Voy a contar una historia de este verano, en esta ocasión con amigas, más concretamente con una compañera de trabajo de mi mujer, Elena, con quien tiene muy buena relación, y una prima de esta.
Estábamos en el apartamento familiar en la playa la primera semana de julio, los dos solos, aprovechando que nuestros hijos estaban de campamento de verano. Ibamos todos los días a alguna de las playas nudistas de la zona, yo desnudo y mi mujer en topless, aunque a veces se anima a quedarse totalmente en pelotas, especialmente en esa época del año en que las playas están menos concurridas.
El caso es que un día, mi mujer puso una foto suya en *********, sentada en la arena mirando al mar, en la Playa del Carabassí que estaba absolutamente espectacular con el agua azul y transparente. Esta compañera suya, Laura, la vio y resulta que estaba pasando unos días, más o menos cerca, en casa de su prima. Estuvieron hablando por teléfono y Elena no dejaba de comentarle lo maravillosa que es la playa y despertó la curiosidad de su amiga hasta el punto de que le invitó a venir con nosotros al día siguiente, eso sí advirtiéndole de que era una playa nudista. Tiene mucha confianza con ella y ya sabía que solemos ir a playas nudistas. El caso es que le dijo que lo comentaría con su prima a ver si le apetecía el plan y al rato le escribió diciéndolo que sí, que se apuntaban.
Cuando me lo contó no pude disimular mi entusiasmo. Elena ya sabe lo mucho que me gusta mostrarme desnudo delante de amigas y conocidas y en más de una ocasión, como esta, ha sido ella quien ha propiciado la situación para que ocurriera. Además pensaba en la posibilidad de que pudiera ver algo de carne, nunca se sabe.
Al día siguiente, pasamos a buscarles a su apartamento y camino de la playa en el coche, surgió el tema del nudismo. Elena dejó claro que a mi me encanta estar desnudo en la playa y que no me importa en absoluto que me vea así gente conocida. Tanto Laura como su prima, que resultó ser una tía muy maja, dijeron que era su primera vez, dejando bastante claro que no tenían intención de probarlo.
Una vez en la playa, pasamos la mañana yo desnudo, mi mujer en tanga en topless y ellas en bikini. Me encantan ese tipo de situaciones en las que soy el único en pelotas en un grupo y me pone a cien. Al principio evitaban dirigir la mirada a mi polla, pero pasado un rato no se cortaban, incluso su prima dijo que tenía un culo muy mono.
Al final de la mañana Elena propuso un último baño y sin avisar, se quitó el tanga quedándose en pelota viva y animándoles a probar un chapuzón al natural. Evidentemente su intención era provocar el que pudiera verlas desnudas y, a la vez, como luego me admitió, le excitaba la idea de estar desnuda en frente de su amiga. Para mi sorpresa, fue la prima quien dijo que desnuda no, pero que sin la parte de arriba sí, y se quedó en topless. Todos dirigimos nuestra mirada a Laura como diciéndole a qué esperas y no tuvo más remedio que animarse.
Las tetas de Laura no estaban nada mal, se cuida bastante y tiene muy buen cuerpo, pero las de su prima, un tanto rellenita, eran una auténtica pasada, bastante grandes y con unos pezones oscuros espectaculares.
Pero ahí no terminó la cosa. Al salir mientras nos secábamos al sol, Elena fue a buscar su móvil y les dijo que se hicieran la típica foto de espaldas, ella desnuda y ellas en topless. Luego les pidió que nos hicieran algunas fotos a nostros dos, tanto de espaldas como de frente. Pero ahora viene lo mejor, le pidió a una chica que hiciera una foto de los cuatro, de espaldas y finalmente dijo, ahora de frente. Evidentemente eso no se lo esperaban, pero se encogieron de hombros y nos hicimos la foto. Luego, compartió las fotos con ellas, no solo en las que se les veía a las chicas, sino también las nuestras.
Ni que decir tiene el polvazo que echamos al llegar a casa y alguna que otra paja ha caído viendo las fotos de sus tetas.