Reencuentro con Elena

Ahora ya son algo, porque Javi solo folla con Elena y eso solo lo hace cuando sale con alguien, una ley universal que figura en el reverso de los 10 Mandamientos de Moisés ... menudo es él como para dejar pasar una oportunidad si piensa que no son nada. Así que, si bien de palabra no son nada, de pensamiento y obra sí lo son. Pero ya sabemos, estos dos, de palabras van más bien justitos, habrá que tener paciencia.
La cuestión es si ella ha estado teniendo sexo con otros antes o durante el tiempo en el que se ha vuelto a ver con Javi. Esperemos que sea antes, porque si no se va a volver a complicar.
 
La cuestión es si ella ha estado teniendo sexo con otros antes o durante el tiempo en el que se ha vuelto a ver con Javi. Esperemos que sea antes, porque si no se va a volver a complicar.
Según nos cuenta el relato: Elena presentaba un estado " asilvestrado ", y sin síntomas de actividad reciente en su "zona recreativa". Sería extraño que tras el reencuentro con Javi, hubiera mantenido relaciones con alguien más.
La clave del origen y finalidad de los profilácticos encontrados por nuestro héroe, está en la talla... Si son tamaño Javi, o de un tallaje más terrenal.
Podrían ser perfectamente, sobrantes de la época previa a la ruptura.
De todas formas, a Elena apenas se le conocen dos o tres candidatos a haber disfrutado de su compañía... Sin embargo, es todo un reto recordar todas las parejas sexuales de Javi en éste periodo: Noelia, Andrea, Ángela, Cinthya, Mónica, Lola, Valentina etc....
 
Sigo pensando que este reencuentro nace cojo. Elena sabe todo de Javi, pero este no sabe nada de Elena, solo lo que ella ha querido contar y no ha disipado las dudas de Javi. Los condones extraños encontrados por Javi abren otro capítulo y el que Javi no pregunte y empiece a hacerse pajas mentales, va a hacer que una cojera por esguince acabe en cojera por amputación.
 
Según nos cuenta el relato: Elena presentaba un estado " asilvestrado ", y sin síntomas de actividad reciente en su "zona recreativa". Sería extraño que tras el reencuentro con Javi, hubiera mantenido relaciones con alguien más.
La clave del origen y finalidad de los profilácticos encontrados por nuestro héroe, está en la talla... Si son tamaño Javi, o de un tallaje más terrenal.
Podrían ser perfectamente, sobrantes de la época previa a la ruptura.
De todas formas, a Elena apenas se le conocen dos o tres candidatos a haber disfrutado de su compañía... Sin embargo, es todo un reto recordar todas las parejas sexuales de Javi en éste periodo: Noelia, Andrea, Ángela, Cinthya, Mónica, Lola, Valentina etc....
Lo de Javi da para una plantilla de fútbol.
 
Sigo pensando que este reencuentro nace cojo. Elena sabe todo de Javi, pero este no sabe nada de Elena, solo lo que ella ha querido contar y no ha disipado las dudas de Javi. Los condones extraños encontrados por Javi abren otro capítulo y el que Javi no pregunte y empiece a hacerse pajas mentales, va a hacer que una cojera por esguince acabe en cojera por amputación.
Pues que recuerde, ni Javi ni Elena saben casi nada. Elena sólo tiene suposiciones, porque Javi no le ha contado casi nada, sólo lo de su hermana, y ni contemos el secreto más grave. Javi tampoco sabe casi nada de ella.

Ese reencuentro fue lo mismo de siempre, sin ninguna evolución ni madurez, los mismos diálogos, las mismas reservas, los mismos silencios. Ya veremos hasta cuando durará el cuento, igual quizás aguante bastante, ya que a veces parece que a ninguno le quita el sueño.

Y Javi no sólo tiene secretos con Elena, lo tiene con la misma Sofía y Angela, al meterse con sus familiares. Pero bueno, ellos sólo son amigos, no sé que tanto les afectaría saberlo.
 
Hay actitudes en Elena que pueden ser atribuidas a su inseguridad y desconfianza en las posibles reacciones de Javier, pero no dejan de ser sospechosas, por una parte, es relativamente justificable recibir llamadas de "su jefe" Alberto los fines de semana, aún por temas laborales sin importancia según ella, por otra, no lo es nada que tenga que ir a otra habitación en busca de privacidad para contestarle.

No está en discusión la activa vida sexual que hayan tenido Elena y Javier, lo importante es la condición actual que tengan esas posibles "amistades sexuales", si van a formar parte del pasado, ambos deberán sincerar la importancia que esas personas tienen en sus vidas, y darse la seguridad que ellas son historia pasada.

Al menos ya sabemos como Javier se ha encargado de gestionar ese tema, faltando conocer los protagonistas y circunstancias de lo vivido por Elena, debemos entender que el pasado siempre tiene repercusión en el presente, más si lo mantenemos cerca.

Seamos francos, la escena de los condones ajenos es una experiencia chocante para cualquiera, desvanecería cualquier impulso sexual en segundos, equivale a que Elena en plena sesión amatoria en casa de Javier encontrara las bragas de otra.
Al menos lo supo resolver con altura, cosa que dudo si fueran de un tamaño más grande a los que él calza. ;):LOL:
 
Pues que recuerde, ni Javi ni Elena saben casi nada. Elena sólo tiene suposiciones, porque Javi no le ha contado casi nada, sólo lo de su hermana, y ni contemos el secreto más grave. Javi tampoco sabe casi nada de ella.

Ese reencuentro fue lo mismo de siempre, sin ninguna evolución ni madurez, los mismos diálogos, las mismas reservas, los mismos silencios. Ya veremos hasta cuando durará el cuento, igual quizás aguante bastante, ya que a veces parece que a ninguno le quita el sueño.

Y Javi no sólo tiene secretos con Elena, lo tiene con la misma Sofía y Angela, al meterse con sus familiares. Pero bueno, ellos sólo son amigos, no sé que tanto les afectaría saberlo.

Vale, de acuerdo, hay cosas que Elena no sabe. Pero recuerda que ella se hizo una cuenta en redes sociales distinta a la que conocían sus amigos para poder espiar lo que hacían y que le echó en cara lo bien que se lo pasaba con Sofía, con Irene y Mario y sobre todo con Ángela y su viaje a Inglaterra. Javi tiene sus suposiciones, pero Elena tiene la certeza de lo que han publicado sus amigos.
 
Vale, de acuerdo, hay cosas que Elena no sabe. Pero recuerda que ella se hizo una cuenta en redes sociales distinta a la que conocían sus amigos para poder espiar lo que hacían y que le echó en cara lo bien que se lo pasaba con Sofía, con Irene y Mario y sobre todo con Ángela y su viaje a Inglaterra. Javi tiene sus suposiciones, pero Elena tiene la certeza de lo que han publicado sus amigos.
Bueno, por redes tiene la certeza de que han seguido saliendo como amigos, pero de las sendas folladas, nada.
 
Sigo pensando que este reencuentro nace cojo. Elena sabe todo de Javi, pero este no sabe nada de Elena, solo lo que ella ha querido contar y no ha disipado las dudas de Javi. Los condones extraños encontrados por Javi abren otro capítulo y el que Javi no pregunte y empiece a hacerse pajas mentales, va a hacer que una cojera por esguince acabe en cojera por amputación.
Elena tampoco sabe todo acerca de Javi. Por ejemplo, sabe que tuvo algo con Valentina, pero no que cortaron porque le fue infiel con Ángela. Del viaje que hicieron a Inglaterra, ella sabia por stalkearlo en redes, pero el no le dijo nada. Ella siempre fue mas reservada en esas cosas. Y por lo que ella dijo, no tuvo nada. Solo con el hermano de Javi, pero que ni siquiera llego a pasar nada, porque se enteró quien era.
 
El problema que a mí se me plantea es que todo lo están llevando al sexo, me explico, Elena está preocupada porque se folló a las chicas, y el ahora está jodido porque vio unos condones. Y la realidad es que sus problemas vienen de la poca comunicación entre ellos, y a mí que como lector quiero saberlo todo me toca las narices.

Estuvimos meses deseando saber que pasó con Elena y su jefe, luego fueron 2 frases de mierda de Elena y listo, qué pasó con su hermano y Elena, 2 frases de mierda de Elena y listo. Como Javi ahora empiece a comerse la cabeza con los condones y nos tengas largo tiempo esperando para k Elena le diga eran de Yolanda o algo así, ya sería demasiado.

Por lo que yo estoy leyendo me da la sensación que el autor está intentando meternos sexo en cuanto puede, y leyéndonos a nosotros, queremos sexo pero queremos mas información, a mí al menos me frustra el nulo avance.
 
Capítulo 822

Elena se volvió a dormir al poco de esa breve conversación. Parecía que arrastraba cansancio de toda la semana y habíamos tenido una mañana movidita en la cama y también después de comer para lo que ella estaba acostumbrada. Al menos para lo que yo podía ver por cómo se comportaba conmigo en ese aspecto.

Me estuve comiendo la cabeza un rato, pero acabé con la conclusión de que no merecía la pena, porque ya me pasó en su día cuando estábamos juntos y logré pasar página, aunque de poco sirvió en realidad, pero lo hice, y quería volver a hacerlo para poder disfrutar de ella.

Me entretuve mirando la tele en lo que ella dormía un poco, aunque también le estuve echando un ojo al móvil, encontrando los mensajes que antes había visto por encima de Natalia, viendo que lamentaba que no pudiera quedar con ella. Hasta me llegó a pasar una foto de un vestido que se había comprado hacía poco y que no había podido estrenar aún, teniendo pensado ponérselo esa noche. También me envió otra en el que lo llevaba puesto, quedándole bastante bien, aunque salía marcando mucho los pezones.

Le dije que ya tendríamos tiempo de quedar en otra ocasión para darle un poco largas, dejando esa conversación de lado y viendo alguna más que tenía. Nuestros amigos nos preguntaron si no queríamos quedar con ellos, aunque yo puse que estábamos en plan tranquilo y que ese fin de semana nos lo íbamos a tomar con calma, a lo que ellos respondieron que mejor así, porque al fin de semana siguiente tenía lujar el cumpleaños de Sofía y tenían pensado montar algo por ello.

Me pareció bien y le dije que allí estaría yo, porque no podía hablar por parte de Elena por si le surgía algo en el trabajo. Pensar en ello, me devolvió a la casilla de salida en donde se me venía su jefe a la cabeza, aunque bloqueé aquello y lo dejé a un lado. También pensé en qué podrían montar para el cumpleaños de Sofía, pues estaban en un plan no muy fiestero, tratando de evitar ese ambiente por el problema de Hugo, aunque quizá no pasaba nada por un día, porque era una ocasión especial, tal y como no ocurrió nada el día de Nochevieja.

Elena se despertó al rato, desperezándose, teniendo una sonrisa muy bonita con esa cara de recién despierta. Miró la hora y me dijo que si me parecía bien, podíamos ir dándonos esa ducha para ir arreglándonos también, aunque yo pensaba que era un poco temprano aún. Y ella me dio la razón, pero también me comentó que ella iba a tardar más, por lo que pensaba que podía ir yendo al baño para tomárselo con calma.

Me preguntó si había traído ropa para salir, preguntándole yo qué tenía en mente. Nada en especial, pero le apetecía ponerse algo más de vestir, por lo que me volvió a preguntar si tenía algo, pero la verdad es que no traje nada más allá de una sudadera, otro pantalón y ropa interior para el día siguiente.

Pero no suponía mucho problema, porque mientras que ella se iba dando un baño, yo podía acercarme a casa para vestirme acorde a ella. Dudó un poco, pero le pareció bien, por lo que quedamos en eso, en que ella se iba a dar un baño relajante con sales de baño en lo que yo iba a casa, me duchaba, me arreglaba allí y volvía.

-¿Qué pasa, Javi? -preguntó Ángela al descolgar la llamada al llamarla yo al poco de salir de casa de Elena.
-Pues nada, que voy para casa.
-¿Y eso? ¿Dónde estabas?
-En casa de Elena.
-¿Ha pasado algo?
-Sí y no.
-Uy... A ver, cuéntame.
-Está siendo un día fantástico, la verdad. He venido esta mañana y la hemos pasado juntos y también hemos comido en su casa y tal. Desde que nos hemos vuelto a ver ha sido el día que mejor ha estado conmigo.
-¿Mejor? ¿A qué te refieres?
-Pues a que se ha comportado muy muy bien conmigo. Todo el tiempo muy sonriente y hemos tenido mucha complicidad.
-¿Y cuál es el problema? ¿Por qué te estás marchando?
-No, si estoy yendo a casa para coger algo de ropa para salir, porque vamos a darnos una vuelta esta noche y vamos a cenar por ahí también.
-Anda, qué bien, ¿no?
-Pues la verdad es que sí. Me ha sorprendido que sugiriera eso.
-Entonces está yendo la cosa muy bien por lo que veo. Eso es que estaba arrepentida de verdad por lo que pasó el fin de semana pasado.
-Sí.
-¿Por qué me has dicho que sí y no entonces?
-Porque ha pasado algo.
-¿El qué?
-He encontrado condones en uno de sus cajones. Y sé que los ha usado, porque tenía parte de un envoltorio roto.
-¿Le has cotilleado los cajones?
-No, no. No ha sido así. Estaba buscando uno que habíamos usado esta mañana y pues he encontrado esos.
-Ah... Jajaja.
-Y me he rayado.
-¿Por qué?
-Pues porque pensaba que no se había visto con nadie en todo este tiempo.
-No me digas que te has puesto celoso...
-Pues un poco sí, la verdad.
-Eres de lo que no hay. O sea, que dices que no tiene que pensar en con cuántas chicas te has acostado tú todo este tiempo y ahora tú te pones igual por ver eso...
-No me he puesto igual. No le he montado un numerito ni nada.
-Ya, pero te has puesto celoso, que es lo que cuenta.
-Ya.
-Javi, han pasado muchos meses desde que os fuisteis a la cama por última vez. Es lo más normal del mundo que ella también se haya acostado con alguien.
-Ya, si lo sé. El tema es con quién.
-¿Cómo? No te sigo.
-Pues que todo apunta a que ha sido con su jefe. Justo cuando estaba pensando sobre eso le ha llamado al móvil. Vaya puta casualidad.
-Tío, Javi...
-¿Qué?
-Pues que pareces un niño pequeño a veces. No puede ser que te moleste esto cuando tú has estado haciendo el tonto con su hermana hasta hace dos días.
-Ya lo sé, Ángela. Ya lo sé. Soy el menos indicado para decir nada y para sentirme así, pero es lo que hay.
-No, si lo entiendo, pero es que tú también te las traes.
-Por eso no le he dicho absolutamente nada, porque no tengo derecho y la verdad es que no quiero tampoco estropear la cosa con lo bien que va. Es que parece que nunca nos hemos separado.
-Joder... Sí que le ha preocupado esto que ha pasado para estar así, ¿no?
-Eso parece.
-¿Y qué vas a hacer?
-¿De qué?
-Pues de esos celos. ¿De qué va a ser?
-Ah, pues nada. Aguantarme. No me queda otra. Si yo soy el primero que sabe que no puedo ni debo decir nada, pero lo que me hace sentir está ahí.
-Vale, vale, que necesitabas soltarlo.
-Pues un poco, la verdad.
-Ah, pues ya está. Soltado. A ver si hay suerte y no te comes mucho el coco con esto, que te gusta también más que...
-Ya, esa es otra.
-Tío, ¿sabes lo que tienes que hacer?
-¿El qué?
-Pues aprovechar que Elena está así de contenta para disfrutar bien del fin de semana. Ella parece que ha aparcado esos celos, o al menos parece que los tiene controlados. ¿Por qué no haces tú lo mismo y te centras en pasarlo bien? Es que vamos, tienes la oportunidad de pasar un fin de semana con la persona de la que estás enamorado, follando bastante por lo que se ve, haciendo un plan para dar un paseo, cenar y tal... ¿Y te vas a quedar con la tontería esa? Anda, espabila, jajajajaja.
-Joder, estás dándome caña, ¿eh? Jajajaja.
-Porque si no, vas a estar un poco mustio, que te conozco. Y os merecéis estar bien, sobre todo después de tanta bronca.
-La verdad es que sí.
-Pues ya está. Date una buena ducha, arréglate bien, como te he enseñado y pásalo bien con ella.
-Gracias, Ángela.
-¿Por?
-Por ser tan buena amiga.
-Anda, sí, que es que me estoy dejando la piel, ¿sabes?
-Para mí significa mucho cómo te preocupas por mí. No lo sabes bien.
-Me preocupo así porque eres muy importante para mí, ya lo sabes.
-Tú también lo eres para mí.
-Lo sé.
-No te molesto más. Tú también tendrás plan, ¿no?
-Sí. Hoy salgo con las amigas de fiesta.
-Pues que lo pases muy bien. A ver si tienes suerte también tú.
-Pues mira, no estaría mal, jajajajaja.
-Bueno, pues nos vemos. Seguramente en el cumpleaños de Sofía, ¿no?
-Sí.
 
Que pedazo de amiga es Ángela. La mejor del relato de largo. Lastima que en el momento que estaba decidido a dar el paso, ella se fuera por trabajo fuera de España.
Ahora lo que queda es que no se coma la cabeza e intentar seguir dando pasos con Ángela hacia delante.
Por cierto, no se porque no es claro con Natalia y le dice claramente que está con Elena.
 
Te imaginas decirle a una chica que estás con alguien y que no debe de estar hablando con ella en sentido de quedar por respeto? Tendría que ser alguien con un poco de sensibilidad para con las personas que quieren, y Javi eso no lo tiene.

No es capaz de tomar ninguna decisión sin que Ángela le diga lo que tiene que hacer o pensar.

Javi es una persona que vive sola pero que no sabe estar solo, es demasiado inmaduro aún.
 
Pues a mi no me parece buen consejo, para nada. Cuando alguien se come la cabeza, lo mejor, lo que resulta mejor, es hablarlo y aclararlo.

Sobre todo, cuando se sabe por experiencia propia, que el hermetismo fue fatal.

Como dije antes, todo sigue igual.
 
Elena tampoco sabe todo acerca de Javi. Por ejemplo, sabe que tuvo algo con Valentina, pero no que cortaron porque le fue infiel con Ángela. Del viaje que hicieron a Inglaterra, ella sabia por stalkearlo en redes, pero el no le dijo nada. Ella siempre fue mas reservada en esas cosas. Y por lo que ella dijo, no tuvo nada. Solo con el hermano de Javi, pero que ni siquiera llego a pasar nada, porque se enteró quien era.

Sí lo sabe, a regañadientes se lo contó, Elena sabe hace bastante rato que Ángela regresó a la vida de Javier, y es probable que sea el principal obstáculo que deban sortear.
 
Última edición:
El problema que a mí se me plantea es que todo lo están llevando al sexo, me explico, Elena está preocupada porque se folló a las chicas, y el ahora está jodido porque vio unos condones. Y la realidad es que sus problemas vienen de la poca comunicación entre ellos, y a mí que como lector quiero saberlo todo me toca las narices.
Estuvimos meses deseando saber que pasó con Elena y su jefe, luego fueron 2 frases de mierda de Elena y listo, qué pasó con su hermano y Elena, 2 frases de mierda de Elena y listo. Como Javi ahora empiece a comerse la cabeza con los condones y nos tengas largo tiempo esperando para k Elena le diga eran de Yolanda o algo así, ya sería demasiado.
Por lo que yo estoy leyendo me da la sensación que el autor está intentando meternos sexo en cuanto puede, y leyéndonos a nosotros, queremos sexo pero queremos mas información, a mí al menos me frustra el nulo avance.

Suele suceder con relatos de larga data, tienden a ralentizarse con la lectura de frecuentes capítulos que significan un virtual relleno que poco aporta a la definición de la trama, y que algunas veces sólo sirven para desviar la atención en hilos que se convierten en verdaderas calles sin salida.
Al menos, queda agradecer que este relato fluye a diario, mira que hay otro por ahí que es como vivir en el Mar de los Sargazos de lo estancado que está.
 
Suele suceder con relatos de larga data, tienden a ralentizarse con la lectura de frecuentes capítulos que significan un virtual relleno que poco aporta a la definición de la trama, y que algunas veces sólo sirven para desviar la atención en hilos que se convierten en verdaderas calles sin salida.
Al menos, queda agradecer que este relato fluye a diario, mira que hay otro por ahí que es como vivir en el Mar de los Sargazos de lo estancado que está.
No digas de quien 😅

Yo lo sigo diciendo, esta historia, a pesar lo larguísima qué es, es relativamente fluida, el relleno es digerible, sus "defectos" van más que todo en la personalidad de los personajes, pero la narrativa está en un muy buen nivel. Yo me volvería loco.
 
Capítulo 823

Cuando llegué a casa me di una buena ducha y me vestí como Ángela me había aconsejado un par de veces. Hasta que no me vi perfecto no me fui de casa, aunque tampoco tardé tanto. Durante todo el tiempo estaba bloqueando pensar en ese detalle que vi en el cajón de Elena, consiguiéndolo todo el tiempo y si veía que pensaba más de la cuenta en ello me daba una torta y a otra cosa.

Por el camino me entretuve poniéndome música alta para evitar darle vueltas al tema y cuando llegué pues estaba distraído y no podía hacerlo. En cuanto llegué, llamé rápidamente a Elena, quien me abrió y volvió al baño, entrando yo y esperándola en el salón. No me hizo esperarla mucho, saliendo muy guapa al ir con una blusa blanca sobre la cual llevaba una americana negra fina algo remangada.

También tenía puestos unos vaqueros ajustados que le dejaba los tobillos al aire y unos tacones altos negros. De un brazo le colgaba el bolso y del otro el abrigo que tenía previsto ponerse. También iba muy bien maquillada, como cuando solíamos salir en su día, llevando además su pelo alisado, como solía hacer para esas ocasiones.

-¿Cómo me ves?
-Joder, estás guapísima -dije levantándome.
-Muchas gracias -respondió mirándome de arriba a abajo y con una sonrisa pequeña, pero bonita-. Tú también estás muy guapo. ¿Quién te ha enseñado a vestir así?
-Uno, que tiene sus trucos -dije para evitar malos rollos.
-Pues estás muy bien. Estás formal y sexy a la vez.
-¿Sí?
-Sí, porque es ropa un poco ajustada y te queda como un guante -dijo acercándose a mí para poner su mano sobre el pecho.
-Qué bien hueles... -dije recordando ese perfume que solía usar para este tipo de ocasiones.
-Y tú. Bueno, llevas haciéndolo todo el día.
-¿Nos vamos? -pregunté para ver cuál era su plan, porque a ese paso no íbamos a salir de allí, ya que la cosa se estaba poniendo caliente otra vez.
-Sí. Vámonos.

Nos pusimos los abrigos y bajamos a la calle, empezando a dar un paseo para que Elena me enseñara la ciudad. Fue un rato muy ameno en el que ella se dedicó a llevarme por los sitios más importantes de la ciudad, con la visita a algunos monumentos, llevándome también por donde más se movía la gente.

Hasta me llevó a donde trabajaba, aunque no entramos, pasando de largo. Pero nos dio la hora de la cena y con tanta caminata, teníamos ganas de hacerlo, por lo que acabamos parando en un restaurante en el que ella había comido varias veces según me contó y que era bastante bueno. Y sí que lo era, porque tanto el servicio como la comida eran realmente buenos. Nos entretuvimos más con los postres, compartiéndolos para que yo pudiera probar un poco de variedad, tal y como me dejó probar de su plato.

Acabé muy satisfecho con todo aquello y nos marchamos de allí con idea de ver un poco más de la ciudad, pero al poco de empezar a hacerlo de nuevo, comenzó a chispear y no habíamos cogido paraguas, así que nos resguardados bajo una cornisa para ver si paraba y podíamos seguir, pero no tuvimos esa suerte, por lo que acabamos llamando a un taxi para que nos recogiera y poder regresar a casa de Elena.

Al final fue algo positivo, porque Elena tenía sus pies algo resentidos por los tacones tan altos que se había puesto, contándome que no estaba acostumbrada a ello al ir a trabajar siempre con calzado cómodo. Así que tomé la iniciativa, cogiendo sus piernas una vez nos sentamos en el sofá después de quitarnos los abrigos para quitarle los zapatos y poder darle un masaje y ver si así se le pasaba.

Nada más hacerlo se revolvió un poco, aunque me dejó hacer, pero se puso roja como un tomate. Le dije que se calmara un poco mientras reía, que solo le estaba dando un masaje para que no le dolieran los pies. Elena resopló, comentándome entre dientes que sabía de sobra cómo se ponía cuando hacía eso.

Pero yo seguí a lo mío, buscando en realidad que encontrara alivio, pero era imposible no ponerme a tono viendo cómo se estaba poniendo ella. La gota que colmó el vaso fue cuando me dijo que estaba mojando las braguitas, haciéndolo mientras me miraba muy ruborizada.

Ahora el que resoplaba era yo, acercándome a ella sin poder evitarlo para besarla. Nos fundimos en un buen beso, el cual duró bastante, aunque nos acariciábamos más que otra cosa, sobre todo teniendo en cuenta lo excitada que estaba Elena. En esta ocasión, no quise perder el tiempo en el sofá, por lo que la cogí en brazos para llevarla a la habitación, donde la dejé sobre la cama para empezar a quitarme la ropa ante su atenta mirada.

Ella también se iba a empezar a desnudar, pero le pedí que no lo hiciera, que quería hacerlo yo. Una vez me quedé solo con los boxers puestos, me senté sobre la cama para besarla una vez más y empezar a quitarle la ropa poco a poco. La dejé sobre una silla que tenía por allí y tan solo me faltaba por quitarle las braguitas negras de algodón que llevaba puestas, pero antes de hacerlo, me pidió bajar el colchón al suelo, como habíamos hecho por la mañana para no hacer tanto ruido.

De inmediato lo puse sobre el suelo directamente para que nos pudiéramos tumbar, tapándonos un poco, porque hacía frío, pero siguiendo con esas caricias y con esos besos. También le empecé a tocar por encima de las braguitas, notando que había humedad en ellas, como ella me había confesado antes de estar en la habitación.

Ese tocamiento fue cada vez a más, parándome ella al agarrar mi muñeca con bastante fuerza, diciéndome que se iba a correr. Le pregunté riendo cuál era el problema en eso, respondiéndome ella que no quería hacerlo tan rápido.

Se puso sobre mí para continuar con los besos y que la dejara así tranquila, quedando mi polla entre nuestros cuerpos, apretándose ella contra mí para estimularme un poco, aunque acabó quedando de rodillas sobre el colchón para quitarme los calzoncillos y empezar a masturbarme. Lo hacía con bastante brío para estar empezando, pero me daba igual.

Lo que más me ponía era cómo me miraba, de esa manera tan fija y profunda. Hasta me incorporé para acercar nuestras caras, lo que dio lugar a un nuevo beso. Me pidió que me tumbara después, porque tenía ganas de chupármela, así que lo hice, pero le dije que yo también quería hacerle eso a ella.

Le parecía bien, pero prefería esperar un poco, porque aún se notaba demasiado acelerada. Así que se colocó entre mis piernas y se puso a lamer para luego chupar como ella sabía que me gustaba.

Variaba mucho en el ritmo, pero procuraba no llevarme demasiado lejos, aunque le recordé que yo también quería saborearla, por lo que acabamos haciendo un 69, con ella sobre mí, poniendo yo mis manos en su culo para abrirla bien y poder comérselo, pidiéndome ella que llevara cuidado y que no me viniera demasiado arriba. Y me costaba, pero más o menos lograba mantenerme en ese punto que ella pudiera soportar sin problema. Y si me pasaba, ella meneaba su culo para indicarme que debía calmarme.

No tengo ni idea de cuánto tiempo estuvimos así, pero no fue poco, desde luego. Aunque ya no podíamos más, necesitábamos ir un paso más allá. Por eso Elena se levantó para ir a por los condones, quedando yo bocarriba y con los ojos cerrados, centrándome solo en su olor.

Volvió de inmediato junto a mí, abriendo uno para ponérmelo, montándose encima de mí, metiéndosela lentamente hasta que ya no pudo más, empezando a moverse lentamente para luego hacerlo más rápido. Para mi sorpresa, nos acabamos corriendo muy rápido, pero es que en realidad era normal, porque llevábamos un calentón bastante grande y habíamos estado mucho con los preliminares.

Elena se derrumbó sobre mí, con su respiración acelerada y con algún espasmo, aunque no tardó en echarse a mi lado. Yo me giré para quedarme mirándola una vez me quité el condón después de haberme recuperado, viendo lo preciosa que estaba.

Tampoco tardo mucho en volver en sí, empezando de nuevo con los besos poco después. Al final la cosa se volvió a animar, empezando de nuevo con las caricias, los tocamientos, más besos, pero de manera más calmada, como si fuera un juego.

Lo hacíamos por turnos y estuvimos así un buen rato, aunque fue irremediable ir a más, por lo que me acabé poniendo otro condón, metiéndosela y entrando muy bien, pero a la vez notaba cómo estaba ella de sensible. Por eso empecé despacio, aunque luego fuera ella misma la que me pidiera que le diera más fuerte.

Fue muy divertido follar con ella en algunas posturas, donde la que más duró fue estando ella a cuatro, venciéndose poco a poco hasta que acabó tumbada por completo bocabajo, con mi cuerpo sobre ella, continuando la follada. Fue algo que le vino hasta bien para ahogar sus gemidos contra la almohada, aunque levantaba la cabeza de vez en cuando para poder respirar mejor, pidiéndome de paso que no parara.

Pero todo cambió cuando pasamos al misionero. De primeras iba todo perfecto, pero luego mi mente me jugó una mala pasada al venirme como un flash en el que imaginé al jefe de Elena follándosela justo como estaba haciendo yo en ese momento. Aquello hizo que parara en seco, preguntándome Elena por qué lo hacía y respondiendo yo que me diera un momento.

Me entró un bajón bastante grande, yéndose la erección de hecho, por eso mismo me fui al baño, preguntándome Elena de nuevo si todo iba bien mientras iba y yo le respondía que sí. Estuve un par de minutos en el baño, intentando que aquello se fuera de mi mente, aprovechando también para echarme algo de agua en la cara y espabilarme.

Funcionó y volví con ella, aunque tuve que quitarme el condón. Elena me preguntó una vez más, diciéndole yo que me había dado un pequeño golpe de calor, pero que enseguida volvíamos.

Su cara reflejaba preocupación, pero le dije que no pasa nada, que todo estaba bien. Conseguí volver al punto de antes después de que nos diéramos unos cuantos besos, consiguiendo otra erección, aprovechando para ponerme otra goma y volver a metérsela. Lo estaba pasando bien, pero no era lo mismo, por lo que me decidí a acabar con la noche, no sin antes provocarla bien al agarrar sus piernas y besarle los pies.

Se puso roja de manera instantánea, yendo a más cuando me metí sus dedos en mi boca para chuparlos. Era todo un espectáculo verla así, por lo que aproveché para darle con más intensidad, logrando arrancarle un nuevo orgasmo, cosa que provocó el mío, aunque éste fuera breve.

Quise que tuviera uno intenso, por eso le estimulé con los dedos el punto G y luego el clítoris cuando empezó a tener su squirting. Le tapé la boca con un mano mientras le estimulada con la otra, lanzando ella unos cuantos chorros, siendo los primeros grandes y fuertes, bajando la intensidad progresivamente.
 
Pero vamos a ver, que tú también has estado follando con muchísimas mujeres, no entiendo porque tanto comerse la cabeza.
Ella no iba a estar toda la vida esperándote, jolín.
Este hombre no termina de evolucionar y mirar hacia delante, que más da con quién haya estado ella.
 
Atrás
Top Abajo