Mmhh. Como me gusta las guarradas, me pone mucho...poniendome mojadita..
Observas como bebo hasta la última gota del contenido del vaso. Empiezas a excitarte de nuevo al comprobar que he tragado con delicia tu corrida completa.
- Me ha encantado, confiesas. Me gustan mucho las guarradas.
- A mí también, respondo. Y tengo más sed.
- ¿Y qué piensas hacer?, preguntas.
- Otra guarrada, respondo.
A continuación, dejo el vaso en el suelo. Desabrocho el botón de mi pantalón. Luego mi cremallera. Lo bajo hasta las rodillas. Intuyes una gran erección bajo mi slip. Bajo mi slip y mi polla tiesa aparece como un resorte. Tu excitación continúa en aumento al darte cuenta que tú eres la causante de ello. Agarro la polla con mi mano. Empiezo a masturbarme duro mientras te miro a los ojos. No puedes evitar llevar los dedos nuevamente a tu coño. Nuestros gemidos de placer se entremezclan en el ambiente. Miro hipnotizado como se mueven tus dedos. Tu coño suena muy jugoso. Lo deseo.
Recojo el vaso del suelo. Me voy a correr. Mi polla empieza a disparar chorros de leche. Todos caen dentro del vaso. Hace unos minutos ese vaso contenía tu corrida. Ahora contiene la mía.
De nuevo acerco el vaso a mis labios. Te miro a los ojos. Bebo hasta la última gota de su contenido. Tus dedos se mueven frenéticos por la excitación.
- Dame el vaso, me pides.
Segundos después otra de tus corridas vuelve a caer dentro del vaso.
- ¿Sigues teniendo sed?, preguntas con travesura.
Sin decir palabra cojo el vaso y lo bebo todo.
- Eres un guarro, me gustas, dices.
- Eres una guarra, me vuelves loco, respondo.