Con mi esposa desde nuestros inicios como pareja teniamos sexo anal. Sin embargo para ella era algo doloroso e incomodo. Si bien me lo permitia en realidad no lo gozaba. Su segundo amante, Fernando, fue un hombre maduro de 57 (ella en esa epoca con 31) que la convirtió realmente en una putita sumisa sexualmente hablando. Ese amante llevó a mi esposa a explorar su sexualidad de formas que a nosotros ni siquiera se nos habia ocurrido. Entre otras, le enseñó a mi esposa como ser penetrada analmente sin dolor y a disfrutar de orgasmos mientras gozaba el sexo anal. Durante varios meses este amante le pedia a mi esposa que no me permitiera gozar su culito precioso y cuando lo intentaba ella me lo negaba diciendo que era solo para Fernando. Cierto fin de semana, mi esposa invitó a Fernando a pasar sabado y domingo en nuestra casa. Dormimos los tres en la misma cama y presencié como Fernando realmente la hacia gozar analmente por largo rato. Finalmente Fernando me pidió que chupara la vagina de mi esposa mientras el por atras la poseia analmente, a veces con lentitud y otras veces con intensidad y fuerza, a lo que el cuerpo de mi esposa respondía excitada mientras yo la chupaba y veía frente a mis ojos su culo dilatado rodeando la verga de nuestro amigo. FInalmente Fernando con un gruñido de placer se enterró profundamente en el culo de mi esposa para vaciar su semen dentro de ella. Yo seguia lamiendo mientras veia como su verga se ablandaba y salia finalmente, dejando un rastro de semen y lubricante. Fernando me dice que ahora le chupe el culo y es lo que hago, sintiendo como mi lengua entra en su esfinter dilatado y empapado. Mi esposa entonces me dice que a contar de ahora los dos podrán disfrutar su ano. La penetro y siento su culo realmente abierto, mi verga entra como en mantequilla derretida, su culo caliente dilatado receptivo, que practicamente no aprieta mi verga. Luego de entrar, salgo mirando mi verga como sale mojada del semen dentro de ella. Eso me causa una excitación tan intensa, que solo puedo hundirme en su culo hasta el fondo, sintiendo el semen y el calor de su interior y exploto, sin poderme controlar. Quedo exhausto, despues de un orgasmo explosivo dentro del cuerpo de mi amada y entonces mi esposa me besa y me dice que me ama.