Capítulo 871
Sentí liberación al dejarle plasmados esos pensamientos y al disculparme con ella por haberla tratado de esa manera, aunque seguía teniendo alguna espina más, porque quería despedirme de Elena y acabar en buenos términos con ella, pero no quería volver a meter la pata, por lo que lo dejé estar por el momento, queriendo pensar bien si hacerlo o no. También tenía que despedirme de alguna que otra persona más, porque aún no lo había hecho con Valentina y Daniela, y no podía irme sin hacerlo.
Fue algo que hice un día que se me vino a la mente mientras estaba en la calle haciendo algún recado cerca de donde trabajaba Valentina, así que me acerqué y pregunté en recepción si estaba disponible.
Mientras la llamaban para preguntarle pensé que había sido algo muy impulsivo y que debería haberle mandado un mensaje para ver si podíamos vernos o no, o simplemente esperar a que saliera de trabajar y acercarme a su casa o algo, pero ya era algo tarde para echarse atrás.
Me dijeron que sí que lo estaba, por lo que me subí al ascensor para llevar hasta la planta en la que estaba su despecho según me habían informado. En lo que subí me paré a pensar en lo bonita que era la recepción, estando muy iluminada, como también lo estaba el ascensor, teniendo pinta de que todo estaba bastante nuevo al lucir tan limpio y moderno.
Y así seguiría siendo todo una vez se abrió la puerta del ascensor y seguí hasta su despacho. En lo que llegaba a él me vinieron muchos momentos vividos con ella, en especial los referentes a cuando coincidíamos en la cafetería en la que trabajaba Daniela, pues entre el personal que me iba encontrando vi que la mayoría eran mujeres.
No me resultó difícil identificar el despacho de mi ex, ya que tenía su nombre escrito en la puerta, por lo que llamé, dándome ella misma paso para que pudiera entrar. Se sorprendió mucho de verme allí, y no fue la única, pues también estaba Daniela. Ambas se alegraron de verme por lo que podía ver en sus caras.
Aunque me dijeron que no me habían conocido de primeras por el cambio de look al haber recortado tanto la barba, pero dijeron que por los tatuajes no me podía escapar, ya que iba en manga corta al estar ya en verano. De hecho, estuvieron comentando que me sentaba muy bien ese cambio, preguntándome Valentina qué había pasado para que cambiara de opinión sin que lo pudiera lograr ella en su día.
Fue entonces cuando les empecé a contar lo que tenía planeado dentro de muy poco. Ambas se quedaron con la boca abierta, pensando que iba a ser un cambio muy grande en mi vida, pero lo cierto es que yo no lo veía para tanto, pues mi rutina iba a ser la misma, solo que en otro lugar y teniendo que estudiar también, pero tan solo sería cuestión de administrar bien en tiempo.
Lo que más me gustó de cuando les dije todo eso fue la cara que tenía Valentina, pues mostraba cierto orgullo. De nuevo, me vinieron momentos vividos con ella, como esas conversaciones en las que me preguntaba si no tenía más ambición que la de trabajar en una academia sin optar a algo más. Tenía pinta de que esa cara era por ese paso que iba a dar, queriendo escalar profesionalmente.
Daniela también se mostraba muy alegre, diciendo que íbamos a estar en las mismas al estar estudiando con la edad que teníamos, aunque lo mío iba a ser más breve en principio, pero con el empeño que le estaba poniendo ella, podría ser que no tardara tanto como ella pensaba en sacarse todo lo necesario para trabajar ahí.
Pero de repente, Valentina se empezó a poner nerviosa, sin saber yo por qué. Daniela me seguía hablando y yo lo hacía con ella también, pero notaba que Valentina estaba inquieta. La conocía como para saber que algo pasaba, pero no sabía el qué. Hasta se me pasó por la cabeza que no quería que me fuera, pero quise salir de dudas, por lo que le pregunté.
De primeras se hizo la loca, diciendo que no pasaba nada, pero sus nervios la delataban, dándose Daniela cuenta también. Estaba más que seguro de que se trataba de algo referente a lo personal, porque ella estaba más que acostumbrada a soportar presión en el trabajo y sabía manejar esas situaciones. Al final, entre los dos conseguimos que contara qué pasaba, pese a que ella le hacía algún gesto a Daniela para que no se pusiera de mi parte.
La sorpresa ahora me la llevé yo al contarme Valentina que Elena se encontraba por allí y que tenía miedo de que nos pudiéramos encontrar sin que alguno de los dos lo deseara. Me quedé un poco sin palabras, pidiéndome ella perdón por no habérmelo contado antes, diciéndome que tenía mucho lío y que entre una cosa y otra se le había pasado.
Daniela estaba muy perdida, explicándole Valentina que era la chica de marketing, la que dirigía ese departamento, comentando que era mi ex, con la que había intentado volver, pero que no había salido bien. Daniela se llevó las manos a la boca, pasando a mirarme. Ella sabía que yo había intentado volver con ella, pero nunca le enseñé ninguna foto para que le pudiera poner cara.
Valentina pasó a disculparse mucho, diciendo yo que no importaba. Para que me quedara más tranquilo, me dijo que no teníamos por qué coincidir, pues ella estaba en otra planta. Después me contó que finalmente se había decidido a contratarla y ella a trabajar allí, trayéndose a algunos de sus compañeros para poder montar un buen departamento de marketing en esa empresa.
Le dije que me alegraba de que así hubiera sido, pues ella había tenido problemas en la anterior empresa en la que trabaja, por lo de su jefe, aunque no comenté nada con detalle. Valentina me contó que le gustaba mucho cómo trabajaba y que ambas partes estaban muy contentas en general, además de que había tenido bastante acercamiento con ella, formando parte de esas reuniones que yo presencié en algunas ocasiones en la cafetería de Daniela.
Daniela me preguntó con curiosidad si la iba a buscar para despedirme de ella, si es que no lo había hecho ya. Valentina le echó un poco la reprimenda por no hacer por donde para que esa incomodidad se fuera, haciéndola más intensa con esa pregunta. Comenté que no pasaba nada, respondiéndole que era algo que quería hacer, pero que tenía mis dudas al haber acabado la cosa mal entre nosotros.
Daniela pensaba que tal vez estaría bien pasarse a verla y comentárselo, preguntándome cuándo había sido la última vez que la había visto. Ya habían pasado varias semanas desde entonces, pensando ella que con más razón, que seguramente su enfado se habría rebajado bastante y que le podría sentar mal enterarse de que me había ido sin decirle nada. Valentina no estaba tan convencida, diciendo que hiciera lo que yo creyera oportuno.
Le pregunté si sabía algo al decirme eso, por aquello de que ahora se reunía bastante con ella, aunque no sabía nada, ya que no hablaban de temas personales de normal en esas reuniones, en especial de cosas tan íntimas y delante de todas. Así que no tenía ni la más mínima idea de si estaría receptiva o no para que yo hablara con ella. No les quise hacer perder más tiempo, despidiéndome de ellas, comentando que quería despedirme de ellas, porque les tenía estima.