Situaciones morbosas

Conocí a mi actual pareja cuando aún estaba casada con mi ex. Por entonces sospechaba que me engañaba y me sentía frustrada.

Por una cuestión laboral conocí a Iker. Trabajaba en un bufete de abogados con quien teníamos que colaborar.

El tipo era 8 años menor que yo, elegante, alto, guapo y con un buen cuerpo. Aunque siempre me he aplicado aquello de donde tengas la olla... en mi situación marital el tipo me ponía como una perra. No podía evitar masturbarme con mi consolador XL cada vez que llegaba a casa.

Fue en diciembre, en la típica cena de navidad , cuando nos liamos por primera vez. Acabé en su apartamento abierta por todos los agujeros. Además de estar buenísimo el tío tenía una tranca de caballo.

Estuvimos dos años siendo amantes. Me preñó de mi tercer hijo aunque todos piensan que es de mi marido. Incluso lleva los apellidos de sus hermanos.

Al final mi matrimonio se rompió, mi marido se largó con otra y yo vivo con Iker que me folla como un animal a diario.
 
Por una cuestión laboral hace meses que me tuve que desplazar a otra provincia. Soy perito en una gran constructora. Vivo alquilado en un pequeño piso en un edificio antiguo. En el mismo descansillo vive Irene, una maestra, también destinada a esa localidad durante este curso.

Solemos coincidir a la hora de salir a trabajar por la mañana. Y bajamos juntos en ascensor lo que provocó que entabláramos conversación. Pese a la diferencia de edad, yo 50 y ella 30, nos gustamos.

Por las tardes volvíamos a coincidir. A mí llegada a casa del trabajo ella lo hacía del gimnasio. Con una coleta y las ropas deportivas me resultaba muy sexy.

La relación se fue estrechando hasta que una noche la invité a cenar a mi piso. Conectamos muy bien. Estuvimos hablando y riendo hasta generar un ambiente de total confianza. Esa noche acabó chupándomela en mi sofá mientras yo la masturbaba.

Me sorprendió lo estrecho que tenía el coñito, a penas le cabian dos dedos. Se corrió varias veces y no dudó en tragarse la mía.

Al día siguiente, en el ascensor, la situación entre nosotros fue algo embarazosa. Ella se sentía avergonzada y yo bastante apurado. El fin de semana yo lo pasé en mi ciudad junto a mi mujer y mis hijos y ella lo pasó en su piso de alquiler junto a su novio....
 
Este verano he estado liado con una divorciada MILF. La tía tiene 52 años (cuatro más que yo) y dos hijos (uno de 27 y el otro de 23).

A principios de año nos conocimos en un bar de copas y empezamos a ser follamigos. Nada de relación. Ella llevaba 3 años sin catar nada y estaba loca por una polla.

Ella no dice NO a nada. Se la he metido por todos los agujeros y me he corrido dentro de ella donde me ha apetecido (boca, coño, culo). Le va la sumisión y es muy gritona.

En agosto, estábamos en la playa. Ella haciendo top less, presumiendo de melones, y poco a poco nos fuimos calentando. Llegó un momento en que me dijo que nos fueramos a su piso. Por el camino en coche me la chupó mientras yo conducía.

Nada más entrar en su casa nos besamos y se arrodilló para que le follara la boca. Después le arranqué las braguitas del bikini y la puse de cara a la pared. Se la metí por el coño mientras le pellizcaba los pezones y le tiraba del pelo. Hasta que ella me dijo que quería que le diera por culo.

Se colocó de rodillas en el suelo y apoyó el cuerpo en el asiento del sofá. Usamos el after sun como lubricante. Ella se abrió el culo con las manos y yo la penetré desde arriba. Oírla gritar mientras mi polla avanzaba dentro de su ano era excitante.

Cuando se la calcé entera ella dió un grito y me pidió que le diera muy fuerte. Yo comencé a sodomizarla aumentando el ritmo. Al tiempo que ella me pedía que la reventara yo le puse un pie en la cabeza y empecé un frenético mete saca mientras la insultaba.

En ese momento se abrió la puerta de la calle y entró su hijo menor junto a dos amigos. La visión de su madre siendo empotrada, por el culo, contra el sofá, con un pie en la cabeza y ella gritando de gusto debió ser espeluznante.
 
Hans dijo:
Este verano he estado liado con una divorciada MILF. La tía tiene 52 años (cuatro más que yo) y dos hijos (uno de 27 y el otro de 23).

A principios de año nos conocimos en un bar de copas y empezamos a ser follamigos. Nada de relación. Ella llevaba 3 años sin catar nada y estaba loca por una polla.

Ella no dice NO a nada. Se la he metido por todos los agujeros y me he corrido dentro de ella donde me ha apetecido (boca, coño, culo). Le va la sumisión y es muy gritona.

En agosto, estábamos en la playa. Ella haciendo top less, presumiendo de melones, y poco a poco nos fuimos calentando. Llegó un momento en que me dijo que nos fueramos a su piso. Por el camino en coche me la chupó mientras yo conducía.

Nada más entrar en su casa nos besamos y se arrodilló para que le follara la boca. Después le arranqué las braguitas del bikini y la puse de cara a la pared. Se la metí por el coño mientras le pellizcaba los pezones y le tiraba del pelo. Hasta que ella me dijo que quería que le diera por culo.

Se colocó de rodillas en el suelo y apoyó el cuerpo en el asiento del sofá. Usamos el after sun como lubricante. Ella se abrió el culo con las manos y yo la penetré desde arriba. Oírla gritar mientras mi polla avanzaba dentro de su ano era excitante.

Cuando se la calcé entera ella dió un grito y me pidió que le diera muy fuerte. Yo comencé a sodomizarla aumentando el ritmo. Al tiempo que ella me pedía que la reventara yo le puse un pie en la cabeza y empecé un frenético mete saca mientras la insultaba.

En ese momento se abrió la puerta de la calle y entró su hijo menor junto a dos amigos. La visión de su madre siendo empotrada, por el culo, contra el sofá, con un pie en la cabeza y ella gritando de gusto debió ser espeluznante.
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La de pajas que se habrán hecho el hijo y los amigos con esa escena....
 
No lo puedo evitar, me gustan los casados. Siempre he estado liada con tíos emparejados. Cuaqndo era joven me gustaban los maduros, padres de mis amigas o amigos de mis padres e incluso algún profesor del instituto o la facultad.

Esos maduros son los tíos que mejor follan. Auténticos empotradores dispuestos a reventar a jovencitas viciosas como era yo.

Ahora, con 53, me sigo follando a casados pero más jóvenes. Tíos a los que les pone cachondo una milf qmuy guarra que se deje hacer lo que sus mujercitas le niegan.

Ahora me estoy follando a un vecino de 33 años. Ayer por la tarde, aprovechando que su mujer iba a un cumpleaños con su hijo, fui a tomarme un café a su casa.

Casi no me deja ni entrar. Cerró la puerta y me arrinconó contra la pared. El tío se pone muy dominante y a mí eso me pone muy guarra. Me obligó a arrodillarme y me metió la polla en la boca. Después me levantó en vilo y me folló contra la pared. Para terminar dándome por culo en el sofá de su salón. Todo ello con cachetazos, arañazos y chupetones que me dejaron marcadas las tetas y las nalgas.

Por la noche, el matrimonio salió a tomarse unas copas y bailar. Coincidimos en el mismo bar y estuve saludando a su mujer y preguntándole por el crío. No podía evitar mojar las bragas recordando la polla de su marido abriéndome el culo, cosa que ella no se deja hacer.
 
Este fin de semana me he follado a una casada. Es una forera con la que conecté hace un par de meses.

Empezamos intercambiando mensajes. Luego fotos y hasta te teniendo cibersexo.

La cosa es que desde el principio tuvimos una química sexual tremenda. Y este fin de semana logramos quedar. Yo me desplacé hasta su ciudad y nos fuimos a un hostal de una población cercana.

Su marido no sabe nada. El tipo se quedó en su casa mientras ella le mentía diciendo que tenía un viaje laboral.

Hemos estado todo el fin de semana desnudos, en la habitación, follando como animales.

Si me lee quiero decirle que es una mujer increíble. Vi e la sexualidad de una manera excitante y no veo la hora de volver a quedar.
 
Lo que más me gusta es ver la cara de las tías cuando me ven la polla por primera vez. Y es que tengo una tranca de 25 cm.

Me gusta follarme a maduras divorciadas y a las casadas. Sin duda son las más guarras. Sobre todo cuando comprueban que la leyenda de mi rabo es cierta.

A la última que me he follado ha sido a una amiga casada a la que le tenía muchas ganas. Ella vive en otra ciudad y hace una semana vino con unos días de vacaciones, sin familia (está casada y tiene dos niñas).

Quedamos para tomar algo porque hacía mucho que no nos veíamos. Al final la tarde se alargó hasta la cena y de ahí a tomar unas copas.

Acabamos en mi casa. Cuándo me vio la polla empalmada se arrodilló, la agarró con las dos manos y empezó a chuparmela. Me dijo que quería que me la follara como a una puta.

La puse a 4 patas, la agarré por la cintura y se la clave hasta el útero. Se retorcía y gritaba como una gata en celo, de gusto. Me la follé varias veces y me corrí dentro sin condón. Al día siguiente volvía a su casa con su marido. Llevaba el coño como una boca de metro.
 
A mis 42 años estoy en una etapa en la que tengo un mercado muy amplio. Desde los veinteañeros hasta los maduros cincuentones. Soltera, con independencia económica y un buen cuerpo no dejo pasar ninguna oportunidad para disfrutar del sexo.

Esta semana he tenido ración doble. El lunes me follé a un compañero del gym. El tío es un armario de metro noventa y musculado como un animal. Tiene 22 años, novia y no demasiadas neuronas. Pero es el típico empotrador al que le tenía ganas desde hace tiempo.

A poco que coqueteé unos minutos con él le tenía a mis pies. Salimos del gym a tomarnos una copa y una hora después estaba a cuatro patas con el tío clavándome la polla con todas sus ganas. El cabrón casi me la saca por la boca.

Y anoche salí de copas con mis amigas. En un bar coincidí con el padre de uno de los niños que tengo en la clase en el colegio donde soy profesora. El tipo tiene 51 años y está bastante bien. Estaba de cena con antiguos compañeros de facultad según me comentó. Empezamos a hablar y le pillé varias veces mirándome el escote. Yo me dejé querer y poco a poco me fue dando morbo la posibilidad de tirarme al padre de uno de mis alumnos.

Así que acabamos en mi piso. Como suponía, el tío es el típico casado reprimido al que su mujer le tiene privado de todo. Le dejé que me la metiera por el culo en el sofá del saló de mi casa.
 
Este fin de semana he vuelto a quedar con el padre de mi alumno. Estaba de cena de navidad de empresa mientras su mujer ya se había marchado de vacaciones al pueblo.

El tío se corrió cuatro veces y sin condón. En la boca, en el culo y dos veces en el coño. Lo más morboso es que no me limpié ninguna vez. Me encanta quedarme con la corrida dentro mientras me la vuelven a meter.
 
Hans dijo:
Este fin de semana he vuelto a quedar con el padre de mi alumno. Estaba de cena de navidad de empresa mientras su mujer ya se había marchado de vacaciones al pueblo.

El tío se corrió cuatro veces y sin condón. En la boca, en el culo y dos veces en el coño. Lo más morboso es que no me limpié ninguna vez. Me encanta quedarme con la corrida dentro mientras me la vuelven a meter.
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¿Eres tío o tía? No me queda claro con tanto cambio de género en cada post.
 
Estas navidades he vivido una situación muy morbosa. El día 3 de enero volvía a mi casa en Madrid después de pasar el fin de año en casa de mis padres en Alcázar de San Juan.

Al subir al AVE vi que una mujer no me quitaba ojo de encima mientras yo camina a por el pasillo hacia mi asiento. Yo le aguanté la mirada y la reconocí. El azar quiso que nos sentáramos en la misma fila aunque en lados diferentes. Solo nos separaba el pasillo

La mujer era una conocida locutora de radio en un programa matinal musical puntero. Comenzamos a hablar de manera muy amena. En una de esas situaciones en las que ambos sabemos que nos gustamos.

Al llegar a destino me aceptó una invitación a una copa, lo que nos llevó a ir a cenar, otras copas y acabamos en mi piso. Follamos como a animales haciendo gala de una química sexual explosiva.

Fue muy morboso descubrir que la locutora a la que oigo cada mañana es una mujer multiorgásmica que disfruta de una manera escandalosa de cada orgasmo. Capaz de tragarse la polla hasta la campanilla incluida toda la corrida.

Dos dias después llegó mi mujer de Barcelona. Echamos un polvo mañanero mientras en la radio la locura dirigía su programa. La mejor enculada que le he dado a mi mujer mientras oía la melosa voz de la locutora
 
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