Situaciones morbosas

Hace poco he empezado a salir con una compañera de trabajo. Ella se ha separado de su marido después de 15 años de matrimonio. Al parecer, su relación no iba bien y nos fuimos enamorando.

Es una mujer fantástica. Inteligente, divertida, sociable. Y físicamente está muy bien. Guapa, sensual, morbosa. La verdad es que estoy en una nube. Pero...

A nivel sexual tengo la sensación de que no consigo satisfacerla. Ella me dice que sí. Que soy muy bien amante. Pero estoy un poco preocupado. Al principio, cuando lo estábamos haciendo ella me pedía que le diera más fuerte y yo lo hacía. Al final yo me corrí y ella no.

Me quedé con la sensación de que necesitaba "algo" mas. Le pregunté y me contestó eso tan femenino de "el tamaño no es tan importante."

Hace una semana coincidí en el vestuario de la piscina con su ex. Por unos minutos coincidimos desnudos en las duchas. Él salía y yo entraba. Él me miró con rabia y yo con asombro. Tiene una polla impresionante.

Por la noche le pregunté a mi pareja que como era el sexo con su ex. Ella contestó con evasivas, diciendo que no era bueno. Qué la tenía pequeña, que se corría rápido. Pero después de haber visto como se le balanceaba la polla al andar supe que me estaba contando mentiras piadosas.

La curiosidad me ha hecho ponerme a "investigar". Así que he hablado con mi hermana gemela, con quien tengo muchísima confianza, para que se entere como es el tipo en la cama. Ella tiene un par de amigas que se lo han follado. Al parecer el tío es una puta máquina sexual.

Le han dicho que lo que tiene entre las piernas no es normal y que follan omonun actor porno. Un auténtico empotrador. Una de ellas, nonse explica como mi pareja lo ha podido dejar porque el sexo con él es impresionante.

Con esta información, y mis sospechas de que no le doy todo lo que necesita en la cama, mi autoestima está empezando a resentirse. Desde que sé eso me estoy corriendo demasiado rápido y es que no puedo dejar de pensar como follaria mi pareja con su ex.
Podrías describirla físicamente?
 
Este verano viví una situación que todavía hoy, cuando me acuerdo, me excitó y acabo haciéndome una paja.

En plena ola de calor, estaba tumbada en el sofá del salón, con el AA, dormitando. En la tele un documental con el volumen tan bajo que era una especie de ronroneo que me permitía estar en un estado de duermevela.

Tan relajada estaba que me encontraba totalmente desnuda, y con las piernas abiertas. Una de ellas sobre el respaldo y la otra en el suelo. Y para que el relax fuera total los dedos de mi mano derecha acariciaban mi rajita caliente. Sin llegar a masturbarme me tenía en un estado de éxtasis. Imagino que cercano al de los tíos cuando se meten las manos en los huevos mientras ven la tele.

Oí que mi marido abría la puerta con lo que incluso me pasó por la cabeza que se arrodillara y me comiera el coño. Así que cerré los ojos y comencé a gemir sensualmente intentando provocarle mientras mis dedos hurgaban entre los labios de mi coño.

Tras unos cinco segundos eternos abrí los ojos ante la pasividad de mi marido. Me quedé helada cuando vi que el que estaba en el marco de la puerta mirándome no era miarido sino su hermano, mi cuñado Alberto. La imagen de la mujer de su hermano, despatarrada, tocándose y gimiendo como una gata en celo debió ser impactante. Seguimos paralizados antes de que la verguenza me hiciera saltar como un resorte y corriera a mi habitación mientras él solo atinaba a disculparse.

Al final recordé que mi marido me había comentado que tenía que recoger a su hermano para ver no sé que partido de fútbol. Al parecer, le había dejado las llaves a mi cuñado para que entrase en casa y él se fue a buscar algo que había olvidado.

Por fin me armé de valor y, tras vestirme, aparecí por el salón donde mi cuñado miraba la tele. Los siguientes 5 minutos hasta que llegó miarido fueron muy embarazosos. Tratamos de hablar de algo sin mencionar el "incidente" pero los dos estábamos pensando en lo mismo y la conversación no fluía.

De eso han pasado 5 meses y todavía entre nosotros sigue habiendo una tensión enorme. Yo, en mi intimidad, sigo excitandome recordando todo aquello.
 
Este verano viví una situación que todavía hoy, cuando me acuerdo, me excitó y acabo haciéndome una paja.

En plena ola de calor, estaba tumbada en el sofá del salón, con el AA, dormitando. En la tele un documental con el volumen tan bajo que era una especie de ronroneo que me permitía estar en un estado de duermevela.

Tan relajada estaba que me encontraba totalmente desnuda, y con las piernas abiertas. Una de ellas sobre el respaldo y la otra en el suelo. Y para que el relax fuera total los dedos de mi mano derecha acariciaban mi rajita caliente. Sin llegar a masturbarme me tenía en un estado de éxtasis. Imagino que cercano al de los tíos cuando se meten las manos en los huevos mientras ven la tele.

Oí que mi marido abría la puerta con lo que incluso me pasó por la cabeza que se arrodillara y me comiera el coño. Así que cerré los ojos y comencé a gemir sensualmente intentando provocarle mientras mis dedos hurgaban entre los labios de mi coño.

Tras unos cinco segundos eternos abrí los ojos ante la pasividad de mi marido. Me quedé helada cuando vi que el que estaba en el marco de la puerta mirándome no era miarido sino su hermano, mi cuñado Alberto. La imagen de la mujer de su hermano, despatarrada, tocándose y gimiendo como una gata en celo debió ser impactante. Seguimos paralizados antes de que la verguenza me hiciera saltar como un resorte y corriera a mi habitación mientras él solo atinaba a disculparse.

Al final recordé que mi marido me había comentado que tenía que recoger a su hermano para ver no sé que partido de fútbol. Al parecer, le había dejado las llaves a mi cuñado para que entrase en casa y él se fue a buscar algo que había olvidado.

Por fin me armé de valor y, tras vestirme, aparecí por el salón donde mi cuñado miraba la tele. Los siguientes 5 minutos hasta que llegó miarido fueron muy embarazosos. Tratamos de hablar de algo sin mencionar el "incidente" pero los dos estábamos pensando en lo mismo y la conversación no fluía.

De eso han pasado 5 meses y todavía entre nosotros sigue habiendo una tensión enorme. Yo, en mi intimidad, sigo excitandome recordando todo aquello.
Seguro que te hubiese gustado que se arrodillarse tu cuñado y te comiese el coño hasta hacerte explotar, y te has masturbado pensando en ello
 
Última edición:
Dicen que el cornudo es el último en enterarse y en mi caso nada más cierto. Hace un año que me separé de la que había sido mi pareja durante más de 20 años. Tras varios meses de crisis ella decidió que lo mejor era separarnos. Dos semanas después había comenzado a salir con un compañero de trabajo. Blanco y en botella...

Pero esa no fue la revelación de que era un cornudo. Hace un mes, la mujer de un primo de mi ex me contó algo me estremeció.

Ellos se acababan de divorciar tras una escandalosa infidelidad del hombre con la mejor amiga de la mujer. Ella les pilló follando en su propia casa. Cuando todo se calmó la mujer quiso desahogarse conmigo y fue cuando me dijo que yo era más cornudo de lo que pensaba.

Hace 3 años ella pilló un WhatsApp en el móvil de su marido, el primo de mi mujer, en el que mantenía una conversación sexual con mi ex. Ella le decía lo que le gustaba que le diera por culo. Que no veía la hora de que yo tuviera otro viaje de trabajo para poder quedar con él Junto a esta conversación mi ex le enviaba fotos de su culo abierto, de su coño y sus tetas.

La mujer me enseñaba los pantallazos que había sacado de todos estos mensajes. Y me aseguraba que los primos habían estado liados varios meses hasta que ella lo descubrió todo. Al encontrarse en un momento anímico muy bajo por otros temas personales decidió perdonar a su marido y no contarme nada para evitar una ruptura traumática

Yo me quedé muy sorprendido porque en esa época, mi relación iba bien (o eso creía yo). Luego, la mujer me comentó que mi ex había estado con algún que otro hombre más pero que no sería ella quien dijera sus nombres. De manera que un año después de separarme he sentido como mis cuernos son mucho más grandes de lo que yo pensaba.
 
Salimos una noche de fiesta siete amigos, cuatro chicos y tres chicas. Fuimos después de cenar al pub de siempre (dónde ya conté otra historia) . Ahí entre copa y copa hacíamos visitas al servicio de dos en dos ( a buen entendedor pocas palabras...) pues en una de estas visitas entró conmigo una amiga. Yo me puse a preparar el "tema", mientras ella veo que desenrolla papel higiénico y se pone a limpiar la taza del WC, sin cortarse ni un pelo y prácticamente rozándonos porque el servicio era bastante reducido, se baja los pantalones, se baja la bragas ( negras cómo de encaje super sexis) y se pone a mear con toda naturalidad mientras me hablaba tan normal, termina, desenrolla papel, se incorpora y con dos dedos abre sus labios del coño ( sin estar depilado pero totalmente rasurado) y con la otra mano se limpia, como digo sin ningún tipo de pudor. Consumimos el tema y antes de salir, le digo - Espera que yo también voy a mear.
Entre el alcohol y demás yo también estaba deshinibido, me la saqué mientras ella a mi lado seguía hablando y no se cortó a mirar directamente como meaba, y yo al igual que ella me sequé la polla ante su mirada.
Transcurrió la noche y yo estaba cachondísimo por aquella situación. Fuimos a un discoteca y ahí ya pasé al ataque, entre risas y bromas yo no paraba de arrimarme a ella más de la cuenta, a cogerla por las caderas, a bajar más las manos...
Y en una de éstas, que ya era a lo que a día de hoy se le llama acoso, me dice - tío, que me estás sobando el culo. Y mi respuesta fue - y tú te estás dejando hace rato.
Y a partir de ahí empezamos a comernos la boca y a sobarle el culo a saco. Los demás amigos se quedaron flipados.
Íbamos los dos muy calientes, nos despedimos de los demás y nos fuimos. Llevé el coche a una zona apartada de huerta y nos empezamos a enrollar, a sobarle las tetas, a meterle la mano por el pantalón ... ya notaba su coñito mojado.
No tardó en bajarse los pantalones y preguntar si se quitaba las bragas mientras sin esperar respuesta ya lo estaba haciendo. Y ahí la tenía, desnuda de cintura para abajo, separó las piernas se metió un dedo mientras me miraba a los ojos, y se lo llevó a la boca. - Uuufff, dame a mí - dije. Repitió el gesto y le cogí la mano y le chupé los dedos. De ahí me amorré a su coño que sabía a gloria, alternaba levantándome y comiéndole la boca compartiéndo su sabor con ella. Liberé mi polla que aún estaba encerrada y ella se lanzó a comérmela, sobándome muy bien los huevos también. Sin darme cuenta se desnudó totalmente y se puso a horcajadas sobre mí. La putada fue que yo iba bastante pasado y no empalmaba con bastante dureza y se doblaba al meterla ( yo frustrado y ya con vergüenza) . Ella muy salida me dijo que no pasaba nada, le metí dos dedos en el coño y empezó a frotarse, admitía un dedo más incluso otro más, cuatro dedos tenía en su coño y aceptó con la otra mano otro en el culo, mientras le comía las tetas ella se retorcía sobre mí, tengo su imagen toda sudada gimiendo y corriéndose mirándome a los ojos.
Estuvimos un rato aún sin vestirnos, hablando. Al poco , abre la puerta del coche y me dice que iba a mear. Se puso frente a mí y mientras soltaba su meada me miraba y preguntó por qué a los tíos nos excitaba verlas mear. Ahí mi polla dió un respingo y me la meneaba mirándola. Ella terminó, entro y directamente me volvió a mamar la polla, ahora sí, dura. Me pajeaba y mamaba con experiencia, le avisé que me corría y aún apuró bastante hasta sacarla de la boca y ya con la mano me hizo estallar. Pues aún volvió a su asiento y empezó a masturbarse con la mano pringada de mi semen y a pedirme que le dijera guarradas hasta que se corrió mientras yo le comía las tetas.
Aquella experiencia fue increíble, la recuerdo como si fuera ayer. Ahí estuvimos una temporada follando todos los findes. Ya contaré las demás veces con ella porque era puro fuego por parte de ambos.
A la semana siguiente, después de haber estado hablando por telefóno y volviendónos a poner cachondos de lo bien que lo habíamos pasado y lo que congeniabámos, una amiga de ambos nos dejó las llaves de su apartamento en Cullera. Quedamos el sábado por la mañana, llevababámos una mochila con ropa para los dos días del fin de semana, y muchas muchas ganas de follar y completar lo que no pude hacer la semana anterior. Ya de camino íbamos cachondos, yo le sobaba el interior de los muslos, ella a mí lo mismo...
En el ascensor que subía al apartamento ya nos enganchamos a comernos las bocas, a apretarle el culo y no más porque llegamos al piso, cerramos la puerta detrás de nosotros y ya fuimos animales salvajes, ella llevaba pantalones vaqueros y una blusa negra que no tardé en quitarle, dejando a la vista un sujetador de encaje negro, transparentándose su rosados pezones, no tenía grandes tetas pero sí muy redonditas y firmes, ella mientras se quitaba los pantalones, y a juego con el sujetador llevaba un tanguita que también dejaba a la vista su coñito rasurado. La aparté de mí para verla mejor, mas sexi no podía estar, me desvestí yo quedándome en calzoncillos y con un empalme de la hostia. Nos enganchamos de nuevo de pié a comernos las bocas y a arrimarnos y frotarnos bien, entramos al dormitorio principal, apartamos el edredón y la lancé sobre la cama , metí la mano entre sus piernas y estaba totalmente empapada, le bajé el tanga dejando al descubierto el coño todo mojado, levanté sus piernas y me amorré a a devorar ése manjar, me deleité un buen rato, hasta que me pidió que la follara, y eso hice, se la metí sin miramientos y ella gimió, la bombeé con las piernas abiertas hacía arriba, sus tetas bailaban al son de mis embestidas, tuve que sacarla o me correría al momento, cambiamos de postura y la follé a cuatro patas, que tampoco iba a durar demasiado al ver su culito perfecto redondo, le abria las nalgas y con el dedo pulgar le estimulaba el ojete, ella gemía y diciendo que siguiera, de nuevo tenía que sacarla o me vaciaría rápido, pero fue ella la que me pidió ponerse encima de mí y frotarse sobre mí para correrse (ya no aguantaba más)y así en esa posición nos corrimos juntos, dejándole el coño lleno de leche. No había problemas en correrse dentro porque tomaba anticonceptivos, no porque follara a menudo, pero decía que tenía las reglas muy dolorosas y eso la regulaba, y a la vez pues teniamos esa ventaja de follar a demanda sin condones, jeje.
Nos quedamos extasiados un rato tumbados y no tardó ella mucho en empezar a acariciarse el coño, y mirándome como la vez anterior se rela mía mi semen mezclado con sus flujos, empezó a masturbarse presionando el coño con ambas manos, yo la miraba y tambien me sobaba, pero era demasiado pronto como para recuperar una buena erección, aún así me pidió la polla en la boca, morcillona se la metí y no tardó nada en correrse de nuevo mientras gemia con mi polla en la boca.
Me confesó que no es que fuera ninfómana y necesitara follar sino que era adicta a masturbarse, que necesitaba hacerlo bastantes veces al día y en cualquier sitio, de hecho en la universidad tenía que entrar a los baños a desahogarse en varias ocasiones, y que le encantaba el sabor a sexo, de hecho rebañaba bien mi polla tras cada follada.
Ese fue el primer polvo del fin de semana, vinieron batantes más, solo saliamos para comer y cenar, el resto en pelotas por el apartamento guarreando, acabamos extasiados con temblores de piernas ambos.
 
Buenos días a todos y muy buenos relatos. Haré una humilde aportación que para mi fue muy morbosa la situación.

Al principio de la relación xon mi mujer acabábamos de comprar una casa y estaba todo por arreglar, así que montamos un sofá sencillo un sillón y una tele cutre para poder pasar algunos ratos allí los fines de semana.
Salíamos a menudo con una amiga de mi mujer y su novio , yo sabía porque mi mujer me lo contaba que las dos habían sido bastante putiitas y se habían divertido.
Pues un sábado por la tarde la amiga de mi mujer la llama, le dice que estamos en nuestra casa en ruinas y que se venga ya que su novio (hoy si marido) se había ido a hacer un curso de fin de semana.
Al poco estaba en casa y se sentaron ellas en el sofá y yo en el sillón, nos pusimos a charlar de todo a tomar sangria que yo iba haciendo y demás.
El caso que acabaron contando historias de rollos que habían tenido que si a aquel le comí la polla en la puerta de la discoteca y cosas cada vez más subidas de tono.
El caso es que en una de las ocasiones que les traigo bebida, otra copa de sangria, la que hoy es mi mujer , en el momento que dejos las copas me empieza a sobar la polla por encima del pantalón corto entre risas me la saca ya morcillona y me la empieza a chupar delante de la amiga. Yo me quedo flipando y súper cachondo
Entonces ellas empiezan a hablar;
Amiga: no seas guarra que estoy aquí delante viendo como le comes la polla.
Mi mujer: quieres ayudarme?
Amiga: dejame que pruebe
Mi mujer: se hecha un poco al lado y dirige mi polla hacia la boca de la amiga.
Ella empieza a chupar y me veo con las dos sentadas en un sofa y las dos se intercambiaron mi polla varias veces como si yo no existiera.
Al poco mi mujer le dice :
Ya me has ayudado bastante guarra ahora me toca a mi.
Y mi mujer me la empezó a chupar y a pajearme hasta que me corrí en su boca y se lo trago todo como siempre.
Yo flipando me guarde la polla totalmente limpia y la amiga dice : bueno podemos seguir tomando sangria y no me interrumpais más.
Seguimos la noche y yo no paraba de pensar en las dos wn el sofá jugando con mi polla. Fue de lo mas morboso.
No suelo escribir y espero no haber sido aburrido ybque os guste la vivencia.
 
Buenos días a todos y muy buenos relatos. Haré una humilde aportación que para mi fue muy morbosa la situación.

Al principio de la relación xon mi mujer acabábamos de comprar una casa y estaba todo por arreglar, así que montamos un sofá sencillo un sillón y una tele cutre para poder pasar algunos ratos allí los fines de semana.
Salíamos a menudo con una amiga de mi mujer y su novio , yo sabía porque mi mujer me lo contaba que las dos habían sido bastante putiitas y se habían divertido.
Pues un sábado por la tarde la amiga de mi mujer la llama, le dice que estamos en nuestra casa en ruinas y que se venga ya que su novio (hoy si marido) se había ido a hacer un curso de fin de semana.
Al poco estaba en casa y se sentaron ellas en el sofá y yo en el sillón, nos pusimos a charlar de todo a tomar sangria que yo iba haciendo y demás.
El caso que acabaron contando historias de rollos que habían tenido que si a aquel le comí la polla en la puerta de la discoteca y cosas cada vez más subidas de tono.
El caso es que en una de las ocasiones que les traigo bebida, otra copa de sangria, la que hoy es mi mujer , en el momento que dejos las copas me empieza a sobar la polla por encima del pantalón corto entre risas me la saca ya morcillona y me la empieza a chupar delante de la amiga. Yo me quedo flipando y súper cachondo
Entonces ellas empiezan a hablar;
Amiga: no seas guarra que estoy aquí delante viendo como le comes la polla.
Mi mujer: quieres ayudarme?
Amiga: dejame que pruebe
Mi mujer: se hecha un poco al lado y dirige mi polla hacia la boca de la amiga.
Ella empieza a chupar y me veo con las dos sentadas en un sofa y las dos se intercambiaron mi polla varias veces como si yo no existiera.
Al poco mi mujer le dice :
Ya me has ayudado bastante guarra ahora me toca a mi.
Y mi mujer me la empezó a chupar y a pajearme hasta que me corrí en su boca y se lo trago todo como siempre.
Yo flipando me guarde la polla totalmente limpia y la amiga dice : bueno podemos seguir tomando sangria y no me interrumpais más.
Seguimos la noche y yo no paraba de pensar en las dos wn el sofá jugando con mi polla. Fue de lo mas morboso.
No suelo escribir y espero no haber sido aburrido ybque os guste la vivencia.
Se cumplió la fantasía que hemos tenido casi todos los hombres
 
Hace un mes tuve una excelente experiencia con un miembro de este foro.

Andaba buscando a un corneador para satisfacer su morbo cornudo. Nos pusimos en contacto por privado y luego pasamos a otros medio ------------------------------

Después de un par de conversaciones para comprobar que ambos íbamos en serio entró en juego su mujer. Aunque al inicio era muy reticente vio que todo era bastante legal.

Luego llegó la quedada. De primeras acordamos vernos en un bar para seguir conociendos. Yo les gusté y ellos a mí también. Ella es una mujer muy sensual.

Para la primera vez decidimos que nos meteríamos los 3 en mi coche. Ella de copiloto y su marido en el asiento trasero. Nos fuimos a una zona alejada de playa una vez había oscurecido.

Para romper el hielo nos besamos de manera tímida. Él suspiró y nos animó a qué siguieramos. Así que durante más de 10 minutos nos estuvimos besando y tocandonos. Al tocarle las tetas me empalmé y es que ella las tenía muy bien puestas.

Para la primera vez no íbamos a follar. Así que la mujer decidió que solo me la chuparía. Yo acepté sin problemas sabiendo que son ellos los que deben marcar los tiempos.

Me acomodé en mi asiento y me saqué la polla. No la tengo como una actor porno. La tengo normal, estándar, con un buen capullo pero nada exagerado. La mujer miró al marido y este empezó a tocarse su polla.

Ella me la agarró y se inclinó para chuparmela. Lentamente me la lamió y se la metió entera en la boca. Comenzó una buena mamada mientras su marido se había sacado la polla y empezó a pajearse.

La avisé antes de correrme y ella retiró la cabeza y continuó pajeandome hasta que eyaculé una buena corrida que manchó su mano. Después su marido le pidió que se la chupara a él. Ella se giró y se la mamó hasta que su marido se corrió.

Después nos fuimos y los dejé en el mismo bar en que habíamos quedado.

Hemos seguido hablando pero no hemos vuelto a tener una oportunidad para quedar. Estamos planeando hacerlo justo después de año nuevo.a
 
Última edición por un moderador:
Cuando uno es joven y va a la universidad tiene ocasión de vivir muchas situaciones morbosas. En mi caso fue con Alicia una compañera con la que compartí curso y con quién surgió una química al instante.

A esa edad, con 21 o 22 años, las hormonas hacen que la sexualidad esté como prioridad. De manera que en una de estas acabamos enrollados en mi coche. Alicia se dispuso a darme una de sus magnificas mamadas (la tía que mejor me la ha chupado), cuando de repente me doy cuenta que está haciendo una medición con los dedos. Los ponía unos encima de otros para medir la longitud de mi polla.

Cuando le pregunté que qué hacía me dijo que comprobar que era más grande que la de su novio.

Y es que Alicia era una bomba. Seguimos liados durante dos cursos. Puede comprobar que era una de esas mujeres multiorgásmicas que gritan como animales cuando te las follas.

Recuerdo un día que me llamó por la mañana para que fuera a su piso de estudiante (vivía sola porque los padres tenían dinero). Me dijo que su novio se acaba de ir de pasar la noche juntos y que le daba mucho morbo que me la follara después de que lo hubiese hecho él.

Por supuesto, no fui a clases esa mañana y me la follé a continuación de que lo hiciera el cornudo de su novio.

Alicia acabó casandose con su novio y es madre de 2 hijos. No podría asegurar que los 2 sean de su pareja.
 
El día 25 tuve una cita con un chico con sorpresa final. A mís 42 años soy una profesional, soltera e independiente que disfruta de la vida. No me gusta sentirme atada por el compromiso de una pareja y tengo sexo esporádico cuando se me antoja.

Antes de Navidad, mi compañera Lola me presentó a un amigo de su marido. Miguel era un chico de 35 años que estaba muy bien. Comercial muy simpático. Esa primera vez se mostró un tipo divertido, atento y muy educado. No era el típico desesperado por follar. Así que no pasó nada entre nosotros.

Unas semanas después, Lola me dijo que Miguel les había preguntado por mi. Por mi situación sentimental y la posibilidad de tener una cita. Yo le dije a mi amiga que me había parecido muy buen chico y que no me importaría.

Lola y su marido organizaron la cita. Saldriamos a cenar los 4 ya que a Miguel le daba algo de corte quedar a solas de principio. No me extrañó ya que el chico se mostró educado y algo tímido hasta que rompimos el hielo la primera vez que nos vimos.

La cena fue maravillosa. Hablamos de todo, nos reímos, Miguel se mostró como un hombre muy interesante y culto. Luego fuimos a un bar de moda donde tomamos unas copas y bailamos.

Para rematar, Miguel nos ofreció su piso para tomar la última allí. Yo estaba encantada con el tipo. Después de media hora la pareja amiga se despidió y yo decidí quedarme con Miguel. Juntos en el sofá del salón nos miramos y nos besamos. Aquello se iba calentando por momentos A mí Miguel me parecía cada vez mejor partido. El tipo no se sobrepasaba y todo marchaba sobre ruedas.

Él se reclinó sobre el sofá y yo comencé a besarle. Bajé por el cuello y fui desabrochando su camisa. Tenía un pecho lampiño y un cuerpo tonificado. También pude comprobar el generoso bulto de su entrepierna. Eso me puso tan caliente que me arrodillé entre sus piernas y le desabroché el pantalón. Bajo sus bóxer negros el bulto era tremendo.

Miguel se bajó la prenda y saltó como un resorte la polla más exagerada que he visto en mi vida. Di un grito de asombro y durante unos segundos quedé inmóvil mirando fijamente el descomunal miembro de Miguel. Cuando reaccioné se la agarré con una mano y casi no la abarcaba. Luego puse la otra mano encima de la primera y el capullo aún sobresalía por arriba.

El tronco se notaba muy tensionado, muy duro. Estaba casi ardiendo. El capullo era como una pequeña bola de billar. Gorda, con la piel tersa y un color violáceo intenso. Yo solo podía hacer comentarios de asombro y pensar para mis adentros que aquello me rompería por la mitad si me lo metía.

Miguel, se dio cuenta de la situación y trato de tranquilizarme. Entendía que estuviera asustada. Me contestó que le media 27 centímetros y que solía tener muchos problemas para mantener relaciones ya que muchas mujeres no lo soportaban.

Aunque sabía que sería imposible yo quise intentarlo. Lo estuve pajeando e intentando chuparsela pero solo podía lamersela de abajo a arriba. Desde los cojones, dos bolas más grandes que el capullo por cierto, hasta arriba.

Tras desnudarme me coloqué a horcajadas sobre Miguel. Me puse saliva en los dedos y me los pasé por la raja del coño antes de Intentar sentarme en aquella estaca. Pero sabía que era imposible. Tengo un coño estrechito incapaz de acoger semejante calibre. Cuando el capullo intenta a abrirse camino entre mis labios rasurados el dolor se hacía tan intenso que tenía que parar. Después de varios intentos y varias posturas desistimos de que me la metiera.

Aún así Miguel se mostró muy atento y no dudó en darme placer. Me comió el coño hasta arrancarme un par de orgasmos. Y me metió los dedos en el coño y en el culo mientras yo masturbaba con dos manos su polla de caballo hasta que se corrió con tres abundantes lechazos.

Es una auténtica pena que tenga ese pedazo de polla y no pueda follar bien. Nos despedimos con un beso cuando me acercó a mi casa. No creo que volvamos a quedar. Una lástima.
 
Hace un mes que estoy liado con la mejor amiga de mi mujer. Hace años que las dos parejas tenemos una relación muy estrecha, aunque su marido y yo no terminamos de conectar siempre hemos mantenido un trato cordial.

La cuestión es que desde el verano, Sandra y yo, venimos con un coqueteo que ha ido subiendo de tono poco a poco. Tanto que a finales de noviembre en una reunión de antiguos alumnos de instituto nos quedamos los dos somos y nos besamos. Ahí saltó una chispa que lo incendio todo.

A nivel sexual somos una auténtica bomba. Lo que más me gusta es que es una de esas mujeres que tiene un coñito muy estrecho. Una rajita pequeña, preciosa y una estrechez vaginal que me da mucho placer. Entre otras cosas porque yo estoy muy bien dotado.

La primera vez que lo hicimos casi no le entraba pero Sandra es muy guarra y consiguió empañarse hasta el útero. Es muy morboso oírla gritar cuando se la meto con todas mis fuerzas.

Hoy hemos quedado para cenar las dos parejas. Nos las apañaremos para quedarnos solos y empezar el año con una tremenda follada.
 
Hace un mes que estoy liado con la mejor amiga de mi mujer. Hace años que las dos parejas tenemos una relación muy estrecha, aunque su marido y yo no terminamos de conectar siempre hemos mantenido un trato cordial.

La cuestión es que desde el verano, Sandra y yo, venimos con un coqueteo que ha ido subiendo de tono poco a poco. Tanto que a finales de noviembre en una reunión de antiguos alumnos de instituto nos quedamos los dos somos y nos besamos. Ahí saltó una chispa que lo incendio todo.

A nivel sexual somos una auténtica bomba. Lo que más me gusta es que es una de esas mujeres que tiene un coñito muy estrecho. Una rajita pequeña, preciosa y una estrechez vaginal que me da mucho placer. Entre otras cosas porque yo estoy muy bien dotado.

La primera vez que lo hicimos casi no le entraba pero Sandra es muy guarra y consiguió empañarse hasta el útero. Es muy morboso oírla gritar cuando se la meto con todas mis fuerzas.

Hoy hemos quedado para cenar las dos parejas. Nos las apañaremos para quedarnos solos y empezar el año con una tremenda follada.
Que tal fue? se enteró tu mujer o el otro cornudo?
 
A la semana siguiente, después de haber estado hablando por telefóno y volviendónos a poner cachondos de lo bien que lo habíamos pasado y lo que congeniabámos, una amiga de ambos nos dejó las llaves de su apartamento en Cullera. Quedamos el sábado por la mañana, llevababámos una mochila con ropa para los dos días del fin de semana, y muchas muchas ganas de follar y completar lo que no pude hacer la semana anterior. Ya de camino íbamos cachondos, yo le sobaba el interior de los muslos, ella a mí lo mismo...
En el ascensor que subía al apartamento ya nos enganchamos a comernos las bocas, a apretarle el culo y no más porque llegamos al piso, cerramos la puerta detrás de nosotros y ya fuimos animales salvajes, ella llevaba pantalones vaqueros y una blusa negra que no tardé en quitarle, dejando a la vista un sujetador de encaje negro, transparentándose su rosados pezones, no tenía grandes tetas pero sí muy redonditas y firmes, ella mientras se quitaba los pantalones, y a juego con el sujetador llevaba un tanguita que también dejaba a la vista su coñito rasurado. La aparté de mí para verla mejor, mas sexi no podía estar, me desvestí yo quedándome en calzoncillos y con un empalme de la hostia. Nos enganchamos de nuevo de pié a comernos las bocas y a arrimarnos y frotarnos bien, entramos al dormitorio principal, apartamos el edredón y la lancé sobre la cama , metí la mano entre sus piernas y estaba totalmente empapada, le bajé el tanga dejando al descubierto el coño todo mojado, levanté sus piernas y me amorré a a devorar ése manjar, me deleité un buen rato, hasta que me pidió que la follara, y eso hice, se la metí sin miramientos y ella gimió, la bombeé con las piernas abiertas hacía arriba, sus tetas bailaban al son de mis embestidas, tuve que sacarla o me correría al momento, cambiamos de postura y la follé a cuatro patas, que tampoco iba a durar demasiado al ver su culito perfecto redondo, le abria las nalgas y con el dedo pulgar le estimulaba el ojete, ella gemía y diciendo que siguiera, de nuevo tenía que sacarla o me vaciaría rápido, pero fue ella la que me pidió ponerse encima de mí y frotarse sobre mí para correrse (ya no aguantaba más)y así en esa posición nos corrimos juntos, dejándole el coño lleno de leche. No había problemas en correrse dentro porque tomaba anticonceptivos, no porque follara a menudo, pero decía que tenía las reglas muy dolorosas y eso la regulaba, y a la vez pues teniamos esa ventaja de follar a demanda sin condones, jeje.
Nos quedamos extasiados un rato tumbados y no tardó ella mucho en empezar a acariciarse el coño, y mirándome como la vez anterior se rela mía mi semen mezclado con sus flujos, empezó a masturbarse presionando el coño con ambas manos, yo la miraba y tambien me sobaba, pero era demasiado pronto como para recuperar una buena erección, aún así me pidió la polla en la boca, morcillona se la metí y no tardó nada en correrse de nuevo mientras gemia con mi polla en la boca.
Me confesó que no es que fuera ninfómana y necesitara follar sino que era adicta a masturbarse, que necesitaba hacerlo bastantes veces al día y en cualquier sitio, de hecho en la universidad tenía que entrar a los baños a desahogarse en varias ocasiones, y que le encantaba el sabor a sexo, de hecho rebañaba bien mi polla tras cada follada.
Ese fue el primer polvo del fin de semana, vinieron batantes más, solo saliamos para comer y cenar, el resto en pelotas por el apartamento guarreando, acabamos extasiados con temblores de piernas ambos.
Que pasada de historia!!!!!!
 
Hace dos meses me separé de mi marido después de 20 años de matrimonio. Me fui con un conocido 15 años menor que yo.

Roberto, mi actual pareja, es alto, guapo, fuerte y un amante increíble. La diferencia de edad, 37 él y 52 yo, no es nungún problema para el sexo. Yo siempre he sido muy activa y necesito follar todos los días. Roberto cumple como un semental.

Esta mañana me he despertado especialmente cachonda así que no he dudado en despertar a mi amante con una buena mamada. Pero no he querido que se corriera. Quería una buena follada anal.

Cuando se lo he dicho he despertado al cabrón que es Roberto. Me ha comido el culo antes de encularme sin compasión. Me ha tratado como a una puta. Me ha usado para descargar sus cojones sin más.

Sentirme así me pone muchísimo. Me gusta sentirme la zorra de mi amante. Cuando ha terminado de darme por culo se ha levantado y se ha ido a la ducha dejándome en la cama, boca abajo, con el culo reventado. Sintiendo como su lefa se salía por mi ojete.

Hace un rato me he tenido que poner una crema para aliviar el escozor y la irritación de mi ano. Pero eso me excita aún más y llevo 2 pajas ya.

Lo más morboso será cuando a las 10 de la mañana me tenga que reunir con mi ex marido para firmar una documentación de nuestra separación. Estar frente a él en el despacho de su abogado mientras mi culo sigue palpitando por la enculada que me ha dado Roberto será excitante.
 
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