Sesión en el masajista.

Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
Muy bueno los relatos , gracias por compartir
 
Que gran historia estás empezando a contar, como vas introducción los detalles, los sentidos.....
Es una historia real o inventada?
Creo entender que es real verdad?
Es real, este y los mini relatos que cuente en la sección abierta de relatos.
Gracias por tus comentarios me alegra que te guste la manera de contarlo, hace tiempo que lo quería contar, ya en pajis pero no sabía si gustaría la verdad.
 
Me encanta cómo vas construyendo la historia. Es excitante y creas expectativa, ganas de más. Y ya sabiendo que lo basas en una experiencia real... Muy muy morboso.

Sigue así y gracias por compartirlo
 
Me encanta cómo vas construyendo la historia. Es excitante y creas expectativa, ganas de más. Y ya sabiendo que lo basas en una experiencia real... Muy muy morboso.

Sigue así y gracias por compartirlo
Gracias a ti por leerlo y por comentarlo, en unos días intentaré subir algo más, estos días ando liado.
 
Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
Me gusta mucho hay que leerlo
 
Buen relato, me gusta como avanzas poco a poco, igual q hiciste con María, dando tiempo para la imaginación y desear que continúes
 
Totalmente enganchado.......


Una lectura morbosisima en unas pequeñas dosis altamente adictivas, me tienes enganchado amigo.

Mis felicitaciones de antemano y me quedo en el hilo, con tu permiso ;)
 
Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
Me he leído los tres capítulos de golpe y a golpe de masturbación. Esperando más para concluir mi paja...Morbosisimo relato.
 
Capítulo 4.

A los pocos días empezamos a mandarnos mensajes sobre como iba ella después de la sesión, si se había relajado y cosas así que se suelen preguntar después de la sesión pero ella ahí ya empezó a reconducir la conversación hacia otro camino muy distinto.

M: Estoy mejor después de la última sesión pero creo que voy a necesitar alguna sesión más de esas "relajantes" aunque un poco más profunda si puede ser.
Yo: por supuesto que puede ser, solo me tienes que indicar el nivel que quieres cuando te esté haciendo el masaje y lo vamos adaptando a tus necesidades.
Ella me tiro un par de directas más en la conversación y quedamos esta vez para el miércoles.

Ese día quedamos pronto, a las 17.00 pm y la dije que me podía extender un poco más en la sesión ya que desde día no tenía ninguna cita más, a ella eso la cambio la cara esbozando una leve sonrisa picarona.
Como siempre la indique que se quedará la ropa y se tumbara boca arriba para empezar la sesión, y una vez más me deleitó con su conjunto interior de encaje, siempre uno diferente parecía que los llevaba apuntados para no repetir, en esta ocasión era uno color verde oscuro y sin poderlo remediar mi polla empezó a palpitar aprisionado debajo del pantalón.
Ella me dijo que no sabía porque pero la dolían las piernas, que si podia mirar de donde venía. Empecé a hacer una valoración y tenía sobrecargada las zonas de los cuádriceps y los de atrás isquiotibiales. Empecé a realizar un masaje profundo, amasando bien esas piernas suaves y delicadas, según amasaba las piernas els me iba indicando por donde la dolía y por su cara no mentira ya que ponía gestos en la cara de pequeñas muestras de dolor pero a la vez la veía que ese dolor la gustaba ya que automáticamente se mordia muy sutilmente los labios. Ella abrió un poco más las piernas para que pudiese acceder a la parte interna de las piernas dejándome ver su preciosa rajitas depilada, una rajita con unos labios como nunca antes había visto y por lo que podía apreciar muy suaves a la vista.
A cada pase que hacía por la parte interna de las piernas me acercaba un poco más a ellos y ella respondía con un movimiento de su cabeza hacia atrás, pero siempre muy leve son apenas notarse.
Al poco pude apreciar como se sus labios de su dulce coñito podía apreciarse un brillo característico a cuando está empezando a soltar sus dulces jugos.
Muy a mi pesar tenía que seguir con el masaje la fue que se tumbara boca abajo y empecé con la espalda, cuello dando las muy profundos, largos y con una presión más fuerte que la anterior vez, seguí con la zona lumbar llegando a los glúteos, ahí no puede más que entretenerme con semejante culo, he de reconocer que estuve más de lo debido pero ese culo lo merecía.

M: tan mal está? Notas mucha tensión en los glúteos?
Yo: seguro que como has tenido mal las piernas el glúteo también se puede resentir.
Ella abría más sus piernas sin yo tener que decir nada para que pudiese acceder mejor a la zona interna y esta vez ya si vi como su flujo salía de entre sus labios.

Sin poder evitar ya mi excitación con una abultada erección evidente hice varias pasadas rozando su sexo como por accidente, que de accidente no tenía nada, ella ya realizo un pequeño suspiro cosa que me indicó que la gustaba, a lo que hice otra pasada rozando ya su sexo con un dedo entre ambos labios, hundiendo mi dedo dentro y apreciando que no era un poco de flujo, estaba empapada, sacó su culo un poco poniéndolo más hacia afuera y haciendo que mi dedo entrase ya dentro sin oposición alguna, notando cada pliegue interno y posando mi dedo gordo de la mano a la entrada se su ano.
Empezó a suspirar más fuerte al empezar yo a mover mis dos dedos más rápidamente, buscando su punto g y empezando a introducir mi dedo gordo en su ano ayudado por ella al empujar su culo contra el, cosa que no tardó en supcionar, entro si apenas presión ayudado por la mezcla de aceite y flujos que había en el.
No tardó mucho en empezar a convulsionar, haciendo que soltase un gran flujo de su interior, relajándose por completo quedándose tendida en la camilla, con cierto temblor en las piernas y soltando un suspiro acompañado de un....

M: "joder.... Como lo necesitaba".
Yo: Parece que si te has quedado relajada si.
M: Creo que tú no te has quedado relajado.
Mirando mi paquete con una sonrisa en su cara más que evidente.

La indique que la sesión ya había llegado a su fin y que me salía para que se vistiese y que la traía un vaso de agua, con una sonrisa más que evidente en mi cara, llegando a ser la típica sonrisa maliciosa.
Cuando salí de la sala no pude evitar el oler mis dedos y catar el flujo que había en ellos deleitándome de su sabor. Colocándo mi polla para que no molestase la gran erección que tenía.
Cuando volví estaba todavía desnuda, esta vez no se había vestido como siempre, quería que la viese así, desnuda ante mi, ofreciendome unas vistas de su cuerpo por última vez ese día, para que quedase en mi mente al irse. Se vistió lentamente con ese conjunto interior de encaje de color verde, acoplo el tanga sobre su sexo y se puso el vestido que había traído. Me dijo que ya que había estado más tiempo de lo normal me pagaba dos sesiones en vez de una, a lo que no puse objeción alguna.
Me dijo que fuese buscando un hueco para la próxima semana y se fue, quedándome en la puerta inmóvil, viendo que se contoneaba mientras se iba.
No pude hacer otra cosa que descargar mi tensión sobre la camilla donde la había hecho el masaje con final feliz, descargando unos buenos chorros de lefa y quedando en mi mente ese cuerpo desnudo mientras se vestía.
 
Capítulo 4.

A los pocos días empezamos a mandarnos mensajes sobre como iba ella después de la sesión, si se había relajado y cosas así que se suelen preguntar después de la sesión pero ella ahí ya empezó a reconducir la conversación hacia otro camino muy distinto.

M: Estoy mejor después de la última sesión pero creo que voy a necesitar alguna sesión más de esas "relajantes" aunque un poco más profunda si puede ser.
Yo: por supuesto que puede ser, solo me tienes que indicar el nivel que quieres cuando te esté haciendo el masaje y lo vamos adaptando a tus necesidades.
Ella me tiro un par de directas más en la conversación y quedamos esta vez para el miércoles.

Ese día quedamos pronto, a las 17.00 pm y la dije que me podía extender un poco más en la sesión ya que desde día no tenía ninguna cita más, a ella eso la cambio la cara esbozando una leve sonrisa picarona.
Como siempre la indique que se quedará la ropa y se tumbara boca arriba para empezar la sesión, y una vez más me deleitó con su conjunto interior de encaje, siempre uno diferente parecía que los llevaba apuntados para no repetir, en esta ocasión era uno color verde oscuro y sin poderlo remediar mi polla empezó a palpitar aprisionado debajo del pantalón.
Ella me dijo que no sabía porque pero la dolían las piernas, que si podia mirar de donde venía. Empecé a hacer una valoración y tenía sobrecargada las zonas de los cuádriceps y los de atrás isquiotibiales. Empecé a realizar un masaje profundo, amasando bien esas piernas suaves y delicadas, según amasaba las piernas els me iba indicando por donde la dolía y por su cara no mentira ya que ponía gestos en la cara de pequeñas muestras de dolor pero a la vez la veía que ese dolor la gustaba ya que automáticamente se mordia muy sutilmente los labios. Ella abrió un poco más las piernas para que pudiese acceder a la parte interna de las piernas dejándome ver su preciosa rajitas depilada, una rajita con unos labios como nunca antes había visto y por lo que podía apreciar muy suaves a la vista.
A cada pase que hacía por la parte interna de las piernas me acercaba un poco más a ellos y ella respondía con un movimiento de su cabeza hacia atrás, pero siempre muy leve son apenas notarse.
Al poco pude apreciar como se sus labios de su dulce coñito podía apreciarse un brillo característico a cuando está empezando a soltar sus dulces jugos.
Muy a mi pesar tenía que seguir con el masaje la fue que se tumbara boca abajo y empecé con la espalda, cuello dando las muy profundos, largos y con una presión más fuerte que la anterior vez, seguí con la zona lumbar llegando a los glúteos, ahí no puede más que entretenerme con semejante culo, he de reconocer que estuve más de lo debido pero ese culo lo merecía.

M: tan mal está? Notas mucha tensión en los glúteos?
Yo: seguro que como has tenido mal las piernas el glúteo también se puede resentir.
Ella abría más sus piernas sin yo tener que decir nada para que pudiese acceder mejor a la zona interna y esta vez ya si vi como su flujo salía de entre sus labios.

Sin poder evitar ya mi excitación con una abultada erección evidente hice varias pasadas rozando su sexo como por accidente, que de accidente no tenía nada, ella ya realizo un pequeño suspiro cosa que me indicó que la gustaba, a lo que hice otra pasada rozando ya su sexo con un dedo entre ambos labios, hundiendo mi dedo dentro y apreciando que no era un poco de flujo, estaba empapada, sacó su culo un poco poniéndolo más hacia afuera y haciendo que mi dedo entrase ya dentro sin oposición alguna, notando cada pliegue interno y posando mi dedo gordo de la mano a la entrada se su ano.
Empezó a suspirar más fuerte al empezar yo a mover mis dos dedos más rápidamente, buscando su punto g y empezando a introducir mi dedo gordo en su ano ayudado por ella al empujar su culo contra el, cosa que no tardó en supcionar, entro si apenas presión ayudado por la mezcla de aceite y flujos que había en el.
No tardó mucho en empezar a convulsionar, haciendo que soltase un gran flujo de su interior, relajándose por completo quedándose tendida en la camilla, con cierto temblor en las piernas y soltando un suspiro acompañado de un....

M: "joder.... Como lo necesitaba".
Yo: Parece que si te has quedado relajada si.
M: Creo que tú no te has quedado relajado.
Mirando mi paquete con una sonrisa en su cara más que evidente.

La indique que la sesión ya había llegado a su fin y que me salía para que se vistiese y que la traía un vaso de agua, con una sonrisa más que evidente en mi cara, llegando a ser la típica sonrisa maliciosa.
Cuando salí de la sala no pude evitar el oler mis dedos y catar el flujo que había en ellos deleitándome de su sabor. Colocándo mi polla para que no molestase la gran erección que tenía.
Cuando volví estaba todavía desnuda, esta vez no se había vestido como siempre, quería que la viese así, desnuda ante mi, ofreciendome unas vistas de su cuerpo por última vez ese día, para que quedase en mi mente al irse. Se vistió lentamente con ese conjunto interior de encaje de color verde, acoplo el tanga sobre su sexo y se puso el vestido que había traído. Me dijo que ya que había estado más tiempo de lo normal me pagaba dos sesiones en vez de una, a lo que no puse objeción alguna.
Me dijo que fuese buscando un hueco para la próxima semana y se fue, quedándome en la puerta inmóvil, viendo que se contoneaba mientras se iba.
No pude hacer otra cosa que descargar mi tensión sobre la camilla donde la había hecho el masaje con final feliz, descargando unos buenos chorros de lefa y quedando en mi mente ese cuerpo desnudo mientras se vestía.
Bufff . Espero que la próxima sesión no te deje con todo el calentón y sea ella la que te alivie a ti también la tensión.
Esperando con palpitaciones en la polla ,el próximo capítulo.
Enhorabuena!!
 
Capítulo 4.

A los pocos días empezamos a mandarnos mensajes sobre como iba ella después de la sesión, si se había relajado y cosas así que se suelen preguntar después de la sesión pero ella ahí ya empezó a reconducir la conversación hacia otro camino muy distinto.

M: Estoy mejor después de la última sesión pero creo que voy a necesitar alguna sesión más de esas "relajantes" aunque un poco más profunda si puede ser.
Yo: por supuesto que puede ser, solo me tienes que indicar el nivel que quieres cuando te esté haciendo el masaje y lo vamos adaptando a tus necesidades.
Ella me tiro un par de directas más en la conversación y quedamos esta vez para el miércoles.

Ese día quedamos pronto, a las 17.00 pm y la dije que me podía extender un poco más en la sesión ya que desde día no tenía ninguna cita más, a ella eso la cambio la cara esbozando una leve sonrisa picarona.
Como siempre la indique que se quedará la ropa y se tumbara boca arriba para empezar la sesión, y una vez más me deleitó con su conjunto interior de encaje, siempre uno diferente parecía que los llevaba apuntados para no repetir, en esta ocasión era uno color verde oscuro y sin poderlo remediar mi polla empezó a palpitar aprisionado debajo del pantalón.
Ella me dijo que no sabía porque pero la dolían las piernas, que si podia mirar de donde venía. Empecé a hacer una valoración y tenía sobrecargada las zonas de los cuádriceps y los de atrás isquiotibiales. Empecé a realizar un masaje profundo, amasando bien esas piernas suaves y delicadas, según amasaba las piernas els me iba indicando por donde la dolía y por su cara no mentira ya que ponía gestos en la cara de pequeñas muestras de dolor pero a la vez la veía que ese dolor la gustaba ya que automáticamente se mordia muy sutilmente los labios. Ella abrió un poco más las piernas para que pudiese acceder a la parte interna de las piernas dejándome ver su preciosa rajitas depilada, una rajita con unos labios como nunca antes había visto y por lo que podía apreciar muy suaves a la vista.
A cada pase que hacía por la parte interna de las piernas me acercaba un poco más a ellos y ella respondía con un movimiento de su cabeza hacia atrás, pero siempre muy leve son apenas notarse.
Al poco pude apreciar como se sus labios de su dulce coñito podía apreciarse un brillo característico a cuando está empezando a soltar sus dulces jugos.
Muy a mi pesar tenía que seguir con el masaje la fue que se tumbara boca abajo y empecé con la espalda, cuello dando las muy profundos, largos y con una presión más fuerte que la anterior vez, seguí con la zona lumbar llegando a los glúteos, ahí no puede más que entretenerme con semejante culo, he de reconocer que estuve más de lo debido pero ese culo lo merecía.

M: tan mal está? Notas mucha tensión en los glúteos?
Yo: seguro que como has tenido mal las piernas el glúteo también se puede resentir.
Ella abría más sus piernas sin yo tener que decir nada para que pudiese acceder mejor a la zona interna y esta vez ya si vi como su flujo salía de entre sus labios.

Sin poder evitar ya mi excitación con una abultada erección evidente hice varias pasadas rozando su sexo como por accidente, que de accidente no tenía nada, ella ya realizo un pequeño suspiro cosa que me indicó que la gustaba, a lo que hice otra pasada rozando ya su sexo con un dedo entre ambos labios, hundiendo mi dedo dentro y apreciando que no era un poco de flujo, estaba empapada, sacó su culo un poco poniéndolo más hacia afuera y haciendo que mi dedo entrase ya dentro sin oposición alguna, notando cada pliegue interno y posando mi dedo gordo de la mano a la entrada se su ano.
Empezó a suspirar más fuerte al empezar yo a mover mis dos dedos más rápidamente, buscando su punto g y empezando a introducir mi dedo gordo en su ano ayudado por ella al empujar su culo contra el, cosa que no tardó en supcionar, entro si apenas presión ayudado por la mezcla de aceite y flujos que había en el.
No tardó mucho en empezar a convulsionar, haciendo que soltase un gran flujo de su interior, relajándose por completo quedándose tendida en la camilla, con cierto temblor en las piernas y soltando un suspiro acompañado de un....

M: "joder.... Como lo necesitaba".
Yo: Parece que si te has quedado relajada si.
M: Creo que tú no te has quedado relajado.
Mirando mi paquete con una sonrisa en su cara más que evidente.

La indique que la sesión ya había llegado a su fin y que me salía para que se vistiese y que la traía un vaso de agua, con una sonrisa más que evidente en mi cara, llegando a ser la típica sonrisa maliciosa.
Cuando salí de la sala no pude evitar el oler mis dedos y catar el flujo que había en ellos deleitándome de su sabor. Colocándo mi polla para que no molestase la gran erección que tenía.
Cuando volví estaba todavía desnuda, esta vez no se había vestido como siempre, quería que la viese así, desnuda ante mi, ofreciendome unas vistas de su cuerpo por última vez ese día, para que quedase en mi mente al irse. Se vistió lentamente con ese conjunto interior de encaje de color verde, acoplo el tanga sobre su sexo y se puso el vestido que había traído. Me dijo que ya que había estado más tiempo de lo normal me pagaba dos sesiones en vez de una, a lo que no puse objeción alguna.
Me dijo que fuese buscando un hueco para la próxima semana y se fue, quedándome en la puerta inmóvil, viendo que se contoneaba mientras se iba.
No pude hacer otra cosa que descargar mi tensión sobre la camilla donde la había hecho el masaje con final feliz, descargando unos buenos chorros de lefa y quedando en mi mente ese cuerpo desnudo mientras se vestía.
Uff! El masajista se tuvo q aliviar allí mismo. Y alguno de nosotros también, ja, ja, ja.
A ver cómo se deja relajar el próximo miércoles.
Buen relato
 
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