andrespo
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Si me preguntó, no hace muchoElla te pregunto si te masturbabas mirandola?
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Si me preguntó, no hace muchoElla te pregunto si te masturbabas mirandola?
Y que le dijiste??Entrar al baño a ducharme y encontrarme a mi hermano haciendose una paja sentado en el W.C.
Que siempre estaba igual meneandosela como un mono, me desnude y me meti en la ducha, él siguió con su paja.Y que le dijiste??
Ojalá me pillarian a mí...m
Ufff. Y te la dedicaría.... EntoncesQue siempre estaba igual meneandosela como un mono, me desnude y me meti en la ducha, él siguió con su paja.
No creo que se fijará mucho en mi para dedicarmela....ajjajajjjajajajaajUfff. Y te la dedicaría.... Entonces
Jaja. Pues yo sin lugar a dudas lo haría.... JajaNo creo que se fijará mucho en mi para dedicarmela....ajjajajjjajajajaaj
A un hermano lo ves con otros ojos, sin ningún deseo.Jaja. Pues yo sin lugar a dudas lo haría.... Jaja
Bueno.... Discrepo de eso un poco..... Jaja. Yo lo he hecho.... Aunque eso sí.. nunca se ha sabido.... JajaA un hermano lo ves con otros ojos, sin ningún deseo.
Ya te aseguro yo que a un hermano/a la vees con otros ojos, nunca con deseo.Bueno.... Discrepo de eso un poco..... Jaja. Yo lo he hecho.... Aunque eso sí.. nunca se ha sabido.... Jaja
Te has pajeado delante de tu hermana?Bueno.... Discrepo de eso un poco..... Jaja. Yo lo he hecho.... Aunque eso sí.. nunca se ha sabido.... Jaja
Delante no.... Pero por vergüenza.... Y xq no se ha dado el caso.... Pero si que la he dedicado unas cuantas....Ya te aseguro yo que a un hermano/a la vees con otros ojos, nunca con deseo.
Te has pajeado delante de tu hermana?
Pero porque la has visto desnuda, te la imaginas desnuda?Delante no.... Pero por vergüenza.... Y xq no se ha dado el caso.... Pero si que la he dedicado unas cuantas....
La imagino desnuda.... Verla entera desnuda no.... Ojalá.... Jeje.Pero porque la has visto desnuda, te la imaginas desnuda?
Yo creo que sabe que la espiasPaja arriesgada la de hace un par de horas. Al llegar a casa de trabajar voy a cerrar la persiana del salon para que no entre el sol y caliente la casa y me he calentado yo al ver desde arriba como la hija de la vecina estaba tomando el sol. Inevitable no darle ese gusto a mi vista y empezara espiarla y a masturbarme minuto tras minuto y crear una buena tension arterial de mas de media hora y al final, por la parte de la persiana por donde la observaba soltar una buena corrida hacia abajo. No creo haber llegado a alcanzarla pero ojala.
CuentaCon una profesora
MorbosoEra una habitación prestada, en la casa del pueblo de Lucía. Agosto rajando el aire. Mosquitos lentos, sudor en la nuca, y el cuerpo… inquieto. Yo no dormía. Ellos sí. Toda la familia, repartida entre sofás, colchones inflables y habitaciones que olían a armario viejo.
Yo estaba sola. O eso creía.
Una sábana finita sobre el cuerpo. Nada debajo. La braga la había quitado antes, mojada, incómoda. El ventilador solo empujaba calor. Me toqué sin pensar. Despacio. Como quien acaricia una herida que arde.
El clítoris lo tenía blandito, despierto. Los dedos me sabían a ganas. Tenía las piernas medio abiertas, la rodilla doblada, la sábana cubriéndome del todo… salvo por un movimiento traidor.
Y ahí… entró él.
Su hermano. El mayor. Silencio absoluto. Solo un crujido leve de puerta y sus ojos abiertos como platos.
Yo, congelada. Mano entre las piernas. Boca entreabierta. El corazón retumbando como si me lo hubieran sacado del pecho.
Él no dijo nada. Ni yo. Solo nos miramos. Un segundo. O diez. O toda la puta vida condensada en ese cruce de miradas.
La sábana resbaló un poco. Me la subí instintivamente, pero no del todo. Algo dentro de mí… no quiso taparse del todo.
Él tragó saliva. Se dio media vuelta. Cerró la puerta muy despacio.
Yo me quedé temblando. Excitada. Humillada. Viva.
Y cuando estuve segura de que no volvería… me metí los dedos hasta el fondo. No para olvidarlo. Sino para grabarlo. Me corrí mordiéndome la muñeca, deseando que él estuviera del otro lado de la puerta, oyéndome.
Al día siguiente, en el desayuno, no me miró. Pero me puso el café. Y me rozó los dedos.
Desde entonces, cuando me toco… siempre dejo la puerta un poco entornada.
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