Reencuentro con Elena

No creo que sea por amistad solo, está enamorada de Javi pero el no le responde y espera conquistarlo con estos gestos. Es súper raro este viaje, no hace tanto que no se ven y hablan a menudo , ¿no habrá alguna noticia que quieran darle en persona por si reacciona mal?
Por si reacciona mal... allá creo que es más difícil encontrar "pasajes" al cosmos, if you know what I mean... ( ͡° ͜ʖ ͡°)
 
Ángela no ha aguantado ni un mes sin ver a Javi.
Sufre la dulce rubia, dependencia de nuestro héroe?
O habrá viajado hasta Canadá para jugar una partida a la consola?
Los amigos que quieren estar siempre juntos, tienen sexo entre ellos y se quieren. Son super amigos o son algo más?
Y lo más importante... Le habrá llevado, Ángela a Javier, sobres de jamón ibérico envasado al vacío? 🤔🤔🤔
 
Capítulo 873

-¿Y cómo te va?
-Pfff, qué tontería de pregunta. Si hablamos mucho. Ya lo sabes de sobra, jajajaja.
-Ya, pero quiero que me cuentes en persona.
-Pues muy bien. Muy contento con todo, porque todo va de maravilla. La vida aquí es muy tranquila y lo tengo todo muy a mano.
-Genial.
-Bueno, ahora ando un poco nervioso.
-¿Por?
-Porque en poco más de un par de semanas empiezo el máster. A ver cómo se da.
-Pues muy bien, ¿cómo se va a dar?
-Ya... Bueno. Hace ya bastante que no me pongo a estudiar como lo hacíamos en su día.
-Bueno, sí que lo hiciste cuando metisteis más asignaturas en la academia, ¿no?
-Pero me vas a comparar... Solo le di un repaso a un par de cosas. Esto es otra historia.
-Pero no te preocupes, si es de algo que estás ya muy acostumbrado a hacer y de idiomas que controlas muy bien. Ya verás cómo lo sacas con notazas.
-Lo que me preocupa es que me cueste compaginarlo con el trabajo.
-Ah... Bueno, es cuestión de organizarse.
-Sí. Lo que me tiene un poco preocupado es que me pueda coincidir algunas clases con el trabajo, pero me he informado y las clases se graban, así que si falto a alguna, me las puedo poner en casa.
-Pues mira, nada que temer entonces. Solo tienes que organizarte bien. Nada más.
-Sí.
-¿Y de lo demás...?
-¿Lo demás?
-¿Has hecho amigos?
-Ah, pues la verdad es que no mucho, por no decir que no.
-¿En serio?
-Pues sí. En el trabajo todos son muy mayores y no veo que podamos encajar, porque los veo serios. Y en el gimnasio hay muy poca gente cuando yo voy, porque suelo ir muy temprano.
-¿Y no vas a alguna tienda a jugar como hacías cuando estabas allí?
-Sí que he ido alguna vez, pero la gente va a muy a su bola, no es como allí. No sé...
-Pues no me gusta mucho que no hayas hecho amistades.
-La verdad es que estoy entretenido con el trabajo y en nada lo voy a estar más aún con el máster, así que no es algo que me preocupe mucho.
-Bueeeeeeno... ¿Y no has conocido a alguien especial? ¿A alguien que te llame la atención?
-Pues a ver, déjame que mire... -dije alzando la cabeza para mirar por la cafetería- No. No he visto a nadie que me llame la atención.
-Qué bobo eres, de verdad -decía riendo-. ¿Aún no te ves con ganas de conocer a alguien así?
-No muchas, la verdad.
-El cumpleaños de Elena fue hace casi un mes.
-Lo sé.
-¿La llamaste o algo?
-¿No le has preguntado a Irene? Seguro que ella sabe la respuesta.
-No. Me interesa más que me lo digas tú.
-Pues no. No la felicité. Pensé hacerlo, pero no sabía si iba a estar receptiva o no.
-¿No le preguntaste a Irene si lo estaba?
-No. La idea de venirme aquí, además de sacarme ese máster y tal, era desconectar completamente de todo lo que ha pasado y empezar de cero. No puedo hacer eso si no paro de preguntar por ella. De hecho, bien lo sabes, porque nosotros no hemos hablado nada de ella.
-Sí. La verdad es que llevas razón.
-Ni siquiera sé si Irene le ha contado algo de si estoy ahora aquí o qué. Como te digo, no hablamos de ella. Se lo dejé caer cuando me vine aquí y lo pilló, porque no me ha dicho nada.
-Yo tampoco sé si se lo ha dicho o no.
-Desde luego, no tengo ninguna llamada ni mensaje de ella, aunque puede ser que le dé igual.
-Creo que hicieron una fiesta por su cumpleaños y ellos fueron. Me parece que Sofía y Hugo también, porque estuvieron por allí en esos días. Quedamos para tomarnos algo y seguramente también se verían con ella.
-Genial. Es lo que tienen que hacer, que para eso es su amiga también.
-Sí. Esa preocupación que tenías no existe, porque hasta donde tengo entendido, hablan y quedan regularmente con ella.
-Estupendo. Es lo que quería, que todo siguiera igual en ese aspecto.
-Igual no está. Tú no estás.
-Ya.
-Te echamos de menos.
-Joder, si no han pasado ni dos meses.
-Ya, pero es que te veíamos mucho y ahora de repente no. Y ya que hemos experimentado tu marcha, nos estamos haciendo a la idea de que esto va para largo.
-Bueno, pero nos veremos para las fiestas y tal.
-Ya, pero bueno...
-No te preocupes, va.
-No, si no estoy preocupada. Solo que te echo de menos.
-Yo también os echo de menos a todos. No sabes la ilusión que me hizo ayer encontraros en la universidad. Joder, es que entre vuestras voces y lo raro que es encintar aquí a gente que hable español...
-Jejejeje.
-Ahora lo que necesitas es descansar, que seguro que sigues teniendo cansancio en el cuerpo.
-Un poco.
-A mí también me pasó. Cuando salga os llamo y nos vamos por ahí a comer. Este fin de semana podemos ir a bañarnos al río, o a alguna piscina.
-Vale, aunque no hace mucho calor aquí.
-Ya te conté. Aquí se está muy a gusto en verano. Ya veremos cuando llegue el invierno...
-Dicen que son muy fríos y con nieve.
-Sí.
-¿Cómo llevas la aventura de venirte a vivir tan lejos?
-Pues bueno, un poco de cada. Ya sabes que a mí me gusta estar tranquilo en casa y que no soy mucho de viajar, aunque sí que lo he hecho más estos meses atrás con nuestros viajes a Ibiza y a Manchester.
-Sí, sé que te gusta la rutina y tener ese aspecto controlado.
-Pero bueno, ya estoy estableciendo una aquí y bien. De momento no me aburro, ya te digo.
-Bien entonces. Aunque pienso que estaría bien que encontraras amistades.
-Seguro que cuando empiece el máster encuentro.
-Eso espero.
-Venga, vamos, que te dejo en el hotel y luego nos vemos para la hora de comer y lo hacemos todos juntos.
-Vale.​
 
Vaya, solo hemos sacado de hoy k fue el cumple de Elena y que no le felicitó, xq igual Elena no estaba receptiva y le podía decir algo, bueno y tb sacamos k a Ángela no le gusta que no tenga amigos, me parece una razón mas que suficiente para que Mamá Angela actúe y se vaya a vivir allí con él.
 
Y que habrá pasado con las ganas de "pasarlo bien" en grupo. Simplemente se desvaneció?

Elena lo habrá propuesto?, a ella le gustaba el novio de Irene, y como ella dijo, estaba dispuesta a ir por más. O es que esta vez a Irene no le haría gracia?

Bueno. En ese cumpleaños de Elena supongo que habrán estado Irene, Sofia, Valentina, la amiga de esta, es decir, todas las hermanas de leche 😂
 
Y que habrá pasado con las ganas de "pasarlo bien" en grupo. Simplemente se desvaneció?

Elena lo habrá propuesto?, a ella le gustaba el novio de Irene, y como ella dijo, estaba dispuesta a ir por más. O es que esta vez a Irene no le haría gracia?

Bueno. En ese cumpleaños de Elena supongo que habrán estado Irene, Sofia, Valentina, la amiga de esta, es decir, todas las hermanas de leche 😂
Una orgía de muchas de las que han pasado x la cama de Javi sin Javi sería algo poético.

Eso parece ser algo del pasado del relato, así cm no se está narrando el sexo con Ángela, ahora es un relato más vacío, y no por falta de sexo, es cm que le falta sentimiento, al romper con Elena la primera vez se empezó con la debacle de Javi, después se dejó de hablar de sentimientos reales y se transformó a sexo por sexo, y me da la sensación de que al querer volver a ser el tipo de relato que era se ha quedado atrás, como si se hubiese creado una barrera entre los personajes y el lector que impide sentir algo parecido a lo que ellos sienten. Antes había profundidad en ellos, ahora son cuadrados, Ángela es solo una chica preocupada x Javi, Irene y Mario son más pack k nunca, cuando antes sobre todo Irene era alguien super profunda y que hacía siempre a Javi pensar, y Javi ya no me hace sentir nada hacia él, Sofía ni está ni se le espera, y Mario nunca fue nadie demasiado importante.
 
Y que habrá pasado con las ganas de "pasarlo bien" en grupo. Simplemente se desvaneció?

Elena lo habrá propuesto?, a ella le gustaba el novio de Irene, y como ella dijo, estaba dispuesta a ir por más. O es que esta vez a Irene no le haría gracia?

Bueno. En ese cumpleaños de Elena supongo que habrán estado Irene, Sofia, Valentina, la amiga de esta, es decir, todas las hermanas de leche 😂
Anda que si la fiesta de cumpleaños de Elena, acabó en orgia y nos lo hemos perdido...
Y estaba Valentina 😫😫
 
Anda que si la fiesta de cumpleaños de Elena, acabó en orgia y nos lo hemos perdido...
Y estaba Valentina 😫😫
Muchachos, eso es imposible que haya pasado. Porque, de haber pasado, nuestro superhéroe, seguramente en el mismo momento que esta sucediendo la Orgia, hace una videollamada, lo atienden y tiene sexo virtual grupal en la orgia, y pasa a ser el centro de atención. Y gracias a el, las chicas llegan a correrse mas de 5 veces. Hasta los muchachos le hubiesen dado las gracias.
 
Queremos orgia a cuatro en Canadá, por favor. Y también saber de Elena a través de Irene. Javier se tenía que haber despedido de ella en persona cuando fue a ver a Valentina, pero que se le va a hacer.
Ángela, en su papel de perro del hortelano, ya está preguntando por posibles rivales canadienses...
 
Capítulo 874

Después de llevarla de vuelta al hotel, me fui a la universidad para ir a trabajar, haciéndose un rato bastante largo, porque lo único de lo que tenía ganas en ese momento era de irme con mis amigos. Una vez salí, me los encontré en recepción, comentando ellos que habían ido a por mí y que habían aprovechado para ver si podían ver cómo daba clase, siendo así en parte al poder asomarse por una de las ventanas que tenía el aula que yo usaba.

Me dio un poco de vergüenza, aunque ellos me decían que les parecía muy profesional y que lucía muy bien al vestir con camisa y con la barba así de arreglada. No pasó desapercibido que estuviera vistiendo una camisa de manga larga en verano, aunque no hiciera un calor como al que estábamos acostumbrados nosotros, pero era algo que les llamaba la atención. Les expliqué el motivo, creyendo ellos que era algo problemático allí, pero nada más lejos.

Solo les comenté que seguro que así les daría buena impresión a la gente que me contrató, a la vez que quedaba más serio de cara al alumnado. Que tampoco es que me fuera mal con ellos, porque no tenía ningún problema con ninguno, sobre todo al rondar todos la veintena y al tener interés en lo que yo impartía.

Les dije que no pensaba tampoco que me fueran a despedir si un día descubrían todos los tatuajes que tenía, por lo que estaba tranquilo en ese aspecto. Simplemente quería encajar mejor con el profesorado y personal que me encontraba en la universidad. Pero no perdimos más el tiempo allí, pues pasé por casa, que estaba al a pocos minutos de la universidad para dejar lo mío y poder irnos a algún sitio a comer, aunque antes pasearíamos un poco.

Les enseñé la ciudad, o al menos lo que mejor conocía, teniendo pensado ver lo que más cerca teníamos y ya el fin de semana hacerles un buen tour al tener todo el tiempo disponible en lugar de unas pocas horas hasta que tuviera que volver al trabajo. Llegamos a un buen sitio, frecuentado por estudiantes según me contaron, aunque no había mucho de eso, pero daba por sentado que cuando entráramos en el curso, el ambiente se iría animando.

Lo pasamos bien al tener el lugar un buen ambiente aun así con algo de música y algunas televisiones, pero nos entretuvimos en charlar entre nosotros. Comentaron que encontraron mi casa un poco pequeña, preguntándome si llevaba bien vivir ahí. La verdad es que a veces se hacía pequeña, pero tampoco es que necesitara mucho más para vivir. Lo que más me molestaba era que para ir a la cocina desde el salón, tenías que atravesar el único dormitorio del que disponía, pero por todo lo demás no veía más problema.

Tras comer, estando todo bastante bien, nos fuimos a dar una vuelta, precisamente, porque el calor de allí lo permitía, enseñándoles yo algunas cosas más que no venían en guías y que eran más de callejear y de encontrar rincones. Pero lamentablemente tenía que volver al trabajo, así que me puse en camino hacia mi casa para poder coger mis cosas y volver a la universidad.

Me acompañaron hasta allí, comentando que el fin de semana, además de enseñarles la ciudad a fondo, podríamos ir al río para verlo e incluso bañarnos si era posible, pero que también podíamos ir a alguna piscina. A todos les pareció bien, sabiendo Ángela esto ya con más antelación al haberlo hablado por la mañana mientras desayunábamos. Las clases de la tarde se me hicieron también un poco largas hasta que pude salir de allí para volver a encontrarme con mis amigos.

Repetimos plan al salir a cenar fuera, aunque también estuvimos en mi casa un rato, pudiendo ellos permitirse volver andando, aunque les pillara retirado. En realidad, comentaron que se estaba a gusto, pues tenía un buen sofá como el que tenía en mi anterior casa, por lo que cabíamos los cuatro sin problema, viéndonos ahí una película hasta que se hizo tarde y se marcharon, no sin antes quedar en que nos veríamos al día siguiente para pasar más tiempo juntos.

Fue algo que se repitió a lo largo de la semana hasta que finalmente llegó el fin de semana, en donde pudimos estar mucho más tiempo juntos, enseñándole yo la ciudad a fondo en su plenitud. Para descansar, en esta ocasión, no comimos en ningún restaurante, pues compramos algunas comidas ya hechas que se pudieran comer al momento y nos fuimos al río, haciendo como un picnic muy cerca de éste.

Allí comimos tranquilamente a la sombra de un par de árboles para que no nos diera el sol tan de pleno, aunque una vez acabamos y recogimos todo, nos pasamos por mi casa y luego por el hotel para coger unos bañadores y pasar la tarde en una piscina. Estuvimos muy a gusto, aunque no es que probáramos mucho la piscina, pues hacía algo de viento y daba bastante frío cuando salías al estar mojado.

Sin embargo, tuvo lugar una conversación entre Irene y yo al estar Ángela haciendo unos ejercicios en la piscina al aparecer una monitora y Mario nadando un poco. No me esperaba que me preguntara si había pasado página respecto a Elena, porque desde mi marcha no hablábamos nada de ella en ese aspecto, porque ese era uno de los cometidos de irme hasta allí. Le respondí que no era fácil al ser una persona a la que había querido tanto y al compartir tantísimas cosas.

Pero ella quería saber la respuesta, diciéndole yo que bueno, que me encontraba bastante mejor a esas alturas, pero que también era verdad que pensaba de vez en cuando en ella al estar tan solo allí. Le pareció interesante mi respuesta, aunque lo que dijo fue que pensaba que eso de no haber encontrado amistades no era un problema. Y no era uno, como le comenté, pero que se me venía ella a la cabeza en esos momentos de soledad.

No quedaría ahí la conversación al mencionarme ella que le había dicho a Elena que ahora estaba allí al par de semanas de irme, cosa que ganó mi atención, preguntándole cuál había sido su reacción. Según me contó Irene, Elena mostró indiferencia de primeras, aunque luego si le preguntaría el motivo de haberme ido y cómo estaba. Al parecer fue algo de lo que le informó el día de su cumpleaños, no sentándole muy bien que lo hiciera de primeras.

Tampoco le sentó muy allá que le preguntara si yo le había llamado para felicitarla y demás. Pero al final se interesó un poco, aunque no dijo si le parecía bien que me hubiera ido o no. Otro detalle interesante fue que Valentina acudió brevemente al cumpleaños de Elena, donde se reencontró con Irene, Mario y Sofía, conociendo también a Hugo de paso. Me comentó que se saludaron alegremente y que estuvieron hablando un poco de mí, aunque no delante de Elena.

Entre todos le contaron cómo me estaba yendo y demás, aunque ahora que sabía este dato, me habían entrado ganas de llamarla para preguntarle un poco por la situación, porque me la podía imaginar como si la estuviera viendo, teniendo que estar ella incómoda, como se solía poner en los momentos que involucraban situaciones personales. Así que tendría que llamarla en otra ocasión para que me contara sobre eso.

Por lo pronto, continuamos la tarde de piscineo hasta que dijimos de cortar para marcharnos, darnos una ducha y arreglarnos para salir a cenar y luego a tomarnos algo todos juntos. Me pudo la curiosidad y le pregunté a Valentina si tenía un momento para hablar, pillándola bien para poder hacerlo. Me saludó con energía, alegrándose mucho de oírme, aunque se puso nerviosa cuando le saqué el tema que tenía en mente.

Me estuvo contando un poco, aunque le pedí que no se pusiera nerviosa, que no pasaba nada. Se tranquilizó al ver que simplemente tenía curiosidad y nada más. Así que me empezó a contar, alegrándose mucho de volver a ver a mis amigos. Le pregunté qué tal le iba a Elena en el trabajo, contándome ella que de maravilla, que tenía muy buena conexión con ella y que podían hacer muchas más campañas de manera tranquila al tener un departamento en condiciones al fin.

Terminamos de charlar al poco, marchándome yo a por mis amigos para ir a cenar por ahí, haciéndolo en un buen restaurante esta vez para disfrutar un poco más. Les encantó aquel lugar, pero más les gustó el sitio al que fuimos después, pues las chicas no querían parar de bailar, turnándose al cambiar de pareja o haciéndolo también entre ellas mientras Mario y yo descansábamos un poco.

Nos retiramos bastante tarde en realidad, aunque no pasó nada esa noche. No capté un interés especial por parte de Ángela en que acabáramos juntos en la cama, y a decir verdad, yo tampoco es que tuviera muchas ganas tampoco pese verla guapísima y al llevar ya varias semanas sin tener sexo. Pero eso quedaba en un plano secundario, porque lo que más me interesaba era la compañía y el cariño de mis amigos, el cual estaba muy claro para mí al haber hecho ellos ese viaje para verme, sacrificando de paso sus vacaciones.​
 
“aunque se puso nerviosa cuando le saqué el tema que tenía en mente”
Pero no nos dices que tema es o yo no me he enterado.
La indiferencia de Elena sobre la marcha de Javi y solo preguntar cómo le va indica que esta relación no tendrá forma de reiniciarse.
Bien el pensar que está lejos para olvidar y empezar de cero y quizás para madurar un poco y bien por no caer en folleteo como un loco tras unos meses a palo seco. Creo que algún que otro estará de acuerdo en este cambio del protagonista aunque sean capítulos aburridos, que aquí estamos para lo que estamos, el que no quiera más folleteo que se ponga la cope.
 
"Nos retiramos bastante tarde en realidad, aunque no pasó nada esa noche. No capté un interés especial por parte de Ángela en que acabáramos juntos en la cama, y a decir verdad, yo tampoco es que tuviera muchas ganas pese verla guapísima y al llevar ya varias semanas sin tener sexo. Pero eso quedaba en un plano secundario, porque lo que más me interesaba era la compañía y el cariño de mis amigos, el cual estaba muy claro para mí al haber hecho ellos ese viaje para verme, sacrificando de paso sus vacaciones."

Cómo parece cambiar la vida para algunos, si mejorar la forma de relacionarse con los demás es parte de esos cambios, los demás ajustes se irán manifestando solos, no es para cantar victoria con Javier, pero su visión del mundo que lo rodea está siendo cada vez menos egoísta.
 
Capítulo 875

Pasamos unos pocos días más juntos, hasta que se tuvieron que volver al tener programado de esa manera el viaje. No hicimos nada diferente en los días que pasaron hasta el momento de su marcha. La despedida fue como cuando yo me fui, bastante triste y con muchas emociones. También había mucho silencio, pero les recordé varias veces que iría para Navidades y que estaría por allí un par de semanas en principio, aunque antes tenía que preguntarlo, pero estaba seguro de que iría.

Los acompañé al salir el vuelo tan temprano, dándome tiempo más que de sobra a hacerlo y poder irme luego a trabajar después de desayunar algo, aunque tenía el estómago cerrado. Fui a una cafetería que solía frecuentar, a la que fui con Ángela al día siguiente de que vinieran, donde estuvimos charlando, pero es que no me apetecía nada. Me pedí un café y uno de los dulces que tan buenos estaban de los que hacían allí, pero tuve que pedirlo para llevar y dejarlo en casa para comérmelo más tarde.

En esta ocasión sí que estaba ella, la única chica en la que me había fijado después de haber tomado la decisión de no seguir intentándolo con Elena. Sí, había tenido sexo con Ángela, incluso con Cintia, pero es que era algo muy diferente, porque en Ángela solo veía una buenísima amistad, nada más, viendo en Cintia el posible inicio de una, aunque al tener que irme, no pudo florecer más.

Solo sabía su nombre, Abby. No había escuchado ni siquiera su voz, porque siempre que me atendía, se plantaba delante de mí con una amplia sonrisa, con una libretita y un boli para tomar nota de lo que quería, eso de primeras, porque luego ya se limitaba a plantar sus manos frente a su cuerpo al entrecruzar sus dedos. Era una chica preciosa, de las que salen en esas películas de sobremesa los domingos por la tarde.

Rondando el metro y medio de estatura, pelirroja natural, yendo siempre con una coleta bien recogida al estar trabajando de camarera. Probablemente los ojos más preciosos que había visto hasta ese momento, y eso que había visto ya algunos increíbles como los de Ángela o Valentina, pero los de ella eran azules, de uno muy claro, quedando a medio camino entre azules y grises. También tenía la piel muy blanquita y unas facciones bonitas, donde lo que más llamaba la atención era su nariz tan perfilada.

Llevaba unos brackets, que lejos de hacer su cara menos atractiva, la hacía más mona. Yo le echaba unos 20 años, pero lo cierto es que no estaba seguro. Y ella era la razón principal de que fuera de manera asidua a esa cafetería. La broma que le hice a Ángela de levantar la cabeza y echar un vistazo en la cafetería cuando me preguntó si había conocido a alguien especial, no era tan broma, porque la buscaba a ella.

No tenía la certeza de nada acerca de esta chica. No sabía qué edad tenía realmente, si le gustaban los chicos o no, si hacía algo más que trabajar de camarera, pues no es que estuviera allí todo el tiempo...

Tan solo conocía su nombre por la pequeña chapa que llevaba colgada en su uniforme. Pero ese día tenía el ánimo bastante bajo, porque mis amigos se acababan de marchar, aunque ella me recibió con una sonrisa cuando fui hasta el mostrador para pagar y pedirle que me pusiera aquello para llevar, asintiendo ella con energía.

La verdad es que tenía muchas dudas en lo que acercarme a ella se refería, porque Elena no se había terminado de ir de mi cabeza y pensaba que así no podía dar el paso de conocer a otra persona de esa manera. Su sonrisa al atenderme cuando ya me iba hizo que ese día fuera un poco mejor, por lo que entré de una manera un poco diferente al trabajo, afrontando el día mejor.

Con el inicio del curso, mi trabajo sufrió un cambio de horario y de organización. Como la mañana estaba plenamente ocupada por las clases ordinarias, no podía impartir mis clases a esas horas, cosa que me venía bien, porque también empezaba mi máster y por suerte tenía todas las clases por la mañana, teniendo las tardes libres para poder trabajar. El número de horas que trabajaba se vio reducido considerablemente, aunque a cambio, las clases serían mucho mayores para ofrecer las mismas oportunidades

Continuamos de la misma manera con los que ya habían empezado tanto en el mes de julio como agosto, haciendo una clase aparte para los que querían empezar con el inicio del curso. Organizar todo aquello me lo dejaron a mí, que era el que impartía las clases, confiando en mí para la administración de las mismas y poder hacerlo de la manera más fructífera posible.

Lo bueno era que en realidad no tenía que invertir tantas horas en todo aquello, pareciéndose en realidad a lo que venía haciendo los dos primeros meses que estuve por allí, solo que ahora las mañanas las dedicaría a estudiar, puesto que el horario era muy similar en relación al anterior al no tener demasiadas materias que estudiar tampoco. Eso me permitía poder seguir yendo a la cafetería que tanto me gustaba, tanto por la mañana, donde no la encontraba, como por la tarde, donde sí que lo solía hacer más.

Uno de esos días en los que el curso ya había empezado y fui a tomar un café allí, la vi con el pelo suelto, llevando una melenita que con dificultad le llegaba a los hombros, con su pelo ligeramente ondulado. Ese día estuve mirándola más de lo que ya lo hacía de por sí, aunque siempre trataba de que no me pillara o que no pudiera resultarle molesto a alguien. Ese día las cosas cambiaron, porque verla más guapa de lo que ya la encontraba al llevar su pelo suelto me lanzó a proponerle vernos para charlar un rato cuando saliéramos ambos de trabajar.

Sin embargo, su reacción fue de rechazo, porque, aunque no me lo dijo con palabras, la expresión que puso cuando le hice dicha proposición no fue la más positiva por la cara que puso, la cual mezclaba algo de sorpresa, desconcierto y claramente, incomodidad. Al ver la cara que puso, le pedí disculpas, pidiéndole que olvidara lo que había dicho, marchándome de allí para ir a trabajar.

Fue un poco como si me hubieran tirado un jarro de agua fría por encima, porque tenía esperanzas de conocer a alguien finalmente, sobre todo al llamarme ella tanto la atención, pero no pudo ser. Con el pasar de los días, me lamentaba el doble, pues me gustaba mucho aquella cafetería en realidad y echaba de menos la rutina de ir hacia allí para tomarme un café y algún dulce de los que tenían por allí.

Pero al menos podía ir por la mañana, dejando las visitas por la tarde con tal de no incomodar a esta chica, aunque la segunda vez que me propuse ir solo por la mañana me la encontré nada más entrar.

Debió ser algo lamentable observarme, pues me quedé como congelado durante unos segundos sin saber qué hacer, aunque ya que había ido, pensé que podía acabar con esa situación, por lo que fui directamente a ella, siendo lo más educado que pude para preguntarle si le molestaba que siguiera yendo allí después de la situación incómoda que le hice pasar.

Ella negó con la cabeza mientras sonreía de manera tierna, sacando después su pequeña libreta y un boli, mirándome sonriente esperando a que le dijera lo que quería para apuntarlo. Eso me hizo sentirme mucho mejor, por lo que le dije lo que quería y me senté para esperar. Que se comportara así me hizo sentir algo que me gustó mucho, aunque no lograba identificar de lo que se trataba, pero tenía por seguro que me gustó. Lo que también me dio por pensar fue que tal vez era muda, pues no soltaba palabra y haciendo memoria, no recordaba haberla oído decir nada a nadie.

Ya iba a clases, a trabajar y hasta esa misma cafetería de otra manera, porque al ver que no había pasado gran cosa, como que estaba más tranquilo, aunque ya no la volví a ver por la mañana por allí, haciéndolo más de seguido por las tardes, atendiéndome siempre ella.

Pero ese cambio de ánimo a mejor se vio diluido con el pasar de los días, porque me daba mucho por recordar a mis amigos, sobre todo el momento de la despedida cuando se marcharon, aunque charlar con ellos de manera muy seguida me hacía bien, pero no eran pocos los momentos en los que me quedaba pensativo y algo decaído.

Un día, estando ya el mes de septiembre terminando, cuando estaba por irme de la cafetería para ir a trabajar, después de pagar, esta chica me llamó la atención al lanzar como un pequeño gemido cuando terminé de pagar y me di la vuelta para irme.​
 
Para que luego vayan diciendo por ahí , que Javi no es un romántico.
Se ha prendado de la dulce y preciosa camarera, que le sirve el café cada día.
Igualito que en las películas 😍😍.
 
Última edición:
Un día, estando ya el mes de septiembre terminando, cuando estaba por irme de la cafetería para ir a trabajar, después de pagar, esta chica me llamó la atención al lanzar como un pequeño gemido cuando terminé de pagar y me di la vuelta para irme.

Pudo haber activado por accidente el vibrador controlado remotamente. :rolleyes::banana1:
 
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