Reencuentro con Elena

Si Javier no fuera como es y no hubiera pasado lo que pasó con Noelia, seguirían juntos. Pero esto ya está visto para sentencia y lo mejor es que cada uno siga su camino.
Yo creo que si bien, todo el reencuentro viene influenciado por lo que es, una segunda oportunidad, o un "to be continued", y así va la cosa, que no nos ciegue el dedo el sol. Elena es Elena. Monjita, dulce y hasta con apariencia cándida... pero con personalidad marcada, trepadora y manipuladora. No dudó en marchar a otra ciudad, sabía que Javi, iba a ir tras ella cual perrito sumiso. O cuando qué mal estoy, vuélvete de la semana de trabajo en el extranjero...
 
Capítulo 844

Efectivamente, no empecé la semana derrochando ánimo, porque estaba apagado, como sin energía, cosa que tenía mucho que ver con que hubiera dormido mal, pero también era por la tristeza. Por suerte, en el trabajo no tenía clases con niños o con adolescentes, pues por las mañanas iban personas más mayores para sacarse sus cursos, así que podía permitirme no estar tan animado, aunque trataba de no descuidar lo que tenía que hacer.

Solía usar los ratos de los listening para ir corrigiendo exámenes y redacciones que me traían, pero pensé que sería mejor dejarlo todo para llevármelo a casa y tener así algo más con lo que entretenerme para tratar de tener ratos muertos en menor medida de lo posible y evitar así empezar a darle vueltas a la cabeza.

Fue algo que pensé ese día y que pondría en práctica durante bastante tiempo, porque la verdad es que me venía bastante bien para lo que yo tenía pensado, además de que podía corregir con más calma y poner algún que otro apunte en los márgenes para que lo tuvieran en cuenta, que ya era algo que les mencionaba al darles la corrección, pero así era mejor, porque se quedaba por escrito.

Por suerte, Ángela me hizo mucho más llevadero el rato del almuerzo, en donde se esforzaba tremendamente por mantenerme distraído, buscando tema de conversación a cada poco, aunque antes de todo eso, me recogió cuando salí de la academia, dándome un abrazo enorme, acompañándome a casa para dejar lo que me llevé de la academia, a la vez que ella dejó una pequeña mochila en la que me dijo que traía algo de ropa por si acaso, porque ya le había pasado lo de quedarse alguna noche sin tener ropa y tener que llevar la misma.

También traía su portátil, por si se quedaba por la tarde, para poder trabajar desde ahí. Ella me preguntó qué era lo que estaba dejando encima de la mesa que tenía frente al sofá, explicándole yo que eran exámenes y redacciones que me había traído para corregir y tener algo más de distracción, cosa que le pareció interesante.

Me preguntó qué íbamos a hacer para comer, si salir por ahí o pedir algo, aunque yo le sugerí preparar algo entre los dos, cosa que le pareció bien. Así que nos lavamos las manos y nos pusimos a ello, dándome ella bastante charla y evadiendo el tema de Elena, cosa que en realidad prefería.

Estuvo bastante bien todo ese rato, como la comida en sí, saliéndonos muy bien y siendo muy ameno para mí. Tras eso, nos sentamos en el sofá para reposar un poco la comida, aunque me puse a corregir un par de exámenes en lo que ella me contaba sus cosas y también ponía atención a cómo hacía yo aquello, sonriéndome cuando la miraba, diciéndome que le gusta verme concentrado, que hacía tiempo que no me veía así, añadiendo que le gustaba cómo lo hacía.

Le pregunté qué plan tenía para la tarde, diciendo que iba a ir a ver su hermana, porque no se dejaba ver mucho por casa, teniendo en mente pasar la tarde con ella, además de trabajar ahí un poco. Le dije que se podía quedar en casa si quería, pero era algo que ya habían hablado, aunque me dijo que podíamos vernos para cenar si me parecía bien.

Obviamente le dije que me parecía perfecto, ofreciéndole que se quedara a dormir si quería para no marcharse tan tarde a casa o por si a la compañera de piso de su hermana le podía molestar. Me dijo que ya lo veríamos después de cenar. Así que recogí lo mío para marcharme, dándonos un abrazo antes de salir de casa y dándole yo las gracias por haber tenido ese detalle de venir para hacerme compañía, diciendo ella que no era nada, siempre con una sonrisa en su cara.

Nos volvimos a dar otro abrazo antes de que yo entrara a la academia, marchándose ella a casa de su hermana. La tarde no se dio tan regular como esperaba. La visita de Ángela me había levantado mucho el ánimo y fue como un chute de energía para sobrellevar bien la tarde con los más pequeños y revoltosos, teniendo que impartir más materias a la que más estaba acostumbrado. Pero no hubo ningún percance ni nada, encontrándola de nuevo a las puertas de la academia cuando me tocaba volver a casa.

Me esperaba con una de sus preciosas sonrisas, sugiriendo después de saludarnos que fuéramos a cenar fuera. Acabamos en un sitio al que ya habíamos ido un par de veces, de estas que venía a verme, justo como en ese momento. Nos gustó bastante aquel sitio al ser simple y al tener tan buena comida y servicio, por lo que se le ocurrió ir allí.

Fue una buena decisión, porque todo seguía igual de bien por allí y la presencia de mi amiga no hacía más que enaltecer lo bueno de aquel lugar. Mientras cenábamos estuvimos charlando de varías cosas, interesándome yo cómo había ido la cosa con su hermana y si había podido trabajar.

Me dijo que había ido bien, y que habían compartido tiempo juntas, estando ella con sus cosas de la universidad mientras ella trabajaba. Y también se encontraba con ellas su compañera de piso, comentándome que era un amor de chica.

Me dio recuerdos de parte de su hermana, porque sabía que había venido a verme. Le pregunté si le había comentado algo de lo que me había pasado, aunque yo ya sabía la respuesta. Efectivamente, algo le comentó, pero me dijo que podía estar tranquilo, que había sido muy por encima y sin dar detalles.

En realidad, no me importaba, porque no tenía prácticamente relación con ella como para que me trajera problemas o para que se metiera conmigo por eso, como le gustaba hacer con su hermana. Ya en casa sí que hablamos un poco más de Elena y de sus celos. Estábamos sentados en el sofá, viendo la tele, con ella acurrucada a mí y con una manta por encima.

Me decía que se sentía mal por ser ella el centro de atención de sus celos y que ojalá no los hubiera tenido nunca para que nos pudiera haber ido mejor, aunque le dije que ella no tenía la culpa en realidad, que si no era por ella, iba a ser por otra. Además de que sus celos no eran nada nuevo y ya los tenía desde antes de que empezáramos a salir, quizá justificados por lo que le hacía su ex.

Ángela se abrazó a mi brazo y me empezó a hablar de otros temas, contándome que había cosas que echaba de menos de Francia, preguntándole yo si se trataba de esa chica con la que se veía de vez en cuando, diciendo que sí, que la echaba un poco de menos y que le gustaría poder verse con ella, pero tal vez haría un viaje en verano para ir a verla.

También me comentaba que echaba de menos cuando alguien con cierta notoriedad se acercaba a las oficinas en las que trabaja, o alguna sesión de fotos esporádica que le pudieran proponer, habiendo hecho dos mientras estuvo allí.

De hecho, se puso a enseñarme las fotos de dichas sesiones, estando muy bien, habiendo alguna en la que salía muy sexy. Le dije que debía estar en su salsa con lo que le gustaba a ella todo el tema de maquillarse como lo estaba en esas fotos, la ropa y echarse fotos frente al espejo posando. Me reconoció que sí, que le gustaba mucho hacer eso, pasando a reír.

Le pregunté si quería dormir en mi cama, aunque ella me dijo que se apañaba bien en la de invitados, por lo que le dejé una sudadera y nos marchamos a dormir, dándonos las buenas noches con un buen abrazo y un beso en la mejilla por su parte. Di unas cuantas vueltas en la cama, pero conseguí dormir finalmente, no escuchando nada por su parte en toda la noche.

Al día siguiente tampoco fui al gimnasio pese a levantarme muy temprano y tener tiempo de sobra, pero no quería dejar a Ángela sola para cuando se levantara, sobre todo si lo hacía justo cuando yo no estaba y se marchaba sin que nos despidiéramos.

Así que me dediqué a seguir corrigiendo tranquilamente todo lo que me traje a casa el día anterior, levantándose Ángela y viendo que estaba en ello, aunque ella me dedicó una sonrisa, con una cara de dormida muy marcada.

Me preguntó si me importaba que se diera una ducha, diciéndole yo que estaba en su casa, así que se marchó al baño para darse una, preparando yo mientras el desayuno para los dos, dándome las gracias por haberlo preparado y poniéndonos los dos a desayunar.

Me estuvo explicando lo que iba a hacer a lo largo del día una vez volviera a casa, cayendo yo en que la pasada noche podría haber ido con sus amigos, aunque ella me dijo que le daba igual y que prefería estar conmigo.

Esas palabras me hicieron sentir muy bien, pero era hora de irse, tanto para ella como para mí, así que me acompañó una vez más a la academia para despedirse allí de mí con un fuerte abrazo, diciéndome que me llamaría todos los días para ver cómo estaba y para charlar, que pensaba que me hacía mucho bien por lo que pudo intuir el día anterior, confirmándoselo yo.

Al haberse ido Ángela, mi ánimo se vino un poco abajo, pero lo cierto es que no estaba tan triste como esperaba estar. Desde luego, y por suerte, no fue como cuando Elena me dejó, que me costó la vida levantar cabeza. Esta vez era algo mucho más normal y llevadero, aunque eran varias las veces que pensaba en ella, y más que lo iba a hacer al volver a casa ya cuando se acabó el día de trabajo, llamándome Valentina no mucho después de que llegara a casa.
 
Puffff... otra vez Valentina. Javi le puso los cuernos, le dijo en su cara que no la quiere y ella sigue detrás. Tiene 40, que llame a su exesposo en vez de estar jugando y poniéndose al nivel de veinteañeros con complejo de adolescentes.

Espero que tome sólo unas cuantas líneas y desaparezca.
 
Puffff... otra vez Valentina. Javi le puso los cuernos, le dijo en su cara que no la quiere y ella sigue detrás. Tiene 40, que llame a su exesposo en vez de estar jugando y poniéndose al nivel de veinteañeros con complejo de adolescentes.

Espero que tome sólo unas cuantas líneas y desaparezca.
No te preocupes, tal vez sea para decirle que ha contratado a Elena y que esta le ha contado los motivos de querer abandonar la empresa en la que estaba.
Por cierto, Valentina y Elena tienen un enemigo común ... ¿Verdad?
 
Última edición:
Ángela se comporta exactamente como la novia que Javi desearía tener!!!
Y creo que ella lo sabe.
La teoría de la conspiración, no sé si será cierta. Pero que Ángela puede ser " pescadora en rio revuelto ", si que sería posible.
 
¿Conspiración? La vida misma, cuando se juntan una tirana, una lista y un ciego ...
... Es que Serafín Zubiri compone una canción para Malú, que no la consigue cantar porque sólo quieren de ella "Blanco y negro" y llega después Aitana en el trigésimo noviazgo con Yatra, hacen un videoclip, y Elena entonces quiere volver con Javi, pero éste está atado a la cruz de San Andrés, mientras Cintia y Ángela se lo montan...
 
Ángela se comporta exactamente como la novia que Javi desearía tener!!!
Y creo que ella lo sabe.
La teoría de la conspiración, no sé si será cierta. Pero que Ángela puede ser " pescadora en rio revuelto ", si que sería posible.
¿Conspiración? ¿Qué conspiración? Es la vida misma, cuando se juntan una loca tóxica, una lista y un ciego ... ha sonado a chiste.

Van una loca tóxica, una lista y un ciego.
Y la loca le dice al ciego:
"O la lista o yo."
Y el ciego va y le contesta:
"Tú estás loca."
La loca sale corriendo, como una loca
y la lista aparece oportuna
con una maletita con su ropita.
Y va el ciego y le pregunta:
"¿Quieres quedarte a dormir en mi cama?"
Y va la lista y le contesta:
"No, gracias" ... todavía no es el momento.
 
Última edición:
¿Conspiración? ¿Qué conspiración? Es la vida misma, cuando se juntan una tirana, una lista y un ciego ... ha sonado a chiste.

Van una tirana, una lista y un ciego.
Y la tirana le dice al ciego:
"O la lista o yo."
Y el ciego va y le contesta:
"Tú estás loca."
La tirana sale corriendo
y la lista aparece oportuna
y con una maletita.
Y va el ciego y le pregunta:
"¿Quieres quedarte a dormir en mi cama?"
Y va la lista y le contesta:
"No, gracias" ... todavía no es el momento.
Vamos a ver!!!.
Si fuera lista no se quedaría con Javi... Se iría a por Alberto... Eso sí sería un buen pelotazo.
Qué entiendes tú por " lista "?... Estamos hablando de Javi!!!... Si estás con él es porque lo quieres!!!.
Ya ves como es, y todos lo adoramos 😍😍
 
Valentina y Elena unidas contra Javier??
Eso sí que puede ser una conspiración 😈😈.
Es posible que Elena haya ido a contarle a Valentina lo que le pasa... Y que ésta última llame a Javi y le cuente que Elenita está fatal. Llora sin parar mientras escucha en bucle discos de Alex Ubago, y clama al cielo el nombre del que ha roto su corazón por segunda vez.
Naturalmente, Javi ha llamado a Ángela para que administre un poco de su magia a Elena.
Valentina queda con Ángela en su chalet, (si, ése situado en un lugar recóndito) para reunirse las tres y " charlar tranquilamente ".
Javi aún se pregunta, porqué hace ya semanas que no puede contactar con Ángela.🤔🤔
 
El siguiente paso de esta parodia de reconciliación debe darlo Elena, debe demostrar un genuino interés por estar junto a Javier, espero que él entienda que ya ha hecho más que suficiente, desde un principio todo ha sido muy forzado, con Javier empujando día a día este acercamiento mientras ella permanece inmóvil, sin deseo aparente de acercarse, seamos justos, el único interesado en recuperar al otro es él, se entiende que hay mucho trauma del que ambos se culpan, y muy bien hizo Javier exteriorizando ese lastre emocional de cuando eran novios, era hora ya, lo que indica que no volverá a ser ese complaciente novio, el problema que Elena parece seguir siendo la misma novia egoísta, acostumbrada a ser agradada en todo.

No es por ser majadero, pero si Elena en realidad hubiera deseado un acercamiento con Javier, lo habría intentado hace bastante tiempo, al reencontrarse dejó claro que siempre supo lo que él hacía, y con quién lo hacía.

Nos queda un 10% aproximado de esta historia, entre 90 y 100 capítulos, unas 300 páginas estimadas. :eek:
 
Siendo pragmáticos, tampoco Ángela resulta adecuado material para novia, su espíritu libre puede resultar ingobernable, ella no ve mala intención ni maldad en cada elección de su pareja sexual de turno, pero inevitablemente va ocasionando daños colaterales, dejando damnificados, y lo grave de eso para cualquier futura relación seria, es que no tiene conciencia de eso.
 
El siguiente paso de esta parodia de reconciliación debe darlo Elena, debe demostrar un genuino interés por estar junto a Javier, espero que él entienda que ya ha hecho más que suficiente, desde un principio todo ha sido muy forzado, con Javier empujando día a día este acercamiento mientras ella permanece inmóvil, sin deseo aparente de acercarse, seamos justos, el único interesado en recuperar al otro es él, se entiende que hay mucho trauma del que ambos se culpan, y muy bien hizo Javier exteriorizando ese lastre emocional de cuando eran novios, era hora ya, lo que indica que no volverá a ser ese complaciente novio, el problema que Elena parece seguir siendo la misma novia egoísta, acostumbrada a ser agradada en todo.

No es por ser majadero, pero si Elena en realidad hubiera deseado un acercamiento con Javier, lo habría intentado hace bastante tiempo, al reencontrarse dejó claro que siempre supo lo que él hacía, y con quién lo hacía.

Nos queda un 10% aproximado de esta historia, entre 90 y 100 capítulos, unas 300 páginas estimadas. :eek:
Querido @onatrapse el esfuerzo que haces para tratar de comprender esta relación y las posibilidades futuras es encomiable. Yo también lo intenté por un tiempo, pero llegué a la conclusión de que este melodrama se disfruta más si no tratas de analizarlo y te dejas llevar. Nada de lo que sería lógico y razonable sucede en unos personajes que se mueven a base de impulsos y reacciones a situaciones, a veces, inverosímiles y sorprendentes.
Por ejemplo, lo que podría verse como una buena idea, buscar ayuda para afrontar un problema que te afecta a ti y a tu pareja, del que te reconoces incompetente para resolverlo, se transforma en un ejemplo de mala gestión de las relaciones y falta de empatía, por problemas propios del personaje y por un análisis de situación muy deficiente, ocasionando el efecto contrario al deseado inicialmente. Los problemas de cada personaje hacen de cada situación algo imprevisible, y las reacciones impulsivas u obsesivas convierten anécdotas en dramas existenciales y conflictos insoportables.
Así que mi recomendación es que te ajustes las protecciones y disfrutes de la montaña rusa sin fijar la vista en el frente intentando ver por donde vas o acabarás mareado.
Evidentemente tu estás en tu derecho de persistir en tu fatal error de tratar de comprender el caos que existe en medio del deseo infantil, el impulso irracional, la incompetencia relacional y la necesidad de sentirse bien considerado por los demás, en alguien que trata de pasar por la vida sin hacer daño a los demás, pero que lo acaba haciendo. La clave nunca está en los demás, esas figuras distorsionadas por las percepciones de un narrador parcial e interesado, sino en el caos interno del personaje principal, así que cualquier razonamiento lógico a cerca de un personaje secundario será invalidado por las necesidades de cada momento del personaje principal.

Salud camarada, déjate llevar y sorprender por la historia, levanta los brazos y grita a pulmón abierto en el siguiente tirabuzón que te ofrezca esta historia.
 
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Capítulo 845

-Buenas noches, Javi.
-¿Qué pasa, Valentina? ¿Todo bien?
-Sí, todo está bien por aquí.
-Es que me ha extrañado que me llames. Sobre todo a esta hora.
-Es que quería preguntarte si sabes qué le pasa a Elena. Hoy hemos tenido la última reunión para cerrarlo todo y la he notado un poco... No sé. Ha venido con ojeras y la he notado apagada en la presentación que hemos tenido.
-Ah... Es que el domingo discutimos fuertemente.
-Uy... ¿He metido la pata?
-No. No te preocupes. Hemos llegado a un punto en el que... Me ha dado un ultimátum, queriéndome obligar a que dejara de ver a una amiga.
-¿A una amiga? ¿A Irene?
-No. Es otra amiga.
-Ah...
-Piensa que ella busca algo más que una amistad en mí y cree que nos acostamos.
-¿Y es así?
-No. Desde que me reencontré con ella no he estado con nadie más en la cama que con ella. Pero parece que no le entra en la cabeza. Desconfía mucho.
-Bueno, a lo mejor no es tan raro con lo que os pasó, ¿no?
-Puede. Pero es que yo no le doy motivos para que piense esas cosas.
-Y tú no quieres dejar de ver a tu amiga, ¿no?
-No. Es que no tiene sentido que me pida eso cuando no hay absolutamente nada entre mi amiga y yo. Y la verdad es que me he cansado.
-¿De qué?
-Pues de muchas cosas. Ha tenido varios gestos conmigo que... Bueno, mejor dicho, no los ha tenido.
-Ah, creo que ya sé por dónde vas.
-Me da la sensación de que ella no ha estado interesada en que lo nuestro se arreglara, pero con esto que me has dicho me has dejado un poco...
-A nadie le gusta discutir. Independientemente de que sea como tú dices o no, no creo que esté celebrando lo que ha pasado entre vosotros el pasado domingo.
-Es verdad.
-Entonces, ¿tiras la toalla?
-Pues... Prácticamente ya la he tirado.
-Vaya, pues siento oír eso. Si lo haces es porque no ves que la cosa tenga solución.
-Le he propuesto ir a terapia para tratar los problemas que tenemos, pero ella dice que no la necesitamos, que lo único que hace falta es que saque a esa chica de mi vida.
-Uff... No hace falta que me cuentes más si no quieres.
-No hay mucho más que contar.
-Vaya... Y yo que tenía pensado hacerle una propuesta.
-¿Qué propuesta?
-Ya sabes que tenemos problemas con el departamento de marketing en mi empresa. Es un desastre y nunca nos ponemos a ello, porque siempre hay muchas cosas por hacer. Y había pensado en ofrecerle un puesto de trabajo aquí conmigo, como jefa de ese departamento, porque la verdad es que estamos muy contentas con ella. Es muy profesional, trabaja muy bien y la comunicación es excelente. Estamos realmente contentas con ella.
-Me alegro de que así sea. Dale unos días si no quieres agobiarla. Estoy seguro de que lo considerará, porque ha tenido problemas personales con su jefe y le vendría bien salir de allí.
-Pues sí, se lo propondré. Le diré eso y que confiamos en ella para que monte su equipo para que tengamos por fin un buen departamento de marketing.
-Genial.
-Me gusta que te sigas preocupando por ella y que me digas que se lo proponga, sobre todo con eso de que espere unos días para que no se agobie.
-Claro, joder. No se deja de querer a las personas de la noche a la mañana. No creo que la deje de querer nunca. Es una persona muy especial para mí y siempre voy a querer lo mejor para ella, aunque me entristece que lo nuestro no pueda continuar.
-Lo entiendo. Me pasó algo parecido contigo cuando nos volvimos a encontrar después de que lo dejáramos. No porque quisiera seguir contigo, sino porque seguía teniéndote afecto. Y lo sigo haciendo.
-Yo también, Valentina. Tú también eres especial para mí. Creo que lo sabes, pero por si acaso, te lo vuelvo a recordar. Eres una mujer increíble y espero que encuentres lo que buscas en un hombre.
-Gracias. Espero que tú también encuentres lo que buscas.
-Va a estar complicado.
-Nunca se sabe.
-¿Eso es que tienes ya algo por ahí?
-No. En realidad, no. Pero nunca se sabe cuándo puede venir.
-Eso es verdad.
-No te molesto más. Solo quería preguntarte por Elena, porque me había preocupado un poco, porque también tenía que marcharse y no hemos podido comer juntas ni nada. Descansa, ¿vale?
-Sí. Y tú también, que trabajas demasiado.

Tras esa conversación con Valentina en la que pude obtener algo de información relevante, aunque me quedaba más con cómo ella me tenía en una consideración que yo no creía posible cuando lo nuestro se acabó, y cosa que me encantaba, me llamó Ángela.

Me estuvo preguntando cómo estaba y cómo me había ido el día, tal y como hacía todas las noches desde que le comuniqué lo mal que había ido la última conversación que había tenido con Elena y la decisión que tomé de tirar la toalla con ella viendo el poco interés que tenía en mí y en que lo nuestro se arreglara.

Me gustaba mucho hablar con ella, porque me lo hacía mucho más llevadero, porque se me pasaba el tiempo rápido mientras conversábamos, procurando ella no sacar mucho a Elena mientras hablábamos. Siempre que acabábamos de hablar y nos despedíamos dándonos las buenas noches, le daba las gracias por llamarme todas las noches y por soportarme durante tantos minutos, aunque ella me decía que no tenía que decir eso y que disfrutaba tanto de esas llamadas como lo hacía yo.

Irene, Mario, Sofía y Hugo también me llamaban con cierta regularidad, teniendo conversaciones similares a las que tenía con Ángela, aunque ésta última siempre derrochaba mucho mejor ánimo que ellos. También procuraban no sacar mucho a Elena en las conversaciones, aunque la que más pecaba de eso era Irene, quien me preguntaba si había reconsiderado lo que le dije el domingo, porque en su opinión, estaba muy en caliente.

Comenté que no tenía mucho que reconsiderar, porque los indicios de que ella tenía un interés nulo en mí eran bastantes evidentes, poniendo además como prueba que no me había vuelto a llamar ni tampoco a mandar un mensaje desde lo último que hablamos, estando bastante seguro de que ellos se habían puesto en contacto con ella y le habían dicho que había actuado mal. El silencio que obtenía como respuesta me daba la razón en todo, volviendo a repetir que su comportamiento dejaba muy claro lo que quería, o más bien lo que no quería.
 
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