Reencuentro con Elena

Por una parte, no me gusta nada como se porta con Noelia, muy borde y tremendamente desagradable y encima la utiliza para saciar su apetito sexual. Por muy mal que se portará en el pasado, hay que saber perdonar y olvidar.
Y por otra parte, no me sorprende que se haya enrollado con la hermana de Ángela. Es ya un caso perdido.
Y le está cogiendo el gusto a calentar los celos.
 
Y le está cogiendo el gusto a calentar los celos.
No, hombre, noooo ... ahora tendrá ese momento de lucidez característico en él y pensará que tal vez no sea buena idea ... aunque seguro que el diablillo que hay sobre su hombro izquierdo le sugiere que estaría bien probar a la hermana y, tal vez luego, a la madre. Pero no nos preocupemos, todos sabemos que Javi "es fuerte" ... y puede con todas.
 
Yo siempre tengo la esperanza de que reaccione y espabile, pero nada, va de mal en peor y pensando más con lo de abajo que con lo del cerebro.
Cuando Ángela se entere, a ver qué pasa, aunque no descarto que Ángela lo sepa y este hablado entre las Hermanas
 
Considerando la estrecha confianza que existe entre las hermanas, me ha parecido demasiado rebuscado el favor que Ángela le pidió a Javier, innecesario.
Nada descabellado pensar que Ángela esté al tanto de lo que ocurrirá entre Javier y Lucía. Lo que ocurrirá con la madre está fuera del trato. :giggle:

Que excelente trabajo ha hecho Keranos con Javier, ha logrado convertirlo en un ser insoportable, intragable en su trato con Noelia, raya en lo vil.






La de trucos que manejó Lucía conmigo, me tuvo siempre a un paso tras ella, digna hermana de Ángela, me pregunto si será genético las altas cualidades amatorias de este par de hermanas, de lo mejor que he disfrutado en sexo.
Ya satisfecho le digo que se ha hecho tarde y que es hora de que me vaya. me provoca intercambiando algún otro beso y caricia, intentando convencerme de ducharme con ella, pero me excuso por el agotador finde con mi familia, para asegurarle que me ducharé en casa, ya vestidos melosa me acompaña hacia la salida, cuando sentimos la cerradura de la puerta abrirse, era su amiga que torpemente intentaba balancearse con dos enormes cajas que no la dejaban ver por donde iba, procedo a ayudarle con ellas para dejarlas con cuidado en el piso, y al mismo tiempo Lucía dirigiéndose a mi, me dice...Javier te presento a E...
 
Última edición:
A este ritmo Javi va a adelantar a Julio Iglesias en el número de mujeres con las que se ha acostado.... que tío!!!! vaya semental!!!
Pero no lo puedes culpar, todas se le tiran encima.

Considerando la estrecha confianza que existe entre las hermanas, me ha parecido demasiado rebuscado el favor que Ángela le pidió a Javier, innecesario.
Nada descabellado pensar que Ángela esté al tanto de lo que ocurrirá entre Javier y Lucía. Lo que ocurrirá con la madre está fuera del trato. :giggle:

Que excelente trabajo ha hecho Keranos con Javier, ha logrado convertirlo en un ser insoportable, intragable en su trato con Noelia, raya en lo vil.
Mmmm... Difícil de dilucidar. Angela sabía lo que iba a ocurrir?, lo hizo para distraer a Javi usando a su hermana?, no creo, lo hizo para darle un gustito a su hermana?, quizás?, lo hizo para probar a Javi?, pues otro quizás.

Yo no estoy seguro que tanta confianza tiene con su hermana. Si no fue planeado esto, pues parece que no mucha para escoger a Javi y no a ella.
 
Capítulo 726

Me pidió que le diera un momento para prepararse, porque quería follar conmigo. Me lo dijo así, tal cual. Y yo asentí. Lucía se levantó rápidamente riendo y salió enflechada para prepararse. Yo me dediqué a esperar mientras me sobaba la polla. Pensé mucho en Andrea, pero también lo hice en Lucía, en especial en los días que estuvimos en la playa con su hermana. Se me venían muchas imágenes de ella en bikini y en ese momento en el que fuimos a despertarla para irnos los tres para que ellas me enseñaran algunas cosas, en donde pude adivinar un poco sus pezones y también veía cómo se le marcaba todo con ese pantaloncito de pijama tan fino y diminuto que llevaba. Para cuando me quise dar cuenta, ella apareció y me agarró de la mano para tirar de mí con fuerza y llevarme hasta su habitación. Hasta se había cambiado de ropa, poniéndose unos leggings grises y una camiseta de tirantes, llevando también el pelo suelto. Al llegar se subió a mi cuerpo para comernos la boca y yo me senté en la cama. Lucía era una chica muy activa, haciendo fuerza para tumbarme y quedar ella sobre mí. Ya la tenía bastante dura en ese momento, dándose ella cuenta de ese detalle y riendo mientras pasaba su mano por la zona.

Me preguntó con las mismas risas si le daba igual lo que pudiera pensar su hermana si se enteraba de lo que estábamos haciendo, cosa que me cortó un poco el rollo y que me hizo separarme de ella para decirle muy serio que eso no iba a pasar. Ella puso cara de traviesa, pero me dijo que no, que no iba a decir nada, advirtiéndole yo que más le valía. Se puso un poco ñoña después, pidiéndome que no me enfadara mientras me besaba el pecho tras tirar de mi sudadera hacia arriba para quitármela. Comenté que le gustaba mucho tocar los cojones, como ya comprobé en su día en la playa y en esa misma situación. Ella rio diciendo que sí, subiendo hasta mi cara para besarme de nuevo. Le volví a advertir, aunque esta vez diciéndole que conmigo no se jugaba, pareciéndole a ella interesante cómo me estaba poniendo y aunque yo también buscaba jugar, iba en serio. La puse bocarriba, agarrándola de las muñecas para preguntarle si iba a ser buena, mirándome ella con una sonrisa, aunque sin responder.

Le volví a formular la pregunta, apretando sus muñecas y acercando mi cara a la suya, asintiendo ella, pero eso no me valía. Le exigí que me lo dijera y así lo hizo. Pareció gustarle lo decidido y firme que me puse. Tras eso, busqué dejarla en igualdad de condiciones al quitarle esa camiseta minúscula de tirantes que se había puesto, pasando después a su sujetador. Descubrí unas tetas muy redondas y de tamaño normal, tirando a pequeñas. Eran más grandes que las de su hermana, eso desde luego, pero tampoco es que lo fueran mucho. Sus pezones no eran tan pálidos como los de ella, siendo más de color carne. Me gustaron sus tetas al verlas. Bajé para comérselas, encontrando así más diferencias con su hermana, pues ella no era tan sensible en esa zona. Era más normal, como cualquier chica. Las degusté unos minutos para ir bajando por su cuerpo, besando su ombligo y sus poderosas caderas, empezando a bajar sus leggings y luego quitar su tanga.

No esperaba encontrar su coño como me hubiera gustado. Desde el momento en el que la vi y la empecé a conocer, me imaginé que tendría el coño totalmente depilado. Y así estaba. No iba muy mal desencaminado en lo que a tamaño y forma se refiere. Quizá lo tenía en realidad más largo de lo que yo veía en mis fantasías, seguramente por la comparación con su hermana, pero sí que tenía unos labios muy finos que no quedaban nada colgones. No le di opción a nada, pues me lancé a comérselo, encontrando su raja muy húmeda. Le dije que sí que debía estar cachonda para tenerla así, dándome ella la razón y empezando a acariciar mi cabeza. Se lo comí durante un buen rato, aunque no dejé que se corriera, incorporándome para quedar con las rodillas clavadas en su cama, mirándola como estaba con una sonrisa y una cara un poco atontada, estirándose para relajarse.

-¿Quieres vérmela?
-Ya lo he hecho, jajajaja.
-Es verdad. Qué oportuna fuiste.
-Os pillé follando, ¿no?
-¿Tú qué crees?
-Que sí, porque saliste con la polla más dura que una piedra.
-Ya ves que si la tenía dura.
-Yo también eché un buen polvo ahí en la orilla. En el agua me parece muy incómodo.
-Bueno, depende de cómo se haga...
-Me lo pasé muy bien aun así. El chico la tenía muy grande. Más que tú por lo que pude ver en ese momento y por lo que he podido notar ahora.
-Ah, ¿sí? Eso ahora lo veremos cuando te folle.
-Pues venga, hazlo ya.
-No. Primero me la vas a chupar.

Me levanté para desnudarme del todo, incorporándose ella también, aunque la volví a tumbar con una mano, poniéndome sobre su torso para ponerle la polla en la cara. Ella rio y la agarró con la mano, empezando a moverla hacia arriba y abajo, pero rápidamente se la metió en la boca. Empezó a chupar lentamente, pero pronto cogería más ritmo, intentado tragar bastante, pero quedaba muy lejos de metérsela entera. Lo hacía francamente bien y le ponía ganas. Hasta le follé la boca un poco, pero la dejé para tumbarme bocarriba y que se colocara ella entre mis piernas para que tuviera más movilidad. Ahora lo hacía incluso mejor. Hasta me parecía que tragaba bastante más. Pero le dije que parara, que ya sí que quería follar. Ella se levantó y fue hasta su escritorio, donde cogió un condón y me lo lanzó, aunque yo no le hice caso, diciéndole que lo cogiera y me lo pusiera ella. Le gustaba ese pique que tenía con ella, haciéndome caso al abrirlo con sus dientes y empezar a ponérmelo. Una vez lo hizo, se subió a mí, clavándosela lentamente hasta que quedó dentro de ella por completo. Lanzó un suspiro y se empezó a mover lentamente sobre mí, hacia arriba y abajo. Gemía tímidamente, pasando yo a preguntarle si eso era todo lo que sabía hacer, dándole un azote en el culo también. Eso la incitó a follarme con más brío, apoyándose en mi pecho para tener una mejor sujeción.

Fue una buena follada la que me dio así, moviéndose de varias formas. Estaba bastante guapa con el pelo suelto mientras me follaba así, tratando siempre de echar su melena hacia un lado para que no le molestara tanto. La verdad es que Lucía follaba muy bien y lo estaba pasando genial, pero quería seguir con ese juego de ver quién tenía más huevos en el asunto, ya que ella no se amedrentaba. La puse bocarriba para follarla en un misionero en el que ella de primeras se abrazó a mí con fuerza, sobre todo cuando empecé a follarla de manera dura y rápida. Fui un poco más lento, soltando ella poco a poco ese agarre que me hacía con sus piernas hasta que dispuse de total movilidad para hacerlo a mi antojo. Ella disfrutaba mucho. Y yo también lo hacía, pero no tanto como ella a juzgar por sus gemidos. Paré un poco al ver que estaba cerca, llegando ella a decirme que era un cabrón por parar justo en ese momento. Eso hizo que la agarrara del cuello, diciéndole que repitiera eso si se atrevía. No es que riera, pero sí que se notaba que quería hacerlo, aguantando el tipo.

Tras eso, se lo empecé a comer de nuevo, para joderla un poco por lo que había dicho. Y di en el clavo, porque cuando estaba cerca de acabar, me pedía que parara, porque se quería correr mientras la follaba. No lo hice, y seguí hasta que se corrió en mi boca, dándole algunos espasmos que controlé al agarrarla de los brazos. Esperé unos segundos y se la volví a meter, empezando a follarla lentamente para no hacerle daño. Ella reía y negaba con la cabeza y cuando hablaba, yo le propinaba una fuerte embestida que la callaba después de soltar un gemido alto. Seguimos con ese juego un rato hasta que me harté y decidí acabar ahí la noche, poniéndola a cuatro para reventarla de esa manera, agarrándola de las caderas y un poco del pelo también, llegando ella a correrse una vez más, sacándosela yo para quitarme el condón y hacerlo sobre su culo al terminar masturbándome. Lucía quedo rendida después del polvo que echamos, el cual fue bastante divertido e improvisado, porque no esperaba acabar así cuando llegué y la encontré vestida tan normal.

-Qué bien... -decía satisfecha.
-¿Mejor que con ese?
-Bueno, no me quejo...
-Pero respóndeme, cabrona, jajaja -dije lanzándole algo de su ropa.
-Jajajajaja, ¿necesitas que te lo diga para no herir tu orgullo de marchito?
-No, si ya sé que acabas de echar el mejor polvo de tu vida, tranquila.
-Hala... Jajajajaja. Qué creído te lo tienes.
-De los mejores ha sido, ya te lo digo. Seguro que no muchos te han echado los cojones que te he echado yo.
-Eso es verdad.
-Y te ha gustado.
-Bastante.
-¿Ves?
-Pero de ahí a decir que ha sido el mejor polvo...
-Es bastante probable que sí.
-A ver... Tendría que hacer memoria, pero de los mejores, seguramente sí.
-Ya sabía yo.
-Jajajajaja, joder, qué bien se lo ha tenido que pasar mi hermana contigo durante años.
-Hablando de ella... Ni una palabra, Lucía. En serio.
-Ya.
-Que me enfado de verdad.
-Joder, ni que fuera algo trágico que se enterara de lo que acababa de pasar. ¿Es que sois algo acaso?
-No. No lo somos.
-Mmm... ¿La echas de menos?
-Demasiado.
-Uy...
-¿Qué?
-Algo me huelo.
-No te montes películas. Ya te he dicho que no somos nada.
-Sé que no sois nada. Pero también sé que os queréis. ¿O tampoco?
-Claro que nos queremos.
-Claro. Pero me da la sensación de que...
-No. Ya no.
-Hala, qué fuerte. Si es que no fallo en estas cosas.
-Como le cuentes algo te vas a enterar de quién soy yo... Jajajaja.
-Te juro que no le cuento nada. ¿Qué pasó?
-Pues nada.
-¿No se lo dijiste?
-Lo iba a hacer justo cuando me dijo que se iba a Francia.
-Vaya...
-Al menos no hice el ridículo delante de ella.
-Con lo colada que ha estado ella por ti...
-Pues mira cómo son las cosas. Ella no busca nada ahora. Pero yo ya he pasado página también.
-Bueno...
-Me voy, ¿vale?
-Como quieras. Si te apetece algún día...
-Ya veremos.

Volví a casa, sin estar muy orgulloso de haberme ido a la cama con la hermana de mi amiga, pero la situación se dio así y la verdad es que la chica tenía su encanto y estaba bien buena. Pero tampoco iba a ser algo que me quitara el sueño. Estábamos en la semana del puente de diciembre, días que pensé pasar con mi amiga Ángela nada más se fue a Francia, pero que luego, viéndolo con perspectiva, no es que fuera algo tan necesario teniendo en cuenta que en unas dos semanas volvería. Ella también me insistió mucho en que fuera, pero le expliqué mis razones y no hubo más problema que el de la distancia que había entre nosotros y que procurábamos mitigar con muchas llamadas de voz o de vídeo. La cosa no tenía pinta de ser movida los días de puente al irse todo el mundo de mi círculo más cercano, porque Andrea se iba a casa para pasar esos 3 días con su familia y regresar el jueves por la tarde para las clases del viernes.

Noelia lo mismo, sumándose también que el jueves era su cumpleaños, aunque como tenía que volver también por las clases, me insistió en que nos viéramos ese día, prometiéndome que no me molestaría nada en esos días festivos si me acercaba a su casa para poder celebrarlo un poco. Lucía también me comentó mientras cenábamos que se iba a casa con su madre, aunque lo más seguro es que no la hubiera buscado para hacer algo, porque ya venía de ello. Con Hugo la cosa estaba regular aún y teníamos que tener una conversación, aunque prefería esperar un poco, sobre todo a que Sofía hablara con él para aclarar las cosas. Los amigos del grupo de la tienda también estaban en plan familiar, yéndose a casa cada uno para pasarlo allí. Así que me iba a quedar bastante solo 3 días, pero era algo que hasta me venía bien para desconectar un poco y estar a mis anchas, queriendo aprovechar para preparar material para el trabajo, como tenía pensado hacer el domingo al regresar temprano a casa, aunque no pude hacerlo al encontrar aquel panorama con Andrea.

Y hablando de Andrea, sus gemidos no se me iban de la cabeza. Estaba empezando a obsesionarme, porque el lunes al llegar a casa después del polvo que eché con Lucía, estando en silencio y a oscuras en mi habitación tratando de dormir, oía ruidos, como es lo más normal. Pero lo malo es que asociaba a sus gemidos cualquier ruido que fuera mínimamente parecido. Ya fuera el ruido que hace una silla en el suelo al ser movida, o algunos ladridos agudos de perro. Mi cabeza me jugaba malas pasadas y pensaba que era ella, que estaba teniendo sexo o que se estaba tocando. Hasta me incorporaba para poner más atención, aunque no oía nada más, especialmente cuando ya no estaba en casa. Y obviamente, no eran pocas las veces en las que me acababa masturbando recordando aquello. No me bastaba con haber imaginado que estaba con ella cuando en realidad estaba con Noelia o con Lucía. Las ganas que tenía de follar con Andrea eran grandísimas, pero era algo que veía muy difícil.

Por lo pronto, tenía a Noelia para eso y Lucía también parecía receptiva. Pero no en esos días, los cuales se me empezaron a hacer largos a pesar de salir a correr y a apuntarme a un nuevo gimnasio en el que también le di duro. Pero en casa se me hacían bastante largos los momentos y como no me apetecía ponerme a cocinar, vi que era la excusa perfecta para salir un poco y que me diera así el aire, yendo a un lugar en el que vendían comidas ya listas. Estaba mirando a ver qué compraba cuando alguien me miró, pero no de manera normal, porque hasta se inclinó al estar a mi lado y poder así verme bien la cara. Me preguntó si era yo y le dije que sí, que era yo, diciéndole después que me alegraba de verla después de tanto tiempo. Laura lucía muy guapa, con su larga melena morena de siempre y con un rabillo de ojos, yendo arreglada también y muy elegante, como siempre. Estuvimos hablando un poco, preguntándole yo qué hacía ahí, aunque ella llevaba prisa, pero me dijo que podíamos tomarnos un café por la tarde si quería y charlar así más tranquilamente.

Me preguntó por WhatsApp bien pasadas las 3 de la tarde dónde quedábamos para tomarnos el café, ofreciéndole yo que viniera a casa. La verdad es que era una chica increíblemente guapa, aunque un poco más delgada de la cuenta para mi gusto, pero no se me olvidaba cómo ella intentó algo conmigo en una fiesta que sería determinante para mí, pero con otra persona. Llevaba solo un día sin echar un polvo, pero me apetecía. Estaba en una de esas rachas en las que estás con muchas ganas casi todo el tiempo. Y más que se acentuó con lo que pasó con Andrea. Ya había tenido varias fantasías con Laura en el instituto y también las tuve cuando mucho después, especialmente cuando nos pilló a mi ex y a mí follando en aquella fiesta de Halloween que hicimos en una casa vieja y grande. No sabía si seguía con novio, porque algo comentó hacía más de un año, pero en un lapso tan grande podría haber cambiado aquello. Al final, le pareció bien y un rato pasadas las 4 de la tarde acudió por casa después de que le mandara ubicación.
 
Capítulo 727

-Qué guapa estás -le dije en cuanto le abrí la puerta.
-Muchas gracias, jeje -respondió dándome dos besos y entrando.

Colgué su abrigo en la entrada y la hice pasar, preparando un café para cada uno rápidamente y volviendo con ella para sentarme a su lado en el sofá y poder así hablar tranquilamente.

-Bueno, ¿qué te cuentas?
-Pues eso me pregunto yo también, que estás muy cambiado.
-Uff... ¿Tanto se me nota?
-¿Pero tú es que no tienes espejos, o qué? Jajajaja.
-A ver, sí. Pues claro que he cambiado, pero todo el mundo me lo dice de manera exagerada.
-Yo creo que es por la barba. Es que así tan larga... Pareces otro.
-Tú sin embargo, sigues igual de guapa. Y muy elegante, como siempre -dije al ver que venía con la misma ropa con la que nos vimos antes.
-Ya sabes que me gusta ir bien vestida.
-Para eso has estudiado moda, ¿no?
-Sí, bueno... Jajajaja.
-¿Sabes que tengo una amiga que estudió conmigo en la carrera y que ahora está trabajando en Francia para una revista de moda?
-Ah, ¿sí?
-Pues sí. También le gusta ese mundo y se lanzó a la aventura.
-Pues luego me la presentas.
-Claro. ¿Y qué haces aquí? Te hacía mucho más lejos, en tu ciudad, que dijiste que andabas mucho por allí la última vez que nos vimos.
-Pues sí. Bueno, en realidad estoy que voy y que vuelvo. Ahora estoy por aquí porque mi hermano ha entrado en la universidad este año y como estaba en mi casa, pues me he venido con él una temporada para echarle una mano, que siempre ha estado muy mimado y le ayudo a hacer las cosas para que aprenda.
-Anda, no sabía que tuvieras un hermano.
-Pues sí. Está un poco acojonado con la universidad.
-Bueno, a muchos les pasa.
-¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
-Es una larga historia.
-Tengo tiempo -decía para beber de su café.
-Me vine a vivir aquí el verano del año pasado. Y no lo hice solo. Creo que eso ya lo sabes.
-Ajá.
-Pero todo salió mal. Supongo que también lo sabes.
-Sí. Algo me dijeron.
-Volví a principios de este año y desde entonces aquí estoy. En la casa en la que viví cuando iba a la universidad.
-¿En serio? Jajajaja.
-Vaya. Hablé con un amigo para ver si la tenía en alquiler, porque ya era suya cuando vivía aquí y resultó que sí.
-Qué bien. ¿Y a qué te dedicas?
-Pues doy clases en una academia. De inglés y de algunas asignaturas más.
-Qué guay, eres profe.
-Pues sí, jajaja. ¿Y tú?
-Yo escribo para una revista también, como tu amiga. También tengo mi blog... Estoy muy contenta.
-Eso está genial.
-Javi, mmm...
-Dime.
-¿Te puedo preguntar por qué rompisteis Elena y tú?
-¿No lo sabes?
-No.
-¿No has hablado con ella?
-¿Cómo lo voy a hacer si se cambió de número?
-Es verdad.
-No hay ni rastro de ella. Ni por redes sociales ni nada. No entiendo qué le pasa.
-La razón por la que ella y yo rompimos fue... Pues por terceras personas.
-¿Terceras personas? Uy... Ya me hago a la idea.
-¿Sí? -dije impresionado.
-¿Cómo no lo voy a hacer? Si lo sufrí yo misma también.
-¿Cómo?
-Fue por Irene y Mario, ¿no? Ya decía yo que esos juegos que os traíais... Era cuestión de tiempo que algo así pasara.
-No, no. No fue por ellos, ¿eh?
-Ah, ¿no? -decía apurada.
-Pues no. Que también hacíamos nuestros juegos, ¿sabes? Pero siempre estaba todo bajo control y teníamos cuidado.
-Entonces estoy perdida.
-Fue su hermana.
-¿Noelia?
-Sí. La hija de su madre estaba obsesionada conmigo y hasta que no nos separó, no paró.
-¿Qué dices, Javi? -preguntó sin dar crédito.
-Lo que oyes. Si te empiezo a contar las de putadas que me hizo estando emparejado, nos dan las uvas.
-¿Pero, Noelia?
-Qué sí, Laura. No sabes...
-Me has dejado... Yo es que la conozco... Bueno, llevo sin verla bastante ya, pero la veía mucho en su día, porque solía quedar con Elena para hacer trabajos y para estudiar juntas.
-Pero claro, en esos tiempos Noelia era muy pequeña.
-También es verdad.
-Fliparías si hubieras tratado con ella cuando yo la conocí.
-Oye, ¿y por qué te saliste del grupo no hace mucho? Lo vi así de refilón y me extrañó.
-Ah... Pues porque me he enfadado con algunos.
-¿Sí? ¿Con quién?
-Pues con Irene y Mario precisamente.
-No me digas... ¿Por qué?
-Por relacionarme con quien no debo.
-Vaya, hombre... Pues ten más cuidado, ¿no?
-Ya. Oye, Laura...
-Dime.
-Que se me viene a la mente la fiesta de Halloween del año pasado.
-¿Sí? ¿Por qué?
-¿Por qué va a ser?
-No sé...
-Pues porque nos pillaste follando.
-¿A quién? ¿A Elena y a ti?
-Claro.
-Mmm, me parece que te confundes.
-De hecho, estoy bastante seguro de que eras tú.
-Qué va.
-Joder, Laura, que era tu maquillaje. Nadie más lo llevaba tan currado.
-Vaaaaale, era yo. ¿Contento?
-Jajajajaja. Me dio mucho morbo que nos vieras.
-¿Pero qué dices, Javi? Jajajaja.
-Pues la verdad.
-Qué tonto... Jajajaja.
-Estaba muy cachondo en ese momento que nos pillaste, pero cuando te vi por allí me puse mucho más. Lástima que te fueras...
-Pues claro que me fui. ¿Qué querías que hiciera? ¿Unirme?
-No hubiera estado mal...
-Jajajaja -reía alto mientras me daba un palmetazo en el brazo.
-Hubiera sido interesante que hubieras entrado, porque eres muy guapa y estás muy buena también. A lo mejor te podrías haber tocado mientras nos mirabas -dice acercándome a ella darle un beso.

Pero Laura se retiró de manera brusca, quedándose bastante cortada.

-Javi, es que tengo novio.
-Ah... Perdona. Creía que no con eso que me has dicho de que estabas viviendo con tu hermano.
-Ya, es que él también está viviendo conmigo.
-Tampoco me has dicho nada antes... No sé, siempre has estado muy misteriosa con ese tema, también en su día cuando nos dijiste que tenías pareja, pero no nos hablaste nada de él.
-Bueno... Es que...
-¿Hay algún problema?
-No, bueno... Es que él es...
-¿Quién? -pregunté sin saber por dónde iba.
-Alejandro.
-Alejandro... Jajajajajajaja -reí con ganas, aunque ella no lo hacía, poniendo de hecho un gesto serio-. No me jodas que me lo estás diciendo en serio.
-Pues sí -decía molesta.
-¿Pero qué haces tú con ese?
-Oye, un poco de respeto.
-El mismo que él te tiene a ti. Seguro.
-¿Qué quieres decir?
-Nada. Tú sabrás.
-No, ahora me lo cuentas.
-Pues que no sé cómo puedes estar con ese tío sabiendo lo que le hizo a tu amiga. Que tú misma echabas pestes de él. Y ahora resulta que estás con él.
-Ya, pero la gente cambia. Mírate a ti...
-Bueno, puede, pero no sé... Ese chico... Pero oye, que si estás contenta con él, pues muy bien. Pero luego no te extrañes si te encuentras la sorpresa. Es alguien muy egoísta. ¿Te ha hecho ya la de pirarse cuando habéis discutido por algo? ¿Te apoya cuando tienes problemas?
-Mmm, sí. Claro.
-No te veo muy convencida.
-Discutimos como todas las parejas. No sé qué hay de raro en eso.
-Yo solo te advierto de lo que me encontré en él. Que a tu amiga la estaba engañando con su hermana.
-¿Con Noelia?
-Sí. Y con otras tantas... Pero con Noelia tenía algo más serio por así decirlo.
-¿Pero qué cojones me estás contando, Javi?
-Joder, pues lo que sé. La misma Noelia me lo dijo. Y él también, que hablé seriamente con él por un problema que hubo hace ya bastante.
-Pero no tiene por qué ser así conmigo.
-Puede. ¿No has notado algún comportamiento raro en él? ¿Tenéis alguna amiga cercana en común con la que se vea o algo?

Laura abrió mucho los ojos de repente, aunque no dijo nada.

-Parece que te has dado cuenta -seguí.
-Pero... No puede ser.
-¿Has notado más cambios en él? ¿Está más frío? ¿No habláis tanto las cosas?
-Últimamente...
-Pues ahí lo tienes.
-No, no puede ser -repitió.
-Te aseguro que sí.
-Parece que te diviertes con esto.
-A ver, no estoy triste, desde luego, porque esta conversación te ha hecho abrir los ojos. Tú mereces algo mejor.
-Una vez vi algo...
-¿El qué?
-Como si hubiera besado con alguien. Pero yo no soy una persona celosa y confíe en él.
-Pues está claro que no deberías haberlo hecho.
-Joder, tampoco tienes pruebas para decir esas cosas.
-¿4 años de infidelidad a su primera novia no te parece suficiente?
-Pero eso fue hace ya mucho.
-Y sin embargo se sigue comportando de la misma manera por lo que me dices.
-No ha sido siempre así. Solo en estos últimos meses, desde verano.
-Porque ya se ha cansado de ti.
-Joder... Ahora estaba con sus amigos supuestamente.
-O no.
-¿Por qué metes leña al fuego?
-Porque quiero echar un polvo contigo.
-Así solo demuestras que estás a su altura.
-La diferencia es que yo estoy soltero y él no. Yo no debo fidelidad ni exclusividad a nadie. Él sí. Y sé que te gusto. Al menos lo hacía antes de que empezara una relación, porque te acercaste a mí.
-Cállate ya.
-Cállame tú.
 
Sinceramente, Javi me parece cada vez más insoportable. Esta conversación ha sido surrealista. En fin, leeré el próximo capítulo a ver cómo se la folla.
Yo no la veo surrealista. Solo le ha avisado de con quién está ahora mismo, que tampoco es de fiar.
La parte final si me parece fuera de lugar cuando ella tiene novio, por muy imbécil que sea Alejandro.
 
Es que vamos a ver. Desde el momento que le dice que tiene novio, por muy imbécil que sea, tiene que desechar la idea de tener sexo y espero que ella no se deje llevar.
Si Alejandro le está engañando primero que lo hablen entre ellos y luego si rompe y quiere tener sexo con Javi, pues vale.
Yo no hago lo que no me gusta que me hagan.
 
No recuerdo a esa chica. En fin, parece que a Javi ya no le importa ni los novios, aunque parece obvio que en esta ocasión lo hace por revanchismo, por Alejandro cuando quería hacer caer a Elena.

No creo que tengan dudas de que lo logrará 😁
 
No recuerdo a esa chica. En fin, parece que a Danny ya no le importa ni los novios, aunque parece obvio que en esta ocasión lo hace por revanchismo, por Alejandro cuando quería hacer caer a Elena.

No creo que tengan dudas de que lo logrará 😁
Te has dado cuenta que has confundido el nombre, no?. 🤭
 
Lo siento pero si esto es verdad Javi es el tío más capullo del que he oído hablar.
Egocéntrico, chulo, infantil y metemierdas.

En cada capítulo se supera. Su estupidez no tiene límites. No me extraña que esté solo. Solamente una persona sin autoestima, como es Noelia, aguanta estar a su lado como un cachorrillo. Y él se aprovecha una chica que roza el desequilibrio mental para su disfrute sexual.

Cada mujer que conoce se la pasa por la piedra. Dice sentir algo por Ángela pero no duda ni medio segundo en calzarse a su hermana, lapidando de esa forma sus opciones con ella.

Su adicción al sexo es brutal. Ya se lo dijo Valentina.
Siento mucho ser tan duro, pero es que no entiendo como una persona así puede campar a sus anchas por el mundo.
 
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