Sesión en el masajista.

masajista07

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18 Jun 2023
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Hola a todos, he decidido realizar un relato en la que contaré una pequeña historia.
Pido por favor paciencia en los tiempos de escritura ya que no suelo tener mucho tiempo libre. Intentaré que sea lo más veraz posible no dando nombres por descontado.
Muchas gracias.
 
Capítulo 1

Ella me llamó para pedirme una sesión para un masaje como tantas veces me había pedido.
Yo siempre esperaba afuera mientras se desvestía, se colocaba una toalla por encima pidiéndola que se tumbara de boca arriba en la camilla para realizar una primera exploración, luego la pedía que se tumbara boca abajo y empezaba el masaje, siempre desde arriba hacia abajo pasando por la espalda, glúteos piernas....
Después de cierto tiempo y la confianza que teníamos, (un par de años viniendo) esperaba dentro viendo cómo se desvestía y dejaba la ropa en la silla, siempre venía con un conjunto interior increíble, después supe que eran de "hunkermöller". Siempre la pedía que se quitara el sujetador si no la importaba para no machar de aceite su conjunto.
Como tantas otras veces ella me contaba sus historietas, sus "cosas" para saber de dónde venía todas las "tensiones" pero esta vez iba todo encaminado a un problema subyacente, un problema conyugal entre ella y su marido.
 
Última edición:
Espero que sigas con él, cuando puedas. Tiene aspecto de historia MUY morbosa... ;)
 
Capítulo 2.

Según iba trascurriendo la sesión iba preguntando e iba sacando más y más información hasta que me confirmó que su matrimonio no estaba bien, que había problemas entre ellos. Yo la comenté que de ahí era de donde probablemente venían las tensiones que tenía en el cuerpo y que había que tratar de otra manera la sesión a partir de la próxima vez que viniese y que a ser posible tendría que venir la semana que viene e iba a ser más masajes relajantes que ir a tratar las contracturas que tenía, al estar ella descuerdo la ofrecí un vaso de agua y se vistió despacio, pudiendo admirar de nuevo al estar de pie su cuerpo, ese cuerpo que me tenía loco, aquí paso a describirla para poneros en situación.
Estatura 1.67 aprox, delgada un pecho firme con una 95 copa B y con unos pezones que en cuanto los rozabas se ponían duros y de punta y una aureola rugosa. Siempre venía como dije con ropa interior bastante sexy y medio trasparente y eso me ponía a mil.
Después de vestirse abrí la agenda y quedamos ya para la próxima sesión la semana siguiente pago la sesión y la acompañe hasta la puerta.
Al despedirse en la puerta con y con un par besos acompañados con un "la próxima semana te veo" pude notar cuando se daba la vuelta y se iba que tenia los ojos vidriosos, y con ganas de llorar por todo lo que había contado, realmente se había sincerado desahogandose, sacando algo que llevaba guardado desde hacía tiempo y que necesitaba sacar.
 
Capítulo 2.

Según iba trascurriendo la sesión iba preguntando e iba sacando más y más información hasta que me confirmó que su matrimonio no estaba bien, que había problemas entre ellos. Yo la comenté que de ahí era de donde probablemente venían las tensiones que tenía en el cuerpo y que había que tratar de otra manera la sesión a partir de la próxima vez que viniese y que a ser posible tendría que venir la semana que viene e iba a ser más masajes relajantes que ir a tratar las contracturas que tenía, al estar ella descuerdo la ofrecí un vaso de agua y se vistió despacio, pudiendo admirar de nuevo al estar de pie su cuerpo, ese cuerpo que me tenía loco, aquí paso a describirla para poneros en situación.
Estatura 1.67 aprox, delgada un pecho firme con una 95 copa B y con unos pezones que en cuanto los rozabas se ponían duros y de punta y una aureola rugosa. Siempre venía como dije con ropa interior bastante sexy y medio trasparente y eso me ponía a mil.
Después de vestirse abrí la agenda y quedamos ya para la próxima sesión la semana siguiente pago la sesión y la acompañe hasta la puerta.
Al despedirse en la puerta con y con un par besos acompañados con un "la próxima semana te veo" pude notar cuando se daba la vuelta y se iba que tenia los ojos vidriosos, y con ganas de llorar por todo lo que había contado, realmente se había sincerado desahogandose, sacando algo que llevaba guardado desde hacía tiempo y que necesitaba sacar.
me da pena a la vez que morbo
 
Tiene buena pinta el relato. En sesiones breves pero interesantes. Lo seguiré.
Fijate que muchos hilos cuando veo que son muy largos me da pereza leerlos, por eso los hago así, además si te es corto siempre tienes la posibilidad a esperar a que cuelgue un par de ellos jajajajaja.
Gracias por la opinión
 
Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
 
Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
Esto empieza a ponerse interesante... Qué ganas de leer la continuación. ¡No tardes!
 
Capítulo 3.

A la semana siguiente, el lunes quise preguntar que tal estaba, si se encontraba mejor después de la última sesión recibida, a lo que contesto que bastante mejor sobre todo después de haber sacado aquello a lo que me suplico que no dijese nada por favor ya que era algo delicado y no quería que llegase a oídos de su marido (aquí hay que hacer un pequeño inciso y contaros que su marido también era cliente mío desde hace tiempo, de ahí la delicada situación).
La tranquilice diciéndola que lo que se dijese en la sesión era un secreto, ética profesional.
El miércoles vino como habíamos acordado, yo ya no me salía de la consulta y la veía desnudarse trayendo como siempre sus conjuntos de infarto de tanga y sujetador de encaje semitransparentes debajo de sus vestidos veraniegos.
Empezó la sesión orientada de otra manera, iba a ser un masaje relajante con un aceite preparado por mi con esencias de lavanda, mandarina y ylang ylang, esta combinación estimula la relajación.
La sesión empezó por la espalda esta vez con pases suaves y profundos, dejando que su cuerpo y su mente entrasen en un estado de relax ayudado por las velas aromáticas y la música jazz.
Cada pase que daba por los costados bajaba hasta la camilla pudiendo saborear parte de sus pechos que sobresalían por cada lado y bajando hasta la cintura y pasando a sus glúteos, pero ahí una y otra vez las tiras de su precioso tanga me estorbaba. Al darse ella cuenta de ello, y pensando que el aceite podría mancharlo, me pidió que parase y me quedé quieto pensando que algo malo había hecho, sin embargo me dijo que la iba a manchar el tanga y que prefería quitárselo si no me importaba, a lo que la dije que por mí no había problemas, yo ahí creo que mi polla pego un respingo que tuve que apartarme para que no se notase.
Seguí el masaje ya sin problemas al llegar al gluteo haciendo bastantes pases ahí para "liberar tensiones" pero no las mías ya que podía apreciar sus labios ya que las piernas estaban ligeramente separadas.
Al terminar la espalda la dije que se diese la vuelta poniéndola una toalla desde la cintura para abajo sin poder admirar en todo su esplendor su precioso monte de venus, totalmente depilado por láser menos un poco en la parte de arriba. Pero lo que me pude percatar después es de lo pezones que se la habían puesto, duros como una piedra, con la aureola totalmente arrugada cosa que indicaba que la había gustado disfrutando al máximo.
Me puse detrás de ella, a su cabeza, y desde ahí hacia pases desde el cuello pasando por hombros y bajando por el pecho y al rededor de ellos pero sin llegar a tocar los y eso se veía que la excitaba porque se la ponían los pezones durísimos y llegaba a emitir respiraciones profundas sin llegar a ser suspiros o gemidos leves, pero notándose su respiración profunda.
La solicite al terminar esos pases que se sentará en la camilla y me puse detrás de ella apoyándola en mi pecho y diciendo que dejase caer su cabeza en mi hombro y desde ahí estire sus músculos del cuello y laterales de la espalda volviendo a ver cómo se erizaban sus pezones al máximo inducidos por el leve aire que maliciosamente realizaba yo con mi respiración, ayudado del aire acondicionado cosa que me produjo de nuevo una erección demasiado abultada como para disimular, a lo que me volví a separar un poco pero sin duda ella se había dado cuenta por la leve sonrisa que salía de su cara acompañado de un comentario jocoso......
A partir de aquí la llamaremos bajo el seudónimo "María ".

M: estas bien? Te pasa algo?
Yo: si estoy bien, porque?
M: "Creo que noto..... Que el corazón lo tienes algo acelerado?

El silencio se apoderó de la sala dejando escuchar a lo lejos de nuevo la música. Y queriendo salir al paso de la situación la comenté que ya habíamos terminado la sesión. Ella se puso de pie ayudada por mi por si se mareaba y quedándonos uno frente a otro, en silencio. La indique que se podía vestir y que si quería un vaso de agua a lo que me contesto que si por favor. Salí de la sala tragando saliva y con otra erección brutal que difícilmente se podía disimular, me tranquilice como pude y volví a entrar a la sala. Ella ya se había vestido cosa que me alegré, la mente no me volvería a jugar una mala pasada con otra erección descomunal.
Después de hablar un momento con ella sobre que tal había ido la sesión y recomendaciones a seguir, quedamos que para la siguiente semana nos mandaríamos algún mensaje para ver disponibilidad de ambos.
Se despidió de mi junto a la puerta sin antes darme dos besos, pero está vez esos dos besos fueron más sensuales sin llegar a darse en la boca, suaves, cerca del labio pero guardando la distancia.
A los 5 min recibí un mensaje de ella, con una pequeña frase.

El masaje a sido delicioso, habrá que repetir.
La verdad es que da un gusto leer tus relatos, la complicidad que tiene tu clienta y sobretodo como avanza la historia. Me has dejado con ganas de saber más!
 
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