Tengo varias pajas arriesgadas que iré publicando poco a poco… Esta primera fue una autentica locura para mí en ese momento y cuando lo pienso todavía me pongo malo… Estaba de vacaciones en un hotel de la costa de Andalucía, típico de todo incluido lleno de gente a reventar. Al llegar al hotel vi a una chavala de mi edad que estaba tremenda y la verdad hicimos mucho contacto visual cada vez que nos cruzábamos por el hotel. Era la hora de comer y había mucha gente en el comedor donde yo estaba y no se que problema hubo ese día con el aseo de las mujeres pero estaba cerrado por lo que había una cola muy larga en el baño de los hombres que además era individual, solo se podía entrar de uno en uno. Casualmente esta chavala que comentaba estaba detrás mía en la cola y yo me puse muy cachondo después de estar esperando un buen rato para entrar al baño. Cuando pude entrar al aseo estaba tan caliente que me senté en la taza del váter y empecé a cascarmela como un auténtico loco, hasta empecé a gemir como un burro de lo cachondo que iba sabiendo que la tía estaba justo ahí a medio metro mia y yo con la zambomba… el caso es que no se si debí tardar más de la cuenta que la chica intentó abrir la puerta con la mala suerte (más bien buena) de que el pestillo no cerraba y abrió la puerta mientras me la estaba cascando y pensando en ella. En ese momento me dio muchísima vergüenza porque ella además cerró la puerta muy apurada. A pesar de la vergüenza, la situación me llevo a otro nivel después de que ella me viera cascandomela y terminé con una de mis mejores corridas, fue impresionante. De hecho la corrida llegó hasta la puerta del baño dejando una gotera de por lo menos 20 centímetros… (evidentemente no la limpié, por si ella la veía después, que era inevitable ya que al sentarte en la taza tenías la puerta a pocos centímetros) el caso es que terminé con una adrenalina brutal y salí del baño con decisión aunque no pude ni mirarla a la cara de la vergüenza. Los dos días más que estuve en el hotel nos seguíamos mirando aunque yo agachaba la cabeza por la vergüenza… A día de hoy me sigo tocando con esta historia, fue brutal.