Keranos
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Capítulo 783
-Hola, Javi. ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Hola. Claro, dime -respondí en cuando me di cuenta de aquel mensaje.
-Es por mi hermana.
-¿Tu hermana? ¿Qué pasa con ella?
-Eso es lo que quiero saber. ¿Tenéis algo? ¿Sois pareja?
-¿Y esa pregunta?
-Es que, no sé...
-¿Qué no sabes?
-Pues que me da la sensación de que lo sois. Solo eso.
-Pues no. No lo somos.
-Es que habla mucho de ti. Desde que ha venido de Francia está pasando más tiempo contigo que con la familia. También es que nos ha enseñado el regalo que le has hecho, que es muy bonito y está que no veas con él. Parecer que no le han regalado más cosas estas Navidades, jajajaja.
-Pues no sé, Lucía...
-Nada, serán cosas mías. Os he visto muy cercanos estos días, sobre todo en Nochevieja, que mi hermana estaba muy pendiente de ti y tal... Por cierto, ¿cómo va el tema de tus amigos? ¿Habéis arreglado lo vuestro?
-Pues no. No hemos hablado de hecho.
-Vaya... Fue un momento incómodo, pero bueno, ¿qué se le va a hacer? Estas cosas pasan. Ya verás cómo al final volvéis a estar como antes.
-Tu hermana le ha cogido mucha tirria a Irene.
-Ya, lo sé. Está muy enfadada con ella. Al día siguiente nos contó lo que pasó, porque la vimos con la cara muy larga en la comida familiar y cuando llegamos a casa mi madre le preguntó.
-Imagino que necesitaba desahogarse.
-Sí. La criticó bastante. Y a su novio también.
-Sí, también lo hizo delante de mí.
-Pues eso, que pensaba que erais algo, porque sé que en Nochevieja pasaste la noche en mi casa y que dormiste con ella.
-¿Y qué tiene que ver eso?
-Pues que algo haríais.
-¿Con lo que pasó? ¿Tú crees que estábamos de humor?
-Mmm, no sé. Puede que no, pero sé que os atraéis bastante. Salta a la vista. Y me quedó muy claro cuando coincidimos los tres en mi casa de Ibiza.
-Ya...
-Bueno, también tiene algo que ver lo de ayer.
-¿Lo de ayer?
-Ayer llegué a mi casa sobre las 7 de la tarde y oí algo. Tuve que ir a mi habitación a por una cosa y como está al lado de la de mi hermana, pues la pude oír. Claramente estaba follando y estoy segura de que eras tú con quién estaba. ¿Me equivoco?
-Pues...
-Jajajaja. No pasaba nada, ¿vale? Si yo haría lo mismo si estuviera así con alguien. Me fui porque no quería cortaros el rollo. Por suerte no fue mi madre la que os pilló, aunque no creo que os hubiera dicho nada igualmente.
-Menos mal, sí.
-Pues nada, que estaba con esa duda, porque viendo todo eso, pues... Pensaba que estabais juntos o algo.
-Pues no. Nos queremos mucho, pero no somos pareja. Solo amigos.
-Pues yo creo que hacéis buena pareja. Se os ve con química y estáis muy cómodos cuando estáis juntos.
-Es que nos conocemos desde hace mucho y hemos pasado mucho tiempo juntos.
-Ya, será eso. Y no te preocupes. No le he dicho nada de cuando tú y yo...
-Ah... Y espero que así siga.
-Descuida. ¿Te arrepientes de aquello?
-Pues... Es que Ángela y yo no hemos sido nunca nada, pero desde luego, haber hecho eso, no es que haya sido algo de lo que esté orgulloso. A veces soy un poco impulsivo y también es fácil calentarme, así que...
-Bueno, no hace falta que te comas mucho el coco. Pasó y ya está. Sin más.
Nos despedimos y dejamos ahí la conversación, dejándome ella bastante pensativo, pero no por eso último, sino por el tema de Ángela. Otra vez me venían esas dudas con ella por los momentos tan buenos que éramos capaces de compartir teniendo en cuenta cómo me iba en esos meses.
No era fácil de gestionar lo que me pasaba con ella, porque no era la primera vez que estaba en esa situación y era algo que me ponía nervioso, porque veía indicios por su parte también, pero era ella quien me incitaba a que hablara con Elena. La posibilidad de que lo hiciera para estar ahí si acababa saliendo mal era grande, teniendo en mente tal vez intentar dar un paso más con el tiempo.
No lo sé, pero estaba tan nervioso que me dejé llevar por uno de esos impulsos traicioneros y cogí el móvil, pero para desbloquear a Elena, encontrándome que salía sola en su foto de WhatsApp, estando de espaldas y un poco de perfil en lo que parecía ser un mirador, siendo aquel detalle lo que me dio el último empujoncito para hablarle.
-¿Podemos hablar? -le puse, empezando a ponerme nervioso a tal punto que me temblaban las manos.
Escribiendo...
-Hola, Javi. ¿Te puedo hacer una pregunta?
-Hola. Claro, dime -respondí en cuando me di cuenta de aquel mensaje.
-Es por mi hermana.
-¿Tu hermana? ¿Qué pasa con ella?
-Eso es lo que quiero saber. ¿Tenéis algo? ¿Sois pareja?
-¿Y esa pregunta?
-Es que, no sé...
-¿Qué no sabes?
-Pues que me da la sensación de que lo sois. Solo eso.
-Pues no. No lo somos.
-Es que habla mucho de ti. Desde que ha venido de Francia está pasando más tiempo contigo que con la familia. También es que nos ha enseñado el regalo que le has hecho, que es muy bonito y está que no veas con él. Parecer que no le han regalado más cosas estas Navidades, jajajaja.
-Pues no sé, Lucía...
-Nada, serán cosas mías. Os he visto muy cercanos estos días, sobre todo en Nochevieja, que mi hermana estaba muy pendiente de ti y tal... Por cierto, ¿cómo va el tema de tus amigos? ¿Habéis arreglado lo vuestro?
-Pues no. No hemos hablado de hecho.
-Vaya... Fue un momento incómodo, pero bueno, ¿qué se le va a hacer? Estas cosas pasan. Ya verás cómo al final volvéis a estar como antes.
-Tu hermana le ha cogido mucha tirria a Irene.
-Ya, lo sé. Está muy enfadada con ella. Al día siguiente nos contó lo que pasó, porque la vimos con la cara muy larga en la comida familiar y cuando llegamos a casa mi madre le preguntó.
-Imagino que necesitaba desahogarse.
-Sí. La criticó bastante. Y a su novio también.
-Sí, también lo hizo delante de mí.
-Pues eso, que pensaba que erais algo, porque sé que en Nochevieja pasaste la noche en mi casa y que dormiste con ella.
-¿Y qué tiene que ver eso?
-Pues que algo haríais.
-¿Con lo que pasó? ¿Tú crees que estábamos de humor?
-Mmm, no sé. Puede que no, pero sé que os atraéis bastante. Salta a la vista. Y me quedó muy claro cuando coincidimos los tres en mi casa de Ibiza.
-Ya...
-Bueno, también tiene algo que ver lo de ayer.
-¿Lo de ayer?
-Ayer llegué a mi casa sobre las 7 de la tarde y oí algo. Tuve que ir a mi habitación a por una cosa y como está al lado de la de mi hermana, pues la pude oír. Claramente estaba follando y estoy segura de que eras tú con quién estaba. ¿Me equivoco?
-Pues...
-Jajajaja. No pasaba nada, ¿vale? Si yo haría lo mismo si estuviera así con alguien. Me fui porque no quería cortaros el rollo. Por suerte no fue mi madre la que os pilló, aunque no creo que os hubiera dicho nada igualmente.
-Menos mal, sí.
-Pues nada, que estaba con esa duda, porque viendo todo eso, pues... Pensaba que estabais juntos o algo.
-Pues no. Nos queremos mucho, pero no somos pareja. Solo amigos.
-Pues yo creo que hacéis buena pareja. Se os ve con química y estáis muy cómodos cuando estáis juntos.
-Es que nos conocemos desde hace mucho y hemos pasado mucho tiempo juntos.
-Ya, será eso. Y no te preocupes. No le he dicho nada de cuando tú y yo...
-Ah... Y espero que así siga.
-Descuida. ¿Te arrepientes de aquello?
-Pues... Es que Ángela y yo no hemos sido nunca nada, pero desde luego, haber hecho eso, no es que haya sido algo de lo que esté orgulloso. A veces soy un poco impulsivo y también es fácil calentarme, así que...
-Bueno, no hace falta que te comas mucho el coco. Pasó y ya está. Sin más.
Nos despedimos y dejamos ahí la conversación, dejándome ella bastante pensativo, pero no por eso último, sino por el tema de Ángela. Otra vez me venían esas dudas con ella por los momentos tan buenos que éramos capaces de compartir teniendo en cuenta cómo me iba en esos meses.
No era fácil de gestionar lo que me pasaba con ella, porque no era la primera vez que estaba en esa situación y era algo que me ponía nervioso, porque veía indicios por su parte también, pero era ella quien me incitaba a que hablara con Elena. La posibilidad de que lo hiciera para estar ahí si acababa saliendo mal era grande, teniendo en mente tal vez intentar dar un paso más con el tiempo.
No lo sé, pero estaba tan nervioso que me dejé llevar por uno de esos impulsos traicioneros y cogí el móvil, pero para desbloquear a Elena, encontrándome que salía sola en su foto de WhatsApp, estando de espaldas y un poco de perfil en lo que parecía ser un mirador, siendo aquel detalle lo que me dio el último empujoncito para hablarle.
-¿Podemos hablar? -le puse, empezando a ponerme nervioso a tal punto que me temblaban las manos.
Escribiendo...