Al despertar de mi siesta bajé por la escalera y presencié como Vixen se dirigía a la cocina sollozando e imaginé que algo estaba sucediendo entre ella y Ángelo. En el comedor me encontré con el chaval sentado en el sofá y le propuse que me acompañará en mi partida online diaria, pero desestimó la propuesta en el preciso momento que apareció mi mujer con esas mallas tan ceñidas , sorprendida al verme allí con él le comenté que merendara con el chaval si es que tenía hambre y al girarme para coger el mando de la videoconsola me di cuenta como él le hacía gesticulaciones en forma de señales detrás mío.
Esas señales fueron el motivo por el cual desistí de la merienda indicándoles a ambos que prefería jugar a la videoconsola, cosa que él aprovechó para prestarme sus auriculares con la excusa de poder concentrarme en el videojuego, los acepté con gratitud y sin que se dieran cuenta silencié el volumen de estos para que ellos creyeran que no oía nada.
Enseguida escuché como Ángelo le pedía a mi mujer que se acercara si quería la merienda, no podía creer lo que estaba ocurriendo allí, y empecé a deducir lo que pasaba detrás mío, donde él ya seguramente con sus bermudas bajadas le mostraba aquella enorme polla, cosa que confirmó Vixen cuando la escuche como desde la puerta y en voz baja le comentaba o eso entendí yo, que era muy arriesgado.