Reencuentro con Elena

Pero vamos a ver. Al fin y al cabo no ha hecho nada grave. No le ha sido infiel ni nada por el estilo
Lo único que le tiene que decir es que le da clases y que ha tenido ese encuentro, pero no veo ninguna gravedad.
Cierto. Pero tendrá que prepararse un buen discurso para Valentina: Deberá explicar porque no le ha contado que conoce a su sobrina desde antes que ella le dijera quién era, que se la tuvo que sacar de encima la primera vez que habló con ella, que está estudiando en su academia, que es su alumna y que tiene un trato bastante cercano.
Explicarle cómo sabiendo que él gusta a Julia se metió con ella en su casa, con el riesgo que ocurriera lo que de hecho ocurrió... Que casi se lían.
Todo esto parece algo que no es, pero tiene toda la pinta que Javier le ha ocultado a Valentina su relación con Julia, con alguna oscura intención.
A ver cómo se sale del lío sin que le caiga una buena encima.
 
Están empezando a suceder cosas...y qué cosas!!!

Ya les decía yo que andaba por el mismo barrio de Javier...a quién vio?...Ángela, Mónica o Elena?

Debiera ser Elena, según tuvo tal impresionante reacción de incredulidad a lo que veía, además de ser con ella su primera y única relación de pareja que ha tenido, con las otras sólo anduvo.

De ser Elena hay gran expectativa en ver como se desarrollan los siguientes hechos, sensaciones, emociones y por qué no decirlo, sentimientos.

De no ser Elena, seguimos con atención lo que podría llegar a ser el probable triángulo entre Valentina, Javier y Julia. Triángulo no trío.
 
Me parece que no os habéis percatado de la clara posibilidad que esa chica sea Elena, aunque también puede ser Ángela. Supongo que mañana salimos de dudas.
Estoy casi seguro que no es Elena:
En su reacción había sorpresa y curiosidad, pero no conmoción. Si hubiera sido su ex, a Javi lo tienen que rescatar en ambulancia.
Yo apuesto por Ángela: Si os acordáis, cuando ella se marchó de la ciudad Javier
quedó bastante afectado.
 
Capítulo 619

Volví hasta donde estaba sentado inicialmente, lamentando no haberme acercado a ella. Me encantó ver su preciosa sonrisa de nuevo, lo que me llevó a recordar muchas cosas, como la última vez que nos besamos, y también la primera, nuestra primera vez en la cama, todo el tiempo que pasamos juntos, que no fue poco, su olor, su manera de ser... Pero había una razón importante por la que no me lancé: lo mal que habíamos acabado. Eso fue lo que me empujaba lejos de ella en ese momento. Pensé que así sería mejor, porque precisamente por como terminó la cosa entre nosotros, no esperaba que me quisiera volver a ver, pero cuánto me jodía no hacerlo hecho. Lamentándome me terminé la copa, siguiendo ahí sentado y dándole vueltas a los cubitos de hielo al mover el vaso de un lado a otro. El camarero sí que parecía ahora más atento y me preguntó si quería algo más al verme haciendo eso con el vaso, por lo que le dije que sí. Pero necesitaba algo fuerte, porque estaba siendo una noche dura, pidiéndole un chupito de algo que estuviera fuerte.

-¿Javi? -dijo ella detrás de mí con su bonita voz, pareciendo curiosa por si de verdad era yo o no.

Oírla hizo que pusiera una sonrisa en mi cara, que dejara el chupito que estaba a punto de beberme sobre la barra y que me pusiera muy contento, por eso me di la vuelta de inmediato para mirarla. Lo mejor de todo es que ella tenía también una sonrisa enorme en la cara.

-Joder, cuánto has cambiado -decía impresionada.
-Y tú sin embargo estás exactamente igual, como siempre. Preciosa a rabiar.
-Jejejeje -dijo acercándose para darme dos besos y después un abrazo.

Fue un abrazo que duró más de lo que suelen durar, pero es que era normal. Ambos estábamos bastante contentos por volver a vernos y estaba claro que nos habíamos echado de menos. Y notar su cuerpo pegado al mío y su olor hizo que volviera a recordar lo que había pasado por mi mente hacía pocos minutos. Al despegarnos ambos nos quedamos mirándonos. A ella parecía gustarle lo que veía y a mí más aún, porque estaba espectacular. Iba bien arreglada al ir con un vestido largo y ajustado de color negro, con unos finos tirantes que me indicaban que no llevaba sujetador. Era increíble cómo se ajustaba a su silueta. También llevaba unas sandalias negras bastante altas, con un buen tacón, pero sin plataforma, lo que ayudaba con lo bajita que era. Y también iba maquillada, no muy cargada, pero su peinado sí que contrastaba con todo aquello al ir con dos trencitas a cada lado de su nuca en línea recta hacia abajo.

-¿Te parece si salimos y hablamos más tranquilamente? -me preguntó algo cortada, dándome la sensación de que estaba algo sonrojada, aunque la luz del local no fuera la mejor.
-Eh... Claro. Mi casa está aquí al lado. Si quieres podemos ir allí.
-Como quieras.

Me bebí el chupito de un trago y pagué para irnos cuantos antes. Por el camino ella iba supersonriente, aunque íbamos callados. Ambos estábamos muy cortados por encontrarnos en esa situación y reconozco que estaba encantado, porque me recordaba mucho a cuando nos conocimos. No tardamos mucho en llegar a mi casa, poniendo ella una cara de sorpresa muy grande al llegar, diciendo que no se podía creer que viviera allí.

-Tío, no me puedo creer que por fin haya entrado en esta casa, jajajajaja.
-Ya ves... Jajajaja.
-Qué fuerte que vivas aquí otra vez. Hacía que no pasaba por aquí...
-¿Desde que íbamos a la universidad y me recogías para ir juntos?
-Pues sí, jajaja.
-Qué buenos tiempos... Todo era más simple.
-¿Por qué dices eso?
-Porque es verdad. No teníamos ni la mitad de responsabilidades que tenemos hoy en día. Yo por le menos.
-Bueno, puede...
-Joder, Ángela... No sabes lo que me ha alegrado volver a verte.
-A mí también. Bueno, se me nota, ¿no? Jejejeje.
-Sí. Bastante. Pensaba que no iba a ser así.
-¿Por?
-Pues por cómo fue nuestra última conversación.
-Ah...
-Lo bien que acabó en persona y lo mal que acabó por ahí.
-Es que estaba en proceso de olvidarme de ti. En persona no podía evitar estar así, pero ya por mensaje pues... No quería volver a pensar en esas cosas, porque sabía que si lo hacía, iba a volver a empezar.
-Ya, imagino.
-¿Y cómo es que has acabado aquí?
-Pues hablé con el que era mi compañero de piso, el dueño de esta casa y resultó que estaba libre, así que me quedé aquí. Me vine a primeros de año. ¿Y tú? ¿Qué es de ti? ¿Cómo salió aquel trabajo que me dijiste que te salió antes de irte?
-Regular. Fue una mierda, porque era la mitad de lo que me prometieron.
-No jodas...
-Pues sí. Aguanté un poco para ver si la cosa cambiaba, porque tratar, me trataban bien, pero el sueldo era una mierda. Al final me cansé y me fui.
-Am... ¿Y ahora?
-Pues... Tiene que ver contigo.
-¿Conmigo?
-Pues sí. A ver... -decía algo incómoda.
-¿Qué pasa?
-Estoy en el puesto que tú dejaste libre.
-¿Yo? ¿En el periódico?
-Sí, jeje -dedica algo cortada.
-¿En serio? -decía impresionado, aunque contento.
-Pues sí.
-¿Y cómo acabaste ahí? ¿Estás cómoda? ¿Te tratan bien?
-Sí, sí. Estoy muy bien y llevo ya un tiempo. Bueno, desde que te fuiste tú. Todo va muy bien y estoy bastante contenta.
-Buah, cómo me alegro. De verdad -dije dándole un abrazo-. Sé que es un buen trabajo.
-Sí que lo es.
-¿Y cómo has acabado ahí?
-Pues... -dijo para suspirar después.
-¿Qué pasa?
-Es que... No quiero que te enfades. Ni conmigo ni con nadie.
-¿Enfadarme? ¿Por qué?
-Porque he estado al tanto de todo lo que te ha pasado.
-Ah...
-Desde que conocí a Irene y a Mario, he mantenido el contacto con ellos. Hemos salido juntos bastante. Y con Sofía también. Para tu cumpleaños del año pasado los noté raros. A todos. Y pregunté si pasaba algo. Y pues Irene me contó. Estaba muy mal. No parecía ni ella. Y bueno, pues así me enteré. Y me han estado contando cómo te ha ido y tal. Siento mucho lo que te pasó -dijo dándome ahora ella un abrazo a mí.
-Gracias.
-Aunque ahora llevamos unas semanas que no hablamos mucho. Con esto de que Irene ahora trabaja con Mario, están un poco aislados, porque han hecho amistades dentro de su trabajo y tal.
-Sí. Lo sé.
-Pues eso. Que Sofía me contó que había quedado un puesto libre y me sugirió que mandara el currículum. Pero me pidió que no pusiera de dónde era. O más bien que vivía en donde estaba en ese momento, porque no quería que me relacionaran con ella por lo que se lio.
-Por lo que lie.
-Bueno, da igual. El caso es que lo mandé, me hicieron la entrevista y en un pis pas ya estaba trabajando ahí.
-Joder, pues no han podido encontrar a nadie mejor. Con lo apañada que eres seguro que lo llevas genial.
-Estoy cómoda, sí -decía sonriendo.
-Entonces, poco te tengo que contar si lo sabes todo de mí, ¿no? -dije de manera socarrona.
-A ver... Todo, todo, no. Sé lo importante.
-¿Sabes dónde trabajo ahora, por ejemplo?
-Sí. En una academia, ¿no?
-A la que iba cuando estábamos estudiando para sacarme los cursos.
-Am... Yo es que iba a otra. ¿Te acuerdas?
-Sí. Es verdad.
-Y mejor así. Porque si hubiéramos estado juntos, nos hubiéramos distraído mucho, jajajaja.
-Pero si estudiábamos juntos siempre.
-Y luego acabábamos como acabábamos, jajaja.
-No era para tanto... O bueno, sí.
-¿Ves?
-Jajajajaja.
-¿Y qué tal? ¿Te gusta el trabajo?
-Me gusta mucho. Estoy muy cómodo y no tengo ningún problema.
-Pues me encanta que estés así de bien. ¿Has pensado dar un paso más allá para dar clase en algún instituto o algo?
-De momento estoy bien como estoy.
-Bueno, si estás cómodo, pues ya está.
-Aunque no lo descarto, pero opositar y eso...
-Ya.
-Y bueno, ¿qué haces por aquí?
-Pues estoy ayudando a mi hermana con la mudanza. Que ya mismo empieza tercero de carrera.
-En un mes empieza el curso más o menos.
-Por eso, estamos ultimando cosas trayéndolas de casa y estoy viviendo con ella estos días. Porque estoy viviendo en mi casa de siempre ahora mismo. Bueno, desde que empecé a trabajar en el periódico me volví. Y pues estoy saliendo con unos amigos de cuando estudiábamos aquí. Mi hermana sale con los suyos.
-Yo también he estado algo informado de ti.
-¿Sí? -preguntó impresionada.
-Sí. Le pregunté alguna que otra vez a Irene si seguía en contacto contigo, porque quería saber si estabas bien y tal. No quería insistir hablándote directamente por la última conversación que tuvimos. Por eso le pregunté a ella. Me decía que estabas bien y por lo que veo es verdad. Te eché bastante de menos cuando te fuiste y eso.
-Oh... Cuando me enteré de que habías roto con Elena estuve a nada de llamarte y de ir a tu casa para verte, pero es que... Irene, Mario y Sofía me recomendaron que no fuera. Pensaban que a lo mejor me podía ablandar demasiado y me podría interesar por ti de nuevo y lo último que tú necesitabas era que apareciera yo en ese plan. Pienso que llevaban razón y que también es probable que me hubiera acabado acercado demasiado a ti de nuevo.
-Pero me habría venido bien verte. Si es verdad que en esos días yo estaba... Me costó bastante dar el paso y tal, pero me habría gustado bastante saber de ti y volver a verte.
-Jo...
-¿Y tú? ¿Cómo vas en ese tema?
-Pues bueno... Estuve con un chico y la verdad es que me gustaba un montón. Nos conocimos a través del trabajo de antes y llegué a sentir cosas por él en poco tiempo. Si empezamos a salir y demás, pero de pronto me dijo que no veía lo nuestro y ya está. No le volví a ver más, como que se esfumó. Yo creo que solo quería estar conmigo para ir a la cama y nada más.
-Vaya...
-Estuve un tiempo regular, pero bueno... No era la primera vez que me pasaba -dijo resignada, aunque sin echármelo en cara.
-Bueno, ya verás cómo algún día encuentras a alguien.
-No, si no estoy preocupada. No tengo prisa y me dejo llevar. Después de romper con él me vi un par de veces con Irene, Mario y con Sofía, aunque con ella menos. No fueron muchas veces, las pocas que venía a ver a la familia, pero aprovechaba para quedar con ellos cuando podía y así pues bueno... Jejeje.
-Con ellos seguro que no te has aburrido.
-Para nada, jajajaja.
-¿Y por qué no me dijiste nada ya pasado un tiempo después de haberme quedado soltero? Seguro que te contaron cuando espabilé y empecé a salir de nuevo y tal.
-Pues sí que me lo contaron. No te dije nada pues... No sé. Por si me volvía a pasar aquello. Irene me decía todo el tiempo que tú no buscabas nada. No me prohibía que te hablara ni nada por el estilo, pero sí que me ponía en antecedentes por si acaso. Creí que lo mejor era dejarlo estar, aunque te prometo que me habría encantado volver a verte. ¿Y tú? Si dices que también sabías algo de mí, ¿por qué no me hablaste?
-Pues por lo mal que acabó la conversación que tuvimos por WhatsApp el día de tu cumpleaños. Me quedó claro que no querías que te hablara. Pensaba que seguiría siendo así.
-Bueno... ¿Sabes lo que me contaba Irene mucho también? -dijo para cambiar de tema.
-¿El qué?
-Vuestros primeros encuentros para... Era muy divertido. Recuerdo que quedábamos en su casa antes de que cambiara de trabajo y se ponía a contarme con detalle. La tenías loquita, jajajaja.
-Joder, es que nos teníamos ganas.
-Flipé bastante cuando me contó todo lo que armasteis con eso de los vídeos. Estabais los dos haciendo de todo y como si estuvierais en llamada con Mario.
-Sí. Es verdad, jajajaja.
-Y uff... No tenías secretos para mí, porque estuvimos 4 años teniendo sexo con regularidad, pero cuando Irene me enseñó los vídeos... Uffffff...
-¿Te los enseñó? Jajajaja.
-Sí. Estaba tan emocionada que se trababa mucho hablando, porque se ponía nerviosa. Al final cogió y me enseñó los vídeos.
-¿Y qué pasó?
-¿Tú qué crees? Pues nos calentamos y acabamos...
-Joder. Sigo sin creerme que te vayan las tías también. Cómo me gustaría verte en el tema con ella.
-Jajajajajajaja -reía con ganas.
-Ríete lo que quieras, pero es verdad.
-Bueno... ¿Y cómo es que te has hecho tantos tatuajes?
-No sé... Pasé por un estudio y me quedé mirando. Me entraron ganas y pensé en hacerme alguno y la verdad es que es un poco adictivo. Y me encanta cómo han quedado.
-Están muy bien. Me gustan mucho. Y la barba también.
-Me dejé bastante cuando me dejaron y para Navidad Irene me sacó de mi casa a rastras para que me cortara el pelo y para comprar algo de ropa, porque se empeñaron en que pasara la Noche Vieja con ellos. Pero le dije al barbero que me dejara la barba. Y más que me ha crecido todavía.
-Pareces otro chico al que conocí en la universidad. Y eso que tampoco hace tanto que no nos vemos...
-Más de un año.
-No tanto...
-Ah, ¿no?
-Pues no, porque... ¿Te acuerdas de la fiesta de Halloween?
-¿Eras tú la rubia de la faldita con esa máscara?
-Sí, jajaja.
-¡Lo sabía! Sabía que me sonaba mucho ese cuerpo.
-Jajajajaja.
-¿Qué hacías ahí?
-Es que vine a ver a la familia y fui a ver también a Mario e Irene. Al final... Pues eso. Y luego estaba la fiesta y me dijeron de ir. No me pareció buena idea al ir tú y tu chica, pero yo ese tema ya lo tenía bastante digerido en esos días y al final me acabé animando. Se nos ocurrió lo de la máscara para que no hubiera malos rollos.
-Aaaaah...
-Estabas gracioso con ese disfraz de Batman y también sexy, aunque ahora...
-¿Pero te gusta lo que ves, o no?
-Pues claro que me gusta lo que veo, sí. Pero también me gustabas en aquel entonces. Y cuando íbamos a la universidad.
-Yo puedo decir lo mismo. Es que estás igual. Y siempre guapísima. Demasiado... -dije acercándome a ella para besarla.
-¿Y tu novia? -me preguntó justo cuando estaba por darle el beso.
 
Capítulo 619

Volví hasta donde estaba sentado inicialmente, lamentando no haberme acercado a ella. Me encantó ver su preciosa sonrisa de nuevo, lo que me llevó a recordar muchas cosas, como la última vez que nos besamos, y también la primera, nuestra primera vez en la cama, todo el tiempo que pasamos juntos, que no fue poco, su olor, su manera de ser... Pero había una razón importante por la que no me lancé: lo mal que habíamos acabado. Eso fue lo que me empujaba lejos de ella en ese momento. Pensé que así sería mejor, porque precisamente por como terminó la cosa entre nosotros, no esperaba que me quisiera volver a ver, pero cuánto me jodía no hacerlo hecho. Lamentándome me terminé la copa, siguiendo ahí sentado y dándole vueltas a los cubitos de hielo al mover el vaso de un lado a otro. El camarero sí que parecía ahora más atento y me preguntó si quería algo más al verme haciendo eso con el vaso, por lo que le dije que sí. Pero necesitaba algo fuerte, porque estaba siendo una noche dura, pidiéndole un chupito de algo que estuviera fuerte.

-¿Javi? -dijo ella detrás de mí con su bonita voz, pareciendo curiosa por si de verdad era yo o no.

Oírla hizo que pusiera una sonrisa en mi cara, que dejara el chupito que estaba a punto de beberme sobre la barra y que me pusiera muy contento, por eso me di la vuelta de inmediato para mirarla. Lo mejor de todo es que ella tenía también una sonrisa enorme en la cara.

-Joder, cuánto has cambiado -decía impresionada.
-Y tú sin embargo estás exactamente igual, como siempre. Preciosa a rabiar.
-Jejejeje -dijo acercándose para darme dos besos y después un abrazo.

Fue un abrazo que duró más de lo que suelen durar, pero es que era normal. Ambos estábamos bastante contentos por volver a vernos y estaba claro que nos habíamos echado de menos. Y notar su cuerpo pegado al mío y su olor hizo que volviera a recordar lo que había pasado por mi mente hacía pocos minutos. Al despegarnos ambos nos quedamos mirándonos. A ella parecía gustarle lo que veía y a mí más aún, porque estaba espectacular. Iba bien arreglada al ir con un vestido largo y ajustado de color negro, con unos finos tirantes que me indicaban que no llevaba sujetador. Era increíble cómo se ajustaba a su silueta. También llevaba unas sandalias negras bastante altas, con un buen tacón, pero sin plataforma, lo que ayudaba con lo bajita que era. Y también iba maquillada, no muy cargada, pero su peinado sí que contrastaba con todo aquello al ir con dos trencitas a cada lado de su nuca en línea recta hacia abajo.

-¿Te parece si salimos y hablamos más tranquilamente? -me preguntó algo cortada, dándome la sensación de que estaba algo sonrojada, aunque la luz del local no fuera la mejor.
-Eh... Claro. Mi casa está aquí al lado. Si quieres podemos ir allí.
-Como quieras.

Me bebí el chupito de un trago y pagué para irnos cuantos antes. Por el camino ella iba supersonriente, aunque íbamos callados. Ambos estábamos muy cortados por encontrarnos en esa situación y reconozco que estaba encantado, porque me recordaba mucho a cuando nos conocimos. No tardamos mucho en llegar a mi casa, poniendo ella una cara de sorpresa muy grande al llegar, diciendo que no se podía creer que viviera allí.

-Tío, no me puedo creer que por fin haya entrado en esta casa, jajajajaja.
-Ya ves... Jajajaja.
-Qué fuerte que vivas aquí otra vez. Hacía que no pasaba por aquí...
-¿Desde que íbamos a la universidad y me recogías para ir juntos?
-Pues sí, jajaja.
-Qué buenos tiempos... Todo era más simple.
-¿Por qué dices eso?
-Porque es verdad. No teníamos ni la mitad de responsabilidades que tenemos hoy en día. Yo por le menos.
-Bueno, puede...
-Joder, Ángela... No sabes lo que me ha alegrado volver a verte.
-A mí también. Bueno, se me nota, ¿no? Jejejeje.
-Sí. Bastante. Pensaba que no iba a ser así.
-¿Por?
-Pues por cómo fue nuestra última conversación.
-Ah...
-Lo bien que acabó en persona y lo mal que acabó por ahí.
-Es que estaba en proceso de olvidarme de ti. En persona no podía evitar estar así, pero ya por mensaje pues... No quería volver a pensar en esas cosas, porque sabía que si lo hacía, iba a volver a empezar.
-Ya, imagino.
-¿Y cómo es que has acabado aquí?
-Pues hablé con el que era mi compañero de piso, el dueño de esta casa y resultó que estaba libre, así que me quedé aquí. Me vine a primeros de año. ¿Y tú? ¿Qué es de ti? ¿Cómo salió aquel trabajo que me dijiste que te salió antes de irte?
-Regular. Fue una mierda, porque era la mitad de lo que me prometieron.
-No jodas...
-Pues sí. Aguanté un poco para ver si la cosa cambiaba, porque tratar, me trataban bien, pero el sueldo era una mierda. Al final me cansé y me fui.
-Am... ¿Y ahora?
-Pues... Tiene que ver contigo.
-¿Conmigo?
-Pues sí. A ver... -decía algo incómoda.
-¿Qué pasa?
-Estoy en el puesto que tú dejaste libre.
-¿Yo? ¿En el periódico?
-Sí, jeje -dedica algo cortada.
-¿En serio? -decía impresionado, aunque contento.
-Pues sí.
-¿Y cómo acabaste ahí? ¿Estás cómoda? ¿Te tratan bien?
-Sí, sí. Estoy muy bien y llevo ya un tiempo. Bueno, desde que te fuiste tú. Todo va muy bien y estoy bastante contenta.
-Buah, cómo me alegro. De verdad -dije dándole un abrazo-. Sé que es un buen trabajo.
-Sí que lo es.
-¿Y cómo has acabado ahí?
-Pues... -dijo para suspirar después.
-¿Qué pasa?
-Es que... No quiero que te enfades. Ni conmigo ni con nadie.
-¿Enfadarme? ¿Por qué?
-Porque he estado al tanto de todo lo que te ha pasado.
-Ah...
-Desde que conocí a Irene y a Mario, he mantenido el contacto con ellos. Hemos salido juntos bastante. Y con Sofía también. Para tu cumpleaños del año pasado los noté raros. A todos. Y pregunté si pasaba algo. Y pues Irene me contó. Estaba muy mal. No parecía ni ella. Y bueno, pues así me enteré. Y me han estado contando cómo te ha ido y tal. Siento mucho lo que te pasó -dijo dándome ahora ella un abrazo a mí.
-Gracias.
-Aunque ahora llevamos unas semanas que no hablamos mucho. Con esto de que Irene ahora trabaja con Mario, están un poco aislados, porque han hecho amistades dentro de su trabajo y tal.
-Sí. Lo sé.
-Pues eso. Que Sofía me contó que había quedado un puesto libre y me sugirió que mandara el currículum. Pero me pidió que no pusiera de dónde era. O más bien que vivía en donde estaba en ese momento, porque no quería que me relacionaran con ella por lo que se lio.
-Por lo que lie.
-Bueno, da igual. El caso es que lo mandé, me hicieron la entrevista y en un pis pas ya estaba trabajando ahí.
-Joder, pues no han podido encontrar a nadie mejor. Con lo apañada que eres seguro que lo llevas genial.
-Estoy cómoda, sí -decía sonriendo.
-Entonces, poco te tengo que contar si lo sabes todo de mí, ¿no? -dije de manera socarrona.
-A ver... Todo, todo, no. Sé lo importante.
-¿Sabes dónde trabajo ahora, por ejemplo?
-Sí. En una academia, ¿no?
-A la que iba cuando estábamos estudiando para sacarme los cursos.
-Am... Yo es que iba a otra. ¿Te acuerdas?
-Sí. Es verdad.
-Y mejor así. Porque si hubiéramos estado juntos, nos hubiéramos distraído mucho, jajajaja.
-Pero si estudiábamos juntos siempre.
-Y luego acabábamos como acabábamos, jajaja.
-No era para tanto... O bueno, sí.
-¿Ves?
-Jajajajaja.
-¿Y qué tal? ¿Te gusta el trabajo?
-Me gusta mucho. Estoy muy cómodo y no tengo ningún problema.
-Pues me encanta que estés así de bien. ¿Has pensado dar un paso más allá para dar clase en algún instituto o algo?
-De momento estoy bien como estoy.
-Bueno, si estás cómodo, pues ya está.
-Aunque no lo descarto, pero opositar y eso...
-Ya.
-Y bueno, ¿qué haces por aquí?
-Pues estoy ayudando a mi hermana con la mudanza. Que ya mismo empieza tercero de carrera.
-En un mes empieza el curso más o menos.
-Por eso, estamos ultimando cosas trayéndolas de casa y estoy viviendo con ella estos días. Porque estoy viviendo en mi casa de siempre ahora mismo. Bueno, desde que empecé a trabajar en el periódico me volví. Y pues estoy saliendo con unos amigos de cuando estudiábamos aquí. Mi hermana sale con los suyos.
-Yo también he estado algo informado de ti.
-¿Sí? -preguntó impresionada.
-Sí. Le pregunté alguna que otra vez a Irene si seguía en contacto contigo, porque quería saber si estabas bien y tal. No quería insistir hablándote directamente por la última conversación que tuvimos. Por eso le pregunté a ella. Me decía que estabas bien y por lo que veo es verdad. Te eché bastante de menos cuando te fuiste y eso.
-Oh... Cuando me enteré de que habías roto con Elena estuve a nada de llamarte y de ir a tu casa para verte, pero es que... Irene, Mario y Sofía me recomendaron que no fuera. Pensaban que a lo mejor me podía ablandar demasiado y me podría interesar por ti de nuevo y lo último que tú necesitabas era que apareciera yo en ese plan. Pienso que llevaban razón y que también es probable que me hubiera acabado acercado demasiado a ti de nuevo.
-Pero me habría venido bien verte. Si es verdad que en esos días yo estaba... Me costó bastante dar el paso y tal, pero me habría gustado bastante saber de ti y volver a verte.
-Jo...
-¿Y tú? ¿Cómo vas en ese tema?
-Pues bueno... Estuve con un chico y la verdad es que me gustaba un montón. Nos conocimos a través del trabajo de antes y llegué a sentir cosas por él en poco tiempo. Si empezamos a salir y demás, pero de pronto me dijo que no veía lo nuestro y ya está. No le volví a ver más, como que se esfumó. Yo creo que solo quería estar conmigo para ir a la cama y nada más.
-Vaya...
-Estuve un tiempo regular, pero bueno... No era la primera vez que me pasaba -dijo resignada, aunque sin echármelo en cara.
-Bueno, ya verás cómo algún día encuentras a alguien.
-No, si no estoy preocupada. No tengo prisa y me dejo llevar. Después de romper con él me vi un par de veces con Irene, Mario y con Sofía, aunque con ella menos. No fueron muchas veces, las pocas que venía a ver a la familia, pero aprovechaba para quedar con ellos cuando podía y así pues bueno... Jejeje.
-Con ellos seguro que no te has aburrido.
-Para nada, jajajaja.
-¿Y por qué no me dijiste nada ya pasado un tiempo después de haberme quedado soltero? Seguro que te contaron cuando espabilé y empecé a salir de nuevo y tal.
-Pues sí que me lo contaron. No te dije nada pues... No sé. Por si me volvía a pasar aquello. Irene me decía todo el tiempo que tú no buscabas nada. No me prohibía que te hablara ni nada por el estilo, pero sí que me ponía en antecedentes por si acaso. Creí que lo mejor era dejarlo estar, aunque te prometo que me habría encantado volver a verte. ¿Y tú? Si dices que también sabías algo de mí, ¿por qué no me hablaste?
-Pues por lo mal que acabó la conversación que tuvimos por WhatsApp el día de tu cumpleaños. Me quedó claro que no querías que te hablara. Pensaba que seguiría siendo así.
-Bueno... ¿Sabes lo que me contaba Irene mucho también? -dijo para cambiar de tema.
-¿El qué?
-Vuestros primeros encuentros para... Era muy divertido. Recuerdo que quedábamos en su casa antes de que cambiara de trabajo y se ponía a contarme con detalle. La tenías loquita, jajajaja.
-Joder, es que nos teníamos ganas.
-Flipé bastante cuando me contó todo lo que armasteis con eso de los vídeos. Estabais los dos haciendo de todo y como si estuvierais en llamada con Mario.
-Sí. Es verdad, jajajaja.
-Y uff... No tenías secretos para mí, porque estuvimos 4 años teniendo sexo con regularidad, pero cuando Irene me enseñó los vídeos... Uffffff...
-¿Te los enseñó? Jajajaja.
-Sí. Estaba tan emocionada que se trababa mucho hablando, porque se ponía nerviosa. Al final cogió y me enseñó los vídeos.
-¿Y qué pasó?
-¿Tú qué crees? Pues nos calentamos y acabamos...
-Joder. Sigo sin creerme que te vayan las tías también. Cómo me gustaría verte en el tema con ella.
-Jajajajajajaja -reía con ganas.
-Ríete lo que quieras, pero es verdad.
-Bueno... ¿Y cómo es que te has hecho tantos tatuajes?
-No sé... Pasé por un estudio y me quedé mirando. Me entraron ganas y pensé en hacerme alguno y la verdad es que es un poco adictivo. Y me encanta cómo han quedado.
-Están muy bien. Me gustan mucho. Y la barba también.
-Me dejé bastante cuando me dejaron y para Navidad Irene me sacó de mi casa a rastras para que me cortara el pelo y para comprar algo de ropa, porque se empeñaron en que pasara la Noche Vieja con ellos. Pero le dije al barbero que me dejara la barba. Y más que me ha crecido todavía.
-Pareces otro chico al que conocí en la universidad. Y eso que tampoco hace tanto que no nos vemos...
-Más de un año.
-No tanto...
-Ah, ¿no?
-Pues no, porque... ¿Te acuerdas de la fiesta de Halloween?
-¿Eras tú la rubia de la faldita con esa máscara?
-Sí, jajaja.
-¡Lo sabía! Sabía que me sonaba mucho ese cuerpo.
-Jajajajaja.
-¿Qué hacías ahí?
-Es que vine a ver a la familia y fui a ver también a Mario e Irene. Al final... Pues eso. Y luego estaba la fiesta y me dijeron de ir. No me pareció buena idea al ir tú y tu chica, pero yo ese tema ya lo tenía bastante digerido en esos días y al final me acabé animando. Se nos ocurrió lo de la máscara para que no hubiera malos rollos.
-Aaaaah...
-Estabas gracioso con ese disfraz de Batman y también sexy, aunque ahora...
-¿Pero te gusta lo que ves, o no?
-Pues claro que me gusta lo que veo, sí. Pero también me gustabas en aquel entonces. Y cuando íbamos a la universidad.
-Yo puedo decir lo mismo. Es que estás igual. Y siempre guapísima. Demasiado... -dije acercándome a ella para besarla.
-¿Y tu novia? -me preguntó justo cuando estaba por darle el beso.
 

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Se ve que Javi está realmente enamorado de Valentina... Siempre que no tenga a otra a mano, claro.
En realidad nuestro Javier ama a: Valentina, a Ángela, a Irene, a Sofía, a Mónica, a Sara, y por supuesto a Julia... Tiene amor para todas ellas, y las que vayan llegando.
 
Pero si se dice que no hay enamoramiento antes de que esto pase. No sé por qué tanta sorpresa con esos comentarios :ROFLMAO:
Igual me confundo:
No ha dicho Javi a Valentina que " la quiere"... Se refería a que la quiere como a su pareja sentimental?, que la quiere cómo compañera de petanca?... O quizá la quiere cómo querría a una amiga?.
Creo que no especificó la categoría de ése " querer", y Valentina creo que está convencida que se refería a la primera opción .
Es cierto que Javier ha comentado a sus amigos que no siente lo mismo que sentía con Elena, pero eso es lógico, nadie siente lo mismo después de un desengaño.
Lo que ocurre, es que nuestro protagonista tiene un concepto de las relaciones totalmente antagónico al de Valentina. El ha dicho mil veces que para él la exclusividad sexual no es una premisa, que pueden incluir a otras personas, muy al estilo Mario-Irene, siempre que sea consensuado.
Así lo practicó con Elena, y así lo echa de menos en su relación con Valentina.
En resumidas cuentas... La relación entre Valentina y Javi, será más breve que la paz en oriente medio.
 
Con Ángela, Javier tiene sentimientos inconclusos, nunca se dieron el espacio y tiempo de desarrollarlos.:sneaky:

Estando con Elena, sus recuerdos con Ángela le provocaban desasosiego, que en su presencia se incrementaba.

Si consideramos que junto a su mayor amor hasta ese momento, Ángela le removió bastante el piso a Javier, ahora con Valentina puede ser más determinante.

Sin menospreciar la mujer que es Valentina, no podemos negar que mucho le falta para comparar su relación a la de Elena.

Da la sensación que ante el "embrujo" que aún parece mantener Javier por Ángela, será ella misma quién le haga recapacitar, no permitiendo avances teniendo novia.

Aunque contra todo nuestro sentido común y sano juicio, Javier siempre tendrá a Keranos de su parte, se alinearán los planetas para que logre consumar sus apetitos.:banana1:
 
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