Destinos cruzados, un nuevo comienzo 3
De fondo se escuchaban los sonidos de dos personas follando, ya hacía unos segundos que Marcos se quedó mirando a la nada, se quedó petrificado al comprobar los protagonistas del video, en él aparecía el padre de Marcos fallándose de una manera salvaje a Lorena. Estaba a cuatro patas atada al cabecero de la cama, mientras su padre le penetraba desde atrás. Ese hombre que veía ahí, no era el hombre que él conocía, parecía enajenado.
Marcos idolatraba a su padre, lo tenía en un pedestal, siempre quiso parecerse a él, pero como decía el título del video, su vida había sido una mentira. Lorena lloraba y su rostro tenía un rictus de dolor. Lorena no estaba disfrutando en absoluto, cuando la madre de Marcos lo descubriera se derrumbaría. Ella también lo idolatraba, se sintió la mujer más afortunada cuando le pidió salir y él le dijo que sí, era el soltero más deseado, heredero de la familia más poderosa de la ciudad.
El abuelo de Marcos después de hacer unas inversiones muy arriesgadas dilapido la fortuna familiar, entonces su padre recién graduado cogió el peso de la empresa familiar sobre sus hombros, sacando la empresa adelante, todos se preguntaba como lo había conseguido, porque todos los expertos decían que era imposible reflotar la empresa. Salvo cientos de puestos de trabajo, en la ciudad era un héroe, pero con esas imágenes a esa fachada se diluía como un azucarillo en un baso de agua.
Al lado del video había un archivo de Word, lo abrió, en él, la persona que había mandado el video le citaba en un parque que quedaba cerca del juzgado para el día siguiente, que era domingo. Según ponía, tenía más cosas que enseñarle, podía ser una trampa, pero Marcos quería comprobar lo que estaba pasando, tenía un mal presentimiento, pero tenía claro que si su padre estaba metido en algo fraudulento, no miraría para otro lado y le enseñaría todo a su jefa.
En el video ponía la fecha en la que había sido grabado, Lorena y él ya habían cortado, no sabía si le había sido infiel con su padre antes, pero de haber ese video se lo hubieran mandado. Estaba sentado en el sofá mientras se tapaba la cara con las manos, sus labios temblaban de rabia. Entonces el móvil se iluminó y empezó a sonar, era Silvia, no tenía ganas de hablar con nadie, pero no quería preocuparla, descolgó, contestando la llamada.
• Hola cariño, ¿cómo estás?- intente disimular lo mejor que podía.
• Mi hermana ha tenido un accidente, se ha roto unas de las piernas por tres sitios y la están operando, estás bien Marcos, te noto raro, como si hubieras llorado.
• ¿Cómo están tus padres? – pregunte para cambiar de tema.
• Muy nerviosos, el médico nos ha dicho que está fuera de peligro, pero la rehabilitación será larga, no sé Marcos, siento que me ocultas algo.
Marcos no pudo soportarlo y empezó a llorar, Silvia se preocupó, Marcos no quería que pensara nada raro y le mando el video a su WhatsApp. Marcos no tardó en escuchar un grito, entonces Silvia hablo.
• Marcos, ¿quién es el hombre que está follando con Lorena?
• Mi padre – sus palabras fueron pronunciadas por un hombre totalmente destruido.
• Cojo un autobús y me voy para tu casa, para mañana a la mañana estaré allí – Silvia estaba muy nerviosa y preocupada, pensando en lo mal que lo estaría pasando Marcos.
• No, Silvia, quédate al lado de tus padres, yo pediré unos días libre y me iré a tu ciudad, necesito salir de esta ciudad y abrazarte.
Marcos habló con Silvia por un par de horas, Silvia consiguió aliviarle el dolor que estaba sintiendo. No le dijo que iría a encontrarse con la persona que le había mandado el video. Bastantes preocupaciones tenía ella con el accidente de su hermana, Silvia empezó a llorar, a los dos les estaba tocando vivir malos tiempos, pero se tenían el uno al otro. Se despidieron con un te quiero y un hasta pronto, Marcos se tumbó en el sofá y poso su mirada en el techo de la sala de estar.
Intento dormir, pero le fue imposible, fue la noche más larga de su vida, mucho peor que cuando descubrió la infidelidad de Lorena. Además, a esto se le unía el nerviosismo de encontrarse con la persona que le mando el video, si su jefa lo supiera le hubiera prohibido ir, pero en esos momentos le era imposible pensar con la mente fría. Los segundos parecían horas y los minutos días, pero por fin vio como los primeros rayos de sol entraban por la ventana.
Se duchó y se dispuso a desayunar, no tenía hambre, pero tenía que comer algo. Cogiendo el coche lo aparco cerca del juzgado y se fue dando un paseo, la persona le describió como iría vestida, además de llevar una sudadera verde con la capucha puesta. Entro en el parque mirando con atención a todas las personas que había en él, encontrarla no sería difícil, al ser tan temprano no había tanta gente. Por fin lo encontró, se encontraba sentado en unos de los bancos, Marcos se sentó al lado, no perdiendo detalle de los gestos de la otra persona.
El desconocido se quitó la capucha enseñando el rostro a Marcos, rostro que este reconoció al instante, era Lorena.
• Sé que estás muy enfadado, pero te pediría que me dejaras explicarme hasta el final, sin interrupciones, por favor.
Marcos apretó los puños con fuerza, pero si quería averiguar lo que pasaba, no le quedaba otra que hacer lo que ella le había pedido. Lorena le empezó a contar a Marcos, que su padre era un empresario corrupto, que utilizaba a chicas para cerrar los negocios y utilizaba las empresas de sus socios para blanquear dinero sin que ellos tuvieran ninguna idea.
• ¿Y tú que pintas en todo esto? – pregunto Marcos, muy enfadado.
• Marcos, por favor – dijo Lorena con resignación.
• ¡Vale! – contesto Marcos.
Lorena siguió con el relato, Lorena siempre vio al padre de Marcos como el mejor amigo de su padre, que le traía regalos cuando venía el y la madre de Marcos de visita. No noto nada extraño hasta que cumplió la mayoría de edad, las miradas del padre de Marcos cambiaron y empezó a insinuarse. Lorena decidió ausentarse de aquellas cenas a no ser que estuviera Marcos, delante de su hijo se cortaba.
• ¿Por qué nunca me dijiste nada? – pregunto Marcos.
• Tu madre y tú idolatrabais a tu padre, ¿me hubieras creído?
Marcos no contestó, de no haberlo visto con sus propios ojos, jamás lo hubiera creído, entonces Lorena decidió poner tierra de por medio e irse a estudiar la carrera a otra ciudad. En cuanto llego a la universidad fue revivida muy bien por el grupo más popular de la universidad, pero Lorena enseguida empezó a ver cosas que no le cuadraban. Las chicas llevaban ropa de las marcas más caras y coche de gama alta, algunas eran de familias de alto nivel adquisitivo, pero otras era de familias trabajadoras.
Entonces una noche que salieron, una de las chicas le comento a Lorena que se prostituía, era Alberto quien le conseguía los clientes, eso horrorizo a Lorena que se fue al colegio mayor de la universidad y se encerró en su cuarto con la intención de hacer las maletas para marcharse, pero tocaron la puerta, detrás de ella se encontraba Alberto, esta le dejo pasar para evitar escándalos.
Alberto se sentó en la cama de delante de ella y le enseño un documento, en este aparecía la firma de sus padres, ese documento servía para blanquear dinero, sin que los padres de Lorena supieran nada. Si ese documento veía la luz, sus padres terminarían en la cárcel.
• ¡Vas a utilizar este documento para obligarme a prostituirme! – le recrimino Lorena
• Lorena, mi jefe está muy interesado en ti, ganarás mucho dinero y tus padres estarán a salvo – dijo Alberto.
A Lorena no le quedo más remedio que hacer lo que Alberto le había dicho, según comento Alberto, su jefe tenía más documentos comprometedores. Quedaron al día siguiente en la habitación de un hotel, cuando Lorena entro en la habitación y vio quién era el jefe de Alberto se quedó de piedra, no era otro que el padre de Marcos. Este le dejo las cosas claras, si follaba con él y con las personas que él le ordenara, ganaría mucho dinero y sus padres estarían a salvo.
Lorena, viéndose entre la espada y la pared, acepto, sus padres eran inocentes, habían confiado en la persona equivocada. El padre de Marcos empezó a desnudarse, mientras Alberto salía de la habitación, Cuando el padre de Marcos se metió en el baño para ducharse, Lorena aprovecho para esconder el móvil para grabar lo que ocurriría en esa habitación, tenía una tarjeta de memoria bastante grande, así que tal vez podría grabarlo todo.
Lorena empezó a llorar, recordar el día en que empezó un verdadero infierno para ella, estaba siendo muy duro. Marcos la abrazo para que esta pudiera desahogarse, cuando esta se calmó Marcos la miro y le pregunto.
• ¿Entonces lo nuestro?
• Fue real y mientras estuve saliendo contigo no volví a prostituirme con nadie, de hecho amenace a tu padre con contártelo todo.
• ¿Entonces lo que vi aquel día?, ¿tu relación con Alberto?
• Nunca hubo una relación con Alberto, ese se subió al carro con el beneplácito de tu padre y saco tajada, lo que paso aquel día lo sentiré toda mi vida, pero tenía que alejarte de mí, si nos hubieras pillado a tu padre y a mí follando, no sé lo que hubiera pasado.
• Pero has dicho que mientras tú y yo…
• Tu padre estaba obsesionado conmigo, no aguanto más y me forzó a volver a follar con él, yo preparé lo de aquella tarde con Alberto para que nos pillaras y te alejaras de mí.
• Lorena, yo lo siento mucho.
• No eres tú quien lo tiene que sentir, Los que lo tienen que sentir son tu padre, Alberto y Raúl.
• ¿Raúl el ex de Silvia?
• Raúl y Alberto trabajan captando chicas para tu padre, de hecho de no ser por Marta hubieran ido a por Silvia.
• ¿Cómo?
• Marta no es tan mala como parece, es una víctima de tu padre como yo.
• ¿Entonces lo de follarse a Raúl?
• Marta lo preparo como yo, para que su hermana se alejara, de no ser así, Silvia hubiera terminado como Marta y yo.
• Marta ha sufrido un accidente de coche, Silvia ha ido para estar con ella y sus padres.
• Marcos ve allí y no te separes de Silvia y Marta, tu jefa es de los pocos fiscales que no está en la nómina de tu padre, entrégale este dossier, en él está todo lo que he podido conseguir.
• ¿Y tú que harás?
• De momento desaparecer, más adelante me pondré en contacto contigo para saber la decisión de tu jefa.
Lorena se puso de pies y abrazo por última vez a Marcos, su tiempo ya había pasado, ahora Marcos estaba enamorado de otra mujer y pudo comprobar que Silvia era una buena persona que quería a Marcos con todo su ser. Después se puso la capucha y desapareció entre los matorrales, Marcos llamo a su jefa, esta vivía cerca del juzgado, le dijo que subiera, quería echarle un vistazo al dossier que Lorena le había entregado.
Después de ver el dossier, Laura era consciente que el padre de Marcos estaba siendo protegido por personas poderosas e influyentes.
• Jefa, tengo intención de ir al lado de Silvia y su familia.
• Está bien, cógete el tiempo que necesites, intenta averiguas más cosas de ser posible.
• Puedo llevarme este informe, Silvia necesita saber que su hermana no es lo que ella piensa.
• Muy bien, ya te lo pediré si más adelante lo necesitamos.
• Que pasara con Lorena, después de entregarnos esto, se ha puesto en peligro.
• Cuando se ponga en contacto contigo, dale este número de teléfono, que le diga al dueño de este número que va de mi parte.
• Jefa, Lorena, es muy celosa de su intimidad.
• Este hombre es como un fantasma, Lorena no será consciente que la está protegiendo.
Marcos se despidió de Su jefa y cogiendo el coche se puso rumbo a la ciudad donde se encontraba el amor de su vida. Aunque su vida se había ido por el retrete, saber que pronto tendría entre sus brazos a Silvia le reconfortaba. Tuvo que aminorar la marcha, porque en dos ocasiones estuvo a punto de tener un accidente. En tres horas llego a la ciudad y fue directo al hospital donde estaban operando a Marta. Silvia le esperaba en la entrada del Hospital, se le veía muy nerviosa, cuando vio el coche de Marcos bajo las escaleras de dos en dos y espero a que este aparcara, después se abrazaron y se besaron apasionadamente.
• Siento lo de tu padre y Lorena, ha tenido que ser muy duro.
• Ni te lo imaginas, pero tengo algo que enseñarte, algo que hará que el concepto que tienes de tu hermana cambie.
Silvia cogió el informe con muy mala leche, Marcos pensó que lo destruiría en mil pedazos, pero no fue así, empezó a leerlo y según pasaban los párrafos la expresión de Silvia iba cambiando. Empezó el dossier con una cara de mala leche que daba miedo y termino llorando a moco tendido, después se abrazó a él. Marcos no podía creerse que el culpable de todos sus males fuera su progenitor, había vivido en su misma casa veinte años y de repente se había dado cuenta de que no lo conocía, lo siguiente que tenía que hacer era abrirle los ojos a su madre, eso sería duro de verdad, no tenía ni idea de cómo abordar el tema para que fuera lo menos doloroso para ella.
Con esos pensamientos, se montaron en el ascensor que los dejo en la planta donde los padres de Silvia estaban esperando a que terminaran de operar a su hija. Cuando llegaron a donde ellos, Marcos iba muy nervioso, pero se encontró con un matrimonio muy amable y cercano que lo estaba pasando muy mal. Miro a Silvia que estaba muy pensativa, Marcos pregunto a todos si querían un café, Silvia y su padre le dijeron que no, pero la madre de Silvia le pidió una tila.
El hospital tenía una cafetería, Marcos decidió bajar a esta y que se la prepararan allí. Mientras esperaba noto como alguien le tocaba en el hombro, era Silvia que traía los ojos rojos por haber vuelto a llorar.
• Que vas a hacer Silvia, ¿se lo contaras a tus padres?
• Primero hablaré con mi hermana y que me cuente, que está pasando aquí, después las dos hablaremos con mamá y papá.
Silvia también se pidió una tila, una vez tuvieron las dos subieron otra vez a la planta, al llegar su madre le dijo que Marta ya se encontraba en el despertar y en un rato la traerían a planta, Marcos pudo ver una tímida sonrisa en el rostro de Silvia. La espera se hizo larga, pero por fin trajeron a Marta, al ver a sus padres se alegró, pero al ver a Silvia se puso blanca como el papel, se le veía muy nerviosa.
Después Marcos, este tenía la sensación de que Marta sabia quién era él, y que seguramente su hermana supiera toda la verdad, esa verdad tan dolorosa que había luchado tanto por esconder. Lágrimas empezaron a brotar por su rostro, sabía que le había hecho mucho daño a su hermana, era un daño necesario para protegerla, pero también sabia que le costaría perdonarse a sí misma, entonces Silvia se agachó y cogiendo la mano de su hermana poso sus labios en la frente de esta y le dio un tierno beso, después le dijo que tenían que hablar, tenía mucho que explicarle, eso hizo sonreír a Marta, pero también hizo que un nerviosismo empezara a crecer dentro de ella.
Continuará.