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Pero por si acaso, está bien que no tengan contacto ni de amistad, porque en algún momento, podría volver a desatarse la pasión.
Memorias de una solitaria
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onatrapse
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Una apreciación personal.
En el amor nada es axiomático, no existe la certeza, es una incertidumbre constante.
Pretender definirlo es una tarea infinita, hay tantos amores como vidas humanas han existido, ninguno de ellos iguales.
En momentos ideales o muy especiales es fácil decir "te amo", "la amo", pero muchas veces ni lo sentimos, ni sabemos por que lo decimos, siendo apenas resultado de una confusa mezcla de grandes sensaciones e intensas emociones de aquellos instantes.
Lo cruel de sentir un gran sentimiento como el amor, es que existe el riesgo de no apreciar ni llegar a dimensionar su real magnitud mientras lo vives, siendo necesario perderlo para darnos cuenta de lo que realmente fue.
Lo que Claudia y Luis han sentido a lo largo de sus vidas contribuyó a definirlos, ambos amando a su modo, ni de mejor o peor manera.
No se han dejado de amar, sólo que sus actuales amores les son suficientes...por ahora.
En el amor nada es axiomático, no existe la certeza, es una incertidumbre constante.
Pretender definirlo es una tarea infinita, hay tantos amores como vidas humanas han existido, ninguno de ellos iguales.
En momentos ideales o muy especiales es fácil decir "te amo", "la amo", pero muchas veces ni lo sentimos, ni sabemos por que lo decimos, siendo apenas resultado de una confusa mezcla de grandes sensaciones e intensas emociones de aquellos instantes.
Lo cruel de sentir un gran sentimiento como el amor, es que existe el riesgo de no apreciar ni llegar a dimensionar su real magnitud mientras lo vives, siendo necesario perderlo para darnos cuenta de lo que realmente fue.
Lo que Claudia y Luis han sentido a lo largo de sus vidas contribuyó a definirlos, ambos amando a su modo, ni de mejor o peor manera.
No se han dejado de amar, sólo que sus actuales amores les son suficientes...por ahora.
Estagirita
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Claro, claro ... y se amarán hasta la eternidad y más allá ... pero será un sentimiento diferente al que sintieron aquel lejano verano.Una apreciación personal.
En el amor nada es axiomático, no existe la certeza, es una incertidumbre constante.
Pretender definirlo es una tarea infinita, hay tantos amores como vidas humanas han existido, ninguno de ellos iguales.
En momentos ideales o muy especiales es fácil decir "te amo", "la amo", pero muchas veces ni lo sentimos, ni sabemos por que lo decimos, siendo apenas resultado de una confusa mezcla de grandes sensaciones e intensas emociones de aquellos instantes.
Lo cruel de sentir un gran sentimiento como el amor, es que existe el riesgo de no apreciar ni llegar a dimensionar su real magnitud mientras lo vives, siendo necesario perderlo para darnos cuenta de lo que realmente fue.
Lo que Claudia y Luis han sentido a lo largo de sus vidas contribuyó a definirlos, ambos amando a su modo, ni de mejor o peor manera.
No se han dejado de amar, sólo que sus actuales amores les son suficientes...por ahora.
Luis ya no vive con sus padres pero no los ha dejado de amar, y sus hijos volarán del nido, pero no los dejará de amar ... tenemos una enorme capacidad de amar, vivamosla en el presente y no dejemos que la manipuladora y mentirosa fantasía del pasado nos merme esa capacidad ... Rose siguió adelante, vivió plenamente, amó intensamente y fue feliz, nada le fue simplemente "suficiente" pese a que "su" Jack no estuviese a su lado sino en el fondo del océano después de ser devorado por pececitos de colores... sí yo también he visto Titanic mil y una veces al lado de una persona entregada a la fantasía de una historia "romántica", menos mal que el director de la película, y el autor de esta historia, tienen un poco de sentido común.
Esto es, obviamente, una apreciación personal.
Última edición:
En realidad la situación era bastante incómoda. Seguramente no era el reencuentro que Luis habría preferido y yo estaba en una burbuja por mis descubrimientos de aquella mañana. Así que me lo planteé como un reencuentro de viejos amigos y no con el exnovio que me había marcado toda la juventud y mi forma de relacionarme con los hombres.
Los llevé a la cafetería de personal para estar más tranquilos pero a Luis se le notaba que no sabía por dónde empezar a hablar así que me adelante yo con una pregunta típica cuando conoces a una pareja:
-Bueno, ¿y cómo os conocisteis? ¿Tú eres de aquí? - pregunté a su mujer.
-Sí. Vivíamos muy cerca el uno del otro y compartíamos el grupo de amigos. Luis incluso había salido un tiempo con una amiga mía pero sólo nos veíamos en Semana Santa y Feria, o en verano. Las fiestas principalmente- explicaba Alba ya más relajada-pero como Luis seguía estudiando fuera no quería salir conmigo. Tenía pánico de estar separados, pero al final pidió el traslado a una universidad de aquí, y pues ya ves, desde entonces estamos juntos.
Luis también tenía miedo a una relación a distancia.
-Me alegro mucho por vosotros- respondí- Bueno, Luis, que estás muy callado. ¿Qué hacéis? ¿Tenéis niños?
-Somos profesores los dos, y tenemos dos niños…- respondió seco y cortado mientras Alba me enseñaba las fotos de los niños en su móvil.
-Que gracioso. La niña es guapísima, clavadita a ti, pero es que el niño apunta a ser un Luisito de mayor, aunque todavía es muy pequeño- dije comprobando el parecido de los niños a sus progenitores.
-Bueno, te estamos contando nuestra vida, pero no sabemos nada de ti- habló Luis al fin.
-Ya ya, jajajaja. Sabes que no me gusta hablar mucho de mí, pero os cuento. Luis sabe lo importante que ha sido siempre mi carrera profesional y me alegro de haber sido así pues soy lo que siempre quise ser. Terminé la carrera aquí, pero como estaba becada por la Sociedad Nacional de Cardiología al hacer el MIR evidentemente tuve que elegir una rama dentro de la Cardiología y gracias a que obtuve una buena nota en el examen pude elegir la Cirugía cardiovascular. Hice la residencia en el Hospital que está junto a la facultad y cuando acabé la residencia me fui un año entre Alemania e Inglaterra. Ahora trabajo desde hace varios años en este hospital y pertenezco a un grupo de trabajo internacional de investigación de técnicas poco invasivas para la intervención de riesgos cardiovasculares.
-Siempre supe que llegarías lejos- dijo Luis con cierto orgullo.
-Todo tiene un sacrificio. Y el mío ha sido la vida personal. He renunciado a muchas cosas para llegar hasta aquí.
-¿No tienes hijos ni pareja?-preguntó Alba.
-Mi maternidad me implicaría un frenazo a mis aspiraciones – dije de forma algo automática- Y pareja sí tengo, desde hace años.
-Anda, ¿y cómo lo conociste?- preguntó Alba.
-Pues estudiando el MIR. Típico de médicos ¿verdad?
-O sea, que lleváis bastantes años juntos.
-Pero no somos una pareja convencional. No estamos casados ni hacemos previsiones a futuro. Convivimos mientras nos vaya bien. Ya estuvimos separados cuando me fui a Londres y Alemania, y al volver decidimos retomar, y bueno, ahí seguimos.
Les conté un poco los distintos trabajos que estaba haciendo hasta que Luis quiso saber si mantenía contacto con alguien de la residencia.
-Sólo con Lourdes. ¿Sabes que ella se casó con Víctor? Después de sus dudas volvieron y ahí siguen. Les va bien. Ella es médico de familia en Granada y él trabaja para una constructora multinacional con proyectos por medio mundo.
-Es increíble como hemos cambiado todos. Físicamente estás igual- dije observándolo- y has construido tu vida como siempre sospeché que harías con una mujer guapísima y unos niños preciosos. Os imagino viviendo en un precioso adosado con jardín y piscina criando a vuestros hijos y paseando a vuestro perro.
Realmente estaba guapo. Se mantenía en forma y aunque vestía algo más formal se notaba que conservaba aquel cuerpo que tanto me atraía en la residencia. Conservaba bien su cabello con pocas entradas y sin canas.
-Eres muy observadora, jajajaja- respondió Alba quizá incómoda por como había alabado el físico de su marido.
-Yo en cambio sigo viviendo en un pequeño apartamento en la ciudad más preocupada de mi trabajo y mis investigaciones que del resto- contesté.
-Pero saldréis a cenar o con amigos- añadió Alba.
-Somos pareja de salir solos normalmente y acudimos alguna vez a reuniones con su familia, compañeros de trabajo y poco más- mentí pues no tenía ganas de encontrármelos en un el teatro o alguna exposición de arte.
Ahí ya me despedí de ellos pero para no resultar demasiado fría les dejé mi teléfono para hacer un seguimiento más cercano de la evolución del postoperatorio de su padre.
-Has cambiado de número…-comentó Luis.
-Hace ya bastante tiempo. Rompí contacto con mucha gente. Me alegro mucho de haberos visto y de haberte conocido, Alba. Tengo que irme ya. Los cafés están pagados pero si queréis cualquier otro día me dais un toque y nos tomamos otro.
Me despedí de ellos con dos besos. Luis había cambiado de colonia o de desodorante pues no reconocí su olor habitual.
De camino a casa pensé en lo ocurrido. Pero no en Luis. Pensaba en César. Al describir ante Luis y Alba mi vida de pareja había contado algo que ya no era así, pues en realidad yo no sentía con César esa lejanía que había mostrado en la conversación. De hecho, lo llamé por teléfono de camino a su ático para decirle que me apetecía una cena especial.
Llegué y le di un beso más apasionado de lo habitual. Me duché mientras César preparaba la cena y salí con el pelo aún envuelto en la toalla y el albornoz. Mientras cenábamos empecé a contarle:
-A qué no sabes a quién he operado hoy.
-¿Algún famosillo?
-No- reí traviesa- Al padre de un exnovio.
César dejó de comer para escucharme con más atención.
-¿Recuerdas aquel novio de la carrera del que prácticamente salí huyendo?
-Algo me has contado.
-Pues después de más de 10 años me lo he encontrado de frente en la sala de esperas de quirófano. Me ha presentado a su mujer y su madre. Tienen dos niños…
César me observaba. Quizá esperaba algo más de mis palabras pero todo quedó ahí. Sin embargo cuando nos sentamos en el sofá tras la cena le puse las piernas en alto para que me diera un masaje en los pies como solía hacer los días que yo tenía operaciones. Pero yo descuidadamente dejé que el alborno se abriera dejando a su vista mi coño recién arreglado en la ducha para provocarlo.
-¿Estás muy cansada?- me preguntó mientras sus hábiles dedos destensaban mis gemelos.
-Estoy a tu disposición…
Y mi macho aquella noche me comió el coño como tanto le gustaba y me folló llevándome varias veces al orgasmo. No, no éramos una pareja rutinaria. Había pasión y sorprendentemente Luis me había ayudado a ser realmente consciente de ello.
Los llevé a la cafetería de personal para estar más tranquilos pero a Luis se le notaba que no sabía por dónde empezar a hablar así que me adelante yo con una pregunta típica cuando conoces a una pareja:
-Bueno, ¿y cómo os conocisteis? ¿Tú eres de aquí? - pregunté a su mujer.
-Sí. Vivíamos muy cerca el uno del otro y compartíamos el grupo de amigos. Luis incluso había salido un tiempo con una amiga mía pero sólo nos veíamos en Semana Santa y Feria, o en verano. Las fiestas principalmente- explicaba Alba ya más relajada-pero como Luis seguía estudiando fuera no quería salir conmigo. Tenía pánico de estar separados, pero al final pidió el traslado a una universidad de aquí, y pues ya ves, desde entonces estamos juntos.
Luis también tenía miedo a una relación a distancia.
-Me alegro mucho por vosotros- respondí- Bueno, Luis, que estás muy callado. ¿Qué hacéis? ¿Tenéis niños?
-Somos profesores los dos, y tenemos dos niños…- respondió seco y cortado mientras Alba me enseñaba las fotos de los niños en su móvil.
-Que gracioso. La niña es guapísima, clavadita a ti, pero es que el niño apunta a ser un Luisito de mayor, aunque todavía es muy pequeño- dije comprobando el parecido de los niños a sus progenitores.
-Bueno, te estamos contando nuestra vida, pero no sabemos nada de ti- habló Luis al fin.
-Ya ya, jajajaja. Sabes que no me gusta hablar mucho de mí, pero os cuento. Luis sabe lo importante que ha sido siempre mi carrera profesional y me alegro de haber sido así pues soy lo que siempre quise ser. Terminé la carrera aquí, pero como estaba becada por la Sociedad Nacional de Cardiología al hacer el MIR evidentemente tuve que elegir una rama dentro de la Cardiología y gracias a que obtuve una buena nota en el examen pude elegir la Cirugía cardiovascular. Hice la residencia en el Hospital que está junto a la facultad y cuando acabé la residencia me fui un año entre Alemania e Inglaterra. Ahora trabajo desde hace varios años en este hospital y pertenezco a un grupo de trabajo internacional de investigación de técnicas poco invasivas para la intervención de riesgos cardiovasculares.
-Siempre supe que llegarías lejos- dijo Luis con cierto orgullo.
-Todo tiene un sacrificio. Y el mío ha sido la vida personal. He renunciado a muchas cosas para llegar hasta aquí.
-¿No tienes hijos ni pareja?-preguntó Alba.
-Mi maternidad me implicaría un frenazo a mis aspiraciones – dije de forma algo automática- Y pareja sí tengo, desde hace años.
-Anda, ¿y cómo lo conociste?- preguntó Alba.
-Pues estudiando el MIR. Típico de médicos ¿verdad?
-O sea, que lleváis bastantes años juntos.
-Pero no somos una pareja convencional. No estamos casados ni hacemos previsiones a futuro. Convivimos mientras nos vaya bien. Ya estuvimos separados cuando me fui a Londres y Alemania, y al volver decidimos retomar, y bueno, ahí seguimos.
Les conté un poco los distintos trabajos que estaba haciendo hasta que Luis quiso saber si mantenía contacto con alguien de la residencia.
-Sólo con Lourdes. ¿Sabes que ella se casó con Víctor? Después de sus dudas volvieron y ahí siguen. Les va bien. Ella es médico de familia en Granada y él trabaja para una constructora multinacional con proyectos por medio mundo.
-Es increíble como hemos cambiado todos. Físicamente estás igual- dije observándolo- y has construido tu vida como siempre sospeché que harías con una mujer guapísima y unos niños preciosos. Os imagino viviendo en un precioso adosado con jardín y piscina criando a vuestros hijos y paseando a vuestro perro.
Realmente estaba guapo. Se mantenía en forma y aunque vestía algo más formal se notaba que conservaba aquel cuerpo que tanto me atraía en la residencia. Conservaba bien su cabello con pocas entradas y sin canas.
-Eres muy observadora, jajajaja- respondió Alba quizá incómoda por como había alabado el físico de su marido.
-Yo en cambio sigo viviendo en un pequeño apartamento en la ciudad más preocupada de mi trabajo y mis investigaciones que del resto- contesté.
-Pero saldréis a cenar o con amigos- añadió Alba.
-Somos pareja de salir solos normalmente y acudimos alguna vez a reuniones con su familia, compañeros de trabajo y poco más- mentí pues no tenía ganas de encontrármelos en un el teatro o alguna exposición de arte.
Ahí ya me despedí de ellos pero para no resultar demasiado fría les dejé mi teléfono para hacer un seguimiento más cercano de la evolución del postoperatorio de su padre.
-Has cambiado de número…-comentó Luis.
-Hace ya bastante tiempo. Rompí contacto con mucha gente. Me alegro mucho de haberos visto y de haberte conocido, Alba. Tengo que irme ya. Los cafés están pagados pero si queréis cualquier otro día me dais un toque y nos tomamos otro.
Me despedí de ellos con dos besos. Luis había cambiado de colonia o de desodorante pues no reconocí su olor habitual.
De camino a casa pensé en lo ocurrido. Pero no en Luis. Pensaba en César. Al describir ante Luis y Alba mi vida de pareja había contado algo que ya no era así, pues en realidad yo no sentía con César esa lejanía que había mostrado en la conversación. De hecho, lo llamé por teléfono de camino a su ático para decirle que me apetecía una cena especial.
Llegué y le di un beso más apasionado de lo habitual. Me duché mientras César preparaba la cena y salí con el pelo aún envuelto en la toalla y el albornoz. Mientras cenábamos empecé a contarle:
-A qué no sabes a quién he operado hoy.
-¿Algún famosillo?
-No- reí traviesa- Al padre de un exnovio.
César dejó de comer para escucharme con más atención.
-¿Recuerdas aquel novio de la carrera del que prácticamente salí huyendo?
-Algo me has contado.
-Pues después de más de 10 años me lo he encontrado de frente en la sala de esperas de quirófano. Me ha presentado a su mujer y su madre. Tienen dos niños…
César me observaba. Quizá esperaba algo más de mis palabras pero todo quedó ahí. Sin embargo cuando nos sentamos en el sofá tras la cena le puse las piernas en alto para que me diera un masaje en los pies como solía hacer los días que yo tenía operaciones. Pero yo descuidadamente dejé que el alborno se abriera dejando a su vista mi coño recién arreglado en la ducha para provocarlo.
-¿Estás muy cansada?- me preguntó mientras sus hábiles dedos destensaban mis gemelos.
-Estoy a tu disposición…
Y mi macho aquella noche me comió el coño como tanto le gustaba y me folló llevándome varias veces al orgasmo. No, no éramos una pareja rutinaria. Había pasión y sorprendentemente Luis me había ayudado a ser realmente consciente de ello.
Estagirita
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Lo veis, justo las lecciones de Timon y Pumba ... primero dejar el pasado atrás y luego "viscoso pero sabroso", como le gusta a César.
Un excelente capítulo.
Un excelente capítulo.
Carlos Sevillista
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Es más falsa que una moneda de 3 euros.
Aunque ya sabéis que soy más de Alba y prefiero que estén cada uno por su lado.
Aunque ya sabéis que soy más de Alba y prefiero que estén cada uno por su lado.
Carlos Sevillista
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Y digo que es falsa por como le ha dicho lo de que tiene pareja de una forma muy light.
Pero vamos, soy consciente que para casi todos es vuestra favorita y acepto que moleste el principio de mi comentario anterior.
Pero vamos, soy consciente que para casi todos es vuestra favorita y acepto que moleste el principio de mi comentario anterior.
Versionatore
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Yo creo que la ha dicho una mentirijilla piadosa, para que no piense que a pesar de su dedicación a la carrera, tiene una pareja que sí la esperó.
Estagirita
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Pues la verdad, a mi no me molesta en absoluto, entiendo que esa es tu "apreciación personal". La mía, en cambio, es muy distinta, más alineada con la de @Versionatore en el sentido de la mentira piadosa o más bien cierta modestia, porque no vendría a cuento soltarles que se codea con la clase alta sevillana y para evitarlo, mejor no entrar en detalles. Pero en fin, si alguien cree que eso es ser falsa, pues no seré yo quien ponga en duda su "apreciación personal", pero el listón de la falsedad ha quedado un poco bajo.
Y en cuanto a lo de la "favorita", creo recordar que para "casi todos" era la culpable de la ruptura por anteponer sus intereses académicos al "amor". Me hace gracia ese "casi todos". Para mi en este historia no había favoritos, tan solo dos personas luchando por encontrar su lugar en la vida y poder compartirlo con gente que les quiera. Y me alegro de que ambos lo hayan logrado, es un excelente mensaje y un magnífico colofón, no es fácil encontrar a tu compañero de vida en el momento oportuno para ser acompañado.
Última edición:
Carlos Sevillista
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Bueno, no he dicho nada!!!!!;;.
Joer, .....
Era por crear algo de polémica. Estoy un poquito rebelde esta tarde.
Joer, .....
Era por crear algo de polémica. Estoy un poquito rebelde esta tarde.
Llevo días sin entrar y fíjate…todo sigue igual.
Jejeje
Esta chica es la ostia.
Pero no de esas que dan en la iglesia, ni de la de colleja. Es una oblea de esas que se ponen en los pasteles. Dulce y sabrosa.
Carlos Sevillista
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javieron
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Ahí le has dado
riojanosumiso
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No sé a quién gritar, si a Marta, si a Claudia, si a las dos... Venga, a las dos.
Marta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Claudia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Marta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Claudia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estagirita
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Gracias, me encanta polemizar contigo ¿Se nota? ...Bueno, no he dicho nada!!!!!;;.
Joer, .....
Era por crear algo de polémica. Estoy un poquito rebelde esta tarde.
Carlos Sevillista
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Versionatore
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A quien? A mí?. No tiene que tomar calacao el maño para siquiera rozarme
Ya estoy en ello.
MAÑOCAO, El colacao de los maños.
Carlos Sevillista
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Esto es en serio o es coña?. Porque si es en serio, es curioso.Ya estoy en ello.
MAÑOCAO, El colacao de los maños.
