Reencuentro con Elena

Nosotros también vamos necesitando algo de terapia... De hecho hacemos terapia de grupo aquí 😂😂
Ya, recuerdo aquella sesión en Pajilleros Anónimos, todos sentados en círculo y aquel chico nuevo ...

- Hola, me llamo Javier y no puedo dejar de hacerme pajas, física y mentalmente.

Y todos contestamos a la vez:

- Cuenta, cuenta ...

Y aquí estamos ... haciéndonos todos pajas pensando en Ángela, y en Elena, y en Valentina, y en Andrea, y Sofía, y en la tatuadora, y en la psicóloga, y en la del sexshop, y en Cintia, y en ... y hasta en Irene y Noelia ... y hasta alguno pensando en Maribel.
 
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Ya, recuerdo aquella sesión en Pajilleros Anónimos, todos sentados en círculo y aquel chico nuevo ...

- Hola, me llamo Javier y no puedo dejar de hacerme pajas, física y mentalmente.

Y todos contestamos a la vez:

- Cuenta, cuenta ...

Y aquí estamos ... haciéndonos todos pajas pensando en Ángela, y en Elena, y en Valentina, y en Andrea, y Sofía, y en la tatuadora, y en la psicóloga, y en la del sexshop, y en Cintia, y en ... y hasta en Irene y Noelia ... y hasta alguno pensando en Maribel.
Varios en Maribel, alguno que otro en la abuela
 
Capítulo 782

Rápidamente me puse en camino hasta su casa, yendo quizá más rápido de la cuenta. No la miraba al estar pendiente de la carretera, pero podía ver por el rabillo del ojo como ella estaba echada hacia atrás en el asiento, con su cabeza ligeramente girada hacia mí. Estaba casi tan nervioso como en la primera vez que nos fuimos a la cama, aquella ocasión en la que estuve en su casa, ambos atareados con cosas de los estudios y pasándose el tiempo rápido, quedándome allí a dormir porque llovía a cántaros y hacía muy mala noche.

Ella me cedió su cama, marchándose a la de su compañera de piso, que no estaba en ese momento, pero al final me preguntó si me importaba que durmiéramos juntos, porque tenía frío. En esta ocasión era todo muy diferente. Ambos nos conocíamos demasiado bien a esas alturas en todos los aspectos, por lo que nervios por esa parte no iban a haber, más bien era porque tenía pinta de que no íbamos a vernos más de esa manera.

Aquello me tenía como con una presión en el pecho en donde le llegué a pedir que me dejara ir un momento al baño una vez entramos en su casa, comentando ella que estaba vacía, porque tanto su madre como su hermana se habían ido y no estaban ni siquiera en la ciudad, así que teníamos mucha vía libre para estar todo el rato que quisiéramos.

En el baño me eché agua en la cara para tranquilizarme un poco, porque seguía bastante nervioso y la verdad es que no quería que aquello empañara esa ocasión tan especial, porque además de ser muy probable nuestro último encuentro sexual, también tenía ese regalo que le hice como detalle.

Se notaba que le gustó mucho por su reacción a pesar de que de primeras pensé que la había cagado. Pero nada más lejos, porque pude notar cómo lo agarró con sus manos en varias ocasiones de camino a su casa, como también la encontré mirándolo estando ella frente al espejo de su habitación una vez me reuní con ella.

No tenía en mente acabar así con ella antes de salir de casa de mis abuelos, pero hice muy bien en darme una ducha por la mañana después de regresar de aquel paseo. Viendo que la noche pasada no ocurrió nada, no tenía en mente que pudiera surgir lo que estaba pasando, pero la verdad es que me apetecía mucho.

Otra vez se me venía a la cabeza esa frustración de no entender por qué quería seguir adelante con eso si Elena seguía en mis pensamientos y no los abandonaba, aunque traté de bloquear aquello para disfrutar del escaso tiempo que me quedaba con mi amiga de esa manera.

En cuanto entré en su habitación, ella giró su cabeza para mirarme con una sonrisa preciosa en su cara, alargando su mano para darme a entender que quería que me acercara. Una vez lo hice, me agarró la mano para tirar de mí y situarme detrás de ella para agarrar de nuevo mis manos y hacer que la abrazara desde atrás.

-Joder, mira que eres alto... -decía riendo un poco.
-Y tú, que también eres bajita...
-Ya. Quería que vieras cómo me queda el colgante.
-A ver así... -dije encorvándome bastante para poner mi cabeza al lado de la suya.
-Así mejor. ¿Cómo lo ves?
-Lo veo muy bien. Te queda estupendamente.
-Es de los mejores regalos que me han hecho.
-Me pregunto cómo te quedará teniéndolo solo a él encima -dije empezando a besar su cuello.

Ángela cerro sus ojos y me dejó besarle de esa manera, poniendo su mano en mi nuca para acariciarla, aunque no tardó mucho en darse la vuelta para besarnos en los labios, cosa que se alargó bastante. Y no me importaba, porque me hacía sentir muy bien y me encantaban sus besos.

Nos llegamos a tumbar en la cama para continuar haciéndolo, estando más cómodos, sobre todo por mí, para no tener que estar con la espalda de esa manera. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero seguro que no fue poco, aunque al final nos empezamos a desnudar el uno al otro.

Yo fui el primero en hacerlo, quitándole sus botas y luego su vestido, dejándola con unos panties negros y su conjunto de ropa interior blanco con bordados que dejaba entrever parte de su piel. Le dije que era muy bonito, pero al final se lo acabé quitando para dejarla totalmente desnuda.

Ella impidió que empezara a jugar con su cuerpo al hacer lo mismo conmigo, empezando a quitarme la ropa. Lo hizo lentamente y de manera muy sensual, quedándome finalmente en igualdad de condiciones con ella. Pero se bajó un instante de la cama para poner algo de música para ese momento, volviendo de inmediato para continuar con los besos.

Mi polla estaba ya más dura que una piedra, pero ella solo se limitaba a rozarla de vez en cuando. Se lo estaba tomando con mucha calma, y la verdad es que no me importaba en absoluto, porque yo también estaba centrado en disfrutar del momento. Su olor era espectacular y me tenía como en una nube.

Tan a gusto estaba que solo acariciaba su culo, aunque luego pasaríamos a más. Ella agarró mi polla con suavidad para mover su mano muy lentamente mientras que yo subía las mías a sus pechos. También me acariciaba mucho la cara, pero en ningún momento nos dejábamos de besar.

Me pidió que me sentara en la cama, apoyando mi espalda en el cabecero, cosa que hice de momento, porque me lo pidió de manera muy cariñosa y hablando bajito. Una vez lo hice, Ángela se humedeció los dedos con saliva para pasarlos por su rajita, poniéndose sobre mí con una pierna a cada lado y empezando a metérsela.

Lo hizo de manera muy lenta, llegando hasta el final varios segundos después de empezar a metérsela. Tras eso, empezó a moverse también muy lento, haciéndome aquello con mucho cariño. Se movía que parecía una ola del mar, pero casi que su mirada robaba el protagonismo a lo que me estaba haciendo.

Me miraba de una manera tan intensa que me ponía más nervioso aún, pero fue algo momentáneo, ya que me volvió a agarrar la cara para empezar un nuevo beso. Era uno de los momentos que más me estaban gustado de los que había compartido con ella, como se lo hice saber, aunque me pidió que guardara silencio al sisear.

De pronto se empezó a mover más rápido, dándome un placer tan súbito que la paré en seco, porque iba a terminar. Ella me susurro al oído que no hiciera eso y que no pasaba nada si acababa, que podíamos seguir después.

Así que retomó aquello, intentando aguantar todo lo que pude, pero no fueron más de 5 minutos, en donde me empezaron a temblar las piernas y me empecé a vaciar dentro de ella, llegándole a ella también su orgasmo, el cuál manifestó con un gemido un poco alto, abrazándose a mí con mucha fuerza y temblando un poco.

Volvía a estar en esa nube en ese momento, sintiendo los latidos de su corazón al estar tan pegados y al ir tan deprisa. Aunque se separó de mí para echarse sobre la cama, tapándose el coño con una mano y quedando acurrucada contra mí. Yo también me tumbé y la abracé, dándole algunos besos por la cabeza que ella recibía con unos sonidos muy tiernos.

Estuvimos unos minutos con esas muestras de cariño, pero después de que ella se limpiara con toallitas, al igual que hice yo, empezamos de nuevo, tomándonos nuestros tiempos para todo al hacernos sexo oral el uno al otro y al hacerlo en varias posturas.

No sé cuántas veces llegamos al orgasmo cada uno, pero fue algo que quedó en un segundo plano, porque disfrutamos mucho, quedando exhaustos sobre la cama y bastante sudados. Hasta nos dimos una ducha para estar más cómodos, dándonos cuenta de que se nos había pasado toda la tarde y que era ya de noche, siendo cerca de las 10.

Ángela pensaba que su madre y su hermana volverían antes, pero se alegraba mucho de que no hubiera sido así, porque nos hubieran cortado el royo. Al final nos fuimos a cenar fuera, aunque fue algo rápido, volviéndola yo a llevar a su casa para despedirnos con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

Veía a Ángela un tanto rara, porque obviamente aquel día fue muy bueno, pero la notaba algo tristona. Le dije que no tenía por qué estar así, porque lo habíamos pasado muy bien, pero ella dijo que le daba pena no poder vernos de esa manera alguna que otra vez.

Nos volvimos a dar un abrazo y quedamos en que hablaríamos, pero yo me tenía que ir, porque aún me quedaba un buen rato de camino hasta llegar casa. Me marché de allí en cuanto vi cómo entró en su casa, quedándome pensativo en cómo había ido el día con ella, o más bien cómo había ido desde que volvió de Francia.

Lo que más se me venía a la cabeza era un momento en el que ella se quedó mirando una de las fotos que nos hicimos esa misma tarde con Sofía y con Hugo, pareciendo tener nostalgia o algo parecido. Al final la acabó subiendo a redes, porque le gustó mucho. Me encantaba pasar tiempo con ella y estar de esa manera, pero ambos sabíamos lo que había y tenía que hacer las cosas bien.

Quedaban dos días de vacaciones y la cosa pintaba calmada. Por lo pronto, empecé por levantarme bien temprano para ir a hacer ejercicio durante bastante tiempo. Ya sí que veía el gimnasio un poco más despejado, cosa que me daba tranquilidad y que me permitía hacer mis ejercicios sin tanta molestia.

Se ve que no llegaba a la semana el propósito de ponerse en forma al cambiar de año para algunos, aunque siendo el día anterior festivo y día de Reyes, lo más seguro es que estuvieran fuera de la ciudad con sus familias y demás. En cualquier caso, yo estuve bastante a lo mío, yendo y viniendo también corriendo a casa para no enfriarme durante el camino, donde me di una ducha y desayuné tranquilamente.

Había demasiado silencio en casa y eso no me terminaba de gustar. En realidad, se hubiera ido Andrea de casa o no, iba a haber el mismo silencio, porque imaginaba que hubiera seguido en casa hasta el domingo.

Pero la realidad era que ya no estaba por ahí y que no la iba a ver más, o eso era lo que pintaba con el enfado tan grande que tenía. Por eso le mandé un mensaje por WhatsApp en el que le dije que la echaba de menos por casa y que esperaba que algún día pudiéramos volver a hablar y quizá volver a vivir allí conmigo.

Lo leyó no mucho rato después, pero no me contestó, dejándome en visto y nada más. Tras eso, me quedé pensativo en cómo había ido el día anterior con Ángela. La verdad es que esos últimos momentos empañaron un poco el día tan fantástico que pasé con ella, por lo que la llamé para ver cómo estaba.

Por suerte, la noté animada cuando me cogió la llamada. Estuvimos charlando un buen rato también, en donde ella me dio las gracias por el regalo de Reyes que le había hecho, corrigiéndose a sí misma al querer decir por todos los regalos, aunque ambos sabíamos que el colgante fue el que más ilusión le hizo.

También me comentó que iba a volver a Francia el próximo fin de semana y que se había decidido a preguntar su podía trabajar desde casa. Ella suponía que le iban a decir que no, pero quería proponerlo para ver si podía convencerlos, aunque fuera solo para probar durante unas semanas.

Yo le di todo mi apoyo y hasta me ofrecí para llevarla al aeropuerto cuando se tuviera que ir y para recogerla si es que le daban luz verde en lo de trabajar desde casa. Ella me agradeció mucho aquello y me dijo que me mantendría informado de cualquier cosa, sugiriendo vernos entre semana, pareciéndome a mí perfecto.

Al final nos dio la hora de comer, preparándome algo para ello, estando con más ganas por lo bien que habían ido los últimos días, aunque el tema de Andrea me seguía dibujando un gesto algo triste en el rostro cada vez que se me venía a la mente.

Tras comer me dediqué a jugar con los juegos que me regalaron, estando bastante entretenido y pasándose el tiempo muy rápido. Tanto, que me dieron las 9 de la noche sin que me diera cuenta. Hasta tenía mensajes de los que no me había percatado, pero fue por haber dejado el móvil bocabajo sin querer, por lo que empecé a responderlos todos, empezando por los de mi madre, quién me preguntaba cómo había ido el día anterior con mis amigos, pues le informé del plan de vernos y entregarnos algunos regalos.

Se alegró mucho de ver que la cosa había ido bien y hablamos de algunas cosas más, aunque nada del otro mundo. También vi mensajes de grupos en los que querían quedar para jugar a la vuelta de las vacaciones, apeteciéndome bastante al ver las ganas que se tenían y la buena pinta que tenía lo que iban a preparar. Pero lo que me resultó más raro fue encontrar un mensaje de Lucía, la hermana de Ángela.
 
Capítulo 782

Rápidamente me puse en camino hasta su casa, yendo quizá más rápido de la cuenta. No la miraba al estar pendiente de la carretera, pero podía ver por el rabillo del ojo como ella estaba echada hacia atrás en el asiento, con su cabeza ligeramente girada hacia mí. Estaba casi tan nervioso como en la primera vez que nos fuimos a la cama, aquella ocasión en la que estuve en su casa, ambos atareados con cosas de los estudios y pasándose el tiempo rápido, quedándome allí a dormir porque llovía a cántaros y hacía muy mala noche.

Ella me cedió su cama, marchándose a la de su compañera de piso, que no estaba en ese momento, pero al final me preguntó si me importaba que durmiéramos juntos, porque tenía frío. En esta ocasión era todo muy diferente. Ambos nos conocíamos demasiado bien a esas alturas en todos los aspectos, por lo que nervios por esa parte no iban a haber, más bien era porque tenía pinta de que no íbamos a vernos más de esa manera.

Aquello me tenía como con una presión en el pecho en donde le llegué a pedir que me dejara ir un momento al baño una vez entramos en su casa, comentando ella que estaba vacía, porque tanto su madre como su hermana se habían ido y no estaban ni siquiera en la ciudad, así que teníamos mucha vía libre para estar todo el rato que quisiéramos.

En el baño me eché agua en la cara para tranquilizarme un poco, porque seguía bastante nervioso y la verdad es que no quería que aquello empañara esa ocasión tan especial, porque además de ser muy probable nuestro último encuentro sexual, también tenía ese regalo que le hice como detalle.

Se notaba que le gustó mucho por su reacción a pesar de que de primeras pensé que la había cagado. Pero nada más lejos, porque pude notar cómo lo agarró con sus manos en varias ocasiones de camino a su casa, como también la encontré mirándolo estando ella frente al espejo de su habitación una vez me reuní con ella.

No tenía en mente acabar así con ella antes de salir de casa de mis abuelos, pero hice muy bien en darme una ducha por la mañana después de regresar de aquel paseo. Viendo que la noche pasada no ocurrió nada, no tenía en mente que pudiera surgir lo que estaba pasando, pero la verdad es que me apetecía mucho.

Otra vez se me venía a la cabeza esa frustración de no entender por qué quería seguir adelante con eso si Elena seguía en mis pensamientos y no los abandonaba, aunque traté de bloquear aquello para disfrutar del escaso tiempo que me quedaba con mi amiga de esa manera.

En cuanto entré en su habitación, ella giró su cabeza para mirarme con una sonrisa preciosa en su cara, alargando su mano para darme a entender que quería que me acercara. Una vez lo hice, me agarró la mano para tirar de mí y situarme detrás de ella para agarrar de nuevo mis manos y hacer que la abrazara desde atrás.

-Joder, mira que eres alto... -decía riendo un poco.
-Y tú, que también eres bajita...
-Ya. Quería que vieras cómo me queda el colgante.
-A ver así... -dije encorvándome bastante para poner mi cabeza al lado de la suya.
-Así mejor. ¿Cómo lo ves?
-Lo veo muy bien. Te queda estupendamente.
-Es de los mejores regalos que me han hecho.
-Me pregunto cómo te quedará teniéndolo solo a él encima -dije empezando a besar su cuello.

Ángela cerro sus ojos y me dejó besarle de esa manera, poniendo su mano en mi nuca para acariciarla, aunque no tardó mucho en darse la vuelta para besarnos en los labios, cosa que se alargó bastante. Y no me importaba, porque me hacía sentir muy bien y me encantaban sus besos.

Nos llegamos a tumbar en la cama para continuar haciéndolo, estando más cómodos, sobre todo por mí, para no tener que estar con la espalda de esa manera. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero seguro que no fue poco, aunque al final nos empezamos a desnudar el uno al otro.

Yo fui el primero en hacerlo, quitándole sus botas y luego su vestido, dejándola con unos panties negros y su conjunto de ropa interior blanco con bordados que dejaba entrever parte de su piel. Le dije que era muy bonito, pero al final se lo acabé quitando para dejarla totalmente desnuda.

Ella impidió que empezara a jugar con su cuerpo al hacer lo mismo conmigo, empezando a quitarme la ropa. Lo hizo lentamente y de manera muy sensual, quedándome finalmente en igualdad de condiciones con ella. Pero se bajó un instante de la cama para poner algo de música para ese momento, volviendo de inmediato para continuar con los besos.

Mi polla estaba ya más dura que una piedra, pero ella solo se limitaba a rozarla de vez en cuando. Se lo estaba tomando con mucha calma, y la verdad es que no me importaba en absoluto, porque yo también estaba centrado en disfrutar del momento. Su olor era espectacular y me tenía como en una nube.

Tan a gusto estaba que solo acariciaba su culo, aunque luego pasaríamos a más. Ella agarró mi polla con suavidad para mover su mano muy lentamente mientras que yo subía las mías a sus pechos. También me acariciaba mucho la cara, pero en ningún momento nos dejábamos de besar.

Me pidió que me sentara en la cama, apoyando mi espalda en el cabecero, cosa que hice de momento, porque me lo pidió de manera muy cariñosa y hablando bajito. Una vez lo hice, Ángela se humedeció los dedos con saliva para pasarlos por su rajita, poniéndose sobre mí con una pierna a cada lado y empezando a metérsela.

Lo hizo de manera muy lenta, llegando hasta el final varios segundos después de empezar a metérsela. Tras eso, empezó a moverse también muy lento, haciéndome aquello con mucho cariño. Se movía que parecía una ola del mar, pero casi que su mirada robaba el protagonismo a lo que me estaba haciendo.

Me miraba de una manera tan intensa que me ponía más nervioso aún, pero fue algo momentáneo, ya que me volvió a agarrar la cara para empezar un nuevo beso. Era uno de los momentos que más me estaban gustado de los que había compartido con ella, como se lo hice saber, aunque me pidió que guardara silencio al sisear.

De pronto se empezó a mover más rápido, dándome un placer tan súbito que la paré en seco, porque iba a terminar. Ella me susurro al oído que no hiciera eso y que no pasaba nada si acababa, que podíamos seguir después.

Así que retomó aquello, intentando aguantar todo lo que pude, pero no fueron más de 5 minutos, en donde me empezaron a temblar las piernas y me empecé a vaciar dentro de ella, llegándole a ella también su orgasmo, el cuál manifestó con un gemido un poco alto, abrazándose a mí con mucha fuerza y temblando un poco.

Volvía a estar en esa nube en ese momento, sintiendo los latidos de su corazón al estar tan pegados y al ir tan deprisa. Aunque se separó de mí para echarse sobre la cama, tapándose el coño con una mano y quedando acurrucada contra mí. Yo también me tumbé y la abracé, dándole algunos besos por la cabeza que ella recibía con unos sonidos muy tiernos.

Estuvimos unos minutos con esas muestras de cariño, pero después de que ella se limpiara con toallitas, al igual que hice yo, empezamos de nuevo, tomándonos nuestros tiempos para todo al hacernos sexo oral el uno al otro y al hacerlo en varias posturas.

No sé cuántas veces llegamos al orgasmo cada uno, pero fue algo que quedó en un segundo plano, porque disfrutamos mucho, quedando exhaustos sobre la cama y bastante sudados. Hasta nos dimos una ducha para estar más cómodos, dándonos cuenta de que se nos había pasado toda la tarde y que era ya de noche, siendo cerca de las 10.

Ángela pensaba que su madre y su hermana volverían antes, pero se alegraba mucho de que no hubiera sido así, porque nos hubieran cortado el royo. Al final nos fuimos a cenar fuera, aunque fue algo rápido, volviéndola yo a llevar a su casa para despedirnos con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

Veía a Ángela un tanto rara, porque obviamente aquel día fue muy bueno, pero la notaba algo tristona. Le dije que no tenía por qué estar así, porque lo habíamos pasado muy bien, pero ella dijo que le daba pena no poder vernos de esa manera alguna que otra vez.

Nos volvimos a dar un abrazo y quedamos en que hablaríamos, pero yo me tenía que ir, porque aún me quedaba un buen rato de camino hasta llegar casa. Me marché de allí en cuanto vi cómo entró en su casa, quedándome pensativo en cómo había ido el día con ella, o más bien cómo había ido desde que volvió de Francia.

Lo que más se me venía a la cabeza era un momento en el que ella se quedó mirando una de las fotos que nos hicimos esa misma tarde con Sofía y con Hugo, pareciendo tener nostalgia o algo parecido. Al final la acabó subiendo a redes, porque le gustó mucho. Me encantaba pasar tiempo con ella y estar de esa manera, pero ambos sabíamos lo que había y tenía que hacer las cosas bien.

Quedaban dos días de vacaciones y la cosa pintaba calmada. Por lo pronto, empecé por levantarme bien temprano para ir a hacer ejercicio durante bastante tiempo. Ya sí que veía el gimnasio un poco más despejado, cosa que me daba tranquilidad y que me permitía hacer mis ejercicios sin tanta molestia.

Se ve que no llegaba a la semana el propósito de ponerse en forma al cambiar de año para algunos, aunque siendo el día anterior festivo y día de Reyes, lo más seguro es que estuvieran fuera de la ciudad con sus familias y demás. En cualquier caso, yo estuve bastante a lo mío, yendo y viniendo también corriendo a casa para no enfriarme durante el camino, donde me di una ducha y desayuné tranquilamente.

Había demasiado silencio en casa y eso no me terminaba de gustar. En realidad, se hubiera ido Andrea de casa o no, iba a haber el mismo silencio, porque imaginaba que hubiera seguido en casa hasta el domingo.

Pero la realidad era que ya no estaba por ahí y que no la iba a ver más, o eso era lo que pintaba con el enfado tan grande que tenía. Por eso le mandé un mensaje por WhatsApp en el que le dije que la echaba de menos por casa y que esperaba que algún día pudiéramos volver a hablar y quizá volver a vivir allí conmigo.

Lo leyó no mucho rato después, pero no me contestó, dejándome en visto y nada más. Tras eso, me quedé pensativo en cómo había ido el día anterior con Ángela. La verdad es que esos últimos momentos empañaron un poco el día tan fantástico que pasé con ella, por lo que la llamé para ver cómo estaba.

Por suerte, la noté animada cuando me cogió la llamada. Estuvimos charlando un buen rato también, en donde ella me dio las gracias por el regalo de Reyes que le había hecho, corrigiéndose a sí misma al querer decir por todos los regalos, aunque ambos sabíamos que el colgante fue el que más ilusión le hizo.

También me comentó que iba a volver a Francia el próximo fin de semana y que se había decidido a preguntar su podía trabajar desde casa. Ella suponía que le iban a decir que no, pero quería proponerlo para ver si podía convencerlos, aunque fuera solo para probar durante unas semanas.

Yo le di todo mi apoyo y hasta me ofrecí para llevarla al aeropuerto cuando se tuviera que ir y para recogerla si es que le daban luz verde en lo de trabajar desde casa. Ella me agradeció mucho aquello y me dijo que me mantendría informado de cualquier cosa, sugiriendo vernos entre semana, pareciéndome a mí perfecto.

Al final nos dio la hora de comer, preparándome algo para ello, estando con más ganas por lo bien que habían ido los últimos días, aunque el tema de Andrea me seguía dibujando un gesto algo triste en el rostro cada vez que se me venía a la mente.

Tras comer me dediqué a jugar con los juegos que me regalaron, estando bastante entretenido y pasándose el tiempo muy rápido. Tanto, que me dieron las 9 de la noche sin que me diera cuenta. Hasta tenía mensajes de los que no me había percatado, pero fue por haber dejado el móvil bocabajo sin querer, por lo que empecé a responderlos todos, empezando por los de mi madre, quién me preguntaba cómo había ido el día anterior con mis amigos, pues le informé del plan de vernos y entregarnos algunos regalos.

Se alegró mucho de ver que la cosa había ido bien y hablamos de algunas cosas más, aunque nada del otro mundo. También vi mensajes de grupos en los que querían quedar para jugar a la vuelta de las vacaciones, apeteciéndome bastante al ver las ganas que se tenían y la buena pinta que tenía lo que iban a preparar. Pero lo que me resultó más raro fue encontrar un mensaje de Lucía, la hermana de Ángela.
Lucía??? Ahora se mete de nuevo Lucía por el medio??? Y de lo de Elena... llevamos 3 semanas esperando a que hable con ella y no llega el momento...
 
Lucía??? Ahora se mete de nuevo Lucía por el medio??? Y de lo de Elena... llevamos 3 semanas esperando a que hable con ella y no llega el momento...
Y las que quedan, llevamos más d 1 año esperando respuestas sobre Elena y ahora que parecía que se acercaba el momento...

Ángela es demasiado buena para Javi, la acabaría destruyendo, supongo que Lucía le llama para decirle que Ángela está mal o algo x el estilo.

A ver si se acelera un poco la cosa, que ya hemos demostrado suficiente paciencia.
 
Hasta ahora no sé porque ese aire de despedida con Angela, al menos la sexual. Acaso alguno de ellos se imagina que Javi va a retomar la relación con Elena? 🤦🏽‍♂️

O quizás me perdí de algo?, si me ayudan porfa
Porqué Javi y Ángela han decidido que este sería su último encuentro sexual?
El autor no nos da una explicación, lo deja a nuestro libre pensamiento.
Podríamos creer que Javi y Ángela, han descubierto que son algo más que amigos. Y que ya no es posible practicar sexo recreativo, mientras Javi siga emocionalmente vinculado a Elena.
Que ésto resulta demasiado maduro para salir de nuestros protagonistas... Indudablemente sí.
 
Porqué Javi y Ángela han decidido que este sería su último encuentro sexual?
El autor no nos da una explicación, lo deja a nuestro libre pensamiento.
Podríamos creer que Javi y Ángela, han descubierto que son algo más que amigos. Y que ya no es posible practicar sexo recreativo, mientras Javi siga emocionalmente vinculado a Elena.
Que ésto resulta demasiado maduro para salir de nuestros protagonistas... Indudablemente sí.
Ambos se han dado cuenta que hay algo pendiente, que no les permitirá acercarse con la libertad que desearían, la reaparición de Elena ha provocado que se reactiven sentimientos que Javier creía superados, más aún, cree seguir enamorado de ella, esto debió generar en Ángela una reformulación de su relación con Javier, tomando precauciones para evitar un mayor daño emocional en el caso hipotético de que ellos se reconcilien.

Parece evidente que Ángela pretendía escalar al siguiente nivel su relación con Javier, se estaba proyectando emocionalmente, llegando a apostar su carrera profesional en esto. Pienso que sería un lujo de mujer para cualquier hombre.

Tengo mis serias dudas de lo que Javier cree sentir por Elena, lo que me hace considerar darle la mayor prioridad a una conversación entre ambos, confrontar sus pasados y presentes, y darle el cierre que necesitan, provocando el mínimo daño colateral.
 
Última edición:
Ambos se han dado cuenta que hay algo pendiente, que no les permitirá acercarse con la libertad que desearían, la reaparición de Elena ha provocado que se reactiven sentimientos que Javier creía superados, más aún, cree seguir enamorado de ella, esto debió generar en Ángela una reformulación de su relación con Javier, tomando precauciones para evitar un mayor daño emocional en el caso hipotético de que ellos se reconcilien.

Parece evidente que Ángela pretendía escalar al siguiente nivel su relación con Javier, se estaba proyectando emocionalmente, llegando a apostar su carrera profesional en esto. Pienso que sería un lujo de mujer para cualquier hombre.

Tengo mis serias dudas de lo que Javier cree sentir por Elena, lo que me hace considerar darle la mayor prioridad a una conversación entre ambos, confrontar sus pasados y presentes, y darle el cierre que necesitan, provocando el mínimo daño colateral.

Pues espera sentado 30-40 capítulos más
 
Lo de Ángela lo tengo más o menos claro, es ella la que dice el "no deberíamos" refiriéndose precisamente a ese "siguiente nivel". Pero lo de Javi, lo de Javi me confunde, como la noche, ese ambiente en que todos los gatos son pardos y los ... bueno que me lio, lo de Javi no sé si es porque piensa lo mismo que Ángela, cosa que dudo, o porque Ángela se marcha a Francia y en ese tiempo en que esté fuera él espera "no sé qué" respecto a Elena, ya veremos ...
Yo, desde luego, le recomendaría que cierre bien la página de Elena y se zambulla entre las páginas que podrían escribir con Ángela. Es que si comparas no hay color, hasta el entorno familiar, la hermana, Lucía, no es una loca como Noelia y la madre de Ángela es un amor, no como la histérica de Maribel. Y, en cuanto a Ángela y Elena, en mi opinión vale mucho más Ángela y hasta diría que quiere más y mejor a Javi que Elena.
Pero ya sabemos que, a veces, la noche nos confunde.
Pienso que aún no se da cuenta de lo que siente su corazón, tiempo que lleva siendo un lío emocionalmente, por eso la importancia de su confrontación con Elena, eso cerrará o abrirá sus opciones, e indudablemente que el viaje de Ángela le dará tiempo y espacio para afrontar la realidad de sus sentimientos con su ex.
 
Lo de Ángela lo tengo más o menos claro, es ella la que dice el "no deberíamos" refiriéndose precisamente a ese "siguiente nivel". Pero lo de Javi, lo de Javi me confunde, como la noche, ese ambiente en que todos los gatos son pardos y los ... bueno que me lio, lo de Javi no sé si es porque piensa lo mismo que Ángela, cosa que dudo, o porque Ángela se marcha a Francia y en ese tiempo en que esté fuera él espera "no sé qué" respecto a Elena, ya veremos ...

Yo, desde luego, le recomendaría que cierre bien la página de Elena y se zambulla entre las páginas que podrían escribir con Ángela. Es que si comparas no hay color, hasta el entorno familiar, la hermana, Lucía, no es una loca como Noelia y la madre de Ángela es un amor, no como la histérica de Maribel. Y, en cuanto a Ángela y Elena, en mi opinión vale mucho más Ángela y hasta diría que quiere más y mejor a Javi que Elena. Creo que lo de Javi más que amor parecía que estuviese "enganchado" a Elena, y que la relación era menos franca y honesta que la sintonía que tiene con Ángela, claro que aquella relación siempre estuvo mediatizada por la presencia de Noelia y intromisión de Maribel, en fin, si Elena se hubiese plantado ante su madre ...

Pero ya sabemos que, a veces, la noche nos confunde.
El que se tiene que dar cuenta de todo esto es Javi.
A mí me preocupa esa conversación con Elena, porque lo mismo vuelve a las andadas.
 
Probablemente la hermana le diga que se ha encontrado a Ángela llorando por las esquinas de su casa, que no sea cabron y si no va a declararse que la deje tranquila.
Yo creo que ambos quieren pero está el fantasma de Elena y el trabajo en Francia como impedimentos. Lo bueno dentro de lo que cabe es que Javi le ha dejado claro lo importante que es ella para el. Y ha sido sincero con lo de como le afectó ver a su ex.
Iba a estar gracioso si termina Ángela teletrabando como compañera de piso de Javi y este acaba, tras reunión milagrosa, volviendo con Elena. Saltarian chispas.
Lo de que Ángela ande publicando fotos juntos en redes sociales va a terminar teniendo su importancia. Ya las habrá visto Elena vía Irene? Si Javi le dice de volver no le dirá está que por qué si anda con otra?
 
Y ahora Lucía ... éramos pocos y parió la abuela, vamos a ver lo buena hermana que es. De la de la otra, la hermana de Elena, ya sabemos el pie que calza, espero que esta sea distinta.

No me gustaría estar en el pellejo de Javi, perdido entre lo que se niega a admitir y lo que quiere creer ... ya, lo que hay detrás de una y otra cosa ni él mismo lo sabe.
 
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