Reencuentro con Elena

Capítulo 794

Nos fundimos de nuevo en otro beso, pero esta vez nos lo dábamos de manera más guarra, acariciando cada uno el cuerpo del otro con más intensidad. Finalmente, ella me terminó de desnudar al quitarme lo que me quedaba de ropa, como hice yo con ella al quitarle sus braguitas. Me dio un escalofrío al verla así, porque vi que tenía ese detalle que tanto me gustaba en las chicas cuando me iba a la cama con una.

Sin embargo, ella lo tenía bastante descuidado, viendo que también tenía algo de vello por los lados de su rajita, algo que no recordaba haberle visto nunca, pero que me encendió mucho igualmente. Aquello me indicaba que no tenía entre sus planes acabar como lo estábamos haciendo, pero es que me daba igual en ese momento. Me calenté tanto que la puse bocarriba para comerle el coño, empezando quizá de manera demasiado intensa, pero es que no me podía controlar.

Notar y saborear su humedad fue otra cosa más que hizo que me costara mucho más controlarme. Así, Elena no tardó en correrse en mi boca en pocos minutos, engarrotándose su cuerpo mientras se le escapaba algún gemido extraño. Luego le temblaron las piernas bastante, tratando de apartarme al poner su mano en mi cabeza y empujarme.

La dejé tranquila durante unos instantes, aunque la miraba masturbándome mientras me relamía sus fluidos. Me sentía como si estuviera borracho entre el subidón que tenía y algo de mareo de respirar tan fuerte. Me estaba costando mucho esperar a que se recuperara, por eso me puse sobre ella para besarle por la cara, repartiéndome por su cuerpo conforme bajaba, llegando a sus tetas, las cuales degusté durante unos momentos.

Estaban deliciosas, como ya sabía, pero es que llevaba tanto tiempo sin probarlas que me parecía mentira. A ella le gustaba lo que le hacía a juzgar por los sonidos que emitía, haciéndolo de la misma manera cuando seguí bajando por su cuerpo con esos besos, aunque pasé de su coño, pues aún estaba con temblores y espasmos. Subí hasta su cara de nuevo, dándole varios besos de manera inversa a como se los di al bajar, empezando a dárselos por el cuello para decirle que necesitaba metérsela.

Elena me abrazó, buscando mi polla para mover su mano al agarrarla y masturbarme así un poco, pero no tardó en dirigirla hasta su coñito, acariciándose con ella mientras mantenía sus ojos cerrados y se relamía también. Tras unos segundos, apuntó con ella a su pequeño agujerito, soltándola, lo que me dio a entender que a partir de ahí me tenía que ocupar yo, como hice al empezar a empujar de manera suave.

Pese a lo pequeño y apretado que estaba, no costó demasiado que entrara al estar ella recién corrida y por lo tanto muy lubricada. Lanzó un gemido que fue tan largo como lo que yo tardé en entrar en ella por completo. Una vez lo hice, me quedé quieto, notando como me resbalaban sus fluidos por el cuerpo y apretando ella de manera involuntaria aún por los espasmos que su cuerpo terminaba de dar. Por fin abrió los ojos para mirarme, estando bastante seria, aunque estiró sus brazos para apretar nuestros cuerpos, no pudiendo verla yo más.

Fue ella la que arrancó el roce al moverse muy ligeramente, entendiendo yo que ya estaba lista y que era lo que quería, por lo que me empecé a mover. Ahora lanzaba tímidos gemidos, que también eran muy bajitos, pero progresivamente empecé a empujar con más fuerza, ganando esos gemidos intensidad en la misma proporción.

Llegó un punto en el que se lo hacía bastante rápido, aunque seguíamos con nuestros cuerpos bien pegados en ese misionero que no abandonamos en ningún momento, manteniendo ella sus piernas bien abiertas y sus brazos bien apretados contra mi espalda para que no me despegara de ella.

No llegaríamos ni a los 5 minutos cuando ella se volvió a correr, teniendo que sacarla yo a prisa al acercase mi orgasmo de manera súbita al sentir el suyo. Descargué sobre su vientre, aunque le llegó un poco hasta el cuello, no dándole en la cara por poco, pero ella estaba muy abandonada a sus sensaciones como para prestarle atención a ese detalle.

Fue algo muy breve, pero muy intenso. Tanto, que me dejó muy mareado y sin energía. Fue como una explosión y liberación que mi cuerpo pedía desde hacía mucho tiempo y ahora estaba reventado. Elena se fue relajando poco a poco, porque también tuvo un orgasmo intensísimo, quedando tan relajada que se acabó durmiendo.

Y a mí poco me quedaba al haberme quedado a su lado para recuperar el aliento, pero me incorporé para limpiar mi semen de su cuerpo y para recoger todo lo que saqué de la caja antes de que viniera, guardándolo todo en ella para dejarla sobre el escritorio, volviendo después a la cama para taparnos y poder descansar, abrazándome a ella.

No pude dedicarle nada de tiempo a lo que acababa de pasar porque, como he dicho, Elena absorbió mi energía con aquello, pero desde luego, yo tenía una buena sonrisa en mi rostro y la sensación era muy buena y me daba cuenta de que no la sentía desde que estaba con ella. ¿Sería felicidad?

Aquella noche dormí del tirón, estando bastante pegado a ella, aunque me dio la espalda en todo momento, porque me desperté igual que me dormí, estando justo detrás de ella y pasando un brazo por encima de su cuerpo. Al despertar me fue imposible no abrazarla bien mientras me desperezaba. Ella parecía estar también despierta, aunque no se lo pregunté.

Tan solo levanté la cabeza para ver qué hora era en el reloj que tenía en la mesita, dándome cuenta de que habían pasado unas horas de la hora a la que solía despertarme. Le empecé a acariciar el vientre mientras pegaba mi cara a su nuca para olerla bien y darle algún beso por la zona. Ella no se movía, aunque yo intuía que estaba despierta, como al final lo acabé comprobando cuando me preguntó si se podía dar una ducha.

Por supuesto, no le puse ninguna pega, diciéndole que en el baño tenía de todo para poder darse una bien caliente, porque hacía frío. De hecho, le dije que se podía dar un baño también si le apetecía, pero ella dijo que con la ducha era suficiente.

Así que se levantó y se fue de la habitación para darse una ducha, como bien podía oírse unos pocos minutos después. Yo me quedé en la cama un poco más, aunque sin dormir, estando bocarriba con las manos detrás de mi nuca. Me cortó un poco el rollo que aquello fuera lo primero que dijera. No sé, quizá esperaba un comentario que hiciera alusión a lo pasado hacía unas horas, o incluso poder continuarlo, ¿por qué no?

Desde luego, yo tenía ganas por cómo había reaccionado mi cuerpo al endurecerse cierta zona, pero no pudo ser. Aunque tampoco es que me importara mucho, porque me quedé más pensativo en cómo estaba evolucionando la cosa con ella. En la vida habría dicho que podríamos estar así si me lo preguntaban un par de semanas atrás.

Veía muy difícil que pudiéramos tener un acercamiento fructífero, y ya pues acabar en la cama tan rápido ni qué hablar. De pensar que no querría hablar conmigo o que sería algo muy puntal al creer que tenía pareja y un bebé al estar viéndonos regularmente los fines de semana para charlar, comer o cenar juntos y ahora acabar en la misma cama.

No podía evitar tener una buena sonrisa en todo momento, pasándose muy rápida su ducha, porque para cuando quise darme cuenta la oía secarse el pelo. No mucho más tiempo después se pasó por la habitación preguntándome si quería que fuera preparando el desayuno mientras yo me duchaba, aunque le dije que podíamos desayunar fuera si quería y así no teníamos que preparar nada.

Le pareció bien, aunque me pidió que no tardara mucho, porque estaba algo hambrienta. Así que me levanté y me fui a la ducha para darme una rápida y vestirme, yéndonos a una cafetería no muy lejana. Pensaba que hablaríamos algo relacionado a lo que pasó la noche anterior, pero ella estaba muy callada, quedando pensativa y luego consultando su móvil. Tan solo hablamos de cómo lo íbamos a hacer para ir a ver a Sofía, cogiendo yo el móvil para llamarla después de que a Elena le pareciera bien, aunque la notaba nerviosa por aquello.

Sofía me cogió la llamada sin hacerme esperar apenas, dándome los buenos días y preguntándome por qué la llamaba tan temprano, aunque no lo era tanto. Le pregunté si tenía algo que hacer ese día, suponiendo ella que quería que nos viéramos para pasar el día juntos, y así era, dándome ella luz verde diciendo que estaba en su casa, con Hugo y que tenían pensando ir a la de él al acabar el día, sugiriendo que podíamos volver juntos, aunque fuera en distintos coches.

Me pareció bien aquello, aunque le comenté que no iba a ir solo, pillándole a ella un poco por sorpresa, no sé si al estar recién despierta o qué, pero no pilló que se trataba de Elena de primeras. Cuando me preguntó y se lo dije reaccionó dando un grito que lo escuchó hasta Elena por la cara que puso. Hugo también se enteró, despertándose sobresaltado y preguntando qué pasaba. Sofía se puso contenta y nerviosa, porque se le notaba mucho en la voz. Hasta se llegó a emocionar.

Me dijo que podíamos ir cuando quisiéramos, así que quedamos en que nos pondríamos en marcha después de un rato, dándole tiempo a los dos a que se levantaran y demás. Elena me miró con unos ojillos que expresaban ganas de volver a verla y miedo a la vez, aunque le dije que no tenía que pensar nada malo, porque todo iba a ir bien, sobre todo tratándose de Sofía.

Estaba muy tierna. Pero se volvió a quedar pensativa mientras terminamos de desayunar, sugiriendo dar un paseo después al haber mejorado un poco el tiempo y no estar lloviendo, aunque frío hacía igual. Dimos un paseo por zonas que yo solía frecuentar en esos meses y que ella no había tenido mucha ocasión de explorar.

Así que le enseñé alguna que otra calle, parándonos en los sitios que estaban abiertos, pasándose bastante rato hasta que nos dimos cuenta de la hora que era y nos fuimos de vuelta a casa para poder ir a ver a Sofía. Aunque en realidad no fuimos a mi casa, sino que Elena dijo de ir en su coche al pillarnos más cerca por no saber dónde podía aparcar cerca de mi casa. Me dio las llaves para que lo llevara yo, aunque le dije que si quería conducir ella, que no tenía problema.

Elena insistió, diciendo que debía estar acostumbrado a hacer ese trayecto y que me sería mucho más fácil que a ella, por lo que nos montamos en su coche para irnos. Me gustó su coche para lo pequeño que era. Era bastante cómodo y se iba muy bien en él, además de que era bonito a la vista.

Me comentó cómo lo compró y demás, aunque no tardamos en quedarnos en silencio, encendiendo ella la radio para quedarse mirando por la ventana durante gran parte del trayecto. Obviamente, me dijo que le gustaría pasarse por su casa para ver a su madre y a su abuela, no poniendo yo objeción ninguna, aunque le dije que prefería esperar fuera, no teniendo ella ningún problema tampoco con aquello.

Conforme nos acercamos, la lluvia empezaba a caer, por lo que quedamos en que la dejaría en la puerta y que yo me quedaba en el coche, aunque tendría que alejarme un poco al no encontrar aparcamiento en la misma puerta.

En lo que ella estaba en su casa, yo le mandé un mensaje a Sofía para explicarle dónde estábamos y que en principio no tardaríamos mucho en llegar. Al quedarme solo en el coche durante un rato, tuve más tiempo para pensar en cómo estaba yendo todo. Me resultaba un tanto raro haber acabado teniendo sexo con ella la noche pasada y que no comentáramos nada. Tampoco la veía especialmente contenta al haber tenido aquello lugar, cosa que me extrañaba, porque yo sí que lo estaba.

No sabía qué pensar de aquello, pero Elena tampoco es que tardada en volver, reanudando nuestro camino para ir a casa de Sofía. Por el camino, me preguntó si yo iba a acercarme a ver a mi familia, respondiéndole que sería algo que me gustaría hacer, por lo que invertimos papeles cuando llevamos, quedándose ella en el coche, aparcada algo retirada, pero porque aparcar cerca de la casa de mis abuelos era casi imposible, mientras que yo me pasé a saludar.
 
Apasionado y breve encuentro ... y misteriosa actitud la de Elena, a ver si nos llegamos a enterar de qué pasa por su cabeza en esos momentos en que se queda pensativa.
Me imagino la sonrisa de tonto feliz de Javi en estos momentos.
 
Lamentablemente, y sin explicación lógica ni razonable... Parece ser que Elena no va a otorgar cinco estrellas a Javi, como conclusión a su desempeño amoroso😱😱.
Qué habrá ocurrido?. Será que Elena ya no reconoce a su ex novio, en el flamante y marmóreo cuerpo del nuevo Javi?.
O simplemente, estará sufriendo el síndrome de " la recaida con tu ex"... Confusión, sentimiento de culpa, miedo a lo que ocurrirá después...
 
Cualquiera diría que Javi os ha quitado la novia. Joer.
No os habéis parado a pensar, que lo mismo, no se, que lo mismo es que siguen enamorados a pesar de todo?. Pensadlo un poco, aunque yo sé que es difícil caer en esta posibilidad.
 
Cualquiera diría que Javi os ha quitado la novia. Joer.
No os habéis parado a pensar, que lo mismo, no se, que lo mismo es que siguen enamorados a pesar de todo?. Pensadlo un poco, aunque yo sé que es difícil caer en esta posibilidad.
Si no lo ha hecho, es porque no ha tenido ocasión ... A tí ya te ha quitado la chica espectacular que tenias en la foto, y te ha puesto a Jesús Navas... No te digo más.
 
Si no lo ha hecho, es porque no ha tenido ocasión ... A tí ya te ha quitado la chica espectacular que tenias en la foto, y te ha puesto a Jesús Navas... No te digo más.
No cabe duda que si pudiese me quitaba hasta a mi abuela.

Gracias al autor por seguir actualizando diariamente a pesar de que estamos siendo bastante duros con sus personajes.
 
Cualquiera diría que Javi os ha quitado la novia. Joer.
No os habéis parado a pensar, que lo mismo, no se, que lo mismo es que siguen enamorados a pesar de todo?. Pensadlo un poco, aunque yo sé que es difícil caer en esta posibilidad.
Por si acaso mejor mantenerla alejada, qué sino, se derrite de la impresión, y si no me salen cuernos es por que estoy bajo en calcio 😅
 
Es extraña la actitud de Elena. No ha contado nada de lo que ha pasado en este tiempo y tampoco lo pasado antes de la ruptura. Puede ser que trame algo o quizás su lado sumiso le ha dicho que no hay nadie como su amo Javi. Ha tenido aventuras con su jefe antes de la ruptura? Y aunque no lo confirma sea eso lo que hace que se porte así. Quizás una mala experiencia con su compañera y su marido. Es difícil después de tantos capítulos viendo la autodestrucción de Javi que todo se resuelva así.
Nota: estará pensando el autor con un nuevo relato “reencuentro con Javi? Narrado por Elena y nos descubrirá ahí la verdad.
 
@Keranos Haces puente? Espero que no :cool:

Elena no ha podado su jardín últimamente...eso es una pista de que no se ha llevado alegrías últimamente y Javi es mucho Javi.
Luego llegan los remordimientos y pensar si merece la pena volver con su ex, con todo el equipaje no deseado que trae consigo.
A ver si Sofía la alegra un poco
 
Esto me huele a polvo de despedida. Elena no le ha aclarado nada, no ha querido contar nada de su actitud antes de la ruptura ni posteriormente. El tema del jefe tampoco queda claro. Más que polvo de reconciliación, ha sido un polvo de comprobación, y sí, ha visto que Javi es un máquina sexual, que la hace ver las estrellas, pero no está segura al cien por cien de que sea el hombre de su vida, por eso el semblante serio y pensativo y el no decir nada del polvo echado unas pocas horas antes. Despedida.
 
Esto me huele a polvo de despedida. Elena no le ha aclarado nada, no ha querido contar nada de su actitud antes de la ruptura ni posteriormente. El tema del jefe tampoco queda claro. Más que polvo de reconciliación, ha sido un polvo de comprobación, y sí, ha visto que Javi es un máquina sexual, que la hace ver las estrellas, pero no está segura al cien por cien de que sea el hombre de su vida, por eso el semblante serio y pensativo y el no decir nada del polvo echado unas pocas horas antes. Despedida.
¡Joder qué bajón! No se lo cuentes a Javi que se le borra la sonrisa del golpe.
 
Javi saludando a su familia, tal vez le cuente algo a su madre ... y mientras tanto, Elena metida en su coche, dándole vueltas a la cabeza ... accionando el contacto, engranando primera y desapareciendo entre las calles de su ciudad.

Con lo fácil que habría sido. Javi solo tenía que haber pronunciado las palabras mágicas: "Elena ¿Qué te preocupa?" ... y haberlo hablado. Un año y siguen igual.
 
Última edición:
Están pasando cosas en la cabeza de Elena, y pueden no gustarle algunas a Javier.
He sido Javierista y Elenista desde el principio, por lo que siempre preferiré un desenlace que les permita seguir juntos, pero la realidad que nos entrega la vida se encarga de recordarnos que no siempre se cumple lo que deseamos.
Elena parece no haber puesto mucha resistencia a su rápido acercamiento con Javier, llegar a intimar tan pronto pareció una prueba presurosa por cumplir, una urgencia por comparar sensaciones y tal vez emociones del pasado a las presentes.
Es curioso, dolorosamente quizás, que lo descrito por Javier en nada se compara a las sesiones de sexo que acostumbraban en el pasado, era común en Elena alcanzar con él orgasmos que la dejaban en un estado de inconsciencia por minutos, durante los cuales Javier cuidaba de ella hasta lograr reaccionar.
Al pasado que me refiero es a la época antes de trabajar ella, cuando ambos eran su único universo, siempre he considerado que su ingreso a esa oficina la cambió, algo en ella nació producto de esa dinámica laboral.
Su comportamiento en este reencuentro con Javier se asemeja demasiado al pasado inmediato a su ruptura, cuando se creía que estaba liada con su jefe, aunque es muy pronto para esperar confianza y entrega, se repite su actitud de ensimismamiento y de desapego emocional, espero todo obedezca a su instintivo mecanismo de defensa emocional.
El peor panorama sería que Elena esté en una situación que la obligue a elegir contra su corazón, un embarazo, o una deuda de cariño por agradecimiento tal vez.
 
Esto me huele a polvo de despedida. Elena no le ha aclarado nada, no ha querido contar nada de su actitud antes de la ruptura ni posteriormente. El tema del jefe tampoco queda claro. Más que polvo de reconciliación, ha sido un polvo de comprobación, y sí, ha visto que Javi es un máquina sexual, que la hace ver las estrellas, pero no está segura al cien por cien de que sea el hombre de su vida, por eso el semblante serio y pensativo y el no decir nada del polvo echado unas pocas horas antes. Despedida.
No lo veo tan negativo como vosotros y para nada creo que sea así. Sería muy absurdo después de tanto tiempo si no quiere nada con el, verse otra vez, quedar en su casa para despedirse. Además no se que polvo de ruptura va a ser si ya estaban separados.
Yo no voy a ser tan negativo, y si, por lo que sea fuera así, mejor. Vía libre para estar con quién tiene que estar, Ángela.
Por cierto, a partir de ahora os declaro la peña de Joy of The Garden. Porque vamos, no os recomendaria que vayáis a un entierro, porque con vuestro tremendo y contagioso optimismo, rematais a la familia y amigos del muerto.
 
Están pasando cosas en la cabeza de Elena, y pueden no gustarle algunas a Javier.
He sido Javierista y Elenista desde el principio, por lo que siempre preferiré un desenlace que les permita seguir juntos, pero la realidad que nos entrega la vida se encarga de recordarnos que no siempre se cumple lo que deseamos.
Elena parece no haber puesto mucha resistencia a su rápido acercamiento con Javier, llegar a intimar tan pronto pareció una prueba presurosa por cumplir, una urgencia por comparar sensaciones y tal vez emociones del pasado a las presentes.
Es curioso, dolorosamente quizás, que lo descrito por Javier en nada se compara a las sesiones de sexo que acostumbraban en el pasado, era común en Elena alcanzar con él orgasmos que la dejaban en un estado de inconsciencia por minutos, durante los cuales Javier cuidaba de ella hasta lograr reaccionar.
Al pasado que me refiero es a la época antes de trabajar ella, cuando ambos eran su único universo, siempre he considerado que su ingreso a esa oficina la cambió, algo en ella nació producto de esa dinámica laboral.
Su comportamiento en este reencuentro con Javier se asemeja demasiado al pasado inmediato a su ruptura, cuando se creía que estaba liada con su jefe, aunque es muy pronto para esperar confianza y entrega, se repite su actitud de ensimismamiento y de desapego emocional, espero todo obedezca a su instintivo mecanismo de defensa emocional.
El peor panorama sería que Elena esté en una situación que la obligue a elegir contra su corazón, un embarazo, o una deuda de cariño por agradecimiento tal vez.
¡ESPAAARTAAANOOOOOO! ¡UUAA!

Menudo pedazo de comentario. Javieristas, Elenistas, hasta con corrientes ideológicas, peñistas o mediopensionistas. El pasado, ese tiempo que nunca volverá, ese tiempo que a veces algunos echan de menos, unos porque les da vértigo el futuro y otros porque ya alcanzaron su nivel máximo de competencia y ya solo pueden quedarse igual o ir a peor.
No comparto, sin embargo la referencia a una actitud de "ensimismamiento y desapego emocional" así dicho, enlazando los dos términos como en una especie de efecto-causa. Efectivamente, @Keranos nos muestra ese ensimismamiento, pero yo no veo ese desapego emocional, el factor emocional está presente cuando ambos miran esa "cápsula del tiempo" que contiene sus fotos y recuerdos, pero además, @Keranos también nos muestra otras cosas, otros cambios en Elena, como la abstinencia, abstinencia del alcohol y abstinencia del sexo, que pudieran explicar ese ensimismamiento. En ella han desaparecido las señales de una vida sexual activa, los piercings, el vello descuidado. Pareciera que Elena se haya querido alejar de situaciones en las que pueda perder cierto control. Pareciera que aquella dudas sobre si dar un paso más en la relación sexual con Irene y Mario fuesen de peso, un paso que solo daría de la mano de Javi, nunca por iniciativa propia, solo por contentar a Javi, como los piercings, el vello recortado al estilo Javi. En todo este tiempo Javi ha seguido siendo el mismo animal sexual de siempre, el sexo es vital para él, se pone guapo para ser un animal sexual más atractivo, se tatúa y muscula para despertar más interés, no nos engañemos, no para verse mejor a sí mismo. Pero Elena no, Elena se ha alejado del sexo y aún más del sexo que practica Javi, para Elena el sexo no juega un papel tan central en su vida, hay otras cosas, una carrera profesional, la ayuda a sus familiares, etc.
Y ahora, vuelve Javi con su sexo haciéndola perder el control, y vuelven las dudas de ella sobre si es eso lo que quiere, sobre si hay que ser "lanzado" en la vida y abrirse a esas experiencias en las que tal vez pierdas el control. Antes podía hacerlo porque confiaba en Javi, pero en el "pasado" ya tenía sus dudas sobre ir más allá, ahora esa confianza es frágil.
Efectivamente, Javi quiere recuperar el pasado, un pasado que parece que Elena dejó atrás y ya veremos si quiere volver a él. Sobre el porqué de Javi para recuperar el pasado y de Elena para mirar a otro futuro, cada uno que saque sus conclusiones.

Pero a pesar de toda esta perodata, lo relevante es que Javi, Javier, siempre será Javier, una máquina sexual que arrastrará a todas sus parejas y que se comerá la cabeza envuelto a su inseguridad infantil e incapaz de tener un diálogo adulto o exponer su propia inseguridad. En un test de compatibilidad Elena quedaría siempre por detrás de su amiga Ángela, un persona que lo comenta todo, que expresa sus emociones y que empatiza con las de los demás, pero ya sabemos que el capricho del enamoramiento, y las huellas que este capricho deja en la razón, puede ser más poderoso que cualquier evidencia, eso, bien cultivado, también puede ser una fortaleza para una relación, pero mal cultivado será una debilidad.

Este "encuentro" entre Javi y Elena, no ha hecho más que poner de manifiesto sus incompatibilidades, por mucho que el incompetente emocional de Javier no sepa verlo y valore como éxito un par de orgasmos.

Nota: Si queréis que defienda otro punto de vista, ya sea el opuesto a este o al de cualquier otro comentarista, también puedo hacerlo con la misma convicción. Pero me apetecía polemizar con el espartano y ofrecer más puntos de vista para generar más confusión aún. Solo @Keranos conoce la verdad ... y no toda.
 
Última edición:
¡Qué coñazo!
Este "buzoneo" masivo con suplantación de identidad es un coñazo, no sé si se trata de un boicot a la página o de otra práctica abusiva, pero los administradores deberán hacer algo, si es que pueden. Mierda de "bots".
 
Última edición:
Capítulo 795

A todos les gustó verme por allí, sobre todo a mi madre, quien me abordó cuando me iba a ir al despedirse de mí en la puerta. Me dijo que me veía muy contento, preguntando si podía saber por qué. Le dije la verdad, porque no veía ningún motivo para ocultarla y porque me lo notaría igualmente. Se alegró mucho de ver que la cosa con Elena iba tan bien, aunque tuve que pararle los pies, porque la veía demasiado exaltada.

Le dije que solo nos habíamos visto un par de veces desde que habíamos hablado, y sí, la cosa evolucionaba bien, pero prefería ser cauto por el momento, sobre todo, porque no veía tanto entusiasmo en Elena como para hacerme pensar que todo estaba solucionado. Aun así, mi madre me dijo que se alegraba mucho por mí y que esperaba que algún día estuviéramos tan bien como lo estuvimos en su día, teniendo ganas de verla para hablar con ella. Me despedí con una sensación un tanto rara por ser yo precisamente el que rebajaba las expectativas a mi madre cuando era quien se pasaba el tiempo deseando y soñando aquello.

No hice esperar más a Elena y fui hasta donde dejó el coche para montarme en él de nuevo e ir a casa de Sofía. Tuve que decirle por dónde tirar, porque nunca se había metido por ahí y no tenía ni idea de por donde tenía que ir para salir de allí y mucho menos para llegar a casa de Sofía. Por el camino noté que se estaba volviendo a poner bastante nerviosa, parándose de más en algún semáforo, aunque antes de bajar del coche le dije que todo iba a ir bien.

No sé si conseguí ocultarlo, pero yo también estaba algo nervioso. No era para menos con la situación que iba a tener lugar en unos momentos. De hecho, me seguía poniendo nervioso estando en su presencia y teniéndola tan cerca. Cuando nos bajamos y fuimos hasta la puerta, Elena dudó bastante, pensando que no era buena idea. Le pregunté si no quería seguir hacia delante con ello, quedándose ella en silencio sin llegar a responderme.

Le propuse volver otro día si no estaba cómoda haciendo eso, que seguro que Sofía lo entendería y que no habría ningún problema. Veía a Elena nerviosa como pocas veces había visto en ella, recordándome mucho al día de la exposición de su trabajo de fin de grado, en donde no paraba quieta.

En esta ocasión, se comportaba de manera muy parecida al moverse, sobre todo al jugar con sus dedos de manera tan nerviosa. También miraba mucho al suelo y levantaba la cabeza de manera repentina, pero acabó diciendo que marcharse estando en la misma puerta era una tontería, por eso fue ella misma la que acabó llamando al timbre.

Sofía no tardó más de unos pocos segundos en abrirnos, quedándose con los ojos como platos durante un instante para ir hacia Elena y darle un fuerte abrazo, comenzando a llorar, sumándose ella a ese llanto mientras le devolvía el abrazo con la misma intensidad.

Luego, Sofía me agarró también a mí para que el abrazo fuera a tres, despegándose de nosotros para limpiarse las lágrimas mientras reía un poco de manera nerviosa. Nos pidió que pasáramos, cerrando la puerta y poniendo sus manos en nuestra espalda para acompañarnos hasta el salón, donde estaba Hugo sentado en el sofá.

Rápidamente se levantó, yendo hacia Elena para presentarse al darle dos besos, sentándonos todos para hablar. Aunque más que eso, lo que pasó fue que Elena y Sofía se volvieron a dar un buen abrazo al haberse sentado la una al lado de la otra. Cuando se pudieron tranquilizar, pudimos hablar, haciéndolo ambas de manera bastante atropellada, limitándome yo a observar.

Hugo también estaba algo nervioso, como podía ver al moverse de esa manera, aunque poco a poco la cosa fue a mejor, tomándonos un café todos después de que ambos nos dejaran solos al irse a la cocina para prepararlo, trayendo unas galletas también.

Puse mi mano sobre el hombro de Elena al verla así y también le limpié alguna lágrima que tenía por su mejilla, sonriendo ella de manera ligera, pero volviendo a mirar al suelo. Cuando ambos volvieron, ya pudimos hablar habiendo rebajado esa tensión. Sofía estaba muy eufórica, preguntándole a Elena cómo le iba, informándole ella y preguntándole también.

Luego, Sofía le explicó cómo había conocido a Hugo y cómo habían empezado a salir juntos. Sofía dijo en varias ocasiones que estaban juntos gracias a mí, porque un día lo llevé para presentárselo a todos y fue ahí cuando lo conoció. Hugo también intervino para contarle a Elena su vida un poco, comentándole a qué se dedicaba, aunque lo tuvo que dejar, comentando también sus problemas, aunque un poco por encima, no sin decir que Sofía se lo estaba poniendo muy fácil al estar muy pendiente de él en todo momento y al darle su apoyo.

S: ¿Y cómo os volvisteis a ver? -preguntó pese a saber cómo fue.
E: Pues fue él quien me escribió un día por WhatsApp. Yo no sabía que era él.
S: ¿Y qué pasó cuando te dijo que era él?
E: Pues la verdad es que me sorprendió. No esperaba que me contactara a esas alturas...
S: ¿Y qué pensaste cuando lo hizo? -preguntaba muy curiosa.
E: Pues... Me bloqueé. No tenía ni idea de por qué lo estaba haciendo. Me contó que necesitaba hablar conmigo para aclarar unas cosas y bueno... Accedí.
H: ¿Accediste? ¿No te parecía buena idea?
E: No mucho...
S: ¿Por qué?
E: Porque... No sé. No sabía por dónde me iba a salir.
S: Pero es Javi. Ya sabes cómo es.
E: Sí, pero también habían pasado muchos meses y no habíamos acabado nada bien. No sabía qué me iba a encontrar. Al final, por mensaje es muy difícil captar las intenciones de alguien. Pero me pidió vernos, porque lo necesitaba y al final pues nos vimos.
S: ¿Y qué tal el primer encuentro?
E: Bien -dijo un poco para mi asombro-. Normal.
S: Ammm... ¿Qué sentiste al verle?
E: Eh... Nada -respondió dejándome un poco frío.
S: Vaya... ¿Y tú, Javi?
J: Me encantó volver a verla. La vi tan guapa, sin haber cambiado nada desde la última vez que la vi.
S: ¿Y os estáis viendo, o cómo...?
E: Solo hemos quedado un par de veces. Hemos comido y cenado juntos mientras charlábamos. Poco más.
S: Y bien, ¿no?
E: Sí.
S: ¿Habéis aclarado todo?
E: Sí.
J: Gran parte -seguí-. Han sido muchos meses sin vernos y alguna cosa más habrá que hablar mientras nos seguimos viendo. Espero que sea así, vaya.
S: ¿Será así? -preguntó mirando a Elena.
E: Sí, claro.

Elena le pidió a Sofía que le contara cómo había surgido esa chispa entre ella y Hugo, haciéndolo ella encantada mientras yo me quedaba pensativo en las respuestas que Elena dio a Sofía en aquella conversación. Lo hacía de manera algo fría y la verdad es que eso me dejaba un poco vacío. Lo que más me dejó así fue esa respuesta en la que dijo que no sintió nada cuando me vio después de un año, cuando a mí me entró de todo por el cuerpo.

La cara y la cruz, el día y la noche en ese aspecto, porque no podían ser más diferentes los sentimientos de ambos en ese momento. No presté casi nada de atención a cómo Sofía le contó todo eso a Elena, interviniendo Hugo ahora bastante más. Él me preguntaría cuando Sofía cogió a Elena de la mano para enseñarle la casa de nuevo, pues hacía mucho que no la pisaba y había cambiado alguna que otra cosa. Mi amigo me vio con el gesto algo torcido, o eso fue lo que él me dijo, por eso mismo me acabó preguntando.

Estando solos, le dije que me había quedado un poco frío con las respuestas de Elena, porque daba a entender que ella tenía nulo interés en mí, sobre todo por lo dicho de no sentir nada al volver a verme, además de que no tenía intención de que nos viéramos de primeras diciendo que no le parecía buena idea.

Mi amigo me pidió que no pensara mal y que viera el lado positivo de la situación, la cual era que Elena y yo nos estábamos volviendo a ver y que él veía eso algo muy positivo en lo que a mis dudas se referían. También comentó que no podía esperar que todo fuera tan rápido y tan fácil como yo pretendía, porque me decía que me veía una cara de haberlo olvidado todo que no tenía mucho sentido con lo tabú que Elena había sido como tema de conversación para mí hasta hacía muy poco. Le dije a mi amigo que llevaba razón, pero que era lo que tenía estar enamorado, que a veces se le nubla a uno la cabeza, dándome él la razón en eso.
 
Atrás
Top Abajo