Situaciones morbosas

Siempre he sido una mujer muy activa sexualmente. Mucho, muchísimo. Mi físico me acompaña. A mis 50 años, el gym me mantiene el culo duro, las piernas torneadas y el abdomen plano. Mis tetas operadas y mi belleza morbosa me hacen ser el "objeto del deseo" de chicos jòvenes y mayores. Hace tiempo que perdí el número de hombres que han pasado entre mis piernas.

Soy asesora inmobiaria en el centro de Madrid. Un mercado durísimo y he ido haciéndome un hueco a base de carácter y determinación...y pocos escrúpulos, la verdad.

Hace un mes llegó una pareja joven interesándose por una casa. No eran de Madrid, venían de la Mancha y, al parecer, tenían dinero para invertir. Me fijé en el tipo. Prototipo de anabolizado de gimnasio, cuerpazo pero poco más. Desde que lo ví comencé a mojar las bragas. De ella ni me acuerdo. Tampoco me importaba pensaba tirarmelo a poco que tuviera ocasión.

La cosa es que estaban dispuestos a comprar una casa de un matrimonio de 70 años. Muy acomodados y por tanto muy duros en la negociación. Había una diferencia de 5.000 €, que era mi comisión.

Así que una tarde llamé al señor propietario y le dije que eso lo teníamos que arreglar.

Aparecí por su casa con un vestido corto y escotado. Sin ropa interior, con mis pezones marcándose deanera provocativa. El hombre, un tipo alto y atractivo (aún a sus 70 años), me sonrió nada más abrirme.

Nos sentamos en un sofá de cuero que tenía en un gran salón. Una chica del servicio nos trajo café. Antes de terminar de bebernoslo me encontraba de rodillas, entre sus piernas, con las tetas fuera del vestido haciéndole una mamada espectacular.

El cabrón del viejo se corrió a gusto en mi cuello y mis tetas mientras me insultaba. Salí de su casa con el sabor agrio de su semen en la boca y el acuerdo firmado de unos honorarios de 5000 pavos de comisión por la venta de su casa.
A eso se llama ser una buena vendedora!!!
 
Siempre he sido una mujer muy activa sexualmente. Mucho, muchísimo. Mi físico me acompaña. A mis 50 años, el gym me mantiene el culo duro, las piernas torneadas y el abdomen plano. Mis tetas operadas y mi belleza morbosa me hacen ser el "objeto del deseo" de chicos jòvenes y mayores. Hace tiempo que perdí el número de hombres que han pasado entre mis piernas.

Soy asesora inmobiaria en el centro de Madrid. Un mercado durísimo y he ido haciéndome un hueco a base de carácter y determinación...y pocos escrúpulos, la verdad.

Hace un mes llegó una pareja joven interesándose por una casa. No eran de Madrid, venían de la Mancha y, al parecer, tenían dinero para invertir. Me fijé en el tipo. Prototipo de anabolizado de gimnasio, cuerpazo pero poco más. Desde que lo ví comencé a mojar las bragas. De ella ni me acuerdo. Tampoco me importaba pensaba tirarmelo a poco que tuviera ocasión.

La cosa es que estaban dispuestos a comprar una casa de un matrimonio de 70 años. Muy acomodados y por tanto muy duros en la negociación. Había una diferencia de 5.000 €, que era mi comisión.

Así que una tarde llamé al señor propietario y le dije que eso lo teníamos que arreglar.

Aparecí por su casa con un vestido corto y escotado. Sin ropa interior, con mis pezones marcándose deanera provocativa. El hombre, un tipo alto y atractivo (aún a sus 70 años), me sonrió nada más abrirme.

Nos sentamos en un sofá de cuero que tenía en un gran salón. Una chica del servicio nos trajo café. Antes de terminar de bebernoslo me encontraba de rodillas, entre sus piernas, con las tetas fuera del vestido haciéndole una mamada espectacular.

El cabrón del viejo se corrió a gusto en mi cuello y mis tetas mientras me insultaba. Salí de su casa con el sabor agrio de su semen en la boca y el acuerdo firmado de unos honorarios de 5000 pavos de comisión por la venta de su casa.
A eso se le llama ser buena vendedora.
 
Son enormes estas historias. De lo más morboso ¿Te las has inventado o las has sacado de algún sitio?
 
Hace un año vivi una mini-relación increíble con un maduro. Yo estaba atravesando una mala época después de una ruptura traumática con mi pareja de 7 años.

Una tarde, al salir de la oficina en la que trabajo, paré a tomar una cerveza en un bar y coincidí con un tipo de unos 50 años (23 más que yo), bastante atractivo. No sé muy bien como pero empezamos a hablar. La química entre nosotros fue instantánea. Era culto, interesante, buen conversador, sabía escuchar y estaba buenísimo. Tanto que acabamos cenando primero y juntos en mi cama más tarde.

Estaba desplazado por una cuestión de trabajo dos meses en mi ciudad. Aunque estaba casado desde ese momento nos convertimos en folla-amigos hasta que conocí a Pedro, un policía con el que empecé una relación de pareja.

Una vez acabado su trabajo el maduro se marchó pero yo seguía sintiendo una extraña atracción por él. Así que seguimos manteniendo el contacto por movil.

Hace un mes, apareció por la oficina donde trabajo. Venía a pasar solo unos días para supervisar el trabajo del año anterior. La sorpresa me produjo una inmensa alegría. Cuando le dije que Pedro, mi novio, estaba de viaje me invitó a cenar. Bebimos, reímos y....

Nos pasamos todo el fin de semana desnudos en mi casa. Me folló en todos los sitios y de todas las maneras posibles. Me la metió por la boca, por el coño y por el culo. Se corrió sin condón donde le salió de los cojones y yo solo podía pedir más.

Estoy enviciada con su polla. Una de esas con la cabeza mucho más gorda que el tronco y que el maduro maneja a la perfección.

Después de ese fin de semana se volvió a marchar y yo sigo con Pedro. Lo que no sé es si me habrá dejado embarazada después de tanta corrida dentro. Hace tiempo que no tomo precauciones.
 
Hace unos años, mi mujer y yo fuimos a pasar unos días a casa de mi cuñado (su hermano) y su mujer. Ellos viven en un pueblo costero de Barcelona.

La relación entre hermanos es excelente y estuvimos de maravilla. Si a eso unimos que Montse (la mujer de mi cuñado) está buenísima pues mis vacaciones eran perfectas

Esta es una mujer morena de cara morbosa, mirada sensual y cuerpo trabajado. Desde que nos conocimos hubo química y por mi parte más de una fantasía onanista. Y es que en más de una ocasión me he corrido imaginando y recordando sus tetas en topless cuando íbamos a la playa.

Una tarde, durante aquellas vacaciones, yo estaba tumbado en un sofá dormitando una siesta mientras me acariciaba el rabo por dentro del pantalón (esa postura tan masculina).

Mi mujer entró en el salón y vio como se marcaba el bulto de mi entrepierna. Aprovechando que los anfitriones habían salido se acercó a mí y comenzó a gatear desde mis pies. Ronroneando acercó su cabeza a mi paquete y tiró hacia abajo de mi bañador. Mi polla saltó ante su cara. Con sonrisa lasciva me la agarró y se la llevó a la boca.

Durante un rato se empleó a fondo en hacerme una mamada espectacular. Se la tragaba entera y movía la cabeza hasta encajarsela en la garganta. Cómo imaginan acabé corriéndome como un animal mientras ella no dejó escapar ni una gota de lefa.

Luego comenzó a subir por mi torso, lamiéndome, hasta morrearme. Su boca sabía a mi propio semen. Pero ella quería su premio así que siguió hasta sentarse si te mi cara. Agarró la braguita de su bikini por un lateral y lo desplazó dejando su coño sobre mi cara.

He de decir que mi mujer tiene el coño más bonito que he visto nunca. Una rajita perfecta con unos labios de un grosor ideal para cubrir todo el conjunto. Lo suele llevar rasurado aunque a veces le gusta jugar con sus vellos. En aquella ocasión tenía una sensual tirita de vellos negros desde los labios hasta el Monte de Venus.

Mientras yo se lo comía ella había entrado en su habitual estado sexual. Ese en el que se pone muy guarra, usando un lenguaje obsceno. Así me ordenaba con insultos que le comiera el coño. La secuencia era de película porno. Yo, de nuevo empalmado mientras mi mujer se comportaba como una guarra restregandome su coño por la cara.

Me pidió que le metiera los dedos en el culo mientras ella me agarraba la polla y se pellizcaba un pezón. Dio un grito incontrolado cuando le provoqué un orgasmo bestial. Después se acomodó sobre mí para caer sobre mi pecho.

Fue entonces cuando pude ver, en el marco de la puerta, a Montse. Desconozco el tiempo que llevaba presenciando todo el espectáculo. Se había quitado la braguita del bikini y se masturbaba frente a mí. Movía sus dedos contra su coño cubierto de pelos.

Sin dejar que mi mujer se moviera, dirigí mi polla erecta a su coño y la penetré. Montse tenía una visión perfecta del coño de mi mujer abierto por mi polla. Agarré a mi mujer contra mí y comencé a mover la cadera. Ella empezó a gemir y a decir que quería sentir mi corrida dentro.

Así fue como me folle a mi mujer delante de mí cuñada Montse, mirándonos a los ojos...
Muy bueno
 
Hace 6 meses que me divircié. Despuès de 20 años de matrimonio y 50 de vida, comencé una nueva vida. Y como tantos hombres en esa situación empecé a intentar disfrutar de una segunda juventud. Gimnasio, salidas nocturnas. La cosa es que parecía funcionar.

Este verano me encontraba en mi mejor momento. El ejercicio me había dado un buen cuerpo y me apetecía lucirlo. Me habían hablado de una playa nudista y decidí ir.

La verdad que como experiencia fue alucinante. Bañarse desnudo es mucho más placentero que con bañador. Pero no podía imaginar lo que me sucedería.

Al salir del agua, tras un chapuzón, me encaminaba a mi toalla cuando me dí cuenta que se dirigía al agua, en mi misma dirección, dos chicas jóvenes. Todo normal hasta que a pocos metros descubrí que era Natalia, la hija de mi vecina cuando estaba casado.

A sus 26 años, la chica tiene un cuerpo espectacular. Cara preciosa de ojos verdes. Unas tetas muy bien puestas y según pude comprobar con una aureola y pezón marrón muy claro. Y una sensual tirita de vellos negros sobre su coñito. A su lado, su amiga de belleza racial y muy morbosa, de tetas muy grandes y rasurada no paraba de mirarme.

Al cruzarnos para saludarnos no supe cómo reaccionar. Si darle dos besos o no. He de decir que calzo una polla enorme y en ese momento empezó a reaccionar acumulando sangre. Fue ella quién me dio dos besos apretando sus tetas por mi torso y sintiendo como mi polla rozaba su cuerpo. A continuación fue Sandra, su amiga la que repitió la acción pero ya mi polla Lucía una semi erección quedando atrapada entre nuestros cuerpos.

Me fui a la toalla y desde entonces no cesaron las miradas entre los tres. Mi polla había alcanzado una tremenda erección mientras las veinteañeras hablaban entre ellas, miraban y reían. Horas después abandonamos la playa cada uno por su lado.

Esa noche me hice una paja impresionante recordando el desnudo de la hija de mi vecina y su amiga. De madrugada recibí un WhatsApp de la chica (supongo que le pediría mi número a su madre): "...a ver si quedamos y nos tomamos una cerveza. Desde que te divorciaste no nos hemos vuelto a ver. Y me caes muy bien...'. Se despedía con un emoticono lanzando un beso.
 
Hace 6 meses que me divircié. Despuès de 20 años de matrimonio y 50 de vida, comencé una nueva vida. Y como tantos hombres en esa situación empecé a intentar disfrutar de una segunda juventud. Gimnasio, salidas nocturnas. La cosa es que parecía funcionar.

Este verano me encontraba en mi mejor momento. El ejercicio me había dado un buen cuerpo y me apetecía lucirlo. Me habían hablado de una playa nudista y decidí ir.

La verdad que como experiencia fue alucinante. Bañarse desnudo es mucho más placentero que con bañador. Pero no podía imaginar lo que me sucedería.

Al salir del agua, tras un chapuzón, me encaminaba a mi toalla cuando me dí cuenta que se dirigía al agua, en mi misma dirección, dos chicas jóvenes. Todo normal hasta que a pocos metros descubrí que era Natalia, la hija de mi vecina cuando estaba casado.

A sus 26 años, la chica tiene un cuerpo espectacular. Cara preciosa de ojos verdes. Unas tetas muy bien puestas y según pude comprobar con una aureola y pezón marrón muy claro. Y una sensual tirita de vellos negros sobre su coñito. A su lado, su amiga de belleza racial y muy morbosa, de tetas muy grandes y rasurada no paraba de mirarme.

Al cruzarnos para saludarnos no supe cómo reaccionar. Si darle dos besos o no. He de decir que calzo una polla enorme y en ese momento empezó a reaccionar acumulando sangre. Fue ella quién me dio dos besos apretando sus tetas por mi torso y sintiendo como mi polla rozaba su cuerpo. A continuación fue Sandra, su amiga la que repitió la acción pero ya mi polla Lucía una semi erección quedando atrapada entre nuestros cuerpos.

Me fui a la toalla y desde entonces no cesaron las miradas entre los tres. Mi polla había alcanzado una tremenda erección mientras las veinteañeras hablaban entre ellas, miraban y reían. Horas después abandonamos la playa cada uno por su lado.

Esa noche me hice una paja impresionante recordando el desnudo de la hija de mi vecina y su amiga. De madrugada recibí un WhatsApp de la chica (supongo que le pediría mi número a su madre): "...a ver si quedamos y nos tomamos una cerveza. Desde que te divorciaste no nos hemos vuelto a ver. Y me caes muy bien...'. Se despedía con un emoticono lanzando un beso.
Esto ya tiene su cosa pero seguro tiene continuación morbosilla
 
Buenas tardes, nosotros recién llegados de la playa, hoy mi mujer ha sido cuando ha vuelto a actuar colo hace 10 o 15 años años, hemos llegado los dos solos, instalado sombrilla etc, baño estamos en la zona norte, ha costado y agua fresquita y cuando nos hemos dado el primer baño al volver a la silla y sombrilla, parte de arriba fuera de nuevo, como siempre pero hoy un poco más, después de la primera cerveza le envío a dar un paseo, normalmente se pone la parte de arriba, pero esta vez no.

Nos hemos dado un tremendo paseo llegando a la zona nudista, donde había más presencia masculina que femenina, la reacción de mi mujer ha sido seguir andando en topless mientras todos lo tíos la miraban a mi gordita barrigón, yo detrás de las gafas veía como algunos se tocaban, otros se daban media vuelta y hacían El movimiento de masturbarse, sobre todo los abuelos maduros que se les ve más profesionales.
Mi mujer en ningún momento ha bajado la cabeza, al contrario más sacaba pecho aunque le salía más la barriga jajjajajja. Yo a su vez iba cabeza agachada acatando que todos los tíos la decoraban con su mirada disfrutando de sus atributos, que oara sus 50 años no tiene nada caido, únicamente gordita tripona.
Cuando hemos vuelto ha querido seguir su paseo hasta otra zona más aislada donde hay mucho tío, yo me he distanciado bastante con una escusa y ella al poco estaba rodeado de tíos que disimuladamente la decoraban. Hemos vuelto hacia nuestro campamento pero no ha querido derrochar la posibilidad de bañarse también en topless y ennla zona donde mas gente había, con el agua tan fría ella misma me ha dicho mira como se me han puesto los pezones, los tenia como perchas. Ya os pondré alguna foto para que comprobéis como el resto. Ya me ha dicho que en cuanto comamos bajamos otra vez. Espero no haberos aburrido y qie os guste y disfrutéis como yo disfruto, la he notado más estrovertida que antes, mmmmm.
 
Llevo más de 20 años follándome a un primo lejano. Vivo en Valencia pero mi familia es de un pueblo de Cádiz y cada verano íbamos allí. Me juntaba mucho con un primo segundo de mi misma edad. Desde que éramos niños.

La relación se mantuvo durante años. Fue él quien me desvirgó un verano. Y ya de jóvenes salíamos en la misma pandilla. Nos convertimos en folla-primos, jajaja. La verdad es que, además de estar muy dotado, es muy bueno en la cama.

Llegó un momento en que ambos teníamos pareja pero la atracción era enorme. Y cada noche, cuando él dejaba a su novia en casa, a veces después de follársela, me recogía y nos íbamos a follar a la playa.

La cosa nunca se cortó, aunque solo nos veíamos en verano. Yo sigo volviendo al pueblo y seguimos follando. Incluso estando casados cada uno. Es más, de mis tres hijos, podría asegurar que al menos dos son de mi primo. Nadie lo sabe, por supuesto.
Ahora ya lo sabe todo pajis😂😂👏👏!! Diviértete!!!
 
Hace muchos años, cuando vivía con mis padres, tenía un vecino que llegó a convertirse en mi amor platónico.

Daniel era un maduro de 40 años (24 más que yo), alto, guapísimo, atractivo. Yo estaba perdidamente enamorada de él.

Un día, mi madre y su mujer hablaban entre ellas pensando que yo no las oía. Mantenían una conversación sobre temas sexuales cuando la mujer de mi vecino confesó que tenía ciertos problemas con algunas posturas sexuales dado el tamaño de la polla de mi vecino.

Aquello estalló en mi cabeza provocando que mi atracción por él aumentase. Me mataba a pajas fantaseando con mi vecino. Solía usar pepinos para masturbarme. Perdí la virginidad clavándome una de aquellas piezas que mi madre usaba para el gazpacho.

Pero el tiempo pasó. Yo emprendí una vida fuera del hogar familiar y perdí el contacto con mis vecinos. Hace unos meses mi madre me dijo que se habían divorciado. Tuve una sensación de falsa ilusión por aquel vecino maduro con pollón. Pero, claro, era algo totalmente ridículo. Habían pasado 10 años.

Hace unos días fui a la playa nudista a la que suelo ir con una amiga. Nos encanta deleitarnos con el desfile de surfistas desnudos. Me los follaria a todos, jajajaja.

La sorpresa vino cuando, una de las veces en que nos dirigíamos al agua, nos cruzamos con un maduro con un buen cuerpo y una polla de generosas dimensiones en reposo. Era Daniel, mi vecino.

La situación fue tremendamente morbosa. Más aún cuando comprobé que su polla comenzaba a reaccionar. No dudé en acercarme a besarle para el saludo y sentir como si miembro golpeaba mi cuerpo. En ese momento sentí como se me mojaba el coño.

Minutos después, cada uno en nuestra toalla, pude ver cómo Daniel lucía una extraordinaria erección ofreciéndonos todo el esplendor de un pollón descomunal.

Por la noche, le pedí su número a mi madre con una pobre excusa que ella creyó. Le envié un WhatsApp ofreciéndole la posibilidad de quedar algún día. Y es que después de verle la polla necesito tenerla dentro. Tras de recibir su constestación aceptando la invitación me masturbé con un consolador XXL al que llamo Daniel.
 
Hace 6 meses que me divircié. Despuès de 20 años de matrimonio y 50 de vida, comencé una nueva vida. Y como tantos hombres en esa situación empecé a intentar disfrutar de una segunda juventud. Gimnasio, salidas nocturnas. La cosa es que parecía funcionar.

Este verano me encontraba en mi mejor momento. El ejercicio me había dado un buen cuerpo y me apetecía lucirlo. Me habían hablado de una playa nudista y decidí ir.

La verdad que como experiencia fue alucinante. Bañarse desnudo es mucho más placentero que con bañador. Pero no podía imaginar lo que me sucedería.

Al salir del agua, tras un chapuzón, me encaminaba a mi toalla cuando me dí cuenta que se dirigía al agua, en mi misma dirección, dos chicas jóvenes. Todo normal hasta que a pocos metros descubrí que era Natalia, la hija de mi vecina cuando estaba casado.

A sus 26 años, la chica tiene un cuerpo espectacular. Cara preciosa de ojos verdes. Unas tetas muy bien puestas y según pude comprobar con una aureola y pezón marrón muy claro. Y una sensual tirita de vellos negros sobre su coñito. A su lado, su amiga de belleza racial y muy morbosa, de tetas muy grandes y rasurada no paraba de mirarme.

Al cruzarnos para saludarnos no supe cómo reaccionar. Si darle dos besos o no. He de decir que calzo una polla enorme y en ese momento empezó a reaccionar acumulando sangre. Fue ella quién me dio dos besos apretando sus tetas por mi torso y sintiendo como mi polla rozaba su cuerpo. A continuación fue Sandra, su amiga la que repitió la acción pero ya mi polla Lucía una semi erección quedando atrapada entre nuestros cuerpos.

Me fui a la toalla y desde entonces no cesaron las miradas entre los tres. Mi polla había alcanzado una tremenda erección mientras las veinteañeras hablaban entre ellas, miraban y reían. Horas después abandonamos la playa cada uno por su lado.

Esa noche me hice una paja impresionante recordando el desnudo de la hija de mi vecina y su amiga. De madrugada recibí un WhatsApp de la chica (supongo que le pediría mi número a su madre): "...a ver si quedamos y nos tomamos una cerveza. Desde que te divorciaste no nos hemos vuelto a ver. Y me caes muy bien...'. Se despedía con un emoticono lanzando un beso.
Llegó un poco tarde, pero más vale tarde que nunca... Sobre todo en este caso...
 
"Me acaba de romper el culo". Este fue el WhatsApp que me envió mi amiga Victoria el viernes de madrugada.

Mi amiga se divorciò hace un año y está recuperando todo el tiempo perdido. Es una MILF de 52 años con una sexualidad desmedida.

Ahora anda liada con un casado que parece ser es una máquina en la cama. El tío queda con ella cada vez que tiene oportunidad y, según Victoria, tienen una compenetración perfecta en el sexo.

Hace un tiempo hablábamos, ella y yo, de lo que nos producía morbo a nivel sexual y todavía no habíamos cumplido. Las dos coincidíamos en el sexo anal. A las dos nos da un morbo enorme ser sodomizada por una buena polla.

En mi caso, me da mucha vergüenza pedírselo a mi marido pero Victoria parece que lo ha cumplido y le ha encantado, como después me explicó en otro WhatsApp.

Ah, el segundo mensaje venía acompañado por una foto de su ojete enrojecido y dilatado. Vamos que se lo habían petado bien.
 
Hace muchos años, cuando vivía con mis padres, tenía un vecino que llegó a convertirse en mi amor platónico.

Daniel era un maduro de 40 años (24 más que yo), alto, guapísimo, atractivo. Yo estaba perdidamente enamorada de él.

Un día, mi madre y su mujer hablaban entre ellas pensando que yo no las oía. Mantenían una conversación sobre temas sexuales cuando la mujer de mi vecino confesó que tenía ciertos problemas con algunas posturas sexuales dado el tamaño de la polla de mi vecino.

Aquello estalló en mi cabeza provocando que mi atracción por él aumentase. Me mataba a pajas fantaseando con mi vecino. Solía usar pepinos para masturbarme. Perdí la virginidad clavándome una de aquellas piezas que mi madre usaba para el gazpacho.

Pero el tiempo pasó. Yo emprendí una vida fuera del hogar familiar y perdí el contacto con mis vecinos. Hace unos meses mi madre me dijo que se habían divorciado. Tuve una sensación de falsa ilusión por aquel vecino maduro con pollón. Pero, claro, era algo totalmente ridículo. Habían pasado 10 años.

Hace unos días fui a la playa nudista a la que suelo ir con una amiga. Nos encanta deleitarnos con el desfile de surfistas desnudos. Me los follaria a todos, jajajaja.

La sorpresa vino cuando, una de las veces en que nos dirigíamos al agua, nos cruzamos con un maduro con un buen cuerpo y una polla de generosas dimensiones en reposo. Era Daniel, mi vecino.

La situación fue tremendamente morbosa. Más aún cuando comprobé que su polla comenzaba a reaccionar. No dudé en acercarme a besarle para el saludo y sentir como si miembro golpeaba mi cuerpo. En ese momento sentí como se me mojaba el coño.

Minutos después, cada uno en nuestra toalla, pude ver cómo Daniel lucía una extraordinaria erección ofreciéndonos todo el esplendor de un pollón descomunal.

Por la noche, le pedí su número a mi madre con una pobre excusa que ella creyó. Le envié un WhatsApp ofreciéndole la posibilidad de quedar algún día. Y es que después de verle la polla necesito tenerla dentro. Tras de recibir su constestación aceptando la invitación me masturbé con un consolador XXL al que llamo Daniel.
Este relato desde los dos puntos de vista me ha puesto malísimo, más el contado por la parte masculina, hasta he notado el roce de mi polla en su muslo al saludarse . Genial
 
No sé cómo hemos llegado aquí pero vivo una situación con mi cuñada cada vez más excitante y arriesgada.

Llevo casado más de 20 años con una mujer preciosa con un cuerpo espectacular pero para la que el sexo no es nada importante. Al punto que no recuerdo la última vez que lo hicimos.

Su hermana mayor, en cambio, es una mujer que transpira sensualidad a cada paso. Luego he conocido de primera mano que tiene unas necesidades sexuales desbordantes. Su marido es incapaz de satisfacerla lo que le ha convertido en un pobre cornudo ajeno a todo.

No sé cómo empezamos pero la cosa es que llevamos siendo amantes más de 2 años. Lo hemos hecho de todas las formas y posturas pero cada vez el morbo nos lleva a arriesgarnos más.

En una ocasión, en una reunión familiar mientras estábamos de fiesta, acabé metiéndole un dedo en el culo en medio del bullicio de un baile. Otra vez me la follé en el salón de mi casa mientras su hermana, mi mujer, se duchaba. Y anoche mismo, me la chupó en su jardín aprovechando que su marido estaba dentro de la casa preparando algo de cena.
 
Hace años yo trabajaba en una gran empresa, en Madrid. El ambiente era muy competitivo y una de las compañeras carecía de escrúpulos por conseguir ascender. Belén era una tía de 35 años casada y madre de 2 hijas que no estaba nada mal.

Hubo una época en la que estaba en dura competencia con Félix, un tío brillante 7 años más jóven, para conseguir un importante ascenso dentro del departamento comercial.

El director comercial, Adolfo, era quien tenía la decisión final. Este era un señor de 68 años de porte elegante y fama de mujeriego. En la empresa corrían leyendas sobre sus escarceos con secretarias y subordinadas, en algunos casos hasta hijos bastardos.

La situación entre los compañeros (y rivales) era de una tensión insostenible. Malos rollos, bandos apoyando a uno y otra. Incluso alguna bronca desagradable en mitad del departamento.

Un día, el segurata, con quién yo tenía bastante confianza, me llamó para decirme que tenía algo que contarme. Quedé en pasarme por su garita al final de la tarde.

La cosa es que al llegar a su lugar de trabajo me hizo pasar a un despacho privado. Me mostró un vídeo de seguridad en uno de los ascensores. En la pantalla se veía a Adolfo cogiéndole el culo a, Belén, la compañera sin escrúpulos:

-Joder, tío -le comenté al segurata- esta tía hace cualquier cosa por ascender.

-Pues eso no es todo. Ya verás...

El tipo era un friki de la tecnología y un voyeur de cuidado. Había colocado una mini cámara y un micrófono en el despacho de Adolfo, el director comercial. En la pantalla se mostraba como entraba el hombre llevando del brazo a mi compañera Belén. La conversación fue de lo más excitante:

-A ver señora Ríos, ¿qué me ofrece para conseguir su puesto?

La tía no se lo pensó dos veces. Se fue hacia él y, agarrándole el paquete, le soltó:

-Soy una magnífica mamona y tragona.

-Eso lo puedo conseguir de cualquier mujer que trabaja aquí. Estoy harta de puntillas que se arrodillan por un aumento de sueldo.

Belén se acercó al director comercial y, dándome la espalda, le restregó el culo por la entrepierna. El viejo comenzó a acariciarselo mientras le agarraba las tetas. La subordinada comenzó a desabrocharse el pantalón y bajarlo por debajo del culo.

La imagen en la pantalla era la de un viejo de 68 años trajeado sobando a una empleada de 35 con una teta por fuera de la blusa y el culo desnudo contra el pantalón de él:

-Entonces, ¿qué me ofreces Belén?

La mujer cogió una de las manos de él y se llevó el dedo medio a la boca. Luego lo dirigió hacia su culo. Adolfo la penetro con su dedo ensalivado:

-Seguro que esto no te lo ofrecen esas putitas administrativas. -Le dijo ella sabiéndose ganadora.

Adolfo la giró contra su mesa de despacho. La colocó con el cuerpo apoyado y las tetas quedaron aplastadas contra unas carpetas de cartón. Inmediatamente se bajó los pantalones y mostró una buena polla, muy dura para su edad. Se escupió en los dedos y lubricó el ano de Belén, después se ensalivó la polla. La dirigió al ojete de su subordinada y comenzó a hacer fuerza.

La mujer se incorporó y arqueó la espalda cuando la polla empezó a profanar su ano. Su respiración entrecortada se confundía con los resoplidos de su jefe septuagenario:

-Qué estrecho tienes el culo, zorra.

-Disfrutalo, cabrón. Es tuyo.

Supongo que para Belén, aquel dolor era perfectamente asumible si lograba su ansiado ascenso. Durante 10 minutos, Adolfo le estuvo dando por culo sin compasión. Para evitar que se oyeran los gritos de ella, le tapó la boca con la mano en lo que era una dominacion total y un abuso de su poder sobre su empleada.

El viejo se corrió dentro del culo de Belén, que por fin cayó derrotada sobre la mesa. En la pantalla del ordenador del segurata se veía perfectamente a la mujer inclinada sobre la mesa, con los pantalones por las tobillos y el culo abierto. El hombre estaba sentado en una silla encendiéndose un puro:

-Ahi tienes el baño, zorra. Límpiate y date por ascendida. Lárgate de aquí.

La mujer se fue al baño introduciéndose la teta en la blusa y subiéndose los pantalones. Minutos después salía perfectamente recompuesta y andando con cierta dificultad.
 
Hace años yo trabajaba en una gran empresa, en Madrid. El ambiente era muy competitivo y una de las compañeras carecía de escrúpulos por conseguir ascender. Belén era una tía de 35 años casada y madre de 2 hijas que no estaba nada mal.

Hubo una época en la que estaba en dura competencia con Félix, un tío brillante 7 años más jóven, para conseguir un importante ascenso dentro del departamento comercial.

El director comercial, Adolfo, era quien tenía la decisión final. Este era un señor de 68 años de porte elegante y fama de mujeriego. En la empresa corrían leyendas sobre sus escarceos con secretarias y subordinadas, en algunos casos hasta hijos bastardos.

La situación entre los compañeros (y rivales) era de una tensión insostenible. Malos rollos, bandos apoyando a uno y otra. Incluso alguna bronca desagradable en mitad del departamento.

Un día, el segurata, con quién yo tenía bastante confianza, me llamó para decirme que tenía algo que contarme. Quedé en pasarme por su garita al final de la tarde.

La cosa es que al llegar a su lugar de trabajo me hizo pasar a un despacho privado. Me mostró un vídeo de seguridad en uno de los ascensores. En la pantalla se veía a Adolfo cogiéndole el culo a, Belén, la compañera sin escrúpulos:

-Joder, tío -le comenté al segurata- esta tía hace cualquier cosa por ascender.

-Pues eso no es todo. Ya verás...

El tipo era un friki de la tecnología y un voyeur de cuidado. Había colocado una mini cámara y un micrófono en el despacho de Adolfo, el director comercial. En la pantalla se mostraba como entraba el hombre llevando del brazo a mi compañera Belén. La conversación fue de lo más excitante:

-A ver señora Ríos, ¿qué me ofrece para conseguir su puesto?

La tía no se lo pensó dos veces. Se fue hacia él y, agarrándole el paquete, le soltó:

-Soy una magnífica mamona y tragona.

-Eso lo puedo conseguir de cualquier mujer que trabaja aquí. Estoy harta de puntillas que se arrodillan por un aumento de sueldo.

Belén se acercó al director comercial y, dándome la espalda, le restregó el culo por la entrepierna. El viejo comenzó a acariciarselo mientras le agarraba las tetas. La subordinada comenzó a desabrocharse el pantalón y bajarlo por debajo del culo.

La imagen en la pantalla era la de un viejo de 68 años trajeado sobando a una empleada de 35 con una teta por fuera de la blusa y el culo desnudo contra el pantalón de él:

-Entonces, ¿qué me ofreces Belén?

La mujer cogió una de las manos de él y se llevó el dedo medio a la boca. Luego lo dirigió hacia su culo. Adolfo la penetro con su dedo ensalivado:

-Seguro que esto no te lo ofrecen esas putitas administrativas. -Le dijo ella sabiéndose ganadora.

Adolfo la giró contra su mesa de despacho. La colocó con el cuerpo apoyado y las tetas quedaron aplastadas contra unas carpetas de cartón. Inmediatamente se bajó los pantalones y mostró una buena polla, muy dura para su edad. Se escupió en los dedos y lubricó el ano de Belén, después se ensalivó la polla. La dirigió al ojete de su subordinada y comenzó a hacer fuerza.

La mujer se incorporó y arqueó la espalda cuando la polla empezó a profanar su ano. Su respiración entrecortada se confundía con los resoplidos de su jefe septuagenario:

-Qué estrecho tienes el culo, zorra.

-Disfrutalo, cabrón. Es tuyo.

Supongo que para Belén, aquel dolor era perfectamente asumible si lograba su ansiado ascenso. Durante 10 minutos, Adolfo le estuvo dando por culo sin compasión. Para evitar que se oyeran los gritos de ella, le tapó la boca con la mano en lo que era una dominacion total y un abuso de su poder sobre su empleada.

El viejo se corrió dentro del culo de Belén, que por fin cayó derrotada sobre la mesa. En la pantalla del ordenador del segurata se veía perfectamente a la mujer inclinada sobre la mesa, con los pantalones por las tobillos y el culo abierto. El hombre estaba sentado en una silla encendiéndose un puro:

-Ahi tienes el baño, zorra. Límpiate y date por ascendida. Lárgate de aquí.

La mujer se fue al baño introduciéndose la teta en la blusa y subiéndose los pantalones. Minutos después salía perfectamente recompuesta y andando con cierta dificultad.
Y la ascendió?
 
Anoche se consumó lo que llevaba todo el mes de agosto cociéndose. Tengo una vecina de 40 años que está buenísima. Mamá de un niño de 10 años y casada con un tipo muy normal.

Cómo digo, durante el mes de agosto hemos estado cruzando las miradas, teniendo roces involuntarios en el ascensor. Es una de esas situaciones en las que ha surgido la química y la tensión sexual ha ido creciendo. Delante de su marido los saludos eran cordiales pero cuando nos encontrábamos solos nos comíamos con los ojos.

Alguna vez subimos en el ascensor cuando yo llegaba del gym y ella no se cortaba en mirarme y morderse el labio inferior. Yo le dedicaba media sonrisa o le guiñaba un ojo al separarnos.

Ayer por la tarde, la lluvia nos sorprendió a todos. Y a nosotros nos pilló en la misma cafetería. A ella con varias amigas y a mí con un colega al que le contaba mi polvo con una amiga común el sábado noche. A la hora de volver llovía a cántaros y mi vecina no tenía coche para volver. Para colmo su marido había ido al cine con su hijo. Me ofrecí a llevarla a casa y, por supuesto, aceptó.

Nos metimos en mi coche y volvimos a nuestro edificio bajo una impresionante lluvia. Nos mirabamos, nos reímos y la cosa se fue calentando. Bajo mis vaqueros slim-fit, se me marcaba un buen paquete que ella no dejaba de mirar hasta que hizo un comentario al respecto. A mis 23 años, me pasaría todo el día follando así que mi polla empezó a empalmarse cuando ella colocó su mano en mi pierna. Yo le correspondí acariciando la suya.

Nos metimos en el parking subterráneo. Las ruedas de mi coche chirriaron dentro del garaje hasta llegar a mi plaza de aparcamiento. Una vez parados nos comimos a besos.

En mi casa estaban mis padres con lo que no era una opción. En su casa corríamos el riesgo de que apareciera su marido. Yo estaba dispuesto a follarmela en el asiento trasero pero ella dijo que no. Así que liberé mi buena polla para que me la chupara. La vecina me la agarró y alabó el grosor. Se acomodó en su asiento y se inclinó. Comenzó una espectacular mamada. Era la primera vez que me la comía una madura (16 años mayor que yo).

Llevé mi mano a su entrepierna y, separando el tanga, comencé a hacerle un dedo. Ella gemía con la polla clavada hasta la campanilla. Antes de correrme levantó la cabeza y me besó. Luego me pidió que le metiera otro dedo por el culo. Eso a mí me puso al límite. Ella continuó haciéndome una paja mientras alternaba insultos y ánimos a que me corriera.

Por fin, ya no aguanté más y lancé varios chorros de leche que saltó por los aires manchando el volante y la mano de mi vecina. No dudó en limpiarme la polla y tragarse los restos de corrida.

Nos despedimos con otro beso y con la promesa de volver a encontrarnos en otra ocasión con más tiempo.
 
Soy una apasionada del sexo y, desde que me separé hace un año después de veintitantos casadas, me he propuesto disfrutar de lo que más me gusta.

Pero tengo un problema. La cosa es que tengo el coño muy grande. Y no hablo de los labios sino de la vagina en sí. Mi ex, no es que tuviera micro pene, pero su tamaño no cubría toda mi abertura.

Tampoco es que yo ande tirándome a todo el que se me acerca. Soy muy selectiva pero necesito a un tío que esté muy dotado. Nunca he echado un polvo con una polla XXL en la que quede totalmente satisfecha.

Mi mejor amiga siempree dice que me busque a un gigoló de los que aparecen en algunas páginas y tienen pollones de actores porno pero me da pereza pagar por sexo. No estoy nada mal y prefiero algo más *natural".

Lo que hago ahora es acostarme con tíos con fama de pollones. Sí. Al igual que los hombres hablan de como somos las mujeres en la cama. Nosotras intercambiamos información de cómo son ellos...y sobre todo como la tienen. Así que hasta que encuentre a ese macho Alfa de polla descomunal que yo necesito seguiré probando con la información que me llega de otras mujeres.
 
El fin de semana pasado viví una experiencias para contar. Tengo una de esas primas segundas con las que la relación es muy estrecha. Nos llevamos muy bien y dada la diferencia de edad, 30 yo y 40 ella, la relación ha ido variando con el paso del tiempo.

La recuerdo cuando ella tenía 20 años y venía los veranos, desde su Valencia natal a pasar unos días de verano a Rota, que es donde vivo. Yo era un niño y ella una jovencita que salía de fiesta con mi hermana mayor. Sus ojazos verdes, su melena azabache, sus labios carnosos y unas tetas impresionantes, tenían un tremendo éxito entre los amigos y conocidos de mi hermana.

Pues como digo, la semana pasada vino a pasar unos días a casa de mi hermana para recordar viejos tiempos. Su marido Ximo y sus hijos se quedaron en Valencia por lo que ella tenia total libertad para disfrutar.

Con 40 años, se ha convertido en una auténtica MILF "disfrutona". Tanto que el sábado noche mi hermana era incapaz de seguir su ritmo así que se unió a mi pandilla. Rita seguía teniendo el mismo éxito que 20 años antes pero ante un público más joven. Yo me convertí en su "segurata" para espantar a los moscones.

Bailamos, reímos y bebimos. Bebimos mucho, lo que hizo que fuéramos poniéndonos cariñosos primero, y muy caliente después. A las seis de la mañana nos estábamos morreando sin pudor a la salida del último bar. El siguiente paso fue meternos en el coche donde Rita no dudó en comerme la polla. Pocas cosas más morbosas que una casada madura y desatada mamándotela dentro de un coche.

Aquello no podía quedar allí, así que nos fuimos a una playa un poco alejada y entre las dunas (y sobre una toalla) me la follé sin condón mientras le comía esas tetas con las que me pajeaba de niño.

La dejé en casa de mi hermana a la hora de desayunar con una buena corrida dentro de su coño. Desconozco si sigue siendo fértil ni si toma la píldora. Se volvió a casa junto a su marido y sus hijos el domingo por la tarde. No nos volvimos a ver desde que salió del coche.
 
Atrás
Top Abajo