Situaciones excitantes en la playa. [Hilo para tratar sobre su temática y NO para contactar]

He de decir que recordando estás anécdotas y leyendo las vuestras me entran un montón de ganas de que vuelva el tiempo playero para ponerme en pelotas con chicas cerca.
Yo solamente he coincidido una vez en la nudista con una compañera del trabajo y su marido. Pero era compañera del trabajo actual. Comentó que habían intentado ir a otra playa y estaba imposible aparcar así que se vinieron a la nudista, sin saber que era nudista. El marido se desnudó y ella estaba en topless.

La verdad que me dio un poco de apuro porque era compañera del grupo del café y quizá haría algún comentario. De hecho en el trabajo dijo que nos vimos en la playa pero no dijo en cual ni que estábamos desnudos. Luego no volvió a salir el tema y no volvimos a coincidir.

A ver qué situaciones nos depara este verano.
 
Yo solamente he coincidido una vez en la nudista con una compañera del trabajo y su marido. Pero era compañera del trabajo actual. Comentó que habían intentado ir a otra playa y estaba imposible aparcar así que se vinieron a la nudista, sin saber que era nudista. El marido se desnudó y ella estaba en topless.

La verdad que me dio un poco de apuro porque era compañera del grupo del café y quizá haría algún comentario. De hecho en el trabajo dijo que nos vimos en la playa pero no dijo en cual ni que estábamos desnudos. Luego no volvió a salir el tema y no volvimos a coincidir.

A ver qué situaciones nos depara este verano.
Posiblemente no comentará mucho más a no ser que tuviera mucha confianza con alguien. Aún así situación super morbosa.

En mi caso al ser excompañera y estando también totalmente desnuda me daba un poco igual, pero estando ella con un tío pasé de ir a saludarla y los dejé a su rollo, que tampoco me llegó a ver. Que si está sola bien que voy a saludarla en pelotas y me quedo hablando con ella de cómo le va la vida.
 
Hola a todos!!! Os voy a contar algo que me sucedió este verano pasado, en una playa poco concurrida y a la que era la primera vez que iba. Antes me presento.
Soy un madurito de 50, moreno, complexión normal, cuidado lo justo pero no de gimnasio ni deporte. Hace unos 7 años que me divorcié, sin hijos, y por ninguna razón especial, simplemente porque "se acabó el amor". Tengo una vida absolutamente normal, con amigos con los que salir a comer o cenar de vez en cuando, tomar unas cañas a mediodía o antes de cenar, y si se tercia acabar tomando unas copas en el local de costumbre y.... para casita. El trabajo me mantiene ocupado toda la semana y los fines de semana disfruto de los amigos y el tiempo de ocio de forma normal y sin sobresaltos.
No tengo una especial necesidad de sexo, soy absolutamente heterosexual y no soy muy proclive a escarceos con mujeres que acabe de conocer salvo que sean ellas las que descaradamente me lo propongan.
Como os iba a comentar, un día de mis vacaciones de verano, en pleno mes de agosto, hacía mucho calor y me dió por ir a la playa. Pero ese día debí de levantarme con ideas morbosas y decidí que la playa tenía que ser nudista. Nunca había ido a una playa nudista, ni tampoco había practicado el nudismo, pero ese día se me vino a la cabeza una calita que, en un paseo en barco con unos de mis amigos, habíamos visto y que se veía poco concurrida y en una zona de no muy fácil acceso. La cala estaba alejada de mi zona de influencia y eso me proporcionó una cierta seguridad de que era difícil coincidir con alguien conocido.
El caso es que me planté en coche en la zona y me decidí a bajar a la cala por una senda que no se la recomiendo ni al peor de mis enemigos. Llegué a la arena y no me fijé mucho en la poca gente que había, así que me dirigí a uno de los extremos de la cala y planté mi toalla a medio camino entre el agua y la pared de rocas que cierra la cala. Me despojé de la ropa (camiseta y bañador tipo media pierna hasta la rodilla que llevaba a modo de pantalón), y me puse crema sobre todo por las zonas "mas sensibles" y que no habían conocido los rayos de sol en su vida.
Me senté en la toalla y ahí empecé a observar un poco el tipo de gente que había. La sensación de recibir los rayos del sol completamente en pelotas me pareció de lo mas gozoso, y de ahí que mi polla no estuviese recogida por la vergüenza, sino más bien todo lo contrario. Estaba tipo chorizo de cantimpalo aún a medio hacer, gordita, en línea descendente, pero claramente inflada por el efecto calor, sol, crema,...
como digo me dediqué a mirar un poco a mi alrededor para comprobar el tipo de gente que había en la playa. La verdad es que todo lo que había en ese momento eran hombres entre 25 y 40, y algún despistado cincuentón como yo. Eso sí, me llamó la atención que los cuerpos estaban perfectamente cuidados y marcados, muy bronceados, y había mucha pareja y mucho trio en las toallas y el agua.
Realmente me hizo pensar en si me había ido a una playa de tendencia gay (yo creo que realmente eso era así), no obstante me relajó un poco el que detrás de mí, como a unos 5 metros, había una parejita de hombre y mujer de unos 22 años máximo cada uno de ellos. El super bronceado, completamente depilado (ni un solo pelo en el cuerpo), cuerpo trabajado en gimnasio pero de complexión mas bien fina y delicada. Ella bronceada también, con pecho normal tirando a escaso, sexo completamente depilado, y con un buen cuerpo y bien proporcionado. Muchos más datos no pude ver porque estaban ambos tumbados en la toalla, uno al lado del otro, y supuse que serían una pareja que habían ido a esa playa porque la situación era perfecta, acogedora, y además muy tranquila de gente. Vamos, con la misma idea que la mía.
Me tumbé tranquilamente en mi toalla a tomar un poco el sol y coger color, pero de vez en cuando levantaba la cabeza para "otear" el horizonte, y empecé a observar "mucho amor" en el conjunto de hombres que había en la cala, hasta el punto de poder observar que alguna de esas parejas que parecían de amigos, al final eran parejas gais e incluso grupos de tres que entre ellos había algo más que amistad: besos, caricias, complicidad entre los 2 o los tres, paseos de la mano, tocamiento de culo, etc...
Yo llegado a ese punto no me iba a marchar, estaba además muy a gusto tomando el sol vuelta y vuelta en mi toalla, y haciendo de vez en cuando un paseo hasta el agua para refrescarme. Había perdido totalmente ese pudor inicial y me encontraba francamente cómodo.
La pareja que estaba detrás de mí hacían lo mismo que yo, pero de forma totalmente independiente el uno de la otra, es decir, daba la impresión de que eran amigos y nada más. Lo cierto es que él cuando se levantaba para ir a refrescarse al mar, tenía un movimiento corporal que me daba la sensación (por no decir la certeza) de que se trataba de un gay acompañado por una amiga que, sinceramente, no sería capaz de definir sexualmente, ya que para mí no tenía nada que pudiese hacer que me inclinase por una u otra tendencia sexual.
En uno de esos paseos al agua del chico, pude comprobar que su polla estaba algo más "crecidita" de lo normal, pero tampoco le di mucha
importancia, teniendo en cuenta que la mía estaba más o menos igual. Estando yo tumbado boca abajo y dirigiendo mi mirada hacía sus toallas (lógico, estaban detrás de mí y en esa posición yo no podía mirar a otro lado), aprecié que el chico, cuando llegó de uno de esos paseos al agua y sabedor de que yo estaba viendo su toalla, se sentó con las piernas semiabiertas y empezó a masajearse esa polla circuncidada y morenita que exhibía lustrosamente. No era un masaje escandaloso pero sí con la suficiente delicadeza para que el "aparato" empezase a adquirir proporciones algo más rígidas que hasta ese momento había mantenido. Su mirada mientras lo hacía no estaba perdida, sino más bien se dirigía de una manera disimulada hacia mi zona, no de forma fija, pero sí con bastante frecuencia. "Su chica" estaba tomando el sol, tumbada, y en ese momento nada pudo apreciar de esa circunstancia.
La verdad es que no le di mucha trascendencia a esa actitud, pero lo cierto es que notaba como mi polla estaba reaccionando a la situación que estaban contemplando mis ojos. Entre eso y que yo estaba boca abajo, mi polla se empezó a poner algo dura y me empezó a recorrer una sensación de cosquilleo en el miembro, sensación que incluso me empezó a resultar muy agradable.
Aquí tengo que hacer un pequeño paréntesis: he de confesar que más de un día, estando sólo en mi casa y con un cierto recalentón fruto de haber estado viendo diferentes mujeres con ropa muy vaporosa, ligera, y en algún caso escasa en más de un local de ocio nocturno, entré en el ordenador en una página de internet que, no se cómo, me dirigió a salas de videoconferencias por zoom. En una de esas salas, que estaban definidas en ingles, entré y había un montón de cámaras web encendidas que mostraban hombres de todo tipo completamente desnudos y masturbándose, llegando incluso a correrse mostrando sus caras e interactuando entre ellos, algunos con sonido y otros a través del chat. Lo cierto es que más de una vez me excitó la idea, y encendí mi cámara también y comencé a tocarme la polla sin rubor alguno. Algún día mi excitación llegó a un punto de no retorno y llegué a masturbarme largamente mostrándome completamente desnudo, incluyendo en la imagen de mi cámara mi cuerpo y mi cara al completo, interactuando con algún chico y corriéndonos de placer ambos juntos delante de las otras 100 cámaras encendidas que nos estaban observando y nosotros a ellos. Alguno de esos días me puse tremendamente cachondo, si, y todo haciéndome un tremendo pajote con un montón de tíos completamente desnudos como yo y mostrándonos cuerpos y caras. Creo que puedo definirlas como de las mejores pajas y corridas de mi vida.
Y sigo. Sabido esto, ni que decir tiene que lo que estaba viendo en la cala, con la imagen de ese chico toqueteándose su polla delante de mí, me estaba excitando, y mucho más teniendo en cuenta que eso no era a través de un ordenador, sino que era absolutamente real y, además, a unos 3-5 metros de donde yo estaba.
La verdad es que la situación me empujó a que yo cambiase mi postura corporal y, dándome la vuelta en la toalla y poniéndome de medio lado, puse mi polla expuesta a la vista de ese chico. El se dio cuenta de mi movimiento y entonces ya empezó a tocarse la polla con bastante más intensidad, convirtiendo lo que empezó siendo un masaje, en una masturbación en toda regla, y sin sacar su vista de mi polla y cuerpo, centrándose a veces en mi cara. Yo, como no podía ser de otra manera, comencé a excitarme, a sentir un hormigueo en mi polla como me había pasado esas ocasiones delante del ordenador, pero ahora con mucha más fuerza y prontitud porque aquello estaba pasando realmente y a una mínima distancia el uno del otro. Se me pasaba por la cabeza que pasaría si me levantaba y agarraba su polla con mi mano y lo masturbaba yo, o si él venía a mi toalla y me masturbaba a mí mientras yo se lo hacía a él.
El caso es que sin casi darme cuenta, yo también comencé a masturbarme, despacio, me acariciaba la polla despacio, echando la piel del prepucio hacia atrás y tocándome el capullo delicadamente. Me di cuenta que tenía crema para usar y sin pensármelo dos veces, cogí la crema y me unté la polla con ella, lo que me permitió poder acariciar el prepucio sin la piel encima provocando una erección en toda regla y que la polla se pusiera dura como una piedra.
El chico vio mi excitación y ya no disimuló más. cogió su tubo de crema e hizo la misma maniobra que yo, se echó la crema mientras se acariciaba la polla y aprovechó para ponerse frente a mi y abrir las piernas completamente, ofreciéndome todo el miembro en su esplendor, y además reclinándose ligeramente hacia atrás para poder levantar un poco el culito poner a mi vista si ojete.
Todo esto me estaba poniendo escandalosamente excitado, la verdad es que no me preocupaba si había o no alguien más viéndonos, ni tan siquiera si nos estaban mirando. Para mi estábamos solos él y yo masturbándonos gustosamente y mostrándonos nuestras fuentes de placer a pleno rendimiento. Mi estado de desconexión era tal que no me acordaba que ese muchacho estaba al lado de una chica tomando el sol, y que si esa chica levantaba un poco la cabeza, podía perfectamente verme masturbándome para su acompañante. Yo también cambié mi postura y dejé de estar de medio lado tumbado. Pasé a la acción y me senté frente a ese chico y abrí todo lo que pude mis piernas para que viese totalmente mi entrepierna y el inicio de mi agujero de placer. Cuando estaba haciendo esa maniobra fue cuando me percaté de que la chica se había dado cuenta de que el chico que tenía al lado se estaba masturbando, y que eso la había excitado hasta el punto de que, sin levantarse, se había empezado también a acariciar el coño por fuera, como dándose caricias de arriba a abajo para provocar la sutil apertura de su vulva de forma progresiva. Al rato de ya estar ambos (él y yo) masturbándonos descaradamente el uno con el otro, ella se incorporó, y sin sacar la vista de mi cara y polla, comenzó también a frotarse el clítorix de forma acompasada, observándome en todos mis movimientos y viendo como mi cara estaba trasmitiendo cada vez más un placer que iba a provocar el final deseado. De vez en cuando miraba a su chico como se acariciaba su culito para mi mientras masturbaba su polla sin piedad, como su excitación iba en aumento a paso acelerado, y como su cara se estaba convirtiendo en una fuente de transmisión sexual exagerada.
Ella se excitó enseguida, se levantó, se puso en el medio de los dos de lado, y abrió sus piernas todo lo que pudo para mostrarnos lo absolutamente mojada que estaba, y como en poco tiempo esa sensación se iba a convertir en un brutal orgasmo.
Joder, yo no podía más, nunca me hubiese imaginado que eso me podría pasar en una playa, en un lugar público, y encima a la vista y expuesto a todo el mundo, tanto chicos como una chica.
Yo creo que ella se dio cuenta de que su chico y yo no íbamos a aguantar mucho más, así que aceleró el ritmo de sus dedos frotándose el clítorix y metiéndoselos en su vagina, provocándose un tremendo orgasmo de cuyos suspiros y grititos se enteraron en toda la cala.
Dada mi excitación yo no fui consciente de que su chico, a medida que iba creciendo su excitación, se fue acercando a mi toalla, hasta el punto de que nos encontrábamos los tres a escasos 30 centímetros. El gemía de placer, se tocaba su culito sin parar con sus dedos y se introducía uno en su agujero, mientras que con la otra mano seguía masturbándose sin pudor alguno. Yo cada vez me masturbaba con más fuerza, me tocaba la polla y el pubis como si estuviese acariciando un peluche, y comenzaba a pasar mis dedos por el ano como si no hubiese un mañana.
El orgasmo se intuía cercano, y eso también lo intuyó ella, así que después de haberse recuperado de su tremendo orgasmo, cogió nuestras pollas y comenzó a masturbarnos al unísono, dejándonos así campo libre para que nuestras manos y dedos se dedicasen a trabajar nuestros anos y a introducirnos un dedito en el, provocando en mí la sensación de que el dedo me estaba subiendo por todos los huevos y se me iba a salir por la polla. Yo creo que ese dedo estaba dándome un masaje prostático que estaba provocando la afluencia masiva de semen en mi polla y que la misma me iba a reventar.
Yo ya no podía mas. Mi compañero de viaje del placer vi que tampoco. Nos miramos cómplices, sonriendo, gimiendo, agotados, y a la vez yo observé a la chica que me estaba masturbando y pude apreciar como ella estaba deseando ver como me rompía en un orgasmo infinito, como me corría de placer y como de mi polla iba a manar una catarata de semen, que no se sabía hasta donde iba a llegar.
Y así fue. Ambos explotamos en un tremendo orgasmo acompañado de gemidos de placer y seguidos de un torrente de semen que yo tuve la sensación de que fue infinito. Que barbaridad!!! Nunca había sentido algo así. Fue descomunal. La excitación fue tremenda, no se si provocada por estar acompañado por el orgasmo del chico de la misma intensidad que el mío, por haberme masturbado una chica desconocida para mi, o por la riada de semen que salió de mi polla y de la de ese chico... O por todo junto. El caso es que la leche inundó absolutamente todos nuestros cuerpos, la mía regó el cuerpo de él y de ella, y la de él regó mi cuerpo y también el de ella.
Estuvimos un buen rato sin habla, sin movernos, con respiración acelerada, mirándonos los tres, observando, disfrutando, ella sin soltarnos las pollas y nosotros con un dedo metido en el culo y abiertos completamente de piernas.
Cuando la cosa se calmó ligeramente, ella sonrió, nos besó las pollas conjuntamente, lamió los prepucios de ambos, y se fue al agua a lavarse.
Nosotros nos quedamos mirándonos un buen rato, observándonos, viendo como nuestras pollas se convertían nuevamente a sus tamaños naturales de reposo, y comprobando que nuestras caras se entristecían cuando nos quitamos los dedos que teníamos metidos en el culo.
Giré mi cara y miré a mi alrededor antes de levantarme, y pude comprobar como algunas de esas parejas y tríos masculinos que estaban en la cala, se estaban dedicando a darse placer sexual sin rubor alguno, unos mediante sexo oral y otros incluso follando y comiéndose pollas a la vez, sin recato y sin pudor alguno.
Estaba claro que nuestro espectáculo había servido de chispa para el encendido de los fuegos artificiales.
Para acabar os diré que no he vuelto a saber nada de esa pareja de chico-chica, pero los recuerdo como el mejor orgasmo de mi vida.
 
Cuento la primera anécdota de coincidir con una conocida en una playa nudista.

En este caso, se trataba de una ex compañera de trabajo llamada Raquel que coincidimos sobre finales de de la década de 2000 llegando al 2010 en la misma empresa. Pertenecía al departamento financiero en donde había más chicas, pero la que siempre me dió más morbo fue ella (nunca quise llegar a nada con compañeras de trabajo, donde tengas la olla no metas la polla)

De aquellas yo rondaba los 30 y ella estaría cerca de los 40, y os describo como era, no muy alta, blanca de piel y pelirroja y larga melena , ojos azules pecas con unas tetazas que por lo menos deberían ser una talla 110, con carne para agarrar en una buena follada, pero sin llegar a estar gorda. Solía venir bastante arreglada, blusas que se le intuían los grandes pechos, falda, medias y zapatos de tacón o botas. Al margen de ser una tía muy atractiva era extremadamente amable y educada. Era normal comer varios juntos, tomar un café e incluso copas cuando nos íbamos de cena. No era un pibón pero si guapa y morbosa.

La cuestión es que está empresa quebró y cada uno tuvo que buscarse trabajo en otro sitio. Unos años después (puede que 2015 o 2016 que ya estaba con mi actual pareja), vamos a pasar un domingo a la playa de Báscuas en Portonovo, de las pocas que aún son 100% nudistas, como mucho alguna chica en topless, es una playa con afluencia gay, parejas hetero y grupos de chicas o chicos, no familiar de niños.

Cuando aparcamos y nos metemos en la arena buscando un sitio me giro y veo a una chica tumbada totalmente desnuda con un tío, era Raquel, ella no se dió cuenta porque estaba tomando el sol y puse apreciar esas tetazas que se le intuían y su coño en todo su esplendor.

Como había bastante gente le dije a mí pareja un sitio, algo lejos de donde estaba pero que se le podía ver bien, y efectivamente mientras estuvimos en la playa pude ver cómo le botaban esas dos tetazas y admirar si culo cuando se fue a bañar, me puso mucho verla también con el pelo recogido en trenza. La situación para mí fue morbosisima, ya que era una tía que conocía, que habíamos tomado juntos café muchas veces y la estaba viendo totalmente en pelotas. Cuando llegaron las 6 de la tarde recogimos ya que en Sanxenxo si te quedas más tiempo coges caravana en la vuelta. Al marchar seguía tomando el sol y admiré por última vez su cuerpo desnudo.

He de decir, que me quedó pena que no estuviera sola o con una amiga y yo también sólo, ya que entonces si que iría a saludarla e incluso poner la toalla con ella, ya que era una relación bastante buena la que teníamos, de haber sucedido así la situación hubiera sido mucho más morbosa y como ya no trabajamos juntos el lunes no tendría que verla. Las siguientes veces que volví a esa playa siempre echó un ojo por si la vuelvo a ver, pero desgraciadamente no.

Espero que os gustase y tengo alguna anécdota más similar.
Como llevaba el coño?
 
Hola a todos!!! Os voy a contar algo que me sucedió este verano pasado, en una playa poco concurrida y a la que era la primera vez que iba. Antes me presento.
Soy un madurito de 50, moreno, complexión normal, cuidado lo justo pero no de gimnasio ni deporte. Hace unos 7 años que me divorcié, sin hijos, y por ninguna razón especial, simplemente porque "se acabó el amor". Tengo una vida absolutamente normal, con amigos con los que salir a comer o cenar de vez en cuando, tomar unas cañas a mediodía o antes de cenar, y si se tercia acabar tomando unas copas en el local de costumbre y.... para casita. El trabajo me mantiene ocupado toda la semana y los fines de semana disfruto de los amigos y el tiempo de ocio de forma normal y sin sobresaltos.
No tengo una especial necesidad de sexo, soy absolutamente heterosexual y no soy muy proclive a escarceos con mujeres que acabe de conocer salvo que sean ellas las que descaradamente me lo propongan.
Como os iba a comentar, un día de mis vacaciones de verano, en pleno mes de agosto, hacía mucho calor y me dió por ir a la playa. Pero ese día debí de levantarme con ideas morbosas y decidí que la playa tenía que ser nudista. Nunca había ido a una playa nudista, ni tampoco había practicado el nudismo, pero ese día se me vino a la cabeza una calita que, en un paseo en barco con unos de mis amigos, habíamos visto y que se veía poco concurrida y en una zona de no muy fácil acceso. La cala estaba alejada de mi zona de influencia y eso me proporcionó una cierta seguridad de que era difícil coincidir con alguien conocido.
El caso es que me planté en coche en la zona y me decidí a bajar a la cala por una senda que no se la recomiendo ni al peor de mis enemigos. Llegué a la arena y no me fijé mucho en la poca gente que había, así que me dirigí a uno de los extremos de la cala y planté mi toalla a medio camino entre el agua y la pared de rocas que cierra la cala. Me despojé de la ropa (camiseta y bañador tipo media pierna hasta la rodilla que llevaba a modo de pantalón), y me puse crema sobre todo por las zonas "mas sensibles" y que no habían conocido los rayos de sol en su vida.
Me senté en la toalla y ahí empecé a observar un poco el tipo de gente que había. La sensación de recibir los rayos del sol completamente en pelotas me pareció de lo mas gozoso, y de ahí que mi polla no estuviese recogida por la vergüenza, sino más bien todo lo contrario. Estaba tipo chorizo de cantimpalo aún a medio hacer, gordita, en línea descendente, pero claramente inflada por el efecto calor, sol, crema,...
como digo me dediqué a mirar un poco a mi alrededor para comprobar el tipo de gente que había en la playa. La verdad es que todo lo que había en ese momento eran hombres entre 25 y 40, y algún despistado cincuentón como yo. Eso sí, me llamó la atención que los cuerpos estaban perfectamente cuidados y marcados, muy bronceados, y había mucha pareja y mucho trio en las toallas y el agua.
Realmente me hizo pensar en si me había ido a una playa de tendencia gay (yo creo que realmente eso era así), no obstante me relajó un poco el que detrás de mí, como a unos 5 metros, había una parejita de hombre y mujer de unos 22 años máximo cada uno de ellos. El super bronceado, completamente depilado (ni un solo pelo en el cuerpo), cuerpo trabajado en gimnasio pero de complexión mas bien fina y delicada. Ella bronceada también, con pecho normal tirando a escaso, sexo completamente depilado, y con un buen cuerpo y bien proporcionado. Muchos más datos no pude ver porque estaban ambos tumbados en la toalla, uno al lado del otro, y supuse que serían una pareja que habían ido a esa playa porque la situación era perfecta, acogedora, y además muy tranquila de gente. Vamos, con la misma idea que la mía.
Me tumbé tranquilamente en mi toalla a tomar un poco el sol y coger color, pero de vez en cuando levantaba la cabeza para "otear" el horizonte, y empecé a observar "mucho amor" en el conjunto de hombres que había en la cala, hasta el punto de poder observar que alguna de esas parejas que parecían de amigos, al final eran parejas gais e incluso grupos de tres que entre ellos había algo más que amistad: besos, caricias, complicidad entre los 2 o los tres, paseos de la mano, tocamiento de culo, etc...
Yo llegado a ese punto no me iba a marchar, estaba además muy a gusto tomando el sol vuelta y vuelta en mi toalla, y haciendo de vez en cuando un paseo hasta el agua para refrescarme. Había perdido totalmente ese pudor inicial y me encontraba francamente cómodo.
La pareja que estaba detrás de mí hacían lo mismo que yo, pero de forma totalmente independiente el uno de la otra, es decir, daba la impresión de que eran amigos y nada más. Lo cierto es que él cuando se levantaba para ir a refrescarse al mar, tenía un movimiento corporal que me daba la sensación (por no decir la certeza) de que se trataba de un gay acompañado por una amiga que, sinceramente, no sería capaz de definir sexualmente, ya que para mí no tenía nada que pudiese hacer que me inclinase por una u otra tendencia sexual.
En uno de esos paseos al agua del chico, pude comprobar que su polla estaba algo más "crecidita" de lo normal, pero tampoco le di mucha
importancia, teniendo en cuenta que la mía estaba más o menos igual. Estando yo tumbado boca abajo y dirigiendo mi mirada hacía sus toallas (lógico, estaban detrás de mí y en esa posición yo no podía mirar a otro lado), aprecié que el chico, cuando llegó de uno de esos paseos al agua y sabedor de que yo estaba viendo su toalla, se sentó con las piernas semiabiertas y empezó a masajearse esa polla circuncidada y morenita que exhibía lustrosamente. No era un masaje escandaloso pero sí con la suficiente delicadeza para que el "aparato" empezase a adquirir proporciones algo más rígidas que hasta ese momento había mantenido. Su mirada mientras lo hacía no estaba perdida, sino más bien se dirigía de una manera disimulada hacia mi zona, no de forma fija, pero sí con bastante frecuencia. "Su chica" estaba tomando el sol, tumbada, y en ese momento nada pudo apreciar de esa circunstancia.
La verdad es que no le di mucha trascendencia a esa actitud, pero lo cierto es que notaba como mi polla estaba reaccionando a la situación que estaban contemplando mis ojos. Entre eso y que yo estaba boca abajo, mi polla se empezó a poner algo dura y me empezó a recorrer una sensación de cosquilleo en el miembro, sensación que incluso me empezó a resultar muy agradable.
Aquí tengo que hacer un pequeño paréntesis: he de confesar que más de un día, estando sólo en mi casa y con un cierto recalentón fruto de haber estado viendo diferentes mujeres con ropa muy vaporosa, ligera, y en algún caso escasa en más de un local de ocio nocturno, entré en el ordenador en una página de internet que, no se cómo, me dirigió a salas de videoconferencias por zoom. En una de esas salas, que estaban definidas en ingles, entré y había un montón de cámaras web encendidas que mostraban hombres de todo tipo completamente desnudos y masturbándose, llegando incluso a correrse mostrando sus caras e interactuando entre ellos, algunos con sonido y otros a través del chat. Lo cierto es que más de una vez me excitó la idea, y encendí mi cámara también y comencé a tocarme la polla sin rubor alguno. Algún día mi excitación llegó a un punto de no retorno y llegué a masturbarme largamente mostrándome completamente desnudo, incluyendo en la imagen de mi cámara mi cuerpo y mi cara al completo, interactuando con algún chico y corriéndonos de placer ambos juntos delante de las otras 100 cámaras encendidas que nos estaban observando y nosotros a ellos. Alguno de esos días me puse tremendamente cachondo, si, y todo haciéndome un tremendo pajote con un montón de tíos completamente desnudos como yo y mostrándonos cuerpos y caras. Creo que puedo definirlas como de las mejores pajas y corridas de mi vida.
Y sigo. Sabido esto, ni que decir tiene que lo que estaba viendo en la cala, con la imagen de ese chico toqueteándose su polla delante de mí, me estaba excitando, y mucho más teniendo en cuenta que eso no era a través de un ordenador, sino que era absolutamente real y, además, a unos 3-5 metros de donde yo estaba.
La verdad es que la situación me empujó a que yo cambiase mi postura corporal y, dándome la vuelta en la toalla y poniéndome de medio lado, puse mi polla expuesta a la vista de ese chico. El se dio cuenta de mi movimiento y entonces ya empezó a tocarse la polla con bastante más intensidad, convirtiendo lo que empezó siendo un masaje, en una masturbación en toda regla, y sin sacar su vista de mi polla y cuerpo, centrándose a veces en mi cara. Yo, como no podía ser de otra manera, comencé a excitarme, a sentir un hormigueo en mi polla como me había pasado esas ocasiones delante del ordenador, pero ahora con mucha más fuerza y prontitud porque aquello estaba pasando realmente y a una mínima distancia el uno del otro. Se me pasaba por la cabeza que pasaría si me levantaba y agarraba su polla con mi mano y lo masturbaba yo, o si él venía a mi toalla y me masturbaba a mí mientras yo se lo hacía a él.
El caso es que sin casi darme cuenta, yo también comencé a masturbarme, despacio, me acariciaba la polla despacio, echando la piel del prepucio hacia atrás y tocándome el capullo delicadamente. Me di cuenta que tenía crema para usar y sin pensármelo dos veces, cogí la crema y me unté la polla con ella, lo que me permitió poder acariciar el prepucio sin la piel encima provocando una erección en toda regla y que la polla se pusiera dura como una piedra.
El chico vio mi excitación y ya no disimuló más. cogió su tubo de crema e hizo la misma maniobra que yo, se echó la crema mientras se acariciaba la polla y aprovechó para ponerse frente a mi y abrir las piernas completamente, ofreciéndome todo el miembro en su esplendor, y además reclinándose ligeramente hacia atrás para poder levantar un poco el culito poner a mi vista si ojete.
Todo esto me estaba poniendo escandalosamente excitado, la verdad es que no me preocupaba si había o no alguien más viéndonos, ni tan siquiera si nos estaban mirando. Para mi estábamos solos él y yo masturbándonos gustosamente y mostrándonos nuestras fuentes de placer a pleno rendimiento. Mi estado de desconexión era tal que no me acordaba que ese muchacho estaba al lado de una chica tomando el sol, y que si esa chica levantaba un poco la cabeza, podía perfectamente verme masturbándome para su acompañante. Yo también cambié mi postura y dejé de estar de medio lado tumbado. Pasé a la acción y me senté frente a ese chico y abrí todo lo que pude mis piernas para que viese totalmente mi entrepierna y el inicio de mi agujero de placer. Cuando estaba haciendo esa maniobra fue cuando me percaté de que la chica se había dado cuenta de que el chico que tenía al lado se estaba masturbando, y que eso la había excitado hasta el punto de que, sin levantarse, se había empezado también a acariciar el coño por fuera, como dándose caricias de arriba a abajo para provocar la sutil apertura de su vulva de forma progresiva. Al rato de ya estar ambos (él y yo) masturbándonos descaradamente el uno con el otro, ella se incorporó, y sin sacar la vista de mi cara y polla, comenzó también a frotarse el clítorix de forma acompasada, observándome en todos mis movimientos y viendo como mi cara estaba trasmitiendo cada vez más un placer que iba a provocar el final deseado. De vez en cuando miraba a su chico como se acariciaba su culito para mi mientras masturbaba su polla sin piedad, como su excitación iba en aumento a paso acelerado, y como su cara se estaba convirtiendo en una fuente de transmisión sexual exagerada.
Ella se excitó enseguida, se levantó, se puso en el medio de los dos de lado, y abrió sus piernas todo lo que pudo para mostrarnos lo absolutamente mojada que estaba, y como en poco tiempo esa sensación se iba a convertir en un brutal orgasmo.
Joder, yo no podía más, nunca me hubiese imaginado que eso me podría pasar en una playa, en un lugar público, y encima a la vista y expuesto a todo el mundo, tanto chicos como una chica.
Yo creo que ella se dio cuenta de que su chico y yo no íbamos a aguantar mucho más, así que aceleró el ritmo de sus dedos frotándose el clítorix y metiéndoselos en su vagina, provocándose un tremendo orgasmo de cuyos suspiros y grititos se enteraron en toda la cala.
Dada mi excitación yo no fui consciente de que su chico, a medida que iba creciendo su excitación, se fue acercando a mi toalla, hasta el punto de que nos encontrábamos los tres a escasos 30 centímetros. El gemía de placer, se tocaba su culito sin parar con sus dedos y se introducía uno en su agujero, mientras que con la otra mano seguía masturbándose sin pudor alguno. Yo cada vez me masturbaba con más fuerza, me tocaba la polla y el pubis como si estuviese acariciando un peluche, y comenzaba a pasar mis dedos por el ano como si no hubiese un mañana.
El orgasmo se intuía cercano, y eso también lo intuyó ella, así que después de haberse recuperado de su tremendo orgasmo, cogió nuestras pollas y comenzó a masturbarnos al unísono, dejándonos así campo libre para que nuestras manos y dedos se dedicasen a trabajar nuestros anos y a introducirnos un dedito en el, provocando en mí la sensación de que el dedo me estaba subiendo por todos los huevos y se me iba a salir por la polla. Yo creo que ese dedo estaba dándome un masaje prostático que estaba provocando la afluencia masiva de semen en mi polla y que la misma me iba a reventar.
Yo ya no podía mas. Mi compañero de viaje del placer vi que tampoco. Nos miramos cómplices, sonriendo, gimiendo, agotados, y a la vez yo observé a la chica que me estaba masturbando y pude apreciar como ella estaba deseando ver como me rompía en un orgasmo infinito, como me corría de placer y como de mi polla iba a manar una catarata de semen, que no se sabía hasta donde iba a llegar.
Y así fue. Ambos explotamos en un tremendo orgasmo acompañado de gemidos de placer y seguidos de un torrente de semen que yo tuve la sensación de que fue infinito. Que barbaridad!!! Nunca había sentido algo así. Fue descomunal. La excitación fue tremenda, no se si provocada por estar acompañado por el orgasmo del chico de la misma intensidad que el mío, por haberme masturbado una chica desconocida para mi, o por la riada de semen que salió de mi polla y de la de ese chico... O por todo junto. El caso es que la leche inundó absolutamente todos nuestros cuerpos, la mía regó el cuerpo de él y de ella, y la de él regó mi cuerpo y también el de ella.
Estuvimos un buen rato sin habla, sin movernos, con respiración acelerada, mirándonos los tres, observando, disfrutando, ella sin soltarnos las pollas y nosotros con un dedo metido en el culo y abiertos completamente de piernas.
Cuando la cosa se calmó ligeramente, ella sonrió, nos besó las pollas conjuntamente, lamió los prepucios de ambos, y se fue al agua a lavarse.
Nosotros nos quedamos mirándonos un buen rato, observándonos, viendo como nuestras pollas se convertían nuevamente a sus tamaños naturales de reposo, y comprobando que nuestras caras se entristecían cuando nos quitamos los dedos que teníamos metidos en el culo.
Giré mi cara y miré a mi alrededor antes de levantarme, y pude comprobar como algunas de esas parejas y tríos masculinos que estaban en la cala, se estaban dedicando a darse placer sexual sin rubor alguno, unos mediante sexo oral y otros incluso follando y comiéndose pollas a la vez, sin recato y sin pudor alguno.
Estaba claro que nuestro espectáculo había servido de chispa para el encendido de los fuegos artificiales.
Para acabar os diré que no he vuelto a saber nada de esa pareja de chico-chica, pero los recuerdo como el mejor orgasmo de mi vida.
De las mejores anécdotas que he leído.
 
Hola a todos!!! Os voy a contar algo que me sucedió este verano pasado, en una playa poco concurrida y a la que era la primera vez que iba. Antes me presento.
Soy un madurito de 50, moreno, complexión normal, cuidado lo justo pero no de gimnasio ni deporte. Hace unos 7 años que me divorcié, sin hijos, y por ninguna razón especial, simplemente porque "se acabó el amor". Tengo una vida absolutamente normal, con amigos con los que salir a comer o cenar de vez en cuando, tomar unas cañas a mediodía o antes de cenar, y si se tercia acabar tomando unas copas en el local de costumbre y.... para casita. El trabajo me mantiene ocupado toda la semana y los fines de semana disfruto de los amigos y el tiempo de ocio de forma normal y sin sobresaltos.
No tengo una especial necesidad de sexo, soy absolutamente heterosexual y no soy muy proclive a escarceos con mujeres que acabe de conocer salvo que sean ellas las que descaradamente me lo propongan.
Como os iba a comentar, un día de mis vacaciones de verano, en pleno mes de agosto, hacía mucho calor y me dió por ir a la playa. Pero ese día debí de levantarme con ideas morbosas y decidí que la playa tenía que ser nudista. Nunca había ido a una playa nudista, ni tampoco había practicado el nudismo, pero ese día se me vino a la cabeza una calita que, en un paseo en barco con unos de mis amigos, habíamos visto y que se veía poco concurrida y en una zona de no muy fácil acceso. La cala estaba alejada de mi zona de influencia y eso me proporcionó una cierta seguridad de que era difícil coincidir con alguien conocido.
El caso es que me planté en coche en la zona y me decidí a bajar a la cala por una senda que no se la recomiendo ni al peor de mis enemigos. Llegué a la arena y no me fijé mucho en la poca gente que había, así que me dirigí a uno de los extremos de la cala y planté mi toalla a medio camino entre el agua y la pared de rocas que cierra la cala. Me despojé de la ropa (camiseta y bañador tipo media pierna hasta la rodilla que llevaba a modo de pantalón), y me puse crema sobre todo por las zonas "mas sensibles" y que no habían conocido los rayos de sol en su vida.
Me senté en la toalla y ahí empecé a observar un poco el tipo de gente que había. La sensación de recibir los rayos del sol completamente en pelotas me pareció de lo mas gozoso, y de ahí que mi polla no estuviese recogida por la vergüenza, sino más bien todo lo contrario. Estaba tipo chorizo de cantimpalo aún a medio hacer, gordita, en línea descendente, pero claramente inflada por el efecto calor, sol, crema,...
como digo me dediqué a mirar un poco a mi alrededor para comprobar el tipo de gente que había en la playa. La verdad es que todo lo que había en ese momento eran hombres entre 25 y 40, y algún despistado cincuentón como yo. Eso sí, me llamó la atención que los cuerpos estaban perfectamente cuidados y marcados, muy bronceados, y había mucha pareja y mucho trio en las toallas y el agua.
Realmente me hizo pensar en si me había ido a una playa de tendencia gay (yo creo que realmente eso era así), no obstante me relajó un poco el que detrás de mí, como a unos 5 metros, había una parejita de hombre y mujer de unos 22 años máximo cada uno de ellos. El super bronceado, completamente depilado (ni un solo pelo en el cuerpo), cuerpo trabajado en gimnasio pero de complexión mas bien fina y delicada. Ella bronceada también, con pecho normal tirando a escaso, sexo completamente depilado, y con un buen cuerpo y bien proporcionado. Muchos más datos no pude ver porque estaban ambos tumbados en la toalla, uno al lado del otro, y supuse que serían una pareja que habían ido a esa playa porque la situación era perfecta, acogedora, y además muy tranquila de gente. Vamos, con la misma idea que la mía.
Me tumbé tranquilamente en mi toalla a tomar un poco el sol y coger color, pero de vez en cuando levantaba la cabeza para "otear" el horizonte, y empecé a observar "mucho amor" en el conjunto de hombres que había en la cala, hasta el punto de poder observar que alguna de esas parejas que parecían de amigos, al final eran parejas gais e incluso grupos de tres que entre ellos había algo más que amistad: besos, caricias, complicidad entre los 2 o los tres, paseos de la mano, tocamiento de culo, etc...
Yo llegado a ese punto no me iba a marchar, estaba además muy a gusto tomando el sol vuelta y vuelta en mi toalla, y haciendo de vez en cuando un paseo hasta el agua para refrescarme. Había perdido totalmente ese pudor inicial y me encontraba francamente cómodo.
La pareja que estaba detrás de mí hacían lo mismo que yo, pero de forma totalmente independiente el uno de la otra, es decir, daba la impresión de que eran amigos y nada más. Lo cierto es que él cuando se levantaba para ir a refrescarse al mar, tenía un movimiento corporal que me daba la sensación (por no decir la certeza) de que se trataba de un gay acompañado por una amiga que, sinceramente, no sería capaz de definir sexualmente, ya que para mí no tenía nada que pudiese hacer que me inclinase por una u otra tendencia sexual.
En uno de esos paseos al agua del chico, pude comprobar que su polla estaba algo más "crecidita" de lo normal, pero tampoco le di mucha
importancia, teniendo en cuenta que la mía estaba más o menos igual. Estando yo tumbado boca abajo y dirigiendo mi mirada hacía sus toallas (lógico, estaban detrás de mí y en esa posición yo no podía mirar a otro lado), aprecié que el chico, cuando llegó de uno de esos paseos al agua y sabedor de que yo estaba viendo su toalla, se sentó con las piernas semiabiertas y empezó a masajearse esa polla circuncidada y morenita que exhibía lustrosamente. No era un masaje escandaloso pero sí con la suficiente delicadeza para que el "aparato" empezase a adquirir proporciones algo más rígidas que hasta ese momento había mantenido. Su mirada mientras lo hacía no estaba perdida, sino más bien se dirigía de una manera disimulada hacia mi zona, no de forma fija, pero sí con bastante frecuencia. "Su chica" estaba tomando el sol, tumbada, y en ese momento nada pudo apreciar de esa circunstancia.
La verdad es que no le di mucha trascendencia a esa actitud, pero lo cierto es que notaba como mi polla estaba reaccionando a la situación que estaban contemplando mis ojos. Entre eso y que yo estaba boca abajo, mi polla se empezó a poner algo dura y me empezó a recorrer una sensación de cosquilleo en el miembro, sensación que incluso me empezó a resultar muy agradable.
Aquí tengo que hacer un pequeño paréntesis: he de confesar que más de un día, estando sólo en mi casa y con un cierto recalentón fruto de haber estado viendo diferentes mujeres con ropa muy vaporosa, ligera, y en algún caso escasa en más de un local de ocio nocturno, entré en el ordenador en una página de internet que, no se cómo, me dirigió a salas de videoconferencias por zoom. En una de esas salas, que estaban definidas en ingles, entré y había un montón de cámaras web encendidas que mostraban hombres de todo tipo completamente desnudos y masturbándose, llegando incluso a correrse mostrando sus caras e interactuando entre ellos, algunos con sonido y otros a través del chat. Lo cierto es que más de una vez me excitó la idea, y encendí mi cámara también y comencé a tocarme la polla sin rubor alguno. Algún día mi excitación llegó a un punto de no retorno y llegué a masturbarme largamente mostrándome completamente desnudo, incluyendo en la imagen de mi cámara mi cuerpo y mi cara al completo, interactuando con algún chico y corriéndonos de placer ambos juntos delante de las otras 100 cámaras encendidas que nos estaban observando y nosotros a ellos. Alguno de esos días me puse tremendamente cachondo, si, y todo haciéndome un tremendo pajote con un montón de tíos completamente desnudos como yo y mostrándonos cuerpos y caras. Creo que puedo definirlas como de las mejores pajas y corridas de mi vida.
Y sigo. Sabido esto, ni que decir tiene que lo que estaba viendo en la cala, con la imagen de ese chico toqueteándose su polla delante de mí, me estaba excitando, y mucho más teniendo en cuenta que eso no era a través de un ordenador, sino que era absolutamente real y, además, a unos 3-5 metros de donde yo estaba.
La verdad es que la situación me empujó a que yo cambiase mi postura corporal y, dándome la vuelta en la toalla y poniéndome de medio lado, puse mi polla expuesta a la vista de ese chico. El se dio cuenta de mi movimiento y entonces ya empezó a tocarse la polla con bastante más intensidad, convirtiendo lo que empezó siendo un masaje, en una masturbación en toda regla, y sin sacar su vista de mi polla y cuerpo, centrándose a veces en mi cara. Yo, como no podía ser de otra manera, comencé a excitarme, a sentir un hormigueo en mi polla como me había pasado esas ocasiones delante del ordenador, pero ahora con mucha más fuerza y prontitud porque aquello estaba pasando realmente y a una mínima distancia el uno del otro. Se me pasaba por la cabeza que pasaría si me levantaba y agarraba su polla con mi mano y lo masturbaba yo, o si él venía a mi toalla y me masturbaba a mí mientras yo se lo hacía a él.
El caso es que sin casi darme cuenta, yo también comencé a masturbarme, despacio, me acariciaba la polla despacio, echando la piel del prepucio hacia atrás y tocándome el capullo delicadamente. Me di cuenta que tenía crema para usar y sin pensármelo dos veces, cogí la crema y me unté la polla con ella, lo que me permitió poder acariciar el prepucio sin la piel encima provocando una erección en toda regla y que la polla se pusiera dura como una piedra.
El chico vio mi excitación y ya no disimuló más. cogió su tubo de crema e hizo la misma maniobra que yo, se echó la crema mientras se acariciaba la polla y aprovechó para ponerse frente a mi y abrir las piernas completamente, ofreciéndome todo el miembro en su esplendor, y además reclinándose ligeramente hacia atrás para poder levantar un poco el culito poner a mi vista si ojete.
Todo esto me estaba poniendo escandalosamente excitado, la verdad es que no me preocupaba si había o no alguien más viéndonos, ni tan siquiera si nos estaban mirando. Para mi estábamos solos él y yo masturbándonos gustosamente y mostrándonos nuestras fuentes de placer a pleno rendimiento. Mi estado de desconexión era tal que no me acordaba que ese muchacho estaba al lado de una chica tomando el sol, y que si esa chica levantaba un poco la cabeza, podía perfectamente verme masturbándome para su acompañante. Yo también cambié mi postura y dejé de estar de medio lado tumbado. Pasé a la acción y me senté frente a ese chico y abrí todo lo que pude mis piernas para que viese totalmente mi entrepierna y el inicio de mi agujero de placer. Cuando estaba haciendo esa maniobra fue cuando me percaté de que la chica se había dado cuenta de que el chico que tenía al lado se estaba masturbando, y que eso la había excitado hasta el punto de que, sin levantarse, se había empezado también a acariciar el coño por fuera, como dándose caricias de arriba a abajo para provocar la sutil apertura de su vulva de forma progresiva. Al rato de ya estar ambos (él y yo) masturbándonos descaradamente el uno con el otro, ella se incorporó, y sin sacar la vista de mi cara y polla, comenzó también a frotarse el clítorix de forma acompasada, observándome en todos mis movimientos y viendo como mi cara estaba trasmitiendo cada vez más un placer que iba a provocar el final deseado. De vez en cuando miraba a su chico como se acariciaba su culito para mi mientras masturbaba su polla sin piedad, como su excitación iba en aumento a paso acelerado, y como su cara se estaba convirtiendo en una fuente de transmisión sexual exagerada.
Ella se excitó enseguida, se levantó, se puso en el medio de los dos de lado, y abrió sus piernas todo lo que pudo para mostrarnos lo absolutamente mojada que estaba, y como en poco tiempo esa sensación se iba a convertir en un brutal orgasmo.
Joder, yo no podía más, nunca me hubiese imaginado que eso me podría pasar en una playa, en un lugar público, y encima a la vista y expuesto a todo el mundo, tanto chicos como una chica.
Yo creo que ella se dio cuenta de que su chico y yo no íbamos a aguantar mucho más, así que aceleró el ritmo de sus dedos frotándose el clítorix y metiéndoselos en su vagina, provocándose un tremendo orgasmo de cuyos suspiros y grititos se enteraron en toda la cala.
Dada mi excitación yo no fui consciente de que su chico, a medida que iba creciendo su excitación, se fue acercando a mi toalla, hasta el punto de que nos encontrábamos los tres a escasos 30 centímetros. El gemía de placer, se tocaba su culito sin parar con sus dedos y se introducía uno en su agujero, mientras que con la otra mano seguía masturbándose sin pudor alguno. Yo cada vez me masturbaba con más fuerza, me tocaba la polla y el pubis como si estuviese acariciando un peluche, y comenzaba a pasar mis dedos por el ano como si no hubiese un mañana.
El orgasmo se intuía cercano, y eso también lo intuyó ella, así que después de haberse recuperado de su tremendo orgasmo, cogió nuestras pollas y comenzó a masturbarnos al unísono, dejándonos así campo libre para que nuestras manos y dedos se dedicasen a trabajar nuestros anos y a introducirnos un dedito en el, provocando en mí la sensación de que el dedo me estaba subiendo por todos los huevos y se me iba a salir por la polla. Yo creo que ese dedo estaba dándome un masaje prostático que estaba provocando la afluencia masiva de semen en mi polla y que la misma me iba a reventar.
Yo ya no podía mas. Mi compañero de viaje del placer vi que tampoco. Nos miramos cómplices, sonriendo, gimiendo, agotados, y a la vez yo observé a la chica que me estaba masturbando y pude apreciar como ella estaba deseando ver como me rompía en un orgasmo infinito, como me corría de placer y como de mi polla iba a manar una catarata de semen, que no se sabía hasta donde iba a llegar.
Y así fue. Ambos explotamos en un tremendo orgasmo acompañado de gemidos de placer y seguidos de un torrente de semen que yo tuve la sensación de que fue infinito. Que barbaridad!!! Nunca había sentido algo así. Fue descomunal. La excitación fue tremenda, no se si provocada por estar acompañado por el orgasmo del chico de la misma intensidad que el mío, por haberme masturbado una chica desconocida para mi, o por la riada de semen que salió de mi polla y de la de ese chico... O por todo junto. El caso es que la leche inundó absolutamente todos nuestros cuerpos, la mía regó el cuerpo de él y de ella, y la de él regó mi cuerpo y también el de ella.
Estuvimos un buen rato sin habla, sin movernos, con respiración acelerada, mirándonos los tres, observando, disfrutando, ella sin soltarnos las pollas y nosotros con un dedo metido en el culo y abiertos completamente de piernas.
Cuando la cosa se calmó ligeramente, ella sonrió, nos besó las pollas conjuntamente, lamió los prepucios de ambos, y se fue al agua a lavarse.
Nosotros nos quedamos mirándonos un buen rato, observándonos, viendo como nuestras pollas se convertían nuevamente a sus tamaños naturales de reposo, y comprobando que nuestras caras se entristecían cuando nos quitamos los dedos que teníamos metidos en el culo.
Giré mi cara y miré a mi alrededor antes de levantarme, y pude comprobar como algunas de esas parejas y tríos masculinos que estaban en la cala, se estaban dedicando a darse placer sexual sin rubor alguno, unos mediante sexo oral y otros incluso follando y comiéndose pollas a la vez, sin recato y sin pudor alguno.
Estaba claro que nuestro espectáculo había servido de chispa para el encendido de los fuegos artificiales.
Para acabar os diré que no he vuelto a saber nada de esa pareja de chico-chica, pero los recuerdo como el mejor orgasmo de mi vida.
Absolutamente maravilloso.
 
Cuento la primera anécdota de coincidir con una conocida en una playa nudista.

En este caso, se trataba de una ex compañera de trabajo llamada Raquel que coincidimos sobre finales de de la década de 2000 llegando al 2010 en la misma empresa. Pertenecía al departamento financiero en donde había más chicas, pero la que siempre me dió más morbo fue ella (nunca quise llegar a nada con compañeras de trabajo, donde tengas la olla no metas la polla)

De aquellas yo rondaba los 30 y ella estaría cerca de los 40, y os describo como era, no muy alta, blanca de piel y pelirroja y larga melena , ojos azules pecas con unas tetazas que por lo menos deberían ser una talla 110, con carne para agarrar en una buena follada, pero sin llegar a estar gorda. Solía venir bastante arreglada, blusas que se le intuían los grandes pechos, falda, medias y zapatos de tacón o botas. Al margen de ser una tía muy atractiva era extremadamente amable y educada. Era normal comer varios juntos, tomar un café e incluso copas cuando nos íbamos de cena. No era un pibón pero si guapa y morbosa.

La cuestión es que está empresa quebró y cada uno tuvo que buscarse trabajo en otro sitio. Unos años después (puede que 2015 o 2016 que ya estaba con mi actual pareja), vamos a pasar un domingo a la playa de Báscuas en Portonovo, de las pocas que aún son 100% nudistas, como mucho alguna chica en topless, es una playa con afluencia gay, parejas hetero y grupos de chicas o chicos, no familiar de niños.

Cuando aparcamos y nos metemos en la arena buscando un sitio me giro y veo a una chica tumbada totalmente desnuda con un tío, era Raquel, ella no se dió cuenta porque estaba tomando el sol y puse apreciar esas tetazas que se le intuían y su coño en todo su esplendor.

Como había bastante gente le dije a mí pareja un sitio, algo lejos de donde estaba pero que se le podía ver bien, y efectivamente mientras estuvimos en la playa pude ver cómo le botaban esas dos tetazas y admirar si culo cuando se fue a bañar, me puso mucho verla también con el pelo recogido en trenza. La situación para mí fue morbosisima, ya que era una tía que conocía, que habíamos tomado juntos café muchas veces y la estaba viendo totalmente en pelotas. Cuando llegaron las 6 de la tarde recogimos ya que en Sanxenxo si te quedas más tiempo coges caravana en la vuelta. Al marchar seguía tomando el sol y admiré por última vez su cuerpo desnudo.

He de decir, que me quedó pena que no estuviera sola o con una amiga y yo también sólo, ya que entonces si que iría a saludarla e incluso poner la toalla con ella, ya que era una relación bastante buena la que teníamos, de haber sucedido así la situación hubiera sido mucho más morbosa y como ya no trabajamos juntos el lunes no tendría que verla. Las siguientes veces que volví a esa playa siempre echó un ojo por si la vuelvo a ver, pero desgraciadamente no.

Espero que os gustase y tengo alguna anécdota más similar.
Continuó con la siguiente anécdota de coincidir con una conocida en una playa nudista, en este caso conocida de vista, es de los mismos años en los que trabajaba con Raquel y os pongo en antecedentes.

Esa empresa en la que trabajaba estaba en zona centro, por lo que aparcaba en un parque cercano y recorría a pié todas las mañanas un par de calles, en ese recorrido siempre me cruzaba con una mujer que me daba muchísimo morbo, posiblemente trabajase en alguna oficina bancaria o alguna aseguradora, no tenía pinta de trabajar en hostelería o comercio. Ahora la describo, de aquellas tendría treinta y largos años (yo venti algo), era morena a veces llevaba coleta, ojos azules, un pequeño piercing en la nariz, labios carnosos (muy muy guapa de cara), tenía unas tetas redondas y se notaba que eran grandes, no muy alta y tipazo. En verano los días de calor solía ir con blusas apretadas o vestidos con escote. Siempre me pareció que debería ser una leona en la cama.

Por esa época frecuentaba mucho una playa que es mitad textil mitad nudista, la mima de la anécdota con Eva y a la que ya no voy desde hace años. Un sábado caluroso de julio me acerco después de comer a esa playa, aparco y me dirijo con mis cosas a la zona nudista, como era temprano aún no había mucha gente, me desnudo y voy a dar un baño, cuando me cruzo con una pareja que salía del agua, era la misma chica con la que cruzaba antes del trabajo todas las mañanas. Estaba en topless solo con un mini tanga negro y acompañaba por un tío que si estaba desnudo que tenía una buena polla (lo que me dejó claro lo que sospechaba, que le debería gustar mucho follar). Estaba bastante morena por lo que debería tomar el sol casi en pelotas habitualmente, las tetas redondas y bronceadas con unos ricos pezones posiblemente una talla 90 o 95, tenía un culazo (posiblemente algo de ejercicio) también bronceado y efectivamente tenía el cuerpazo que me imaginaba, al cruzarnos se dió cuenta que era el tío con el que coincidia todas las mañanas. Al volver del agua compruebo que están relativamente cerca mía, y echando alguna miradita disimulada veo que se dan crema ambos por todo el cuerpo, el tío tenía un empalme de caballo cuando les estaba masajeando la espalda y el culo (normal con tremenda mujer), y cuando a ella le toca dar crema al tío, veo que aprovecha y se la da también en la polla.

Yo boca abajo estaba totalmente empalmado y como no había mucha gente en cuanto verifique que nadie miraba descargue disimuladamente. A lo largo de la tarde bajé un par de veces al agua y coincidí también con esta chica. La situación fue muy morbosa para mí (ella estaba a otras cosas).

El lunes siguiente volví a cruzarme con ella como siempre. Y eche una miradita notandola bastante morena. Se ve que aprovecho bien el fin de semana playero.
 
Última edición:
En mi país hay una playa nudista por donde haya mucho morbo. Una vez vi a una pareja invitando a un tío y se lo mamaban juntos a él, para todos a ver, sin escrúpulos. Me mojaba muchísima. Y era cómo esto iniciaba a otra parejas de acariciarselos. Fue un ambiente muy caliente🔥
 
En mi país hay una playa nudista por donde haya mucho morbo. Una vez vi a una pareja invitando a un tío y se lo mamaban juntos a él, para todos a ver, sin escrúpulos. Me mojaba muchísima. Y era cómo esto iniciaba a otra parejas de acariciarselos. Fue un ambiente muy caliente🔥
Y.... Cual es ese país donde la gente es tan abierta y morbosa?
 
En mi país hay una playa nudista por donde haya mucho morbo. Una vez vi a una pareja invitando a un tío y se lo mamaban juntos a él, para todos a ver, sin escrúpulos. Me mojaba muchísima. Y era cómo esto iniciaba a otra parejas de acariciarselos. Fue un ambiente muy caliente🔥
Cuenta más...
 
Fue en el verano anterior a la pandemia.
Estábamos en la playa con mi marido, y un chico, surfista, se acercó a donde estábamos
tendría entre 25 y 30 años, guapísimo, cabellos rubios crespos, se parecía al actor de
la película "LA LAGUNA AZUL".
Cargaba una tabla de surf y una mochila, y sus shorts hechos a partir de unos jeans
recortados eran su única vestimenta.
Nos preguntó si podíamos cuidar sus pertenencias mientras de daba un chapuzón.
Por supuesto que aceptamos... y el muchacho corrió hacia el agua.
Hasta ahí todo normal, pero el ambiente se fue calentado a medida que los hechos se
fueron precipitando.
El chico volvió de la playa, despues de haber nadado, sus músculos se veían mas tonificados
aún, y comencé a verlo apetecible.
Se echó en la arena junto a nosotros, y forzó una conversación comenzando por temas vanalaes
A falta de un tema de conversación, nos preguntó si siempre veníamos a esa playa, si eramos
casados, cuanto tiempo llevábamos casados etc.
Era evidente que buscaba hacer amistad con nosotros, y -creo- que este joven ya había detectado
que me gustaba.
También nos contó sobre su vida, sin que le preguntáramos, nos dijo que estudiaba medicina,
y que sus padres vivían en Europa, y que se mantenía con el dinero que le giraba su familia.
Despúes la conversación derivó para el fútbol, y ahí interactuó con mi marido, pero como a
mi el fútbol ni me gusta ni me interesa, aproveché para retirarme e ir al agua, para darme
una refrescada.
Cuando me retiraba en dirección al mar, podía sentir la mirada de ese chico quemando mi piel,
creo que podía sentír el deseo de ese joven creciendo a medida que me contemplaba.
Cuando me siento deseada me excito, parece como si el deseo que provoco en los hombres, se
retroalimentase en mí, y mi excitación crece hasta que no puedo evitar entregarme a los deseos
ajenos.
Desde el mar, pude contemplar a mi marido conversando con el chico y mirándome desde lejos,
era evidente que estaban hablando de mí.
¿ Que estaría preguntándole el chico a mi esposo ?
Seguramente hablaría de la diferencia de edades entre nosotros, ya que mi marido es 20 años
mayor que yo, y muchas veces, personas creen que es mi padre.
De pronto veo que el chico toma su tabla y viene hacia mí, coloca la tabla en el agua y me
pregunta si me gustaría surfear, nunca lo hice, así que me desafía a equilibrarme sobre la
tabla, me carga con sus brazos fuertes y me acuesta sobre la tabla, me dice como debo mover
los brazos para impulsarme hacia las olas, pero yo -nerviosa- no paraba de reír,
Caí al agua varias veces, y varias veces el chico me levantó en vilo para colocarme nuevamente
acostada sobre la tabla.
Miré hacia donde estaba mi marido, y veo que estaba observando el télefono, a estas alturas ya
estábamos bastante dentro del mar, el chico flotaba a mi lado tomado de la tabla y yo acostada
sobre ella lo contemplaba a los ojos, su color era entre azul y gris, y sus labios.... sus
labios carnosos me llamaban y en un momento simplemente ME BESÓ EN LA BOCA, yo temblaba de
cachondez, y sonreía, volvió a besar, yo caí de la tabla y me abracé a su cuello, porque el
agua era muy profunda.
Miré hacia donde estaba mi marido, y él seguía con el teléfono.
El chico se había bajado sus shorts, y su sexo palpitaba contra mi cuerpo, desanudé mi tanga
y la coloqué sobre la tabla.
Rodee su cintura con mis piernas y pude sentir su sexo entrando en mis entrañas.
Pero el oleaje nos agitaba y perdíamos el equlibrio, era imposible tener sexo en el mar
agitado.
Me separé de él, y nadé hacia la orilla, pude ver como el chico me contemplaba abrazado a la
tabla, me puse la tanga y caminé hacia donde estaba mi marido.
Claro que mi esposo había visto toda la escena, y apenas fingía estar con el móvil.
-"Te gusta ese macho ??
Apenas sonreí y asentí con la cabeza, creo que hasta con un poco de sentimiento de culpa al ver
que mi esposo era cómplice de mi aventura con otro hombre.
-"Vi que te gustaba desde que llegó, -me dijo- y él, ya ví que está loco por cogerte.
-¿ o ya te cogió en el agua ??
-No pudimos, -le dije-, haciendo uso de la honestidad que nos juramos cuando adoptamos el estilo
de vida swinger.
Con mi esposo habíamos alquilado un bungalow frente a la playa, pensé que mi marido me diría que
podíamos llevar al chico a la cabaña y ahí tener sexo.
Pero mi esposo, sabe que soy una mujer sumisa a él y a su morbo así que -de alguna forma- perjeñó
un pequeño "castigo" por mi reciente "travesura" de haber permitido que el chico metiera su sexo
entre mis piernas.
A estas alturas mi esposo estaba rojo de la excitación, es muy blanco de piel y se pone rojo cuando
se excita, me besó, y luego, a mi oído me dijo, -"solo una mamada"
-"Te doy permiso, pero solo para que le saques hasta la última gota de leche, exprímelo, y despáchalo.
Le devolví el beso a mi marido y contemplamos como el chico volvía del mar con la tabla bajo el brazo.
Me incorporé y apenas dejó la tabla sobre la arena, lo tomé de la mano y lo conduje hacia la cabaña
que habíamos alquilado.
Creo que había entendido lo que yo buscaba, aunque seguramente no entendía porque mi marido se quedó
quedó en la arena mientras él -dócilmente- se dejaba conducir hacia el bungalow.
Nos metimos en la ducha, era evidente que él pensaba que tendríamos sexo.
Colocó sus manos en mis nalgas y me levantó en vilo, mientras me besaba.
No le costó mucho trabajo arrancarme la tanga, me colgué de su cuello y lo besé, luego él me sujetó
contra la pared y mordió mis tetas, gemí del dolor y la cachondez.
Pero no me olvidaba del desafío de mi marido -"solo una mamada"
Me arrodillé frente a él, y le bajé los shorts,
Pude contemplar y sentir en mis manos su sexo caliente y con la piel tensa de tan feroz erección.
Lo metí en mi boca, y succioné con todas mis fuerzas.
Pude sentir como le temblaban las piernas, yo sujetaba su sexo con las dos manos para evitar que una
embestida hiciera que llegara a mi garganta.
Agitaba mi cabeza mientra sorbía con desesperación, el chico se sujetó a las llaves del grifo de la
ducha abriendo el agua a toda su intensidad.
Era usa escena apocalíptica, el agua al máximo castigando mi piel, mientras yo, de rodillas devoraba
el sexo de aquel desconocido que supo despertar mi locura y el morbo de mi marido.
En un momento, me jaló de los cabellos, en su desepero intentaba meter su sexo mas aún dentro de mi
boca, y ya supe lo que estaba a punto de acontecer.
En un gemido, y tres estallidos, se derramó en mi boca.
El primero y mas abundante, lo tragué, los dos subsiguientes los retuve en mi boca.
El chico se estremecía, sus piernas se agitaban, y yo llegué a temer que se cayera sobre mí en la ducha.
Al final escupí sobre su pene el resto del esperma que había en mi boca, y lo friccioné con él mientras
se notaba que iba perdiendo la erección.
Asumo que a esas alturas, el chico pensaba que eso era apenas el comienzo, y que vendrían otras cosas,
pero, -mi marido- ya me había indicado que sería "solo una mamada"
Le entregué sus shorts, y lo empujé hacia la salida del fondo de la vivienda, diciéndole -"vete ya, que
viene mi marido..."
El chico salió desnudo por el fondo, y yo desnuda, y mojada, me dirigí a la puerta del frente donde mi
esposo aguardaba para saber como todo había terminado.
Abrí la puerta, con una sorniza de triunfo, creo que aún tenía en mis labios restos del semen del chico,
mi esposo me besó largamente, con su lengua exploró el interior de mi boca, como intentando adivinar el
sabor del esperma del hombre que había gozado en mi boca.
-"¿ fuiste obediente ? ¿ solo un mamada ??
-Le devolví el beso y le dije
"soy tu esclava..."
Me cargó en brazos y me condujo hacia la alcoba, me dejó sobre la cama , y metiendo su boca entre mis piernas
comenzó a hacerme sexo oral, mientras me decía "es verdad, fue solo una mamada porque aquí no hay semen de
tu macho"
Luego me hizo el amor, al principio dulcemente, luego, salvajemente, mientras me decía al oído "mi puta"
-"soy tu puta" -le respondí-
-"mi esclava"
-"soy tu esclava"
que buena experiencia
 
Tengo un par de ellas más con un royete qué espero comentar estos días.
Hoy os cuento la anécdota en la playa nudista con una chica con la que estaba enrollado, a diferencia del resto está anécdota si tiene contenido sexual.

La chica en cuestión que llamaremos Marta la conocí un sábado por la noche en una discoteca. Me puse a hablar con ella, bailamos, nos liamos y esa misma noche me invitó a su casa a follar (no es ciencia ficción, estás cosas a veces ocurren 😅). Al despedirnos por la mañana intercambiamos números y quedamos más veces, en alguna ocasión para tomar una caña, y la mayoría sábados o domingos en su casa, veíamos un poco la tele, follábamos, nos duchamos juntos... teníamos una relación de folla amigos. Ella era rubia, ojos azules, no muy alta, labios carnosos y con buen tipo. Siempre muy arreglada.

Cuando llegó el verano, un día de agosto entre semana me llama y me dice que si el domingo vamos a la playa que daban bastante calor 🫠 esos días, pero que ella quería ir a una playa nudista y si no me importaba o si me daba vergüenza, le dije que claro que no (llevaba años practicando nudismo) y que no tenía ningún plan (y en caso de tenerlo lo cancelaba 😈).

Cuando llegó el domingo llamé a Marta por la mañana y quedamos en que la recogía después de comer en su casa ya que vivía en las afueras y así no daba tanta vuelta con el coche. Mientras conduzco para recogerla pienso que está vez la sorpresa en la playa va a ser poca ya que nos vimos desnudos un montón de veces, aunque era la primera vez que iba a hacer nudismo con un ligue. Al llegar ella baja y viene con un vestido blanco, bikini 👙 rojo de braga tanga que transparentaba y el pelo recogido en una coleta y gafas de sol 😎, me puso bastante cachondo y mientras conducía no me llegaba el momento de llegar y quitarnos la ropa.

Decidimos ir a una cala ⛱️ un poco escondida de la ría de Pontevedra por donde se accede a través de un sendero, una vez llegamos apenas hay 5 o 6 personas, un par de parejas y algún tío solo. Ponemos las toallas y yo me desnudo con un empalme enorme 🍌 que tampoco disimule porque follabamos y me daba igual estar empalmado con ella (en caso de ser una tía con la que no tuve nada, entonces disimularia), Marta se baja el vestido y se quita el top, enseñándome sus tetas morenas 🍑🍑, al poco se quita también el tanga quedando también totalmente desnuda y me pide que le eche crema, comienzo por su espalda masajeandola suavemente y voy bajando al culo, en ocasiones rozaba mi polla erecta contra su cuerpo, luego continúe embadurnandole las tetas, piernas y entrepierna la erección era cada vez mayor. Posteriormente ella me da a mí crema por toda la espalda y el culo y me pide que me dé la vuelta para terminar, masajeando el pecho, piernas y terminando suavemente en la polla y los cojones. En ese momento nos morreamos con lengua mientras le tocó las tetas. El resto de la gente de la playa estaba a bastantes metros y no llamábamos en exceso la atención.

A lo largo de la tarde nos damos un par de baños para refrescarnos y poco antes de marchar nos volvemos a liar en la toalla estando los dos boca abajo y sobandonos mutuamente los culos 🍑. A lo que Marta me dice, ya se va a poner el sol, es buena hora para marchar y darnos una ducha para quitarnos las arenas.

Ya en su casa, llena de agua la bañera, nos volvemos a desnudar y nos metemos los dos uno enfrente del otro, con el gel de ducha ella continua el trabajo que comenzó por la tarde haciéndome una paja y yo metiéndole los dedos en el coño mientras nos morreabamos, Marta comenzó a darle mas fuerte y cada vez me estaba excitando más y más y más, por lo que lami la cara, tetas mientras le agarraba el culo, hasta que llegó la eyaculación 💦, de las mejores que recuerdo. Al terminar en la bañera le digo que no podía quedarme mucho más que el lunes había que ir a trabajar, despidiéndonos en la puerta nos volvemos a besar en la boca y ella me muerde suavemente el labio inferior y al terminar con una sonrisa pícara me dice "hoy lo pasamos teta".😆

Con esta chica volví en alguna ocasión más a una playa nudista pero el día que merece ser contado fue este. Espero que os gustase.
 
Última edición:
Esta historia es 💯 % real.
Al principio fue muy embarazosa pero luego con el paso de los días igual resultó ser morbosa.
Os cuento; Para el que no crea que el mundo es un pañuelo, ya os digo que si.
Esto nos ocurrió en la isla de Fuerteventura el verano pasado, habíamos ido solo 4 días de escapada mi mujer y yo, desde el primer día habíamos ido a playa, muchas playas son mixtas es decir, hay gente que hace nudismo y otras no, pero como las playas son muy grandes puedes estar realmente como quieras que prácticamente no tienes a nadie al lado.
Nos quedamos en un hotel en el sur de la isla y la playa estaba prácticamente al lado, el primer día todo bien, pero él Segundo día de playa al salir de bañarnos ( íbamos vestidos, bikini ella y yo bermuda) de pronto me dice mi mujer, “ No me lo puedo creer, mira es D.Jaime” ( D. Jaime es un compañero de trabajo de muchos años) inmediatamente nada más verlo os prometo que lo primero que pensé fue “ Buagg a tomar por saco el nudismo, ya no se va a sacar una teta en lo que queda de vacaciones” y así fue… a pesar de que no lo saludamos y él no se dio cuenta de nuestra presencia, al llegar a la toalla nos sentamos y efectivamente no se desabrochó ni para hacer toplees. Total que al poco tiempo de estar en la toalla nos fuimos andando al hotel, era ya por la tarde así que nos duchamos y fuimos cenar al bufete. Y estando cenando fue el quien nos vio y se acercó a la mesa a saludar ( bueno…a saludar y su conversación duró más de media hora) con mi mujer, que la que la conoce de muchos años ( también tengo que decir que todo muy correcto). Aparte de hablar del trabajo, también se habló de lo típico cuando coincides con alguien que no esperas, vaya coincidencia… y esas cosas, también nos dijo que le encantaba Fuerteventura que iba casi todos los años y que aún le quedaba 4 días más en la isla.

Al día siguiente, yo, que sabía que mi mujer no iba hacer ni toplees por si volvía a ver su compañero le propuse de no ir a playa , sino de dar una vuelta en coche por la Isla, y así lo hicimos, regresamos al hotel por la tarde y ella se fue a dar un baño a la piscina del hotel, regreso a la habitación y nos preparamos para ir de nuevo a cenar. ( Tengo que decir, porque sino miento, que fuimos a distinta hora que la noche anterior para no coincidir con D. Jaime) y la verdad es que no coincidimos.
Nos acostamos y deje ya las maletas hechas porque al día siguiente nos íbamos de regreso a casa y teníamos que dejar el hotel antes de las 12:00h.

Al día siguiente desayunamos y directamente nos fuimos del hotel, como el vuelo lo teníamos a las 20:45 le dije a mi mujer de ir a otra playa ya lejos del hotel, y nos fuimos a otra que estaba como a 20 km o quizás más.
Llegamos a esa playa y no tenemos parasol sino un iglú de esos de Decathlon, tendimos las toallas y nos quedamos desnudos los dos. No pusimos alejados y solos no cerca de la orilla, habían pasado como 2 horas y habíamos visto a un chico que pasó muy alejado de nosotros vendiendo helados, refrescos y cervezas, y me dice mi mujer que fuese a comprar algo fresquito para beber, así que me puse la bermuda y fui andando donde estaba ese chico ( como 5 o 8 mint andando hasta llegar a él) y le compré 1 botella de agua de un 1,5l, una Coca Cola zero de Iata, ( para mi mujer) y dos helados. El chico no tenia ninguna bolsa así que como pude llevaba todo eso en la mano andando hacia el iglú donde estaba mi mujer, cuando de repente me tocan el hombro estando de espalda y Alaaa me giró y D Jaime, ( la madre que me parió) no daba crédito, y me dice “ anda trae que te ayudo que se te va a caer en la arena los helados” y yo - No , no yo puedo bien de verdad, muchísimas gracias pero de verdad que voy bien”
Él insistía con ayudar y yo ya no sabía ni cómo decirle que no, incluso le dije que estábamos lejos que mejor lo llevaba todo yo para que no caminase él tanto.
Pero fue completamente en vano, porque me coge los helados y me dice “ por tu buen mejor te los llevo yo que conozco perfectamente a Mary, desayunamos muchas veces juntos con los compañeros y compañeras de la oficina y se lo tiquismiquis que es, como vea arena en el helado no sé lo come”
Claro tengo que decir que yo tenía la bermuda puesta y él también, no se imagina ni por un pienso que mi mujer estaba completamente desnuda en el iglú.

Así que fuimos andando hacia donde estaba, yo con la esperanza de que ella nos viese llegar y le diese tiempo a ponerse el bikini, pero a medida que nos acerquemos veía que ella estaba acostada boca arriba y no nos veía llegar.
Y claro llegamos mi mujer estaba acostada en la toalla con medio cuerpo dura del iglú, D Jaime cuando la vio hizo como por parar, pero ya todo era muy tarde. Mi mujer nos oyó hablar y abre los ojos y nos ve a los dos, yo creí que se iba coger un mosqueo impresionante, porque su primera reacción fue taparse con mi toalla, luego fue D Jaime quien le dijo que se había prestado ayudarme a traer las cosas, y así sin más mi mujer se levanta tiende de nuevo mi toalla y se queda de pie completamente desnuda delante de los dos, y nos dice “sentaos no os quedéis de pie” no sentamos los dos y después de un ratito hablando D Jaime dice que si puede ir a buscar sus cosas donde las dejó y venir con nosotros” fue mi mujer la que me dijo que si, y fue a buscarlas.
Mientras D Jaime iba por sus cosas le expliqué a mi mujer como había sucedido todo, y solo me dijo “ no pasa nada, pero yo sola no voy a estar desnuda así que tú también te quitas la bermuda” y sonrío. No dije nada más y me quite la bermuda quedando desnudo también.
Al cabo como de 15 minutos más o menos regresó D Jaime, con su toalla y una mochila, el quiso tender la toalla a mi lado ( creo que por vergüenza) y Mary le dice “ no ponla aquí y así hablamos que sino me quedas muy lejos” y puso la toalla a su lado, quedando mi mujer al centro de los dos.
Ella ya estaba completamente desatada y poco o nada le importaba la situación, porque se levantaba de la toalla, se inclinaba para coger la crema del bolso dejándonos ver cuando se inclinaba todo su culo y el coño, se ponía crema de protección solar en el pecho, la barriga, entre los muslos. Me tuve que dar la vuelta en la toalla porque estaba excitado y lo que en principio me parecía que iba hacer una auténtica catástrofe, se había convertido en un momento súper morboso.
Estuvimos así un buen ratito hasta que nos tuvimos que ir ya para el aeropuerto. D.Jaime no se quitó la bermuda en ningún momento, pero por su temblor de voz tenía que estar que explotaba también.

Y eso fue lo que nos pasó en esa escapada de mini vacaciones.

PD: La foto no es de ese momento, pero si de esas vacaciones para que podéis ver lo que vio D Jaime al llegar al Iglú, cuando me acompaño con los helados.
a mi me parece delicioso.. cómo se debió poner D. Jaime!!!!o_Oo_O
 
En mi país hay una playa nudista por donde haya mucho morbo. Una vez vi a una pareja invitando a un tío y se lo mamaban juntos a él, para todos a ver, sin escrúpulos. Me mojaba muchísima. Y era cómo esto iniciaba a otra parejas de acariciarselos. Fue un ambiente muy caliente🔥
Cuando iba otra vez con un follamigo a él le cuesta relajar en sentirse libre de hacer de todo. Iba a acariciarla a su polla y se puso durísima y al ver de otras también haciendo mamadas o pajas él se podia sumir a la que pasó. A mí me daba mucho morbo hacerlo en plena vista, casi mostrándolo a la gente alrededor🔥 Claro que me hacía el favor también pero solo con sus dedos. Uno por delante, otro por detrás: de este manera siempre me corrió buenísima😇💦
 
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