El domingo pasado me vio mi cuñada, la hermana de mi mujer. A ver, no era la primera vez, pero sí ha sido la más morbosa.
La verdad es que me llevo muy bien con mi cuñadita. No es un bellezón, pero si muy resultona, ni que decir que de carácter es muy mojigata y va con mucho cuidado de nunca enseñar nada, pero bueno, las circunstancias y la confianza hacen que alguna vez tuviera suerte y estando en su casa llevando algún pijama holgado de verano, al poner la mesa o cualquier otra circunstancia similar, pues obtuviera premio dejándome ver sus encantos. También algún día en la playa ha tenido algún descuido que otro con el bikini.
Lo normal es que si está en casa con alguno de esos pijamas o camiseta cómoda, cuando yo llego, se vaya a poner el sujetador.
En cambio a mí, sí me ha visto desnudo en multitud de ocasiones. Mi mujer y yo practicamos nudismo y a veces mi cuñadita nos ha acompañado, ella siempre con su bikini. En casa, también muchas veces, si nos vamos a tomar unas copas después de cenar, mi mujer y ella se terminan de maquillar en el baño mientras me estoy duchando. Ni que decir que la mampara es transparente.
Pero bueno, después de poneros un poco en situación, vamos al grano. Mi mujer y yo estábamos jugando en el sofá, la tenía desnuda y toda espatarrada con el rabbit metido y con la puntita dentro del capuchón de su clítoris cuando llegó un whatsapp al móvil de mi mujer, que lógicamente no atendió, pero me dijo, esta va a ser mi hermana, vamos a terminar pronto que seguro que viene. Así que se sacó el rabbit y se puso encima mío a cabalgarme.
En eso que suena el timbre de casa. Ves te dije que era ella. Cogió el móvil y leyó el mensaje, efectivamente era ella que le decía que venía para casa.
Mi mujer tal y como estaba fue a abrirle la puerta. Yo ya cuando vi que entraban al salón, me tapé un poco con la manta del sofá.
Al verme, soltó, perdón parece que he interrumpido. Coño, ¿no te has dado cuenta que mi mujer te ha abierto en bolas?, pensé. Y con dos, va y se sienta a mi lado como si nada y mi mujer dice que se va a poner algo y que ahora vuelve. Yo aprovechando también le dije, si no te molesta también aprovecho y me voy poner algo... y me suelta, no será ni la primera ni la última vez que te vea desnudo, a lo que yo le digo que ya pero que no así, que eso no había bajado aun, bah, no me vas a asustar.
Pues nada, retiré la manta y la jodida suelta, ¿Dónde vas con eso?, joder normal que estés contenta, pero cuando ya iba de camino a ponerme algo, mi mujer desde la habitación me suelta, por cierto para el móvil que aún estará grabando.
La pobre acostumbrada a verla así..
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Y se la encuentra así..., entiendo la sorpresa. Algunas aun no saben de lo que es capaz una polla de sangre.
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La tarde continuo ya vestidos con una conversación entre los tres más que morbosa.