastante, a él le encantaba​
  • Ah​
  • Su mujer no le dejaba​


Me quedé sorprendido. Ella se giró y me miró como si nada. Le dije:​

  • ¿Tu ex estaba casado?​
  • Sí​
  • Joder​
  • Era un vecino, me daba clases en el instituto, me lo ligué tras mucho esfuerzo y persistencia, no se dejaba​


“Joder con Laura, con la cara de niña buena que tiene”. Me miraba como si nada. Dijo:​

  • Me desvirgó por delante y por detrás, no el mismo día, claro​
  • Ya​
  • Me ponía muchísimo, no le negaba nada​
  • Ah​
  • Al final nos pillaron, fue un escándalo, la mujer estuvo a punto de tirarme por la escalera, nos tiramos de los pelos​
  • Joder​
  • Nos tuvimos que mudar, y al poco me fui de casa, hace tiempo que no veo a mis padres​
  • Lo siento​
  • Ya, malas decisiones… solo me hablan mis hermanos​
  • Menos mal, pero ya se le pasara a tus padres​
  • No sé, ya veremos… pero no me han dejado tirada, me dan dinero todos los meses​
  • Me alegro​
  • Sí, son buenos padres y es normal que no quieran verme, me comporté como una loca y una zorra​


Laura se volvió a girar y pintó algo. Me había dejado tocado con su historia pero verle de nuevo el culo me animó. Noté que se me empezaba a poner dura. Laura dijo:​

  • Sara se fue ayer de viaje echando pestes de ti​
  • Lo normal​
  • Sí, pero luego se derrite por ti​
  • No tanto​
  • Sí, te lo aseguro, y es normal, follas muy bien​
  • Gracias​
  • Me recuerdas mucho a mi ex​
  • Ah​


Se volvió a girar y me miró la polla, ya bastante dura. Dijo:​

  • Incluso tu polla me recuerda a él​
  • ¿Por el tamaño?​
  • Sí, era más o menos así​


Dio otra calada y apagó el porro con cuidado, aún quedaba. Entonces se me acercó y se arrodilló al lado de la cama. Dijo:​

  • A él le encantaba una cosa​
  • ¿El qué?​
  • Ven, siéntate​


Me senté en la cama, con las piernas en el suelo y Laura entre ella. Laura me miró y escupió entre sus tetas, luego puso mi polla entre ellas y me hizo una cubana. Era mil veces más hábil y sensual que Yoli, que fue muy torpe. Además, Laura era muchísimo más guapa y sexy. Disfruté de la cubana durante unos minutos. Luego, ella me cogió la polla, echó saliva en la punta y fue moviendo su mano a lo largo y también pasando su palma por mi glande. Se le daba genial. Dijo:​

  • Esto también le encantaba​


Y me lamió la polla, desde los huevos hasta la punta, varias veces, y luego se la metió en la boca, realizando una mamada lenta pero sensual, me tenía malísimo. Siguió unos minutos hasta que paró para decir. Y esto también:​

  • Y esto también​


Y comenzó una mamada profunda, tragándose casi mi polla entera con mucho esfuerzo y ruidos de atragantamiento, pero sin cejar en el intento. “Joder con la niña” pensé mientras veía como tenía mi polla prácticamente dentro de su boca y garganta. Solo Gema había conseguido eso, Marisa no podía tanto y Sara ni lo intentaba.



Al final, paró y respiró tomando aire. La chica tenía muchas habilidades. La levanté y le comí las tetas, esas tetas que me volvían loco. Luego la tumbé y le comí el coño metiéndole un par de dedos por detrás. En los polvos anteriores no me había atrevido, pero ahora que sabía que hacía sexo anal, lo hice y ella no protestó. Se corrió de esa forma suya, con sus gemidos y jadeos casi apagados pero constantes.



Luego, se incorporó, buscó un condón y me lo puso con la boca. Follamos un buen rato, en varias posturas. Cada una me parecía más excitante que la anterior, pero en general es que la chica era puro sexo.



Le dije que me quería correr entre sus tetas y ella aceptó. Me quité el condón, me puse sobre su torso y ella apretó sus tetas contra mi polla. Le follé sus tetas hasta correrme, cayéndole bastante en la cara y cuello, pero no pareció importarle. Me cogió la polla y me la chupó un rato hasta que empezó a menguar.



Había sido un polvazo espectacular. Me derrumbé a su lado. No hablamos durante un buen rato, los dos agotados. Entonces sonó un móvil, el de ella. Se levantó y lo cogió. Era Álvaro. Salió de la habitación para hablar con él.



Me levanté y me vestí. Tardaba y me quedé esperando, curioseando sus pinturas. Llegó diez minutos después, ya se había limpiado mi corrida pero seguía desnuda aunque seria. Me miró y dijo:​

  • Al final viene esta noche​
  • Ah ¿Cuándo?​
  • Ya sale de su casa​
  • Vale​


Respiré tranquilo, pensaba que iba a tener que salir corriendo. Me miró y dijo:​

  • Esto no se debería repetir más​
  • Ya​
  • Sé que ahora suena falso después de lo que te dije la otra vez, pero es que Álvaro no se merece esto​
  • Claro, lo entiendo​


Se quedó callada, mirándome. Luego dijo:​

  • Creo que no es buena idea que poses desnudo, se ve que no sé controlarme​
  • Jeje​


Me dio un beso que pensé que sería para despedirme pero no, abrió la boca y buscó mi lengua. Luego dijo:​

  • Me lo he pasado muy bien​
  • Yo también​
  • No sé porqué te he contado mi pasado, no se lo he contado ni a Bego​
  • Ah​
  • Me siento cómoda contigo, confiada… sé que eres de fiar​
  • Gracias, y claro, no se lo voy a contar a nadie​


Me miró unos segundos, a escasos centímetros, notando sus pechos en mi pecho. Luego, me dio otro beso, un pico rápido y se separó​

  • Me voy a duchar y a cambiar las sábanas​
  • ¿Te ayudo?​
  • No, anda, vete​


Nos quedamos callados, mirando cada uno a un lado. Entonces le dije:​

  • ¿Te molestaría si le propongo a Álvaro un intercambio?​
  • ¿Qué?​
  • De parejas, él con Sara y yo contigo, una noche…​
  • Ah​


Se quedó pensando y luego dijo:​

  • Si me lo propone él, creo que sí aceptaría​
  • Vale, antes tengo que hablarlo con Sara​
  • Claro​


Me dirigí fuera de su cuarto pero ella dijo:​

  • Llévate la pintura​
  • ¿Ya?​
  • Sí​


La cogí y me la llevé. Me despedí de ella con otro beso y cogí mis cosas. Volví a mi casa para dejar la pintura y me fui al coche. “Menudos polvazos” seguí pensando mientras conducía. Me esperaba un sábado y domingo duros pero ahora mismo estaba como en una nube.



El sábado Sara se dedicó a enviarme fotos y mensajes de ella divirtiéndose, abrazada a tíos y riéndose. Supuse que me quería picar pero me daba bastante igual. Le iba a contestar con un “¿A todos esos te has tirado? ¿Por separado o juntos?” pero no era cosa de enfadarla otra vez.



MARISA

Esa mañana de domingo me desperté de muy buen humor. Levanté a los niños, les hice el desayuno y Antonio se los llevó al parque mientras yo limpiaba la casa.



El buen humor era por el polvo de la noche anterior, un polvo como los de antes, que me arrancó un orgasmo mientras me follaba a cuatro patas sobre la cama y yo hundía mi cabeza en la almohada para ahogar mi grito y despertar a los niños.



Mientras sacaba ropa del armario para ver que había que lavar, pensé “dos polvos en una semana con Antonio, eso no pasaba desde hacía más de un año, seguro”. Saqué una chaqueta de Antonio para ver como estaba pero entonces recordé que se la había limpiado la semana pasada. La iba a guardar cuando me llegó un olor a perfume. Me la acerqué a la nariz y sí, olía claramente, y ese perfume no era mío.



Me quedé con la chaqueta en la mano. Estaba casi segura que me engañaba, tantos meses sin follar no era normal en un tío, y más de una vez había olido algo así en otra ropa. Pero me fastidiaba. Tampoco era una prueba irrefutable, podía ser de una compañera. La iba a guardar cuando noté algo en el bolsillo interior. Metí la mano y saqué una caja de condones.



Me senté en la cama. Esto sí era una prueba irrefutable, conmigo no usaba condones. Me entró una molestia dentro, y un enfado… respiré hondo y me calmé. No podía echarle nada en cara, llevaba meses tirándome a Dani. Y entonces recordé que esa chaqueta se la había puesto la tarde del domingo anterior, tras el trío con Juan. Dijo que se iba a pasear pero no, se había ido a follar. Y eso me cabreó, me podría haber follado a mí, teníamos la casa para nosotros, sin niños, que cabrón…



Suspiré y me resigné, no podía decirle nada mientras siguiera follando con Dani y, por ahora, no quería dejarlo aunque llevábamos un mes sin follar pero no era por falta de ganas, era por falta de oportunidad. Me fijé que faltaban dos condones. Guardé todo como estaba.



Esa tarde Antonio volvió a salir a “pasear”. No llevaba la chaqueta pero cuando se fue miré y vi que no estaban los condones en la chaqueta, se los había llevado. Me hervía la sangre pero me aguanté… por ahora.


36



DANI

El lunes por la tarde, tras la facultad, me fui a casa a estudiar. Al rato, apareció Marisa y vi que pasaba algo. Ya la había notado rara esa mañana al irse, pero ahora era totalmente evidente.



Dejando la puerta abierta para escuchar a los niños, me contó que sabía que mi tío la engañaba. Eso ya lo sabía yo pero me volví a hacer el tonto. Le dije que no pensara mal, que a saber… pero me contó que había encontrado condones en una chaqueta y que olía a perfume. Le tuve que dar la razón. Estaba enfadada y me pareció frívolo por su parte, teniendo en cuenta los cuernos que le ponía conmigo, pero me contó que su enfado no era por los cuernos en sí, que eso lo tenía que tragar porque ella seguramente era peor. Su enfado era que se fuera a follar con otra teniéndola a ella siempre dispuesta, pero no, se follaba a otra y a ella la había tenido abandonada meses.



Miré a Marisa, estaba que trinaba. No quise hablar. Ella siguió diciendo:​

  • Jamás, pero jamás, le he dicho no a tu tío, si ha querido, me he abierto de piernas siempre, sin problema y gustosamente… de piernas o lo que sea, que ya sabes que yo no tengo problema en darle mi culo o mi boca, lo que quiera​


No dije nada, pero el cabreo era mayúsculo. Dijo:​

  • Que se vaya de casa para follar con otra teniéndome aquí, sin niños, es que…​


Estaba roja de indignación. Siguió:​

  • Que si yo fuera de esas que no les gusta follar, pues vale, lo entendería, pero es que me gusta, el sábado me folló en condiciones y estaba súper contenta por un mísero polvo, pero estaba contenta, pero no, el cabrón me da migajas y se va a follar con otra​


Si ella supiera lo que vi yo en el móvil, porque no era otra, eran varias por lo que pude ver. Estaba moviéndose por mi habitación, nerviosa. Entonces dijo:​

  • Pues nada, si es lo que quiere, bien, que se folle a otras, yo seguiré follándote a ti​
  • No sé cuando​
  • Yo sí​
  • ¿Sí?​
  • Los domingos por la tarde cuando no estén los niños, él se va a follar a la otra, pues yo follo contigo​
  • Mmmm​
  • Cada dos domingos, que ya sabes que el padre se los lleva un fin de semana sí, otro no​
  • Ya​


La verdad es que si esos domingos mi tío desaparecía por las tardes era un buen momento, y la echaba de menos. Tendría que volver antes del pueblo pero no habría problema. Le dije que sí y ella contestó:​

  • Pues este finde no tengo a los niños así que perfecto, quedamos​
  • Vale​


Cerró la puerta y me dio un buen morreo, pero cortó rápido y se fue. Menudo mosqueo que llevaba. Y sí, no entendía a mi tío, tenía a una mujer con ganas de sexo y se la follaba con cuenta gotas, y él buscando fuera… bueno, sí lo entendía, él me lo había explicado, estaba retomando el tiempo perdido en su matrimonio, pero es que solo con Marisa tenía ya todo el sexo que quisiera…



En cuanto a Marisa me parecía a mí que se estaba buscando una excusa para seguir follando conmigo, ya no valía eso de que mi tío no se la follaba así que ahora era que la follaba poco y se iba con otra.



GEMA

Fui al salón donde estaba Sara y, desde allí, llamé a Laura que estaba pintando en su cuarto. Llegó y me miró con expectación. Les dije:​

  • G: Bueno, chicas, ya sabéis que en tres semanas me voy, me mudo con mi novia​
  • S: Ya​
  • G: ¿Estáis buscando sustituta?​
  • S: Sí, he puesto algunos anuncios en la facultad​
  • L: Yo estoy preguntando​
  • G: Bien, me fastidia dejaros tiradas​
  • S: Lo entendemos​
  • L: Sí​
  • G: Gracias… y bueno, os quería proponer una cosa​
  • S: ¿El qué?​
  • G: Dentro de dos semanas es el cumple de Dani​
  • S: Ah, no lo sabía​
  • L: Yo tampoco​
  • G: Y había pensado en montar aquí una fiestecilla, además, sería doble, el cumple y mi despedida ¿Qué os parece?​
  • S: Me encanta​
  • L: Por mí bien​
  • G: Sería dentro de dos sábados​
  • S: Uff ¿un sábado? ya sabes que Dani trabaja y es muy estricto con eso​
  • G: Habrá que convencerlo​
  • S: Eso tú, que yo no tengo forma​
  • G: Entre las tres lo convencemos ¿No Laura?​
  • L: Bueno, vosotras tenéis más “formas” de convencerlo jeje​
  • G: Jajajaja, sí, de eso nos encargamos Sara y yo jajaja​
  • S: Jajajaja​
  • G: Vendrá mi novia, Sara ya la conoce​
  • S: Ah, guay​
  • L: Vale​


Y nos pusimos a hablar de la organización. Estuvimos un buen rato y luego me fui a mi cuarto. Al poco, llegó Sara. Se sentó en mi cama y dijo:​

  • Entonces, si viene Lily ¿No vamos a regalarle a Dani algo de sexo especial?​
  • Jajajaja​
  • ¿Qué pasa? Sería para él y tu despedida, pensaba que algo podríamos hacer los tres​
  • Bueno, Lily y yo sí nos queremos despedir de él con algo “especial”​


Vi como Sara arrugaba la nariz. Le dije:​

  • Te unes también ¿no?​
  • ¿Los cuatro?​
  • Si quieres…​
  • Mmmm​
  • Una orgía es una buena despedida ¿no?​
  • Puede ser jeje​


Ahora se le iluminaba la cara. Con Lily solo había hablado de follarnos entre las dos a Dani, pero no creía que Lily pusiera impedimentos a que participara Sara. Dije:​

  • No será una fiesta sorpresa porque hay que convencerlo​
  • Ya, ya​
  • Pero seguro que es fácil​
  • Si no se convence con el plan de follarse a tres pibones como nosotras me haría sospechar de sus gustos jajaja​
  • Jajajaja​
  • Oye, y ya que será una orgía ¿Por qué no invitas a tu amigo negro?​
  • Jajajaja, le tienes ganas ¿no?​
  • Muchísimas jajajaja​
  • Es que se supone que es un regalo para él, si metemos a Juan, pues ya no es tanto regalo, es solo sexo para todos jeje​
  • ¿Y qué? nos va a follar a todas, no cambia​
  • Jajajaja​
  • Anda Gema, que estoy muy necesitada de sexo bueno jajaja​
  • ¿Sí? ¿No has follado en el viaje?​
  • Pufff, una puta mierda, no había ni uno follable​
  • ¿No?​
  • Que va, ni borracha me entraban ganas… eso sí, todos entrándome, pero he pasado​
  • Jajajaja​
  • Y me vine antes, el sábado me fui a mi pueblo, estaba harta de babosos y de tanto beber​
  • Jajajaja​
  • El cabrón de Dani ya podría haberse venido pero no, el niño bueno no puede faltar a clase ni a ayudar a su padre, me tiene harta​
  • Pero estás deseando follártelo​
  • Claro, está bueno y folla bien jaja​


Me quedé mirándola y le dije seria:​

  • Oye Sara ¿Tú quieres salir en serio con Dani?​
  • ¿Yo? que vaaaaa, puto niño bueno​
  • Jajajaja​
  • ¿Por qué? ¿Te ha dicho algo?​
  • ¿Algo?​
  • De querer salir conmigo​
  • Noooo, jajaja, es que te veo ganas a ti​
  • ¿A mí? una mierda, lo que tengo ganas es de follármelo, pero no de salir con él​
  • ¿Seguro?​
  • Segurísimo​
  • ¿Y si él te lo pide?​


Se me quedó mirando unos segundos y dijo:​

  • ¿Seguro que no te ha dicho nada?​
  • Jajaja​
  • A ver, si me lo pide… mmmm pues por probar a salir...​
  • Te gustaría ¿no?​
  • No, no sé… pero no lo veo con ganas de estar solo con una… además de ti y de mí ¿Sabes si se folla a otras?​
  • Jajajaja ¿celos?​
  • No, curiosidad​
  • No lo sé, no me importa​
  • Ya, claro, tú no paras de follar​
  • Jajajaja​
  • ¿Con quién has pasado el finde?​
  • Con Juan​
  • Joder, estarás hasta escocida de tanto follar, cabrona​
  • No te diré que no jajaja​
  • Que zorra jajaja ¿La tiene como Dani?​
  • Sí, la tiene grandecita​
  • Joder, una polla negra y grande, eso lo tengo que probar jajaja​
  • Jajajaja​
  • Tía, dame su número, que lo llamo para follar, sin preliminares ni nada jajaja​


Y seguimos un rato hablando de sexo y Juan y Dani. Luego, le dije:​

  • Voy a llamar a Dani y se lo contamos​
  • Vale​


Lo llamé y le dije que viniese. A los cinco minutos entraba en mi habitación.



DANI

En cuanto entré y las vi a las dos en la cama con muchas risas y tonterías, pensé que íbamos a enrollarnos los tres pero no, tenían ganas de hablar, no de follar. Me contaron lo de mi fiesta de cumpleaños junto con la despedida de Gema. Yo había estado pensando en algo así, despedir a lo grande a Gema así que me pareció perfecto.



Hablamos de planes y demás, y luego, intenté enrollarme con ellas pero Gema dijo:​

  • G: No, hoy estoy agotada, que menudo finde he tenido​
  • S: La muy zorra está escocida por el pollón negro jajaja​
  • G: Jajajaja, que burra eres​
  • S: Es la verdad​
  • G: En parte, pero es que he quedado con unas amigas, empiezo la ronda de despedidas​
  • D: Ahh​
  • G: Así que me ducho y me voy, vosotros haced lo que queráis​


Y se fue al cuarto de baño. Sara y yo salimos y fuimos a la cocina. Allí le dije:​

  • ¿Tú también estás escocida de tanto follar?​
  • ¿Yo?​
  • En las fotos estabas rodeada de tíos​
  • Ah, sí… pero no es asunto tuyo con quien follo​
  • No, pero… ¿Otra vez orgía? ¿Esta vez tres tíos a la vez?​
  • Gilipollas​
  • A ver, tu imaginación es muy potente para esas cosas jeje​
  • He follado con quien me ha dado la puta gana, como siempre​
  • Jajajaja, no has follado​
  • Pero serás gilipollas, no sé ni para que te hablo​


Y seguimos un poco más con la tontería, yo picándola y ella haciéndose la ofendida. Nos pusimos a preparar algo de cena y al rato llegó Laura. Sara le dijo que a ver cuando retomábamos la pintura y Laura, mirándome rápidamente, dijo que no, que éramos unos guarros y así no. Sara insistió pero yo sabía que Laura no iba a querer. Le pregunté por Álvaro y nos dijo que estaba jugando al fútbol y llegaría en un rato.



Sara dijo que se iba a cambiar de ropa para ponerse algo cómodo. Me quedé con Laura pero no hablamos de nada íntimo, todo normal. Al poco llegó Sara y la miré sonriendo, la tía se había puesto una camiseta de tirantes sin sujetador, se le notaba mucho, estaba claro que quería provocarme.



Luego, llegó Álvaro y entonces Sara se dio cuenta que no había bebidas y ella y Laura querían vino así que Álvaro dijo de ir él y yo. Le dije que yo pasaba, que él podía con un par de botellas, pero Álvaro me hizo un gesto y al final lo acompañé. Al principio, no se arrancaba a decirme lo que quería decirme, pero tras muchos titubeos me dijo:​

  • Oye Dani, tú que eres un tío experimentado ¿Me puedes dar algún consejo para el sexo anal?​


Me reí por dentro, al final Laura le había dicho que sí. Lo miré y sonreí. Le dije:​

  • ¿Laura te va a dejar?​
  • Bueno… no es seguro… pero no sé… quizás…​
  • ¿Quizás? Vamos, que es una idea tuya, no de ella​
  • Sí, bueno… es que tras escucharos y oír como disfruta Sara, pues me gustaría probarlo y Laura…​


El chico no hacía más que titubear, estaba cortado. Le dije:​

  • Pero ¿Laura quiere o no?​
  • No, no sé… el otro día me dijo que quizás…​
  • Ya​
  • Yo creo que le tiene miedo, sería su primera vez y claro, le da miedo que le duela ¿no?​
  • ¿Laura no lo ha hecho antes con otro novio?​
  • No, bueno, antes tuvo uno pero fue el primero y claro, no sé… la desvirgó pero ya está, creo que no hicieron mucho más...​


Me reí de nuevo por dentro… Laura no le había contado lo de su pareja casada. Nos quedamos callados mientras él pensaba. Al final dijo:​

  • Es que Sara es una chica más “experimentada” ¿no?​
  • ¿Te refieres a que se folla a más tíos?​
  • Sí, eso y prueba cosas, folla con tías…​
  • No la veas como una guarrilla ¿eh? Sara se está soltando ahora, pero no es una zorra​
  • No, no, no he querido decir eso… solo que a ella se le ve que disfruta mucho ¿no? que no la veo como una guarra, me parece guapísima y…​


El chico sudaba la gota gorda, nervioso perdido… Le dije:​

  • Dejemos a Sara fuera de esto… ¿Qué quieres saber del sexo anal?​
  • No, nada, mejor lo dejamos​
  • Mira, hay chicas a las que les gusta y otras que no, y hay chicas que ni quieren probarlo por tabú, el dolor… no sé​
  • Ya, ya​
  • Si queréis probarlo, ve poco a poco, no se la metas del tirón​
  • No, que va, eso no pensaba hacerlo​
  • Juega con los dedos, la lengua…​
  • ¿La lengua?​
  • Sí, la lengua, eso las vuelve loca si les gusta​
  • No sé, un poco asqueroso ¿no?​
  • Tú mismo pero ¿No se lo comes o qué?​
  • Sí, sí pero eso otro...​
  • Pues empieza con los dedos… y usa lubricante, no se te ocurra metérsela sin lubricante​
  • Ajá… ¿Qué lubricante?​


Y le estuve contando sobre como relajarla, excitarla, posturas… estaba muy perdido, había visto mucho porno y quería algo rápido. La suerte que tenía, sin él saberlo, es que Laura ya conocía el sexo anal así que seguramente lo guiaría.



Cuando llegamos de la tienda cenamos los cuatro, charlando normal y con los planes de la fiesta.



Luego, bastante más tarde, nos fuimos cada pareja a su habitación. Sara y yo echamos un buen polvo, los dos con ganas. Tras terminar, nos quedamos tumbados recuperándonos.



Me estaba quedando dormido cuando Sara dijo:​

  • Hoy Álvaro no dejaba de mirarme las tetas​


De repente, me despejé totalmente y me reí. Le dije:​

  • Pues precisamente él no se puede quejar de tetas, que Laura tiene lo suyo jeje​
  • Pufff, vas a comparar mis preciosas tetas con unas ubres​
  • Como eres jajaja​
  • Es la verdad​
  • Pero eso te pasa por ir sin sujetador y con esa camisetita​
  • ¿Qué pasa? ¿No puedo ir cómoda en mi casa?​
  • Claro, pero es normal que se le vayan los ojos ¿no?​
  • Sí, supongo​
  • ¿Te ha molestado?​
  • No, estoy muy acostumbrada a que los tíos me miren así​
  • ¿Te ha puesto?​
  • Mmmmm siempre está bien que te mire un chico guapo jaja​
  • Ya​
  • Y tú no me mirabas como él​
  • ¿No?​
  • No, tú pasas mucho de mi​
  • Claro, y por eso estoy ahora mismo aquí​
  • Ya solo faltaba que tampoco quisieras follarme​
  • Jeje ¿Y Laura se ha dado cuenta?​
  • No creo pero ella sabrá​
  • ¿No te preocupa?​
  • Nada, además, ella el otro día te vio desnudo ¿no? y bien que le gustó, anda que se le notó poco​
  • ¿Sí?​
  • ¿Cómo que “sí”? ¿No la viste? Se le salían los ojos, a la muy guarra​
  • Jajajaja​
  • Pero es normal, tienes un desnudo muy sexy, y con esa cosa que tienes, pues llamas más la atención​
  • Vaya, un halago… gracias​
  • Puffff, es algo evidente… además, a saber como la tiene Álvaro, lo mismo la tienes mucho más grande y eso le gustó jaja​
  • ¿Crees que la tiene pequeña?​
  • No, no creo​
  • ¿Por qué?​
  • Marca paquete​
  • Jajajaja​
  • Es verdad, se le nota​
  • ¿Te gustaría vérsela?​
  • Mmmm, sí, tengo curiosidad jajaja​
  • Pues yo me he dado cuenta de una cosa durante la cena​
  • ¿El qué?​
  • Que has tonteado bastante con Álvaro​


La verdad es que no me había dado cuenta, quería picarla y me sorprendió al decir:​

  • Claro, me divertía como me miraba​
  • Eres una zorra, tontear con la novia al lado​
  • Bah, ha sido algo muy tonto, Laura ni se ha enterado​
  • Pero a él se la habrás puesto dura​
  • Seguro jajaja​


La miré, tumbada boca arriba, desnuda, sonriente, con esa sonrisa de “estoy muy buena y tengo a todos los tíos detrás mía”. Entonces, se me ocurrió una idea. Le dije:​

  • Has sido una zorrita mala, te voy a castigar​
  • ¿Cómo?​


Y me miró con duda e interés. Pensé un poco y miré alrededor. Entonces me acordé de una cosa y salí del cuarto, poniéndome antes los boxers. Sara me miraba sorprendida y sin comprender.



Cerré su habitación y fui al cuarto de Gema, rebusqué en su cajón de los juguetes y volví a la habitación de Sara. Entonces escuché la cisterna del baño y me quedé esperando. Al poco salió Álvaro. Se me ocurrió otra maldad. Le hice una seña y le dije:​

  • ¿Tienes ganas de participar en un juego?​
  • ¿Juego?​
  • Con Sara​


Se le iluminó la cara. Le pregunté por Laura y me dijo que dormía. Le dije que esperara a que lo llamara y entré en la habitación de Sara. Encendí la luz del techo y le enseñé a Sara lo que traía. Ella me miró sin comprender y entonces cogí su brazo y se lo até a la cabecera. Hice lo mismo con el otro brazo y sus dos piernas, dejándola en forma de X sobre la cama. Sara sonreía, le gustaba la idea. Me retiré un poco y la miré, estaba súper sexy, desnuda y atada. Entonces cogí la sábana y la tapé un poco, lo justo para que no se le vieran las tetas ni el coño, pero dejando bien visibles sus bonitas piernas y sus hombros. Ella me miró sin comprender.



Entonces, fui a la puerta y la abrí, haciendo una seña a Álvaro que entró. La cara de sorpresa de Sara fue total, y la de alucine de Álvaro me hizo sonreír. Cerré la puerta y me senté en la cama. Álvaro se quedó de pie, mirando a Sara con la boca abierta. Iba igual que yo, solo en ropa interior. Rápidamente se le notó la erección. Sara me miró con los ojos muy abiertos, sin saber que me proponía aunque sospechando algo.



Le acaricié suavemente un muslo mientras le decía a Álvaro:​

  • Sara me estaba contando que no has parado de mirarle las tetas durante la cena​


Álvaro, totalmente cortado y excitado, no pudo articular una sola palabra. Seguí hablando:​

  • Eso le ha gustado, la ha puesto cachonda​


Entonces Sara dijo:​

  • Eso no es lo que he dicho​
  • No hace falta, se te nota​
  • Una mierda​


Entonces, Álvaro, recobrándose de la impresión inicial, consiguió decir:​

  • Es que estás muy buena, Sara, no lo puedo evitar​


Sara me miró orgullosa, sonriendo. Seguí con mis caricias, metiendo la mano en la parte interna del muslo. Sara respondió con un pequeño jadeo. Álvaro se movió de un pie a otro, intranquilo, sin saber que hacer. Lo notaba indeciso, deseando acercarse para acariciarla, pero negué con la cabeza. Él me miró con pena.



Pregunté:​

  • ¿Habéis follado tú y Laura?​
  • Sí​
  • ¿Ha estado bien?​
  • Sí​
  • Sara dice que te gustan más sus tetas que las de Laura porque las de ellas son como ubres ¿eso es verdad?​
  • Eeeeee, no, bueno, son grandes pero muy excitantes​
  • Entonces no te gustan las de Sara ¿no?​
  • Sí, sí, me encantan​
  • No se las has visto​
  • Eeeee no pero eso se nota​


Miré a Sara, estaba visiblemente excitada, su respiración, su mirada… Le pregunté a Álvaro:​

  • ¿Te la ha chupado Laura?​
  • Sí, un poco​
  • ¿La chupa bien?​
  • Sí, es genial​
  • ¿Crees que Sara la chupa bien?​
  • Eeeee seguro ¿no?​
  • Demuéstraselo​


Y terminé mis caricias para poner dos dedos delante de la boca de Sara. Sara me miró y levantó un poco la cabeza para metérselos en la boca. Le dije:​

  • Míralo a él y enséñale como sabes chuparla​


Sara lo miró, chupando mis dedos con ansia. La erección de Álvaro era ya total, iba a reventar sus calzoncillos. La dejé chupando un poco más y luego saqué mis dedos de su boca y los metí debajo de la sábana, acariciando su coño, que estaba muy mojado. Metí los dos dedos dentro de ella. Sara jadeó y cerró los ojos, echando la cabeza atrás. Empecé a masturbarla lentamente.



Miré a Álvaro que estaba descompuesto. Le dije:​

  • Sara piensa que tienes una buena polla​
  • ¿Qué?​
  • Pero no está segura​
  • No sé…​
  • Demuéstraselo ¿No?​


Álvaro me miró sin comprender. Le dije:​

  • Desnúdate pero quédate donde estás​


Entonces, Sara abrió los ojos y lo miró, esperando mientras gemía bajito. Álvaro dudó unos segundos pero luego se desnudó. Sara lo observó mientras yo seguía con mis dedos dentro de ella. La excitación de Sara iba aumentando rápidamente.



Al final, Sara tenía razón, Álvaro tenía una buena polla, larga aunque visiblemente menos gruesa que la mía. Le pregunté a Sara:​

  • ¿Te gusta?​


Sara gimió sin contestar. Le volví a preguntar:​

  • ¿Te gusta?​
  • S… s… sííí (dijo entrecortada)​


Entonces, Álvaro dio un paso al frente para acercarse pero le dije:​

  • No​
  • Pero a ella le gusta​
  • Ya, pero no​


Entonces me levanté, me desnudé y le enseñé mi polla erecta a Álvaro, que me miró sorprendido. Le dije:​

  • Si quieres, te quedas tú aquí y voy yo a tu cuarto a follarme a Laura​
  • ¿Qué?​
  • ¿Quieres eso? ¿Un intercambio?​
  • Pues… no sé…​
  • Pues claro que quieres, te encantaría follarte a Sara pero ¿Te gustaría que yo me follara a Laura?​
  • No sé…​
  • ¿Y a ella? ¿Le gustaría? ¿Y a Sara? ¿Crees que quiere que tú te la folles?​


Álvaro nos miraba sin comprender. Sara tampoco entendía nada. Dije:​

  • Piénsalo y háblalo con Laura, no ahora con el calentón, piénsalo… nosotros también lo pensaremos ¿No Sara?​


Sara me miró sin responder, estaba descompuesta, quería follar. Me volví a sentar y continué con la masturbación a Sara. Ella lanzó un gemido alto, sonoro, al notar de nuevo mis dedos. Le acaricié el clítoris mientras mis dedos profundizaban en ella.



Álvaro nos miraba, también descompuesto. Estaba viendo a un pibón, atada a su cama, retorciéndose de placer, gimiendo sin parar… tenía que ser toda una visión aunque no le viera ni las tetas ni el coño. Noté que Sara estaba cerca del orgasmo. Aumenté mi ritmo con los dedos y ella sus jadeos. Entonces, ella lanzó una gemido alto y le dije:​

  • Dile que te estoy haciendo​


Sara gemía sin parar. Le insistí y ella dijo:​

  • Me folla el coño con los dedos​
  • ¿Y qué más?​
  • Y el culo, diossssssss​


Entonces, Álvaro no aguantó más y empezó también a tocarse. Sara lo miró y, ya sin poder contenerse, empezó a gritar que se iba a correr. Álvaro se corrió en ese momento mientras Sara se retorcía y le llegaba un orgasmo intenso.



Miré a Sara, con tanto retorcerse y sus convulsiones, casi había dejado sus tetas al aire, a una se le veía un poco la areola, lo que me resultaba aún más sexy. Sara estaba con los ojos cerrados, respirando intensamente. Álvaro la miraba extasiado. Le dije:​

  • Limpia eso y vete​
  • ¿Qué?​
  • Que te vayas, ahora vamos a follar​


Sara abrió los ojos y me miró sin decir nada. Álvaro cogió papel y limpió el suelo, luego se fue, echándole un último vistazo a Sara. Cuando cerró, le dije:​

  • ¿Qué quieres hacer ahora?​
  • Lo que quieras​
  • No, dímelo tú​
  • Te la quiero chupar​
  • Bien ¿Y qué más?​


Sara dudó. La miré sin decir nada. Tras unos segundos, dijo:​

  • Quiero que me folles con el consolador​
  • ¿Sólo el consolador?​
  • No, el consolador por delante y tú por detrás​
  • ¿Quieres que juguemos a que Álvaro y yo te follamos?​
  • Sí​


Sara se había quedado con ganas de Álvaro, pero a mí no me apetecía un trío así. Sabía que si le decía de llamar a Álvaro, a ella le parecería bien pero no, mis planes iban por un intercambio, no un trío de ese tipo.



La desaté y Sara me chupó la polla con ansia. La tuve que parar y me puse a follarla a pelo, sin ella protestar. Después de un rato, sacamos el consolador y el lubricante, la follé con él unos minutos y luego me puse detrás, metiéndosela poco a poco mientras ella se movía sobre el consolador. La follé rápido y duro, con ella gritando y corriéndose de una forma brutal. La seguí casi enseguida, corriéndome dentro de su culo por primera vez.



Nos quedamos dormidos sin limpiarnos ni nada, totalmente reventados.​
 

37



SARA

Salí de la ducha y me sequé pensando en Dani que se había ido hacía un rato, tan madrugador como siempre. A mí me había costado horrores levantarme, estaba como si no hubiera descansado nada, pero no me extrañaba, lo de anoche tampoco había sido algo normal.



Dani se superaba cada vez. Me encantaba su dominio en la cama, como sabía que hacer en todo momento, como me llevaba de un orgasmo que me parecía increíble a otro aún mejor, era una pasada. Y sus ideas, lo de ayer noche había sido tan sorprendente y morboso que aún estaba alucinada. Cuando lo vi aparecer con las cintas para atarme, ahí me dio un subidón, pero luego, cuando dejó pasar a Álvaro, pufff, y como Dani estuvo dominando la situación, haciendo lo que quería con Álvaro y conmigo.



“Pobre Álvaro, las ganas que tenía de follarme” me reí. Me había gustado su polla, no era como la de Dani pero era bastante aceptable, me hubiera gustado probarla, pero el cabrón de Dani se negó, “y eso me puso aún más cachonda, y no lo entiendo”.



Y Dani con sus dedos, “dios, el morbo de estar atada, con Álvaro mirándome, y esos dedos y su polla totalmente dura… no sé si tuve varios orgasmos o que fue, pero madre mía, fue una puta pasada, y lo más increíble es que tras correrme, quería más”.



Me sequé el pelo mientras pensaba en el polvo “el polvo no, el polvazo ¿De verdad me puedo correr de esa forma? ni lo sabía… bueno, no es la primera vez con Dani pero lo de ayer fue… uffff”. Y luego lo del sexo anal “al final me va a gustar y todo, me cuesta creer que me meta por detrás ese pollón que tiene y grite pero no de dolor sino de gusto” reí negando con la cabeza. Me acaricié el ano, lo notaba un poco palpitante, pero bien.



Me terminé de secar y me notaba excitada recordando lo de anoche “me lo follaría ahora si estuviera aquí” pero ni ahora ni esta noche, ya había quedado con unas amigas “y bueno, tampoco voy a estar follando todos los días con él, que no se acostumbre”.



Me puse el albornoz y salí. Me crucé con Álvaro que me miró cortado. Le di los buenos días y él balbuceó un poco. Me metí en mi cuarto y cerré la puerta. Entonces pensé en la idea de Dani del intercambio “el cabrón se quiere follar a Laura pero la mojigata esa no querrá, y Álvaro ni se atreverá a proponérselo… al final, me lo follaré a escondidas, que les den a Dani y a ella pero eso más adelante, ahora mismo con Dani estoy bien servida”.



Me empecé a vestir y pensé “Quizás le haga una visita a Dani ahora luego”.



DANI

Esta mañana se me estaban haciendo muy duras las clases, me dolía algo la cabeza por la juerga de ayer noche. A las doce bajé a buscar agua y una aspirina al coche. Miré el móvil y vi un mensaje de Sara que decía que estaba en el parque. Me pensé si ir o no. Entonces me llamó. Lo cogí y me dijo que tenía diez minutos, que fuera. Le dije que de acuerdo y fui “A ver ahora que quiere, estará cabreada por algo”.



La vi de pie, leyendo algo el móvil. Iba con una de sus minifaldas ajustadas, marcándole bien el culo y unas botas con tacón. Arriba llevaba con una chaquetita. Me acerqué y cuando me vio, guardó el móvil, me sonrió, me echó los brazos por encima de los hombros y me dio un buen morreo que me sorprendió.



Luego, se separó y dijo:​

  • Tienes una mente muy pervertida​
  • ¿Qué?​
  • Vaya ideas las de anoche​
  • Ah ¿No te gustó?​
  • No estuvo mal, pero ¿A quién se le ocurre meter a otro en la habitación donde tienes a tu chica atada y desnuda?​
  • No estabas desnuda, te tapé antes​
  • Ya, claro​
  • No te vio nada​
  • Me vio correrme y eso es algo muy íntimo​
  • Ya te había visto antes, en la discoteca y estás preciosa mientras te corres​
  • Ja, ya​
  • Sí​
  • Siempre estoy preciosa​
  • Jajajaja​


Sara no se había separado, seguía abrazada a mí. La miré y le dije:​

  • Me sorprendes que no estés cabreada​
  • ¿Debería?​
  • No sé, siempre te cabreas​
  • Eso no es verdad​
  • Fue morboso ¿no?​
  • ¿El qué?​
  • Lo de atarte, lo de Álvaro…​
  • Sí, algo​
  • Jajaja pero si te derretías, no sé como no te deshidrataste de lo mojada que estabas jajaja​
  • Que idiota eres… no fue para tanto, solo te seguía el juego​
  • Jajajaja​


Le cogí el culo y se lo acaricié. Le pregunté:​

  • ¿Y tu culo?​
  • Magnífico como siempre​
  • Jajajaja ¿No te duele?​
  • No​
  • Que bien​


Entonces me dio otro morreo y luego se separó, para sentarse. Me dijo:​

  • No entiendo como te pone que me vea así otro chico y que se masturbe mirándome mientras tú estás ahí​
  • Es un juego​
  • Ya, estás fatal​
  • Por el morbo, y no te iba a tocar, eso lo tenía claro​
  • ¿Y por qué no?​
  • Porque no​
  • ¿No quieres que folle con él?​
  • Tú sabrás, pero no tenía ganas de follarte con otro​
  • ¿Te da igual que me lo folle?​
  • ¿Cómo te voy a prohibir eso? No somos pareja​


Me miró de una forma extraña. Entonces dijo:​

  • Buscas follarte a Laura​


Me reí por dentro, si ella supiera… Le dije:​

  • Claro ¿Por qué no?​
  • No va a querer, es una mojigata​


Aquí ya no pude reprimir la risa. Sara me miró con enfado y dijo:​

  • Y si te la follas, jamás será tan buena como yo en la cama​
  • Eso ya lo sé​
  • Pocas te habrán follado mejor que yo, solo Gema​
  • Jajajaja​
  • Eres idiota​


Y se levantó enfadada. La cogí de la mano y le dije:​

  • Follas genial, eso está claro​
  • Ya lo sé​
  • Pero a ti te gustaría follarte a Álvaro y a mí a Laura así que por mí bien ¿no?​
  • Sí, por mí también​


Me miró y dijo que se tenía que ir. La vi alejarse. Se había enfadado.



SARA

“Será gilipollas” pensaba mientras me iba cabreada “Le echo el polvo de su vida y se pone a pensar en follarse a otra, que subnormal, que le den”.



Cuando me calmé, recapacité y pensé “Bueno, que se la folle, así se dará cuenta de la gran diferencia conmigo, seguro que con otras no se lo pasa tan bien como conmigo, y yo aprovecho y me follo a Álvaro, que le tengo ganas” y sonreí.



DANI

El resto de la semana pasó sin mucho que contar. Las clases con el juego del gato y el ratón con Marta, Marisa contenta porque ese domingo íbamos a follar si mi tío salía por la tarde…



Con Sara salí el jueves y volvimos a follar pero esta vez algo más normal, sin espectáculos para terceros. Y con Gema también quedé otro día, para charlar y follar. Gema tenía ya la cabeza en su mudanza y su nueva vida, pero el polvo fue magnífico, como siempre. Cuando terminamos, de pronto me dijo:​

  • Quiero que invites a Marta a la fiesta​
  • ¿Qué?? Ni hablar​
  • Sí​
  • Que no, me paso el día intentando estar lo más alejado de ella como para ahora invitarla​
  • Pues la invito yo, también es mi fiesta​
  • Joder, Gema, no, por favor​
  • Sí, invítala tú o quedará raro que sea yo​


La miré y ella me devolvió la mirada con una sonrisa. Le pregunté:​

  • ¿Qué buscas con esto?​
  • Nada, solo tengo ganas de verla y charlar con ella​
  • Puffff, eres una lianta​
  • Jajajaja, noooo​
  • No que va​
  • ¿Sabes quién me llamó hace unos días?​
  • ¿Quién?​
  • Javi​
  • Ah​
  • Se muda ya definitivamente a España… justo me voy yo y él viene, menuda mierda jajaja​
  • Ya​
  • Me pidió el móvil de Marta​


La miré de nuevo. Gema sonreía. Dijo:​

  • Se lo pasó muy bien aquella noche​
  • Ya, normal, Marta es… especial​
  • No se lo di​
  • ¿Por?​
  • Porque Marta ahora tiene novio, primero le preguntaré​
  • Mmmmm​
  • ¿Qué piensas?​
  • No sé si quiero saber lo que te conteste​
  • Jajajaja, sigues pensando que la folló tan bien que volverá a caer en sus brazos ¿no?​
  • Sí, puede ser​
  • Aunque tenga novio​
  • Yo que sé, Gema​
  • Yo creo que no va a querer nada con Javi​
  • A saber, ya no sé que pensar de Marta​
  • Pues en la fiesta saldremos de dudas​
  • No te voy a convencer de no invitarla ¿no?​
  • Para nada jajaja​
  • Ufff, bueno, el lunes los invitaré​
  • ¿A quién?​
  • Al grupo​
  • No, solo a Marta y al novio​
  • ¿Por?​
  • ¿Crees que a Sara le hará gracia que vaya su ex y la chica con la que le puso los cuernos?​
  • Ah, ya, claro​
  • Pues eso, solo a la parejita, así conozco al novio​
  • Vale, vale​


Se quedó callada un rato. La miré, estaba magnífica desnuda, brillante por el sudor, tan guapa… como la iba a echar de menos. Entonces dijo:​

  • A quien no voy a invitar es a Juan​
  • ¿Y eso? ¿Os habéis peleado?​
  • Nooooo, jajajaja​
  • ¿Entonces?​
  • Esa es tu noche​
  • ¿Y qué?​
  • Pues que Lily, Sara y yo te tenemos reservada una sorpresita​
  • ¡¡Ahh!!​
  • Mierda, que era una sorpresa jajaja Sara me va a matar jajaja​
  • Jajajaja​
  • Aunque seguro que algo imaginabas ¿eh?​
  • Tenía esperanza de un trío contigo y Lily, pero no sabía si ella querría​
  • Jajajaja, anda que no, con las ganas que te tiene desde el sexo por video jajaja​
  • Jeje, pero no sé… con tres a la vez ufff, a ver si doy la talla, que solo contigo ya me cuesta tela jeje​
  • Jajajaja, neneeeee, pero que tontería jajaja, claro que das la talla, y si te corres, pues nosotras nos entretenemos hasta que se te anime de nuevo jajaja, como si eso fuera un problema jajaja​
  • Jeje​
  • Y volviendo a lo de Juan, es que si viene, pues no será lo mismo, esa noche tú serás el único machote jajaja​
  • Gracias jeje pero Sara lo sentirá jaja​
  • Está muy pesada con Juan, que se joda jajaja​
  • Se lo quiere follar ¿no?​
  • ¿Quién no se lo quiere follar? hasta tu tía jajaja​
  • ¿Quiere volver a follárselo?​
  • Claro, no lo dice pero se le nota​
  • Hablando de Marisa, este domingo he quedado con ella​
  • Ah ¿Sí? ¿Para follar?​
  • Sí​
  • Al fin habéis encontrado el momento ¿eh?​


Y le expliqué el plan de Marisa. Gema dijo:​

  • Me alegro por ella​
  • ¿Y por mí no?​
  • Jajajaja pero ella necesita a su sobrino, tú no te puedes quejar de sexo jaja​
  • Y tú ¿Qué vas a hacer el finde?​
  • Pues quedar con Juan, claro​
  • Jeje​
  • Hay que aprovechar antes de irme​
  • Claro​
  • Y hablando de aprovechar…​


Y me besó cogiéndome mi polla flácida, no habían pasado ni diez minutos desde que me había corrido así que era normal tenerla así. Se lo dije y ella contestó:​

  • Pues yo estoy cachonda ¿Se te ocurre algo para remediarlo?​


Con esa sonrisa pícara que solo ella sabe poner. La besé, me puse encima, le comí las tetas y fui bajando… ”dios, como la voy a echar de menos” pensé mientras saboreaba su delicioso coño.


38



MARISA

Vi como Antonio se ponía la chaqueta para salir. Sabía a dónde iba pero le dije:​

  • ¿Te vas?​
  • Sí, voy a ver el fútbol con unos amigos​


El fútbol, seguro… Este finde no teníamos a los niños, si tantas ganas de follar tenía podría tenerme todo el día en la cama pero no, se iba con otra y eso me cabreaba, mucho, no por los cuernos en sí, que bien se los había puesto yo con Dani, sino porque yo tenía ganas y prefería irse con otra. Le dije:​

  • Los niños tardarán, podríamos pasar la tarde en la cama​
  • ¿No tuviste bastante anoche?​


La verdad es que fue un buen polvo el de la noche anterior, no lo voy a negar, me había follado bien y con ganas, pero no, no era bastante. Le dije:​

  • Estuvo muy bien, ya lo sabes, pero ahora que tenemos tiempo…​
  • No puedo, ya he quedado​


Y se fue. Rápidamente me levanté y miré su escondrijo donde guardaba los preservativos. Lo había encontrado hacía días con mucha facilidad. Los conté, faltaban dos “el muy cabrón, y no lo entiendo, ayer noche se lo pasó bien, estoy segura, pero nada, se va con otra“. Y recordé una cosa del polvo de anoche, además de los insultos, sacó a Juan, y me echó en cara como me gustaba su polla y que me follara. No sabía si era parte del juego o le tenía cabreado haberme visto disfrutar con otro. Le había preguntado y no había dicho nada. Estaba muy mosqueada con esto.



Cogí el móvil y le escribí a Dani:​

  • Tu tío ya se ha ido a por su fulana ¿Tardas mucho?​


Mientras esperaba su respuesta me cambié de ropa. Íbamos a follar en su cama, por si llegaba Antonio que no nos pillara, pero si llegaba y estábamos liados, mi plan era salir por la calle y volver al poco, como si hubiera ido a dar un paseo. Me puse un tanga y un sujetador sugerente, pero luego me puse unos vaqueros y una blusa, de las que me pondría para salir un rato.



Me estaba maquillando cuando llamaron a la puerta de la calle. Me extrañó, Dani entraría directamente desde su casa. Fui a ver. Al abrir me encontré con una sonriente Gema que entró cerrando la puerta y diciendo:​

  • Me uno a la fiesta, Dani está aparcando​


Para luego darme un beso ansioso. Gema me cogió de la mano y dijo:​

  • Ven, vamos a su cuarto, que cuando llegue nos vea ya follando​


Reí y la seguí… me gustaba la idea…



DANI

Arrastrando la mochila y la bolsa de tuppers llegué a mi puerta y escuché. No se oía nada hasta que, de repente, se escuchó un gemido. Sonreí. Gema me había llamado esa mañana con un nuevo plan para la tarde. Quedé en recogerla de donde estaba con Juan y estaba tan nerviosa y ansiosa que no pudo esperar a que aparcara, me dijo que se bajaba e iba subiendo mientras yo buscaba un sitio. La vi alejarse casi dando saltitos, de nervios, tenía unas ganas enormes por follar con Marisa.



Abrí la puerta para encontrarme un espectáculo super excitante. Marisa y Gema desnudas. Marisa en la cama, boca arriba, gimiendo mientras Gema le comía el coño. Un pie de Marisa estaba en la espalda de Gema, una mano en la cabeza de Gema y la otra pellizcándose un pezón.



Cerré la puerta y noté como mi polla reaccionaba rápidamente ante algo así. Solté todo y las miré. Ellas se habían dado cuenta de mi llegada pero no pararon. Marisa no tardó en explotar en un gran orgasmo. Entonces Gema levantó la cabeza y me sonrió, satisfecha. Subió y besó a una temblorosa Marisa, en un largo y profundo beso.



Luego, las dos me miraron sonrientes. Gema dijo:​

  • Anda nene, desnúdate pero deja primero que me corra con Marisa ¿Vale?​
  • Claro​


Se liaron en otro morreo y mientras metí los tuppers en el frigorífico. Cuando volví a mirarlas, Marisa le comía las tetas a Gema y luego bajó hasta su coño, comiéndoselo mientras Gema gemía y arqueaba su espalda. Tampoco tardó mucho en correrse, estaba muy cachonda y con unos minutos bastaron para ver como se corría en la boca de Marisa.



Me desnudé y me uní a la fiesta. Nos besamos con pasión, me lamieron, las lamí, comí sus tetas mientras ellas se besaban, me chuparon la polla por separado, juntas… me tenía sorprendido Marisa, parecía que llevaba toda la vida chupando pollas con otra chica, se acompasaban perfectamente.



Y luego follamos, primero follé a Gema pero ella me dijo al oído que me tenía que correr con Marisa. Me puse sobre Marisa para follarla mientras Gema me besaba en la espalda. Noté que iba a durar poco pero encima, Gema me metió un dedo por el culo y eso precipitó las cosas. Yo quería durar más, follármelas bien pero nada, me salí de Marisa intentando parar pero Gema me cogió la polla y me la meneó rápidamente hasta correrme sobre Marisa, en su estómago.



Las dos sonrieron y Gema lamió el semen para luego besar a Marisa con él. Me tumbé junto a ellas en mi cama, totalmente exhausto.



El segundo round no tardó en llegar, con las dos besándose y yo mirándolas. Esta vez el sexo duró mucho más y fue más duro. Follé a Marisa por el culo mientras ellas hacían un 69, consiguiendo Marisa un orgasmo entre gritos y gemidos.



El orgasmo más fuerte e intenso de Gema llegó también con sexo anal. Ella encima, cabalgándome en su culo y con Marisa besándola y metiéndole los dedos en el coño, masturbándola rápidamente. Gema explotó en gritos cuando le llegó el intenso orgasmo, que fue tan bestial que yo la seguí corriéndome en su culo.



Nos volvimos a quedar tumbados, estaba vez yo no estaba exhausto, estaba muerto. Estuvimos un buen rato recuperándonos, sin poder hablar. Entonces, escuchamos la puerta de la casa de Marisa, mi tío había llegado. Miré el móvil, a lo tonto, llevábamos más de dos horas en mi cuarto.



Marisa no saltó rápidamente, también estaba agotada y se quedó otro rato más descansando. Luego, se vistió, se arregló el pelo, se echó agua en la cara y salió por la puerta de mi calle. Al poco, escuchamos como entraba en su casa.



Gema me miró sonriente y me dijo:​

  • Marisa es increíble​
  • Ya te digo​
  • Como os voy a echar de menos​
  • Cuando vengas algún día​
  • No, Lily no quiere que me acueste con más mujeres​
  • ¿No?​
  • No, con tíos dice que lo entiende, pero con mujeres no, para eso está ella​
  • Jeje ¿Y aguantarás?​
  • Sí, espero que sí, aunque ufff, Marisa…​
  • Ya, ya ¿Y Sonia?​
  • Sonia será mi excepción, ya se lo dije, Fran y Sonia son mi excepción​
  • Jajajaja​
  • Y tú y Juan, pero a vosotros os compartiré con ella jeje​
  • No me voy a quejar por eso jeje​
  • Jajajaja​


MARISA

Me temblaban aún las piernas y eso que había pasado más de una hora. Menuda sorpresa lo de Gema “y ha sido una pasada total, como sabe follar esa niña, que lástima que justo ahora se vaya“.



Miré a Antonio que leía en la tablet. Pensé “espero que te lo hayas pasado bien con tu fulana, pero seguro que ni una décima parte de lo bien que me lo he pasado yo, cabrón“ y sonreí.



Esa noche cenamos todos, Dani incluido. Me dijo que Gema se había ido a su casa muy cansada y pensé “normal, todo el sábado con Juan y hoy esto, estará muerta“. Me notaba contenta, sonriente y Dani me miraba también sonriente, también se lo había pasado genial “estos domingos tarde van a ser de fábula aunque no esté Gema, ya me encargaré yo que sean fabulosos“.



DANI

La semana empezó como siempre, la rutina diaria. Intenté hablar a solas con Marta para invitarla al cumpleaños y fiesta despedida de Gema pero es que Jorge no la dejaba a solas nunca, era una lapa total. Además, si Jorge se ausentaba un momento, era Charo la que estaba al lado y no podía contarle lo de la fiesta con ella delante.



Al final, tuve que escribirle por la noche a Marta.



MARTA

Me sorprendió ver un mensaje de Dani. Desbloqueé el móvil rápidamente para leerlo. Me decía:​

  • Hola Marta ¿Puedes hablar?​
  • Sí, dime​


Supuse que sería alguna duda pero no, me dijo:​

  • Verás, este sábado vamos a celebrar mi cumpleaños y la fiesta de despedida de Gema, y bueno, os queremos invitar a Jorge y a ti​
  • Ah​


Sabía perfectamente lo del cumpleaños pero me sorprendía la invitación. Le dije:​

  • ¿El sábado?​
  • Sí, en casa de Gema y Sara​
  • Ah, vale​
  • ¿Vendréis?​
  • Pues no lo sé, espera, le pregunto a Jorge​
  • Espera, una cosa más​
  • Dime​
  • Como es en casa de Sara no pueden venir Ale y Charo​
  • Ah​
  • Ya te puedes imaginar por qué ¿no?​
  • Sí​
  • Pues eso, no se lo digáis, por favor​
  • Mmmm vale​


Entonces Jorge me dijo:​

  • ¿Con quién hablas?​
  • Con Dani​
  • ¿Y qué quiere a estas horas?​
  • Invitarnos a una fiesta el sábado​
  • ¿Cómo?​
  • Por su cumple y la despedida de una amiga​
  • ¿Qué amiga?​
  • Espera​


Le pregunté a Dani:​

  • ¿Gema se va? ¿Dónde?​
  • A vivir con su novia​
  • Ah ¿Con una chica?​
  • Sí​
  • Ah​
  • Se va al extranjero​
  • Ah​


Entonces le dije a Jorge:​

  • Es una amiga de él y Sara, que yo conozco​
  • ¿Quién?​
  • Gema​
  • ¿La compañera de piso de Sara?​
  • Sí ¿Te acuerdas de ella?​
  • Para no acordarse jeje​


Lo miré comprensiva, no me molestaba, era normal, Gema era guapísima y muy atractiva. Entonces Jorge me dijo:​

  • ¿El sábado? espera, le pregunto a Ale​
  • No, Ale y Charo no están invitados​
  • ¿Por qué?​
  • Pues porque es la casa de Sara y ella no los quiere ver​
  • Joder, pues vaya putada​
  • Estamos invitados tú y yo​
  • Pues no sé​
  • ¿No quieres ir?​
  • Es que no sé, sin Ale…​
  • Bueno, nos pasamos un ratito y ya está, nos han invitado​
  • Ya pero…​
  • ¿Sin Ale no quieres ir?​
  • No, no es eso pero es que no conoceré a nadie​
  • Estaré yo​
  • Ya pero…​


Me quedé mirándolo. Entonces pensé una cosa y le pregunté a Dani:​

  • ¿Tú quieres que vayamos o es por compromiso?​
  • ¿Sinceramente?​
  • Sí​
  • Es cosa de Gema​


Me dolió pero lo entendí. Entonces dije:​

  • No quieres que vayamos ¿no?​
  • No sé, Marta​
  • Sé que sigues enfadado​
  • No es eso​
  • Y lo entiendo, te hice algo horrible pero estoy intentando…​
  • Ya lo sé, Marta, pero me cuesta, te dije que me dieras tiempo​
  • Ya​
  • ¿Vendréis?​
  • No sé, Dani​
  • Pensadlo, sin compromiso​
  • Ya​
  • Adiós​
  • Adiós​


Miré a Jorge. Estaba claro que él sin Ale no quería ir, y estaba claro que Dani tampoco quería que yo fuera. Entonces lo decidí, iríamos porque tenía que seguir intentando que Dani me perdonara y escondiéndome no lo conseguiría. Miré a Jorge y le dije:​

  • Iremos un ratito, les damos un regalo y nos vamos ¿vale?​
  • Puffff​
  • Jorge, no podemos hacerle ese feo​
  • Él se lo hace a Ale​
  • No, él no puede invitar a alguien a casa de otro que se lleva mal con ese alguien ¿no crees?​
  • Ya pero…​
  • Pero nada, Jorge, solo será media hora, vamos, tomamos algo y luego a casa​
  • No sé, Marta… además, Ale me dijo de irnos un finde los cuatro juntos, como en verano, podríamos ir este finde​


Lo miré espantada. Un finde con ese tío… ni de broma. Le dije:​

  • Mira, Jorge… lo del finde juntos no sé, creo que mejor después de los exámenes nos vamos tú y yo, me parece genial, pero no voy a ir ahora un fin de semana con Ale y Charo​
  • ¿Por qué? Nos lo pasaríamos bien​
  • No, no me apetece nada​
  • Ya, pero sí te apetece ir a ese cumpleaños​
  • Es diferente, eso solo será hacer acto de presencia… de verdad, solo ir, dar el regalo y ya está​


Jorge refunfuñó un rato más pero terminó diciendo:​

  • Bueno, va​
  • Gracias​


Escribí a Dani:​

  • Dani, iremos​
  • Bien​
  • Sé que no quieres verme fuera de clase, lo entiendo, pero soy muy cabezota, quiero conseguir que no me esquives todo el tiempo​
  • Te has dado cuenta​
  • Sí, claro, y lo entiendo​
  • Es que es incómodo​
  • Sí, no me des explicaciones, lo entiendo, pero al final conseguiré que no te sientas incómodo, ya verás​
  • Ya veremos​
  • ¿A qué hora?​
  • Pues no sé, sobre las nueve o por ahí en casa de Gema​
  • Vale​
  • Bien​
  • Buenas noches​
  • Sí, buenas noches​


Y ahora, a pensar un regalo, no, regalos, a Gema también…



DANI

La semana pasó más o menos tranquila, preparando la fiesta y con polvo con Sara, normalito, pero el viernes por la tarde me escribió Marta:​

  • Dani, perdona​
  • Dime​
  • Al final no vamos a ir​
  • ¿No? ¿Y eso?​
  • Jorge no puede​
  • Ah​
  • El lunes te daremos los regalos​
  • Eso no importa​
  • Ya los tengo comprados, el tuyo y el de Gema​
  • No tenías por qué​
  • Lo siento, de verdad, no es cosa mía​
  • Ok, no pasa nada​


Marta se disculpó varias veces más y al final cortó. La verdad es que mejor, no me apetecía nada verlos en mi fiesta. A Gema le jodería pero no había sido cosa mía. La llamé, estaba cenando con Lily que acababa de llegar. Se sintió defraudada por lo de Marta pero para mí no era ningún problema. Me dijo que la pensaba llamar la semana que viene para quedar con ella. Le dije que de acuerdo, pero nada de decirle cosas de mí, que me dejara al margen. Ella rio y suspiré, no me fiaba de Gema y sus trapicheos.



MARTA

Dejé el móvil en la mesa. Había discutido durante un buen rato con Jorge por la fiesta. Al final, Jorge se había ido de la lengua y se lo había contado a Ale que se había cabreado con Dani. Y Jorge me había dicho que no íbamos a ir porque era una cabronada no haber invitado a Charo y a Ale.



Entendía a Dani, para mí era normal no invitarlos siendo la casa de Sara, pero ahora Jorge no quería ir, estaba cabreado con Dani, y su negativa me había obligado a retractarme de mi promesa de ir. Ahora la enfadada era yo pero con Jorge. Y también con Ale… “de la semana que viene no pasa que le cuente a Jorge y Charo lo que intentó Ale conmigo, que vean como es en realidad”. Había pensado en decírselo a Jorge durante la discusión pero iba a parecer que se lo decía para poder ir a la fiesta, y no era por eso, “es que me revienta como Ale manipula a Jorge y después Ale pisotea esa amistad intentando acostarse conmigo” y me arrepentía mucho de no haberles contado aquello pero “de esta semana no pasa”.​
 

39



DANI

Ese sábado me desperté contento, era mi cumpleaños, tenía una fiesta con mis amigos y, encima, me ahorraba el mal rato de ver a Marta con su novio, perfecto. Me duché y fui a desayunar con la familia.



Los niños desayunaban en el salón viendo la tele, mi tío estaba con ellos, ya desayunado. Me quedé en la cocina con Marisa, charlando y me dio mi regalo, de parte de ella y mi tío. Era ropa, que siempre venía bien. Les agradecí el regalo y me tomé mi tiempo para desayunar mientras Marisa me contaba sus cosas, me preguntaba por la fiesta… estaba también contenta, lo había estado toda la semana. El trío con Gema y conmigo le había sentado muy bien. Le dije bajito:​

  • Se te ve muy contenta​
  • Sí, lo estoy​
  • Bien​
  • No sé, estoy contenta con el trabajo, me siento útil y me siento “deseada” (bajando aún más la voz)​


Me reí y le dije:​

  • Siempre te he visto atractiva, no es algo nuevo​
  • Ya pero entre tú y Gema, me… mmmm me siento como si tuviera muchos menos años jajaja​


Y sonrió como una cría. Me alegré un montón por ella y se lo dije. Al rato, volví a mi cuarto, tenía que hacer unas cosas antes de salir. Escuché como mi tío salía y cinco minutos después entró Marisa sonriendo y diciendo:​

  • ¿Quieres mi regalo personal?​
  • ¿Cómo?​
  • Tenemos diez minutos, tu tío ha salido pero no tardará y he dejado a los niños con las tablets así que no hay niños jaja​
  • ¿Quieres echar un polvo? (sorprendido)​
  • No, no, eso no puedo… pero sí otra cosita​


Y sonriendo, se sentó en mi cama y dio palmadas en ella para que me pusiera a su lado. Me senté junto a ella y nos enrollamos en un beso con mucha lengua, mientras ella me desabrochaba el pantalón y me lo bajaba como podía. Luego se sentó en el suelo, sacó mi polla y comenzó una mamada lenta. No iba con prisa, pero tampoco con pausa. Me la lamió y chupó muy sensualmente, sin dejar de mirarme. Se subió la blusa y bajó el sujetador para que le viera las tetas y se las tocara.



Me tuvo cinco minutos en una excitante tortura de cambios de ritmos con la boca, la lengua y la mano. Luego, cuando ella quiso, aumentó el ritmo hasta que me corrí en su boca. Siguió chupando mientras tragaba mi leche. Al final paró y me miró sonriente. Le dije:​

  • Guau, gracias​
  • De nada​
  • Menudo regalo jeje​
  • Jajajaja​
  • Eres fantástica​
  • Gracias​


Se levantó, se arregló la ropa y abrió la puerta. Escuchó unos segundos y luego me volvió a mirar sonriente. Le dije:​

  • Gema dice que también se te da muy bien comer coños​
  • ¿Sí?​
  • Sí, bueno, ya la viste como se ponía cuando se lo comías ¿no?​
  • Jajaja, es verdad… pero eso (señalando mi paquete) se me da mejor, solo por la experiencia jaja​
  • Jeje​
  • Que lo otro solo he probado dos​
  • Pues ella flipó, y dice que no siempre se corre con el sexo oral con otras chicas​
  • ¿No? pues no sé​


Pero Marisa sonreía satisfecha. Me acerqué a ella y la besé. Su boca sabía a semen pero no me importó. Luego paró y se fue, cerrando la puerta.



Seguí con mis cosas y luego, a la hora de comer, salí para almorzar con Gema, Lily y Sara, que sabía que habían estado juntas toda la mañana, comprando ropa y mis regalos. La comida estuvo muy bien, los cuatro muy contentos. Luego, ellas se fueron a la peluquería y yo me fui solo a hacer mis compras, tenía que comprarle algo a Gema por su despedida. Le compré un conjuntito de ropa interior muy sexy y un regalo especial.



Tras las compras volví a casa, me duché, afeité, arreglé y fui a casa de las chicas para ayudar en los preparativos. Me abrió Gema, con un albornoz. Me dijo que fuera a la cocina a ayudar a Laura y ella se metió en su cuarto con Lily, a arreglarse. Le pregunté a Laura por Sara y me dijo que estaba en la ducha. Estuve a punto de ir pero entonces Laura me puso a hacer bocadillitos. Estuvimos charlando normal hasta que Sara terminó y entonces Laura se metió en el baño. Me dejó solo preparando cosas.



La primera en terminar de arreglarse fue Gema. Entró en la cocina con ruido de tacones. Iba impresionante, con un mini vestido, muy escotado, con la espalda al aire y mini falda. No llevaba medias pero sí unos taconazos. Nos dimos un buen morreo y me dejó totalmente empalmado. Al poco llegó Lily, con un vestido muy sexy pero más recatado, con la falda cercana a las rodillas, con algo de escote y un hombro al aire. El vestido negro y ella tan rubia, preciosa. También me dio un buen morreo. Las dos muy contentas, riéndose sin parar.



Sara tardó bastante más pero cuando llegó también me dejó impresionado. Para variar en ella, no llevaba minifalda, llevaba un vestido muy ajustado, con los hombros al aire, haciéndole un culo impresionante. Nos besamos y casi nos vamos a su cama del calentón que nos dio. Noté que no llevaba ropa interior, viendo como se marcaban sus pezones y que al tacto, se notaba que abajo no llevaba nada.



Laura fue la última y la que más normalita iba. Llevaba unos pantalones de vestir y una blusa escotada. También iba con tacones. El escote sí era muy excitante, muy apretado, subiéndole las tetazas y haciéndole una figura muy bonita. Ese escote contrastaba mucho con su cara de niña, carita inocente y escote de infarto. Las miré mientras reían y hablaban, pensando en mi suerte. Gema me miró sonriendo y se acercó y me dijo al oído “tienes cara de no creerte que te follas a estos cuatro pibones jajaja”. La miré sonriendo, estaba pensando justamente eso.



Poco a poco fue llegando la gente. El primero fue Álvaro. Luego amigos míos o de Gema. No invitamos a muchos, menos de treinta entre los amigos de ella y los míos. Muchos saludos, besos, felicitaciones, risas… la fiesta iba genial. Y entonces, noté que me tocaban por la espalda, y al girarme me encontré con Marta. Me quedé pasmado y ella, sonriendo, me felicitó y me dio dos besos, no nos habíamos besado desde hacía meses y me recorrió como electricidad por el cuerpo.



MARTA

(unos minutos antes)


Salí del ascensor y ya se escuchaba la música. Volví a pensar “Lo felicito, le doy el regalo y me voy”. Suspiré, no sabía porqué me había dejado convencer por Gema. La noche anterior me había llamado para pedirme que fuera, que ella se iba, que me quería ver, que si el cumple… Yo seguía aquí porque, como el plan era venir con Jorge, le había dicho a mi padre que no me recogiera, pero tras la discusión con Jorge, él se fue a su pueblo y yo pensaba irme al mío esta mañana, pero Gema fue muy insistente y le dije que me lo pensaría.



Y esta mañana me dije “bueno, ya tengo los regalos comprados, uno para él y otro para Gema, y tengo ganas de verlos… voy solo unos minutos”. Y llamé a Jorge y se lo dije. Y se enfadó, y yo más con él. Quiso imponerse, casi me dijo que me prohibía ir. Y eso me cabreó más. Me dijo que le habían hecho un feo a su amigo Ale y que si yo iba se lo hacía también. Colgué disgustada y decidida a ir a fiesta, pero ahora me arrepentía ¿Qué pintaba yo aquí? Encima, iba a venir vestida con unos vaqueros, un jersey y ya está, pero entonces Gema me mandó una foto de ellas en la cocina y ufff, iban preciosas, si me presentaba así, iba a dar el cante, así que al final, me puse un vestido, me maquillé un poco y aquí estaba, sintiéndome ridícula, y más ridícula aún cuando me juntara con ellas. Suspiré de nuevo, con ganas de dejar los regalos, mandarles un mensaje diciendo donde los había dejado e irme. Pero no, iba a parecer más tonta de lo que ya me sentía, así que llamé.



Me abrió un chico que no conocía. Entré, miré, vi donde estaban los regalos, dejé los míos y busqué a Gema, y entonces lo vi y me temblaron las piernas. Tan sonriente, guapo y atractivo que hasta dolía. Me armé de valor y fui hacia él. Y justo me dio la espalda mientras estaba hablando con un grupito. No supe que hacer, detrás de él, mirando su espalda. Entonces alargué la mano y le di unos golpecitos.



Se volvió sonriente y al verme le cambió la cara, pero no a enfado, sino a sorpresa y se puso serio. Le felicité y le di dos besos y me temblaron las piernas otra vez. Entonces dijo:​

  • Ah, habéis venido​
  • Ehhh, no, bueno, yo sí, pero Jorge no​
  • Ah​
  • No podía y… bueno, Gema me llamó y...​
  • Ah, Gema… entiendo​


Y sonrió. Y me mató. Nos quedamos callados, él esperando a que siguiera y yo que no podía ni hablar, me había quedado en blanco, su sonrisa me dejaba tonta. Entonces dijo:​

  • Y te ha convencido para que vinieras tú sola ¿no?​
  • Sí, pero solo a daros los regalos, ya mismo me voy​


Nos quedamos callados, incómodos. Entonces dijo:​

  • Estás muy guapa​


Noté como me ponía colorada de forma instantánea. Dani sonrió de nuevo y a mí me iba a dar algo. Dijo:​

  • Como siempre, claro​


No supe qué decir y entonces llegó una chica, lo saludó y se puso a hablar con él. Aproveché para irme y fui a la cocina, necesitaba beber algo. Allí, buscando un refresco, escuché un grito, me giré y vi a Gema llegar casi corriendo para abrazarme diciendo:​

  • ¡¡¡Que bien!!! ¡¡¡Has venido!!!​


Y ya no paró de hablar, me estuvo contando de todo de ella, preguntándome… Luego me presentó a su novia, un encanto de chica súper atractiva. También a su otra compañera de piso, otra chica guapísima y con unos pechos impresionantes. Sara se acercó para darme dos besos y largarse rápido. Yo ya me quería ir pero Gema no me dejaba, presentándome a gente sin parar. Dani se acercó un par de veces para charlar con nosotras pero luego se iba.



Miré el móvil, llevaba allí más de una hora y ni me había dado cuenta, me lo estaba pasando bien, pero me tenía que ir, me sentía culpable por Jorge, le había dicho que solo iba a venir a saludar. Entonces Gema me cogió de la mano y me llevó a una zona tranquila de la casa y me dijo:​

  • Tenemos que hablar de algunas cositas​
  • ¿De qué?​
  • Vamos a empezar por lo fácil, Javi​


Me puse muy nerviosa ¿Qué quería hablar de Javi? La miré mientras me decía:​

  • Se muda ya a España​
  • Ah​
  • Y no para de pedirme tu móvil​
  • ¿Qué???​
  • Quiere quedar contigo y follarte, claro​


Me quedé de piedra y dije como pude:​

  • ¿Con.. con… conmigo?​
  • Sí, claro​
  • ¿Por qué?​
  • ¿Cómo qué por qué? Jajaja, vaya pregunta jajaja pues porque se lo pasó muy bien​
  • Pero.. yo… no… ¿se lo pasó bien?​
  • Jajajaja, ya te digo, habla maravillas​
  • No te creo​
  • ¿Quieres que te enseñe los mensajes?​


Respiré profundamente, no podía creerme esto. Entonces dije:​

  • Esa noche… me comporté como una… yo… no soy… yo…​
  • ¿Te gustaría quedar con él?​
  • NO​


Me salió tan rápido y fuerte que me sobresalté. Gema se rio y dijo:​

  • ¿Por qué?​
  • Gema, tengo novio, ya lo sabes​
  • ¿Y?​
  • No hago esas cosas​
  • Si no recuerdo mal, ya has puesto cuernos antes​
  • Dani y yo no éramos pareja cuando lo de Javi​


Gema sonrió y dejó pasar un par de segundos y dijo​

  • No me refiero a eso, me refiero a tu novio del pueblo… Curioso que hayas pensando que me refería a cuernos a Dani jiji​


La miré nerviosa y respondí:​

  • Ah, pero es que cuando me acostaba con Dani no éramos novios, novios… él me había… había… bueno, se quería acostar con otra y “pausó” la relación, por eso yo… con Dani… pero si no, no hubiera pasado nada porque yo… no puedo ser infiel​
  • Ah jajaja, es verdad, ahora recuerdo​
  • Y bueno, si él podía, yo mmm también ¿no?​
  • Que menos jajaja​
  • Pues eso, que aquello no fueron cuernos normales, era una pausa y…​
  • Vale, vale… pero ¿En serio no te interesa quedar con Javi?​
  • No, de verdad, ni hablar​
  • ¿No te lo pasaste bien?​
  • Sí, bueno… esa noche… estaba borracha y… no sé, hice cosas… yo…​
  • ¿Te arrepientes?​
  • Me arrepiento de como me comporté los siguientes días con Dani, del sexo en sí no, Javi es un amante fantástico​
  • Esa noche me equivoqué yo​
  • ¿Tú?​
  • Deberíamos habernos ido los cuatro juntos​
  • ¿Juntos?​
  • Sí, a follar los cuatro​


Me quedé de nuevo sin saber si bromeaba o no. La miré y dijo:​

  • Esa noche me tenías cachonda, Marta​
  • Te estás quedando conmigo​
  • No, recuerda que te vi casi desnuda cuando nos probábamos ropa​
  • Pues eso, con más razón​
  • Ese complejo que tienes… no sé porque te ves mal pero los demás vemos a una chica sexy​
  • Jajajaja, claro​
  • Sí​
  • El ridículo que haría yo a tu lado, las dos desnudas, ufff​


Gema me miró de una forma extraña y dijo:​

  • ¿Por tus pechos?​
  • Claro, y por todo el resto​
  • ¿Sabes? yo antes tenía unas tetas como las tuyas​
  • Seguro (pensando que Gema jamás podría haber sido una esmirriada como yo)​
  • Sí, y follaba sin parar, no me acomplejaban nada​
  • ¿Entonces esas…? (señalando sus tetas)​
  • Estas son un regalo, que… bueno, me gustan pero no las necesitaba, me gustaba y aceptaba como estaba antes​
  • Yo no soporto verme en el espejo​
  • Pero eso solo te pasa a ti ¿Crees que a Dani no le gustaba?​
  • Dani es un caso especial​


Gema me miró meneando la cabeza. Entonces dijo:​

  • ¿Y Javi?​
  • Sería el alcohol, no sé, o que tú y Dani queríais estar juntos y él se tuvo que conformar con lo que había…​
  • Madre mía, Marta, estás fatal, en serio​
  • Es la realidad​
  • No, es tu cabeza… esa noche te queríamos follar los tres, ya estuve a punto de meterte mano probándonos ropa…​
  • Puff, que tontería​
  • Marta, esa noche Dani se quería acostar contigo, yo con los tres y fue Javi quien nos ganó la mano y fue más listo, pero claro, es que lo tenías malo​


Ahora me reí sin creerla en abosoluto. Dije:​

  • Estaría borracho​
  • Javi casi no bebe​
  • Pues sería… joe Gema, es que está claro, os quería dejar a vosotros libres y se tuv que conformar conmigo​
  • A Javi le gustan los tíos y las tías, y esa noche ni intentó quedar con los cuatro, solo te quería a ti​
  • Puffff​


No sé a que venía todo esto pero no me creía nada. Entonces ella volvió a decir:​

  • ¿Qué hago con Javi?​
  • Nada, dile que tengo novio y no pienso ponerle los cuernos​
  • ¿Seguro?​
  • Segurísimo​
  • ¿Ni con Dani?​


Me quedé sorprendida. Y dije:​

  • ¿Qué tiene que ver Dani? Él me odia, ni siquiera quería verme aquí​
  • No te odia, y no te quería ver aquí porque no le hace gracia verte con otro y le pones muy nervioso​
  • ¿Nervioso? me odia o está enfadado, no sé, y no le falta razón, no sé ni como me habla​


Gema señaló con la cabeza y miré donde señalaba. Vi a Dani hablando con tres mujeres estupendas, atractivas y guapas. Gema dijo:​

  • Esas tres son amigas mías​
  • Ah​
  • Y las tres se follarían a Dani si él les entrara un poco, míralas, lo están deseando​
  • Ya​
  • Pero no les va a entrar, Dani es muy torpe con las mujeres​
  • No sé…​
  • Pero además, es que tenemos otros planes​
  • Ah​
  • Esta noche tenemos orgía, Lily, yo y Sara con él​
  • ¿Y para qué me cuentas eso?​
  • Sé que a cualquier chica de aquí que me señales le gustaría tirárselo ¿Me crees?​
  • Seg… seguramente ¿y?​
  • Pues te aseguro que pudiendo tener a cualquier chica de aquí, poder follarse a cualquiera, con la orgía que sabe que vamos a tener,... si vas y le dices que se vaya contigo a tu casa, ni se lo pensaría​
  • Anda ya​
  • Solo con que le dieras un beso, solo con eso, le harías el tío más feliz del mundo y se olvidaría del resto de nosotras​


La miré, y vi que hablaba en serio pero no, eso no podía ser cierto pero ¿Y sí…? Imposible, Dani no quería nada conmigo después de lo que le hice y teniendo a estas mujeres, era imposible. Negué con la cabeza diciendo:​

  • No puedo, Gema​
  • Por tu novio​
  • Sí​
  • Pero a ti te encantaría ¿Verdad?​


La miré sin poder contestar. Al final dije:​

  • Además, él me rechazaría, me comporté fatal con él, le tengo que dar hasta asco​
  • Jajajaja, dios, de verdad, vaya dos, tan inteligentes y tan tontos​
  • Es la verdad​
  • Te propongo una cosa, vámonos tú, Lily, Dani y yo a salir juntos, sin nadie más, y a ver que pasa​
  • ¿Qué?​
  • ¿Te atreves?​
  • No… no puedo, Gema, de verdad que yo no…​


Entonces llegaron un grupo de personas y se pusieron a hablar con Gema. Me miró y se encogió de hombros. Me sentí aliviada, me estaba sintiendo muy superada por todo. Al final, se la llevaron, riéndose y me quedé sola, pensando. Y miré a Dani, y pensé en las palabras de Gema. Y, de repente, Dani me miró como si lo hubiera notado. Me puse colorada pero no aparté la mirada. Se me acercó y dijo:​

  • ¿Qué haces aquí sola?​
  • Nada, se acaban de llevar a Gema y…​
  • ¿Tienes dos minutos?​
  • ¿Para qué?​
  • Es muy difícil hablar contigo a solas, siempre tienes a Jorge pegado, es muy lapa ¿no?​
  • Sí, quizás​


Nos miramos. Me sentía perpleja y algo conmocionada por las palabras de Gema. Entonces él dijo:​

  • Tuviste el valor de disculparte, sé lo mucho que te tuvo que costar​
  • Tenía que hacerlo, fui una…​
  • Eso ya lo dejamos ¿vale?​
  • ¿Cómo?​
  • Ahora me toca a mí disculparme​
  • ¿Sobre qué? Tú no has hecho nada mal, solo yo​
  • Sí he hecho cosas que… me siento mal​
  • ¿El qué?​


Vi que le costaba hablar y sentí mucha curiosidad, no me imaginaba que podía ser. Al final dijo:​

  • Quiero explicarte lo de aquella noche con Javi, y pedirte perdón​
  • ¿Qué? ¿Perdón por qué?​
  • Llevo mucho tiempo pensando en aquella noche, en como actué​
  • Aquello ya es agua pasada, mejor lo olvidamos, Dani​
  • Ya pero quiero explicarme…​
  • No hace falta...​
  • Aquella noche yo no tenía planeado nada de lo que ocurrió, de verdad, no fue una encerrona​
  • Vale, te creo​
  • Ya sabes que te había dicho varias veces que te vendría bien estar con otros para que te dieras cuenta de lo atractiva que eres, pero ese día yo no iba con esa intención​


Lo miré, estaba nervioso. Dijo:​

  • Esa noche estabas súper atractiva y que Javi te viera así era normal​
  • Uff, Dani, eso no es verd…​
  • Espera, no empieces con tus complejos, déjame terminar que esto me cuesta mucho ¿vale?​
  • Vale​
  • Vi como tonteaba contigo durante la cena y luego bailando y, no sé, no recuerdo bien, pero te perdí de vista​


No recordaba mucho de aquello, había bebido bastante y esa parte era un poco difusa. Dani siguió:​

  • Entonces, cerca del baño, os vimos, estabais enrollados y él te metía mano y te masturbaba y tú te corriste, tu expresión era inconfundible, la conocía bien​


Me puse totalmente colorada, no me acordaba de aquello pero era verdad, ahora lo recordaba. Y sí, me metió mano mientras nos besábamos y me corrí. Me quería morir. En la pista había estado muy sobón y me había intentado besar varias veces, y yo lo rechazaba, por Dani, iba con él, no con Javi. Pero entonces vi a Dani y Gema liados y lo tuve claro, yo sobraba y me quise ir. Conseguí zafarme de Javi y me fui al baño, pero me siguió, tonteamos y al final sí nos enrollamos y pasó aquello… ¿Cómo había podido olvidarlo? Me sentí morir de vergüenza. Dije:​

  • Dani, lo siento, no me acordaba de eso, perdona, perdona, yo no sé que me pasó… es que…​
  • No pasa nada, te lo cuento no porque esté molesto, si no porque luego, cuando volvisteis y Javi dijo que os ibais a su hotel, vi normal que te quisieras ir con él, ya había visto como disfrutabas con él y por eso… no dije nada​
  • ¿Qué?​
  • No éramos pareja y yo no podía impedir que te fueras con él, si tenías ganas… mmm fue como cuando unas semanas antes salimos y me puse a bailar con Gema y tú te querías ir para dejarnos tranquilos ¿Te acuerdas? pues algo así pensé pero es que incluso te había visto ya disfrutar con él y lo entendía, Javi es mucho más atractivo que yo y era normal, no me molestó y por eso no me opuse, no porque yo quisiera irme con Gema, con Gema ya me había acostado muchas veces, no era eso ¿Entiendes?​
  • Pero…​


Me había quedado sin habla. Al final, todo fue culpa mía, como siempre. Dani me había visto enrollada con otro y pensó que me quería ir con el otro, no con él, lo mismo que yo había pensado al verlo a él y a Gema… y todo por mi culpa, no la de él… me quería morir. Le dije:​

  • No… no lo había pensado de esa forma​
  • Ya​
  • Para mí fue que te daba igual que me fuera con Javi, que lo que tú querías era irte con Gema, os había visto y...​
  • Ya, yo pensé lo mismo pero al revés​
  • Dios…​
  • Y lo vi normal, Javi es muy atractivo​
  • Pero no más que tú, Dani, yo quería irme contigo, lo otro fue… fue… no sé… estaba borracha, no sé…​


Me llevé las manos a la cara, que me notaba totalmente colorada. Al final le dije:​

  • Sinceramente, me vi superada por todo aquello y me dejé llevar… que Javi quisiera algo conmigo me dejó anonadada y conmocionada, pero de verdad que no quería irme con él, quería irme contigo, pero no supe reaccionar, esperé que reaccionaras tú y al ver que te parecía bien pensé que preferías irte con Gema pero no sabía que nos habías visto… ahora te entiendo… lo siento​
  • No, lo siento yo, debí pensar en como eres pero me mostré inseguro, estuve fatal…​


Noté que me entraban ganas de llorar. Miré a otro lado. Dani siguió:​

  • Después de aquella noche, y viendo como te comportabas conmigo, llegué a pensar que te habías dado cuenta que yo era una mierda de amante, y que me diste una oportunidad con aquel último polvo pero lo hice todo mal y por eso me dejaste​


Lo miré totalmente sorprendida y luego noté que me enfadaba. Le dije:​

  • Pero ¿Cómo pudiste pensar eso?​
  • Gema siempre me decía que Javi era de los mejores amantes que había tenido y, no sé, me entró mucha inseguridad y…​
  • Dani, contigo he tenido el mejor sexo de mi vida, lo de Javi estuvo bien pero no es nada comparado con como me sentía contigo, hasta me enfada que me digas algo así, pensar que te dejé por eso… me dejas anonadada, de verdad​
  • Ya, fueron aquellos días… no sabía que pensar cuando me dejaste…​
  • De verdad que alucino​
  • Y bueno, ya para terminar… quiero disculparme por obligarte a hacer cosas que no querías durante el sexo, lo siento mucho​


De nuevo me quedé sorprendida, pasaba de una sorpresa a otra. Le pregunté:​

  • Pero ¿Qué me has obligado a hacer?​
  • Bueno, cuando me dejaste me dijiste que durante el sexo hacías cosas solo para complacerme​
  • ¿Dije eso?​
  • Sí​
  • Esos días estaba fatal, no sé ni en lo que pensaba, pero eso no es cierto​
  • Pensé que te referías a cosas como el hacerlo con la luz encendida, el sexo oral que yo te hacía, el anal… cosas que en realidad no te gustaban pero me dejabas hacerte para complacerme ¿no?​
  • Nooo, a ver, son cosas que me incomodaban pero me gustaba mucho hacerlas contigo, todas, y las disfrutaba… no te tienes que disculpar por eso, al revés, soy yo la que te lo agradece, contigo me sentí por primera vez atractiva, deseada…​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, no cambiaría ni un segundo de nuestro sexo, ni uno​
  • Pero en el último me pasé mucho, seguro que te hice daño…​
  • Ni un segundo, Dani​
  • No sé si lo dices en serio o para que no me sienta culpable​
  • Te lo digo totalmente en serio​


Nos mirábamos. Me sentía conmocionada, entre Gema y Dani menuda noche de información me estaban dando. Entonces Dani miró a otro lado y dijo:​

  • Te dejo tranquila, gracias​


Y lo vi irse. Y quise decirle que no se fuera pero ni me salían las palabras.


Me fui al baño y me eché agua en la cara. No me podía creer que toda aquella neura que me entró aquellos días fuera culpa mía, que Dani solo había sido inseguro como yo. Él inseguro… “¿Por qué? Pero si es perfecto”. Tenía que irme ya a casa, no podía estar más allí. Salí para irme pero entonces Gema me sujetó y dijo que iban a sacar la tarta y los regalos. Me quedé aunque me sentía hasta mal.



Casi todos los regalos o eran ropa o algo de broma. Mis regalos eran ropa. A Gema le regalaron consoladores, comida de temática sexo… mucho de cachondeo.



DANI

Entonces saqué mis regalos para Gema. El primero, la ropa interior, provocó muchos silbidos y suspiros, y a Gema le encantó. Luego, le di mi regalo especial. Eran dos fotos enmarcadas, de tamaño grande para poner en la pared. La primera era de la noche que conocí a Sonia. Nos la había hecho el camarero y estaba Gema entre Sonia y yo, las dos preciosas. Le dije al oído que fue una noche muy especial para mí, por conocer a Sonia y porque fue la primera vez que hicimos algo y supe que no era lesbiana. Ella se rio pero se le saltaron las lágrimas. Luego, la otra foto era del verano. Estábamos Sonia, Fran, Gema, Lily y yo, de noche en un restaurante, todos muy guapos y morenos. También le encantó y me dio un beso enorme, con lágrimas en los ojos, abrazándonos a mí y a Lily.



Gema, por su parte, me regaló un billete de avión para Navidad, para ir a verlas. Me encantó.



Entonces fuimos a por la tarta y empecé a repartirla.



MARTA

Me había encantado ver lo bien que se llevaban Dani y Gema, pero se me caía el alma al suelo de como yo había perdido eso, por mis inseguridades y mi mala cabeza. Fui a despedirme pero Gema me agarró del brazo diciendo:​

  • Aún no hemos terminado de hablar​


Y me llevó a una esquina. Allí me dijo:​

  • ¿Y bien?​
  • Bien ¿qué?​
  • Mi propuesta​
  • Gema, sabes que no puedo​
  • Pero quieres​
  • Pufff​
  • Quieres estar con Dani​
  • Claro que quiero, me encantaría besar a Dani y… pero no puedo​


Entonces llegó Dani con un plato con tarta y nos dijo:​

  • D: ¿Quién lo quiere?​
  • G: Yo no puedo, he comido demasiado jeje​
  • M: Yo tampoco, tengo el estómago regular​
  • D: Vaya​
  • G: ¿Está buena?​
  • D: Sí, mucho​


Entonces, Gema le cogió un dedo a Dani y lo pasó por la tarta y luego se lo metió en la boca. Lo sacó y dijo:​

  • G: Está rica, sí​
  • D: Jajajaja​
  • G: Venga, pruébala​


Y repitió lo mismo con el dedo de Dani y lo dejó a escasos milímetros de mi boca. Los miré y abrí la boca. Gema metió el dedo de Dani en mi boca y lo chupé.



DANI

Me quedé de piedra viendo como Gema metía mi dedo lleno de tarta en la boca de Marta. Entonces noté la lengua de Marta alrededor de mi dedo y se me puso dura. Luego abrió la boca y Gema dijo:​

  • G: Está rica ¿no?​


Marta estaba totalmente colorada y no dijo nada. Gema siguió:​

  • G: Pues tiene otra cosa mucho más rica y que también se chupa ¿La quieres probar?​
  • M: ¡¡¡¡Gema!!!!​
  • G: Jajaja, sabes que está más rica, eso no lo puedes negar​


Me tuve que reír con ganas viendo la cara a punto de explotar de Marta y a Gema tronchándose de risa. Entonces Gema dijo:​

  • Anda, déjanos la tarta y vete, que tenemos cosas que hablar y nos has interrumpido​
  • Vale, vale, me voy​


Y me fui medio mosqueado, a ver que se traían esas dos entre manos.



MARTA

  • M: Tía, estás loca​
  • G: Jajajaja pero te ha gustado​
  • M: No puedo hacer cosas así, tengo novio, diosssss​
  • G: Y a él le ha gustado más, ya has visto que se le ha puesto dura ¿no? y tú seguro que has mojado las bragas jaja​


Me daba vueltas todo, necesitaba salir de allí. “No sé como se me había ocurrido hacer eso con la lengua, estoy fatal”. Entonces Gema dijo:​

  • Vaya dos, los dos coladitos el uno por el otro pero sin hacer nada, esperando a ver que pasa​
  • Eso no es verdad, para Dani siempre he sido solo sexo, solo otra más con la que se acostaba​
  • Eso es mentira, y lo sabes​
  • No, Gema, soy realista, tú misma lo has dicho, él se puede ir a la cama con cualquiera y yo ¿Qué tengo para ofrecerle de especial? Nada porque físicamente soy una birria​
  • ¿Qué tienes para ofrecerle? Pues tú, tonta​
  • No soy nada especial, ni siquiera del montón, Gema, y déjame, me voy, no me siento bien​


Notando las lágrimas a punto de resbalarme por las mejillas. Entonces Gema me miró seria y dijo:​

  • Mira, Marta… ¿nada especial? ¿Y por eso estuvo meses deprimido y hecho polvo cuando lo dejaste?​


La miré perpleja. Dije:​

  • Estaría enfadado​
  • No, bueno, sí, pero también fatal, estaba casi llorando por las esquinas, la de conversaciones que hemos tenido él y yo sobre ti​
  • ¿De verdad?​
  • Sí​
  • ¿Por qué? Si no soy nada para él​
  • ¿Qué no eres nada? Le rompiste el corazón, chica ¿Eso lo hacen las “nada”?​
  • No te burles de mí con eso, de verdad, Gema, me haces daño​
  • ¿Te hago daño? Os lo estáis haciendo vosotros mismos… debería haber hablado antes contigo pero no quise entrometerme, pensé que el tiempo os haría hablar pero nada, los dos sois… uffff. Ahora me arrepiento porque ya es el colmo, os veo de esta forma y no puedo soportarlo, quiero mucho a Dani, muchísimo y no puedo ver esto sin hacer nada así que ya lo sabes ¿Vas a actuar o vas a esperar a que ocurra un milagro?​
  • No puedo Gema, tengo novio​
  • ¿Y le quieres?​
  • Sí​
  • ¿Y estás enamorada de él?​


Miré al suelo. Ella siguió:​

  • Te respondo yo, no, no lo estás porque estás enamorada de Dani​
  • No es tan fácil​
  • Sí lo es, ve, dale un buen beso y dile que lo quieres​
  • Él… me porté fatal con él, me fui con otro tío en vez de con él y…​
  • Y nada de eso importa ahora, ve y haz lo que te digo​
  • No, no puedo​
  • Pues rompe con tu novio y luego haces lo que te digo​
  • No… no sé Gema… me tengo que ir​
  • Marta, perdona que me meta tanto pero es que me duele veros así​
  • Ya​


Entonces me abrazó y me dijo al oído:​

  • Piénsalo pero todo lo que te he dicho es cierto, tenlo por seguro​


Y se fue. Me dolía el estómago, la cabeza, estaba mareada… tenía que salir de allí. Fui a buscar mi abrigo y salí casi corriendo.



Estaba esperando el ascensor cuando salió Dani y me dijo:​

  • Me ha dicho Gema que te ibas alterada y corriendo ¿Te ha pasado algo? ¿Te ha dicho algo que te ha molestado?​
  • No​
  • Marta, te conozco, algo te pasa​
  • Me molesta el estómago​
  • ¿Te sientes mal? Espera, te llevo a casa​
  • No, no, voy a coger un taxi​
  • No, espera, te llevo, no es molestia​
  • Dani, perdona lo de antes del dedo, no sé en qué estaba pensando​
  • ¿Ahora piensas en eso?​


Y entonces rompí a llorar y lo abracé diciendo:​

  • Perdona, todo es por mi culpa, yo y mis inseguridades, no sé porqué la lié así y me comporté como una zorra contigo, y tú no te lo mereces, siempre has sido sincero y…​


DANI

Marta me abrazaba fuertemente, repitiendo sin parar que la perdonara. La abracé también y cuando se calmó un poco le dije:​

  • Pero ¿Qué te pasa? si es por lo que te dije antes era solo para que nos entendiéramos mutuamente, no para buscar culpables​
  • Lo sé… siento mucho haberte hecho daño, no lo sabía​
  • No, bueno, no pasa nada, anda, tranquilízate​


No entendía bien lo que le había dado. Gema me había dicho que fuera con Marta porque la veía mal y que hablara con ella, pero no me esperaba que se pusiera a llorar. Ella siguió:​

  • No pensé que te haría daño por cortar contigo​
  • No pasa nada​


¿De qué hablaba? Pero no quise ahondar más, estaba alterada y quería que se tranquilizara. Me abrazó durante unos segundos más y luego se separó. Le limpié las lágrimas y le dije:​

  • ¿Te encuentras mejor?​
  • No sé...​
  • Nos vamos a ir a bailar ¿Te vienes?​
  • No, no puedo​
  • Esta vez te estoy invitando yo, no Gema, y es en serio, me gustaría que vinieras​


MARTA

Se me saltaron otra vez las lágrimas y pensé “Me encantaría ir pero no puedo, no me fio de mi, sé lo que ocurriría, intentaré besarte y Jorge no se merece esto, y tú tienes otros planes mucho mejores, sé que me rechazarías, es lo lógico”. Le dije:​

  • No, quiero irme a casa, no me encuentro bien​
  • Vale, pues espera, voy a por las llaves y te llevo​
  • Vale​


En cuanto lo vi entrar, salí corriendo por la escaleras.



DANI

Salí con el abrigo y las llaves pero no vi a Marta. La busqué, entré de nuevo dentro y la busqué. Luego bajé y nada, no la veía. Al final le mandé un mensaje y me contestó:​

  • Estoy en un taxi​
  • ¿Qué? ¿Por qué?​
  • No te quería molestar​
  • No era una molestia​
  • Sí, anda, vete y diviértete, te lo mereces​
  • Joe Marta, que no era una molestia y quería acompañarte estando mala y a estas horas ¿Voy a tu casa?​
  • No, me tomo una tila y me acuesto, gracias​
  • Si te encuentras peor, llámame​
  • Vale, gracias​
  • Nada​
  • Hablamos el lunes, adiós y felicidades​
  • Gracias​


Y guardé el móvil, preocupado y extrañado por la actitud de Marta. Subí y, al entrar en la casa se me enganchó Sara del cuello, dándome besos y diciendo que quería salir a bailar. Me olvidé de Marta y fuimos saliendo para seguir la fiesta en otra parte.​
 

40



DANI

La fiesta se alargó varias horas más en una discoteca. Allí, las amigas de Gema me entraron a lo descarado pero mis planes de esa noche eran otros. Estuve con Gema y Lily, las cuales iban a su bola, bailando y morreándose cada dos por tres. Estuve con Sara, que iba bastante borracha. Bailé con Laura, que iba colocada. Vi a Sara bailando con Álvaro y tonteando descaradamente con él. Vi como no paraban de entrarle tíos a Laura mientras Álvaro solo tenía ojos y manos para Sara la cual tonteaba, se dejaba tocar un poco pero lo justo para tener al chico caliente y babeando. Intenté enrollarme con Laura cuando la vi salir fuera a fumar, pero no se dejó con Álvaro por allí, aunque iba tan colocada de porros que ni se había dado cuenta de que Álvaro estaba enganchadísimo con Sara.



Pero con quienes más me divertía y más me enrollaba era con Gema y Lily, las dos me tenían cachondísimo con tanto tocar, besar y tontear. Al final, nos volvimos a la casa de las chicas en dos taxis, todos excitados y varios (Sara, Laura y Álvaro) o borrachos o colocados.



En cuanto entramos, mi intención fue irme a la habitación de Gema con las tres chicas pero Sara quiso tomar una última en el salón, donde puso música no muy alta y bailó con Gema, enrollándose con ella, mientras Lily y yo nos quedamos en un sofá tocándonos y besándonos. Luego, Sara se echó a nuestro lado, mareada y Lily fue a bailar con Gema. Sara y yo nos enrollamos. Al poco, Sara me desabrochó el pantalón y, sacando mi polla, comenzó una mamada lenta. Yo me dejé hacer y entonces me acordé de Laura y Álvaro. Los miré. Álvaro besaba en el cuello a Laura que nos miraba pero estaba claramente colocada. Me relajé y dejé a Sara chupar. Miré a Gema y vi que estaba desnudando a Lily, las dos de pie, sin parar de bailar lentamente y besarse.



Entonces vi como Laura sacaba la polla de Álvaro y comenzaba también una mamada lenta mientras Álvaro miraba fascinado a Gema y Lily que ya estaban medio desnudas de pie y sin parar de besarse.



Estuvimos de esa forma unos minutos hasta que Sara levantó la cabeza y miró alrededor. Al ver el panorama me sonrió y se incorporó para quitarse el vestido. Como no llevaba ropa interior, se quedó desnuda a excepción de las medias y los tacones. Me miró y se arregló el pelo y bailó un poco delante mía, pero noté que miraba de reojo a Álvaro, se estaba exhibiendo también para él. Entonces, se inclinó para seguir chupando pero antes me besó y me dijo al oído:​

  • ¿Quieres que caliente a Álvaro?​


Afirmé y se colocó de forma que le enseñaba el culo a Álvaro. El pobre tuvo que ponerse a mil, desde que Sara se levantó, no le había quitado ojo, viendo como se desnudaba y bailaba, y ahora tenía un primer plano del culo y coño de Sara en pompa. Sara me la chupó y vi que tenía su mano entre sus piernas, seguro que se estaba haciendo un dedo para que Álvaro la viera, que tía. Y, en efecto, calentó tanto a Álvaro que al poco escuchamos como gimió y, al poco, Laura se levantó y se fue, con la boca llena. Sara me miró, sin parar de chupar pero sonriendo.



Laura volvió y se sentó junto a Álvaro que seguía mirándonos a todos, embobado. Laura acarició a Álvaro, se notaba que ahora le tocaba a ella pero Álvaro estaba como anonadado. Seguimos así unos minutos más hasta que llegaron Gema y Lily, ya desnudas. Mientras Lily me besaba, Gema se acercó a mi polla y la lamió mientras Sara chupaba, pero al rato escuché como Gema le decía bajito a Sara:​

  • Ve con Álvaro y lo animas, nosotras nos quedamos con Dani​


Sara paró la mamada y me miró interrogativamente. Me sorprendió que esperara mi visto bueno. Lo cierto es que a mí me daba igual pero no sabía como reaccionaría Laura. Le hice un gesto de afirmación y Sara rápidamente se levantó y fue hacia ellos. Vi como Álvaro se alteraba visiblemente y Sara se arrodilló delante de él y se acercó a su polla. Entonces Laura se percató y paró de intentar animar a Álvaro. Tenía la polla de Álvaro sujeta con una mano, medio morcillona. Miró a Sara e inclinó la polla de Álvaro hacia ella, ofreciéndosela. Sara la lamió y comenzó a chupársela mientras Laura miraba. En esas, Lily se había unido a Gema y me chupaban la polla al unísono, con total sincronización entre ellas. Miré de nuevo hacia Laura y vi como Sara dejaba de chupar y retomaba Laura, mientras Sara lamía los huevos de Álvaro.



Estuvimos así unos minutos, observé como Sara intentaba varias veces besar a Laura pero ella no se dejaba. Al final, chupaban por turnos, a diferencia de Gema y Lily que me lo hacían a la vez sin ningún problema. Luego, Lily se incorporó y se sentó sobre mí, para comenzar a follarme mientras Gema le chupaba las tetas.



Entonces vi como Sara se levantaba y salía del salón para volver al poco con condones. Le puso uno a Álvaro y se sentó sobre él, follándoselo como Lily me estaba follando a mí. Laura se separó un poco y los miró follar, y me miró a mí. Álvaro le comía las tetas a Sara mientras agarraba su culo. Sara gritaba de gusto. Laura se quitó la blusa y el sujetador, dejando sus enormes tetas al aire. Se tumbó en el sofá y nos miró a todos mientras se metía una mano dentro del pantalón y con la otra se pellizcaba los pezones.



Vi claramente que Sara estaba llegando a su orgasmo y entonces ella gritó:​

  • DANI, VEN… LOS DOS A LA VEZ​


Entendí lo que quería, quería recrear nuestra fantasía con el consolador. Sara, sin parar de moverse, dijo:​

  • RÁPIDOOOO, QUE NO AGUANTO MÁSSSSS​


Gema se rio y Lily se levantó, dejándome ir. Me levanté y me dirigí hacia ellos. Laura me miraba sin parar de masturbarse. Me puse un condón y se la metí por el culo a Sara, sin lubricante ni nada, pero estaba tan cachonda que ni le importó. Se corrió casi de inmediato, no me dio casi tiempo a moverme dentro de ella. A la vez, se corrió Álvaro y Sara cayó sobre él, los dos rendidos. Me salí de Sara y miré a Laura, que no paraba de tocarse mirándome. Me quité el condón y llamé a Laura que se incorporó y me la chupó con ansia. Luego paró y se quitó el pantalón y las bragas, poniéndose a cuatro sobre el sofá. Mientras me ponía otro condón, vi como Gema tenía su cabeza entre las piernas de Lily que estaba gozando de una buena comida. Y Sara y Álvaro, aún en la misma postura pero ya totalmente fuera de juego, me miraban.



Me coloqué tras Laura y la penetré despacio, estaba muy mojada. La follé cogiéndola de las caderas. Luego se tumbó y la follé encima de ella, y, por último, me senté y ella me folló, corriéndose con un largo orgasmo mientras escuchábamos a Gema gemir y jadear mientras Lily le comía el coño. Entonces Laura me dio un morreo profundo, empezó a moverse de nuevo y me corrí también.



Me salí de ella y me quité el condón. Me fui con Gema y Lily justo cuando Gema se corría. Nos quedamos los seis recuperándonos. Laura se levantó y salió del salón. Al poco, Gema se levantó y tiró de mí y Lily a su cuarto, aquello no había acabado para ella. Dejamos solos a Sara y Álvaro, una Sara medio grogui en el sofá.



Nos tumbamos en la cama los tres y nos besamos y tocamos lentamente. Yo estaba reventado pero Gema quería más marcha así que al final, me puse a ello comiéndole las tetas y el coño. Sara llegó al rato, tambaleándose y diciendo:​

  • Cabrones, me habéis dejado allí tirada y os habéis venido a follar sin mí​


Gema se rio y dijo:​

  • Pero si estabas dormida​
  • No, estaba descansando​
  • Pues vente​
  • Álvaro se quería apuntar pero le he dicho que se folle a su novia, que ahora le tocaba a Dani​


Y se tiró en la cama a besarme. Al final estuvimos los cuatro liados, como podíamos, unos con otros… Acabé reventado y llevándome a Sara a su cuarto en brazos, donde me quedé dormido junto a ella.



A la mañana siguiente nos despertamos bien tarde, algunos con una fuerte resaca como Sara y otros solo cansados. Gema y Lily salieron a comer fuera pero Sara y yo no teníamos ganas. Nos pusimos a comernos lo que había sobrado de la fiesta. Entonces llegaron Álvaro y Laura. La situación fue incómoda durante unos minutos hasta que Sara dijo:​

  • S: A ver, que parecéis todos tontos, sí, ayer nosotros follamos (señalando a Álvaro) y vosotros también (señalándonos a Laura y a mí) y ya está, tampoco pasa nada porque todo fue consentido ¿no?​


Nadie dijo nada hasta que Laura comentó:​

  • L: Está enfadado porque he follado con él​
  • A: No estoy enfadado, solo te he dicho que no me lo esperaba​
  • L: Ah, y yo sí me esperaba lo tuyo con Sara​
  • A: Tú la dejaste participar, yo no dije nada​
  • L: Puffff​
  • S: No seas hipócrita, Álvaro, que estuviste toda la noche intentando meterme mano​
  • A: Eso no es así, yo…​
  • S: JA, una mierda​
  • A: Y era solo tonteo, yo no…​
  • S: Y luego, te quisiste venir con nosotros al cuarto de Gema a seguir​
  • L: Ah, eso no lo sabía​
  • S: Así que dejaos de gilipolleces los dos, tú (señalando a Álvaro) te lo pasaste de puta madre y tú (señalando a Laura) lo mismo, al igual que Dani y yo así que todos contentos, una buena experiencia y todo genial ¿De acuerdo?​
  • L: Por mí sí​
  • A: Mmmmm​
  • D: Joder, Álvaro, déjate de tonterías​
  • A: ¿Tonterías? Te follaste a mi novia delante mía​
  • D: Y tú a Sara​
  • A: Pero no es tu novia, no es lo mismo​
  • L: ¿Y sabéis lo más gracioso? Que lleva pidiéndome un trío desde hace semanas y ya lo ha tenido y ahora enfadado porque resulta que solo él puede follarse a otra, yo no puedo​
  • A: Pero es que…​
  • S: Me estás dando asco, Álvaro​
  • D: Tío, deja de lloriquear, ahora te llevas a Laura a la habitación y folláis​
  • L: Mientras esté así de gilipollas no me toca​
  • D: Laura, coopera un poco, está abrumado por la experiencia​
  • L: ¿Y yo no? Que yo vi como se follaba a otra y ni me tocaba​


Nos quedamos mirando a Álvaro que se mostró sorprendido y dijo:​

  • A: No sé, no recuerdo…​
  • L: Me tuve que quitar yo la blusa, ni las tetas me tocaste​
  • A: Es que…​
  • L: Ya, es que, es que…​


Nos quedamos callados hasta que Sara le dio una patada a Álvaro y le dijo:​

  • S: Pero di algo o abrázala o bésala ¿No ves que tiene la razón? so tonto​


Y Álvaro, mirando al suelo, dijo:​

  • A: Lo siento, cari… soy gilipollas​
  • L: Ya lo sé​
  • S: Lo sabemos jajaja​
  • A: Es solo que no me lo esperaba y... bueno, no estoy enfadado y me parece bien eso de irnos al cuarto… si quieres… y…​
  • L: Anda, vamos, que aún me debes el polvo de ayer​


Se levantaron y se fueron, riendo… Entonces Sara me miró y dijo:​

  • Yo estoy molida, conmigo no cuentes​
  • Jeje​
  • Y lo de Álvaro ayer fue porque tú quisiste​
  • ¿Yo?​


Sara me miró seria y, tras un par de segundos, dijo:​

  • Te pedí permiso, si me llegas a decir que no, no me lo follo​


La miré sorprendido. Le dije:​

  • No te puedo prohibir eso​
  • Iba a follar contigo, claro que me lo puedes prohibir​
  • Eres grandecita para saber lo que quieres, y nunca me pides permiso para follar con Gema​
  • Eso es diferente, eso sé que te gusta​


Nos miramos sin decir nada mientras yo pensaba que Sara estaba rara. Entonces ella suspiró y dijo:​

  • Ahora que recuerdo, lo de enviarme a follar con Álvaro fue cosa de la guarra de Gema, que te quería para ella y la novia​
  • Jajajaja, y te fuiste muy apenada​
  • No, pero no era mi plan​
  • ¿Y te gustó hacer realidad esa fantasía?​
  • ¿Mía? Más bien tuya​
  • Jajajaja, claro, a mí me pone tela una doble penetración​
  • Pues creo que sí, tú tuviste la idea la primera vez con el consolador, no yo​
  • Seguro que era una fantasía que tenías​
  • Para nada, te recuerdo que tú eres el de las ideas raras, eres un pervertido​
  • Jajajaja ¿Y te gusto más esa doble penetración o la de después con Gema?​
  • Ah, coño, es verdad, no me acordaba de eso​
  • Jajajaja​
  • Con razón me duele tanto el culo, que animal es Gema ¿Qué me metió?​
  • Un consolador​
  • Joder, más grande que lo tuyo ¿no? Porque me duele más de lo normal​
  • No sé, no lo vi… solo te vi a ti corriéndote como una posesa jeje​
  • Pufff, ayer descontrolé mucho​


Se calló y dijo:​

  • Estoy muerta, me duele todo el cuerpo, tantos orgasmos no puede ser bueno, no es natural​
  • Jajajaja​
  • Tú te ríes pero a mí no me parece normal​


Nos callamos y Sara suspiró y dijo:​

  • Y ¿Qué hacía en la fiesta la canij… bueno, la chica esa que nunca recuerdo el nombre? ¿La invitaste?​
  • Se llama Marta, y es amiga mía y de Gema​
  • ¿Y el novio?​
  • No pudo venir​
  • Ah, ya​


Y entonces me volvió a sorprender dándome un abrazo y un beso, para luego decirme:​

  • Somos súper compatibles en el sexo​


Me quedé extrañado por el cambio de tema tan brusco. La miré extrañado y dije:​

  • ¿Sí?​
  • Sí, está claro​
  • Ayer follaste con otro tío, Gema y Lily​
  • Ya ¿y?​
  • Que también te corriste con ellos​
  • Y no estuvo mal pero no es lo mismo que correrme contigo​


Nos quedamos callados y entonces dijo:​

  • ¿Estás enfadado por follarme a Álvaro?​
  • ¿Qué???? No​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, claro​
  • Que si no quieres que folle con otros, dímelo​


Me quedé mirándola alucinado ¿A qué venía eso? Entonces dijo:​

  • Estoy muerta, me voy a la cama ¿Vienes?​
  • Pero ¿Tienes ganas de…?​
  • Que si vienes a dormir, no a follar… eso cuando esté descansada​
  • Vale, voy primero al cuarto de baño, ahora voy​


Sara se fue a su cuarto a dormir. Me quedé pensando en esa frase de ella sobre no acostarse con otros pero entonces me acordé de otra cosa.



MARTA

Sonó el móvil y lo miré. Era Dani y me extrañó. Miré el mensaje:​

  • Hola. Espero que estés mejor​


Me sorprendió. Le escribí:​

  • Hola. Sí, gracias​
  • Me alegro, ayer te vi rara​
  • Sí, algo me sentó mal, no sé​
  • Ah, te iba a ofrecer que vinieras a comer, que sobró mucha comida, pero si fue eso, mejor no​
  • No, no.. no creo que fuera por algo que comí ahí, eso solo que… no sé​
  • Vale, entonces ¿Te vienes?​
  • No, gracias, estoy en mi pueblo, me he venido esta mañana​
  • Ah, vale​
  • Pero muchas gracias por el ofrecimiento​
  • De nada​


No escribió nada más y entonces le escribí:​

  • Anoche, el regalo especial de Gema, guay ¿no?​
  • ¿Cómo?​
  • Sí, ella me dijo que tenía pensado algo “especial”​
  • ¿El billete que me regaló?​
  • No, para después​
  • No me ha dado nada más​
  • Me refiero a la orgía​
  • Ahhhh ¿Sabes eso?​
  • Sí, me lo contó ella​
  • ¿Ahora?​
  • No, anoche, que ibais a acostaros juntos Sara, Gema, la novia y tú​
  • Ahhh, jajaja, la voy a matar, mira que contar esas cosas…​
  • Jeje, te gustó ¿no?​
  • Claro​
  • ¿Y cómo fue?​
  • Pues eso, bien​
  • Digo… ¿Qué hicisteis?​
  • ¿Me estás preguntando por el sexo en sí?​
  • Sí, es que tengo curiosidad, yo no sé de esas cosas​
  • Joder, Marta​
  • Es que no sé como se hace eso… ¿ellas se turnan contigo? bueno, entre Gema y la novia no, claro, ellas harán cosas pero ¿Sara?​
  • Jajajaja, que cotilla estás​
  • Es curiosidad​
  • Pues en este caso, todos con todos​
  • Ah, que a Sara también le gusta…​
  • Sí, a veces​
  • Ah​
  • Otras veces no es así, es por turnos como dices jeje​
  • ¿Ya lo habías hecho antes?​
  • Con tres chicas no, pero sí con dos​
  • Ah​
  • ¿Alguna curiosidad más?​
  • No, resuelta… gracias​
  • Lo de Sara, no lo comentes por ahí ¿eh? No debería habértelo dicho​
  • No hay problema​
  • Bien, pues hasta luego, me voy a echar un rato​
  • Gracias por interesarte​


Y ya no contestó más. Le había mentido, no había ido al pueblo, llevaba todo el día comiéndome la cabeza con lo de anoche, con toda la información que me habían dado Dani y Gema, y estaba hecha un lío total. Y seguía sintiéndome mal, fatal… culpabilidad, remordimientos,...



Y lo de preguntarle por la orgía es que no sabía bien como se tenía que actuar en algo así, había estado mirando videos pero claro, una cosa es el porno y otra la realidad. Si llego a aceptar la invitación de Gema ¿Hubiera tenido que hacer cosas con ellas? “Uff, no sé ni como me planteo estas cosas, en la vida me voy a poner desnuda al lado de dos chicas tan atractivas y delante de Dani, que vergüenza la comparación, me muero”.



No había podido dormir en toda la noche, ni un minuto. Me dije que tenía que dormir, que al día siguiente no iba a poder estar en clase. Cerré los ojos pero los abrí de inmediato, no podía… No podía quitarme de encima la certidumbre de estar haciéndolo todo mal, pero todo, todo, todo...



DANI

Por la tarde me llamaron Gema y Lily y fui a tomar un café con ellas y a pasear. Lily tenía el avión de vuelta en unas horas así que estábamos de relax. Las dos estaban muy cariñosas entre ellas. Las llevé al aeropuerto donde se despidieron entre lágrimas aunque en menos de una semana Gema estaría con Lily definitivamente.



Volvimos en coche con una Gema callada, para variar. Fuimos a cenar algo y me estuvo contando de nuevo su miedo a cagarla en la relación, que quería muchísimo a Lily y no quería hacerle daño. Gema tenía pánico a aburrirse de la vida en pareja y engañarla en un impulso, como siempre le pasaba. Pero ya se había decidido y no paraba de repetir que esta vez le saldría bien, como intentando autoconvencerse. Yo las veía muy bien juntas pero no tenía ni idea de si de verdad Gema se aburriría o no.



Al llegar a casa nos despedimos en el portal, esa noche los dos estábamos reventados y cada uno iba a su cama. Pero antes de irse le pregunté:​

  • ¿Qué le dijiste anoche a Marta que se puso a llorar?​
  • Solo le dije verdades​
  • Me dijo que sentía haberme hecho daño ¿Por qué?​
  • Le conté que te dejó hecho polvo al romper contigo​
  • Eso no es así, estaba enfadado y…​
  • Y una mierda, Dani, estoy ya cansándome de vuestras excusas y tonterías​
  • Pero…​
  • Te deberías haber ido anoche con ella​
  • No, Gema, de eso ni hablar​
  • ¿No estaba guapa?​
  • Claro que sí, como siempre, pero…​
  • Pero nada, la tenías a huevo y, como siempre, te acojonaste​
  • No, no me acojoné​
  • Sí, lo hiciste, se te puso a llorar y ¿La besaste?​
  • Pero ¿Cómo voy a besarla? Tiene novio y están bien​
  • Uffff, Dani, excusas, excusas y excusas​
  • Gema, tú la viste anoche un rato, yo la veo casi a diario, sé como está​
  • No tienes ni idea, Dani, ni idea… a ver ¿Qué hacía ella aquí anoche sola?​
  • Pues venir porque tú se lo pediste​
  • Vino a verte, te miraba como una tonta, temblaba al hablar de ti… ayyy, Dani, que tonto eres a veces​
  • Pero, aunque eso sea cierto, yo no sé si querría algo con ella, ahora estoy genial con polvos, tríos, orgías... tengo de todo​
  • Sí, ya, genial… sigue intentando convencerte con eso...​


Y me dio un beso y se fue. Me acosté dándole vueltas a la cabeza, yo no veía a Marta como decía Gema, ni temblorosa ni mirándome como una tonta, la veía normal… pero estaba tan cansado que me quedé dormido enseguida.



GEMA

Entré en mi habitación y miré alrededor “Mi última semana aquí, quien me iba a decir el día que llegue que el mirón de enfrente iba a convertirse en mi mejor amigo” pensé mirando la ventana de enfrente. Meneé la cabeza “Cuanto lo voy a echar de menos” y se me saltaron las lágrimas “Estoy muy sensible”. Me desvestí pensando en la semana que tenía por delante. Tenía que dejar el trabajo cerrado, mis últimas reuniones y traspaso de clientes a los compañeros. Y despedirme a lo grande con Juan, claro “Otro al que voy a echar mucho de menos”. Suspiré y seguí pensando “Y tengo que quedar una mañana con Marisa, para desayunar con ella… que lástima que nos liáramos tan tarde, la de cosas que podríamos haber hecho”. Meneé de nuevo la cabeza sonriendo “También la echaré de menos”.



Entonces sonó un mensaje en el móvil. Lo miré y me sorprendió. Era Marta. Lo abrí para leer:​

  • Gema, necesito ayuda, no puedo más​


La llamé y me encontré a una Marta balbuceante y llorosa. Le dije:​

  • Esto es por Dani ¿no?​
  • Sí​
  • Por lo que te conté ayer​
  • Sí​
  • Lo siento, nena, te lo tenía que contar​
  • Ya pero no sé que hacer, nunca tomo la decisión correcta​
  • Ay, nena, es la vida misma, es una decisión que debes tomar​
  • Ayúdame, por favor​
  • Pero es que ya te dije todo lo que…​
  • No tengo a nadie más a quien recurrir y llevo sin parar de pensar en esto desde que me lo contaste, no he dormido ni comido ni…​
  • Ayyyyy, Marta​
  • Por favor, Gema ¿Qué tengo que hacer?​


Me callé. Yo lo tenía claro pero la entendía. Tenía su novio, estaba tranquila hasta ahora, enamorada en secreto de Dani y sin esperar de él lo mismo, pero ahora, sabía la verdad. La escuché sollozar y le dije:​

  • Voy a verte​
  • No, no, no te quiero molestar​
  • No es molestia, dime donde vives​
  • Gracias…​


Colgué. Cuando Marta me abrió estaba hecha un desastre, ojos rojos, mala cara… La abracé, lloró sin poder contenerse… Me contó que su novio era bueno, que lo quería pero no estaba enamorada de él, que lo había intentado pero no podía, que se sentía fatal por el novio, por no estar enamorada de él, y también se sentía fatal por Dani, por lo que le había hecho, que no pensaba que él tuviera sentimientos de ese tipo sobre ella y que ella estaba enamorada de él desde hacía mucho… la chica sabía a quién quería de verdad pero no se atrevía a dar el paso por su inseguridad.



Hablamos durante más de una hora, ella necesitaba un empujón hacia un lado, o su novio o Dani pero yo no se lo quería dar, era decisión suya. Lo que sí le conté es lo que yo veía y sabía de Dani sobre ella, todo, para que decidiera. Al final, conseguí colarle un tranquilizante en la tila que le preparé y se durmió, necesitaba dormir. La llevé a su habitación y la acosté. Mañana faltaría a clase, iba a dormir horas y horas, pero le vendría bien, y a ver si con el descanso, pensaba más claramente.



Le dejé un mensaje en el móvil para que me llamara si lo necesitaba “Pobre chica, lo enamoradísima que está y no se da cuenta que así, sin intentarlo con Dani, no va a poder vivir tranquila”. La miré antes de cerrar la puerta de su habitación “es guapa, mucho más de lo que cree, solo necesita creérselo. Ojalá tome la decisión correcta”.


41



DANI

El lunes, al empezar la clase, me fijé que Marta no estaba en su sitio. Al terminar la primera clase, me acerqué a Charo y le pregunté por Marta. Me respondió:​

  • No sabemos donde está, es muy raro ¿verdad?​
  • Sí, no es normal en ella​
  • Dice Jorge que no ha hablado con ella este finde​
  • Ah (extrañado)​


Entonces Jorge dijo:​

  • Estuvo en tu fiesta ¿no?​
  • Sí, pero se fue pronto diciendo que no se sentía bien​
  • ¿Qué le pasaba?​
  • Creo que el estómago, no sé​


JORGE

Me quedé pensando. Ayer domingo no la había llamado, estaba enfadado con ella por no haberme hecho caso y haber ido a la fiesta por su cuenta y sola. Ahora, tras escuchar a Dani, me sentía culpable. Dije:​

  • J: Creo que voy a ir a su casa a ver como está​
  • D: mmm no sé si estará, ayer le escribí para preguntarle como estaba y me dijo que mejor pero que estaba en su pueblo​
  • J: Ah… es que no me coge las llamadas, ni a Charo​
  • D: No sé, lo mismo ha pasado mala noche y está dormida​
  • C: Es que es muy raro en ella, al menos me habría avisado​
  • J: Joder, a ver si le ha pasado algo​
  • C: Llama a su casa​
  • J: No tengo teléfonos de nadie ¿Y tú?​
  • C: Tampoco​
  • J: Joder, pues no sé si ir al pueblo​
  • C: mmm​


DANI

Me miraron. Les dije:​

  • D: Esperad un par de clases, a ver si es solo eso, que está dormida​


Al final, decidieron seguir con las clases y esperar. Le escribí preguntando como estaba pero no me leyó. Me estaba preocupando bastante.



Hasta las once y pico no nos respondió diciendo que se sentía mal y se acababa de despertar. Que no iba a ir a clase. Le escribí:​

  • Nos tenías a todos preocupados​
  • ¿A ti también?​
  • Claro​
  • Gracias​
  • Si llego a darme cuenta que el sábado estabas tan mal hubiera ido a tu casa, lo siento, no le di mucha importancia​
  • No pasa nada, yo tampoco sabía que estaba así​
  • Menos mal que te fuiste al pueblo y allí te cuidan​
  • Sí, menos mal​
  • Si necesitas cualquier cosa… no te ofrezco mis apuntes porque son una mierda​
  • No digas tonterías, si me los puedes enviar, te lo agradecería​
  • Te los dará Charo, los míos no te sirven de nada​
  • No es verdad​
  • Ya, claro​


Me quedé pensando. Entonces le escribí:​

  • ¿Necesitas que te acerque a tu pueblo algo de tu casa? no sé, tus libros, apuntes…​
  • No, gracias​
  • Ya, perdona, eso lo hará Jorge​
  • Jorge no me lo ha propuesto, está algo enfadado​
  • ¿Y eso?​
  • Nada, cosas nuestras​
  • Ah, perdona​
  • No, perdona tú, no he querido parecer borde… es que… nada, el sábado nos enfadamos un poco por una chorrada​
  • Bueno, ya se le quitará la tontería, no te preocupes​
  • Eres un cielo, gracias​
  • Cualquier cosa me lo dices, y si vas al médico o lo que sea, dímelo a ver que te dicen​
  • No, no me hace falta, solo haré cama hoy y quizás mañana, no sé​
  • Vale, pues nada… que te mejores pronto… es raro estar en clase y no verte​
  • ¿Sí?​
  • Sí… te dejo, que empieza la clase​
  • Gracias Dani​


Y me quedé mirando el móvil, la notaba rara aunque quizás fuera por no hablar directamente sino por mensajes. Quizás la llamaría más tarde aunque… mejor no, tampoco quería pasarme…



Esa noche estudiando en mi escritorio estuve varias veces por llamarla pero al final me resistí, no quería que pareciera algo distinto. Además, supuse que Jorge lo mismo estaría con ella, que habría ido al pueblo a verla, es lo que yo habría hecho. Me acosté solo, no había tenido ganas de quedar con Sara y Gema estaba con sus despedidas, esa noche con los compañeros de la empresa.



Al día siguiente, tampoco vino Marta a clase. Le escribí y me respondió que seguía sintiéndose mal. Nos intercambiamos algún mensaje pero poca cosa, seguí notándola rara. Le pregunté a Charo y me dijo que le había tenido que dar algo fuerte para estar así. Le dije:​

  • ¿Y Jorge cómo la ha visto?​
  • No la ha visto​
  • ¿No ha ido a verla?​
  • No​
  • ¿Y eso?​
  • No sé… dice que ella le dijo que no fuera​
  • Ah​


Pero pensé que ni de coña yo no hubiera ido. Charo me contó que esa tarde le iba a pasar sus apuntes pero que esperaba que mañana viniera. Me volví a mi sitio, miré mis apuntes y pensé “esta tarde los paso a limpio y se los mando”. Jamás pasaba a limpio mis apuntes pero, después de todas las veces que Marta me había pasado los suyos tan perfectamente limpios y ordenados, que menos hacer lo mismo por mi parte, aunque dudaba mucho de que le sirvieran de algo.



GEMA

Vi por la ventana de la cafetería a Marisa y la saludé con la mano. Ella me sonrió y entró. Nos dimos dos besos y se sentó. Empezamos a hablar de esto y aquello, y cuando ya íbamos a terminar el desayuno, le dije:​

  • Esta semana me estoy despidiendo de mis amantes preferidos​
  • Ah, pobres, los vas a dejar muy tristes​
  • jeje, yo también ¿eh?​
  • Jajajaja​
  • Esta noche he quedado con Juan, cena y a follar toda la noche jajaja​
  • Jajajaja​
  • El jueves con Dani, mismo plan jeje​
  • Ay, hija, que suerte tienes​
  • Y mañana… contigo, así tengo mis tres últimos días pillados con mis tres amantes favoritos jajaja​
  • ¿Conmigo?​
  • Claro​


La vi claramente contenta y agradecida, pero triste. Dijo:​

  • Pero es que no puedo, ya sabes que…​
  • Espera, lo tengo todo pensado​
  • A ver​
  • Aquí cerca hay un hotelito que está bien para estas cosas​
  • Pero es que no pue..​
  • Espera… sales a las dos de la tarde ¿no?​
  • Sí, y voy a recoger a los niños a casa de una vecina porque…​
  • Pues le pedimos a Dani que los recoja él y tú y yo follamos toda la tarde​
  • Jajajaja​
  • Es perfecto ¿no?​
  • Pero Antonio va a almorzar a casa y yo...​
  • Pues le dejas algo preparado, que se lo caliente, y le dices esta noche que mañana tienes que hacer tarde por lo que sea…​
  • Uff, Gema​


La miré y con cara de pena le dije:​

  • Marisa, me voy, no nos vamos a ver en mucho tiempo y teniendo ya pareja en firme, no le voy a poner cuernos con otras mujeres, eso lo hemos hablado​
  • Ya​
  • Por favor, Marisa… nuestra última vez​


Marisa miró a la calle, pensando, y luego me miró sonriendo y dijo:​

  • Venga, vale… también me apetece mucho​
  • ¡¡¡¡Bien!!!! ¡¡¡¡Genial!!!!​


Y hablamos de la organización. Me encantó verla entusiasmada con el plan.



MARISA

Esa tarde fui a buscar a Dani a su habitación. Estaba estudiando y le dije:​

  • Dani ¿Mañana me podrías hacer un favor?​
  • Pues depende​
  • ¿Te podrías hacer cargo de los niños por la tarde?​
  • ¿A partir de qué hora?​
  • Pues le pido a la vecina que les dé de comer y, cuando tú vuelvas de la facultad, pues lo recoges y te quedas con ellos hasta que yo vuelva​
  • Mmmm vale​
  • Genial, muchas gracias​
  • ¿Tienes que hacer algo?​
  • Mmmm, sí, algo​
  • Huy, esa sonrisita… ¿Qué es?​
  • He quedado con Gema​
  • Ah ¿Sí?​
  • Nos vamos a ir a un hotelito a despedirnos… ya sabes​
  • Jajajaja​
  • Jeje​
  • Pues me alegro, me encantaría ir pero…​
  • Pero es algo entre nosotras, cariño​
  • Ya, ya​
  • Pero te lo recompensaré el domingo ¿vale?​
  • Genial jeje, pero me gusta que os despidáis así​
  • Jajajaja​


Y estuvimos charlando un rato más. Luego me fui, contenta, con Dani todo era fácil.



DANI

Sonreí mientras pensaba en Marisa, como había pasado de “que locura lo de Gema” a “sonrío como una tonta pensando en follármela” en poco tiempo. Ahora no se podía quejar de sexo, mi tío se había puesto las pilas con ella, se había follado a Juan, a Gema y seguía conmigo, no estaba mal.



Seguí con mis apuntes, pasándolos a limpio. Cuando terminé se los envié a Marta. Me respondió rápidamente:​

  • Dani, muchísimas gracias​
  • Te van a servir de poco​
  • No, eso no es cierto​
  • ¿Te ha mandado Charo ya los suyos?​
  • Sí, pero ya sabes como son, hay que traducirlos jeje​
  • Ya… ¿Estás mejor?​
  • Sí, un poco​
  • ¿Vas mañana a la facultad?​
  • No estoy segura​
  • Vaya, sí que te ha dado fuerte lo que sea​
  • Ya ves​
  • Oye, si al final vienes, si quieres te recojo para que no vengas en autobús desde tu pueblo​
  • ¿Cómo?​
  • Si estás aún regular pero quieres venir, pues eso, que no vengas en autobús, me paso y te traigo​
  • ¡¡¡No!!!​
  • No es molestia, así si te encuentras mal, damos media vuelta​
  • No Dani, muchísimas gracias, de verdad, me emocionas pero no es necesario​


Me quedé pensando que me había pasado. No sabía que me pasaba pero notaba tan rara a Marta que estaba sinceramente preocupado. Le dije:​

  • Te noto muy rara, Marta​
  • ¿Sí?​
  • Sí, no sé, será que estás enferma y nunca te he visto así pero… estás rara​
  • No descanso bien, solo es eso​
  • Ya… pero por eso, si al final vienes, me avisas, o avisas a Jorge que es lo normal, pero no te vengas sola​
  • Ayyy, eres un cielo​
  • Ya, estrellado… pero avisa a Jorge que te traiga si te incomoda que vaya yo ¿Vale?​
  • Jorge… pufff​
  • ¿Qué pasa?​
  • Nada, cosas mías​


Me quedé pensando, había notado también raro a Jorge. Lo normal es que él estuviera más preocupado, claramente algo le pasaba a Marta pero lo había visto muy despreocupado. Seguramente eso le pasaba a Marta, que le jodía que Jorge no estuviera pendiente de ella.



Me despedí de ella arrancándole la promesa de no venirse sola. Me quedé pensando en lo rara estaba. Entonces me llamó Gema que me contó el plan con Marisa y le dije que sí, que lo confirmaba y que esperaba que se lo pasaran genial. Gema reía y decía que eso no lo dudaba, y que tuviera paciencia porque pensaba disfrutar muuuucho tiempo con Marisa. Y la tía se descojonaba. Me contó que esa noche cenaba con Juan, para despedirse, y me recordó que nosotros quedábamos el jueves, su última noche aquí, y que me hiciera a la idea que lo mismo al día siguiente no iba a clase de lo destrozado que me iba a dejar, y la tía riéndose sin parar.



Nos despedimos y seguí estudiando.​
 

42



DANI

Al final Marta no me avisó y tampoco apareció por la facultad. Tres días sin venir, tenía que estar realmente mala. Estuve tentado de preguntarle a Jorge pero al final pasé. Me concentré en clase y en tomar unos apuntes decentes para que le sirvieran de algo a Marta.



MARISA

Me senté en mi coche y respiré hondo. Había estado toda la mañana nerviosa. Meneé la cabeza incrédula por estar así por un polvo con otra chica, pero esa era la realidad, estaba muy excitada y cachonda. Me miré en el espejo retrovisor y me pinté los labios, me retoqué un poco las pestañas, algún toque en las mejillas… me miré, no estaba mal. Luego, me abrí unos cuantos botones de la camisa… bastantes, demasiados, “pero no solo Gema sabe calentar, a eso puedo jugar yo también”.



Habíamos quedado que yo la recogía en coche y luego íbamos al hotel pero antes imaginé que iríamos a almorzar algo, o unas cervecitas y unas tapas… y en ese momento, pensaba calentarla a tope. Me levanté un poco la falda, que se vieran bien mis muslos y mis medias. Sonreí satisfecha y arranqué. Llegué al sitio donde habíamos quedado con unos minutos de adelanto. Aparqué y le mandé un mensaje. Al poco, Gema llamaba a la puerta. Le abrí y entró, sonriente, guapa… se sentó, me miró y dijo:​

  • Tú no quieres que lleguemos ni al hotel ¿no?​
  • ¿Por?​
  • Estas súper sexy​


Y me acarició una pierna para luego incorporarse un poco y besarme ardientemente. Se separó y dijo:​

  • Anda, arranca que si no doy el espectáculo aquí jajaja​
  • ¿Comemos algo antes?​
  • No, me he puesto tan cachonda que no voy a aguantar jaja, vamos al hotel y luego comemos algo para descansar y seguir más y más jaja​


Me reí y arranqué, yo estaba igual que ella, con ganas de sexo, no de otra cosa. Llegamos al hotel y entramos, yo muy cortada, ella sin ninguna vergüenza. En cuanto llegamos a la habitación me besó, desnudó, la desnudé y luego fue locura total, no sé cuanto tiempo, no sé cuantos orgasmos, no sabía nada, solo que era super intenso y placentero.



Me quedé tumbada boca arriba, con Gema mirándome sonriendo y acariciándome suavemente con sus dedos. Entonces sonó una notificación, su móvil. Ella se levantó y lo cogió. Respondió y se volvió a tumbar sonriendo, me besó y dijo:​

  • Habrá que comer algo ¿no?​
  • ¿Más aún?​
  • Jajaja​
  • Sí, tendremos que reponer fuerzas​
  • Pues ya mismo traen la comida​
  • Ah​


Me extrañó ¿Había pedido servicio a la habitación? que nivel. Nos quedamos así unos minutos y entonces, llamaron a la puerta. Me sobresaltó pero Gema se levantó rápidamente y fue a la puerta. Me dio tiempo a decir:​

  • ¡¡Pero ponte algo!!​


Pero ella ni caso y abrió. La puerta no se veía desde la cama pero escuché como decía “entra, entra”. Me quedé de piedra, estaba totalmente desnuda sobre la cama y no supe reaccionar. Y entonces entró en la habitación Juan, sonriente y con un par de bolsas. Dijo:​

  • Menudo espectáculo​


Estaba tan sorprendida que no supe reaccionar. Gema lo besó y dijo:​

  • ¿Qué traes?​
  • Pues de todo un poco, pero como no os vistáis no respondo de mí ¿eh?​


Entonces se inclinó sobre la cama y me besó en los labios diciendo:​

  • Hola guapísima​


Seguía sin reaccionar ni cubrirme. Entonces Gema fue al baño y volvió rápidamente con unos albornoces y dijo:​

  • Anda, sí, mejor nos ponemos algo que si no, Juan no nos deja comer jajaja​


Me puse el albornoz mientras Juan sacaba la comida y Gema me dijo:​

  • G: Lo siento, ayer noche se me escapó que había quedado contigo y Juan me propuso apuntarse ¿Te molesta?​
  • M: ¿A… a… apuntarse?​
  • J: Marisa, sueño contigo desde aquella noche, no podía dejar pasar esta oportunidad jeje​


Lo miré aún estupefacta y entonces, Juan se me acercó, me apartó y el pelo y me besó, un beso largo y profundo, que me dejó sin respiración y el coño palpitante. Gema protestó:​

  • G: Dejad eso para después, que si no, nos liamos todos y ni descanso ni nada, y estoy muerta de hambre jajaja​


Y empezamos a comer, al principio estaba muy nerviosa pero Gema y Juan hablaban, bromeaban, y me relajé y reí con ellos. Y luego, al terminar, Gema y Juan me desnudaron, besaron, y me hicieron gozar de varios orgasmos. Y probé de nuevo la polla de Juan y la disfruté, y disfruté de él, de Gema, y nos follamos y nos corrimos… no sé cuanto tiempo fue pero aquello parecía no tener nunca fin. Cuando Juan se corrió por segunda vez, en nuestras caras, se tiró a la cama exhausto mientras Gema y yo nos besábamos compartiendo su semen. Luego, Gema se fue a la ducha mientras yo me quedaba admirando y acariciando el cuerpo perfecto de Juan.



Al poco, Gema salió secándose y se vistió, aquello se acababa pero era incapaz de moverme. Me tiró una toalla para que me limpiara y entonces dijo:​

  • Chicos, yo me tengo que ir, ha sido fantástico, que barbaridad, pero tengo otra cena esta noche. La habitación está pagada, os podéis quedar todo el tiempo que queráis.​


Se me acercó y me dijo al oído:​

  • Te dejo en “herencia” a Juan, a partir de ahora, es para ti si lo quieres​


Me miró y me guiñó un ojo. Nos dio un beso a cada uno y se fue sonriendo. Miré a Juan que me miraba con una amplia sonrisa. Le besé en la boca, luego en el cuello y fui bajando y lamiendo hasta meterme su polla en la boca, que rápidamente se endureció… y perdí de nuevo todo sentido del tiempo.



Llegué a casa casi a las nueve de la noche, Juan era incansable, ahora entendía a Gema. Tenía el coño y el culo doloridos pero estaba totalmente satisfecha. Juan se había corrido otras dos veces, una en mi culo y otra en mi boca, y era imposible que calculara la de veces que me había corrido yo. Que potencia y aguante tenía… menuda “herencia” había pillado. “Pienso hacer un buen uso de ella” pensé riéndome.



Antonio ya estaba en casa y protestó por las horas. Los niños igual y Dani me miró sonriente. Le sonreí y se rio mientras decía que fuera a cambiarme, que él empezaba a preparar la cena de los niños. Seguro que había interpretado correctamente mi cara de felicidad. Era un amor.



DANI

Esa tarde había estado hablando un poco con Marta, seguía mal y me dijo que seguramente no iba a ir en toda la semana. Le mandé mis apuntes, me lo agradeció y me ofrecí de nuevo para llevarle lo que necesitara al pueblo. Me lo agradeció de nuevo pero dijo que no hacía falta.



Durante la cena vi a una Marisa nerviosa y sonriente, demasiado. Terminamos de cenar y me fui a la cocina con ella mientras mi tío se quedaba viendo la tele. Marisa seguía claramente en una nube, tenía que haber sido algo tremendo el sexo con Gema. Cuando nos quedamos solos en la cocina, miró a la puerta, me dio un beso en la boca y dijo:​

  • Muchas gracias, Dani​
  • De nada, te veo muy bien jeje​
  • Jajaja​
  • ¿Cómo ha ido?​
  • Ufff, que barbaridad nene​
  • Jajaja​
  • Pero Gema… mmmm​
  • ¿Qué?​
  • Invitó a Juan sin decírmelo​
  • Ahhhh​
  • Y bueno, al principio solo nosotras dos y luego él llegó más tarde y…​
  • Ahora entiendo lo de “barbaridad” jajajaja​
  • Ufff, y luego se fue Gema y nos quedamos solos y él es… incansable jajaja​


Marisa estaba rebosante de felicidad, era tan evidente que hasta me preocupaba que mi tío se diera cuenta. Me acerqué a ella y le dije:​

  • Se te nota demasiado en la cara que te han follado bien, ten cuidado​
  • ¿Sí? (poniendo cara de susto)​
  • Sí, pero te entiendo, Gema dice que Juan es una maravilla en la cama​
  • Juan y ella, los dos, es que ha sido... (poniendo cara de alucinada y riendo nerviosa)​


La miré sonriendo. Entonces se me acercó y me dio un beso con lengua, largo y lento. Luego se separó y me dijo:​

  • Y el domingo contigo, para rematarme del todo jaja​
  • Pues ganas no me faltan de reventarte​
  • Jajaja, y a mí tampoco jajaja​


Cuando terminamos de limpiar la cocina, me fui directo a casa de Gema, a preguntarle. Me abrió Laura que me dijo que Gema ya se había ido a una cena hacía rato. Me quedé con ella y Sara charlando, Álvaro no estaba esa noche. Les pregunté:​

  • D: ¿Está enfadado Álvaro?​
  • L: No, un poco… mmm picado​
  • S: ¿Sigue enfadado porque follaste con Dani?​
  • L: No enfadado, diría que más bien… inseguro​
  • S: Jajaja, chica, es que vaya forma de follarte a éste​
  • D: ¿Este? mira que eres…​
  • L: Bueno ¿Y qué quiere que hiciera? Estaba cachonda, colocada y con ganas de follar, él tampoco se cortó nada contigo​
  • S: No, nada jajaja​
  • L: Lo que le pasa es que cree que me lo pasé mejor follando contigo que con él (mirándome seria)​
  • D: Ya, por eso dices lo de inseguro​
  • L: Sí​
  • S: Pues yo me lo pasé bien con él, no se puede quejar jaja​
  • L: Eso le dije pero nada, no se le quita de la cabeza​


Entonces Laura suspiró y dijo:​

  • L: Fue una locura pero que él lleva pidiendo algo así desde hace semanas ¿eh?​
  • D: Ya​
  • L: Y ahora que lo consigue, le entran las inseguridades, no hay quien lo entienda​
  • D: Imagino que, dentro de sus planes, no entraba que tú te follaras a otro​
  • L: Mmmm, pues algo había dicho, pero no sé, no es lo mismo hablar que verlo ¿no?​
  • S: Jajaja​
  • L: Quizás hubiera sido mejor haberte llevado al cuarto y hacerlo a solas​
  • S: Eso es peor, a mí eso me cabrearía mucho​
  • D: ¿Por?​
  • S: Porque se supone que es un juego entre todos, no un polvo “privado”​
  • L: Claro, tienes razón​


Y estuvimos debatiendo un rato más. Me sorprendía la naturalidad y tranquilidad de Laura hablando de la orgía. Al final, Sara dijo de irse a dormir:​

  • S: Te quedas ¿no?​
  • D: Vale ¿Te apuntas Laura?​


Lo dije de broma pero la mirada de cada una me sorprendieron. Laura de indiferencia, y Sara de cabreo:​

  • L: No, no más experimentos​
  • S: Pero serás…​
  • D: Era broma​
  • S: Claro, broma a ver si pica, que cabrón​
  • D: Nooo (Y fui a besarla y me empujó)​
  • S: Vete a la mierda​


Tuve que camelármela un rato para intentar echar el polvo. Luego, en la cama cuando empezamos a enrollarnos y desnudarnos, me dijo:​

  • No me ha gustado que la invitaras​
  • ¿Por qué?​
  • Te estás acostumbrado a tríos y cosas así y no me gusta​
  • Jajaja​
  • Conmigo tienes más que suficiente​
  • ¿A qué te refieres?​
  • Podríamos salir juntos ¿no?​
  • Ya salimos de vez en cuando​
  • Me refiero a salir, como pareja​


La miré serio y le dije:​

  • Ya sabes que…​
  • Joder, Dani, mejor que conmigo no vas a follar con nadie​
  • ¿Y?​
  • Que podríamos intentar…​
  • No, Sara, esto es solo sexo, lo sabes​
  • Vete a la mierda​
  • Sara​
  • Que te vayas, vete de mi cama​
  • Ahora te cabreas​
  • Vete a tomar por culo​
  • Pero…​
  • QUE TE VAYAS​


La miré, estaba cabreada. Me levanté y me vestí. Le dije:​

  • ¿A qué viene esto? Sabes que yo no quiero una relación y...​
  • VETE​


Me fui a mi casa y al acostarme me quedé pensando en lo raro y descontrolado que estaba todo, Marta sin aparecer, Marisa follando con otros, Gema que se iba, Sara y sus ganas de algo serio… todo muy revuelto.



SARA

“Es gilipollas, imbécil, idiota…” y seguí insultándolo gritando contra al almohada. Cuando me calmé me tumbé boca arriba mirando al techo. No entendía que me pasaba con él. Sí, el sexo era magnífico, eso lo tenía claro, pero es que me gustaba estar con él, hablar con él, tenerlo cerca de mí…



“Mierda, mierda, mierda, me he colgado de él” y apreté los dientes con rabia. Entonces me di cuenta de algo “Ahora que Gema se va vendrá más a mí para follar porque seguro que solo conmigo folla de puta madre ahora que no estará Gema” y sonreí. No me preocupaba si tenía otras guarras por ahí, ninguna sería tan buena en la cama como yo, lo tenía claro. Lo tendría un tiempo a pajas o guarras de esas, pero terminará por venir a por mí porque en el fondo sabe que solo conmigo puede tener un sexo tan bueno. “Al final vendrás y entonces serás mío, no tengas dudas, Dani, serás mío, solo mío”.



DANI

Al día siguiente fui a la facultad sabiendo que de nuevo no estaría Marta. Pero ese día solo estaba Charo. Estuve pensando si acercarme y preguntarle por Marta y el resto pero supuse que al fin Jorge había ido al pueblo a verla, y por eso él no estaba.



Esa tarde le envié de nuevo mis apuntes a Marta pero esta vez no me contestó. No me preocupó, pensé que andaría con Jorge o dormida, y yo tenía mi cabeza en otro tema, era mi despedida con Gema. Se lo habíamos ocultado a Sara porque queríamos estar los dos solos. Mi plan era sencillo, la llevaría a un buen restaurante donde la invitaría, luego saldríamos a bailar y luego, un buen polvo, pero tenía que ser algo especial, espectacular, para que se llevara un buen recuerdo de mí.



A la hora convenida llamó Gema a mi puerta. Abrí y me quedé sonriendo como un idiota, Gema iba espectacular, con un vestido muy ajustado, con la falda a medio muslo, un bonito escote y la espalda al aire. Y guapísima. No me podía creer que fuera nuestra última noche juntos. Me dolió pensar eso y ella lo notó y me abrazó y casi nos ponemos a llorar. Entonces ella me soltó y dijo:​

  • Nene, me vas a hacer llorar (con los ojos brillantes)​
  • Lo siento, es que he pensado…​
  • Yo he pensado lo mismo, nuestra última noche, me parece imposible pero… ufff, que te voy a echar de menos, tontín​


Y me volvió a abrazar temblando de emoción. Entonces se volvió a separar riendo y secándose las lágrimas y dijo:​

  • Mira, nuestra ventana​


Y miré por la ventana a la suya. Se acercó a mi ventana y dijo:​

  • Que suerte que estuviera rota esa persiana ¿eh?​
  • Ya te digo​
  • Y que suerte la mía de que fueras tú​
  • No, mi increíble suerte de tenerte de vecina​
  • No, nene, yo estaba hecha polvo esos días y tú…​


Y volvieron a caerle lágrimas por su mejillas. Ahora se las limpie yo y le dije:​

  • Yo también estaba fatal y conocerte… es de lo mejor que me ha pasado en la vida​
  • Jajaja​


Riéndose pero con las lágrimas cayéndoles por sus preciosas mejillas. Nos volvimos a abrazar y dijo:​

  • Anda, vámonos que no voy a parar de llorar si seguimos así​


Y salimos. La llevé al restaurante y no paramos de hablar, de recordar cosas, Gema tenía esa noche la lágrima fácil y no paraba de llorar cada dos por tres recordando cosas nuestras y yo tenía el corazón encogido. Pero nos lo pasamos muy bien. Le pedí no hablar de Marta para no estropearme la noche pero le conté lo de Sara y su intención de salir conmigo como pareja. Gema movió la cabeza diciendo que ya se imaginaba que Sara iría por ahí. Me dijo:​

  • Le vas a hacer daño​
  • No quiero eso pero tampoco salir con ella​
  • Ya pero ella no quiere ya solo sexo​
  • Pufff, pues yo no quiero salir con ella ¿Crees que hemos acabado?​
  • Mmmm no creo, intentará engancharte con el sexo​
  • Yo encantado de tener sexo, pero no va a conseguir que salgamos en serio​
  • Ya, pero ella creerá que puede convencerte​
  • Pues se equivoca, si no quiero nada con Marta para seguir con mi “libertad” ¿Cómo voy a querer acabar con Sara y sus tonterías? Ni de coña​


Hablamos un poco más de ella pero quise dejar pronto el tema, me ponía de mala leche pensar en ello. Terminamos de cenar y fuimos a bailar.



Y todo iba perfecto, con ella feliz bailando y morreándome cada dos por tres, la chica más atractiva del local. Y entonces vi algo que me dejó perplejo. A unos metros vi a una pareja bailando y metiéndose mano descaradamente. A la chica no la conocía pero él era Jorge. Gema notó que algo me pasaba y me preguntó:​

  • ¿Qué te pasa nene?​
  • ¿Ves a ese? Es el novio de Marta​


Gema miró y puso cara de “oh”. Entonces vimos como la pareja se morreaba mientras él le cogía el culo a la chica. De pronto sentí una rabia muy intensa dentro de mí y fui a por él. Jorge no me vio hasta que le empujé diciendo:​

  • ¿Qué mierda le estás haciendo a Marta?​


Jorge me miró sorprendido y no reaccionó. La chica nos miraba extrañada. Yo notaba como cada vez me cabreaba más pensando en ella enferma y él aprovechando para ponerle los cuernos. Le volví a empujar exigiendo explicaciones. Entonces llegaron Ale y Charo. Ale dijo:​

  • ¿Qué cojones haces?​
  • Le está poniendo los cuernos a Marta​
  • Han roto, gilipollas​


Me quedé estupefacto. Gema se puso a mi lado y me dijo:​

  • Déjalos​


Y tiró de mi. Me di la vuelta y entonces escuché a Ale decir:​

  • La puta canija seguro que se lo folló el sábado, ya te dije que era una zorra y esa iba a por este gilipollas​


Y Jorge respondiendo:​

  • Sí, una puta zorra​


Y de pronto lo vi todo negro. Me volví a girar y le pegué un puñetazo a Ale que lo derribé, y luego fui a por Jorge que reculó y ya no recuerdo más. Nos echaron del local y cuando me calmé tenía a Gema a mi lado, poniéndome una bolsa con hielo en un ojo. Miré a Gema y le dije:​

  • Perdona, he fastidiado la noche​
  • Nene, se merecían esos puñetazos jeje​
  • Es que no… no he podido… evitarlo, no sé, no…​
  • Chisstt, lo entiendo​
  • Es que han llamado a Marta…​
  • Ya lo sé​
  • Y ella no es…​
  • Lo sé, lo sé​


Me callé y luego dije:​

  • Lo siento, Gema, iba todo tan bien y he estropeado nuestra última noche​


Entonces Gema me besó y luego dijo:​

  • ¿Sigues pensando que no sientes nada por ella?​
  • Es que no sé…​
  • Rompieron ayer noche​
  • ¿Cómo lo sabes?​
  • Una chica me lo ha dicho cuando nos han echado​
  • ¿Charo?​
  • Sí, creo que sí​
  • Ah​
  • Y parece ser que el ex de Sara le ha comido la oreja diciendo que os acostasteis el sábado​
  • Eso no es verdad​
  • Lo sé, y Charo opina igual, pero esos dos… ese chico no es buena persona​
  • ¿Quién? ¿Jorge?​
  • No, el otro… se le nota rencoroso y envidioso, y Jorge estará deprimido​
  • Pues no se le notaba mucho viendo como le metía la lengua a la otra​
  • Ya, estaba borracho​
  • ¿Quién me ha pegado?​
  • No sé, creo que uno de la discoteca, no parabas de zarandear a Jorge y cuando te fue a separar, le intentaste pegar y él respondió...​
  • Ya ¿Le he pegado a Jorge?​
  • Un poco, pero no como al asqueroso que lo has dejado tumbado jeje​
  • Joder​


Nos quedamos callado y al rato le dije:​

  • Ha dejado al novio​
  • Sí​
  • Joder… ¿Por eso llevará toda la semana sin ir a clase?​
  • No sabía eso​
  • Sí, bueno, decía que era por no encontrarse bien y pensé que era por lo del estómago de la noche de la fiesta ¿Te acuerdas?​
  • Sí​
  • Se ve que estaban mal ¿no?​
  • Sí, nene. Y ahora ¿Qué piensas hacer?​
  • Nada​
  • ¿Nada? Está libre​
  • Pero yo no sé si quiero volver con ella​
  • Ayyy, nene… te tienes que decidir​
  • Lo tengo decidido, no quiero​
  • ¿Y si ella ha dejado a Jorge por ti?​
  • No creo, y si es así… me da igual, yo no sé si… mira, dejemos de hablar de Marta, ya me ha fastidiado bastante mi última noche contigo​
  • Anda, vamos a dar un paseo​


Y estuvimos andando un buen rato a pesar de la fría noche. Y Gema me contó que las decisiones no eran fáciles, que me entendía perfectamente, que ella también había pasado por eso pero ya había decidido y era feliz. Y que era muy consciente de todo lo que perdía, pero estaba feliz con su decisión. Y al final volvimos a mi casa, y nos acostamos y follamos, pero no fue como tenía planeado, un polvo espectacular y que la dejara muerta… no, no fue eso sino que fue un polvo íntimo y lento, con muchos besos, caricias…



A la mañana siguiente me disculpé con ella diciéndole que no era el sexo y noche loca que tenía pensada pero Gema me besó y dijo:​

  • Ha sido nuestro mejor polvo, me lo llevo como un gran recuerdo, pero el próximo será como tenías planeado, salvaje y me dejarás muerta jajaja​
  • ¿El próximo?​
  • Con Lily, cuando vengas a vernos​


Y se fue a su casa pero antes quedé con ella en que esa tarde la llevaría al aeropuerto.



En la facultad no vi a Jorge y Ale pero sí a Charo que se me acercó y dijo:​

  • Anda, no veas como tienes el ojo​
  • Ya​
  • Me dejaste sin polvo jeje, a Ale le dolía la mandíbula, lo dejaste fuera de combate​
  • Ya​
  • Pero me da igual, llevaba toda la noche cabreada con él, y tampoco es que los polvos con él sean gran cosa… Me gustó como defendiste a Marta​
  • Joder, es que lo que decía era mentira, no nos hemos acostado desde que rompimos​
  • Lo sé, y yo se lo decía a ellos, que Marta no… pero no me hacían caso​
  • ¿Cómo está Marta?​
  • Mal​
  • Ya​
  • Ve a verla​
  • ¿A su pueblo? No sé…​
  • Está aquí, en su casa​
  • Ah​
  • No ha venido esta semana porque ha estado mal de los nervios por este tema​
  • Ah​
  • Anda, ve a verla​
  • No sé, Charo, no pinto nada​
  • ¿Que no pintas nada? ja​


Se fue porque empezaban las clases. Intenté concentrarme pero no podía. Al final me fui para mi casa pero antes me desvié y me paré frente a la casa de Marta. Estuve casi diez minutos pensando si subir o no y entonces llamaron a la ventanilla del lado del acompañante de mi coche y vi a Marta. Abrí la ventanilla y dijo:​

  • Hola Dani ¿Qué haces aquí?​
  • Mmmm he venido a ver como estabas​
  • ¿Cómo sabías que estabas aquí?​
  • Me lo ha dicho Charo​


Se quedó mirándome y dijo:​

  • Me voy para el pueblo, mi padre está al llegar​
  • Ah, pues nada, me voy​
  • Espera​


Y entró en mi coche. Entonces me miró y abrió mucho los ojos y me tocó suavemente la zona del ojo diciendo:​

  • ¿Y esto?​
  • Nada, un accidente​
  • ¿Qué accidente?​
  • Nada, una tontería​
  • Ya… no me lo quieres contar​
  • No tiene importancia… ¿Cómo estás?​
  • Bien, mejor​
  • ¿Por qué has roto con Jorge?​
  • Te lo ha dicho Charo​
La miré sin responder. Marta suspiró y dijo:​

  • Me estaba engañando con él y haciéndole daño​
  • ¿Por qué?​
  • Él pensaba que yo lo quería pero no era así, lo he intentado pero…​
  • ¿Pero?​
  • No hago más que tomar malas decisiones, Dani​
  • ¿Crees que te has equivocado al romper con Jorge?​
  • No, de eso estoy segura​


Nos quedamos callados, ambos con la vista al frente, sin mirarnos y pensando. Entonces dijo:​

  • Esta semana mmm te has portado muy bien conmigo​
  • No he hecho nada​
  • Sí, te has preocupado a diario por mí, y me has ayudado con los apuntes​
  • Tú siempre estás dispuesta a dejarme tus apuntes, no podía hacer menos​


Nos volvimos a callar hasta que dijo:​

  • Dani… no sabes lo mal que me siento por todo lo que nos ha pasado​
  • Deja eso, lo pasado...​
  • No, no puedo dejar de pensar en eso… Lo siento muchísimo​


Entonces sonó su móvil y lo miró. Dijo:​

  • Mi padre​
  • Vale​
  • Hablamos el lunes ¿de acuerdo?​
  • Sí​
  • Gracias por venir​
  • Nada​
  • Y cuídate ese ojo, tiene muy mala pinta​
  • No es nada​


Entonces me dio un beso en la mejilla y salió del coche. La miré irse hacia otro coche aparcado cerca. Antes de entrar, me miró, sonrió y me saludó despidiéndose. Meneé la cabeza, no sabía que hacer con Marta, cuando creía estar seguro de pasar de ella, luego la veía y me entraban todas las dudas del mundo. Y ese beso… ¿Cómo era posible que me afectara tanto un simple beso en la mejilla?



MARTA

Me senté y escuché a mi padre charlar sin parar de esto y aquello mientras yo pensaba en lo serio que había estado Dani. Me había sorprendido mucho que estuviera allí, y hasta me había ilusionado pero no, nada de ilusión. Sabía lo de Jorge, y a pesar de eso, tan serio… Y Gema decía que no está enfadado, pues estaba equivocada, está claro. Pero había venido a verme, y había estado escribiéndome toda la semana, y se había preocupado por mí, y se había ofrecido a llevarme, y me había pasado sus apuntes a limpio, que yo sabía que nunca hacía eso… pero había estado muy seco, casi cortante… no lo entendía.



DANI

Esa tarde la despedida en casa de Gema estuvo llena de lloros de Gema, Sara (que no me habló) e incluso Laura. La llevé al aeropuerto y allí, al despedirnos, no pude evitar llorar, se iba de mi vida la persona más alegre y divertida que conocía, y sobre todo, mi mejor amiga. La iba a echar mucho de menos, sentía que era una gran pérdida para mí, terrible.



Cogí el coche y me dirigí a mi pueblo, sabía que iba a pasar un finde horrible entre lo de Gema y lo de Marta. Menos mal que con el trabajo desconectaría algo.​
 

43



MARISA

Me estaba terminando de maquillar cuando escuché a Antonio decirme impaciente:​

  • ¿Te queda mucho?​
  • No​
  • Que hemos quedado en media hora y hay tráfico​
  • Ya sé, ya voy​


Este finde estábamos sin niños y Antonio me había sorprendido con una cena con una pareja amiga suya. Era algo raro porque siempre salíamos solos. Me miré al espejo, no me había puesto nada provocativo, una falda larga hasta las rodillas, ajustada, y una blusa con botones, con casi todos abrochados excepto cerca de la garganta, lo mínimo para que se viera el collar y casi nada de canalillo. No conocía a la pareja y no quería parecer una buscona. Eso sí, llevaba mis medias y mis tacones, para luego en la cama calentar a Antonio. Terminé y salí. Dije:​

  • Y esa pareja ¿Quiénes son?​
  • Unos amigos​
  • ¿Del trabajo?​
  • No​
  • Ah ¿Entonces?​
  • De hace tiempo​
  • ¿Y cómo no los conozco?​
  • No ha coincidido​
  • Ah ¿Son de tu edad?​
  • No​
  • Joder Antonio, tengo que sacarte la información con sacacorchos​
  • De tu edad​
  • Ah​


Tenía curiosidad pero bueno, así al menos no sería yo la única en hablar, que con Antonio siempre era así. Salimos y cuando llegamos al restaurante, Antonio miró y dijo:​

  • Allí están​


Nos acercamos a una mesa y me sorprendió ver a una pareja atractiva y elegante. Él era bastante atractivo, no especialmente guapo pero sí tenía algo… me entró un cosquilleo. Puede ser que tuviera mi edad, sí, pero ella no, era mucho más joven y muy atractiva, una morena guapa de unos treinta años, con un buen par y un escote muy, muy sugerente.



Se levantaron cuando llegamos a su mesa y él se presentó:​

  • Hola, soy Luis y ella es Irene​


Me dieron dos besos cada uno. Él, al dármelos, me puso una mano en la espalda, por la parte baja, cerca del culo, demasiado cerca pero sin llegar. Me puso nerviosa. Me miró intensamente, de una forma que me puso aún más nerviosa. Antonio saludó a los dos, dándole la mano a él y dos besos a la chica. Nos sentamos y enseguida noté que Luis controlaba la situación a la perfección. Fue el que habló, contando anécdotas, historias… Irene casi no hablaba. Antonio reía nervioso. Era todo muy extraño. Les pregunté que de qué se conocían, desde cuando… pero me daban largas con respuestas vagas.



La cena fue bien, muy bien, me lo estaba pasando genial. Luego, tras tomarnos el postre, Luis dijo de ir a un sitio cercano a bailar. Allí bailé con Antonio y le pregunté de qué iba todo esto y él dijo que de nada, que íbamos a bailar un poco y luego irnos. También bailé con Luis, se mostró encantador todo el rato, no intentó nada raro, cosa que casi me desilusionó, Luis me ponía muchísimo porque reflejaba seguridad y aplomo. Intenté hablar con Irene varias veces y nada, incluso fui con ella al baño pero la chica era de pocas palabras.



Después de un rato, dijimos de cambiar de sitio y, en la calle, Luis dijo:​

  • Vamos a mi casa y tomamos allí algo​


Se me encendieron todas las luces de alerta. Miré a Antonio que dijo que sí, que bien. Luis dijo que ellos no habían traído coche y Antonio dijo que nosotros sí y que los llevábamos. Nos montamos todos en el coche, ellos detrás. Antonio condujo sin pedir dirección ni nada, conocía el sitio.



Al llegar vi que la zona era buena, Luis tenía que ser un tío con dinero. Nos llevaron a su casa que me pareció muy bien decorada y grande. Tenía unas bonitas vistas desde el salón. Luis nos preguntó por la bebida y la sirvió. Puso música y bebimos.



Yo miraba todo el rato a Antonio, a ver si veía señales de algo. Me temía que aquello era otro juego de Antonio ¿Una orgía con esa pareja? Desde luego eran atractivos, mucho. Luis charlaba sobre banalidades y Antonio participaba también, lo notaba claramente nervioso. Entonces Luis me miró y me dijo:​

  • ¿Quieres ver el resto de la casa?​
  • Mmmm vale​


Y se dirigió a una puerta donde me esperó. Miré a Antonio pero Luis dijo:​

  • Él ya la conoce, ven​


Volví a mirar a Antonio para ver qué decía y no hizo ningún gesto así que seguí a Luis. Me enseñó la cocina, un estudio, un par de dormitorios… todo muy elegante. Entonces llegamos al dormitorio principal, enorme. Y allí, Luis se me acercó, sin tocarme pero muy cerca, y pensé “Ya empezamos” y estaba deseándolo. Luis dijo:​

  • Antonio nos dijo que eras guapa, pero no esperaba que fueras tan atractiva​


No dije nada, solo lo miré. Luis siguió:​

  • Y dice que eres muy sumisa en la cama, que haces de todo y que te gusta que te insulte, que te humille ¿Es verdad?​


Me quedé pasmada “pero ¿Qué coño cuenta Antonio?” no supe reaccionar. Entonces Luis dijo de forma brusca:​

  • Contesta, zorra​


Me entró como una sacudida eléctrica por todo el cuerpo y noté como mi coño se humedecía. Le dije:​

  • Sí, es cierto​


Luis me miró a escasos centímetros. Notaba su aliento. Quería que me besara pero él no se movía, solo me miraba. Entonces dijo:​

  • Ven​


Se apartó y me sentí abandonaba. Luis se dirigió a una puerta y la abrió. Encendió la luz y entró. Lo seguí. Me quedé de nuevo pasmada. Era una habitación llena de juguetes sado, tiras, cadenas, látigos, un potro… Luis me miró buscando mi reacción. Luego dijo:​

  • ¿Qué te parece?​


Entré y me paseé por el sitio, mirándolo todo y notando como mis bragas se iban mojando. Le dije:​

  • Interesante​


Luis se rio y me dijo que me acercara a él. Me puse frente a él y me dijo:​

  • ¿Te gustó como el negro te follaba el culo?​


Pensé “Voy a matar a Antonio”. No dije nada y, de repente, Luis me dio un bofetón que por inesperado, me dejó tan sorprendida que ni me dolió. Lo miré con los ojos abiertos y dijo:​

  • Contesta, zorra​
  • Sí, me gustó​


Entonces, me acarició la mejilla que había recibido el bofetón y luego, pasó su pulgar por mis labios. Dijo:​

  • Antonio dice que te encanta chupar pollas ¿Es verdad?​
  • Sí​
  • Demuéstramelo​


Y me metió el dedo en la boca. Lo chupé con ansia, estaba súper cachonda. Luego, sacó el dedo y me quedé a la espera. Luis se separó de mí y se movió alrededor mía diciendo:​

  • Así que eres una zorra que le encanta chupar pollas, que la follen por el culo y que la insulten ¿no?​
  • Sí​
  • Tienes un buen culo, eso es verdad, muy follable​


Terminó de revisarme y se puso de nuevo delante mía. Empezó a desabrocharme botones pero se limitó a abrir un poco la blusa para dejar un buen escote. Me volvió a mirar y entonces, al fin, me besó, largamente, con lengua, de forma muy sucia, y me encantó, me derretía por ese hombre.



Pero terminó el beso y me dijo que saliéramos. Me llevé una decepción, quería que me atara, me azotara, me follara allí, pero no dije nada y salí. Él apagó las luces y cerró la habitación. Entonces, dijo de volver al salón. Volvimos y allí me encontré a Antonio con los pantalones bajados y a Irene de rodillas ante él, sin el vestido y sin sujetador, solo con unas medias y un culotte, chupándole la polla a Antonio con muchas ganas.



Pensé “Así que aquí es donde vienes los domingos por la tarde… la chica es muy atractiva, no me extraña”. Irene ni se inmutó al entrar nosotros al salón. Antonio sí me miró pero no dijo nada.



Luis se situó detrás mío y me agarró por el cuello. Luego, fue desabrochándome más botones hasta dejar la blusa abierta. Me acarició el vientre con delicadeza para luego agarrarme un pecho fuertemente, este hombre pasaba de la delicadeza a la rudeza de repente, y eso me ponía aún más. Luis dijo en alto:​

  • Irene es una experta chupa pollas ¿Ves como se la chupa a Antonio?​
  • Sí​
  • ¿Tú la chupas así o peor?​
  • Mejor​
  • Jajaja ¿Has escuchado Irene? Dice que la chupa mejor que tú​


Irene no paró, la mamada a Antonio era intensa. Le acariciaba los huevos con una mano mientras con la otra lo pajeaba. Era muy buena, eso era indudable. Entonces, sin poder ya aguantar más, dirigí mis manos hacia atrás, hacia su paquete, necesitaba tocarlo. Luis me sujetó las manos a la espalda con una mano mientras que con la otra, me apretó fuerte el cuello. Dijo:​

  • No seas zorra, aún no, me la tocarás cuando yo te lo ordene ¿Entendido?​
  • Sí​
  • Así que crees que la chupas mejor ¿eh?​
  • Sí​
  • En unos minutos comprobaré si de verdad eres mejor o no, pero antes... IRENE, VEN​


Irene dejó inmediatamente de chupar y se levantó, dejando a Antonio totalmente empalmado y mirando como se iba. Irene se situó frente a mí, muy cerca. Luis le preguntó:​

  • ¿Te gusta Marisa?​
  • Sí, amo​
  • ¿Te la quieres follar?​
  • Sí, amo​
  • Bésala​


E Irene me besó. Noté su lengua intentando entrar en mi boca. La abrí y busqué su lengua con la mía, nos enlazamos en un beso húmedo y largo. Vi como Antonio se movía para vernos mejor. Irene acabó el beso que me dejó con ganas de más. Miró a Luis y preguntó:​

  • ¿Puedo tocarla, amo?​
  • Sí​


Irene me cogió las tetas y me las apretó, y luego me las sacó del sujetador para pellizcar mis pezones. Gemí y ella me volvió a besar, sin parar de jugar con mis pezones. Quería tocarla pero Luis no me lo permitía, sujetando con firmeza mis manos a mi espalda. Irene terminó el beso y comenzó a chuparme los pezones. Gemí de nuevo, la chica besaba y chupaba de muerte. Entonces Luis dijo:​

  • Quítale la falda​
  • Sí, amo​


Irene me desabrochó la falda y me la quitó, se agachó para sacármela por los pies. Luego se incorporó y miró a Luis que dijo:​

  • ¿Cómo tiene las bragas?​


Irene pasó sus dedos por mis bragas, con lentitud pero sin parar. Entonces dijo:​

  • Mojadas, amo​
  • ¿Mucho?​
  • Sí, amo​
  • La zorrita está cachonda, mételes unos dedos a ver como lo tiene ¿no?​


Irene obedeció de inmediato y noté sus dedos dentro de mí. Gemí y temblé, me estaban matando. Irene movía sus dedos y yo me derretía. Entonces Luis dijo:​

  • Cómeselo​
  • Sí, amo​


Irene se arrodilló, me bajó las bragas, me las quitó y comenzó a lamerme el coño. Lancé un gran gemido al notar su lengua, y me revolví intentando zafarme porque quería apretar su boca contra mi coño pero Luis pero retenía mis manos. Irene sabía lo que hacía y no tardé nada en correrme en su boca. Luis tuvo que sujetarme porque no me sostenían mis piernas.



Cerré los ojos intentando recuperarme. Al abrirlos, vi a Irene aún arrodillada ante mí, esperando, y a Antonio a unos metros, pajeándose lentamente. Luis me liberó y me dijo:​

  • Desnúdate​


Me quité la blusa y el sujetador, quedándome solo con las medias y los tacones. Luis me observó detenidamente desde atrás. Me dijo que me girara y obedecí. Y vi en su mirada deseo y otra ráfaga eléctrica me recorrió el cuerpo, necesitaba que me follara ya. Pero él dijo:​

  • Irene está cachonda, muy cachonda ¿Verdad?​
  • Sí, amo​
  • Fóllatela, Marisa​


Miré a Irene que seguía en el suelo. Le di la mano, se levantó y la besé, un beso sonoro, con mucha lengua por fuera, que vieran como nos entrecruzábamos las lenguas. Luego, le comí las tetas, unas enormes tetas, con pezones duros como piedras. La llevé al sofá, la tumbé y le quité el culotte. Tenía un coño perfectamente depilado. Me incliné sobre Irene, asegurándome que Luis tenía una visión completa de mi culo en pompa, y le comí el coño con ansia mientras le metía dos y tres dedos. Era cierto que estaba cachonda, no tardó nada en correrse. Entonces me incorporé y miré a Luis. Me notaba la boca y la barbilla húmeda por los flujos de Irene pero no me limpié.



Luis me observó unos segundos. Escuchaba a Irene jadear, recuperándose de su orgasmo, y el ruido de la mano de Antonio en su polla, pero no lo miré, solo miraba a Luis. Y vi como marcaba claramente su erección dentro de su pantalón. Entonces me llamó y fui hacia él. Me detuve a escasos centímetros y Luis me miró intensamente. Me besó en los labios, tiernamente, y luego me metió su lengua en mi boca. Rápidamente la busqué con la mía.



De repente, Luis me agarró fuertemente el culo y una teta, haciéndome algo de daño. Me quejé con un gemido pero seguí con el beso. Cuando terminó con el beso, dijo:​

  • Ahora muéstrame lo bien que la chupas​


Me arrodillé, le abrí el pantalón, la cremallera y saqué una polla gordísima, no muy grande pero sí gruesa, y muy dura. Me encantó. Lo miré desde abajo y le sonreí. El asintió satisfecho y la engullí como pude, era tan gruesa que me costaba más que la de Antonio. Y mientras se la chupaba, Luis dijo:​

  • Y tú fóllate a Irene, que ya sabes que para ella un solo orgasmo no es nada​


Escuché ruidos de Antonio e Irene pero como si fuera en otro lado, estaba totalmente concentrada en esa polla. No sé cuanto rato estuve chupándosela pero, de pronto, Luis me agarró por los pelos y tiró de mí hacia atrás para sacarme su polla de mi boca. Protesté pero él dijo:​

  • Para, que te quiero follar y como sigas así, me voy a correr​


Me levantó y entonces vi a Irene a cuatro patas sobre el sofá y a Antonio detrás de ella, follándosela mientras ella gemía. Inmediatamente quise ponerme igual y que Luis me follara pero él dijo:​

  • Vamos a la habitación​


Y se dirigió allí. Fui detrás suya y al llegar, me dijo que me tumbara en la cama y me tocara, mientras él se desnudaba lentamente. Le hice caso, me tumbé, abrí mis piernas y me masturbé para él, deleitándome en su cuerpo, maduro pero sin grasa y musculado, con unos brazos gruesos por los músculos y unas piernas iguales, estaba buenísimo desnudo. Se puso un condón y vino a mí. Me penetró lentamente y sentí que me llenaba completamente. Perdí la noción de todo, tanto que me sorprendió cuando noté que Irene me besaba, ella y Antonio habían llegado en algún momento y ni me había enterado.



Luis y Antonio nos follaron un buen rato, Luis a mí y Antonio a Irene. Y nos dieron por el culo. La polla de Luis era tan gruesa que pensé que me partía en dos pero no quería que parara.



No sé cuanto tiempo estuvimos ni la de veces que me corrí pero acabé muerta sobre la cama. Después de un buen rato descansando los cuatro, Antonio dijo:​

  • Nos vamos a ir ya​


Pero Luis dijo:​

  • L: Te vas tú, Marisa se queda​
  • A: ¿Qué?​
  • L: Que no he acabado con ella​


Levanté la vista y vi a un Antonio desconcertado. Entonces dijo:​

  • A: Eso no era lo acordado​
  • L: Ha cambiado el acuerdo​
  • A: Una mierda, Marisa, vístete que nos vamos​
  • L: No se va​
  • A: Que te vistas, coño​
  • L: Marisa ¿Te quieres ir? Creo que aún no hemos acabado ¿Verdad?​


Y entonces miró hacia la puerta de la habitación sado. Me estremecí y no pude decir nada ni moverme. Antonio insistió:​

  • A: Otro día venimos y te la follas, pero ya es tarde, nos vamos​
  • L: ¿Marisa?​


Miré a Luis y dije:​

  • M: Me quedo​
  • A: ¿Qué?​
  • M: Que me quedo​


Sabía que era un error, que aquello tendría repercusiones, pero no lo podía evitar, con la mirada de Luis había pasado inmediatamente de un estado de cansancio total a estar de nuevo excitada y cachonda. Antonio me miró sorprendido y dijo:​

  • A: Me cago en la puta, Marisa, que te vistas de una puta vez​
  • M: No​


Antonio nos miró a todos, miró a Irene y entonces dijo:​

  • A: De acuerdo, pues también me quedo​
  • L: No, te vas​
  • A: Una mierda​


Entonces, Luis se llevó fuera a Antonio. Miré a Irene que sonreía. Al poco regresaron. Antonio se vistió y se fue, sin mirarme ni decir nada más. Escuché la puerta de la calle cerrarse. Entonces Irene dijo:​

  • I: ¿Qué le has prometido?​
  • L: Follar contigo a solas una tarde, claro​
  • I: Pufff​


Irene puso cara de asco y Luis se rio. Me miró y dijo:​

  • L: A Irene le da asco tu Antonio, a pesar de correrse con él sin parar​
  • I: Tiene una buena polla y sabe follar, no lo niego, pero babea al besar y está muy gordo y viejo, me aplasta cuando me folla encima​
  • L: Pero te lo follarás​
  • I: Claro, si me lo ordenas, lo haré, como siempre​


Mientras ellos hablaban, los miré sorprendida, con qué naturalidad hablaban de follarse a mi pareja. Luis, al verme desconcertada, dijo:​

  • L: mmm creo que Marisa no sabía lo de nuestros juegos con Antonio​
  • I: No es tonta, seguro que ya se imaginaba algo​
  • M: Sí, bueno, sabía que se veía con alguien los domingos por la tarde pero no sabía con quien​
  • L: ¿Los domingos? Pues esos días con nosotros no, Irene siempre está con su novio los fines de semana, solo hacemos estas cosas entre semana, algunas tardes, hoy es una excepción porque el novio está de viaje​


Los miré aún más sorprendida ¿Novio? ¿entre semana? Dije:​

  • M: ¿No sois pareja?​
  • L: No, jajaja, ella es mi sumisa​
  • I: Él es mi amo​
  • M: Y tu novio ¿Lo sabe?​
  • I: Noooo jajaja, se moriría si supiera las cosas que hago aquí jajaja​


Luis me miraba con atención y dijo:​

  • L: Creo que tú y Antonio vais a tener que hablar ¿no?​
  • M: Eso parece​
  • L: Estás descubriendo cosas nuevas de él ¿verdad?​
  • M: Sí​
  • L: Pero me parece que tú no eres una santa, Antonio ya me contó como eras en la cama y se quedaba corto, eres magnífica, pero decía que no te iban las chicas y, bueno, esa forma de follarte a Irene no es de una novata ¿verdad Irene?​
  • I: Ni mucho menos jeje​
  • M: Bueno, algún secretito tengo, claro​
  • L: Jajaja​


Entonces se dirigió a la puerta diciendo que fuéramos. Nos levantamos de la cama y entramos en la habitación. Cerró la puerta y dijo:​

  • L: Antonio no me contó nada de que te gustaran los azotes pero creo que sí, que te gustan​
  • M: Mmmm puede​
  • L: ¿Quién te azotaba?​


Lo miré indecisa. Los dos esperaban mi respuesta y dije:​

  • M: Un amigo​
  • L: Ajá ¿Cuándo?​


Dudé y entonces él dijo:​

  • L: Aquí mando yo y vosotras obedecéis, si pregunto, se me contesta ¿Entiendes?​
  • I: Sí, amo​
  • M: Sí​
  • L: ¿Sí qué?​
  • M: Sí, amo​
  • L: ¿Entonces?​


Seguí dudando. Luis me miró y pensé que me iba a abofetear por desobedecer pero dijo:​

  • L: Lo que pasa y se dice aquí, aquí se queda, no tengas miedo​


Miré a Irene que me animó a hablar con un gesto. Dije:​

  • M: Desde hace unos meses​
  • L: ¿Y desde cuando follas con chicas?​
  • M: Desde hace unas semanas​
  • L: Y Antonio no sabe nada ¿no?​
  • M: No​
  • L: Bien, por nosotros no lo sabrá, tranquila​


Que locura, no entendía como podía haberle contado eso… bueno, es que todo era una locura, el hecho de estar aquí con ellos habiendo echado a Antonio… estaba loca pero no lo podía evitar. Vi como Luis le hacía un gesto a Irene que se iba a un armario y volvía con algunas cosas. Me puso un collar con argolla y unas pulseras parecidas en las muñecas y en los tobillos. Al terminar, Irene preguntó:​

  • I: ¿Yo también, amo?​
  • L: Claro​


Irene se puso lo mismo y luego esperamos. Notaba esa excitación sin parangón antes de recibir los azotes pero esta vez mucho más acentuado. Luis fue al armario y señaló los látigos. Me preguntó:​

  • L: ¿Hay algo que no quieras?​
  • M: No, amo​
  • L: ¿Seguro?​
  • M: Seguro, amo​
  • L: ¿Dónde te gusta recibir los azotes?​
  • M: Donde quieras, amo​
  • L: Por ejemplo, a Irene no le gusta en las tetas ¿Verdad cariño?​
  • I: Así es, amo,se me marcan demasiado las señales y luego a ver como lo explico​
  • M: A mí no me importa, amo​
  • L: ¿En el coño?​


Me estremecí, eso no lo había probado pero dije:​

  • M: Como tú quieras, amo​


Luis sonrió y dijo:​

  • L: Bien, pues vamos a probar primero con Irene, para que lo veas… Irene, ponte en posición​


Irene se situó delante de unas cadenas. Luis se las sujetó a las muñecas y tiró hacia arriba, dejándola con los brazos en alto. Entonces cogió una fusta y empezó…



Me desperté sola en la cama, confundida hasta recordar donde estaba. Me levanté y vi las marcas en mi cuerpo, y recordé la intensidad de la noche pasada en esa habitación. Me parecía increíble haberme corrido de esa forma tras el sexo que había tenido un rato antes en esa cama, pero en esa habitación había sido una bestialidad, los orgasmos, el dolor, las lágrimas, el placer… sacudí la cabeza y me levanté. Me dolía todo el cuerpo, todo, pero estaba realmente satisfecha y contenta. Busqué mi ropa pero no la vi. Entonces recordé que me había desnudado en salón así que salí a buscarla.



Me encontré a Luis sentado en el sofá, leyendo algo en el móvil con un café en la mano. Que atractivo era. Al verme, se levantó y me acarició el cuerpo, siguiendo las líneas marcadas en él. Me besó tiernamente y dijo:​

  • Estás preciosa, menuda visión tan espectacular jeje​


Lo miré algo turbada y avergonzada. Le pregunté por mi ropa y dijo que Irene la había dejado sobre una silla. Miré y allí estaba, en un perfecto montoncito ordenado. Le pregunté por Irene y me dijo que se había ido hacía rato. Luis me seguía acariciando y noté que me excitaba. Y él también a juzgar por sus pantalones, pero le dije:​

  • Me tengo que ir​
  • Ya​
  • Me voy a vestir​
  • Tengo un plan mejor, ven, vamos a ducharnos​


Y lo seguí, y follamos de nuevo en la ducha y en su cama. No me lo podía creer, a ese hombre lo conocía desde hacía menos de veinticuatro horas y ya me había follado no sé cuantas veces y azotado mucho más duro que Dani, y quería más.



Tras ese polvo, me vestí y él me dijo de desayunar pero yo ya estaba pensando en Antonio, en lo que iba a pasar, y no tenía ganas de comer nada. Me terminé de vestir y cuando iba a salir, Luis me dijo:​

  • Te espera abajo un taxi pagado​
  • Ah, gracias​
  • Quiero volver a verte​
  • No sé, Luis, todo esto es…​
  • ¿No quieres?​


Claro que quería pero, en ese momento, mi preocupación era Antonio. Luis pareció leerme el pensamiento y dijo:​

  • Háblalo con Antonio, tenéis muchos secretos, eso no es bueno, sed sinceros y a ver que pasa​
  • Pasará que me echará de casa​
  • No creo, ya te digo que él no es un santo​
  • Ya​
  • Te lo digo en serio, Marisa, me has dejado asombrado, eres preciosa, atractiva y una fiera, quiero volver a follarte y a meterte en el cuarto​


Lo miré indecisa. Él se me acercó y lo besé. Entonces le di mi móvil pero le dije:​

  • No sé si nos veremos​
  • Sí, sabes que sí​
  • No lo sé, Luis​
  • Yo sí lo sé​


Y me fui. Al llegar a casa me esperaba un Antonio enfadado. Discutimos. Le dije que sabía de sus cuernos, que estaba claro que ayer me dejó para seguir follándose a Irene otro día, que no se las diera de víctima, y que sabía que tenía más amantes. Y le dije que si quería me iba, cogía las cosas de los niños y me iba. Y aquí vi que se acojonaba. Me dijo que eso no pero que ese día estaba muy enfadado y que dejáramos la discusión que íbamos a decir barbaridades. Increíblemente, se apaciguó con mi amenaza de irnos, me sorprendió.



Y de esa fuerte discusión de quince minutos, pasamos a una tranquilidad rutinaria, pasando un domingo como otro cualquiera. Eso sí, ese domingo no se fue, se quedó en casa.



Por la tarde, hablé con Dani, que ese domingo no íbamos a poder quedar porque Antonio estaba en casa, era la verdad pero, a la vez, me venía genial porque estaba totalmente cansada, no podía con más sexo. No le quise contar nada más.



DANI

Llegué a la casa muy cansado y fastidiado. Había pasado un mal fin de semana, cansado por el trabajo físico y cansado por no haber parado de darle vueltas a la cabeza con lo de Marta. Encima, Marisa había cancelado el polvo y eso me jodía, necesitaba eso para relajarme y dejar de pensar.



Me eché en la cama. Llamé a Gema para que me contara su primer finde en pareja. Me vino muy bien escucharla, con su alegría extrovertida, contando de todo entre risas, con Lily partida de risa y súper contenta. Como me alegraba por ellas.



Estuvimos mucho rato hablando en video. Incluso metimos a Sonia y Fran y hablamos los cinco. Fueron unas horas muy entretenidas, los cinco juntos, como en el verano pero esta vez separados por kilómetros.



Y al final, sacaron el tema de Marta, y les dije que tenía mucho lío en la cabeza con ese tema. Entonces Sonia dijo.​

  • S: Ella ha dado un nuevo paso, ha dejado al novio, ahora está esperando tu paso, pero si tardas en darlo, te aseguro que esa chica no se va a quedar esperando eternamente, te lo dirá​
  • D: Pues entonces espero ¿no?​
  • G, L y F: Noooooo​
  • S: Ya has escuchado, no esperes, ahora te toca a ti dar el paso, dile lo que sientes​
  • D: Pero yo estoy bien, con mis líos, sin ataduras​
  • F: Yo era como tú​
  • G: Y yo​
  • F: Y mira, te entiendo pero era así mientras no conocí a mi amor verdadero​
  • G: Eso, eso… como yo​
  • L: Ayyyy, cariño​
  • F: Me costó un montón darme cuenta, pero me ayudaron y, jamás he sido más feliz, jamás​
  • S: A todos nos cuesta abrirnos, Dani, pero es que ya va siendo hora, es que lleváis meses así​
  • D: Ya​
  • S: Sí, ahora no tienes ataduras, si quieres echar un polvo, llamas a Sara o a quien sea, y eso es genial ¿verdad?​
  • D: Eso es​
  • S: Pero esos polvos ¿Te llenan como los que tenías con Marta? es más ¿te llenan tanto como hablar con ella, como verla, como que te sonría?​
  • D: Ufff​
  • S: Contesta​
  • D: No lo sé, Sonia​
  • S: Sí, lo sabes pero ¿Te digo una cosa?​
  • D: No, dime​
  • S: La ruptura que tuviste con tu ex te ha afectado muchísimo​
  • D: Bueno, claro, no me la esperaba y…​
  • S: Y ahora tienes pánico a volver a confiar en alguien y que te haga lo mismo​
  • D: Noo, jeje, pánico no​
  • S: ¿No? ¿Seguro?​
  • D: Uff, es que…​
  • S: Sé que eres un chico sensible y no quieres volver a pasar por eso pero ¿Vas a dejar pasar a una chica que te hace temblar al verla sonreír porque te da miedo que rompa contigo?​
  • D: Pero es que ella.. ella me dejó, no tengo miedo a que ella me deje porque ya lo hizo, os recuerdo que rompió totalmente conmigo sin ningún problema​
  • G: Ayyy, Dani… sin ningún problema no, eso lo puedes tener muy claro​
  • S: Bueno, vale, Dani, no tienes miedo a que ella rompa contigo, eres un machote y no tienes miedo a eso​
  • D: Tampoco es eso​
  • S: Un machote al que no le dan miedo las rupturas, vale, créetelo aunque aquí nadie se lo crea​
  • D: Como eres jeje​
  • S: Pero un machote al que le da miedo otra cosa​
  • D: A ver que cosa me da miedo​
  • S: Miedo a ¿Qué puede pasar si te abres a ella y te dice que no? No, no, espera, no contestes, te lo digo yo, te dolerá su rechazo pero, a la vez, será un alivio ¿Verdad?​
  • D: No sé si alivio…​
  • G: No te va a decir que no, te lo aseguro, habla con ella, está coladita por ti​
  • D: No creo...​
  • S: Pongamos que Gema no tiene razón y Marta no quiere nada contigo ¿Qué te va a pasar por intentarlo? un chasco pero entonces sí que pasarás página.​
  • D: Mmmm​
  • S: Pero supongamos que Gema tiene razón y Marta te dice que sí ¿Qué problema tendrías? ¿Tienes miedo a durar poco con ella? Es decir, que al mes te aburras ¿no? ¿eso te pasa? porque claro, ahora tienes tus líos variados, tríos, alguna orgía… todo fantástico, lo mismo crees que te aburrirás del sexo con la misma chica ¿eso piensas?​
  • D: Por ejemplo, o que ella me deje de nuevo​
  • S: ¿Ves? Te da miedo la ruptura​
  • D: Jo, me estáis agobiando​
  • S: No, te estamos ayudando a que pienses sin ese miedo que le tienes a esa chica​
  • D: Es que…​
  • S: No sé si puede pasar que tú te aburras, que ella se aburra, que ella no quiera nada… no lo sé, Dani, pero compruébalo, te sorprenderás lo bien que sienta dar el paso ¿Es mejor comprobarlo o pensar siempre que quizás has dejado pasar al amor de tu vida?​
  • F: Dani, échale huevos, cojones, déjate ya de tanta indecisión​
  • S: Nene, que bruto eres, pero sí, tienes razón, échale… valor Dani​
  • L: Dani, no sabes lo que me costó declararme a Gema, me he tirado meses dándole vueltas, temiendo que ella me rechazara y perderla definitivamente porque sé que ella no quería una relación seria, pero míranos, se pasa muy mal pero la recompensa merece la pena​


Y Gema le dio un beso y se abrazaron… vaya dos tortolitas. Sonia dijo:​

  • S: Ninguno de aquí lo hemos tenido fácil y nos costó la vida decidirnos, y eso que ahora lo pensamos y nos parece increíble que dudáramos tanto pero así somos ante el amor, indecisos, inseguros… por eso escucha la voz de la experiencia, lánzate, no vamos a dejar que te caigas, tienes red de seguridad, nos tienes a nosotros​
  • G: Eso, eso, siempre nos tendrás a nosotros​
  • F: Sí, tío, no te vamos a dejar caer, tranquilo​
  • L: Eso te lo aseguramos, nene​
  • D: Joe, que me vais a hacer llorar​
  • G: Nosotras ya estamos llorando, nene​
  • L: Síííí​


Las dos con lágrimas corriéndoles por sus mejillas. Y Sonia, levantándose. Fran sonrió y dijo:​

  • F: Sonia nunca llora, es que le ha entrado algo en el ojo​
  • S: Idiota (desde lejos)​


Y tuve que apartarme de la cámara, al final, estaba llorando como una magdalena, me llegaba al alma la preocupación de mis amigos. Cuando nos calmamos, Sonia dijo:​

  • S: Dani, piénsatelo con calma, te decimos estas cosas porque somos tus amigos y nos preocupamos mucho por ti​
  • F: Sí, ni te imaginas la de veces que hablamos de ti y como ayudarte​
  • D: Joe​
  • G: Porque te queremos, Dani​
  • L: Te queremos​
  • S: Sí, te queremos​
  • F: Los machotes no nos queremos, pero tú me entiendes jeje​
  • D: Jajaja, también os quiero, muchas gracias por preocuparos por mí​


Nos despedimos y me quedé hecho polvo, no podía creerme que los cuatro se tomaran tan en serio mis problemas de amores, y que me apoyaran tanto. Y no sabía que había hecho para merecer algo así pero me sentía muy afortunado.



GEMA

Al terminar la video, miré a Lily y le dije:​

  • G: Me preocupa Dani​
  • L: Ya, se le ve muy triste​
  • G: Sí, está muy perdido​
  • L: No sé a qué espera para decidirse​
  • G: Espera​


Y volví a llamar a Sonia. Se puso y dijo:​

  • S: Me llamas por Dani​
  • G: Sí, mierda, pero que lista eres jeje​
  • S: No, es que de eso estábamos hablando Fran y yo, que está muy mal, se le nota muy afectado​
  • G: Ya, nena ¿Qué hacemos?​
  • S: Ufff, es que ya no sé como decirle que está enamorado, es muy cabezón​
  • G: Lo sé, a nosotras nos pasa lo mismo, no sabemos como hacérselo ver​
  • F: Dejad al chico, se dará cuenta, miradme a mí, me di cuenta solito​
  • S: Te diste cuenta gracias a mi hermana​
  • F: Tu hermana fue una cabrona, a punto estuve de liarme con ella jajaja​
  • S: Y te mato​
  • F: Jajaja pero es cierto, el paso lo di gracias a tu hermana, sabía dentro de mí que estaba enamorado de ti pero hasta que ella no me hizo enfrentarme a la realidad no reuní el valor para confesarte lo mucho que te quería, lo admito​
  • G: Entonces ¿llamamos a tu hermana? jajaja​
  • S: Tonta​
  • L: Jajaja​
  • F: Jajaja​
  • S: Pero algo así tenemos que hacer, dejadme que lo piense​
  • G: Genial, confiamos en ti, que algo habrás pillado de los genes de tu hermana para estas cosas jajajaja​
  • S: Que idiota eres​
  • F: Jajaja​
  • L: Jajaja​
  • S: Estás segura que esa chica lo quiere de verdad ¿No, Gema?​
  • G: Claro, lloraba sin parar diciéndolo​
  • S: Que ya el colmo sería empujarlo hacia ella y que lo rechace​
  • G: No, no lo va a rechazar, ya ha roto con el novio y ahora es el turno de Dani para decirle que la quiere​
  • L: Me siento como en una conjura jiji​
  • F: Somos la conjura del amor jajajaja​
  • S: Que tontos​
  • G: Jajaja​
  • S: Bueno, vamos a hacer esto, Gema tú...​
 

44



DANI

Miré el reloj, las tres y no conseguía dormir dándole vueltas a la cabeza. Estaba muy nervioso y no podía parar de pensar en la conversación con mis amigos sobre Marta. Ellos parecían muy seguros, sí, pero yo no. Vale, podía creerme que Marta quisiera algo conmigo, y yo tenía claro que también quería algo con ella, los dos nos atraíamos pero Marta no era una chica para follar y ya está, eso también lo tenía claro. Y no era porque fuera mala en la cama, al revés, era increíble, se había soltado mucho en los últimos polvos mostrándose ardiente y dispuesta a todo. Otra cosa era si de verdad le gustaba o no, pero bueno, ella casi se había enfadado conmigo cuando me disculpé por eso. Lo que sí tenía claro era que Marta era una chica de pareja.



“Ufff, no puedo más, tengo que dormir”. Me levanté y fui al baño. Y luego pensé en tomarme algo y recordé que Marisa siempre tenía tila o algo así para calmar los nervios. Fui a su cocina y me sorprendió ver la luz encendida. Entré y vi a Marisa con una taza en la mano. Nos miramos sorprendidos y ella dijo:​

  • ¿Te pasa algo?​
  • No puedo dormir​
  • Yo tampoco​
  • ¿Qué tomas?​
  • Esto (enseñándome una bolsita de tila)​
  • Me voy a tomar lo mismo​


Y me preparé agua caliente. Luego, me senté frente a ella y me dijo:​

  • ¿Qué te preocupa?​


Y se lo conté todo. Marisa me escuchó y dijo:​

  • Pero ¿Sería como pareja?​
  • Sí, ella no es de ser folla amiga y no sé si a mí me gustaría tenerla solo de eso o algo más​
  • Mmmmm creo que deberías intentarlo​
  • ¿Sí?​
  • Sí, está claro que sientes algo por ella, nunca te he visto así por nadie, solo te vi tan bajo de ánimo cuando rompiste con tu ex​
  • Ya​
  • Prueba a ver como va, peor que estás ahora no creo que estés si finalmente no quiere algo ¿no?​
  • Ya pero si me junto con ella, nosotros…​
  • No follaremos, lo sé, pero Dani, no me gusta verte así​


Y me acarició la cara con suavidad. Entonces le dije:​

  • ¿Y a ti qué te pasa?​


Marisa miró a la puerta y dijo:​

  • Ven​


Me levanté y me puse a su lado. Entonces, ella salió al pasillo y se quedó mirando hacia dentro. Me dijo:​

  • Si tu tío se levanta, siempre enciende la luz, así lo vemos​
  • Ah​
  • Ven, acércate más​


Me pegué a ella y me contó al oído su “aventura” del sábado noche. Me quedé alucinado. Al terminar, se levantó el pijama y me enseñó las tetas. Me asombró ver las marcas. Marisa suspiró y siguió hablando en susurros junto a mi oído:​

  • Fue muy bestia​
  • Ya veo ¿Por qué no lo paraste?​
  • Porque me gustaba, disfruté mucho pero…​
  • Pero ¿Qué?​
  • Esto no es normal, Dani​
  • ¿Que te guste eso?​
  • La verdad es que no sé si estoy mal de la cabeza por gustarme que me azoten así pero me refería a lo de tu tío​
  • No sé si te estoy entendiendo​
  • Que me dejó allí con otro, casi sin protestar porque el otro le había prometido follarse a otra, y esta tarde, casi ni ha discutido… le da igual que otro me folle mientras le haga la cena y se pueda follar a otra, es que alucino​
  • Ya veo​
  • Y él con sus líos por ahí… y yo con los míos… es que… joder… esto no es normal, para nada…​


Se calló y nos miramos. Luego dijo:​

  • ¿Y sabes? Ayer noche ni lo toqué ni él a mí, me estuvo follando todo el rato el otro o la chica, él nada. Y es que yo tampoco quería nada con él, me lo estaba pasando tan bien con el otro que ni ganas con tu tío​


Suspiró. Dijo:​

  • Y no estoy bien, llega un tío que no conozco de nada, me da un bofetón, no le digo nada y encima me pongo cachonda… es que no sé que me está pasando, ésta no soy yo​
  • Te gustan los hombres dominantes​
  • No, me gusta que mi pareja sea dominante, que tú lo seas, pero ¿un desconocido?… ayer noche al ver lo que se traía tu tío entre manos con esa pareja… vamos, que no soy tonta, al llegar a su casa sabía por donde iba el tema tras lo de Juan pero... no sé qué me pasó y me dejé llevar... estaba enfadada, o más bien resignada… y sí, cachonda, pero también decepcionada con tu tío, en vez de follarme a muerte, me lleva a que me folle otro… ¿Sabes por qué me quedé allí sin tu tío?​
  • Supongo que tenías ganas de más sexo​
  • No te creas, en ese momento no, luego sí… pero me quedé porque estaba enfadada con tu tío y me daba igual todo, y bueno, también me puso un poco la actitud de Luis, tan dominante, y ya de camino probar la habitación esa aunque no esperaba algo tan fuerte… me comporté como una zorra al quedarme, lo sé… y no me reconozco, lo pienso y me parece increíble ¿Qué hacía yo ahí con esos dos? es que lo flipo, de verdad​
  • Ya​
  • Pufff, no sé qué me pasa… es que tu tío y yo casi no hablamos, no sé en qué piensa, ni si le pasa algo ni nada de nada… ¿Por qué se folla a otras o estos juegos ahora? No entiendo nada​
  • ¿Una fase?​
  • No sé…​


Volvió a suspirar y dijo:​

  • Voy a dejar a tu tío​


Me quedé pasmado. Marisa dijo:​

  • No puedo seguir así, lo de anoche ha sido la gota que ha colmado el vaso, he tenido que hacer esta locura para darme cuenta que no puedo seguir así…​
  • Dile que no quieres esos juegos​
  • No es solo eso... los juegos, si los habláramos, me gustarían siempre que estuviéramos juntos, no como anoche… pero sobre todo odio que no me hable, que no me cuente nada… me siento una mierda…​
  • Ya, lo he visto​


Marisa se calló y me echó la cabeza en el hombro. Luego dijo:​

  • Dani, no estoy bien… que me he dejado follar y azotar por una gente que ni sé quienes son​
  • Ya​
  • Y, una cosa que no te he contado, esta mañana he vuelto a follar con él, me desperté y… en fin… pero ¿Sabes una cosa? Esta mañana ha sido hasta cariñoso mientras me follaba, y me ha gustado, pero es que no lo conozco de nada y le he dado mi número de móvil, soy tonta… por eso te digo que no estoy bien, hago locuras​
  • Te has dejado llevar​
  • ¿Y sabes otra cosa? Ha tenido un detalle… supongo que ha querido ser amable, no sé… pero me ha pagado el taxi de vuelta y… me he sentido como una puta, como si me pagara por el servicio​
  • Anda ya​
  • Sí, así me he sentido en el taxi, porque así me comporté ayer con él​
  • No creo que haya sido su intención ¿no?​
  • No, ya te digo que fue un gesto amable pero es como me sentía por las locuras que había hecho… uffff, no puedo seguir así​


La abracé y dijo:​

  • Quiero una pareja que se comporte como tú, que me escuche, que me hable, que me mire con deseo… no un muro que me folle de vez en cuando casi por lástima, y que me comparta con otros​
  • Creo que el cansancio y estas horas te afectan… descansa y mañana lo verás de otra forma​
  • No, esto no es de ahora… viene de lejos, pero no me atrevía a quedarme sola y en la calle con los niños… ahora sí… esto me ha abierto los ojos... incluso Gema me ha animado a eso, no entiende que hago con Antonio​
  • Ya, tampoco lo entiendo… vales mucho como para estar con alguien como mi tío​
  • Gracias, Dani​


Y me dio un pico. Volvió a suspirar y dijo:​

  • Ahora tengo trabajo, me vuelvo a sentir útil… solo es una sustitución pero me siento valorada… no sé, me siento bien… y tu tío es el único lastre en mi felicidad​
  • ¿Sabes que te digo?​
  • ¿Qué?​
  • Que me alegraré si lo dejas, de verdad que no te merece​
  • Pero tú y yo ya no vamos a… si tú sigues adelante con esa chiquita…​
  • Ya, pero eso no quita que quiera lo mejor para ti, no te veo solo como un pibón para el sexo, jeje, te tengo mucho cariño, Marisa, y quiero que estés bien​
  • Gracias, Dani​
  • ¿Lo tienes decidido?​
  • Sí, pero antes tengo que buscar donde ir y el colegio de los niños…​
  • Te ayudaré a buscar piso​
  • Gracias… ¿Sabes? Me da miedo estar sola​
  • Nunca estarás sola, me llamas siempre que quieras​
  • Pero no para sexo​
  • Bueno, eso aún no lo sé… a ver que pasa con Marta​
  • Espero que la conquistes, de verdad, yo también quiero lo mejor para ti, aunque te echaré mucho de menos​
  • Jeje, yo también, pero candidatos para sexo no te van a faltar​
  • ¿Por Juan?​
  • Y el de anoche ¿No?​
  • ¿Luis? ufff, no sé… fue todo muy fuerte…​
  • Pero disfrutaste​
  • Sí, mucho, pero es… no sé si es buena persona o no… es un desconocido… contigo tengo confianza para lo de los azotes, para que me insultes, me gusta sentirme una zorra así con alguien de confianza, pero con éste no tengo ninguna confianza y mira lo que me dejé hacer… el desfase de ayer no lo quiero repetir así como así, me sentí muy puta, nada que ver a como me siento contigo o Juan...​
  • Jeje, bueno, es que fue una primera vez muy bestia, lo mismo si le pides salir más normal puede que veas algo diferente en él ¿no?​
  • Aún no he dejado a tu tío y ya me buscas citas jajaja​
  • Jajaja, ya te he dicho que problemas de pretendientes no vas a tener, eso seguro​
  • No sé… quiero estar tranquila, si me voy sola con los niños ni voy a notar que tu tío no está… y si tengo ganas de un polvote llamo a Juan que es éxito asegurado jeje… Luis… pues no sé… quizás quede o no, ya veremos, pero lo veo un tío complicado y ahora no necesito eso, y menos sentirme como me sentía esta mañana​


Me abrazó y luego se fue a su cuarto. La miré. Vaya noticia… pero sí, era lo mejor que podía hacer. Aquí con mi tío solo se marchitaría y mi tío no tenía remedio.



Fui a la cocina, lavé las tazas y me volví a la cama más tranquilo. La valentía de Marisa me había inspirado. Me acosté y me dormí.



Me levanté de lunes y con mal cuerpo por dormir poco pero me sentía tranquilo, con una decisión tomada. Fui a la cocina a preparar el desayuno y vi a Marisa dispuesta ya a irse. Me llamó desde la puerta y me dijo:​

  • Lo de anoche...​
  • ¿Sí?​
  • Voy a dejar a tu tío, te lo decía en serio pero antes tengo que organizarme​
  • Bien, yo te apoyo y te ayudaré en lo que necesites​
  • Gracias (sonriéndome)​


Me abrazó y me dijo:​

  • Y tú, valor y al toro jeje​
  • Ya veremos jeje​
  • Si esa chica te conoce bien, si sabe como eres, caerá rendida a tus pies jajaja​
  • No sé yo… jeje​


Y se fue. Seguía decidida y me sorprendía… aunque lo verdaderamente sorprendente era el tiempo que había aguantado la actitud de mi tío. Terminé con los niños, me duché y me fui a la facultad. No vi a Marta hasta que subí a clase. Estaba donde siempre pero esta vez solo con Charo. Miré alrededor y vi a Jorge apartado. Ni rastro de Ale.



Tras la primera clase se me acercó Marta. Iba con el pelo suelto, sin gafas y con un vestido con la falda un poco por encima de las rodillas, sencilla pero guapa aunque con el semblante serio. Me dijo:​

  • Así que un accidente​
  • ¿Qué?​


Y me acarició suavemente por la zona del ojo diciendo:​

  • Me lo ha contado Charo​
  • Ya​
  • Gracias por defenderme​
  • No eres ni de lejos lo que dijo ese subnormal, no pude aguantar que dijera eso​


Marta me miró sin decir nada. Entonces le pregunté:​

  • ¿Cómo estás?​
  • Bien​
  • ¿Seguro?​
  • Sí, en serio, más tranquila, así puedo concentrarme en estudiar y me dejo de tíos y líos​


La miré, eso iba por mí, estaba claro. Marta suspiró y me dijo:​

  • Te agradezco lo que hiciste, pero, por favor, no lo vuelvas a hacer, no te pelees por algo así​
  • No voy a permitir…​
  • A mí no me importa, hasta entiendo el enfado de Jorge, me lo merezco​
  • No, no te mereces eso, jamás​


Me sonrió tristemente y volvió a su sitio porque entraba el profesor. Respiré hondo, así que estaba claro, no quería más líos, ni con Jorge ni con nadie. Esta noche me había autoconvencido, pensaba hablar con ella, pedirle una nueva oportunidad pero no, ella lo tenía claro, ahora sí que estaba todo decidido. Sentí un dolor profundo por dentro y nada del alivio que me había comentado Sonia la noche anterior.



MARTA

Cuando fuimos a desayunar le dije a Charo que quería hablar con ella y Jorge. Lo vimos sentado solo y nos acercamos. Jorge se sorprendió cuando le dije:​

  • ¿Podemos sentarnos contigo?​


Miró a Charo sin decir nada. Charo se sentó y yo con ella. Le dije:​

  • Jorge, sé lo de la pelea del otro día​
  • Yo… estaba borracho y…​
  • No importa, sé que estabas enfadado pero quiero dejarte clara una cosa, nunca te he puesto los cuernos, jamás te hubiera hecho algo así​
  • Ya, es que…​
  • Te lo dije el otro día, te dejo porque te estoy engañando, pero no físicamente, eso jamás, pero estoy enamorada de otro, lo siento​
  • De Dani​
  • Sí, lo siento, no te lo digo por hacerte daño, pero no quiero mentirte​
  • Ya, en el fondo lo sé desde hace tiempo pero pensé…​
  • Yo también pensé… pero no puedo evitarlo, lo siento, y me duele haberte tenido así de engañado, no te lo mereces​
  • Ya​
  • Y otra cosa, sé quien te metió esa idea en la cabeza, la de los cuernos​


Entonces Charo dijo:​

  • C: Ale​
  • M: Ale… Ale no es buena persona​
  • J: Es mi amigo​
  • M: No, no lo es… mira, os voy a contar algo que debería haberos contado cuando pasó pero, por como soy, me lo callé​
  • J: ¿Qué?​
  • M: Ale intentó acostarse conmigo hace unas semanas​
  • C: Eso no puede ser​
  • M: No miento​
  • C: Lo malinterpretarías​
  • M: Me metió mano en su coche, fue aquel día que nos llevó a casa y Jorge estaba con sus tíos ¿Te acuerdas?​
  • C: Me acuerdo pero…​
  • M: Me metió mano y cuando lo aparté y le dije que cómo le hacía eso a Jorge, a su amigo, me dijo que le estaba haciendo un favor porque me iba a enseñar a follar y luego Jorge se beneficiaría de lo que me iba a enseñar​
  • C: Eso no puede ser, además, no eres su tipo, sabes que le gustan (y se señaló el busto) y…​
  • J: Charo, dice la verdad​
  • C: ¿Qué?​
  • J: Esa frase que acaba de decir Marta es suya, a mí me lo ha dicho varias veces y también que se quería acostar con Marta​


Sonreí agradecida y aliviada, pensaba que no me iban a crear y que se enfadarían mucho conmigo, sobre todo Jorge, pero no, lo veía asintiendo. Entonces dijo:​

  • J: Es un gilipollas y yo también, pensé que era mi amigo​
  • M: Un amigo no hace eso, Jorge​
  • J: Deberías habérmelo contado​
  • M: Sí, es verdad, pero al rato me escribió pidiéndome disculpas y que estaba borracho y, no sé, no quería más conflictos así que lo dejé pasar… otra gran decisión mía​
  • C: Que cabrón​
  • M: Solo os quería avisar, a mí él me repugna y vosotros valéis mucho, muchísimo más que él, no quiero que os haga daño con sus manipulaciones​
  • J: Menudo cabrón​
  • M: Y Jorge, no estoy enfadada por lo que dijiste de mí, lo entiendo, pero no te pelees más ¿vale? no merece la pena, no merezco nada la pena​


Nos quedamos callados. Entonces Charo dijo:​

  • C: ¿Se acabó el grupo de estudio?​
  • M: Con Ale os aseguro que sí, con vosotros no si queréis​
  • J: Yo… ahora mismo no creo que pueda…​
  • M: Lo entiendo pero si necesitas ayuda...​
  • J: Gracias​
  • M: No me des las gracias, he sido horrible contigo, me siento fatal, no te lo mereces​


Entonces me levanté, notaba que me iba a poner a llorar. Jorge no era mi amor, pero me gustaba, era un buen chico y me dolía muchísimo hacerle daño. Dije:​

  • Voy a salir fuera, necesito tomar el aire​


Y huí con lágrimas en los ojos.



JORGE

Miramos como Marta se iba. Estaba destrozado, Marta era increíble en todo, demasiado buena para mí, lo sabía desde el principio. Escuché a Charo suspirar y la miré. Me dijo:

- Pues nos hemos quedado sin sexo durante una temporada

- ¿Vas a dejar a Ale?

- Quizás debería haberle dado la patada hace tiempo

- ¿Sí? Pensaba que te gustaba

- Claro que me gusta, está muy bueno

- Ya

- Pero ha sido un cabrón



Volvió a suspirar y dijo:

- Quizás lo tenga a sequía una temporada

- Entonces no lo vas a dejar

- No sé… con él me siento… especial, un chico tan guapo con una gorda como yo

- Charo, eso no es…

- Ya, ya, soy delgadísima

- No, pero tampoco gorda… tienes curvas

- Sí, jajaja, sin duda de eso tengo



No dijimos nada durante unos segundos, cada uno pensando en su situación. Entonces dijo:

- ¿Y sabes lo peor?

- ¿Qué?

- Que es muy malo follando jajaja

- ¿En serio?

- No me dura nada, y la tiene (e hizo un gesto mostrando medio dedo)



Empecé a reírme al recordar sus fantasmadas y ella me siguió hasta que nos calmamos. Entonces dijo:

- Pero al menos se pone cachondo conmigo, para una tía como yo eso es… es…

- ¿Normal?



Y Charo se empezó a reír de nuevo. Entonces se levantó y dijo:

- Bueno, me voy, estoy siendo muy patética



Y dio dos pasos pero entonces se detuvo, me miró y dijo:

- Ya sé que lo de estar cerca de Marta te va a doler durante una temporada pero si necesitas ayuda con alguna asignatura, llámame y te ayudo en solitario, sin Marta



Y la vi alejarse. La observé atentamente. No me parecía gorda, para nada. Meneé la cabeza ¿Qué hacía pensando en Charo de esa forma? Marta me había roto el corazón y mi mejor amigo me había traicionado, iba a estar jodido durante mucho tiempo, lo tenía claro. No estaba para mirar culos de otras chicas.



DANI

Al terminar la última clase del día me puse a recoger para irme. Había estado en clase un poco zombi, sin enterarme de nada, aún digiriendo que Marta no quería nada de líos ni de tíos. Los compañeros ya se estaban yendo con prisas para almorzar. Entonces, noté que alguien se sentaba a mi lado. Miré y era Marta. Me dijo:​

  • Charo y yo vamos a estar esta tarde en la biblioteca​
  • ¿Solo vosotras dos?​
  • Sí, ya no queremos a Ale en el grupo​
  • Bien, al fin os dais cuenta que es un gilipollas​
  • Ya… y Jorge… bueno, no quiere pasar tiempo conmigo, lo normal ¿no? Otro buen chico al que ahuyento de mi lado (con cara de tristeza) pero tú vendrás ¿no?​
  • No creo, Marta, yo…​
  • Dani, por favor, sé que me estabas esquivando, y…​
  • Y has dicho que no quieres saber nada de tíos​


Marta abrió muchos los ojos y luego meneó la cabeza para decir:​

  • ¿Ves? Todo lo hago mal, que desastre soy… sí, es verdad, he dicho eso, pero no me refería a ti, tú no eres un “tío”, eres el chico del que llevo enamorada desde la primera vez que te vi​


Me quedé de piedra ante esa repentina confesión. Marta me miraba triste pero sin apartar la mirada como hacía casi siempre cuando se ponía nerviosa o decía algo que le daba corte. Continuó:​

  • Estoy cansada de guardarme todo así que te voy a hablar claramente... entendía que antes me esquivaras, no estabas cómodo con Jorge, pero ya no está y… me gustaría que vinieras porque me gusta tenerte cerca, aunque eso me ponga muy nerviosa e incluso (poniéndose colorada) me ponga cachonda y eso signifique que esta noche me tenga que masturbar pensando en ti para poder dormir, como tantas veces he hecho cuando me sonríes o te pones a mi lado o me tocas... ufff, pensarás que soy una perturbada pero eso es lo que me pasa, lo siento​


La miraba anonadado. Entonces ella siguió:​

  • Mira, si no me crees, antes cuando Charo me contó como me defendiste sentí algo por dentro, nadie ha hecho eso por mí, que no quiero que lo repitas ¿eh? nada de peleas, pero… mmm te confieso que... me ha puesto… y cuando antes me dijiste que no podías aguantar que alguien dijera eso de mí… mira​


Y entonces, en un gesto rápido, se quitó las bragas y las dejó en la mesa diciendo:​

  • Seguro que están manchadas y huelen porque las mojé, soy así de… no sé… pervertida o lo que sea, estoy fatal, pero estas cosas me pasan contigo, solo contigo, y te aseguro que no es la primera vez que me tengo que cambiar de bragas porque has tenido un gesto conmigo que… en fin, estoy fatal, lo sé​


Miré las bragas que había puesto encima de mi libreta, eran bonitas y sexis, blancas con encajes. La gente seguía yéndose pero era como si estuviéramos solos. Marta suspiró y dijo:​

  • Y Gema me contó que te hice daño cuando rompí contigo, y por eso te abracé en tu cumple, no sabía eso y me sentí fatal, pensé que solo perdías unos polvos fáciles y cutres al dejarte, jamás pensé que te podía hacer daño, que sintieras algo por mí más allá del sexo, y no te miento, de verdad, pero ahora sé que te dolió y sé que no me puedes perdonar, pero yo no puedo evitar quererte y sentir lo que siento​


Todo esto lo decía muy rápido y paró para tomar aire para continuar rápidamente:​

  • Y me gusta que estés a mi lado, que me hables,... por favor, ven a la biblioteca, me haces feliz con solo estar allí y yo… yo me conformaré solo con eso porque no te merezco y...​


Entonces me cogió la mano y vi sus ojos brillantes, estaba a punto de llorar. Dijo:​

  • De verdad que si llego a saber que te hacía daño no hubiera roto contigo, de verdad que no, soy un desastre, no hago nada bien… nunca quise hacerte daño, pensé que era yo la que lo perdía todo…​


Volvió a tomar aire:​

  • Y te estoy pareciendo una loca, lo sé, Gema me dijo ayer que te contara lo que siento, que nos hacía falta hablar, y tiene razón pero soy tan desastre que seguro que te estoy asustando, pensarás que estoy desquiciada, pero no, soy muy consciente de lo que te estoy diciendo pero estoy muy nerviosa y no sé…​


Volvió a tomar aire, ahora con unas lágrimas lentas cayéndole despacio por sus mejillas. Dijo:​

  • Por favor, no me esquives más, ven esta tarde, quiero que estés cómodo contigo, dime que tengo que hacer para eso y lo haré, yo…​


Entonces le limpié las lágrimas y le puse un dedo en los labios. Le dije:​

  • Para, que te va a dar algo de lo rápido que vas​
  • Es que estoy muy nerviosa​
  • Lo sé​


Me miró sin decir nada. Suspiré y le dije:​

  • Eres muy valiente, yo no he sido capaz de hablarte claramente​
  • Es que no puedo seguir así, no duermo, no como… me va a dar algo​
  • Siento que estés así por mi culpa, pero te entiendo, a mí me pasa lo mismo​
  • ¿Vas a venir? (mirándome con ilusión)​


Me quedé pensando y le dije:​

  • No​
  • Dani ¿Qué tengo que hacer…? (con cara de angustia)​
  • Y tú tampoco​


Entonces le di un beso tierno que me supo salado por sus lágrimas. Ella me miró con los ojos abiertos de par en par y le dije:​

  • Porque sí, me hiciste daño, mucho, porque yo te quería pero fui un cobarde y no te lo dije nunca, no tenías forma de saberlo, no fue culpa tuya​
  • Yo…​
  • Y esas cosas que dices, que te alteras cuando estamos juntos, que te pones cachonda, que te masturbas… eso me pasa a mí también contigo, muchas veces, porque me gustas un montón, Marta, pero como soy un cobarde no te lo había dicho​


Marta volvía a llorar. Le di otro beso igual pero algo más largo y le dije:​

  • Te quiero, Marta​


Y me abrazó llorando. Cuando se calmó, me miró y dijo:​

  • Y ahora ¿Qué?​
  • Pues ahora, vamos a almorzar algo rápido y luego a tu casa o a la mía ¿no?​
  • ¿Quieres sexo conmigo?​
  • Sí, claro, joe, solo pensar que estás sin bragas me pongo como una moto, jeje, lo siento, son muchos meses sin que te tenga, me cuesta esperar ¿No tienes ganas?​
  • SÍÍÍ​


Le salió del alma y se rio colorada. Dijo:​

  • Sí, claro que sí, pero ¿Esto es de verdad?​
  • Claro​
  • ¿En serio?​
  • Jajaja, claro que quiero sexo contigo, Marta​
  • No, me refiero ¿De verdad me quieres aún después de lo que te hice?​
  • Marta, antes cuando me dijiste que no querías saber nada más de los tíos me entró un dolor que… he estado en clase sin enterarme de nada, solo podía pensar en que no querías nada conmigo y estaba destrozado… esto no me pasa con nadie más, te lo aseguro​
  • Ayyy, lo siento, lo siento, soy muy estúpida​


Y me besó repetidamente. Entonces dijo:​

  • No creo que pueda comer nada que no sea esto (tocándome el paquete) así que ¿Dejamos el almuerzo y nos vamos a mi casa?​


Y la besé, ahora un beso ardiente y con lengua. Cuando terminamos dijo:​

  • Uff, así no voy a poder esperar a llegar a casa​
  • Jajaja​


Y me volvió a besar, gimiendo bajito mientras me metía su lengua en la boca. Al terminar dijo.​

  • Yo… vamos a buscar algún sitio, quiero tenerte dentro de mí, no puedo esperar​
  • ¿Aquí? jeje, pero es que no tengo condones​
  • Me da igual, sigo tomando la píldora y… estoy muy cachonda​


Y me llevó la mano entre sus piernas. Le pasé un dedo por sus labios inferiores, totalmente mojados y gimió. Miré alrededor, aún había gente, y vi a Charo en la puerta, mirándonos con una sonrisa. Marta me dijo:​

  • Te lo haría aquí mismo​
  • Jajaja​
  • Vamos a tu coche, rápido​


Y se levantó y se fue a coger sus cosas. Miró a la puerta y Charo le dijo adiós con la mano y se fue. Marta volvió rápidamente, muy alterada pero sonriente. Yo iba lento y ella dijo:​

  • Venga, rápido​
  • Espera​
  • No puedo esperar​
  • Espera, así no me puedo levantar​


Y le enseñé la tienda de campaña que llevaba. Ella se rio. Guardé lentamente las cosas en mi mochila pero al ver las bragas, la erección volvió a crecer. La miré desesperado mostrándole las bragas y mi erección y ella rio nerviosa. Guardé todo en la mochila, me calmé y me levanté moviéndome el paquete para que se notara menos.



Salimos riéndonos. Nos metimos en el coche y Marta suspiró para después decir:​

  • No me puedo creer esto​


Me reí y arranqué. Ya había pocos coches en el aparcamiento. Marta dijo:​

  • Ve allí (señalando una esquina alejada)​
  • ¿Aquí?​
  • No me aguanto más, Dani, te necesito dentro de mí​


La miré sonriendo, estaba acalorada, visiblemente cachonda y muy alterada. Aparqué donde me dijo y nos fuimos a los asientos de atrás donde nos dimos el lote pero rápidamente ella me la sacó y se sentó encima lanzando un gran gemido. Entró sin ningún problema, estaba muy mojada. Se movió rápidamente y le llegó rápidamente un orgasmo dando un gran grito y otro más cuando me corrí dentro de ella. Se derrumbó sobre mí y me dio besitos en el cuello, oreja, respirando entrecortadamente. Entonces me dijo:​

  • Te quiero, no sabes cuanto​
  • Yo también te quiero​


Nos quedamos unos minutos así hasta que me salí de ella. Entonces, cogió unos pañuelos de papel de su mochila y se limpió, me limpió y también el asiento. Luego, se sentó a mi lado y dijo:​

  • Dios, lo siento, te voy a asustar con tanto decirte que te quiero​
  • Nooo​
  • Ya sé que no quieres ataduras, me parece bien, seremos otra vez folla amigos y cuando quieras me llamas y...​
  • No, Marta​
  • ¿No? Pero… Ahhh, Sara, estás saliendo con ella y…​
  • Ya te dije que no estoy saliendo con ella, no salgo seriamente con nadie desde mi ex​
  • Pero… mmmm es tu folla amiga y claro, la prefieres a ella… lo entiendo pero puedo ser tu segunda folla amiga, o tercera o… o cuando quieras, yo estoy disponible para ti y…​
  • Marta, Marta, no te embales​
  • De verdad, solo llámame cuando te apetezca, sin ningún compromiso, yo…​


La besé para que se callara, estaba totalmente nerviosa. Entonces le dije:​

  • Marta, seremos pareja... si quieres, claro​
  • ¿Pareja? Pero tú nunca has querido…​
  • Me equivocaba, contigo sí quiero, si tú quieres​
  • Pero… pero…​
  • Marta ¿Quieres salir conmigo?​
  • Claro que quiero pero…​
  • Pero ¿Qué? ¿No te sirvo como novio?​
  • ¿Mi… mi novio? ¿Tú?​
  • Jeje, claro, y tú mi novia, una relación en exclusividad, claro, sin otros líos​


Marta me miraba con cara de alucinada. Entonces dijo en tono triste:​

  • Te vas a aburrir solo conmigo, con todo lo que tienes ahora, yo…​
  • No, no me voy a aburrir​
  • Creo que sí​
  • ¿Prefieres no intentarlo?​
  • Yo…​
  • Déjate de complejos ¿eh? que ya sé que estás pensando​


Me miró sonriendo tristemente. Le insistí:​

  • Lo intentamos ¿Vale?​
  • Pero…​
  • Marta, por favor, dame una oportunidad, te aseguro que haré todo lo posible para hacerte feliz​


La cara de Marta era un poema. Entonces dijo:​

  • Dani, yo… yo… no soy como las otras chicas y…​
  • Claro que no lo eres, eres Marta, la chica de la que estoy enamorado, por favor, dame una oportunidad, te aseguro que intentaré con toda mi alma hacerte feliz​
  • Pero…​
  • Hoy soy el tío más feliz del mundo, te aseguro que no te puedes hacer una idea de como me siento, estoy… estoy eufórico, como en una nube, pero dime que me dejarás ser tu novio y ya reventaré de felicidad... por favor, por favor​


MARTA

Me asustaba mucho lo de ser su pareja, sabía que yo no daba la talla frente a otras chicas, sus tríos… pero… “me quiere, lo veo en sus ojos, en como me mira…” y me dije “Jo, su novia, yo su novia, no me lo puedo creer”. Y entonces lo tuve claro “Es el hombre de mi vida, lo tengo clarísimo, lucharé para que esto funcione, vaya que sí” le sonreí y luego me lo comí a besos riendo feliz mientras le decía que sí a gritos y casi llorando de alegría.



Entonces volvimos a la parte de delante del coche y dijo:​

  • Bueno ¿Vamos a comer algo?​
  • Sí, a mi casa.... esto solo ha sido el aperitivo y yo quiero comer, pero otra cosa más rica jajaja​
  • Jajaja​


Vaya si quería comérsela, noté recorrerme la excitación de solo pensarlo, de la anticipación y sonreí como una tonta. Y pensé que nada había salido como había planificado pero había salido mil veces mejor de lo que me esperaba. Recordé la llamada de ayer noche de Gema:​

  • A ver, Marta ¿Tú quieres a Dani o no?​
  • Claro que lo quiero​
  • ¿Quieres estar con él?​
  • Sí​
  • Entonces ESPABILA, vaya dos… tan inteligentes y tan agilipollados jajaja​
  • Pero Dani no...​
  • Nena, Dani está hecho un lío y te tiene un miedo total, no sé que poder tienes sobre él pero contigo se acojona totalmente, que lo he visto chulear con chicas y contigo se vuelve un corderito jajaja​
  • ¿Miedo por qué?​
  • Por molestarte, porque no es lo suficiente bueno para ti, porque eres muy inteligente, porque eres guapísima para él, porque…​
  • Pero eso no puede ser, ninguna de esas cosas es cierta, él es…​
  • Él es, tú eres… y así estáis, sin hablar y los dos acojonados… ayy, dios... Mira Marta, yo no te voy a decir que Dani es lo mejor para ti o tú eres lo mejor para él, eso lo tenéis que decidir vosotros, pero HABLAD ENTRE VOSOTROS DE UNA PUÑETERA VEZ​
  • Ya​
  • Mañana lo coges de las orejas y le dices las cosas claras​
  • Pufff​
  • No, nada de pufff, esto ya ha ido muy lejos y estoy harta de veros sufrir por nada, habla, cuéntale lo que sientes, lo que quieres, dile QUE TE MUERES POR FOLLARTELO jajaja​
  • Es que…​
  • ¿Es que es mentira algo de lo que he dicho?​
  • No​
  • Pues DÍCELO niña, que lo vas a perder con tanta tontería​
  • ¿Y su enfado?​
  • Ayyyyy…. que no está enfadado, Marta, que está acojonado, te lo digo yo, hazme caso… mira, te cuento una cosa que le tiene súper preocupado​
  • ¿El qué?​
  • Dice que se portó muy mal contigo en la cama, que hiciste cosas que no te gustan por darle el gusto​
  • ¡¡Eso no es cierto!! Se disculpó en su cumple por eso, y me dejó sorprendida que me dijera eso, lo flipé, pero si ha sido mi mejor amante con muchísima diferencia, todo, todo, todo lo que hemos hecho me gustaba hacerlo con él​
  • Ya, pues eso cree y le quema la sangre pensar que te hizo algo así… por algo será que eso le preocupe tanto ¿no?​
  • Es que yo… no soy nada buena en el sexo y muchas cosas no las había hecho antes… pero eso no quiere decir que no las disfrutara​
  • ¿Qué no eres buena? Ofú, de verdad, vaya dos… no eres buena pero se hinchaba de follar contigo... ayyyy, Marta​
  • No creo…​
  • A mí me dejó plantada alguna vez para follar contigo, nena jajaja​
  • ¿Sí?​
  • Sí, despierta y míralo sin ese velo de admiración que sientes por él, el chico se muere por ti​
  • ¿De verdad crees que si le confieso…?​
  • Claro que sí ¿Quieres seguir con este drama o qué? ¿Te gusta sufrir así?​
  • No​
  • Pues sé valiente, que ya lo has sido otras veces​
  • Mmmmm vale​
  • ¿Vale qué?​
  • Se lo diré​
  • ¿Cuándo?​
  • No sé…​
  • Mañana, mañana se lo dices, no te lo pienses más​
  • Pero… no sé cuando, yo…​
  • Te lo llevas a dar un paseo o lo que sea, pero confiesa niña, verás que bien te quedas y lo bien que responderá él​
  • Puedo… no sé… mañana en la biblioteca, le puedo pedir a Charo que nos deje a solas… y…​
  • Y le abres tu corazón, y luego las piernas, que le va a faltar tiempo para querer follarte jajaja​
  • ¿Eso crees?​
  • Tú vete depilada y con unas bonitas bragas jajaja​
  • Anda ya, no me des ilusiones que si no es verdad me voy a hundir aún más y...​
  • Calla y escucha… Quiero mucho a Dani, muchísimo… si pensara que tú no eres buena para él no estaríamos hablando ¿Entiendes?​
  • ¿Yo buena para él? Pero después de lo que le hice ¿De verdad crees que aún quiere algo conmigo?​
  • Sí, niña, de verdad… Y cuando folléis, fóllatelo a muerte, él estará cohibido y nervioso, no querrá hacerte cosas que piensa que te pueden no gustar.. quítaselo de la cabeza rápido, si algo te gusta, que lo vea claramente, no seas mosquita muerta ¿eh? sé una leona​
  • Jajaja, leona yo… estuve pensando y sé de donde ha sacado esa idea de que no me gustaba que me follara como lo hacía… es que estaba hecha un lío, pensaba que un chico así solo follaría conmigo porque yo era muy guarra con él, que le dejaba hacerme cosas que otras chicas no le dejaban… para que veas que tonta soy pero pensaba eso, que en realidad esas cosas no me gustaban, que solo se lo permitía para gustarle más… pero, me estaba autoengañando, me encantaban, disfrutaba a tope con él, siempre le estaba pidiendo sexo, si por mí hubiera sido aquellos días es que ni salíamos de la cama… mmmm y luego intenté algunas de esas cosas con mi ex y con Jorge y ufff, no podía, eso sí que era intentar hacerlo sin gustarme y por complacer… no pude hacer casi nada con ellos… es que no tenía nada que ver con lo que sentía cuando Dani me lo hacía…. así que sí, todo me gustaba en el sexo con él​
  • Pues está obsesionado con eso así que ya sabes ¿Qué vas a hacer?​
  • Depilarme, unas bragas sexy y ser una leona​
  • Bien, bien. Conoces el dicho ¿no?​
  • ¿Cuál?​
  • Que los hombres quieren una dama de día y una puta de noche​
  • Jajaja, sí, lo conozco, y lo tendré en cuenta​
  • Esa es mi chica, habla con él, y luego destrózalo a base de sexo jaja​


Y eso había hecho, depilarme y ponerme mis mejores bragas aunque pensaba que sería para nada… y luego, con su negativa de ir a la biblioteca tuve que improvisar y con los nervios hablé más de la cuenta comportándome como una loca pero bien, todo había salido genial. Lo miré “que guapo es, que ganas de hacerle de todo” y me revolví en el asiento, nerviosa y excitada. Y pensé “Vaya si voy a ser una leona, me lo voy a comer entero, y lo de puta… lo intentaré, no sé si estaré a la altura pero lo intentaré porque ganas no me faltan”.



DANI

Entramos en su habitación rápidamente. Dejamos las mochilas en el suelo y nos miramos. Vi que Marta temblaba, muy nerviosa. Me acerqué a ella y la besé, al principio suavemente pero pronto noté su lengua buscando la mía. Nos liamos en un beso profundo y húmedo. Le acaricié la espalda y bajé hasta su culo que apreté pensando “no me puedo creer que la tenga de nuevo en mis brazos”. Marta, por su lado, hizo algo parecido, acariciándome y agarrándome el culo.



Entonces se apartó un poco para quitarme la camiseta y volver a besarme mientras me acariciaba el torso y los brazos. Luego, me lamió el cuello, el torso, los pezones,... y bajó hasta arrodillarse. Me desabrochó el cinturón y me bajó el pantalón. Mi polla estaba durísima, pugnando por salir del boxer pero Marta jugó un rato con ella, agarrándola, mordiéndola, lamiéndola, por encima del boxer. Finalmente me lo bajó, saltando mi polla. Marta la agarró y acarició despacio. Me miró sonriendo y entonces se la metió en la boca lanzando un gran suspiro, me encantaba que hiciera eso.



Se tomó su tiempo chupando y lamiendo mi polla y mis huevos, lentamente pero sin pausa. Luego, fue aumentando el ritmo de la mamada y entonces la tuve que parar y levantar.



MARTA

“Nooooo” protesté cuando me levantó. Estaba disfrutando muchísimo y me sentí decepcionada. Estaba tan excitada que sabía que si me tocaba, me iba a correr. Intenté agacharme de nuevo, necesitaba seguir chupándosela pero Dani me retuvo, me besó y me dijo:​

  • Espera, espera, que no voy a durar nada​
  • Lo quiero todo​
  • No, espera, no me quiero correr aún​


Lo miré ansiosa. Entonces dijo:​

  • Marta, ya sé que me dijiste que no… bueno, que cuando lo hacíamos mmm no te molestaban las cosas que hacíamos pero… de verdad, si quieres cerramos la persiana y…​


Lo miré y le puse un dedo en los labios. Entonces me separé de él y me desnudé despacio. Me quité la blusa, el sujetador, la falda… me quedé desnuda delante de él. Y entonces caí en algo, él había estado con Gema, con Sara y con más chicas, mujeres de verdad, no una birria canija como yo. Y bajé la vista al suelo, avergonzada, y estuve a punto de salir corriendo a esconderme en el baño pero entonces recordé a Gema “sé una leona”. Me costó un mundo levantar la vista, con un miedo horrendo a que no me mirara como antes, a que ahora se diera cuenta de como soy en realidad. Me notaba totalmente colorada pero conseguí mirarlo. Su mirada me impactó, era de deseo total, y sentí un alivio infinito. Le sonreí timidamente y me giré 360 grados para que me viera bien. Dani dijo:

- Ufff, Marta, estás increíble, no sabes cuantas veces te he imaginado desnuda pero mi imaginación es una mierda, la realidad le da veinte mil vueltas



Su mirada era tal como la recordaba, de excitación, deseo, de lujuria total. Noté como mi sexo respondía con un cosquilleo que me dejaba claro que el orgasmo no iba a tardar nada en llegarme. Me tumbé en la cama. Dani dio un paso pero le dije:​

  • No, espera… mira… esto lo he hecho muchas noches pensando en ti​


Abrí mis piernas y le mostré mi coño que notaba húmedo y palpitante. Pensé que me iba a morir de vergüenza pero no, todo lo contrario, estaba súper excitada. Me toqué sin dejar de mirarlo. Era perfecto, tan atractivo, con ese cuerpo… me corrí en menos de treinta segundos. No dejé de mirarlo mientras los espasmos del orgasmo me recorrían el cuerpo. Luego, cerré los ojos para calmarme porque a pesar de correrme, aún no estaba saciada. Al abrirlos vi la cara de excitación de Dani. Se había sentado en la cama y me miraba mientras me recorría el cuerpo con sus dedos. Sentí un escalofrío y le dije:​

  • Ahora cómemelo, por favor​


Dani me sonrió y se inclinó para besarme. Luego, bajó chupándome los pezones y siguió bajando y cerré los ojos de puro gusto. Me besó en los muslos, jugó con su lengua alrededor y luego, me lamió, me chupó, metió sus dedos… y al poco, exploté de nuevo.



DANI

No recordaba lo rico que sabía el coñito de Marta. La escuchaba gemir intensamente mientras le lamía y jugaba con los dedos dentro de ella. Aumenté el ritmo y Marta se arqueó y luego estalló en un gran gemido y una serie de espasmos que convulsionaron la cama. Luego, se quedó respirando trabajosamente y me puse a su lado. Marta abrió los ojos y me sonrió. Me dio un beso y dijo:​

  • No hago esto solo por agradarte, lo hago porque me gusta hacerlo contigo… Lo sabes ¿Verdad?​


Le sonreí mientras la acariciaba suavemente. Le dije:​

  • Me ha encantado ver como te tocas y comértelo​
  • ¿Sí? Pues entonces estamos los dos muy satisfechos así que no me preguntes más que puedes hacer o si me gusta, solo hazlo y mira como reacciono ¿Vale?​
  • Vale​
  • Y ahora, fóllame, por favor, me muero de ganas​


Y buscó mi polla con su mano. La tenía totalmente dura y ella me guió hasta ponerme encima y penetrarla. La follé despacio, con muchos besos y caricias. Sabía que ella necesitaba algo de tiempo para recuperarse de los orgasmos. Luego, me tumbé en la cama y le dije que se pusiera encima, la quería ver follarme.



MARTA

“No puede ser, otra vez estoy a punto” pensé mientras Dani me follaba despacio y me besaba el cuello. De repente, se salió, se tumbó y me dijo que me pusiera encima. Me senté sobre él y me la metí despacio, sintiendo como me llenaba. Cerré los ojos disfrutando de la sensación. Me empecé a mover despacio, con miedo a moverme más rápido y correrme demasiado pronto. Abrí los ojos y lo vi mirándome muy excitado y me recorrió algo por todo el cuerpo, esa mirada de deseo y excitación me mataba.



Dani me acariciaba el cuerpo lentamente, igual que yo me movía. Entonces me metió sus dedos en la boca y los chupé. Luego, con esos dedos mojados, tiró de mis pezones, y con la otra mano me cogió el culo... como sabía lo que tenía que hacer... Me hizo moverme más rápido y noté que me llegaba otro orgasmo sin poder evitarlo.



DANI

Estaba fabulosa encima, moviéndose sensualmente, despacio pero muy sensual. Tiré de sus pezones, duros como piedras y agarré ese culito que tanto me gustaba. Entonces, Marta se empezó a mover más rápido encima mientras gemía y, de pronto, se paró y, al poco, lanzó un grito y se convulsionó. No aguanté más y me corrí dentro de ella mientras Marta gritaba más para luego echarse sobre mí temblando.



Nos reímos y nos quedamos en la cama recuperándonos. Segundo polvo pero no el último, seguro que no. Dijimos de descansar, comer algo...​
 
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