El Fruto Prohibido. ( Continuación - 302 )
Me fui para el salón y allí conecté el portátil para ponerme como siempre, a revisar temas que tenía pendientes en el trabajo y que debía afrontar en los días venideros. la verdad es que echaba de menos la época en que era un simple asalariado, que terminaba mi jornada y me olvidaba de todo hasta el día siguiente...



Estuve un tiempo repasando unas cosas y otras, haciendo mis planes para afrontarlas... En cuanto terminé miré mi reloj y vi que había pasado casi una hora y media y se había hecho tarde; Ernesto seguía sin dar señales de vida y temía recibir una llamada de Rocío y no saber que respondérle. Así que ahora no me contuve; agarré el móvil y tras mirar la agenda pulsé su número.
Tras cinco o seis señales me respondió:
----- Aloh...
----- Hola.
Y efusivo como siempre...
----- Hey mi hermano.
----- ¿ Donde andas ? Que he llegado a casa y veo que no estás y tampoco apareces.
Y tras reírse...



me respondió:
----- Si, es verdad. Pero es que me llamó Lucrecia.
----- Lucrécia... ----- le interrumpí.
Y de inmediato añadí preguntando:
----- ¿ Quien es Lucrecia ?
----- Si hombre, esa amiga de Angela tan guapa... la nicaragüense.
----- Ah, ya se quien es.
Buuufffff....!!!!



no quería ser mal pensado, pero con esa información ya me imaginé su objetivo...


----- Pues eso, la llamé...
Y nuevamente le interrumpí:
----- ¿ Como que la llamaste...? A ver. ¿ La llamaste tú, o te llamó ella a ti ?
Nuevamente se rió...



y me respondió:
----- La llamé yo.
----- Entonces me estabas mintiendo.
Y riendo nuevamente




se excusó:
----- Si hermano, pero era una mentira piadosa.
----- Ya veo, ya...
----- Ahhhgggg... pero no me recriminés vos también.
----- No, no te recrimino nada, pero te he pillado en un renuncio.
----- Bueno, sea como sea, el caso es que mañana tiene libranza en su trabajo y al no tener que madrugar pues hemos quedado.
----- Bien, tu mismo...
----- Ya hemos cenado y ahora andamos por Tribunal.
----- ¿ Y que hacéis por ahí ?
----- Vamos a una sala donde hay bailes de salón.
----- La madre que te parió... ----- le dije.
El se rió...




de nuevo, y me respondió:
----- ¿ Y que querés ? Soy caribeño, de sangre caliente.
Ahora me reí yo



y le respondí:
----- Pues ten cuidado que no se te enfríe.
----- No, descuida.
----- Entiendo que vendrás tarde. ----- le dije
----- Pues posiblemente... ----- me respondió.
----- Entiendo que te has llevado la llave.
----- Entiendes bien...
----- Cuando regreses a la hora que sea estaré durmiendo, y mañana madrugo.
----- Si, si... descuida hermano, lo tengo en cuenta; y no te preocupés que llegaré discretamente.
----- Bueno, pues pásalo bien.
----- Si, eso estoy haciendo...
----- Y no cometas locuras, ni hagas tonterías... ----- añadí.
----- Que no hombre... Jodeeeeerrrr...!!!! todos andan encima mio como sia aún fuera un niño, o un irresponsable.
Entonces estuve tentado en recordárle sus fechorías del pasado, pero me contuve, pero aún así le dije:
----- Es que te alegras con mucha facilidad.
Se rió de nuevo...



y me respondió:
----- Ya te dije que es esa ardiente sangre caribeña que fluye por mis venas.
----- Ok, tu verás... ----- le dije.
Y sin más nos despedimos; pero aún así me quedé preocupado por si se le escapaba el control y bebía lo que no debía beber...


Esto último me dio que pensar y tras ponerme en pié me acerqué hasta el mueble bar; tras dudar un par de segundos lo abrí y fui mirando las botellas de licores que allí tenía guardadas, comprobando aquellas sutiles marcas que les había hecho en las etiquetas. Una de las de ron había bajado como un par de dedos, pero recordé que yo había tomado de esa botella, con lo cual no me preocupe. Pero al mirar una de las de whisky, pude comprobar que el nivel había bajado más de tres dedos, y eso si que me preocupó...



Yo no había tomado ningún whisky desde que él estaba en casa, ni nadie había venido de visita, así que solo podía haber sido él quien había bebido de esa botella durante mis ausencias...


Así me quedé pensando mientras miraba aquella botella en mis manos; y la verdad es que no sabía que hacer ni como actuar. Un mar de dudas se desató en mi mente...




Pues no sabía si comentarle algo al respecto o pasar del tema, pero también si le ocurría algo aquí en mi casa o en Madrid, iba a ser un problemón para mi...



Por más que pensaba y analizaba, no sabía como proceder; y si consultaba o comentaba algo con Carmen al respecto... Seguro que ésta me iba a crujir...



El caso es que guardé la botella en su sitio, y tras mirar el reloj y ver que ya era la hora, me preparé para ir a dormir. Y poco después, ya listo en mi cuarto, me metí en la cama y caí en un profundo sueño...




Pues la verdad es que ese día venia muy cansado y necesitaba dormir.
Unas horas más tarde me despertó la alarma del reloj; salí de la cama por un lateral y tras restregarme los ojos y estirarme acompañado de un profundo bostezo...

me dije a mi mismo que de buena gana seguiría durmiendo, pero el deber llamaba y había que ponerse en marcha; así que de un golpe me puse en pié y comencé mi rutina diaria antes de ir al trabajo, dando los mismos pasos de siempre.
Así, cuando ya estaba aseado, desayunado y vestido, fue que me acordé de Ernesto; no sabía si había regresado o no...



Y para quedarme más tranquilo fue que me acerqué a su cuarto, cuya puerta estaba medio abierta. Sigiliosamente la abrí un poco más, y al mirar al interior pude entre penumbras distinguirle en la cama durmiendo placenteramente...




No sabía a que hora habría llegado... Pero esa no fue mi mayor sorpresa...



La sorpresa fue al fijarme un poco mejor ya que pude ver que no estaba solo en la cama; alguien dormía a su lado y era una figura femenina que no pude distinguir, aunque deduje que debía ser Lucrecia...




Y no necesité ver más para imaginarme lo que había ocurrido, la evidencia la tenía delante de mis ojos.
Joder que fuerte, en mi propia casa engañaba a Rocío...




Buuufffff....!!!!



en que lío me iba a meter el jodido este. ¿ Y que podía hacer yo ?




¿ Le comentaba algo ? ¿ No le comentaba ? ¿ Debía recriminarle algo ? ¿ Y quien era yo para hacerlo ?
Confieso que en ese momento comenzaba a arrepentirme de haberle acogido en mi casa, pues nunca pensé que cruzaría esos límites; pero los había cruzado...





Y por otro lado sonaban en mi mente las recriminaciones que Carmen me había hecho al respecto.
Discretamente fui cerrando la puerta hasta dejarla tal y como estaba; agarré mi portátil y mi carpeta, y sin más salí del apartamento con una buena dosis de indignación y preocupación a la vez, por lo que acababa de ver.
Tras cerrar la puerta con llave, tomé el ascensor y bajé al garaje, donde según entré vi que salía Marisa en su coche; por suerte ya subía la rampa que daba a la calle y no me vio. Por poco la había evitado, y la verdad que no me apetecía volver a coincidir con ella ni en el ascensor ni en el garaje, ya bastantes complicaciones tenía como para buscarme más.
Sin más, tomé el coche y al salir a la calle, esperé unos segundos a que cerrase la puerta del garaje y puse rumbo al trabajo. Durante el trayecto fui pensando sobre lo que había visto y dando vueltas en mi cabeza sobre como debía afrontar esto y la manera de proceder...



Llegué a mi destino sin mayor novedad y en hora; estacioné el coche como siempre en la plaza que tenía asignada y a cuyo lado vi que ya estaba el coche de David y Celia; y al otro lado se encontraba la moto de Carmen... Tras ello me fui para dentro a iniciar una nueva jornada.
Al entrar vi que Carmen se encontraba en su mesa acompañada por Arantxa; en cuanto me vio se puso en pié, y toda sonriente vino hacia mi.
----- Buenos días cariño... ----- me saludó.
----- Hola. ----- le respondí.
Nos dimos un discreto pico en los labios

y al notar mi semblante serio me preguntó:
----- ¿ Estas bien ?
----- Si, si estoy bien.
Me miró nuevamente con una expresión como de no creerme y me preguntó:
----- ¿ Que tal has dormido ?
----- Bien, he dormido bien aunque necesitaba dormir un poco más. ----- le respondí.
Ella sonrió y me dijo según me agarraba los hombros:
----- Ayyyy... mi chico que ultimamente curra un montón.
Esbocé una sonrisa e hice una mueca de evidencia... Y entonces me preguntó:
----- ¿ Algún problema con Ernesto ?
" Ufffff...!!!! si tu supieras... " Pensé para mis adentros. Y de inmediato le respondí:
----- No, ninguno.
----- ¿ Seguro ?
----- Claro que seguro. ----- le respondí.
----- ¿ Que pasó ? ¿ Regresó ?
----- Si regresó. Pero no se a que hora; no le escuché llegar... Ahí quedaba en casa durmiendo.
" Y si supieras como y con quien... " Pensé para mi.
----- Ayyyyy... vaya elemento de amigo que tienes.
" Y tan elemento... " Volví a pensar para mi.
La verdad es que estaba molesto con su proceder, pues antes de actuar así pensaba que debería haberme consultado...



Tras hacer un gesto de evidencia y resignación, fue que le dije:
----- Me voy a mi sitio, a ver si voy comenzando el día.
Me sonrió una vez más, y tras darme otro pico

en los labios me dijo:
----- Enseguida te llevo tu té y tu agenda para hoy.
Le hice un gesto positivo


y le pregunté:
----- ¿ Hace mucho que llegó David ?
----- No, hará como cinco minutos que llegó.
Le hice otro gesto positivo y pasé al despacho.
Continuará......................................................................