Destinos cruzados

Destinos cruzados, un nuevo comienzo 3

De fondo se escuchaban los sonidos de dos personas follando, ya hacía unos segundos que Marcos se quedó mirando a la nada, se quedó petrificado al comprobar los protagonistas del video, en él aparecía el padre de Marcos fallándose de una manera salvaje a Lorena. Estaba a cuatro patas atada al cabecero de la cama, mientras su padre le penetraba desde atrás. Ese hombre que veía ahí, no era el hombre que él conocía, parecía enajenado.

Marcos idolatraba a su padre, lo tenía en un pedestal, siempre quiso parecerse a él, pero como decía el título del video, su vida había sido una mentira. Lorena lloraba y su rostro tenía un rictus de dolor. Lorena no estaba disfrutando en absoluto, cuando la madre de Marcos lo descubriera se derrumbaría. Ella también lo idolatraba, se sintió la mujer más afortunada cuando le pidió salir y él le dijo que sí, era el soltero más deseado, heredero de la familia más poderosa de la ciudad.

El abuelo de Marcos después de hacer unas inversiones muy arriesgadas dilapido la fortuna familiar, entonces su padre recién graduado cogió el peso de la empresa familiar sobre sus hombros, sacando la empresa adelante, todos se preguntaba como lo había conseguido, porque todos los expertos decían que era imposible reflotar la empresa. Salvo cientos de puestos de trabajo, en la ciudad era un héroe, pero con esas imágenes a esa fachada se diluía como un azucarillo en un baso de agua.

Al lado del video había un archivo de Word, lo abrió, en él, la persona que había mandado el video le citaba en un parque que quedaba cerca del juzgado para el día siguiente, que era domingo. Según ponía, tenía más cosas que enseñarle, podía ser una trampa, pero Marcos quería comprobar lo que estaba pasando, tenía un mal presentimiento, pero tenía claro que si su padre estaba metido en algo fraudulento, no miraría para otro lado y le enseñaría todo a su jefa.

En el video ponía la fecha en la que había sido grabado, Lorena y él ya habían cortado, no sabía si le había sido infiel con su padre antes, pero de haber ese video se lo hubieran mandado. Estaba sentado en el sofá mientras se tapaba la cara con las manos, sus labios temblaban de rabia. Entonces el móvil se iluminó y empezó a sonar, era Silvia, no tenía ganas de hablar con nadie, pero no quería preocuparla, descolgó, contestando la llamada.

• Hola cariño, ¿cómo estás?- intente disimular lo mejor que podía.
• Mi hermana ha tenido un accidente, se ha roto unas de las piernas por tres sitios y la están operando, estás bien Marcos, te noto raro, como si hubieras llorado.
• ¿Cómo están tus padres? – pregunte para cambiar de tema.
• Muy nerviosos, el médico nos ha dicho que está fuera de peligro, pero la rehabilitación será larga, no sé Marcos, siento que me ocultas algo.

Marcos no pudo soportarlo y empezó a llorar, Silvia se preocupó, Marcos no quería que pensara nada raro y le mando el video a su WhatsApp. Marcos no tardó en escuchar un grito, entonces Silvia hablo.

• Marcos, ¿quién es el hombre que está follando con Lorena?
• Mi padre – sus palabras fueron pronunciadas por un hombre totalmente destruido.
• Cojo un autobús y me voy para tu casa, para mañana a la mañana estaré allí – Silvia estaba muy nerviosa y preocupada, pensando en lo mal que lo estaría pasando Marcos.
• No, Silvia, quédate al lado de tus padres, yo pediré unos días libre y me iré a tu ciudad, necesito salir de esta ciudad y abrazarte.

Marcos habló con Silvia por un par de horas, Silvia consiguió aliviarle el dolor que estaba sintiendo. No le dijo que iría a encontrarse con la persona que le había mandado el video. Bastantes preocupaciones tenía ella con el accidente de su hermana, Silvia empezó a llorar, a los dos les estaba tocando vivir malos tiempos, pero se tenían el uno al otro. Se despidieron con un te quiero y un hasta pronto, Marcos se tumbó en el sofá y poso su mirada en el techo de la sala de estar.

Intento dormir, pero le fue imposible, fue la noche más larga de su vida, mucho peor que cuando descubrió la infidelidad de Lorena. Además, a esto se le unía el nerviosismo de encontrarse con la persona que le mando el video, si su jefa lo supiera le hubiera prohibido ir, pero en esos momentos le era imposible pensar con la mente fría. Los segundos parecían horas y los minutos días, pero por fin vio como los primeros rayos de sol entraban por la ventana.

Se duchó y se dispuso a desayunar, no tenía hambre, pero tenía que comer algo. Cogiendo el coche lo aparco cerca del juzgado y se fue dando un paseo, la persona le describió como iría vestida, además de llevar una sudadera verde con la capucha puesta. Entro en el parque mirando con atención a todas las personas que había en él, encontrarla no sería difícil, al ser tan temprano no había tanta gente. Por fin lo encontró, se encontraba sentado en unos de los bancos, Marcos se sentó al lado, no perdiendo detalle de los gestos de la otra persona.

El desconocido se quitó la capucha enseñando el rostro a Marcos, rostro que este reconoció al instante, era Lorena.

• Sé que estás muy enfadado, pero te pediría que me dejaras explicarme hasta el final, sin interrupciones, por favor.

Marcos apretó los puños con fuerza, pero si quería averiguar lo que pasaba, no le quedaba otra que hacer lo que ella le había pedido. Lorena le empezó a contar a Marcos, que su padre era un empresario corrupto, que utilizaba a chicas para cerrar los negocios y utilizaba las empresas de sus socios para blanquear dinero sin que ellos tuvieran ninguna idea.

• ¿Y tú que pintas en todo esto? – pregunto Marcos, muy enfadado.
• Marcos, por favor – dijo Lorena con resignación.
• ¡Vale! – contesto Marcos.

Lorena siguió con el relato, Lorena siempre vio al padre de Marcos como el mejor amigo de su padre, que le traía regalos cuando venía el y la madre de Marcos de visita. No noto nada extraño hasta que cumplió la mayoría de edad, las miradas del padre de Marcos cambiaron y empezó a insinuarse. Lorena decidió ausentarse de aquellas cenas a no ser que estuviera Marcos, delante de su hijo se cortaba.

• ¿Por qué nunca me dijiste nada? – pregunto Marcos.
• Tu madre y tú idolatrabais a tu padre, ¿me hubieras creído?

Marcos no contestó, de no haberlo visto con sus propios ojos, jamás lo hubiera creído, entonces Lorena decidió poner tierra de por medio e irse a estudiar la carrera a otra ciudad. En cuanto llego a la universidad fue revivida muy bien por el grupo más popular de la universidad, pero Lorena enseguida empezó a ver cosas que no le cuadraban. Las chicas llevaban ropa de las marcas más caras y coche de gama alta, algunas eran de familias de alto nivel adquisitivo, pero otras era de familias trabajadoras.

Entonces una noche que salieron, una de las chicas le comento a Lorena que se prostituía, era Alberto quien le conseguía los clientes, eso horrorizo a Lorena que se fue al colegio mayor de la universidad y se encerró en su cuarto con la intención de hacer las maletas para marcharse, pero tocaron la puerta, detrás de ella se encontraba Alberto, esta le dejo pasar para evitar escándalos.

Alberto se sentó en la cama de delante de ella y le enseño un documento, en este aparecía la firma de sus padres, ese documento servía para blanquear dinero, sin que los padres de Lorena supieran nada. Si ese documento veía la luz, sus padres terminarían en la cárcel.

• ¡Vas a utilizar este documento para obligarme a prostituirme! – le recrimino Lorena
• Lorena, mi jefe está muy interesado en ti, ganarás mucho dinero y tus padres estarán a salvo – dijo Alberto.

A Lorena no le quedo más remedio que hacer lo que Alberto le había dicho, según comento Alberto, su jefe tenía más documentos comprometedores. Quedaron al día siguiente en la habitación de un hotel, cuando Lorena entro en la habitación y vio quién era el jefe de Alberto se quedó de piedra, no era otro que el padre de Marcos. Este le dejo las cosas claras, si follaba con él y con las personas que él le ordenara, ganaría mucho dinero y sus padres estarían a salvo.

Lorena, viéndose entre la espada y la pared, acepto, sus padres eran inocentes, habían confiado en la persona equivocada. El padre de Marcos empezó a desnudarse, mientras Alberto salía de la habitación, Cuando el padre de Marcos se metió en el baño para ducharse, Lorena aprovecho para esconder el móvil para grabar lo que ocurriría en esa habitación, tenía una tarjeta de memoria bastante grande, así que tal vez podría grabarlo todo.

Lorena empezó a llorar, recordar el día en que empezó un verdadero infierno para ella, estaba siendo muy duro. Marcos la abrazo para que esta pudiera desahogarse, cuando esta se calmó Marcos la miro y le pregunto.

• ¿Entonces lo nuestro?
• Fue real y mientras estuve saliendo contigo no volví a prostituirme con nadie, de hecho amenace a tu padre con contártelo todo.
• ¿Entonces lo que vi aquel día?, ¿tu relación con Alberto?
• Nunca hubo una relación con Alberto, ese se subió al carro con el beneplácito de tu padre y saco tajada, lo que paso aquel día lo sentiré toda mi vida, pero tenía que alejarte de mí, si nos hubieras pillado a tu padre y a mí follando, no sé lo que hubiera pasado.
• Pero has dicho que mientras tú y yo…
• Tu padre estaba obsesionado conmigo, no aguanto más y me forzó a volver a follar con él, yo preparé lo de aquella tarde con Alberto para que nos pillaras y te alejaras de mí.
• Lorena, yo lo siento mucho.
• No eres tú quien lo tiene que sentir, Los que lo tienen que sentir son tu padre, Alberto y Raúl.
• ¿Raúl el ex de Silvia?
• Raúl y Alberto trabajan captando chicas para tu padre, de hecho de no ser por Marta hubieran ido a por Silvia.
• ¿Cómo?
• Marta no es tan mala como parece, es una víctima de tu padre como yo.
• ¿Entonces lo de follarse a Raúl?
• Marta lo preparo como yo, para que su hermana se alejara, de no ser así, Silvia hubiera terminado como Marta y yo.
• Marta ha sufrido un accidente de coche, Silvia ha ido para estar con ella y sus padres.
• Marcos ve allí y no te separes de Silvia y Marta, tu jefa es de los pocos fiscales que no está en la nómina de tu padre, entrégale este dossier, en él está todo lo que he podido conseguir.
• ¿Y tú que harás?
• De momento desaparecer, más adelante me pondré en contacto contigo para saber la decisión de tu jefa.

Lorena se puso de pies y abrazo por última vez a Marcos, su tiempo ya había pasado, ahora Marcos estaba enamorado de otra mujer y pudo comprobar que Silvia era una buena persona que quería a Marcos con todo su ser. Después se puso la capucha y desapareció entre los matorrales, Marcos llamo a su jefa, esta vivía cerca del juzgado, le dijo que subiera, quería echarle un vistazo al dossier que Lorena le había entregado.

Después de ver el dossier, Laura era consciente que el padre de Marcos estaba siendo protegido por personas poderosas e influyentes.

• Jefa, tengo intención de ir al lado de Silvia y su familia.
• Está bien, cógete el tiempo que necesites, intenta averiguas más cosas de ser posible.
• Puedo llevarme este informe, Silvia necesita saber que su hermana no es lo que ella piensa.
• Muy bien, ya te lo pediré si más adelante lo necesitamos.
• Que pasara con Lorena, después de entregarnos esto, se ha puesto en peligro.
• Cuando se ponga en contacto contigo, dale este número de teléfono, que le diga al dueño de este número que va de mi parte.
• Jefa, Lorena, es muy celosa de su intimidad.
• Este hombre es como un fantasma, Lorena no será consciente que la está protegiendo.

Marcos se despidió de Su jefa y cogiendo el coche se puso rumbo a la ciudad donde se encontraba el amor de su vida. Aunque su vida se había ido por el retrete, saber que pronto tendría entre sus brazos a Silvia le reconfortaba. Tuvo que aminorar la marcha, porque en dos ocasiones estuvo a punto de tener un accidente. En tres horas llego a la ciudad y fue directo al hospital donde estaban operando a Marta. Silvia le esperaba en la entrada del Hospital, se le veía muy nerviosa, cuando vio el coche de Marcos bajo las escaleras de dos en dos y espero a que este aparcara, después se abrazaron y se besaron apasionadamente.

• Siento lo de tu padre y Lorena, ha tenido que ser muy duro.
• Ni te lo imaginas, pero tengo algo que enseñarte, algo que hará que el concepto que tienes de tu hermana cambie.

Silvia cogió el informe con muy mala leche, Marcos pensó que lo destruiría en mil pedazos, pero no fue así, empezó a leerlo y según pasaban los párrafos la expresión de Silvia iba cambiando. Empezó el dossier con una cara de mala leche que daba miedo y termino llorando a moco tendido, después se abrazó a él. Marcos no podía creerse que el culpable de todos sus males fuera su progenitor, había vivido en su misma casa veinte años y de repente se había dado cuenta de que no lo conocía, lo siguiente que tenía que hacer era abrirle los ojos a su madre, eso sería duro de verdad, no tenía ni idea de cómo abordar el tema para que fuera lo menos doloroso para ella.

Con esos pensamientos, se montaron en el ascensor que los dejo en la planta donde los padres de Silvia estaban esperando a que terminaran de operar a su hija. Cuando llegaron a donde ellos, Marcos iba muy nervioso, pero se encontró con un matrimonio muy amable y cercano que lo estaba pasando muy mal. Miro a Silvia que estaba muy pensativa, Marcos pregunto a todos si querían un café, Silvia y su padre le dijeron que no, pero la madre de Silvia le pidió una tila.

El hospital tenía una cafetería, Marcos decidió bajar a esta y que se la prepararan allí. Mientras esperaba noto como alguien le tocaba en el hombro, era Silvia que traía los ojos rojos por haber vuelto a llorar.

• Que vas a hacer Silvia, ¿se lo contaras a tus padres?
• Primero hablaré con mi hermana y que me cuente, que está pasando aquí, después las dos hablaremos con mamá y papá.

Silvia también se pidió una tila, una vez tuvieron las dos subieron otra vez a la planta, al llegar su madre le dijo que Marta ya se encontraba en el despertar y en un rato la traerían a planta, Marcos pudo ver una tímida sonrisa en el rostro de Silvia. La espera se hizo larga, pero por fin trajeron a Marta, al ver a sus padres se alegró, pero al ver a Silvia se puso blanca como el papel, se le veía muy nerviosa.

Después Marcos, este tenía la sensación de que Marta sabia quién era él, y que seguramente su hermana supiera toda la verdad, esa verdad tan dolorosa que había luchado tanto por esconder. Lágrimas empezaron a brotar por su rostro, sabía que le había hecho mucho daño a su hermana, era un daño necesario para protegerla, pero también sabia que le costaría perdonarse a sí misma, entonces Silvia se agachó y cogiendo la mano de su hermana poso sus labios en la frente de esta y le dio un tierno beso, después le dijo que tenían que hablar, tenía mucho que explicarle, eso hizo sonreír a Marta, pero también hizo que un nerviosismo empezara a crecer dentro de ella.

Continuará.
 
No lo vi venir. Ahora me da muchísima pena de Lorena, porque al final resulta que es una buena tía a la que forzaron. Si hubiera contado la verdad a Marcos, estarían juntos. Al menos espero que encuentre un buen chico.
 
No lo vi venir. Ahora me da muchísima pena de Lorena, porque al final resulta que es una buena tía a la que forzaron. Si hubiera contado la verdad a Marcos, estarían juntos. Al menos espero que encuentre un buen chico.

El problema era que si hubiera hablado sus padres hubieran terminado en la cárcel.
 
Que tal giro ha dado la historia.
Nunca me imagine de todo lo que se ha enterado Marcos y Silvia.
Ahora a esperar con que más nos sorprendes.
 
Destinos cruzados, un nuevo comienzo 4

Marta no sabía por donde empezar a contarle a su hermana, así que decidió contarle desde el principio. Cuando Marta se enteró de que sus padres iban a adoptar, no le gusto y que fuera una chica de su misma edad menos, hasta ese momento su cuarto había sido suyo y a partir de ese momento tendría que compartirlo. Como era de esperarse, la recepción de Marta hacia Silvia fue glacial, pero Marta desde el principio vio algo en Silvia que le gusto.

Marta sabia que todas sus amigas hablaban de ella a sus espaldas, simplemente porque le gustaba follar tanto con hombres como con mujeres, de hecho tuvo que aguantar excusas peregrinas cada vez que se tenían que duchar después de las clases de educación física. Ninguna de sus amigas quería ducharse junto a ella, como si fuera a saltar sobre ellas. Con Silvia no ocurrió eso, Marta sabía que a Silvia le habían llegado los rumores, pero Silvia no cambio ni un ápice su actitud sobre ella. No se escondía y sin pretenderlo se lo hacía pasar mal a Marta.

El cuerpo de Silvia parecía haber sido cincelado por el mismísimo miguel Ángel, llego al punto de empezar a ducharse con agua fría, para que Silvia no notase que le gustaba. Era su hermana, por lo menos a ojos de sus padres, entonces una de las veces que Silvia y ella estaban en la ducha, Marta llamo su atención.

• ¿Silvia podemos hablar?
• Claro, Marta.
• Te habrán llegado ciertos rumores sobre mí, ¿verdad?
• Va, yo nunca hago caso a rumores malintencionados.
• Los rumores son ciertos, me gustan las mujeres tanto como los hombres – Marta agacho la cabeza, era incapaz de mirar a Silvia a la cara.
• Perdóname Marta, te lo he tenido que hacer pasar mal, te juro que esa nunca fue mi intención – Silvia abrazo a Marta que se puso a llorar.
• Sé que no me ves de esa manera Silvia, pero tengo una duda, si te hubieran gustado las mujeres tú y yo…
• Nos hubieran expulsado del centro por los escándalos que montaríamos en estas duchas – Marta y Silvia no pudieran aguantar la risa.

Esa conversación acercó más a las dos, Marta vio con desagrado el acercamiento que estaba teniendo Silvia con Raúl, había algo en Raúl que la hacía sospechar. Pero la verdad sea dicha, siempre se había portado bien con las chicas del grupo. Marta empezó a fijarse en todo lo que hacían Silvia y Raúl, ella misma se decía que parecía una acosadora, pero no podía evitar sentir que Raúl haría un daño irreparable a Silvia. Raúl siempre anduvo detrás de Marta, sin que esta le diera coba alguna, pero esta vez aprovecharía esta coyuntura para que Raúl se sintiera importante y bajara la guardia.

A Marta le llegaron rumores de que algunas del grupo se estaban acostando con Raúl a espaldas de Silvia, eso hizo que entrara en cólera, intercepto a una de sus amigas a la salida del instituto y le increpo.

• ¡Dime que lo que se rumorea no es cierto! – Marta echaba humo.
• Es todo cierto, Raúl folla con todas, menos contigo y no sabes lo que te pierdes.
• Está saliendo con Silvia, es vuestra amiga, ¿cómo le podéis hacer eso?
• ¿Amiga?, la toleramos porque es tu hermana, pero desde que llego acaparo a Raúl y a algunas no nos gustó.

Marta decidió marcharse antes de cometer una locura, estaba decidida a contárselo a su hermana, pero llego el fatídico fin de semana que todo lo cambio. Fueron a una discoteca donde Raúl bebió más de la cuenta y cuando se quedó solo junto a Marta, se fue de la lengua. Este empezó a contar que trabajaba para un hombre con mucho poder y este reclutaba chicas para cerrar negocios con clientes de mucho poder adquisitivo.

• ¿Para qué me cuentas esto, Raúl?
• Mi jefe ha puesto su mira en ti y en tu hermana – riéndose.
• ¿Te has vuelto loco?, ni Silvia ni yo nos prestaremos a eso – cada vez más enfadada.
• Hablas como si tuvierais elección.
• ¡Sabes lo que voy a hacer, ir a denunciarte a la policía!
• Podrías hacerlo, pero primero échale un vistazo a esto.

Raúl manipuló su móvil y le enseño a Marta dos documentos que tenían la firma de sus padres. Años atrás hubo una riada, el seguro no quiso hacerse cargo, uno de los clientes le comento a sus padres que conocía a una persona que podría ayudarles con las reparaciones. Sus padres desesperados llamaron a ese hombre y por un precio muy asequible les realizo la obra, lo que ellos no sabían es que aquel hombre utilizo aquella obra para blanquear dinero.

Marta temblaba con ese documento en las manos, entonces mirando a Raúl le dijo.

• Quiero hablar con tu jefe en persona.
• Eso está hecho, Raúl se frotaba las manos.

Marta quería hablar con Silvia, pero Raúl le dejo claro que eso tendría consecuencias. Dos semanas tuvieron que pasar hasta que el jefe de Raúl se puso en contacto con ella, lo hicieron en una habitación de hotel. Cuando Marta llego el jefe de Raúl le había preparado una copa que Marta rechazo sin ninguna sutileza.

• Raúl me ha comentado que quieres hablar conmigo – dijo aquel hombre.
• Lo aré, pero mi hermana se queda fuera de esto – dijo Marta, categórica.
• Porque debería aceptar, por las dos pagarían mucho dinero, además yo tengo las pruebas, ¿qué me ofreces? – pregunto el jefe de Raúl.
• Te quedarás el cien por cien del dinero que paguen por mí, también me encargaré de descubrir las fortalezas y flaquezas de todos esos posibles clientes.
• ¿Estás segura?, estás rechazando mucho dinero.
• Mientras mi hermana quede fuera de esto es suficiente para mí.

Silvia tenía cogida la mano de Marta, las dos lloraban, Silvia pensó que su hermana era una cabrona envidiosa y resulta que se había estado sacrificando por ella, durante mucho tiempo.

• Porque nunca me contaste nada, siempre nos lo contábamos todo Marta.
• Esta vez no podía, si se enteraban, mamá, papá y tú estaríais en peligro.
• Por eso planeaste lo de Raúl, ¿verdad?
• Así es, aquel hombre no iba a cumplir su palabra, terminaría abordándote para obligarte como hicieron conmigo.

Silvia se tumbó junto a Marta que lloraba copiosamente, entonces esta siguió con el relato. Durante los primeros meses, respetaron el acuerdo, dentro de este entraba que Marta se dejara follar por Raúl, de esa manera se aseguraban que Marta no tendría un ataque de conciencia. Todo cambio, una noche que salieron todos a divertirse, Raúl se encontró con un conocido en la discoteca, se pasó hablando con ese hombre durante una hora, después se acercó a Marta.

• Este hombre es un posible futuro cliente que le hará ganar mucho dinero a mi jefe.
• A mí eso que más me da – dijo una cortante Marta.
• Os quiere a las dos, esa es su última palabra.
• A mí eso me da igual, llegamos a un acuerdo y más os vale respetarlo – mientras Marta le cogía de los huevos para apretárselos.
• Al jefe le va a dar igual el acuerdo, él siempre se sale con la suya, tendrá a Silvia por las buenas o por las malas – mientras se retorcía de dolor
• No me puedes dar más asco.

Marta salió al exterior, tenía que pensar en algo para alejar a Silvia de aquella ciudad y lejos de las garras del jefe de Raúl, la única manera que se le ocurrió que no levantaría sospechas era que su hermana le pillara con las manos en la masa, Marta lloro durante media hora de rabia, iba a perder a la mejor persona que había conocido por la ambición de algunos hombres sin escrúpulos. Decidió que hablaría con una de sus amigas para que esta se pasara por el restaurante de sus padres y creara una duda en Silvia.

La conocía bien y sabía que esa misma tarde pasaría por el picadero de Raúl, Marta había hablado con Sara y esta la vigilaría, en cuanto viera a Silvia esta le mandaría un WhatsApp para avisarle. Mientras Raúl se descargaba dentro de una asqueada Marta, esta pudo escuchar el sonido de la entrada del mensaje y calculando cuanto tardaría le dio conversación a Raúl, jamás olvidara la conversación con la que hecho a su hermana de sí vida y de la ciudad, por su bien.

• Marta, ¿por qué nunca me pediste salir?, sé que yo te guste desde siempre.
• Sabes lo que me gustan las pollas, porque atarme a una.
• ¿Y si tu hermana se entera?
• No te preocupes de mi hermana, ojos que no ven…
• Corazón que no siente, ¡verdad zorra!
• Silvia – gritaron los dos mientras intentaban tapar su desnudez.
• Sois en las únicas dos personas que había confiado en mi vida, ¡cómo he podido estar tan ciega!
• Silvia – dijo Raúl.
• Ahora iré a casa a recoger mis cosas, te recomiendo que te quedes aquí, porque si apareces por casa en estos instantes tu integridad podría peligrar, ¡me has entendido!

Marta recordó los instantes después de que Silvia se marchó dando un portazo, Raúl se quedó blanco como un folio, sabía que la había cagado y esto le traería consecuencias ante su jefe, a Marta todo le dio igual, como si decidían matarla. Hacer lo que hizo fue lo más duro que había hecho en la vida, Raúl se fue corriendo y ella se quedó tumbada en esa cama llorando hasta que las lágrimas se secaron. Desde aquel día Marta entro en una depresión que la estaba ahogando, no quería ver a nadie, siguió ejerciendo la prostitución para proteger a sus padres, pero lo hacía como un autómata, sin ningún tipo de sentimiento. De hecho, algunos clientes se quejaron, pero a ella le dio igual, si le quitaban la vida en ese momento le hubieran hecho un favor.

Silvia abrazaba con todo el cariño del mundo a Marta, lloraba con el relato que su hermana le estaba contando, jamás la traiciono, siempre velo por ella y eso haría ella. Estaría al lado de Marta hasta que se pusiera bien.

• Marta hay algo que no termino de entender.
• Dime.
• A ti no te gusta correr al volante, era una cosa que me sacaba de quicio, ha sido un accidente o han intentado matarte.
• No lo sé Silvia, lo único que sé, es que he perdido el control del coche yendo despacio en un tramo que conozco igual que la palma de mi mano.

Entonces la puerta se abrió y entraron los padres de Marta y Marcos. Este estaba hablando con alguien por teléfono, según dijo era su jefa. En dos días vendría para hablar con ella en persona, de momento había ordenado que la pondrían protección, Marcos pidió que revisaran el coche de Marta y los técnicos pudieron descubrir que el coche había sido manipulado, Marta estaba agotada, todos decidieron dejarla descansar, la que más le costó separarse fue a Silvia, no sabía como podría agradecerle todo lo que su hermana, había hecho por ella.

Los padres se fueron a una pequeña sala de estar, mientras Marcos y Silvia bajaron a la cafetería, mientras tomaban el café Silvia le fue contando a Marcos todo lo que Marta le había relatado, los dos se quedaron mirándose con la sensación de que habían sido muy injustos tanto con Marta y con Lorena. Marcos escuchaba estupefacto las acciones de su padre, era un monstruo, mucho más peligroso que muchos de los delincuentes que pasaban por el juzgado todos los días. Tenía que pararlo, no podía permitir que siguiera haciendo daño a más gente.

Ya había estado ciego durante demasiado tiempo, durante los siguientes días se pasaron todo el día en el hospital, intento ponerse en contacto con Lorena, para ver si se encontraba bien, pero su jefa se lo impidió, diciéndole además que fuera a buscarla al día siguiente al aeropuerto, quería hablar en persona con Marta. Marcos fue acompañado por Silvia, al verlos Laura los saludo muy sonriente. Se montaron en el coche de Marcos y fueron directo al hospital.

Cuando Marta vio entrar a Laura se quedó sin respiración, Marcos, que conocía bien a su jefa, no perdió detalle y se dio cuenta de que Marta no le fue para nada indiferente a Laura. Laura pidió hablar a solas con Marta, los padres de Marta decidieron salir del hospital y estirar las piernas, Silvia y Marcos bajaron a la cafetería.

• ¿Marcos se puede saber de qué te ríes?
• A mi jefa le ha gustado tu hermana.
• ¿Cómo dices?
• De hecho se fijó en ti, pero cuando vio que entre tú y yo había surgido algo decidió alejarse.
• Es una mujer guapa, seguro que a Marta también le ha gustado, pero me preocupa que eso la distraiga.
• Por eso no tienes que preocuparte, no la llaman la tiburón por nada, para Laura el trabajo es el trabajo y el amor es el amor, de hecho no hará nada hasta que todo termine.
• Muy seguro estas de que tu jefa se puede ligar a mi hermana.
• Ya me contarás.

Los dos rieron, eso aligero la tensión que llevaban soportando desde hace semanas, al rato Laura se presentó en la cafetería.

• Jefa se te ve muy contenta.
• Lo estoy, Silvia, tu hermana, es una mujer impresionante, durante este tiempo ha recabado información de vital importancia, si llegamos a juicio, será un testigo demoledor.

Marcos pensó que siendo su padre tendría que tener dudas, pero no las tenía, estaba seguro de que su padre tenía que pagar y pronto pasaría, algo que le hizo afianzarse más en esa idea.

UNAS SEMANAS MAS TARDE EN LA CIUDAD DE LOS PADRES DE MARCOS

La madre de Marcos tenía que salir ese fin de semana de la ciudad por negocios, se despidió de su marido con un beso y después de ir a la oficina para terminar de preparar toda la documentación se dirigió al aeropuerto. El vuelo lo tenía a última hora de la tarde, entonces decidió sentarse en una cafetería y relajarse hasta que le avisaran. Pasaron dos horas, el vuelo seguía cancelado, según parecía con el mal tiempo no podrían despegar, decidió llamar a sus clientes y contarles lo que había pasado para retrasar el viaje para la siguiente semana, estos no pusieron ninguna pega, entonces se acercó a ventanilla para ver si le podían cambiar el vuelo, le dijeron que si quería tenía una habitación en el hotel del aeropuerto cortesía de la aerolínea, pero ella lo declinó.

Pensó que prefería volver a su casa, para tener una noche romántica con su marido, una de esas noches que ya no habían vuelto a tener desde que Marcos nació. En el aeropuerto había tiendas de todas clases, una de ellas era de lencería, decidió entrar y echar un vistazo. Tal vez podría encontrar un conjunto para estrenarlo esa misma noche, encontró lo que buscaba, un juego de sujetador y tanga semitransparente de color negro, sé lo probo y se veía arrebatadora, se relamió al pensar lo mucho que su marido lo disfrutaría.

Pago y fue rauda a recoger su coche, llamo a su marido, pero este no contesto. Seguramente estaría en su despacho enfrascado con alguno de sus negocios, cuando entraba en su despacho perdía la noción del tiempo. No tardo en llegar, cogió la bolsa con la lencería metiendo el coche en el garaje, al salir de este vio un coche que no conocía de nada aparcado en la acera. Como había partido pensó que tal vez lo aparcaron ahí al no poder hacerlo en otro sitio.

Dejo de pensar en eso y saco las llaves para abrir la puerta, le sorprendió ver que la casa estaba oscura, sabía que su marido estaba dentro, porque la alarma estaba sin conectar, pero normalmente siempre dejaba la luz de la sala de estar encendida. Un mal presentimiento empezó a crecer dentro de ella y ese sentimiento se acrecentó cuando escucho ciertos sonidos al abrir la puerta, estos provenían del piso de arriba donde estaban las habitaciones. Se paró negando un par de veces, su marido no era capaz de hacerle esto, él la quería, pero por cada peldaño que subía esa seguridad se iba desquebrajando. Todo salto por los aires cuando llego a su habitación, la puerta estaba medio abierta, dentro de esta se encontraba una mujer que no había visto en toda su vida aferrada con todas sus fuerzas al jergón de la cama, mientras su marido se la metía con por atrás de manera salvaje.

Se echó las manos a la cara y al hacerlo las llaves que tenía en la mano y la bolsa se cayeron al suelo, la parejita dejo de follar. La madre de Marcos pudo darse cuenta de que esa chica era un poco mas joven que su hijo, entonces miro a su marido que intento vociferar una excusa. Una ira incontrolable empezó a crecer dentro de la madre de Marcos. Echando el brazo para atrás le dio un tortazo a su marido, este se tropezó por el impacto terminando por estamparse contra uno de los armarios.

No dijo nada mas, salió de la que hasta ese momento fue su casa y cogiendo el coche, salió disparada sin tener un rumbo fijo, solo quería estar al lado de la persona que mas quería, su hijo, al venirle su recuerdo no pudo contener las lágrimas, solo un abrazo de él podía consolarla.

Continuará.
 

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