Reencuentro con Elena

Capítulo 784

-¿Quién eres? -escribió de vuelta.
-Javi -respondí con el corazón que se me iba a salir por la boca.

Le escribí aquello muy nervioso, pero más aún nervioso me puse al ver que no respondía. Me dejó en visto, aunque ponía que seguía en línea, pero no escribía. No dejaba de mirar el móvil esperando que me dijera algo, pero no lo hacía. Se me estaba haciendo eterno y empecé a pensar que había sido una mala idea escribirle por WhatsApp, pasando después a pensar que directamente había sido un error hablarle, creyendo que hubiera tenido la misma reacción ya fuera por llamada o en persona.

Estaba hasta sudando y lo único que podía oír era mi corazón retumbar contra mi pecho de lo rápido que iba. No sabía qué hacer, si insistir con otro mensaje, si llamarla o si dejarlo por imposible, porque tenía miedo de hacer cualquier cosa. Tenía las manos sobre la cara cuando por fin oí el sonido de un nuevo mensaje entrante en la aplicación, quitándolas rápidamente para ver qué ponía.

-¿Qué quieres?
-Hablar contigo.
-¿De qué?
-¿Cómo que de qué? Pues de todo.
-Sé más específico.
-De todo lo que pasó en su día cuando nos dejamos de ver.
-Y quieres que lo hagamos... ¿Por aquí?
-No. Pero tenía que dar contigo. No sé dónde vives ni nada. Por eso te he escrito por aquí.
-Ah...
-¿No quieres que hablemos?
-Pues a estas alturas... No sé.
-Elena, necesito esto.
-¿Por qué?
-Porque hace poco te vi y se me vinieron muchas cosas a la cabeza. Necesito que hablemos las cosas para quitarme todo eso de encima.
-¿Quitarte? ¿El qué?
-Pues todo lo malo que trajo aquello.
-Ah... ¿Y hace poco me viste? ¿Dónde?
-En un restaurante. Tenía pinta de que estabas de cena de empresa.
-¿Y qué hacías tú ahí?
-Pues lo mismo.
-¿Y por qué no te acercaste en ese momento si tanto lo necesitas?
-No era el mejor momento con tanta gente.
-Ya veo.
-¿Te parece bien entonces que nos veamos para poder hablar?
-No sé si es buena idea.
-Entiendo que estés muy ocupada ahora y tal, pero es algo que necesito. Por favor.
-Está bien -dijo tras unos segundos-. ¿Cómo lo hacemos?
-Pues como tú quieras. Nos podemos ver en mi casa si quieres.
-Lo tengo complicado ahora mismo para desplazarme y tengo lío en el trabajo.
-Claro, imagino.
-¿Te parece si nos vemos en mi casa?
-Me parece bien, sí.
-Pues pásate mañana por la tarde y hablamos -dijo enviándome su dirección.
-¿Mañana? -puse nervioso.
-¿No era urgente? Pues mañana puedes venir y hablamos.
-Vale, mañana voy.
-Bien.

Estaba tan nervioso que me levanté para dar varios pasos, tratando de tranquilizarme, pero me costaba mucho. De hecho, no lo conseguí. Llamé a Ángela para contarle lo que había hecho y tratar así de que se me pasara un poco, cogiendo ella la llamada en muy poco tiempo.

Dio hasta un grito de la sorpresa que se llevó cuando se lo conté, aunque luego empezó a decir que no creía que fuera la mejor forma de haberlo hecho, repitiendo aquello que pensaba de que ahora hablaría con Irene al haberse visto de nuevo con ella y que nada bueno podría salir de ahí.

Antes de dejarme responderle, me preguntó si le había hablado yo de Irene para corroborar que se habían vuelto a ver, pero no fue así, no entendiendo ella por qué no se lo pregunté. Le dije que fue una conversación muy breve, mandándole pantallazos de los pocos mensajes que habíamos intercambiado para que lo viera todo y de paso para que me diera su opinión, porque noté a Elena muy fría.

Ella no hizo más que reafirmar lo que yo pensaba, diciéndomelo tal cual. En su opinión no era buena señal en vista a una reconciliación, pero al menos estaba abierta a ese encuentro que yo tanto necesitaba. En realidad, le pareció bien lo que hablamos y no vio nada que pudiera haber metido la pata, llegando a pensar que era así mejor, porque en persona podríamos hablarlo todo mejor.

Tras esa opinión al ver la conversación que tuve con ella, me preguntó cómo estaba. Ya esperaba que estuviera nervioso como le acabé contando, pero no pensara que fuera para tanto una vez me llamó y me lo notó en la voz. Me dijo que me veía muy acelerado y que tenía que tomarme algo para tranquilizarme, sugiriéndome una tila, aunque le recordé que no me gustaban las infusiones más allá del café. Me insistió en que me tomara una, por lo que fui a la cocina para preparármela mientras seguíamos hablando.

Me estuvo dando algunos consejos, como que no debía estar a la defensiva si ella hacía algún que otro comentario en el que me pudiera buscar las cosquillas. Esperaba que me lanzara alguna puyita por cómo la vio en la breve conversación que mantuvimos por mensaje. Me hizo entender que ella fue la que probablemente más perjudicada salió de lo que ocurrió al ser una persona mucho más sensible que yo y al encontrarse aquel percal en el que yo le estaba engañando supuestamente con su hermana.

Pensaba que eso era algo difícil de digerir, sobre todo para ella teniendo en cuenta cómo era, por eso pensaba que debía mantener la calma y que le diera un poco de cancha en ese aspecto. Más en tono de broma me dijo que ni se me ocurriera tomar nada de café a la mañana siguiente, porque sabía que formaba parte de mi rutina al dormir tan pocas horas y hacer tanto ejercicio, necesitando bastante energía.

Me sirvió para relajarme un poco, porque la tila la dejé a más de la mitad por no gustarme nada, pero la verdad es que ya estaba más calmado, y era gracias a Ángela. Me dijo que fuera positivo y que fuera comprensivo sobre todo, que si cumplía con aquello, seguro que todo salía bien. Sin más, nos despedimos dándonos las buenas noches, aunque yo no podía descansar al estar tan nervioso. Me había calmado la conversación con Ángela, pero sin embargo, no podía pegar ojo.

Me levanté porque no podía seguir en la cama, marchándome al salón para tratar de distraerme con lo que fuera, hasta que fui capaz de dar una cabezada para descansar un poco, aunque fue mucho menos de lo que podía hacer en aquella temporada. Me levanté a la mañana siguiente con el cuerpo raro, pues me quedaba muy atontado a cada momento. Para remediarlo, me puse a recoger la casa, aunque luego saldría a dar un paseo para despejarme un poco.

Me llegué a asustar cuando abrí la puerta, porque me encontré a Noelia detrás de ella. Por un momento pensaba que era su hermana, pero no. La veía muy demacrada y pálida, quedándome sin saber qué decirle. Ella solo se limitó a mirarme durante los primeros segundos, pasando luego a poner un gesto muy triste, empezando a llorar y rogarme para que le diera una oportunidad.

Por suerte apareció Andrea desde el fondo de la calle por la parte más baja de ésta, llamando a Noelia a voces, aunque ella no le hacía caso. Cuando llegó a nuestra altura, le dio un abrazo, intentando yo hablarle a Andrea, aunque no me hacía caso. Tan solo agarró a su amiga de la mano para llevársela de allí.

Se me quitaron las ganas de salir de casa, por lo que entré de nuevo, sentándome esta vez en una silla de las que rodeaban la mesa grande del salón. Pero al final sí que salí para comprar pan, porque no tenía, pensando que me vendría bien ese pequeño paseo. Antes de salir sí que miré por la mirilla en esa ocasión, no encontrando a nadie al otro lado de la puerta.

La verdad es que me podía haber ahorrado ir a por pan, porque no pude comer nada de lo cerrado que tenía el estómago por los nervios que tenía. Elena y yo habíamos quedado a las 5 de la tarde y su casa no quedaba tan lejos de donde yo estaba por lo que pude ver. Sí que estaba en otra ciudad, pero se encontraba a poco más de media hora en coche, por lo que aquello no iba a ser un problema.

Ángela me volvió a llamar para preguntarme cómo me estaba marchando el día, confesándole yo que regular, primero por encontrarme a Noelia por la mañana, por no haber comido nada y por los nervios que seguía teniendo. Mi amiga me pidió más explicaciones en el tema de Noelia, diciéndole yo lo que había pasado. Le daba mucha pena y esperaba que pudiera superar aquello en poco tiempo, pareciéndole bien que tuviera a Andrea con ella en todo momento, cosa que pensaba que le vendría muy bien.

Le preocupaba que no hubiera comido, pero también entendía que tuviera el estómago así de cerrado al encontrarme con ella en tan poco tiempo. Aunque pensaba que una vez pasara aquello, podría comer sin problema. Veía a mi amiga muy positiva con eso de que por fin pudiera hablar con Elena después de tantos meses, aunque también me dijo que era algo que debí haber hecho hacía mucho. No me quiso molestar más, aunque para mí no era ninguna molestia. Todo lo contrario, porque con ella en llamada me despejaba y no hacía más que decirme cosas buenas y darme consejos para que todo fuera bien.

El camino hasta la casa de Elena se me hizo más corto de lo que pensaba, aunque me quedé dentro del coche con el motor apagado, tratando de tranquilizarme al respirar hondo en varias ocasiones mientras apretaba el volante con fuerza, pero me costaba mucho. Al final me bajé y llamé a su portero, porque vivía en un piso.

Al vivir en un primero, decidí tomar las escaleras, aunque las subí de manera muy lenta, encontrándome la puerta cerrada. Dejé mi dedo sobre el timbre durante varios segundos, porque el corazón se me iba a salir por la boca, pero ya no había vuelta atrás por mucho que pensara en ello cuando estaba en el coche antes de bajarme. En varias ocasiones estuve cerca de volver a casa, pero era algo que necesitaba y que tenía que hacer. Y llamé, abriéndome ella al instante.

La encontré exactamente igual que cuando estábamos juntos. Nada había cambiado en ella en su apariencia, porque seguía con su melenita castaña a la altura de sus hombros, con esas pecas tan bonitas, esos ojos tan vivos... Hasta iba vestida como solía al llevar una sudadera un poco ancha y unos leggings, dándome cuenta de que no llevaba sujetador al marcárseles los pezones ligeramente.

Nos quedamos unos segundos mirándonos, haciendo ella un gesto con su mano para darme paso. Nada más crucé el umbral de la puerta me llegó su olor. El suyo y el de su casa. Era como si hubiera retrocedido un año, dos meses y seis días, porque era la sensación de estar en casa de nuevo. Su casa tenía un olor a hogar, a algo que identificas como tu casa. Además, tenía un aspecto muy bonito. Me gustaba mucho lo que veía por todas partes, tanto en decoración como en general.

Fui detrás de ella en todo momento, aunque no es que me enseñara la casa, porque lo que hizo fue ir directamente a lo que era su salón, entrando yo para sentarme en el sofá, aunque me percaté de que había un rincón que tenía digamos habilitado para una persona muy pequeña, como podía ser un bebé. Tenía como suelo la típica goma Eva formando un puzzle, además de una pequeña mesa y silla, con algunos juguetes. No dije nada al respecto, limitándome a mirarla a ella, tal y como Elena hacía conmigo.
 
Espero que tenga asumido que esa etapa debe cerrarla en ese momento, darse las explicaciones necesarias y cada uno por su lado y no verse nunca más.
Elena ha estado borde, estúpida y muy desagradable, aunque es comprensible.
Su presente y futuro es Ángela y debe dar ya el paso.
 
Javi por favor te lo pido, dejala hablar y no saques tus propias conclusiones antes de tiempo, que siempre la cagas...
Y ojala les sirva a los dos para olvidarse del otro. Ella, porque el le ha cagado la vida, engañandola con su hermana. Y el, por el derrotero que llevo desde que se separo.
Ah esperar a mañana a ver como sigue la charla.
 
Javi por favor te lo pido, dejala hablar y no saques tus propias conclusiones antes de tiempo, que siempre la cagas...
Y ojala les sirva a los dos para olvidarse del otro. Ella, porque el le ha cagado la vida, engañandola con su hermana. Y el, por el derrotero que llevo desde que se separo.
Ah esperar a mañana a ver como sigue la charla.
Engañándola.... Para mí no la engaño, porque fue una trampa de Noelia.
Pero si espero que cierre está etapa para siempre y cerrar todo tipo de contacto con ella.
En cuanto termine está charla debe ir a por Ángela y de una vez echarle huevos y decirle que la ama.
 
Como muy bien ha detallado Javi en su relato de los hechos: Elena vive en un primer piso. Lo cual hace a Javi muy asequible saltar por la ventana, cuando Elena le comunique que es el padre de su hijo/a.
Dada la tendencia natural al escapismo en situaciones límite, de nuestro héroe...
Me lo imagino perfectamente huyendo sin hacer uso de las escaleras.
 
Espero que tenga asumido que esa etapa debe cerrarla en ese momento, darse las explicaciones necesarias y cada uno por su lado y no verse nunca más.
Elena ha estado borde, estúpida y muy desagradable, aunque es comprensible.
Su presente y futuro es Ángela y debe dar ya el paso.
Definitivamente, tú observas a Elena desde la mirada del cariño 😆
 
Bueno, esto nos confirma que efectivamente, Elena tiene un hijo, ya no hay dudas.

Si el hijo es de Javi, como dice mi estimado Carlitos, sería algo grave, extremadamente grave accionar por parte de Elena, algo injustificable a mi parecer.

Y si no es de él pues nada, ya no hay nada de interés para Elena. Bueno, si lo abría si es que Javi decide contarle lo de Maribel, pero sinceramente, este sería el único secreto que si justificaría callarse, porque sólo traería dolor y nada bueno. Lo de Noelia asumo que Elena ya lo sabe todo.

Creo que Javi debería ser cauteloso si decide contar que lo que pasó fue una trampa de Noelia, porque sinceramente, si yo fuera Elena, me indignaría de sobremanera qué después de todo este tiempo, venga mi ex a tomarme como idiota.

Espero que Javi sea consciente de eso.

Y pues nada, la actitud de Elena me ha parecido buena. Tranquila y al grano, espero que siga así.
 
Además, sería lo mejor para olvidarla definitivamente, porque ya que parece que se va a decidir por fin, como le diga que el hijo es suyo, definitivamente Javi se vuelve loco.
Por la actitud de Elena, me da la sensación que no es de Javi, ya que si lo fuera, Elena estaría algo nerviosa o al menos que denotara algo de eso.
 
Bueno, esto nos confirma que efectivamente, Elena tiene un hijo, ya no hay dudas.

Si el hijo es de Javi, como dice mi estimado Carlitos, sería algo grave, extremadamente grave accionar por parte de Elena, algo injustificable a mi parecer.

Y si no es de él pues nada, ya no hay nada de interés para Elena. Bueno, si lo abría si es que Javi decide contarle lo de Maribel, pero sinceramente, este sería el único secreto que si justificaría callarse, porque sólo traería dolor y nada bueno. Lo de Noelia asumo que Elena ya lo sabe todo.

Creo que Javi debería ser cauteloso si decide contar que lo que pasó fue una trampa de Noelia, porque sinceramente, si yo fuera Elena, me indignaría de sobremanera qué después de todo este tiempo, venga mi ex a tomarme como idiota.

Espero que Javi sea consciente de eso.

Y pues nada, la actitud de Elena me ha parecido buena. Tranquila y al grano, espero que siga así.
Yo conozco gente que tiene en su casa artículos para bebés, y no son padres.
Tienen sobrinos... El hijo de algunos amigos muy cercanos al que cuidan con frecuencia etc...
A veces las cosas no son lo que parecen, y otras veces sí
 
Por la actitud de Elena, me da la sensación que no es de Javi, ya que si lo fuera, Elena estaría algo nerviosa o al menos que denotara algo de eso.
Esto me recuerda la anécdota de una mujer que va con un niño en brazos, acompañada de un hombre. Una señora que pasaba le dice al hombre: - El niño es clavadito a usted, estará orgulloso -.
El hombre responde airadamente: ,- Señora, que yo soy el taxista!!! -.
 
Estamos pasando por alto una cuestión, que creo que es de vital importancia.
Javi, nuestro Javi, está a solas con una hembra joven, heterosexual, y que indudablemente se siente atraida por él.
Sumemos a esto el cambio físico experimentado por nuestro héroe, que lo ha convertido en un Adonis musculado. Sus tatuajes de futbolista de moda. Y su proverbial facilidad para atraer a las mujeres... Cómo acabará éste encuentro??.
Elena lo ha citado en su casa, a solas y sin sujetador... 😜
 
Pues no creo que acabe muy bien, hablando en serio.
Es más, creo que va a ser una conversación fría, distante y muy tensa.
Espero que después de esta conversación, se convenza ya de una vez que ya es pasado, muy muy muy pasado.
 
Atrás
Top Abajo