Reencuentro con Elena

Que frustrante es este hombre, que digo hombre, niño. Este era el liberal que entendía el sexo de otra manera, el que se follo a toda mujer que se le puso x delante el último año.

Más bien parece el tonto que por no hablar con su pareja acabó en el hospital, el machista que pensaba que su novia solo había ascendido por follarse al jefe, y ahora el machista que piensa que mientras él se desgastaba la polla entre tanta mujer diferente ella tenía que hacer celibato.

No hay por donde cogerlo.
 
Yo entiendo que si Elena actualmente tuviera una relación de follamigos con el jefe si se preocupe, pero no lo creo.
Me parece absurdo obsesionarse con eso.
Si yo estoy con una mujer y por lo que sea se rompe y estoy un año sin estar juntos y luego volvemos a vernos y avanzamos otra vez hasta casi volver a lo de antes, no me voy a cabrear ni comerme la cabeza porque en ese tiempo haya tenido sexo con otros hombres.
 
A Javi lo que le cabrea es que Elena se haya liado con su jefe. Se podría haber tirado a todo el equipo de fútbol local, y como no estaban juntos, no le importaría.
Pero Alberto trató de humillarlo frente a Elena... Lo de Javi es más orgullo herido de " machito", que celos.
Imaginaos que el tipo que peor os cae del mundo. Un baboso merodeador que iba tras vuestra novia, y mal metía contra tí, se la beneficia durante un periodo de crisis de vuestra relación... Da rabia, verdad? 😡😡.
Y si encima eres un poco inmaduro, orgulloso y pelín rencoroso... Pues eso 😜
 
Pues yo aquí entiendo el resquemor de Javi. No estamos hablando de un ligue ocasional de Elena, sino de su jefe. Una persona que el sabe que anda(ba) detrás de ella, con la que pasa horas a diario, guapo, con pasta, con labia y que encima tiene una posición de poder sobre ella.
Es como si Ángela o cualquier ligue antiguo fuera la jefa de la academia de el, en ese caso también Elena estaría de los nervios.
La relación de Elena con su jefe va a tener que ser aclarada o va a ser un punto de fricción importante. Luego tenemos a Javi tirandose otro triple con Natalia. Que le costará mandarla un mensaje diciéndola que justo ese finde estaba pasándolo en casa de su ex, que están intentando reconciliarse. Así la otra se cortaba un poquito en ponerle cosas, que aún Elena lo va a leer.
En definitiva lo de siempre, falta de confianza y comunicación entre los protagonistas que hace que en cualquier momento pueda llegar una crisis.
 
Qué malo es Javier ... :devilish: ... os ha metido en la cabeza esa imagen de Elena follando con su jefe y ya todos lo dais por hecho, no solo lo dais por hecho sino que alguno hasta se habrá "alegrado" imaginándolo.
Claro, primero sugerimos que cuando estaba juntos pudo haber ya algo, y luego aquel encuentro fugaz en la cena de Navidad, pero es que todo eso está en la mente fantasiosa de Javier, y os ha contagiado sus fantasías.

Elena puede haber follado con cualquiera y siendo lista como es, seguro que tenía presente eso de que liarse con el jefe no acaba siendo buen negocio. Claro que todo puede ser, pero lo que está claro es que Elena ni se acordaba, porque hasta compró condones y ni recordaba que le quedaba aún uno suelto por usar.
Ella tenía todo el derecho del mundo de acostarse con quien ella quisiera
Aquí lo absurdo y fuera de lugar es que Javi se coma la cabeza con eso.
 
Qué malo es Javier ... :devilish: ... os ha metido en la cabeza esa imagen de Elena follando con su jefe y ya todos lo dais por hecho, no solo lo dais por hecho sino que alguno hasta se habrá "alegrado" imaginándolo.
Claro, primero sugerimos que cuando estaba juntos pudo haber ya algo, y luego aquel encuentro fugaz en la cena de Navidad, pero es que todo eso está en la mente fantasiosa de Javier, y os ha contagiado sus fantasías.

Elena puede haber follado con cualquiera y siendo lista como es, seguro que tenía presente eso de que liarse con el jefe no acaba siendo buen negocio. Claro que todo puede ser, pero lo que está claro es que Elena ni se acordaba, porque hasta compró condones y ni recordaba que le quedaba aún uno suelto por usar.
Todo esto ha sido obra de Keranos... No culpes a Javi... 😡

El autor martiriza a su personaje, que dice ser él mismo.

De todas formas, podíamos apostarnos algo, a que el jefe de Elena la ha asediado para intentar acostarse con ella... Y quizá lo haya conseguido.
La sonrisa chulesca que le dedicó a Javi, cuando los vio juntos en el restaurante, puede ser un indicativo.
 
Todo esto ha sido obra de Keranos... No culpes a Javi... 😡

El autor martiriza a su personaje, que dice ser él mismo.

De todas formas, podíamos apostarnos algo, a que el jefe de Elena la ha asediado para intentar acostarse con ella... Y quizá lo haya conseguido.
La sonrisa chulesca que le dedicó a Javi, cuando los vio juntos en el restaurante, puede ser un indicativo.
Eso en realidad no es importante, ya que es cosa del pasado.
 
Capítulo 824

Quedó rendida, respirando como si llevara horas sin hacerlo, con su vientre bajando y subiendo, dejándola yo tranquila y aprovechando para quitarme el condón y recoger un poco todo, tanto todo lo que usamos como su efusividad al mojar un poco la habitación.

Cuando volví, una vez deseché todo, me la encontré dormida, metiéndome en la cama junto a ella para tratar de descansar si mi cabeza me lo permitía, aunque estuve repasando el día con ella mientras la abrazaba y ella hacía lo propio conmigo. Había sido un día fantástico, con una Elena muy cercana y cariñosa, como hacía meses que no veía, demasiados.

Me había encantado todo en ella ese día, siendo genial la guía que me hizo por la ciudad y a donde me llevó a cenar también. Y con la tontería habíamos gastado la caja de condones en un solo día, aunque en realidad uno de ellos lo malgastamos al tener que quitármelo por lo que me pasó. El problema era que el detalle de los otros condones empañaba un poco ese gran día que pasamos.

Por sorpresa me quedé dormido no mucho más tarde, porque estaba cansado entre los viajes que había hecho, la caminata que nos damos por la ciudad al enseñármela, todo ese sexo que tuvimos y el gimnasio bien temprano en la mañana.

No me desperté mucho aquella noche en realidad y fui capaz de descansar como venía siendo raro en mí, aunque teniéndola entre los brazos con lo buena que estaba siendo conmigo lo hacía muy fácil. De hecho, me desperté al oír su voz, pero no al hablarme a mí, sino al hacerlo por teléfono fuera de la habitación.

Miré el despertador, encontrando que eran un poco pasadas las 9 de la mañana, sorprendiéndome bastante al haberme despertado tan tarde en comparación a lo que lo solía hacer de normal. Me quedé reposando unos instantes, aunque ya sin poder dormir más, pudiendo oír a Elena hablar, aunque no lograba distinguir qué decía.

Pero saldría de dudas pronto, porque en cuanto acabó de hablar, entró en la habitación, sentándose en la cama y riendo un poco. Le pregunté adormilado qué pasaba, diciendo ella que nos habíamos dormido sin poner el colchón bien sobre la cama. Luego me contó que su tía le había llamado para preguntarle si estaba libre, porque Paula le dijo el día anterior que le apetecía estar con ella.

Así que estaría por allí dentro de no mucho, por lo que Elena me pidió que me levantara para poner bien la cama, queriendo cambiar las sábanas además. Le ayudé con todo, diciéndome ella que contaba con que me quedara ese día también, porque a Paula le encantaría. Por supuesto que quería quedarme allí para estar con las dos, así que le dije que sí, que me quedaba.

Después de aquello, fui a darme una ducha, sugiriéndome Elena que fuera a tirar la basura con todos los condones que usamos el día anterior y demás, para que no estuviera ahí por medio y la niña lo pudiera ver, aunque tampoco la veía metiendo la cabeza en la basura para curiosear. Pero así lo hicimos, comentándole antes de salir que compraría algo para desayunar de camino, pareciéndole a ella bien.

Cuando llegué, la niña ya había llegado, llamándome a voces nada más entré en casa de Elena. Fui a verla, estando preciosa con un par de trencitas. Me dio un abrazo muy grande y un beso, empezando a contarme sus cosas. Elena mientras tanto se fue a preparar un par de cafés para que ambos pudiéramos desayunar con lo que había traído.

Paula ya lo había hecho en casa, pero no tuvimos mucho problema, porque Elena le dijo que mientras nosotros desayunábamos, que ella me hiciera un dibujo para que me lo pudiera llevar a casa, aunque también hablamos un poco con ella mientras desayunábamos.

Me encantaba ver a Elena tan así, tan de otra manera, siguiendo así de cercana y cariñosa. Se notaba mucho el cambio, porque sugirió salir un poco más tarde para dar un paseo e ir al parque y jugar, estando Paula encantada. Así que continuamos desayunando hasta que terminamos, jugando los dos un poco con la niña después.

Paula se impacientó por eso de salir a la calle y poder jugar, por lo que nos abrigamos bien y nos fuimos a dar un paseo hasta que llegamos al parque en el que estuvimos la última vez. Hicimos lo mismo, pero como digo, Elena estaba en otro plan. Ella también se montó en un columpio, estando Paula en el otro, empujándolas yo a las dos.

O lo mismo se subía con ella a un tobogán para tirarse juntas. Era otra historia estar así con ella. También le compramos chuches a la niña, comiendo Elena de ellas de vez en cuando y siendo más permisiva con ella al darle más que en la otra ocasión.

Paula no dejaba de jugar con nosotros, haciendo carreras con Elena, o empujándome a mí, intentando meterse conmigo para que la cogiera en brazos y jugara así con ella, partiéndose de risa en esos momentos. Hasta fuimos al centro comercial de la ciudad, en donde había unas pequeñas atracciones para que ella se montara y pudiera disfrutar así.

Se nos pasó la mañana volando, dándonos cuenta de que se acercaba la hora de comer, por lo que nos pusimos en camino para regresar a casa y poder resguardarnos del frío, cosa que conseguimos hacer en el centro comercial, pero que necesitábamos al estar un buen rato en la calle en el trayecto de vuelta.

Una vez llegamos, Elena nos preguntó qué nos apetecía comer, queriendo Paula algo de pasta, así que eso comimos aquel día. Elena me pidió que le echara un ojo a la niña mientras ella preparaba aquello, cosa que fue sumamente fácil al ponerle yo unos dibujos después de darle sus gafitas.

Estuvo muy entretenida y yo también pude descansar un rato, porque la niña tenía una energía que no era normal, dándome bastante guerra en el parque y de camino a casa, porque seguía queriendo jugar y de vez en cuando la cogía en brazos para que no se cansara tanto de andar. No tardamos en empezar a comer, estando todo genial, con Paula contándome cómo le iba en el cole, porque Elena ya estaba más que enterada, pero la niña me quería contar y así estuvimos un rato.

Ella también me preguntaba cómo era yo de profesor, contándole un poco cómo daba las clases y diciendo que me llevaba bien con todos los alumnos y alumnas que tenía. Ella decía que ojalá me tuviera de profe, que le encantaría y que podríamos jugar en el recreo. Cuando acabamos de comer, ayudé a Elena a recogerlo todo mientras Paula seguía entretenida con sus dibujos animados. Y luego nos fuimos todos al sofá, porque necesitábamos descansar.

Ambas se durmieron un poco, con Elena estando apoyada en un brazo del sofá, con sus piernas sobre mi regazo mientras que Paula se quedó sobre mi costado, echándole yo el brazo por encima de los hombros. Me entretuve mirando la tele y también el móvil, aunque el tema recurrente en mi cabeza era el que creía yo que me iba a quitar el sueño la pasada noche, no siendo así por suerte.

Sabía que no debía comerme la cabeza por aquello, porque yo había hecho lo mismo. Bueno, lo mismo, pero muchísimas más veces. Pero no paraba de tener ese runrún en mi cabeza a cada poco. No ayudó tampoco que más tarde llamaran a Elena, diciendo ella que era del trabajo, marchándose a otra habitación para hablar durante un buen rato con alguien. Cuando salió me dijo que había tenido que echarle un ojo a la presentación, porque al parecer faltaba algo, pero no ocurrió nada más aparte de eso.

La tarde continuó de la misma manera que la mañana, jugando con la niña, aunque no salimos en toda la tarde en realidad. Estuvimos muy entretenidos dibujando, jugando y hablando hasta que sus padres vinieron a por ella, saludándome a mí también y de paso viendo a su hermanito. Paula me dio un abrazo muy fuerte cuando nos despedimos, diciéndole yo que ya nos veríamos otro fin de semana, quedándome allí a solas con Elena, quien me preguntó si me quería quedar a cenar también.

Lo acabé haciendo, preparándola esta vez entre los dos, aunque ene esta ocasión no pude evitar quedarme más callado al no estar la niña. Elena se dio cuenta de aquello, preguntándome si estaba bien, porque me veía muy callado. Le dije que sí, pero ella insistió, sobre todo por lo ocurrido en la noche, siendo algo muy repentino y que le tenía preocupada, como me demostró por la mañana al preguntarme de nuevo si me encontraba bien.

Le dije que no era nada, que quizá había cogido frío o algo y era posible que hubiera tenido algo de fiebre. En vez de quitarle hierro al asunto, la preocupé un poco más, aunque no fue para tanto. Cenamos comentando lo que teníamos previsto para la semana, tanto de trabajo como en general, hablando del cumpleaños de Sofía, pensando Elena que le podíamos regalar algo entre los dos, pareciéndome a mí bien.

Con aquello que le dije de que tal vez había tenido fiebre me preguntó si quería pasar la noche allí para no coger más frío aún, aunque le dije que no, que mejor me iba a casa. Decirle aquello tuvo el efecto contrario a la primera sugerencia, pues me dijo que me fuera cuanto antes para que no se me hiciera más tarde, por si me ponía peor y que me tomara algo cuando llegara a casa.

-Elena, este fin de semana ha sido increíble -le dije cuando nos despedimos en la entrada de su casa.
-Sí, ha estado muy bien -siguió ella sonriente-. A Paula le encanta verte y pasar tiempo contigo.
-¿Y a ti?
-Pues también -respondió al cabo de un par de segundos.
-Este fin de semana ha sido uno de los mejores que he tenido desde hace mucho. Me ha recordado a cuando estábamos juntos. Pasar tiempo contigo y con Paula es de los mejores planes que se me pueden presentar.
-Anda, vete ya, no vaya a ser que cojas más frío y te pongas malo de verdad.
-Sí, mejor me voy, que mañana tendrás que madrugar para tu presentación.
-Pues sí. Tengo que madrugar bastante.
-Bueno, pues descansa y que te vaya muy bien -dije con la intención de darle un abrazo.
-Muchas gracias -contestó abrazándome.
-Ya me contarás qué tal ha ido.
-Claro. Y también tenemos que ver lo del regalo de Sofía.
-Muy bien. Cuando quieras.
 
Un fin de semana muy bonito el vivido por Elena y por Paula ...

Ahora a la rutina semanal ... y a saludar amablemente a la "encontradiza" Natalya en el Gym ...

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Después, paja en la ducha ...
 
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Capítulo 825

Por el camino iba contento en realidad pese a ese detalle que aún rondaba mi cabeza y que había logrado levantar sospechas en Elena, aunque no le conté lo que me ocurría. Sabía que no podíamos ocultarnos más cosas, y que acordamos contarnos lo que no nos gustaba para tratar que no se volviera a repetir, pero es que estaba tan bien con ella ese fin de semana que no quería sacar el tema para que no cambiara esa forma de ser que tuvo esos días, porque me encantaba.

Lo primero que hice al llegar a casa fue poner el dibujo que me hizo Paula en la nevera, pegado con unos imanes. Me gustó y la verdad es que sabía que nada más mirarlo me levantaría el ánimo en caso de que lo necesitara. Sin embargo, cuando eché la ropa a lavar y me marché a la cama para descansar, ese tema me vino de nuevo a la cabeza.

Estaba claro que los había usado, porque no me entraba en la cabeza cómo podía haber ahí unos condones sin que los utilizara, sobre todo cuando vivía sola. La pregunta verdadera era con quién los había usado, cosa que desembocaba en preguntarme también cuando los había usado, si había sido hacía mucho, hacía poco, mientras nos estábamos viendo en estas semanas...

No merecía la pena comerse más la cabeza, diciéndome todo el rato que yo también había hecho algo así, y mucho peor y muchas más veces, siendo ella conocedora de aquello. Y le lastimaba saber eso, como también me lastimaba a mí saber que ella también lo había hecho, pero es que la vida continua por mucha separación que hubiera en su día.

Al final hice balance y prefería quedarme con lo que tenía, siendo ese fin de semana uno de los mejores que había pasado en mucho tiempo. La verdad es que pese a las broncas que habíamos tenido, Elena me hizo estar muy cómodo ese fin de semana.

Y Paula también me hacía mucho bien, porque me demostraba un afecto que me gustaba mucho y que no sabía que necesitara tanto. Siempre gusta sentirse querido, pero con una personita así como que es más especial, porque me trataba como si fuera de la familia. No imaginaba cuando la conocí que me llegara a querer así, como yo la quería a ella.

El lunes lo empecé como siempre, madrugando mucho para ir al gimnasio, porque el fin de semana poco había hecho más que caminar, así que necesitaba retomar mi entrenamiento y vaya casualidad encontrarme a Natalia allí de nuevo. Me pilló por sorpresa al haberme cosquillas desde atrás, saludándome enérgicamente y poniéndose a mi lado para empezar ella su entrenamiento también, aunque era más ligero, porque lo usaba como calentamiento para sus clases.

Aunque tenía entendido que eran más tarde, pero ella me dijo aquello y no le pedí más explicaciones. La verdad es que no fue un mal rato, porque me dio mucha charla y se me hizo el momento muy corto, recordándome mucho a cuando coincidía con Hugo. Estuvimos hablando de varias cosas, aunque ninguna muy relevante.

Lo más llamativo fue volver a decirme de quedar cuando estaba por irme. Me sugirió tomar un café o algo, dándome cuenta de cómo me miraba de arriba a abajo. Decidí ser lo más claro que pude con ella al decirle que en ese momento me estaba viendo con alguien y que no estaba abierto a hacerlo con nadie más.

Puso una pequeña sonrisa en su boca, diciendo que no le importaba, pero que podíamos quedar igualmente para charlar y demás, porque le caía bien y no veía qué problema podía haber en aquello. Me recordó que nos llevábamos muy bien antes de que yo me quitara del medio al cambiarme de gimnasio y que le gustaría que siguiera siendo así, a lo que yo le respondí que tenía demasiado peligro.

Fingiendo estar ofendida, dijo que ella era muy buena y muy obediente, cosa que me provocó risa. Al ver cómo me tomé sus palabras dijo que no veía justo que hubiéramos tonteado cuando ella tenía novio y que ahora no pudiéramos hacerlo, ya que no íbamos a acabar haciendo nada más por lo que le dije de que me estaba viendo con alguien.

Le reconocí que aquello fue divertido, pero que no podía permitirme volver a hacerlo, porque la persona que había era muy especial y no quería volver a cagarla, sobre todo teniendo yo la mecha tan corta. Aquello le llamó la atención, no lo de la mecha, sino lo de volver a cagarla, pero no me podía parar más, por lo que no se lo pude explicar, pidiéndome ella que nos viéramos para tomar un café y poder hablarlo, diciéndole yo que ya hablaríamos.

Qué peligro le veía a esta chica, aunque se mostraba muy cercana y muy simpática, no dejaba de ponerme mucho también y en un momento dado me podía causar problemas. Unos problemas que no buscaba y no tenía la necesidad de encontrar, por lo que le daría largas para cualquier tipo de encuentro.

Aunque pensaba en ella en los ratos muertos. Sobre todo, recordaba las veces que nos vimos antes de ese par de veces que lo habíamos vuelto a hacer. Recordaba la manera en la que lo conocí, aunque más que eso, ese momento en el que la oí hablar con Lola en las duchas. La chica seguía estando tremenda, y la verdad es que me llamaba la atención aquello de que se hubiera operado los pechos por mucho que yo prefiriera lo natural.

Pero mejor dejarla apartada, todo lo que pudiera, porque era bastante evidente que me atraía mucho, tanto físicamente como en su manera de ser. Le iba demasiado la marcha, siendo muy evidente por dónde iba con eso que me dijo de que era muy buena y obediente. Y como a mí también me iba, pues veía que la cosa se me podía poner muy cuesta arriba para mantenerme fiel.

Me llevé una sorpresa muy grande cuando acabé de trabajar, porque me encontré a Elena en la puerta cuando salí. No me lo esperaba para nada, aunque me encantó, porque me la encontré bastante guapa y con una buena sonrisa. Fui hacia ella para preguntarle qué hacía ahí, dándole un abrazo.

Ella me contó que la presentación que tenían que hacer era allí y que había salido muy bien, pero le dije que esperara para contármelo mejor mientras comíamos en un restaurante, cosa que le pareció bien, aunque primero pasamos por casa para que pudiera dejar mis cosas y para poder ponerme una ropa más adecuada para no desentonar con ella, porque iba guapísima con un traje ejecutivo.

De hecho, pensaba que era el que se puso cuando fue a trabajar por primera vez, preguntándole yo y siendo ese efectivamente. No tardé mucho en arreglarme para que pudiéramos ir a un restaurante para poder comer juntos, dejándome que decidiera yo al llevar más tiempo allí, por lo que nos pusimos en camino.

Allí me contó más detalladamente cómo había ido, estando nerviosa por ser gente tan seria, aunque cuando vio que les gustaba se relajó bastante. Por lo que me contó, no era la primera vez que trabajaba para esos clientes, por lo que había algo de confianza al quedar satisfechos la primera vez que trabajaron para ellos.

Por eso mismo les volvieron a contactar. Elena estaba radiante y muy contenta por cómo había ido todo, aunque no fue todo hablar de lo suyo, ya que me preguntó cómo había ido el día, preguntándome ahora ella a mí algunos detalles, como también me preguntaba si podía verme cómo daba clase, diciéndole yo que si quería podía pasarse, pero que me iba a dar un poco de vergüenza seguramente, cosa que le provocó una risa muy tierna.

Acabamos de comer al poco, llevándonos lo que nos había sobrado en una bolsa. Al llegar a casa, lo dejamos en la nevera, dándose cuenta Elena de que tenía puesto el dibujo de Paula, gustándole el gesto.

Nos sentamos en el sofá para descansar un poco, quitándose ella los tacones y la chaqueta. Me estuvo contando que la tarde la tenía libre, aunque yo no la tenía, diciendo ella que no pasaba nada, que por lo menos habíamos comido juntos y que había estado muy bien. Pero la cosa no quedaría ahí, porque al poner ella sus piernas sobre mi regazo, se las acaricié y una cosa llevó a la otra hasta que nos empezamos a besar.

Empezamos lentamente, poniendo ella su mano en mi cara para acariciarme, pero luego el beso se volvió más intenso, llegándose a poner ella sobre mí para agarrarme ahora la cara con las dos manos y sujetarme bien mientras que yo ponía las mías sobre su culo. Estuvimos así unos minutos, pero no tardamos en irnos a la habitación, quedándose parte de nuestra ropa allí en el salón y por el camino también, porque nos quitamos algo de ella para poder acariciarnos mejor.

En la cama ya dimos rienda suelta las ganas que nos teníamos pese a haber pasado el fin de semana juntos, aunque bien es verdad que no hicimos nada el domingo, pero el sábado nos hinchamos en ese aspecto. No pude resistirme a quitarle todo para comerle el coño por mucho que ella se revolviera y me pidiera que fuera con cuidado.

No podía hacerle mucho caso, aunque ella se encargó de que todo fuera como ella tenía en mente al tumbarme y preguntarme dónde estaban los condones. Le di uno de los que tenía en la mesita y me lo puso, clavándosela al montarme. Fue un polvo bastante rápido y frenético en el que ella empezó botando encima de mí al ponerse en cuclillas para pasar después mover su culo hacia arriba y abajo cuando pegó su cuerpo al mío.

Me beso en el cuello y antes de que pudiera decirle nada, lo hizo con más intensidad para ponerse de manera vertical y frotarse conmigo al moverse hacia delante y detrás, llegándole su orgasmo, como me llegó a mí el mío también.

Me quedé bastante mareado por lo rápido e intenso que había sido todo. Ella también respiraba de manera acelerada y pesada, pasando un brazo por mi pecho al echarse a mi lado. Me quité el condón cuando me recuperé y me puse de lado para observarla, esperando pacientemente a que se recuperara, acariciando su cuerpo de vez en cuando, hasta que lo hizo y le di un beso.

Me habría encantado estar así todo el día con ella, pero me di cuenta de que iba con el tiempo justo de darme una ducha e irme, porque había sudado bastante con el calentón que me entró. Le dije que se duchara conmigo, pero prefirió hacerlo en su casa, porque veía venir que íbamos a empezar otra vez.

Así que me marché a la ducha y ella se visitó, encontrándola en el salón una vez acabé y salí. No tenía tiempo para más, por lo que nos pusimos en marcha, acompañándome ella a la academia, despidiéndonos con un abrazo, volviendo ella a su casa.

Se me hizo muy corta su visita, por eso estuve prácticamente toda la tarde pensando en Elena y en esos momentos que habíamos compartido hacía pocas horas. Tanto pensaba en ello que le pregunté si le parecía bien que me pasara por su casa cuando acabara de trabajar para poder vernos de nuevo, sugiriéndole que podíamos cenar juntos, aunque me apetecía hacer alguna cosa más con ella que eso.

Habíamos pasado el fin de semana juntos y ese mediodía también, pero es que no se me iban las ganas de ella. En cuanto le mandé ese mensaje pensé que quizá le iba a agobiar, porque nos habíamos visto ya demasiado tal vez según su punto de vista y la cosa con ella no estaba como para ir con agobios, porque aún rondaba por mi cabeza cómo se puso cuando le pregunté qué éramos, enfadándose ella.

Por suerte, no fue así esta vez, diciéndome que le parecía bien siempre y cuando no tuviera problema en comerme ese trayecto de ida y luego de vuelta cuando dijera de volver. Le respondí al instante al tener el móvil bocarriba, aunque en silencio para que no intercediera en las clases.
 
Un poco cortante en la despedida. La verdad es que en unos momentos parece cariñosa y que quiere volver a lo de antes y en otros no sabe uno sus intenciones reales.
Ella le pidió quedarse, él no quiso, y una vez que no quiso ella le pidió que se fuera antes para no coger frío, no me pareció cortante en este caso, pero está claro que aún hay cosas escondidas por ahí por parte de los 2.
 
Natalia va a ser un peligro muy grande. Está claro que ella está deseando llevárselo a la cama y Javi no se la va a jugar.
A pesar de habérselo dicho a ella no parece haberle tirado para atrás. Esperemos que no caiga en la tentación, ahora que la posibilidad de volver con Elena está más cerca que nunca.
 
A ver si en casa de Elena no se le vuelven a aparecer esas imágenes turbadoras ... aunque aún se le podrían aparecer otras imágenes "más turbadoras" ... como ver la cara de Noelia mientras folla con Elena ... o incluso ver la de Maribel ... se parecen tanto entre ellas ... :cool:
 
Última edición:
Javi llega y encuentra un condón menos....

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Buenas, quería pedir disculpas por andar menos activo últimamente, ya sea al reducir la extensión de los capítulos (más aún) o al no reaccionar a los comentarios que dejáis, sobre todo últimamente, que se ha puesto la cosa un poco más interesante

A ver si acaba ya este curso y me puedo poner más con el relato, porque este trimestre se me está haciendo largo y los enanos tampoco colaboran mucho al estar en plan vacaciones ya estudiando poco y menos, entonces pues tengo que estar mucho más encima de ellos y luego llego a casa reventado, porque hecho demasiadas horas

Como dato, antes de semana santa solía escribir unos 5-6 días a la semana, ya fuera más o menos, pero escribía. Ahora con suerte escribo 3 días a la semana, estando lo normal entre 1 y 3. Según tengo calculado, vosotros no deberíais notarlo más allá de los recortes que ya han tenido lugar, pero voy a ir justo de material y eso me agobia un poco

Espero coger esto con ganas cuando acabe el curso, porque ya os adelanto que pretendo acabar la historia este a lo largo de este verano, que no significa que termine en realidad este verano, ya sabéis que lo publicado diariamente lleva escrito ya un tiempo
Solo espero que no nos dejes en las dudas, apenas quedan 6 días para terminar el verano
 
No me ha dado tiempo a acabarlo, pero eso no significa que deje de escribir. En principio no va a haber mucho cambio a lo que tenemos hoy en día en este hilo, y si lo hubiera, ya avisaré

Pero es que deben haber cambios mi estimado Keranos, estos dos no pueden seguir así, mal no están, pero deben definir lo que tienen, y francamente continuar como follamigos no implica ser exclusivos, y para Javier es innegociable mantener esa condición con Elena.

Hemos visto como el tema condones se ha incrustrado en la mente de Javier, una situación de fácil resolución ha contaminado todo lo que han compartido, incertidumbre que genera una creciente frustración que arriesga torcer cualquier conversación que lleve el tema.

Es curioso, si mal no recuerdo ellos no usaban condones, siendo algo que suele usarse con parejas ocasionales, no permanentes, indica dos realidades de Elena, mantuvo una promiscua vida sexual, o, tuvo sexo en forma muy esporádica.

No veo que tanto deba aclarar Javier en cuanto a esos condones, lo único trascendente sería precisar si los usaron Alberto y/o David.
 
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