Compañeros

Ya están juntos Carlos y Silvia, todo es felicidad, pero, como reaccionará Antonio ante la noticia?
Cris y Hector viviendo juntos felices y contentos, pero, como se lo tomará Mónica cuando regrese?
Laira y Yolanda en Alemania, juntas y felices comiendo codillo con chucrut, les importa su pasado una mierda.
Carmen y Jamal en la cárcel, disfrutando de un nuevo ambiente.
Por donde seguirá la historia?
 
Este es el segundo capítulo que publico hoy. No lo leáis sin haber leído el publicado a primera hora, el 67.


68​

Cinco meses después. Mayo. Viernes.
Silvia


Salimos fuera del edificio y me volví hacia Antonio. Nos miramos y le dije:

- Bueno, pues ya está hecho

- Eeeee, sí…


No dijimos nada durante unos incómodos segundos. Entonces dije:

- Es raro

- Sí

- Ahora somos padres divorciados

- Ya

- Quien lo iba a decir el año pasado por estas fechas ¿No?

- Sí

- Aunque por estas fechas ya me estabas poniendo los cuernos

- Silvi…

- ¿Qué? Es la verdad ¿No? Pero vamos, que ya da igual, era solo un dato


Acabábamos de firmar los papeles del divorcio. Todo había sido sencillo y sin problemas, nos habíamos puesto de acuerdo en todo, incluso en la custodia de Gema. Le pregunté:

- Entonces, este fin de semana Gema se queda conmigo ¿no?

- Sí, sí, Rosa y yo vamos a Lisboa y…

- Vale, no hay problema, seguramente nos iremos al campo, a la casa de Carlos, dice que va a ser buen tiempo y que estrenaremos la temporada de piscina

- Ah, genial

- Pero acuérdate de comprarle un recuerdo a Gema

- Sí, ya se lo he dicho a Rosa, por si se me olvida

- Bien


Otro silencio incómodo. No es que nos lleváramos mal, al contrario, todo había sido muy civilizado y tranquilo. Ahora Antonio vivía con esa zorr… bueno, con esa, Rosa, y parecía que le iban bien. Me alegraba por él, de verdad.


Nos miramos y me preguntó:

- ¿Quieres que te lleve a algún sitio?

- No, gracias, Carlos me espera

- Ah, bien, bien… pues nada, dale recuerdos, nos vemos en unos 10 días, cuando vuelva de Portugal

- Vale, tened cuidado, y a la vuelta vaciamos la casa y la ponemos en venta, que para ese día ya me habré llevado todo lo mío a la casa de Carlos

- Bien


Nos dimos dos besos y me fui hacia el aparcamiento. Localicé rápidamente el coche de Carlos, ese Tesla llamaba la atención. Carlos me vio acercarme y salió del coche. Me dio un pequeño pico para luego preguntar:

- ¿Cómo estás? ¿Todo bien?


Sonreí, Carlos siempre pendiente de mi ánimo. Le dije:

- Bien, oficialmente ya no soy una adúltera jejeje

- Jejeje, que mala eres


Entonces me abrazó y dijo:

- Es raro ¿No?

- Sí, un poco, quién me lo iba a decir hace un año...

- Lo sé, lo sé, pequeña

- Me parece una situación rara, pero no estoy triste ¿eh?


Levanté la cabeza para mirarle mientras seguíamos abrazados. Le dije:

- Es una situación rara porque soy muy feliz, estoy todo el día contenta y feliz, y no triste por el divorcio, me parece raro, anti natural


Carlos me besó tiernamente. Tras el beso, le dije con malicia:

- Bueno, ahora soy una mujer libre ¿Sabes que significa eso?

- Mmmm no

- Que puedo follar con quien quiera sin tener remordimientos, mola ¿Eh?


Carlos se rio y dijo:

- Ajá

- Sí, a quien quiera y no estaría haciendo nada malo ¿No?

- ¿Tú crees?

- Claro, ahora puedo zorrear todo lo que quiera, soy una mujer libre

- Ya

- Lástima que mañana nos mudamos contigo y se me acabará la libertad


Uno de los acuerdos del divorcio era vender el piso ya que estaba a nombre de los dos, y cuando se lo dije a Carlos, él rápidamente me ofreció vivir con él, cosa que acepté de inmediato, no pensaba separarme de él por nada del mundo.


Carlos rio y dijo:

- ¿Te mudas conmigo y te quito la libertad? ¿Piensas que te voy a encadenar o qué?

- Mmmm mira, eso es interesante, que me ates y me hagas cositas jejeje

- Jajaja, entonces te quedas sin libertad y sin zorrear ¿No?


Me aparté de él haciéndome la ofendida:

- ¡¡Oye!! ¿Me estás diciendo que no soy una zorra contigo?

- Jajaja

- Porque puedo serlo más, mucho más

- No sé…

- Anda éste, te vas a enterar en casa si soy o no una zorrita, y de las buenas


Y le saqué la lengua para luego reírnos los dos. Le volví a besar y le dije poniendo voz seductora:

- Tengo una sorpresita preparada para esta noche, y ya me dirás si soy suficiente zorrita o no

- ¿Una sorpresa?

- Claro, para celebrar mi soltería y, lo mejor de todo, para celebrar que me vuelvo a enganchar de un tío, el hombre más atractivo del mundo


Carlos me miró con pena y dijo:

- Oh ¿Me abandonas?


Le di un pequeño empujón y le dije:

- Pero serás tonto, tú sigue así y verás como te quedas sin sorpresa

- Nooooo, eso no


Y nos reímos contentos. Entonces Carlos me miró a los ojos y dijo:

- Me encantan como te brillan tus preciosos ojos, Silvia ¿Te he dicho lo guapa que estás hoy?

- Sí, pero no me importa si me lo dices de nuevo

- Eres preciosa, Silvia

- Te quiero, Carlos

- Y yo a ti, Silvia, más de lo que nunca imaginarás


Y nos besamos. Estábamos que no parábamos de tontear el uno con el otro, y a mí me encantaba. Le dije:

- ¿Vamos y recogemos ya a Gema?

- Sí, entra en el coche, pero antes quiero llevarte a un sitio, vamos con tiempo ¿no?


Lo miré con malicia y dije:

- ¿Quieres que vayamos a tu casa para celebrar mi divorcio? Jejeje

- Jeje, bueno, ese tipo de celebración siempre está bien, pero no, no es eso

- Oh,que pena ¿Tengo que esperar a la noche para la gran celebración?

- Me temo que sí

- Mierda jajaja

- Jeje, bueno, entonces ¿Vamos?

- Sí, pero a ver si nos dicen algo en el trabajo jejeje

- No creo, el de RRHH no se entera de nada, dicen que anda enamorado y está medio lelo

- Que tonto eres jejeje ¿Dónde quieres ir?

- He estado pensando que mi casa está lejos del cole de Gema, y cerca no hay ningún buen cole ni parque

- Bueno, nos apañaremos

- Es que he encontrado una casa en una buena zona, cerca de un cole que está muy bien y...

- Ah, no, no nos vamos a meter ahora en líos económicos, tu casa es genial y allí estaremos muy bien los tres

- Pero…

- Que no, Carlos, sería feliz debajo de un puente contigo, aunque no con Gema, por Gema no me iría a un puente jeje

- Jejeje

- Pero que no, no nos vamos a meter en líos…

- No es un lío

- Sí lo es, Carlos, vamos a ir tranquilos y vivir bien en tu casa y…

- Hay una cosa que te tengo que contar, Silvia


Se había puesto serio y me asusté. No dije nada temiendo una mala noticia sobre su salud o algo así, pero se me había formado un nudo en el estómago de forma repentina. Él sonrió y dijo:

- Tranquila, no es nada malo

- Joe, Carlos, me ha sonado fatal como lo has dicho, no me des esos sustos, se me ha agarrado aquí el miedo y...

- Lo siento, lo siento, pero es algo que nunca te he contado

- Mierda, Carlos, que me estás asustando

- Verás, es sobre mi situación mmmm económica...

- ¿Qué pasa? ¿Es porque necesitas vender la casa? No pasa nada, buscamos una de alquiler y la pagamos entre los dos, eso no es…

- No, no jejeje


Y angustiada le pregunté:

- ¿Entonces?


Carlos
Terminé de contarle todo sobre mis negocios, propiedades y, principalmente, lo de la empresa. Silvia me miraba con la boca abierta. Terminé diciendo:

- Así que ya ves, problemas económicos ninguno, al contrario, así que podemos ir a ver esa casa, y si te gusta, nos mudamos allí


Silvia meneó la cabeza y dijo:

- No sé ni por qué me sorprendo, es tan típico de ti no querer hacerte notar

- Bueno, es que no es para…

- Espera, espera, a ver si lo entiendo… ¿Resulta que me he enamorado y me estoy acostando con un millonario que podría estar todo el día de fiesta en un yate tirándose a chicas de 20 años, y en cambio, se ha conformado con una madre divorciada treintañera?

- Bueno, una madre divorciada preciosa y cautivadora

- Que tonto eres jajajajaja

- Y millonario tampoco, solo que tengo una situación económica bastante desahogada


Y se empezó a reír con ganas. Luego, cuando se calmó, me miró y dijo:

- Eres de lo que no hay

- Ya me lo has dicho más veces

- Es que es la verdad


Y me miró divertida. Entonces dijo:

- Que conste que me he enamorado de ti antes de saber que eres un puñetero millonario

- ¿Seguro?

- ¿Qué? Pero serás…

- Jejeje


Entonces se puso seria y dijo:

- Carlos, yo no quiero nada especial, quiero vivir contigo, con eso tengo de sobra porque me siento segura, feliz, y veo como quieres a Gema, y como la cuidas, igual de bien que a mí, eso es más que suficiente para nosotras

- Lo sé, pero si podemos tener alguna comodidad extra vamos a aprovechar ¿No? Y hay que pensar en Gema… Venga, vamos a ver la casa y la zona, a mí me ha encantado pensando en Gema, ya verás, tiene un jardín precioso


Y ella sonrió antes de darme un beso.


Cristina
Me moví con la silla hasta quedar al lado de Héctor que estaba revisando algo junto a Esteban y Marcos, los programadores que llevaban unos meses con nosotros. Le pregunté:

- ¿Tienes un momento, Héctor?

- Eeee sí, ya hemos acabado…


Miró a los dos y les preguntó:

- ¿Alguna duda?


Ambos negaron y Héctor dijo:

- Pues venga, poneos con ello


Héctor estaba al cargo de los dos realizando su proyecto que había ideado hacía unos meses, y todo iba muy bien según nos contaba él en las reuniones con Carlos y Silvia. Le dije bajito:

- ¿Nos echamos un café y salimos fuera?

- Mmm vale


Cuando estuvimos en la calle, le dije:

- Me ha escrito Silvia

- Ah ¿Algún problema?

- No, no, ya es una mujer divorciada

- Ah, bien, bien. Está contenta ¿No?

- Sí, y ya se va a ir a vivir con Carlos

- Genial

- Dice que mañana quiere hacer Carlos una fiestecilla en la piscina de su casa, que si nos apuntamos… Vamos ¿No?

- Claro

- Genial, así estreno uno de los bikinis nuevos que compré la semana pasada con Silvia

- Jeje

- Bueno, le contesto que nos apuntamos

- ¿No van a venir al trabajo?

- Creo que no, dice que han ido a ver algo, que mañana nos cuentan

- Ah, vale

- Y me ha escrito tu madre, que nos invitan esta noche a cenar en ese restaurante que tanto les gusta

- Y te lo dice a ti porque sabe que le vas a decir que sí

- Jajaja, claro, le tengo que hacer la pelota a mi suegra


Lo cierto es que me llevaba de maravilla con mi suegra, me partía de risa con ella. Héctor dijo:

- Si no tienes ganas, dile que me duele la cabeza o algo, échame la culpa, se lo va a creer

- Pues claro que tengo ganas, pero si me lo paso genial


Y sonriéndole con malicia, le dije:

- El último día que salimos de compras, me contó un montón de cosas interesantes


Héctor puso los ojos en blanco y dijo:

- No me digas que te volvió a hablar de sexo

- Sí, jijiji, y me encanta

- Vaya dos

- Así sé de donde viene tu potencia sexual jiji

- ¿Po… potencia?

- Tu padre es como tú, es capaz de tirarse todo el día dale que te pego y…

- Dios, vale, vale, no necesito esa información

- Pues a mí me gusta saberlo, así sé lo que me espera en 30 años jiji


Héctor meneó la cabeza hasta que le dije:

- Me contó que en su 25 aniversario, tu padre se la folló durante…

- Chisst, chissst, para, no quiero saberlo, que eso fue el año pasado

- Jiji, pues la dejó muerta y…

- Ayyy, que no quiero saberlooooo

- Jajaja, que tonto, si es muy natural, y muy bonito lo mucho que se quieren y desean, y que siguen igual que cuando eran jovencitos

- Pufff

- Así me imagino yo a nosotros, nene, así


Entonces me miró sonriendo y dijo:

-De eso no tengas dudas


Silvia
Me miré al espejo del cuarto de baño y me gustó lo que vi. El pasado fin de semana había ido de compras con Cris y le había dicho que quería comprarme ropa interior muy sexy para celebrar mi divorcio/”arrejuntamiento” a lo grande, y nos habíamos tirado horas de tiendas y charla, había sido muy divertido. Me reía mucho con Cris viendo lo coladísima que seguía por Héctor, como se emocionaba hablando de él, y me di cuenta que a mí me pasaba lo mismo con Carlos, y me quedé sorprendida porque se suponía que yo era más madura que Cris, una mamá treintañera en proceso de divorcio con los pies en el suelo y con más experiencia en tíos y amores, pero ahí estaba yo, emocionada hablando de él y siendo consciente de que cada vez que me tocaba o me decía algo bonito, literalmente mojaba las bragas por él.


Al final había elegido algo clásico pero efectivo, taconazos, medias, liguero, tanga mínimo y sujetador a juego, todo negro, y todo me quedaba perfecto. Me puse de perfil y me miré. Me gustaba lo que veía, me sentía sexy, muy sexy. Mi culo era bastante aceptable, y sabía sin lugar a dudas, que a Carlos le encantaba. No era el culo de Cris pero aún estaba bien. Y mis piernas me gustaban y las medias me quedaban geniales.


Me volví a poner de frente al espejo y seguí la inspección. Mi vientre también estaba bien, plano. El problema eran mis tetas, pero eso no tenía remedio. Suspiré, estaba muy nerviosa, una tontería porque Carlos y yo follábamos bastante, todo lo que podíamos, pero es que el día había sido estresante y lleno de emociones, y esta noche tenía que ser perfecta para él, se lo merecía. Y rememoré lo que había pasado aquella tarde durante la visita a la casa.


Carlos estaba nervioso y ansioso, “vendiéndome” la casa que era magnífica y que estaba en el mejor barrio de la ciudad. Lo primero que hizo fue asegurarme que no era la que Carmen había elegido, y me reí. Luego, me enseñó la casa como si él fuera el vendedor. Cuando terminó el recorrido, me miraba ansioso y le dije:

- Carlos, esto es precioso pero es demasiado

- No, no, aquí Gema tendrá…

- Sí, pero es que la casa es muy grande, tiene montones de habitaciones y no necesitamos tantas, solo somos tres


Y entonces me lo dijo:

- Tres por ahora

- ¿Cómo?

- Silvia, sé perfectamente que quieres tener más hijos, y si no te cansas antes de mí, yo…


Me quedé de piedra. Era un tema que me preocupaba mucho. En efecto, quería tener más hijos, eso lo tenía muy claro, pero no me atrevía a decírselo aún, por miedo a asustarlo ya que entre que se veía mayor y lo que le pasó con su hijo, sabía que eso le daba mucho miedo. Además, llevábamos muy poco tiempo juntos y lo podía espantar si me ponía a hablar de niños. Nos quedamos unos segundos mirándonos, mi cara debía ser un poema y él empezó a titubear:

- Quiero decir, que mmmm que si mmmm


Entonces le cogí las manos y le dije:

- Claro que he pensado en tener hijos contigo, pero no sabía como decírtelo sin que te asustaras

- Silvia, me da pánico, pero contigo sí me atrevería a dar ese paso, no ahora mismo pero sí cuando estés segura que yo mmm te sirvo para eso

- Que tonto eres, que “si me sirves”, ayyyy, que tonto


Y me lo comí a besos. Y no me lo follé allí porque en la puerta estaba el vendedor de verdad, esperando ansioso.


Me reí en silencio. Estaba demasiado nerviosa, nerviosa y muy excitada. “Venga, Silvia, haz que sea una noche memorable para él, se merece eso y mucho más, y tú lo vas a disfrutar incluso más que él”. Cogí el pintalabios de un rojo intenso, y me lo puse. Me di un último repaso y salí del baño.


Carlos estaba acostado, esperando con la luz encendida, con una sábana por encima. Escuchó mis tacones y levantó la vista. Le dije:

- Mi sorpresita ¿Te gusta?


Y me giré 360 grados para que me viera bien. Y su reacción fue perfecta porque primero puso cara de asombro e inmediatamente de excitación, y sobre todo, por el bulto que apareció a los pocos segundos en la sábana mostrando su rápida erección. Me situé a los pies de la cama, sonriéndole, feliz por su reacción. Entonces le di la espalda y me incliné un poquito para mostrarle bien mi culo con el tanga y pensé “Esta noche me lo vas a follar por primera vez, cariño, estoy tan excitada que hasta tengo ganas de eso”.


Volví a girarme y lo miré:

- Bueno ¿No dices nada? ¿Te gusta o no?

- Silvia, eres… eres… eres perfecta


Le sonreí, sabía que eso era mentira, estaba lejos de ser perfecta, pero tenía clarísimo que a sus ojos lo era, y con eso me bastaba y sobraba. Cogí la sábana y la fui deslizando lentamente para ir viendo su cuerpo desnudo poco a poco. Sabía que Carlos era un hombre maduro con cuerpo de hombre maduro, pero a mis ojos, era un cuerpo tremendamente atractivo, me gustaba verlo desnudo, me excitaba, y por eso lo desnudé lentamente, regodeándome en el momento. Y cuando su polla apareció totalmente erguida, le sonreí. Carlos tenía una buena polla y no necesitaba tomar viagra ni nada, y ahí estaba, recta y dura sin haberme aún tocado, solo por verme. Me encantaba.


Me subí a la cama y fui a 4 patas hacia él. Nos miramos a los ojos y le dije:

- Entonces ¿Puedo ser una zorrita?

- Eres una mujer libre ¿No?

- Ajá

- Que se puede acostar con quien le apetezca ¿No?

- Eso es

- ¿Y con quién te apetece?

- Mmmm no lo sé, estoy dudando entre el del butano, el panadero o el chico del sexto que parece que está macizorro

- Ah, el del butano, que clasicazo ¿no?

- Claro

- Lástima que tengas gas y no bombona

- Un detalle menor


Entonces le puse un dedo en el pecho y se lo acaricié lentamente, sin dejar de mirarnos a los ojos y le dije:

- O quizás me acueste con el tío bueno que está ahora mismo desnudo en mi cama

- ¿Quizás?

- Quizás, no sé, depende

- ¿De qué depende?

- De si tiene ganas de follarse a una zorrita que está muy, muy cachonda


Y ya no pudo aguantar más y me acercó a él para besarme, beso que se transformó rápidamente en un morreo apasionado mientras sus manos recorrían ansiosamente mi cuerpo. Mi sujetador voló rápidamente y sus manos acariciaron mis pequeños pechos pero que a él tanto le gustaban. Y cuando quiso tumbarme boca arriba en la cama para follarme o comerme, me resistí y dejé de besarlo diciéndole:

- No, no


Él me miró entre desesperado y ansioso. Le dije cogiéndole la polla:

- Hoy mando yo, y primero quiero comerme esto


Y comencé a chupársela. Ya le había mostrado muchas veces lo buena que era mamándola pero hoy pensaba hacerle una mamada espectacular, y me moría de ganas de hacérsela. Comencé lentamente, mirándolo, mientras movía mi cabeza en un rítmico sube y baja pero solo con la punta, mientras mi lengua no paraba de moverse. Poco a poco me fui metiendo más polla en mi boca, pensaba llegar hasta la garganta porque quería comérmela entera.


Y entonces lo escuchamos “MAMIIII”. Me quedé quieta, con su polla en mi boca, esperando mientras pensaba “no, no, no”. Lo miré, Carlos también estaba expectante mirando hacia la puerta. Por un momento albergué la esperanza de que solo había sido una llamada en sueños, pero entonces llegó claro “PAPIII, mi barriguita” y sollozos. Me levanté de inmediato mientras Carlos decía “Ya voy”. Busqué mi bata y salí rápido de la habitación mientras me la ponía y decía en alto “Voy, cariñito, voy”.


Entré en la habitación de Gema que ya lloraba y la abracé. Carlos llegó al poco, también con una bata y cuando Gema lo vio, dijo “Papi, me duele”. Gema había empezado a llamar papá a Carlos desde hacía unas semanas, para gran alegría de él y mía, y gran disgusto de Antonio. Había sido de lo poco por lo que habíamos discutido durante la separación porque él creía que era cosa mía, pero no, había sido cosa de Gema al vernos siempre juntos a Carlos y a mí, dándonos besos y acariciándonos cariñosamente. Ahora decía que tenía dos papis.


Carlos le dijo unas palabras de cariño mientras sacaba las cosas para comprobar el azúcar. Hizo todo mientras yo la abrazaba y cuando comprobamos que todo estaba bien y solo era un dolor normal, nos tranquilizamos. Entonces Gema empezó a chuparse el pulgar, manía que había cogido recientemente como cuando era un bebé y dijo:

- ¿Puedo dormir con vosotros, porfi?


Miré a Carlos que sonrió y dijo:

- Claro que sí, cariñito


No era la primera noche que pasaba algo así y Carlos sabía que yo ya no iba a ser capaz de dejarla sola. La cogió en brazos y la llevó al dormitorio donde la puso en el medio de la cama mientras yo iba al baño a ponerme el pijama. Cuando nos acostamos con Gema entre medias de los dos, le dije muy bajito:

- Lo siento, lo siento


Vi su sonrisa en la casi oscuridad y dijo:

- No, importa, cariño, hay muchas noches

- Pero quería que esta noche fuera especial, lo siento de verdad

- No tienes culpa de nada, Silvia, ni Gema tampoco, por favor, no te disculpes por algo así, son cosas que pasan, solo eso… y todas las noches son especiales contigo


Lo miré con un cariño que me oprimía el corazón. Entonces me dijo:

- Y me ha encantado tu sorpresa, estabas espectacular, eres fabulosa

- Te lo compensaré

- Me lo compensas todos los días estando conmigo, cariño, soy muy afortunado

- Te quiero, Carlos

- Ni una pizca de lo que yo te quiero, Silvia


Le di un beso y me hubiera encantado abrazarlo fuerte pero con Gema entre nosotros no podía ser, así que me conformé cogiéndole de la mano. Y sonreí, él no era capaz de hacerse una idea de lo mucho que lo quería.


Al día siguiente, Cris y Héctor llegaron temprano y estrenamos la nueva temporada de piscina, pasándonoslo en grande los cinco. Al medio día, los chicos comenzaron a preparar todo para la barbacoa y Cris y yo nos tumbamos a tomar el sol, sin dejar de vigilar a Gema que jugaba en el césped. Cris me contó:

- Anoche me moría de risa con la madre de Héctor

- ¿Y eso?

- Está super salida jijiji

- Cuenta, cuenta

- Fuimos a cenar y luego a tomar algo a un bar, y no paraba de decirme todo lo que pensaba hacerle al marido esa noche porque ahora que están solos en su casa, follan muchísimo jajaja

- Anda

- Sin Héctor y el hermano en casa que se ha ido a estudiar fuera, pues están que no paran

- Jaja

- Y me da consejos y todo jajaja


Cris reía feliz. Ahora siempre estaba feliz y sonriente. Entonces me preguntó:

- Oye ¿Y tu fiesta especial de divorcio? ¿Le gustó a Carlos el conjuntito? Jajaja, que tontería de pregunta jaja

- Le encantó pero…


Y le conté con pena lo ocurrido. Y terminé diciéndole:

- Y me quedé con las ganas, porque él tenía pero yo… uffff, estaba loca de ganas jejeje

- Que pena, pero esta noche seguro que sí ¿No?

- Ya te digo, esta noche lo pienso dejar para el arrastre jajajaja, tengo que compensar lo de anoche, que lo pensaba destrozar y ya ves tú

- Entonces mejor no te cuento lo que hicimos mi nene y yo cuando llegamos a casa anoche jajaja

- Que guarra eres, ahí, ahí, restregándomelo bien

- O mejor no te cuento lo que hicimos por la tarde, dos veces, o esta mañana al levantarnos jajaja

- Pero serás…


Y le tiré una toalla entre risas y gritos de las dos. Entonces escuchamos a Carlos decir a voces:

- ¿De qué os reís tanto?

- Cris, que es muy mala persona y no sabe lo que es la compasión por una amiga


Y Cris se partía de risa mientras Carlos y Héctor nos miraban sin entender nada. Gema llegó riendo y queriendo participar, y empezamos a hacerle cosquillas y nos tiramos con ella a la piscina. Tras un poco de juego, ya calmadas y dentro del agua, le pregunté:

- Oye, ¿y Mónica ha vuelto a dar señales de vida?


Hacía un par de meses había llamado a Héctor para intentar convencerlo de ir donde ella estaba, en la India, que lo echaba mucho de menos. Héctor le había contado que estaba con Cris y Mónica se había enfadado mucho, y había llamado a Cris para insultarla, llamarla roba novios y un montón de cosas. Cris me miró y afirmó con la cabeza diciendo:

- Ah, no te hemos contado… La hemos visto en sus redes sociales colaborando con una ONG, y parece que está con alguien, se la veía contenta y abrazada a él

- Ah ¿Quién? ¿El hippie ese que fue con ellos al viaje?

- No, no, Héctor cree que se liaron pero duró poco, desapareció pronto de sus redes sociales… El nuevo es chino o algo así, asiático

- Ah

- Parece que está bien, feliz con sus viajes y con ese chico

- Bien por ella ¿No?

- Sí, a ver si aprende a no dejar ir a novios buenorros jajaja ahhh, espera, que no te he contado lo mejor

- ¿De Mónica?

- No, de mis ex

- ¿Te han llamado?

- No, no, que va, aghhh, quita, quita

- Jejeje

- Es que me encontré con una chica que era novia de uno de los amigos de Alberto y me estuvo contando sobre ellos

- ¿Les va bien?

- Me contó que estuvieron de folla amigos un tiempo pero viéndose de tarde en tarde porque Sara se fue a su pueblo. Allí, el padre la puso a trabajar en el campo jajajajaja, no me la puedo imaginar trabajando en el campo jajajajaja


Cris se partía de risa imaginando a esa chica trabajando. Cuando terminó de reírse, dijo:

- Pero duró poco, claro, Sara no está hecha para esas cosas

- Ya

- Se enfadó con sus padres y se fue a vivir con unos tíos, pero tampoco duró mucho allí y se fue a mmmm no recuerdo a qué ciudad me dijo la chica… bueno, la cosa es que me dijo que Sara se puso a trabajar...


Cris bajó mucho la voz para decir:

- De escort

- Hostias

- Sí, eso dice la chica que le dijo Alberto

- Que fuerte ¿No?

- Es que sin el dinero de papá y sin querer trabajar, pocas opciones le quedaban

- Que pena de muchacha

- Ya

- ¿Y Alberto?

- Está haciendo trabajillos de portero de discotecas y cosas así

- ¿Dejó las oposiciones?

- Ajá, el padre lo obligó a ponerse a trabajar si quería vivir en su casa. Lo llevó a su obra para trabajar de albañil pero Alberto no duró mucho, lo echaron, y no me extraña porque mira que es flojo, no era capaz ni de hacerse un bocadillo

- Como Antonio

- Pero estará contento, seguro que se hincha de follar en las discotecas, eso es lo que le importa, follar y divertirse

- ¿Y no se ha hecho puto? Sabía follar ¿No?

- Sí, peor que Carlos y mi Héctor, pero tiene cuerpazo, sí, podría haber hecho como Sara, pero yo creo que no lo ha hecho porque no sabe como hacerlo, muy listo no es jajaja

- Jajaja

- Yo tampoco es que sea muy lista porque hay que ver lo tonta que fui con esos dos, cada vez que lo pienso..

- Ahora es fácil verlo, en ese momento no

- Ya, pero lo peor de todo es que tenía al amor de mi vida al lado mía y no lo veía ¿Cómo pude estar tan ciega? No me lo explico

- ¿Me lo cuentas a mí?


Y las dos nos reímos. Las dos miramos a la zona de la barbacoa donde estaban los dos liados. Le dije a Cris:

- Mira que guapos

- Sí, jiji

- Menos mal que hoy Gema se dormirá agotada con tanta piscina, porque pienso comérmelo enterito jajaja

- Jajaja, eso, eso, jajaja


Entonces recordé algo y le dije:

- Ah, te tengo que contar donde me llevó ayer Carlos y lo que me dijo


Y empecé a contarle emocionada lo del chalet y su idea sobre las habitaciones.


Carlos
No parábamos de escuchar las risas de la dos chicas, cosa que me encantaba porque era una maravilla estar rodeado de risas y buen ambiente. Miré a Héctor que sonreía mientras cortaba tomates, disfrutando también de esas risas. Entonces escuchamos ruido de agua y los dos miramos a la piscina para verlas salir, y nos quedamos abobados mirándolas, tan guapas y sexis en bikini, con los reflejos del sol en sus cuerpos húmedos. Le dije:

- Menuda suerte tenemos, Héctor

- Ya te digo, Carlos

- Tenemos que cuidarlas muy bien, somos muy afortunados

- Lo sé, lo sé

- ¿Aún temes que Cris no sea para ti?

- Claro, es demasiado guapa y lista para mí

- Ya, jeje, me suena esa forma de pensar

- Pero estamos muy bien, estamos genial, sé que me quiere mucho

- Así es

- Mmmm Te… te quería pedir consejo con una cosa, Carlos


Lo miré extrañado y asentí:

- Ya sabes lo de la familia de Cris

- Ajá

- He mmmm he estado intentando hablar con ellos para ver si puede haber un acercamiento

- Anda

- Es que Cris los echa mucho de menos, ya lo sabes, a sus hermanos, no a su madre

- Lo sé, se siente muy culpable por lo que pasó

- Sí… Pues eso, intenté hablar con ellos y fue difícil, no querían saber nada, pero un día me respondió el hermano paralítico y estoy hablando con él sobre Cris ¿Crees que estoy haciendo mal?

- ¿Mal? ¿El qué?

- Hacer esto a escondidas de ella, es que si sale mal no quiero que se lleve una desilusión

- Ya ¿Y qué dice el hermano?

- Al principio todo fue mal, era muy borde, pero le insistí y poco a poco me ha dicho que no se lleva bien con la madre, que ella siempre le ha echado la culpa a Cris de todo, pero que él recuerda que quien le empujó no fue Cris, y cada vez lo noto más dispuesto a verse con Cris ¿Crees que hago mal?


Le puse una mano en el hombro y le dije:

- No, si lo consigues, la harás muy feliz, está muy traumatizada con eso y si ese hermano la perdona, la ayudará mucho

- Ya, eso espero… Entonces ¿Sigo intentándolo?


Me lo pensé unos segundos y asentí pero le dije:

- Si te parece bien, se lo contaré a Silvia, ella es muy perceptiva y entiende mucho mejor los sentimientos que yo

- Gracias, estaría genial, pero no le digáis nada a Cris, no sé como va a acabar esto

- Tranquilo


Y lo miré. Era un gran chico y se estaba convirtiendo en un gran hombre cada vez más seguro de sí mismo. Y si conseguía lo que se había propuesto y los hermanos hacían las paces, la haría muy feliz.


Al poco llegaron las chicas y nos pusimos a preparar la carne y tuvimos un almuerzo entre risas, besos y miradas llenas de cariño, éramos una familia de verdad.


Y para el postre, fui a la cocina y volví con una bandeja de dulces, la puse en la mesa, dándole a Gema un dulce que ella podía comer sin problema, y a Silvia le serví uno que sabía que le encantaba.


Silvia
Me sentía exultante, estaba siendo un día perfecto. Miré a Gema que, sentada en el suelo, le daba mordiscos a su dulce especial para ella, contenta mientras leía su libro de cuentos.


Miré a Cris y Héctor, que entre risas y mimos, compartían sus dulces, siempre compartían todo. Y miré a Carlos, que me miraba fijamente, sonriendo, y sentí como por dentro me recorría una ola de felicidad, amor.. me parecía increíble lo mucho que lo quería y lo bien que me sentía a su lado. Me incliné, le di un beso y le dije bajito:

- Te quiero, amor

- Ni una pizca de lo que yo te quiero a ti


Me reí pensando que nunca sería capaz de expresarle con palabras lo muchísimo que le quería, y le di un mordisco a mi dulce. Entonces vi algo dentro del dulce. Dije:

- Oh, mierda, mi dulce tiene algo dentro, tened cuidado


Tiré de esa cosa con algo de asco. Lo miré y vi que era una bolsita con algo dentro. Entonces me fijé mejor y vi lo que era… Nerviosa, lo cogí, desenvolví y me quedé boquiabierta mirando un anillo. Entonces, Carlos se puso delante mía, con una rodilla en el suelo y me dijo:

- Silvia, eres la mujer de mi vida y no puedo imaginar mi vida sin ti


Se hizo un silencio total. Carlos, muy nervioso, carraspeó y mientras cogía el anillo de mi mano y me lo ponía en un dedo, preguntó:

- ¿Te…. Te casarías conmigo?


Lo miré con la boca abierta. Miré a mi alrededor, todos estaban quietos, expectantes mirándonos, hasta Gema nos miraba con la boca abierta. Me arrodillé junto a Carlos y lo abracé llorando mientras respondía:

- SÍ, SÍ, SÍÍÍÍÍÍÍ​
 

Leer después del 68

Epílogo​

Días después
El abogado


Esperé a que el funcionario de prisiones me diera paso y entré en la sala donde me esperaba mi clienta. La miré unos segundos antes de dirigirme a la mesa. Tenía un aspecto desmejorado, bastante desmejorado respecto al primer día que la conocí hacía unos meses. Entonces me pareció una mujer tremendamente atractiva, una morena altiva, muy sensual y acostumbrada a que todos los hombres giraran la cabeza al verla pasar. Ahora era una sombra de aquella mujer. Quizás fuera la falta de maquillaje, el uniforme de prisión,… pero no, no era solo eso, era más, era su ánimo, había perdido su seguridad.


La saludé y me senté frente a ella. Carmen me dijo rápidamente:

- ¿Qué tal ha ido? ¿Me ayudará? ¿Lo hará?


Carraspeé. Carmen tenía problemas serios, muy serios. Además de los cargos por prostitución, drogas y extorsión, estaba el cargo por los menores. Encima, su socio, Jamal, había declarado en su contra para rebajar su propia condena, presentando pruebas donde la involucraba como la cabecilla de toda la trama. Y luego estaban los videos, los de prostitución y, sobre todo, con los menores. Y la cantidad de correos hablando de las extorsiones. Tenía que reconocer que Jamal había sido hábil delegando todo ese trabajo en Carmen, sin aparecer él directamente. Y Carmen había sido muy ingenua.


La miré y negué con la cabeza. Ella dijo:

- No, no puede ser

- Carmen, lo siento pero dice que no quiere…

- Pero ¿Le has dicho lo que te dije? ¿Se lo has dicho todo?

- Sí, claro y…

- ¿Sabe que me han quitado a mi hijo? ¿Sabe que era Jamal quien se encargaba de todo? ¿Que se ha aprovechado de mí? ¿Se lo has dicho?

- Sí, todo pero..

- NO, NO, NO

- Carmen, no grites, vendrán y…

- Tenías que haberle dicho que viniera a verme, yo lo hubiera convencido, siempre he sabido como…

- No quiere venir

- No puede ser, Carlos no puede abandonarme también


Meneé la cabeza con tristeza. Carmen, tras conocer la traición de Jamal, había depositado todas sus esperanzas en ese tal Carlos, un ex que había roto con ella al darse cuenta de como era. Ella lo tenía en alta consideración, por su dinero y porque decía que era muy inteligente, que algo se le ocurriría para ayudarla. Era una ilusión fruto de su desesperación, ese hombre nada podía hacer frente al peso de las pruebas en contra de ella.


Carmen me miró con lágrimas en los ojos. Dijo:

- No, tienes que convencerlo para que venga, Carlos es muy generoso, seguro que si sabe la verdad me ayudará, él es la persona más inteligente que conozco, y tiene dinero, seguro que puede…

- Carmen, no va a venir

- Sí, tú háblale de mi hijo, eso lo enternecerá y seguro que viene y entonces yo lo convenceré y…

- Carmen, este fin de semana se casa y se va de viaje


Carmen me miró con sorpresa total. Luego dijo incrédula:

- No, no se puede casar, él no, él me perdió y no…

- Sí, se casa

- ¿Con quién?

- Creo que se llama… A ver, déjame ver, lo tengo apuntado por aquí… Trabaja con él.. Ah, sí, aquí lo tengo, se llama Silvia…

- ¡¡NO, ESA NO!!

- Carmen, no grites, que los funcionarios van a venir y...

- Será hija de puta esa zorra, es que lo sabía, sabía que estaba detrás de él, la muy zorra mosquita muerta, seguro que se enteró de la pasta que tiene Carlos y ha dejado al gilipollas del marido y…

- Carmen, se van a casar, deja de pensar en ese hombre, tenemos que ver las alternativas para…

- No, no, déjame pensar…


Me callé. La miré, daba un poco de miedo su mirada desquiciada. Pensé en la entrevista con el tal Carlos. Había tenido que ir a su despacho, y llamó a la tal Silvia a pesar de que le insistí que era algo privado, pero se negó. Y la tal Silvia, además de ser una mujer muy atractiva, me pareció que era una persona de carácter y muy inteligente. Los dos me escucharon, y hablar con ellos era como hablar con una sola persona, opinaban exactamente lo mismo y se terminaban las frases del otro sin problema ni dudas, los dos estaban extremadamente compenetrados. No me había parecido para nada que esa mujer fuera una caza fortunas.


De repente, Carmen dijo:

- Me da igual esa zorra, cuando salga de aquí, Carlos será mío y la abandonará, pero tienes que traerlo, tengo que hablar con él y…


Carmen desvariaba totalmente. Negué con la cabeza mientras le decía:

- Carmen, no va a venir

- Sí, coño, tú haz tu puto trabajo y que…

- Carmen, sabe lo de los videos con menores


La cara de Carmen cambió mostrando una sorpresa total. Tras unos segundos digiriendo la nueva información, dijo:

- Pero le dirías que estaba drogada, que no sabía que hacía, que no fue cosa mía, que…

- Carmen, saben también lo de los correos donde tú arreglaste todo, no sé como pero lo sabe


Carmen se echó para atrás como si le hubiera dado una bofetada. Esta vez no dijo nada durante casi un minuto. De repente, su cara cambió a una expresión de furia que me asustó:

- Él, fue él

- ¿Qué? ¿A qué te refieres?

- Esas zorras le dieron el puto portátil a él… Y Carlos me denunció

- No según las…

- Te he dicho que es muy inteligente, fue él, el hijo de puta que me ha hecho todo esto, él lo preparó para que todo el proceso fuera legal, pero fue él, te lo digo yo

- Eso no importa ya, Carmen, ahora tenemos que ver como podemos rebajar los años que te van a caer por…

- Sí, pero me dan igual los años, cuando salga de aquí ese hijo de puta va a saber quien soy, te lo juro, se va a arrepentir de haberme hecho esto


FIN
 
Bueno, pues se acabó el culebrón de estos cuatro compañeros. El último capítulo es que me salió demasiado largo y lo tuve que dividir en dos, pero como en realidad es uno, pensé que lo mejor era publicarlos a la vez, pero es que esta mañana me lie mucho en el trabajo.


Gracias a los que habéis llegado hasta el final, sé que ha sido un relato demasiado largo, y eso que he recortado mucho, por ejemplo, el capítulo donde se resuelve lo de Laira/Yolanda eran 3 capítulos originalmente, pero metí tijera y resumí varios eventos de 2 o 3 páginas en varios párrafos, o la misma historia de esas dos chicas la he acortado mucho respecto a lo que pensaba hacer inicialmente. Y lo mismo pasa con Marina, iba a tener más protagonismo pero al final solo ha estado para crear un pelín de incertidumbre sobre lo que haría Carlos. Y otras cosas que tenía pensadas pero es que se me estaba haciendo bola el relato durante la escritura de esta cuarta parte, es mucho tiempo escribiendo, al menos para mí.


En fin, 711 páginas me indica mi fichero para una historia bastante simple, es que mira que me he enrollado a veces :rolleyes:


Así que nada, dejemos descansar a nuestro santo varón y sus amigos en este final feliz, aunque he dejado abierta una rendija por si algún día me da por volver a estos personajes, quien sabe ;)


Gracias, queridos lectores.​
 

Leer después del 68

Epílogo​

Días después
El abogado


Esperé a que el funcionario de prisiones me diera paso y entré en la sala donde me esperaba mi clienta. La miré unos segundos antes de dirigirme a la mesa. Tenía un aspecto desmejorado, bastante desmejorado respecto al primer día que la conocí hacía unos meses. Entonces me pareció una mujer tremendamente atractiva, una morena altiva, muy sensual y acostumbrada a que todos los hombres giraran la cabeza al verla pasar. Ahora era una sombra de aquella mujer. Quizás fuera la falta de maquillaje, el uniforme de prisión,… pero no, no era solo eso, era más, era su ánimo, había perdido su seguridad.


La saludé y me senté frente a ella. Carmen me dijo rápidamente:

- ¿Qué tal ha ido? ¿Me ayudará? ¿Lo hará?


Carraspeé. Carmen tenía problemas serios, muy serios. Además de los cargos por prostitución, drogas y extorsión, estaba el cargo por los menores. Encima, su socio, Jamal, había declarado en su contra para rebajar su propia condena, presentando pruebas donde la involucraba como la cabecilla de toda la trama. Y luego estaban los videos, los de prostitución y, sobre todo, con los menores. Y la cantidad de correos hablando de las extorsiones. Tenía que reconocer que Jamal había sido hábil delegando todo ese trabajo en Carmen, sin aparecer él directamente. Y Carmen había sido muy ingenua.


La miré y negué con la cabeza. Ella dijo:

- No, no puede ser

- Carmen, lo siento pero dice que no quiere…

- Pero ¿Le has dicho lo que te dije? ¿Se lo has dicho todo?

- Sí, claro y…

- ¿Sabe que me han quitado a mi hijo? ¿Sabe que era Jamal quien se encargaba de todo? ¿Que se ha aprovechado de mí? ¿Se lo has dicho?

- Sí, todo pero..

- NO, NO, NO

- Carmen, no grites, vendrán y…

- Tenías que haberle dicho que viniera a verme, yo lo hubiera convencido, siempre he sabido como…

- No quiere venir

- No puede ser, Carlos no puede abandonarme también


Meneé la cabeza con tristeza. Carmen, tras conocer la traición de Jamal, había depositado todas sus esperanzas en ese tal Carlos, un ex que había roto con ella al darse cuenta de como era. Ella lo tenía en alta consideración, por su dinero y porque decía que era muy inteligente, que algo se le ocurriría para ayudarla. Era una ilusión fruto de su desesperación, ese hombre nada podía hacer frente al peso de las pruebas en contra de ella.


Carmen me miró con lágrimas en los ojos. Dijo:

- No, tienes que convencerlo para que venga, Carlos es muy generoso, seguro que si sabe la verdad me ayudará, él es la persona más inteligente que conozco, y tiene dinero, seguro que puede…

- Carmen, no va a venir

- Sí, tú háblale de mi hijo, eso lo enternecerá y seguro que viene y entonces yo lo convenceré y…

- Carmen, este fin de semana se casa y se va de viaje


Carmen me miró con sorpresa total. Luego dijo incrédula:

- No, no se puede casar, él no, él me perdió y no…

- Sí, se casa

- ¿Con quién?

- Creo que se llama… A ver, déjame ver, lo tengo apuntado por aquí… Trabaja con él.. Ah, sí, aquí lo tengo, se llama Silvia…

- ¡¡NO, ESA NO!!

- Carmen, no grites, que los funcionarios van a venir y...

- Será hija de puta esa zorra, es que lo sabía, sabía que estaba detrás de él, la muy zorra mosquita muerta, seguro que se enteró de la pasta que tiene Carlos y ha dejado al gilipollas del marido y…

- Carmen, se van a casar, deja de pensar en ese hombre, tenemos que ver las alternativas para…

- No, no, déjame pensar…


Me callé. La miré, daba un poco de miedo su mirada desquiciada. Pensé en la entrevista con el tal Carlos. Había tenido que ir a su despacho, y llamó a la tal Silvia a pesar de que le insistí que era algo privado, pero se negó. Y la tal Silvia, además de ser una mujer muy atractiva, me pareció que era una persona de carácter y muy inteligente. Los dos me escucharon, y hablar con ellos era como hablar con una sola persona, opinaban exactamente lo mismo y se terminaban las frases del otro sin problema ni dudas, los dos estaban extremadamente compenetrados. No me había parecido para nada que esa mujer fuera una caza fortunas.


De repente, Carmen dijo:

- Me da igual esa zorra, cuando salga de aquí, Carlos será mío y la abandonará, pero tienes que traerlo, tengo que hablar con él y…


Carmen desvariaba totalmente. Negué con la cabeza mientras le decía:

- Carmen, no va a venir

- Sí, coño, tú haz tu puto trabajo y que…

- Carmen, sabe lo de los videos con menores


La cara de Carmen cambió mostrando una sorpresa total. Tras unos segundos digiriendo la nueva información, dijo:

- Pero le dirías que estaba drogada, que no sabía que hacía, que no fue cosa mía, que…

- Carmen, saben también lo de los correos donde tú arreglaste todo, no sé como pero lo sabe


Carmen se echó para atrás como si le hubiera dado una bofetada. Esta vez no dijo nada durante casi un minuto. De repente, su cara cambió a una expresión de furia que me asustó:

- Él, fue él

- ¿Qué? ¿A qué te refieres?

- Esas zorras le dieron el puto portátil a él… Y Carlos me denunció

- No según las…

- Te he dicho que es muy inteligente, fue él, el hijo de puta que me ha hecho todo esto, él lo preparó para que todo el proceso fuera legal, pero fue él, te lo digo yo

- Eso no importa ya, Carmen, ahora tenemos que ver como podemos rebajar los años que te van a caer por…

- Sí, pero me dan igual los años, cuando salga de aquí ese hijo de puta va a saber quien soy, te lo juro, se va a arrepentir de haberme hecho esto


FIN
Genial muchisimas gracias @FranRel me ha encantado de principio a fin, gran relato y con un final digno de la mejor película, espero con ganas tus proximos relatos, de nuevo gracias por haberme hecho disfrutar :aplausos1::aplausos1::aplausos1:

Te deseo muchos éxitos en tus futuros proyectos.
 
Bueno, pues se acabó el culebrón de estos cuatro compañeros. El último capítulo es que me salió demasiado largo y lo tuve que dividir en dos, pero como en realidad es uno, pensé que lo mejor era publicarlos a la vez, pero es que esta mañana me lie mucho en el trabajo.


Gracias a los que habéis llegado hasta el final, sé que ha sido un relato demasiado largo, y eso que he recortado mucho, por ejemplo, el capítulo donde se resuelve lo de Laira/Yolanda eran 3 capítulos originalmente, pero metí tijera y resumí varios eventos de 2 o 3 páginas en varios párrafos, o la misma historia de esas dos chicas la he acortado mucho respecto a lo que pensaba hacer inicialmente. Y lo mismo pasa con Marina, iba a tener más protagonismo pero al final solo ha estado para crear un pelín de incertidumbre sobre lo que haría Carlos. Y otras cosas que tenía pensadas pero es que se me estaba haciendo bola el relato durante la escritura de esta cuarta parte, es mucho tiempo escribiendo, al menos para mí.


En fin, 711 páginas me indica mi fichero para una historia bastante simple, es que mira que me he enrollado a veces :rolleyes:


Así que nada, dejemos descansar a nuestro santo varón y sus amigos en este final feliz, aunque he dejado abierta una rendija por si algún día me da por volver a estos personajes, quien sabe ;)


Gracias, queridos lectores.​
Muchas gracias a ti por el esfuerzo que supone montar una historia como esta o como todas las anteriores. Las mañanas ya no seran igual ahora que no aparecera cada dia publicada la continuacion del relato.
 
Bueno, pues se acabó el culebrón de estos cuatro compañeros. El último capítulo es que me salió demasiado largo y lo tuve que dividir en dos, pero como en realidad es uno, pensé que lo mejor era publicarlos a la vez, pero es que esta mañana me lie mucho en el trabajo.


Gracias a los que habéis llegado hasta el final, sé que ha sido un relato demasiado largo, y eso que he recortado mucho, por ejemplo, el capítulo donde se resuelve lo de Laira/Yolanda eran 3 capítulos originalmente, pero metí tijera y resumí varios eventos de 2 o 3 páginas en varios párrafos, o la misma historia de esas dos chicas la he acortado mucho respecto a lo que pensaba hacer inicialmente. Y lo mismo pasa con Marina, iba a tener más protagonismo pero al final solo ha estado para crear un pelín de incertidumbre sobre lo que haría Carlos. Y otras cosas que tenía pensadas pero es que se me estaba haciendo bola el relato durante la escritura de esta cuarta parte, es mucho tiempo escribiendo, al menos para mí.


En fin, 711 páginas me indica mi fichero para una historia bastante simple, es que mira que me he enrollado a veces :rolleyes:


Así que nada, dejemos descansar a nuestro santo varón y sus amigos en este final feliz, aunque he dejado abierta una rendija por si algún día me da por volver a estos personajes, quien sabe ;)


Gracias, queridos lectores.​
Muchas gracias a ti 👏👏👏
 
Bueno, pues por desgracia ya se ha acabado el relato. Fantástico, como nos tienes acostumbrados con todo lo que publicas.

Me ha encantado el final y me ha sorprendido bastante el epílogo. Todos los temas han quedado cerrados y a la vez un final algo abierto con esa escena de Carmen.

Espero poder leerte con algo nuevo pronto.
 
Genial. Como siempre, FranRel un artista contando historias. Me tenías enganchado, y ahora me apena que haya terminado.
P.S.: Me habría gustado que hiciese a Cris y Héctor partícipes de su historia (la de ser dueño de la empresa) y que les diese más responsabilidad en el trabajo, que les ascendiese.
 
Fantástico relato, amigo Franrel.
Todo ha quedado magníficamente cerrado, y como tú has dicho, has dejado un fleco del que seguir tirando, si algún día te apetece.
Entre los personajes de Carlos y Silvia, tan sólo ha habido una evolución, hacia el reconocimiento de lo que ya sentían el uno por el otro desde mucho tiempo atrás.
Y magníficamente plasmado, el comportamiento psicopático de Carmen:
Los delincuentes más depravados, siempre culpan a otros de sus desgracias, jamás asumen su responsabilidad.
En fin... Nos has hecho pasar unos ratos muy agradables con tu historia. Por mi parte, estoy encantado con sus tiempos, su desarrollo y su finalización.
Después de leerla, entiendes que así debía ser, y que no cabían las prisas o la impaciencia.
Un afectuoso saludo.
 

Que pena, que se haya acabado, a mi no me ha parecido tan largo. A ver ahora con quien comparto yo mis desayunos.

Aunque las parejas de Cris/Héctor y Carlos/Silvia ya se intuían desde el principio de esta historia, el recorrido para llegar a ese desenlace ha sido verdaderamente emocionante.

Te agradezco sinceramente tu esfuerzo y dedicación.

Hasta tu próxima historia; tómate el tiempo que necesites, pues las prisas rara vez son beneficiosas.

¡Enhorabuena querido autor!
 
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