Bueno, pues se acabó el culebrón de estos cuatro compañeros. El último capítulo es que me salió demasiado largo y lo tuve que dividir en dos, pero como en realidad es uno, pensé que lo mejor era publicarlos a la vez, pero es que esta mañana me lie mucho en el trabajo.
Gracias a los que habéis llegado hasta el final, sé que ha sido un relato demasiado largo, y eso que he recortado mucho, por ejemplo, el capítulo donde se resuelve lo de Laira/Yolanda eran 3 capítulos originalmente, pero metí tijera y resumí varios eventos de 2 o 3 páginas en varios párrafos, o la misma historia de esas dos chicas la he acortado mucho respecto a lo que pensaba hacer inicialmente. Y lo mismo pasa con Marina, iba a tener más protagonismo pero al final solo ha estado para crear un pelín de incertidumbre sobre lo que haría Carlos. Y otras cosas que tenía pensadas pero es que se me estaba haciendo bola el relato durante la escritura de esta cuarta parte, es mucho tiempo escribiendo, al menos para mí.
En fin, 711 páginas me indica mi fichero para una historia bastante simple, es que mira que me he enrollado a veces
Así que nada, dejemos descansar a nuestro santo varón y sus amigos en este final feliz, aunque he dejado abierta una rendija por si algún día me da por volver a estos personajes, quien sabe
Gracias, queridos lectores.
Coño, que pareces Carlos, que si "demasiado largo", que si "me he enrollado", que si "gracias a los que habéis llegado hasta el final", claro aquí sufriendo para llegar no te jode, que si "se me estaba haciendo bola" ... a ver si te valoras mejor, no hace falta que te sientas en la obligación de justificarte, porque ninguna cuenta te pedimos y agradecemos lo que nos ofreces tal y como lo ofreces, lo haces muy bien y el proceso creativo tiene eso, no sale a la primera y le damos vueltas.
Respecto al relato, Magnífico, ni excelente, ni pollas, Magnífico. Los personajes magníficamente construidos, cada uno con todos sus ingredientes y cocinados a fuego lento, cada uno con su sabor genuino de principio a fin y con matices que evolucionan con el proceso. La trama haciendo honor al nombre que lo define, una "trama" perfectamente entrelazada donde todo encaja, las historias confluyen y se separan sin dejar un hilo suelto. La narrativa fluida y dinámica gracias los excelentes diálogos, arte que gusta y domina el autor. Y el mensaje, esa intención íntima que te lleva a expresar una idea a través de los personajes y lo que les sucede, ese hilo conductor que motiva el inicio y se termina de desplegar en el final, ha estado muy bien llevado, siempre presente, siempre dando sentido, siempre la razón de ser buenos compañeros, compañeros de estudios, compañeros de piso, compañeros de trabajo, compañeros de vida ...
Y el final me ha gustado, me ha gustado mucho, pero no solo por cómo se despliega la trama, sino por su diseño narrativo. Los personajes no quedan encerrados en una jaula dorada en la que solo pueden ser "felices para siempre", la vida sigue y siguen las dificultades y los problemas, las buenas intenciones siguen también, pero si algo nos ha enseñado esta historia es que no basta con las buenas intenciones. No sabemos si Héctor logrará su propósito de que Cris consiga el perdón de sus hermanos, al menos del que más autorizado está para concederle el perdón que ella anhela, tampoco sabemos si esos hijos deseados llegarán, y tampoco sabemos si los planes de Carmen se cumplirán. El autor nos ha dado suficientes pistas para comprender a los protagonistas y construir nuestro final, y eso ha sido ... Magnífico.
Lo del "Epílogo" no tiene nombre. Nos deja claro el mensaje del autor, nos define por oposición lo que son buenos compañeros a través de quien fue incapaz de tenerlos y fomentarlos, ni entre sus amigos de adolescencia del pueblo, ni con aquellos que trabajaron junto a ella, fuese el que fuese su trabajo, ni con aquellos con los que convivió, ni tan solo fue capaz de ser una buena compañía para su propio hijo y, además de reforzarnos el "mensaje" del relato, nos advierte de que la felicidad es algo que hay que cuidar porque la felicidad, como la amistad y el buen compañerismo, es algo que hay que cultivar y cuidar todos los días, y que puede ser objeto de amenazas insospechadas.
Y, para colmo, la respuesta a aquella observación de Marina de que Carlos parecía buena persona, "quizás demasiado". Bueno, el epílogo pone magníficamente el límite mostrándonos la actitud de Carlos ante la entrevista con el abogado de Carmen. Puedes llegar a ser muy buena persona y ayudar a quien lo merece pero Carmen, Carmen ha traspasado los límites de lo que una buena persona puede tolerar, a ella ya la ayudarán sus nuevas "compañeras".
Simplemente, Magnífico.
Ahora a descansar, a pulir lo que desees pulir y a disfrutar del impacto de la obra, a la espera de otra genial idea que dé sentido a otra historia.
Gracias por el esfuerzo, por la persistencia y por compartir tu creatividad con nosotros, y felicidades por esta Magnífica obra.
