Carlos Sevillista
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Pero que infidelidad?
No hubo tal infidelidad mientras estuvo con Elena, aunque lo que causo la ruptura es imposible demostrar que no lo fue.
Reencuentro con Elena
- Thread starter Keranos
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No hubo tal infidelidad mientras estuvo con Elena, aunque lo que causo la ruptura es imposible demostrar que no lo fue.
Carlos, no sé en qué mundo sensorial vives, pero en el mío es imposible mantener relaciones sexuales con una mujer creyendo que es otra bien distinta... pero lo tendré en cuenta y si me pilla mi pareja con otra le diré que la confundí con ella... segurísimo que cuela.
Carlos Sevillista
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Yo ahora mismo estoy en una nube con la clasificación de España para la final de la Eurocopa
Cuando se me pase la alegría, me centro en lo que me has dicho.
Carlos Sevillista
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Prueba a ver.
javieron
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No sé porque se me viene a la mente el reencuentro con Valentina. Si pasa lo mismo, la decepción hacia Elena será difícil de digerir.
Y eso es sólo mencionando el acto, porque si ves todo el panorama, te encuentras qué no sólo folló con tu hermana, sino que te ocultó todo un "juego" qué tenía con ella, y si metes a lo de la mamá, es que ya sobrepasa lo bizarro.
Nada es imposible, pero hay cosas que no se pueden creer simplemente por que si lo haces, siempre te sentirás idiota, ante ti y ante los demás, aunque no te digan nada.
Y eso es sólo mencionando el acto, porque si ves todo el panorama, te encuentras qué no sólo folló con tu hermana, sino que te ocultó todo un "juego" qué tenía con ella, y si metes a lo de la mamá, es que ya sobrepasa lo bizarro.
aguafresca
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Tienes razón. El " ya ", le da muchísimo más juego, cambia todo el contexto y deja a Elena por mentirosa... Seguro que Carlos aprueba tu propuesta
Quedémonos con ese ya, que es muy jugoso jaja
Hotam
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Hola, buenas noches.No has pensado en la posibilidad que Elena esté mintiendo?
Podría ser no?
Por supuesto que podría ser. Es lo que yo pensé en aquel momento, la interpretación que les di a aquellos mensajes. Que ahora Elena se inventé algo y coincida con lo que yo pensé... es posible, claro. También te digo que no me pega con el personaje, pero quien sabe.
Saludos y gracias.
Hotam
onatrapse
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...pero supongo que el parecido físico y los apellidos que ambos tenemos en común fueron claves para darse cuenta de que él y yo éramos hermanos.
Lo que Javier reflexiona en su momento contradice en gran medida una de las excusas de Elena por no intuir alguna relación entre David y su ex.
En general, Elena no me está pareciendo completamente honesta en esta conversación, quizás no ha mentido, pero me parece que omite cosas, puede obedecer a una actitud defensiva, y que bajo esa capa de aparente serenidad y calma, realmente hay una conflictuada mujer que a duras penas se resiste a tirarse a los brazos de su ex, expuesta a la verdad de que nunca lo ha dejado de amar.
Esto no terminará acá, su repentina necesidad de alejarlo muestra que su presencia le afecta, ese supuesto abrazo de despedida puede tener el efecto contrario, ser un reinicio.
Última edición:
No lo creo, estuvo desaparecida de los relatos por un monton de capitulos, y cuando sabemos algo de ella va a ser una mentira? De algo que no viene a cuento, me pareceria un error grave en la historia. Hasta ahora, no la vimos a ella como una mentirosa o ocultando algo grave. Seria raro.No has pensado en la posibilidad que Elena esté mintiendo?
Podría ser no?
superthor69
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Yo conoci a una Elena, era maja. Nadie cortaba la merluza como ella. La susi la llamaban, porque afinaba el corte que temblaba Usuke.
Keranos
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Capítulo 789
Le di un abrazo a Elena, encorvándome bastante y apretándolo. Se me erizó la piel al entrar en contacto con ella y también al poder olerla tan de cerca. Me entraron unas ganas enormes de besarla, pero lo hice fue apoyar mi cara en la parte que iba desde su cuello a su hombro, dándole un pequeño beso en la mejilla cuando me despegué de ella, pues pensé que darle uno en los labios no le agradaría teniendo en cuenta cómo había ido todo y cómo se comportaba. No le pareció importar mucho ese gesto y hasta me puso la mano en la espalda cuando me giré hacia la puerta, marchándome de allí y cerrando ella la puerta.
De camino a casa me quedé pensando en cómo había ido la cosa, pero llegué antes de que me diera cuenta, porque en realidad no había mucha distancia entre nosotros. Allí, en soledad y más tranquilo fui capaz de analizar cómo había ido todo y la verdad es que no tenía muy buena pinta de cara a una buena reconciliación.
Aún estaba tan nervioso como para tener un temblor en el cuerpo de manera parecida a cuando se tiene mucho frío. La veía enormemente resentida con todo lo que había pasado, cosa que entendía. No era para menos que estuviera así, ya que lo ocurrido se escapaba a ella prácticamente en su totalidad.
La mayoría de la culpa la tenía yo por no haber sabido sobrellevar la situación de la mejor manera, cuando tenía que haberle contado desde primera hora lo que pasaba, antes siquiera de que fuéramos pareja. Pero eso ya no tenía vuelta atrás y pensaba que no merecía la pena darle un segundo más de protagonismo a esa parte de mi vida, porque ya me había dado cuenta de lo que había y no podía hacer nada para remediarlo.
Sin embargo, sí que me vi bastante acertado durante toda la conversación. No me resultó nada fácil por lo nervioso que estaba y por las puyitas que Elena no me paraba de lanzar, saltando yo en alguna ocasión como un tonto, pero es que era imposible no hacerlo. Estuve pensando durante bastante rato, dándome cuenta de la cadena de malentendidos que se había montado por ambas partes.
Ella pensaba que le estaba engañando con su hermana y que teníamos algo, cuando en realidad no era así para nada. Yo pensaba que tenía un lío con su jefe, no siendo tampoco así a pesar de aquel detalle de que le robara un beso en aquella ocasión en la que me puse malo y ella cuidaba de mí, teniendo que irse un momento al trabajo, cosa que me había molestado, como lo hizo en su día que él se burlara de mí en esa conversación que tenían sin que ella diera la cara por mí como cabría esperar, aunque me mantuve sereno cuando me dijo lo del beso.
Y por último, el malentendido de que estaba con mi hermano. Ella lo negó todo y tenía sentido lo que me decía, pero, ¿cómo no iba a pensar aquello encontrándome esa situación en aquel momento? Fue un malentendido, sí, pero también había sentimientos por ahí, al menos por parte de mi hermano.
Como digo, no las tenía todas conmigo para una reconciliación que yo buscaba al darme cuenta de que seguía sintiendo las mismas cosas por ella y más después de haberla visto en persona durante un tiempo más prolongado que en esos segundos que la pude ver cuando me la encontré de manera fortuita.
No se me iba su rostro de la cabeza y hasta podía sentir su olor. La veía exactamente igual a cuando estábamos juntos, aunque juraría que tenía el pelo más largo cuando la vi en aquella cena de empresa que tenía. Pero lo importante, y lo que más positivo me tenía era que al final no tenía ningún bebé y ni siquiera tenía pareja. La puerta estaba muy entornada, casi cerrada, pero no del todo, lo que me brindaba alguna posibilidad.
Me sentía raro por esa parte, ya que no me considero una persona especialmente optimista. Siempre tiendo a ser pesimista en todo para no llevarme luego un palo más grande cuando algo sale mal, pero en esta ocasión no era para nada así. No tenía ni idea de por qué lo veía todo mejor de lo que realmente estaba.
Seguramente lo que pasaba era que las ganas que tenía de volver a verme con ella, de disfrutar de buenos momentos con ella a mi lado, hacía que me viera ya con todo solucionado y a la espera de poder verla para compartir esos momentos, cuando aún quedaba mucho camino que caminar. Ahí estaba, en mi sofá, con una sonrisa que debía lucir tontísima al no parar de pensar en ella.
Lo que más se reproducía en mi cabeza eran esos últimos instantes en los que estuve en su casa en los que le di un abrazo y un beso en la mejilla. Pero de pronto se me ocurrió que tenía que llamar a Ángela para contarle cómo había ido todo, ya que ella me lo pidió para estar ahí por si la necesitaba.
Me cogió la llamada rápidamente, preguntándome cómo había ido y alegrándose bastante antes de que le pudiera decir cómo había ido en realidad. Se alegró al notar mi tono de voz cuando le saludé. La notaba risueña y contenta de verdad, pasando a preguntarme de nuevo cómo había ido.
Le estuve contando paso por paso lo que ocurrió, sin dejarme nada de lo que hablamos. Ángela se lamentaba mucho de lo que nos había pasado, porque pensaba que era una serie de cosas que no tendrían por qué haber existido si nos hubiéramos comunicado mejor desde el primer momento.
Pensaba que ambas partes lo habíamos hecho mal al respecto. Entendía perfectamente que hubiera estado así, a la defensiva, no sorprendiéndose nada. Si fue ella la que me advirtió antes de que fuera a verla. No estaba tan optimista como yo a la hora de ver que pudiéramos estar como antes de dejarlo, pero sí es verdad que tampoco veía la puerta totalmente cerrada.
Desde luego, que no tuviera ni bebé ni pareja ayudaba mucho, pero tampoco me aseguraba nada, porque no le parecía que Elena hubiera estado receptiva en nuestro encuentro. Me preguntó qué expresión tenía en todo momento, si veía alguna positiva o algún gesto que me diera a pensar que le alegraba verme, pero lo cierto es que yo no vi ninguna muestra de aquello en ella.
Le pareció bonito que me quisiera despedir de ella con un abrazo, contándole yo que me entraron unas ganas tremendas de besarla, pero que de uno en la mejilla no pasó la cosa. Le pareció un poco precipitado hacer eso, aliviándole que no se lo hubiera dado en los labios finalmente, porque pensaba que su reacción podría haber sido mala teniendo en cuenta lo que le describí previamente.
Lo único que me pidió fue que fuera paciente y que no la agobiara, porque así la cosa iría a peor y le costaría abrirse conmigo. Mi amiga pensaba que dejarle unos días para que pudiera pensar tranquilamente era lo mejor, porque al final, si ella no me quería ver, no podía hacer gran cosa al respecto.
Aun así, creía que me acabaría llamando, lo que le llevó a preguntarme su reacción al haberme visto después de tanto tiempo. Ángela reía mientras decía que tenía que estar flipando al ver lo cambiado que estaba. Le extrañó muchísimo cuando le dije que no había habido reacción en absoluto y que fue algo que hasta llegué a mencionar en la charla que tuvimos.
No terminaba de entender cómo no había hecho ningún comentario por mínimo que fuera, aunque solo se refiriera a la barba, que era de lo más notable, sobre todo al ir yo con sudadera y tal. Eso le llevó a pensar que Irene le tenía que haber mostrado fotos o algo para tener una reacción tan nula. Le dije que no, que eso de que Irene y ella se habían visto no era verdad. Ángela se mostraba decepcionada con Irene al decir eso en la cena de Nochevieja, viendo que buscaba hacer daño y quitarse del medio de la manera más rápida que pudiera.
Estuvimos comentando un poco aquello, prefiriendo yo dejarlo estar para no empezar con lo mismo y para que la cosa no fuera a peor, porque bastante tirria le había cogido Ángela a Irene como para que le cogiera más aún. No tardamos mucho más en despedirnos, pues con la tontería se había hecho tarde, pero no colgó hasta que me dijo que estuviera tranquilo y que le diera su espacio, porque estaba bastante segura de que no me iba a responder de primeras.
Debía esperar unos días y no ponerme nervioso si no me decía nada. Le pregunté cuántos días debía esperar hasta que ella me contactara para hacerlo yo si veía que no lo terminaba haciendo, aunque no me dio ninguna respuesta, volviendo a decir que unos días. No me quedé tranquilo con esa respuesta, por lo que tras terminar de hablar con ella y de cenar tranquilamente mientras miraba la tele, me puse a mirar la breve conversación que tuvimos en WhatsApp, viendo la última vez en la que estuvo en línea, cambiando a estarlo y dejándolo de estar varias veces.
Y así estuve durante los primeros días de la semana, en los cuales ya empezamos un nuevo trimestre en la academia, con más gente apuntándose al no haberles ido muy bien en el primero. Aquello me mantenía bastante distraído en realidad, tanto por la mañana, como por la tarde en todas las horas que echaba y teniendo algo de trabajo para casa al tener que echarle una mano a algunos que tenían programada una recuperación al regresar de las vacaciones de Navidad.
También me mantenía bastante distraído el gimnasio, a donde seguía yendo bien temprano en la mañana, aunque en los ratos que tenía muertos, miraba el móvil para ver si tenía algún mensaje de ella. O si no, me volvía a meter en la conversación, viendo su estado en línea. También hablé con Sofía y con Hugo para contarles cómo había ido la cosa al haber ido a ver a Elena y al haber hablado con ella. Tuvieron una reacción parecida a la de Ángela, aunque la decepción en Sofía fue mayor en lo que al tema de Irene se refiere.
De hecho, nos vimos entre semana para poder charlar en persona y sí que se lo noté bastante. Llegó a comentar que no le veía sentido a seguir viviendo en donde lo hacía ahora al estar yo en otro sitio, su familia en su ciudad y al no juntarse con Irene y con Mario ya a raíz de lo ocurrido en Nochevieja. Le dije que tampoco era para decir aquello y que dejara pasar un poco el tiempo, que seguro que la cosa mejoraría.
De nuevo me mostraba quizá demasiado optimista para lo que en realidad había, pero mi amiga me lo agradeció, porque necesitaba oír algo así. También me visitó Ángela un día para hacerme algo de compañía. Se presentó por sorpresa para que comiéramos juntos, aunque a mí me sabía a poco, por eso le dije que si quería también podíamos cenar. Se lo pensó un poco y me dijo que estaba bien, pero no sabía cómo matar el tiempo por la tarde, diciéndole yo que no tenía problema porque se quedara en casa.
Fue algo que no le terminó de parecer bien, pero a mí me daba bastante igual y confiaba plenamente en ella, así que no tenía ningún problema. Se llegó a quedar incluso a dormir, viniéndome muy bien por estar ahí para distraerme un poco y no mirar tanto el móvil en busca de algún mensaje por parte de Elena.
Llegamos a concretar cómo lo íbamos a hacer para llevarla al aeropuerto el sábado de esa semana, porque tenía que regresar a Francia. No le pareció bien tampoco que fuera a por ella para volver a la ciudad en la que ahora vivía y poder despegar desde allí, pero no quedaba otra, porque era el aeropuerto más cercano que tenía.
Al final quedamos en eso, en que iría a por ella, aunque me metiera unas cuantas horas de viaje entre la ida y la vuelta, pero ella se empecinó en pagarme lo que me gastara en gasolina por la molestia, aunque en realidad no la había. Por supuesto, no hicimos nada aquella noche que se quedó a dormir en casa, llegando a dormir en lo que era la habitación de Andrea.
También le comenté a mi madre cómo había ido la cosa con Elena, aunque le pedí que no le comentara nada a mi hermano. De hecho, le dije que si no comentaba nada a nadie, pues mejor. Se alegró de ver que habíamos tenido ese acercamiento que tanto necesitábamos, aunque cuando le conté lo que me encontré allí, no me hizo tanta gracia. No se lo llegué a preguntar, pero por lo que le dije yo, suponía que quería lo mismo que yo quería para nosotros.
El sábado, mientras regresaba junto a Ángela en el coche, le dije que me estaba empezando a impacientar no tener nada de respuesta por parte de Elena, porque ya había pasado casi una semana y no tenía nada de nada, aunque ella me pedía que fuera un poco más paciente. La despedida fue un poco de aquella manera, sobre todo por su parte, que era la más sentimental de los dos, pero le dije que hablaríamos mucho y que seguramente nos veríamos en breve cuando propusiera eso en el trabajo y se lo concedieran. Al medio camino al volver a casa desde el aeropuerto sería cuando tendría noticias por parte de Elena.
Le di un abrazo a Elena, encorvándome bastante y apretándolo. Se me erizó la piel al entrar en contacto con ella y también al poder olerla tan de cerca. Me entraron unas ganas enormes de besarla, pero lo hice fue apoyar mi cara en la parte que iba desde su cuello a su hombro, dándole un pequeño beso en la mejilla cuando me despegué de ella, pues pensé que darle uno en los labios no le agradaría teniendo en cuenta cómo había ido todo y cómo se comportaba. No le pareció importar mucho ese gesto y hasta me puso la mano en la espalda cuando me giré hacia la puerta, marchándome de allí y cerrando ella la puerta.
De camino a casa me quedé pensando en cómo había ido la cosa, pero llegué antes de que me diera cuenta, porque en realidad no había mucha distancia entre nosotros. Allí, en soledad y más tranquilo fui capaz de analizar cómo había ido todo y la verdad es que no tenía muy buena pinta de cara a una buena reconciliación.
Aún estaba tan nervioso como para tener un temblor en el cuerpo de manera parecida a cuando se tiene mucho frío. La veía enormemente resentida con todo lo que había pasado, cosa que entendía. No era para menos que estuviera así, ya que lo ocurrido se escapaba a ella prácticamente en su totalidad.
La mayoría de la culpa la tenía yo por no haber sabido sobrellevar la situación de la mejor manera, cuando tenía que haberle contado desde primera hora lo que pasaba, antes siquiera de que fuéramos pareja. Pero eso ya no tenía vuelta atrás y pensaba que no merecía la pena darle un segundo más de protagonismo a esa parte de mi vida, porque ya me había dado cuenta de lo que había y no podía hacer nada para remediarlo.
Sin embargo, sí que me vi bastante acertado durante toda la conversación. No me resultó nada fácil por lo nervioso que estaba y por las puyitas que Elena no me paraba de lanzar, saltando yo en alguna ocasión como un tonto, pero es que era imposible no hacerlo. Estuve pensando durante bastante rato, dándome cuenta de la cadena de malentendidos que se había montado por ambas partes.
Ella pensaba que le estaba engañando con su hermana y que teníamos algo, cuando en realidad no era así para nada. Yo pensaba que tenía un lío con su jefe, no siendo tampoco así a pesar de aquel detalle de que le robara un beso en aquella ocasión en la que me puse malo y ella cuidaba de mí, teniendo que irse un momento al trabajo, cosa que me había molestado, como lo hizo en su día que él se burlara de mí en esa conversación que tenían sin que ella diera la cara por mí como cabría esperar, aunque me mantuve sereno cuando me dijo lo del beso.
Y por último, el malentendido de que estaba con mi hermano. Ella lo negó todo y tenía sentido lo que me decía, pero, ¿cómo no iba a pensar aquello encontrándome esa situación en aquel momento? Fue un malentendido, sí, pero también había sentimientos por ahí, al menos por parte de mi hermano.
Como digo, no las tenía todas conmigo para una reconciliación que yo buscaba al darme cuenta de que seguía sintiendo las mismas cosas por ella y más después de haberla visto en persona durante un tiempo más prolongado que en esos segundos que la pude ver cuando me la encontré de manera fortuita.
No se me iba su rostro de la cabeza y hasta podía sentir su olor. La veía exactamente igual a cuando estábamos juntos, aunque juraría que tenía el pelo más largo cuando la vi en aquella cena de empresa que tenía. Pero lo importante, y lo que más positivo me tenía era que al final no tenía ningún bebé y ni siquiera tenía pareja. La puerta estaba muy entornada, casi cerrada, pero no del todo, lo que me brindaba alguna posibilidad.
Me sentía raro por esa parte, ya que no me considero una persona especialmente optimista. Siempre tiendo a ser pesimista en todo para no llevarme luego un palo más grande cuando algo sale mal, pero en esta ocasión no era para nada así. No tenía ni idea de por qué lo veía todo mejor de lo que realmente estaba.
Seguramente lo que pasaba era que las ganas que tenía de volver a verme con ella, de disfrutar de buenos momentos con ella a mi lado, hacía que me viera ya con todo solucionado y a la espera de poder verla para compartir esos momentos, cuando aún quedaba mucho camino que caminar. Ahí estaba, en mi sofá, con una sonrisa que debía lucir tontísima al no parar de pensar en ella.
Lo que más se reproducía en mi cabeza eran esos últimos instantes en los que estuve en su casa en los que le di un abrazo y un beso en la mejilla. Pero de pronto se me ocurrió que tenía que llamar a Ángela para contarle cómo había ido todo, ya que ella me lo pidió para estar ahí por si la necesitaba.
Me cogió la llamada rápidamente, preguntándome cómo había ido y alegrándose bastante antes de que le pudiera decir cómo había ido en realidad. Se alegró al notar mi tono de voz cuando le saludé. La notaba risueña y contenta de verdad, pasando a preguntarme de nuevo cómo había ido.
Le estuve contando paso por paso lo que ocurrió, sin dejarme nada de lo que hablamos. Ángela se lamentaba mucho de lo que nos había pasado, porque pensaba que era una serie de cosas que no tendrían por qué haber existido si nos hubiéramos comunicado mejor desde el primer momento.
Pensaba que ambas partes lo habíamos hecho mal al respecto. Entendía perfectamente que hubiera estado así, a la defensiva, no sorprendiéndose nada. Si fue ella la que me advirtió antes de que fuera a verla. No estaba tan optimista como yo a la hora de ver que pudiéramos estar como antes de dejarlo, pero sí es verdad que tampoco veía la puerta totalmente cerrada.
Desde luego, que no tuviera ni bebé ni pareja ayudaba mucho, pero tampoco me aseguraba nada, porque no le parecía que Elena hubiera estado receptiva en nuestro encuentro. Me preguntó qué expresión tenía en todo momento, si veía alguna positiva o algún gesto que me diera a pensar que le alegraba verme, pero lo cierto es que yo no vi ninguna muestra de aquello en ella.
Le pareció bonito que me quisiera despedir de ella con un abrazo, contándole yo que me entraron unas ganas tremendas de besarla, pero que de uno en la mejilla no pasó la cosa. Le pareció un poco precipitado hacer eso, aliviándole que no se lo hubiera dado en los labios finalmente, porque pensaba que su reacción podría haber sido mala teniendo en cuenta lo que le describí previamente.
Lo único que me pidió fue que fuera paciente y que no la agobiara, porque así la cosa iría a peor y le costaría abrirse conmigo. Mi amiga pensaba que dejarle unos días para que pudiera pensar tranquilamente era lo mejor, porque al final, si ella no me quería ver, no podía hacer gran cosa al respecto.
Aun así, creía que me acabaría llamando, lo que le llevó a preguntarme su reacción al haberme visto después de tanto tiempo. Ángela reía mientras decía que tenía que estar flipando al ver lo cambiado que estaba. Le extrañó muchísimo cuando le dije que no había habido reacción en absoluto y que fue algo que hasta llegué a mencionar en la charla que tuvimos.
No terminaba de entender cómo no había hecho ningún comentario por mínimo que fuera, aunque solo se refiriera a la barba, que era de lo más notable, sobre todo al ir yo con sudadera y tal. Eso le llevó a pensar que Irene le tenía que haber mostrado fotos o algo para tener una reacción tan nula. Le dije que no, que eso de que Irene y ella se habían visto no era verdad. Ángela se mostraba decepcionada con Irene al decir eso en la cena de Nochevieja, viendo que buscaba hacer daño y quitarse del medio de la manera más rápida que pudiera.
Estuvimos comentando un poco aquello, prefiriendo yo dejarlo estar para no empezar con lo mismo y para que la cosa no fuera a peor, porque bastante tirria le había cogido Ángela a Irene como para que le cogiera más aún. No tardamos mucho más en despedirnos, pues con la tontería se había hecho tarde, pero no colgó hasta que me dijo que estuviera tranquilo y que le diera su espacio, porque estaba bastante segura de que no me iba a responder de primeras.
Debía esperar unos días y no ponerme nervioso si no me decía nada. Le pregunté cuántos días debía esperar hasta que ella me contactara para hacerlo yo si veía que no lo terminaba haciendo, aunque no me dio ninguna respuesta, volviendo a decir que unos días. No me quedé tranquilo con esa respuesta, por lo que tras terminar de hablar con ella y de cenar tranquilamente mientras miraba la tele, me puse a mirar la breve conversación que tuvimos en WhatsApp, viendo la última vez en la que estuvo en línea, cambiando a estarlo y dejándolo de estar varias veces.
Y así estuve durante los primeros días de la semana, en los cuales ya empezamos un nuevo trimestre en la academia, con más gente apuntándose al no haberles ido muy bien en el primero. Aquello me mantenía bastante distraído en realidad, tanto por la mañana, como por la tarde en todas las horas que echaba y teniendo algo de trabajo para casa al tener que echarle una mano a algunos que tenían programada una recuperación al regresar de las vacaciones de Navidad.
También me mantenía bastante distraído el gimnasio, a donde seguía yendo bien temprano en la mañana, aunque en los ratos que tenía muertos, miraba el móvil para ver si tenía algún mensaje de ella. O si no, me volvía a meter en la conversación, viendo su estado en línea. También hablé con Sofía y con Hugo para contarles cómo había ido la cosa al haber ido a ver a Elena y al haber hablado con ella. Tuvieron una reacción parecida a la de Ángela, aunque la decepción en Sofía fue mayor en lo que al tema de Irene se refiere.
De hecho, nos vimos entre semana para poder charlar en persona y sí que se lo noté bastante. Llegó a comentar que no le veía sentido a seguir viviendo en donde lo hacía ahora al estar yo en otro sitio, su familia en su ciudad y al no juntarse con Irene y con Mario ya a raíz de lo ocurrido en Nochevieja. Le dije que tampoco era para decir aquello y que dejara pasar un poco el tiempo, que seguro que la cosa mejoraría.
De nuevo me mostraba quizá demasiado optimista para lo que en realidad había, pero mi amiga me lo agradeció, porque necesitaba oír algo así. También me visitó Ángela un día para hacerme algo de compañía. Se presentó por sorpresa para que comiéramos juntos, aunque a mí me sabía a poco, por eso le dije que si quería también podíamos cenar. Se lo pensó un poco y me dijo que estaba bien, pero no sabía cómo matar el tiempo por la tarde, diciéndole yo que no tenía problema porque se quedara en casa.
Fue algo que no le terminó de parecer bien, pero a mí me daba bastante igual y confiaba plenamente en ella, así que no tenía ningún problema. Se llegó a quedar incluso a dormir, viniéndome muy bien por estar ahí para distraerme un poco y no mirar tanto el móvil en busca de algún mensaje por parte de Elena.
Llegamos a concretar cómo lo íbamos a hacer para llevarla al aeropuerto el sábado de esa semana, porque tenía que regresar a Francia. No le pareció bien tampoco que fuera a por ella para volver a la ciudad en la que ahora vivía y poder despegar desde allí, pero no quedaba otra, porque era el aeropuerto más cercano que tenía.
Al final quedamos en eso, en que iría a por ella, aunque me metiera unas cuantas horas de viaje entre la ida y la vuelta, pero ella se empecinó en pagarme lo que me gastara en gasolina por la molestia, aunque en realidad no la había. Por supuesto, no hicimos nada aquella noche que se quedó a dormir en casa, llegando a dormir en lo que era la habitación de Andrea.
También le comenté a mi madre cómo había ido la cosa con Elena, aunque le pedí que no le comentara nada a mi hermano. De hecho, le dije que si no comentaba nada a nadie, pues mejor. Se alegró de ver que habíamos tenido ese acercamiento que tanto necesitábamos, aunque cuando le conté lo que me encontré allí, no me hizo tanta gracia. No se lo llegué a preguntar, pero por lo que le dije yo, suponía que quería lo mismo que yo quería para nosotros.
El sábado, mientras regresaba junto a Ángela en el coche, le dije que me estaba empezando a impacientar no tener nada de respuesta por parte de Elena, porque ya había pasado casi una semana y no tenía nada de nada, aunque ella me pedía que fuera un poco más paciente. La despedida fue un poco de aquella manera, sobre todo por su parte, que era la más sentimental de los dos, pero le dije que hablaríamos mucho y que seguramente nos veríamos en breve cuando propusiera eso en el trabajo y se lo concedieran. Al medio camino al volver a casa desde el aeropuerto sería cuando tendría noticias por parte de Elena.
Carlos Sevillista
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Se está haciendo demasiadas ilusiones y no tiene las cosas claras.
Y lo.peor es que por tonto, va a perder su oportunidad de tener algo serio con Ángela.
Y lo.peor es que por tonto, va a perder su oportunidad de tener algo serio con Ángela.
HUGGO
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Por merluzo, Elena le va decir que no le perdona lo de la hermana y Ángela lo va a mandar a coger coquinas.
Volverá a las pajas, físicas y mentales...
Carlos Sevillista
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También digo que Elena ha sido demasiado ambigua y no ha sido demasiado clara.
Y esa última linea del capítulo puede dar a entender que se van a volver a ver.
Y esa última linea del capítulo puede dar a entender que se van a volver a ver.
javieron
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Elena va a caer como todas, la he visto muy receptiva, y lo digo así porque cualquier otra ni siquiera le hubiera contestado y menos recibido.
Como dijeron, el trato de ambos no reflejó para nada lo que vivieron.
Pienso que caerá tarde o temprano.
Como dijeron, el trato de ambos no reflejó para nada lo que vivieron.
Pienso que caerá tarde o temprano.
Ya olvídate de ella, Javi está obsesionado con Elena, y Angela lo sabe y siente. No creo que le guste estar con alguien mientras este la compare con otra constantemente.
Carlos Sevillista
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Al final se va a quedar sin ninguna.
ivanmartin
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Ángela esta siendo ante todo una buena amiga, pero también está haciendo lo mejor para ella. Con el historial de Javi mientras no pase la página de su ex, no tienen ningún futuro. El es demasiado inestable. Podía haberle persuadido de que se olvide de Elena y se centre en ella, porque ambos saben que se atraen y quieren, pero en cualquier momento podría volver a encontrarse con la otra y ponerse mal. El capítulo de Elena se tiene que cerrar completamente o abrirse del todo, parece que Ángela lo quiere así, aún a riesgo de perderlo definitivamente.
Cualquier cosa puede pasar porque también hay unas "secundarios de lujo" como en el cine: Irene, Noelia, Maribel...que pueden dar un giro a la historia en cualquier momento.
Cualquier cosa puede pasar porque también hay unas "secundarios de lujo" como en el cine: Irene, Noelia, Maribel...que pueden dar un giro a la historia en cualquier momento.
Si Elena contacta con Javi, es una señal positiva.
Si pasara de él y no quisiera volver a verlo, no le diría nada.
Aunque le escriba para decirle que no quiere saber nada más de él, su gesto estaría indicando lo contrario.
Otra posibilidad es que Elena sea más fría y calculadora de lo que pensamos, Y que quede con nuestro héroe para ponerle la miel en los labios y luego dejarlo tirado.
No sabemos cuál es el entorno de Elena, con quién se relaciona. Si la tóxica Yolanda y su jefe son ahora sus mejores amigos y consejeros.
Si pasara de él y no quisiera volver a verlo, no le diría nada.
Aunque le escriba para decirle que no quiere saber nada más de él, su gesto estaría indicando lo contrario.
Otra posibilidad es que Elena sea más fría y calculadora de lo que pensamos, Y que quede con nuestro héroe para ponerle la miel en los labios y luego dejarlo tirado.
No sabemos cuál es el entorno de Elena, con quién se relaciona. Si la tóxica Yolanda y su jefe son ahora sus mejores amigos y consejeros.
Carlos Sevillista
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Yo tengo la sensación de que Mario terminará cansándose de Irene. Ha quedado fatal con la mentira que les contó.