¿Cuál ha sido tu paja más arriesgada?

Tengo varias

Una de ellas con un amigo de adolescentes, se quedó a dormir a mi casa y era muy común pajearnos (desde que entramos al instituto mis amigos y yo nos hemos hecho pajas en grupo).

En medio de la paja mi madre entró a la habitación, nosotros estábamos tapados por la sábana, pero nos dio morbazo, ella con su pijamita...

Cuando se fue mi colega me soltó "imaginate que nos pilla y nos agarra las pollas"... Yo le dije que seguro que pajeaba muy bien y estuvimos hablando de ella hasta corrernos.

Más adelante nos acostumbramos a cerdear con todos los amigos a madres, novias, exs, hermanas... Al principio solo eran chicas del insti
 
En casa de mis suegros, mi cuñada llevaba escotazo y falda corta, me entró el calentón y en el baño de la casa de mis suegros estando en la casa mis suegros, mi mujer y mi cuñada y yo calentisimo intentando no jadear ni gemir y luego limpiando la leche que quedó en el borde de la taza del baño con papel higiénico.
 
Una de las más arriesgadas que recuerdo fue en una Nochebuena. Habían cenado en mi casa mi cuñada y mi suegra. Era entonces, cuando mis hijos eran pequeños, bastante frecuente pasar con ellas las fiestas de Navidad. A veces se volvían a casa en un taxi, pero lo más normal era que se quedaran a dormir en casa. No había cama para todos. Mi suegra dormía con mi mujer en nuestra cama y yo con mi cuñada en un sofá, de esos con cheslón, en forma de L. Yo dormía en la parte larga y ella en la parte corta. El sofá era grande y no teníamos porqué tocarnos, cabíamos de sobra.

La cosa es que esta Nochebuena fue un poco diferente. Durante el verano mi cuñada y yo habíamos tenido un escarceo una tarde en mi casa (Ya lo he contado por ahí, creo, y sino en el antiguo foro de pajis) Una ocasión perdida, ya que aunque me la tenía que haber follado al final no lo hice. Habían pasado meses, pero yo seguía cachondo la verdad. Y un poco arrepentido de no haberme corrido en su culo.

Las Nochebuenas con mi familia política casi siempre terminaban en una bronca entre las hijas y la madre, pero esta vez no fue así. Fue bastante agradable. Despues de la cena acostamos a nuestros hijos y nos quedamos escuchando música, bebiendo y bailando. A eso de las tres de la mañana (más o menos) mi suegra se acostó y al poco mi mujer se quedó dormida en el sofá, sentada.

Yo seguí bailando con mi cuñada que de repente se puso a mover su culo delante de mi y luego a frotarse directamente contra mi polla. Aguanté un poquito, pero me pudo la excitación y la agarré por la cintura y me la senté encima. Ella siguió moviendo un poco el culo y yo, cada vez más empalmado, la eché mano a las tetas agarrándoselas por detrás. Ella seguía con el meneo y yo probé a meter las manos bajo la camisa para tocárselas mejor. Entonces ella dio un bote, se levantó y se despertó a mi mujer para que bailara con ella. Yo me quedé con un calentón tremendo. Al poco rato mi mujer se fue a acostar también y mi cuñada dijo que estaba muy cansada también , que si nos dormíamos.

Nos tumbamos en el sofá, cabeza contra cabeza, ella en el lado corto y yo en el largo del sofá como ya he dicho. Nos acostamos vestidos, solo quitándonos los zapatos y aflojando el cinturón. Con la luz apagada y después de horas de juerga y excesos nos quedamos dormidos. Yo, supongo que por lo excitado que estaba, me desperté al poco rato y empecé a explorar con mi mano hasta llegar a una teta de mi cuñada que empecé a acariciar. Ella se había soltado el sujetador para que no la apretara, pero no se lo había quitado. Conseguí meter la mano por debajo y tocarle la teta directamente sobre la piel. Ella empezó a respirar más rápido, aunque de vez en cuando soltaba un ronquidito. Yo no sabía si estaba despierta y excitada o dormida como un lirón.

Pensé en levantarme, bajarle las bragas y follarla, pensé en arrodillarme a su lado y meterle la polla en la boca. Al final no hice nada de eso. Seguí con mi mano en su teta y me masturbé con la otra mano hasta que me corrí dentro de los calzoncillos. Después me debí quedar dormido.

Poco tiempo después, aún no había salido el sol, se levantaron los cabrones de mis hijos para abrir los regalos que estaban bajo el árbol de Navidad en el salón. Dieron la luz e hicieron todo el ruido que pudieron hasta que nos despertaron. Y allí nos encontramos los dos con la cara descompuesta, despeinados y algo mareados todavía pero felices de ver la alegría de los pequeños.

Cuando ya abrieron todos los regalos, se pusieron a jugar cada uno con una cosa. Mi cuñada se dirigió a mi sonriendo y me dijo
-"¿No deberías darte una ducha y cambiarte de ropa?"
-"No me vendrá mal"
-"Si, anda ve. Luego voy yo y así me refresco".
 
Una de las más arriesgadas que recuerdo fue en una Nochebuena. Habían cenado en mi casa mi cuñada y mi suegra. Era entonces, cuando mis hijos eran pequeños, bastante frecuente pasar con ellas las fiestas de Navidad. A veces se volvían a casa en un taxi, pero lo más normal era que se quedaran a dormir en casa. No había cama para todos. Mi suegra dormía con mi mujer en nuestra cama y yo con mi cuñada en un sofá, de esos con cheslón, en forma de L. Yo dormía en la parte larga y ella en la parte corta. El sofá era grande y no teníamos porqué tocarnos, cabíamos de sobra.

La cosa es que esta Nochebuena fue un poco diferente. Durante el verano mi cuñada y yo habíamos tenido un escarceo una tarde en mi casa (Ya lo he contado por ahí, creo, y sino en el antiguo foro de pajis) Una ocasión perdida, ya que aunque me la tenía que haber follado al final no lo hice. Habían pasado meses, pero yo seguía cachondo la verdad. Y un poco arrepentido de no haberme corrido en su culo.

Las Nochebuenas con mi familia política casi siempre terminaban en una bronca entre las hijas y la madre, pero esta vez no fue así. Fue bastante agradable. Despues de la cena acostamos a nuestros hijos y nos quedamos escuchando música, bebiendo y bailando. A eso de las tres de la mañana (más o menos) mi suegra se acostó y al poco mi mujer se quedó dormida en el sofá, sentada.

Yo seguí bailando con mi cuñada que de repente se puso a mover su culo delante de mi y luego a frotarse directamente contra mi polla. Aguanté un poquito, pero me pudo la excitación y la agarré por la cintura y me la senté encima. Ella siguió moviendo un poco el culo y yo, cada vez más empalmado, la eché mano a las tetas agarrándoselas por detrás. Ella seguía con el meneo y yo probé a meter las manos bajo la camisa para tocárselas mejor. Entonces ella dio un bote, se levantó y se despertó a mi mujer para que bailara con ella. Yo me quedé con un calentón tremendo. Al poco rato mi mujer se fue a acostar también y mi cuñada dijo que estaba muy cansada también , que si nos dormíamos.

Nos tumbamos en el sofá, cabeza contra cabeza, ella en el lado corto y yo en el largo del sofá como ya he dicho. Nos acostamos vestidos, solo quitándonos los zapatos y aflojando el cinturón. Con la luz apagada y después de horas de juerga y excesos nos quedamos dormidos. Yo, supongo que por lo excitado que estaba, me desperté al poco rato y empecé a explorar con mi mano hasta llegar a una teta de mi cuñada que empecé a acariciar. Ella se había soltado el sujetador para que no la apretara, pero no se lo había quitado. Conseguí meter la mano por debajo y tocarle la teta directamente sobre la piel. Ella empezó a respirar más rápido, aunque de vez en cuando soltaba un ronquidito. Yo no sabía si estaba despierta y excitada o dormida como un lirón.

Pensé en levantarme, bajarle las bragas y follarla, pensé en arrodillarme a su lado y meterle la polla en la boca. Al final no hice nada de eso. Seguí con mi mano en su teta y me masturbé con la otra mano hasta que me corrí dentro de los calzoncillos. Después me debí quedar dormido.

Poco tiempo después, aún no había salido el sol, se levantaron los cabrones de mis hijos para abrir los regalos que estaban bajo el árbol de Navidad en el salón. Dieron la luz e hicieron todo el ruido que pudieron hasta que nos despertaron. Y allí nos encontramos los dos con la cara descompuesta, despeinados y algo mareados todavía pero felices de ver la alegría de los pequeños.

Cuando ya abrieron todos los regalos, se pusieron a jugar cada uno con una cosa. Mi cuñada se dirigió a mi sonriendo y me dijo
-"¿No deberías darte una ducha y cambiarte de ropa?"
-"No me vendrá mal"
-"Si, anda ve. Luego voy yo y así me refresco".
Que buena historia que morbo tu cuñada
 
menos mal que no te desmayastes, jajajaja
pero escuchar cosas asi, y ademas hacerse una paja mientras tanto.. morbazo total jejeje
Bueno, eso fue la primera vez. Las siguentes el miedo no fue tanto pero el morbo igual
 
Bueno, eso fue la primera vez. Las siguentes el miedo no fue tanto pero el morbo igual
ah.. que espiastes mas veces?.. viciosillo disfruton jajajaja
tuvistes que disfrutar a tope todas esas veces
 
Esto me ocurrió hace una montonera de años, creo que en el verano antes de empezar tercero de secundaria. El jefe de mi padre nos invitó a pasar un día en su casa. Lo hacía de vez en cuando con algún empleado, por tener un detalle pero también para presumir de casoplón con tropecientas habitaciones y enorme piscina.

Ese mismo día la hija del jefe había invitado también a seis o siete amigas suyas. Tanto ella como las demás serían de mi edad, quizás un año mayores. Yo nunca había ido a una piscina o a la playa, así que para mí ver chicas en bikini era una novedad total. Allí donde miraba había un culito apenas cubierto por el bikini, o unos pezones marcados, o un "cameltoe". Incluso a una de ellas la copa del bikini le quedaba grande y le vi un pezón desde arriba en una ocasión.

Llegó un momento en que no pude más y me fui al cuarto de baño a hacerme una paja. Justo cuando me estaba corriendo alguien abrió la puerta, no debí cerrar bien el seguro. Era la hija, pegó un grito de sorpresa, exclamó algo así como "qué guarro", y se volvió corriendo. En ese momento pensé en huir de allí, quizás escapar a algún país sin tratado de extradición. Finalmente me armé de valor y volví a la piscina, esperando que no se lo hubiera contado a nadie, o al menos no a su padre.

Por las risitas que se traía con sus amigas era evidente que estaba contándolo. Y lo peor, en un momento la vi haciendo un gesto con los dedos, como refiriéndose a que la tenía muy pequeña. Lógicamente no me agradó ese detalle, pero seguí disfrutando de las vistas durante el resto de la visita. Eso sí, esperé a llegar a casa para volver a pajearme.
 
En un viaje me tocó dormir con una amiga en la misma cama. A mi me cuesta conciliar el sueño si no me hago antes una buena paja y llevaba ya un rato dando y dando vueltas en la cama.
Por un momento comencé a sobarme la polla de forma discreta por si ella estaba despierta, no quería que lo notase así que lo hice así hasta que mi polla se empezó a poner bien dura. Al cabo de un rato pensé que se había dormido y decidí arriesgar, había poca luz así que me saqué mi polla y empecé a cascarme un pajote al lado de mi amiga que supuestamente dormía
 
Esta noche después de cenar. Ha venido a cenar una muy buena amiga de mi hija a cenar, con una blusa blanca que se le marcaba todo el sujetador, una minifalda que le llegaba por dos dedos debajo del culo y medias, me ha tenido con la polla dura desde que las he visto entrar. A mitad cena he ido al baño a pajearme pq no podía más, después de cenar me he sentado en el sofá y mi mujer a mi lado, mi hija y la amiga en el otro sofá, la falda era corta y aún con las piernas juntas le veía las bragas, me he tapado con una manta, me he metido una mano dentro del boxer y sin dejar de mirarle las bragas y las piernas, me he estado pajeando despacio hasta que me he corrido. Mi mujer no se ha dado cuenta pq solo estaba pendiente de su mobil, pero mi hija si que de vez en cuando me lanzaba alguna mirada que........ jejeje
Lo de las amigas de las hijas es que da para un hilo aparte 🔥
 
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