Habíamos ido a la playa de vacaciones mi novia y yo, junto con otra pareja de amigos. Nos llevábamos todos bien, pero las chicas eran amigas desde hacía mucho tiempo.
Alquilamos un apartamento durante unos días. El apartamento era muy nuevo y estaba bien, lo único que podría haber sido más grande. La terraza casi era más grande que el salón y solo tenia un baño.
Lo que os voy a contar, todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Ocurrió cuando me desperté durante la madrugada con sed y ganas de hacer pis. Todavía era de noche, pero parecía que pronto iba a amanecer. Estaba adormecido y estuve un ratito en el baño. Luego fui a la cocina intentando hacer el menor ruido posible para beber agua fresquita. Al volver a mi dormitorio para seguir durmiendo, pasé por la puerta de la habitación de nuestros amigos y en ese momento se abrió la puerta y apareció la chica de la otra pareja, llevando puestas unas braguitas como única prenda. Iba con las tetas completamente visibles. Pero al verme a mí, ella parece que se asusta y le da corte que la vea, pues se cubre los pechos con sus brazos.
- Había oído ruidos hacia un rato, pero pensaba que ya no había nadie por aquí - dijo mientras se iba hacia el baño y sin quitarse los brazos de sus pechos impidiendo que los pudiera ver.
Paradójicamente, ese mismo día de antes estuvimos en la playa, y ella al igual que mi chica, habían estado en topless, mostrando las tetas sin importarle quien se las veía y mucho menos sin ningún pudor hacia mi.
El primer día estuvieron más tiempo con el bikini puesto, y solo mostraron las tetas por la tarde cuando parecía que había menos gente y estaba la playa más tranquila, pero ya al día siguiente, y supongo que también debido a que nos encontrábamos en otra playa donde había bastantes topless, ellas ya se animaron desde prácticamente al poco de llegar. Permaneciendo todo el día así, bañándose en tetas e incluso pasearon solo con la parte de abajo del bikini.
Las chicas se conocen desde hace tiempo y entre ellas tienen mucha confianza. Yo con el otro chico nos conocemos desde hace menos tiempo, pero también nos llevamos bien. En absoluto me importa que mi chica haga topless, y muchas veces cuando vamos solos, a ella le gusta tomar el sol sin la parte de arriba del bikini, lo que no sabía era si se atrevería delante del chico de la otra pareja, pero parece que eso no fue ningún problema. Lo mejor de esos días, fue que además de ver las tetas a mi novia todo el tiempo, también lo hacía de las de mi amiga.
Lo que no entendía era como esa noche en casa cuando la pillé, se las cubrió rápidamente sin apartar los brazos ni un momento, impidiendo que se las viera, como si no supiera ya como eran. Al día siguiente, cuando llegamos a la playa y volvió a hacer toples, comentamos lo sucedido de forma graciosa. Incluso yo le dije que pensaba que no me iba a volver a dejar ver sus tetas.
También es verdad que a medida que iban pasando los días, se notaba que ganábamos confianza. Aunque en la playa las chicas mostraban las tetas, en casa era otra cosa bien distinta, pero con el paso de los días nos íbamos mostrando de otra forma. Por ejemplo, y debido a que solo había un baño, lo aprovechábamos al máximo y mientras unos nos duchábamos también utilizábamos el espejo del lavabo. Al final yo creo que nos debimos de ver en bolas todos. Otra cosa que fue cambiando fue que cuando follabamos, los primeros días intentábamos que no nos oyera nadie, pero luego ya no nos importaba para nada que la otra pareja supiera lo que estuviéramos haciendo, e incluso si se quedaba la puerta del dormitorio abierta, no nos cortábamos con los gemidos. Al oírnos unos a otros, parecía que nos animábamos a follar. Cuando empezaban unos con los gritos, excitaban a la otra pareja y terminábamos follando también.
Fueron unos días fantásticos. En la playa, me gustaba ese ambiente tan liberal en el que se podía ver de forma tan natural esa parte del cuerpo que tanto me gusta y que en otras condiciones no se encuentra visible. Incluso el poder ver las tetas a nuestra amiga que de no estar ahí, sería imposible que se las viera.
Tras el paso de los años, mi forma de pensar ha evolucionado y no solo me gusta estar ahí para ver a todas las chicas así, sino lo que también me excita el pensar que muchos disfrutan de ver a mi chica paseándose por la playa prácticamente desnuda exhibiéndose sin importarle lo más mínimo quien la mire, incluso que la viera gente conocida como nuestros amigos.