Reencuentro con Elena

¿Porqué dices que parece tonto? ¿Es que ves por ahí alguna señal de algo?
Es que no me entra en la cabeza ninguna oportunidad de que puedan volver. Encima que en un principio la engaño con la hermana, después mantuvo una relación con ella. Así que debiera ser imposible. Pero el poder semental de Javi todo lo puede...
 
Esto puede acabar como Friends. Que al final Javi pueda escoger entre Elena o Ángela y está última lo de por perdido y se vaya al aeropuerto a volverse a Francia (como Rachel) y entonces el Ross follador patrio se lo piense mejor y la pille justo embarcando y le diga no te vayas
 
Es que no me entra en la cabeza ninguna oportunidad de que puedan volver. Encima que en un principio la engaño con la hermana, después mantuvo una relación con ella. Así que debiera ser imposible. Pero el poder semental de Javi todo lo puede...
Pues fuera de que se folló a la hermana y luego lo siguió haciendo, está también todo lo que ocultó en la relación, y como cereza del postre, se folló a su mamá.

Yo no sé porque algunos acá todavía ven posibilidades de reconciliación, ni de amistad. Nada de nada. Es más, no sé que interés pueda tener Elena para querer hablar con él. Igual, antes lo buscó inexplicablemente a su casa acompañada de su hermano, me gustaría saber para que.
 
Pues fuera de que se folló a la hermana y luego lo siguió haciendo, está también todo lo que ocultó en la relación, y como cereza del postre, se folló a su mamá.

Yo no sé porque algunos acá todavía ven posibilidades de reconciliación, ni de amistad. Nada de nada. Es más, no sé que interés pueda tener Elena para querer hablar con él. Igual, antes lo buscó inexplicablemente a su casa acompañada de su hermano, me gustaría saber para que.
Tal vez por lo mismo que ahora el la busca a ella. Tal vez necesitaba darle la posibilidad de explicarse o justificarse para intentar cerrar las heridas o dejar el amor atrás. Pero no se dio.

Igual, yo sigo pensando que ella esta soltera, sin pareja y sin hijos. No creo que de una desilusión tan grande se salga tan rápido.
 
Pues fuera de que se folló a la hermana y luego lo siguió haciendo, está también todo lo que ocultó en la relación, y como cereza del postre, se folló a su mamá.

Yo no sé porque algunos acá todavía ven posibilidades de reconciliación, ni de amistad. Nada de nada. Es más, no sé que interés pueda tener Elena para querer hablar con él. Igual, antes lo buscó inexplicablemente a su casa acompañada de su hermano, me gustaría saber para que.
¿No te hace ilusión pensar en la proxima cena de Nochebuena todos juntos?
 
Capítulo 779

Seguía sin entender el motivo de por qué no la quería subir. Ella me explicó que no era como Irene y que no quería que ni ella ni Mario sintieran algo remotamente parecido a lo que había sentido yo en su día con la foto que ella subió y que tanto daño me hizo. No pensaba yo que esa foto fuera a afectarles para nada viendo el plan en el que estaban, pensando yo que la podía subir sin problema.

Ángela me preguntó si estaba seguro, porque no quería más problemas, sobre todo para mí, pero es que no entendía qué podía pasar si subía esa foto. An fin y al cabo fueron tanto Irene como Mario los que estuvieron distantes en la cena de Nochevieja y eran ellos los que pasaban de nosotros.

Sí, lo hacían en gran parte por mi culpa, pero también había detalles que se escapaban a mi persona, como su manera de comportarse en casa de Ángela después de que ella les invitara a la cena. Estaban muy a su bola, pareciendo casi que ni estaban por momentos. Tampoco ayudaba no contarle a Sofía que se habían vuelto a ver con Elena.

Al final, Ángela se animó a subirla, pero sin poner ningún comentario ni nada, por si Irene se sentía aludida por algún motivo. Le dije que seguía viendo aquello como una tontería, pero con subir la imagen se quedó bastante tranquila. No tardamos en llegar a la ciudad, dejándola yo en su casa a para que pudiéramos estar un rato con la familia.

Antes de bajarse me preguntó riendo si estaba su regalo entre todas esas bolsas que guardé en el maletero del coche antes de que saliéramos. Le dije que sí, que por ahí se encontraba, no pudiendo esperar para abrirlo, aunque dijo que sería paciente y esperaría hasta el día siguiente, quedando en que nos daríamos los regalos una vez quedáramos todos.

Ya sí que se bajó y entró en su casa, yendo yo a la de mis abuelos, no sin haber avisado a mi madre antes de salir de casa. Ella estaba encantada con aquello, como pude ver al llegar allí. Saludé a todos y estuve un rato por allí hasta que llegó la hora de recoger a Ángela para ir a ver la cabalgata, poniéndome más guapo, como ella me pidió.

Mi madre me miraba con una cara que expresaba mucho cuánto le gustaba verme así vestido, pues era bastante raro en mí ir con camisa y jersey, aunque no tanto desde que me fui a vivir solo, pero claro, ella no es que pudiera verme todas las veces que salía por allí. Sí que lo hacía cuando iba allí y salía por mi ciudad, pero aún a esas alturas no podía evitar mirarme con esa cara.

Mis abuelos también comentaban que les gustaba mucho verme así vestido, preguntándome a dónde iba. Les expliqué que iba a ver la cabalgata con unos amigos, pareciéndoles a todos genial y comentándome que ellos también la verían al pasar por una calle paralela a la que estábamos. Mi madre me preguntó si iba a cenar fuera o si volvería para hacerlo allí, no teniendo yo ni idea de aquello.

No me dijo nada más, tan solo que me lo pasara bien, porque se me notaba que tenía ganas de salir, pero que llevara cuidado a la vez. Me despedí de todos y me puse el abrigo para ir a por Ángela, aunque su casa me pillaba retirada, pero coger el coche en ese momento era un problema.

Al final quedamos a medio camino para no perdernos la salida de la cabalgata, porque ella se empeñó en verla salir. Así que nos encontramos cerca de donde lo iba a hacer, teniendo un poco de problema para hacerlo, pues había mucha gente en la calle. De hecho, fue ella la que me encontró a mí, abrazándose a mi brazo diciendo que con lo alto que era le resultó muy fácil dar conmigo.

Nos dimos un buen abrazo, viendo lo guapa que iba con ese vestido blanco de lana, aunque en la parte de arriba llevaba un abrigo que le llegaba hasta las caderas, siguiendo con unas medias negras y unas botas con tacón. Me agradeció el piropo cuando le dije que estaba preciosa, comentando que a ella también le gustaba cómo iba yo. Nos perdimos más el tiempo y nos fuimos hasta casi la misma entrada de donde salía todo, esperando para verlo bien en primera fila.

Ya me había contado que le gustaba mucho la Navidad y el tema de las cabalgatas, los regalos y demás, pero verla en ese momento era algo muy diferente a lo que me esperaba. Ángela era toda una niña viendo la cabalgata. Pese a ir maquillada, ponía una expresión tan tierna que parecía una niña más de las que había por allí.

Hasta gritaba el nombre del Rey Mago que salía, pidiéndole que le lanzara caramelos. Ni qué decir de que se agachaba a coger en varias ocasiones, pidiéndome a mí que también lo hiciera. Hasta llevó un par de bolsas para ir guardándolos.

Me llevé más de un caramelazo en la cabeza, pero me hacía mucha gracia verla así, por lo que yo también colaboraba, pero no llegaba a ponerme como ella gritando ni nada parecido. A Ángela le gustó tanto que una vez acabó el desfile de carrozas y gente disfrazada, con alguna que otra atracción rara, me pidió de ir a verla de nuevo.

De camino veíamos a mucha gente que se dirigía a lo mismo que nosotros, aunque no sabía si ya la habían visto o no, pero el caso es que Ángela iba repartiendo los caramelos que habíamos cogido antes, guardándose solo un puñado en el bolsillo de su abrigo. Me explicó que lo hacía por pasarlo bien en el momento, que ella no era mucho de comer caramelos y que los repartía cuando terminaba de ver la cabalgata.

Tuvo lugar una anécdota cuando el desfile estaba por encerrarse, siendo en el mismo lugar del que salió, pero cuando todas las carrozas se encerraron, abrían las puertas de ese lugar, dando paso a un patio grande donde, desde unos balcones interiores, los tres Reyes Magos lanzaban unos cuantos caramelos más, además de algunos pequeños juguetes, como pelotas o peluches. Obviamente, Ángela y yo entramos para verlo y para recoger lo que pudiéramos. Hacía muchísimos años que no entraba ahí, pues era una tradición que tenía lugar desde siempre en la ciudad.

Recogimos bastantes cosas, volviendo a llenar las bolsas y saliendo de allí cargados, además de aporreados. En lo que se refiere a la anécdota, tuvo lugar al poco de salir de allí. Como el resto de personas que estaba en aquel patio, empezamos a salir, escapándonos del barullo al apartarnos un poco, aunque tuviéramos que dar un pequeño rodeo hasta donde queríamos ir, pues decidimos cenar juntos en algún lugar.

En esos momentos, nos encontramos a una familia, una mujer y un hombre de poco más de 30 años, los cuales tenían dos hijos. Tenían una niña de unos 3 años y un niño de unos 2. Ambos estaban llorando porque no les había dado tiempo a ir al evento del que veníamos nosotros y Ángela se percató de ello.

Cada uno tenía en brazos a un hijo para consolarlos, diciéndoles que el próximo año no se lo perderían y que no tenían que estar tristes por ello, porque los Reyes les iban a dejar regalos igualmente.

Ángela se acercó a ellos, tirando de mí y diciéndoles que no pasaba nada, que nosotros teníamos un regalito para ellos, entregándoles las dos bolsas que llevábamos cargadas de caramelos y juguetes. A ambos se les abrieron los ojos mucho, brillando su mirada al ver aquello.

Los padres nos dijeron que no teníamos que hacer eso, que no pasaba nada y que de hecho, eran demasiadas cosas, pero Ángela le hizo un gesto que expresaba que no importaba. La niña llegó a preguntar si yo era un Rey Mago, por aquello de la barba tan larga, improvisando Ángela diciendo que era el hijo de uno de ellos y que al final habían tenido suerte.

Ambos niños estaban encantados y ahora no dejaban de sonreír, despidiéndonos después de ellos para continuar con nuestro camino para ir a cenar mientras que ellos se quedaban mirando lo que había dentro de las bolsas, con sus padres dándonos las gracias de nuevo.

Ángela dijo de ir a un bar, pero yo me empeñé en ir a un restaurante, ya que era una noche especial y me apetecía. Volvió a hacer referencia a que últimamente andábamos mucho de restaurantes, llegando a decir que había ido a comer y a cenar conmigo a esos sitios más que con cualquier pareja que había tenido.

También me preguntó si me importaba si subía un par de fotos que nos habíamos hecho mientras veíamos la cabalgata, no poniendo yo ninguna pega y diciéndole de hecho que si quería nos podíamos echar alguna más, como acabamos haciendo mientras cenamos. Las subió todas, sin que faltara el comentario de que a lo mejor le molestaba a Irene, pero no veía yo cómo podía pasar eso.

Por suerte, no se mencionó más el tema y pasamos a hablar de otras cosas. Cuando acabamos de comernos el postre, nos fuimos dando un paseo, acompañándola yo a casa, pues tenían como costumbre madrugar para abrir los regalos, como ya me contó. Me despedí de ella con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

Fue muy chocante para mí volver a tener ganas de besarla y de que pasara algo más aquella noche. Estuve a punto de darle un beso antes de marcharme, pero no lo terminé de hacer. De camino a casa de mis abuelos intenté entender por qué tenía tantas ganas de ella sabiendo cómo estaba la cosa con Elena, porque ya sí que era consciente de que seguía enamorado de ella.

No me daba la cabeza para entender cómo podía estar aún tan enganchado de mi ex y también ver a Ángela como la estaba viendo, de manera muy parecida a como la veía antes de que se fuera a Francia, por no hablar del deseo...

De hecho, ya en casa de mis abuelos, una vez llegué y dejé preparados todos los regalos que compré para ellos junto a los que ya había colocados, me masturbé pensando en Ángela una vez me fui a la cama. Fue algo satisfactorio y a la vez frustrante, porque no le encontraba ninguna explicación lógica.

El día siguiente me levanté bastante temprano, tal y como solía hacer siempre. Fui el primero en hacerlo, bajando para prepararme un café, aunque no hice para todos, pues era demasiado pronto para despertarlos a todos. Estuve tomándolo tranquilamente en la cocina, tratando de buscar una explicación lógica tanto a seguir enamorado de mi ex después de lo que había pasado y especialmente en el tema de Ángela.

No entendía cómo podía seguir despertando esas cosas en mí dándome cuenta de cómo seguía viendo a Elena. Me daba cuenta de que me gustaba mucho pasar tiempo con ella. No me aburría, se me pasaba rápido de hecho y me seguía pareciendo tan guapa y atractiva como el día en el que la conocí, o puede que incluso más.

Solo llegué a la conclusión de que le tenía un cariño tan elevado que lo confundía con otra cosa, a la vez que sentía un deseo muy potente. Mi resolución fue que esa mezcla de cariño y deseo me confundía más de la cuenta, pero que mi corazón estaba ocupado por una persona en su gran mayoría.

Y eso planteaba otro problema, porque ya tenía más que decidido establecer contacto con ella, pero, ¿y si no salía bien la cosa? Me daba pavor pensar en ello, porque si tras la ruptura me hundí bastante, no quería pensar qué podría ser de mí si aquello no salía bien, porque, aunque no me gustara reconocerlo y no se lo terminara de decir a nadie, no dejaba de pensar en ella.

No lo hice en ningún momento, volviendo todos esos recuerdos con mucha fuerza con la vuelta de Noelia, especialmente en las últimas semanas en las que nos estuvimos viendo hasta que decidí cortar todo contacto con ella. Se me ponía muy mal cuerpo, porque todo indicaba que no iba a salir bien.

Ahora tenía un bebé y lo más probable es que estuviera con la persona con el que lo había tenido. Quizá estaba hasta casada. ¿Cómo iba a hacer para tratar de encontrar un acercamiento para ver qué pasaba con ella? Aunque era demasiado pronto para decir eso, pero mi cabeza no podía evitar crear escenarios en los que nos volvíamos a encontrar y volvíamos a tener algo, empezando a salir bien y yendo hasta el final.

El detalle de que tuviera un bebé ahora pesaba, y mucho. Por mucho que yo tratara de recuperarla, ella tenía una responsabilidad muy grande y tenía que pensar qué era lo mejor para esa pequeña personita que ahora formaba parte de su vida. No la veía alterando sus vidas como para permitir que yo formara parte de ellas también.

Tan solo me podía agarrar a una cosa, a una conversación que surgió cuando aún estábamos juntos y que fue en la presencia de Noelia. Elena dijo que ella lucharía por la persona de la que estaba enamorada sin importarle que esa persona tuviera pareja.

Esas pocas palabras hacían que viera algo de luz en el tema para que pudiera salir bien, pero la realidad era muy distinta ahora, porque una cosa es tener pareja y otra es tener un bebé y seguramente estar casada. Se me llegó a pasar por la cabeza llamar a Irene para tratar de obtener algo de información, ahora que se estaban volviendo a ver, pero era muy inviable por lo enfadada que seguía conmigo.

Por suerte, no pensé mucho más en ello cuando mi madre apareció por la puerta de la cocina, dándome los buenos días y diciendo que sí que madrugaba para lo poco que me gustaba años atrás. Tras eso se preparó un café para ella y se sentó a mi lado, pegándose a mí por el frío que hacía. Le pasé un brazo por encima de los hombros, agradeciendo ella el gesto y dejando caer su cabeza sobre mi hombro.

Me preguntó cómo fue el plan del día anterior, pues cuando yo llegué, todos ya dormían. Le expliqué un poco cómo fue, contándole qué hicimos Ángela y yo, mencionando incluso la anécdota que tuvo lugar con aquellos niños a los que les dimos todas esas chucherías y juguetes.

Ella reía por la ocurrencia de la niña al preguntarme si era un Rey Mago y también por la respuesta que le dio Ángela, aunque luego me preguntó si me pasaba algo al verme tan callado. Le dije que no pasaba nada y le pregunté si quería que fuera a por churros para que desayunáramos todos, pareciéndole bien, volviendo a quedarnos callados.
 
¿No te hace ilusión pensar en la proxima cena de Nochebuena todos juntos?
La abuela, la madre, Elena, Noelia, Javi ... y el hermanito, el de Elena y Noelia, no el de Javi.

No hay nada más lindo que la familia unida
Atados por los lazos del amor
Sentir palpitar la misma sangre
Sentir que es uno solo el corazón.

No hay nada más lindo que la familia unida
Con un cariño puro de cristal.

Qué hermoso que es vivir
Con la seguridad
De amar y ser amado de verdad
Con la satisfacción
De ver la humanidad
Unidos por toda la eternidad

Como cantaban "Los Payasos de la Tele"
 
Última edición:
¡Qué manera de torturarse! Siempre el mismo problema de comunicación. Respecto de Elena, hasta su madre debe saber de ella, trabaja con su otro hijo, fue a su casa para intentar hablar con Javi, lo normal es que se interesase por Elena después de la ruptura, y que sepa de ella.

Pero claro, Javi se mete en su cascarón y ni sale ni deja que entren ¡Qué desastre!

En fin, sobre lo de seguir enamorado de Elena, me vais a permitir que lo cuestione.
Él se autoconvence de que no está enamorado de Ángela, básicamente porque supone negar la fantasía en la que vive sobre lo enamorado que está de Elena. Pero con Ángela hay intimidad (solo con ella comparte lo que no comparte con nadie más y ella lo mismo), hay compromiso (no oficialmente pero están dispuestos a no fallarle al otro) y hay pasión (la paja post cabalgata fue en honor a Ángela, no a Elena, por no hablar del deseo de besarla y tenerla entre sus brazos).
En cambio con Elena hay un sentimiento de pérdida cronificado que confunde con el enamoramiento, en realidad no hay nada más que eso, el dolor de la pérdida, de lo que pudo ser y no es, y la fantasía de que tal vez aún pudiera ser. Pero eso no es más que una fantasía para acallar el dolor por la pérdida que no ha sido capaz de superar porque cuando debía no fue capaz de afrontar la situación, escondiéndose del "monstruo" en lugar de encararlo.

Sí, su actitud y sus pensamientos pueden parecernos muy melodramáticos, propios de los clichés de un melodrama o una historia romántica de dos amantes separados por "las circunstancias", y él seguro que quiere verlo así, porque lo otro supondría afrontar la realidad de las consecuencias de sus acciones y actitudes.
Ahora, como antes, prefiere aferrarse a sus fantasías y engañarse él mismo frente a la realidad actual, la verdad es que por quien siente amor hoy es por Ángela. Pero claro, como eso entraría en contradicción con la fantasía de su profundo amor por Elena, pues se monta otra película más.

Este chico me da mucha pena, no sé si entre todos lo podríamos espabilar de la manera que sea, ya que, por lo que se ve, su madre lo ha tenido muy consentido.
 
Última edición:
Pero con Ángela hay intimidad (solo con ella comparte lo que no comparte con nadie más y ella lo mismo), hay compromiso (no oficialmente pero están dispuestos a no fallarle al otro)
Se folló a su hermana.

No sé si es es fallarle, pero hacerlo, no contarlo, se repite la historia. Angela no es tonta, va a sentirse en el papel de Elena en el pasado, ya que prácticamente le está pasando lo mismo.

No sé, qué se puede decir de eso?, lo dejo ahí...
 
Se folló a su hermana.

No sé si es es fallarle, pero hacerlo, no contarlo, se repite la historia. Angela no es tonta, va a sentirse en el papel de Elena en el pasado, ya que prácticamente le está pasando lo mismo.

No sé, qué se puede decir de eso?, lo dejo ahí...
Javi, cuando quiere a una chica: Primero se acuesta con su hermana... Después ya formaliza la relación
Y cuando se rompe... Acaba festejando con la madre.
Cada uno tiene sus costumbres 😆
 
Javi está en la encrucijada de aceptar sus sentimientos reales hacia Ángela. Sabe que aceptar que está enamorado de Ángela significa que no lo está de Elena, y él necesita estar enamorado de Elena, no entiendo que motivos puede tener, pero es la sensación que me da. Puede ser que lo necesite para justificar su papel de "dramaqueen", de Calimero con su "nadie me quiere", o para justificar sus constantes cagadas por falta de empatía social.
 
Capítulo 780

-Mamá, creo que voy a llamar a Elena.
-¿Qué? -preguntó tan sorprendida que se llegó a apartar de mí.
-Pues eso...
-¿Y esto? ¿A qué viene ahora que me digas esto?
-¿Pues a qué va a ser?
-No sé, dímelo tú.
-A que la sigo queriendo tanto como antes de que me dejara.
-Pero... ¿La has vuelto a ver?
-Mmm... Más o menos.
-¿Cuándo?
-Hace unas semanas. La vi de casualidad.
-¿Y qué pasó?
-Nada. Ella no me vio. Pero yo a ella sí. Y... Uff. No me gustó cómo reaccioné.
-¿Cómo reaccionaste?
-Regular. Se me vinieron demasiadas cosas.
-Por eso no viniste en Nochebuena, ¿no?
-Joder... No se te escapa una, ¿eh?
-A ver... Me hacía a la idea.
-¿En serio? ¿Cómo?
-No es que supiera que la habías vuelto a ver. Solo que... Pensaba que estás fechas no te traían buenos recuerdos y creía que estabas mal de ánimo y que querías tu espacio. Me alegré mucho cuando me contaste el plan ese que tuviste con tu amiga cenando juntos por llamada.
-Pues no ibas desencaminada del todo.
-Ya lo veo.
-He pasado unas semanas... No muy buenas. Porque además de todo esto... He estado tonteando con su hermana.
-¿Con quién? ¿Con la hermana de Elena? ¿Con la que pasó todo eso?
-Sí.
-Madre mía... ¿Pero por qué?
-Es muy largo de explicar, pero digamos que ella se puso muy pesada y yo me sentía solo. Luego ya me di cuenta que permitía esos acercamientos precisamente porque me recordaba mucho a su hermana. Si hasta hizo cosas para parecerse a ella, como cortarse el pelo como ella y otras cosas.
-Eres un desastre.
-Lo sé.
-¿Y ya has dejado de verte con ella?
-Sí.
-¿Y cómo se lo ha tomado?
-Pues mal. ¿Cómo se lo va a tomar?
-Madre mía...
-Mi amiga Ángela me ha ayudado a abrir los ojos. Piensa que tengo que hablar con Elena, tanto para bien como para mal.
-¿Cómo para mal?
-Por si la cosa no sale bien, pues para que pase cuanto antes por ello, pero que no puedo seguir así.
-Lleva razón. Llevo meses notándote regular. Estás muy serio, muy callado. No eres tú...
-Eso dice ella también.
-Ay... ¿Y qué le vas a decir?
-No lo sé todavía. Pero la cosa no pinta muy bien.
-¿Por?
-Tiene un bebé.
-¿Qué? -decía aún más impresionada que antes.
-Cuando la vi y volví a casa, la busqué en redes y vi una foto de ella sosteniendo a un bebé.
-Vaya... Eso no me lo esperaba. Ya te dije que no estaba con tu hermano.
-Ya, me acuerdo. No creo que te oculte que haya tenido un hijo, ¿no?
-Espero que no... Ya en serio. Hablo mucho con él, pero el tema de Elena... Es muy delicado. Cuando vino hace justo un año por casa con ella... Fue muy sobrecogedor para mí. Yo estaba en la cocina y escuché cómo se abría la puerta, por lo que fui, porque pensaba que era tu padre. Me encontré a tu hermano y a Elena a su lado. Estaba totalmente blanca, tal y como me tuve que quedar yo al verla. Me llegué a asustar. Mi reacción fue coger a tu hermano de la mano para llevarlo a la cocina y preguntarle qué hacía con ella en casa. Él no sabía que ella había sido tu pareja y no sabía qué decir. Parecía muy confuso. Y entonces fue cuando saliste tú, sin que nos diera tiempo a pararte, encontrándotela a ella se frente.
-No me lo recuerdes...
-Ese día fue una locura... Elena se marchó de inmediato de casa. Tu hermano te quería decir que él no sabía nada y quería hablar contigo, pero tú no querías. Pensamos que lo mejor sería dejarte tranquilo hasta que se te pasara el cabreo. Me dio miedo cuando me dijiste que si te sacaba el tema te ibas a largar y no te iba a ver más. Y peor lo pasé cuando te fuiste de casa y... En fin. Pensaba que si te volvía a sacar el tema, todo iría más a peor. Pero ya no pude aguantar más cuando te dije que no estaban juntos. Quiero que os volváis a hablar, quiero que todo esté como antes...
-Es muy difícil.
-Lo sé. Él tampoco está muy por la labor de hablar contigo. Como te digo, he hablado poco con él de este tema. Sé que él también se llegó a enamorar de ella. Está muy claro. Y le dolió encontrarse todo eso. Lo veía ilusionado por lo que pude hablar con él antes de encontrarme que era Elena la chica de la que estaba tan colado. Me dijo que estaba conociendo a alguien de su trabajo y tal...
-Sí, me lo había imaginado, porque han estudiado lo mismo.
-¿Y cuál es tu plan?
-Ya te he dicho que no tengo ni idea.
-¿Qué es lo que quieres tú? ¿Quieres volver con ella?
-No te voy a engañar. Me gustaría. Pero sé que es muy difícil, por no decir imposible.
-Pase lo que pase, quiero que sepas que estoy aquí.
-Lo sé.
-Lo sabes, pero nunca me cuentas nada. Quiero que ahora lo hagas. Tanto si sale bien como si sale mal, quiero que me cuentes qué ha pasado, qué habéis hablado. Quiero que me cuentes tus cosas.
-Vale.
-Que arreglaras las cosas con tu hermano sería el mejor regalo de Reyes que me podrían hacer...
-Ya, mamá, pero es difícil. Ya veremos.
-Bueno...
-Me voy a por el desayuno. No tardo. Ve despertando a todos.
 
O sea, que ni el hermano sabía nada ni Elena sabía que estaba saliendo ahora con el hermano de su ex. Esto clarifica las cosas. Probablemente ella se dio cuenta subiendo al edificio y por eso estaba pálida al entrar. Es que ya es casualidad.
 
O sea, que ni el hermano sabía nada ni Elena sabía que estaba saliendo ahora con el hermano de su ex. Esto clarifica las cosas. Probablemente ella se dio cuenta subiendo al edificio y por eso estaba pálida al entrar. Es que ya es casualidad.
La sensación es que entre el Hermano y Elena no hubo nada de nada, pero como este hombre se encerró en su cuarto, pues se quedó con la duda
Luego encima la ve por redes con un bebé y el ya da por sentado que es de Elena. A ver si una vez que habla con ella, se aclara todo y cierra esa etapa.
 
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